Professional Documents
Culture Documents
net/publication/235863747
CITATIONS READS
24 1,784
1 author:
SEE PROFILE
Some of the authors of this publication are also working on these related projects:
HAR2012-36967 Dinámica de la ocupación prehistórica del Valle Medio del Ebro durante el Holoceno superior View project
All content following this page was uploaded by José Luis Peña Monné on 18 April 2016.
CARTOGRAFÍA
GEOMORFOLÓGICA
BÁSICA Y APLICADA
Geoforma Ediciones
Logroño
1997
Primera edición: junio de 1997
I.S.B.N.: 84-87779-31-X
Depósito legal: Z. 1.621 - 1997
Imprime:
Sdad. Coop. de Artes Gráficas
LIBRERIA GENERAL
Pedro Cerbuna, 23
50009 Zaragoza
ÍNDICE
INTRODUCCIÓN
Jose Luis Peña Monné. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 11
LOS MAPAS GEOMORFOLÓGICOS: CARACTERÍSTICAS Y TIPOS
José Luis Peña Monné. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 13
DOCUMENTOS BÁSICOS PARA LA REALIZACIÓN DE MAPAS
GEOMORFOLÓGICOS
María Victoria Lozano Tena y Miguel Sánchez Fabre . . . . . . . . . . . . . . . . . . 25
LA ELABORACIÓN DE CARTOGRAFÍA GEOMORFOLÓGICA
A PARTIR DEL EMPLEO DE IMÁGENES DE SATÉLITE
Javier Chueca Cía y Asunción Julián Andrés. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 49
EL LENGUAJE CARTOGRÁFICO
Francisco Pellicer Corellano . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 67
LOS SISTEMAS DE CARTOGRAFÍA GEOMORFOLÓGICA
José Luis Peña Monné. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 85
LA CARTOGRAFÍA GEOMORFOLÓGICA EN ESPAÑA
Francisco PHllicer Corellano, José Luis Peña Monné y Asunción Julián Andrés 103
PROYECTO DE NORMAS Y LEYENDA PARA EL MAPA
GEOMORFOLÓGICO DE ESPAÑA A ESCALA 1: 1.000.000
Miguel Herrero Matías, Julio Muñoz Jiménez, Francisco Pellicer Corellano y
Jaume Calvet Porta. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 123
LEYENDAS PARA MAPAS GEOMORFOLÓGICOS
A ESCALAS l: l 00.000/1 :200.000 Y 1: 25.000/l :50.000
José Luis Peña Monné, Francisco Pellicer Corellano, Javier Chueca Cía y
Asunción Julián Andrés . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 129
CARTOGRAFÍA GEOMORFOLÓGICA TEMÁTICA Y APLICADA
María Teresa Echeverría Arnedo. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 147
LOS MAPAS DE RIESGOS
Carlos Sancho Marcén . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 183
INTRODUCCIÓN A LA DIGITALIZACIÓN Y UTILIZACIÓN
DEL ORDENADOR EN CARTOGRAFÍA GEOMORFOLÓGICA
María Victoria Lozano Tena . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 203
5
CARTOGRAFÍA
GEOMORFOLÓGICA
BÁSICA Y APLICADA
Editado por:
José Luis Peña Monné
Autores:
l)
INTRODUCCIÓN
11
JOSÉ LUIS PEÑA MONNÉ
apartado general sobre mapas temáticos y aplicados y una parte teórico-práctica sobre los
mapas de riesgos. Finalmente, hay una breve introducción acerca del uso del ordenador
para la realización de mapas geomorfológicos, utilizando los mismos ejemplos pr<Ícticos
que en el capítulo dedicado a los mapas de riesgos.
No quisiera acabar esta introducción sin agradecer a la Universidad de Verano de
Terucl la confianza que siempre han depositado en los cursos de Geografía Física cele-
brados en Teruel y Albarracín durante los últimos once años y de cuyos resultados este
libro es una muestra. También a José María García Ruiz, que nos ha alentado y ha pues-
to todas las facilidades para editar el libro en Geoforma, editorial ya experta en publica-
ciones de geomorfología en nuestro país.
12
LOS MAPAS GEOMORFOLÓGICOS:
CARACTERÍSTICAS Y TIPOS
l. Introducción
13
JOSÉ LUIS PEÑA MONNÉ
Los mapas geomorfológicos representan el relieve continental y del fondo de los océ-
anos, es decir los límites entre el cuerpo sólido terrestre (litosfera) y sus envolturas líqui-
da y gaseosa (hidrosfera y atmósfera).
A pesar de la gran diversidad de escuelas y métodos de cartografía geomorfológica
parece claro que hay una serie de elementos que deben ser representados en los mapas
básicos y que pueden resumirse en los siguientes :
14
LOS MAPAS GEOMORFOLÓGICOS CARACTERÍSTICAS Y TIPOS
15
JOSÉ LUIS PEÑA MONNÉ
GRAN ESCALA
ESCALA MEDIA
PEQUEÑA ESCALA
16
LOS MAPAS GEOMORFOLÓGICOS: CARACTERÍSTICAS Y TIPOS
17
X
MORFOGRAFIA 1CARACTERIZACION
MORFOLOGICA CARACTER
" Vl GENETICO
u
-;; ""
·~E
2 :2 ~ ESCALA z
u " " z~
o. o ~ 'OD ~ ~
"~ E~
o u
u""'
,:: ~·~~.E
B-;-~g,g.::
g ºº
¡:;;
z
U,
Ul
o
u e
u
o
'.::! ;:; UJ 1 TEMPORAL
UJ
QU
Q
-<
o; UJ-<
¿ ...l ':'::
o
·~
·~
o "'...l-< ...l
UJ S2
c:'éiJ%t¡~ ~ >
ESCALA
§ E E 5.
§ ~ 5 2 0-'
-
.__....e oo .........o............
0000
o o o
'- ........ .......
1-
-
QQ UJ
o
=
~
o
c.
o00
5
~
o
"00
'
:.=o
o.
u - o..
z -<
...l
u.u.u.o
::L::i::E::E::E¿
Planos geomorfológicos
"E
e
2 Pleistoceno E
2 u
~
u Holoceno ~
básicos "' ~
tn·
r-- r
Mapas geomorfológicos § o e
,.:: "'¿;
detallados e E "'-etI1
~ z,
Mapas gcomorfológicos
r-- Terciario
>-
sinópticos de escala media
Pleistoceno 3::
§" e
Holoceno z
z
Mapas gcomorfológicos
sinópticos de pequeña escala
~
i r.:1·
Mapas gcomorfológicos
cte paiseS
Mesozoico
Mapas gcomorfológicos §" Terciario
de continentes
~CD Pleistoceno
e
~ Holoceno E
¿
Mapas geomorfológicos
-<
= E
del mundo
1
Fig. 2. Importancia de la escala en la determinación de los elementos a representar en los mapas geomorfológicos. Basado en GELLERT (en
DEMEK, 1972) y en SCHOLZ (en DEMEK y EMBLETON, 1978) con rcelaboración propia.
LOS MAPAS GEOMORFOLÓGICOS: CARACTERÍSTICAS Y TIPOS
Fotografías aéreas:
escalas 1: 10.000 a 1: 20.000 bien regular/bien regular/mal muy mal
escalas 1:25.000 a 1:50.000 bien bien regular muy mal
Mapas topográficos:
escala 1:25.000 bien regular/bien mal muy mal
escala 1:50.000 muy bien bien regular/bien mal
escala 1: 100.000 regular muy bien bien regular
escala 1:200.000/250.000 muy mal regular muy bien bien
Experiencia general y
práctica en generalización bien bien regular mal
Reconocimiento de suficiente
detalle trás la generalización bien bien regular mal
Fig. 3. Comparación entre varias escalas posibles de cartografía en relación con diferentes
documentos básicos (VAN ZUIDAM, 1982)
19
JOSÉ LUIS PEÑA MONNÉ
dominar la necesidad aplicativa deseada del mapa, a pesar de que la homogeneidad del
fondo general cartográfico será grande.
Sin embargo, junto a estos dos elementos que permiten decidir sobre la escala, existe
un tercer factor de gran importancia que acaba siendo decisorio: la escala a la que se
encuentra la información cartográfica existente sobre dicha región (Fig. 3). Hay una serie
de documentos básicos de los que deben partir los trabajos de cartografía geomorfológi-
ca, entre los que destacan los mapas topográficos, los fotogramas áereos, las imágenes de
satélite, los mapas geológicos, los mapas de suelos, vegetación, etc. Es necesario realizar
un primer análisis de los datos disponibles sobre la región antes de tomar una decisión
sobre la escala a utilizar. Así, por ejemplo, un análisis de la cartografía topográfica exis-
tente sobre una zona del territorio español nos daría como escalas bien documentadas la
1: 50.000 y la 1: 200.000; lo mismo ocurriría con la escala de los mapas geológicos. Sin
embargo, los fotogramas aéreos estarían a escalas 1: 33.000, 1: 25.000 o 1: l 8.000 que
cubrieran homogeneamente toda España. Otras cartografías (sucios, vegetación) son sólo
parciales y, por tanto, sólo tendrían interés como documentos de consulta. Por lo tanto,
para el supuesto español, las escalas adecuadas de cartografía serían las l: 50.000 o 1:
200.000 y, por supuesto, las l: 400.000 y menores, siendo en esos casos rentable el uso de
imágenes de satélite. La adecuación habría que completarla con los otros dos factores
mencionados y con la disponibilidad económica y de tiempo para la realización del pro-
yecto, que a pesar de su carácter extra-científico son también tremendamente decisivos.
A pesar de esta dependencia entre documentos básicos y escalas, cabe también la posi-
bilidad de realizar el trabajo en una escala y reconvertirlo para el trabajo final a una escala
menor, que permita así una visión de conjunto o porque es la escala adecuada para el coste
de publicación. Sin embargo, esto exige la generalización de los datos hasta un nivel que sea
legible. BOYER ( 198 l) y VAN ZUIDAM ( 1982) realizaron una experiencia en este senti-
do con cmtografía elaborada en el área al Sur de Zaragoza a escala 1:50.000 para reconver-
tirla en escalas 1: 100.000 y 1:200.000. Para este proceso solamente existen algunas direc-
trices de la S.G.K. ( l 977) y las elaboradas por los autores citados. Proponen dos tipos de
generalización: conceptual y gr<ffico-geométrica. La conceptual consiste en la selección de
los elementos geomorfológicos más significativos, dejando los de menor entidad para ser
combinados o eliminados. La generalización gráfico-geométrica se realiza trás la concep-
tual para intentar hacer más legible el mapa por el cambio de escala y consiste básicamente
en la simplificación de líneas, eliminando irregularidades (Fig. 4). Ello genera fuertes modi-
ficaciones visuales respecto a la escala original, sobre todo en el cambio de 1:50.000 a
1:200.000, siendo un proceso completamente subjetivo. El resultado puede ser observado
en la Fig. 5, entre las tres escalas, siendo la reducción final es del orden del ±20-30 % para
el paso 1: 50.000/ 1: 100.000 y del 45-55% entre las escalas 1:50.000 y 1:200.000.
6. Conclusiones
De los diferentes conceptos que se han analizado, podemos deducir que la elabora-
ción de cartografía geomorfológica precisa de un planteamiento metodológico previo, en
el que se tengan en cuenta los siguientes aspectos:
20
LOS MAPAS GEOMORFOLÓGICOS: CARACTERÍSTICAS Y TIPOS
1 2
21
JOSÉ LUIS PEÑA MONNÉ
Símbolos topográficos:
Ríos ........................................ 65 35 46 15 77 57
Carretras/fcrrocarrilcs ............ 9 8 11 6 33 25
Puertos/puentes ...................... 21 o 100 o 100 o
Asentamientos ........................ 4 4 o 4 o o
Curvas de nivel con
indicación de alturas .............. 50 37 26 25 50 32
Litologías:
depósitos glacis ...................... 35 36 +3 55+ 35 44
rellenos valle y depresiones ... 50 62 +24
depósitos fluviales .................. 30 23 23 15 50 35
calizas masivas ....................... 17 15 18 13 23 13
mezcla calizas, margas, yeso . 16 23 +44 18 +13 22
mezcla yeso, margas,
arcillas, calizas ....................... 18 12 33 9 50 25
Símbolos geomorfológicos:
Crestas estructurales .............. 17 15 12 12 29 20
Plataformas estructurales ....... 41 29 29 22 46 24
Escarpes ................................. 24 18 25 16 33 11
Glacis ..................................... 68 53 22 40 41 25
terrazas (no cementadas) ........ 20 7 65 4 80 43
terrazas (cementadas) ............. 35 27 23 14 60 48
22
LOS MAPAS GEOMORFOLÓGICOS: CARACTERÍSTICAS Y TIPOS
1. Elección del tipo de mapa que vamos a realizar en función de las necesidades de
información básica (dedicada a la pura investigación geomorfológica), aplicada (dirigida
hacia la resolución de un problema) o especial (para ser usado por otros especialistas no
geomorfólogos ).
2. Determinación de la escala más adecuada según las características de los datos que
vamos a representar y del nivel de aplicación deseado.
3. Reconocimiento de la información básica cartográfica o documental existente
sobre la región a cartografiar para definir el proceso definitivo de generalización necesa-
rio para alcanzar la escala deseada.
4. Un vez establecidos estos principios previos, dcherá estudiarse la metodología apli-
cahle, es decir analizar los diferentes sistemas de cartografía geomorfológica existen-
tes en el mundo y decidir el más idóneo para el tipo de mapa y la escala a la que se pien-
sa trabajar.
5. El paso siguiente será decidir la leyenda que se puede utilizar según la escala, la
textura del relieve de la región que vamos a estudiar, el sistema de cartografía elegido y
los fines concretos que se persiguen con la cartografía.
Biblio~rafía
BASHENINA, N.V. ( 1978): In DEMEK, J. y EMBLETON, C. (Eds.): Maps ol morpho- and tec-
tono-morpho-isohyses. Cuide to Mediu111-Srnle Geo1110171hological Mapping, p. 68-79.
Czechoslovak Academy ol Sciences. Akademia. Praga.
BOYER, L. ( 1981 ): Genernlisation in semi-detailed geomorphological mapping. /TC .loumal,
1981-1, 98-123.
BRUNSDEN, D.J.C. et al ( 1975): Large scalc geomorphological mapping and highway enginee-
ring design. {2. JI. lc'11g11. Ceo/., 8, 227-253.
CZUDEK, T. et al. ( 1972): Geomorphological division ol the Czech Socialist Republic. St[{(lia
CeograJJhirn, 23, 137 p. Brno.
DEMEK, J. (fal.)( 1972): Mw11wl rfdl'tailcd geo1111117J/10/ogirnl 11w¡1¡1i11g. Czechoslovak Academy
or Sciences. Akadcmia.:l44 p. Praga.
DEMEK, J. y EMBLETON, C. (Eds.) ( 1978): Cuide to Mediw11-Srn/e Ceo11111rJ1hological
Mapping. l.G.U. Commission on Geomorphological Survey and Mapping. Akademia. :l48 p.
Praga.
OUMITRASHKO, N.V. y SCHOLZ, E. ( 1978): Classilication ol gcomorphological maps accor-
ding to scale. In DEMEK, J. y EMBLETON, C.(Eds.): Cuide to Medi1t111-Sca/e
Ceo1110rJ1hologic11/ MapJ!ing, p. 40. Czechoslovak Academy of Sciences. Akndemia.Praga.
GARZON, M.G. ( 1978): Metodología de la cartogrnffa geomorj(1/ágirn.S11 interés cil'lltíjico _\'
a¡1/icwlo. fundacilÍn J. March. 152 p. Madrid. (inédito)
GELLERT ( 1971 ): Zur systemstellung der topographisch-morphologischen Spezialkarten und
einer gcomrophologischen llhcrsichtskartc 1: 1 Mili. von Wcstdeutschlanu (BRD). Peten11.
CeograJ!li. Mili., 115, 161-171.
HERRERO, M. ( 1988): Método de trabajo para la formacilÍn y el diseño ue mapas gcomorlollÍgi-
cos. Anales Geogr(l/ia U11iv. ComJl/lltense, 8, 2'i-:l9. Madriu.
JOLY, F ( 1962): Principcs pour une méthodc de cartographic géomorphologi4uc. Bu!/. Ass. Géog1:
Fmnc, 309-310, 271-277.
JOSÉ LUIS PEÑA MONNÉ
24
DOCUMENTOS BÁSICOS PARA LA REALIZACIÓN
DE MAPAS GEOMORFOLÓGICOS
l. Introducción
25
MARÍA VICTORIA LOZANO TENA Y MIGUEL SÁNCIIEZ FABRE
2. El mapa topográfico
27
MARÍA VICTORIA LOZANO TENA Y MIGUEL SÁNCHEZ FABRE
Fig. 1. Mapa geomorfológico en fase de elaboración sobre una base topográfica (sector SW de la
Hoja 544 del M.T.N. 1:50.000).
En definitiva, el examen atento del mapa topográfico permite formular una serie de
hipótesis de trabajo:
- el análisis general -la relación entre la red fluvial y las líneas básicas del relieve-,
conduce a presumir los rasgos estructurales, y
- el análisis de detalle ayuda a detectar formas concretas, por ejemplo kársticas o
glaciares.
28
DOCUMENTOS BÁSICOS PARA LA REALIZACIÓN DE MAPAS GEOMORFOLÓGICOS
3. El mapa geológico
Uno de los objetivos del análisis geomorfológico consiste en definir y explicar las
formas de relieve en relación con las características estructurales y, más tarde, con los
factores genéticos y los sistemas de erosión, para constatar en que medida la estructura
puede explicar la forma externa. Por eso, los problemas que surgen ante el estudio mera-
mente topográfico del relieve exigen siempre recurrir al mapa geológico en un primer
intento de explicación del mismo.
Un mapa geológico es una representación, sobre un fondo topográfico, de la distri-
bución de materiales atlorantes en una zona determinada, así como de la edad, sucesión
estratigráfica y deformaciones que presentan.
29
MARÍA VICTORIA LOZANO TENA Y MIGUEL SÁNCHEZ FABRE
suplementaria, quizás excesiva, pero insuficiente a veces para el geomorfólogo, que tie-
ne que seleccionar lo que realmente le interesa y completar con el trabajo de campo sus
múltiples deficiencias, sobre todo en lo referente a las formaciones superficiales, a menu-
do olvidadas. El geomorfólogo debe saber leer un mapa geológico para extraer aquellos
elementos que le pueden resultar útiles para la explicación del relieve. La información de
mayor interés para la elaboración del mapa geomorfológico es la siguiente:
30
DOCUMENTOS BÁSICOS PARA LA REALIZACIÓN DE MAPAS GEOMORFOLÓGICOS
Una vez establecidas las características de los materiales allorantes, en segundo lugar
es importante conocer el dispositivo tectónico que presentan estos materiales, con el fin
de determinar en qué medida la morfología se adapta a la estructura y de identificar uni-
dades y relieves estructurales.
La disposición de las capas puede ser horizontal o estar afectada por deformaciones.
Sobre el mapa geológico, toda la inrormación de índole estructural (buzamientos, plie-
gues, fallas, cabalgamientos ... etc.) suele representarse explícitamente mediante símbolos
convencionales de color negro. No obstante, si no ocurre así, el sentido y el valor de
buzamiento puede deducirse a partir de la intersección de las capas con la topografía,
observando las reglas de las "V".
Para completar los datos superficiales orrecidos por el mapa, conviene utilizar cortes
geológicos que ayuden a reconstruir y comprender la estructura interna del área de estu-
dio (Fig. 2). El análisis del mapa geológico aporta una idea global de la infraestructura
geológica sobre la que se ha generado el modelado del relieve. Permite enmarcar el área
de trabajo dentro de su contexto regional y descomponerla en unidades determinadas por
unos rasgos litológicos y tectónicos concretos. El reconocimiento de los direrentes tipos
de estructuras puede efectuarse analizando la relación entre los afloramientos, acompa-
ñados a veces de símholos estructurales, y la topograría:
- estructuras horizontales: al"Ioramientos paralelos a las curvas de nivel y signos de
huzamiento horizontales. Si no existiera encajamiento fluvial sólo afloraría la última
unidad sedimentada, por eso, en las vertientes de los valles afloran materiales 1rnís
antiguos cuanto más hajos topográficamente (Fig. 3).
- monoclinales: buzamiento en una única dirección, sin repetirse simétricamente
niveles. Los contactos cortan las curvas de nivel y dibujan V, cuyas puntas pueden
indicar el sentido de huzamiento (Fig. 4).
- plegadas: se representan mediante símbolos convencionales o pueden deducirse
indirectamente a partir de camhios de buzamiento o de la disposición de las bandas
de afloramiento (en el eje anticlinal materiales más antiguos y en el eje sinclinal
más recientes). Se reconocen cierres periclinales, simetría o asimetría de los pliegues,
inversión estratigráfica y estilo de plegamiento (Fig. 5).
- fallas y cabalgamientos: se expresan mediante símbolos convencionales. Importan
las direcciones y la relación entre fracturación y pliegues (Fig. ó).
Paralelamente al análisis geológico dehen dc precisarse las relaciones entre la red
hidrográrica y las estructuras, su adaptación o inadaptación a pliegues, fallas, racies inco-
31
MARÍA VICTORIA LOZANO TENA Y MIGUEL SÁNCHEZ FABRE
Fig. 2. Corte geológico realizado a partir del mapa 1:50.000 de la serie M.A.G.N.A. (Hoja M.T.N.
nº 565), realzado para apreciar su geomorfología (PEÑA, LOZANO y SÁNCHEZ, 1987).
32
DOCUMENTOS BÁSICOS PARA LA REALIZACIÓN DE MAPAS GEOMORFOLÓGICOS
herentes ... , puesto que será la excavación de los valles la que dará lugar a la aparición en
el paisaje de formas de relieve estructurales de distintos tipos.
4. La fotografía aérea
Los fotogramas áreos más usuales en España son los correspondientes a los siguien-
tes vuelos:
* los vuelos americanos de los años 40, de escasa calidad.
* el vuelo de 1956-57, a escala 1: 33.000. Cada hoja del MTN incluye 4 ó 5 bandas
de 10-12 fotos. Se incluyen los siguientes datos: hora de la toma, distancia focal en mm
MARÍ/\ VICTORIA LOZANO TENA Y MIGUEL SÁNCHEZ FABRE
A
B
~2 Os
D. I [2]4
A B
1.100~· -~
900
~
.
: . : ... : . : ....... :
5,Al·····;;;;!'t>····.·.·.·.·.
·~ ~!. !. ! . !. !. '.. '..:.: .... :.:.::::::::::::::::::
...
14
DOCUMENTOS BÁSICOS PARA LA REALIZACIÓN DE MAPAS GEOMORFOLÓGICOS
.4
~5
(EB3 010
Capa." verticales
l'.""".'"l 2
I.:.,;,..:..;J 09
E:] 1 (W;;¡j s
A
2.000
1.500
l.CX>O
C11pa<; verticales
A A Falla inversa
010
09 + Pliegue sinclinal
A
2.000
~8
+ Pliegue anticlinal
1.500
1.000
Os
LJ7 .....L. Dirección y buzamiento de las capas (menor de 30ºª)
l::::::::J 5
Falla
[JJ4
.2
~3
IQQl 1
A B
1.200
1.000
17
MARÍA VICTORIA LOZANO TENA Y MIGUEL SÁNCHEZ FABRE
de la lente empleada, número de orden de loma de las fotos, tipo de lente, dalos de vue-
lo, altímetro en pies (30, 4 cm). Al otro lado: número de la foto, del rollo y fecha de la
toma, así como muescas que marcan el centro geométrico de cada lado.
* el vuelo interminislerial, de 1978-1983, a escala 1: 18.000. Cada hoja del MTN
incluye 7 bandas de 16 fotos. Datos: nivel horizontal, hora de la toma, altímetro en
metros, datos de vuelo, número de la hoja del MTN, letra de la banda, número de la foto,
distancia focal, número de orden de toma de fotos y muescas.
* vuelo del Instituto Geográfico Nacional de los años 80 a escala 1:30.000. Una hoja
del MTN l: 50.000 queda cubierta por 4 ó 5 bandas de fotogramas, cada una de las cua-
les recoge a su vez entre 12 y 14 fotos. En los márgenes de esas fotos aparece la siguien-
te información: número de fotograma, número de banda o de pasada, nivel horizontal,
fecha de toma, hora de toma, escala, altímetro, número de hoja del mapa 1: 50.000 al que
pertenece, datos de vuelo, orgenismo que ha proyectado el vuelo, muescas y datos técni-
cos del vuelo.
38
DOCUMENTOS BÁSICOS PARA LA REALIZACI()N DE MAPAS GEOMORFOLÓGICOS
'.l9
MARÍA VICTORIA LOZANO TENA Y MIGUEL SÁNCHEZ FABRE
(i.
,
~P11t1l•unase1lc•t1n
rn fltllpH UllUClllfllts
~T1rr1u,Dm.
