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REVISIONES
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citosis secundarias y con los estadios iniciales de la respiratorio que excede en unas 200 a 250 veces a la
policitemia vera. La observación del curso evolutivo del oxígeno, al que desplaza instantáneamente. La Hb
puede ser la única clave a este respecto. Las compli- queda, de este modo, bloqueada y se convierte en una
caciones tromboembólicas (cerebrovasculares, coro- molécula ineficaz desde el punto de vista del trans-
narias, periféricas, etc.) son las que determinan el porte del oxígeno. Por otra parte, el CO aumenta la
pronóstico y la supervivencia de estos enfer- afinidad de la Hb restante o «no bloqueada» por el
mos5-14'21'22. oxígeno, con lo que se altera la liberación o cesión de
El tratamiento es puramente sintomático y se cifra este último a los tejidos. La curva de saturación de la
en la pérdida de peso, el ejercicio físico y la vigilancia Hb experimenta, en consecuencia, por efecto directo
y eventual terapéutica de la hipercolesterolemia, la hi- del CO, una desviación hacia la izquierda y, por con-
peruricemia, la urolitiasis y la hipertensión arterial siguiente, el valor numérico del parámetro p50 (pre-
(los diuréticos deben evitarse). La supresión del ta- sión parcial de oxígeno a la que la Hb está saturada
baco es esencial. Las flebotomías1y5 la mielosupresión en un 50 %) disminuye. Además, la curva muestra,
no están generalmente indicadas ' , aunque en casos también bajo el influjo del CO, una tendencia a adop-
concretos, con importantes elevaciones en el índice tar formas más hiperbólicas (descenso en el valor del
Hcto, la sangría puede ser beneficiosa y parece mejo- parámetro «n» de HUÍ). Esto incrementa aún más la
rar el flujo sanguíneo cerebral14'21. afinidad de la Hb por el oxígeno.
Los niveles de HbCO están elevados, a veces de
forma muy importante, en los individuos fumado-
Poliglobulia del fumador res15-17'25-27. Tumer et al27 han referido, en 1.933 ca-
sos estudiados, una tasa media de 4,78 ± 2,67 %. Va-
La poliglobulia es un hallazgo muy frecuente en el lores superiores a un 10 o incluso a un 20 % no son
fumador. En su génesis cabe invocar, en primer lugar, excepcionales. En23algunos casos se han hallado cifras
a la hipoxemia propia de la enfermedad respiratoria hasta de un 37 % , que se inscriben en el rango pro-
crónica inducida por el tabaco. Este último puede es- pio de las intoxicaciones agudas graves por CO. Estos
tar también en el origen, como ya seu 15
ha indicado, de niveles contrastan con los que presentan los indivi-
una pseudopolicitemia de Gaisbóck ' '17'23. Además duos no fumadores, que suelen oscilar entre un 0,5 y
de a través de estos dos mecanismos, el tabaco ejerce, un 2 % n.26^ y cuyo origen se encuentra, además de
por sí mismo, una acción indudable sobre la eritropo- en la mínima producción endógena que deriva del ca-
yesis y repercute, por ello, en la masa de células ro- tabolismo de la Hb (escisión de la protoporfirina), en
;.,cl5.16.24,25
Jda
la contaminación industrial o urbana. Waid et al28
Varios estudios15'17'25'26 han evidenciado que los in- han hallado, entre 6.641 individuos no fumadores,
dividuos fumadores aparentemente sanos tienen, sólo un 0,3 % con tasas de HbCO por encima de un
como grupo, un índice Hcto superior al de los no fu- 2,5 %, mientras que un 81 %, entre 2.613 fumado-
madores. Pero además, hasta un 3 a 5 % de los fuma- res analizados, mostraba concentraciones superiores a
dores muestra, en ausencia de enfermedad respirato- un 2 %. El solapamiento de los valores es, por tanto,
ria crónica o de cualquier otra causa de hipoxemia, muy escaso, lo que permite afirmar que la determina-
una ME verdaderamente incrementada y presenta, ción de la HbCO es útil, entre otros aspectos, como
por tanto, una auténtica policitemia absoluta i i'15. En marcador de la exposición reciente al humo del ta-
estos casos, la ME alcanza niveles incluso compara- baco26'27.
