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INTRODUCCIÓN
RESUMEN
Rhizopus es un hongo fitopatógeno versátil que puede crecer y desarrollarse en una
amplia gama de temperaturas y humedades relativas. Su rápida velocidad de
crecimiento le permite colonizar la superficie de los productos agrícolas y causar la
enfermedad conocida como pudrición blanda que ocasiona importantes pérdidas
económicas. Este proceso se desarrolla mediante la excreción de enzimas pécticas del
hongo que degradan y disuelven las pectinas de la lámina media de las células
vegetales. Durante varios años se han empleado fungicidas sintéticos para controlar a
este microorganismo; sin embargo, en diversos estudios se ha demostrado que estos
compuestos han causado resistencia en las cepas y además representan un riesgo
potencial para la seguridad del medio ambiente y la salud humana. En la búsqueda de
alternativas naturales para el control de las pudriciones postcosecha, se han valorado
opciones como el empleo de extractos vegetales, antagonismo microbiano y quitosano.
En esos estudios, los autores han señalado la necesidad de profundizar en el
conocimiento de sus componentes activos (extractos vegetales), sus mecanismos de
acción (microorganismos antagonistas) y su potencial antimicrobiano (quitosano). Las
investigaciones que se realicen al respecto contribuirán a potenciar el empleo de
mejores estrategias de control de forma individual o combinada
Control químico. Entre los principales fungicidas sintéticos que se han utilizado para
controlar la pudrición blanda causada por Rhizopus se encuentran el Dicloran,
Iprodione, Fludioxonil y Tebuconazole (Adaskaveg et al., 2002). El dicloran en
estudios in situ realizados en durazno (Prunus persica Batsch) causó una reducción de la
pudrición del 87 al 100% dependiendo de la variedad (Northover y Zhou, 2002). El
Iprodione demostró una reducción del 59% de la pudrición enjitomate (Abdel–Mallek et
al., 1995); sin embargo, en 1996 fue cancelada la producción del mismo de manera
voluntaria por sus fabricantes. Al respecto algunos investigadores han desarrollado
estudios encaminados a reemplazar su utilización por fungicidas de riesgo reducido
(Fludioxonil y tebuconazole). Por ejemplo, se ha encontrado que el fludioxonil redujo
en un 90, 95.2 y 75% la incidencia de Rhizopus en duraznos, nectarinas (Prunus
persica L. var. nectarina) y ciruelas (Spondias purpurea L.), respectivamente, y el
tebuconazole controló la pudrición en estos frutos en un 81, 69 y 79.2%,
comparativamente (Förster et al., 2007). Otros estudios realizados empleando estos
fungicidas demostraron que la pudrición blanda en durazno se logró controlar en un
90%, mientras que el empleo de otros fungicidas (benomil, miclobutanil, etc.) ha
generado resistencia del patógeno que se trata de controlar (Northover y Zhou, 2002).
Por otra parte, es importante mencionar que se han empleado algunas soluciones
químicas con el objetivo de explorar su potencial antifúngico. Con soluciones etanólicas
(20.6%) combinadas con una temperatura de 40°C se obtuvo el 50% de inhibición de la
germinación de las esporas de R. stolonifer (Gabler et al., 2004) y con soluciones de
molibdato de amonio (15 mM) se redujo en un 100% el diámetro de la lesión en
manzana [Malus sylvestris (L) Mill. var. domestica (Borkh.) Mansf.] almacenadas
(20°C) e inoculadas con R. stolonifer (Nunes et al., 2001a). Asimismo, la reducción
total de la pudrición blanda se ha logrado empleando tratamientos con ácido paracético
(250 mgL–1durante 2 min) en frutos de nectarina (Mari et al.,2004). Adicionalmente, se
ha demostrado la eficacia de algunos gases con actividad antifúngica como el dióxido
de cloro (100 mg mL–1 durante 30 min) para controlar la germinación de las esporas
de Rhizopus, encontrándose una inhibición de la pudrición en más del 90% (Zoffoli et
al.,2005). En el control de las pudriciones en fresa (Fragaria x ananassa Duch.) se
empleó óxido nitroso (80%) durante 2 días en frutos antes de almacenar y se observó un
retraso de 7 días en la aparición de la enfermedad (Qadir y Hashinaga, 2001). En otras
investigaciones, la aplicación de 0.1 mg de ozono por cada gramo de uvas (Vitis
vinifera L.) tratadas durante 40 min (Sarig et al., 1996) logró el control total de la
enfermedad.
