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"La verdad sobre el caso Savolta"

La trama gira alrededor de los Savolta, una familia de industriales de Barcelona


que se enriquece extraordinariamente con la guerra que está asolando Europa.
La llegada a la ciudad de un tal Paul André Lepprince, un francés de origen
oscuro y modales exquisitos que se introduce enseguida en las altas esferas
económicas de la capital catalana, y que un año después de su llegada ocupa
un cargo directivo en la empresa más próspera, la de Savolta, despierta la
curiosidad de unos y la inquietud de otros.

Lepprince, junto con "el Hombre de la Mano de Hierro", otro empleado de


Savolta, llevan a cabo una política de coacción y amenazas contra todo aquel
que se enfrenta a los intereses de la empresa: "Usted, amigo mío, ha recogido
tan sólo rumores, versiones unilaterales, inocentes, pero desmesuradamente
abultadas y deformadas por el ángulo de quien participa, de quien tiene, por
decirlo así, sus propios intereses en juego. Dígame, don Pajarito, ¿se
conformaría usted con la versión que yo pudiera darle de los hechos? ¿Verdad
que no? Claro está, claro está", le pregunta sibilinamente Lepprince a Pajarito de
Soto, que escribe encendidos artículos en La voz de la Justicia. Y contrata a los
forzudos de un circo y a la gitana María Coral como matones a sueldo:
"Recientemente se han introducido en el sector obrero elementos perturbadores
del... buen orden de la empresa. Los tenemos localizados por medio de
confidentes leales, ya saben a lo que me refiero".

La labor de estos matones será disuadir a las personas que aparecen en una
lista que les entrega Lepprince. Al francés le ha llamado la atención la gitana:
"Como la tumba de un faraón jamás hollada. Dentro puede guardar la belleza sin
límites, el arcano latente, pero también la muerte, la ruina, la maldición de los
siglos". El primero en recibir una paliza disuasoria es el joven obrero Vicente
Puentegarcía García. Los esbirros del patrón le propinan puñetazos y puntapiés
y lo dejan en el suelo malherido. Siguen muchos más. La policía no encuentra a
los culpables, se han desvanecido en el aire. Como también desaparecen en la
nada los asesinos del periodista Pajarito de Soto. Al fin y al cabo se trata de
anarquistas.
En medio de la violencia, Lepprince toma a la gitana María Coral como amante:
"Era suave, frágil y sensual como un gato; y también caprichosa, egoísta y
desconcertante. No sé cómo lo hice, qué me impulsó a cometer aquella locura".
Luego el francés la echa. Un hombre de su posición no puede permitirse un
escándalo.

Llega la noche de fin de año de 1917 y Lepprince asiste a la fiesta que organiza
la familia Savolta. Los hombres fuman y conversan en la biblioteca mientras las
mujeres cotillean en el salón. María Rosa Savolta ha abandonado el colegio para
pasar las Navidades junto a sus padres. Allí la joven conoce a Lepprince y se
muestra muy interesada por él. A la medianoche el señor Savolta se dirige a sus
invitados. Apenas ha iniciado su discurso cuando suenan unos disparos. El
magnate cae al suelo, muerto. El entierro del empresario es digno de un
príncipe. Autoridades, socios, amigos, empleados, cocheros de levita y lacayos
de calzón corto.

Iniciadas las pesquisas, la policía llega a la conclusión de que Enrique Savolta y


Gallibós, propietario del 70% de las acciones de la empresa que lleva su
nombre, dedicada a la fabricación y venta de armas, explosivos y detonantes, ha
sido asesinado como represalia por la muerte de Domingo Pajarito de Soto, y
que los medios revolucionarios achacaron a la intervención de uno o varios
miembros de esta sociedad. Poco después Lepprince decide casarse con María
Rosa Savolta.

