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MODULO DE INVESTIGACION I
2018
2
INTRODUCCION
En la tercera Unidad se salda una de las cuestiones que casi siempre es tratada en
forma superficial como es la comunicación y divulgación de los resultados de una
investigación educativa. En efecto se abordan recomendaciones de orden técnico y
asimismo criterios de valoración para la elaboración de un abstract, póster,
comunicación oral, ponencia y artículo científico.
Desde el punto metodológico este Módulo (antología) precisa que los estudiantes en la
medida que elaboran el diseño de una investigación, estudien las bases
epistemológicas, conceptuales y metodológicas que respaldan estas ejecutorias.
Según Jorge Villarroel2, esta recomendación es por demás decisiva en lo que se
refiere a la enseñanza y aprendizaje de la investigación, si realmente aspiramos que
los maestrantes tengan la suficiente competencia en este tipo de responsabilidades.
En otras palabras, la idea es que en el proceso de elaboración del diseño de un
proyecto de investigación, bajo criterios preestablecidos y la asesoría metodológica del
docente, la teoría así como su derivación, el conocimiento técnico, acompañe
permanentemente esta práctica investigativa. Se trata de que el estudiantes en un ir y
venir constante, contraste este tipo de fundamentos con sus ejecutorias de tal modo,
que vaya aclarando sus dudas y realizando los correctivos y ajustes
correspondientes.
OBJETIVOS GENERALES
1
Cerda, H. (1993). Los elementos de la investigación: como reconocerlos, diseñarlos y
construirlos. Quito – Ecuador: Abya Yala, p. 11
2
Villarroel, J. (1990) Metodología de la enseñanza de la investigación, en las Facultades de
Filosofía y Ciencias de la Educación: ponencia. I Conferencia Nacional de Investigaciones
Educativas. Universidad Técnica de Babahoyo.
3
UNIDAD no. 1
II. PRESENTACION3:
"La ciencia vale tanto cuanto es capaz de probar". Esta afirmación se remonta a la
filosofía griega. Define la ciencia por su capacidad de probar lo que afirma. Pero
Descartes nos advierte que ninguna ciencia está capacitada para demostrar
científicamente la solidez de su propia base, es decir, que ninguna ciencia es capaz
de probar la firmeza o consistencia de la base en que se apoya o en que cimenta sus
raíces, sin utilizar algún axioma externo. Por ello, lógicamente, tendrá que justificar o,
al menos, hacer patentes los presupuestos de que parte o el enfoque que adopta. Si
no lo hace, no podrá demostrar que es mejor que otras alternativas dogmáticas e,
incluso, irracionales; es más, creará un gran obstáculo para una plena comprensión
de la situación investigada. Sin embargo, este punto es frecuentemente soslayado por
muchos científicos, que no justifican sus puntos de partida.
3
Tomado de: Martínez, M. (1996). La investigación cualitativa etnográfica en educación:
manual teórico-práctico. Colombia, p. 13.
4
Orientación positivista
La idea central de la filosofía positivista sostiene que fuera de nosotros existe una
realidad totalmente hecha, acabada y plenamente externa y objetiva, y que nuestro
aparato cognoscitivo es como un espejo que la refleja dentro de si, o como una
cámara fotográfica que copia pequeñas imágenes de esa realidad exterior. De esta
forma, ser objetivo es copiar bien esa realidad sin deformarla, y la verdad consistiría
en la fidelidad de nuestra imagen interior a la realidad que representa. En último
término, esta "equivalencia adecuada" de nuestro intelecto con la realidad exterior es
un supuesto aristotélico sobre el cual, implícita o explícitamente, se ha construido la
ciencia de los últimos siglos.
Para lograr plena objetividad, absoluta certeza y una verdad incuestionable, los
positivistas de los últimos tres siglos (Locke, Hume, J.S.Mill, Comte, Mach y otros) se
apoyaron en el análisis de la sensación como en piedra segura, tratando de
establecer un origen sensorial para todos nuestros conocimientos. Sólo las
sensaciones o experiencias sensibles eran consideradas un fenómeno adecuado para
la investigación científica; sólo lo verificable empíricamente seria aceptado en el
cuerpo de la ciencia; la única y verdadera relación sería la causal; los términos
fundamentales de la ciencia debían representar entidades concretas, tangibles,
mensurables, verificables, de lo contrario, serían desechados como palabras sin
sentido.
