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¿Hay razón para este “Nuevo Coloso” en Trier, honrando a Karl Marx?

Václav Klaus

El 5 de Mayo fue el 200 aniversario del nacimiento de Karl Marx, año 1818, en la ciudad de Trier, la
más antigua de Alemania, por entonces conocida como Tréveris, su nombre original romano.

Hubo un gran monumento erigido en su honor, y una gran gala de celebración, con autoridades
oficiales de la Unión Europea, como si se festejara un grande y auspicioso acontecimiento en la
historia de la humanidad. Pero las terribles ideas de Marx hicieron demasiado daño a Alemania y al
mundo; así que el recuerdo fue realmente triste.

Por consiguiente, hubo un acto alternativo, de protesta, auspiciado por el partido derechista AfD
Alternative für Deutschland (Alternativa para Alemania). Habló en esa ocasión el Dr. Václav Klaus, ex
Presidente checo, y uno de los principales referentes de nuestro Movimiento por las Cinco Reformas,
M 5 R. Transcribimos a continuación su discurso, tan sabio y brillante como siempre.

Karl Marx fue sin duda un pensador e ideólogo significativo y muy influyente. No debemos simplificar
demasiado nuestra presente disputa con Karl Marx. En todo caso fue un representante importante de
las ciencias sociales, aunque en mi especialidad de economía política solo tuvo importancia secundaria.
No ha sido citado y enseñado en el campo de la economía durante mucho tiempo.

Recuerdo la declaración hecha hace medio siglo por uno de los economistas más famosos de la
segunda mitad del siglo XX, el premio Nobel estadounidense Paul Samuelson. En 1968 dijo que Marx
era un importante científico social, pero "desde el punto de vista de la teoría económica pura, puede
ser considerado como un post-ricardiano menor"; significa "de menor importancia" [David Ricardo
(1772-1823)].

Recuerdo muy bien esta afirmación. Esta fue una declaración severa para los tiempos, y lo hizo con
motivo del cumpleaños número 150 de Karl Marx. En ese momento, Karl Marx era, en mi país, en la
Checoslovaquia comunista, una parte importante de la ideología oficial. Hoy es diferente. La estrella
de Marx ya no brilla tan intensamente.

Sin embargo, aquí hoy en Trier, recibió un nuevo monumento. Hay que decirlo: es un monumento
conmemorativo de una fama que hace mucho desapareció, nada más. Deberíamos ver este aniversario
como advertencia sobre el fin al que ideas aparentemente inofensivas y académicamente articuladas
de un intelectual ambicioso, increíblemente diligente y decidido, pueden conducir en la realidad.

Lo digo como alguien que ha pasado más de cuatro décadas en un sistema político, económico y social
que Marx propagó. Incluso entonces, creo, entendí bien a Karl Marx. Debido a mi experiencia personal
y prolongada, el debate sobre Karl Marx no es, para mí, una mera teorización. Sentí la tragedia del
sistema comunista; y todavía lo siento hoy con fuerza.

A menudo nos enfrentamos con sus seguidores actuales. Afirman que Marx dio al mundo tremendas
ideas, que desafortunadamente no fueron entendidas, interpretadas y/o realizadas correctamente.

Su enseñanza, según ellos, fue mal utilizada, simplificada y trivializada. Esta declaración me resulta
inaceptable. Alguien dijo una vez que la fuerza de una doctrina se reconoce mejor en su trivialización.
Es exactamente lo que sucedió con Marx. Y por eso que es considerado como un tribuno del pueblo y
se ha convertido en un ícono del socialismo y el comunismo.

¿Qué hace a Marx tan atractivo, no solo para las masas, sino para las élites de este mundo?
Ciertamente, no es solo la promesa de crear un paraíso en la tierra. Más importante para las élites,
Marx representa el señorío del hombre sobre el hombre. Naturalmente, Marx alega, en relación con
sus hermanos en la fe, ser la elite intelectual. Deben tomar el liderazgo, ya que en base a su sabiduría
e inteligencia, están calificados para tener señorío sobre los otros hombres. Marx también fue un
precursor de la “corrección política” actual, que es para mí y para todos nosotros, nada más que una
lucha contra el pensamiento individualmente responsable e independiente.

