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La plasticidad sináptica es la potencialidad del sistema nervioso de modificarse para formar

conexiones nerviosas en respuesta a la información nueva, la estimulación sensorial, el


desarrollo, la disfunción o el daño. En general, se la suele asociarse al aprendizaje que tiene
lugar en la infancia, pero sus definiciones van más allá. Hay diversos componentes bioquímicos
y neurofisiológicos detrás de un proceso de plasticidad sináptica y esto lleva a que los procesos
biomoleculares, químicos, etc. permitan que la respuesta neuronal frente a entradas o
señalizaciones no siempre se encuentre programada de una manera constitutiva, y requiere de
acciones intra y extra neuronales.

Cuando nacemos, las neuronas están “desconectadas”, y se van activando con los estímulos
del exterior, como el frio, el calor, el dolor, los alimentos, etc. Cada estímulo irá creando
uniones entre las neuronas y formarán los círculos cerebrales. El potencial del cerebro no
depende del número de células, sino del número de conexiones nerviosas que se establecen
entre ellas. Las neuronas se conectan entre sí formando una red de circuitos neuronales donde
se producen; el pensamiento, las emociones, el lenguaje y el comportamiento.

El sistema nervioso central posee una notable capacidad para modificar su función y, hasta
cierto punto, su estructura anatómica en respuesta a la actividad, a los estímulos ambientales
o a los daños. La plasticidad es un proceso constante, el cual puede ser dado a diferentes
niveles: sináptica, estructural y de organización de mapas neuronales. Se sabe que, hace años
se ha reconocido el papel fundamental del principal neurotransmisor excitatorio del sistema
nervioso central, el ácido glutámico, y de sus receptores en la aparición de cambios plásticos
neuronales. Sin embargo, recién hace pocos años se ha considerado la función de las
moléculas transportadoras de glutamato en los fenómenos de plasticidad, tanto en la
regulación de la función neuronal normal como en eventos patológicos.

Los factores de riesgo que afectan al normal desenvolvimiento de la plasticidad sináptica o


neuroplasticidad en la EA son múltiples; por supuesto, el más importante tendría que ver con
la edad. La edad disminuye la génesis sináptica o sinaptogénesis en respuesta a la experiencia,
así como en respuesta compensatoria a las lesiones.

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