Estas ideas se amplían después con la Nueva Lógica Matemática de Bertrand Russell
(1910-1913), que diversifica y enriquece el espectro de posibilidades, y con las
llamadas "definiciones operacionales" de Bridgman (1927), cuya finalidad será "hacer"
observables y mensurables todas aquellas realidades renuentes o reacias a ello.
En síntesis, éstos eran, básicamente, los criterios o las grandes reglas del "saber
científico" para todas las ciencias que se quisieran preciar de tales, aun para las
ciencias sociales y, en general, para todas las ciencias del hombre: la objetividad del
conocimiento, el determinismo de los fenómenos, la experiencia sensible como fuente
del saber y su posibilidad de verificación, y la lógica formal como garantía de un
5
procedimiento correcto.
Cambio en la física
La física tiene entre sus fines examinar las entrañas más profundas y recónditas de la
materia. En las tres primeras décadas del siglo XX los físicos hacen una revolución
de los conceptos fundamentales de la física; esta revolución implica que las
exigencias e ideales positivistas no son sostenidas ni siquiera en la física: Einstein
relativiza los conceptos de espacio y de tiempo (no son absolutos, sino que dependen
del observador) e invierte gran parte de la física de Newton; Heisenberg introduce el
principio de indeterminación o de incertidumbre (el observador afecta y cambia la
realidad que estudia) y acaba con el principio de causalidad; Niels Bohr establece el
principio de complementariedad: puede haber dos explicaciones opuestas para los
fenómenos físicos y, por extensión, quizá, para todo fenómeno; Max Planck,
Schrodinger y otros, descubren, con la mecánica cuántica, un conjunto de relaciones
que gobiernan el mundo subatómico, similar al que Newton descubrió para los
grandes cuerpos, y afirman que la nueva física debe estudiar la naturaleza de un
numeroso grupo de entes que son inobservables.
Estos hechos son interpretados por muchos autores como la bancarrota del
determinismo físico. El principio se aplica a partículas y acontecimientos
microscópicos; pero estos acontecimientos tan pequeños no son, en modo alguno,
insignificantes. Son precisamente el tipo de acontecimientos que se producen en los
nervios y en el cerebro, como también en los genes, y, en general, son la base que
constituye toda materia del cosmos y todo tipo de movimiento y forma de energía.
Todo esto cambia tanto las cosas que son estos mismos físicos los que señalan que
en las ciencias naturales son cada vez más las hipótesis que no son susceptibles de
contrastación experimental o empírica y, por lo tanto, el ideal de una ciencia
completamente independiente del hombre, es decir, plenamente objetiva es una
ilusión. Y es Heisenberg (1958) quien dice que "la realidad objetiva se ha evaporado".
Si esto es cierto para la más objetivable de las ciencias, la física, con mayor razón lo
será para las ciencias humanas, que llevan en sus entrañas la necesidad de una
continua autorreferencia, y donde el hombre es sujeto y objeto de su investigación.
El observador no sólo no está aislado del fenómeno que estudia, sino que forma parte
de él. El fenómeno lo afecta, y él, a su vez, influencia al fenómeno.
Oppenheimer (1954) advierte que "toda intervención para tomar una medida o para
estudiar lo que sucede en el mundo atómico, crea, no obstante todo el orden de este
mundo, una situación nueva, única, no plenamente previsible" (pág. 62). Así, una
partícula microscópica puede desviarse de su trayectoria espontánea por la acción de
la luz destinada a localizarla, o cambia sus propiedades cuando es separada del
núcleo en un acelerador para fotografiar sus huellas; un termómetro introducido en un
líquido para medir su temperatura, la altera; los movimientos de la aguja magnética de
un instrumento de medición eléctrica inducirán una nueva corriente en el circuito; la
presión sanguínea de un paciente puede aumentar por el solo hecho de tomar
conciencia de que se la están midiendo; un sondeo de opinión al formular la pregunta
predispone las respuestas, etc. Este fenómeno se conoce hoy día con el nombre de
"propiedad de Heisenberg".
