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DEFINICIONES
La primera mitad del XV fue para el motete un período de transición, las características
relativamente diferentes que habían definido el género en el XIV cedieron paso a piezas en varios estilos
diferentes.
El motete era una composición sobre un texto en latín que no tenía por sí mismo un lugar fijo en la
liturgia. Durante gran parte del XV las composiciones sobre textos estrictamente litúrgicos (himnos y
Magnificat, introitos y secuencias) quedaban al margen del repertorio motetístico.
Distinguimos tres tipos estilísticos y dos funciones sociales principales:
1. El motete isorrítmico (legado del Ars Nova) a gran escala con su cantus firmus preexistente en
el tenor y un tejido verbal poli textual concebidos para ocasiones de gran ceremonia (bodas..)
2. Llamado metete en estilo cantinela. Aquí la escala total es más pequeña, el cantus firmus
puede estar o no presente y un solo texto es suficiente para todas las voces. Concebido con
fines religioso-devocinal y solían cantarse en los oficios dedicados a la Virgen María.
3. El tercer tipo adoptó el estilo de chanson, dominado por el agudo
MODALIDAD Y POLIFONÍA
La teoría modal sólo empezó a aplicar el análisis de la música polifónica a finales del XV.
Breve explicación de los modos eclesiásticos:
Hay cuatro notas finales (re, mi, fa, sol) sobre las que puede terminar una melodía.
A cada nota final se le asignan dos modos:
o El modo auténtico: desde la nota final hasta una octava por encima
o El modo plagal: desde la cuarta inferior a la finalis hasta la quinta superior
El ámbito dado para cada modo varía según las fuentes teóricas
El tenor de cada modo se deriva del tenor del tono salmódico (una melodía
fija con la que se cantaban los salmos) de ese modo.
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Especies de quinta y cuarta. Las especies son los pentacordos (cinco
sonidos) conjuntos y tetracordos (cuatro sonidos) que forman cada octava modal. En los
auténticos el tetracordo por encima del pentacordo y en los plagales por debajo. Partiendo
de cómo una melodía encaje en las especies de quinta y cuarta que constituyen el modo al
que pertenece se han establecido cinco clases de melodías:
o Perfecta: abarca exactamente una octava modal completa
o Imperfecta: ámbito menor que el de su octava modal
o Plusquamperfecta: va más allá de su octava modal
o Mixta: melodía auténtica que desciende al tetracordo plagal bajo la nota final ó
plagal que se extiende al tetracordo superior del ámbito auténtico
o Co-mixto: melodía que insiste sobre una especie de quinta ó cuarta que no
pertenece a su modo
o Irregulares: las que corresponden a una versión transportada de un modo
El modo de una obra polifónica en conjunto está determinado por el modo del tenor (la parte
principal de la canción). Aunque no siempre se puede seguir esta premisa como en el Nuper rosarum
flores
El motete isorrítmico dio sus últimos coletazos entre 1440 y 1450. A mediados del siglo comenzó el
“motete de tenor” que se apartaba de la rigidez formal del Ars Nova para desarrollar un mayor
significado expresivo.
La gran innovación estilística de la primera mitad del XV fue la triada como soporte de la polifonía, la
mayor innovación en cuanto a géneros musicales fue el desarrollo de la misa cíclica en cinco
movimientos sobre un tenor de cantus firmus.
LA ESTRUCTURA DE LA MISA
Algunos elementos de la misa eran cantados como canto llano y otros recitados ó entonados casi
sobre una sola nota que fue lo que sirvió como base de las misas polifónicas. A partir del XV se centraron
en los cinco movimientos del ordinario de la misa (Kyrie, Gloria, Credo, Sanctus y Agnus Dei)
Recordaremos también que:
1. las misas eran concebidas como parte de la liturgia
2. los cantos llanos de una festividad dada no están relacionados entre sí
3. la música usada en la misa como en el oficio era el canto gregoriano, las composiciones
polifónicas para la misa estaban destinadas a ocasiones especiales
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Movimientos aislados: En el Gloria ad modum tubae de Dufay las voces inferiores imitan
fanfarrias de trompetas mientras que las superiores discurren en canon.
