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¿Qué es el neoclasicismo?

El neoclasicismo fue un movimiento artístico que se originó en Francia durante el siglo XVII,
aunque su auge se presentó en los siglos XVIII. A este siglo se le conoce como “El siglo de las luces”,
entiendo a las luces como la razón. Este período marca un cambio entre el antiguo régimen y el
nuevo de características liberales.

Durante este periodo tiene lugar un acontecimiento que marcó un cambio importante tanto a nivel
social como político y económico. Este evento fue la Revolución Francesa en 1789. Con esta
revolución, la monarquía perdió poder y posteriormente desapareció.

Mediante el movimiento artístico neoclásico, se puede ver reflejada toda la Revolución Francesa así
como también el contexto que originó dicha revolución y el periodo napoleónico. Estos artistas
intentaron cambiar la sensualidad de los movimientos artísticos anteriores: el rococó y el barroco. Así
el neoclasicismo tiene una característica lógica y no sobrecargada como el anterior.

Hacia fines del siglo XVIII el movimiento neoclásico da lugar al romanticismo, basado en el
sentimiento, la individualidad y la libertad que tuvo su punto de mayor repercusión hacia el siglo XIX.

Características del neoclasicismo


Índice
 1. El pensamiento ilustrado

 2. La Revolución Francesa

 3. Transformación social

 4. Estilo

 5. Temáticas

 6. Arquitectura

 7. Pintura

 8. Escultura

 9. Literatura

 10. Autores y representantes

1. El pensamiento ilustrado
El pensamiento ilustrado fue el precursor de la Revolución Francesa. Se trata de un grupo de
intelectuales que empezaron a concientizar al pueblo francés. Así sus principales ejes eran: la razón,
el progreso y la ciencia. Además hacían a un lado las ideas eclesiásticas (principalmente al
catolicismo). Los ilustrados proponían:

 Una ley única para los ciudadanos


 Supresión de los privilegios monárquicos
 Derechos e igualdad para todos

2. La Revolución Francesa

Durante el reinado de Luis XIV, Francia se encontraba con un gobierno monárquico en el que la
figura de su rey y la nobleza gobernaban al pueblo. Al llegar Luis XV (bisnieto de Luis XIV) la
situación económica en Francia se encontraba ya en una crisis como consecuencia de una mala
gobernación.

Luego esta crisis aumentó aún más durante el reinado de Luis XVI (empeoró para el pueblo, no para
la monarquía quien vivía entre lujos, riquezas y despilfarros), quien decide elevar los impuestos. Pero
el pueblo, muerto de hambre y gracias a los ilustrados, decidió ir a tocar las puertas del reino para
pedir alimentos al Rey.

Frente a esta situación, la monarquía no oyó los pedidos del pueblo y éste se levantó en armas. Así el
14 de julio de 1789, se realizó “La toma la Bastilla”, símbolo del régimen absolutista. Así se tomaron
como prisioneros a los Reyes y la nobleza. Luego se los degolló estableciendo un nuevo orden social
dirigido por la burguesía y basado en el comercio.

Más en: Características de la Revolución Francesa

3. Transformación social
Tanto la pintura, escultura, arquitectura y literatura conforman un bloque que expresa, cada uno con
características diferentes el contexto social que atravesaba Francia en aquellos años. Así, el quiebre
de la monarquía y el cambio en las estructuras sociales acompañado de la modificación de las
costumbres, se reflejó en este movimiento artístico.

4. Estilo
El estilo que atraviesa a este movimiento es el de la sencillez, la estética y la simetría. Por otra
parte el neoclasicismo utiliza la razón y el escepticismo en detrimento de los sentimientos. Por ende,
las obras de este período artístico reflejan cuestiones reales, vivencias y situaciones a las cuales la
sociedad de aquella época se tuvo que enfrentar.

5. Temáticas
Es un arte que se compromete y expresa la situación política, social y económica de la época. Desde
la literatura las obras tienen una fuerte orientación moralizante y didáctica. Sin embargo, no todo es
razón y lógica para el neoclasicismo, puesto que también entre sus principales temas aparece la
mitología y la figura de los Dioses como poder supremo.

6. Arquitectura
La arquitectura del neoclásico tiene como características generales la sobriedad y la elegancia.
Utilizaron la división tripartita y la ausencia del color. Sentían una atracción y agrado por la
utilización de los arcos y las columnas de tipo conmemorativas.

7. Pintura
La pintura se basaba en una completa simetría y estática. Se intenta llevar la razón al arte,
intentando expresar la lógica y el escepticismo de la época en las obras. No obstante no toman los
modelos clásicos de la antigüedad (como sí se hizo en la arquitectura y en la escultura).

Utilizaban luz clara y muy poco color. Los paisajes se ponen de moda, así como las ciudades
muestran las costumbres de la época.

8. Escultura
La escultura neoclásica tiene como principal interés los ideales estéticos de la antigüedad. Es una
especie de “mirada hacia el pasado”. Las esculturas se realizaban en mármol de color blanco.

9. Literatura
En la literatura hay un retorno hacia lo grecolatino. Por tanto se resalta el aporte y la tendencia a la
imitación de escritores griegos y latinos.

Dada la tendencia de este movimiento artístico, en cuanto a la literatura se deja de lado la


producción lírica puesto que en esta época hay un fuerte rechazo hacia lo imaginativo o lo fantástico.
Así la literatura de la época tiene 3 características principales: es una literatura moralizadora, crítica y
didáctica.

10. Autores y representantes


Como denominador común, los principales representantes o autores de esta época son pacientes y
abnegados; algo así como un ejemplo de conducta y modelo a seguir para la sociedad.

