You are on page 1of 4

1.2.

Técnicas de estudio

1.2.1. Condicionantes previas

1.2.1.1. Lugar de estudio

No cualquier lugar es bueno para estudiar, para determinarlo podríamos considerar lo siguiente:
 Identifiquemos un lugar fijo, es recomendable hacerlo siempre en el mismo sitio.
 Evitemos molestias o distracciones visuales o auditivas.
 El lugar debe tener una iluminación adecuada.
 El orden y la limpieza del lugar de estudio, son fundamentales, tanto para encontrar las cosas como
para nuestra salud.
 La ventilación y la temperatura adecuadas permitirán un buen rendimiento, ventilemos el lugar cada
6 horas; si es muy cálido provocará somnolencia y fatiga, por lo que el cerebro no funcionará bien.
 Estar sentados es la mejor posición, mantener una distancia de 30 cm entre los ojos y el texto.

1.2.1.2. El horario de estudios

Lo recomendable es estudiar a media tarde, de 6 o 7 a 10, puede dar buenos resultados, pues el cuerpo
ya ha realizado el ejercicio físico necesario y también se ha liberado de la somnolencia producida por
la comida. Lo importante es elaborar un horario de estudio, planificar el tiempo, no solo para el estudio
sino también para actividades de descanso, distracción, desarrollo personal, obligaciones familiares y
sociales; pero planificar y dosificar el tiempo de manera coherente con nuestras prioridades. Tomar en
cuenta que el día tiene 24 horas:
o 8 para dormir
o 8 para trabajar y/o estudiar
o 4 horas de hábitos vitales
o 2 horas para el trabajo intelectual
o 1 hora para convivencia social
o 1 hora para actividades culturales

Planificar nuestro tiempo nos permitirá: ahorrar tiempo y energías, crear un hábito, satisfacción por haber
cumplido nuestro trabajo, ser más productivo. Elaboremos un horario con los 7 días de la semana,
considerando que los espacios que destinamos al estudio deben tener minutos de descanso, no es
recomendable estudiar más de una hora seguida sin descansar por lo menos 5 minutos. En la planificación
debemos tomar en cuenta que el tiempo que destinemos a revisar las diferentes asignaturas, deberán
variar de acuerdo al grado de dificultad que tengamos con ellas. Se debe establecer un plan de estudio
diario, ya que eso facilitará el estudio en la semana de exámenes.

1.2.1.3. La alimentación

Debemos de buscar una alimentación sana, adecuada y rica en nutrientes, Los estudios nos señalan
que la gran mayoría de personas salen de sus casas en la mañana sin comer, en estas horas, el
cerebro no puede utilizar el combustible de los alimentos consumidos el día anterior y si, a
continuación del ayuno nocturno, no se desayuna, los niveles de azúcar sanguíneo sufrirán un
continuo descenso. Cuando estos niveles se hagan casi letales para el cerebro, el aprendizaje se
hace difícil, es probable que se aburran, se agoten y no aprenden nada, bajando notablemente su
rendimiento intelectual. Es cierto que debemos de cuidar las condiciones externas para hacer óptimo
nuestro aprendizaje, el lugar de estudios, horarios y la planificación de actividades. Pero también
debemos de preocuparnos de las condiciones internas como de nuestro estado nutricional y físico.

Debemos de evitar un desayuno lleno de azúcares o harinas, ya que después de ingerir azucares
(pan, galletas, mermelada, jugo de naranja, refrescos, avena, café o té con azúcar, dulces) nuestro
cuerpo producirá una violenta elevación del azúcar sanguíneo, que estimula la producción de
insulina y producirá una abrupta baja de azúcar, unas dos horas después de haber terminado de
desayunar, ello provocaría que nuestro rendimiento vaya en deterioro en forma significativa,
nuestro cerebro se ve obligado durante las mañanas a poner en marcha los sistemas de emergencia que
destruirán los músculos para convertirlos en glucosa, el 80% del cerebro se dedica a poner en marcha
estos sistemas de supervivencia y sólo 20% se dedica a poner atención, concentrarse, resolver
problemas y memorizar. Un desayuno saludable y completo incluye proteína (huevos, yogurt, leche,
queso, quinoa, pollo, pescado, etc.), cereales integrales (avena, cebada, germen de trigo, copos de maíz,
pan integral, etc.) y fruta preferible entera.

1.2.1.4. El ejercicio

Sabemos que el estudio y en general las labores de tipo intelectual reducen la actividad física en
pequeños desplazamientos entre lugares lejanos y cercanos. El traslado en grandes distancias, que
seria una de las pocas posibilidades de realizar un poco de ejercicio, es evitado por razones de
tiempo y comodidad. Los riesgos son presentar en el futuro, atrofia muscular y una decadencia
general del cuerpo. Camine una hora al día y practique o realice algún deporte.

