You are on page 1of 3

En esta oportunidad analizaremos el Carmen XLIX de su obra, dedicado a Marco

Tulio Cicerón, así como también el característico uso del grado superlativo que esta
presenta, y su posible sentido dentro del poema. Antes de empezar propiamente con el
poema y con las reflexiones en cuanto a la incógnita que se nos presenta, creemos
importante hacer un breve resumen biográfico de Catulo.
Los datos sobre la vida y la obra de Catulo son pocos y muy discutidos,
principalmente a la hora de hablar de las fechas de nacimiento, muerte y nombre completo,
así como también sobre la estructura de y la unidad temática de la colección de poesía que
se nos ha transmitido.; sin embargo, los datos referentes a su patria y a su familia son datos
seguros y definidos. En esta breve introducción vamos a hacer referencia a algunos datos
sobre Catulo y su vida, además de hacer una presentación de su obra.
Gaius Valerius Catulus fue un poeta romano que vivió en el siglo I a.C. La fecha de
su nacimiento y muerte son discutidas; San Jerónimo en su Crónica dice que nació en el
año 87 a.C y que vivió treinta años, es decir, murió en el 57 a.C. Pero debido a ciertos
sucesos, narrados o mencionados en sus poemas, que sucedieron con posterioridad a esta
presunta fecha de fallecimiento (específicamente entre el 55 y el 54 a.C) la exactitud de
estas fechas es cuestionada.
Nacido en Verona, como bien lo dice Catulo en varios de sus poemas. Su familia,
probablemente una rama de la Gens Valeria de Roma, debió de gozar de renombre y de un
buen pasar económico además de tener buenas relaciones con la clase política romana. En
referencia al corpus de Catulo, Rosario González Galicia dice, en su obra Catulli carmina,
que “hay que señalar que presenta muchos problemas y abre muchos interrogantes”
(G.Galicia 2001:7). González Galicia plantea entre estas interrogantes si existió una sola
publicación de Catulo o si el corpus que nos llega hoy a nosotros es una recopilación de
varias publicaciones, si fue el mismo Catulo quien organizó la publicación o si fue alguien
más quien lo hizo luego de la muerte del poeta y si existe o no una unidad temática en la
obra de este. Los estudiosos han separado su obra en tres partes, atendiendo a su forma
externa: la primera está compuesta por piezas cortas de variada métrica; la segunda agrupa
de larga extensión y también de variado metro; y la tercer parte está compuesta por poemas
dísticos elegiásticos. A pesar de esta clasificación no hay reparto ni unidad temática o de
género literario aparente.
Para pensar a Catulo creemos necesario contemplar el factor de su vida
política/poética, principalmente de cómo esta afecta sus relaciones sociales y su estado
anímico y por lo tanto, a su obra literaria. Catulo ha dejado plasmados en su obra múltiples
desencuentros políticos/poéticos con otros autores que le fueron contemporáneos. Uno de
los más importantes y en relación al cual vamos a pensar el carmen XLIX de Catulo es
Marco Tulio Cicerón.
Recordemos primero que viven en un periodo crítico de la historia, la crisis de la
República Romana. La República vivía el último de sus cinco siglos de vida entre luchas de
grupos políticos, sediciones y todo tipo de problemas, uno de los cuales y no de los
menores era discutir y entender qué papel jugaban las letras en ese panorama y cómo
debían y querían hacer literatura. Ambos escritores, de la parte norte de Italia, Cicerón de
Arpino (106-43 a. n. e.) y Catulo de Verona, habían recibido la educación que se
acostumbraba en los medios sociales y económicos altos.. Aprendieron el griego y leyeron
a los escritores helenos, lo cual dejará en ellos una influencia fundamental que habrán de
transformar y enriquecer con sus aportaciones y características personales. Eran
contemporáneos y estaban inmersos en la misma realidad, pero tanto sus vidas como sus
obras fueron casi totalmente diferentes.
Carolina Ponce Hernandez, de la Universidad Nacional Autónoma de México, dice
que “si con Catulo entramos al microcosmos de un joven que decide romper con muchos
convencionalismos; con Cicerón, en cambio, estamos ante el macrocosmos de
Roma”(2003:239) porque el abogado desde un principio se enrola en la actividad jurídico
política y, tal como debía comportarse un buen ciudadano, dedica todo su interés a la vida
pública. Es claro que por su postura adecuada a la gravitas romana, este político, orador y
filósofo fue quien nombró a esos jóvenes poetas, la juventus aurea y los neoteroi,
caracterizando así su modo de vida y su producción literaria y dejando ver a través de los
simples términos una cierta desaprobación hacia ellos.
Entrando ya a lo central de este trabajo, Catulo escribe:

Disertissime Romuli nepotum, Oh, el más elocuente de los nietos de Rómulo,


quot sunt quoique fuere, Marce Tulli de cuantos son y cuantos fueron, Marco Tulio,
quoique post aliis erunt in annis, y cuantos serán en los años venideros,
gratias tibi maximas Catullus recibe las más cumplidas gracias de Catulo,
agit pessimus omnium poeta, el peor de todos los poetas,
tanto pessimus omnium poeta tanto el peor de todos los poetas,
quanto tu optimus omnium patronus. Cuanto tú eres el mejor de todos los abogados

Notamos en este poema un uso particular del grado superlativo, expresado en


reiteradas oportunidades dándole un tinte exagerado a lo que el poeta pareciera haber
querido expresar. Esta exageración bien podría indicarnos más de lo que a simple vista se
puede interpretar, ya que si tomamos el contexto y la relación entre el poeta y Marco Tulio,
podemos advertir entonces que esta continua exaltación y adulación parecerían ser no más
que un mero sarcasmo por parte del autor. Catulo primero lo llama Disertissime, “el más
elocuente”, comparándolo con todos los romanos en tiempo pasado, presente y futuro,
probablemente refiriéndose a la figura de abogado y orador de Cicerón.
Estos solemnes elogios de Catulo a Cicerón han merecido interpretaciones distintas
y opuestas. Miguel Dolc dice “Sin duda, Catulo admiraba a Cicerón por su republicanismo
y por sus dotes de orador, pero no podía olvidar su enemistad con Licinio Calvo, amigo de
Catulo, ni sus ensayos de anticuada y ampulosa poesía, que debían cristalizar—en una
época posterior a la muerte de nuestro poeta—en sus ataques a los νεώτεροι” (1997:41) De
este doble punto de mira puede deducirse que el epigrama esconde, entre sus frases de
aparente elogio, una punta que delata la intención invectiva del carmen.
Así continua Catulo “Agit pessimus omnium poeta”. Sin duda, no se consideraba el peor de
todos los poetas, por el contrario, es él mismo quien a lo largo de su obra se reivindica un
gran poeta. Catulo no es el peor de todos, sino uno de los mejores de su época. Esta
aparente muestra de humildad no es más que otra burla hacia Marco Tulio, que termina de
rematarse en el verso del final, cuando se compara, a él, el “peor de todos los poetas” con
Cicerón, “cuanto tú eres el mejor de todos los abogados”. Sabemos que Cicerón fue uno de
los más importantes políticos y abogados de su tiempo, así como Catulo lo fue entre los
poetas. Respecto a esto, dice Soler Ruíz en sus análisis de los poemas:
Los últimos versos son claramente satíricos: repite en dos versos seguidos pessimus omnium poeta. Hay una
oposición de poeta y patronus. Está claro que Catulo jamás se creyó el peor poeta, es más, estaba convencido
de que era uno de los mejores. Si Catulo era el peor poeta de todos en la misma medida en que Cicerón era el
mejor de los abogados, no hay quien crea que Catulo ha escrito esto con sinceridad, sino con la mayor de las
ironías.

A modo de conclusión, podemos resumir diciendo que, conociendo el contexto y las


relaciones de la vida de Catulo, no sería errado creer que en este poema hay un uso de los
superlativos como recurso discursivo para imprimir entre líneas, y dejado solo al
entendimiento de quienes conociesen sus conflictos con Cicerón (¿Todo Roma?), una clara
invectiva llena de sarcasmo.

Bibliografía:
SOLER RUIZ, A. (1993), Catulo Poemas. Tibulo Elegías, Editorial Gredos, Madrid.
MYNORS, R. (1958), C. Valerii Catulli Carmina, Oxford University Press, Oxford.
PONCE HERNANDEZ, C. (2003) Catulo y Ciceron ,Universidad Nacional Autónoma de México,
Ciudad de Mexico.
GONZÁLEZ GALICIA, R. (2001), Introducción. Catulo: un “yo” reflejado en muchos
“tu””, en Catulli Carmina, Volumen n°7, Editorial Babab, Madrid.

You might also like