You are on page 1of 9

Desde una perspectiva etológica, la Según Lorenz, la única defensa que posee el hombre

contra sus impulsos internos, instinti- vamente destructivos, heredados genéticamente de

nuestros ancestros, así como contra el medio externo que lo inhibe, y le causa

frustraciones, es la agresividad. De ahí se concluye que la agre- sividad es un mecanismo

de adaptación que per- mite al hombre competir por recursos escasos, y en última

instancia, por su supervivencia.

Desde un enfoque sociobiológico, todos los com- portamientos humanos pueden ser

explicados por la biologiá junto con la interacción social. Se trata de un modelo

interaccionista que con- sidera que el potencial genético, lo innato, está iń timamente

relacionado con el aprendizaje, el cual permite que los rasgos o predisposiciones se

desarrollen en un ambiente especif́ ico.

Desde un punto de vista neuroquímico, La agresión se ha relacionado con la presen- cia

de distintos neurotransmisores, especial- mente con la Serotonina. Bajas concentraciones

de este neurotransmisor en el cerebro (Weil- Malhherbe, 1971; Persky, 1985) o una

disminu- ción de la actividad de las neuronas serotoni- nérgicas parecen ser la base de los

comportamientos agresivos. Recientemente se ha señalado la relación en- tre el

incremento de la actividad del sistema do- paminérgico y las conductas agresivas en

huma- nos (Dolan et al., 2001).

Además de con la Serotonina y la Dopamina, la agresividad se ha asociado al efecto de

la Adrenalina, que la mediatizariá , el GABA, que la inhibiría y de la Acetilcolina, que

parece in- crementar tanto la agresión predatoria como la afectiva.

Con respect a la influencia de las hormonas, La agresión se ha relacionado con el efecto

de las hormonas esteroideas, especialmente la testosterona, la cual juega un papel crit́ ico

en la agresión intraespecífica entre machos de diver- sas especies. Esto es debido a que

esta hormona está iń timamente relacionada con la reproduc- ción y el apareamiento. la
actividad de los corticoesteroides y del Eje Pituitario-Adrenocortical se ha vinculado a

toda conducta agresiva que no posea un carác- ter sexual.

Asimismo, la agresividad se ha vin- culado a una disminución de la actividad cere- bral

en determinadas áreas corticales, como las pre-frontales así como a le- siones en el córtex

orbitofrontal y el gyrus parietal supe- rior, y a ciertas anomaliá s en la asimetría cerebral.

Por otro lado, numerosos estudios destacan el papel del complejo amigdaloide en la apari-

ción de diversas reacciones defensivas, entre los que se encuentran la ira o la agresión, y

del hi- potálamo, encargado de regular las funciones neuroendocrinas relacionadas con la

agresión de manera muy especif́ ica, ya que tres de las re- giones que lo constituyen están

implicadas en tres tipos distintos de agresión: la porción late- ral se ha relacionado con la

agresión predatoria (lucha), la región medial se ha vinculado con la agresión afectiva

(miedo) y, por último, la zona dorsal parece estar relacionada con la conducta de fuga.

El córtex prefrontal ha sido la estructura cerebral que mayormente se ha asociado con el

control y planificación del comportamiento, el

control inhibitorio y la supervisión de la respuesta emocional, razón por la cual se espera

que las

lesiones en esta región influyan en la reducción del umbral para el inicio o la intensidad

de la respuesta agresiva.

Mecanismos que originan la agresión

Entre estos mecanismos destacan el apren- dizaje por observación y el aprendizaje por

expe-riencia directa.

