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Ideas generales de Haya de la Torre en el antiimperialismo y el APRA

 A la primera edición

El concepto de nacionalización de tierras e industrias está ligado al concepto de CAPITALISMO


DE ESTADO, época en que A L no había experimentado este tipo de intervención en el manejo
de los recursos. También precisa a veces que la formula estatal no es suficiente, que la
nacionalización que el plantea incluye combinaciones entre empresas estatales y privadas
haciendo hincapié en la promoción de cooperativismo.

Antiimperialismo para Haya no significa excluir el capital extranjero de la vida nacional.

Indoamérica es una dependencia del sistema capitalista mundial que está dividido en
poderosos centros como EEUU, EUROPA y ahora JAPON. Los continentes y pueblos menos
desarrollados conforman para el sistema capitalista mundial “zonas de influencia” que son su
posibilidad de expansión. El capitalismo constituye una internacional con rivales muy poderosos
entre sí.

Hay dos formas históricas de imperialismos que hoy todavía subsisten:

- La que manda inicialmente a los soldados para después exigir el botín (Europa)

- La que negocia con antelación en inversiones, prestamos, ayudas económicas de


apariencia generosa para enviar más tarde a los soldados si el forzado deudor no cumple.
(EEUU)

El tipo de imperialismo de EEUU predomina en Indoamérica que es campo de batalla de


competencias imperialistas anglosajonas (EEUU-INGLATERRA). Ambos llegaron a equilibrarse
reconociéndose ciertas zonas de preponderancia. Aunque EEUU gracias a la doctrina Monroe
pudo sacar más ventaja.

Por esto la autonomía de nuestras republicas solo son aparentes. Son súbditas económicas de
los grandes imperialismos, ellos controlan nuestra producción, cotizan nuestra moneda,
imponen precios a nuestros productos, regulan nuestros salarios. Mientras que los beneficios
que recién nuestros pueblos quedan en segundo plano. QUIEN GOBIERNA LA ECONOMIA
GOBIERNA LA POLITICA, POR ESO EL IMPERIALISMO QUE CONTROLA EL SISTEMA SANGUINEO
DOMINA EL SITEMA NERVIOSO.

La acción económica del imperialismo se proyecta sobre el campo social como el supremo
determinador de la vida política.

Cabe aclarar que el sistema capitalista (del cual el imperialismo es la máxima expresión) es un
modo de producción y de organización económica superior a todo lo ya conocido, por lo tanto
es paso necesario, inevitable, en el proceso de civilización contemporánea. El imperialismo es
un fenómeno dual, con un lado malo -su expansionismo agresivo- y uno bueno, que con él
venía la industria, la técnica y el progreso.

Claramente no ha de ser un sistema eterno debido a que lleva en sí mismo contradicciones


esenciales entre sus métodos de producción y apropiación. Las conquistas sobre la naturaleza,
lograda por la ciencia, la técnica en la industria, inclusive el proletariado como fuerza social es
producto de la era capitalista. Por todos ellos deberá alcanzarse un nuevo orden económico.

Considerar el imperialismo como la última etapa del capitalismo está bien si solo tenemos en
cuenta los países industrializados que cumplieron con las etapas anteriores, pero si pensamos
en los países de economías primitivas (zonas de influencia) en los que el capitalismo llega en
forma de imperialismo, es su primera etapa. Esta etapa es lenta e incompleta porque las
industrias que el imperialismo establece son subsidiarias de las grandes industrias de los países
desarrollados (no hay manufactura, no hay obra hecha a mano o con ayuda de máquinas).

El problema siendo económico también es social y político, se trata de como liberar a nuestros
pueblos de la dominación del imperialismo sin afectar su evolución ni retrasar su progreso. Esta
afirmación es muy importante

¿Debemos eliminar el capitalismo? Los postulados marxistas indican que el proletariado debe
estar preparado para eliminar el capitalismo y nuestra clase proletaria todavía está muy joven
porque es muy joven el industrialismo que determina su existencia.

El proletariado joven es incapaz de ayudarse a sí mismo por lo cual podría recibir ayuda de
arriba.

¿Por qué no construir en base a nuestra propia realidad una nueva organización económica y
política que cumpla con la tarea educadora y constructiva del industrialismo? Los que piensan
como alternativas al comunismo o fascismo están pensando en fenómenos europeos
determinados por una realidad social que tiene una evolución económica muy diferente a la
nuestra.