Un día del mes de abril del mismo año aparece el cadáver del "Hombre de la
Mano de Hierro" (Nicolás Claudedeu) en un vertedero municipal, con un tiro en
la cabeza. Tampoco se encuentra al culpable, aunque la policía endurezca la
represión. Tampoco sirve para detener a los terroristas que días después
atentan contra Lepprince en el teatro del Liceo. Sólo consiguen herirlo
levemente, pero Max, el guardaespaldas del francés logra matar a dos de los
atacantes. La boda de Lepprince con María Rosa Savolta, celebrada sin pompa
alguna por respeto a la muerte del padre y para evitar aglomeraciones
peligrosas que favorecieran un posible atentado, cierra la primera parte del libro.

El año 1919 es nefasto para la industria. Las fábricas cierran, aumenta el paro y
fluyen a la ciudad inmigrantes procedentes del campo. Abundan en las calles de
Barcelona personas hambrientas, niños flacos y malnutridos y prostitutas. El
nombre de Lenin aparece pintado en las paredes de las casas y las huelgas y
las manifestaciones de los obreros se suceden cada vez más virulentas. María
Rosa Savolta está esperando un hijo y la gitana María Coral trabaja en un
cabaret de ínfima categoría. Javier Miranda, el secretario de Lepprince, la
encuentra enferma en la habitación de la pensión de mala muerte en la que está
alojada y avisa a su patrón. Lepprince se hace cargo de la joven y la traslada a
un hotel donde la visita el médico y se inicia su recuperación.

Un día Miranda va a visitar a la joven gitana y le comunican en el hotel que


María Coral se ha marchado. Javier Miranda se lo transmite a Lepprince y éste
le propone que se case con la muchacha. Pero Javier apenas puede
mantenerse, no está en condiciones de crear una familia. Entonces Lepprince le
hace la siguiente proposición: varios grupos le han insinuado que podría
dedicarse a la política. Sería el próximo alcalde de Barcelona. Para ello ha
decidido crear una oficina, un secretariado dedicado exclusivamente a sus
actividades políticas. Ha pensado en él para dirigir dicho secretariado.

Miranda se casa con María Coral y poco después a Lepprince se le empiezan a


complicar las cosas en la empresa. Uno de los fundadores y pequeño accionista
de la casa Savolta le comunica: "Hace tiempo que vengo notando serias
anomalías en el negocio y fuera del negocio. Hice averiguaciones por mi
cuenta". Lepprince se enfurece y el otro lo amenaza: "Acabaré contigo,
Lepprince. Te juro que acabaré contigo. Me sobran pruebas". El pobre señor
Pere Parells muere poco después. Alguien ha lanzado una bomba desde la calle
y ha ido a parar al interior de la casa, matándolo. Se sospecha que Lepprince
está detrás del atentado, pero nada se puede probar; habrán sido los
anarquistas.

María Coral y su marido viven una vida tranquila hasta que ella le confiesa la
verdad: sigue siendo la amante de Lepprince. Cuando él sale de casa para ir al
trabajo se presenta el francés y pasa allí todo el día. Se va antes de que él
vuelva. Toda Barcelona lo sabe. Desesperado, Miranda sale de su casa y se va
a correr una juerga. Cuando vuelve se encuentra a María Coral sin sentido en la
cama, con su camisón de novia y la espita de gas abierta. La lleva al hospital
urgentemente y sobrevive. Asimilada la nueva situación, Miranda tiene que sufrir
la humillación de vivir con una mujer que es la amante de otro.

Cierto día María Coral desaparece con el guardaespaldas de Lepprince. Su


marido corre detrás de ella y localiza a los fugados en un pueblo de los Pirineos.
Max ha resultado muerto en un enfrentamiento con la guardia civil y María Coral
ha desaparecido lanzándose al vacío. Nada se sabe de ella. Miranda tiene la
esperanza de que sobreviva a pesar de que la joven está esperando un hijo del
francés y su estado es delicado.

De vuelta en Barcelona, Javier Miranda se entera de que Lepprince, arruinado,


ha muerto en el incendio de su fábrica. María Rosa Savolta ha dado a luz a una
niña y su salud está muy quebrantada. Cuando el secretario va a visitarla a su
casa, se entera de que todos los criados la han abandonado y han saqueado la
casa, llevándose todo lo valioso que han encontrado. Sólo se ha quedado al lado
de María Rosa su vieja criada.

