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SCIO. Revista de Filosofía, n.

º 11, Noviembre de 2015, 161-165, ISSN: 1887-9853

S. Žižek (2011). Primero como tragedia, después como farsa. Ma-


drid: Akal

Lucía Álvarez Alfonsoa

No todo agente productor de discurso Cuando menos, el filósofo esloveno


filosófico coincide con la idea de que la más famoso de lo que llamamos Occiden-
filosofía puede o incluso debe preocuparse te ha subvertido la imperante creencia de
de la vida social que le rodea, de los temas que vivimos ya una era posideológica, re-
de actualidad o de los intereses populares; cuperando la crítica de la ideología como
pues buena parte de la intelectualidad aca- uno de los principales frentes en los que
démica pugna por distanciarse de todo lo batallar. Ávido de saber cómo se piensa y
que, desde una cómoda e imaginaria “po- se vive en la cotidianidad inmediata para
sición privilegiada con respecto a la ver- dibujar panorámicamente la situación po-
dad”, se considera banal, superficial o cir- lítica contemporánea, su obsesión estriba
cunstancial. Particularmente en Europa, en la voluntad de desmitificación. Pos-
con un sedante capitalismo social y unos moderno en la forma pero radicalmente
fortísimos deseos de superar los gran- opuesto en su contenido, con el instru-
des traumas del siglo XX, en los últimos mento psicoanalítico heredado de Lacan
tiempos había decrecido notablemente la y una reivindicación de la dialéctica de
cantidad e intensidad de filósofos com- Hegel –todo ello imbricado con una Idea
prometidos con la transformación social Comunista que va más allá del propio
y la emancipación. La tradición cultural Marx, como veremos–, la producción zi-
predominante en esta parte del mundo ha zekiana consigue sacar partido al interés
devenido en denominarse “posmoderna”. paranoico hacia todas las cuestiones, hasta

a
Máster en Pensamiento Filosófico Contemporáneo por la Universidad de Valencia (TFM dedicado a Slavoj
Zizek).
Correspondencia: C/ Paterna, 3, pta. 3. 12200, Onda. Castellón.
E-mail: lucia_alva89@hotmail.com
162 Crítica de libros

las aparentemente más inocentes o las más libro dividido en dos bloques, se dedica el
recónditas; y así se va tejiendo una ingente primero de ellos al concepto de ideología
y variada obra con múltiples conexiones puesto en relación con la sociedad capita-
entre datos concretos y múltiples referen- lista “posmoderna”.
cias, elementos significativos de la cultura Siguiendo en este punto a Alain Ba-
popular y abstracciones filosóficas. diou, el capitalismo no es una o un tipo
La obra teórica que nos disponemos de civilización ni una manera de dar sen-
a reseñar fue publicada en 2009, apenas tido a nuestra vida, sino que “es el primer
un año después del colapso del sistema fi- orden socioeconómico que destotaliza el
nanciero que, para nuestro autor, marcó significado”3; esto es, se adapta a todas
el punto final a la utopía del citadísimo las religiones y culturas. Sin embargo, de
intelectual neoconservador Francis Fuku- aquí no se arguye que el capitalismo como
yama1. Este acontecimiento, como que- mecanismo sea neutral, sino algo mu-
da señalado al comienzo del libro, fue la cho más problemático: nos encontramos
segunda parte de la muerte simbólica de tan inmersos en la ideología que incluso
un discurso hegemónico que habría al- cuando creemos estar fuera de ella segui-
canzado su máximo apogeo en la era del mos siendo cómplices, habiendo llegado
dogma TINA2 y la posterior década clin- a la naturalización más avanzada. Como
toniana. Si el ataque del 11 de septiem- el amor, la ideología tiene bastante de ce-
bre de 2001 representó la tragedia, con el guera.
desastre económico evidenciado en 2008 Nuestra manera de relacionarnos, de
llegó la farsa. Se habría dado una suerte de pensar, de desear… o incluso las maneras
repetición histórica más que digna de ser que ha tenido la izquierda política euro-
analizada por el pensamiento crítico de pea de resistencia y protesta, ¿acaso no ha
nuestra época. quedado todo integrado en la ideología
Si hay alguien que ha cuestionado y del consumo? El “nuevo espíritu del capi-
rechazado radicalmente la creencia utópi- talismo”, al que Žižek se refiere en uno de
ca del fin de la historia antes aludida, ha los capítulos de esta primera parte, viene
sido este pensador que, como reflejan sus a dar cuenta de ese capitalismo “posmo-
líneas, no deja de lado ni la lucha de clases derno” que ha integrado tantos elemen-
ni la lucha de frases. De hecho, estando el tos combatidos en momentos pasados de
nuestra historia: si la década de los sesenta
del pasado siglo estuvo marcada por las re-
1
El Fin de la Historia se habría dado con la derro-
ta del polo soviético de la Guerra Fría, culminando en
vueltas estudiantiles, hoy podemos (y de-
la totalización del sistema económico, político y social bemos) gozar de los derechos individuales
capitalista; el más razonable al que la humanidad ha
podido llegar y que ya no va a ser superado nunca.
2
“There is no alternative”, eslogan propagado por 3
S. Žižek (2011). Primero como tragedia, después
Margaret Thatcher. como farsa. Madrid: Ed. Akal, p. 31.

