You are on page 1of 27

UNIVERSIDAD PERUANA LOS ANDES

FACULTAD DE CIENCIAS DE LA SALUD

ESCUELA ACADEMICA PROFESIONAL DE PSICOLOGÍA

TÍTULO: SUICIDIO EN ADOLESCENTES Y NIÑOS

DOCENTE: SANDRO URCO

AUTORES: BRUNO SINDICO, MARA

ENCISO ANTEZANA, JHON

MALDONADO CHUQUILLANQUI, SADITH

MALLQUI VILCHEZ, DEISY

NUÑEZ CORDOVA, CAMILA

ROJAS CHUQUICHAICO, YOSELIN

HUANCAYO – PERÚ

2018

1
Se dedica este trabajo en primer lugar a Dios,

Por brindarnos la dicha de la salud y bienestar

Físico y espiritual, de igual forma a nuestros

Padres, como agrade-cimiento a su esfuerzo,

Amor y apoyo incondicional, durante nuestra

Formación tanto personal como profesional.

Al PS. SANDRO URCO, por brindarnos sus

Recomendaciones sabiduría en el desarrollo

De cada clase y que ha influido positivamente

En la realización de este trabajo.

i
AGRADECIMIENTO:

Se agradece por a todas esas personas

que nos apoyaron en todo momento y a nuestros

padres por sus cuidados con mucho amor,

por sus grandes enseñanzas, primordialmente el

respeto, la honestidad, entre otras cosas.

INTRODUCCIÓN

ii
La conducta suicida es considerada una urgencia psiquiátrica aquella situación en la que unos

síntomas psicopatológicos o un trastorno de conducta son percibidos como perturbadores o

amenazantes por el propio individuo, la familia u otros elementos sociales, de modo que llegan a

producir una solicitud de atención psiquiátrica urgente es así que al significar un riesgo de vida

para el individuo que presenta la conducta suicida, representa una urgencia es por eso que

abordamos el suicidio en niños y adolescentes ya que la tasa de mortalidad en el siglo XXI va en

aumento. El presente trabajo es realizado por alumnos de 3ro ciclo de la “Universidad Peruana

los Andes” del curso de psicología social, con el psicólogo Sandro Urco en el cual damos a

conocer el estudio del por qué el suicidio en niños y adolescentes en el siglo XXI. Con la

intención de buscar las causas que conllevan al suicido en la ciudad de Huancayo para así poder

prevenir el suicidio en niños y adolescentes y para reducir la tasa de mortalidad por suicidio en la

ciudad de Huancayo. Apoyándonos para poder reconocer el riesgo del suicidio en niños y

adolescentes con las etapas dadas que conllevan al suicidio.

iii
INDICE
CAPÍTULO 1 ............................................................................................................................. 1

1. DEFINICIONES:.......................................................................................................... 1

1.1. FACTORES DE RIESGO QUE PRESENTA UN NIÑO SUICIDA: ........................ 1

1.2. FACTORES DE RIESGO QUE PRESENTA UN ADOLESCENTE SUICIDA: ..... 1

1.3. GENETICO PSICOLOGICA: .................................................................................... 1

2. HISTORIA: ........................................................................................................................ 2

CAPITULO II ............................................................................................................................ 5

1. TEORÍAS DEL SUICIDIO................................................................................................ 5

1.1. TEORIA BIOLÓGICA: .............................................................................................. 5

1.2. TEORIAS SOCIOLÓGICAS: .................................................................................... 6

1.3. TEORIA TEOLOGICA: ............................................................................................. 6

1.4. TEORIA DE LOS CONSTRUCTOS PERSONALES: .............................................. 7

2. FACTORES ASOCIADOS AL SUICIDIO: ..................................................................... 7

2.1. FACTORES PERSONALES Y SOCIALES: ............................................................. 9

2.2. Factores cognitivos: .................................................................................................. 10

2.3. Factores familiares y genéticos: ................................................................................ 10

CAPITULO III ......................................................................................................................... 16

MUESTRA ........................................................................................................................... 16

i
TRABAJO DE CAMPO: (ENCUESTA REALIZADA A JOVENES MAYORES DE 18

AÑOS) ...................................................................................................................................... 16

CONCLUSION ........................................................................................................................ 17

ANEXOS.................................................................................................................................. 19

ANEXOS BIBLIOGRAFIA .................................................................................................... 20

ii
CAPÍTULO 1

1. DEFINICIONES:

El suicidio es un problema de salud que se presenta, mediante al acto de matarse a uno

mismo, depende mucho en que ámbito ha sido criado la persona durante el ciclo de su vida.

