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COSMOVISION ANDINA

CONCEPTO:
En general la cosmovisión es el concepto o interpretación que una cultura tiene acerca del
mundo que le rodea. En el caso andino, esta tiene rasgos particulares en materia de tiempo
y espacio.
Desde la antigüedad todas las culturas del mundo han tenido una concepción, es decir una
visión e interpretación del mundo, donde lo explicaban a su manera.
Los Incas tenían una manera propia de ver al mundo, una forma propia de dar respuestas a
las interrogantes que el hombre se planteaba. Esta concepción incaica, fue producto de un
largo proceso de evolución del pensamiento que el hombre andino realizó desde los
comienzos mismos de su período de formación. Fue una concepción propia y diferente a la
de los europeos, con la cual enfocó y entendió su mundo y marcó su proceder, su conducta
en las relaciones sociales establecieron los hombres andinos.
Gracias a los relatos de los mitos andinos que fueron incorporados a las crónicas ha sido
posible obtener una imagen de la cosmovisión incaica. En ellas tanto al espacio como el
tiempo eran sagrados y tenían indudablemente una explicación mítica.

La Cosmovisión Andina Inca consideraba que la naturaleza, el hombre y la Pachamama


(Madre Tierra), son un todo que viven relacionados estrechamente y perpetuamente. El
hombre tiene un alma, una fuerza de vida, y también lo tienen todas las plantas, animales y
montañas, etc., y siendo que el hombre es la naturaleza misma, no domina, ni pretende
dominarla, más bien armoniza y se adapta para coexistir en la naturaleza, como parte de
ella. En los Andes, el tiempo y el espacio se consideraron sagrados. Los accidentes
geográficos, como los nevados, volcanes, montañas, cerros, ríos y lagos, etc.
Fueron motivos de adoración para el poblador andino. Eran objetos de culto y de
celebración de fiestas y rituales. Los lugares elevados eran donde se realizaban
comúnmente festividades y cultos religiosos para agradecer y pedir intervención divina
para vivir en comunicación y armonía en el mundo.
En el imperio Inca se creía que vivían en un mundo compuesto por tres partes, las cuales se
encontraban en comunicación por medio de las pacarinas.
Se concebía a un mundo compuesto por tres aspectos o planos . En su representación del
cosmos, por ejemplo, utilizaron tres palabras:

 UKU PACHA (mundo de abajo o mundo de los muertos): En La mitología


andina Uku Pacha era el nombre de abajo o mundo de los muertos, de los niños no
nacidos y todo lo que estaba debajo de la superficie de la tierra o el mar.

 KAY PACHA (mundo del presente y de aquí): En la cosmovisión andina Kay


Pacha es el nombre del mundo terrenal, donde los seres humanos viven.

 HANAN PACHA (mundo de arriba, celestial o supraterrenal): Fue el bajo


mundo celestial y solo las personas justas podía entrar en ella, cruzando un puente
hecho de pelo. En la tradición andina se definió al Hanan Pacha como el mundo
superior donde habitaban los dioses como Viracocha, Inti, Mama Quilla,
Pachacamac, Mama Cocha, etc.

Ahora, la expresión “Pacha” significa tierra, de ello surge la expresión Pachamama que es
claramente conocida como la divinidad de la tierra, productora de alimentos.

Frente a la Pachamama, diosa del mundo de abajo o Urin Pacha. Había una divinidad
equivalente en el mundo de arriba o Hanan Pacha, que vendría a ser Huiracocha o
Wiraqocha. Este dios habría tenido gran influencia en el área sur del Perú, entre el Cuzco y
el Lago Titicaca, donde es presentado como la divinidad más importante.

Ahora sí las pacarinas: En los andes cada Etnia o Ayllu afirmaba provenir de un ancestro
común de origen divino el cual había surgido de la tierra, por mandato divino. Los
antepasados más remotos habrían salido de un sitio especial al cual todos reconocían
como pacarina, esta podía ser un río, cueva, montaña, volcán, lago, laguna, manantial, etc.
Se decía que antes de ser humanos, los seres habían formado parte del Uku Pacha (mundo
de Abajo o subterráneo) y que poblaron la tierra a traves de las pacarinas de donde surgían
al mundo terrestre. Estas también servían para comunicar a los tres mundos. Eran especies
de portales.

EL LAGO TITICACA:
El lago Titicaca fue una de las pacarinas más adoradas en el Imperio Incaico ya que se
creía que era donde había surgido el primer Inca "Manco Cápac".
ENFERMEDADES EN EL MUNDO ADINO:
 ENFERMEDADES PSICOMATICAS EN LA CULTURA
ANDINA:

Dentro de la Medicina Natural, están comprendidas todas aquellas medicinas


que como su nombre lo indica, utilizan medios naturales para restablecer la salud
de las personas. La fitoterapia, termoterapia, hidroterapia, bioenergética etc. son
algunas de las medicinas naturales empleadas para la sanación. Todas estas parten
de una concepción totalmente racional y Iógica causal, dado que se aplica el
remedio para combatir determinado mal. Estas medicinas no entran dentro de lo
tradicional porque ya tienen un trasfondo académico y científico donde ya se
conoce la etiología de las enfermedades de manera consciente y racional.