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que se reclamaron en aquel momento. Sin como “libertad” (libertad de elección, de


embargo, es importante señalar que am- expresión, sexual, etc.), “igualdad”, “tole-
pliar el espacio de lo que está permitido rancia”… pero se obvian las condiciones
dista mucho de una redistribución real de implícitas necesarias para ello, que consti-
poder. Esos permisos que tenemos hoy en tuyen sus propias limitaciones.
las democracias liberales para, por ejem- Rompiendo con la visión tradicional
plo, la libertad y el libertinaje sexuales son de la noción de totalidad, según la cual
más bien órdenes; el mandato simbólico se trataría de un ideal en el que intrínse-
de nuestro orden sociopolítico insta al camente hay un orden oculto a descubrir,
goce, a la diversión, al consumo. No es Žižek concibe un conjunto en el que los
que puedas hacerlo, es que debes hacer- antagonismos y las contradicciones no se
lo. Apoyándose en Jean-Claude Milner en superan sino que se incluyen en el siste-
este caso, cita a propósito de esto: “Este es ma; es el modo que tiene nuestro filósofo
el resultado del ‘espíritu del 68’: contri- de interpretar tanto a Hegel como a Marx.
buyó, efectivamente, a hacer la vida más De este modo, nuestro autor retrata una
fácil. Eso es mucho, pero no es todo. Por- totalidad contemporánea conformada
que no usurpó poderes”4. por los dos tipos de fetichismo apunta-
Cada vez más nuestro autor nos alerta dos, que sucintamente reduce a liberalis-
de que el fetichismo es la forma que tie- mo y fundamentalismo. La tensión entre
ne hoy de funcionar la ideología. Por una estas dos formas de ideología, que están
parte está el clásico modo sintomático de disputándose la hegemonía actualmente,
ideología (la manera marxiana de enten- hay que entenderla en clave dialéctica: se
der este concepto, según Freud), en el que estructuran de manera opuesta pero es el
un deseo reprimido provoca síntomas que liberalismo el que genera a su contrario
se perciben como una amenaza y una per- repetida y sistemáticamente, producien-
turbación de la armonía. El mejor ejem- do una interdependencia. No obstante, si
plo para entender esto es el nazismo: el entendemos que solo a través del recono-
judío era el síntoma y simultáneamente el cimiento de una libertad formal se puede
fetiche. El objeto de deseo no siempre di- estar en condiciones de exigir una liber-
fiere del de fobia. Pero por otro lado tene- tad real, lo que para Žižek merece la pena
mos el fetichismo cínico-permisivo, que defender del liberalismo es ese núcleo de
suena más amable. Básicamente, se trata valores formales a los que el propio libera-
de un modo de funcionar que resulta muy lismo no es capaz de ser fiel por su lógica
familiar para la ideología neoliberal: se de- interna, por lo que la tarea de defender
fienden derechos universales y abstractos esos valores hasta sus últimas consecuen-
cias solo podrá ser llevada a cabo por una
4
Cfr. Žižek (2011: 70).
“izquierda renovada”.