bles a los que se observan en la policitemia vera. La Los niveles de HbCO son muy variables de unos
supresión del tabaco conduce, en el plazo de unos fumadores a otros, aun cuando consuman un mismo
tres a cinco meses, a la normalizaciónlu6 del índice Hcto número de27cigarrillos al día, y más aún si fuman pipas
y a la desaparición de la eritrocitosis '25. o cigarros . Factores tales como la calidad del ta-
La patogenia de la policitemia del fumador aparen- baco, del papel o del filtro, el volumen de gas inhalado
temente sano está en relación con una apropiada ele- en cada bocanada, el número de inhalaciones por pi-
vación en la secreción de eritropoyetina, secundaria a tillo y, sobre todo, el lapso de tiempo transcurrido
la hipoxia celular inducida por el tabaco. El trastorno desde que el último cigarrillo fue consumido, son im-
de la oxigenación tisular estimula al «sensor» renal de portantes en este sentido. Esta última circunstancia,
la hormona y pone así en marcha una respuesta eri- consecuencia de que la vida media de la HbCO en
tropoyética compensadora. sangre oscile entre unas tres o cuatro horas, explica
El origen de este trastorno hipóxico no se relaciona por qué los niveles matutinos de este compuesto son
con una caída en la paO^, que no existe o es mínima, considerablemente menores que los vespertinos, deta-
ni con alteración funcional respiratoria alguna. Dos lle de importancia a tener en cuenta cuando se valo-
mecanismos, al menos, ambos dependientes del mo- ran unos resultados en un fumador1'15.
nóxido de carbono (CO) inhalado con el humo del La capacidad real de la Hb para transportar
tabaco, explican la hipersecreción eritropoyética y la oxígeno disminuye significativamente cuando existe
poliglobulia del fumador25'26. Por un lado, el CO, al HbCO, es decir, sólo la Hb funcional o «disponible»
unirse con la Hb (carboxihemoglobina o HbCO), dis- (Hb total menos HbCO) puede saturarse con
minuye su capacidad para transportar oxígeno a los oxígeno. Esta menor saturación de la Hb, potenciada
tejidos. El CO tiene una apetencia por el pigmento aún más por la desviación de su curva de disociación
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hacia la izquierda, sólo puede ponerse de manifiesto hipoxemia sobreañadida, si existiera además una en-
cuando dicha saturación, es decir la oxihemoglobina, fermedad respiratoria crónica, potenciaría este efecto
se mide por métodos directos, por ejemplo, espectro- primario del tabaco, agravaría aún más la hipoxia ce-
fotométricos. La saturación de la Hb calculada sobre lular y constituiría, obviamente, un estímulo adicional
una curva estándar, a partir de los datos de una gaso- para la eritropoyesis16-24'29.
metría arterial, es siempre normal y no permite sospe- Pero, además de disminuir la capacidad de trans-
char la presencia de HbCO, aun cuando sus niveles se porte de la Hb, al ocupar sus puntos de unión con el
encuentren francamente elevados. En efecto, en tales oxígeno, el CO aumenta la afinidad de los restantes
cálculos se asume que toda la Hb es capaz de unirse grupos heme por el gas respiratorio y desplaza así su
con el oxígeno, lo que no es cierto cuando existe curva de disociación hacia la izquierda. Este despla-
HbCOn. Para cualquier valor de la pa0¡, la HbCO zamiento altera la liberación del oxígeno a nivel peri-
disminuye la saturación real de la Hb y este hecho férico, sin que, por el contrario, su carga pulmonar se
sólo se demuestra si se cuantifica directamente la vea favorecida, a excepción de aquellos casos en los
fracción de la Hb total que está «disponible» para que la presión alveolar de oxígeno sea marcadamente
combinarse con el oxígeno. Aún más, la hipoxemia baja. La modificación en la forma de la curva de diso-
favorece la formación de HbCO, lo que significa que, ciación (menor efecto cooperativo o heme-heme) que
para una misma presión parcial de CO (pCO) en san- origina el CO, trastorna aún más esta libera-
gre, la concentración de HbCO es mayor cuanto me- ción 19'23.25. Varios trabajos15'16^31 han puesto de ma-
nor es la pa0¡29. Por consiguiente, la normalidad de nifiesto que, en los fumadores aparentemente sanos,
los gases respiratorios, en una gasometría arterial los valores de la p50 se encuentran disminuidos (en-
convencional, en absoluto excluye la posibilidad de tre 20 y 25 mm Hg) y se correlacionan, de forma in-
que exista una hiposaturación de oxígeno debida a un versa, con la tasa de HbCO. Se ha estunado que por
incremento en la tasa de HbCO11'25. Este trastorno, cada 5 % de aumento en esta última, la p50 dismi-
característico del fumador, pasa inadvertido si la nuye entre 1,25 y 2,0 mm Hg15'16-25.