Por otro lado, e! investigador nunca puede despojarse de los valores que alimentan,
guían y dan sentido a su ejercicio profesional. Los valores intervienen de manera
inevitable en la selección de los problemas, en su ordenamiento, en los recursos que
se emplean en su solución y en la ética profesional. Todo esto nos lleva a tener muy
presente la tesis de Protágoras: "el hombre es la medida de todas las cosas". Y entre
esas "cosas" están también los instrumentos de medición, que él crea, evalúa y
repara. Pero si el hombre es la medida, entonces será muy arriesgado medir al
hombre, pues no tendremos un "metro" para hacerlo. Para "medir" (conocer) a otra
persona habrá que liberar la mente, mirar y escuchar muy atentamente, dejarse
absorber y sumergirse en su vida, y ser muy receptivos y pacientes, es decir, hacer
una buena "reducción" en el sentido fenomenológico. Un objeto de conocimiento que
6
Y es el mismo gran físico, Robert Oppenheimer (director del proyecto Manhattan que
creó la primera bomba atómica, y que formó toda una generación de científicos
americanos) el que le señala a los psicólogos en su Conferencia Anual de la American
Psychologial Association que "el peor de todos los posibles errores que puedan
cometer es imitar una física que ya no existe, que desde hace mucho tiempo ha
quedado completamente superada y ellos (los físicos) han abandonado" (1956, pág.
134).
Orientación postpositivista
Esta orientación comienza a gestarse hacia fines del siglo pasado y llega a su
desarrollo pleno en las décadas de los años 50 y 60 de éste. La gestación la inician
las obras de autores como Dilthey, Wundt, Brentano, Ehrenfeis, HusserI, Max Weber y
William James. A su desarrollo en este siglo contribuyen de manera fundamental
Wittgenstein, Toulmin, Hanson, Kuhn, Feyerabend, Lakatós, Polanyi y Popper, entre
otros (ver Martínez M 1989). Igualmente, lo hacen de manera sostenida y firme los
autores que crearon la Psicología de la Gestalt, el Estructuralismo francés y el
Enfoque Sistémico. Veamos muy sucintamente sus ideas centrales.
"...no es más que uno de los instrumentos de la ciencia, nos parece absurdo aferrarse a
ella ciegamente cuando parece con toda evidencia que no funciona ya como
instrumento. Desde luego, cada uno es libre de preferir su artículo de fe favorito... Pero,
no creemos que esta fe sea algo más que un apoyo confortable y de rutinaria
superstición" (pág. 81).
A parte de esta revolución que arranca desde la física, el papel decisivo hacia la
superación del positivismo lo juega el vienes Ludwig Wittgenstein. En efecto, su
Tratado Lógico-Filosófico, publicado en 1921, era como la biblia de los miembros del
Círculo de Viena (Scnlick, Carnap, Neurath, Feigí, Gódel, Hempel, Reichenbach,
Ayer), grupo de científicos-matemáticos-filósofos que lideralizaba, a través de la
revista ERKENNTNIS (conocimiento), la filosofía de la ciencia positivista a nivel
mundial.
palabras que designaban directamente partes de la realidad. Este supuesto hecho era
la base del positivismo lógico y, por derivación, de las "definiciones operacionales", ya
que "enlazaba" las proposiciones con la realidad. Pero desde 1930 en adelante,
Wittgenstein comienza a cuestionar, en sus clases en la Universidad de Cambridge,
sus propias ideas, y a sostener, poco a poco, una posición que llega a ser
radicalmente opuesta: niega que haya tal relación directa entre una palabra y un
objeto; afirma que las palabras no tienen referentes directos; sostiene que los signi-
ficados de las palabras se encuentran determinados por los diferentes contextos en
que ellas son usadas; que los significados no tienen linderos rígidos, y que éstos
están formados por el contorno y las circunstancias en que se emplean las palabras;
que, consiguientemente, un nombre no puede representar o estar en lugar de una
cosa y otro en lugar de otra, ya que el referente particular de un nombre se halla
determinado por el modo en que el término es usado. En resumen, Wittgenstein dice
que "en el lenguaje jugamos juegos con palabras" y que usamos a éstas de acuerdo a
las reglas convencionales preestablecidas en cada lenguaje. Todas estas ideas
aparecerán luego en su obra póstuma Investigaciones Filosóficas(1953). Una posición
similar llegaron a sostener, después, Hempel y Carnap.
