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REPUBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA LA EDUCACIÓN UNIVERSITARIA, CIENCIA Y


TECNOLOGÍA

UNIVERSIDAD BICENTENARIA DE ARAGUA


DIRECCIÓN DE INVESTIGACIÓN, EXTENSIÓN Y POSTGRADO
SAN JOAQUÍN DE TURMERO - EDO ARAGUA

INFORME

Facilitador; Prof. Hernán Hernández

Presentante:
Abg. Evonyk Romero C.I V-19.137.080

Cátedra: Derecho Procesal Penal Sección ‘’PB4’’


Considera Ud. Que en base del principio del control judicial del Articulo 264 del
COPP. ¿El Juez tiene la Facultad de imputar delitos?

No, el juez no tiene la facultad para imputar delitos, él debe observar las
peticiones formuladas por las partes y sus respectivas diligencias promovidas;
ya que él es garante de su fiel cumplimiento para quien o quienes las deben
realizar y así poder obtener las pertinentes resultas.

El Juez avala los actos procesales que se realizan conforme al debido


proceso, para que haya igualdad ante la Ley y el respeto de los derechos
legales y garantías constitucionales. como resultado de este estudio es de
única competencia la imputación por parte del Ministerio Publico.

Para ello partimos desde la base jurídica venezolana nuestra carta magna que
establece el sistema de administración de justicia consagrado en su artículo
253 CRBV. la cual especifica que;

“La potestad de administrar justicia emana de los ciudadanos y ciudadanas y


se imparte en nombre de la República por autoridad de la ley. Corresponde a
los órganos del Poder Judicial conocer de las causas y asuntos de su
competencia mediante los procedimientos que determinen las leyes, y ejecutar
o hacer ejecutar sus sentencias. El sistema de justicia está constituido por el
Tribunal Supremo de Justicia, los demás tribunales que determine la ley, el
Ministerio Público, la Defensoría Pública, los órganos de investigación penal,
los o las auxiliares y funcionarios o funcionarias de justicia, el sistema
penitenciario, los medios alternativos de justicia, los ciudadanos o ciudadanas
que participan en la administración de justicia conforme a la ley y los abogados
autorizados o abogadas autorizadas para el ejercicio.”

En este sentido las correspondencias de los órganos del poder judicial gozan
de autonomía en el desarrollo de sus funciones sin menoscabar los derechos
consagrados en la CRBV, en tal sentido El Juez, el Fiscal y la Defensa, como
participes del proceso donde el primero crea el equilibrio de la balanza en una
acción de mera justicia, ya que el Juez en el ejercicio de sus funciones es
autónomo e independiente de los órganos del Poder Público y en general, a lo
cual deben sólo obediencia a la Ley, al Derecho y a la Justicia.
El estado, a través del Ministerio Público, es quien ejerce la dirección y ordena
la investigación penal de la perpetración de los hechos punibles, para hacer
constar su comisión con todas las circunstancias que puedan influir en la
calificación y responsabilidad de los autores o las autoras y demás
participantes, la cual lo hace ser ejecutor en nombre del Estado de la acción
penal en aquéllos delitos de instancia Pública; esto está reconocido
constitucionalmente en el artículo 285 de la CRBV en su numeral 3 a su vez
está legalmente constituido como de su competencia en el artículo 111 del
copp. En el numeral 8vo que establece como su responsabilidad la imputación
de los delitos sobre los autores o actores del hecho punible para ello la
realización previa del acto de imputación formal, permite el ejercicio efectivo
del derecho a la defensa, mediante la declaración y la proposición de las
diligencias necesarias para sostenerla, porque si bien el Ministerio Público
ostenta autonomía e independencia; el investigado de conformidad con el
artículo 49 (numeral 1) constitucional, tiene la defensa como garantía
inviolable, en todo estado y grado de la investigación y del proceso…”.
(Sentencia N° 568, del 18 de diciembre de 2006).