ITilii] l•rrua 20m. 17lbcar,.s1t1dep0sitos
L::::....Jc11.1t11n1rias
fil[ill Ttrnu ID-15 m. (SJ1ncisiOOfhtvi1l
40
DOCUMENTOS BÁSICOS PARA LA REALIZACIÓN DE MAPAS GEOMORFOLÓGICOS
miento de las capas y sus reversos más suaves caen siguiendo la inclinación de los estra-
tos. El relieve se repite cuantas veces se produce esta alternancia litológica a lo largo
de la serie monoclinal, dependiendo el tamaño y altitud de la cuesta de la potencia y con-
tinuidad de la capa resistente. La amplitud de los valles subsecuentes situados entre el
frente de una cuesta y el reverso de la siguiente también dependerá de los espesores blan-
dos aflorantes y de la mayor o menor intensidad de buzamiento de las capas. Cuando el
buzamiento aumenta, se modelan hog-backs o barras y crestas.
* El modelado de las estructuras falladas. En los mapas donde dominan las estructuras
debidas a fallas lo más importante que debe ser constatado a nivel geomorfológico es la
intluyencia de las fallas en la topografía actual. A diferencia de las estructuras anterior-
mente analizadas que afectan exclusivamente a materiales sedimentarios y metamórl"i-
cos, las estructuras falladas pueden afectar a demás a los materiales cristalinos.
41
...
tv
3 •m '~ 0
2 IZl ·~
J lZl
t ' [2J
' ·~ ·~ $:
IZl >
;;e
~ 'º [If]
·• "CJ ;¡;:·
<
El ñ
-l
12 GJ "º
"~ o
;;c
" flillJ 210 ;¡;:
18~ 22 o r
oN
19 []] 23 15] >
z
[ill " IZl o
'5 [2J rilz
,. ~
>
"~
-<
$:
"~ oe
~
(/)
»
zn
:r:
¡:¡
~
o:l
;e
t'l1
Fig. 8. Cartografía geoinorfológica del sinclinal colgado de Sant Joan-Santa Fé y de los valles de Cabó y Montanisell (Pirineos, Lérida) (PEÑA,
1983). 1: Mesozoico. 2: Cabalgamiento. 3: Lineas de capa mesozoicas. 4: Chevrons. 5: Crestas. 6: Oligoceno. 7: Discordancia. 8: Crestas no
estructurales. 9: Superficie de erosión karstificada. 1O: Escarpes de más de 100 m. 11: Escarpes de menos de 100 m. 12: Buzamiento. 13: Relieves
residuales. 14: Terraza media (T3). 15: Terraza baja (T2). 16: Terraza holocena. 17: Glacis medio (G3). 18: Glacis bajo (G2). 19: Vertientes regu-
larizadas. 20: Vertientes con grezes litées. 21: Desprendimientos de bloques. 22: Bloques de gravedad. 23: Canchales funcionales. 24: Escarpes
en depósitos cuaternarios. 25: Barrancos de incisión lineal. 26: Valles de fondo plano. 27: Badlands. 28: Núcleos de población.
DOCUMENTOS BÁSICOS PARA LA REALIZACIÓN DE MAPAS GEOMORFOLÓGICOS
El grado de evolución alcanzado por estas estructuras determina que los escarpes
estructurales que generan sean de mayor o menor relevancia en el relieve, de manera que
se pueden clasificar tambien en relieves originales, derivados e invertidos.
Un caso concreto de relieve fallado son las fosas tectónicas y horsts que determinan
unidades estructurales perfectamente definidas por una unidad deprimida que sirve de
circulación a la red fluvial y unos márgenes montañosos cuya relación con las líneas de
falla originales puede ser muy variada.
Los cabalgamientos y frentes de mantos de corrimiento representan un tipo <le falla
con cabalgamiento que suele determinar escarpes de gran importancia morfológica, espe-
cialmente cuando se trata de materiales resistentes que quedan depositados sobre litolo-
gías más blandas <le los materiales autóctonos.
En cada una de estas estructuras horizontales, monoclinales, plegadas y falladas es
importante constatar tambien su relación con la disposición de la red fluvial, estable-
ciéndose la deferenciación entre redes concordantes o adaptadas a la dirección de los
afloramientos y discordantes o inadaptadas, cuando cortan transversalmente a las capas.
* Modelado fluvial. Sin duda uno de los agentes de modelado de relieve más activos
en nuestro ámbito espacial próximo son los cursos de agua. Así pues, resulta lógico que
en sus valles se encuentren diversas formas de modelado consecuencia de dicha activi-
dad. La fotografía aérea permite reconstruir la evolución del valle de los ríos a partir de
la cartografía de sus niveles de terraza, que se muestran como escalones que marginan el
curso actual con un grado de conservación muy diferente en distintas cuencas fluviales e
incluso en distintos tramos de una misma cuenca (Fig. 7). Cuando las terrazas ocupen
superficies considerables, tengan un buen grado de conservación, y su escalonamiento
suponga una desnivelación superior al valor de las curvas de nivel, aparecerán reflejadas
en un mapa topográfico (superficie plana marginada hacia el río por las curvas de nivel
que evidencian un escarpe), o recibirán algún tratamiento en el mapa geológico como
depósitos cuaternarios. Intímamente relacionados con las terrazas podemos también
43
MARÍA VICTORIA LOZANO TENA Y MIGUEL SÁNCHEZ FABRE
Oepr•1•Ón
do
Hm le/,•v•1 residuolf's
- Sup. uo110" SI
LJ U. Roi<1 1uperior
Fig. 9. Superficies de erosión neógenas del sector central de la Cordillera Ibérica (GRACIA,
GUTIERREZ y LERANOZ, 1987).
44
DOCUMENTOS BÁSICOS PARA LA REALIZACIÓN DE MAPAS GEOMORFOLÓGICOS
4)
_¡o.
a-
MAPA GEOMORFOLOGICO
3::
;J;>
DE LA REGION DE :;o
;i::'
TORRIJAS -ABEJUELA <
ñ
el
:;o
:;
r
oN
;J;>
z
~ llol•••••••l••<••••lfllHHUiee•. o
~ S•,.rlm14•1"11,j•lwd•1111t•lll.
& tTl
z
0f1llH<OllllP•U10llllltr!1l•11<1. ;J;>
~ SM,.,t,ci11••,..•••tH4tlfl•••..,iHl•,.<IÍUl1<ii11.
-<
3::
~ $Y,ut1C1t1"Ud1tl •
oe
0aorfts41los,1!1u1<1w1\u.
tT1
ITITIJ sw,11!oc1t1 111lu1"11 '' ,,1.u ... i11111 '" 4inl•<ili•.
r
(/l
;J;>,
Dll•lltn1411ufu4n41••l111yull11•'91141,1&M.·
z
()
~ Cut1 .. !11wn111<u1t14n.
:r::
tT1
~ C1 ... 1 41 MJHCltÍll lwhcl•tln. N
D ;i2
l:P
[fil :;o
tT1
e:;:) V1ll11 4c i11ci11Í11 liouL
E] Yalln41fu41,lue.
Fig, 10_ Mapa geomorfológico del sistema de poljes de la región de Torrijas-Abejuela (GUTIERREZ, PEÑA y SIMON, 1983),
DOCUMENTOS HÁSICOS PARA LA REALIZACIÓN DE MAPAS GEOMORFOLÓGICOS
Bibliografía
AGUILERA, M.J., BORDERIAS, M.P., GONZALEZ, M.P. y SANTOS, .l.M. (1990): ~'jercicio.1
¡mícticos de Geografía Físirn. 676 p. con ilus. y maps. Madrid.
ALLUM, .!.A.E ( 1978): Fotogeología v cartogrqfía Jior zunas. Paraninfo. Madrid.
ALONSO, F. et al. ( 1980): Práctirns de Geogra(ía Física. Oikos-tau, 206 p. Barcelona.
AMERICAN SOCIETY OF PHOTOGRAMETRY (1%6): Manual of"plwtogra]Jhic i11ter]Jreta-
tio11. 868 p. New York.
ARCHAMBAULT, M., LEHNAFF, R. y VANNEY, J.R. (1974): Dornments et métlwdes ¡)()ur le
co111111e11taire de caries. Géogra]Jhie et Géo/ogie. Fase 1: Príncipes généraux. 104 p. Fase. 11: Les
relicfs structuraux. 166 p. Masson. París.
AUBOUIN, J., DECOURT, J. y LABASSE, B. (1970): Manuel de trava11x ¡m1tú¡ues de carto-
grnphie. Dunod, 332 p. Paris.
AVERY, T.E. ( 1977): /nterpretation of"aerial jihotogra¡Jhs. Burgess, 392 p. Minneapolis.
BARNES, J.W.( 1981 ): lfosic geological ma¡Jping. Geol. Soc. or London Wiley. Ncw York.
BOLTON, T. ( 1989): Geological Ma¡Js. Their So/11tio11 and lnterprewtion.
BURNSIDE, C.D. ( 1985): Mapping .fivm A erial Photogrn¡Jhs. Collins, 348 p.
BUTLER, B.C.M.; BELL, J.O. ( 1988): /11terpretatio11 of" geologirnl nwps. Longman, 176 p.
CAILLEMER, A. (1%7): To¡Jogra¡Jhie. P/10togrn1111netrie. Technip, 326 p. Paris.
CALVO, J.L. y PELLICER, F. ( 1985): La técnica del comentario del mapa topogrürico. En
Aspectos Didácticos de Geogrnfla. l. Bachillerato, 169-193. I.C.E. Univ. de Zaragoza.
CAR RE, J. ( 1974): Lcclllra de lasfótografías aéreas. Paraninfo. Madrid.
CENTENO, J., FRAILE, M.J., OTERO, M.A., PI V ID AL, A.S. ( 1994): Geo11101:fó/ogía Práctica.
Ejen-icios de Fotointerpre/llci<Ín v Planificacián geo-amhienwl. Rueda, 136 p. Madrid.
CHEVALIER, R. et al. ( 1965): Photogrn¡Jhie aerie1111e: ¡w1w1w11a i11tertech11iq11e. Gauthicr-
Villard, 237 p. Paris.
CLOS-ARCEDUC, A. (1967): L 'fnter¡Jre/lltion des ¡¡/wtographies ahirnnes. lmpr. I.G.N. Paris.
DELGADO, E. y ALARIO, M.T. ( 1983): Utilizacián didáctica del Mapa Tojiográfico Nacional a
escala 1:50.000 ¡wra el co11oci111ie11to del espacio geográfi"c.·o. l.C.E. U ni v. de Valladolid, 91 p.
Palencia.
DOMINGUEZ, A. (1979): /11ici11ciá11 al trnhajo con mapas topográficos. l.C.E. Univ. Barcelona.
ESTADO MAYOR DEL EJERCITO ( 1980): Ma111wl To1}(}grafía r Lecillra de Planos. Servicio
Geogrúfico del Ejército, 51 O p. Madrid.
GAGNON, H. ( 1974): La ¡Jhoto a¿rirnne. Les Editions HRW. Quehec.
GRACIA, F. J., GUTIERREZ, M. y LERANOZ, B. ( 1987): Las superficies de erosión neógenas
en el sector central de la Cordillera Pirenaica. Rev. Soc. Ceo/. Hsp., 1 ( 1-2): 135-142.
GUTIERREZ, M., PEÑA, .l. L. y SIMON, J. L. (1983): Los poljes de la región de Torrijas-
Ahejuela (Provincias de Teruel, Castel Ión y Valencia). Teruel, 69: 97-108.
GUTIERREZ, J .L. y SAMPAYO, A. ( 1981 ): Cartografío y Fotogmfla Ah-ea. CEOTMA, 349 p.
Madrid.
IMHOF, E. ( 1982): Cartographic Relief" Presentution. De Gruyter, 389 p. Berlin.
JOLY, F. ( 1979): La Cartografla. Aricl, 280 p. Barcelona.
LOPEZ CUERVO, S. ( 1980): Fotogrametría. Egraf S.A. Madrid.
LOPEZ VERGARA, M.L. (1971 ): Ma111wl de Fotogeologíu. Serv. Puhl. de la Junta de Energía
Nuclear, 286 p. Madrid.
LUEDER, D.R. ( 1959): Acria/ ¡J/wtographic inte1¡Jretatio11: Princi¡J/es wul application. McGraw-
Hill. New York.
MARTINEZ, J.A. ( 1978): Fotogeología ¡míctica. Gral" Summa S.A. Oviedo.
MARTINEZ, J.A. ( 1979): Ma¡ws geolúgicos: e.rplirnciá11 e i11te1pretacúí11. Paraninfo, 243 p.
Madrid.
47
MARÍA VICTORIA LOZANO TENA Y MIGUEL SÁNCHEZ FABRE
48
LA ELABORACION DE CARTOGRAFÍA GEOMORFOLÓGICA
A PARTIR DEL EMPLEO DE IMÁGENES DE SATÉLITE
l. Introducción
La teledetección ha sido definida como aquella técnica que permite obtener informa-
ción a distancia de los objetos situados sobre la superficie terrestre (CHUVIECO, 1990).
Su aportación a las ciencias relacionadas con el estudio del medio natural se ha ido
haciendo más importante con el paso del tiempo, despertando el interés de un amplio
abanico de disciplinas: ingeniería, geología, biología, geografía y, por supuesto, de la
geomorfología.
La fotografía aérea fue la forma inicial de efectuar teledetección, y todavía permane-
ce como uno de los métodos más utilizados. En un principio estas fotografías se realiza-
ron aprovechando la porción visible del espectro pero, a partir de los años sesenta, el
desarrollo tecnológico permitió la adquisición de imágenes en otras longitudes de onda,
en particular en el infrarrojo y en el rango de las microondas. Desde esa misma época, el
lanzamiento de satélites con o sin tripulación comenzó a facilitar ventajas importantes de
cara a la obtención de información sobre la superficie terrestre. Hoy en día, estas plata-
formas son las más utilizadas en teledetección, aunque con frecuencia necesiten del apo-
yo conjugado de la fotografía aérea y de un adecuado trabajo de campo (CURRAN,
1985; SABINS, 1986).
El uso de técnicas de sensores remotos proporciona un apoyo muy conveniente para
reducir los costes económicos o el tiempo invertido en obtener resultados en muchos tra-
bajos relacionados con el medio natural. Entre las ventajas de la teledetección, se pueden
citar: 1) su cobertura global y periódica de la superficie terrestre; 2) su visión panorámi-
ca; 3) la homogeneidad en la loma de datos; 4) la información captada sobre regiones no
visibles del espectro electromagnético; y 5) la facilidad de tratamiento de los dalos por
medios informáticos gracias a su formato digital.
En cualquier caso, la utilización de sensores remotos es una técnica auxiliar más, idó-
nea en ocasiones pero discreta en otras. En cartografía geomorfológica en concreto, las
49
JAVIER CHUECA CIA Y ASUNCIÓN JULIÁN ANDRÉS
2. J. La radiación electromagnética
FRECUENCIA
(Me9ahucio1) 10 " 10 " 10 " 10 " 10 '° 10
. . 10 10 ' .
10 10 ' 10 10 ' 'º '
1 R 1
RAYOS
GAMMA
RAYOS-X
ltntensos)
RAYOS-X
(Débiles l ULTRAVIOLET.ll
N
F
R
A
E
F
l
E
INFRARROJO
TÉRMICO
. .
R J UHF VHF
RA
O D
Jo
o TV. RADIO
Longitud
0,01
º·' 1
'º 100 0.1 1 10 100
º·' 1
'º 1 10
1 1 1 1
0.4 o.s 0.6 0.7
)()
CARTOGRAFÍA GEOMORFOLÓGICA A PARTIR DEL EMPLEO DE IMAGENES DE SATELITE
Cualquier objeto emite y/o refleja una radiación electromagnética como consecuencia
de su interacción con las fuentes de energía propias o externas. Así, cada objeto o siste-
ma tendrá una respuesta espectral propia, en términos de energía reflejada y energía emi-
tida, respuesta que se conoce como su signatura espectral. De hecho, la teledetección
consigue la identificación de los materiales terrestres y de los fenómenos que tienen lugar
sobre su superficie a través del análisis de sus correspondientes signaturas espectrales
(LÓPEZ GARCÍA y CASELLES, 1991 ).
2.2. Resolución
51
JAVIER CHUECA CIA Y ASUNCIÓN JULIÁN ANDRÉS
Las imágenes recogidas por los sensores constituyen una información bruta que es
preciso depurar y mejorar para facilitar su interpretación. Los tratamientos de datos bási-
cos empicados en tcledetección son los siguientes (RICHARDS, 1986; DRURY, 1987):
Una vez que las imágenes analógicas o digitales han sido tratadas el usuario está en
condiciones de realizar su trabajo de análisis. La interpretación puede ser visual o bien
apoyada por métodos de tratamiento numérico de los datos a través del ordenador; entre
estos últimos destacan las técnicas de: composición de bandas (componentes principales,
ratios e índices, composiciones color), clasificación (supervisadas, no supervisadas), o
análisis de las texturas. Aunque estos sistemas facilitan enormemente el tratamiento de
la ingente cantidad de datos radiométricos que forman una imagen no debe olvidarse que,
en última instancia, son los conocimientos y la experiencia del propio intérprete los que
52
CARTOGRAFÍA GEOMORFOLÓGICA A PARTIR DEL EMPLEO DE IMAGENES DE SATELITE
4. J. Sensores pasivos
Las cámaras fotográficas siguen siendo todavía el medio más utilizado de teledetec-
ción, especialmente desde plataformas aéreas. Nosotros, sin embargo, y de acuerdo al
contenido de este capítulo, nos vamos a centrar en el análisis de los programas de explo-
ración fotográfica llevados a cabo desde plataformas espaciales, pioneros en los trabajos
JAVIER CHUECA CIA Y ASUNCIÓN JULIÁN ANDRÉS
de teledetección (las conocidas misiones Apolo, Géminis, etc. desarrolladas por la NASA
en los años sesenta) (CURRAN, 1985; SABINS, 1986).
Los primeros planes de observación organizados pretendían conseguir una cartogra-
fía mundial de base con un grado de detalle aceptable. En este sentido puede destacarse
el papel del laboratorio espacial tripulado americano Skylab, activo durante 1973 y dota-
do de dos cámaras que permitieron obtener cientos de fotogramas con los que se han
Coulees volcamques
Oued Vo/c1Jnic coult!es
/ Wad1
U•d
Coladas volcanicas.
Affleurements des grés du Tassili mérid1onal
Axes de rehef peu élevés et allongés
Sdndstand ourcrops of che southern Tasslf1
Low-lrm9 M'td elongated mflef ••es Alloram1entos de gres del Tass1t1 mend1onal
[¡es de relieve poco elevados v de fonna 1l1rgada
Zones ensablCes
Abrupt topographique Sanded·oVPr Meas
Topogrsph1c sc,arp
Zonas mvad1das por la 1r11na
Topograf1a abrupta
Géoctases
--- Geoelases
Geodasas
Fig. 2. Ejemplo e.le cartografía geomorfológica elaborada utilizando imágenes e.le la cámara métrica
(RMK 20/23). Sector subc.lesértico e.le la Argelia sahariana (SIMONIN et al., 1989).
54
CARTOGRAFÍA GEOMORFOLÓGICA A PARTIR DEL EMPLEO DE IMAGENES DE SATELITE
A. Exploradores de barrido
En general, todos los sensores óptico-electrónicos tienen ventajas respecto a los foto-
gráficos y la fundamental es su posibilidad de obtener información simultánea en varias
bandas del espectro electromagnético, lo que ayuda a discernir mucho mejor entre diferen-
tes tipos de cubierta vegetal, litologías, usos del sucio, etc. Es por eso que, en los últimos
años, los equipos de barrido multiespectral se han ido incorporando sistemáticamente a
las principales misiones de teledctccción espacial (CURRAN, 1985; SABINS, 1986).
Los exploradores de barrido constan de un espejo móvil, que oscila perpendicularmente
a la dirección de la trayectoria, que les permite explorar una franja de terreno a ambos
lados de la traza del satélite. La radiancia recibida por este componente óptico se dirige
a una serie de detectores que la amplifican y convierten en una señal eléctrica. Esta, a su
vez, se transforma en un valor numérico que puede almacenarse a bordo o transmitirse a
la red de antenas receptoras. La información recibida por éstas se graba en cintas com-
patibles con ordenador para su posterior procesamiento. En muchos equipos de explora-
ción por barrido la señal recibida se descompone a bordo en varias longitudes de onda,
cada una de las cuales se envía a un tipo especial de detectores sensibles a ese tipo de
energía. En esos casos se habla de exploradores de barrido multiespectral, pues detectan
la misma superficie de terreno en distintas bandas del espectro (CHUVIECO, 1990).
El sensor de barrido MSS (Multiespectral Scanner) ha estado disponible en todos los
satélites de recursos naturales Landsat, en activo desde 1972. Los Landsat 1, 2 y 3, helio-
síncronos (los que tienen una órbita casi polar, diseñados de tal forma que el paso de cada
órbita del satélite por un lugar determinado ocurre a la misma hora), se situaron a una
altitud de 913 km, tardaban 103 minutos en efectuar una órbita completa y barrían la
superficie de la Tierra cada 18 días, obteniendo información simultánea de zonas de 185
x 185 km, con una resolución espacial de 79 m por pixel. Los Landsat 1 y 2 proporcio-
naban datos en cuatro bandas espectrales: banda 4 (0,5-0,6 µm), banda 5 (0,6-0,7 µm),
JAVIER CHUECA CIA Y ASUNCIÓN JULIÁN ANDRÉS
Fig. 3. Ejemplo de cartografía gcomorfológica realizada utilizando imágenes del sensor Landsat-
MSS. Sector del zócalo noruego retocado por el modelado glacial. 1) Fallas; 2) Otros lineamien-
tos; 3) Fente de cabalgamiento; 4) Divisoria de aguas; 5) Zócalo precámbrico; 6) Zócalo del Oeste;
7) Sedimentos y mctascdimcntos cratónicos de las Caledónidas; 8) Manto dcJotun; 9) Arcas muy
discctadas. Interfluvios estrechos, caóticos, en ocasiones glaciados; 10) Altos platcaux erosiona-
dos, con cubierta rocosa y vegetación de tundra;.!!) Altos platcaux con cubierta de bloques, mode-
lados en circos; 12) Platcaux con cubierta morrénica y vegetación subalpina (PEULVAST, 1986).
56
CARTOGRAFÍA GEOMORFOLÓGICA A PARTIR DEL EMPLEO DE IMAGENES DE SATELITE
banda 6 (0,7-0,8 µ m) y banda 7 (0,8-1, 1 µrn); el Landsat 3 fue provisto ademús de una
banda térmica ( 10,4-12,6 µrn). En todos los casos, la radiación recibida se registraba en
64 niveles de intensidad para la banda 7 y en 127 niveles para las bandas 4, 5 y 6. La
segunda generación de satélites Landsat (4 y 5) operaba a una altitud de 705 km, tardan-
do 99 minutos en efectuar una órbita completa y barriendo la superficie terrestre cada 16
días; el sensor MSS incorporado en ellos pascí a tener una resolución espacial de 82 rn, y
sus bandas se denominaron l, 2, 3 y 4 (LÓPEZ GARCÍA y CASELLES, 1991 ). Corno
ejemplos de cartografía geomorfológica llevada a cabo con este sensor, pueden exami-
narse las Figs. 3 y 4, que muestran respectivamente un sector del zócalo noruego retoca-
do activamente por el modelado glacial (PEULVAST, 1986) y los lineamientos identifi-
cados en la zona de Montalbún, en la Cordillera Ibérica turolense (CHUECA, 1992).
57
JAVIER CHUECA CIA Y ASUNCI(JN JULIÁN ANDRÉS
Estos satélites Landsat de segunda generación portahan, además del sensor MSS que
acahamos de mencionar, el sensor TM (Thematic Mapper), que ha supuesto un incre-
mento importantísimo en la calidad y cantidad de datos suministrados a los usuarios. La
mejora se produce en tres campos: 1) resolución espectral: aumentada al estar distrihui-
da la información a lo largo de una zona 1mís amplia del espectro y en bandas más estre-
chas que permiten una mejor definición y posterior análisis de las respuestas espectrales
1handa 1 (0,45-0,52 µm), handa 2 (0,52-0,60 µm), handa 3 (0,63-0,69 µm), handa 4
(0,76-0,90 µm), handa 5 ( 1,55-1,75 µm), handa 6 (10,4-12,5 µm) y handa 7 (2.08-2,35
µm)]; 2) resolución espacial: es alrededor de 2,6 veces mayor que la del sensor MSS; 30
x 30 m para todas las handas, excepto el térmico ( 120 x 120 m); y 3) resolución radio-
métrica: su mejora consiste en que la radiación recihida para cada pixel se recoge y cla-
sifica en 256 niveles de intensidad, lo que permite la detección de cambios menores en
las magnitudes radiométricas (SABINS, 1986; CHUVIECO, 1990). Un ejemplo de car-
tografía geomorfológica de aspectos no-estructurales, derivada directamente de clasifi-
caciones supervisadas de imágenes TM, aparece en la Fig. 5; en ella se han diferenciado
distintas unidades ecodinámicas localizadas en un sector costero de la isla de Anticosti,
en Canadá (PERRAS et al., 1985).
