You are on page 1of 12

ORIGEN DEL PODER

A lo largo de la historia de la humanidad han existido distintas ideas sobre el


origen del poder político. Por ejemplo, las sociedades prehistóricas primarias lo
originaban en la fuerza; luego, las sociedades más simples lo fundaban en la edad
y en la sangre de remoto origen divino; sin embargo, si atendemos a las
elaboraciones filosóficas de las ideas sobre el origen del poder en Occidente,
generalizando, podríamos reunirlas en 3 grandes momentos:

poder originado por la PODER ORIGINADO EN PODER ORIGINADO EN


sabiduría DIOS LA VOLUNTAD Y
RAZÓN HUMANA

SIGLO V A.C SIGLO XIII DESPUES DE SIGLO XVIII DESPUES


CRISTO DE CRISTO

Los textos que siguen son un apoyo para comprender lo que hemos afirmado. El
primero de ellos es un fragmento de La República de Platón, donde explica su
visión sobre el origen del poder de los gobernantes; el segundo es un trozo de los
Escritos Políticos de santo Tomás de Aquino y el tercero, un breve extracto de El
contrato Social de J. J. Rousseau.

EL PODER POLÍTICO EN MANOS DE UN VERDADERO FILÓSOFO.

Platón fue uno de los más importantes filósofos griegos de la Antigüedad. Fue
discípulo de Sócrates y maestro de Aristóteles, ambos, también grandes filósofos
de la antigua Grecia. Entre sus escritos se destacan sus famosos “Diálogos
filosóficos”, en los que desarrolla su pensamiento en forma de preguntas y
respuestas dirigidas a sus alumnos. Uno de ellos es el diálogo sobre la República,
en el que plantea que el poder político se origina como fruto de la ley, la cual
forma a los ciudadanos en sabiduría y que, en virtud de esto, una ciudad bien
gobernada es aquella en la que el poder se le otorgará al sabio (al verdadero
filósofo), hombre de vida buena y juiciosa que desprecia el poder político y que por
eso no se desgastará en las luchas que lo alejan del bien.

EL PODER POLÍTICO: DEL ORIGEN DIVINO AL ORIGEN HUMANO

En nuestra época contemporánea, el mundo occidental se ha secularizado, es


decir el Estado se ha separado de la religión, cosa que ha sucedido no sólo en el
ámbito político, sino que en toda la esfera social. Por esto la sociedad ha dejado
de creer que el origen del poder político reside en Dios y prefiere afirmar –como J.
J. Rousseau-, que el poder soberano reside en último término en cada ser humano
(como capacidad de auto determinarse) quién junto a los demás miembros de la
sociedad, por medio de un “contrato social” se organiza y delega su soberanía en
un gobierno elegido libremente. La autoridad de un gobierno así elegido no sería
expresión de su propio poder, sino del de cada uno de los ciudadanos