Ya lo decía Engels, es utópico intentar aplicar las mismas leyes económicas-sociales de zonas
del mundo sin reconocer que hay una diferencia de Tiempo y Espacio que hacen sus problemas
y sus soluciones muy diferentes unos de otros. Lo único que se logra es producir “lugares
comunes de la mayor vulgaridad”

Nuestra economía, aunque rezagada, es la base de nuestra resistencia. Vincularla a un nuevo


sistema que la modernice y la impulse, liberándola de la presión imperialista, es vital para
Indoamérica.
Nuestros pueblos deben emanciparse del imperialismo, unirse transformando sus fronteras en
meros limites administrativos, nacionalizar su riqueza bajo un nuevo tipo de Estado donde las
tres clases oprimidas por el imperialismo (proletariado, campesinado y las clases medias) serán
sus fuerza social. Ese Estado ya no será un instrumento del imperialismo.

 A la tercera edición

De los grandes sucesos acaecidos el mayor ha sido la gran guerra del 39 al 45. Cuando un
imperialismo adopta como ideario las diferencias raciales, los pueblos deben temer dos veces la
victoria de aquel. Porque no solo traerá la hegemonía económica y la explotación sino que
también el derecho a esclavizarlos por considerarlos racialmente inferiores.

El nacionalsocialismo tenía planes para nuestra Indoamérica, Hitler pensaba que en Brasil
estaban dadas las condiciones de una revolución que pueda transformar ese Estado y ser de
dominio germánico. Tenía buenas razones para creer que Argentina y en Bolivia eran terrenos
favorables para el nacionalsocialismo. El colonialismo mental y político de Indoamérica se puso
nuevamente de manifiesto, surgieron en nuestro continente facciones de remedo nazi-fascista
sin importar las declaraciones condenatorias de Hitler hacia las razas mestizas de nuestros
pueblos. No faltaron agrupaciones criollas que se organizaron para imitar sus posturas como
por ej.: nazis, “falangistas” en Chile, “camisas doradas” en México, “camisas verdes” en Brasil,
“camisas negras” en Perú, “descamisados” en Argentina.

¿Qué es el APRA?

Es un frente único internacional de trabajadores (manuales e intelectuales) con un programa de


acción política con el imperialismo.

Su programa máximo: consta de 5 puntos generales:

1- Acción con el imperialismo yanqui (Haya aclara que el APRA combate todos los
imperialismos pero que “yanqui” fue usado por la conveniencia del momento y por ser
el imperialismo por antonomasia en A. L.
2- Por la unidad política de América Latina
3- Por la nacionalización de tierras e industrias
4- Por la internacionalización del canal de Panamá
5- Por la solidaridad con todos los pueblos y clases oprimidas del mundo
Su organización

 El frente único, llama a unir en ese frente a todas las fuerzas que han luchado, o luchan,
contra el peligro de la conquista que amenaza nuestra América.
 La lucha de clases y el imperialismo yanqui en América Latina, las clases gobernantes de
nuestros países latinoamericanos, los grandes terratenientes, grandes comerciante y las
burguesías nacionales son aliadas del imperialismo. El progresivo sometimiento
económico de nuestros países al imperialismo deviene en sometimiento político,
perdida de la soberanía nacional, etc.
 La lucha internacional contra el imperialismo yanqui en América Latina, que las clases
gobernantes son aliadas al imperialismo es un problema internacional para todas las
repúblicas de A. L. porque la política de las clases gobernantes agita los pequeños
nacionalismos, mantiene divididos o alejados a nuestros países y evita la posibilidad de
unión política de A. L.
 El imperialismo no puede ser afrontado sin política de unidad latinoamericana, el
imperialismo ayuda a las clases gobernantes garantizándole el mantenimiento del poder
político, el Estado, instrumento de opresión de una clase sobre otra. El poder político
debe ser capturado por los productores, la producción debe socializarse y A. L. debe
construir una federación de Estados. Este es el único camino para la victoria contra el
imperialismo y es el objetivo del APRA.
 La nacionalización de la tierra y de la industria como único medio económico de
combatir y vencer al imperialismo, la organización de nuestra economía sobre las bases
socialistas de producción son nuestra única alternativa, de otro modo devendremos en
colonia y esclavitud económica.
 La unión política de A. L. presupone la internacionalización del canal de Panamá, dejarlo
en manos de EEUU es un grave peligro para la soberanía de A. L. Según el propio Haya
este punto fue el de mayor trascendencia.

