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Sobre la tiranía. Veinte lecciones del siglo XX.

Timothy Snyder (2017)

(Extractos)

En política, ser engañado no es excusa.


Leszek Kolakowski

1. No obedezcas por 6. Ten cuidado con 11. Investiga 16. Aprende de


adelantado los paramilitares gente de otros
países

2. Defiende las 7. Reflexiona, si 12. Haz contacto 17. Presta atención a


instituciones debes ir armado visual y charla con las palabras
la gente peligrosas

3. Ten cuidado con 8. Destácate 13. Practica la 18. Mantén la calma


el estado de partido política corporal cuando llegue lo
único inimaginable

4. Hazte 9. Cuida nuestro 14. Haz una vida 19. Sé patriota


responsable de cara lenguaje privada
al mundo

5. Recuerda la ética 10. Cree en la 15. Contribuye a 20. Sé tan valiente


profesional verdad buenas causas como puedas

Prólogo
La historia y la tiranía

La historia no se repite, pero sí instruye... Aristóteles advirtió que la desigualdad provocaba


inestabilidad y que Platón creía que los demagogos explotaban la libertad de expresión para
instalarse como tiranos. Al fundar una república democrática basada en el derecho y
establecer un sistema de frenos y contrapesos, los Padres Fundadores intentaron evitar el mal
que ellos, así como los filósofos antiguos, llamaban tiranía. Tenían en mente la usurpación
del poder por un solo individuo o un grupo, o la transgresión de la ley por parte de los
gobernantes en su propio beneficio.

La historia puede familiarizar y advertir. A finales del siglo XIX, igual que a finales del siglo
XX, la expansión del comercio internacional generó expectativas de progreso. A comienzos
del siglo XX, igual que a comienzos del XXI, esas esperanzas fueron desafiadas por nuevas
visiones de la política de masas, en la que un líder o un partido pretendía representar
directamente la voluntad del pueblo... La historia europea del siglo XX nos muestra que las
sociedades pueden romperse, las democracias decaer, la ética colapsar y los hombres
comunes encontrarse ante fosas de la muerte con armas en la mano. Hoy bien nos serviría
saber por qué.

Tanto el fascismo como el comunismo fueron respuestas a la globalización: a las


desigualdades reales y percibidas que creó, y a la clara impotencia de las democracias para
enfrentarlas. Los fascistas rechazaron la razón en nombre de la voluntad, negaron la verdad
objetiva en favor de un mito glorioso propagado por líderes que decían dar voz al pueblo.
Enfrentaron la globalización argumentando que sus complejos desafíos eran el resultado de
una conspiración contra la nación. Los fascistas gobernaron una o dos décadas, y dejaron
atrás un legado intelectual intacto que se vuelve más relevante cada día. Los comunistas
gobernaron más tiempo, casi siete décadas en la Unión Soviética, y más de cuatro en buena
parte de Europa Oriental. Se propusieron gobernar mediante una élite de partido disciplinada,
con el monopolio de la razón, que guiaría la sociedad hacia un futuro cierto, según leyes
supuestamente fijas de la historia.

Podríamos sentirnos tentados a pensar que nuestra herencia democrática nos protege
automáticamente de tales amenazas. Este es un reflejo equivocado. Este libro presenta veinte
lecciones del siglo XX, adaptadas a las circunstancias actuales.

1. No obedezcas por adelantado


La mayor parte del poder del autoritarismo se concede libremente. En épocas como esta, los
individuos piensan por adelantado qué desearía un gobierno más represivo, y luego se lo
entregan sin mediar consulta. Un ciudadano que se adapta de esta manera le enseña al poder
qué puede hacer.

2. Defiende las instituciones


Las instituciones son lo que nos ayuda a preservar la decencia. También necesitan nuestra
ayuda. No hables de “nuestras instituciones” a menos que las hagas tuyas actuando en su
nombre. Las instituciones no se protegen a sí mismas. Caen una tras otra a menos que cada
una sea defendida desde el comienzo. Elije entonces una institución que te preocupe – un
tribunal, un periódico, una ley, un sindicato – y ponte de su lado.

3. Ten cuidado con el estado de partido único


Los partidos que rehicieron estados y suprimieron rivales no eran omnipotentes desde el
inicio. Explotaron un momento histórico para hacer imposible la vida política de sus
oponentes. Por ello, apoya el sistema multipartidista y defiende las reglas de las elecciones
democráticas. Vota en las elecciones locales y estatales mientras puedas. Considera ser
candidato.

4. Asume la responsabilidad de cara al mundo


Los símbolos de hoy hacen posible la realidad de mañana. Observa las esvásticas y demás
señales de odio. No desvíes la mirada, y no te acostumbres a ellas. Elimínalas tú mismo y da
ejemplo para que otros las eliminen.
5. Recuerda la ética profesional
Cuando los dirigentes políticos dan un ejemplo negativo, el compromiso profesional con la
práctica justa se vuelve más importante. Es difícil subvertir un estado de derecho sin
abogados o entablar juicios sin jueces. Los autócratas necesitan funcionarios obedientes, y
los comandantes de campos de concentración buscan hombres de negocios interesados en
mano de obra barata.