Mientras hace compañía a la viuda, Miranda escucha unos pasos en el piso


superior. Creyendo que se trata de ladrones, sube y se encuentra a la policía. El
comisario que dirige la investigación sobre la muerte de Lepprince y sus
actividades delictivas le cuenta la verdad sobre su jefe. Nadie conoce su origen.
Pero sí sus oscuros negocios. Cuando empezó a trabajar en la empresa de
Savolta robaba armas y las vendía en Alemania junto con Max; de ahí su
riqueza. En cuanto se hubo introducido en la familia de su patrón y hubo pedido
la mano de María Rosa, uno de sus esbirros asesinó al señor Savolta. Lepprince
había estado detrás de todos los asesinatos. Luego le entrega una carta de
Pajarito de Soto en la que este le dice que Lepprince lo había asesinado y que
cuidase de su mujer Teresa.

Un día, cuando Miranda está en casa, aparece María Coral. Ha sobrevivido,


pero ha perdido el hijo que esperaba. También le espera una carta de Lepprince.
Una carta y un documento: una póliza de seguros cuyo beneficiario es él: el
dinero deberá enviarlo a María Rosa Savolta y al hijo que esperaba. Pero habrán
de pasar años hasta que pueda cobrarla, para eludir a los acreedores. Miranda y
María Coral emigran a los Estados Unidos.
Allí pasan unos años de penurias hasta que él consigue la nacionalidad
norteamericana y empieza a trabajar en la Bolsa. Ha llegado el momento de
cobrar la póliza y enviar el dinero a la viuda de Lepprince. El caso es muy
extraño y ha de entablar un pleito con la compañía de seguros. Tras el juicio,
que gana Miranda, envía el dinero a María Rosa. El juicio ha despertado en él
los recuerdos de aquellos años intensos vividos en Barcelona a la sombra de
Lepprince. Ahora Miranda vive una vida tranquila y feliz junto a la gitana María
Coral. Poco después de enviar el dinero de la póliza, Miranda recibe una carta
de María Rosa Savolta: "Ya sabe que nos tiene a su entera disposición y que
nuestra gratitud por su desinteresada ayuda no conoce límites. Crea que con
ella ha contribuido a despejar un poco el negro panorama de nuestras vidas y a
rehabilitar la memoria de aquel gran hombre que fue Paul-André Lepprince".

Primera parte. Capítulo 1. Este capítulo es el más complejo. En narrador


presenta, por decirlo de alguna manera, a los principales personajes en sus
distintos escenarios. Las variadas secuencias se van intercalando y
superponiendo en un perfecto montaje como si todos los hechos estuvieran
situados en un mismo plano temporal. Las referidas al desarrollo del
interrogatorio de Miranda son como el hilo conductor del relato, que en resumen
cuenta lo siguiente: a raíz de un artículo de Domingo Pajarito de Soto en La voz
de la justicia, Lepprince, directivo de la empresa Savolta, decide entrar en
contacto con él. Estos contactos tienen lugar en el despacho del abogado de
Cortabanyes, también relacionado con la empresa Savolta, donde trabaja Javier
Miranda, quien a partir de ese momento colaborará con Lepprince.

Ante la amenaza de huelga, éste decide contratar a dos matones, dos forzudos
que acompañarán en un número de cabaret a María Coral, gitana de gran
protagonismo en la novela, para que den un escarmiento a los dirigentes de la
huelga. Ellos actúan y la huelga fracasa. Miranda, entre tanto, se reparte entre la
colaboración con Lepprince y la amistad con Pajarito de Soto y su mujer Teresa.
Como contrapunto a esta historia aparece una fiesta de fin de año en casa de
Savolta y la declaración jurada escrita por comisario Vázquez en que da la
primera versión de los hechos del "Caso Savolta".
Capítulo 2. Muy breve, se compone de dos secuencias, una referida al segundo
interrogatorio del juez a Miranda, y otra, donde el protagonista recuerda en un
salto atrás su trabajo en el despacho, sus contactos con Pajarito, su relación
íntima con Teresa, el encargo de Lepprince a Pajarito de realizar una
investigación sobre la empresa Savolta, una impresionante descripción de los
barrios periféricos de Barcelona, la encerrona de Lepprince a Pajarito y la
muerte de éste en extrañas circunstancias.