(Carrasco Ortiz & González Calderón, 2006)Las influencias de modelos familiares y

sociales que muestren conductas agresivas y otoguen a éstas una valoración positiva

serán, junto con los modelos procedentes de los medios de comunicación o los modelos

simbólicos transmitidos gráfica o verbalmente, los responsables de que la agresión se


moldee y propague. El modelo será más eficaz si están presentes otras condiciones que

lleven al observador a imitarlo, tales como que el observador esté predispuesto a actuar

de forma agresiva … buscar personalidad

La experiencia directa del sujeto proporcionará determinadas consecuencias en su am-

biente (recompensas y castigos) que podrán ins- taurar estas conductas. Ambos tipos de

aprendizaje, para Bandura, actúan conjunta- mente en la vida diaria, las conductas

agresivas se aprenden en gran parte por observación, y posteriormente, se perfeccionan a

través de la práctica reforzada.

ASPECTOS CONCEPTUALES DE LA AGRESIÓN: DEFINICIÓN Y MODELOS

EXPLICATIVOS

MIGUEL ÁNGEL CARRASCO ORTIZ Y Ma JOSÉ GONZÁLEZ CALDERÓN M. A.

CARRASCO Y M. J. GONZÁLEZ / ACCIÓN PSICOLÓGICA, junio 2006, vol. 4, n. o 2,

7-38

NEUROBIOLOGÍA DE LA AGRESIÓN: APORTESPARA LA PSICOLOGÍA

Volumen 4, Número 1, marzo-septiembrede2013. Diego Liévano-Parra*

Clasificación

A) Según los modos de la agresión

B) B) Según sus actores

C) Si en vez de atender a la forma de producir- se la violencia, nos fijamos en los

actores de la agresión y en los sujetos de la sufren entonces encontramos los siguientes

actos violentos:

D) - De un individuo contra sí mismo (suicidio).

E) - De un individuo contra otro individuo (cri-


F) men pasional).

G) - De un individuo contra un grupo (delitos co-

H) ntra la sociedad).

I) - De un grupo contra un individuo (la pena de

J) muerte).

K) - De un grupo contra otro grupo (la guerra, el

L) terrorismo)

Psicobiologiá de las conductas agresivas

José Antonio Gil-Verona (1), Juan Francisco Pastor (1), Félix De Paz (1), Mercedes

Barbosa (1), José Angel Macías (2), Mariá Antonia Maniega (3), Lorena Rami-González

(4), Teresa Boget (4), Inés Picornell (5) anales de psicología, 2002, vol. 18, no 2

(diciembre)

La agresividad es uno de los problemas fundamentales que enfrenta la sociedad en el

presente. la historia de la humanidad está llena de ejemplos de crueldad y agresividad en

sus diversas manifestaciones. El presente, sin embargo, enfrenta a las personas con casos

de violencia y agresividad constantemente, dadas las posibilidades que brindan los

medios de comunicación. Esta violencia se manifiesta contra el propio yo y los otros en

forma alarmante.

la expresión concreta de una conducta agresiva o violenta va a estar propiciada, inhibida

o modulada porla sociedad y la cultura donde se exprese tal conducta, lo cual ten- drá
lugar durante el desarrollo del individuo en una interacción constante con el cerebro del

sujeto para poder desarrollar modelos situacionales que permitan la prevención de la

conducta violenta de un sujeto en una situación concreta.

El comportamiento agresivo aparece ya durante la infancia y continúa su desarrollo en la

adolescencia.

Objetivo. En el presente trabajo se propone analizar las principales evidencias

neuroanatómicas y neuroquim
́ icas que subyacen a la conducta agresiva.

ÍNDICE

PERSPECTIVA NEUROPSICOLÓGICA DE LA AGRESIVIDAD

NEUROPSICOLOGIA, QUE ES? CUAL ES SU FUNCION?

AGRESIVIDAD DEFINICION CARACTERISTICAS TIPOS

Una definición adaptativa de agresividad seriá la expuesta por Valzelli (1983), que la

considera como un componente de la conducta normal que se expresa para satisfacer

necesidades vitales y para eliminar o superar cualquier amenaza contra la integridad física

y/o psicológica. Estaría orientada a la conservación del individuo y de la especie.