En cuanto al acto formal de imputación, como actuación propia e indelegable


del representante del Ministerio Publico, la Sala de Casación Penal ha
reiterado que:

“… El acto de imputación formal, es una actividad propia del Ministerio Público,


el cual previa citación del investigado y asistido por defensor se le impone
formalmente: del precepto constitucional que lo exime de declarar y aun en el
caso de rendir declaración hacerlo sin juramento; al igual que se le impone de
los hechos investigados y aquellas circunstancias de tiempo, modo y lugar, la
adecuación al tipo penal, los elementos de convicción que lo relacionan con la
investigación y el acceso al expediente según los artículos 8, 125, 126, 130,
131 del Código Orgánico Procesal Penal.
En este sentido, es oportuno mencionar que la naturaleza del proceso penal
acusatorio, dispone como garantía máxima la presunción de inocencia, y en
este orden, el Código Orgánico Procesal Penal dispone una serie de actos de
estricto cumplimiento, necesarios para garantizar el debido proceso, el
derecho a la defensa y la igualdad entre las partes. En este sentido la Sala
Constitucional al referirse a la importancia del acto de imputación, ha decidido
lo siguiente:
“…No establece el Código Orgánico Procesal Penal un derecho de las
personas a solicitar del Ministerio Público, que declare si son o no son
imputados, pero la Sala reputa que tal derecho sí existe, como un derivado del
derecho de defensa que consagra el artículo 49 Constitucional para la
investigación y que expresa ‘toda persona tiene derecho a ser notificada de
los cargos por los cuales se le investiga’.
A juicio de esta Sala, cuando hay hechos concretos contra alguien, a pesar de
que estén investigando, la persona tiene el derecho a solicitar conocerlos, y la
existencia de tales hechos, de la misma naturaleza que los de las denuncias,
equivalen a imputaciones…”. (Sentencia N° 1636 del 17 de julio de 2002,
Ponencia del Magistrado Doctor Jesús Eduardo Cabrera Romero).

En un estudio sobre la Importancia del acto de imputación. la base de las


tendencias jurisprudenciales, de Nuestro Máximo Tribunal ha establecido la
trascendencia del acto formal de imputación. Así, en sentencia No. 160 de
fecha 20.05.2006, la Sala de Casación Penal, citando el criterio de la Sala
Constitucional, refirió:

“Ahora bien, sobre la adquisición de la condición de imputado en la fase de


investigación, la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia, en
sentencia N° 1636 del 17 de julio de 2002 (caso: William Claret Girón y otros)
con ponencia del Magistrado Doctor JESÚS EDUARDO CABRERA ROMERO,
estableció lo siguiente:

“… Conforme al artículo 124 (hoy 126) del Código Orgánico Procesal Penal,
imputado es toda persona a quien se le señala como autor o partícipe de un
hecho punible, por un acto de procedimiento de las autoridades encargadas
de la persecución penal. No se requiere de un auto declarativo de la condición
de imputado, sino de cualquier actividad de investigación criminal, donde a una
persona se la trata como presunto autor o partícipe.
Tal condición se adquiere tanto en la fase de investigación, como cuando se
ordena la apertura a juicio contra una persona.
En la fase de investigación, la imputación puede provenir de una querella
(artículo 274 del Código Orgánico Procesal Penal), o de actos de la
investigación que de manera inequívoca señalan a alguien como autor o
partícipe, bien porque la denuncia menciona a una persona en particular que
se interroga o entrevista como tal, o porque los actos de investigación, como
allanamientos, etc., reflejan una persecución penal personalizada.
Excepto en el caso de la querella, la condición de imputado en la fase de
investigación la determina la autoridad encargada de la pesquisa, y por ello la
imputación pública del artículo 272 del Código Orgánico Procesal Penal, no
puede ser tenida como tal, hasta que en alguna forma el Ministerio Público lo
señale como tal imputado mediante un acto de procedimiento, que mal puede
ser el auto de inicio de la investigación que se decretó porque el imputado
públicamente solicite se le investigue. Esta es su voluntad, más no la del
órgano encargado de la persecución penal que es la determinante.
No establece el Código Orgánico Procesal Penal un derecho de las personas
a solicitar al Ministerio Público, que declare si son o no imputados, pero la Sala
reputa que tal derecho sí existe, como un derivado del derecho de defensa que
consagra el artículo 49 Constitucional para la investigación y que expresa “toda
persona tiene derecho a ser notificada de los cargos por los cuales se le
investiga”. A juicio de esta Sala, cuando hay hechos concretos contra alguien,
a pesar de que se estén investigando, la persona tiene el derecho de solicitar
conocerlos, y la existencia de tales hechos, de la misma naturaleza que los de
las denuncias, equivalen a imputaciones…”.