Capítulo 3. Mantiene la complejidad del primero a través del hilo conductor del
interrogatorio del juez a Miranda. Prosigue relatando la amistad de Miranda con
Lepprince después de la muerte de Pajarito de Soto, cada vez más estrecha,
hasta el punto de ser invitado a su casa; asimismo se continúa la declaración del
comisario Vázquez y, en un salto atrás, las conversaciones de Miranda con
Pajarito de Soto, el cual le pone en contacto con una célula anarquista. No
obstante, el relato se centra de forma especial en la fiesta de Savolta, que llega
a su clímax al final del capítulo, cuando el empresario es asesinado a tiros
delante de sus invitados.

Capítulo 4. Presenta una mayor ordenación lógica. Con la excepción de dos


secuencias de Miranda ante el juez, otra que continúa la declaración del
comisario Vázquez, otra en que Cortabanyes cuenta la historia de la empresa
Savolta y otra que recoge unas cartas de Claudedeu (directivo de Savolta); el
resto de las secuencias forman un contrapunto alternativo preciso: por un lado,
Miranda narra el entierro de Savolta, el ascenso de Lepprince a la cúpula de la
empresa y su proyecto de matrimonio con María Rosa Savolta, la aparición de
un nuevo personaje, Max, guardaespaldas de Lepprince, el asesinato de
Claudedeu y el atentado contra Lepprince por parte de Lucas el Ciego; por otro,
un narrador aparentemente omnisiciente en tercera persona hace entrar en
escena a un nuevo personaje, Nemesio Cabra Gómez, confidente de la policía,
que a partir de ahora tendrá un papel relevante en la novela.

Capítulo 5. Junto a secuencias que conectan con capítulos anteriores


(declaración de Miranda ante el juez), este capítulo presenta un progresivo
afianzamiento de Miranda en la narración: Vázquez sigue los pasos de Miranda
y de Lepprince, pero el comisario es desterrado a Tetuán; Lepprince se casa con
María Rosa Savolta y Miranda entra en una situación personal lamentable que le
obliga a viajar a su tierra, Valladolid. Prosigue la grotesca historia de Nemesio
Cabra y algunas secuencias transcriben la correspondencia entre el comisario
Vázquez y el sargento Totorno, que le mantiene informado de las novedades del
caso.

B) Segunda parte. La novela cambia a partir de ahora su estructura, evitando la


complejidad de forma evidente. Sin embargo, pueden separarse dos bloques,
uno del capítulo 1 a 5 y otro del 6 al 10.

Capítulos 1 a 5. Presenta el contrapunto de tres relatos que van alternándose


casi simultáneamente en las secuencias. El primero cuenta cómo Miranda entra
en contacto de nuevo con María Coral, a la que salva la vida en momentos muy
delicados, y tras ello, la propuesta de Lepprince para que se case con ella
ofreciéndole un buen trabajo, con lo que él la mantiene como amante; Miranda
accede, pero su boda, su viaje de novios y su vida con María Coral son un
desastre, sólo aliviado por su amistad con Lepprince y María Rosa Savolta.

El segundo relato toma como asunto una fiesta en la mansión de los Lepprince:
María Rosa prepara la fiesta, recibe a sus invitados (entre ellos los Reyes de
España), pero Lepprince tiene que afrontar los primeros problemas de la
bancarrota de la empresa y el enfrentamiento de Pere Parells, uno de los
accionistas, que morirá asesinado en el capítulo 5. El tercero, muy importante,
es un salto atrás en el tiempo: la narración recrea la historia de Nemesio Cabra
Gómez en el momento en que conoce a Pajarito de Soto y es testigo de su
muerte, es contratado por Parells e intenta avisar a unos conocidos anarquistas
del peligro que corren (acusados de la muerte de Savolta, serán fusilados en
Montjuic) y al comisario Vázquez de todo lo que sabes sobe el caso. Este tercer
relato aclara puntos oscuros de la primera parte.