Atmósferas controladas. Las atmósferas hipobáricas han sido utilizadas para extender la
vida de almacenamiento de los productos a través del control de las pudriciones. El
estudio de diferentes tratamientos hipobáricos para controlar las pudriciones causadas
por R. stolonifer en fresas, demostró que a valores de 0.5 atm durante 4 h, los frutos
presentaron la mayor reducción de la enfermedad (Romanazzi et al., 2001). Estudios
similares fueron realizados en cerezas dulces (Prunus avium L.) pero adicionalmente se
combinó el tratamiento hipobárico con la aplicación de quitosano (1%) y se obtuvieron
efectos sinérgicos en la reducción de la pudrición (Romanazzi et al., 2003).
Alternativas naturales. Estas prácticas han cobrado auge debido a los efectos nocivos
que han causado los métodos tradicionales en el control de las enfermedades
postcosecha (Tripathi y Dubey, 2004). Entre las más importantes se encuentran el uso
de antagonistas microbianos, empleo de productos vegetales y aplicación de quitosano.
PENICILLIUM
Introducción
En general, las causas de las pérdidas poscosecha son de orden fisiológico y patológico.
Considerando estas últimas, y en frutos cítricos en particular, son provocadas por
Penicillium spp., Alternaria sp., Botrytis sp., Geotrichum sp. y Rhizopus sp. Dentro de
ellos, las podredumbres más comunes y destructivas son causadas por Penicillium spp.,
responsables de más del 90% de las pérdidas [1, 6, 11, 12, 13]. Para prevenir las
infecciones primarias de P. digitatum se requiere un cuidadoso manipuleo de las frutas
durante la cosecha y almacenamiento y la aplicación de medidas de higiene en los
galpones de empaque. A pesar de la eficacia de las medidas preventivas de limpieza y
desinfección de equipos e instalaciones en la reducción de la población patógena, es la
propia fruta la que generalmente llega contaminada del campo, por lo que se hace
necesario realizar tratamientos dirigidos a controlar de forma activa las podredumbres
mediante productos químicos. Estos suelen ser fungicidas a base de imidazoles o
benzimidazoles, cuya eficacia general depende del modo de aplicación. Pero la
aparición de cepas resistentes a ambos fungicidas se ha constituido en un gran problema
en zonas productoras de cítricos como Israel, California, Florida, Sudáfrica, España,
Argentina, etc., y los ha limitado enormemente como medida de control [4,10]. Por otro
lado, la preocupación pública sobre inocuidad de los alimentos ha aumentado el interés
por encontrar alternativas frente a los fungicidas de síntesis en el control de
enfermedades poscosecha. Consecuentemente, han avanzado distintas y prometedoras
vías que incluyen: uso de compuestos antifúngicos naturales, tratamientos de calor
(baños con agua caliente y curado), modificaciones forzadas de temperatura (altas o
bajas), luz UV, la utilización de productos químicos de baja toxicidad como el
carbonato y bicarbonato sódico, el ozono, aceites esenciales, fitoalexinas, péptidos
antimicrobianos, inducción de resistencia y la utilización de antagonistas microbianos,
así como la combinación de varios de ellos entre sí .
Resumen
PENICILLIUM
El podrido producido por este tipo de hongos, es el más conocido y el que más se ve en
nuestros almacenes. Son los clásicos mohos verde y azul. Ninguno de dichos patógenos
puede atacar a la fruta si no tiene heridas en su superficie y difícilmente se propagan por
contacto, si los frutos no presentan lesiones en su corteza.
El Penicillium Digitatum tiene un desarrollo fácil a 20 ºC y humedad relativa alta. El
Penicillium Italicum puede crecer entre 3 y 32 ºC, aunque se desarrolla con más
facilidad a 24 ºC y humedad relativa alta.