Por todo ello, cabe afirmar, en plena lógica, que el enfoque positivista y su
metodología son sencillamente imposibles de practicar, como tampoco se pueden
sostener, en sentido riguroso y estricto, sin caer en autocontradicción.
vivido". Todo esto hace que un "dato" o señal que venga de la apariencia de un objeto
o interlocutor (o de nuestra memoria) active un "bloque de información" y éste, al
integrarlo en su contexto o estructura, le confiera un significado determinado. Los
objetos, los eventos, las situaciones no tienen un significado en sí mismos: más bien,
el significado se lo confiere el observador. Debido a ello, el mismo "dato" puede tener
significados muy diferentes para dos personas. Es más, lo que para una es evidente,
para otra puede llegar a ser hasta absurdo, como sucede al usar paradigmas
epistemológicos diferentes o, simplemente, cuando se ven las mismas cosas con
enfoques opuestos, como sucede cuando nuestra mente efectúa un cambio de gestalt
ante una figura y... percibe "otra cosa", o, en sentido más amplio, en una conversión
ideológica o religiosa, donde todo se ve con nueva luz y perspectiva diferente. De
aquí, la necesidad de recoger los datos ubicados siempre en su contexto y la
importancia de recurrir a una técnica hermenéutica para interpretarlos, ya que su
significado permanecería oculto ante un análisis meramente positivista.
Estas ideas son avaladas hoy día también por los estudios de la Neurociencia
(Popper-Eccles, 1985), que señalan que:
"no hay 'datos' sensoriales; por el contrario, hay un reto que llega del mundo sentido y que
entonces pone al cerebro, o a nosotros mismos, a trabajar sobre ello, a tratar de
interpretarlo... Lo que la mayoría de las personas considera un simple 'dato' es de hecho el
resultado de un elaboradísimo proceso. Nada se nos 'da' directamente: sólo se llega a la
percepción tras muchos pasos, que entrañan la interacción entre los estímulos que llegan a
los sentidos, el aparato interpretativo de los sentidos y la estructura del cerebro. Así,
mientras el término 'dato de los sentidos' sugiere una primacía en et primer paso, yo
(Popper) sugeriría que, antes de que pueda darme cuenta de lo que es un dato de los
sentidos para mí (antes incluso de que me sea 'dado'), hay un centenar de pasos de toma y
daca que son el resultado del reto lanzado a nuestros sentidos y a nuestro cerebro... Toda
experiencia está ya interpretada por el sistema nervioso cien - o mil - veces antes de que se
haga experiencia consciente" (pág. 483-4).
V. CUADRO SINOPTICO:
educativa?.
IX. GLOSARIO
Empirismo: considera la experiencia sensorial como única fuente del saber. (Cerda,
H.)
UNIDAD no. 2
II. PRESENTACION:
No está por demás el volver una y otra vez, hacia estos fundamentos teóricos e
incluso a las orientaciones de carácter metodológico y técnico que se establecerán en
la presente Unidad, cuando ello se precise. Cabe indicar que este acompañamiento de
la teoría con relación a la práctica, se convierte en una de las cuestiones
imprescindibles, si el afán es racionalizar nuestras acciones en el terreno de la
investigación.
investigativa.
En tercer lugar se puede optar por conversar con pares o profesores del posgrado
que son de cohortes anteriores y que tengan relación o experiencia con el posible
tema a investigar.
Una aclaración que conviene en este tramo, es que una pregunta o problema por
sí mismo, no necesariamente es un problema científico. A más de lo indicado
demanda del ingenio o el talento del investigador o lo que comúnmente se dice el
tener “olfato” para estos menesteres. Se suma algo por demás importante: “Para
que un problema sea un problema científico, es necesario que se plantee dentro
de un modelo teórico o en el marco referencial de una ciencia”. (Ander-Egg, 2000,
p.90).