Capítulos 6 al 10. Este conjunto de capítulos forma una narración lineal,


secuencias consecutivas, que llegarán al desenlace de la novela. Los
acontecimientos se precipitan. En el capítulo 6, una secuencia, Miranda soporta
una situación exasperada con María Coral que le confiesa sus amores con
Lepprince e intenta suicidarse. El capítulo VII, cinco secuencias, narra el
restablecimiento de María Coral, sus abiertas relaciones con Lepprince en casa
de Miranda y su fuga con Max, guardaespaldas de Lepprince, que no es otro
que un agente alemán. En el capítulo 8, siete secuencias, Miranda persigue en
el coche de Lepprince a Max y María Coral; su encuentro es trágico: Max le quita
el coche, huye, se mata y María Coral desaparece.

En el capítulo 9, ocho secuencias, Javier cuenta la búsqueda infructuosa de


María Coral, una huelga general en Cataluña, su vuelta a Barcelona en un
camión con siete mujeres (misioneras del amor libre), el incendio en la fábrica
Savolta donde muere Lepprince, su visita a María Rosa Savolta, la repentina
aparición de Vázquez en la casa (el cual relata la historia de Nemesio Cabra y
su versión minuciosa sobre el caso Savolta), la visita de Cortabanyes y la
transcripción de una carta póstuma de Lepprince que guarda el abogado. El
capítulo 10, por último, ofrece en una sola secuencia el desenlace de la historia
de Miranda y María Coral y recoge una carta de María Rosa Savolta a Miranda,
que aclara, entre otras cosas, el porqué de sus declaraciones ante el juez
Davidson.

Personajes

a). Alta burguesía capitalista.

En esta clase se encuentran los personajes relacionados con la empresa


Savolta, accionistas y directivos (Savolta, Pere Parells, Claudedeu y Lepprince).
Todos ellos mantienen una implacable estrategia de explotación a base de
intrigas, manipulaciones y maniobras sin escrúpulos. Mención aparte merecen
las mujeres (Rosa Savolta, María Rosa Savolta, Neus Claudedeu y la Sra.
Parells ), sumisas a sus maridos y atentas sólo a mantener el buen tono social.

b). Clase media-funcionarios.


Grupo que se mueve a la sombra del funcionamiento social. Incluye al abogado
Cortabanyes, a los policías comisario Vázquez y sargento Totorno y al doctor
Flors.

c). Clase social asalariada.

Pequeña muestra de testigos, ingenuos unas veces (Miranda) y mudos otras


(Perico Serramadriles y la Doloretas ) que observan atemorizados o impasibles
los acontecimientos y a veces se ven implicados.

d). Proletariado.

En el polo opuesto a la burguesía se encuentran los representantes del


proletariado. El lector llega a conocer muy bien a los personajes de la burguesía
pero apenas tiene ocasión de enfrentarse a algunos de los personajes obreros,
que actúan en la novela como un colectivo.

Atención a parte merecen Domingo Pajarito de Soto, que no pertenece


exactamente al proletariado, pero sí está ligada a él su labor intelectual; su
mujer, por la mísera vida que lleva y, Lucas "el Ciego", pistolero de los obreros.

e). Lumpen proletariado.

Clase social ínfima, desharrapada que busca ante todo la propia subsistencia:
Nemesio Cabra Gómez, Rosita la idealista, los forzudos matones, las prostitutas
del cabaret y sus clientes"

Estudiaremos los más destacados.


Javier Miranda.

Es un personaje inseguro, desorientado, ignorante del sentido de sus propias


acciones y de su condición de títere. Resulta igualmente testigo de los
acontecimientos, se ve implicado en todos, relacionado con personas de uno y
otro grupo, pero jamás comprometido con nada. Hasta su compromiso
matrimonial se mueve por razones económicas y sociales. Su ideología es
contradictoria, al tiempo simpatiza con el movimiento obrero y se deslumbra ante
las perspectivas que le ofrece Lepprince.

