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Proyecto: “HUERTA COMUNITARIA”

OBJETIVOS
El primer objetivo general es crear una huerta donde se incentivará desde los más
chicos hasta los más grandes y las familias que en un principio lo necesiten para
que luego se se sumen las que simplemente estén interesadas a realizar una huerta
que producirá hortalizas lo más naturales posibles que luego el municipio venderá al
menor costo ya que el objetivo no es generar grandes ganancias sino incentivar a la
comunidad de los pueblos o ciudades de la Patagonia que es parte de algo y
enseñarles una alternativa de trabajo.
Las semillas que se utilizarán para la producción serán provistas por el ProHuerta
(INTA) y parte de la producción se entregará como pago o parte del dinero que se
gane.
El otro objetivo que se plantea es que una vez que la productividad sea estable se
convierta en un pequeño mercado concentrador de hortalizas donde el municipio
venderá lo que se produzca en la huerta que sea en lo sectores donde se enseña a
la comunidad a realizar la huerta, pero también las familias o chacras que ya tengan
como producción alternativa la horticultura podrán acercarse al lugar y vender sus
productos a mejores precios. Esto se debe a que al no haber intermediarios de
ningún tipo el productor tiene más posibilidades de que sus productos se vendan a
un precio que a ellos les convenga más.
Los puestos de ventas serán aptos para todo público donde solo deberán pagar una
entrada mínima por día o quincena o mensual que los habilite a tener su propio
puesto de venta en el lugar. Cada productor es responsable de su puesto y el
mismo debe ser el que allí venda, él establecerá los precios de sus verduras según
lo que él crea conveniente, solo que estará compitiendo con los precios de los
demás que estén en el mismo predio vendiendo sus productos.
Otros objetivos son:
*La presencia de la naturaleza en la ciudad. Las huertas urbanas proporcionan
mayor superficies de zonas verdes, espacios que cumplen la función no solo de
estética para el lugar sino que también, colabora con la entrada del campo a la
ciudad y nos hace consciente de lo que esto conlleva, y de la historia de la ciudad y
de la dependencia de la misma.
*Mejora el funcionamiento del ecosistema urbano ya que tiene un carácter
ecológico. No es solo un espacio para aprender, disfrutar y relajarse sino que
también contribuye a la biodiversidad agrícola, aprovecha los restos haciendo
compost, favorece la cultura y el autoabastecimiento de la ciudad.
*Genera un desarrollo de ciudad colaborativa.
*Enseña a meter las manos en la tierra, es decir, aprender a cultivar, compartir
tareas y compromisos. Nos vincula con los recursos naturales y el patrimonio
cultural y natural, nativo. A sensibilizarnos de nuestros impactos ambientales.
*Favorece un modelo de producción sostenible en lo ambiental y en lo social. La
seguridad alimentaria, autónoma y la producción local inciden en la sustentabilidad.

POBLACIÓN DESTINATARIA
Superaremos el concepto de propiedad individual para crear un espacio común, en
el que airear la tierra, escardar, plantar, regar o colectar sean excusas para
conseguir una mayor cohesión social entre los hortelanos y entre éstos y el barrio en
el que viven. Se pretende que el huerto sea un espacio para la unión, el diálogo, el
debate y porqué no, también la discusión. En definitiva se pretende que los huertos
sean la excusa para el encuentro entre vecinos. Sin despreciarla, daremos menos
importancia a la versión puramente productiva del huerto para hacer crecer poco a
poco su cara más social. Se pretende que gente de distintas edades, distintas
maneras de hacer, distintos gustos o distintas aficiones haga del huerto un lugar
donde encontrarse y, entre otros aspectos, llegar a acordar cómo gestionarlo.
Queremos que la riqueza que genere el huerto no sea económica sino de valores
humanos.
CRONOGRAMA DE ACTIVIDADES
Proponemos actividades educativas donde se trabaje conjuntamente con todos los
centros educativos como escuelas especiales, primarias y secundarias, y otras
entidades de los barrios, u oratorios.
El huerto como espacio educativo por un lado ofrecerá a estos centros el espacio
donde podrán llevar a cabo las distintas actividades que tener una huerta conlleva.
De esta manera, los docentes podrán enseñarles como realizar las distintas
prácticas de forma autónoma, integrados en sus programaciones curriculares o
extracurriculares y contarán con el espacio, los recursos y las herramientas del
huerto a su disposición.
Una huerta comunitaria es un espacio envidiable para la formación en valores
ambientales y en consumo responsable.
Se programarán actividades educativas concretas. Los escolares realizarán alguna
de las tareas propias de la huerta: creación de semilleros, sembrado, riego,
recolección, preparación de la tierra, cosechas, entre otras.
También habrán jornadas de información y difusión, una de ellas será la de la
inauguración y puesta en marcha del huerto. Charlas informativas en el lugar y los
centros educativos antes mencionados, sumado a talleres formativos y de
capacitación sobre horticultura ecológica, consumo responsable serán propuestas.

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