HbCO no se mide directamente. La deficiencia en la oxigenación periférica, ocasio-
La caída de la SaO; producida por el CO del humo nada por la HbCO, no pone en marcha los mecanis-
del tabaco ocasiona una reducción sustancial en el mos de adaptación intraeritrocítica, que habitual-
contenido arterial de oxígeno (CaO;). Esta reducción mente surgen ante hipoxias de otro origen. Diversos
es la que origina una verdadera hipoxia celular y la estudios15'16'25'29 han demostrado que la concentra-
que pone en marcha la respuesta eritropoyética com- ción del 2,3-difosfoglicerato (2,3-DPG) del hematíe
pensadora. La policitemia constituye, en tal caso, un no se modifica en la poliglobulia del fumador, por lo
mecanismo de adaptación a la deficiente oxigenación que cualquier cambio en el valor de la p50 no puede
tisular inducida por el CO. A este respecto, en estu- ser compensado por este mecanismo. La explicación
dios realizados en individuos fumadores aparente- a esta peculiar circunstancia no se conoce con exac-
mente sanos, pero con poliglobulia secundaria, se ha titud, aunque podría radicar en una falta de esti-
señalado que el Ca0¡, calculado a partir de una SaO; mulación de la síntesis del 2,3-DPG. La hipoxia in-
real (oxihemoglobina directa), se encontraría dentro ducida por el CO no incrementa la proporción de
de los límites normales o «apropiados» y no por en- moléculas de Hb de configuración desoxigenada, que
cima de ellos, como podría desprenderse de un análi- son a las únicas a las que puede unirse estequio-
sis efectuado a partir de una SaO^ que no hubiera métricamente, en su cavidad central, el 2,3-DPG.
sido medida directamente, sino deducida a partir de Esta falta de unión impide que disminuyan los ni-
la gasometría (Ca0¡ falsamente elevado)25. veles de la fracción intraglobular libre del organo-
Parece lógico, por tanto, que en los fumadores la fosfato, por lo que, lógicamente, su síntesis no resulta
tasa de Hb circulante aumente en relación directa con estimulada32.
los valores de la HbCO11>26. Rectas de regresión simi- En conclusión, aunque los efectos hematológicos
lares a la formulada por Murray30, permiten estimar derivados de la exposición sostenida y excesiva al
el valor probable de la ME (ml/kg de peso) a partir humo del tabaco no han recibido suficiente atención
de la SaOz real (ME =' 148 - 1,24 X Sa02). Con hasta hace pocos años, en el momento actual, la rela-
ecuaciones como ésta (véase más adelante), es posible ción entre poliglobulia secundaria y hábito de fumar,
apreciar como, en los fumadores aparentemente sa- en individuos sin enfermedad respiratoria crónica y
nos, la ME calculada coincide con la medida cuando aparentemente sanos, es indudable33'34. El tabaco es,
se utiliza la SaOz real, pero no cuando se emplea la por uno u otro mecanismo, una de las causas más
estimada indirectamente a partir de una curva están- frecuentes de policitemia. La valoración del taba-
dar25. De ahí el interés de cuantificar directamente la quismo y la cuantificación de la HbCO deben in-
Sa0¡ y de expresarla como porcentaje de la Hb total cluirse sistemática y rutinariamente, como una parte
(Hb funcional más Hb no funcional). Este procedi- más del estudio seguido en el diagnóstico diferen-
miento puede incluso poner de manifiesto como la cial de cualquier poliglobulia. La determinación
tasa de Hb disponible para combinarse con el oxígeno de la HbCO puede tener, además, una aplicación
se encuentra, en algunos casos, en zonas de auténtica en la lucha antitabáquica, como elemento disuaso-
anemia (anemia funcional), pese a que el 15 individuo rio o de apoyo psicológico, en los protocolos de des-
muestre un índice Hcto superior al normal '23. Una habituación a la droga.