Paul André Lepprince.

Lo que Miranda tiene de indeciso e inocente lo tiene Lepprince de escurridizo y


pérfido. Resulta un personaje atractivo. Francés de madre española, llega a
Barcelona en 1914 y pronto se le conoce en los más elegantes círculos por su
inteligencia y distinguidas maneras. Muestra habilidades poco comunes para
desenvolverse en todos los ambientes sociales: conquista a Savolta, deslumbra
a las mujeres" Los únicos que desconfían de él son el comisario Vázquez y Pere
Parells, que descubre sus maniobras en la empresa. Lepprince va a ser el eje de
la trama con sus amores clandestinos, ambiciones de poder, intrigas financieras
y políticas, presiones y amenazas.

Domingo Pajarito de Soto

Pajarito es un idealista muy peculiar. Por un lado, arriesga su vida de forma


consciente por la lucha obrera desvelando los entresijos de la empresa Savolta;
pero, por otro lado, sus preocupaciones sociales proporcionan sólo desamparo a
sus seres cercanos: mujer e hijo. (Rana) Su mujer lo describirá oscilante entre
momentos de una avasalladora creatividad y súbitas depresiones.

Nemesio Cabra Gómez


Colaborador de la policía y de todo aquel que pague bien sus servicios, es un
pícaro que acaba en la locura del místico.

María Coral

La gitana María Coral es un personaje enigmático cuya biografía traza una huida
constante de la miseria aún a costa de prostituirse. Los golpes de la vida la han
hecho fría, calculadora y consciente de la seducción que provoca su belleza.
Confluyen en ella rasgos de personaje romántico: origen oscuro, exotismo,
belleza" y también de personaje folletinesco: ajetreada vida sentimental, vejación
moral y psicológica"

El comisario Alejandro Vázquez

Vázquez debe mucho a la novela policial norteamericana. Representa al buen


policía, cuyo celo profesional llega a resultar molesto al poder y sufre una
depuración.

María Rosa Savolta, Teresa y Rosita la idealista.

Las tres mujeres forman en su conjunto los tres eslabones de las clases sociales
de la novela: María Rosa, el burgués; Teresa, el proletariado, y Rosita, el
lumpemproletariado.

María Rosa Savolta simboliza la buena educación burguesa. Muchacha


acostumbrada a vivir sin problemas, cuando la situación económica es adversa,
su propia indefensión la conduce a la locura. Es frágil y delicada, una niña
asustada que busca en el amor la salida vital y cae en las manos de Lepprince.

Teresa es la mujer desamparada que arrastra junto a Pajarito una vida de


sobresaltos. También busca en el amor la solución a su abandono. Sin embargo,
será la suya una salida fallida por la cobardía de Miranda.

Rosita la idealista es un producto de la marginación social. Prostituta,


relacionada con el anarquista Julián, ayuda al movimiento obrero y muestra
compasión con el ciego Basilio y compadece a Nemesio.

Cortabanyes, Claudedeu y Parells.

Forman parte del poder de la empresa Savolta, el primero como abogado y los
otros como directivos. En el despacho de Cortabanyes tienen lugar contactos e
intrigas fundamentales. Claudedeu, jefe de personal de Savolta, y Parells,
asesor fiscal de la empresa, representan a los capitalistas, el primero más
conservador y el segundo más liberal. Ambos tendrán un final violento, uno bajo
los disparos anarquistas y el otro por la acción de los esbirros de Lepprince.

Parells es importante en el relato. Llega a conocer las maniobras de Lepprince y


eso le llevará a la muerte.

