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La actual Constitución de 1993 fue impulsada por una dictadura que buscaba perpetuarse y fue aprobada de manera
ilegal, ya que el referéndum de ese año fue fraudulento. Por ello, se trata de una Carta ilegítima. Preocupa que la
democracia peruana no se asiente en una Constitución que refleje reglas aceptadas por todos los actores políticos y
sociales. Por otro lado, el contenido de esa Constitución expresa la visión autoritaria y neoliberal de una minoría,
debilita al Congreso y libera al Estado de responsabilidades para con los ciudadanos. Dado que el texto de 1993 no
brinda un marco adecuado para impulsar el desarrollo del país, es fundamental cambiarlo.
Cómo resolverlo:
El punto de partida debe ser la nulidad de la Constitución de • 1993 y la declaración en vigencia de la Carta Magna
de 1979, realizando las reformas necesarias.
Cómo resolverlo:
Fortalecer los procesos de integración económica y política • desde las regiones, donde ya se vienen articulando
diversos espacios micro como macro regionales.
Promover un consenso ciudadano en favor de la descentraliza• ción, contando particularmente con el impulso de las
organizaciones que agrupan a los gobiernos regionales y locales.
Establecer un Ministerio de Ordenamiento Territorial que lidere • y organice el proceso de descentralización de
manera participativa y democrática, coordinando estrechamente con el Ministerio de Planificación y las entidades
regionales y locales.
Como resolverlo:
Fomentar la participación y fiscalización de la sociedad civil, empezando por el incremento del número de
miembros del Consejo Nacional de la Magistratura (CNM).
El desarrollo del país tiene una dimensión internacional que no se limita a los tratados comerciales o la defensa
nacional. Los temas globales e internacionales ya son parte de nuestra agenda y requieren de posturas claras,
cooperación y diálogo con otros países para enfrentarlos de manera eficaz. Es el caso del cambio climático y el crimen
organizado, por ejemplo.
Diversos procesos de integración política y económica del Perú al mundo están actualmente en marcha. En la última
década estos procesos se han multiplicado, pero se han manejado de manera bilateral y sin una estrategia integral,
coherente con objetivos nacionales de desarrollo. En lo económico ha primado una visión neoliberal que acentúa
nuestra dependencia y vulnerabilidad con respecto a los procesos externos. Se han asumido acuerdos bilaterales
(como los Tratados de Libre Comercio) y regionales que establecen compromisos para el país, a la vez que somos
partícipes de diversos objetivos, declaraciones y foros mundiales. Pero, en tiempos en que se replantea el orden
político mundial hacia la multipolaridad y surgen nuevas potencias y desafíos, no se ha definido claramente cuáles
son nuestras prioridades en este complejo frente del desarrollo.
Cómo resolverlo:
Pasar de una estrategia bilateral, donde el Perú negocia solo fren• te a países poderosos, a una estrategia multilateral
que otorgue a nuestro país un sitio en el mundo a través del fortalecimiento de la integración regional
latinoamericana.
Uno de los problemas que más afecta a nuestra democracia es el narcotráfico, que utiliza remanentes de Sendero
Luminoso para actuar impunemente en el VRAE y el Alto Huallaga. Un aspecto fundamental para enfrentar con éxito
este problema es apuntar bien al principal enemigo, que es el narcotráfico y no los remanentes senderistas.
Hasta el momento las estrategias militares del Estado no han dado los frutos esperados. Por el contrario, el Perú ha
llegado a ser el segundo productor de hoja de coca a nivel mundial, mientras que las huestes del narcotráfico vienen
ofreciendo una peligrosa alternativa de desarrollo para las poblaciones en situación de pobreza. Necesitamos una
política que adopte tanto medidas policiales como también de desarrollo alternativo.
Cómo resolverlo:
Renovar y fortalecer la relación entre el Estado y las organizaciones de productores de hoja de coca a través de
programas de desarrollo alternativo sostenibles.
Replicar y mejorar las buenas experiencias de desarrollo alternativo para enfrentar las condiciones de pobreza y
exclusión de estas localidades.
Ajenos a su función pública, los medios de comunicación ofrecen a sus audiencias la perspectiva de una pequeña
fracción de los sectores sociales existentes. Así, pocos grupos van consolidando su poder sobre distintos tipos de
medios, y homogenizan un punto de vista, excluyendo las voces críticas y a quienes expresan las demandas de grupos
sociales mayoritarios pero excluidos. Demás está decir que son precisamente las autoridades quienes facultan a los
poderosos a manejar las concesiones de canales y frecuencias como propiedades privadas. Esta situación no le hace
ningún bien a la democracia.
La libertad de expresión no sólo debe favorecer a una diversidad de dueños sino también a los diferentes actores
sociales. Por otra parte, además de la propiedad pública y privada, la propiedad social está contemplada en la ley pero
no se hace nada por fomentarla a pesar que los medios comunitarios son un elemento importante para la democracia
y la descentralización.
Cómo resolverlo:
Aprobar una nueva ley de comunicaciones audiovisuales que • establezca el reparto más equitativo y plural de los
medios entre distintas formas de propiedad (pública, privada, social) y disponga mecanismos claros para evaluar las
concesiones en el espectro radioeléctrico, incluyendo la radio y televisión digital.
La pobreza es producto de la falta de oportunidades que sufren millones de personas que no cuentan con empleos y
pensiones dignas y que no acceden a servicios de calidad en salud y educación, entre otros. A su vez, es el caldo de
cultivo de profundas desigualdades que afectan particularmente a las áreas rurales y cuyo origen es de carácter
estructural que va mucho más allá de los ingresos. Por ello, el próximo gobierno debe centrarse en atender el problema
de fondo: garantizar la igualdad de condiciones y oportunidades para todos los peruanos.