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Función pulmonar
(paOz)
Eritropoyetina
Curva de saturación
(SaOz)
Función cardiovascular
(TA-Q-flujo renal)
Fig. 2. Representación esquemática de los principales factores que intervienen en la regulación de la relación entre la producción erilroide en la médula ósea
(masa eritrocítica) y la secreción renal de eritropoyetina. Abreviaturas: TTO;, tensión tisular de oxígeno; T, temperatura; TA, tensión arterial; resto en el
texto. Modificado de Ersiev y Caro 7 y de Stradling y Lañe ".
mos que cursan con poliglobulia de los que no se aso- Aspectos fisiopatológicos
cian con ella38'40. No obstante, a este respecto tam-
bién sería posible que el «sensor» renal modificase, En condiciones normales, la masa de células rojas
una vez establecida la policitemia, su receptividad a la en circulación se mantiene, para un volumen plasmá-
hipoxia. Se instauraría así un nuevo estado estable, tico de unos 40 a 50 ml/kg de peso (44 + 3 ml/kg de
aunque a un nivel superior. Este estado se mantendría peso)3"5'"'23, alrededor de unos 23 a 32 ml/kg de
gracias a una producción hormonal mínimamente ele- peso (29 ± 3 ml/kg de peso)1.3.4.11.23. Estos valores se
vada o liberada sólo de forma intermitente (a «pul- corresponden con un índice Hcto que oscila entre un
sos»), que escaparía, en cualquiera de los dos casos, a 40 y un 45 %, que es probablemente el más adecuado
la sensibilidad de los métodos analíticos actuales9'38. para que la capacidad de transporte de oxígeno a los
El desarrollo de técnicas que posibiliten la cuantifica- tejidos sea óptima (CaO; de unos 20 ml/dl)11'54-55.
ción de la excreción de eritropoyetina en orina de 24 Incrementos en el índice Hcto que superen un 50 o
horas, como índice acumulativo de la respuesta del 55 %, se acompañan de un ascenso exponencial en la
«sensor» renal a la hipoxia experimentada por el en- viscosidad de la sangre, lo que ocasiona un mayor tra-
fermo a lo largo del día, quizás suponga un avance y bajo cardíaco, un enlentecimiento del flujo hemático
permita discriminar mejor en todos estos casos7. y, en definitiva, un entorpecimiento de la oxigenación
Los factores que intervienen en la regulación de la tisular (fig. 3)35,42,51,56-58 Ya que la sangre es un
eritropoyesis, en la enfermedad respiratoria crónica fluido «no newtoniano», el aumento de la viscosidad
hipóxica, son numerosos y sus interrelaciones com- es más marcado cuanto menor es la velocidad de la
plejas, por lo que no resulta extraño que el modelo de circulación. Por ello, para un mismo índice Hcto, la
la adaptación fisiológica a la altura no sea comparable viscosidad es siempre mayor en la microcirculación
con el de esta enfermedad n'40. En realidad, en el mo- que en los grandes vasos II.57.58-6!.
mento actual no existe acuerdo sobre cuál debe ser la La poliglobulia de la enfermedad respiratoria cró-
respuesta eritropoyética más adecuada a la hipoxia en nica hipóxica es consecuencia de la hipersecreción de
cada caso. Un procedimiento que permitiese conocer eritropoyetina51'62'63. La mayor capacidad hemática
la verdadera situación «in vivo» de la oxigenación ti- para transportar oxígeno compensa la deficiente oxi-
sular y que expresase, por tanto, lo que capta el «sen- genación y permite que se establezca un nuevo equili-
sor» renal, probablemente ayudaría a comprender brio a un nivel de ME más alto. Sin embargo, a partir
mejor la significación de estos mecanismos compen- de un determinado índice Hcto, cualquier mejoría en
sadores. Ello quizás permitiera resolver otras cuestio- la oxigenación tisular que pudiera conseguirse a ex-
nes de mayor trascendencia clínica y terapéutica. pensas de aumentar la eritrocitosis y, por tanto, el
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o
c
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,5'
x
O
Hematócrito (%)
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líos casos en los que exista una hipoxia alveolar muy la ME son el único procedimiento para aclarar la
severa, importantes descensos en la saturación de la etiología6'7'9.