.'í8
CARTOGRAFÍA GEOMORFOLÓGICA A PARTIR DEL EMPLEO DE IMAGENES DE SATELITE
80' N
76º N
~ 1\
'' ' 1
'' '-
1
'' ' 1
1
'\ \ ... ,
\\,~ ""' l'lai 11 '
''
\
,1
10'W o· 10'[
9-12-1-1988 23-25-Vll-1988
Limite de la íllace Vitesse de la glace 1
lce-edge fce·velonty 30 cm.s- l
Limite del hielo Velocidad del hielo
B. Exploradores de empuje
60
Ü'ldulat1ons n
Warypa1tern º· )>
Oridulac1ones
Sastrllgg1s
1
Sastr Jg1 ~
3 km
DUMONT D'URVILLE CSPOTJ o
Cevasses ;;e
~ Crevasse )>
Gnelas
"r1
Glace ble 1Je
o Blue1ce ;¡;:·
Hielo azul
Cl
Serac
Serac tT1
Sera re o
01rect1on de 1·ecoulernent de la glace
,¿) °o
(3
011ect1on ol 1ce rnovernent '"Oü 5
D•reccion de desplazamiento del hielo ;;e
01rec\IOn des vents dom1na111s ::!l
Oomina11t w111d
Dirección de los vientos dom1narites & ;:::
Direct1on des courants mar1ns \:i o
Current o'
D1recc1óri de las corrierites rnannas \J
•, ñ
)>
Oérive des icebergs
Iceberg dr1~ cap )>
Deriva de los 1émpanos
-¿J Bienvenue
- Q
pointe •
o@
- "'-
Glacier de
~
j
0 ~~Ebba "'- o /'Astro/abe ;;e
0
~.q
"
tTi
gou/,,__;,0 -~':"'~ \= r
rn
$'.
,'¡l)d "~>' ' \ 1 -.:;
r
¡:¡
-e- o
tT1
3:)>
', o
', tT1
z
\ '\ ;-I1
J', ·D ·,/ z
··.::,,
o --.. . . :--.:·<: t::í
\ c'J---! ', "'~
', :-. . () -~ . . . ?-~..'--:, '::.. t:1
' r
=i
Fig. 7. Ejemplo de cartografía gcomorfológica del sector antártico de Tierra Adelia elaborada a partir de imágenes t:1
'='
captadas por el sensor SPOT-HRV (CHOTIN et al., 1990).
JAVIER CHUECA CIA Y ASUNCIÓN JULIÁN ANDRÉS
Dentro de los sensores activos (los que emiten un haz energético que posteriormente
recogen tras su reriexión sobre la superficie que pretenden observar), los más utilizados
en los estudios del medio natural son los radar que operan en el campo de las microon-
das (entre O, 1 cm-1 m) (CHUVIECO, 1990). Tienen un gran interés para la telcdctccción
porque la atmósfera es transparente a las hiperfrecuencias (excepto en dos picos de absor-
ción situados hacia los 1,35 y los 0,6 cm), y por ello pueden trabajar en condiciones
atmosféricas desfavorables, lo que los hace excepcionalmente valiosos en las áreas casi
permanentemente cubiertas de nubes de latitudes medias y tropicales (CURRAN, 1985;
SABINS, 1986).
Pese a estas ventajas, los sensores de radar, sin embargo, no se han empicado hasta la
fecha con una gran profusión. Las misiones de radar de plataformas espaciales más
5'
N
t
Asilah
35'
25km
I \ ~
Fig. 8. Ejemplo de cartografía geomorfológica de la red de fracturación de la Península de Tán~er
realizada con imágenes radar ERS 1-SAR (CHOTIN et al., 1995). ~
62
CARTOGRAFÍA GEOMORFOLÓGICA A PARTIR DEL EMPLEO DE IMAGENES DE SATELITE
rccundas han sido las siguientes: 1) Scasat: satélite de ohscrvación oceanográfica activo
durante muy hrevc tiempo y que contaha con un radar de apertura sintética (SAR) que
alcanzaha una resolución espacial de 25 m; 2) SIR-A y SIR-B: misiones organizadas a
hordo de la lanzadera espacial Shuttlc, en 1981 y 1984, con similar resolución espacial y
que aportaron varios miles de tomas de gran calidad de muchas zonas del planeta; y 3) el
satélite europeo ERS 1: funcional en la actualidad y dotado con un radar de apertura sin-
tética (SAR), ha sido empicado en ocasiones para trahajos de cartografía gcomorfológi-
ca, como mostramos en la Fig. 8, donde se interpretan con imágenes ERS 1-SAR los ras-
gos generales de la red de fracturación de la Península de Tanger (CHOTIN et al., 1995).
Bibliografía
Referencias básicas
ASRAR, G. (fal.) ( 1989): Theor\' and OJIJ!lications o( o¡Jtirnl rc1110/e sensing, Ncw York, Wilcy &
Sons, 734 pp.
BARRET, E. C. y CURTIS, L. F. ( 1982): lntroduction lo the em'iro11111ental remole sensing,
London, Chapman & Hall, 352 pp.
BONN, F. y ROCHON, G. ( 1992): Précis de Télédetection. Volwne l. Principes el Méthodes,
Quéhec, Prcsscs de l'Univcrsité du Quéhcc, 485 pp.
CAMPBELL, J. B. (1987): Introduction to re111ote sensing, Ncw York, Guilford Prcss, 551 pp.
CRACKNELL, A.P. y HAYES, L.W.B. ( 1991 ): lntrodllction to Remole Sensing, London, Taylor &
Frnncis, 283 pp.
CURRAN, P. J. ( 1985): Principies o/ remole sensing, London, Long man, 282 pp.
CHUVIECO, E. ( 1990): Fllndamentos de teledeteccirín es¡)([cial, Madrid, Rialp, 453 pp.
CHUVIECO, E., SALAS, J., MARTIN, M" P., DOMINGUEZ, L., VIEDMA, O. y CASTRO, R.
(Coords.) ( 1992): La enseiianw de la Teledetección, Serie GeogrMica, 2, Universidad de
Alcalá, Alcal<í de Henares, 169 pp.
DRURY, P.J. ( 1987): lnwge inte11Jre/ati<m in geo/ogr, London, Allcn & Unwin, 423 pp.
DRURY, P.J. ( 1990): A gllide to rrnwte sensing: i111011reti11g images o( the J~arth, Oxford
Univcrsity Prcss, Ncw York, 199 pp.
GANDIA, S. y MELIA, J. (Coords.) ( 199 l ): La Teledetección en el seguimiento de /osfe111Í111enos
natllmles. Recllrsos renovahles: Agrirnlturu, Univcrsitat de Valencia, Valencia, 409 pp.
HALL, D.K. y MARTINEC, J. ( 1985): Remole sensing o(ice and snow, London, Chapman & Hall,
190 pp.
HARRIS, R. ( 1987): Satellite remo/e sensing. An introduction, London, Routledgc & Kcgan
Paul, 220 pp.
HORD, R. M. ( 1982): Digitul inwge ¡n·ocessi11g o( re111ole/v sensed data, Ncw York Acadcmy
Prcss, 256 pp.
JENSEN, J.R. ( 1986): Introd11cton• digital image ¡nocessing: a re1110/e srnsing fJerspective,
Englcwood ClilTs, Prcnticc Hall, 379 pp.
LILLESAND, T. M. y KIEFER, R. W. ( 1987): Remole sensing mu/ image inte1prelatio11, Ncw
York, Wilcy & Sons, 721 pp.
LOPEZ GARCIA, M.J. y CASELLES, Y. ( 199 l ): Introducción a la Tclcdctccción. En GANDIA,
S. y MELIA, J. (Coords.) ( 199 l ): La Teledetecció11 en el seg11i111ie11to de los .fe11ó111e11os na/11-
rales. Recursos renovables: Agricu/111m, Univcrsitat de Valencia, Valencia, pp. 19-49.
MATHER, P. ( 1986): Com¡111ter ¡nocessi11g of'1n11otcly sensed data, London, Wilcy & Sons, 352 pp.
6'.l
JAVIER CHUECA C!A Y ASUNCIÓN JULIÁN ANDRÉS
MO!K, J. G. ( 1980): Digilal fil"Occssing o(rcmotcly srnsed imagcs, Washington DC, NASA, 330 pp.
RICHARDS, J. A. ( 1986): Remate se11sing digital image a11alysis. An introduction, Berlin,
Springcr-Yerlag, 281 pp.
SABINS, F. F. ( 1986): Remole sensing: 11ri11cifiles allll i11te11n-elatio11, San Francisco, Freeman, 449 pp.
SCANVIC, T. ( 1989): Teledetecciú11 aplicada, Madrid, Paraninfo, 198 pp.
SCHOWENGERDT, S. A. ( 1983): Techniques .fór image processing a1Ul classification in remolc
se11si11g, New York, Academic Press, 249 pp.
SLATER, P. N. ( 1980): Remole sensing: optics ami optical systems, Reading, Addison-Wesley, 575 pp.
SWAIN, P. H. y DAVIS, S. N., (Eds.) ( 1978): Remole sensing: a quantitative approach, New York,
McGraw Hill, 396 pp.
SZEKIELDA, K. H. (1988): Satellite 111011otori11g of"the Harth, New York, Wiley & Sons, 330 pp.
TOWNSHEND, J. R. G. (Eds.), ( 1981 ): Terrain wwlysis wul remotc sensing, London, Allen &
Unwin, 232 pp.
64
CARTOGRAFÍA GEOMORFOLÓGICA A PARTIR DEL EMPLEO DE IMAGENES DE SATELITE
67
PRANCISCO PELLICER CORELLANO
puhlicidad grMica invade las calles y los hogares, los medios audiovisuales apoyan con
frecuencia las explicaciones del profesor,. ..
En el actual estado ele la cuestión, puede afirmarse que quien carece de una adecuada
formación en el lenguaje de la imagen puede considerarse como un analfabeto funcional.
La sensibilidad y capacidad de comunicación gráfica del usuario o elahorador de un
mapa son cualidades que, sin duda, requieren una educación como cualquier otra faceta
del desarrollo humano. La alfabetización visual (DONDIS, 1973) consiste esencialmen-
te en suhrayar los marcadores de legibilidad y elahorar esquemas interpretativos de modo
que pueda pasarse de la percepción informe de signos a la comprensión ele un mensaje
estructurado. En este proceso, la estética juega un importante papel: tiene una dimensión
sensitiva relacionada con la función de estímulo y una dimensión intelectual conlrihu-
yendo a la transmisión de conocimientos.
2.1. La escalo.
Como es hicn sahido, cada mapa posee una relación bidimensional definida entre la
realidad y su representación denominada escala. Esta es de primordial importancia dado
que nos limita el grado de información y el sistema de representación. Es decir, cuanto
mayor sea la escala, mayor será el volumen de datos sohre localización y atrihutos de un
territorio que pueden contenerse en el mapa.
El documento hase en los estudios locales suele ser el mapa geomorfológico a esca-
la 1/50.000 o escalas müs grandes, 1:25.000, 1: 10.000,. .. si el ohjcto de estudio son pro-
cesos o mapas aplicados a riesgos, ele ... La escala más adecuada para la representación
68
EL LENGUAJE CARTOGRÁFICO
El mapa debe contener un sistema coherente de signos a través de los que comunicar
la identidad de los atributos del territorio y sus relaciones espaciales. El objeto de este
tema consiste en mostrar al usuario y elaborador de mapas los principios elementales del
lenguaje gráfico aplicado a la cartograría.
La leyenda constituye la clave de comprensión de la información del mapa, por ello
debe ser cuidadosamente diseñada teniendo en cuenta las características de los concep-
tos representados (estructuración jerárquica, asociación, ... ) y su codificación gráfica (sis-
tema de signos de representación).
El lenguaje cartográfico se basa en la estimación diferenciada y objetivable de deter-
minados elementos y variables visuales (líneas, contornos, dimensiones, texturas, lumi-
nosidad, color) y factores visuales (perspectiva, traspalo, relación figura-fondo, equili-
brio, predictibilidad, ... ), y su composición en el espacio (fundamento sintáctico), como
transmisores esenciales de información geográfica y estimuladores de sensaciones estéticas.
70
EL LENGUAJE CARTOGRÁFICO
71
FRANCISCO PELLICER CORELLANO
3.2.1. El tamaño
3.2.2. La textura
El valor de lw11i110.l'idad hace referencia a cada una de las notas o grises intermedios
entre el blanco y el negro en función de la presencia o ausencia de luz y todos los niveles
intermedios. El significado del valor de luminosidad reside en el contraste de superficies
más o menos iluminadas, sin éste no sería perceptible. Nótese, por otra parte, la eficacia
72
EL LENGUAJE CARTOGRÁFICO
3.2.4. La dirección
3.2.5. La forma
La variable .fómw es la más significativa, delimita los contornos reales de las man-
chas o superficies en sus infinitas variantes. El contorno, tan vinculado a la línea y a los
límites de diferentes superficies tonales, define mediante variaciones inacabables todas
las formas de la naturaleza. Los contornos básicos son el cuadrado, el triángulo y la cir-
cunferencia. Las limitaciones de la variable forma residen en el perceptor ya que el mun-
do de las formas prácticamente no tiene límites.
3.2.6. El color
El color es, quizás, la variable visual de mayor carga estética y, sin duda, más igno-
rada. Con frecuencia de la variable color solamente se tiene la experiencia sensorial, prc-
científica, dando lugar a imprecisiones y equívocos en el propio lenguaje. Por otra parte,
el color se maneja de una forma poco menos que aleatoria; a lo sumo se habla de buen
gusto en el manejo del color, lo que en definitiva no es otra cosa que el conocimiento
intuitivo de los códigos estéticos.
Los estudios modernos del color no se basan, corno en el pasado, en la pura expe-
riencia perceptiva. Son los físicos, desde Newton, Ostwald y Munscll, los psicólogos y
los artistas -Paul Klcc, Kandinski, Mondrian, ... -quienes han dado un fuerte espaldarazo
a los estudios del color, clarificando conceptos y organizando y estableciendo principios
y normas rigurosas para su tratamiento.
El uso del color es una tarea delicada que exige unos mínimos conocimientos sobre
el fenómeno físico, la semiótica del color y la armonía cromática. Convendrá por ello
detenerse en la clarificación de algunos conceptos clave para la rigurosa comprensión y
FRANCISCO PELLICER CORELLANO
adecuado uso del color y prestar atención a algunas normas elementales para conseguir
una mayor expresividad y una mejor calidad estética en los mapas temáticos.
Cronwtisnw y l11111i11osidad
Ha de precisarse que lo que se conoce vulgarmente como color está definido por el
cromatismo y por el valor de luminosidad. El cromatismo puede definirse como la dilC-
renciación sensible percibida entre manchas de un mismo valor (rojo, azul, amarillo, ver-
de, ... ) mientras que el valor hace referencia, como se vio en el apartado de las variables
visuales, a la intensidad de la luz. Las manchas de un mismo valor parecerían iguales en
una fotografía en blanco y negro. Las diferentes intensidades lumínicas de una fotogra-
lfa en hlanco y negro se relacionan con la variahle visual valor de luminosidad.
Las posiciones extremas de impresión del órgano de la vista son ocho y se conocen
como colores elementales: amarillo, rojo y azul (primarios), verde, naranja y violeta
(secundarios), hlanco y negro. En la práctica, los colores pueden obtenerse mediante la
mezcla aditiva de partes de luz coloreada -mediante filtros absorbentes- de rojo, verde y
azul, es el caso de la televisión o la pantalla del ordenador, o mediante la mezcla de pig-
mentos o unión sustractiva de los tres colores primarios; amarillo, magenta y cian. Este
último procedimiento es el empicado para la reproducción gráfica de mapas.
Las cartas y códigos de color incorporadas a los medios informúticos y a los sistemas de
tratamiento digital de imagen nos ofrecen la vent<~ja de poder definir y tratar numéricamente
y con gran precisión una extensa gama de tonos, evitando la confusión y dificultad que
supone la designación concreta de un color con el lenguaje sonoro o codificado en la
escritura. No obstante, las combinaciones de color más expresivas no encuentran una
solución numérica simple, pues no existe paralelismo entre la formulación matemática -
por ejemplo, el incremento de porcentajes de cubrimiento en intervalos equidistantes- y
la percepción visual, produciéndose una distorsión de la distancia sensorial de unos mati-
ces de color frente a otros.
Familias de tonos
Si se toman los tres colores primarios: amarillo (A), magenta (R) y cian (Z) y los tres
colores secundarios: naranja (n), verde (v) y violeta (vt) y se disponen en un círculo, lla-
mado también rosa cromática, se pueden obtener colores intermedios e interesantes apli-
cac1ones.
En la Fig. 1 puede apreciarse cómo a partir del amarillo se abren dos ramas cromáti-
cas, una hacia la región del espectro limitada por la radiación ultravioleta y otra hacia la
infrarroja. Antes de su conocimiento como fenómeno físico, los artistas ya habían desa-
rrollado, de modo intuitivo a partir de agudas observaciones, importantes experiencias y
utilizaban sus propiedades sensitivas en la configuración de los mensajes visuales. Los
artistas se refieren a gamas de tonos cálidos y fríos.
74
EL LENGUAJE CARTOGRÁFICO
ventana óptica
1
CALIDOS
Fig. 1.- Rosa cromática. A: amarillo; M: magenta; Z: cian; n: naranja; v: verde; vt: violeta.
Se consideran colores cálidos, por asociación con la luz solar y el fuego, al amarillo,
rojo bermellón, naranjas, tierras rojas, pardas y ocres. Sus estímulos se caracterizan como
salientes, próximos, estimulantes, ruidosos, activos, secos, cálidos; unen y funden, y tien-
den a aumentar aparentemente el tamaño. Por el contrario, se denominan fríos, por aso-
ciación con el agua y la luz lunar, el verde y en general toda la gama derivada del azul.
Se asocian con estímulos entrantes, lejanos, tranquilos, quietos, fríos, húmedos; separan
y desintegran, y disminuyen el tamaño aparente.
Cada color y su opuesto en el círculo cromático forman una pareja de complementa-
rios. Sabemos que cada pigmento determina su color en cuanto absorbe selectivamente
algunas radiaciones de la luz y refleja otras. Dos pigmentos se llaman complementarios
cuando uno de ellos absorbe todas las radiaciones reflejadas por el otro y viceversa. Por
ello, de su mezcla resulta el negro en cuanto todas las radiaciones son absorbidas y nin-
guna reflejada.
Las armonías de color más satisfactorias son las basadas en esquemas en que se com-
binan colores de las dos familias. La excitación producida por los cálidos se rel<~ja con
los fríos.
75
FRANCISCO PELLICER CORELLANO
gama de valores ocupa la posición intermedia entre el claro y el oscuro, es el color puro
o saturado.
Por otra parle, como puede observarse en la Fig. 2, el valor de luminosidad del color
saturado varía según el cromatismo. De ello se desprende, lógicamente, que la amplitud
de la variable luminosidad de cada color saturado depende de su cromatismo. Por ejem-
plo, con en el amarillo que tiene un valor cromático muy bajo sólo pueden establecerse
dos o tres escalones de luminosidad mediante la mezcla con el blanco, mientras que con
el violeta, de valor cromático más alto, se pueden desagregar seis o siete escalones de
valor de luminosidad.
Fig. 2. Escala de luminosidad cromática. El valor de un color saturado es el mismo que el del gris
que se iguala con él.
El grado de saturación puede ser debilitado mediante la mezcla del pigmento con
blanco o con negro, modificando el valor de luminosidad. Mezclado el color saturado con
otras tintas, también en mínimas cantidades, deriva su valor cromático hacia tonos aná-
logos si la mezcla es con colores próximos del espectro cromütico o hacia pardos y gri-
ses si la mezcla se realiza con el complementario. El nivel más bajo de saturación se da
cuando la mezcla es a partes iguales entre complementarios.
No obstante, hay que tener en cuenta que la sensación de pureza de un color no
depende únicamente del factor físico del estímulo sino también de factores que operan
sobre la percepción visual: acomodación, contraste, relación figura-fondo,. .. La percep-
ción del color depende de la influencia de los que le rodean o se le yuxtaponen.
Dicho de otro modo, las funciones de estímulo son relativas puesto que dependen de las
interacciones entre las manchas de diversos tonos dependientes del grado de saturación,
del valor de luminosidad y del tamaño de las mismas. Así, un tono verde muy saturado
4 Se establece como patrón el porcentaje de cubrimiento del negro sobre el blanco utilizado en artes gdficas
76
EL LENGUAJE CARTOGRÁFICO
puede ser más excitante y próximo que un rojo oscuro o muy claro que puede aparecer
incluso como frío y lejano.
Armonías de color
77
FRANCISCO PELL!CER CORELLANO
Una representación gráfica hallará su mejor resolución cuando se conjuguen las cali-
dades cromúticas y las intensidades de valor. Ha de huscarse una tensión tonal de luz y
sombra para que la atención del espectador quede atrapada y perciba como natural y gra-
ta la información que el gráfico o mapa intenta transmitir.
4. Factores visuales
78
EL LENGUAJE CARTOGRÁFICO
El equilihrio es una necesidad esencial a la que tiende el ojo humano y está ligado a
la verticalidad, horizontalidad y simetría en el peso visual (ARNHEIM, 1985) de las
manchas que componen la imagen cartográfica. El extremo opuesto es el desequilibrio,
determinado especialmente por la diagonal y la disimetría. Es un aspecto a tener en cuenta
en la maquetación y en la asignación de valores y grado de saturación en la distrihucicín
de las manchas de color.
La predictihilidad de una gama de valor o de colores análogos es contraria a la espon-
taneidad de diferentes colores del pentágono armónico. Este factor puede emplearse
como desencadenante del descubrimiento de un orden preestablecido o como expresión
de una distribución aleatoria según los casos. Una secuencia tonal, de luminosidad o de
textura hien estructurada permite transmitir información sohre la secuencia evolutiva de un
sistema de terrazas mucho mejor que el uso aleatorio del color o la orientación de la trama.
La sinKuluridad de un color sobre un mapa en el que domina la gama opuesta pro-
porciona un énfasis especial al concepto que se quiera destacar. La sencillez de la paleta
siempre será prel'crihle a la profusión del color.La neutralidad de los tonos insaturados se
rompe con el acento de los tonos puros. El dinamismo determinado por ternos comple-
mentarios es bien dif'crente al estatismo que provocan los ternos análogos.
La claridad de co11torno.1· y la precisión de los límites se logra con manchas o líneas
de separación de colores complementarios (ej. polígonos ref'crentes a dif'crentes unidades
morfodinámicas yuxtapuestos), por el contrario si se prefiere dar idea de continuidad
podrán yuxtaponerse manchas de colores análogos especialmente cálidos (ej. gradientes
hipsométricos), de ese modo los contornos aparecerán corno más difusos.
Los gradientes de color -corno los de textura o forma-, los traspalos y las transparencias,
los contrastes de saturación y complementariedad, combinados con el tamaño de la mancha,
son factores que crean profundidad e interesantes relaciones figura-fondo que, en sus
múltiples combinaciones, evocan en el espectador sensaciones estéticas que potencian la
comunicación intelectual y desencadenan sensaciones gratificantes.
El sistema de perspectivas múltiples (polígono con una trama de enladrillado para
significar calizas), aun siendo incoherente con nuestra percepción visual, se acepta sin
ningún reparo en cartografía, pues el mapa es un producto intelectual; es decir, en el
mapa representamos lo que sabemos y no lo que vemos. La búsqueda de módulos de
significación universal o convenida es un ejercicio recomendable en el diseño de las
leyendas.
La fotocopia en blanco y negro o color y la diazotipia son los sistemas más ele-
mentales, utilizados para la reproducción de originales en pequeñas tiradas en la mayo-
ría de los trah<~jos de investigación
El offset es un procedimiento de impresión en el que la plancha no trabaja directa-
mente sobre el papel, sino sobre una materia elástica intermedia, que es la que realiza la
impresión definitiva.
79
FRANCISCO PELLICER CORELLANO
80
EL LENGUAJE CARTOGRÁFICO
realización de fotocrornos es una opción más barata y de mucha mayor calidad. La preci-
sión de los contornos es muy nítida y la definición del color idéntica en todos sus puntos.
81
FRANCISCO PELUCER CORELLANO
Este mapa, obra de Miguel Herrero Matías, geógrafo y cartógrafo, constituye un ver-
dadero hito en la producción cartográfica de Geomorfología en nuestro país, por cuanto
representa un importante esfuerzo de coordinación integrada de investigación gcomorfo-
lógica seria y de resolución técnica excelente. El sistema cartográfico aplicado es el mis-
mo que el utilizado para el Mapa Gcomorfológico de Francia. Ello ha sido posible gra-
cias a la colaboración del Instituto Geográfico Nacional (l.G.N.) y del Dcpto. de
Geografía de la Universidad Autónoma de Madrid (U.A.M.).
El Mapa Gcomorfológico de Tolcdo-Sonscca parte de una base topográfica con la red
hidrográfica en azul, las curvas de nivel en sepia y otros elementos planimétricos en gris,
todo ello en valores muy bajos para no empastar la información sobreimpucsta.
La litología combina la gama tonal con diferentes valores y tramas.
La tectónica está representada por signos de implantación lineal en negro (elementos
estrictamente tectónicos: fallas, diaclasas, ... ) y en rojo (elementos morfológicos: escarpe
de falla,. .. ). Cuando el fenómeno requiere implantación zonal se representa con un fon-
do tonal y trama superpuesta (ej.: zona de trituración representada por un tono uniforme
rojo claro y trama de líneas oblicuas en rojo muy saturado).
Las formas asociadas al contexto estructural se representan si son superficiales con
manchas de tonos medios uniformes en sus contornos reales y signos sobreimpresos de
tono saturado, y si son lineales con líneas de tono saturado.