1.1. FACTORES DE RIESGO QUE PRESENTA UN NIÑO SUICIDA:

1.2. FACTORES DE RIESGO QUE PRESENTA UN ADOLESCENTE

SUICIDA:

El suicidio es la acción y efecto de quitarse, violenta y voluntariamente, la vida. Se llama

suicidio duplicado, cuando, para quitarse la vida, se comienza por un procedimiento y, siendo

insuficiente, se consuma por otro o por la repetición del mismo. El suicidio doble tiene lugar

cuando dos personas, de común acuerdo, se dan juntas la muerte. Puede, además, el suicidio ser

consumado o frustrado, según se siga o no la muerte, puesta la acción por el sujeto.

1.3. GENETICO PSICOLOGICA:

El suicidio, psicológicamente estudiado, puede considerarse como una adulteración del instinto

de conservación, innato y esencial a la naturaleza humana. En los animales, el dolor, al cual

sigue una acumulación de energías y concentración de actividades, es la natural e inconsciente

reacción contra un daño sufrido; así obra en ellos el instinto de conservación que, a la par, los

obliga a repeler o evitar la causa de la perturbación sufrida. En el hombre, esta inclinación,

dirigida y moderada por la mente, ha sido el acicate de las más levantadas acciones,

de las más heroicas resistencias. Pero, cuando el instinto de conservación , sustrayéndose a los

dictámenes de la inteligencia, se convierte en una pasión ciega, concreción del más repugnante

egoísmo, destruye, cuando no puede separarlos, los obstáculos que se oponen a la realización de

1
sus deseos ; y bajando de abismo en abismo, conviértase en espíritu de asesinato, cuando el

obstáculo es uno de nuestros semejantes, y degenera, por último, en suicidio, cuando la valla que

se opone a sus brutales apetitos se encuentra en sí mismo. Y he ahí cómo el asesinato de sí

propio se explica, psicológicamente, por la adulteración del instinto de conservación personal.

2. HISTORIA:

Desde la más remota antigüedad, aparecen monumentos escritos que señalan la existencia del

homicidio voluntario de sí mismo; siendo una ley universal constante y uniforme que la

frecuencia del asesinato de sí propio está en razón inversa de la religiosidad y moralidad de los

pueblos. Verdad que tendremos muy en cuenta al hablar de la terapéutica del suicidio, incidió,

siendo rarísimos los personajes suicidas que señala la Biblia. Este crimen jamás tuvo allí carácter

colectivo. En la India, conocemos el suicidio de los secuaces de la secta brahmánica llamada de

los gimnosofistas; crimen rodeado de aparatosas solemnidades. Las autoridades inglesas tienen

que luchar con verdaderas dificultades para impedir, actualmente, que las fanáticas adoradoras de

Brahama, en algunas regiones, se arrojen a la funesta hoguera que ha consumido los cadáveres

de sus maridos. En China, sabemos del suicidio colectivo de quinientos filósofos de la escuela de

Confucio, provocado por el desespero que sufrieron al ver quemados por mandato del emperador

sus libros sagrados. En Armenia, el de Mitrídates viéndose derrotado por los romanos, etc. En

Africa, cuéntase el asesinato de sí propio cometido por el anciano Sesostris inconsolable por

haber perdido la vista; el de Cleopatra; el de los generales cartagineses Amílcar, Amilcón,

Aníbal, cuando les fue adversa la suerte de las armas, etc. En la historia de Europa, constan

homicidios voluntarios de sí mismo entre los galos ; en Italia, cuande Capua cae en manos de