Se entiende por agresividad o conducta agresiva a una inclinación o deseo imperioso de

hacer daño a un elemento del entorno o a sí mismo, sea fiś ica o psicológicamente (Clark),

y que se manifiesta usualmente como una reacción contra una amenaza real o aparente

(Zingarelli); también se la describe como una tendencia emocional instintiva innata que

forma parte de la naturaleza humana, para diferenciarla de el instinto

agresivoqueseobservaenmuchosanimales,especialmenteenestadosalvaje

AGRESIVIDAD: BASES NEUROFISIOLÓGICAS Alfonso A. Ortiz Patiño

Universidad César Vallejo

Una clasificación similar a la impulsiva/instrumental es la que distingue entre agresión

reactiva y proactiva. El tipo reactivo es el que más se parece a la categoría impulsiva y


seriá una agresión que sucede como reacción a una frustración o a una provocación

percibida (normalmente en un contexto interper-

sonal).Estetipodeagresiónestáinvariablementeacompan ̃adade hostilidad, ira o rabia. Su

objetivo básico sería compensar o mitigar el estado afectivo desagradable que siente el

sujeto. Por otra parte, la agresión proactiva está caracterizada por que no tiene que ir

necesariamenteacompan ̃adadeunestadoemocionaldesagradable (ira, rabia, etc.), suele ser

iniciada por el agresor más que como reac- ción a una provocación y está motivada de

manera explić ita por la expectativa del agresor de obtener alguna recompensa (un

objetounpremio,poder,estatus,dominanciasocial,etc.) (Penadoetal., 2014; Rosell y Siever,

2015)

GENESIS

La conductas agresivas son multideterminadas y, entre los distintos factores que la

determinan, la frustración ocupa un lugar fundamental;

FACTORES IMPLICADOS

NEUROBIOLOGICOS

ZONAS CEREBRALES

La amígdala se relaciona actualmente con un conjunto de procesos nerviosos como son

la cognición social, la regulación de la emoción, el procesamiento de la recompensa y la

memoria emocional; también con la detección de las amenazas procedentes del medio

ambiente visual o auditivo así como la excitación de res puestas de lucha o huida a través

de sus conexiones con estructuras del tronco del encéfalo.

HORMONALES

Las hormonas sexuales, y sobre todo la testosterona, son consideradas como las más

importantes en el origen de la agresión. No obstante, hay también un interés en el eje


pituitario-adrenocortical, relacionado con la agresión; existiría, entonces, una relación

evidente entre ambos ejes: el gonadal y el pituitario-adrenocortical y la agresión.

A esto se le suma la participación de los corticosteroides en relación a toda conducta

agresiva que no sea de carácter sexual. Los estudios demuestran que la capacidad de

experimentar sentimientos agresivos está estrechamente asociada a la actividad gonadal

masculina. El eje pituitario-adrenocortical parece tener una influencia indirecta sobre la

agresión en general y sobre la testosterona, en particular.

Algunos corticosteroides, como la corticosterona y la cortisona, estarían asociadas a la

fisiologiá de la agresión. Lischner (1975, citado por Aluja, 1991) afirma que los altos

niveles de ACTH disminuyen la agresividad e incrementan el miedo ante la presencia de

un estímulo nuevo o especif́ ico, mientras que los niveles hormonales pituatio-

adrenocorticales intermedios parecen que predisponen al animal a ser más agresivo y

menos temeroso.

NEUROTRANSMISORES

Los neurotransmisores involucrados y la organización de los circuitos funcionales todavía

no se conocen con detalle. Sin embargo, los conocimientos que se

tienenhastalafechasiṕ ermitenconsiderar, porunaparte,quelasdiferenciasnaturales entre los

individuos en relación con la expresión de la agresividad son seguramente el resultado de

las pequeñas diferencias en el equilibrio bioquim


́ ico en los circuitos cerebrales a los que

nos hemos referido.