Las superficies estructurales aparecen caracterizadas por una trama rayada en negro
superpuesta a la mancha tonal baja y trama coloreada más saturada que significan la for-
mación litológica correspondiente.
Las formas derivadas de las acciones t1uvialcs están significadas por contornos line-
ales en verde y las terrazas por manchas verdes con distinto valor según su edad y ade-
más variados discfios de tramas referidas a la granulometría y grado de cncostramicnto.
Las formas y formaciones superficiales de origen marcadamente morfoclimático se
indican con tramas de diferentes disefios en el tono convenido para los diversos dominios
en la Leyenda del Mapa Gcomorfológico de Francia.
82
EL LENGUAJE CARTOGRÁFICO
Las características esenciales de estos mapas, elaborados con una increíble disponi-
bilidad de medios humanos, científicos y técnicos, se describen seguidamente.
La topograría y la hidrografía se representan con líneas rinas y tenues. Las unidades
litológicas (afloramientos del sustrato y formaciones superficiales) se muestran median-
te tramas finas de valor gris medio superpuestas a la topografía e hidrografía.
Las unidades geomorrológicas se indican mediante tonos con distinto color referido
a la génesis y diferente valor para establecer gradaciones de orden.
7. Epílogo
El mapa es un documento que para cumplir con la finalidad de informar sobre los atri-
butos, posiciones y relaciones espaciales del territorio debe someterse a unas rigurosas
normas tanto en sus características básicas (escala, coordenadas, proyección) corno en la
83
FRANCISCO PELLICER CORELLANO
Bibliografía
84
LOS SISTEMAS DE CARTOGRAFÍA GEOMORFOLÓGICA
l. Introducción
Hay algunos mapas antiguos que por la información morfológica que contienen no
pueden considerarse simples "mapas fisiográficos", como el mapa geomorfolúgico a
pequeña escala puhlicado en 1885 por F. van Richthofcn en un Atlas de China. Sin
emhargo, se considera a PASSARGE ( 1914, 1920) el pionero en la elahoración de mapas
C3UIDE
TO
MEDIUM SCALE INSTRUCTJON TO THC DETAILED
GEOMORPHOLOGICAL MAPPING GEOMORPllULOGJCAL iYIAP
OF THE POLTSH LOWLMm
j 5d.üü(J
1111111
11mo11111m111
llC Publ1c"l1a~
Numl>t'•\0
86
LOS SISTEMAS DE CARTOGRAFÍA GEOMORFOL()GICA
geornorfológicos a gran escala, pese a que la escasa difusión de la revista en que se publi-
caron los hizo pasar desapercibidos hasta que en los años 60 fueron dadas a conocer por
los geomorfólogos polacos. KLTMASZEWSKI ( 1978, 1982) describe otros intentos de
cartografía a diferentes escalas realizados en afios posteriores, especialmente en Polonia.
Poco después de la Il Guerra Mundial, la Academia de Ciern.:ias de Polonia torna la deci-
sión de elaborar el mapa 1:50.000 al tiempo que en Suiza se realizan también trabajos en ese
sentido. En los afios 50 se levanta el mapa geornorfológico del delta del Senegal (Tricart).
Desde finales de los afios 50 y al largo de los 60 comienza el interés por las carto-
grafías geornorfológicas en Francia, Suiza, Bélgica, Holanda, Italia, Alemania y los pai-
ses de Europa oriental, principalmente Rusia, Hungría, Checoslovaquia, convirtiéndose
en una metodología europea, y con escasa intervención de Gran Bretafia. Otros paises
corno Australia, Canadú, cte. utilizarán sistemas cartográficos europeos. El problema
estriba ya de partida en que cada país determina su forma de actuación, la escala mús ade-
cuada a sus necesidades, los métodos a usar y la leyenda a aplicar, creando un gran con-
fusionismo internacional.
En el Congreso de Río de Janeiro de la Unión Geográfica Internacional ( 1956 ), den-
tro de la Comisión de Geomorfología Aplicada, a partir de la propuesta de H. Annaheim
y M. Klimaszewski, existe un gran interés por desarrollar una metodología única aplica-
ble a diferentes paises, para crear unas normas internacionales que permitan en el futuro
elaborar mapas de sintesis internacionales.
2.2. Años 60 y 70. Coexistencia de los Krctfllles sistemas con los intentos de unificación
de leyendas
En los afios 60 y 70 se asiste a un desdoblamiento evolutivo que lleva, por una parte,
al desarrollo de una normativa conjunta de la U.G.I. y, por otra, a la elaboración de nue-
vos métodos de trabajo cartogr<ffico por parte de Francia (método del Prof. lean Tricart
) y de Holanda (sistema de I.T.C. creado por Yerstappen y Zuidam). Al mismo tiempo,
estando ya en avanzado estado la cartografía en los paises citados, se produce una pene-
tración de esos métodos de forma directa o indirecta en los paises marginales, crcúndo-
se sus propios métodos por evolución de los anteriores, caso de Italia principalmente, y
de casos aislados espafioles, entre los que cabe citar la escuelas de Zaragoza, partiendo
de relaciones con los métodos de la I.T.C. holandesa y del Centro de Geografía Aplicada
de Strasbourg, desarrollando sistemas propios adaptándose a los escasos medios existen-
tes y a las problemáticas particulares del territorio español.
En 1960, en el XIX Congreso Internacional de Geografía de la U.G.I. de Estocolmo
y a iniciativa del Prof. Klirnaszcwski (Polonia) se crea la Subcomisión del Mapa
Geornorfológico (Geomorphological Mapping) dentro de la Comisión de Geomorfologia
Aplicada (Applied Gcomorphology) de la U.G.I. En esos momentos hay ya sistemas car-
tográficos en Polonia, Rusia, Suiza, Bélgica, Francia, Chescolovaquia, Japón y Hungría.
La actividad de la subcomisión comienza en 1962 y a lo largo de 6 afios se centra en la
unificación de leyendas para mapas geomorfológicos de detalle.
87
JOSÉ LUIS PEÑA MONNÉ
Dese.le 1986, trás la celebración e.le] Congreso e.le la U.G .I. e.le Barcelona, la atención
e.Je] Grupo e.le Trabajo va a centrarse esencialmente en la cartografía geomorfológica apli-
cada, temas que siguió c.lesarrollanc.lo en el Congreso e.le la U.G.I. de 1988 en Pac.lova-
Florencia, con el que finaliza la labor del Grupo.
A pesar de los esfuerzos de la Unión Geográfica Internacional, las leyendas esta-
blecidas han tenido una escasa aceptación general, por lo que siguen coexistiendo tres
tipos de leyendas: la internacional, las particulares de algunos paises y las resultantes
de la mezcla de ambas. Pero lo más grave es que mientras algunos paises poseen un
nivel de cartografía geornorfológica muy alto, caso e.le los paises del Este, Francia,
Alemania, otros paises, corno España, no han conseguido elaborar mapas a escalas
adecuadas.
88
LOS SISTEMAS DE CARTOGRAFÍA GEOMORPOLÓGICA
Todos estos relieves aparecen en color y trama grisácea, siendo más oscuro el color
cuanto más alta sea la clase de relieve. Se ordenan ademas de mayor antigüedad a menor.
Se distinguen entre Mcgamorfocstructuras y Morfoestructuras y dentro de ellas entre la
morfogralfa, con un número, y la litología-estructura, con un nombre.
89
JOSÉ LUIS PEÑ/\ MONNÉ
Estos sistemas dieron lugar a trabajos conjuntos en Francia durante una década y desem-
bocaron en un metodología única preparada por el Prof. Tricart y una leyenda gráfica dise-
ñada por el equipo del Prof. Joly para las escalas 1:20.000 a 1:50.000 para el mapa geomor-
fológico de Francia. Las experiencias de F. Vergcr, Y. Dcwolf y otros autores en ternas
cspccfficos ayudó notablemente al proceso de configuración del sistema cartogrcifico fran-
cés. Su uso se extendió por muchos paises, teniendo gran inl1uencia en España, donde se ha
aplicado esta metodología puntualmente, con algunas variantes (HERRERO, 1988).
Es un sistema claro y fácilmente legible. Fué propuesto desde 1962 con muchas
variantes, ya que es un sistema abierto. Tricart creó una primera leyenda para mapas de
detalle en 1965 (TRICART, 1965) y posteriormente coordinó una leyenda general para
el mapa de Francia a escalas 1:20.000, 1:25.000 y 1:50.000 (TRICART, 1972), traduci-
da posteriormente al castellano (TRICART, 1976).
Parte de la necesidad de organizar una clasificación y jcrarquización de los datos a
representar a una determinada escala, apoyándose en una codificación. Este código sirve
para organizar y mecanizar los datos y presentarlos en la Leyenda del Mapa. Al mismo
tiempo la codificación permite prescindir del vocabulario usual.
La Leyenda general consta de 265 sirnbolos y pretende evitar el uso del vocabulario
habitual, que considera confuso, impreciso e insuficiente. Para reemplazar ese vocabula-
rio establece:
- una clasificación de los datos a representar según la escala.
- la anotación codificada para recoger la información.
- una leyenda que identifique los simbolos representados con los elementos de la
anotación codificada.
Los documentos establecidos trás la observación en el campo deben ir a rellenar una
ficha cuyos casilleros deben quedar completos. Cada información tiene su casilla, aun-
que no siempre se llenarán todas de datos, ya que puede haber casillas sin información,
en cuyo caso se colocará un O. Cada casilla elche llevar un número del O al 9 o bien una
letra. El modelo de ficha aparece en la Fig. 2, aunque el formato puede ser variable (véa-
se, por ejemplo, la ficha utilizada por HERRERO, 1988)
Una unidad geornorfológica está bien definida cuando conocemos:
- su localización espacial (coordenadas y altura) a partir de la cual se obtienen datos
morfométricos (pendiente, cxposición,rclación con unidades vecinas).
- su contexto estructural. Tipo de estructura regional en que se enmarca, litología,
tectónica. El detalle de representación dependerá de la escala.
- la edad de la forma inicial y sucesivas modificaciones.
- la naturaleza genética de las formas, examinadas bajo dos aspectos: los procesos
propios que han generado las formas y el cuadro morfogcnético 1mís amplio en el
que están incluidas, ya que un mismo proceso genera formas distintas según el sis
tema morfogcnético.
90
LOS SISTEMAS DE CARTOGRAFÍA GEOMORFOLÓGICA
Nº échc:itillon - - - - - -
RENVOIS
Date (6) Eludes laboratoire (7) Ficf.es campl. (8) Divers(9)
Carnet (4) Cbservateur (5)
/ / 1 2 3 4 5 6 7 8 9
Granul. Dispositions Noture pétr. Coul. Altér. Remaniem~ Ech.
Fig. 2. Formato Je ficha Je toma Je Jatos del sistema Je cm1ogralfa geomorfológica (TRICART, 1971 ).
LJI
JOSÉ LUIS PEÑA MONNÉ
92
LOS SISTEMAS DE CARTOGRAFÍA GEOMORFOLÓGICA
9'.l
JOSÉ LUIS PEÑA MONNÉ
94
GEOMORPHOLOGICAL MAP KEY TO ÜEO~IORf'llOLlJGICA L MAP
Geomor~ol'!K!c:al Unlt~
~ s!llmp
nood plaln ~
fluvial accumlllaUO/l ter~s ~.
·[~ anda!l~lalfans ~ nuvia!eroslontenace
1:100 ººº
~ d
o
;o
HYDRO-MORPHOLCXJ.ICAL MAP ;¡,.
Kí.Y TO llYDRO-\lOHP;!•.li.(X;!CAL MAP
,,
);'.'
~>log1calt:n11s
f1oodpla1n(lH¡;hperme:ll:>1hty) o
=~""' 1nundateddurlng íloods
tT1
al\uvtalpla.nandac"mnulatwn
·[~ 1erraces(h1ghpermeabilitv)
·~
e::;::
i::::=J Pros1on trrr.ic<"s (mediumperm<'abilityl e
dl•nudaunna! hdb (low pt•rmt·~b1l1lyl ~-
;e
i::::=J
dcnudl.!1onal hdlsffl<'rl1um pcrmrnhillt,) ~prlng /pc'rmanf.'nt)
i::::=J \ er-
irripuoncanal
',~', faulllonc(ccrtaln,c"nJPCIUr3 ll
C·
o
ñ;¡,.
Los mapas polacos comienzan a elaborarse en los años 50 y tienen una marcada
linea aplicada. La Academia de Ciencias de Cracovia y sohrc todo el Prof. Klimaszcwski
LOS SISTEMAS DE CARTOGRAFÍA GEOMORFOLÓGICA
La leyenda de los mapas rusos rué establecida por BASHENINA et al ( 1960) con
500 items para escalas 1: 25.000 a 1: 50.000. Se representan dos grupos de formas: las
familias y las formas simples. Las familias se representan con gamas de sombras o con
colores, cuya gama es tan amplia que son dificiles de identificar. Las formas simples se
representan con símbolos y colores indicando génesis y actividad. La complejidad que
genera los colores y símbolos es grande. En algunos casos faltan datos morfométricos, ya
que el mapa se concentra especialmente en la edad y la génesis, mientras que la descrip-
ción de las formas es escasa (ST.-ONGE, 1968) .
La primera leyenda de los mapas checos fué establecida por en 1963 para escalas 1:
25.000-1: 50.000. Las iniciativas posteriores de DEMEK ( 1972) y CZUDEK ( 1973) tam-
bién ha sido importante para la definición de un sistema propio. Son mapas basados en
una clasificación genética. El color indica origen (volcánico con color violeta, formas
kársticas en verde, formas acumulativas en gamas de azul). Se incluyen pendientes en
color. Para representar la edad se utilizan símbolos. Las formas individuales mediante
una amplia simbología. Apenas hay indicaciones morfométricas ni morfodinámicas.
Los mapas alemanes, tanto los creados en la antigua República Democrática, como
en la República Federal Alemana son bastante complejos debido ala alta densidad de
información que contiene. Los mapas de Alemania Oriental (KUGLER, 1965;
GELLERT, l 967a, b) presentan una ordenación genética básica (glaciar, pcriglaciar, cóli-
co, etc.) y la edad se indica con simbología de color relacionado con el de génesis. En la
República Federal lo más destacable es el Programa GMK a escalas 1:25.000 (GMK-25)
y 1: 100.000 (GMK-100), cuya metodología aparece expuesta en (STÁBLEIN, 1978;
FRÁNZLE et al, 1979; BARSCH y LIEDTKE, 1980 a, b; BARSCH et al, 1980, 1987;
MAÜSBACHER, 1983). Se dirige a la representación de tipos de relieve de Europa
97
JOSÉ LUIS PEÑA MONNÉ
7. Conclusiones
98
LOS SISTEMAS DE CARTOGRAFÍA GEOMORFOLÓGICA
equipo investigador de estos sistemas puede llevar a métodos mixtos o derivaciones más
apropiadas a las necesidades. Gran parte de la producción española de cartografía gco-
morfológica, siempre con carácter local o regional, es el fruto de la selección de aspec-
tos concretos de algunos sistemas para cada caso, sin que haya una verdadera leyenda
nacional para ninguna de las escalas.
Bibliogratía
ANNAHEIM, H. ( 1956): Zurfrage der geomorphologischen kartierung. Pela Ceog1: Mill., 103,
315-319.
BARSCH, D. FISCHER, K. y STÁBLEIN, G. (1987): Geomorphological mapping ofhigh moun-
tain relief, Federal Republic of Germany (with geomorphological map Künigssee, scale
1:25.000). Mou11llli11 Research aJl(f Develo¡nnrnt, 7(4), 361-374.
BARSCH, D., FRÁNZLE, O., LESER, H., LIEDTKE, H. y STÁBLEIN, G. (1980): Das GMK 25
Musterblatt t'ür das schwerpunktprogramm geomorphologische detailkartierung in Jer
Bundesrespublik Deutschland. /Jerliner Ceog1: Ahh., 30, 7-19.
BARSCH, D. y LIEDTKE, H. ( l 980a): Zum stand der geomorphologischen Jetailkarticrung in Jer
Bundesrespublik Deutschland. Tag1111gshericht 1111d Ahh. 42. Deutsch. Ceog1: Cii1ti11ge11, 1979,
252-271.
BARSCH, D. y LIEDTKE, H. ( l 980b): Principies, scientific valuc and applicability of the geo-
morphological map of the Federal Rcpublic of Germany ata scale of 1:25.000 (GMK 25) ami
1: 100.000 (GMK 100). Z . .fi1r Ceo1110171h. suppl. 36, 296-313.
BASHENINA, N.W. (1974): Legend of medium-scale maps as basis for geomorphological map-
ping. Swdia Ceographica, 41, 105-113. Brno.
BASHENINA, N.W., GELLERT, J.F., JOLY, F., KLIMASZEWSKI, M. y SCHOLZ, E. (1966):
The unified kn• to !he de1ailed geo11w1phological 111a¡1. l.G.U. Comm. on Appl. Geomorph.
Krakow.
BASHENINA, N.W., GELLERT, J.F., JOLY, F., KLIMASZEWSKI, M. y SCHOLZ, E. (1968):
Project of the unified key to the detailed geomorphological map of thc world. Folia
Ceographica, 11,7-40. Polska Acad. Nau. Krakow.
BASHENINA, N.W., PIOTROVSKI, M.V., RUBINA, E.A. y TALSKAYA, N.N. (1978): Legend
to the 1:200.000-1:1.000.000 scale geomorphological maps. In DEMEK, J. y EMBLETON, C.
(Eds.): Cuide lo medium-scale geo111orphological 111appi11g, Appendix 1, 31 p. IGU
Commission on geomorphological survey anJ mapping. Akademia.Praga.
BASHENINA, N.W., LEONTIEV, 0.K., SIMONOV, J.G., WYSKREBENCEVA, W.S. y
ZARUCKAJA, J.P. ( 1960): Legend r!f' !he geo1110171/wlogica/ map of' !he Soviel U11io11 a
1:50.000-1:25.000. Dpt. Geography Univ. or Moscow. (reeditado en 1962 con resumen en
francés).
BASHENINA, N.W. et al. ( 1971 ): Legend lo the /11tematio11al Ceonwrplwlogical Map of' /'.'uro¡1e
1:2.500.000. 30 p. lnstitute or Geography. Brno.
CZUDEK, T. (fal.) ( 1973): Typologické Cleneni Rcliéfn CSR (Typological Classilkation of thc
relict' of the Czech Socialist Republic) 1:500.000. Czeschoslovak Academy of Scicnccs.
lnstitutc of Gcography. Brno.
DEMEK, J. (Ed.) ( 1972): Manual r!f'delailed geo1110171hological 11ia¡1pi11g. Czechoslovak Academy
of Scienccs. Akadcmia.344 p. Praga.
DEMEK, J. y EMBLETON, C. (Eds.) ( 1978): Cuide to 111ediw11-scale geomorphological 111appil1g.
IGU Commission on geomorphological survcy and mapping. Akademia.348 p. Praga.
99
JOSÉ LUIS PEÑA MONNÉ
100
LOS SISTEMAS DE CARTOGRAFÍA GEOMORFOLÓGICA
(GMK 25) -cin nutzbarer informationstragcr auch für nicht-geomorphologcn. Materialien zur
Physiographie, 5, 15-28.
MENSUA, S., VAN ZUIDAM, R. y VAN ZUIDAM-CANCELAOO, l. (1981): Consideraciones
sobre el sistema de la cartografía geomorfológica del ITC, aplicado a un mapa geomorfológi-
co sedimentario, en el valle del Ebro. Geograf!lzicalia, 11-12, 43-54. Zaragoza.
JURASZ, K. y NIEWIAROWSKI, W. (1962): lnstruction to the detailed geomorphological maJI
of the Polish Lowland 1:50.000. Polish Acad. Sciences Geographical Institute. Torún.
PANIZZA, M. (197 l ): llustrazione di uno schema di legenda per carte geomorfologichc di detta-
glio. XXI Congreso Geograjico Italiano, 3- l O. Verbania.
PANIZZA, M. ( 1972): Schema di legenda per carte gcomorfologische di detaglio. Boll. Soc. Ceo/.
!t., 91(2), 207-237.
PASSARGE, S. (l 914): Morphologie des Mebtischblattes Stadtremda. Morphologischer Atlas,
Lieferung l. Mitteilunfi des geographischen Gesselschaji Hamburg, 28, l-22 l. Hamburg.
PASSARGE, S. ( 1920): Morphologie des Mebtischblattes Saafeld. Morphologischer Atlas,
Lieferung 2. Mitteilung des geographischen Gesselschafi Hambwx. 28, l-92. Hamburg.
PECSI, M. ( 1963): Legende der detaillierten geomorphologischen Karten Ungarna. Geogr. Inst.
Akad. Wiss. Budapest.
PECSI, M. ( 1976): Magyarország geomorfológiai térképe (The geomorphological map of Hungary
l: 500.000 legend). Foldrajzi Kozlemények, 24 ( l 00), l-2, 34-44.
PELLEGRINI, G.B. et al ( 1993): Proposta di legenga geomorfologica ad indirizio applicativo.
Geog1: Fis. Dinam. Quat., 16, 129-152.
SALOME, A. l. y VAN OORSSER, H.J. ( 1982): Examples of l: 50.000 scale geomorphological
maps of part of the Ardennes. Z. Geomorph., 26(4 ), 481-489. Berlin-Stuttgart.
SALOME, A.I. y VAN OORSSER, H.J. (1985): Sorne retlections on geomorphological mapping
systems. Gebrüder Borntraeger. Berlin-Stuttgart.
SALOME, A.I., VAN OORSSER, H.J. y RIEFF, P.L. ( 1982): A comparison of geomorphological
mapping systems. /TC Jowna/, 1982-3, 272-274 + 6 mapas.
SCHOLZ, E. ( 1974): Zur klassification geomorphologischer Karlen. Studia Geographica, 41, 15-30.
STABLEIN, G. (Ed.)(1978): Geomorphologischc detailaufnahmc. Beitrage zum GMK-
Schwerpunktprogram l. Berliner Geographische Ahhandungen, 30, 1-95. Berlin.
STARKEL, L. (Oir.) (1988): Przegladowa Mapa Geomorfologiczna Polsji l :500.000. Instytut
Gcografii. Academia de Ciencias. Varsovia.
ST.-ONGE, O.A. ( 1964): Gcomorphological map legends, lheir problcms and thcir valuc in opli-
mum land utilization. Geog1ph. Bul!etin, 22, 5-12.
ST.-ONGE, O.A. ( 1968): Geomorphologic Maps. In FAIRBRIDGE, R. W. (Ed.): Tlze Encvclopedia
of Geo11101¡Jhology, 388-403. Reinhold Book Corp. N. York.
TEN CATE, J.A.M. y MAARLEVELO, G.C. (1977): Geomorphologischc kaarl van Ncderland,
schaal l :50.000. Toclichling op de legenda. 91 p. Stiching voor bodemkarlering. Wageningen/
Rijks Geol. Oients, Haarlcm.
TRICART, J. ( 1965): Légende des caries géomorphologiques détaillées. Systcme C.G.A.-TRl-
CART. In TRICART, J.: Principes et mét/wdes de la Géomo17Jhologie, 24 p., Masson. Paris.
TRICART, J. ( 1971 ): Normes pour l'établissemcnt de la cartc géomorphologique détailléc de la
Francc (l/20.000, 1/25.000, 1/50.000). Ménwires et Docwnents, 12, 37- l 05. París.
TRICART, J. (1976): Leyenda para el mapa geomorfólágico de Francia ( 1:50.000). (trad. O.
Scrrat) Inst. Jaime Almera. 69 p. Barcelona.
VAN OORSSER, H.J. y SALOME, A.1. (1973): Oifferenl methods of detailcd gcomorphological
mapping. K.N.A.G. Geografisch Tijdschrifi, VII( 1), 71-74.
101
JOSÉ LUIS PEÑA MONNÉ
VAN DORSSER, H.J. y SALOME, A.I. (1983): Mapping in physical geography, three maps of a
formerly glaciated lowland. In TERWINDT, J.H.J. y VAN STEIJN, H. (Ed.): Develo¡m1e111.1· in
Physical Geo¡::raphy. geol. in Mijnhouw. Geol. in Mijnhouw, 62, 605-61 O.
VAN DORSSER, H.J. y SALOME, A.I. ( 1973): Different methods of detailed geomorphological
mapping (with coloured cxample). KNAG Geograjisch Tijdchriji, 7 ( 1), 71-74.
VAN DORSSER, H.J. y SALOME, A.I. (1974): Two methods of detailed geomorphological map-
ping (with coloured example). KNAG Geografisch Tijdchrift, 8 (5), 467-468.
VAN ZUIDAM, R.A. ( 1976): Geomorplwlogical develo¡nnent of tire Zaragoza regioll, SJiaill.
Processes and la1Zdforms related to climate changes in a large Mediterranean river hasin.
Tesis Univ. Utrecht. l.T.C. 212 p.
VAN ZUIDAM, R.A. ( 1980): Un levantamiento geomorfológico de la región de Zaragoza.
Geographicalia, 6, 103-134. Zaragoza.
VAN ZUIDAM, R. (1982): Considerations on systematie medium-scale geomorphologieal map-
ping. Z. Geomorph. N.F, 26(4), 473-480. Berlin-Stuttgart.