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¿POR QUÉ UNA MISA CÍCLICA SOBRE CANTUS FIRMUS?
¿Qué es lo que movió a los compositores a dar un sentido de unidad musical a las cinco secciones del
ordinario?
1. Puramente musical: la idea de unidad era idea estética y el proceso de unificación ilustra el triunfo
de valores estético-musicales sobre aspectos prácticos de la liturgia
2. la misa cíclica se desarrolló para cumplir los requisitos de la liturgia. El dejar que un único cantus
firmus recorra cada uno de los movimientos sirve para asociar la música a una ocasión específica.
CALENDARIO LITÚRGICO
Formado por dos ciclos de festividades:
1. El temporale (propio del tiempo): celebra las fiestas que conmemoran acontecimientos de la vida
de Cristo
2. El sanctorale (propio de santos): compuesto por las festividades de fecha fija que conmemoran
distintos santos
LA INTERPRETACIÓN
Politextualidad: la politextualidad con el tenor y quizá incluso el bajo cantando un segundo texto
a modo de tropo, parece viable, siempre que los textos estén en latín y tengan carácter litúrgico.
La tradición a capella: rn circunstancias normales, la polifonía del XV compuesta para la liturgia
era interpretada por voces solamente o, como máximo, con acompañamiento de órgano.
Los años 50 del siglo XV vieron despuntar una nueva generación de compositores (Johannes
Ockeghem y Antoine Busnoys). Las innovaciones eran de dos tipos:
1. Nuevo espíritu de artificio sobre todo en el proceso de manipulación de cantus firmus
preexistentes. Al parecer los compositores rivalizaban entre si para individualizar sus
obras.
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2. Los compositores ya no limitaban su préstamo a una melodía de cantus firmus monódica;
antes bien, recurrían cada vez más a chansons polifónicas como modelo y tomaban entera
la textura polifónica de las canciones.
Antes de pasar a ver estos procedimientos hay que tener en cuenta lo siguiente:
1.Si durante la primera mitad del XV el camino desde el movimiento individual de la misa hasta la
composición por pares de movimientos unificados y misas cíclicas completas no fue siempre en
línea recta, en el tercer cuarto de siglo fue completamente circular.
2.La influencia se ejerció entre ambas generaciones de compositores.
ARTIFICIO Y COMPLEJIDAD
La Missa Spiritus Almas de Domarto: El cantus firmus está tratado de modo idéntico en cada
movimiento pero en cambio aparece escrito sucesivamente con signos mensurales distintos, lo cual altera
el ritmo de la melodía. Los cambios rítmicos tienen una construcción preconcebida estricta y de tipo
serial.
La Missa L’Homme Armé de Antoine de Busnoys: Obra germen de otras muchas.
1. Ejemplifica el enfoque constructivo y complejo del tratamiento del cantus firmus de ese
período
2. Extiende sus melodías un tanto angulares y sus ritmos con la interminable variedad que
caracteriza las obras de aquel período y las empuja hacia delante con un claro sentimiento
de movimiento armónico
3. Sus dúos se deleitan en imitaciones
4. Es más pequeña y compacta y por tanto más típica de su tiempo
ARTIFICIO Y COMPLEJIDAD II
Los compositores de la época no reservaban su ingenio sólo para obras basadas en melodías de
cantus firmus preexistentes: A veces se inventaban su propio cantus firmus y a veces prescindían
totalmente de este andamiaje estructural.
El motete In Hydraulis de Busnoys: Es la única de sus composiciones que puede fecharse con
bastante exactitud. Dirige la segunda parte del motete directamente a Ockeghem y hace referencia a sí
mismo como uno de los descendientes de éste. Es un buen ejemplo de composición en el que ha
construido un nuevo cantus firmus.
En algunos aspectos, los ejemplos de artificio y complejidad que más impresionan desde el punto
de vista intelectual son aquellos en los que los compositores renuncian al tradicional apoyo constructivo
del cantus firmus y pasan a depender enteramente de su propia imaginación. Un ejemplo de este tipo es la
MISSA PROLATIONUM de Johannes Ockeghem construida principalmente como una serie de cánones
dobles para dos voces cada uno.