Por cierto para que un problema esté bien formulado –que mucho interesa en esta
fase- hay que considerar los siguientes criterios:
14
Ander-Egg, 2000
a. Una necesidad que debe ser satisfecha. Aquí se refiere a algo que hace
falta para alcanzar un fin determinado.
b. Una causa que hay que determinar, descubrir, precisar o explicar. Se busca
determinar el origen o causa de algo, de una cosa o suceso que produce otra
cosa.
c. Una relación entre fenómenos, cosas o situaciones. Buscar los puntos de
unión o conexión entre dos o más cosas, fenómenos o situaciones.
d. Una dificultad que debe ser superada, identificada o explicada para que
posteriormente sea eliminada o neutralizada. Aquí se refiere a un obstáculo de
cualquier tipo que impide conseguir realizar o entender bien una cosa.
e. Determinación de la existencia, vigencia y viabilidad de una cosa. Se deben
señalar o establecer los aspectos que determinan la vida o existencia de una
cosa, cuya presencia está en vigor o en su defecto, definir la posibilidad de
realización de un fenómeno o de una cosa.
15
f) Justificación del problema.- En esta etapa del proyecto, hay que explicar las
razones o motivos de la prioridad y urgencia del problema a resolver. Además se
responde el por qué este proyecto y no otro, es el más adecuado para solucionar
el problema identificado.
En esta parte, una cuestión que merece acotarse es que en este diseño de un
proyecto de titulación, si bien no consta el marco teórico (antecedentes,
fundamentos epistemológicos y legales) ello no resta su importancia y por
supuesto su redacción; más aún cuando las operaciones que se precisan para
concretar este diseño, tienen que alinearse en estos fundamentos. No en vano se
señala que: “Formular hipótesis implica un pleno conocimiento del problema, al
igual que el correcto manejo de un marco teórico. Por esta razón, su planteamiento
es posterior a estas fases en el diseño propuesto. (Méndez, C., 2013. p. 209).
menor abstracción, es decir, las variables que conforman la hipótesis tienen que
descender a un nivel que se halla en apego con lo empírico. Para ello cada
variable tiene que ser descompuesta en sus dimensiones e indicadores. Acto
seguido se procede a establecer un índice o escala de medida por cada indicador,
o en su defecto los ítems o preguntas que serán el contenido del instrumento que
servirá para la recolección de datos.
En tercer lugar el diseño debe precisar cuáles van a ser los métodos lógicos y
empíricos que se van a utilizar en la investigación. Esta es una decisión que no
solo es resultado del buen juicio del investigador en el afán de garantizar la
consecución de los objetivos trazados. Sobre este particular, Ezequiel Ander-Egg,
indica: “El método propio de cada disciplina, no surge ni se elabora a partir de la
decisión de “hacer un método”. Dos aspectos condicionan la elaboración de un
método: los principios del procedimiento científico y las características propias del
objeto de estudio”.4
En cuarto lugar, cómo se van a exponer los datos, pruebas y argumentos que
servirán para corroborar la hipótesis.
4
Ander-Egg, E. (1987). Acerca del pensar científico. Guayaquil-Ecuador: Universidad de
Guayaquil, p. 71.
19
2. Planteamiento, formulación
y sistematización del problema
de investigación
3. Objetivos de la
4. Justificación de la investigación
investigación
(teórica, metodológica, práctica)
7.3 Técnicas y
procedimientos para la
recolección de la información
(encuestas, etc)
8. Tabla de contenidos de la
investigación
9. Bibliografía
10. Cronograma (tiempo para
realizar la investigación)
Tomado de: Méndez, C. (2013). Metodología: Diseño y desarrollo del proceso de investigación con
énfasis en ciencias empresariales. 4ta edic. Colombia: Edit. McGraw-Hill, p. 155
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Extensión: 2 - 3 páginas.
Presentación de avances en
La tarea y revisión:
1. Selección del tema de reflexión: Seleccione algún aspecto del contenido temático que
forma parte de este Curso y que haya llamado su interés. Es recomendable que este
tema que será objeto de su estudio, no sea demasiado general; trate de precisarlo, sin
tampoco caer en excesos.