Parece ser que la adrenalina mediatizaría el miedo y la agresión; y la noradrenalina, la

irritabilidad. Los autores Welch y Welch (1971, citado en Aluja, 1991) encontraron que

la síntesis de aminas en el cerebro estaba en relación con la estimulación ambiental. En

condiciones de aislamiento decrecían y en condiciones de agresión se incrementaban.

Pero la estimulación intensa y la agresión a la larga aceleran la disminución de las aminas.


El rol funcional de la serotonina en la agresión aún no está del todo claro. Las primeras

investigaciones relacionan niveles bajos de este neurotransmisor con la agresión. la

serotonina activa en el cerebro está relacionada con la sedación, la ansiedad y, a niveles

elevados, con la excitación, desorientación y convulsiones. El estrés incrementa la

producción de serotonina. Persky (1985, citado en Aluja, 1991) concluye en su revisión

que niveles bajos de serotonina pueden incrementar ciertos tipos de agresión, que

mientras que niveles altos de serotonina pueden producir ansiedad y desorientación.

PSICOLOGICOS

SOCIALES

AMBIENTALES

QUE HACER

CONCLUSIONES

Los estudios revisados no son concluyentes pero sugieren que la

conductaviolentapodríaserelresultadodeladisfunciónentrela actividad cortical y la

subcortical. En concreto, con respecto a la acti- vidad cortical, las áreas en las que los

estudios son más coincidentes se vinculariá n con un mal funcionamiento de la corteza

orbito- frontal, la corteza prefrontal ventromedial y la corteza cingulada anterior, que son

estructuras que se relacionan con los componen- tes cognitivo y emocional de la toma de

decisiones. En relación a las estructuras subcorticales que se relacionan con los

componentes emocionales de la conducta, la violencia se vincula tradicional- mente y de

forma consensuada por la mayoriá de los estudios revisados con alteraciones en el

funcionamiento de la amígdala. Por consiguiente, la alteración de estas estructuras y los

circuitos que las unen podrían relacionarse con la agresión y la violencia, de manera que

un gradiente de alteraciones pudiera vincularse con el espectro de las conductas agresivas

y violentas.
Además de los datos ya conocidos sobre desarrollo retrasado de la conducta prefron- tal,

es de destacar cómo un fascić ulo que conecta la amígdala con la corteza prefrontal, más

concretamente la corteza orbitofrontal y la corteza prefrontal ventromedial, el llamado

fascículo uncinado, presenta alteraciones estructurales que pueden estar en la base de

algunos de los déficits conductuales de estos sujetos violentos como pueden ser los

déficits en invertir el aprendizaje (dejar de respon-

́ ulosqueantessen ̃alabanrecompensaperoqueahora indican castigo), lo cual


deralosestim

puede conducir a una perseverancia en la conducta antisocial: robos, asaltos sexuales, etc.

Como muestra de la complejidad del tema tratado está el papel de la serotonina en la

conducta violenta. Aunque su relación con la violencia es incuestionable por la

convergencia de resultados de investigación, no podemos conocer su función concreta

entre otros motivos porque se están descubriendo nuevos receptores de la serotonina que

deberán integrarse en el estudio de la violen- cia. Sin embargo, el núcleo central del

consenso científico sobre su papel en la expresión de la violencia ejemplifica la relación

entre el cerebro, el ambiente (desarrollo, situaciones de estres, etc.) y la conducta violenta.

De esta forma, parece que una persona con un déficit serotoninérgico en su cerebro tiende

a interpretar más ame- nazadoramente los estim


́ ulos de su ambiente incrementándose la

probabilidad de una respuesta agresiva o violenta. De manera análoga a los estudios de

interacción genes/ambiente, el enfoque integrador de todos estos resultados en modelos

explicativos y predictivos de la violencia es el reto de investigación al que nos

enfrentamos en este campo de estudio.

You might also like