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Y DE LOS PABTIDOS

LIBERAL Y CARTISTA.

TOMO I I I . 1
MADRID :—ESTAD. TlPOfi. DK MELLADO,
Galle de Sania Teresa, núm 8.
HISTORIA DE LA GUERRA CIVIL.

LIBRO VII.

peraban lodos bástanle de sus conocimien-


SITUACIÓN DE LOS liJlíllClTOS LIliliHAL Y tos militares.
Necesitábalos cu verdad para hacer fren-
CARLISTA.
te ;i su "joven adversario, cuyo plan dio bas-
tante que pensar á lígula.
Las célebres lincas ( 1 ) , que por e n t o n -
1. ces empezó á establecer Córdoba , -estaban
destinadas á estremar al ejército carlista con
el fin de que le disolviese la falta de r e c u r -
Regulada ya completamente la guerra sos. Levantada una barrera desde la raya
Civil,.comienza para ella un período en que de Francia hasta el Ebro, seguia eslendién-
se ven los resultados de la ciencia , de la doüC basta Santander, y se prolongaba d e s -
eslralogia, del tálenlo y del valor; porque de aqui por el litoral hasta el Bidasoa y
talos dotes necesitaba poner en juego el puente de Behobia , encerrando asi en su
caudillo de uno y otro bando para vencer recinto á los carlistas. Los puertos d o San
y no ser vencido. Vamos á reseñar batallas Sebastian, Guclaria , Lequeitio , Plencia,
memorables, en que después de estarse ba- Bilbao , Caslro-Urdiales, Laredo , Santoña
tiendo dos ejércitos uno y dos dias , ó con- y Santander eran otros tantos abrigos para
servaban al cabo de ellos las mismas posi - las expediciones marítimas por la costa d e
ciones que ocupaban antes del combale , ó Cantabria ; contando en tierra como puntos
se retiraba el mas numeroso. de apoyo en el olro eslremo de la línea y en
No podia ya caminar un ejército á la el valle de Mena, á Valmaseda, Mercadillo,
ventura , porque no era posible movimiento Espinosa y otros fuertes del valle d e Losa;
alguno sin un plan muy meditado , y no se en Alavaá l'eñacerrada, Trcviño, Naiiclarcs,
lanzaba una ú otra hueste en busca de la La Puebla y Miranda , y en el alto y bajo
contraria sin haber calculado antes las ven- Arga en Navarra , ocupando desde Yutear-
tajas ó inconvenientes que podia prometerse los á las vertientes del Pirineo.
del encuentro. Y cuando asi no se obraba, Aunque no era posible impedir á los
los resultados ponian en evidencia la im- carlistas el paso por la linca, le hacían muy
previsión del que se les atraía. difícil , y quedaban privados de lodos los
Bien recibido el nombramiento de Eguía, auxilios que necesitaban de la otra parte de
después del desastroso mando de Moreno, la misma : no eran ya tan espeditas las c o -
renació entre los suyos la c o n f i a n z a que lle- municaciones con Aragón y Castilla para
vó consigo Zumalaeárregui á la tumba , y
aunque muchos desconfiaban de la actividad (I) Mas adelante nos ocuparemos de ellas
del nuevo gefe , atendiendo á su edad , es- con la detención que exige su importancia.
G HISTORIA DE LA GUERRA CIVIL.

corresponderse con el rcslo de la Península: su ejecución , sin embargo de que no podia