Le recomendamos una de las siguientes alternativas que tienen que ver con el
proceso de investigación científica:
2. Explicar su marco conceptual anterior al estudio del curso, sobre el tema escogido.
5
Adaptación realizada por Marco Paredes V. al modelo de la Universidad NUR-Bolivia.
21
Puede ser útil también la técnica de los mapas mentales. Se coloca en el centro la
idea principal, y de ella se va desprendiendo los subtemas, y a su vez de cada
subtema uno puede ir sacando nuevos elementos adicionales que ayuden a
profundizar la reflexión del tema. El gráfico siguiente, representa lo indicado:
Elem
ento
Elem
Elem
adicional
SUBI ento
ento
DEA adicional
adicional
SUBI
DEA
Elem
IDEA ento
Elem
PRINCIP adicional
ento
adicional AL
SUBI
SUBI Elem
DEA
DEA ento
adicional
Elem
ento
adicional
Elem
Elem
ento
ento
adicional
adicional
En esta parte es menester hacer una forzada distinción: escribir no es lo mismo que
hablar. La idea no es transponer mecánicamente lo oral en un papel sino al contrario,
entender la escritura desde una dimensión que implique una forma estructurada de
elaborar conocimiento y en la construcción de un pensamiento lógico. (Giroux, 1990:
101)
Una vez que se ha realizado una interpretación global de las ideas que expone el
autor sobre el tema y, seleccionado los aspectos esenciales se redactan estas ideas
con claridad y en forma concreta.
Para ello, usted tiene que redactar en función de las siguientes acciones:
6. Reflexión personal: haga un comentario indicando la importancia que tuvo este tema
en su vida.
En lo que respecta a cómo será evaluado este trabajo final, tenga muy en cuenta los
criterios que a continuación se detallan y que servirán para este cometido. Igualmente
los valores numéricos parciales que se encuentran en la columna izquierda.
UNIDAD no. 3
II. PRESENTACION:
Se entiende que para alcanzar este cometido, más allá de estandarizar una evaluación
en procura de atender necesidades externas, interesa el desarrollar entre quienes se
hallan afrontando una investigación, procesos encaminados al diálogo y la reflexión,
en procura como habíamos indicado de encontrar sentido a lo que hacen.
Resta decir que en esta Unidad, interesa que el maestrante no pierda de vista unos
presupuestos teóricos y metodológicos así como técnicos de la evaluación de la
investigación. Ello por cierto permitirá el ir superando una práctica “evaluativa” viciada,
que finca sus esfuerzos en la intuición o el ensayo y error.
En este marco Roy y Larose (2000; 279-286) exponen algunas características que
debe tener un texto científico de calidad, a saber: a) en el plano heurístico; b) en el
plano discursivo; y c) en el plano formal. Veamos a continuación una breve referencia
a cada una de ellas.
ESQUEMA
Sin embargo este tipo de investigación sigue siendo secundaria y busca un fin preciso.
Desde una posición fundamentada y articulada, pone en tela de juicio ya sea el
enfoque, el marco teórico, e incluso el rigor de los resultados obtenidos y publicados
anteriormente por otros investigadores. La realización de investigaciones duplicadores
o de réplica en ciencias humanas contribuye muchas veces a relativizar la
universalidad de ciertos modelos teóricos e incluso la seriedad de los fundamentos
teóricos o de los modelos que se han adoptado como si se tratarán de evidencias o de
verdades en la documentación científica.
En este sentido, es tarea del investigador, y partiendo del texto que él produce, valorar
y evidenciar la originalidad de su investigación. A él incumbe también, en particular en
los capítulos dedicados a la problemática y al marco teórico, formular una
argumentación que va a encaminar las “consideraciones” generales hacia un objeto
preciso de investigación. En esto capítulos o secciones, si se trata de un artículo el
autor apoya generalmente su reflexión sobre las investigaciones que han tenido lugar
en el mismo campo o en los campos relacionados, lo que le permitirá exponer lo que
ya se ha logrado para determinar y derivar un objeto propio de investigación.