Puntos importantes

Las premisas de El antimperialismo y el Apra son marxistas. El papel del Estado era visto desde
el punto de vista de la lucha de clases, las transformaciones que el Perú necesitaba tenían como
prerrequisito la captura del poder por los trabajadores, su alternativa económica era la
socialización de los medios de producción

La presencia de los capitales imperialistas era vista por Haya como una amenaza para la
soberanía de los pueblos de América Latina. En perspectiva, la alternativa era la nacionalización
de la economía y su organización sobre bases socialistas:
No era posible la lucha antiimperialista consecuente si no se encaraba la complicidad de la
oligarquía y las burguesías latinoamericanas con el imperialismo: «A las criollas burguesías
incipientes, que son como las raíces adventicias de nuestras clases latifundistas, se les injerta
desde su origen el imperialismo, dominándolas

El imperialismo, para el Haya de 1936, no es solo un aliado de las burguesías criollas; constituye
en sí mismo una clase social que conforma el bloque dominante: pág. 184

«el Estado antimperialista desarrollará el capitalismo de Estado como sistema de transición


hacia una nueva organización social, no en beneficio del imperialismo —que supone la vuelta al
sistema capitalista, del que es una modalidad—, sino en beneficio de las clases productoras, a
las que irá capacitando gradualmente para el propio dominio y usufructo de la riqueza que
producen» (1936: 140; las cursivas son originales del autor). Pero, al mismo tiempo, constituye
un paso hacia la cancelación del capitalismo” Pág. 206

Aun en El antimperialismo y el Apra ya hay cambios con relación a los planteamientos que Haya
defendía durante los años veinte. Haya de la Torre ha mediatizado su discurso: habla de
«imperialismo», genéricamente, y ya no de «imperialismo yanqui», como lo hacía diez años
atrás5. La distinción entre el «lado bueno» y el «lado malo» del imperialismo, que en El
antimperialismo y el Apra es secundaria, subordinada a la necesidad de que la «alianza de las
tres clases explotadas» tome el poder y constituya el «Estado antimperialista» para controlar el
lado expansivo y explotador del imperialismo, ocuparía unilateralmente el lugar central en su
posición frente a los Estados Unidos desde los años cuarenta, cuando el «interamericanismo
democrático sin imperio» remplazaría las exaltadas proclamas antiimperialistas de los años
aurorales del aprismo6 .

La oposición que Haya establecía en los años cuarenta entre democracia y capitalismo
desaparecería durante la década siguiente. Cuando Estados Unidos volvió a lanzar en gran
escala las intervenciones imperialistas, desde inicios de los años cincuenta, en Corea, Vietnam,
Irán, Guatemala, Cuba y Santo Domingo, además de renovar el apoyo a las sangrientas
dictaduras de Centroamérica, Haya no revisó sus posiciones. Por el contrario, en 1950, mientras
estaba cautivo en la embajada de Colombia, llegó a ofrecer, en una entrevista periodística, el
concurso de cinco mil combatientes apristas para apoyar el esfuerzo bélico de Estados Unidos
contra el comunismo en Corea. Esta oferta abochornó a los apristas y hasta Luis Alberto
Sánchez

Guillermo Carnero Hoke era secretario general del gremio de los periodistas y, según cuenta,
Haya le pidió apoyar a los EE.UU. en la guerra con Corea, «ya que en un gesto de los que
acostumbraba, había ofrecido 5.000 voluntarios apristas para luchar contra Corea. Para mí esa
fue la gota que rebalsó el vaso de nuestra amistad. Por supuesto rechacé tal pedido. Haya se
molestó» (Cristóbal 1985: 136).

Apenas salido de su cautiverio, en julio de 1954, Haya de la Torre publicó un artículo en la


revista Life en el que ventiló públicamente los cambios en su línea política.

Los críticos expresaban su disconformidad con estos enunciados y manifestaban su esperanza


de que nuevos artículos de Haya retomaran la vena de El antimperialismo y el Apra, «y tantas
otras que señalaron el rumbo partidista»

La derechización de Haya continuó profundizándose en todos los frentes. Haya apoyó el


derrocamiento del presidente de Guatemala, Jacobo Arbenz, gracias a un golpe montado por la
CIA. Según el cable publicado por el New York Times, «el Señor Haya de la Torre expresó
profundo júbilo cuando fue informado del ataque anticomunista de Guatemala, pero agregó
que es indispensable la inmediata movilización de la opinión pública, para prevenir que
Guatemala llegue a ser una Corea del hemisferio occidental» (Chanduví 1988: 489).

En todas las entrevistas que respondió en adelante, Haya se ratificó en la idea de la existencia
del lado bueno y el lado malo del imperialismo y en la necesidad de que América Latina se
unificara para negociar y así aprovechar los aspectos positivos de la presencia de los capitales
imperialistas18.

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