VAN ZUIDAM, R.A. et al ( 1985): A erial Photo-inte1preta/ÚJ11 ill Terrain Analysis mu! f!,eomor¡1-
hologic maJiJiing. Smits Publ. Thc Hague, 442 p.
VAN ZUIDAM, R.A. y VAN ZUIDAM-CANCELADO, l.F. (1979): Terrain analysis and classifi-
cation using acrial photographs. ITC Texthook r!f Photoillfet])f<!fation, Vll-6, 348 p.
VERSTAPPEN, H.Th. y VAN ZUIDAM, R.A. (1968): ITC Systcm of Geomorphological Survey
JTC. Texthook of Photointerpretation, Vll-2, 52 p.
VERSTAPPEN, H.Th. y VAN ZUIDAM, R.A. ( 1991 ): Tire ITC System of Geomorphologic Survey.
JTC Pub!. 1O. 89 p. Enschcdc.
VERSTAPPEN, H.Th. ( 1970): Jntroduction to the ITC system of geomorphological survey. KNAG
Geografisch Tijdschrift, 4( 19), 85-91.
102
LA CARTOGRAFÍA GEOMORFOLÓGICA EN ESPAÑA
l. Introducción
103
FRANCISCO PELLICER CORELLANO, JOSÉ LUIS PEÑA MONNÉ Y ASUNCIÓN JULIÁN ANDRÉS
104
LA CARTOGRAFÍA GEOMORFOLÓG!CA EN ESPAÑA
Ante el considerahlc volumen de datos y la necesidad de una consulta ágil se optó por
el soporte informático para almacenar, ordenar y presentar la información.
Las ventajas principales de un archivo informatizado son bien conocidas:
- el archivo puede ser permanentemente actualizado y revisado.
- la ordenación del fichero puede realizarse rápidamente y de muy diversas maneras:
orden numérico por código de la hoja, focha ... , orden alfabético por autores, materias
(entrada múltiple), área geográfica ... siempre en función de Jos intereses del usuario.
- la búsqueda de la información deseada puede efectuarse mediante cualquiera de
los campos de la ficha-tipo o mediante la combinación selectiva de varios campos.
- existe tamhién la posibilidad de dar a la información tratamiento estadístico y grMlco
con otros programas.
- pueden darse numerosas formas de salida e impresión rediseñando el formato de la
ficha, el tipo y tamaño de la letra, ... asi como elaborar informes resumidos o parciales.
- pueden editarse copias en soporte informático o en papel por impresora, laser o
imprenta sin necesidad de fotocomponer de nuevo.
Datos identiflcativos
Los datos básicos para la cita, localización espacial y consulta están contenidos en los
8 primeros campos:
[())
FRANCISCO PELLICER CORELLANO, JOSÉ LUIS PEÑA MONNÉ Y ASUNCIÓN JULIÁN ANDRÉS
1.-Número de hoja, según las claves estandarizadas del MTN en sus distintas escalas.
2.-Nombre de la hoja, en corresponc.lencia con el MTN. 3.-Escala e.le! mapa en la edición
o formato de la referencia; caso de que el documento original se encuentre disponible a
otra escala, ésta se indica en el campo 46. 4.-Provincia o provincias contenidas en el
mapa. 5.-Autor o autores. 6.-Año de edición o de presentación del mapa si éste perma-
nece inédito. 7.-Título del mapa, si se trata de un documento en sí mismo, o del trab<~jo
en el que se inserta (Tesis Doctoral, artículo, monografía ... ). 8.-Referencia bibliográfica
si es el caso o de la institución o empresa que lo posee. En el campo 45 se informa sobre
el carácter público o restringido de le información.
lnfármación ,l(eonzorfólógica
Tratamiento ,l(ráfico
Este apartado reúne 11 campos con información sobre las características grMicas del
mapa.
- Los elementos gráficos: 33.-Punto. 34.-Línea. 35.-Superficie.
- Las variables visuales: 36.-Tamaño. 37.-Textura. 38.-Valor. 39.-0rientación. 40.-
Forma. 41.-Color.
- Concluye este apartado con la expresión numérica de los elementos de la leyenda
y signos convencionales, y de los tonos empleados, en su caso, y resultantes e.le la
106
LA CARTOGRAFÍA GEOMORFOLÓGICA EN ESPAÑA
combinación <le las variahles color y valor. 42.-Número <le elementos gráficos de
la leyenda. 43.-Número de tonos.
107
FRANCISCO PELLICER CORELLANO, JOSÉ LUIS PEÑA MONNÉ Y ASUNCIÓN JULIÁN ANDRÉS
108
LA CARTOGRAFÍA GEOMORFOLÓGICA EN ESPAÑA
8o
o
o
•n
ca"'
~
11)
ca"'
e
'5b
·e
o
03
e
~
E 8
:.: °'
01
"' "'o
::r:
~,,,
~
- -.¿
00
"'o °'
e
'lt V>
11) ,z
"O r.r.J
ou e:..
·51J
·"" 'º
2....
o
E
o
11)
N
bJJ
"'o.
"'
E
03
"O
~
z
o
o
tí11)
Ul
01
bi)
LL:
109
::::; "'!1
;:;::
);.
z
n
¡;;:;
n
o
;:g
r
r
ñ
t'I1
;:;::
Q
;;:
t'I1
r
r
);.
z
9
o
[/)
t'I1-
r
e
"'-et'I1
z,
);.
3::
o
z
zt'I1-
t t
-<
);.
[/)
e
z
n
'-V (5,
z
~
e
r
__.....,~-
:;,
o z
);.
z
o;:;::
Fig.3. Fragmento del mapa geomorfológico de Tabuenca (Hoja 352) (en el original a escala t'I1-
[/J
1:50.000) (PELLICER, 1984).
LA CARTOGRAFÍA GEOMORFOLÓGICA EN ESPAÑA
111
FRANCISCO PELLICER CORELLANO, JOSÉ LUIS PEÑA MONNÉ Y ASUNCIÓN JULIÁN ANDRÉS
112
LA CARTOGRAFÍA GEOMORFOLÓGICA EN ESPAÑA
113
FRANCISCO PELLICER CORELLANO. JOSÉ LUIS PEÑA MONNÉ Y ASUNCIÓN JULIÁN ANDRÉS
4. Conclusiones
Al margen de la desigual cohertura del territorio, el problema más grave ante el que se
encuentra la cartografía geomorfológica española es la carencia de criterios homogéneos
para su realización, tanto en el aspecto conceptual como en el ámhito de la codificación
gráfica. En efecto, hasta con analizar las leyendas para advertir estas deficiencias:
- los conceptos geomorfológicos cartografiados difieren en función de las caracte-
rísticas del territorio y, sohre todo, de los ohjetivos del geomorfólogo. Normalmente
los mapas nos proporcionan datos recogidos con distintas finalidades y criterios, ade-
más de por diferentes investigadores; es posihle que fuentes distintas aporten datos no
coincidentes y aun contradictorios de un mismo espacio. Por otra parte la diversidad de
escalas, de grado de detalle y de ámhito espacial impiden muchas veces la visión sin-
crónica de grandes unidades gcomorfológicas, hecho que obliga a una importante tarea
de homogeneización por parte del usuario de los mapas en sus tareas docentes, inves-
tigadoras o aplicadas.
- la codificación gráfica se ha concehido en ocasiones como un proceso poco menos
que aleatorio; a veces se ignoran incluso los más elementales principios de la semiología
grMica y los convenios, inventándose numerosos signos innecesarios. Se advierte espe-
cialmente un desconocimiento de la sintaxis de las variahles visuales y su idoneidad para
expresar relaciones de asociación, orden o taxonomía.
- la carencia de recursos económicos suficientes ha impedido con frecuencia la
inclusión del color que daría cahida a mucha más información con menor peso gráfico.
Sin él, informaciones hásicas como la topografía dehen omitirse para evitar los indesea-
hlcs empastes.
- ha sido tamhién hahitual que sea el propio investigador, no necesariamente adies-
trado en la expresión gráfica, quien realice con pocos medios técnicos la cartografía. Los
resultados están a la vista.
Es rccomendahlc, en primer lugar, definir con exactitud los conceptos que se han de
cartografiar; diseñar la leyenda agrupando los conceptos por afinidad temática, estructu-
rando y jerarquizando siempre los signos y símholos. Los elementos del sistema geo-
morfológico, no pueden considerarse aisladamente, sino en su interacción; la cartografía
es un lengm~jc particularmente expresivo en este sentido cuando, de modo adecuado, se
codifican gníficamcntc los distintos elementos y factores que, articulados en subsistemas,
intervienen en la formación evolutiva del relieve y su dimímica.
1 lh
LA CARTOGRAFÍA GEOMORFOLÓGICA EN ESPAÑA
Bibliografía
117
FRANCISCO PELLICER CORELLANO, JOSÉ LUIS PEÑA MONNÉ Y ASUNCIÓN JULIÁN ANDRÉS
118
LA CARTOGRAFÍA GEOMORFOLÓGICA EN ESPAÑA
PEÑA, J. L., GUTIERREZ, M., IBAÑEZ, M. J., LOZANO M. V., RODRIGUEZ, J., SIMON, J.
L., SORIANO, A. y YETANO, M. ( 1984): Geomorjó/o¡;ía de la provincia de Teruel, Instituto
de Estudios Turolenses, 149 p. Teruel.
PEÑA, J. L., PELLICER, F., CHUECA, J., ECHEVERRIA, M. T., JULIAN, A. y LOZANO, M.
V. (1993): Mapa Geomorfoló¡;ico de Aragón. Escala 1:200.000., Diputación General de
Aragón, 123 p. Zaragoza. (Inédito).
RODRIGUEZ, J. (1986): Geomorfología de las Sierras Exteriores oscenses y su piedemonte.
Instituto de Estudios Altoaragoneses, 172 p. Huesca.
ROMERO DIAZ, A. ( 1989): Las cuencas de los ríos Castril y Guarda[ (cabecera del Guadalquivir).
Estudio geomorfóló¡;ico. Ayto. de Huéscar (Granada) y Universidad de Murcia, 285 p.
ROMERO, C. (1988): Mapa Geomorfológico de Lanzarote. Rev. Geogr. Can., 151-157.
SANCHO, C. ( 1991 ): Geomorfología de la Cuenca Baja del río Cinca. Instituto de Estudios
Altoaragoneses. Edición microfichas. Huesca.
SANZ DONAIRE, J.J. (1986): EL Corredor de Béjw: Pub\. Consejería de Política Territorial.
Comunidad de Madrid.
SANZ HERRAIZ, C. ( 1988): El relieve del Guadarrama Oriental. Madrid. Consejería de Política
Territorial. Comunidad de Madrid.
SORIANO, A. ( 1990): Geomor.fólogía del sector centromeridional de la Depresión del Ebro.
Institución Fernando el Católico, 269 p. Zaragoza.
VAN ZUIDAM, R. (1976): Geomorphological development r~f the Zaragoza Region (Spain). l. T.
C., 221 p. Enschede.
119
PROYECTO DE NORMAS Y LEYENDA PARA EL MAPA
GEOMORFOLÓGICO DE ESPAÑA A ESCALA 1:1.000.000 1
l. Introducción
Existe en la actualidad una fuerte demanda, tanto social corno institucional, de infor-
mación básica actualizada y adecuadamente expuesta en mapas acerca del territorio español.
Esta demanda-que pide una respuesta eficaz a corto plazo- no es propicia para el desa-
rrollo de proyectos cartográficos detallados y largos, sino que favorece la producción de
una cartografía temática realizable de forma relativamente r<ipida, correcta desde el pun-
to de vista del contenido y de la expresión gráfica, publicable en una sola hoja o en un
número de hojas cubriendo homogéneamente todo el ámbito del Estado y accesible, por
su coste, al editor y, por su precio, al usuario.
Numerosos colectivos científicos o profesionales ya han realizado y conseguido la edi-
ción de mapas de conjunto referentes a sus respectivos ternas de investigación, de modo
que hoy se dispone de un amplio repertorio de representaciones cartográficas en las que se
exponen, con el nivel de detalle y la generalización propias de imágenes cuya escala es
igual o inferior a 1:500.000, los conocimientos acerca de la geología, la tectónica, los carac-
teres sismoestructurales, las formaciones cuaternarias, la edafología, la hidrología, los usos
del suelo y diversos aspectos del clima de España. Dentro de este repertorio de mapas, la
práctica totalidad de los cuales tiene como base topográfica el Mapa de España a escala
1: 1.000.000 del Instituto Geográfico Nacional, se hecha en falta un documento cartográfi-
co equivalente que exprese los conocimientos actuales acerca del relieve español.
Un Mapa Geornorfológico de España, adaptándose a la escala y al formato de los mapas
temáticos citados y no superado el coste de diseño c impresión de los mismos, constituye
un objeto de interés para los organismos encargados de la producción cartográfica en
1 Esta propuesta de normas y leyenda para el Mapa Geomorfológico de España fué realizado por los autores cuando com-
ponían la Comisión de Cartografía Geomorfológica de la Sociedad Española de Geomorfología en el año 1990.
121
M. HERRERO MATÍAS, J. MUÑOZ JIMÉNEZ, F. PELLICER CORELLANO Y J. CALVET PORTA
nuestro país, alguno de los cuales podría promover su formación y asumir su edición si
se ofrecen unas Normas y una Leyenda adecuadas y existe un colectivo que garantice la
calidad y la coherencia de la información. La realización de este Mapa Geomorfológico
de conjunto se presenta, pues, como un objetivo prioritario al que la comunidad de geo-
morfólogos españoles debe y puede responder adecuadamente a corto plazo. La conse-
cución de este objetivo no tiene por qué subordinarse al desarrollo y aplicación de un sis-
tema español de cartografía gcomorfológica detallada (adecuada a la escala 1:50.000),
labor básica en la que se debe seguir avanzando, pero que exige más esfuerzos, medios
y tiempo y que -en el contexto actual- no encuentra suficiente acogida en los centros ofi-
ciales de producción cartográfica. Es muy probable, por el contrario, que el mejor cami-
no para conectar con estos centros y conseguir de ellos el apoyo material y técnico
imprescindible para hacer viable a medio plazo una cartografía gcornorfológica a gran
escala sea la correcta realización de este Mapa general o de síntesis a escala estatal, inte-
grable en sus planes inmediatos de producción tcmúlica.
Los geornorfólogos españoles se encuentran en condiciones de plantearse seriamente
este proyecto cartográfico, porque disponen hoy de una información con volumen y
amplitud suficientes para, adecuadamente coordinada, generalizada y completada, servir
de base a la formación de un mapa de ese tipo. Cuentan además con experiencia en el
diseño de formas de expresión gráfica espacializada adecuadas a su terna de investiga-
ción, están al corriente de los desarrollos de la cai1ografía gcomorfológica en otros pai-
ses y disponen de medios de teledetección y de bases topográficas de calidad tanto para
la elaboración de las minutas corno para la delineación cartográfica final. Pero lo más
importante es que entre ellos se pueden encontrar personas capacitadas para resolver con
garantía los problemas de definición geornorfológica que se pueden presentar, a una esca-
la tan genérica, en los diversos sectores del territorio español.
Sin embargo, para que estas favorables condiciones de partida se canalicen de modo ade-
cuado y puedan dar resultados prácticos es preciso acordar unas Normas relativas al género y
a la cantidad de datos a representar, así corno unos criterios de homogeneización de la infor-
mación y adaptación a la escala. Es preciso igualmente establecer una Leyenda de signos
acorde con el contenido y el tipo de mapa, dctcnninar su jerarquía semiótica y su modo de
combinación y definir los caracteres técnicos del proceso de delineación e impresión, Es nece-
sario, por fin, elaborar un plan de realización, definiendo el sistema de distribución d trabajo,
las etapas de desarrollo del proyecto y los órganos de dirección y coordinación del mismo.
Con objeto de avanzar en esta línea, la Comisión de Cartografía Geomorfológica de
la S.E.G. propone el siguiente Proyecto de Normas y Leyenda para el Mapa
Geomorfológico de España a escala 1: 1.000.000.
2. Objetivos y contenido
122
NORMAS Y LEYENDA PARA EL MAPA GEOMORFOLÓG!CO DE ESPAÑA A ESCALA l: 1.000 000
123
M. HERRERO MATÍAS, J. MUÑOZ JIMÉNEZ, F. PELLICER CORELLANO Y J. CALVET PORTA
4. Modo de representación
Formas de modelado:
Contexto litoral. azul
Contexto tluvio-litoral ... azul verdoso
Contexto fluvial .. verde
Contexto hídrico no concentrado ..... amarillo verdoso
Contexto cólico .. amarillo
124
NORMAS Y LEYENDA PARA EL MAPA GEOMORFOLÓG!CO DE ESPAÑA A ESCALA 1 1 000.000
1. La Leyenda que se propone para la realización del Mapa consta de 66 unidades grú-
ficas e incluye, junto con 48 signos expresivos de la naturaleza de las configuraciones
geomorfológicas (representadas en sus correspondientes gamas y colores), las 12 sobre-
cargas indicadoras de la base litológica y sedimentológica y los 8 fondos cromáticos con
doble intensidad usados para señalar la resistencia del roquedo o la edad relativa de las
formaciones sedimentarias superficiales.
2. Las unidades gráficas aparecen en la Leyenda siguiendo el orden de los
contextos expuesto en el punto 3 del apartado C de estas Normas y, dentro de
2 La Leyenda para mapas geomorfológicos a escala i · J .000.000 aparece en un cuadernillo independiente al final del libro.
125
M. HERRERO MATÍAS, J. MUÑOZ JIMÉNEZ, F. PELLICER CORELLANO Y J. CALVET PORTA
la sección correspondiente a cada uno de dichos contextos, figuran en primer lugar las
sobrecargas litológico-sedimentológicas, a continuación los fondos cromáticos indicadores
de resistencia o edad y finalmente los signos definidores de la naturaleza de las configura-
ciones geomorfológicas.
3. En el caso de configuraciones contrapuestas y mutuamente excluyentes propias de
un mismo contexto (por ejemplo, horst/fosa tectónica o mont/combe) sólo se atribuye
signo en la leyenda a una de ellas -normalmente a la "positiva" (horst, mont)-, constitu-
yendo la ausencia de éste la expresión de la presencia de la otra.
126
LEYENDAS PARA MAPAS GEOMORFOLÓGICOS
A ESCALAS 1:100.000/1:200.000 Y 1:25.000/1:50.000
l. Introducción
2. Principios de realización
127
J. L. PEÑA MONNÉ. F PELLICER CORELLANO, J. CHUECA CÍA Y A. JULIÁN ANDRÉS
Como punto de partida en el diseño de la leyenda se han considerado los medios téc-
nicos disponibles en las universidades y centros de investigación geomorfológica de
128
LEYENDAS PARA MAPAS GEOMORFOLÓGICOS
España. El equipo básico consta de un ordenador personal o cstacicín de trabajo, una uni-
dad de almacenamiento (disco cíptico, ... ), periféricos de entrada (tableta de digitalizacicín
y, en su caso, scanner) y de salida (plottcr o impresora color) y el software de diseño grá-
fico (la propuesta que realizamos ha sido elaborada en FrccHand, 5.5) incorporado
muchas veces a los S.I.G.
Desde el punto de vista estrictamente grüfico, se han considerado cuatro elementos
visuales básicos: el punto, la línea y la superficie (fondo y trama sobrcimpucsta o reser-
vada sobre el fondo). Los signos que denominarnos puntiforrncs son los más elementa-
les, son la célula de la imagen, las unidades mínimas que indican un punto de energía en
el campo visual; su significado es esencialmente scñalizador y marcador en el espacio.
No tienen escala. Las líneas, resultado de la animación de un punto, son elementos más
comunes y de enorme fuerza expresiva. Se entienden también como contornos de super-
ficies yuxtapuestas de diferentes valores de luminosidad, textura o color. Los signos line-
ales tienen significación escalar únicamente en sentido lineal, indistintamente de la
anchura o forma de su trazado. Cuando nos referirnos a superficies hablamos de partes
bidimensionales delimitadas en plano en el que se elabora una imagen. Tienen escala arc-
a!. Estos elementos básicos, punto, línea y superficie, se cargan de contenido en cuanto
ocupan una posición en el espacio y se modifican sus características de tamaño, textura,
valor de luminosidad, dirección, forma y color.
El color ha sido designado por el porcentaje de cubrimiento de las tintas de los colo-
res primarios cian, magenta, amarillo y negro en su composición. Cuando un color es
definido por tres dígitos (Ej. 046 de cuencas terciarias), el primero corresponde a unida-
des decimales de cian (0% ), el segundo al magenta (40%) y el tercero al amarillo (60% ).
Si aparecen cuatro dígitos, el cuarto es el porcentaje de negro. Cuando una tinta se
emplea al 100% se expresa con una X. En principio se ha pensado en una leyenda a
reproducir mediante cuatricromía para facilitar el trabajo a los menos versados en las
artes gráficas. No obstante, quien conozca el sistema de reproducción multiplancha podrá
rápidamente observar que para obtener mejores resultados hasta con tomar conjuntos de
signos puntiformcs, lineales y tramados (karst, glaciar, fluvial, litoral) y asignarles la
correspondiente tinta Pantonc.
Se ha procurado la simplificación máxima de los signos de modo que su realización
sea extremadamente fácil con los medios técnicos citados y su lectura sencilla, directa y
sin ambigüedades.
Se han tenido en cuenta los convenios (simbología litológica, color rojo del karst, vio-
leta del pcriglaciar, ... ), las connotaciones semióticas (litoral azul marino, cólico amari-
llo, ... ) y las interacciones de los símbolos gráficos (carácter saliente de los ternos de la
gama cálida empleada para los contextos morfocstructuralcs en contraste con la gama fría
asignada a la representación del modelado, grado de saturación de los elementos punti-
formes y lineales en relación con los fondos cromúticos de superficie, ... ) para obtener
mapas que transmitan su información de forma correcta y fluida. Se ha reducido al máxi-
mo el número de los símbolos grMicos y se ha simplificado su diseño, procurando ele-
mentos gráficos de estructura geométrica simple.
129
J. L. PEÑA MONNÉ. F. PELLICER CORELLANO, J. CHUECA CÍA Y A. JULIÁN ANDRÉS
130
LEYENDAS PARA MAPAS GEOMORFOLÓGICOS
O. BASE TOPOGRÁFICA
Altimetría y curvas de nivel, la toponimia hásica, vías de comunicación y núcleos de
pohlación en una tinta neutra Pantone.
1 La Leyenda para mapas gcomorfológicos a escalas I · 100.000 -1 :200.000 aparece en un cuadernillo independiente al
final del libro.
IJ 1
J. L. PEÑA MONNÉ, F PELLICER CORELLANO, J. CHUECA CÍA Y A. JULIÁN ANDRÉS
132
LEYENDAS PARA MAPAS GEOMORFOLÓGICOS
34. Crúteres (signo puntiforme ele forma específica en hlanco reservado sohre fondo
de color 480)
35. Pitones volcánicos -necks- (signo puntiforme de forma específica en hlanco
reservado sohre fondo de color 480)
36. Coladas ele lava (signo puntiforme de forma específica en hlaneo reservado sohre
fondo de color 480 orientado en la dirección general del flujo)
2 La Leyenda para mapas gcomorfológicos a escalas 1:25.000 - 1:50.000 aparece en un cuadernillo independiente al final
del libn).
114
LEYENDAS PARA MAPAS GEOMORFOLÓGICOS
O. BASE TOPOGRÁFICA
Altimetría y curvas de nivel, la toponimia hásica, vías de comunicación y núcleos de
pohlación en una tinta neutra Pantone.
