You are on page 1of 3

Las 6 profesiones más infieles

Las características y el contexto en el que se desarrolla una profesión hace


que quienes la ejercen sean más propensos a cometer adulterio que
otros.

El portal online Ashley Madison, un servicio dedicado a facilitar el


encuentro entre personas que ya están inmersas en una relación, pero
quieren tener un affair esporádico, acaba de proporcionar un nuevo
recurso para todo aquel que quiera evitar cruzarse con la infidelidad. Y
es que, un estudio realizado por esta plataforma sobre una muestra de
3.600 de sus usuarios (hombres y mujeres), ha develado cuáles son los
profesionales más propensos a cometer adulterio.

La investigación indica que son las condiciones laborales de las diversas


profesiones las que influyen a la hora de tener una mayor
predisposición a poner los cachos.

Es decir, aquellas carreras que implican un exceso de trabajo significativo,


una mayor dedicación en términos de tiempo, una sensación de estrés
considerable o el hecho de tener que emprender viajes de negocios,
hace que una persona sea más proclive a ser infiel.

Estos son los profesionales más adúlteros

1. Profesionales de la medicina (médicos, enfermeras y paramédicos)

El estudio reveló que, del total de los encuestados que reconocieron ser
infieles, un 25% dedicaba su vida al campo de la medicina. Los motivos
que se dan para explicar tal incidencia son los turnos infinitos y las
jornadas maratónicas que tienen que sobrellevar estos profesionales a
diario.

Asimismo, se puso de manifiesto que los turnos nocturnos son el contexto


perfecto para muchos médicos, enfermeros y paramédicos para buscar
una aventura fuera de la pareja. De hecho, los cachos suceden en un
37% con compañeros de trabajo. Otro 25% de las infidelidades
corresponden con pacientes.

2. Profesores universitarios

Estos se posicionan en segundo lugar en el ranking con un 18% sobre el


total de encuestados. La relación sexual entre docentes y jóvenes
resulta excitante para ambas partes en muchos casos, primero por la
diferencia de edad, segundo por la posición de poder que ejerce uno
sobre el otro y, tercero, porque darse a este tipo de contacto supone
saltarse las barreras de la ética profesional, es decir, actuar fuera de
todo lo establecido y sucumbir a la aventura. Una forma drástica de
romper con la cotidianidad.

3. Pilotos y auxiliares de vuelo


Sus largas jornadas laborales junto con el hecho de que tienen que
ausentarse por largos periodos de tiempo de sus hogares y ambientes
familiares, les convierten en los terceros profesionales más infieles
dentro de la lista. Sin embargo, y como alude la propia página, esta
realidad también provoca que su vida sexual sea más inconstante.

4. Sicólogos

Su cuarta posición en el ranking responde, a grandes rasgos, por el vínculo


emocional que se crea entre estos y sus pacientes. Estos últimos
pueden desarrollar sentimientos amorosos hacia sus especialistas al
confundir el agradecimiento con el afecto. La relación que establecen
ambas partes se asemeja a lo que se crea entre docentes universitarios
y estudiantes: implica saltarse cualquier ética profesional, lo que
resulta muy atrayente para determinados profesionales.

5. Abogados

Según el portal, las largas jornadas laborales, la falta de un horario fijo y el


estrés que genera, tres características que se le presuponen a esta
profesión, provoca que sus profesionales sean más propensos a poner
los cachos.

6. Profesionales de los medios de comunicación

Los periodistas, redactores, fotógrafos, editores, videógrafos o


diseñadores, entre otras figuras del denominado cuarto poder, ponen
el broche de oro a este ranking. El motivo de su simpatía por la
infidelidad y por ponerla en práctica responde a que su labor se
desarrolla en muchos ambientes, lo que les permite conocer a un
mayor número de gente y personalidades.

También porque su profesión les lleva a realizar numerables


desplazamientos y viajes, lo que también incrementa sus posibilidades
de estar en contacto con más personas.

¿Los amantes fortalecen la relación de


pareja?
Se escucha decir que un tercero no generaría tanta discordia como se cree
en la pareja, sino que, por el contrario, podría reavivar la chispa
adormecida. ¿Qué tan cierto es?

“Con mi pareja no tengo buen sexo, nos falta la chispa. Pero el deseo que
me produce el otro hombre que conocí, la alegría y la emoción que me
genera verlo me ayuda a llegar a casa con más ánimo”, decía una mujer
evidentemente aburrida con su esposo, sobre la posibilidad de
enfrascarse en un triángulo amoroso.

No es la primera persona que piensa en este ‘método’ como un remedio


para los problemas que enfrenta con su pareja. Ya decía Freud en sus
análisis que la elección de la pareja se realiza con base en la relación
con uno mismo. Se ama lo que uno es en sí mismo, lo que ha sido y lo
que quisiera haber sido.

Por eso, los expertos contradicen esta teoría de la experiencia, porque la


evidencia muestra lo contrario.

Inicialmente, en los matrimonios, el papel de los esposos suele ser el de


compañeros amorosos de vida y muchos dejan el erotismo y la
sensualidad fuera. De ahí la necesidad que se autoimponen de
encontrar esas cualidades en un amante.

Los costos de una tercería

El siquiatra Mario Campuzano, en su libro Pareja humana: su sicología,


sus conflictos, su tratamiento, asegura que ser amante o tener amante
siempre va a significar pagar costos muy altos.

1. Cuando se tiene amante, se tienden a maximizar los defectos de la pareja


oficial y a minimizar sus valores.

2. Empieza a recriminar tonterías, se crea un ambiente de incomunicación


y el problema inicial que abrió brechas para la aparición de una tercera
persona, se acrecentará.

3. Según refiere un artículo la web de sicología on line, seduquere.com, el


50 por ciento de las parejas que viven una situación de infidelidad
terminan separadas. Solo el 25% consiguen una nueva pareja y el 75%
de los nuevos matrimonios terminan de nuevo en separación.

4. Cuando el adulterio se hace público, aparecen sentimientos de


vergüenza y culpa, de estigma social.

5. Daño a terceros: si la pareja afectada tiene hijos, el daño en ellos es


directo. Si hay separación, se enfrentan al comienzo de un estilo de
vida diferente; además de sentimientos como rabia, desesperación o
rencor. Los niños y adolescentes crecen con factores de riesgos, por la
distorsión que pueden tener entre lo correcto e incorrecto en sus
relaciones interpersonales.

6. Afectación de las finanzas: hasta la economía se ve afectada cuando se


está inmerso en un triángulo amoroso. Un gasto doble que se tiene que
notar en su hogar.

Conclusión: es mejor invertir en tiempo con la pareja, para disfrutar desde


actividades cotidianas hasta construir proyectos juntos, demostrarle
amor y prodigarle cuidados, así como cuidarse a sí mismo para verse
siempre atractivo a sus ojos.

You might also like