ocupaban las fuer/as de la reina los puentes presentarse como imposible el éxilo, porque
y principales vados, y exigiendo su paso un los puntos fortificados que se hallaban d e n -
cómbale, solo para vencer eslo obstáculo tro del pais dominado por los carlistas , e s -
era necesario el ejército. taban como vendidos por lo difícil de su
No sabemos si la necesidad ó el acierto, auxilio.
hizo se escogiese á Vitoria como centro de Podian defenderse algún tiempo á fuer-
las operaciones. Ningún sitio en verdad tan za de heroísmo ; pero desalentaba mucho á
á propósito , porque su posición central--ha- sus guarniciones el verse continuamente ro-
cia de él el mejor punto estratégico. deadas de enemigos , el carecer por lo g e -
Asentada Vitoria en una fértil llanura, neral de nolicias del ejército y la constante
casi distaba igualmente de Bilbao, San S e - amenaza de un sitio formal que no les ofre-
bastian y Pamplona, con cuyas capitales cía olra perspectiva (pie la muerte.
necesitaba comunicarse con frecuencia, y
entonces mas que nunca con la segunda por
el asedio que sufría. Teniendo Córdoba lijo ÜUKTAIUA.
en Yiloria el cuartel g e n e r a l , podia acudir
¡i cualquiera de las tres provincias, según
la necesidad lo reclamase, sin mas obstáculo II.
que las posiciones de los carlistas en Arla-
ban , que ceriíibay-v-por allí el paso á Gui-
púzcoa. * Los primeros movimientos de Córdoba
Los campos de Álava podían mantener llamaron la atención de Eguía , que tuvo
con desahogo á la caballería , que defendía que dejar encomendado á otro el sitio de
toda I?. llanada El pais era abundoso, y G notaría , y voló á encontrar y detener á
aunque consumía mucho el ejército, estaban su temible contrario. Pero hablemos de Gue-
cércalos graneros de Casulla y solo era ne- laria.
cesario dinero. Esla villa, patria de Sebastian de Elca-
El ejército carlista también ocupaba un no (1), el primer navegante que dio la vuel-
ventajoso territorio en su propio pais, y esla ta al mundo , está sentada en la costa de
circunstancia le valia mucho. Guipúzcoa , y contaba unas ciento setenta
Componíase á la sazón de diez y seis casas en el interior y estramuros, las cuales
mil infantes, mil caballos y Irccc piezas de quedaron reducidas después del sitio á unas
artillería. No tenía a l m a c e n e s ; escaseaban diez y seis medio arruinadas. Arranca del
las municiones y el dinero ; tenia que o p e - pueblo una pequeña península que termina
rar de continuo para oponerse á las invasio- en el elevado cerro de la Atalaya , a m p a -
n e s , para no ser sorprendido , y rechazar rando su castillo la población ,' murada y
desembarcos con que incesantemente se veía flanqueada por casasmalas, y dominando
amenazado. Los víveres empezaban también con sus fueges parle de la campiña , tan
á reducirse; y aunque se habían aumentado árida como escabrosa. Domínala el monte
las fuerzas, habían sido ya grandes sus pér- Garale, que concluye en el m a r , contribu-
didas , y se hacia difícil cubrir tantas b a - yendo esta eminencia y la naturaleza del
jas, haciéndose necesarias para reparar aque- terreno á hacerle intransitable á otros car-
llas, medidas coercitivas, algunas demasiado ruajes que los del p a i s , dificultando osle
fuertes, como veremos mas adelante. accidente topográfico la conducción de a r -
Era motivo de disgusto entre los carlis- tillería. Pero vencido este obstáculo, y á
tas la inacción aparente ó verdadera en que pesar del temporal de lluvia y n i e v e s , c o -
el ejército estaba; y se vio Eguía obligado á locaron los carlistas sus balerías.
emprender algún movimiento sobre los pun- La población de Guetaría no tiene mas
tos fortificados. Quitaba estos obstáculos que una calle principal de S. á N., que c o -
apoderándose de ellos, y las operaciones munica con el castillo por el arrecife cilado,
serian sin los mismos mas fáciles y rápidas
y menos espuestas también. (4) Entre una fuente y el juego de pelota,
_ Los fuertes del flanco y retaguardia dis- sobre un hermoso pedestal de mármoles , e s -
taba colocada la estatua de este célebre n a v e -
traían en su observación y bloqueo una fuer- gante , la cual destruyeron los carlistas en el
za considerable y se decidió á embestirlos. silio. Por honor nacional debe repararse luego
Era este plan acertado , y acertada fué esta pérdida.
CIETAIUA. 7