FUENTE: PAGINA OFICIAL DEL MINEDUC RECURSOS PARA EL


APRENDIZAJE

Originalmente, el poder político era unipersonal: un rey, un sacerdote, un


emperador. Todos ellos poseían el poder absoluto sobre su pueblo, administraban
justicia, gobernaban según su voluntad. Si el rey, por ejemplo, durante la Edad
Media, no era señor de un territorio, entonces era el noble local o el abad el que
poseía ese poder, pero seguía siendo unipersonal. La expresión máxima de esto
fueron las monarquías absolutas del siglo XVII.
Pero avancemos un poco en el tiempo y lleguemos al Siglo de las Luces, el XVIII.
Con la Revolución Francesa y la Revolución Americana la estructura del poder
político cambió. Se negó que todo pudiese encontrarse en las mismas manos, y se
dividió en tres: el poder legislativo, por un lado, el ejecutivo por otro, y el judicial
por su parte. Los tres poseían mecanismos y sistemas para controlarse y
balancearse unos a otros, buscando que fuese imposible que todo el poder
recayese en las mismas manos y con eso se oprimiese al pueblo. Un pueblo que
se colocaba formalmente en el centro de la ecuación, con el establecimiento de las
primeras democracias modernas.
Con el siglo XIX y la Revolución Industrial surgió el cuarto poder: los medios de
comunicación masivos. La capacidad de crear opinión pública y moldearla se
volvió central en la construcción de cualquier democracia, y empezó a funcionar
como un nuevo tipo de poder que balancease los otros tres, ya que a los
periódicos les interesaban los escándalos políticos para vender más, y estos luego
repercutían en los votos que cada partido recibía. La llegada de la radio y la
televisión no hicieron más que fortalecer este poder, que comenzó a llegar cada
vez a más gente aumentando así su eficacia.
Finalmente, desde mediados del siglo XX estamos asistiendo al surgimiento del
quinto poder: la sociedad civil. Aunque los lobbies tengan muy mala prensa porque
se asocian habitualmente a la imagen de alguien pasando maletines para comprar
políticas, lo cierto es que la participación de las organizaciones no
gubernamentales en política puede ser tan beneficiosa como perjudicial, al igual
que los otros cuatro poderes. Es cierto, pueden corromperse, pero también
pueden servir para defender los intereses de los ciudadanos organizados en torno
a alguna idea u objetivo, compatible o no con los de otros ciudadanos
organizados, sirviendo, así como mecanismo de ampliación de la democracia,
aunque, todavía de modo cerrado.
Estos cinco poderes, hoy en día, se contrabalancean de modo desigual unos a
otros. Cada vez en más países, vemos como a menudo las barreras entre
ejecutivo, legislativo, judicial, informativo y social son más tenues de lo que
parecen: sindicatos controlados por partidos políticos, jueces elegidos por el
Congreso, periódicos con claras ideologías, etc. En cierta medida, esta es la forma
en que el sistema se corrompe.
Sin embargo, el hecho de que el sistema no funcione todo lo bien que debería no
quita que la dinámica que encontramos en el poder político es clara: a lo largo de
la historia el poder ha ido pasando cada vez más, de pocas a muchas manos. Del
rey a los tres poderes, de ahí a cuatro, ahora cinco, y quien sabe mañana. En el
fondo, esto es la constatación de las tesis de Bourdieu y de Foucault, en la medida
en que esta cesión de poder legítimo lo que deja claro es que la sociedad, que
antiguamente lo transfería a sus soberanos, cada vez reclama más poder para si
misma, más capacidad de movilización, más organización y derecho a voz y voto
en los asuntos políticos.
Por supuesto, alguien podría argumentar que esto siempre fue así, y hasta cierto
punto tendría razón. Los reyes estaban limitados por los fueros y su nobleza, los
césares tenían que equilibrarse con el Senado romano, los faraones con la casta
sacerdotal… y todos estaban sujetos a las rebeliones del pueblo, las
sublevaciones de esclavos, etc. Como digo, es cierto. Pero esto se debe
precisamente a que el poder, como dicen Foucault y Bourdieu, se encuentra
repartido entre las manos de todos los habitantes de una sociedad, en diversas
medidas. Si los ciudadanos podían rebelarse era porque tenían un poder que
permanecía cedido a su rey de modo legítimo hasta que ellos consideraban que el
rey había sobrepasado sus límites.
El hecho de que la sociedad cada vez difunda y disperse más su poder obedece
precisamente al hecho de que un pueblo cada vez más formado, instruido, y capaz
empieza a reclamar para sí mismo la legitimidad que antiguamente había cedido a
sus gobernantes. Para establecerse los tres poderes del XVIII hicieron falta
revoluciones encabezadas por ilustrados y burgueses (que, de aquellas, eran
parte del pueblo); la industria masiva y la imprenta masiva fue la que permitió la
creación de periódicos, pero mucho hubo que luchar por el derecho a la libertad de
expresión y de escritura; y la sociedad civil no reclamó para sí el quinto poder sin
antes requerir la lucha del movimiento feminista, el de los obreros o el de las
minorías, que sentaron las bases para los movimientos pacifistas,
antiglobalización, ecologistas… de la actualidad.
La Historia, es así, un relato que va avanzando de modo convulso y complicado.
No defiendo aquí una postura teleológica, sin embargo, no hay un Dios que la
dirija hacia un mundo mejor. Bien es posible que regresen los reyes, o que los
poderes desaparezcan en tiempos de crisis para no volver. Que el poder se aleje
cada vez más de las élites gobernantes y se disperse entre el pueblo y las
instituciones que permitan los juegos de equilibrio y control mutuo no es algo que
podamos dar por hecho: ya tuvimos democracias en Roma y Grecia y acabaron
siendo sustituidas por reyes y césares.
Si queremos que el poder siga alejándose de las manos donde siempre ha
residido necesitamos crear estructuras dentro del Estado que permitan controlar
esas manos, dar voz a más colectivos y grupos sociales, dar voto a quienes no lo
tenían y peso político a los que no tenían suficiente.
Sólo presionando para que el poder continúe difuminándose podremos terminar de
dar el que solicitaba Lennon en 1971. La Historia, de momento, está de nuestro
lado, pero sólo en la medida en que generación tras generación ha luchado por
ello, tratando de quebrar las barreras que dominaban sus épocas.
FUENTE: Costán Sequeiros Bruna Centro de Ciencias Humanas y Sociales
PODER SOCIOLOGIA