Escipión ; en España hay algunos de carácter colectivo ; en Grecia, el rey Codro, Edipo rey de

Tebas, Cleomenes rey de Esparta, Aristodemo rey de Mesenia, el filósofo Zenón, fundador de la

2
doctrina estoica... ; en Roma, hacia el fin de la república y bajo el imperio, se multiplican de tal

manera los suicidios que, como afirman los cronistas de aquella época, se convirtió este crimen

en una verdadera epidemia. Las pasiones políticas y la corrupción de costumbres, durante los

últimos años de la república, y estas mismas causas, más acentuadas todavía, unidas a la pérdida

de las libertades políticas, a la tiranía de los emperadores y a la influencia de la filosofía estoica,

durante el imperio, hicieron extremadamente violento e intolerable el ambiente social,

ocasionando cruentas deserciones de la vida en número extraordinario. Es un hecho inconcuso

que, a medida que se dejó sentir en la sociedad la influencia saludable del cristianismo,

disminuyó el número de suicidas. «En la Edad Media— dice un historiador al ser la Iglesia

dueña de las almas, fueron sumamente raros los suicidios, a lo cual contribuyó la legislación que

declaraba infames a los suicidas y les negaba la sepultura eclesiástica». En el siglo xvi, los

errores de la Reforma, que arrancaron la fe de muchas almas, sembrando en otras la indiferencia

religiosa y el escepticismo ; la afición inconsiderada a los estudios de los clásicos paganós con la

secuela de una semi-adoración sentida hacia los grandes suicidas de Grecia y de Roma, así como

la corrupción de costumbres que tales causas habían de producir necesariamente en la sociedad,

suscitaron en el cuerpo social tal fermentación suicida que poco faltó para que emuláramos la

época de decadencia de la civilización pagana. En España, principalmente durante el reinado de

aquel monarca tan licencioso que se llamó Felipe IV, un falso concepto del honor y la

inmoralidad más acentuada que se enseñoreó de casi todas las clases sociales, provocaron

numerosos suicidios. La influencia de la filosofía racionalista produjo también sus efectos

deprimentes en casi todas las nacionalidades europeas, principalmente en Alemania y Francia. Y

a fines del siglo xviii, esta última nación, cuenta, entre sus personajes revolucionarios, un

número bastante considerable y doncellas abandonadas, no ya en el desamparo de la seducción

3
cumplida, sino olvidadas por el objeto de sus amores», de suicidas. A mediados del siglo xix y

durante algunos años después (el predominio del romanticismo — dice un autor da al suicidio un

numeroso contingente de individuos contrariados en sus pasiones, amantes furiosos y doncellas

abandonadas, no ya en el desamparo de la seducción cumplida, sino olvidadas por el objeto de

sus amores»,

4
CAPITULO II

1. TEORÍAS DEL SUICIDIO

1.1. TEORIA BIOLÓGICA:

Los investigadores nos presenta el suicidio desde una perspectiva biológica, el suicidio está

ligado a nuestro vínculo con otros seres vivos. El especialista William Hamilton en su la teoría

de la selección por parentesco que explica como algunas especies de animales aumentan su

eficiencia biológica, ayudando a que los genes de su progenie aumenten, no en relación a su

producción directa, sino a través de sus congéneres con quienes compartan una gran similitud

genética. Dentro de estos comportamientos tenemos el de las abejas (que mueren trabajando o

defendiendo su colmena) o el de las obreras del aberrojo (que cuando son parasitadas se alejan

del grupo a fin de evitar contagiar a sus congéneres y mueren solas) etc.

Salazar explica que en la especie humana también encontramos casos que operan bajo el mismo

principio descrito por Hamilton. Por ejemplo, el caso de los Kamikazes japoneses en la segunda

guerra mundial o el sacrificio que hace un padre o hermano por salvar a algún familiar cercano,

muriendo en su lugar. Sin embargo, en el hombre existe la importante variable de la cultura que

transforma este hecho en un acto altruista. En el caso de la influencia de la depresión leve-

moderada en la actitud suicida, esta puede ser entendida desde un punto biológico al servir como

alerta para avisar de un problema en el individuo, tal y como sucede en otras especies animales,

facilitando de esta manera una ayuda oportuna.