Con lo expuesto debemos entender que las medicinas nativas son parte de la
medicina tradicional. Cada una de estas partes de un sistema de creencias donde la
idea de la enfermedad se concibe como un castigo divino, antes que como producto
del contagio o la contaminación con agentes patógenos. La creencia en sus
divinidades y los atributos que estos tienen, están orientadas a favorecer o castigar la
buenas o malas acciones de sus creyentes.

De aquí que las malas acciones originan la enfermedad como producto del castigo.
El tratamiento de los males dentro de esta conceptualización, se hace recurriendo
primero a rituales y ceremonias antes que utilizando plantas, animales o elementos
químicos, que de ser el caso es complementario en algunas medicinas nativas o
tradicionales. El uso de la sugestión por medio de ritos y ofrendas, basado en su
sistema de creencias da lugar en primer término al tratamiento psicoterapéutico del
paciente. De este modo quien se dedica a estos menesteres es un sacerdote antes que
un médico. Estos curan por la fe, utilizando fundamentalmente el sistema d valores
de su cultura y en la mayoría de los casos, son las plegarias, las ofrendas, las
penitencias o el tratamiento mágico de los males, los que se utilizan para restablecer
la armonía entre lo divino y lo humano.

Cumplido los rituales y ceremoniales viene la segunda parte consistente en lo que


llamaríamos, la medicina empírico racional en la cual se aplican algunos medios
naturales para contribuir al restablecimiento de la armonía entre lo divino y lo
humano, entre el cuerpo físico y el espíritu. Los síndromes psicosomáticos, son los
que aclaran contundentemente la no creencia de los antiguos peruanos en la
existencia de agentes patógenos, dentro de su sistema de ideas y conceptos en torno
a la etiología de los males. Sin embargo si bien describen estos mitos de manera
detallada, no alcanzan a comprender el contenido ideológico que encierran las
actividades orientadas a restablecer la salud de los enfermos, y la forma como estas
prácticas utilizaban el contenido religioso, el sistema de valores y la cosmovisión del
hombre, para desarrollar las energías mentales necesarias por medio de la sugestión.
LA ENFERMEDAD DEL SUSTO:

Conocido bajo diferentes nombres en las distintas regiones del país: los quechuas de
la zona sur del país lo conocen como Mancharisqa (asustado), ánimo qarkusqa
(pérdida del alma). En el norte le denominan espanto, hani (con el ánima perdido),
Pacha chari, mal de espanto.
El origen de esta enfermedad lo atribuyen a la pérdida del yuyaynin (juicio o razón)
o huqkaqnin (su otro yo) lo que en la medicina tradicional actual se conoce como
pérdida del alma a causa de haber sufrido un traumatismo psíquico sobre el
organismo en general y sobre el sistema nervioso en particular.

El tratamiento de esta enfermedad es eminentemente psicoterapéutico. El chaman


andino desde los incas utilizaron medios sugestivos para lograr el restablecimiento
del paciente aquejado por el susto u otra enfermedad psicosomática. Cobo nos
describe como era el procedimiento usual que empleaban los chamanes andinos para
tratar las enfermedades por medio de la sugestión y la hipnosis.

El empleo de la sugestión, como parte del tratamiento de las enfermedades


psicosomáticas, era necesario puesto que utilizaba los fundamentos del sistema de
creencias del individuo. Un ejemplo de esto tenemos en el Wahapuy (llamar el alma
u otro yo del enfermo). Para proceder al llamado primero prepara una ofrenda
conocido como pago, pagapu, despacho, saywa, Qormi, sumaq sonqo (corazón
bonito) que el Paqo o curandero debe preparar de acuerdo al tipo de enfermedad.
Para el susto se prepara un despacho completo compuesto de 24 kintus de coca, maní,
qañiwa, ayara, wiraq’oya, dulces de diferentes colores, galletas, qori libro, lloq’e
seq’e, qori lazo, qolqe lazo, clavel rojo, piñis, wayruro, feto de llama, vino, ñawin
ajha y agua ardiente. Esta ofrenda es quemada por el curandero en un lugar
apropiado. Aquí señalamos que este rito, se debe oficiar en toda ocasión, de sanación
con algunas ligeras diferencias. Es según los paqos, una forma de pedir permiso a las
deidades andinas a manera también de restablecer la armonía entre las divinidades y
el paciente.

Luego de oficiar la ofrenda, si el paciente es adulto, el curandero se sienta junto a él


y le habla con frases cariñosas, le obsequia flores, él mismo se coloca en la boca hojas
de coca que pincha con cierta delicadeza, luego pone sus manos en los hombros del
enfermo como quien practica pases y le dice quedamente al oído:

“a que vas a esa mansión obscura donde no llega el sol, donde ni siquiera hay agua…
¡Regrésate! ¡No te asustes! Ven tus padres están apenados por ti”

Las técnicas de tratamiento de las enfermedades psicosomáticas tiene una amplia


gama de variantes, sin embargo cada una de estas técnicas empleadas se basan en la
cura psicoterapéutica donde la sugestión juega un papel importante. Dentro de ello
se tiene la shoqma o shoqpi, (frotar) practicado en Ancash y Huanuco… Consiste en
“bañar” y frotar al paciente con flores recogidas antes de la salida del solo, luego se
hecha estas flores al cruce de un camino. Como una especie de candado se cuelga en
el cuello del enfermo la cresta de un gallo para que impida a su huqkaqnin (su otro
yo) salir de nuevo.