El término poder, como sinónimo de fuerza, capacidad, energía o dominio, puede


referirse a:

1. La capacidad de hacer o ser algo;


2. La capacidad de ejercer un dominio hegemónico sobre uno y/o varios
individuos;
3. La habilidad de influir sobre uno y/o varios individuos;
4. Indicar la autoridad suprema reconocida en una sociedad.
5. Facultad de mandar.

En política y sociología, el poder puede ser percibido ocasionalmente


como hegemónico y autoritario, aunque el ejercicio del poder de una manera o de
otra es aceptado en todas las sociedades humanas. Ha existido cierto debate
sobre cómo definir exactamente poder, por lo que diversos autores han propuesto
definiciones diferentes. Una definición clásica propuesta por M. Weber es la
siguiente:

Por poder se entiende cada oportunidad o posibilidad existente en una relación


social que permite a un individuo cumplir su propia voluntad.
Su discípulo Robert Michels advirtió que en las organizaciones modernas, tanto
privadas como estatales, se tiende a quedar bajo el control de reducidos, pero
poderosos grupos políticos o financieros. Aunque los líderes son elegidos
democráticamente, según Michels, con la mejor intención, por las dos partes, se
observa una tendencia a integrarse en élites del poder que se preocupan
básicamente por la defensa de sus propios intereses y posiciones a toda costa. En
otras palabras, podría decirse que en la actualidad corremos el peligro de que las
élites del poder, nacidas en la sociedad a través de procedimientos legítimos,
entren en un proceso mediante el cual el poder aumenta y se perpetua a sí mismo
retroalimentándose y produciendo, por tanto, más poder.

Los diferentes significados del Poder están analizados por Eric Wolf. El autor
propone cuatros distintas dimensiones del poder: personal, relacional, organizativa
y estructural. La primera dimensión de poder, la personal, es interpretada como
pura y simple capacidad del individuo, sin poner énfasis en las direcciones y
formas que puede asumir el poder. La segunda dimensión la relacional, es la
capacidad de un individuo de imponer su voluntad a otro o grupos de personas,
sin enfrentar donde estas iteraciones se mueven. La tercera organizativa, es el
control de un individuo sobre una unidad organizativa determinada, que a su vez
influye otro individuo. Por último, Wolf individua la forma estructural, el poder que
organiza y dirige una unidad y las direcciones de energías.
La imposición no requiere necesariamente de la coacción (fuerza o amenaza de
fuerza). Así, el "poder" en el sentido sociológico incluye tanto al poder físico como
al poder político, al igual que muchos otros de los tipos de poder existentes.
Se podría definir el "poder" como la mayor o menor capacidad unilateral (real o
percibida) o potencial de producir cambios significativos, habitualmente sobre
las vidas de otras personas, a través de las acciones realizadas por uno mismo o
por otros. Pero por otra parte, al decir de Paulo Freire, el poder debe alojarse en la
cabeza del dominado y llevarle a considerar como natural lo que desde el
nacimiento se le está imponiendo.
Las leyes del poder son una interpretación de la evolución usada por individuos,
con la finalidad de permitir al individuo desarrollarse al más alto nivel de confort
que pueda alcanzar en su marco social.