euyn anchura es de mas de doce varas. ción, protegida por el fuego d é l a artillería,
"A las once de la mañana del 19 de di- hizo en la mañana del 29 dos salidas con-
ciembre anterior rompieron el fuego los s i - secutivas; mas no fué muy feliz, pues según
tiadores; el '20 presenció el ataque el infante el parte oficial de los sitiadores, llevaban
don Sebastian desde el monte (Jarate , y en por objeto apoderarse de la boca-mina y de
la noche del 21 abrió la artillería una bre- la balería de brecha; y aunque en el primer
cha de bastante consideración, pero imprac- ímpetu consiguieron aproximarse á ésta, ha-
ticable por su difícil acceso. No era tampoco llaron una vigorosa resistencia en el 6." de
fácil el asalto á causa de la decisión de los Castilla , que cubría la trinchera y puestos
sitiados, que haciendo crecer el empeño de avanzados.
los sitiadores, tratan de i m p e d i r , a u m e n - Continuaron las baterías sus disparos, v
tando las baterías, la comunicación por mar por una brecha practicable en el muro se
del castillo , y apelan á las minas para h a - dio el asalto , y tuvo lugar el 1 de enero
n

cerse dueños del punto codiciado. con las compañías de preferencia del l. y ú

Sin intermisión el fuego , se propusieron í.° de Guipúzcoa y G.° de Castilla , p r e c e -


los carlistas apagar los del flanco que i n c o - didas do dos partidas al mando de dos v a -
modaban los trabajos de una batería pro- lientes oficiales, sostenidos todos por la res-
yectada á tiro de pistola de la muralla. No tante fuerza del i . " de Guipúzcoa.
consiguieron su propósito , aunque los d i s - Brusca fué la acometida y empeñada ¡a
minuyeron, causando pérdidas notables con resistencia ; pero no ora ya una fortificación
el incendio de algunos edificios , producido la que defendían los sitiados, eran montones
por las granadas que arrojaban. de r u i n a s , y tuvieron que abandonar la
Reconocidos los alrededores de la plaza primer línea , retirándose al fuerte , de que
contiguos al m a r , levantaron los carlistas en vano quisieron apoderarse los carlistas.
una batería en figura redianle, mirando rec- La pérdida de la población era inevita-
ia por un lado al mar y por el otro al puer- b l e : los mortíferos disparos de tantas Locas
to y baterías contrarias en la parle N. E. de de fuego , no podían menos de vencer la
Guelaria , con el doblo objeto de cortar en heroica resistencia de los liberales; y sus
lo posible la comunicación del mar y difi- contrarios se hicieron al fin dueños del pue-
cultar el paso del pueblo al castillo. blo. Asi dominaron la parte de tierra , pero
El 2G llegó Guibelaldo con el t.° b a t a - no impedían las comunicaciones marítimas,
llón de Guipúzcoa á ocupar las posiciones porque ni esto ni lomar el castillo era e m -
que cubría el 3.° de Navarra ; prosiguién- presa fácil.
dose en este dia los trabajos de zapa ; pues De todos modos el suceso , aunque no
ya en la noche anterior los minadores, f a - cúmplelo , fué notable ; pues quedó aislado
vorecidos por la oscuridad y al abrigo de el castillo, y su guarnición no tenia otra sa-
las casas quemadas á la inmediación de la lida que el mar; pues como ya hemos dicho,
muralla, consiguieron taladrar una pared solo se comunicaba con la villa por un e s -
poniéndose á cubierto del fuego. trecho arrecife que presentaba mucha f a c i -
En tanto que se hacían estos trabajos y lidad para ser defendido.
[tara ahogar su ruido, era vivísimo y conti- Aun en el monte donde se replegó la
nuado el fuego de fusilería de los"puestos guarnición no mejoró su estado. Sin alber-
avanzados. gue donde guarecerse de las aguas y fuer-
El 27 y 28 llegaron varias piezas de tes vientos que azotan aquellas costas, y sin
artillería, algunas de grueso calibre, y mu- abrigo á la intemperie , tuvieron que abrir
niciones en abundancia. los mismos soldados en aquel árido monto
Fué asi posible construir diferentes b a - una especio de silos para reposar algunos
terías en la izquierda de la línea, y al abri- momentos, sin mas abrigo que la tierra, r e -
go de grandes salchichones , los minadores cogiéndose oíros entre las aberturas do las
comenzaron aquella misma noche la galería p e ñ a s , siendo un sitio preferente para los
principal y el pozo de boca, quedando den- heridos y municiones alguna pequeña cue-
tro de ellos los destinados á este trabajo, va. El alimento no era mas lisongero.
relevándose para proseguirle sin intermi- Para aliviar de esta precaria situación á
sión. aquella tropa, se embarcó en San Sebastian
El mismo dia 28 estaba la plaza circui- el provincial de Oviedo, y arribó el 10 por
da de baterías que podían contestar v e n t a - i la noche al pie del monte de Guetaria, d c s -
josamente á las de los sitiados. La g u a r n i - ! embarcando en lanchas en medio del nutria
HISTORIA DE LA GUERRA CIVIL