Una vez asentados en la fruta, sus hifas blanquecinas excretan un enzima que deshace la
lignina de la corteza reblandeciendo los tejidos.
FUENTES DE INFECCIÓN
Las esporas procedentes del suelo, los envases, el aire, la línea de tratamiento, etc.
CONTAMINACIÓN
La contaminación de los frutos, se produce siempre por esporas, que se instalan en las
heridas de la piel. En el caso del Penicillium Italicum, también puede producirse la
contaminación por contacto con frutos podridos, ya que las hifas pueden atravesar la
piel de un fruto sano, en determinadas circunstancias.
VARIEDADES SUSCEPTIBLES
IDENTIFICACIÓN
Si la humedad es alta, otros hongos y bacterias se asientan sobre el fruto, que se aplasta
hacia el interior, y se descompone la masa del fruto.
Penicillium italicum –
digitatum citricos
Debido a que están apareciendo resistencias del moho azul a varios productos,
indicaremos como puede distinguirse sobre los frutos; al inicio del podrido que es
cuando realmente es difícil su distinción.
En el podrido causado por el moho verde, no es tan húmedo como el del moho azul. El
área podrida es más firme y más lisa cuando se trata de moho azul.
Los métodos de control son esencialmente los mismos para los dos tipos de hongos.
ALTERNARIA CITRI
Este tipo de podrido aparece con más frecuencia en limones, navels y marisoles, etc.
que en el resto de los cítricos.
Las esporas del hongo, transportadas por el viento llegan a los pedúnculos o a los
ombligos, cuando los frutos son pequeños y permanecen latentes o germinan y penetran
hacia el interior si la temperatura y humedad son idóneas.
Por ello, en las mesas de selección, todos aquellos frutos que tengan un color
sobresaliente respecto al resto, hay que cogerlos y apretarlos ligeramente, si ceden
pueden estar afectados de Alternaria y en cualquier caso son frutos para el destrío.
Abriendo la fruta por la mitad se observa perfectamente el podrido marrón oscuro-
negro.
MEDIDAS PREVENTIVAS
Para el desarrollo de la Botrytis sobre los frutos, es necesario que estos tengan heridas
en su corteza, favoreciendo dicho desarrollo los largos períodos de tiempo húmedo, con
temperaturas bajas o moderadas.
La Botrytis aparece con frecuencia en los frutos almacenados en cámaras frigoríficas
debido a una incorrecta conservación. La humedad excesiva y la aireación deficiente
son las causas fundamentales.
IDENTIFICACIÓN
GEOTRICHUM CANDIDUM
Este tipo de podrido es más importante cada día, debido a su resistencia a la mayoría de
los productos utilizados en los almacenes.
Es un hongo que se instala en los frutos por heridas. Se da con frecuencia este tipo de
podrido sobre fruta madura con defectos y almacenada durante algún tiempo. Hongos
del tipo Penicillium instalados sobre podrido de Geotrichum, aceleran la total
descomposición de los frutos atacados.
IDENTIFICACIÓN
Es un podrido blando, con un olor agrio especial, que atrae a las moscas de la fruta que
depositan sus huevos sobre las masas podridas. Con el tiempo dichas masas gotean
infectando las frutas próximas.
MEDIDAS PREVENTIVAS
IDENTIFICACIÓN
MEDIDAS PREVENTIVAS
1. Sumergir la fruta durante 2-4 minutos en agua caliente o soluciones
fungicidas calientes (46-49 ºC). Es una solución técnica pero no es práctica y en
la actualidad no se usa.
2. Recolectar, después de un período de lluvias únicamente los frutos situados en
la mitad superior del árbol.
3. Dejar los frutos en el árbol, después de las lluvias 2-3 días hasta que la
Phytophthora se manifieste con claridad y no recolectar los frutos afectados.
4. Los frutos deben conservarse en almacén dos días como mínimo, entre la
recogida y la manipulación.
5. Separar los frutos que hayan tenido contacto, con otros atacados de
Phytophthora.
PHOMOPSIS
Según las zonas, el podrido es de escasa importancia y se manifiesta sobre los frutos
débiles en el almacenaje.