1.2.1.5. El sueño

Ocho horas son el promedio de tiempo necesario para el sueño de una persona. Si presentara
dificultades al dormir o sus horas de sueño no son completadas, es probable que sufra de dolores
de cabeza, de trastornos digestivos, fatiga, malestar general e irritabilidad. Así mismo puede
presentar dificultades al escribir, leer, fijar la atención, se presentarán olvidos y en general bajo
rendimiento académico.

1.2.1.6. Motivación y automotivación

Que seas capaz de motivarte depende no sólo de que te gusten previamente las asignaturas y los
profesores o profesoras, sino de ti mismo. La última responsabilidad del estudio siempre es tuya, por
muy complicado que te pueda resultar lo que te rodea (alguna materia, las explicaciones del
profesorado, etc) piensa que siempre puedes poner de tu parte para superarla. Cuanto mejor te
planifiques y te conozcas como estudiante mejor te motivarás. Es bueno al inicio del curso identificar
en una lista ideas en las que reconozcas tus problemas el momento de estudiar (Mé es difícil ……….),
posteriormente analizarlas y pensar como podemos cambiar, para poder escribir ahora la frase positiva
(Soy capaz de ……….). Poner la lista en un lugar visible y leerla todos los días.

1.2.2. Técnicas convencionales:


a. Lectura comprensiva (con todas sus actividades).
b. Elaboración de preguntas, simulando un examen.
c. Llevar un cuaderno ordenado de apuntes de clase con fechas.
d. Elaborar organizadores gráficos de cada tema de la asignatura y adjuntarlos al texto principal.
e. Buscar asociaciones de los conceptos con imágenes.
f. Buscar asociaciones con otros conceptos que permitan que los entendamos o recordemos.
g. Realizar acrósticos, es decir crear una palabra nueva, cuyas letras correspondan a la lista que
debemos memorizar.
h. Musicar nombres, crear canciones que permitan recordad el concepto o lista que necesite estudiar.
i. Crear narraciones, permitirá que enlacemos imágenes mentales con los conceptos.
j. Elaborar resúmenes.

1.2.3. Técnicas alternativas:

a. Técnica Mudra.-Son gestos que hacemos con las manos, se utiliza en el Yoga y algunas disciplinas
indúes y orientales. En nuestros dedos se encuentran terminaciones nerviosas y puntos utilizados en la
acupuntura. Estos puntos pueden activar y equilibrar nuestra energía. Hay varios mudras, de manera
especial hay el “Mudra de la sabiduria”, se une el dedo pulgar con el dedo medio el resto de dedos quedan
extendido, esto permite conectar con la sabiduría universal, que se puede utilizar el momento de estudiar.

b. Técnica para mejorar la concentración.- Para llevarla a la práctica vas a necesitar un reloj con
segunderos. Asegúrate antes de empezar a hacerla de estar relajado, mantener tu mente despejada y en
calma y alejada de cualquier pensamiento o preocupación. Observa tu reloj y enfócate sólo en la aguja
que marca los segundos. Síguela de forma visual alrededor de toda la esfera del reloj. Concéntrate sólo
en esa aguja de los segundos, desecha cualquier otro estímulo y libera tu “mente” de cualquier otro
pensamiento. Hazlo durante 2 Minutos seguidos. Muchas veces te sorprenderás con tu mente dispersa,
pensando en otras cosas o atendiendo a otros detalles. En este momento, detente, relájate, libera de
nuevo tu mente y vuelve a empezar hasta que completes de nuevo los 2 Minutos.

Haz este ejercicio al menos una vez al día. A pesar de la aparente sencillez de esta técnica, puede que al
principio te sea bastante difícil de hacer. Esto no debe preocuparte. De hecho, a la mayoría de personas
nos sucede esto al principio. ¡No te des por vencido! Cualquier inversión de tiempo y esfuerzo que
dediques a mejorar tu concentración valdrá mucho la pena. Lo notarás muy pronto en tus resultados al
memorizar y al estudiar.

c. Técnica para mejorar la atención.- Elige un objeto cotidiano que se encuentre dentro de tu
entorno habitual (tu casa, tu oficina,…) Al principio elige un objeto simple. No tiene por qué ser muy
atrayente. Más bien al contrario, cuánto más monótono y aburrido, más tendrás que esforzarte por
mantener tu atención en él y estarás entrenado a la vez tu control mental. Obsérvalo durante 60 segundos
(1 minuto). Atiende a todos y cada uno de sus detalles, sus aracterísticas y las ideas que te sugiera ese
objeto. Trata de retener esta información en tu memoria. Transcurrido el tiempo previsto, retira el objeto
de tu vista y anota en una libreta todos los detalles, características e ideas que puedas recordar del objeto
en cuestión. Dedica el tiempo que sea necesario a realizar este paso. Vuelve a mirar el objeto y piensa
qué cosas no has podido recordar, busca algún detalle en el que no te hubieras fijado en un primer
momento. ¡Seguro que vas a encontrar más de uno!