Dicho de otra manera, las fuentes son los instrumentos que alimentan y encaminan la
reflexión; el estudiante o el investigador deben recurrir a ellas para apoyar o
fundamentar el punto de vista que intenta desarrollar.
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En cuanto al contenido propiamente dicho del texto a difundir, él debe tener, en cada
una de sus secciones, los elementos que caracterizan el tipo de investigación que se
han llevado a cabo y que influyen directamente en la exposición de la problemática,
del marco conceptual y de la metodología así como en la presentación y la discusión
de los resultados. Se debe también hacer un esfuerzo en juzgar la veracidad o la
exactitud del texto que expone los resultados de una investigación científica o que
populariza el contenido.
El texto de una problemática y de un marco teórico, por ejemplo, difiere del que
conviene o se ajusta al análisis de los resultados. En efecto, la formulación de una
problemática se despliega o se expone ante todo en un contexto de hipótesis antes
que sobre el fondo de una afirmación; las ideas y las opiniones que trazan el camino
eventual de la investigación y ganan espacio argumentativo se expresan en
condicional (podría, conduciría, etc.) y en términos de posibilidad; la comparación de
las ideas apela o recurre a los marcadores de relación como al mismo tiempo, no
obstante, a cambio, por lo demás, etc. El texto debe abrir la vía o el camino a la
investigación y no como sucede con frecuencia con los investigadores debutantes,
cerrar la investigación con un cúmulo precipitado de “entonces” unos sobre otros
desde el inicio del texto.
En el plano formal: El plano formal tiene que ver con la manera de decir. Esta debe ser
matizada y adaptada a cada parte del texto. Matizada porque en investigación en
ciencias sociales y ciencias de la educación todo está lejos de ser blanco y negro.
Adaptada, porque el lenguaje empleado, difiere de una parte a otra como se mostró en
la sección anterior. El lenguaje varía también según el tipo de investigación y según el
público objetivo, porque un texto de popularización o divulgación recurre a menudo a
un vocabulario más accesible, dejando de lado ciertas precisiones y se limita ante todo
a lo esencial.
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Pueden servir para expresar una causa comparativamente con las palabras si bien,
aunque, incluso si, etc., que permiten indicar una concesión. Se debe también, vigilar
el uso que se hace de algunos marcadores cronológicos (en primer lugar, luego,
enseguida, finalmente) o de los marcadores de etapas (primera, segunda, tercera,
etc.); se debe mezclar los dos situando, por ejemplo, los términos “en primer lugar” y
“segundo” sobre la primera trayectoria de presentación.
La claridad de un texto surge igualmente de la disposición de las páginas del texto, del
respeto a las normas de publicación y de su acatamiento según el medio de difusión
empleado y según el público destinatario. El desarrollo del texto conlleva
habitualmente tantos subtítulos como secciones se hayan anunciado al final de la
introducción (…). Atención a menudo muchas subdivisiones obscurecen antes de
aclarar. Por lo demás, es preferible, con fines de regularidad y de economía de
espacio, indicar las subdivisiones con números.
De ahí la importancia de verificar uno mismo y hacer verificar por un evaluador externo
todo el texto o cualquier documento destinado a publicación. Esto permite mejorar el
producto a difundir, obtener una mejor apreciación luego del arbitraje y, al final de
cuentas, ganar tiempo.
Dificultades a superar
Con este fin, la consulta de especialistas, uno del campo disciplinar o profesional y
uno de la lengua, es evidencia de una precaución indispensable para la mejora del
documento. Pero se debe desconfiar de los aduladores, de la gente que no ahorra
elogios gratuitos sobre el texto porque en esta etapa lo que se buscan y deben ser
bienvenidas son las críticas y los comentarios susceptibles de permitir el mejoramiento
del texto. Las felicitaciones tendrán su tiempo y lugar, luego de la publicación. El
especialista en el campo analiza el texto en el plano heurístico mientras que el
especialista en la lengua crítica el estilo, la sintaxis, el vocabulario, etc.
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Con el ánimo de lograr elaborar un texto de calidad, Roy Larose (2000: 286-290),
plantean cuatro dificultades mayores que se deben evitar o superar, a saber: a) en el
plano heurístico; b) en el tratamiento del contenido; c) en el empleo de referencias; y
d) en el plano formal. Veamos a continuación cada una de ellas.
