You are on page 1of 2

La poesía renacentista o lírica italianizante

Durante el siglo XVI, la poesía española experimenta un gran desarrollo. Se siguen cultivando
formas anteriores: la lírica tradicional, los romances y la poesía cortesana, pero la poesía
italianizante se va abriendo camino y se adapta a cada una de las dos etapas del Renacimiento.

PRIMER RENACIMIENTO: POESÍA PROFANA

La influencia de la literatura italiana y de la literatura clásica grecolatina fue decisiva para el


desarrollo de la literatura española. Estas son las características más importantes:

Recuperación de los temas en los que el amor y la naturaleza se tratan de forma idealizada y
revitalización de los mitos grecolatinos.

Incorporación de formas de la poesía italiana como el verso endecasílabo, el soneto y la lira.


También se cultivan géneros de la literatura clásica como la oda, la epístola, la égloga y la
canción.

Estilo poco artificioso. Se busca la sencillez y la claridad a través del lenguaje natural.

El máximo representante de la poesía italianizante en España fue Garcilaso de la Vega, quien


encarnó el ideal del cortesano renacentista: hombre de letras y de armas. Garcilaso consolidó el
uso de las estrofas y los temas de la poesía italiana. Su obra poética se compone de treinta y
ocho sonetos, cinco canciones, tres églogas, dos elegías, una epístola y algunas coplas en versos
octosílabos. Trata temas como el dolor por la ausencia o el rechazo de la amada, la admiración de
su belleza y la armonía de los amantes en medio de una naturaleza cómplice. Su estilo es
elegante, sencillo y sin artificiosidad.

SEGUNDO RENACIMIENTO: POESÍA RELIGIOSA

El desarrollo de la poesía religiosa durante el reinado de Felipe II fue fruto de la nueva corriente de
renovación religiosa que abogada por una espiritualidad más íntima y sincera. Este tipo de poesía
conciliaba la temática religiosa con las formas poéticas renacentistas.

Dentro de esta corriente distinguimos dos tipos:

- La ascética es el camino de la oración y el sacrificio que nos conduce a la perfección y al


descubrimiento de Dios. Según Fray Luis de León, representante de esta tendencia, la forma de
alcanzar a Dios es alejarse de los placeres terrenales y vivir con sencillez en contacto con la
naturaleza.

- La mística representa el estado de perfección en el que el alma se une con Dios. Los escritores
místicos fueron Santa Teresa de Jesús y San Juan de la Cruz.

La Escuela Italianizante

La obra cumbre de Garcilaso son sus tres églogas:

En la égloga primera, dos pastores Salicio y Nemoroso, expresan su dolor: Salicio se lamenta por
los desdenes de Galatea y Nemoroso llora la muerte de Elisa. Detrás de estas quejas se esconde
el propio amor del poeta en dos momentos diferentes.

En la égloga segunda, el pastor Albanio, que parece representar al duque de Alba o a su


hermano, expresa su amor por Camila. El poema es en gran medida una alabanza de la casa de
Alba.

En la égloga tercera, cuatro ninfas tejen en sus tapices historias de amor: las tres primeras
representan los mitos de Orfeo y Eurídice, de Apolo y Dafne, y de Adonis y Venus. La cuarta ninfa

1
prefiere una historia real: el amor de Nemoroso por la fallecida Elisa. Está escrita en octavas
reales.

Los temas que utiliza son dos temas propios de la literatura renacentista: el amor y la naturaleza
pastoril, bucólica, sacada de la mitología. El amor tiene lugar entre pastores, que representan a
personajes reales. Se ocultan personas de la realidad.

Garcilaso de la Vega siguió en sus poemas el principio renacentista de armonía y sencillez. Es


muy equilibrado. Todo es armonioso. La imágenes que utiliza, la adjetivación, el léxico crean una
poesía diáfana, de tono melancólico y suave, que facilita la acomodación de las nuevas formas
italianizantes a la lengua castellana.

Cuando muere ninguna de sus obras se había publicado. La mujer de Boscán publica la obra de
su marido y luego de Garcilaso.

Lírica italianizante

Se denomina lírica italianizante a la corriente poética desarrollada durante la primera mitad del
Renacimiento (Reforma) dentro de la literatura española cuyos principales rasgos proceden de la
lírica italiana de finales del Quattrocento.

El germen de esta corriente poética se suele considerar el encuentro mantenido en la ciudad de


Granada por el poeta Juan Boscán y el embajador veneciano Andrea Navagero en 1526, gracias a
la cual se introdujeron en la poesía española numerosos aspectos formales y temáticos de la lírica
renacentista italiana.

El verso más utilizado pasaría a ser el endecasílabo.

Las formas estróficas empleadas: soneto, terceto, octava real, lira, canción, silva y estancia.

Los tipos de composición más habituales serían los de procedencia clásica: oda, égloga, elegía, y
epístola.

Los temas que se desarrollan en esa época son tres:

El amor: unas veces como fuente de satisfacción y tristeza y otras como purificador del espíritu del
hombre. Se trata de un amor petrarquista, un amor como destino.

La naturaleza: como marco de las relaciones amorosas y como reflejo del mundo en armonía y
equilibrio que simboliza la perfección natural.

Los mitos: tomados como motivos temáticos en sí mismos o como recurso para expresar los
sentimientos o reflexiones del poeta.

El poeta que da mayor plenitud y calidad a estas nuevas formas y temas fue Garcilaso de la Vega.

You might also like