57. Límites de poljes funcionales (línea de forma específica de color rojo dibujando
el contorno a escala)
58. Superficies de aplanamiento de los poljcs (trama de fonna y orientación específica
de color rojo)
59. Superficie 1 (trama de forma y orientación específica de color rojo)
60. Superficie 2 (trama de forma y orientación específica de color rojo)
61. Hums (línea de contorno y signo específico ocupando el espacio delimitado a
escala en color rojo)
62. Ponors (signo puntiforme de forma específica de color rojo)
63. Valles ciegos (signo lineal y puntiforme de forma específica de color rojo)
64. Cañones tluvio-kársticos (líneas subparalelas de forma específica de color rojo
dibujando el tramo fluvial a escala)
65. Cavidades kársticas (signo puntifonne de forma específica de color rojo)
66. Surgencias (signo puntiforme de forma específica de color rojo)
67. Travertinos (trama específica de color rojo)
MORFOLOGÍAS EN ROCAS DETRÍTICAS (signos en gris 777)
68. Paleocanales en areniscas (línea muy fina dibujando el contorno de las formas con
el grado de simplificación correspondiente a la escala, en gris)
69. Formas turriculadas en conglomerados (línea de diseño específico dibujando el
contorno de las formas con el grado de simplificación correspondiente a la escala,
en gris)
70. Divisorias redondeadas en conglomerados (doble línea dibujando las formas a
escala, en gris)
71. Areas de microformas de alteración en areniscas (trama específica de color gris)
72. Divisorias en rocas blandas (línea simple dibujando las formas a escala, en gris)
MODELADO DE ROCAS CRISTALINAS (signos en color magenta al 90% en
sobrecarga sobre el fondo de color 050)
73. Domos y dorsos de ballena (superficie de color magenta con la forma y dimen-
siones correspondientes al relieve a escala)
74. Bolos (signo puntiforme específico en magenta)
75. Formas turriculadas -tors- (signo puntiformc específico en magenta)
76. Areas de microformas de alteración (trama específica de color magenta)
77. Berrocales y pedrizas (trama específica de color magenta)
MODELADO EN ROCAS VOLCÁNICAS (signos lineales, puntiformcs y tramas
en negro o en reserva soble fondo de color 371)
78. Cniteres (línea de contorno de forma específica y color negro)
79. Conos volcánicos pleistocenos (líneas huecas de color negro orientadas conforme
a la pendiente)
80. Cernos volcánicos holocenos (líneas huecas más finas de color negro orientadas
conforme a la pendiente)
81. Coladas de lava pleistocenas (línea de contorno de forma específica y trama
específica, en color negro)
82. Coladas de lava holoccnas (línea de contorno de forma específica y trama
específica, encolor negro)
Ll7
J. L. PEÑA MONNÉ, F. PELLICER CORELLANO, J. CHUECA CÍA Y A. JULIÁN ANDRÉS
83. Dirección del flujo lávico (signo puntiformc de fonna específica orientado confor-
me al flujo en color negro)
84. Muros laterales de enfriamiento (líneas suhparalelas de forma específica de color
negro)
85. Acumulaciones piroclásticas (trama de forma específica en reserva de hlanco sohre
fondo de color correspondiente a unidades volcánicas)
86. Límites de calderas volcánicas (línea de contorno de forma específica y color
negro)
87. Cráteres explosivos (línea de contorno de forma específica y color negro)
88. Hornitos (signo puntiformc de diseño específico en negro)
89. Tubos volcánicos -jamcos- (signo puntiformc de diseño específico en negro)
90. Tubos volcánicos hundidos (líneas subparalclas de forma específica de color
negro)
91. Pitones volcánicos -nccks- (signo puntiformc de diseño específico en negro)
6. MODELADO GLACIAR
GLACIARISMO FUNCIONAL (fondo de color 100)
92. Glaciares (trama de forma específica y color 660 sobre fondo de color 100)
93. Heleros (fondo de color 100)
FORMAS DE EROSIÓN GLACIAR (signos puntifonnes y líneas de formas específicas
en color violeta 660 en sobrecarga sobre los fondos de color correspondientes a las
unidades rnorfocstructurales)
94. Cordales de divisoria entre circos (línea simple dibujando las formas a escala, en
violeta 660)
95. Horncr y picos principales (signo puntiforme de forma específica y color 660)
96. Circos (línea de forma específica dibujando las formas a escala, en violeta 660)
97. Collados en cordales (signo puntiforme de forma específica y color 660)
98. Collados de dil1ucncia (signo puntiforme de forma específica y color 660)
99. Límites laterales de valles en artesa (líneas su:iparalclas de forma específica
dibujando las formas a escala, en violeta 660)
1OO. Cuhctas de sohrccxcavación (línea de forma específica dibujando las formas a
escala, en violeta 660)
1O1. Umbrales rocosos (línea de forma específica dibujando las formas a escala, en
violeta 660)
102. Rocas aborregadas (signo puntiformc o trama de forma específica y color 660)
103. Hombreras (línea de forma específica dibujando las formas a escala, en violeta
660)
104. Superficies de pulido y abrasión (trama de forma específica y color 660)
105. Dirección de fluencia del hielo (signo puntiformc de diseño específico en color
660)
106. Lagos de montaña (superficie de color 600)
ACUMULACIONES GLACIARES Y DE AGUAS DE FUSIÓN (puntos, líneas y
tramas de color 660 en sobrecarga sobre el fondo de color específico 230)
138
LEYENDAS PARA MAPAS GEOMORFOL()G1cos
107. Ti lis (trama de diseño específico en sobrecarga sobre fondo de color 230)
108. Cordones morrénicos (línea de diseño específico en sobrecarga sobre fondo de
color 230)
109. Bloques erráticos (signo puntiformc de color violeta 660 en sobrecarga sobre los
fondos de color correspondientes a las unidades morfocstructurales)
110. Acumulaciones por aguas de fusión (trama de diseño específico en sobrecarga
sobre fondo de color 230)
111. Conos proglaciares (trazos rectilíneos de color 660 en sobrecarga al color de fondo
230, orientados conforme a la dirección de la pendiente)
112. Acumulaciones mixtas (trama de diseño específico en sobrecarga sobre fondo de
color 230)
113. Lagos colmatados y zonas turbosas (trama de diseño específico en sobrecarga
sobre fondo de color 230)
139
J. L. PEÑA MONNÉ, F PELLICER CORELLANO, J. CHUECA CÍA Y A. JULIÁN ANDRÉS
140
LEYENDAS PARA MAPAS GEOMORFOL<)GICOS
158. Forma de conos aluviales (diseño específico de línea en sohrccarga de color X49)
AREAS ENDORRÉICAS
159. Límites de cuencas cndOITCicas (línea de diseño específico delimitando el contorno
de la forma a escala en color 600)
160. Espacios con aguas permanentes (superficie de color 600)
161. Espacios con aguas temporales (línea de diseño específico delimitando el contorno
de la forma a escala en color 600)
162. Arcas endorreicas de alta salinidad (trama de diseño específico en color l 5X)
163. Arcas cndorrcicas colmatadas (línea de diseño específico delimitando el contorno
de la forma a escala en color 600 y superficie de color 0001 correspondiente al
relleno)
164. Tcm1zas lacustres (línea de diseño específico en color 600 delimitando el escarpe
de la tcrra1.a y superficie de color 0001 correspondiente a la formación superficial)
141
J. L. PEÑA MONNÉ, F. PELLICER CORELLANO, J. CHUECA CÍA Y A. JULIÁN ANDRÉS
11. MODELADO EÓLICO (signos puntiformes, lineales y tramas de color 777 y super-
ficies de color 006)
197. Pavimentos de cantos (trama de diseño específico en color 777 y pequeños
rellenos de color 006)
198. Arcas de intensa erosión eólica (trama de color 777)
199. Depresiones de origen cólico (línea de diseño específico en color 777 y pequeño
relleno de color 006 dibujando el contorno de las formas de relieve a escala)
200. Acumulaciones eólicas indiferenciadas (superficie de color 006)
201. Campos de nebkas (trama de diseño específico en color 777 y pequeños rellenos
de color 006)
202. Barhanas (trama de diseño específico en color 777 y pequeños rellenos de color
006)
203. Dunas parabólicas (trama de diseño específico en color 777 y pequeños rellenos
de color 006)
204. Dunas lineales (trama de diseño específico en color 777 y pequeños rellenos de
color 006)
205. Dunas rampantes (signo puntiforme de color 777 sobre fondo 006)
206. Viento dominante (signo puntiformc de color 777 )
207. Acumulaciones cólicas antiguas (fondo de color 006 y sobrecarga de trama de
forma específica de color 777))
208. Locss (fondo de color 006 y sobrecarga de trama de forma específica de color 777)
142
LEYENDAS PARA MAPAS GEOMORFOL(lGICOS
141
CARTOGRAFÍA GEOMORFOLÓGICA TEMÁTICA
Y APLICADA
Introducción
145
MARÍA TERESA ECHEVERRÍA ARNEDO
La realización del Mapa del karst en España, publicado en 1986 por el Instituto
Tecnológico Geo-Minero de España, está basada en la recopilación de síntesis geológicas
a escala 1:200.000 (IGME, 1970-73) de los afloramientos potencialmente karstificablcs
de nuestro país, ya fueran de naturaleza carbonatada, ycsífcra o detrítica; también se han
tomado en consideración las cavidades existentes en Canarias, aunque no se modelen
sobre un sustrato karsti ficable sen su stricto.
Esta primera fase de acercamiento a información relacionada con el modelado kárs-
tico se corrigió con el "Mapa Geológico de la Península Ibérica, Baleares y Canarias" a
escala l: 1.000.000 (ITGE, 1980), el "Mapa de vulnerabilidad a la contaminación de los
mantos acuíferos de la España peninsular, Baleares y Canarias" (IGME, 1972) y el
"Mapa Hidrogeológico". Posteriormente se realizaron aproximaciones más detalladas, a
partir de mapas hidrológicos, geomorfológicos y geológicos a escalas variadas
( l :50.000/1 :400.000), y de la información aportada por la Federación Española de
Espeleología ( 1982) y de otros catálogos regionales.
El Mapa del Karst en España es una cartografía a escala 1: 1.000.000, donde la infor-
mación se plasma er: una serie de manchas de color y tramas en relación con la intensidad
de la karstificación y con la base litológica simplificada, a la que se han superpuesto signos
puntuales geomorfológicos e hidrogeológicos.
El mapa del Cuaternario a escala 1: 1.000.000 del territorio peninsular e insular espa-
ñol fué publicado por el Instituto Tecnológico y Geo-Minero de España en 1989.
El Cuaternario en España -afirman los propios autores del mapa- es un sistema insu-
ficientemente conocido, y cuenta con graves problemas cronológicos; de ahí la necesidad
de una herramienta cartográfica que se ocupara de los diferentes tipos de depósitos y
formas de modelado.
Para la elaboración del mapa se han cubierto diversas etapas, tales como análisis foto-
geológicos, trabajos de campo minuciosos y recopilación de documentos cartográficos
existentes -tesis doctorales, tesinas y cartografías geológicas a escala 1:50.000 de la serie
MAGNA del ITGE-.
El mapa cuenta con una información básica topognffica (hipsometría y batimetría) e
hidrográfica (principales redes de drcmüe), sobre la que se ha superpuesto la información
146
CARTOGRAFÍA GEOMORFOLÓGICA TEMÁTICA Y APLICADA
OR16DI
"' "'"'
Pt.EISTOCCN(
OUArERNARY PlEtSrOCENf EARLY
PWSH1CENE
EAIUYMIOOLf
Pl.f/STOCENE
MIDDLE
PWSTOCENf
MIOOiE'1Arf
Pl.IISTOCENf ""'
PlllSTOCENf
LArFf'tEISTO·
UNflHOLOCf
llOLOCENf
GfNESIS
TILL
TfU
DEPOSrTGS Gl.ACHM.ACUSTRES
GLAC/OLACUSTRINE DE POSITS
DEPOSrTOS FLUVW.ES
RUVIAL DEPOSITS
OEPOSITOS LACUSTRES
LACUSTRINE OEPOSITS
DEf'OSITOS MARINOS
MARINE OEPOSITS
ROCAS YOLCANICAS
VOLc.ANIC ROCKS
Fig. 1. Detalle de la leyenda y del Mapa del Cuaternario de España. (ITGE, 1989).
147
MARÍA TERESA ECHEVERRÍA ARNEDO
temática relacionada con el Cuaternario, utilizando tanto el color como tramas y símbo-
los puntuales y lineales.
La información temática está referida a depósitos cuaternarios, con asignaciones
genéticas y cronológicas -exceptuando el margen continental-, recogidos en una leyenda
de doble entrada, distinguiendo mediante letras los diferentes tipos de depósitos aten-
diendo a un criterio genético (ti les, depóstios tluvio-glaciales, glacio-lacustres, tluvialcs,
lacustres, turberas, cólicos, coluvialcs, de piedemontc, tobas, marinos, y rocas volcáni-
cas), y mediante números su edad, desde el Pliocuatcrnario hasta los depositos más actua-
les (Fig. 1).
A esta leyenda, de depósitos continentales, hay que añadir la tabla de los de origen
marino también de doble entrada -tipo de depósito, material y edad-. Pero no se trata uni-
camentc de un mapa de fomaciones superficiales o depósitos cuaternarios; también se
recogen aquellas formas de relieve más representativas del Cuaternario ligadas al mode-
lado glacial, periglacial, kárstico, volcánico ...
Para completar el contenido del mapa se añaden algunos signos convencionales rela-
cionados con información arqueológica, edáfica, paleontológica ...
En los Mapas del Karst y del Cuaternario, la utilización de una escala pequeña
( 1: 1.000.000), que permite realizar estudios comparativos entre estas colecciones de car-
tografías, dificulta en cierto modo, el manejo de símbolos a escala, relacionados con la
fisonomía morfológica de detalle.
2. Mapas aplicados
148
CARTOGRAFÍA GEOMORFOLÓGICA TEMÁTICA Y APLICADA
~
~ Ellfucturtl m•101oic11yp11101oic11
....
1111
1 1 1 1 Gltcis Piio· Cu1tun11io1
0 Cr11l1t1t•<i1ro11 ~ V11!Hd1inci1uinlin11I
l./ 1 P1ltoun11u
I'- J
_.... V11\11 d1 fondo pl1no y en cvnl
• Sup1rl1ci111101i1111
~ Cuuvu
Fig. 2. Detalle del Mapa del Cuaternario de la Depresión del Ebro. (GUTIERREZ et al., 1982).
14l)
MARÍA TERESA ECHEYERRÍA ARNEDO
150
CARTOGRAFÍA GEOMORFOLÓGICA TEMÁTICA Y APLICADA
Cada vez son más frecuentes los "desastres naturales", a los que hay que sumar los
efectos de las actividades humanas sobre el espacio, provocando "desastres ambientales";
son numerosos los movimientos del terreno en los que las responsabilidades derivan de
la extensión de la urbanización, del abandono de las praderas y pastos en las montañas,
de la construcción de una carretera ... A pesar de las apariencias, en términos de coste eco-
nómico y de peligro para las vidas humanas, los movimientos de terreno preceden a los
temblores de tierra y erupciones (FLAGEOLLET, 1988).
151
MARÍA TERESA ECHEYERRÍA ARNEDO
La prevención e.le las catástrofes dehidas a movimientos e.le terreno, implica, en pri-
mer lugar conocer c.lónc.lc va a producirse el movimiento, averiguar el riesgo e.le que se
produzca. Para esto, es necesaria una cartografía cuyo contenido, escala y moc.lo e.le repre-
sentación varía según los ohjetivos y destinatarios; c.lcsdc mapas científicos o gcotécni-
cos para los especialistas a documentos informativos, para un púhlico más amplio, o
documentos reglamentarios para los organismos de la administración.
En la problemática ligada a riesgos existe un primer obstáculo de corte terminológi-
co que hay que resolver. Existen conceptos tales como riesgo, incstabilidac.l, peligrosidad,
vulnerabilidad ... que se confunden facilmente, utilizándose indiscriminadamente. Es
necesario aclarar el contenido de todos y cada uno de ellos para avanzar en el tema de la
cartografía aplicada.
Se entiende por peligrosidad ambiental, la probabilidad de que un cierto fenó-
meno, natural o inducido por el hombre, se produzca en un territorio en un determi-
nado intervalo de tiempo; peligrosidad geomorfológica, por lo tanto, es la probabili-
dad que tiene un cierto fenómeno de inestabilidad geomorfológica de producirse en
dicho intervalo e.le tiempo; vulnerabilidad territorial es un concepto que hace refe-
rencia a aspectos de infraestructura humana, en otras palabras conocer si el espacio
está preparado para comhatir el peligro; riesgo ambiental es la posihilidad de que las
consecuencias económicas y sociales de un fenómeno de peligrosidad superen un
determinado umbral.
Es obvio que la mayor parte de las cartografías llamadas "mapas de riesgos" son real-
mente mapas de peligrosidad, dadas las dificultades que entraña el conocimiento de la
vulnerabilidad en términos económicos.
152
CARTOGRAFÍA GEOMORFOL(JGICA TEMÁTICA Y APLICAD/\
153
MARÍA TERESA ECHEYERRÍA ARNEDO
t-
'6
A
~·
[Z32 i:::.::;]3
c.:J• ~5
c::J 6
t- + +
+ ... +
+ ...
~·5
c:::J
~8
~10
~··
-·
D
lml:J 2
EJs
154
CARTOGRAFÍA GEOMORFOLÓGICA TEMÁTICA Y APLICADA
l.......... ~
lt.llll(
'° 'lOOO
e a uta 1
._..,ST.lk( "°"
~ ,~ o
tlt05tON
o
1lnlal
LIAILl
'-"'ST.lk(
'º ~LOOO
(
_..
~
o
~
"'" 1~ ...,..
(A'QSIO"°
N w
t 1111111 ·~""
.~ ... "' ....
TO OEflATION
ro
~UWl.A.ATK>ft
~
Gl
¡ .. CZJ
Lll<alE ~-s .a.CCUMU\.ATl()to4
1,,.,u,111
UNST ... elE ~ EROSION
~ ~, w
.. d•br11
w
_.,
lhtu UNSTA&l,_f. "Olil fllOSION
¡: d•br•S
~
~
~
LLAIU TO OEllllS ACCUMULATION
l: "<*• ~
11111
UNST ... lL( <Oll EJIOSION
-
••bn• w
nrlaus
ll.0.6LE
"
11 ...... ~LOCO cz:;;¡'
UA8lf fC AVAL ... NCHE FA.LL
1
antbrapogealc UNST.t.llf 1{» "1.Jt.lAM ACTIOM A
Fig. 4. Mapa y Leyenda de estabilidad geomorfológica del área de Frignano, Apeninos modeneses
(PANIZZA, 1972).
l.'i.'i
MARÍA TERESA ECHEYERRÍA ARNEDO
• Movimientos activos
e Movimientos estabilizado•
* Desprendimientos de bloques
/ Buzamiento
Fig. 5. Fragmento del mapa de movimientos de terreno de la provincia de Granada. 1.- Pizarras;
2.- Micacitas; 3.- Cuarcitas y pizarras; 4.- Dolomías y calizas; 5.- Movimientos activos; 6.-
Movimientos estabilizados; 7.- Desprendimientos de bloques; 8.- Zona inestable sin movimientos
individualizados; 9.- Buzamiento. (MACAU, 1963).
!Vi
CARTOGRAFÍA GEOMORFOLÓGICA TEMÁTICA Y APLICADA
Fig. 6. Mapa de Riesgos de la Alta Ribagorza (Pirineos oscenses), (CHUECA, 1993). 1.- Arcas donde
no se han localizado fenómenos activos o potenciales que constituyan un riesgo. 2.- Arcas de bajo
nivel de riesgo de fenómenos locales y/o de pcqucfía magnitud. 3.- Arcas con riesgo ele procesos
gcli-solitluidalcs y movimientos por criorcptacicín y rcptacicín. 4.- Arcas con riesgo de deslizamientos
rotacionales, coladas-tlujos y movimientos en masa complejos. 5.- Arcas con riesgo de desprendi-
mientos gravitacionalcs menores. 6.- Arcas con riesgo de macrodcsprcndimicntos rocosos. 7.- Arcas
con riesgo de aludes/avalanchas.
157
MARÍA TERESA ECHEYERRÍA ARNEDO
LilolOljÍ ..
u AMENAZAS [e ]
N ( HAZllRDS)
- SU8MERSION RIESGO
o PROCESOS DE PEllGl!lSIDt'ID
- FLIUIS DE llo\TUllAl
A NATUllAL POTEICIALMENTE LADERA PDTE.::IAL
o CATASTRllfiCOS
- INUNl>ACIDN POR ( RISK)
DESBORDo\HIEKTO OBTEICIDN
p ASPECTOS DEL
DE RIOS DEL INDICE ~E
1 MEDIO FISICO - INUNl>ACION POR RIESGO
EICHllRCAMI EKTO NATURAL
L
EXISTENTE EN
o L4 UNlo.t.D j
T POR LA
o GeornoñolCXJÍ• CAPITAL RIESGO
valor en ptJOña:
Íy l
L •U U.l.D. [l] AMENAZA e
o 1-lnfrMSlructutll .,..,...
E 2-Gre-tnfl"lll!Structuno YUL•ERABI LI DAD
ASPECTOS DEL
3-Bienoo inmio:bleo
4- BitNI lnduotr11lu
r,, 1 " c1e pórdicll
L •U coperebleper
A MEDIO HUMANO 5-liar1co1• • 91...iert 1aA1111101Z11 e en 11
N 6-f'el'IOMO. Unldod j.
A
L (•) 11lDELO EXPERIMENTAL PARA LA ESTIMACION DE RIESCOS NATUllALES. ICJA 37161. ( ALGORTA ). C-lo 1 : 5.000.
1 V1loroci6n dt Rt0090 Pot.nciol en pis coost1nln/1Tlo. ( 1994).
s
1
s [rn.] IR = VeJ. vei = ><; ptsteño ~ lRr =
Re,.,rno en eñoo •J Tn e n
para 11 1men1Zt e
Fig. 7. Aproximación teórica para la valoración del riesgo potencial utilizando unidades integradas
de paisaje, con criterio geomorfológico (LUGARESARESTI y SAENZ, 1994).
158
CARTOGRAFÍA GEOMORFOLÓGICA TEMÁTICA Y APLICADA
01
m2
i::z¡ 3
Bl'
§l 5
º'
c;:J 7
Cl.
09
A 11&&1
2Ililllil
30
B
Fig. 8. Mapa Lle Clasificación TopogrMica en la Llanura Llel río Shonai (Isla de Honshu). (WAKA-
MATSU, 1980). Tras la elahoración Lle un mapa Lle unidades geomorfológicas hásicas: (A)
Cartografía Lle la distrihución Lle las üreas afectadas por distintos momentos de riesgo, (B)
Localización de los l'cmímenos de licucl'acción durante los terremotos de 1891, 1909 y 1944 -repre-
sentados por diferentes símbolos geométricos- dentro Lle las granúes uniLlades Lle terreno: 1.- Tierras
montañosas. 2.- Terrazas. 3.- Tierras bajas.
159
MARÍA TERESA ECHEYERRÍA ARNEDO
Fig. <J. Cartografía aplicada al riesgo de inundación en el valle de Progo (Java). VOLSKUIK y
VAN ZUIDAM ( 1982). Los números hacen referencia a diferentes formas de relieve. Las tramas
y letras están referidas a periodos de rccurrcncia de las inundaciones. a.- nunca se ha inundado;
h.- inundacitín/25 años; c.- inundacitín/5 años; d.- inundación frecuente.
J(i()
CARTOGRAFÍA GEOMORFOLÓGICA TEMÁTICA Y APLICADA
161
MARÍA TERESA ECHEVERRÍA ARNEDO
LEYENDA l'l:GITACIONNATLI"L
~
~ FORMACIONES.-.RBUSTlVAS
- . . - LIMITE DE LA LLANURA DE ll"UND.t.CI01"
·:·!···.··
1 • 1• 11111 FORM,t,ClONES ARllOREA5
~ C1.UCE(e11seneral,1uperfit1einundtd.i) AIEAS ANTROPIZADAS
~
~ OR.AVASENPROCESODECOLONIZACION .CULTIVOS
w=-=-·
·-- ...... _ __
.....
~-·
~·-·---··-·--u•••-
Fig. 1O. Cartografía Ji acrónica de la evolución Je usos de sucio y vegetación natural en relación
con la dinámica del Ebro (OLLERO, 1991 ).
162
CARTOGRAFÍA GEOMORFOLÓGICA TEMÁTICA Y APLICADA
El Instituto Experimental para el Estudio y la Defensa del Suelo. /SSDS (Florencia, Italia)
163
MARÍA TERESA ECHEVERRÍA ARNEDO
LA N D
.------L.-----,
~~~~~§t~~~~j FO~~~+~~:~~;NG !
.---------------
[~~~F~1~~~--J AGAlCULTUAE
.--------------
.. ----------...,
¡ PE;~;;AL
.. _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ #
: ANNUAL CROPS
Fig. 11. Clasificación sistemática y relaciones entre la medio ambiente y la actividad antnípica para
la evaluación de los usos del suelo (RODOLFI y SAULLE, 1987).
Para remediar esta situación de elevada pérdida de sucio se realizaron una serie de
mapas temáticos: geológico, gcomorfológico y de usos de sucio. Con toda esta informa-
ción se clahoró un mapa de niveles de riesgos y criterios para la conservación del suelo.
El resultado es la zonificación del valle de Diaterna, que es dividido en ocho unidades
homogéneas en función del nivel de vulnerabilidad. Para cada unidad se formula una
política concreta, hasada en la experiencia del pasado.
A un segundo tipo de aplicación gcomorfológica en relación con los usos del sucio se
puede acceder a partir de los trabajos del ORSTOM en Africa, destinados a la conserva-
ción del sucio y a la planificación territorial.
164
CARTOGRAFÍA GEOMORFOLÓGICA TEMÁTICA Y APLICADA
TAABNI ( 1987) asegura que la explotación racional del medio natural reposa sobre
sus capacidades productivas; el bloqueo de los procesos que destruyen el potencial pro-
ductivo representado por el capital pedológico y el agua constituyen las bases más impor-
tantes de esta gestión.
A este efecto, el conocimiento de la dinámica geomorfológica es primordial. Sin
embargo, un diagnóstico del estado del medio natural es incompleto si no es espacializa-
do y reposa sobre una cartografía sistemática. La mayor parte de los estudios de planea-
miento y ordenación del territorio llevados a cabo por el ORSTOM se inician a través de
una descripción de las condiciones naturales del medio: clima, cubierta vegetal, geolo-
gía, geomorfología, presencia humana ... y en un capítulo siguiente, dada la importancia
del tema, los datos hidrológicos y las tasas de erosión.
La aproximación cartográfica se basa en la delimitación de las "unidades homogéne-
as", que resultan de la combinación de los diferentes parámetros medioambientales, uti-
lizando la escala 1:50.000 para la representacion cartográfica, la cual permite abarcar
algunas cuencas-vertiente, consideradas corno unidades espaciales donde se combinan
los diferentes factores del medio, permitiendo o no el desarrollo de la erosión.