Hb a nivel pulmonar42. El reconocimiento de una policitemia vera no suele
En tercer lugar, la poliglobulia compromete la cir- ser difícil, salvo cuando coincide, lo que no es excep-
culación pulmonar. La hiperviscosidad enlentece el cional, con una enfermedad respiratoria crónica hipó-
flujo capilar y favorece la microtrombosis. La eritroci- xica o con un tromboembolismo pulmonar. De
tosis colabora, por tanto, con otros trastornos propios acuerdo con el «Polycythemia Vera Study Group»,
de la enfermedad respiratoria crónica, como la des- para establecer un diagnóstico de seguridad es sufi-
trucción del lecho vascular, la vasoconstricción hipó- ciente con demostrar la coexistencia de los tres crite-
xica y la muscularización de las arteriolas, en el esta- rios siguientes: aumento de la ME, normalidad de la
blecimiento de una hipertensión arteriopulmonar, un SaO^ y esplenomegalia. En ausencia de esta última
«cor pulmonale» crónico y, eventualmente, un fallo debe existir una elevación en al menos dos de los si-
cardíaco congestivo58'60'65'66. De este modo, la poli- guientes parámetros: recuento de leucocitos o de pla-
globulia puede, por sí misma, al alterar el intercambio quetas, concentración sérica de la vitamina B-12 y
gaseoso pulmonar, agravar la hipoxemia. tasa de la fosfatasa alcalina leucocitaria1'6. La eritro-
En conclusión, la hipoxia de la enfermedad respira- poyetina sérica suele estar muy disminuida, aunque
toria crónica tiene un origen múltiple y no sólo de- pueden existir excepciones3'9'10.
pendiente de la hipoxemia. Los beneficios inicial- En el diagnóstico diferencial de las poliglobulias se-
mente derivados de la poliglobulia son indudables. Su cundarias suele ser suficiente con realizar, además de
utilidad posterior gira en tomo a la interrelación que la historia clínica, algunas exploraciones elementales:
establezca con otros factores, que también intervienen análisis convencionales de sangre y orina, radiografía
en la oxigenación tisular y en la compensación de la de tórax, gasometría arterial basal, cuantificación de
hipoxia. Sobrepasados ciertos límites, cualquier ven- la HbCO y de la SaO;, espirometría forzada, electro-
taja aportada por una mayor ME queda anulada, ante cardiograma y, en algunos casos, urografía intrave-
la aparición de nocivos efectos secundarios. El pro- nosa, ecografía abdominal o aspirado medular. En
blema estriba, obviamente, en precisar, en cada caso, ocasiones muy determinadas pueden ser necesarias
cuál es el punto justo de equilibrio en el cual una poli- algunas otras pruebas, mucho más complejas, cuya in-
citemia proporciona máximos beneficios con mínimos dicación debe seguir un esquema racional y progre-
inconvenientes. En el momento actual, esta disyun- sivo.
tiva continúa resolviéndose con criterios empíricos. Entre ellas cabe citar, por ejemplo, gasometrías de es-
La posibilidad de asentar esta decisión sobre bases fuerzo, de decúbito o nocturnas, oximetría de 24 ho-
objetivas permitiría dar respuesta a preguntas de gran ras, polisomnografía, electroforesis de Hb, análisis de
trascendencia clínica y terapéutica. ¿Cuándo está in- la curva de saturación de la Hb y de la p50, cuantifi-
dicada una flebotomía? ¿Cuál es la pauta más ade- cación del 2,3-DPG eritrocitario, determinación de
cuada en cada caso? ¿Cuál es el procedimiento más eritropoyetina en sangre y orina, etc.1'3'8'9'25'31. En ca-
útil y, al mismo tiempo, más inocuo para el enfermo? sos dudosos, con eritropoyetina sérica normal o dis-
cordante, el incremento en los niveles de la hormona
tras realizar una flebotomía, sugiere la existencia de
Aspectos clínicos y diagnósticos una poliglobulia secundaria de origen hipóxico y des-
Las manifestaciones clínicas propias de la poliglo- carta la presencia de otras etiologías (policitemia vera
bulia asociada a la enfermedad respiratoria crónica y poliglobulias tumorales)1'9.