El susto en la criaturas es más frecuente, porque con la menor cosa se impresionan


ya sea cuando alguien les grita o levanta la voz. Su espíritu queda atemorizado y vive
sobresaltado. Una simple caída puede ocasionarle la pérdida de su “almita”. Esta
enfermedad reviste las modalidades una leve conocido como mancharisqa (asustado)
y la otra animu qarkusqa (pérdida del ánimo). En el primer caso el curandero o
cualquier persona mayor especialmente la madre de las criaturas, proceden a
“llamar” el ánimo de la criatura diciendo:

“Hampuy Kevinsito, hampuy


Keypin ñuñuyki, hampuy

“Vente Juancito, vente


Aquí está tu teta, vente”

Después de hacer el llamado se pone un poco de sal en el sitio donde se asustó y luego se
introduce un clavo.Es la forma más inmediata para curar a las criaturas asustadas.

En el segundo caso la pérdida del ánimo, es más grave, pues la fuerte impresión ocasiona
que su huq kaqnin (su otro yo) o alma a sido espanta y huye del cuerpo.
El paciente enflaquece y pierde peso, duerme con sobresaltos y despierta gritando, de día,
anda totalmente decaído, come poco, anda entristecido con ganas de llorar. En algunos
casos estos síntomas van acompañados por frecuentes diarreas e inapetencia. Para curar
esta enfermedad en las criaturas se acostumbra mandar preparar una “guagua” de pan, con
las ropas del enfermo y luego va al lugar donde se asustó llamando el ánimo del enfermo.
El muñeco de pan se arrastra levemente sin voltear. Llegando a la cama del paciente se
coloca a su lado. Esta operación se hace por tres veces como tenemos señalado.

HALLPA HAP’ISQA:
O agarrado por la tierra, es otra enfermedad psicosomática atribuida al castigo de la tierra,
que en su sistema de creencias está considerada como Pachamama, o madre tierra. Puede
agarrar el ánimo de las personas cuando esta no cumple con hacer sus ofrendas conocidas
como el “pago a la tierra”, cuando hace mal uso de ella quemando cuando ella está viva,
ejemplo, preparar y quemar un horno para hacer pachamanca o wathias en época de lluvias.

Los síntomas de esta enfermedad se traducen en decaimiento general, pérdida de fuerzas,


una total anorexia y tristeza. El “Pacco” cura haciendo ofrendas a la tierra consistente en la
quema de un despacho, compuesto de coca, maní, qañiwa, wira q’oya, dulces de diferentes
colores, galletas, qori libro, qolqe libro, clavel rojo, piñis, wayruro, feto de llama, chiuchi
recado, flores de clavel, feto de alpaca, cintas de colores rojo y amarillo, vino y agua ardiente.
Quemando este despacho a la media noche, el paqo procede a invocar a la santa tierra,
rogando que suelte el ánimo del paciente.
Luego le sahúma con plantas olorosas, palo santo, incienso mirra, markhu, ruda,
muña…Como complemento le receta el consumo de comidas y bebidas sustanciosas, caldo
de ranas, vísceras de carnero, caldo de carne, etc. Con este procedimiento logra curar al
enfermo agarrado por la tierra. Como se puede ver es un procedimiento psicoterapéutico.
Basado en el sistema de creencias del paciente.

QHAYQASQA:

El culto a los muertos es una tradición que viene desde épocas remotas. Se supone que el
alma de los difuntos vive en la otra vida y por tanto requiere de nuestra ayuda para vivir
dignamente. La ayuda de los vivos es enviarle recados o encomiendas a la otra vida a través
de despachos, ofreciéndole misas y comidas en el día de los difuntos y en su natalicio.
Olvidar a los muertos trae consigo el castigo de estos por medio de la qhayqa, el cual
consiste en mareos, arcadas y vómitos, pérdida intempestiva de la temperatura, náuseas,
sudor frío y malestar general con decaimiento de las fuerzas. Algunas veces hay pérdida de
conocimiento y desmayos.

Este malestar se cura frotando al paciente con ruda y markhu, luego se arroja al fuego dichas
frotaciones para que el espanto se vaya. Cuando reviste mayor gravedad se le frota con
cañazo y se le hace tomar aguardiente. Luego se le acuesta al paciente abrigándole bien.
La qhayqa se ocasiona también cuando una persona tropieza con un fantasma o espíritu de
algún alma en pena.