~10
o
Fig. 12. Cartografía de unidades homogéneas utilizada por TIHAY ( 1988) en el oued Imoula,
Argelia. Los números representan unidades homogéneas basadas en criterios geomorfológicos
( 10.- Dirección de !lujo en el cono de deyección).
16)
MARÍA TERESA ECHEYERRÍA ARNEDO
/\esta escala se pueden distinguir zonas de riesgos -zonas de salida de aportes cdáfi-
cos representadas por los conos de deyección activos, lechos mayores sometidos a las
inundaciones, ... - y el grado de actividad de algunos agentes morfogenéticos.
Una cartografía sintética de las "unidades homogéneas" que constituyen el conjunto
de la cuenca, así como la definición de la morfodinámica erosiva se convierte en una
labor tipológica (Fig. 12). Aplicando los criterios de definición de BERTRAND ( 1968)
y TRICART ( 1973-78) el espacio se divide en cierto número de unidades de paisaje basa-
das en de la intensidad de la actividad morfodinámica (erosión).
La leyenda de esta cartografía se refleja en la figura, donde aparecen los diferentes
parámetros utilizados, sustrato, utilización del sucio y cubierta vegetal, modelado y pen-
dientes, caracteres morfo-dinámicos, grado de equilibrio y sensibilidad y problemas de
planificación y conservación.
"La gran tradición cartográfica de las ciencias de lll Tierra facilita la creación de
técniclls y modelos de representación espacial que integran infármllcián signific({tiva
del medio. Por otra pllrt<', los rasgos geológicos de un territorio constituyen el soporte
ff.l"ico sobre el que se desarrollan tanto los sistemas nat11mles como las {[Ctividades
lz11111an{[S, y por tanto, introducen condicion({ntes de primer orden en elfimcionamiento
de los mis11ws. Por ello, los rasgos g<'ológico-geomorfálógicos de un territorio consti-
tuyen la base idónea /)({rll definir 1111id(uf<'s lzomogéneas de act1wción integrándose con
el r<'sto de losfáctores amhienwles a la lwm de ohordur un trabajo de planificacirín y
gestión de recursos"
Cendrcro, !Jiaz de Terán, Francés ( /<)<) f ).
En todos los ejemplos expuestos en epígrafes anteriores suhyace la idea del uso de
criterios geomorfolcígicos para la definición de unidades homogéneas de respuesta ante
166
CALATAYUD (409}
25-16
UNIDADES GEOMORFOLOGICAS
~
rn -AIU:il [J:ct..UIOAS l'OTOOIT[llll'""'f:TACIOM $'.
;¡,..
-l
LITOLOGIA
ñ);.
d - C-TOS , tlflll A\IAS -<
(l'OflllMACIOH[S 0[TfllllT!CAS l"OLIG(NICAS) );.
-o
r
ñ
);.
J -TIESO
;¡;:
IJ - LlltlOS
Fig. 13. Leyenda y fragmento de cartografía de base geomorfológica para la puesta en regadío de un sector de la margen
_,
°' derecha del Ebro (PELLICER, 1991).
MARÍA TERESA ECHEVERRÍA ARNEDO
CONJUNTOS
UNIDADES FISIOGRAFICAS
1~, ORDEN : 2o ORDEN
>----1 1
C~rdas
Cimas
Parameras Serranas
~ 1
J5 Vertientes
LBderss
"'
...¡ Rampas
1
Depresiones Vsfles m!aoores
Páramos
Oiv1sonas
e:
:Q Plataformas Estructurales
"'
l!' Relieves CB<Tos
~ lntennedios
Cuestas EstTuetu~la
.5
Deprssionas
- ondorroicos
..
lllrti<lntm
Valles
~
Fig. 14. Cartografía de las unidades fisiográricas de la Comunidad de Madrid (Atlas Geocientírico
de la Comunidad de Madrid, 1988).
168
CARTOGRAFÍA GEOMORFOLÓGICA TEMÁTICA Y APLICADA
diferentes hechos -inestabilidad, riesgo, uso del sucio ... -. En este sentido conviene desta-
car la utilización de la cartografía gcomorfológica como punto de partida para la delimi-
tación de unidades de paisaje.
En la Universidad española han surgido durante las últimas décadas numerosos tra-
bajos destinados a investigar la dinámica del paisaje apoyándose en criterios geomorfo-
lógicos para la definición de unidades espaciales, siguiendo metodologías sintéticas o
analíticas ya conocidas en otros ámbitos, tales como las Land Units del CSIRO (CHRIS-
TIAN, 1958; CHAPMAN, 1969 ... ).
El grupo de investigadores encabezados por el profesor Antonio CENDRERO en la
Universidad de Cantabria es uno de los equipos que más ha profundizado en esta línea,
trabajando bajo diferentes escalas y con un enfoque inequivocamentc aplicado. Dos
ejemplos representativos de este tipo de trabajos son " El mapa geológico-ambiental en
la evaluación de los recursos naturales y en la planificación del territorio. Su aplicación
a la zona de Santander y su bahía" o el "Estudio geomorfológico y edafológico de
Guipúzcoa", real izado bajo su asesoramiento científico por PORTERO et al. ( 1985). La
metodología desarrollada por el grupo cántabro ha servido de base para la realización de
estudios integrados en ámbitos geográficos variados, que van desde el "Atlas
Gcocientífico del Medio Natural de la Comunidad de Madrid" (AYALA et al., 1988), a
los "Mapas Geocientíficos del medio natural de las provincias de Almería, La Coruña o
Alicante", publicados por el IGME ( 1982, 1984, 1986).
El criterio gcomorfológico como criterio de definición espacial es utilizado en la deli-
mitación de unidades fisiográficas en el Atlas Geocientífico del Medio Natural de la
Comunidad de Madrid (Fig. 14).
En otra vía de investigación, los biólogos RECIO y TORRES de la Universidad de
Córdoba, también han utilizado criterios geomorfológicos para "ordenar" el espacio de
las Sierras Subbéticas cordobesas, y poder estudiar el comportamiento de "unidades gco-
morfoedáficas".
Geógrafos como IBARRA ( 1993) o CANCER ( 1995), ambos de la Universidad de
Zaragoza, han trabajado desde diferentes enfoques la dinámica paisajística, utilizando
información geomorfológica para una mejor comprensión del Campo de Gibraltar y del
Pirineo aragonés respectivamente.
169
MARÍA TERESA ECHEVERRÍA ARNEDO
170
CARTOGRAFÍA GEOMORFOLÓGICA TEMÁTICA Y APLICADA
~:_:j-~~~
-J
-------J-.,_,.... __ ... j
BISIMBRE
~C2JC2JD~BCJDDITJJ~
1 2 J 4 5 6 7 8 9 10 11
e;;] G;J ~ ~
12 13 14 15
o 0'5 ,,.,
Fig. 15. Mapa de situación y esquema geomorfológico de los cerros de Burrén y Burrcna
(PELLICER et al., 1985). 1.- Cumbres convexas. 2.- Escarpes de relieves estructurales en materiales
miocenos. 3.- Escarpes en materiales cuaternarios. 4.- Nivel de glacis IV de El Saso. 5.- Conos
1mís antiguos. 6.- Conos y derrames holocenos. 7.- Regularización Würmiensc. 8.- Regularización
del paso del Subborcal al Subathíntico. 9.- Regularización 1mís reciente. 10.- Terrazas holocenas
del río Huecha. 11.- Valles de fondo plano ("vales"). 12.- Incisión de torrentes. 13.- Cárcavas.
14.- Arcas cndorrcicas. 15.- Núcleo de población.
171
MARÍA TERESA ECHEYERRÍA ARNEDO
SPIT ~
LEGEHO
T.
! l COASTAL ACCRETlOtl/RETRUT
~ 'f' IOEM. MTER BUILDING or JETl'Y/CROIN
- 15th CINTURY 1
~ 3000·4000 ybp FOSSIL CLIFF
Fig. 16. Mapa geomorfológico de las áreas litorales del Golfo de Cádiz (SW de España) con
indicación de algunos de los procesos costeros y de modificación inducidos por la acción humana
(ZAZO et al., 1986).
Fuera del ámbito aragonés, existen en España otros trabajos basados en métodos geo-
arqueológicos, y un ejemplo es el realizado en el Golfo de Cádiz (Fig. 16), donde se
ponen en relación los procesos de evolución litoral con algunos asentamientos históricos
(ZAZO et al., 1986 ).
172
CARTOGRAFÍA GEOMORFOLÓGICA TEMÁTICA Y APLICADA
173
MARÍA TERESA ECHEYERRÍA ARNEDO
LEGENDA
Cl SIJl,\lTOMfDIOh'All
~J.TUCC(DICENTUILAlfOl\lf
• sm oulnÁ OH lltONZOl.-poltol
Fig. 17. Evolución ncotcctónica de un úrea de la llanura del Po a partir de cartografía gcomorfoló-
gica y de la localización de asentamientos históricos (PANIZZA et al., 1988). A) Situación
en torno al 3.000 BP. B) Situación entre la Edad del Hierro y Medievo. 1.- Arca estable.
2.- Levantamiento. 3.- Subsidencia. 4.- Subsidcncia diferencial. 5.- Area tectónicamcntc activa.
morfogenéticos son los que proporcionan la escala temporal mús detallada y de mús fúcil
correlación.
Los estudios de Neotectónica tratarán de reconocer las deformaciones en las superfi-
cies de erosión, terrazas, glacis, depósitos de ladera ... Esto supone un cambio en la esca-
la de los tiempos geológicos; entre un largo periodo de cuyos acontecimientos sólo que-
dan vestigios en el registro sedimentario, y otro periodo reciente del cual se conservan,
en mayor o menor grado, tanto las formas de acumulación como las de erosión. Sólo en
este último periodo se puede observar la relación entre tectónica (proceso interno) y el
modelado del relieve (proceso externo), en su doble vertiente; la tectónica condiciona y
explica los rasgos del relieve y por otro lado, el estudio de las formas nos proporciona
criterios para establecer la secuencia de etapas deformacionales.
174
CARTOGRAFÍA GEOMORFOLÓGICA TEMÁTICA Y APLICADA
.L
---- a
bl
+++- e'
[J2] d
17)
MARÍA TERESA ECHEYERRÍA ARNEDO
distancia de isohipsas de l 00 m, que elude otros detalles menores del relieve original
(SIMON, 1983).
El estudio de las deformaciones que afectan a glacis, terrazas y depósitos de ladera
representa un grado mayor de detalle en el análisis neotectónico, tanto desde el punto de
vista espacial, puesto que se trata de formas con menor desarrollo, como temporal, pues-
to que permiten acotar con mayor precisión la edad de las deformaciones.
Existen diferentes trabajos realizados en las fosas intramontañosas de la Cadena Ibérica,
borde oriental de la fosa Calamocha-Teruel y de la Fosa del Alfambra ... o en las fosas pre-
litorales de Castellón, donde las superficies plío-cuaternarias se hallan defonnadas. Alguno
de los escalones morfoestructurales que limitan los llanos costeros castellonenses se acti-
varon durante este tiempo, generando saltos en ocasiones próximos a los 200 m.
El interés que posee el estudio de las superficies de erosión, glacis, terrazas y ver-
tientes en relación con la secuencia de sucesos neotectónicos en áreas continentales es
enorme. Cada una de las formas anteriormente señaladas permite elaborar criterios dis-
tintos en cuanto a la dimensión espacio-temporal de las deformaciones. De un modo
general, los distintos modelados proporcionan datos que permiten analizar deformacio-
nes progresivamente más acotadas en el espacio y en el tiempo.
Para establecer el límite temporal superior de cualquier etapa de actividad tectónica es pre-
ciso que las deformaciones producidas por ellas sean fosilizadas por depósitos o afectadas por
modelados posteriores; de esta fonna podremos obtener, al menos, una edad relativa.
Bibliografía
ALBERTO, F. et al. ( 1984): El Cuaternario de la Depresión del Ehm en /a tr:!{ilÍn ara!{one.m. Univ.
Je Zaragoza-Est. Experimental Je Aula Dei, 217 p. y anexo cartográfico. Zaragoza.
BERTRAND, G. (1968): Es.mi sur la systématique du pay.m[;e, les montagne.1· cantahriques cen-
trales (Nord-Ouest de l'E.11wRne). These Doct. Etat, 194 p. Toulousc.
176
CARTOGRAFÍA GEOMORFOLÓGICA TEMÁTICA Y APLICADA
BURILLO, F., GUTIERREZ, M. y PEÑA, J.L. ( 1981):1'-'/ Caro del Castillo de Alfámbra (Teme/).
Estudio interdisciplinar de Geo111or/ólogía y Arqueología. S.A.T., 63 p. Tcrucl
CANCER, L. ( 1995): Ecogeograf'ía de los paisajes del Alto Gúl/ego. Consejo de Protección de la
Naturaleza de Aragón. Serie Investigación, 1, 314 p. Zaragoza.
CENDRERO, A. ( 1975): Ri 11wpa geológico-a111biental m la eva/11ació11 de los recursos na/llrnÍes
y ell la plan!ficación del territorio. Su aplicación a la zona de Santander y su bahía. U ni v. de
Santander. Secretariado de Publicaciones.
CENTENO, J.D., FRAILE, M.J., OTERO, M.A. y PIVIDAL, A.J. (1994): Geo11un:fólogía
Práctica. Ed. Rueda. 66 p. Madrid.
CHAPMAN, T.G. (Ed.) ( 1969): C.S.l.R.O. Symposillln on Land Evaluation. Presentation wul dis-
rnssion of Papers. CSIRO, 98 p. Canberra.
CHRISTIAN, C.S. ( 1958): Thc concept or Land Unit and Land Systcms. Procccdings of the 9th
Pacific Science Congress, 74-81.
CHUECA, J. ( 1993): Geo1110r/ólogía de la Alta Ribagorza arngonesa: análisis de la dinámica de
procesos en el ámbito s11prqj(1restal. Asociación Guayentc, 250 p. Benasquc.
COROMINAS, J. (Coord.) (1986): Memoria de la cartogrq/'ía de riscs geologics de les comarques
de mwztanya de Catalunya. Conselleria de Política Territorial i Obres Publiques. Generalitat de
Catalunya.
DEMEK, J. (Ed.) ( 1972): Manual o/' Detailed Geonwr¡Jhological Mapping. IGU Comm.
Gcomorph. Survey. Mapping Czcch. Acad. Sci. Academia Prague.
DUMAS, B. et al. ( 1984): Risques de mouvements de tcrrain dans une région sismiquc: la facadc
calabraise du détroit de Messinc aux abords de Villa San Giovanni (ltalic). Mediterranée, 51,
99-107.
FAO, UNESCO ( 1975): Carte mondiale des sois 1:5.000.000. Legcndc UNESCO, París.
FLAGEOLLET, J.C. ( 1988): Les nwuvements de terrain et leur prévention. Masson, Col.
Géographie.
GRUPO NAZIONALE DE GEOGRAFIA FISICA E GEOMORFOLOGIA (1993): Saggi di car-
tografia geomofologica ad indirizzo applicativo. Geogrq/ia Fisica e Dina11zica Quatenwria,
16, 129-152. Torino.
!BARRA, P. ( 1993): Nalltraleza y Hombre en el sur del Campo de Gihrnltar: llll análisis paisajís-
tico integrado. Pub!. Junta de Andalucía, Agencia de Medio Ambiente.
IGME ( 1988): Riesgos Geológicos. Madrid. 32 p.
LAMPRE, F. ( 1994): Estudio Geomo1:fiilógico de Ral/ihicrna (Macizo de la Maladeta, Pirineo
aragonés): Modelado glacial y Periglacial. Mem. de Licenciatura. Uni v. de Zaragoza, 166 p.
y anexo cartográfico. Inédito. Zaragoza.
LUGARESARESTI, J.l. y SAENZ. M. A. (1994): Propuesta de un método para la valoración de
riesgos naturales en <Íreas urbanas. Geomorfología en Espafia. Actas de la 111 Reunión de la
Sociedad Es¡wiiola de Geo11unji1/ogía, 427-439. Logrofio.
MACAU, F. (1963): Previsión de los movimientos del terreno. lnfiir111acio11es v Estudios. Boletín
16, Servicio Geológico, MOP, 83 p. Madrid.
OLLERO, A. ( 1991 ): Estudio ecogeográ.fico de los meandros del Ehro en el sector Rincón de Soto-
Novi/las. Minist. de Obras Públicas y Transportes, 334 p. Madrid.
OYA, M. ( 1980): Multifunctional Uses of Geomorphological Survey Maps in ldentifying Flood-
Strikcn Arcas and Land Typcs. Nationa/ Geographe1; XV, 2, 173-195.
PANIZZA, M. ( 1972): Schema di legenda pcr cartc geomofologiche di dettaglio. Boíl. Soc. Ceo/.
!tal., 91 p. Torino.
PANIZZA, M. ( 1978): Analysis and Mapping of Geomorphological Processes in Environmental
Managemcnt. Geo/ónt111, 9, 1-15. Londres.
177
MARÍA TERESA ECHEYERRÍA ARNEDO
AYALA, F.J. et al. (1986): HI Mapa del kw:1·1 de E1¡Jw/a. ITGE. Madrid.
AYALA, F.J. (Coord.) ( 1988): Alias Geocientífico del Medio Natural de la Comunidad de Madrid.
ITGE. Madrid.
178
CARTOGRAFÍA GEOMORFOLÓGICA TEMÁTICA Y APLICADA
DELA UNAY, J. ( 1983): Carie des zones ex¡wsées á des glisements, écmule111ents, effrmdrements
et qftaissements de terrain en France E 1: 1.000.000. BRGM. Orleans.
GUTIERREZ ELORZA, M .. IBAÑEZ MARCELLAN, M.J., PEÑA MONNE, J.L. y RODRl-
GUEZ VID AL, J. ( 1982): Mafia Geomorfológico de la TJefiresión del /<,'bro en la región am-
gonesa. U ni v. de Zaragoza-Es!. Experimental de Aula Dei. Zaragoza.
IGME (1970-73): Mafias Geológicos Escala 1:200.000. Madrid.
IGME ( 1980): Mafia Geológico de la Península Ibérica, Baleares y Canarias Escala I: 1.000.000
. Madrid.
IGME ( 1972): Mafia de vulnerabilidad a la contaminación de los mantos acuíferos de la Esfiaíla
fienin.rnlw; Baleares y Canarias. E 1: 1.000.000. Madrid.
ITGE ( 1989): El Mafia del Cuaternario de Esfiaíla. E 1: 1.000.000. Madrid.
PACHA UD, A. ( 1976): Atlas des si tes firésentant des risques liés au sol et au .1·ous-sol.
Dé¡wrtement de la Savoie E 1: 100.000. BRGM. Or!eans.
PACHAUD, A. (1979): Carie ZERMOS: Région de Bowg Sain Maurice E.-1:25.000 (Savoie).
BRGM, Orleans.
179
LOS MAPAS DE RIESGOS
l. Introducción
En general, los riesgos naturales se derivan de las posibles interacciones existentes entre
las actividades humanas y los sistemas geomorfológicos funcionales. Estas interacciones se
traducen en la necesidad de establecer una serie de limitaciones y/o recomendaciones de
usos del territorio que aparecen plasmadas en diferentes tipos de cartografía aplicada. De
este modo, es posible elaborar un conjunto de mapas que reflejan los parámetros caracte-
rísticos de las principales unidades territoriales, indicando una serie de cualidades signifi-
cativas y útiles en la planificación. En definitiva se trata de determinar la mayor o menor
capacidad del territorio para acoger diferentes actividades (DIAZ DE TERAN, 1989).
Por tanto, los diferentes métodos existentes de análisis y evaluación de la realidad del
medio natural tienen como objetivo la realización de mapas de distinto tipo, que consti-
tuyen la base imprescindible sobre la cual asignar y planificar los usos del territorio.
Estos mapas, denominados geocientíficos o geoambicntales, incluyen una parte descrip-
tiva de la realidad y una parte de evaluación o de interpretación de la misma, en térmi-
nos significativos para la ordenación territorial (CENDRERO, 1980; PEDRAZA, 1981 ).
Los mapas de riesgos según CENDRERO ( 1987) deben proporcionar información
para establecer normas preventivas, determinar medidas correctivas, establecer sistemas
de alerta y diseñar planes de protección civil.
Este tipo de cartografías que recogen una valoración de diferentes riesgos naturales
deben presentar una serie de características entre las que destacan las siguientes (CEN-
DRERO, 1980):
- Los mapas deben representar de forma objetiva los aspectos físicos y ambientales del
territorio.
- Deben incluir aquellos factores que son relevantes para el uso del territorio.
- Deben caracterizarse por su versatilidad de uso, ya que estos mapas pueden ser
utilizados para diversos fines a lo largo del tiempo.
- Los mapas deben ser comprensibles y útiles para quienes han de emplearlos, incluso
personas no especializadas.
181
CARLOS SANCHO MARCÉN
LITOLOGIA VEGETACION
LITOLOGIA VEGETACION
/
/
""' SUPERFICIE
TERRESTRE ""' UNIDAD
HOMOGENEA
/
PROCESOS " MORFOLOGIA
PROCESOS
/
" MORFOLOGIA
182
LOS MAPAS DE RIESGOS
- Mapa deslizamientos
- Mapa de inundabilidad
- Mapa de estados erosivos
Es precisamente esta última generación de mapas la que pueden ser utilizada para esta-
blecer unos criterios de limitaciones y orientaciones de uso útiles en planificación territorial,
teniendo en cuenta otro tipo de informaciones y consideraciones complementarias.
2. Mapa de deslizamientos
18'.l
CARLOS SANCHO MARCÉN
2. J. Mapa de pendientes
Para evitar el monótono trabajo de calcular el valor porcentual de pendiente entre cur-
vas de nivel contiguas se utiliza la tabla de la Fig. 2.
Fig 2. Relaciones entre la distancia (d) entre dos curvas de nivel continuas correspondientes a un
mapa escala l :50.000, distancia (D) real y pendiente (p).
184
LOS MAPAS DE RIESGOS
En las cartografías aplicadas es necesario conocer las pendientes del área cartogra-
fiada destacando una serie de intervalos, que hay que definir en función de las caracte-
rísticas del mapa y de los objetivos propuestos.
En nuestro caso (Fig. 3) el conjunto de pendientes diferentes en las dos áreas anali-
zadas han sido agrupadas en tres intervalos:
- El primero incluye aquellas zonas cuya pendiente no supera el 1O %, que en el
mapa topográfico serán aquellas áreas en las que las curvas de nivel están separadas
4 o más mm.
- El segundo corresponde las pendientes comprendidas entre el 1O y el 40 %, lo que
indica una separación entre curvas de nivel que varía entre 4 y 1 mm, respecti-
vamente.
- El tercero comprende las pendientes mayores del 40 %, que corresponde a las
zonas en las que las curvas de nivel se encuentran separadas 1 mm o menos.
185
CARLOS SANCHO MARCÉN
o 2km.
PENDIENTES
~ >40,.
~ 10-40""
o< 1º""
Fig. 3. Mapa de pendientes del sector de Vi liaba Baja (Hoja 567 del M.T.N. 1:50.000).
2 Km
~ Cali111 t1rci1ri11
b:dArcill11
~ C1li111 MHIZliCH
Fig. 4. Mapa litológico del sector de Villaba Baja (Hoja 567 del M.T.N. 1:50.000).
186
LOS MAPAS DE RIESGOS
MARGA
1
DEL KEUPER
1
------------ ------------
Ah erada Arcillosa Arenosa
YESO
1-
1 1 1
ROCAS CARBONATADAS
(golío arábigo)
ESQUISTO PALOMBIN!
(Creticico inferior)
Brrcha
Umolitica
Ld
FL YSCH
(Eoceno)
L1moliu
1 _L
fractur;ida L1molita 1
l\\101 ITA
(\hoccno)
---------
L1moli11 1hamrn1c
fourada
1
Ll.\.!OLITA - _ - - - (Transv.ul)
Al TE RADA 1
1
MARG A DURA 8 (P'ro,ins) 1
1
.\.IARGt KEUPER - - -¡.:.
limohu alterada
~ (Ki!rrl) 1
CONGLOMERADO
PLIOCL:ATERNARJO
1
• •
1 ROCA SI
1
ñCu < 40~,
---r--:=:-:--,,.,-,...,...--.-----,---- -- - - - - -
ARCILLª•
01 10 ICO
RES!STENCI.\ A CO.\fPRESION SL\IPl E a,. MN'm:
1 MN/m2 "' 10.2 kglcm~
Fig. 5. Clasiricación de algunos tipos de sucios y rocas según criterios mecánicos propuesta
por Mcigh (AYALA y ANDREU, 1987).
187
CARLOS SANCHO MARCÉN
Al relacionar los tres grupos de estabilidad litológica o resistencia mecánica con los
diferentes intervalos de pendiente aparecen un conjunto de nueve combinaciones posi-
hles que han sido a su vez agrupadas en cuatro grados de inestabilidad o susceptihilidad
a los movimientos de masas (Fig. 6).