do fuego de cañón y de fusil que hicieron pondría á su lado, aunque salvando la r e s -


los carlistas. ponsabilidad moral de la empresa por amol-
Merced á osle refuerzo pudo defenderse de su repulacinn.
aquel peñón. Nizose , y se firmó acta de esta junta,
cuyo acuerdo satisfizo á Almodóvar, porque
como ya hemos manifestado , oslaban c o m -
I\"COXVF.NIEN'TES PARA EL SOCORRO I)E SAN pletamente identificadas sus ideas con las

SEBASTIAN.
del general en gefe.
Aliñado era el plan de Córdoba. J u z -
gándole ahora con antecedentes y resul-
-III. tados, teniendo á la vista el plano del teatro
de la guerra , habiendo recorrido aquellos
ásperos y escabrosos terrenos, no se puede
Lamentábase Córdoba del cerco que su- menos, de convenir en la previsión del joven
fría San Sebastian ; pero no podia ir á le- caudillo , en el conocimiento exacto de su
vantarle, y lomó para la conservación de la situación , en sus no vulgares talentos.
plaza cuantas medidas creyó oportunas, y Pero era preciso abrir una nueva c a m -
agradecieron sus autoridades. paña, cualesquiera que fuesen los obstáculos.
Según la opinión de Córdoba no peli- Lamentábase el pais de la inacción del ejér-
graba la capital de Guipúzcoa , ni peligró cito, y en alivio de los males que aquejaban
nunca. Sufría el vecindario , mas no podia á los leales habitantes de San Sebastian,
el ejército acudir al remedio de su situa- convenia distraer hacia otro punto la a t e n -
ción : poderosos obstáculos lo impedían , y ción de los carlistas. A este fin , á pesar de
asi lo demostró el general en gefe al a y u n - la desnudez de las tropas y de la escasez
tamiento y al gobierno, y que ni era p r u - de recursos, decidióse Córdoba á salir de
dente abandonar y sacrificar á aquella sola Vitoria, adelantando asi la linea á costa , si
atención, por grande que era, todas las d e - era posible, de la del enemigo , á quien asi
mas sin duda mayores, y todas inútilmente; amagaba.
porque decia : «suponiendo que el ejército La empresa se presentaba difícil , por-
pudiese llegar hasta los mismos muros de que el terreno escogido del contrario eran
la plaza (suposición gratuita que no admito los puertos formidables de Arlaban, sin cuya
contra toda probabilidad, sino por un m o - posesión no era posible fortificar á Villarrcal
mento) ; suponiendo que el enemigo se h u - de Álava , cuyo punto le serviría de apoyo
biese retirado para dejarnos p a s a r , y que en su aproximación á Guipúzcoa.
luego hubiese sido balido al querernos e s -
torbar el regreso , como seguramente lo hu-
biera hecho en la hipótesis, nada podia r i . A M DE CÓRDOBA S 1 B K E ATST.A!!A!S'.
oponerse á que luego volviese á presentarse
delante de la plaza en la misma posición y
con las mismas condiciones que antes de IV.
aquella efímera é inútil tregua, adquirida ó
costa de un peligro inmenso.»
Arraigada fuertemente esta opinión en Poniendo limites á las provincias de Ala-
Córdoba, quiso saber, sin embargo , y para va y Guipúzcoa , se alzan vestidas de una
su mayor seguridad, la de los domas gefes, magnífica y perenne vegetación las enhies-
que reunidos en junta eslraordinaria , y r e - tadas cumbres de Arlaban Teatro de glorio-
emplazando á Almodóvar, por hallarse e n - sos recuerdos para los españoles en la guer-
fermo, su secretario don Miguel Imaz ma- ra de la independencia, éralo á la sazón de
nifestaron que la espedicion , sobre inútil, sangrientos combates. Aquellos frondosos y
seria poco menos que imposible en la p r á c - gigantescos robles han crecido alimentados
tica , y sumamente peligrosa al ejército y á con los cadáveres sepultados á su pie, y los
la causa pública. Asi opinaron , entre otros arroyos de las vertientes aumentaron mas
Espartero , Jáuregui y Oráa , conocedores de una vez su caudal con la sangre de mil
del terreno y prácticos en aquella lucha e s - y mil valientes. Cada árbol , cada peña es
pecial. Córdoba habló después que lodos, y un monumento histórico que angustia el
declaró en conclusión , que si había un solo ánimo del viajero al recordar las escenas de
gefe que estuviese por la espedicion , se eslerminio á que han servido aquellos sitios,
COMBATES DE ARLABAN. 9