SOQASQA O MACHU HAP’ISQA:

Es una de las enfermedades o síndromes mas controvertidos de la medicina tradicional. El


soqa machu, wari o gentil, es el espíritu de las momias que supuestamente vive en los
pukullos o tumbas. Cuando son perturbados, ya sea pisoteando dichos entierros, orinando
o defecando encima, el soqa puede agarrar el ánimo de la persona haciéndolo enfermar. El
diagnóstico de esta y cualquier otra enfermedad se hace mediante la coca y observando el
estado físico del paciente. Los síntomas se traducen en un extremo enflaquecimiento,
hambre insaciable, dolor de huesos y constantes diarreas.

Este síndrome tiene otra faceta de contenido erótico mediante el cual con mucha frecuencia
hay mujeres que dicen haber sido poseídas por el soqa, quien aprovechando que estaban
solas fueron seducidas por él. Se dice que este personaje en ausencia de los maridos de
sus víctimas toma la figura de este y de esta forma las seduce. Al amanecer deja restos de
paja o andrajos antiguos como señal de su presencia. En otros casos aprovecha del sueño
de las personas para presentarse a su víctima a quien enamora ofreciéndoles oro y plata a
cambio de sus favores. Estando en un estado de entre sueños, las hace suya y desde
entonces se le presentará cada noche. Las personas seducidas por el soqa, dicen que se
apegan a él y mantienen frecuente relación con él negándose a desocupar su vivienda. Se
dice que el soqa, vive cerca de este lugar por eso la víctima se apega a permanecer con él.
Como resultado de estas relaciones si tiene marido hace que se separen o lo enferma al
hombre. Por su parte la mujer enflaquece paulatinamente hasta que finalmente muere.

La manera de curar este síndrome es ofreciendo despacho contra el soqa, se le da feto de


gallina, de llama, de alpaca, de caballo y frutas. Este despacho tiene valor para tres años al
cabo del cual se debe renovar al ofrenda.

La forma de prevenir la enfermedad es haciendo que la mujer lleve en sus bolsillos “ajos
castilla” y una pequeña cantidad de excremento de “qholla wawa” (criatura tierna) con esto
el soqa huye porque es muy escrupuloso y limpio pues no tiene intestinos por tanto repele
la suciedad y los malos olores. Las habitaciones de la casa donde hay soqa, deben tener
una cruz hacha con las hojas de niwa. En el se pone “ajos castilla” macho y hembra. Otra
forma de prevención es ofreciéndole q’opa despacho (ofrenda de basura) que le causa
disgusto y lo repele. Por lo contrario la comida del p’esqe, (especie de mazamorra de quinua)
es de su agrado y lo atrae mucho, por eso cuando se prepara esta comida se debe lavar los
platos y ollas para que no atraiga al machu.

Dicen que muchas veces las mujeres llegan a embarazarse del soqa. El hijo del soqa, nace
con dientes y bigotes y muere en cuanto ve la luz del sol.

También existe la Paya Soqa, o soqa hembra, que persigue a los hombres. El encuentro de
un hombre con la paya soqa, es mortal porque su víctima muere en el primer encuentro.

PUKIO HAP’ISQA:

O agarrado por el pukio o manantes de agua. Es una enfermedad supurativa, pues al


paciente le salen granos con supuración de agua. Se supone que el origen de la enfermedad
se debe al haber pasado en un mal momento por una fuente o pukio el cual sopló sus
emanaciones. La forma de curar es haciendo sahumar al paciente con los desechos y sobras
de todas las plantas medicinales, viene a ser una especie de basura o restos de diferentes
plantas. Se le agrega contra veneno y contra hechizo y una especie de copitas de diferentes
colores. Esto se lleva al lugar donde fue cogido por el pukio y se entierra en la orilla.

MAL VIENTO:

Existen diversos tipos de “mal vientos” entre ellos están el soqa, wayra, proveniente de las
tumbas de las momias o entierros antiguos, esto produce granos en todo el cuerpo. Se cura
bañando al paciente con agua de malvas y markhu. Hay tambien el “Haya wayra” o viento
proveniente de las tumbas, causa mareos, es parecido a los síntomas del qhayqasqa. El
hiru wayra, es el mayor peligro pues genera deformaciones en el rostro al “voltearle la mejilla”
causando una parálisis facial, su curación es difícil, el paciente debe friccionarse el cuello
con una media o trapo negro. El tratamiento se hace mediante fricciones constantes con
hierbas de olor fuerte, muña, markhu, ruda, molle, sauco putaqllanku. Este tipo de mal viento
también ataca las articulaciones generando dolores.