Repite este ejercicio varias veces al día. Puedes usar el mismo objeto varias veces. Te sorprenderá
comprobar cómo cada vez encuentras muchos más detalles o sensaciones en los que no habías caído
durante las primeras observaciones. Después puedes ir cambiando y elegir cada vez un objeto más
complejo, que te dará mucho más juego.

Otra forma de ir complicando este ejercicio es reducir el tiempo de observación. Puedes probar con 40 o
30 segundos. Aunque este ejercicio te parezca muy simple y sencillo, si lo practicas cada día (como has
podido comprobar no te va a llevar más de 5 minutos) en poco más de una semana vas a notar cambios
sorprendentes en tu habilidad de observar y atender tu entorno y sus detalles.

d. Gimnasia cerebral: Botones cerebrales.- Este consiste en colocar las piernas abiertas de forma
moderada, a la vez que la mano izquierda se posa sobre el ombligo presionando levemente. Por otra
parte, con los dedos índice y pulgar de la mano derecha presionamos las arterias carótidas (que son las
que van del corazón al cerebro), en el cuello, así mismo apoyamos la lengua al paladar y masajeamos por
20 o 30 segundos. Al principio quizá notaremos que esta zona esté un poco tensa y puede hasta doler un
poco, después de realizar varias veces este ejercicio y con el pasar de los días veremos como la tensión
disminuye y obtenemos un mejor grado de relajación.

Adicionalmente, ayuda a normalizar la presión sanguínea, activa y mejora la actividad del cerebro,
estabiliza la presión normal de la sangre al cerebro, optimiza el funcionamiento del sistema vesicular que
es el encargado de controlar el equilibrio y ayuda a aumentar la atención cerebral. También debemos
tener en cuenta, que si queremos que nuestro cerebro mejore notablemente su rendimiento es
importante que utilicemos cualquier momento que tengamos disponible en el día para realizar estas
actividades, incluso si no disponemos del tiempo necesario para detenernos a realizar éstas actividades.

e. Gimnasia cerebral: El Gancho de Cook.- Estando de pie, cruza tus pies de forma que no pierdas
el equilibrio, luego estira tus dos brazos hacia el frente y sepáralos el uno del otro, las palmas de tus manos
deben estar hacia fuera, con los pulgares apuntando hacia abajo, luego en esa misma posición entrelaza
tus manos y dedos de forma que los pulgares sigan apuntando hacia abajo y lleva lentamente tus manos
entrelazadas hacia tu pecho de forma que tus codos queden abajo y tus manos unidas debajo de tu
mentón. Mientras realizas estos movimientos debes apoyar tu lengua en tu paladar, ésto hace que tu
cerebro esté atento. Repite varias veces. Causa un efecto integrador en el cerebro y ayuda a activar la
corteza sensorial y motora de ambos hemisferios cerebrales. Ayuda también a tu cerebro a responder
más rápido y disminuye el estrés, focalizando el aprendizaje. El Gancho de Cook es muy recomendado
para realizarlo al iniciar cualquier actividad, pues ayuda a activar y conectar todas las energías del cuerpo
mejorando la concentración.

f. El ABC.- Escribe en una hoja de papel el abecedario completo en letras mayúsculas, luego escribe
al azar debajo de cada letra las letras “d, i, j” cuidando de que no te queden debajo de las D, I, J mayúsculas.
Pega la hoja en una pared a la altura de tus ojos. Lee en voz alta el abecedario escrito en mayúsculas, si
notas que debajo de la letra mayúscula que lees hay una “i” minúscula, sube tu brazo izquierdo, al ver una
“d” sube tu brazo derecho y al ver una “j” sube ambos brazos. Realiza estos movimientos de forma
coordinada con la lectura en voz alta de cada letra. Realiza esta actividad desde la “A” hasta la “Z” y luego
de la “Z” a la “A”, si te equivocas en el camino sacude tu cuerpo y vuelve a comenzar desde el principio.
Repite cuantas veces sea necesario hasta que logres no equivocarte.

Este ejercicio activa tu sistema nervioso y lo prepara para cualquier eventualidad, es muy recomendado
para ser realizado antes de resolver cualquier problema o al intentar aprender algo de mucha dificultad.
Además, activa la relación mente-cuerpo y genera una integración consciente en tu inconsciente al
permitir una atención múltiple entre tu visión, tu audición y tus movimientos. A través del ritmo permite
que logres una concentración mejor y alerta a tu cerebro de forma constante.

You might also like