La idea de Imitatio: Entre las ideas humanistas sobre la creatividad artística tuvo un puesto
importante el concepto de imitatio, imitación de modelos específicos –relacionada tanto con el estudiante
(que aprendía por imitación) como con el profesor, que imitaba con el fin de rendir homenaje a un
modelo, competir con él ó hacer un comentario sobre él.
EL ESTILO OCKEGHEM
El timbre: Ockeghem y sus contemporáneos ampliaron el espacio sonoro disponible, de manera
más notable en su cultivo del registro grave. Dufay tiende a sonar agudo y brillante; Ockeghem tiende por
lo general a una mayor amplitud, a un sonido más grave y oscuro.
La textura y la tonalidad: Dufay mantuvo la textura de cuatro voces. Con Ockeghem la relación
de textura entre las voces ha variado. Las partes de bajo de Ockeghem cantan a veces con tanto lirismo
que hace que tiendan a no dirigir el movimiento armónico con la fuerza de las de Dufay. Tiende también a
hacer cadencias con menos frecuencia y claridad, lo que hace que su música suene menos tonal que la de
Dufay.
ARTIFICIO Y COMPLEJIDAD IV
Algunas misas utilizan ó aluden a más de un modelo preexistente. Melodías de cantus firmus
múltiples ó un cantus firmus con alusión encubierta a otro.
Es en el motete donde los compositores de finales del XV y principios del XVI mostraron con
mayor atrevimiento su virtuosismo técnico y expresivo. Con la generación de Josquin la misa y el motete
intercambiaron posiciones: el motete tomó ahora la posición de vanguardia que había tenido la misa en
las generaciones anteriores. La generación de Josquin marca un giro en la producción de motetes, también
se aumenta espectacularmente la producción total. Hacia 1500 los compositores empezaron a dedicar más
tiempo a componer y menos a otras cosas; la idea de la composición como profesión se hizo realidad pero
hay menos diferencias de un motete a otro de un mismo compositor, a medida que avanza el XVI se hace
patente el tinte formulista.
LA MÚSICA Y EL TEXTO
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El estilo de los compositores más jóvenes evolucionó suavemente a partir de lo precedente.
Incluso el rasgo más característico de estos compositores más jóvenes –la imitación continua- había sido
ya anticipada por la generación anterior. No obstante, hay un aspecto de la música de estos compositores
que muestra que estaba ocurriendo algo nuevo: la relación entre la música y el texto. La generación de
Josquin fue más bien la primera en expresar las emociones, los sentimientos de un texto de una forma que
suena completamente moderna.
Josquin?/La Rue?: Absalon, fili mi: Este motete es un mosaico de textos. Existen dos versiones
diferentes. Asombroso lo grave de su tesitura (al igual que le número de bemoles de la armadura)
destinada a crear un ambiente de duelo y de pérdida de un ser querido. Las dos versiones parecen
imposibles de cantar según las alturas estándar actuales. Existe lo que podría denominarse un registro
medio para la música a cuatro voces de Josquin, y que puede aplicarse a los demás compositores de su
generación. Actualmente hay más aspectos que puntos que dotan su autoría a La Rue.
Josquin: Miserere Mei, Deus: Es un salmo, y cuando un salmo funciona como parte integrante de
la liturgia, se canta según un tono salmódico. Josquin no utilizó un tono salmódico verdadero, sino que
más bien inventó un motivo parecido a un tono salmódico y lo empleó como apuntalamiento estructural
de toda la obra. Los compositores del XV, cuando componían sobre salmos solían elegir los que formaban
parte del oficio de vísperas del domingo, parafraseaban el tono salmódico en el superius y le
proporcionaban un sustento a modo de faux-bourdon. En el siglo XVI, las composiciones polifónicas
sobre salmos ganaron peso musical. Este Miserere es uno de los primeros ejemplos de texto de salmo
compuesto de principio a fin en un estilo polifónico elaborado que abandona el tono salmódico
preexistente.