5
1.2. TEORIAS SOCIOLÓGICAS:

Los representante de la teoría sociocultural, consideran que los hechos sociales deben ser

estudiados como realidades exteriores al individuo. Así pues, considera que no es el individuo

quien se suicida, sino es la sociedad quien lo hace a través de ciertos individuos. Esto se da por

perturbaciones en la relación individuo-sociedad. Determina 4 tipos de suicidio:

1.2.1. Egoísta:

Se da cuando se produce una desintegración de la estructura social, produciendo un exceso de

individualización.

1.2.2. Altruista:

El yo no forma parte del individuo, se confunde con lo externo.

1.2.3. Anónimo:

Se da cuando hay una distorsión de los valores sociales, llevando al sujeto a una falta de sentido

de vida.

1.2.4. Fatalista:

Se da debido a una excesiva reglamentación, lo que limita totalmente su futuro.

1.3. TEORIA TEOLOGICA:

Matallana aborda el tema del suicidio desde una perspectiva existencial, en la generación de un

sentido de vida sólido y estable, no basado en circunstancias temporales como el dinero, el

poder, los estereotipos de belleza, etc. El sentido nos lo brinda nuestra libertad. Según este autor,

la teología es una ciencia que estudia el sentido, aquello que nos mueve en la vida observado

desde el punto de vista religioso. La sociedad actual solo busca el poder material, lo que genera

exclusión y pobreza, genere pues un vacío existencial que lleva a muchos a la autoeliminación o

a una vida mecánica (muerte en la vida).

6
1.4. TEORIA DE LOS CONSTRUCTOS PERSONALES:

La especialista Kelly nos explica que los seres humanos creamos construcciones de la realidad

para poder explicársela, sin embargo, estas no obedecen a la realidad en sí, sino a la forma como

el individuo percibe el mundo. El hombre utiliza estos constructos para predecir el futuro y a

través de ello validar (dar valor a las experiencias cotidianas) nuestro esquema del mundo. El

problema radica cuando se da una crisis en la confrontación entre la realidad y nuestros

constructos, lo que nos lleva a una crisis que puede acabar ya sea en la reconstrucción de

nuestros esquemas o en el peor de los casos en la autoeliminación. Para Kelly existen dos

condiciones límites: El realismo y el Indeterminismo. El primero hace referencia a que, en cierto

punto, todo se lleva a cabo tal y como suponemos que lo hará, generando una situación de hastío

y aburrimiento. La segunda es todo lo contrario, cuando se nos hace imposible predecir, en

menor o mayor grado, los acontecimientos.

2. FACTORES ASOCIADOS AL SUICIDIO:

La depresión es un proceso multifactorial y complejo cuya probabilidad de desarrollo depende de

un amplio grupo de factores de riesgo, sin que hasta el momento haya sido posible establecer su

totalidad ni las múltiples interacciones existentes entre ellos. Se desconoce el peso de cada uno

de ellos en relación a las circunstancias y al momento de la vida en que se desarrolla. La

investigación de los factores de riesgo de la depresión cuenta con algunas limitaciones: primero,

es difícil establecer diferencias entre los factores que influyen en el inicio y/o el mantenimiento

de la depresión; segundo, muchos de los factores de riesgo interactúan de tal manera que podrían

ser causas o consecuencias de la misma. Además, pocos estudios han valorado su grado de

influencia. Las variables que incrementan el riesgo de depresión se pueden clasificar en factores

personales, sociales, cognitivos, familiares y genéticos. El proceso suicida se inicia en el