ENCANTAMIENTO:

Ciertos parajes son considerados como lugares negativos porque allí viven espíritus
malignos como el anchancho. Especie de sirena para unos y de un hombre pequeño y
maligno que engaña con su risa maligna, según otros la persona que entra en estos lugares
puede perder la razón por efecto del encantamiento.
Estos lugares peligrosos de preferencia son las casas de gentiles, casas viejas
abandonadas. Las phaqchas o caídas de agua se consideran habitadas por el espíritu de
las aguas o las sirenas que pueden encantar a las personas y llevárselo consigo, consideran
que las personas que han sido encantadas, andan como poseídos y difícilmente pueden
recuperarse, salvo la energía poderosa de un paqo, que sabe como determinar los factores
negativos de esta energía. Como parte de su tratamiento debe enfrentarse con el anchancho
ubicando el lugar exacto donde vive. Luego llevará a la persona a dicho lugar y sin temor
invocará a la media noche desafiándole a salir. Seguidamente arrojará sobre el paciente el
sumo de las plantas mas hediondas, mezclados en poqo hisp’ay (orines macerados)
excremento e añas y sebo de puma. Con esto el anchancho huye. Si el paqo no tiene la
suficiente fuerza y entereza, puede ser dominado y corre peligro de morir en la contienda.

AMAYCHURA:

Es la enfermedad de las criaturas debido a estar poseídas por el espíritu de un muerto. Esto
ocurre cuando las madres en estado de gestación concurren a un velatorio de algún difunto
o cuando llevan a las criaturas a estos eventos. Allí el espíritu del muerto se apodera de la
criatura y por eso esta enfermará presentando los mismos síntomas que se dan en los
asustados. La única forma de curar el amauychura es llevando a la criatura a un entierro y
al momento que depositan el cadáver en la sepultura hacen pasar a la criatura por encima
del ataúd por tres veces. De esta forma el espíritu del muerto deja a la criatura y se va con
el difunto.

Esta enfermedad en sí es un cuadro de desnutrición aguda crónica.


LA COLERINA:

Las emociones particularmente, si son muy intensas no solo dañan el espíritu sino el cuerpo.
Entre los indígenas se conoce con el nombre de colerina a una serie de trastornos
hepatobiliares caracterizados por dolores de cabeza, cólicos, vómitos generalmente biliosos,
consecutivos a un disgusto, una pelea o un contratiempo.

Es lógico suponer que la cólera actúa como elemento desencadenante en los pacientes. La
manera de curar es provocando el vómito para que salga toda la bilis porque piensan que
hay un trastorno del flujo biliar por efecto de la cólera…

De todo lo expuesto vemos que la medicina tradicional si bien utiliza medios naturales, los
hace dentro de una función más ideológica o racional. Atribuye a cada elemento natural,
propiedades psicoterapéuticas antes que las que realmente posee. La primera
diferenciación viene en lo concerniente a los elementos naturales de temperamento cálido
o frío. En este caso estamos frente a una concepción de corte empírico racional que ya está
más próximo a lo racional y académica. Aún así, cada elemento natural dentro de las
medicinas tradicionales posee un “Espíritu” una “fuerza” “mana” o “khuya”, que es parte de
lo divino o algo que emana de él, y el cual contribuye a hacer que el mal se “retire”
considerando que la enfermedad es un ente negativo y no producto de la contaminación con
agentes patógenos.

El tratamiento psicoterapéutico, está en estrecha relación con este pensamiento. La


enfermedad como ente que se apodera del enfermo va haciendo perder su ánimo,
agarrándolo o haciendo que la mala suerte persiga a las personas. Para curarle es necesario
trasladar la enfermedad. A esta operación se le conoce con el nombre de muda, término
castellano que reemplaza a la palabra quechua Kutichi, (hacer regresar) Mediante esta
operación se traslada la enfermedad en otro organismo vivo, entre los que figuran en orden
de importancia: cuyes, sapos, perros, gallinas, flores, etc. para que la enfermedad se vaya
en ellos.

Desconociendo la existencia de agentes patógenos, tales como los microbios, virus, etc.
Atribuye el origen de las enfermedades a castigos divino.

OFRENDA A LA PACHAMAMA (Madre Tierra)


Las ceremonias de Ofrenda a la Pachamama se realizan durante el mes de agosto
siendo el primer día del mes que da inicio a esta importante ceremonia de creencia
andina
Las ceremonias de ofrendas, comúnmente conocidas por la población andina como
pagos a la Tierra o Pachamama, son rituales de origen ancestral que son parte de
un sistema de reciprocidad entre el mundo material y el mundo espiritual.
Es un ritual cuya finalidad es devolver a la Madre Tierra lo que te ha dado y lo que
podemos aspirar a nuestros deseos más profundos acerca de la vida, lo que
queremos lograr en nuestra vida y lo que queremos para nuestros seres queridos,
esta ceremonia se realiza el primer día del mes de agosto y durante todo el mes.
Las ceremonias a la Pachamama son de básicamente de dos tipos, en los hogares se
realizan ofrendas particulares y en las cumbres se realizan ofrendas comunitarias
donde los sacerdotes andino realizan las ceremonias ancestrales, para que la
Pachamama, sacie su hambre y les otorgue bendiciones.