6. Ten cuidado con los paramilitares


Cuando hombres armados que siempre han dicho estar contra el sistema empiezan a vestirse
de uniforme y a marchar con antorchas y fotos de un líder, el final está cerca. Cuando el líder
pro paramilitar y la policía y el ejército oficiales se entremezclan, el final ha llegado.

7. Reflexiona, si debes ir armado


Si llevas un arma por servicio público, que Dios te bendiga y te guarde. Pero haz de saber
que los males del pasado involucraron policías y soldados que un día se dieron cuenta que
hacían cosas irregulares. Haz de estar dispuesto a decir No.

8. Destácate
Alguien tiene que hacerlo. Es fácil seguir el paso. Puedes sentirte extraño por hacer o decir
algo diferente. Pero sin ese malestar no hay libertad. Recuerda a Rosa Parks, la “primera
dama de los derechos civiles”. Cuando das ejemplo, el hechizo del statu quo se rompe, y
otros seguirán.

9. Cuida nuestro lenguaje


Evita pronunciar las frases que usan todos los demás. Piensa en tu propia manera de hablar,
así solo sea para transmitir lo que crees que todos dicen. Haz el esfuerzo de apartarte de
Internet. Lee libros.

10. Cree en la verdad


Renunciar a los hechos es renunciar a la libertad. Si nada es verdad, nadie puede criticar el
poder, porque no hay bases para criticarlo. Si nada es verdad, todo es espectáculo. La billetera
más abultada paga las luces más cegadoras.

11. Investiga
Averigua las cosas por ti mismo. Dedica más tiempo a leer artículos largos. Subsidia el
periodismo de investigación suscribiéndote a medios impresos. Ten en cuenta que algo de lo
que está en Internet está allí para hacerte daño. Conoce los sitios que investigan campañas de
propaganda (algunas de las cuales vienen del extranjero). Asume la responsabilidad por lo
que dices a los demás.

12. Haz contacto visual y charla con la gente


Esto no solo es educado. Es parte de ser ciudadano y miembro responsable de la sociedad.
Es también una manera de mantener contacto con tu entorno, de romper barreras sociales, y
saber en quién debes y no debes confiar. Si entramos en un ambiente de delación, querrás
conocer el paisaje psicológico de su vida cotidiana.
13. Practica la política corporal
El poder desea que tu cuerpo se reblandezca en tu silla y que tus emociones se disipen en la
pantalla. Sal. Pon tu cuerpo en sitios desconocidos con personas desconocidas. Haz nuevos
amigos y marcha con ellos.

14. Ten una vida privada


Los gobernantes más repugnantes usarán lo que saben de ti para presionarte. Elimina
regularmente el malware de tu computador. Recuerda que el correo electrónico es como la
publicidad aérea. Considera el uso de formas alternativas de Internet, o úsala menos. Ten
contactos personales cara a cara. Por esa misma razón, resuelve todo problema legal. Los
tiranos buscan el gancho para ahorcarte. Deshazte de los ganchos.

15. Contribuye a buenas causas


Sé miembro activo de organizaciones, políticas o no, que expresen tu visión de la vida. Elije
y haz aportes a una o dos organizaciones benéficas. Así habrás tomado una decisión libre que
apoya a la sociedad civil y contribuyes a que otros hagan el bien.

16. Aprende de gente de otros países


Conserva tus amistades en el extranjero, o haz nuevos amigos en otros países. Las actuales
dificultades de Estados Unidos son un elemento de una tendencia mayor. Y ningún país va a
encontrar una solución por sí mismo. Asegúrate de que tú y tu familia tengan pasaporte.

17. Presta atención a las palabras peligrosas


Haz de estar alerta al uso de las palabras extremismo y terrorismo. Espabílate cuando oigas
los términos fatales de emergencia y excepción. Enójate por el uso traicionero del
vocabulario patriótico.

18. Mantén la calma cuando llegue lo inimaginable


La tiranía moderna es administración del terror. Cuando llegue el ataque terrorista, recuerda
que los autócratas explotan tales eventos para consolidar su poder. El desastre súbito que
requiere el fin de los frenos y contrapesos, la disolución de los partidos de oposición, la
suspensión de la libertad de expresión, del derecho a un juicio justo, etc., es el truco más
viejo del libro hitleriano. No caigas en la trampa.

19. Sé patriota
Da buen ejemplo de lo que significa ser estadounidense para las generaciones venideras. Lo
necesitarán.

20. Sé tan valiente como puedas


Si ninguno de nosotros está dispuesto a morir por la libertad, todos moriremos bajo la tiranía.

Texto completo en https://es.scribd.com/document/346623533/Sobre-La-Tirania

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