7
momento en que comienzan los pensamientos sobre cómo quitarse la vida, pasa por la

realización de los primeros intentos suicidas, con un incremento gradual de la letalidad del

intento, hasta lograrlo; es decir, la tasa de suicidio, que comprende las ideas y deseos suicidas o

ideación suicida, las conductas suicidas sin resultado de muerte o intentos suicidas y suicidios

consumados, así se establece una secuencia progresiva. Es posible que ocurran manifestaciones

previas con actitudes de escape, de venganza, altruismo o búsqueda de riesgo, tendencia a

percibirse como perdedor, baja tolerancia a la frustración, dificultad para resolver conflictos,

desesperanza y abandono. La correlación más importante para suicidio en jóvenes es el

antecedente de un intento de suicidio previo; adicionalmente se ha asociado con depresión, uso

de sustancias, pérdida de un familiar o amigo por suicidio, fácil acceso a armas de fuego, género

femenino, ser víctima o generador de violencia, familias monoparentales sobre todo con ausencia

del padre, rasgos de personalidad narcisista o antisocial, pobreza, problemas de interrelación,

abuso físico o sexual, limitadas capacidades adaptativas, trastornos de la alimentación, eventos

vitales estresantes como pérdida de una persona significante o una mascota, problemas con la

autoridad legal o escolar, cambio de domicilio, percepción por el joven de carencia de apoyo

familiar o en general conflictos intrafamiliares, alteraciones neuropsicológicas como déficit de

funciones ejecutivas, fluidez verbal, razonamiento lógico, mediado por el lenguaje. Como

factores protectores se destacan el sentirse bien emocionalmente (adecuada autoestima,

autoeficacia, auto concepto) y contar con una estrecha y comprometida relación familiar

(funcionalidad familiar).

8
2.1. FACTORES PERSONALES Y SOCIALES:

La prevalencia e incidencia de los trastornos depresivos es mayor en mujeres que en hombres,

comenzando en la adolescencia y manteniéndose en la edad adulta. Además, aunque la depresión

es una importante causa de discapacidad tanto en hombres como en mujeres, se ha estimado que

la carga de la depresión es 50% más alta en las mujeres que en los hombres. Las enfermedades

crónicas, tanto físicas como mentales y la posible asociación con el consumo de alcohol y

tabaco, también son factores de riesgo importantes. Los rasgos neuróticos de la personalidad se

asocian con una mayor incidencia de casos y recaídas de depresión mayor y probablemente,

aumentan la posibilidad de desarrollar depresión ante los acontecimientos adversos de la vida.

También se asocian a otras formas de psicopatología, especialmente con los trastornos de

ansiedad. Los trastornos de ansiedad son en general factores de riesgo para el desarrollo del

primer episodio de depresión mayor y también la distimia se ha visto como un importante

predictor del desarrollo posterior de un cuadro depresivo mayor. Guía de Práctica Clínica sobre

el manejo de la depresión en el adulto, por otra parte, se ha observado que pacientes,

fundamentalmente varones, con antecedentes de ataques de pánico, tienen mayor riesgo de

desarrollar depresión mayor. Dicha correlación no se ha encontrado con otros trastornos

mentales. Se ha descrito una asociación entre migraña y depresión, de manera que los pacientes

con depresión mayor presentaban mayor riesgo de sufrir migraña y a su vez, los que presentaban

migraña (no otro tipo de cefalea) tenían mayor riesgo de depresión mayor. También, la presencia

de enfermedad cardiaca y diversas patologías endocrinas, como la diabetes, el hipo o

hipertiroidismo, el síndrome de Cushing, la enfermedad de Adisson y la amenorrea

hiperprolactinémica, parecen aumentar el riesgo de depresión. Dentro del papel atribuido a las

circunstancias sociales se ha destacado el bajo nivel de recursos económicos y las circunstancias

9
laborales. Las personas en desempleo y baja laboral presentan depresiones con mayor frecuencia.

En un estudio de cohortes prospectivo publicado recientemente se desprende que las personas de

los grupos socioeconómicos y ocupacionales más desfavorecidos tienen índices más altos de

depresión, indicando que el riesgo de depresión sigue un gradiente socioeconómico,

especialmente cuando el trastorno es crónico. El estado civil (estar soltero, divorciado o viudo) y

el estrés crónico parecen relacionarse con una mayor probabilidad de desarrollar depresión, y

también se observa que la exposición a adversidades a lo largo de la vida está implicada en el

comienzo de trastornos depresivos y ansiosos.