Josquin: Fama Malum: Contiene un caso notable de descripción ó imitación musical del texto.
La composición sobre “velocius” anticipa una idea que llegaría a dominar en los años posteriores del
siglo: expresar el significado de cada una de las palabras del texto del modo más lieral y gráfico posible.
El recurso de representación ó imitación musical del texto acabaría por convertirse en el elemento estético
principal del madrigal de finales del XVI.
Los tres motetes que hemos visto son el resultado de la preocupación de los humanistas por el
lenguaje, por el significado y la disposición de la palabra. Son producto de la polifonía franco-flamenca
pero tocados por el humanismo que emanaba de Italia.
En el siglo XVI un recurso típico para representar el dolor, la aflicción, era una cascada imitativa
de terceras descendentes solapadas.
LOS CANONES
Si hay algo que atestigüe la distancia entre los compositores franco-flamencos de la época de
Josquin y la sensibilidad musical de los humanistas, es precisamente el uso continuado de polifonía
compleja. Aunque esta solía tomar forma de fragmentos de imitación libre, también existía un uso
conspicuo y virtuosista del canon estricto.
Un canon cuádruple de Mouton: que discurre sin interrupciones desde el principio hasta el final
de la pieza. Mouton era aficionado al canon, sobre todo como elemento regulador de una obra.
Un canon “ajustado” de Brumal: “ajustado”= distintos intervalos temporales que emplean en los
cánones. En este caso un intervalo de mínima.
SIMBOLISMO
En la música de la época de Josquin, el simbolismo del tipo imperceptible para el oído aparecía de
varias formas
1.el simbolismo derivado de un soggetto cavato dalle vocale (un motivo musical cuyas sílabas de
solmisación están tomadas de las vocales de nombres u otras palabras.
2.el simbolismo numérico dependiente de la aplicación de la gematria. La estructura de una pieza
determinada por un simbolismo numérico.
El tercer cuarto del siglo XV fue testigo de una explosión de música para la misa. En el centro de
toda esta actividad estaba la composición cíclica del ordinario basada estructuralmente en un cantus
firmus. El cantus firmus podía aparecer de diversas formas: citado literalmente, en valores largos;
manipulado rítmicamente mediante disminución, aumentación ó transformaciones mensurales;
transportado, invertido ó cantado en movimiento retrógado; y su melodía decorada con una
ornamentación que podía ir de la más liviana a la más profusa. Además, una misa que estuviese basada en
una chanson a tres voces preexistentes podía citar todo el complejo polifónico del modelo, aunque una de
las voces sobresaliese a veces un poco más y sirviese de andamiaje estructural.
Los compositores de la generación de Josquin siguieron cultivando esta tradición, pero también
escribieron misas basadas en dos principios nuevos:
Incluso cuando una melodía preexistente servía de base para una misa, la nueva práctica de la
imitación continua la sacó de su papel estructural en el tenor y la esparció por todas las voces; el
resultado fue la llamada misa de “paráfrasis”
Cuando los compositores basaban una misa en un complejo polifónico preexistente, empezaron a
echar mano del repertorio contemporáneo de motetes y a convertir los distintos motivos del tejido
polifónico imitativo y de voces de igual importancia en pilares estructurales de la misa. La “misa
de parodia” ó “misa de imitación” resultante se iba a convertir en el tipo favorito del siglo XVI.
Así pues, la imitación continua, que puede considerarse como la innovación estilística más
importante de la generación de Josquin, tuvo un profundo impacto en la misa, influyendo en todo.
Hubo también algunas novedades que fueron más allá de la elección y el tratamiento de este
modelo. Algunas misas renunciaban a la idea de unidad cíclica y utilizaban una melodía preexistente
distinta como base de cada movimiento. Por último, varios tipos de misa locales adquirieron importancia
ahora.
Comparadas con los motetes, las misas de la generación de Josquin pueden parecernos
conservadoras y tal vez incluso carentes de color, al faltarles el intenso componente verbal y el acento de
inspiración humanista a la hora de expresar el significado y el afecto del texto.
