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G Wells
Relata la historia de dos hombres uno llamado Edward George Edén un joven
emprendedor y estudioso, quien en un día habitual de su vida se topa con un
destacado filósofo, ya un poco viejo y con su salud arruinada cuyo nombre era
Elvesham; aparece en la casa de este joven queriendo hablar con él pero Edén sin
saber quién era acepto su invitación puesto que este señor lo conocía y para salir
de dudas lo invito a pasear por las calles de la cuidad pero ya el señor Elvesham
era muy viejo para andar caminando entonces lo invita al almorzar y así poder
hablar con tranquilidad en medio de la conversación le propone un trato ya que él
estaba solo y tenía mucho dinero pero no sabía a quién dejárselo y pensó en él
para que fuera su heredo y le explico todo lo que debía hacer hasta de cambiar de
nombres incluso el señor debía saber la vida de este joven todo su pasado, fecha
de nacimiento, nombre de sus padres y más cosas para poder hacer “el papeleo”.
Si él accedía esta propuesta que con cierta inseguridad tenia al escuchar todo lo
que este hombre le decía al principio termina aceptando a las semanas, y para
eso se reunieron a cenar y comenzar a festejar dicha oferta entre copa y copa y
hasta polvos de colores que había sacado de su bolsillo el Señor Elvesham,
“dividió el polvo entre las dos copitas y, levantándose súbitamente con extraña e
inesperada solemnidad, alargó la mano hacia mí. Yo imité su gesto, y las copas
tintinearon” todo estaba listo. Lo que no se imaginaba Edward era que mas allá de
su fortuna, su vida iba a dar un cambio completo, después de tantas copas ambos
se retiran y se van, ya el joven Edward se sentía muy ebrio y empezaba a sentirse
mal.
Esa noche cuando dormían los dos hombres intercambian de cuerpos, quedando
Edward en el cuerpo cansado y enfermo del viejo Evelsham, y este último en el
corpulento y sano cuerpo de Edén. Sin explicación alguna y atónito por lo que
había sucedido Edward pensaba que era un sueño y aun no se despertaba pero
no era así, extrañamente estaba en otro cuerpo y no había ningún remedio de
retroceder el tiempo y reclamarle al señor, mientras que el viejo era joven y
vigoroso él ya era un abuelo que no pudo divertirse de los placeres de la vida solo
por aceptar una fortuna que no iba a poder disfrutar debido a su vejez al punto de
llegar a suicidarse por haber aceptado su propuesta sin saber bien los términos y
condiciones lo que él no supo fue que el otro cuerpo nunca cobro la herencia pues
fue atropellado 24 horas antes de su muerte.