2.2. Factores cognitivos:

La investigación sobre el papel de los factores cognitivos en la depresión se ha guiado

predominantemente por el modelo de Beck, en el que los esquemas negativos, pensamientos

automáticos, distorsiones cognitivas y creencias disfuncionales tienen un papel fundamental en el

procesamiento de la información. Estos y otros factores como la reactividad cognitiva hacia los

eventos negativos, el estilo rumiativo de respuesta y los sesgos atencionales se consideran claves

en el desarrollo y mantenimiento de la depresión.

2.3. Factores familiares y genéticos:

Los descendientes de pacientes con depresión constituyen un grupo de riesgo tanto para

enfermedades somáticas como para trastornos mentales. Así, los familiares de primer grado de

pacientes con trastorno depresivo mayor tienen el doble de posibilidades de presentar depresión

que la población general, proporción también importante en los de segundo grado. El patrón de

presentación del cuadro también puede ser diferente, encontrando como señal más temprana un

trastorno de ansiedad. No obstante, estos estudios familiares por sí mismos no pueden establecer

qué cantidad de riesgo proviene de los factores genéticos y qué cantidad del ambiente familiar

10
compartido. Uno de los acercamientos más frecuentes en la investigación de los genes

implicados en el desarrollo de la depresión es el análisis del papel de las monoaminas. De entre

todas las variantes genéticas estudiadas, un factor que podría influir en su desarrollo es la

presencia de un polimorfismo del gen que codifica el transportador de la serotonina, lo que

produciría una disminución del transporte de este neurotransmisor. Este gen podría ser un

predictor de la respuesta al tratamiento antidepresivo. Un estudio realizado en 6 países Europeos

y Chile en el ámbito de atención primaria, con el objetivo de realizar un algoritmo de predicción

de riesgo de depresión, incluyó los siguientes factores: edad, sexo, nivel educativo, resultados de

cribados previos de depresión, historia familiar de problemas psicológicos, salud física y mental,

dificultades económicas y experiencias de discriminación. Actualmente este estudio está

realizándose en España, junto con un ensayo clínico en el que se emplea el algoritmo para

cuantificar el grado de riesgo.

2.3.1. ABUSO SEXUAL E INTENTO SUICIDA:

Con relación al abuso sexual infantil se han reportado como efectos a largo plazo problemas tales

como, trastorno por estrés pos-traumático, la depresión, la ideación y el intento suicida, la

insensibilidad emocional, cefaleas, trastornos gastrointestinales, disfunciones sexuales, adicción

al alcohol y sustancias psicoactivas, victimización sexual posterior y maltrato por parte de la

pareja. Se ha identificado que el malestar depresivo y la ideación suicida fueron

significativamente más frecuentes en las mujeres que habían sido víctimas del abuso sexual, y en

los varones y en las mujeres que ya habían intentado suicidarse.

11
2.3.2. EDAD Y GÉNERO:

En estudio realizado en el hospital infantil de Manizales en el año 2010 por Carmona y

colaboradores se encontró en cuanto al grupo de edad en que más se presentó el intento de

suicidio, los 15 años, resultados similares a los reportados en otros estudios, lo cual demuestra

una tendencia uniforme y global por ser la etapa de la adolescencia de crisis, en la que se

desarrollan toda una serie de cambios para entrar en la adultez y es en esta donde se toman

decisiones importantes en la vida de las personas. En otro estudio realizado en México por

González y colaboradores en el 2002 se evidenció que la prevalencia de intento suicida fue

mayor en el bachillerato, sin embargo las edades del último intento indican que en su mayoría los

acontecimientos sucedieron en los años finales de la primaria y/o durante la secundaria, y la edad

de ocurrencia del último intento se ubica entre los 10 y los 15 años, los motivos fueron los que

tienen que ver con problemas familiares seguidos por sentimientos de soledad, tristeza y

depresión. En otra investigación realizada en la misma ciudad en el 2001 por González y

Colaboradores, sobre la conducta suicida en adolescentes se determinó que la proporción con la

que intentaban suicidarse fue de 3 mujeres por cada varón, el intento de quitarse de la vida es un

factor de riesgo para el suicidio consumado y el haberlo intentado varias veces aumenta la

vulnerabilidad del sujeto.