TIPOS Y FUENTES DEL PODER

El poder puede ser obtenido ilegalmente u obtenido legalmente gracias a:

 La fuerza (violencia, coacción): el origen de todo poder es la violencia".


Según Max Weber, el Estado es aquella comunidad humana que ejerce con
éxito el monopolio de la violencia física legítima dentro de un determinado
territorio
 La persuasión directa, indirecta, subliminal; por persuasión moral, incluyendo a
la religión
 Una autoridad delegada por ejemplo, en un proceso democrático
 La influencia social o la tradición; la presunción de tenencia de unas
determinadas habilidades o cualidades, sean éstas ciertas o no.
 La pertenencia a una determinada clase social.
 Un carisma personal o colectivo (estrategia que uso Hitler para obtener el
poder en Alemania, y que resultó exitosa)
 Una pericia o habilidad un saber-hacer: por ejemplo, el poder del ingeniero que
es capaz de diseñar una máquina.
 El conocimiento (enseñándolo o no revelándolo, compartido o guardado en
secreto). Una persona al tener conocimiento es capaz de engañar o persuadir
a otras personas, para que crean que todo lo que él hace está bien.
 La comunicacion
 El dinero: control a través de la propiedad de los medios de producción, poder
financiero, etc.
 En las relaciones personales: dominación/sumisión.
TEORÍAS DEL PODER

La teoría de la elección racional


La teoría de juegos, con sus orígenes en la teoría de la elección racional, está
siendo usada de manera creciente en varias disciplinas para ayudar al análisis de
las relaciones de poder.
En la teoría de la elección racional, los individuos o grupos pueden ser modelados
como 'actores' que eligen de un 'conjunto de elecciones' de posibles acciones, con
la finalidad de intentar y conseguir los resultados deseados. La 'estructura
incentiva' de un actor comprende sus creencias sobre los costes asociados con las
diferentes acciones de cada elección, y las probabilidades de que cada acción
lleve al resultado deseado.

En esta teoría se puede diferenciar entre:

 Poder de resultado: la capacidad de un actor de conseguir o ayudar a


conseguir resultados; y
 Poder social: la capacidad de un actor de cambiar las estructuras incentivas
de otros actores a fin de conseguir resultados.