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164 Crítica de libros

A pesar del disfraz cínico de “realis- medioambiental, la propiedad privada


mo pragmático” con el que suele vestir la aplicada a la “propiedad intelectual”, las
ideología capitalista democrático-liberal, consecuencias de nuevas tecnologías bio-
la advertencia del esloveno es que no es genéticas y, por último, el antagonismo
menos utópico creer que dentro del ca- entre Excluidos e Incluidos. En este úl-
pitalismo pueden sucederse cambios gra- timo punto es en el que nuestro filósofo
duales que mejoren la vida de la mayoría pone todo el acento, por ser precisamente
–y que, al fin y al cabo, no hay alternativa el antagonismo que amenaza con erguir
al capitalismo– que creer que se puede nuevos Muros y crear nuevas formas de
volver a algún tipo de orden social ante- apartheid. Moviéndonos ya en la segun-
rior. da parte del libro, dedicada a “la hipóte-
Queramos verlo y hacernos cargo de sis comunista”, Žižek traza una línea roja
la situación o no, gradualmente nos va- muy clara entre socialismo y comunismo.
mos aproximando a un nivel en el que va Si bien los tres primeros antagonismos
a ser urgente establecer mecanismos que señalados pretenden ser solucionados por
canalicen el mercado que ahora lo es todo; ambas posiciones, tan solo el comunismo
en suma, inventar formas nuevas de or- plantea afrontar el cuarto, que no implica
ganización política a escala global. Si no otra cosa que una proletarización radical
nos enfrentamos a estos problemas, lo y masiva sin precedentes. Nuestro autor
que Žižek plantea es que probablemente quiere referirse a los aspectos comunes de
a largo plazo nos enfrentaremos a un es- toda la humanidad: tanto lo común de la
cenario de apartheid a gran escala. Remi- naturaleza externa, como de la naturaleza
tiéndonos a sus propias palabras: “Hoy en interna, como lo común de la cultura lo
día la única cuestión verdadera es: ¿refren- estamos perdiendo. Se trata de una tri-
damos la predominante naturalización del ple amenaza que nos convierte más que
capitalismo, o el actual capitalismo global nunca en proletarios (o en Homo sacer
contiene antagonismos que son lo sufi- potenciales si se prefiere), así que es ne-
cientemente fuertes como para impedir cesario apuntar a lo común, lo que es de
su reproducción indefinida?”5. interés común, porque el desafío radica
Ante todo son destacados cuatro anta- en reconocernos a nosotros mismos en la
gonismos, cuatro puntos clave por los que figura del Excluido, del sujeto proletario
la reflexión seria debe pasar por la emer- excluido de su propia sustancia simbóli-
gencia que provocan, de los cuales convie- ca. Si los tres primeros antagonismos se
ne separar el último de los tres primeros. relacionan con la supervivencia, el cuarto
Estos serían: el peligro de una catástrofe es realmente una cuestión de justicia. Los
grupos sociales que de forma y de facto
son excluidos del también privatizado es-
5
Cfr. Žižek (2011:106). pacio sociopolítico son lo que Rancière

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S. Žižek: Primero como tragedia, después como farsa 165

llamaba “la parte de ninguna-parte” (o los que pasar por ser cristiano, o que no es que
nadies de Galeano), que no representan haya que abolir el Estado, sino conseguir
y personifican otra cosa que la universa- que el Estado asuma un funcionamiento
lidad. Esas referencias a lo común y a lo no estatal… en términos psicoanalíticos
universal singular son lo que se mantiene este acto se llama traversée du fantasme y
en la Idea Comunista, aunque no tiene no es nada nuevo. Lo que debe ser nuevo
ningún sentido reducir el comunismo a lo forzosamente es lo que se construya como
que cada cual considera oportuno o sim- sustitución de la nada que quede tras la
plemente a la Unión Soviética, sino que travesía, que es lo que hay que hacer y no
se trata de entender la dialéctica de la he- dedicar todos nuestros esfuerzos al día de
rencia y de la invención: de la constante la insurrección; no vaya a ser que al día
reactualización correlativa a la referencia a siguiente todo vuelva a la normalidad an-
lo que permanece. La “(auto) revolución terior. Hay que arrebatar las herramientas
permanente” del capitalismo nos obliga a que valgan la pena del enemigo y hacerlas
cambiar el enfoque y nuestros modos de propias, luchar por la hegemonía que en el
enfrentarnos a él constantemente. futuro decidirá lo que está pasando ahora.
De lo que se trata para Žižek, a todas Lo que, desde luego, hay que abando-
luces, es de afrontar tiempos apocalípticos, nar de una vez por todas es la confianza en
sin perspectiva simbólica de “Juicio final”, un gran Otro (un Líder, sujeto-supuesto-
sino consistentes en ese punto cero a partir saber, Amo, “Orden de la Historia”…) y
del cual puede surgir algo nuevo, también desafiar nuestro destino, que depende de
apuntado por Benjamin respecto del nú- nuestra propia libertad y responsabilidad.
cleo no histórico de la historia que cuando Aunque las probabilidades no jueguen a
irrumpe abre posibilidades antes imposi- nuestro favor debemos atrevernos a actuar
bles. Nuestro pensador, entre otras cosas, en contra de esas probabilidades y “volver
se dedica a provocar sistemáticamente pro- a empezar” tras despertar del sueño utó-
clamando que para ser realmente ateo hay pico.

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