2.3.3. DEPRESIÓN:

La depresión se presenta como un conjunto de síntomas de predominio afectivo (tristeza

patológica, apatía, anhedonia, desesperanza, decaimiento, irritabilidad, sensación subjetiva de

malestar e impotencia frente a las exigencias de la vida) aunque, en mayor o menor grado,

también están presentes síntomas de tipo cognitivo, volitivo y somático, por lo que podría

hablarse de una afectación global psíquica y física, haciendo especial énfasis en la esfera

12
afectiva. La posibilidad diagnóstica de un trastorno depresivo se suele plantear a partir de datos

observacionales poco específicos, como el deterioro en la apariencia y en el aspecto personal,

enlentecimiento psicomotriz, tono de voz bajo, facies triste, llanto fácil o espontáneo,

disminución de la atención, verbalización de ideas pesimistas (culpa, hipocondría, ruina, etc.)

alteraciones del sueño y quejas somáticas inespecíficas. La base para distinguir estos cambios

patológicos de los ordinarios, viene dada por la persistencia de la clínica, su gravedad, y el grado

de deterioro funcional y social. Muchos casos de depresión son claramente apreciables en la

práctica clínica, aunque resulte difícil establecer su autonomía diagnóstica respecto a otras

entidades psicopatológicas. Así, por ejemplo, frecuentemente se percibe el trastorno depresivo

asociado a ansiedad con diversas combinaciones sintomáticas en sus manifestaciones. La

depresión también puede concurrir con el abuso de alcohol y otras sustancias, y con algunas

enfermedades orgánicas cerebrales y sistémicas. También es frecuente su asociación con

trastornos de la conducta alimentaria y algunos trastornos de la personalidad. Además, es más

común entre personas con enfermedad física crónica y la relación entre ambas es recíproca, ya

que los problemas físicos pueden exacerbar la depresión y a su vez la depresión puede afectar

negativamente al curso de la patología física. La depresión también es un factor de riesgo para

algunas patologías físicas, como es el caso de las enfermedades cardiovasculares.

2.3.4. DISFUNCIÓN FAMILIAR:

En cuanto a las variables que comprometen la familia; los conflictos con alguno de sus miembros

se asocian con mayor riesgo de intento suicida, a la vez que el tipo de familia separada. Se puede

inferir el hecho de que pertenecer a una familia caracterizada por niveles altos de cohesión; como

la familia conectada no significa mayor riesgo de intento; como si es relevante que los problemas

familiares son los precipitantes más comunes, el grado de disfunción familiar repercute sobre el

13
comportamiento de los jóvenes en una sociedad en continuo cambio. Se encontró en una

investigación realizada en México por Berenzon y colaboradores en 1998 en el perfil sintomático

de quienes padecieron los síntomas de ideación suicida, que el 45% de la población tuvo un

sentimiento entre 5 y 7 días, de que “su familia estaría mejor si ella estuviera muerta” y el

síntoma “pensé en matarme” estuvo presente en el 30.7% de los jóvenes, este síntoma fue el que

más persistió en adolescentes con intento suicida. Si bien es cierto que el intento suicida es el

acto propositivo y consciente para tratar de quitarse la vida, no siempre es éste el propósito que

subyace y motiva un intento suicida. Ello se debe a que alguien se puede auto infligir una lesión

no para morir sino para “obtener ganancias secundarias” como, “llamar la atención” a modo de