El poder social, por su parte, se define como: la influencia potencial de algún


agente de influencia O, sobre alguna persona P. La influencia se define como un
cambio en la cognición, en la actitud, en la conducta o en la emoción de P que se
puede atribuir a Collins y Raven, 1969
Este sistema puede ser usado para modelar una amplia variedad de interacciones
sociales donde los actores tienen la capacidad de ejercer poder sobre otros. Por
ejemplo, un actor 'poderoso' puede tomar opciones del conjunto de elecciones de
otro actor; puede cambiar los costes relativos de las acciones; puede cambiar la
probabilidad de que una acción dada lleve a un resultado dado; o podría
simplemente cambiar las creencias del otro sobre su estructura incentiva.
Como en otros modelos de poder, esta teoría es neutral con respecto al uso de
la coacción. Por ejemplo, una amenaza de violencia puede cambiar los costes y
beneficios probables de diferentes acciones; así sucedería en un castigo
económico de un contrato "voluntariamente acordado", o en una oferta amistosa.
Marxismo
Siguiendo a la tradición marxista, Antonio Gramsci elaboró el papel de
la hegemonía cultural en la ideología como un medio de reforzar el poder
del capitalismo y del estado nación. Gramsci consideró el poder como algo
ejercido de un modo directo y público, y el poder de la burguesía como su
capacidad de mantener al proletariado en su situación socio-económica.
Foucault
Uno de los análisis modernos más amplios sobre la importancia del poder en la
actividad humana proviene de los trabajos del filósofo francés Michel Foucault: «El
poder se encuentra en todos los sitios... porque no proviene de ningún sitio.»
El análisis del poder efectuado por Foucault se fundamenta en su concepto de
tecnologías de poder. La disciplina es un bagaje complejo de tecnologías de poder
desarrolladas durante siglos, como Foucault afirmaría en Vigilar y castigar (1975).
Para Foucault, el poder es ejercitado con una determinada intención. Pero en vez
de analizar el problema del delicado asunto de quién tiene qué intenciones
(honestamente), se centra en discernir cuál es la intersubjetividad aceptada sobre
cómo ejercitar el poder. Para Foucault, el poder son acciones sobre otras acciones
a fin de interferir con ellas. Foucault no recurre a la violencia, sino que afirma que
el poder presume libertad en el sentido en que el poder no es forzar, sino formas
de hacer que la gente se comporte por sí misma de modo distinto de cómo lo
hubiesen hecho de otra manera. Un modo de realizar esto es mediante la
amenaza con violencia. Pero tratar de convencer a alguien de lo contento que se
sentirá si adquiere un determinado producto, es también una forma de ejercitar el
poder, y en el marketing hay un gran conocimiento de cómo (intentar) efectuar
este cambio de comportamiento.
Los trabajos de Foucault analizan la relación entre poder y conocimiento. El
filósofo francés subraya las formas de poder disimulado: así, Foucault afirma que
los sistemas de creencias ganan ímpetu (y por tanto poder) cuando un mayor
número de gente acepta los puntos de vista asociados con el sistema de creencias
como conocimiento general(hegemonía). Tales sistemas de creencias definen su
autoridad, como los médicos (en el sistema de creencias de la medicina
occidental) o los curas (en el sistema de creencias de la religión católica). Con
tales sistemas de creencias, las ideas cristalizan como correctas o incorrectas,
como normales o desviadas. En un determinado sistema de creencias, las ideas y
las acciones se convierten en impensables. Estas ideas, consideradas como
"verdades" irrefutables, definen una particular manera de ver el mundo, y se
encuentra normalizado un particular modo de vida asociada con estas "verdades".
Esta sutil forma de poder carece de rigidez, y otros ensayos pueden contestarla.
Así, al poder le falta alguna forma concreta, al ocurrir como un escenario de lucha.
La resistencia, a través del desafío, define el poder y por lo tanto es sólo posible a
través del poder. Sin resistencia, el poder está ausente, aunque según algunos
autores recientes sería erróneo atribuir a Foucault un esquema de oposición
poder-resistencia como se encuentra en otros teóricos fundacionalitas.
Se necesita sin ninguna duda ser nominalista: el poder no es una institución, ni
una estructura; tampoco es una cierta fuerza con la que estemos dotados; es el
nombre que le damos a una situación estratégica compleja en una sociedad
determinada.(Foucault, 'Historia de la sexualidad')
La dominación no es ese tipo de dominación sólida y global que una persona
ejerce sobre otras, o un grupo sobre otro, sino las muchas formas de dominación
que pueden ser ejercidas en el interior de una sociedad. (Foucault, ídem).
Las tesis de Foucault sobre el poder, se desarrollan en tres apartados
• El poder no es esencialmente represivo; puesto que incita, suscita, produce.
• Se ejerce más que se posee; dado que no posee una forma definida; el poder no
es algo que se adquiera, arranque o comparta, algo que se conserve o se deje
escapar; el poder se ejerce a partir de innumerables puntos, y en el juego de
relaciones móviles y no igualitaria.
• Pasa por los dominados tanto como por los dominantes; ya que pasa por todas
las fuerzas en relación. DELEUZE, Guilles. (1987 Foucault. Ediciones Paidos.
Barcelona España)
Parsons
Para Parsons la función esencial del poder es la de servir como medio simbólico
generalizado de intercambio del sub-sistema político, es decir, es la capacidad
generalizada de asegurar el desempeño (la puesta en marcha) de obligaciones
vinculantes por unidades del sistema de organización colectiva para el logro de
fines colectivos. En la propuesta conceptual de Parsons el dinero es al sub-
sistema económico lo que el poder es al sub-sistema político. Éste esquema
conceptual de sub-sistemas de la sociedad ha quedado resumido en lo que se ha
denominado el paradigma AGIL.

