La Moral

¿Qué es lo que marca la diferencia entre las acciones buenas o malas? No son por los bienes
exteriores o corporales de las personas, ni siquiera por los bienes intelectuales que posean, ya
que hay personas muy inteligentes y sabias que no necesariamente actúan positivamente,
lógicamente analizándolo desde una concepción de la moral.

De acuerdo con una concepción filosófica cristiana, es la acción en cuanto que emana de la
libertad, lo que constituye a las personas como buenas, absolutamente hablando. Es la acción,
que es la suprema actualización de ser humano lo que constituye el bien moral.

La percepción del bien como valor moral supone la experiencia moral; solo se hace perceptible
si las personas se vuelven dentro de si mismas, hacia los datos irreductibles de la experiencia
moral. Por ejemplo, un mismo acto puede implicar en un caso o en otro, especificaciones
morales diferentes y aún opuestas; pues la conceptualización moral es muy diferente a
cualquier otra. Dar dinero a alguien es un determinado acto ontológico, pues el dinero pasa
de uno a otro. Eso podría ser considerado como un acto de limosna o de compasión, en
definitiva, como un acto bueno. Pero también puede ser considerado como un acto de
corrupción y de compra de conciencia. Una misma acción con dos especificaciones opuestas.

La división de las acciones buenas y malas siempre hay que considerarlas por su propia
naturaleza dentro del orden moral. El bien y el mal como principios de división y
determinación específica no se encuentran sino en el orden de la moralidad. Hay que recordar
que en la antigua ley se hablaba de animales puros e impuros. Desde el punto de vista
ontológico, todos los seres eran considerados buenos.

Los valores morales son específicamente buenos o malos, porque son objeto del conocimiento
práctico, no especulativos. El bien moral es lo que se llama el bien honesto, considerando que
honesto quiere decir sencillamente: bueno en sí y por sí mismo.

El bien útil, es el bien como medio para un fin, tomado precisamente como medio o
instrumento; de manera que la bondad del medio presuma la bondad del fin. Es preciso que se
realice algo que sea bueno, no ya como medio para otros fines, sino bueno en si mismo.

El bien honesto es el aspecto absolutamente primordial. La primera captación del bien en el

orden moral. Lo que es sustancialmente bueno, no como medio para alcanzar un fin, ni
justificar algo ya poseído, sino bueno en sí.

Lo que hace que las personas se sientan bien porque quieren ser buenas, no como mecanismo
justificativo de algo que buscan con otro objetivo. Una acción buena, por definición hace
bueno al agente que la produce.

Pero nuestro mundo moderno sobre todo en su cúpula dirigente está plagado de acciones que
lamentablemente carecen del conocimiento de los valores que hacen que las cosas sean
buenas por esencia y no por conveniencia o apariencia