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Junio 2018.
aprendemos a leer, también desaprendemos a leer. Uno de los problemas por los que atraviesa
nuestro país es el del bajo rendimiento en los exámenes de comprensión lectora que se realizan
comprensión, y muy posiblemente este sea el problema, se enseña que la lectura tiene un fin
puramente practico, como el de aprobar una materia, aprendemos métodos de lectura y otros
temas afines a una mejora en nuestra comprensión lectora, pero los aprendemos de forma
mecánica, sin examinar todo el panorama de lo que realmente significa aprender a leer.
forma uniforme para todos, aprendemos de diversas maneras y esto se ve comprobado en las
teorías de inteligencias múltiples, pero realmente no se aplica en un escenario escolar o más aún
en un entorno universitario; esto ha llevado a percibir la lectura como una actividad a la que
somos obligados o a la que solo recurrimos cuando es necesario realizar un trabajo académico.
Identificar uno de los factores que llevan a dejar de lado la lectura en los jóvenes es un
avance para resolver el problema del bajo consumo literario, lograr que la lectura sea vista como
una actividad recreativa y cambiar la mentalidad de los jóvenes para hacer posible acudir a la
lectura fuera de las actividades académicas debe ser un objetivo para poder mejorar no solo
deben promover en el hogar, pero sin embargo es desalentador encontrar que en la encuesta Ipsos
a jefes de hogar se reveló que aproximadamente solo un 19% culminó un libro anual, y en líneas
generales en otra encuesta se mostró que un 35% de la población peruana consume libros; por el
lado de la educación escolar la situación no es tan diferente, en el año 2015 se realizó la última
prueba PISA, prueba en la que la comprensión lectora es uno de los indicadores a evaluar; los
resultados si bien muestran un aumento de puntaje en relación a la prueba anterior, aun nos deja
por debajo del promedio y cerca al último lugar tan solo por un puesto; y este resultado no es
más que un reflejo de la poca inversión en educación que se hace en el Perú 3% del PBI
(UMC,2015), y en una comparación per capita en Sudamérica nos encontramos con un gasto de
más de la mitad y en algunos casos 4 veces menos que otros países como Chile, Argentina y
Brasil.
Si dejamos de lado estas cifras, podemos encontrar que los niveles de analfabetismo se
han reducido en los últimos años, pero sin embargo la razón por la cual esto no está ayudando a
mejorar nuestra situación puede ser que no se promueve un interés por la lectura en los jóvenes;
cada uno de nosotros tiene una manera particular de aprender y los sistemas educativos se
supone que consideran esto basados en sus componentes como lo son las inteligencias multiples
donde desde el hogar se piensa que la escuela es la responsable de inculcarlo, y la escuela pide
del hogar que lo haga de la misma forma, al final la responsabilidad cae sobre cada estudiante
que estando expuesto a múltiples distracciones termina dándole poca importancia y relegando la
lectura para las labores escolares, el mismo estudiante que al llegar a la universidad después de
haber pasado años sin una práctica adecuada de la lectura, presentará problemas de comprensión
intensifica por los mismos requerimientos que conlleva el estudiar en este tipo de grado
académico; se ha demostrado que la lectura activa de los estudiantes hace que tengan un interés
más profundo en sus asignaturas, participen de forma constante en las discusiones de clase y
fortalezcan la dinámica del salón (Wambach, 1998), pero a pesar de esto los profesores dejan la
tarea de generar interés por la lectura sobre los hombros de sus estudiantes, consideran que los
exámenes son un recurso que se encarga de acercar a los estudiantes a sus libros de manera
obligatoria; sin embargo en la práctica se demuestra que solamente acudir a los libros para dar el
Universidad de Georgia, entre el grupo de control que solamente se le tomaba una prueba cada
mes comparado con el grupo experimental al cual se les asignaba semanalmente lecturas
el periodo de la prueba mensual los jóvenes del grupo de control acudían más a bibliotecas o
accedían más a recursos bibliográficos que el grupo experimental, durante sus evaluaciones el
grupo experimental tuvo un resultado mucho más exitoso y continuaron con posteriores lecturas
Por lo tanto para construir un adecuado hábito de lectura en los jóvenes, es necesario un
control tanto en el hogar como en el centro de estudios; es importante no solo hacer percibir la
lectura como una actividad académica, sino como una oportunidad para engrosar nuestro caudal
de conocimientos; todo esto debe ser encaminado no solo a lograr una mejora en rendimientos
académicos sino a mejorar como sociedad para construir un mejor país, como ya se vio la lectura
es fundamental a la hora de ver nuestro desarrollo, por lo que invertir en esta no solo debe ser
algo apremiante en la agenda política sino también en un hogar, incentivar la lectura adquiriendo
Referencias:
2. Mary E. Hoef (2015); Por qué los estudiantes de Universidad no leen. Estados Unidos:
IJSTOL.
https://www.datosmacro.com/estado/gasto/educación.