Cómo resolverlo:
Atacar la pobreza y desigualdad a través de una estrategia • nacional de carácter universal y no sólo basada en la
focalización. Asimismo, los programas temporales como Juntos y Crecer deben tener más coordinación y
coherencia entre sí. Además sus objetivos e impactos deben enmarcarse en los objetivos de las líneas permanentes
de acción del Estado: la universalización del acceso al empleo digno y a los servicios públicos de calidad, en
particular en la educación, la salud y las pensiones.
Casi todos tenemos acceso a la educación pública y gratuita pero, si medimos su calidad, constatamos que es una
estafa. Una muestra: solo dos de cada 10 niños de segundo grado de educación primaria entienden lo que leen.
Diversas evaluaciones internacionales como PISA y SERCE evidencian que el rendimiento de los niños peruanos
está muy por debajo de los niveles promedio de América Latina.
Cómo resolverlo:
La única forma de lograr el cambio es crear un movimiento social y político por la educación, en el cual participen
los miembros de la comunidad educativa, pero también la sociedad organizada y los partidos políticos, con el
objetivo de crear una sociedad educadora.
Si bien el crecimiento ha generado mayor empleo no ha permitido un cambio en la estructura ocupacional del país
que permita acercarse siquiera a los que se necesita. Las actividades con mayor capacidad de generar empleo, como
la industria y la agricultura, no han sido promovidas, lo que sí ha pasado con la minería, que emplea a menos del 1%
de la PEA.
Cómo resolverlo:
Cambiar el modelo económico por otro que privilegie la crea• ción de empleos, el mejoramiento de los ingresos y la
formación profesional. Esto implica promover sectores como la agricultura o la construcción que son competitivos
y utilizan más mano de obra.
El Estado tiene la responsabilidad de garantizar el bienestar de los ciudadanos durante su vejez. Sin embargo, la
mayoría de trabajadores carece de acceso a una pensión digna por vejez o discapacidad. No es viable el actual
sistema de pensiones, instaurado durante el fujimorismo, donde el sector privado y el sistema público compiten
en lugar de complementarse. Las AFP solo son un gran negocio para su dueños. Estas empresas compiten
deslealmente con un sistema público desfinanciado, pero sin ofrecer condiciones sustancialmente mejores, ya que
sus pensiones de apenas S/. 800 mensuales en promedio son muy similares a las del sistema público.
Cómo resolverlo:
Diseñar e implementar un nuevo sistema público de pensiones • basado en la solidaridad de carácter obligatorio.
Este sistema se podrá complementar con fondos privados para quien lo desee. El sistema público brindará tanto
pensiones contributivas como no contributivas, buscando extender la cobertura del sistema previsional en el país.
La inseguridad ciudadana está en la agenda pública como el tema que más preocupa a millones de peruanos.
Actualmente, somos el país con el más alto nivel de percepción de inseguridad (53,8%) y con el mayor nivel de
víctimas reales (31,1%) en América Latina.
Cómo resolverlo:
Modificar el marco legal de manera que el alcalde sea explícita• mente el responsable político de la seguridad
ciudadana en su circunscripción. El comisario de cada localidad debe asumir la responsabilidad técnica de la
implementación.
Aumentar el presupuesto destinado a la seguridad ciudadana • en los municipios.
Luego de las reformas económicas ejecutadas en los noventa, la exportación de materias primas, especialmente de
minerales, ha vuelto a ser casi el único fundamento de nuestro crecimiento y nuestra inserción en la economía
internacional. Como producto de esta situación, nuestra economía es cada vez más dependiente y vulnerable a las
crisis externas, lo que se traduce en episodios de crecimiento insostenibles en el largo plazo.
De esta manera, las políticas económicas han dejado un espacio cada vez menor para el desarrollo de nuestros
mercados internos. Esta situación empobrece a los peruanos y perjudica gravemente nuestra democracia. Por ello,
debemos impulsar un proceso de integración del país hacia adentro para que sea posible integrarnos también al
mundo.
Cómo resolverlo:
Reducir la vulnerabilidad de la economía nacional ante shocks • externos, dejando de lado la matriz primario-
extractiva por una de mayor valor agregado y diversificación en los productos. Asimismo, reducir la vulnerabilidad
alimentaria con una política de promoción del sector agrícola, lo cual implica que el Estado asuma un rol elemental
en la promoción de sectores económicos considerados estratégicos.
Somos un país rico en recursos naturales, pero su explotación no beneficia preferentemente a los peruanos sino a
los intereses internacionales. Nuestros recursos energéticos son un aspecto crucial que ha sido manejado por los
gobiernos recientes sin criterios de soberanía y de objetivos nacionales de desarrollo. En el mundo actual las
reservas energéticas tienen un valor estratégico creciente y deben protegerse, utilizándolas en el marco de un
proyecto que aproveche los recursos disponibles de la mejor manera y explore alternativas con visión de largo
plazo.
Es preciso repensar nuestra matriz energética, no sólo aprovechando el gas natural sino también propiciando la
diversificación de fuentes a través de la energía hidroeléctrica y fuentes alternativas.
Propuestas de solución:
Recuperar la soberanía energética del país y que el Estado • cumpla un papel de ente rector en la política energética
de largo plazo, lo cual requiere que se retome la actividad empresarial del Estado, como sucede en países vecinos
como Brasil y Colombia.