EL NÚCLEO DE LA TRADICIÓN
Josquin y sus contemporáneos cultivaron tres tipos de misa. Cada una de las cuales surgió de
técnicas desarrolladas durante el tercer cuarto del XV:
La misa sobre cantus firmus
La misa de paráfrasis
La misa de parodia
La misa sobre cantus firmus y Obrecht: Jacob Obrecht fue uno de los compositores más
interesados en continuar la tradición de la misa dobre cantus firmus. Su Missa Fortuna Desperata está
basada principalmente en el tenor de una de las chansons de mayor éxito de finales del XV. Se observa
aquí su dominio de la técnica del cantus firmus (Gloria y Credo)
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La misa de paráfrasis: el mejor ejemplo es la Missa Punge Lengua de Josquin, posiblemente una
de sus últimas misas, basada en el himno Punge lingue gloriosi corporis mysterium de Santo Tomás de
Aquino. El Kyrie ilustra claramente la técnica de paráfrasis.
La misa de paráfrasis puede resumirse en las siguientes características: está basada en un modelo
melódico preexistente, generalmente una melodía gregoriana; envuelve ese modelo en una capa de
ornamentación melódica; desenvuelve el modelo frase a frase (o motivo a motivo) y lo dispersa por el
tejido polifónico mediante fragmentos imitativos; y puede incluir secciones extensas de material que no
tengan más que una vaga referencia al modelo. Lo que no es característico de este tipo de misa es colocar
la melodía preexistente en una sola voz y utilizarla de andamiaje estructural para toda la misa.
La misa de parodia (ó misa de imitación): los compositores empezaron a basar sus misas en un
modelo polifónico y a citar todas las voces de ese modelo simultáneamente en el tercer cuarto del XV. Sin
embargo, al final estas obras eran misas de cantus firmus, ya que el tenor del modelo polifónico era el que
acababa sirviendo de principal elemento estructural de la misa. El futuro no estaba ahí, sino en un nuevo
tipo de modelo polifónico: el motete contemporáneo, que ya era profusamente imitativo, tenía motivos
muy claros y definidos que podían servir para nuevas secciones imitativas, y no tenía un cantus firmus
propio. Este tipo de misa recibe el nombre de misa de parodia ó imitación.
El arte de la técnica de parodia no está en la cita literal, sino en la reelaboración y transformación
del material del modelo, convirtiéndolo en lo que es una composición esencialmente nueva
El material constructivo básico es un motivo ó frase del modelo, por lo general en forma de
fragmento imitativo
Un movimiento de una misa de parodia suele tomar varias secciones del modelo
La estructura general de la misa de parodia está construida alternando referencias al modelo y
secciones de relleno con música nueva original.
Fue en la corte francesa donde se cultivó primero la misa de parodia. En la siguiente generación a Josquin
fue donde esta pasó a primer plano siendo el tipo de misa dominante llegando a desaparecer en el XVI
LA INTERPRETACIÓN
La tradición a cappella: amplio consenso en que durante el siglo XV la música escrita para la
liturgia era interpretada a cappella. La música litúrgica de la generación de Josquin parece representar un
período de transición, y se puede afirmar con bastante seguridad que después de 1500, aprox., se hicieron
frecuentes las interpretaciones de música litúrgica en la que los instrumentos se sumaban a las voces. Las
grandes ocasiones no eran las únicas en las que cantantes e instrumentistas se unían en la celebración de
la misa.
Las relaciones de tempo: El Kyrie de la Missa Pange Lengua de Josquin y el de muchas otras
misas de la época está dividido en tres grandes secciones con los signos mensurales O C O
pero sin la duplicación de los valores que suele acompañar a la proporción 2:1 entre
los signos que tienen barra y los que no la tienen.
La pronunciación del latín: distaba bastante de ser fija. Actualmente se requiere de los
intérpretes que hagan un esfuerzo de imaginación y prueben distintas soluciones.