En igual orden la sentencia supra ha citado sentencia No. 2921 de fecha


20.11.2002 (caso: Hernán José Rojas Pérez) con ponencia del Magistrado
Doctor José Manuel Delgado Ocando, en la cual se señala que:

“…Imputar, significa atribuir a otro una cosa o acto censurable, e imputado,


obviamente, es aquel a quien se señala como autor de ese hecho. Desde la
óptica procesal penal, y de acuerdo a la definición contenida en el texto
orgánico que regula esa materia, imputado es toda persona que se señale
como autor o partícipe de un hecho punible, mediante un acto de
procedimiento efectuado por las autoridades encargadas de la persecución
penal, esto es, por el Ministerio Fiscal…”.

Tal criterio fue ratificado posteriormente mediante sentencia No. 2055 del
29.07.2005 (caso: Ángel Guaimarata Carreño) con ponencia del Magistrado
Doctor Jésus Eduardo Cabrera Romero, en la que se señaló:
“…En el presente caso, como se indicó anteriormente, no consta en autos que
el Fiscal del Ministerio Público haya cumplido con el acto de señalar como
imputado al ciudadano ÁNGEL GUAIMARATA CARREÑO, por lo tanto, al no
tener el carácter de imputado el hoy accionante y en consecuencia no ser
válido el nombramiento de su defensor, las actuaciones realizadas por el
abogado SIMÓN VIELMA y todas las actuaciones realizadas por el Juzgado
Tercero de Control del Circuito Judicial Penal de la Circunscripción Judicial del
Estado Anzoátegui, extensión El Tigre, derivados de las actuaciones referidas,
son nulas…”.

En este sentido, se han reproducido estos mismos criterios en sentencia No.


723 de fecha 18.12.2007, bajo la ponencia de la Magistrada Deyanira Nieves
Bastidas, en la cual se señala que:

“Ahora bien, el acto de imputación por parte del representante del Ministerio
Público, ha sido definido por la Sala de Casación Penal, en diversas
oportunidades, como: “…el acto procesal por el cual se informa al imputado de
manera clara y precisa de los hechos que se le atribuyen, con todas las
circunstancias de tiempo, lugar y modo, así como las disposiciones legales
aplicables al caso…” (Sentencia Nº 348, del 25 de julio de 2006).

Así mismo, ha señalado la Sala en relación al acto formal de imputación, como


actuación propia del Ministerio Publico que:

“…El acto de imputación formal, es una actividad propia del Ministerio Público,
el cual previa citación del investigado y asistido por defensor se le impone
formalmente: del precepto constitucional que lo exime de declarar y aun en el
caso de rendir declaración hacerlo sin juramento; al igual que se le impone de
los hechos investigados y aquellas circunstancias de tiempo, modo y lugar, la
adecuación al tipo penal, los elementos de convicción que lo relacionan con la
investigación y el acceso al expediente según los artículos 8, 125, 126, 130,
131 del Código Orgánico Procesal Penal.
En este sentido, es oportuno mencionar que la naturaleza del proceso penal
acusatorio, dispone como garantía máxima la presunción de inocencia, y en
este orden, el Código Orgánico Procesal Penal dispone una serie de actos de
estricto cumplimiento, necesarios para garantizar el debido proceso, el
derecho a la defensa y la igualdad entre las partes.
La realización previa del acto de imputación formal, permite el ejercicio efectivo
del derecho a la defensa, mediante la declaración y la proposición de las
diligencias necesarias para sostener la defensa, porque si bien el Ministerio
Público ostenta autonomía e independencia, reconocida constitucionalmente
en el artículo 285 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela
y legalmente en el artículo 111 del Código Orgánico Procesal Penal; el
investigado de conformidad con el artículo 49 (numeral 1) constitucional, tiene
la defensa como garantía inviolable, en todo estado y grado de la investigación
y del proceso…”. (Sentencia N° 568, del 18 de diciembre de 2006).