El tratamiento del contenido. Hoy día la competencia por la publicación lleva con
frecuencia a los autores jóvenes o menos jóvenes, a sobregeneralizar resultados
débiles de investigación o a tratar de manera rápida o superficial y desperdiciar las
bases de datos cualitativos o cuantitativos. Como lo sugiere Stocker (1996), con
mucha frecuencia la presión por publicar a cualquier precio incita a repetir en varios
artículos el razonamiento y los resultados de una misma investigación. Esta práctica a
la cual se adhieren a menudo los jóvenes autores, bajo la presión de elaborar un
currículo respetable, podría generalizarse en nuestro contexto. Esta práctica
desemboca en un tratamiento superficial o en una cuasi ausencia de contenido, sea
este de orden empírico o teórico, y estas es una de las causas principales del rechazo
de manuscritos arbitrados que reciben las revistas científicas o las editoriales
científicas.
En este mismo orden de ideas, la organización del discurso teórico, de los resultados
e incluso del tratamiento de la información que se presenta en función de lo que
parece generalmente admitido o de moda en el plano metodológico, puede
representar también una fuente importante de debilidad o de incoherencia en los
textos. En este marco, Boylan (1993) considera, de manera crítica, que la adaptación
de la producción científica a las normas o a las prioridades de los que toman
decisiones políticas o “académicas” genera la integración de aficionados en los
diversos campos de investigación o de experticia. Esta adaptación se manifiesta con
una especie de demagogia con los términos de moda y un empobrecimiento de los
matices y de las relaciones; adaptación que enmascara con frecuencia una debilidad
de orden teórico y metodológico.
evidente que los documentos mencionados no han sido leídos o comprendidos por el
autor, y podría ser contraproducente porque haría perder credibilidad al texto del autor.
Este abuso de referencias se duplica a veces con un uso inadecuado del contenido de
los textos citados, lo que confirma casi todas las veces una mención no adecuada de
la referencia. Los comités científicos, los árbitros, y generalmente los pares o los
expertos consideran que se trata de una prueba de débil dominio, por el autor del
estado del conocimiento científico en el campo. Se puede agregar que la enumeración
o el apuntamiento de una gran número de autores relacionados con una idea es
testimonio frecuente de una ausencia de matiz en el pensamiento y obscurece
generalmente el progreso y desarrollo de la argumentación, porque ésta depende de
la matización que aporta precisamente cada autor.
Se recuerda, finalmente, que muchos de los textos remitidos para publicación no han
sido objeto de una revisión lingüística suficiente. En algunos textos, incluso de nivel
universitario, abundan los errores ortográficos y de sintaxis, las formulaciones
obscuras etc.
Para remediar los problemas de escritura, dos vías se pueden privilegiar. La primera
consiste en formarse personalmente en la consulta de obras que tratan de las
principales dificultades relacionadas con la calidad de la lengua escita, que traten del
uso del vocabulario (anglicismos, homofonía, hispanismos, barbarismos, etc.), los
principales problemas de orden gramatical (acuerdos, homofonía, sintàxis, etc.) las
abreviaciones, etc. Se puede pensar aquí en diversas obras que tienen gran utilidad
para estos efectos.
Este trabajo personal de mejoramiento del texto debería continuarse con la consulta
de uno o más especialistas del español escrito; cada lector experto ofrece en efecto
una mirada particular sobre un texto que le es sometido a revisión, y de esta manera
destaca los puntos a mejorar. De esta manera, tres revisores valen más que uno,
porque sus observaciones de costumbre se complementan. Todas estas mejoras son
benéficas antes de remitir el texto para la difusión en una revista o de entregarse al
editor. Sin las revisiones, el texto remitido para difusión podría ser rechazado; en tal
caso, es siempre muy difícil rehacer el pensamiento.
Tomado de: Gómez, M.; Deslauriers, J. P. y Alzate, M. (2010). Cómo hacer tesis de
maestría y doctorado: Investigación, escritura y publicación. Bogotá: Ecoe Ediciones,
pp.
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