LAS 5 FORMAS BASES DEL PODER


Las cinco formas bases del poder fueron propuestas por los psicólogos
sociales John French y Bertram Raven, en un estudio de 1959. Desarrollaron un
esquema de cinco categorías de poder que reflejarían las diferentes bases o
recursos sobre las que se apoyan los que ejercitan el poder.

 Poder legítimo: el poder legitimado se refiere al poder de un individuo o grupo


gracias a la posición relativa y obligaciones del jefe dentro de una organización
o sociedad. El poder legitimado confiere a quien lo ejerce una autoridad formal
delegada.

 Poder de referencia: el poder de referencia se refiere a la capacidad de


ciertos individuos para persuadir o influir a otros. Está basado en el carisma y
las habilidades interpersonales del que ostenta el poder. Aquí la persona
sometida al poder toma como modelo al portador de poder y trata de actuar
como él.

 Poder experto: el poder experto es el que deriva de las habilidades o pericia


de algunas personas y de las necesidades que la organización o la sociedad
tienen de estas habilidades. Al contrario de las otras categorías, este tipo de
poder es usualmente muy específico y limitado al área particular en la cual el
experto está cualificado.
 Poder de recompensa: el poder de recompensa depende de la capacidad del
líder de otorgar recompensas materiales; se refiere a cómo el individuo puede
dar a otros como recompensa algún tipo de beneficios, como: tiempo libre,
regalos, promociones, incrementos de sueldo o de responsabilidad.

 Poder de coacción: el poder de coacción se basa en la capacidad para


imponer castigos por parte de quien lo ostenta. Puede asimilarse a la
capacidad de eliminar o no dar recompensas y tiene su fuente en el deseo de
quien se somete a él de obtener recompensas con valor, pero bajo la forma
negativa del temor a perderlas. Ese miedo es lo que, en último término,
asegura la efectividad de ese tipo de poder. El poder de coacción, no obstante,
tiende a ser la menos efectiva de todas las formas de poder, al generar
resentimiento y resistencia.

Según la Real Academia Española (RAE), el concepto de poder señala la


posibilidad de que algo ocurra. De todas formas, “el uso más habitual del término
refiere al control, imperio, dominio y jurisdicción que un ser humano dispone para
concretar algo o imponer un mandato”.
“El poder se relaciona con el gobierno de un país o con la herramienta en el que
consta la facultad que un ser humano le otorga a otro para que, en representación
suya, pueda llevar a cabo un cierto plan”. Max Weber considera que “el poder es
la probabilidad de que un actor dentro de un sistema social esté en posición de
realizar su propio deseo, a pesar de las resistencias”.
Concepto
Aproximación. En el ámbito político, el poder es percibido como hegemomía o
dominación –según Weber-. En este contexto ingresan
los conceptos de autoridad, representación y legitimidad vinculados
con los sistemas de gobierno: la democracia, la autocracia y la plutocracia, entre
otros.

Élites del poder


Debate. Aristóleles, Maquiavelo, Foucault, Barthes, Weber, Michels y otros
advierten que las organizaciones, estatales como privadas, tienden a quedar bajo
controles reducidos, pero poderosos por motivos políticos o financieros, que
configuran las “élites del poder”, que defienden intereses en busca de más poder.

INFLUENCIA
Credibilidad. La palabra es poder cuando ejerce influencia en las personas y
grupos porque persuade, convence, expone líneas de acción y conduce a una
meta. La palabra es poder cuando es creíble, exalta valores y responde a
necesidades ancladas a los derechos humanos, y al desarrollo sustentable.
ORIGEN
Contrato social. El origen del poder se encuentra en el contrato social, que es el
compromiso que una comunidad de hombres y mujeres asume para
autoorganizarse, que aceptan un poder superior que ordena y manda. Este poder
así creado y organizado define qué hacer y qué no hacer: manda, prohíbe o
permite

PLURALIDAD

Reglas. Según Jean-Jacques Rousseau, el contrato social formula mandatos


sobre la conducta humana y se torna en un poder normativo, según el
consentimiento de una pluralidad de hombres y mujeres libres que acepta la regla
de la mayoría y ser guiado por ella. Nace el Estado como “sociedad jurídicamente
organizada”.