Otros personajes

Entre todos los demás sobresale Max, el guardaespaldas de Lepprince; los


compañeros de Miranda en el despacho de Cortabanyes: Perico Serramadriles y
la Doloretas (atención a su vida, secuencia 55 de la segunda parte y a el
paralelismo con el final de María Rosa Savolta); Julián y su grupo de
anarquistas"

También aparecen alusiones a personajes históricos de la época como Cambó,


Maura o el rey Alfonso XIII.
Definitivo

La historia transcurre en la Barcelona de los años 20. Todo comienza cuando un


multimillonario holandés es invitado por unos aristocráticos catalanes a cazar en
los alrededores de la ciudad. Cortabanyes, un abogado de poca monta
enamorado de una joven aristocrática, convence al millonario para montar una
fábrica de armas de caza(así obtendría cuantiosos ingresos para casarse con la
aristocrática). Una vez convencido, se dispone a buscar a los socios que
conformarán la empresa: Savolta, Cladedeu y Parells entre otros. Al poco tiempo
del funcionamiento de la empresa, el multimillonario abandonó el país
desentendiéndose de la misma. Cortabanyes y Savolta (casi dueños absolutos
de la empresa) comenzaron a producir armas de guerra, con las que obtuvieron
buenos ingresos y Cortabanyes pudo casarse. Pero su esposa murió al poco
tiempo y Cortabanyes se hundió, abandonó la empresa y montó un pequeño
bufete. La empresa continuó marchando con Savolta, Cladedeu y Parells
durante 30 años hasta que acabó la 1ª Guerra Mundial. En este momento llega a
barcelona un joven francés, Jean Paul Lepprince, que de forma hábil consigue
que Savolta confíe en él, en quien veía un sucesor ideal si le casaba con su hija.
Así lo hizo, pero ansioso de prosperar se puso en contacto con un espía alemán
llamado Víctor Pratz con el que realizaba movimientos ilegales de armas. Para
dar abasto a la producción los obreros trabajaban sin dencanso y exigían un
mayor salario. Por este motivo los obreros comenzaron a convocar huelgas y
Lepprince que no podía permitir que Cladedeu, el encargado de disiparlas,
interviniese y descubriese sus movimientos ilegales decidió contratar a unos
matones para que agredieran a los líderes obreristas. Estas gestiones las realiza
con la ayuda de Cortabanyes que pone a su disposición a su joven secretario
Javier Miranda, que no conoce nada del caso. En la contrata de los matones,
Lepprince y Miranda conocen a María Coral que es la compañera de
actuaciones, de cabaret,de los dos matones. Lepprince se enamora de ella, lo
que le llevará más adelante a su perdición. Un día por casualidad lee en un
periódico un artículo de un tal Pajarito de Soto al que contrata para que haga un
informe de la empresa. Pajarito de Soto descubre todo sobre Lepprince y éste
hace que lo asesinen. Lepprince temía que sus socios pudiesen descubrir sus
negocios y así era, Parells contrató a Nemesio Gómez Cabra para que
investigara a Pajarito de Soto pero éste murió antes de esclarecer nada a
Nemesio. Antes de su muerte también escribe una carta dónde explica todo lo
que sabe de Lepprince. Este último conoce la existencia de la carta y por temor
a que Savolta tenga conocimiento de ella, lo manda asesinar. Tras la muerte de
Savolta, Lepprince contrae mattimonio con su hija María Rosa. Los terroristas
asesinan también a Cladedeu y Parells queda sólo ante Lepprince. A pesar de
que María Coral se había ido de Barcelona, Lepprince la amaba y cuando esta
regresó siguió manteniendo relaciones con ella a espaldas de su mujer. Para ello
la casó con Miranda, que la quería, pero no mantenían relaciones porque era el
suyo un matrimonio de conveniencia. Al fin de la Guerra, la empresa se vino
abajo, ante lo cual Lepprince no supo reaccionar. Parells conoce todo lo
sucedido y en un arrebato de furia se lo dice a Lepprince, el cual decide
sacárselo de en medio y lo manda matar. Su compinche Víctor Pratz escapa de
Barcelon con María Coral. Miranda va a buscarles bajo órdenes de Lepprince,
pero a Víctor lo matan unos guardias civiles y María Coral desaparece.
Lepprince muere de forma extraña y la fábrica se incendia. Miranda y María
Coral se van a Nueva York dónde empiezan una nueva vida.

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