La generación de compositores que alcanzó la plena madurez durante el segundo cuarto del siglo
XVI fue llamada por algunos “la generación sin nombre” y por otros “generación post-Josquin”. Su
música religiosa puede que sea el repertorio más olvidado de los doscientos años que nos ocupan. De toda
la música de los años 1520-1550 no hay un repertorio que tenga mayor sentido de continuidad con
respecto al pasado inmediato que el compuesto para la Iglesia católica. Su estilo y sus géneros surgieron
directamente de los cultivados por la generación precedente. La misa de parodia (ó imitación) se convirtió
en la favorita con mucho.
EL MOTETE
El segundo cuarto del siglo XVI produjo tres grandes compositores de motetes flamencos: Nicolás
Gombert, Adrián Willaert y Jacobus Clemens non Papa. Los tres siguieron caminos distintos, sus carreras
comparten una característica importante: ninguno de ellos estuvo asociado con la corte real de Francia. El
mapa de la música estaba cambiando. La tradición franco-flamenca, homogénea y de siglos de
antigüedad, nacida a comienzos del siglo XV en los Países Bajos bajo control borgoñón y luego
alimentada con el genio artístico tanto de los flamencos como de los franceses, empezaba a mostrar
fisuras estilísticas. Así como la música religiosa del segundo cuarto del siglo sólo apunta levemente la
división, la música profana –la chanson- lo hace claramente.
Tres rasgos del estilo imitativo de Gombert:
La imitación puede ser estricta ó libre, al estilo de la variación
Incluso cuando es estricta, las respuestas imitativas pueden ser reales ó tonales
El número y el orden de las entradas puede variar de un punto a otro de la obra.
Además en general evita los contrastes de textura entre distintas combinaciones de voces.
Tampoco hay contrastes entre secciones imitativas y homofónicas ó pasajes en métrica binaria y ternaria.
Aunque fue Gombert quien llevó al extremo este estilo de contrapunto denso y continuo, también fue
característico de otros compositores flamencos, en contraste con el enfoque algo más “liviano” de
compositores más ligado a la corte francesa.
La expansión del espacio tonal: el sentido dramático es lo que parece faltar en la mayor parte de
la música religiosa de esta época, no solo por la tendencia a una textura continua, monótona. A menudo el
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estilo melódico es igual de uniforme. El ritmo también se inclina hacia la homogeneidad, y el lenguaje
armónico parece un tanto insípido. En este periodo es cuando empezó la expansión del ámbito tonal, tanto
a manos de los teóricos como de los compositores. La obra que hizo más por poner en movimiento esa
expansión fue Quid non ebrietas de Willaert. Esta obra era revolucionaria por tres razones:
Extendía el gamut hasta convertirlo en un círculo cerrado
Dio lugar a dudas sobre afinación y temperamento
Puso en tela de juicio el significado de los signos de alteración accidentales
Los motetes y la política: durante los años 1520-1550, un evento en particular motivó la
composición de un buen número de motetes: la caída de la república de Florencia en 1530, intensificada
por el recuerdo del martirio de Savonarola en 1498.
Philippe Verdelot en su Letamini in Domino, colección de motetes cuyo contenido político la
convierte en algo parecido a una página musical de opinión del siglo XVI.
Recordare Domine es el cuarto motete de una de las publicaciones de música más famosa del siglo
XVI: la colección de motetes y madrigales de Willaert titulada Musica Nova, la colección está llena de
sentimientos pro-republicanos y puede que estuviese dirigida a la colonia de exiliados florentinos que
residían en Venecia.
EL USO DE PARITURAS
En el siglo XVI se conocían ciertamente las partituras, se utilizaban con seguridad con fines
didácticos, y algunos compositores pudieron utilizarlas en su proceso compositivo.
La segunda mitad del siglo XVI produjo cuatro grandes compositores de música religiosa:
Palestrina: esencialmente músico de iglesia producto del fervor contrarreformista
Victoria: esencialmente músico de iglesia producto del fervor contrarreformista. No
compuso más que música religiosa
Lasso: principalmente compositor de corte. Género religioso como profano.
Byrd: igual de versátil, católico en un país protestante, compuso música para las dos
iglesias. Productivo compositor instrumental.