son sobradamente conocidas y consecuencia de la hi-
poxia, la hiperviscosidad, la hipervolemia, la vasodila- Aspectos terapéuticos
tación generalizada y la eventual aparición de trom-
bosis y hemorragias. Estas últimas son, en esta El tratamiento etiológico más eficaz de la poliglo-
enfermedad, mucho menos habituales que en la poli- bulia secundaria de la enfermedad respiratoria cró-
citemia vera, aunque su frecuencia aumenta cuando nica hipóxica sería, obviamente, aquél que consi-
existe hipoventilación alveolar o hemoconcentración. guiera normalizar la oxigenación de los tejidos. En la
La ausencia de esplenomegalia es un dato negativo de mayoría de las ocasiones esta normalización no es
gran mterés en la exploración física1'2'35. factible. Sin embargo, sí resulta posible eliminar algu-
El diagnóstico etiológico de una policitemia suele nos factores potencialmente agravantes de la hipoxia,
ser sencillo, si bien algunos casos escapan a cualquier como la obesidad, la apnea del sueño y, sobre todo, el
intento de clasificación. En un primer momento tabaco16'24'25. La supresión del hábito de fumar es una
puede ser necesario establecer si se trata de una poli- medida sumamente necesaria y útil. La oxigenotera-
globulia absoluta o relativa. A este respecto, salvo pia crónica domiciliaria es otro procedimiento tam-
que la tasa de Hb o el índice Hcto estén francamente bién muy beneficioso, que consigue a veces, en espe-
elevados (por encima de 20 g/dl y del 60 %, respecti- cial cuando existe una limitación crónica al flujo
vamente)''4'8, la cuantificación de la ME y del volu- aéreo,42 67reducir lenta y progresivamente el índice
men plasmático resulta imprescindible. En casos du- Hcto ' '68.
dosos o límite (10 al 20 % del total), la observación Desechadas definitivamente la mielosupresión y la
del curso evolutivo y las determinaciones repetidas de hemolisis35, la flebotomía es, entre los métodos dis-
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ponibles para el tratamiento de la policitemia secun- tida, aunque en todo caso parece de escasa importan-
daria severa, el que de forma más directa e inmediata ^56-58,63,65,71,73 ]^g mejorías gasométricas son más
disminuye la masa de células rojas. La flebotomía evidentes en aquellos enfermos en los que la hipoxe-
tiene como objetivo primario, el eliminar la parte no- mia basal es más severa, mientras que, por el contra-
civa o ineficaz de la ME, incrementar la oxigenación rio, no suelen ser apreciables cuando ésta es leve o
de los tejidos y romper el pernicioso círculo vicioso moderada58. Factores tales como el procedimiento o
ocasionado por la hiperviscosidad y el enlenteci- el volumen de la flebotomía (véase más adelante) de-
miento del flujo hemático1'69. La sangría, a pesar de ben ser, asimismo, considerados a este respecto.