PENDIENTE
< 10 % 10 - 40 % >40%
CALIZAS BAJO
c:x: Débil-moderadamente
-oz débil
-
NULO
MEDIO ALTO
c:x:
o
w
:¡¡: YESOS, ARCILLAS BAJO
MUY
c:x: Y MARGAS - ALTO
ALTO
o Bébil-Muy débil NULO
z
w
1-
!Q GRAVAS Y ARENAS
en BAJO
(cementadas o no)
w
a: Muy débil-débil-
- MEDIO ALTO
NULO
moderadamente débil
188
LOS MAPAS DE RIESGOS
3. Mapa de inundabilidad
18')
CARLOS SANCHO MARCÉN
o 2km.
'ª
D
MUY ALTO
ALTO
D MEDIO
D BAJO-NULO
Fig. 7. Mapa de riesgo de deslizamiento del sector dl' Vi liaba Baja (Hoja 567 del M.T.N. 1:50.000).
2km.
~ Plataformas calcáreas
~ Relieves degradados
b:d Terrazas-Glacis
[I] Cercavas
Fig. 8. Mapa de unidades homogéneas del sector de Vi liaba Baja (Hoja 567 del M.T.N. 1:50.000).
190
LOS MAPAS DE RIESGOS
3. 2. Datos de descwga
Por lo que se refiere a los datos de descarga nos interesan los caudales máximos ins-
tantáneos anuales registrados en un período de años determinado más o menos largo.
Normalmente se acude a los datos de aforos recopilados por las Confederaciones
Hidrogrúf'icas correspondientes en estaciones localizadas en el área de estudio. En nues-
tro caso hemos tomado los datos de aforo correspondientes al río Alfambra en la ciudad
de Teruel, que es el más próximo y del que dispone de información de los caudales máxi-
mos anuales de 26 años (tabla de la Fig. 9).
T = n+l/m
donde n es el número de años muestreados y m es el número de años en que se iguala o
supera la descarga crítica. El período de recurrencia es un concepto inverso a la prohahi-
lidad. De hecho la probabilidad (P) de que se produzca un suceso en un período de tiem-
po considerado (l) viene dada por la expresión:
P=t/T
191
CARLOS SANCHO MARCÉN
RIO ALFAMBRA
Año Caudal T p
50 138 27,0 3,7
55 70 13,5 7,4
1948 56 9,0 11'1
58 52 6,7 14,8
69 45 5,4 18,5
56 42 4,5 22,2
49 32 3,8 25,9
70 31 3,4 29,6
73 28 3,0 33,3
71 25 2,7 37,0
60 23 2,4 40,7
59 21 2,2 44,4
72 21 2, 1 48,1
63 19 1,9 51,8
66 18 1,8 55,5
57 16 1,7 59,2
61 16 1,6 62,9
67 16 1,5 66,6
1974 16 1,4 70,3
62 13 1,3 74, 1
64 13 1,3 77,7
65 13 1,2 81,5
51 11 1,2 85,2
52 8 1'1 88,8
68 8 1'1 92,6
53 4 1,0 96,3
Fig. 9. Caudales máximos instantáneos anuales (m3/s), intervalo de recurrencia (T, en años) y
probabilidad ( P, en%).
192
LOS MAPAS DE RIESGOS
+-----t-~ ~~--+------__,¡.-------!
e"'o
.. r---·······--·-~ ~ ~
+-----t-U
.. -· -~··--
.
-·-e----+--------·--
~---t--------;--------1
..
-·~ ··•••m--··---··~
w
1- -----~i- ····-~-- --···-- ----··---·--···-·--·-·----··-··········
z
)f.,.
o~•
CAUDAL m3/s o 50 100 150 200
Fig. 1O. Relaciones entre el caudal máximo anual y el intervalo de rccurrcncia para el río Al famhra.
Comparación con el río Turia, curso principal de la cuenca,
Obtenemos de esta manera una curva de regresión, que se aproxima a una recta cuan-
do la escala del intervalo de recurrcncia o de la probabilidad es logarítmica. Este tipo de
ajuste logarítmico es el más sencillo, si bien es posible optimizar los resultados con otro
tipo de funciones de ajuste probabilístico más complejas. De esta manera, es posible
conocer el valor de la descarga máxima instantánea para cualquier período de años que
deseemos analizar.
En el dibujo de la función correspondiente al río Alfambra parece existir una doble rup-
tura, que coincide con caudales de 30-40 m3/s, en primer lugar y con descargas de 60-70
m3/s en segundo. El primero de los valores coincide con el límite del cauce, de tal manera
que cuando se supera esta descarga se sobrepasa la capacidad del canal y comienzan a inun-
darse las áreas próximas (Fig. 10). La superficie afectada se va incrementando hasta llegar
al segundo valor en el que podemos considerar las avenidas como importantes.
A los dos caudales críticos del río Alfambra le corresponden periodos de recurrencia
de 4-5 años y 12-15 años respectivamente, de manera aproximada.
Conociendo las descargas críticas y el período de recurrencia, por un lado, y las unidades
geomorfológicas relacionadas con la red de dren<~je se pueden cartografiar las superricies
193
CARLOS SANCHO MARCÉN
o 2km.
RIESGO DE INUNDACION
Fig. 11. Mapa de riesgo de inundabilidad del sector de Villaba fütja (Hoja 567 del M.T.N. 1:50.000).
194
LOS MAPAS DE RIESGOS
Por tanto se han diferenciado seis unidades morfodinámicas según criterios geomor-
fológicos que van a responder de manera homogénea a los estímulos erosivos.
Para cada unidad es necesario valorar la influencia sobre los procesos erosivos de los
siguientes parámetros (Fig. 12):
- Pendiente. Esta información puede obtenerse a partir del mapa de pendientes (Fig. 3),
intentando caracterizar cualitativamente las situaciones más frecuentes.
- Vegetación y usos del sucio. Las características de cada unidad referida a este pará
metro se pueden deducir de los Mapas de cultivos y usos del suelo editados por el
Ministerio de Agricultura (Fig. 13).
- Clima. La frecuencia de precipitaciones con alta intensidad se obtiene en los atlas
o boletines de información de estaciones meteorológicas próximas. Estos valores
son similares en toda la extensión de las áreas estudiadas en nuestro caso.
- Grados de erosión. Mediante el estudio fotogcomorfológico del área es posible
deducir las unidades en las que existe una acción erosiva de la red de drenaje
importante, tanto referida a movimientos laterales de los canales importantes como
a zonas acarcavadas.
195
CARLOS SANCHO MARCÉN
Fig. 12. Claves para la clasificación de la susceptibilidad a la erosicín obtenidas de VAN ZUIDAM
y VAN ZUIDAM-CANCELADO ( 1979).
196
LOS MAPAS DE RIESGOS
2 Kin.
O Matorral
~ Cultivo• de secano
m Choperaa
LJ Cultlvoa de regadlo
O Improductivo
Fig. 13. Mapa de cultivos y usos del sucio del sector de Villaha !faja (Hoja 567 del M.T.N. 1:50.000).
- Sucio/roca. A partir del mapa litológico (Fig. 4) es posible conocer los materiales
que constituyen o sobre los que se elaboran las diversas unidades homogéneas. A
su vez cada litología se caracteriza por unas propiedades de crodihilidad específicas.
En otros ambientes morfoclimáticos diferentes, en los que existe un mayor grado
de desarrollo de horizontes cdáficos propiamente dicho, es conveniente recoger la
información ofrecida por las posibles cartograrías de sucios existentes.
- Conservación. Las posibles prácticas de conservación introducidas en las unidades
morfodinámicas con el fin de disminuir las tasas de erosión de sucios pueden
observarse en fotograrías aéreas siempre que se trate de vuelos recientes.
Los valores asignados para los parámetros de cada unidad (relativas a las zonas ejem-
plo de cartrografía) se indican en la tabla de la Fig. 14.
197
"'
:X
Fig. 14. Asignación de índices a los parámetros utilizados en la clasificación de la susceptibilidad a la erosión para las diferentes unidades homogéneas.
LOS MAPAS DE RIESGOS
O 2km.
- EXTREMADAMENTE ALTO
D MUYALTO
a DEBIL·MODERADO
Q DEBIL
CJ NULO·DEBIL
Fig. 15. Mapa de estados erosivos del sector de Villaha Baja (Hoja 567 del M.T.N. 1:50.000).
Bibliografía
ll)l)
CARLOS SANCHO MARCÉN
200
INTRODUCCIÓN A LA DIGITALIZACIÓN
Y UTILIZACIÓN DEL ORDENADOR
EN CARTOGRAFÍA GEOMORFOLÓGICA
201
MARÍA VICTORIA LOZANO TENA
Contamos con equipamiento informático del entorno Macinlosh. En concreto estas expe-
riencias se han realizado con un ordenador personal LCill 8-80, un APPLE SCAN de 300
puntos de resolución y una LASER WRITTER TI. Las aplicaciones manejadas han sido:
- ADOBE STREAMLINE (v.3.0) y ALDUS FREE HAND (v. 3.1 ). Amhas son
aplicaciones de diseño con prestaciones diferentes: la primera simplemente se ha
usado para convertir y "limpiar" los documentos TIFF procedentes del escaneado;
la segunda, mucho más complicada y exigente en cuanto a requerimientos de
memoria y tiempo se ha utilizado como herramienta de dihujo, para digitalizar o
para pulir presentaciones.
- Por otra parle se ha usado el mini SIG MAP 11 (v. 1.5.1.) hasado en el Map
Analysis Package. Es un programa de reducido tamaño (413 Kh) y que exige pocos
requisitos del sistema (memoria superior a 1Mb, un sistema 6 o superior y pantalla
incluso en hlanco y negro) pero que a pesar de todo tiene hastantc potencia de cúlculo:
- base de datos: 64.000 filas x 64.000 columnas (máx. rccom. 3.000)
- hasta 32.000 mapas en proyecto (max. rccom. 100)
- 27 operaciones con hasta 75 modificadores y 32.767 caracteres.
Aunque el ohjctivo final y las posibilidades de utilización de las experiencias presen-
tadas son distintas, se trata de procedimientos muy interrelacionados en tanto en cuanto
las técnicas del CAD permiten tratar la información gcogrMica de manera que puede ser
integrada en un SIG o el MDT puede ohtcncrsc a partir del SIG, y por supuesto de resti-
tuciones fotogramélricas.
202
DIGITALIZACIÓN Y UTILIZACIÓN DEL ORDENADOR EN CARTOGRAFÍA GEOMORFOLC)GICA
-~
i i
~ i
~
~
i' •
·j' í ~
~
~
i 1
z....,.. :~
~ ~ ' í
• ~ • 3 • .i•' .
1
¡ ~~ ~ i ~
i i 2'•
i
• •• 1 f
~ l
1
~ ; i ¡ ~
1 ' ~ ~ ~
í
l
i ~
a ~ • ~
.~
~
l~~rn1~0D8JDJ
203
MJ\RÍJ\ VICTORIA LOZANO TENA
!!D..... Estilos ~
~
llD~ Copas~
~ 1\1\l!
./ Fondo
11
un
Fig. 2. Pantalla mostrando una imagen procedente del escáner, colocada en una ilustración Free Hand.
204
DIGITALIZACIÓN Y UTILIZACIÓN DEL ORDENADOR EN CARTOGRAFÍA GEOMOIU'OLÓGICA
20)
MARÍA VICTORIA LOZANO TENA
Nuestra pretensión ha sido elaborar de modo automático utilizando las funciones del
SIG MAP 11, los mapas de riesgo de erosión y deslizamiento, correspondientes a un área
concreta, la de Villalba Baja, situada inmediatamente al norte de la ciudad de Teruel, y
realizados previamente de manera manual, a escala 1: 50.000 y aplicando los modelos
elegidos y presentados en el capítulo anterior. Al margen de este objetivo prioritario, con-
seguimos también, crear un MDT, con el MAP 11, aunque este ensayo lo presentaremos
al margen.
206
DIGITALIZACIÓN Y UTILIZACIÓN DEL ORDENADOR EN CARTOGRAFÍA GEOMORFOLÓGIC/\
*Fuentes de datos: los datos utilizados para la creación de los mapas de riesgo men-
cionados son los mapas básicos: el mapa litológico, el de unidades gcomorfológicas, el
mapa de pendientes y el de vegetación y usos del sucio. Además, consideramos intere-
sante incluir como prueba un mapa topográfico (un hipsométrico), otra capa con la red
fluvial y otra con las edificaciones, núcleos de población y vías de comunicación, extrai-
das del topográfico 1:50.000. Se trata, pues, de datos cartogrúficos, de cuya calidad ini-
cial dependen las posibilidades de manejo y la calidad f'inal del trabajo, por lo que hay
que poner especial cuidado en este aspecto.
* Requisitos previos:
. Escala: La introducción de datos con Free Hand permite conservar la escala de
aquella representación que se utiliza como fuente. La escala en datos raster se puede con-
siderar la relación existente entre el tamaño de la célula en formato digital y el tamaño
real de la superficie representada por la misma. Por eso antes de digitalizar hay que com-
probar que todos los mapas poseen una escala gráfica, que luego nos permita hacer los
cúlculos adecuados para deducir la r!'.rn!ución del pixel (se trata simplemente de dividir
un tramo de longitud real conocida por el número de celdillas que ocupa) .
. Georrefere11ciacir511: un problema importante que puede surgir después y que, por
eso, hay que resolver antes de introducir los datos, es el de la georrcfcrcnciación de los
mapas, para más tarde poder realizar superposiciones exactas de los mismos. Es necesa-
rio incluir en todos los mapas los mismos puntos de referencia (pueden coincidir con
cotas o vértices geodésicos fáciles de identificar), a los que luego se podrán asignar las
correspondientes idénticas coordenadas, e incluso, si es posible, ortorrcctificar la imagen,
transformándola a un sistema de referencia común para todos los datos (UTM o coorde-
nadas particulares del programa). Por supuesto es importante utilizar mapas con idéntica
proyección cartográt"ica e incluir además de la escala gráfica y de los puntos de referen-
cia, un Norte, para corregir posibles problemas de rotación. MAP II sólo utiliza coorde-
nadas particulares del programa, pero permite corregir irregularidades geométricas.
207
MARÍA VICTORIA LOZANO TENA
208
DIGITALIZACI(JN Y UTILIZACI(JN DEL ORDENADOR EN CARTOGRAPÍA GEOMORFOL(JGIC'A
A A A A A A •• :=={j~\~~f \..,
A,.: A: A:,. :,tr:::::::F
... ... ... ... ... ... ... ...:;:;:.O. ,
A ... A A A A ....
.... ~
A A A A A A A A A A A ... A A A A
A A ""' A
•.=,
....
A
A#
"'..t!-.::.-~""
... A A ""' A A A A A A ......... A A
... "ll
·-:-:-:}"
N
o 800
1
1 600 Metres
1 C)
Et5:9 ~ 4
D 2 §E] 5
D 3 D 6
Fig. 3. Mapa litohígico del área de Yillalha Baja. 1: Calizas mesozoicas. 2: arcillas ncógenas.
3: Yesos neógenos. 4: Calizas ncógenas . ."í: Gravas (terrazas). 6: Gravas (lecho holoceno).
20lJ
MARÍA VICTORIA LOZANO TENA
N
o 800 1 600 Metres
C)
-
D
o .
fa'::O':l
D
o
43
248
250
251
Relieves degradados
Cárcavas
Terraza inf., conos
Terrazas fluviales
Glacis
-
E2:a
IIBlJ
252
253
2000
Plataformas calcáreas
Superficie de erosión
210
DIGITALIZACIÓN Y UTILIZACIÓN DEL ORDENADOR EN CARTOGRAFÍA GEOMORFOLÓGICA
v.
\
N
o
1
800
1
1600 Metres
1 C)
D 1 (30153) <10%
-
D 2
3
(59409)
(15700)
10-40
>40%
211
MARÍA VICTORIA LOZANO TENA
........
-
_:::.._
......
:j.
:j.
J _ .....
':;;:,:::
.......
~"""·
.-"'.,./" .........
r..t· ..
..
............
....
·~
N
o
1
800
1
1600 Metres
C)
ij":~';) ~ 4
D 2
~ 3 mm
- 5
6
Fig. 6. Mapa de vegetaci<ín y usos del sucio de Villalha Baja. 1: Formaciones arh<Íreas. 2: Matorral.
3: Cultivos de secano. 4: Choperas. 5: Regadío. 6: Improductivo.
212
DIGITALIZACJ(JN Y UTILIZACIÓN DEL ORDENADOR EN CARTOGRAf'ÍA GEOMORFOL(JGICA
~
~C_o_m~pu_l•__
<m_•~P'---~"°'- ~ 1 of6.-N.X:\.as-vias:rtRV -0-
CJ
SARRION
(JJlIJCf][f][DIJCIJWffi[]JQCJ@fil) [EHecute) urso G.F.
Shtus:
0'.jg 100'.jg
-Riesgo de ('rosión:
1. Operución Recode o reclasificación aplicada a cada uno de los mapas hásicos: con-
siste en camhiar el valor de los atrihutos de cada pixel, o dicho de otro modo, consiste en
asignar los valores estipulados en el modelo a las distintas zonas del mapa según sus
características, en ponderar las diferentes zonas de los mapas. Ej.: "par,;r del mapa de
vegetación y usos del sucio, se asigna un valor 1 a las siguientes zonas del mapa húsico:
chopcras, regadío y formaciones arhórcas, un valor 4 a los cultivos de secano y un valor
16 al matorral y al improductivo (Fig. 8).
2. A continuación se utiliza la operación Co111¡mte, que es una función de superposi-
ción aritmética que opera comhinando los valores de los pixels en cada uno de los estra-
tos de información, en cada uno de los mapas y aplicando el operador matcmútico elegi-
do: en este caso será la suma de los valores asignados a cada pixel, en cada mapa, en
relación al riesgo de erosión: mapa de pendientes de las unidades morfológicas (7) +
mapa de densidad de vegetación/erosión (8) +mapa de los grados de erosión de las uni-
dades (9) + mapa del sucio-roca-unidades ( 1O) + un mapa ficticio, un pscudomapa en
211
MARÍA VICTORIA LOZANO TENA
N
o 800 1600 Metres
C)
m;; Regadío, choperas, formaciones arbóreas
E8HI 4 Cult. secano
[[l] 16 Matorral, improductivo
Fig. 8. Reclasificación del mapa de vegetación para al cálculo del riesgo de erosión.
214
DIGITALIZACIÓN Y UTILIZACIÓN DEL ORDENADOR EN CARTOGRAFÍA GEOMORFOLÓGICA
MAP ll, con un valor constante para tocios los pixels (4), que introduce el peso de la
variahlc climática y - mapa de formas de conservación ( 11 ).
3. El resultado de la ejecución de esta operación en cada pixel será el mapa de Riesgo
de erosión ( 12) que representa una serie continua ele valores, que luego hay que discrcti-
zar utilizando los intervalos previstos en el modelo y para ello de nuevo interviene la fun-
ción de Recode o reclasificación, asignando 1 (débil) a los valores comprendidos entre O
y 16, 2 (moderada) entre 17 y 32 ... y así sucesivamente.
4. Por último, mediante la operación Covet; que es similar a colocar un mapa trans-
parente sobre otro, se superpuso al mapa de riesgo de erosión la capa correspondiente a
los núcleos de población, cdi ficacioncs y vías de comunicación (Fig. 9).
- Rie.l'RO de deslizamiento:
Se conoce como salida o data output, e incluye todas las funciones para clahorar
representaciones de la información geogrüfica, en general a través de mapas, de una
manera útil y comprcnsihlc para el usuario del sistema. Los resultados grúricos que los
SIG ofrecen suelen ser deficientes, puesto que el ohjctivo principal del SIG no es la pro-
ducción cartográfica de calidad. No obstante, en la actualidad parece ser que ya van apa-
reciendo en el mercado aplicaciones muy mejoradas en este sentido
Las posibilidades del MAP 11 a la hora de representar grosores de línea, tramas, sím-
bolos cte. son bastante escasas y carece, por ejemplo, de capacidad para incluir texto
(topónimos, cotas ... ) dentro del mapa. No obstante, y de manera automática, la aplicación
determina el diseño del mapa, su tamaño y posición, coloca un título, una escala, gráfica
y numérica, y una leyenda, de formato opcional, pero que puede incluir tanto la rcprc-
2 l'í
MARÍA VICTORIA LOZANO TENA
N
o
1
800
1
1600 Me tres
1 C)
CJ
EEIJ 2 --- 19
28
--
j:::=:=::=:=:=:=::=I 3
4
5 - 35
1 00
Fig. 9. Mapa de riesgo de erosión de Villalba Baja. 1: Débil. 2: Moderado. 3: Alto. 4: Muy alto.
5: Extremadamente alto. 1<J: Núcleos de población. 28: Edificaciones aisladas. 35: Vías de
comunicación. 100: Red rJuvial y acequias.
21(,
DIGIT/\LIZACIÓN Y UTILIZ/\Cl(JN DEL ORDEN/\DOR EN CARTOGR/\FÍ/\ GEOMORFOL(Ki!Ci\
.
··.···--·-···
·.····------- ------ -----·
····--------- ---------
..
................ ··-··----
. ··.. --.. -
·-- ---- --- ....... ·: ··:··
.---.-_-_-_-_-_-_-.-_-_-:_-_._-_ .. -----
~·-
....._...·.·::..·:.
300 300
Fig. 1O. Reclasificación del mapa geológico de cara al cálculo del riesgo de deslizamiento, con las
guías de pixels sohreimpuestas.
217
MARÍA VICTORIA LOZANO TENA
N
o 800 1600 Metres
C)
---
D
2
Bajo-nulo
Medio --- 19
28
Núcleos de población
Edificaciones aisladas
3
4
Alto
Muy alto
- 35
2000
Vías de comunicación
Red fluvial y acequias
Fig. 11. Riesgo de deslizamiento con núcleos de pohlación y red lluvia! superpuestos.
218
DIGITALIZACIÓN Y UTILIZACIÓN LJEL ORDENADOR EN CARTOGRAFÍA GEOMORFOLÓGICA
sentación grúrica (color, trama) asignada a cada zona del mapa, como su valor, texto
explicativo, e incluso el recuento del número de pixels incluidos.
Por ello, una ve;, conseguidos los mapas finales, optamos por exportarlos de nuevo a
un programa CAD, al Free Hand en nuestro caso, con objeto, simplemente, de colocar
algunos topónimos -el nombre de los núcleos de población incluidos en el mapa y del río
principal-, que pudieran servir de referencias geogr<fficas y "llenar" de contenido el mapa
(Fig. 12 y Fig. 13).
21'!
MARÍA VICTORIA LOZANO TENA
D
E3. 2 --- 19
28
--
FBJ 3
4
5 - 35
100
Fig. 12. Mapa final de riesgo de erosión tratado con la aplicación Free Hand. 1: Déhil. 2: Moderado.
3: Alto. 4: Muy alto. 5: Extremadamente alto. 19: Núcleos de pohlación. 28: Edificaciones aisladas.
35: Vías de comunicación. 100: Red lluvial y acequias.
220
DlGITALIZi\Cl(JN Y UT!LIZACl(JN DEL ORDENADOR EN CARTOGRAFÍA GEOMORFOL<ÍGICA
D
D. 2
Bajo-nulo
Medio --- 19
28
Núcleos de población
Edificaciones aisladas
-
esess1 3
4
Alto
Muy alto
- 35
2000
Vías de comunicación
Red fluvial y acequias
Fig. 13. Mapa final de riesgo de deslizamiento tratado con la aplicación Free Hand.
221
MARÍA VICTORIA LOZANO TENA
2. Mapa de pendiente.1·
222
DIGITALIZACIÓN Y llTILIZAC!ÓN DEL ORDENADOR EN CARTOGRAFÍA GEOMORPOLÓG!CA
.:·:;- ·=:·
.·:·::.·:·::·.
N
o
1
800
1
1 600 Me tres
1 C)
-
D VOID
920 --- 1 020
1 040 --- 1 1 40
1 1 60
c:::J
LEB
EillTI
f}:/:d
940
960
980
1 000
--- 1 060
1 080
1 1 00
1 1 20
--- 1 1 80
1 200
1 220
1 240
223
MARÍA VICTORIA LOZANO TENA
224
DIGITALIZACIÓN Y UTILIZACIÓN DEL ORDENADOR EN CARTOGRAFÍA GEOMORFOLÓGICA
N
o
1
800
1
1600 Metres
1 C)
--- 2
h/:::O:d
¡::;:::;¡
6
7
-- 3
4
5
f:o:":<I
D
8
9
225
MARÍA VICTORIA LOZANO TENA
Filtro diag. 1O m.
N
o
1
800
1
1600 Metres
1 C)
D VOID
--
D 30
127
200
3. Mapa de orientaciones
Aplicando un filtro sobre el modelo digital del terreno se consigue una especie de
sombreado altimétrico que realza los gradientes y produce un efecto de falso relieve.
Los resultados más espectaculares se obtienen sobre un mapa hispométrico detallado, y
para ello reclasificamos el modelo digital del terreno agrupando clases de altitud cada 1O m.
Operación: recode mdt assigning 905 to 900 trough 909 ... (Fig. 17)
Luego se aplica un filtro diagonal al mapa resultante. Operación filter diff. diag. Es
una técnica que realza la di fcrencia diagonal de valores: si la diferencia es O asigna un
valor 127 si es negativa, 30 y si es positiva 200. Ajustando más tarde a una gama de gri-
ses se consigue el efecto deseado, cuya aplicaci<Ín es básicamente ilustrativa.
5. Perfiles y drenaje
Bibbliografía
227
View publication stats