CONCILIO DE TRENTO
El debate era referente a la naturaleza de la polifonía religiosa. Esta música empañaba las palabras
e introducía con frecuencia elementos profanos en la música religiosa (misas de parodia basadas en
chansons ó madrigales). Un grupo de delegados insistía en que los elementos profanos debían ser
eliminados de la música religiosa y que esta no debía empañar ni oscurecer el texto. El compositor
flamenco Jacob de Kerle demostró a este grupo que la polifonía era capaz de proyectar las palabras de
manera inteligible siendo el primer “salvador” de la polifonía (y no Palestrina).
Vincenzo Rufo: maestro de capilla de la catedral de Milán, puesto que marcó un giro en su
carrera: después de ser un prolífico compositor de madrigales, dio la espalda a este género y se entregó a
la música religiosa en la línea de las reformas tridentinas. Publico una colección de misas del agrado del
cardenal Borromeo (que fue el que se lo encargó) ya que le convenció de que la polifonía y los objetivos
del Concilio eran compatibles. Fue el segundo “salvador” de la polifonía.
El resultado final de todo este debate fue una simple y llana homofonía silábica. Aunque Palestrina
y Lasso llegaron a componer misas y otras obras litúrgicas en un estilo rigurosamente silábico, siguieron
componiendo en un denso estilo contrapuntístico recurriendo también a modelos profanos buscando otras
formas de expresar la elevada religiosidad de la Contrarreforma.
No obstante, el Concilio trajo algunos cambios: inspiró el desarrollo de la Missa brevis y del
“madrigal espiritual”, reavivó el interés por los lauda, y emprendió revisiones profundas tanto de la
liturgia como del repertorio gregoriano.
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El repertorio del canto gregoriano había sido considerado como algo santo durante siglos, ahora le
tocaba adaptarse a los gustos modernos. Esta reforma del XVI no fue revisada hasta que los monjes de
Solesmes emprendieron su investigación sobre el canto gregoriano, en el XIX, que llevó a la publicación
de la “Edición Vaticana”.
VENECIA
En ella estaban inextricablemente entrelazadas la vida civil y la religiosa. En Roma, la música
religiosa buscaba inspirar piedad según los decretos del Concilio de Trento. En Venecia, la música tenía
que expresar también el esplendor del Estado, y esta nueva función dio lugar a un estilo bien distinto.
San Marcos: el foco principal de la música religiosa veneciana fue la basílica de San Marcos
donde en 1568 se estableció un conjunto estable de instrumentistas.
Giovanni Gabrieli (1533/36-1612): en 1597 publicó una colección de motetes titulada Sacrae
symphoniae. Estaba compuesta por motetes a gran escala, ceremoniosos y policorales, pero distintos de
cualquier motete de los que habían escrito Willaert ó Palestrina. El canto a cappella que seguían
manteniendo los cantores papales de la Capilla Sextina de habían convertido en una excepción, y los
instrumentos podían oírse con regularidad en las iglesias del XVI. Gabrieli continuó sus innovaciones en
el segundo libro de Sacrae symphoniae, emplea ya como elementos compositivos recursos que antes se
consideraban mero color decorativo y que ahora pasan a determinar y definir la estructura misma de la
pieza.
ESPAÑA
Durante el reinado de Felipe II España fue intensamente religiosa e intensamente musical. La
intensidad musical encontró su expresión en Francisco Guerrero y en Tomás Luis de Victoria.
Victoria (1548-1611): es el compositor contrarreformista por excelencia. A diferencia de
Palestrina, nunca tuvo que pedir perdón por las indiscreciones compositivas de sus primeros años: no
compuso música profana en absoluto. El Officium defunctorum es su mayor obra donde utilizó los cantos
de la misa de Réquiem añadiéndole tres piezas mas.
LA INTERPRETACIÓN
Los instrumentos participaron en la interpretación de la música religiosa de finales del XVI con
regularidad. El doblamiento de las voces se daba por hecho. Los instrumentistas ornamentaban las líneas
vocales, que a veces los instrumentistas alternaban con los cantantes, y que a veces también eran ellos los
que tocaban en lugar del coro.
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