Su ataque al capitalismo y la economía de mercado moldeó todo el siglo XX, con todas sus ideologías
destructivas y tragedias humanas. Marx quería abolir el capitalismo y la economía de mercado. Sabía
suficientemente bien, y lo dijo explícitamente, que la realización del ideal comunista requiere “la
dictadura del proletariado”. Como sabemos, estas dictaduras, que no eran del proletariado ni las
originaron los proletarios, se aplicaron por la primera vez en Rusia, y desde 1917, y luego en otros
países del mundo, trayendo consigo millones de víctimas.

Marx reiteró que "los pensadores no deben simplemente interpretar el mundo, sino que deben
cambiarlo". Y eso es lo que logró. Sus ideas fueron puestas en práctica. No se puede separar las
dictaduras comunistas del siglo XX de Marx, pese a los deseos de sus seguidores de hoy.

La erección de su monumento, aquí en Trier, que fue financiado por la China comunista, es criticada
por muchos en Alemania, y por muchos entre nosotros en la República Checa. Lo entienden como una
burla a la historia, como una burla grotesca a todos los millones de víctimas de todos los regímenes
que surgieron sobre la base de la doctrina marxista. Y también como burla a la era contemporánea.

Este monumento conmemorativo es un producto del presente, que una vez más desplaza a segundo
plano lo que es una sociedad libre y una economía de libre mercado. Es un monumento a la continuación
actual de la doctrina marxista, que es el marxismo cultural, creado no lejos de aquí, en la “Escuela de
Frankfurt”, de Adorno, Horkheimer y Habermas.

Porque el marxismo está regresando en formas novedosas y bajo nuevas banderas; esta vez, menos
color rojo, y más colores verde, y arcoíris. El marxismo vuelve como el utopismo revolucionario que
rechaza el capitalismo de hoy, tan fuerte y resueltamente como Marx hace 150 años.

¿Qué aportaron Marx y todos sus seguidores al mundo? Ante todo, no humildad ante la humanidad y
ante la historia humana. Frente a las injusticias e fallas inherentes a toda sociedad, Marx y todos sus
seguidores han proclamado y han afirmado resueltamente que es posible y necesario rehacer todo a
partir de la nada. Significa lo enteramente nuevo y diferente; sin respeto por lo ya creado; sin tratar
de vincularse con el pasado; y sin contentarse con cambios parciales. El marxismo surgió como un
producto de la ignorancia y falta de respeto por las leyes de la sociedad y la naturaleza humana.

Las generaciones de hoy deben esforzarse por comprender la verdadera sustancia del marxismo. Hay
y siempre habrá nuevas ideologías amenazadoras de la libertad, que a primera vista no tienen nada en
común con el marxismo, pero que en realidad representan su auténtica continuación.

El aniversario de hoy debe ser visto como una advertencia sobre Marx y oído como un campanazo para
abrir los ojos. Debe servir para ver a través de las nuevas ideologías, que no les gusta admitirlo, pero
se corresponden directa o indirectamente, consciente o inconscientemente, con el marxismo.

Es casi increíble que el máximo representante de la Unión Europea esté presente en la presentación
del monumento a Marx aquí en Trier. Para muchas personas en Europa es una triste decepción. Debo
decir que no estoy decepcionado y no estoy sorprendido. Para mí es una confirmación muy clara de la
influencia de Marx hoy, en el proyecto de integración europea en su forma actual, en la forma de la
Unión Europea, que es “progresista”, y esencialmente marxista.

Original

https://gatesofvienna.net/2018/05/should-karl-marx-receive-a-new-colossus-as-a-memorial-in-
trier/

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