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Hebreos 13:15 dice: "Así que, ofrezcamos siempre a Dios, por medio de El, sacrificio de alabanza, es
decir, fruto de labios que confiesan su nombre". La alabanza es proclamar con nuestra boca las virtudes
y las obras de Dios.
Es reconocer:
a) QUIEN EL ES. 1 Timoteo 1:17, Judas 24-25, Apocalipsis 1:11; Salmos 86:5,15.
b) LO QUE EL HACE. Salmos 24:1-2; 103:3-13; 104:24; 139:13-18; Apocalipsis 4:11.
Cuando la Biblia habla de confesar su nombre, es porque Dios tiene varios nombres que muestran sus
características. Veamos algunos de ellos:
La palabra YHWH unida a otras palabras reflejan nuevas características de Dios. Veamos algunos
ejemplos:
- YHWH-RAPAH (El es sanidad). Es el nombre que Dios usa cuando anuncia al pueblo de Israel que va
a ser libre de su cautividad (Exodo 3:15), porque la liberación de la esclavitud era considerada una
sanidad. Es un Dios sanador. Es mucho más que un Dios que sana. El es sanador por esencia.
- YHWH-JIREH (El provee) Salmo 68:10b dice: "Por tu bondad, oh Dios, has provisto al pobre".
- YHWH-RAH (El es mi pastor). Salmo 23:1.
- YHWH-SHALOOM (El es nuestra paz) Efesios 2:14 dice: "Porque él es nuestra paz, que de ambos
pueblos hizo uno, derribando la pared intermedia de separación".
- YHWH-SIDKHEU (El es justicia).
- YHWH-SHAMMAH (El Señor que está ahí). Hace referencia a la omnipresencia de Dios y su cercanía
a nosotros.
- YHWH-NISSI (El es mi bandera). "Torre fuerte es el nombre de Jehová; a él correrá el justo, y será
levantado" (Proverbios 18:10); "Y temerán desde el occidente el nombre de Jehová, y desde el
nacimiento del sol su gloria; porque vendrá el enemigo como río, mas el Espíritu de Jehová levantará
bandera contra él" (Isaías 59:19).
Alabamos a Dios por lo que El es y no por lo que nosotros sentimos. Hay momentos en que es fácil
llamar a Dios bueno, justo y santo, ya que nuestras emociones acompañan la alabanza; pero hay otros
momentos en que, por circunstancias personales, nuestras emociones se encuentran en un nivel bajo y
por lo tanto se requiere disciplina y voluntad para alabar a Dios.
Existirá la tendencia a pensar que somos hipócritas al proclamar algo que no sentimos. Sin embargo,
nos ayudará el hecho de pensar que Dios no deja de ser santo o bueno o justo, porque nosotros no lo
sintamos de decir en esos momentos. Por lo tanto, alabanza no es decir lo que sentimos, sino decir la
verdad acerca de Dios. Salmo 34:1 dice: "Bendeciré a Jehová en todo tiempo y su alabanza estará de
continuo en mi boca..."
David solía ordenar a su alma que bendijera al Señor, aún en medio de las crisis (Salmo 103:1-2). Para
alabar a Dios necesitamos saber quién es El y para eso hay tres fuentes:
1. Lo que El dice de sí mismo. "Yo soy el Alfa y la Omega, principio y fin, dice el Señor, el que es y que
era y que ha de venir, el Todopoderoso" (Apocalipsis 1:8). Ver también Isaías 40:25-31; 41:13-14; 42:8;
43:11-13; 44:8, 24-28;
2. Los que le conocen íntimamente dicen de El. Salmo 18:31 dice: "Porque ¿quién es Dios sino sólo
Jehová? ¿Y qué roca hay fuera de nuestro Dios?". Ver también Génesis 14:18-20, Éxodo 15:1-21, 1
Crónicas 29:10-13, 1 Crónicas 16:36, Isaías 38:19, Nehemías 8:6, Lucas 1:64, Lucas 18:43, Hechos
2:47.
3. Las obras que El hace. Salmos 147:8 dice: "El es quien cubre de nubes los cielos, el que prepara la
lluvia para la tierra, el que hace a los montes producir hierba". Ver también Salmos 8:3-4; 19:1-6;
139:13-18, Romanos 8:19.
Cuando verdaderamente alabamos a Dios no habrá en nosotros dioses ajenos, ya que la verdadera
alabanza produce una íntima comunión con Dios. 1 Juan 5:21 dice: "Hijitos, guardaos de los ídolos.
Amén"
La bendición de la alabanza es que al estar en comunión con Dios, su vida se va reflejando en nosotros.
2 Corintios 3:18 dice: "Por tanto, nosotros todos, mirando a cara descubierta como en un espejo la gloria
del Señor, somos transformados de gloria en gloria en la misma imagen, como por el Espíritu del
Señor".
La alabanza es una expresión visible de la salud interior que goza nuestro espíritu. No podemos alabar
cuando tenemos alguna atadura. Debemos arreglar nuestra situación con Dios y recibir su libertad.
Cuando se alaba a Dios, el hombre aprende a amarlo y esto alegra su corazón. Salmo 149:4 dice:
"Porque Jehová tiene contentamiento en su pueblo; hermoseará a los humildes con la salvación".
¿QUIENES LE ALABAN? (2 Samuel 22:4)
CONCLUSIÓN
PREGUNTAS
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