que no modifica el pronóstico a largo plazo, suele En algunos casos, la sangría, al mismo tiempo que
proporcionar una sensación subjetiva de bienestar, reduce la ME, modifica la volemia y origina, en con-
una mejoría en el estado de alerta y en los trastornos secuencia y sin que inicialmente varíe el índice Hcto,
neuropsíquicos del enfermo y una mayor tolerancia al notables cambios en las condiciones cardiovasculares
ejercicio, si bien todo ello con carácter transitorio y del enfermo. Estos cambios, en general inofensivos en
durante periodos de tiempo no superiores a las cuatro los individuos jóvenes, pueden ser peligrosos en los
o seis semanas35'62'64'70'71. Es posible, además, que viejos, en especial si padecen algún tipo de cardio-
prevenga la insuficiencia cardíaca y que reduzca, aun- patía54'65'78. La hemodilución y la caída en la ME y en
que esto es aún más dudoso, la incidencia de compli- la viscosidad sanguínea disminuyen las resistencias
caciones trombóticas35'42'62. vasculares periféricas y quizás aumentan algo el gasto
En el momento actual no es posible precisar, con cardíaco54'65'79. Se mejora así el aporte de oxígeno a
exactitud, cuál es el origen o la circunstancia respon- los tejidos y se facilita la función miocárdica70'73 y re-
sable de los beneficios obtenidos, con la flebotomía nal80'81. Por el contrario, el descenso de la volemia,
terapéutica, en algunos enfermos respiratorios cróni- sobre todo si es brusco, reduce la tensión arterial y el
cos poliglobúlicos. Tales beneficios podrían ser conse- volumen minuto cardíaco e incrementa, de modo re-
cuencia tanto del descenso en la ME como de la caída flejo, las resistencias vasculares sistémicas72'74'82.
en la volemia (alivio de la plétora). Respecto a la pri- Desde un punto de vista clínico, dos son las cues-
mera posibilidad, la sangría tiene efectos contrapues- tiones más interesantes en relación con la flebotomía
tos sobre el transporte del oxígeno. Por un lado, dis- terapéutica en la poliglobulia secundaria hipóxica se-
minuye el aporte del gas a los tejidos, ya que reduce vera. En primer lugar, ¿qué procedimiento entre los
la tasa de Hb y, por tanto el Ca0¡. Por otra parte, fa- varios posibles es el más adecuado? Y, en segunda
vorece la oxigenación tisular al corregir la hipervisco- instancia, ¿cuándo debe realizarse?
sidad y al facilitar, por consiguiente, el flujo hemá- En el momento actual es posible utilizar distintos
tico72"74. En el primero o «no buscado» de los dos métodos para disminuir la ME en los enfermos polici-
efectos subyace una relación lineal, mientras que en el témicos. La sangría simple, es decir, aquella en la que
segundo o «deseado» la relación es de carácter expo- no se restituye con fluido alguno el volumen de san-
nencial. En las policitemias severas, una reducción gre extraído, es el procedimiento más antiguo y cono-
juiciosa del índice Hcto tendría que ser ventajosa, ya cido. Permite eliminar, en cada sesión, unos 200 a
que debiera predominar, lógicamente, el efecto de- 500 mi de sangre y puede repetirse, con una periodi-
seado sobre el no buscado. cidad variable, hasta alcanzar el nivel de ME de-
La disminución de la viscosidad altera las carac- seado73'83. Reduce bruscamente la volemia, pero no
terísticas reológicas de la sangre, especialmente en la modifica en las primeras horas, hasta que se completa
microcirculación, lo que aumenta la perfusión perifé- la reposición acuosa transcapilar espontánea, ni la
rica y mejora la oxigenación tisular57'60'72. Varios es- viscosidad sanguínea ni el índice Hcto54. Se trata de
tudios han demostrado que la venesección se asocia una técnica sencilla, pero con importantes inconve-
con un incremento en el flujo sanguíneo cere- nientes y eventuales complicaciones, incluso mortales.
bral61'62'75 y en el muscular esquelético65'72. Los efec- La hipovolemia aguda puede disminuir la tensión ar-
tos sobre el aparato respiratorio son más complejos y terial y el gasto cardíaco y alterar el aporte de oxígeno
también más discutidos. La modificación de algunas a los tejidos35'54'72'73, riesgo potencial a considerar es-
de las condiciones hemodinámicas pulmonares parece pecialmente en los ancianos y en los enfermos con
evidente. En la mayoría de los trabajos64-66'7"'73'76 se procesos cardíacos y respiratorios asociados. Por este
sostiene que la sangría reduce tanto la presión de la motivo es recomendable espaciar suficientemente
arteria pulmonar como las resistencias vasculares pul- cada una de las sangrías programadas, con lapsos de
monares. Es posible que la perfusión de zonas previa- tiempo no inferiores a los dos, tres o hasta siete días,
mente no irrigadas conlleve, al aumentar el volumen y ajustar el volumen de la extracción a la situación
funcional del lecho vascular y al disminuir, al mismo clínica de cada enfermo35'61'74. La trombocitosis es
tiempo, la compresión ejercida sobre las pequeñas otro efecto adverso posible y su aparición predispone
vías aéreas por los vasos ingurgitados, un más ade- aún más, al sumarse a la hiperviscosidad, a los fenó-
cuado intercambio de gases y una más fisiológica rela- menos trombóticos68'78'83.
