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Argumento principal del autor : Abordar los sacramentos desde distintas perspectivas
(Sistemática, litúrgica, pastoral, ecuménica y misionera), junto con reflexionar sobre el
universo sacramental considerando el principio de la analogía sacramental.
Deficiencias u objeciones:
- La reforma protestante centro gran parte de sus críticas en la praxis y teología
Sacramental de la Iglesia de Roma, por mucho tiempo.
- Se tuvo que esperar hasta el movimiento litúrgico de comienzos de este siglo y sobre
todo el concilio Vaticano II para introducir en la Iglesia una reforma litúrgico-
sacramental de gran alcance y es a partir de los horizontes reabiertos por el concilio
que se emprendió una nueva reflexión sistemática sobre los sacramentos.
- La Iglesia desea cumplir la voluntad de Dios, que se manifiesta en Cristo y se
impulsa por el Espíritu Santo, pero no siempre lo hace en total obediencia y
fidelidad. La Iglesia no se identifica con Cristo ni con el Reino en forma plena.
- No se puede decir que el “sacramento humano” es fuente de gracia, porque la gracia
no depende de él, sino que de Dios.
- El término sacramento no se puede aplicar en sentido unívoco a realidades tan
diversas ( Cristo, Iglesia, hombre, mundo)
Ideas principales:
- Cristo, sacramento original, o protosacramento. Palabra hecha carne, que visibiliza
el amor y la gracia de Dios en forma suprema, siendo fundamento y razón de toda la
sacramentalidad cristiana.
- Iglesia, sacramento principal, por ser la principal sacramentalización del misterio
de Cristo. Además podemos decir que la Iglesia tiene su origen en Cristo. La Iglesia
viene siendo la continuadora de la obra y misión de Cristo, de la presencia del Reino
de Dios en el mundo.
- Hombre, sacramento existencial, lo que implica una sacramentalidad ontológica
dada por Dios al hombre en cuanto “homo creatus”, es decir creado a imagen y
semejanza de Dios, en cuanto “homo salvatus” ya que todo hombre ha sido salvado
en Cristo y en cada hombre podemos encontrar a Cristo vivo que padece hambre,
desnudez, enfermedad y cárcel ; en cuanto “homo gratiatus” que recibe la gracia del
amor de Dios y de su salvación, cuya gracia obra en él y se expresa en sus obras de
sinceridad y verdad. Además podemos considerar en cuanto “homo christianus” que
cree en Cristo, que intenta seguirlo y vivir según su evangelio. Junto con considerarlo
“homo sacramentalis”, ya que su sacramentalidad la manifiesta al participar en los
sacramentos de la Iglesia.
- Mundo, sacramento cósmico, porque la realidad creatural-cósmica tiene un carácter
sacramental, ya que en ella está la huella de Dios creador, ya que es la primera y
fundamental palabra de Dios, donde podemos intuir y percibir la maravillosa
grandeza y poder de Dios, que la dotó de grandes potencialidades para el servicio y
disfrute del hombre. Además de que desde su evolución transformante podemos
visualizar la transformación a la que está llamado el hombre. También por esta
transformación nos es más fácil creer en la transformación interna de la gracia que
nos ofrece y produce por los sacramentos. Finalmente podemos decir que su lenguaje
es silencioso, porque es una palabra balbuceante, que necesita ser interpretada por el
hombre al admirar, visualizar, oír o contemplar los fenómenos naturales.
- La analogía sacramental empieza a desvelarse a partir del concepto genérico de
sacramento, que desde sus orígenes históricos rebasa el marco de la celebración,
analogía y jerarquización que interactúan y se interrelacionan en una reciprocidad
necesaria.