PARTICIPACIÓN

Democracia. La democracia se fortalece cuando los ciudadanos participan y


controlan las acciones de las denominadas “élites del poder”. La acción política de
los ciudadanos no se agota con las elecciones; es importante generar veedurías y
auditorías sociales, para evitar excesos e inmunidades.

COMO NACE EL PODEREL

Origen del poder se encuentra en el contrato social, que es el compromiso


pactado que un pueblo o comunidad de hombres fórmula para auto organizarse,
creando con la suma de voluntades de todos los ciudadanos un poder superior
que ordena y que manda. Este poder así creado y organizado define qué hacer y
qué no hacer; o sea, manda, prohíbe o permite. El contrato social formula
mandatos sobre la conducta humana y se torna en un poder ordenador y
normativo. Se basa en el consentimiento de una pluralidad de hombres libres que
acepta la regla de la mayoría y, por ende, ser guiado por ella. Los hombres
acuerdan unirse e incorporarse en una sociedad. Para conseguir sus fines la
entidad así creada, requiere de un poder organizado, es decir, que las personas
físicas en que se encarna el poder configuren el gobierno del Estado.

El Gobierno, precisamente es, el que organiza, dirige y se responsabiliza del


ejercicio del poder, que detenta.
Por otra parte, en la sociedad actual el sistema político es pluralista y, en tal
sentido, representa esta connotación en la existencia de partidos políticos de
diferente signo ideológico, lo que responde a los lineamientos de la democracia
representativa. Así, la forma de gobierno en la República implica esa diversidad y
se vuelve efectiva en el sistema de separación de poderes.

Nuestro sistema político es la división del gobierno en tres grandes


departamentos, el legislativo, el ejecutivo y el judicial, independientes y soberanos
en su esfera” “forzosamente las atribuciones de cada uno les son peculiares y
exclusivas; pues el uso concurrente o común de ellas haría necesariamente
desaparecer la línea de separación entre los altos poderes públicos y destruiría la
base de nuestra forma de gobierno”. La doctrina de la limitación de los poderes es
la esencia de ese sistema de gobierno en un Estado Constitucional y democrático
de derecho, que impone la supremacía de la Constitución y excluye la posibilidad
de la omnipotencia legislativa. Este aspecto es clave para comprender las
facultades del poder constituyente derivado del Art. 248 de la Constitución de El
Salvador.
BIBLIOGRAFIA

 FUENTE: PAGINA OFICIAL DEL MINEDUC RECURSOS PARA EL


APRENDIZAJE

 FUENTE: COSTÁN SEQUEIROS BRUNA CENTRO DE CIENCIAS


HUMANAS Y SOCIALES

 LIBRO ORIGEN DEL PODER DEL OCCIDENTE ( CARLOS ALBERTO


PATIÑO)

 LIBRO EL ORIGEN DEL PODER POLÍTICO (FRANCISCO ZUARES)

 LIBRO ORIGEN DE LOS FUNDAMENTOS DEL PODER POR JOAQUÍN DE


SANGRAN Y GONZÁLEZ.
MARQUÉS DE LOS RÍOS
 DIARIO EL MUNDO ( PAG. 54 )

 FUNDACIÓN ESPEIRO (BIBLIOTECA EN BRASIL)

 WWW.UNILIBREBAQ.EDU.CO/OJSINVESTIGACION/INDEX.PHP/ADVOCAT
US/ARTICLE/VIEW/185

 HTTPS://REVISTAS.UEXTERNADO.EDU.CO/INDEX.PHP/DERPRI/ARTICLE/
VIEW/2981/3420

 HTTPS://WWW.YOUTUBE.COM/WATCH?V=GR83BVT6_Z0

 HTTPS://PREZI.COM/MSPANNJVBYIZ/TEMA-10-TEORIAS-SOBRE-EL-
ORIGEN-DEL-PODER-POLITICO

 LA HISTORIA DEL PODER POLITICOHTTPS://SSOCIOLOGOS.COM ›


COLUMNISTAS › COSTAN SEQUEIROS

You might also like