“grito de ayuda” cuando así lo considera una persona, o para “manipular”, sin embargo, también

puede ser otra forma para castigar a otras personas como a los padres o al novio(a). Sea que el

propósito voluntario y consciente sea matarse o no, el punto es que la persona se pone en riesgo

dado que puede morir sin habérselo propuesto. Todo lo anterior es análogo a lo encontrado en

investigación realizada por Campo y Colaboradores en el 2003 en Cali (Colombia), donde las

características psicológicas predominantes para intento suicida corresponden a variables

emocionales como represión emocional, depresión o tristeza, inestabilidad y necesidades de

afecto, variables familiares como valorización de la madre, negación de padres y hermanos,

variables de imagen corporal y autoestima como perturbación en el ámbito sexual, puerilidad,

sentimientos de culpa, desvalorización de sí mismo, idealista y soñador, inseguridad, inferioridad

corporal, rasgo obsesivo, variables de interacción social como agresividad, timidez, retraimiento,

problemas de interacción, violencia y restricción social. Además, se encontró sobre suicidio en

adolescentes que la proporción de intentos versus suicidios consumados es de 8 a 1, pero se

pueden destacar los siguientes:

14
• La motivación y la intención, los factores psicosociales, la psicopatología individual

Específicamente en Manizales-Colombia en el estudio realizado por Fuentes y colaboradores en

el 2009 en estudiantes de Colegios de 6° a 11° grado, se evidencia que los factores que tienen

una relación significativa con el riesgo suicida son: el género, la funcionalidad familiar variables

psicológicas como depresión, ansiedad, tabaquismo, alcoholismo, consumo de drogas,

decepciones amorosas, antecedentes familiares de intento suicida; esta mayor frecuencia seda

entre jóvenes de 16 y 17 años. El adolescente con alto riesgo de suicidio puede presentar rasgos

tales como: ser solitario, aislado, replegado sobre sí mismo, frecuenta pocos amigos y no tiene un

confidente real. No confía en nadie y se siente automáticamente excluido y rechazado por el

grupo de pares. El que la juventud hable acerca del suicidio incrementa el riesgo del

comportamiento suicida y se plantan semillas del mismo, sobre todo en jóvenes en que actúa el

efecto de imitación. Algunos síntomas de alarma en niños, son que dejen de jugar, pasar tiempo

solos, problemas con el sueño, llamar la atención negativamente, bajo rendimiento escolar,

conductas regresivas y dificultad para concentrarse. Los estilos de crianza más afectuosos

aumentan las conductas pro-sociales de los niños y adolescentes, y parecen proteger de la

depresión y del comportamiento anti-social. Considerando la dependencia del niño o adolescente

a su familia y otros adultos, es recomendable intervenir tanto al niño o al adolescente como a su

núcleo familiar, siendo este elemento clave en el tratamiento. El abordaje de la problemática

suicida en la población estudiantil es relativamente reciente y se evidencia que este problema

amerita el cuidado en los diferentes niveles de atención primaria (antes de que surjan factores

que ponen en riesgo el estado emocional), secundaria (cuando existen factores que potencian el

riesgo suicida) y terciaria (cuando ocurre alguna conducta suicida).

15
CAPITULO III

MUESTRA

TRABAJO DE CAMPO: (ENCUESTA REALIZADA A JOVENES

MAYORES DE 18 AÑOS)

1. ¿

2. ¿

3. ¿

4.

5.

6.

7.

8.

9.

10.

16
CONCLUSION

1.

2.

3.

4.

5.

6.

17
18
ANEXOS

19
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

- Manual de psicoterapia breve, intensiva y de urgencia, Bellak Leopoldo, 2da edición,

1995, página 226.

- La salud del adolescente, Freyre Roman Eleodoro, 1ra edición, 1994, página 689.

- Pediatría práctica, Robinson M. J. Roberton, 1ra edición, 1996, página 928.

- Guías de pediatría practica basadas en la evidencia, Caicedo Alcides, Llano Garcia, 1ra

edición, 2004, página 454.

- Trastorno de personalidad, Roca Bennasar, 1ra edición,2010, página 889.

- Factores de riesgo en psicopatología del desarrollo, Ezpeleta Lourdes, 1ra edición, 2005,

página 422.

20
ANEXOS

21

You might also like