Entre los principales se encuentran: Voltaire, Daniel Defoe, Jonathan Swift, Bartolini, Rude, Pradler y
Flaxman.

Fuente: https://www.caracteristicas.co/neoclasicismo/#ixzz5YwG6HOM8
apuntando este verso, la señale?
- Sátira Primera: A Arnesto
Ya la notoriedad es el más noble
(Fragmentos) atributo del vicio, y nuestras Julias,
más que ser malas, quieren parecerlo.
Quis tam patiens ut teneat se?
[¿Quién será tan paciente para
Hubo un tiempo en que andaba la
contenerse?]
modestia
(JU
dorando los delitos; hubo un tiempo
VENAL)
en que el recato tímido cubría
la fealdad del vicio; pero huyóse
Déjame, Arnesto, déjame que llore
el pudor a vivir en las cabañas.
los fieros males de mi patria, deja
Con él huyeron los dichosos días,
que su ruïna y perdición lamente;
que ya no volverán; huyó aquel siglo
y si no quieres que en el centro obscuro
en que aun las necias burlas de un marido
de esta prisión la pena me consuma,
las Bascuñanas crédulas tragaban;
déjame al menos que levante el grito
mas hoy Alcinda desayuna al suyo
contra el desorden; deja que a la tinta
con ruedas de molino; triunfa, gasta,
mezclando hiel y acíbar, siga indócil
pasa saltando las eternas noches
mi pluma el vuelo del bufón de Aquino.
del crudo enero, y cuando el sol tardío
rompe el oriente, admírala golpeando,
¡Oh cuánto rostro veo a mi censura
cual si fuese una extraña, al propio quicio.
de palidez y de rubor cubierto!
Entra barriendo con la undosa falda
Ánimo, amigos, nadie tema, nadie,
la alfombra; aquí y allí cintas y plumas
su punzante aguijón, que yo persigo
del enorme tocado siembra, y sigue
en mi sátira al vicio, no al vicioso.
con débil paso soñolienta y mustia,
¿Y qué querrá decir que en algún verso,
yendo aún Fabio de su mano asido,
encrespada la bilis, tire un rasgo
hasta la alcoba, donde a pierna suelta
que el vulgo crea que señala a Alcinda,
ronca el cornudo y sueña que es dichoso.
la que olvidando su orgullosa suerte,
Ni el sudor frío, ni el hedor, ni el rancio
baja vestida al Prado, cual pudiera
eructo le perturban. A su hora
una maja, con trueno y rascamoño
despierta el necio; silencioso deja
alta la ropa, erguida la caramba,
la profanada holanda, y guarda atento
cubierta de un cendal más transparente
a su asesina el sueño mal seguro.
que su intención, a ojeadas y meneos
la turba de los tontos concitando?
¿Podrá sentir que un dedo malicioso,
¡Cuántas, oh Alcinda, a la coyunda la seducción y el tierno amor rendida;
uncidas la expilas, la deshonras, la condenas
tu suerte envidian! ¡Cuántas de Himeneo a incierta y dura reclusión. ¡Y en tanto
buscan el yugo por lograr tu suerte, ves indolente en los dorados techos
y sin que invoquen la razón, ni pese cobijado el desorden, o le sufres
su corazón los méritos del novio, salir en triunfo por las anchas plazas,
el sí pronuncian y la mano alargan la virtud y el honor escarneciendo!
al primero que llega! ¡Qué de males
esta maldita ceguedad no aborta! ¡Oh infamia! ¡Oh siglo! ¡Oh corrupción!
Veo apagadas las nupciales teas Matronas
por la discordia con infame soplo castellanas, ¿quién pudo vuestro claro
al pie del mismo altar, y en el tumulto, pundonor eclipsar? ¿Quién de Lucrecias
brindis y vivas de la tornaboda, en Lais os volvió? ¿Ni el proceloso
una indiscreta lágrima predice océano, ni lleno de peligros,
guerras y oprobrios a los mal unidos. el Lilibeo, ni las arduas cumbres
Veo por mano temeraria roto de Pirene pudieron guareceros
el velo conyugal, y que corriendo de contagio fatal? Zarpa, preñada
con la impudente frente levantada, de oro, la nao gaditana, aporta
va el adulterio de una casa en otra. a las orillas gálicas, y vuelve
Zumba, festeja, ríe, y descarado llena de objetos fútiles y vanos;
canta sus triunfos, que tal vez celebra y entre los signos de extranjera pompa
un necio esposo, y tal del hombre honrado ponzoña esconde y corrupción, compradas
hieren con dardo penetrante el pecho, con el sudor de las iberas frentes.
su vida abrevian, y en la negra tumba Y tú, mísera España, tú la esperas
su error, su afrenta y su despecho sobre la playa, y con afán recoges
esconden. la pestilente carga y la repartes
alegre entre tus hijos. Viles plumas,
¡Oh viles almas! ¡Oh virtud! ¡Oh leyes! gasas y cintas, flores y penachos,
¡Oh pundonor mortífero! ¿Qué causa te trae en cambio de la sangre tuya,
te hizo fiar a guardas tan infieles de tu sangre ¡oh baldón! y acaso, acaso
tan preciado tesoro? ¿Quién, oh Temis, de tu virtud y honestidad. Repara
tu brazo sobornó? Le mueves cruda cuál la liviana juventud, los busca.
contra las tristes víctimas, que arrastra
la desnudez o el desamparo al vicio; Autor: Gaspar Melchor de Jovellanos
contra la débil huérfana, del hambre
y del oro acosada, o al halago,

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