Professional Documents
Culture Documents
El autor Melchor Cano, teólogo católico y dominico dio un paso más. Él quiso
demostrar cuáles son los fundamentos a partir de los cuales se cree y dónde
están sus argumentos, es decir dio su fundamentación como ciencia a la
teología. En su obra De locis theologicis libri duodecim (1563) redujo a diez los
lugares (loci) o ámbitos de estudio de la teología: la autoridad de las Sagradas
Escrituras, la tradición oral, la Iglesia católica, los concilios, los Padres, la
Iglesia romana, los teólogos escolásticos, el valor de la razón natural en
materias científicas, la autoridad de los filósofos y la autoridad de la historia.
Este tratado influyó en toda la teología de la época por su sabio empleo de la
metodología y de los principios derivados de la filosofía de Aristóteles en
cuestiones teológicas.
Hasta aquí diremos que lo que Sobrino llama “lugar teológico”, en sentido
estricto, es normalmente llamado por otros autores “lugar hermenéutico”; un
“desde dónde” se interpreta; pero a diferencia de muchos, Sobrino reconoce
a este “dónde” un valor de “revelación” o de “fuente”, equivalente a lo que
Cano llama “lugar teológico propio”.
En una primera aproximación, discernir los signos de los tiempos parece indicar
la acción de mirar e identificar los acontecimientos temporales característicos
de cada época, con el fin de que la Iglesia pueda anunciar de manera
significativa el Evangelio e identificar en ellos una presencia y/o llamada de
Dios.
Con los llamados signos de los tiempos los lugares teológicos se han ido
adaptando a la realidad histórica en la que vive la Iglesia, siendo éstos cada
vez más evangélicos. No todo evento es lugar teológico, hay que discernirlo y
verlo desde el evangelio.
Cada teólogo es hijo de su propia etapa histórica es por eso que ninguna visión
en cuanto a los lugares teológicos es correcta o incorrecta, mejor o no. Cada
reflexión enriquece la reflexión teológica de la Iglesia. Cada teólogo está
llamado a actualizar los lugares teológicos de la Iglesia desde la perspectiva
que la Iglesia necesita.