CEREMONIAS, OFRENDAS Y RITUALES:

Estos rituales de ofrenda son dirigidos por especialistas en la religiosidad andina y


de acuerdo al aprendizaje adquirido y a las facultades obtenidas por estos
personajes, se les puede clasificar en diferentes jerarquías o niveles de sacerdocio. El
proceso de aprendizaje para ir avanzando en los grados es largo y complejo, lleno
de pruebas. El primer peldaño es el pampamisayoq "el que tiene su mesa de trabajo
en la pampa.
"El Altomisayoq o Hatunmisayoq es aquel que es considerado dentro del rango
sacerdotal y su labor es de carácter profético, carismático y místico. Se dice que
tiene el poder de comunicación con entidades o seres espirituales del mundo
religioso, para llegar a este rango pasa por una prueba llamada Karpay y luego de
eso se consagra al servicio de un Apu determinado, la condición es temporal y
puede perderse por un mal comportamiento, como por ejemplo el mal uso del
poder, cobro de dinero para el enriquecimiento propio o conducta sexual
reprobable.Existe otro rango más elevado en el sacerdocio andino que es el de
Kuraq Akulleq quien tiene la capacidad de hacer contacto con fuerzas espirituales
más elevadas.

LA MESA U OFRENDA O DESPACHOS:

Son elaborados por los sacerdotes andinos los se tiene que saber hacer la manta
ceremonial y el papel de despacho donde se envuelve la ofrenda, tiene que saber
escoger y ordenar las hojas de coca para los k'intus (tres hojas de coca que se usan
de manera ceremonial) que se usan en las ofrendas y también debe conocer todos
los otros elementos que entran en el despacho, como las conchas marinas, semillas,
huayruros y otros elementos, dependiendo de la intención del despacho, pago u
ofrenda.
Se pueden hacer también curaciones con plantas medicinales, adivinaciones y
diagnósticos mágicos, leer la hoja de coca y ver la mala o buena suerte. Pueden
proporcionar amuletos, talismanes y otros similares.
ORIGEN DE LAS FIESTAS RELIGIOSAS (Natividad):

La celebración de la Navidad surgió de la influencia de las fiestas paganas en honor


del dios Sol

Desde hace miles de años la festividad que hoy conocemos como Navidad ha sido
de vital importancia en las más diversas culturas. Para las sociedades precristianas
esta festividad representaba el nacimiento del Sol, deidad central en la mayor parte
de las civilizaciones antiguas.

El sol era un elemento fundamental en la cultura de las primeras sociedades


agrarias ya que, gracias a él, las cosechas renacían en primavera. Pero el inicio de
ese ciclo vital se producía durante el solsticio de invierno –21-22 de diciembre–, el
momento en que los días eran más cortos y era necesario elevar las plegarias al
cielo para que el astro rey propiciase el crecimiento de los cultivos.

Así pues, caldeos, egipcios, persas, sirios, fenicios, cananeos, griegos, romanos e
hindúes, además de las culturas orientales y las precolombinas, celebraban en
diciembre el nacimiento de su dios solar para representar los ciclos de la
naturaleza.

No es de extrañar pues que la nueva deidad cristiana –Jesucristo– se sumase a los


conocidos dioses solares Osiris, Horus, Apolo, Mitra o Dionisos. Y tampoco es
casualidad que la fecha de la Navidad se estableciese en el mismo día que los
romanos festejaban el “Sol Invictus”, el Nacimiento del dios Sol Invencible.

Entre estas creencias paganas festejadas en el solsticio de invierno, existían algunas


que guardaban una especial similitud con la actual celebración de la Navidad y de
las cuales recogió ésta muchos elementos.

Los romanos por su parte celebraban también las Saturnalias, fiesta en honor a
Saturno establecida desde el año 217 a. C., que se caracterizaba por sus festejos y
banquetes. Las clases sociales se abolían y los señores servían a los esclavos, las
actividades públicas cesaban al igual que todos los oficios, y se estableció la
costumbre de intercambiar presentes. Es obvio que estas características fueron
absorbidas por el naciente culto cristiano.

También el antiguo Egipto influyó con sus aportaciones a la Navidad. La diosa Isis
quedaba embarazada milagrosamente en el mes de marzo y daba a luz a su hijo
Horus a finales de diciembre. Éste era una divinidad muy relacionada con el Juicio
Final, ya que era quien presentaba las almas ante su padre, Osiris.

Pero de todas ellas, la más importante era la mencionada “Sol Invictus” que
además de en Roma, era celebrada también por los pueblos celtas. Estos últimos
ofrecían sacrificios a los dioses y según la tradición druida se colgaban cabezas de
oso –o de guerreros enemigos– en el árbol sagrado que luego constituiría el famoso
árbol de navidad.

Era lógico que el nacimiento de Cristo se estableciese en esta fecha, igualándose en


tradición y pompa a las más conocidas fiestas paganas, de las que sin duda, tomó
muchos de sus elementos. Pero esta datación no sucedería hasta el siglo IV tras
años de disputas y controversia entre las distintas iglesias cristianas.

Otras Iglesias cristianas no católicas fijaron la conmemoración de la Navidad el 6


de enero, ya que sí era posible que Jesús hubiese nacido en esa fecha si se situaba su
nacimiento en Oriente Medio, en vez de en Judea, donde el tiempo era más cálido
en enero. Con el mismo argumento, las Iglesias orientales, egipcias, griegas y
etíopes fijaron el natalicio el día 8 de enero. Eutiquio, patriarca de Alejandría,
todavía defendía este argumento en el siglo X d. C.

