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Jornada 1º de Secundaria — 2017

Celebración comunitaria
La responsabilidad…

1. Introducción. (Iniciamos nuestra celebración con un canto)

Normalmente no debemos esperar la intervención sobrenatural de Dios para solucionar

nuestros problemas. Somos nosotros mismos los que debemos ingeniárnosla y solucionar
las tragedias del hombre de hoy. El pasaje que leeremos nos enseña que después de un
día con Jesús, aquella gente fue capaz de compartir lo que tenían. Nosotros, después de
años y años junto a Jesús, ¿qué somos capaces de compartir? (silencio)

Dios y Señor nuestro: te damos gracias por tantas cosas de las que disfrutamos,
aunque sabemos que hemos de compartirlas con quienes carecen de todo. Quere-
mos ser de verdad generosos y desprendidos y colaborar activamente con el bien.
Es lo que te pedimos humildemente en nombre de Jesucristo, tu hijo, nuestro guía y
hermano. Amén.

2. Lectura bíblica: Del evangelio según San Marcos

Al desembarcar, vio un gran gentío y sintió lástima, porque eran como ovejas sin
pastor. Y se puso a enseñarles muchas cosas. Como se hacía tarde, los discípulos
fueron a decirle:
- El lugar es despoblado y ya es muy tarde; despídelos para que vayan a los cam-
pos y a los pueblos vecinos a comprar algo para comer. Él les respondió:
- Denle ustedes de comer.
Ellos respondieron:
- Tendríamos que comprar pan por doscientos denarios para darles de comer.
Les contestó:
- ¿Cuántos panes tienen? Vayan a ver.
Lo averiguaron y le dijeron:
- Cinco panes y dos pescados.
Ordenó que los hicieran recostarse en grupos sobre la hierba verde. Se sentaron en
grupos de cien y de cincuenta. Tomó los cinco panes y los dos pescados, alzó la vista
al cielo, bendijo los panes y los partió y se los fue dando a los discípulos para que
los sirvieran; y repartió los pescados entre todos. Comieron todos y quedaron satis-
fechos. Recogieron las sobras de los panes y los pescados y llenaron doce canastas.
Los que comieron eran cinco mil hombres.

Palabra del Señor

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3. Compartimos la resonancia de la Palabra de Dios

Hacemos silencio, del que hemos intentado aprender, para rezar y contemplar. Algunos
puntos de reflexión (se reflexiona de manera grupal):

• Si de nuestra relación con Dios no se desprende la exigencia de compartir lo que

tenemos para saciar las necesidades de los otros, podemos estar seguros de que
nuestra espiritualidad es falsa. Si no veo a Dios en el otro que está a mi lado, mi
dios es un ídolo que yo me he fabricado.

• Jesús primero siente compasión de la gente, y después invita a compartir. No

pidió a Dios que solucionara el problema, sino a sus discípulos.

• El pan que verdaderamente alimenta no es el pan que se come, sino el pan que
se da.

4. Rezamos juntos la oración:

Creo en Jesucristo, el Señor, revelación de Dios y del sentido de la vida.

Creo en Jesús, el hombre lleno del Espíritu, Morada de Dios entre los hombres.

Creo en el Espíritu de Jesús, el Espíritu de Dios que en Jesús se hizo visible,

Espíritu que nos hace clamar: Abba, Padre.

Creo en la Iglesia, Comunidad de los que creen en Jesús, que vive de su mismo
Espíritu.

Acepto la vida como misión recibida de Jesús, para que todos los hombres le
conozcan y salven su vida.

Espero mi plenitud, y la de todas las cosas, en Él.

5.Padre Nuestro.

6.Canto final.

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