ción entre ventilación y perfusión en el pulmón6()'66'67. La flebotomía isovolémica, es decir, aquella en la
La repercusión de estos hipotéticos cambios sobre los que el volumen de sangre extraído se repone con flui-
volúmenes, la mecánica y los gases respiratorios o dos exógenos, produce una hemodilución inmediata,
sobre la curva de saturación de la Hb es controver- disminuye la viscosidad, por lo que favorece el flujo
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sanguíneo periférico y no modifica, al menos inicial- organismo. A este respecto, uno de los criterios más
mente, el gasto cardíaco79'82. Permite reducir la ME utilizados es el del índice Hcto. Aunque no existe
con mayor rapidez y menor riesgo que la sangría sim- unanimidad absoluta, la mayoría de los autores1'14'35'76
ple57-76. El fluido a infundir puede ser de distinto tipo no duda en indicar la sangría cuando este índice su-
y de naturaleza hiper o isotónica con el plasma. pera un 60 %. Algunos la recomiendan incluso, sobre
Gregory79, en 1971 introdujo las soluciones de todo para las mujeres, a partir de un 55 % 70 . No es po-
dextrano como líquidos para el intercambio. Por su sible, tampoco, precisar con exactitud cuál es, en cada
carácter expansor del plasma, estas soluciones indu- caso, el índice Hcto óptimo y, por tanto, cuál debe ser
cen, durante las horas siguientes a su administración, el volumen apropiado de sangre a extraer y, en co-
importantes desplazamientos acuosos entre los distin- rrespondencia, cuál el índice Hcto a alcanzar. Otra
tos espacios vasculares. Se calcula que atraen al com- vez aquí debe predominar el sentido clínico. Se es-
partimento intravascular, un volumen de agua inters- tima que es un índice prudente el que se corresponde
ticial igual al del líquido que se ha infundido84. Para con el límite superior de la normalidad, es decir,
evitar que la hipervolemia resultante sea brusca y aproximadamente un 50 % ui^^^o Algunos auto-
pueda precipitar una insuficiencia cardíaca, se reco- res8'14'42'82, sin embargo, prefieren continuar hasta al-
mienda que la reposición se complete a lo largo de canzar niveles normales (40 o 45 %) o incluso más
unas diez o doce horas. Es posible inyectar la primera bajos.
mitad del volumen total a administrar, al tiempo que La repetición de las flebotomías suele producir una
se realiza la extracción de sangre37'76'84. Estas precau- ferropenia. Los hematíes microcíticos tienen una vis-
ciones han de ser las mismas cuando se utilizan, como cosidad intrínseca mayor y son menos deformables
es quizás más habitual, otros fluidos, como el plasma, que los normales. Por este motivo, en los enfermos
la albúmina o las soluciones de polímeros artificia- con una poliglobulia secundaria hipóxica, la deficien-
les35-69. cia iatrógena de hierro agrava la hiperviscosidad san-
La reposición líquida en la flebotomía isovolémica guínea y empeora, para un mismo índice Hcto, la oxi-
puede realizarse, asimismo, con soluciones isotónicas, genación de los tejidos. La ferroterapia está, por
como el suero salino o el de Ringer. Se trata de un tanto, indicada en tales casos1>35.
procedimiento simple, rápido, barato y bastante se-
guro84. Aminora el riesgo de hipervolemia y soslaya
el inconveniente de la infusión parenteral prolongada
durante horas tras la extracción de la sangre 60'82'84.
En los últimos años se han resaltado las ventajas de
la eritraféresis, método mecánico que proporciona, BIBLIOGRAFÍA
con gran seguridad, eficacia y rapidez y con mínimos
riesgos para el enfermo, una hemodilución isovolé- 1. Golde DW, Hocking WG, Koeffler HP, Adamson JW. Poly-
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