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en la Smart City?
Juanma Murua. Miembro de Kait. Autor del blog “Economía en chándal”
Difícil, muy difícil no haber oído ha- las telecomunicaciones, etc. Sin embargo entonces en una CIUDAD INTELIGENTE
blar a estas alturas de las Smart Cities o el deporte va entrando poco a poco en ESTUPEFACIENTE.
Ciudades Inteligentes. Un concepto que este concepto de Ciudad Inteligente.
supone el sueño húmedo de muchos tec- Desde el punto de vista del deporte
nófilos que anhelan vivir en un escenario Por una parte, en la gestión de las gran- municipal sería un gran paso atrás, desa-
propio del cine futurista. Vivir en armo- des bases de datos ciudadanos, en las que rrollaríamos un modelo deportivo basado
nía con objetos capaces de anticiparse empleando tecnologías de gestión de Big exclusivamente en la oferta y el control
a problemas y predecir (o inducir) sus Data, se incluyen bases de datos de las público, sin apenas margen de maniobra
preferencias; que se adecúan a sus ne- personas abonadas a cualquier servicio para el desarrollo de iniciativas sociales
cesidades gracias a complejos sistemas público municipal. Por otra en la gestión como históricamente han sido los clubes,
de sensores con los que se comunican a de los espacios y equipamientos públicos, actualmente son los grupos autoorgani-
través de cuidadísimos interfaces y todos, espacios en los que se realizan activida- zados para practicar actividad física, las
personas y objetos, son regidos por una des físico-deportivas. Gracias a estas iniciativas comunitarias o los grupos de
inteligencia artificial superior. La eficien- tecnologías prometen una mayor eficien- personas procedentes de otros lugares
cia nos hará felices. cia en el empleo de recursos públicos, una que se juntan a practicar su deporte.
mejora de eficiencia muy necesaria en la
En torno al año 2010 comenzó el despe- gestión del deporte municipal. SÍ, puede Sin embargo, no podemos culpar a la
gue de la idea de Smart City, fruto de los haber más plazas de pilates en la Smart tecnología, que no es más que un instru-
esfuerzos de las enormes maquinarias City. mento, ni desechar un objetivo tan lógico
promocionales de grandes empresas tec-
nológicas como IBM, Siemens, Microsoft
o Cisco. Estas empresas se lanzaron a
promover un nuevo mercado, tratando >> La etiqueta ‘Smart’ ha tenido tanto
de que hacer ver una nueva necesidad, éxito que ya casi cualquier invento es
la tecnología aplicada al funcionamiento
urbano. Su intensa campaña de promo-
susceptible de ser incluido en ella.
ción ofrecía dos ideas básicas: eficiencia
y modernidad.
La etiqueta ‘Smart’ ha tenido tanto éxito como la eficiencia. El problema no es tan-
La eficiencia es un gran argumento que ya casi cualquier invento es suscepti- to el qué, sino el cómo.
cuando se trata de convencer a alcaldes ble de ser incluido en ella. En este sentido,
escasos de recursos económicos y nece- es muy gráfica la explicación que ofrece El problema de esta concepción de la
sitados de innovaciones que den un golpe José Fariña, Catedrático de Urbanismo Smart City no es el intento de mejora de la
de efecto y mejoren su imagen. de la Universidad Politécnica de Madrid, eficiencia, obviamente loable en sí mismo,
que nos remite a los inventos del TBO sino las consecuencias que esta puede te-
La modernidad es una premisa irrefuta- para referirse a soluciones tecnológicas ner y la realidad que puede obviar y que
ble a la que pocos se pueden oponer. La ridículamente complejas para solucionar tal vez no tenga que ver con los proble-
evolución es necesaria, si la ciudad no problemas simples en comparación con mas que plantea.
evoluciona deja de ser ‘competitiva’ (no ellas y nos avisa del peligro de “que las
termino de compartir este adjetivo para soluciones aportadas sean puras banali- Respecto a las consecuencias, el mediá-
las ciudades). dades, resuelvan problemas inexistentes tico sociólogo Evgeny Morozov advierte
o compliquen más las cosas de lo que es- que “el consenso que se está imponien-
Por otra parte, el término ‘smart’, ‘in- tán”. Desde aquí vienen las principales do —según el cual la ‘ciudad inteligente’
teligente’, es mucho más atractivo que críticas al concepto inicial de las Ciudades debe ser eficiente, libre de fricciones y
el de ‘tecnológica’. ¿A quién queremos Inteligentes. gestionada por empresas de alta tecnolo-
convencer para que viva en una Ciudad gía— resulta polémico”. Richard Sennet
Tecnológica? A los tecnófilos del primer El famoso sociólogo Richard Sennet también habla de este enfoque centra-
párrafo y poco más. alerta del peligro de ceder la inteligen- lizador y orientado a la eficiencia con el
cia colectiva a esa gran ¿inteligencia? clásico término de “ ‘fordista’ - es decir,
En esta primera concepción de la Ciudad artificial centralizadora ya que exis- cada actividad tiene un lugar y un tiempo
Inteligente el deporte municipal no en- te el riesgo de que estas nuevas apropiado”. Este tipo de diseños, como
tra directamente dentro de los planes. tecnologías puedan reprimir los procesos el inicial de la Smart City, reducen la ca-
El atractivo para estas grandes empre- inductivos y deductivos que usa la gente pacidad de desarrollo de las sociedades
sas son los servicios municipales que para encontrar sentido, a sí mismos, en y las posibilidades de adecuación a las
ofrecen interesantes rendimientos eco- las complejas condiciones en las que vi- necesidades reales de las personas, re-
nómicos: el agua, los residuos, la energía, ven. La ciudad inteligente se convertiría duciendo el papel de ciudadanos al de
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En definitiva, el debate del necesario
cambio de modelo no se centraba en la
eficiencia, sino en la propia figura de la
administración dentro de la realidad de-
portiva propia de la sociedad.
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