Argumentos aparte, las fechas del inicio de enero, fueron las primeras en las que se
celebró la Navidad. En esta decisión, sin duda, tuvo mucho peso el hecho de que en
la Alejandría egipcia –cuna en muchos aspectos de la doctrina cristiana– se
celebrase en esos días el festival en honor a la diosa Isis y el nacimiento de su hijo
Aión, personificación de Osiris. La celebración incluía vigilias y plegarias, tras las
cuales los fieles bajaban a una cripta donde retiraban la estatua de un recién nacido
con marcas de una cruz en la frente, manos y rodillas.

Pero nuestra actual celebración de la Navidad el 25 de diciembre no tuvo lugar


hasta el siglo IV. Los mitos solares ya habían sido identificados con el nuevo
salvador cristiano, y dado que la tradición romana había asimilado el culto al dios
Mitra, y celebraba el nacimiento del Sol en esa fecha, Jesús habría de nacer en el
mismo momento que todos los dioses solares lo habían hecho, durante el 24-25 de
diciembre, en medio del Natalis Solis Invicti romano.

En un principio la festividad navideña tuvo un carácter humilde y campesino, pero


a partir del siglo VIII comenzó a celebrarse con gran pompa litúrgica, al igual que
en la Iglesias orientales, aunque estas mantuvieron y mantienen la festividad del
nacimiento de Cristo el día 6 u 8 de enero.

Hannukah, una fiesta judía


En diciembre, el tercer mes del calendario judío, se celebra el Hannukah,
una fiesta que recuerda la independencia del pueblo hebreo

Esta festividad comienza el día 25 de diciembre (tercer mes del calendario judío) y
dura ocho días. También se la conoce como la fiesta de las luminarias.

El Hannukah contiene aún hoy elementos que datan del siglo XVII a. C. Por aquel
entonces sucedieron los hechos que recoge el A.T. en el libro de los Macabeos.

Los judíos, siguiendo a los hermanos Macabeo, se rebelaron contra el poder sirio al
que vencieron, pero su templo fue destruido. Cuenta la historia que solo quedaba
en el templo arrasado un poco de aceite que permitiría que la lámpara no se
apagase durante una noche. Pero el aceite duró ocho días.

En este hecho se basa la fiesta del Hannukah. Los judíos conmemoran esas ocho
noches en las que el pueblo consiguió abolir al poder opresor. Por eso es tan
importante el simbolismo de las velas y el aceite en la religión judía.

Durante los días de la celebración se encienden ocho velas (una por noche) que se
colocan en una lámpara. Todas las casas brillan con estas luces situadas en las
ventanas, puertas o exteriores.

El aceite adquiere una importancia especial para la cocina. Los platos y postres
tradicionales de esta festividad rezuman el aceite de su fritura.

El principio de año, dada la diferencia de los calendarios, se celebra en el mes de


septiembre. El año nuevo judío comienza con diez días de expiación penitencia,
tras los cuales remata la festividad en el día más importante de la religión hebrea, el
Yom Kipur.

Samaín, el origen de Halloween


La fiesta de difuntos se ha extendido con distintas connotaciones a diversos países,
pero el origen de las conocidas calabazas iluminadas se halla en el mundo celta.

Una de las festividades celtas más conocidas, era la celebración del nuevo año en la
noche del 31 de octubre (según nuestro calendario actual), llamada Samaín
(Shamhaín). Se trataba de una fiesta en honor a los muertos, coincidiendo con el
paso de la estación otoñal al invierno, y la recogida de la cosecha.

El pueblo celta, con profundas creencias religiosas basadas en la inmortalidad del


alma, procuraba honrar a sus difuntos, y así, en esta fecha, una tradición de
tiempos inmemorables, unía el mundo de los vivos y el de los muertos.

En la noche del cambio de estación, los muertos volvían a visitar a sus parientes y
eran honrados en las mesas familiares con opulentas comidas, alumbradas por
fuegos sagrados preparados a tal efecto. También las hogueras resplandecían por los
alrededores, con el fin de guiar a los antepasados a sus antiguos hogares.

Pero también era una noche de temores. Durante esas horas la puerta entre el
mundo de los vivos y el Inframundo se hallaba abierta. Los celtas creían que un
hechizo enemigo podía hacer que los vivos franqueasen tal barrera, y quedar
atrapados en el mundo oscuro sin poder regresar. Por ello alejaban las malas
intenciones de sus enemigos, colocando calaveras vaciadas e iluminadas en sus
ventanas.

De esta antigua tradición se conserva la costumbre de vaciar calabazas e


iluminarlas con una vela, así como en algunas fiestas derivadas del Samaín
(Halloween), los niños son obsequiados con dulces en su recorrido por las viviendas
vecinas, en representación de los muertos que buscan a sus parientes vivos.

La influencia cristiana, hizo que la festividad derivase en la celebración de “Todos


los Santos”, que en Estados Unidos se celebra hoy como el Halloween, exportado –
probablemente desde Irlanda- durante el siglo XIX.

