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1. Se pasan por la batidora todos los ingredientes, menos la harina de coco, hasta obtener un puré suave.
2. En un bol se vierte la mezcla y poco a poco se añaden cuatro cucharadas de harina de coco sin dejar de
remover. Esta masa, sin grumos, se divide en dos.
3. Se espolvorea la superficie de trabajo con la harina de coco restante y encima se da forma a dos
panecillos.
4. Se colocan sobre papel de horno o las láminas antiadherentes del deshidratador y se deshidratan 12
horas.
5. A las 12 horas, se retira el papel o lámina y se dejan 6 horas más directamente en las bandejas del
deshidratador.
Un pan aporta:
Calorías: 639
Hidratos de carbono: 24 g
Proteínas: 18 g
Grasas: 52 g
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Focaccia de avena
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1. En un robot o procesador de cocina, se bate todo menos el lino y la albahaca hasta obtener un puré
suave.
2. Se vierte en un bol, se mezcla con las semillas de lino con la ayuda de una cuchara de madera y se
incorpora la albahaca cortada en tiras muy finas (en chiffonade).
3. Se extiende sobre papel de horno o las láminas del deshidratador en capas finas y se deshidrata 8 horas.
4. Se le da vuelta y se deshidrata 4 horas más.
5. Se corta con un cuchillo bien afilado para obtener crackers regulares, o con las manos si se quieren
irregulares.
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1. En un procesador o robot de cocina, se trituran bien las nueces junto con el aceite, la sal, el azúcar de
coco y el ajo. Se añade el resto de ingredientes, menos la harina, y se sigue triturando hasta obtener una
masa modelable.
2. Se divide la masa en 4 porciones y, sobre una superficie espolvoreada con la harina, se forman los
panecillos.
3. Se deshidratan durante 24 horas sobre papel de horno o las láminas del deshidratador y luego
directamente sobre las bandejas unas 24 horas más.
Un pan aporta:
Calorías: 798
Hidratos de carbono: 26 g
Proteínas: 20 g
Grasas: 69 g
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1. Se trituran las manzanas en un robot o procesador de cocina junto con el agua de mar y la pimienta hasta
obtener un puré muy suave y sin grumos.
2. Luego se añade el lino y se tritura de nuevo hasta que se mezcle todo bien y quede homogéneo.
3. Finalmente se agregan las semillas de calabaza y se mezclan con una cuchara de madera.
4. La masa obtenida se extiende, con 1 cm de grosor, sobre papel de hornear o las láminas antiadherentes
del deshidratador.
5. Se deshidrata 8 horas, se le da la vuelta y se deja 4 horas más directamente ya sobre las bandejas.
6. Una vez hecho, se corta con un cuchillo en 8 porciones rectangulares lo más parecidas posibles.
Un pan aporta:
Calorías: 165
Hidratos de carbono: 7 g
Proteínas: 5 g
Grasas: 11 g
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1. Se tritura todo, menos las almendras, en un robot o procesador de cocina hasta obtener una masa suave
pero modelable.
2. Se divide en ocho y, sobre una superficie espolvoreada con la almendra molida, se forman los panes.
3. Se deshidratan 8 horas sobre papel de horno o las láminas del deshidratador.
4. Después continúa la deshidratación directamente sobre las bandejas 24 horas más.
Un pan aporta:
Calorías: 460
Hidratos de carbono: 19 g
Proteínas: 17 g
Grasas: 34 g
Pan crudivegano
Claves para preparar y utilizar los panes crudos
Al elaborar el pan, podemos añadir los germinados frescos tal cual o podemos deshidratarlos y guardarlos
durante meses en botes de cristal bien cerrados. Cuando decidamos elaborar pan podemos recuperarlos y
molerlos. Así nos evitamos el lento proceso de germinación cada vez que queramos preparar un par de
panecillos.
Los cereales y pseudocereales germinados no son la única base de los panes crudos. También se pueden
elaborar con otras semillas preferiblemente activadas y/o germinadas –girasol, calabaza, lino– y con frutos
secos activados –almendras, nueces, coquitos de Brasil, avellanas, piñones…
Es importante lavar y activar todas las semillas y frutos secos, ya que también contienen inhibidores
enzimáticos similares a los fitatos de los cereales (la función de estos compuestos es evitar que la semilla
germine mientras las condiciones de humedad y temperatura no sean las adecuadas, así como defendese de sus
predadores). Además se favorece su digestibilidad y aumentan sus propiedades nutricionales.
Las semillas mucilaginosas –lino, chía– son una excepción: podemos utilizarlas activadas, germinadas o sin
activar. Estos no son los únicos alimentos que componen un pan crudo, también pueden contener verduras,
frutas, hierbas aromáticas, raíces, aceites, algas, flores, setas…
Hazlas en casa
El "pan esenio"
El pan crudo no es ningún invento moderno y excéntrico. La idea es muy antigua. De hecho, se le llama "pan
esenio" porque se cree que era a un alimento básico de esta comunidad judía en torno al siglo II a.C. que al
parecer basaba su dieta en el consumo de verduras, frutas, semillas y germinados.
En la Biblia, en Ezequiel 4:9, se describen sus ingredientes: "trigo, cebada, judías, lentejas, mijo y espelta".
Como hemos visto, para hacer un pan crudo, se activan y germinan los granos, se mezclan con el resto de
ingredientes, se da forma –generalmente, panecillos de unos 10 cm de diámetro– y se deshidratan.
En verano, podemos deshidratar nuestros panes al sol si disponemos de un lugar lejos de la contaminación.
Los aparatos deshidratadores actuales imitan este proceso de secado suave y natural al sol.
Alimentación viva
Una vez tengamos preparados nuestros panes, los podemos guardar en la nevera, en recipientes de cristal con
tapa, entre 4 y 7 días. Dependiendo de los ingredientes y de su grado de humedad, pueden fermentar y adquirir
un sabor ligeramente picante o ácido. Aun así, siguen siendo perfectamente comestibles y saludables.
Si nuestros panes fermentaron, los podemos cortar en rebanadas y deshidratar durante unas horas; el sabor
picante o ácido se suavizará. Si los hemos guardado en la nevera, antes de consumirlos los colocaremos de
nuevo en el deshidratador unos 30-60 minutos para quitarles el frío y devolverles el sabor más intenso del
alimento tibio.
Utilizaremos nuestros panes para acompañar las comidas, en raciones más pequeñas que el pan convencional
pues son calóricos y llenan más. También podemos hacer mini bocadillos o cortarlos en rebanadas para untar
con aceite de oliva, mayonesa crudivegana, alioli, aguacate o algún paté crudivegano rico y saludable.