El grado de infección varía con la madurez del fruto y la humedad presente, y puede ser
grave en la fruta desverdizada.
IDENTIFICACIÓN
Es un podrido firme, aunque flexible, en la zona peduncular.
MEDIDAS PREVENTIVAS
IDENTIFICACIÓN
MEDIDAS PREVENTIVAS
Es una podredumbre blanda, con pérdida de líquidos, la corteza adquiere una coloración
marrón. A temperaturas superiores a 10 ºC, los frutos son recubiertos con abundante
micelio de color blanquecino, que origina unas largas hifas terminadas en unos puntitos
negros, que son las esporas.
MEDIDAS PREVENTIVAS
Este hongo puede producir dos tipos de podredumbres, una superficial que se observa
en frutos almacenados en frigorífico más de 30 días y otra interna, por penetración del
hongo a través de la zona peduncular o estilar (W. Navel).
Su transmisión se realiza por heridas y contacto.
IDENTIFICACIÓN
MEDIDAS PREVENTIVAS
COLLETOTRICHUM GLOEOSPORIOIDES
Afecta a todas las especies y variedades pero sobre todo a clementinas y satsumas al ser
desverdizadas.
COLLETOTRICHUM GLOEOSPORIOIDES
Puede localizarse en cualquier zona del fruto, pero es más frecuente en la zona estilar y
peduncular.
IDENTIFICACIÓN
MEDIDAS PREVENTIVAS
1. Evitar durante el desverdizado las pérdidas de agua de los frutos, ya que sobre
frutos turgescentes el hongo no es capaz de actuar.
2. No recolectar frutos con rocío.
3. Evitar todo tipo de heridas en la manipulación de los mismos.
FUSARIUM OXYSPORUM
Este podrido afecta a todas las especies y variedades, principalmente a naranjas y
mandarinas.
Favorecen el desarrollo del hongo: la lluvia, el rocío, el granizo, los golpes, las
rozaduras y, en general, todo aquello que debilite o rompa la corteza.
IDENTIFICACIÓN
Si afecta a la corteza de los frutos origina una podredumbre seca, flexible y de color
marrón. En ambiente húmedo produce un micelio blanco o blanco-grisáceo.
Si afecta a zonas internas del fruto, produce una podredumbre blanda con desarrollo
miceliar de coloración rosada o amarillenta.
MEDIDAS PREVENTIVAS
CLADOSPORIUM HERBARUM
Afecta a todas las especies y variedades cultivadas.
IDENTIFICACIÓN
Es una podredumbre seca, firme y flexible, que afecta principalmente a las zonas
peduncular y estilar. Las zonas atacadas por el hongo, se oscurecen rápidamente y hay
un crecimiento micelar de color verde grisáceo.
Afecta únicamente a la corteza del fruto, produciendo unas depresiones más o menos
acentuadas a nivel de flavedo.
MEDIDAS PREVENTIVAS
Efectuar un buen manejo de los frutos y una buena selección, ya que la calidad de la
corteza es limitante en el crecimiento del hongo .
TRICHODERMA
Este tipo de podredumbre puede producir elevadas pérdidas en el almacenamiento de
frutos (sobre todo en limones) debido a que suele ir acompañada de otras
podredumbres.
Este hongo crece hacia el interior de la madera de las cajas de almacenamiento lo cual
es una fuente de reinfección.
IDENTIFICACIÓN
Es un podrido firme, de color marrón (antes de la invasión de otros hongos). Las masas
de esporas son de coloración gris y, normalmente, este podrido desprende un agradable
olor a coco.
MEDIDAS PREVENTIVAS
1. Eliminar los frutos contaminados.
2. Desinfectar todos los cajones que hayan tenido frutos podridos.
Referencia
http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0185-
33092008000100008
http://www.tecnicoagricola.es/enfermedades-o-patogenos-mas-importartes-en-
postcosecha-de-citricos/
file:///C:/Users/maquina6/Downloads/68496021-Articulo-Hongos-Fitopatogenos-en-
FyH.pdf
http://www.scielo.org.mx/pdf/rmm/v28nspe/v28nspea15.pdf
https://ucanr.edu/blogs/fresamora//blogfiles/12950_original.jpg