Los Reyes Magos:


La tradición sobre los reyes magos tardó siglos en forjarse tal y como hoy la
conocemos

“Por entonces unos sabios de oriente se presentaron en Jerusalén... Se pusieron en


camino, y la estrella que habían visto en Oriente los guió hasta donde estaba el
niño... Abrieron sus tesoros y le ofrecieron como regalo oro, incienso y mirra... y
regresaron a su país por otro camino.”

Aunque tradicionalmente se había considerado que los magos provenían de Persia


y eran sacerdotes del antiguo culto de Zoroastro -Zarathushtra–, esta cita del
Evangelio de San Mateo era toda la información que se poseía en el siglo III sobre
los magos de Oriente.

Existen algunas representaciones artísticas de los magos –del siglo III– en las que
sólo se mostraba a dos varones, que más tarde se convertirían en cuatro. La
evolución fue rápida. En pocos años, las escenas de la adoración de Cristo incluían
seis, ocho o diez magos. Para los cristianos armenios, los magos habían sido doce,
y para los coptos, sesenta.

A pesar de la controversia, la tradición cristiana occidental propuso que los


adoradores habían sido tres. Esta idea tomó fuerza gracias al pensador Orígenes,
que defendía que los tres regalos citados en el Evangelio señalaban la existencia del
mismo número de individuos.

En el Evangelio armenio del siglo IV aparecen por primera vez sus nombres.
“Melkon” como rey de los persas, “Garpar” como el rey de los indios y Baltasar, el
rey de los árabes. Así pues, los desconocidos magos provenientes de lejanas tierras,
adquirieron además de nombre propio, un nuevo linaje real. Dejaron de
representarse en los templos como sacerdotes de Zoroastro y comenzaron a portar
la corona real.

“Melchor, un anciano de larga cabellera cana... ofreció el oro... Gaspar, joven,


imberbe, de tez blanca y rosada, honró a Jesús ofreciéndole incienso... Baltasar de
tez morena, testimonió ofreciéndole mirra...”

La leyenda de los enigmáticos magos siguió creciendo, aún más, con el paso de los
siglos. Tras despedirse del Niño Jesús, se convirtieron en viajeros hasta llegar a la
India, donde el apóstol Santo Tomás les habría bautizado y nombrado obispos.
Dedicaron el resto de su vida a la evangelización y a su muerte, fueron inhumados
en un mismo sarcófago.

Desde el reciente siglo XIX los niños escriben cartas a los Reyes Magos, quienes les
premian con regalos. El último dato que conocemos es que en 1903, el cardenal de
Colonia devolvió a Milán una parte de los huesos de los supuestos Magos que,
según la tradición aún conservan sus coronas. Quizás la leyenda aún no haya
terminado de forjarse.

Kwanzaa, una fiesta afroamericana


El Kwanzaa es una celebración africana que tiene lugar entre el 26 de diciembre y
el 1 de enero, y conmemora las tradiciones de la población afroamericana.

Esta importante celebración tiene su origen en la costumbre de reunirse alrededor


de la primera cosecha del año. Este hecho, común a muchos pueblos indígenas,
para celebrar la llegada del alimento, cobra un cariz singular en el kwanzaa.

Es una festividad social, de reunión, de comunidad. Las poblaciones


afroamericanas se reúnen para renovar la fidelidad en sus valores ancestrales. Pero
no es un hecho genérico, son siete principios concretos sobre los que estas
comunidades asientan sus creencias y por ello es preciso recordarlos cada año.
Estos siete valores –Nguzo Saba- son la base de la tradición festiva y tiene su día
propio de celebración dentro del kwanzaa:

1. Principio de unidad en la familia, la comunidad, la nación y la raza (Umoja).


2. Principio de autodeterminación de la propia vida, de libertad de elección
(Kujichagulia).
3. Trabajo colectivo, responsabilidad y solidaridad (Ujima)
4. Economía de cooperación comunitaria (Ujamaa)
5. Importancia de la creación de comunidades afroamericanas para preservar la
cultura (Nia)
6. Creatividad artística (Kumba)
7. La fe en la cultura, su historia, su lucha y sus gentes (Imani).
Ya hemos dicho que la celebración dura siete días dedicados (uno cada día) a los
principios o valores de la comunidad. Aun así todos los días se realiza un
llamamiento a la unidad que consiste en la repetición por parte de la asamblea del
término harambee. Cada una de las repeticiones se dedica a un principio.

También todos los días se enciende una vela de distintos colores. La negra
representa a la unidad, es la primera que se enciende y se coloca en el centro de las
demás.

El 31 de diciembre es un día importante para estas comunidades. Se celebra el


Karamu. Es una fiesta comunitaria que incluye una comida y un festival cultural.
Y como no podía ser de otra forma en estas fechas, también existe la tradición de
los regalos entre los participantes. El último día del Kwanzaa se reparten los
presentes en señal de recompensa a los logros conseguidos por los miembros de la
comunidad.

La celebración finaliza con una reflexión conjunta y en silencio sobre los deseos
para el año entrante.

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