La importancia entonces del acto formal de imputación, como actividad propia


del Ministerio Público, persigue garantizar el derecho a la defensa y la
imposición de los hechos y de las probanzas que relacionen al sujeto con el
hecho delictivo.

A través de dicho acto, el imputado tiene la oportunidad de solicitar la


práctica de diligencias probatorias que desvirtúen su participación en el hecho,
así como, de ser informado sobre los argumentos de hecho y de derecho que
sobre él recaen en el desarrollo de la investigación.

Lo que persigue es garantizar el correcto juzgamiento de los hechos y la


idoneidad en el desarrollo de la fase investigativa del sistema penal acusatorio,
mediante la garantía de un acto propio del órgano investigador que busque
encausar el ejercicio de la acción penal, y preservar aquellos elementos que
inculpen o exculpen al imputado.

En este punto, es de resaltar que la condición de imputado no se adquiere sólo


a través del acto de imputación formal, sino que puede ser otorgada a través
de cualquier acto de procedimiento conforme al artículo 126 del Código
Orgánico Procesal, por lo que es imprescindible acotar que no es censurable
la aprehensión del investigado cuando se establezcan motivos de urgencia y
necesidad durante la fase de investigación, siempre y cuando dicha
aprehensión esté condicionada a la orden judicial en los procedimientos
ordinarios.

Lo que sí no es permisible, es la procedencia de la acusación, sin cumplir con


el acto formal de imputación, por cuanto lo que procura dicho acto, “…es la
preservación del derecho a la defensa, mediante la imposición definitiva de los
hechos, las pruebas y el delito que se le atribuye, que más allá de un simple
formalismo, es una condición necesaria para garantizar los derechos del
imputado…”. (Sentencia Nº 486 del 6 de agosto de 2007).

Por su parte el 12.05.2011, en sentencia emanada de la Sala de Casación


Penal de nuestro Máximo Tribunal, en ponencia de la Magistrada Ninoska
Queipo Briceño, citan a la vez doctrina de la Sala Constitucional (decisión
vinculante N° 1281 del 30.10.2009, en la que refiere que en la etapa de
investigación del procedimiento ordinario, el acto de imputación puede llevarse
a cabo de dos (2) formas: 1) Ante el Fiscal del Ministerio Público encargado
de la investigación, ya sea porque la persona haya sido citada para que
concurra en el Ministerio Público o que la persona haya comparecido
espontáneamente ante dicho órgano y 2) Ante el Juez de Control, cuando la
persona haya sido aprehendida. Dice la Sala Constitucional, que este
supuesto está referido, en el caso del procedimiento ordinario, a la audiencia
prevista en el artículo 236 del Código Orgánico Procesal Penal.

A su vez, establece la Sala que, en los casos de aprehensiones en flagrancia,


la atribución, a la persona aprehendida, de uno o varios hechos punibles por
el Ministerio Público, en la audiencia de presentación del artículo 373 del
Código Orgánico Procesal Penal, constituye el acto de imputación.

Por tanto el Acto de imputación. La Sala Constitucional del Tribunal Supremo


de Justicia (TSJ) emitió una sentencia que establece que el Ministerio Público
solo podrá imputar ante jueces de control.

La Imputación, en Derecho procesal penal, es el acto mediante el cual se le


acusa formalmente a una persona de un delito concreto frente a un juez, una
de las partes más importantes de la norma jurídica es la Copula en donde se
habla claramente de la imputación.

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