y le hacen considerar las guerras civiles fianza; sé hasta dónde son grandes en este
como la mayor calamidad de los pueblos. punto mis obligaciones con el ejército; pero
En Arlaban tenían los carlistas su línea; sí que observéis aquel orden perfecto que
y desde Mondragon hasta el alto de Salinas asegura el triunfo en los combates y honra
estaban acantonadas la mayor parte de sus las armas en todas circunstancias.
fuerzas. Alli habia que ir á buscarlas, y alli «Valientes y generosos estrangeros que
condujo Córdoba con resolución al ejército. venís á pelear por los progresos de la c i v i -
Formóle en tres divisiones con encargo de lización : vamos, poseídos de una generosa
dirigirse la primera hacia Guevara por el rivalidad , á ver á que nacionalidad adju-
camino real de Salinas; de acudir la segun- dica hoy la fortuna sus favores, y la v i c t o -
da por distintos puntos á embestir las a l t u - ria su mejor corona.
ras de Arlaban , y de posesionarse la terce- »Mi corazón la desea y la disputa para
ra , mandada por Espartero , de Yillarreal los soldados de mi patria , es verdad ; pero
de Álava, y forlilicarle, porque situada esta mi equidad la adjudicará á los que mas l i -
población en el camino de Vitoria á Duran- songeados por la suerte, tengan la mejor
go, importaba mucho poseerla. ocasión de merecerla. El lazo que ha reuni-
Eguía , al saber este plan , y cuando se do nuestros esfuerzos é intereses, iguala los
disponía su enemigo á salir de Vitoria , e n - derechos de todos los que combaten por la
vió fuerzas á su encuentro , y se preparó á causa de la libertad.
hacerle frente con decisión. «Soldados españoles, vamos á conducir-
El 16 de enero movió Córdoba el ejér- nos como los primeros veteranos que tuvo
cito : mandaba la derecha el general Lacy ella en la Europa. En mi cuartel general de
Evans con su legión y algunos batallones Vitoria á 16 de enero de 1 8 3 6 . — E l g e n e -
españoles ; el centro , en que marchaba el ral Córdoba.»
general en gefe , iba al mando especial de
Bernelle con su legión francesa, que llegó la
antevíspera á Vitoria ; y la izquierda c o n - COMBATES DE ARLABAN.

ducida por Espartero.


Proponíase Córdoba atacar de frente con
V.
la segunda división, y que las dos alas s u -
biesen la sierra y cayesen por ambos flancos
sobre el enemigo. Todos los generales apro- Las posiciones amenazadas eran G u e -
baron el pensamiento; y el soldado fué ani- vara, Arlaban y Yillarreal. Defendía la pri-
moso al combate. Las palabras que le d i r i - mera Villarreal con cuatro batallones alave-
gió su intrépido g e n e r a l , le llenaron de ese ses, y dos vizcaínos que mandaba La Torre,
noble entusiasmo que infunde la voz de la y cerca se hallaba alguna fuerza de caba-
patria cuaiído se sabe hacerla o i r , y latir llería. Sostenía la segunda el brigadier Goñi
los corazones valientes y jóvenes. con dos batallones navarros y el segundo
«Compañeros, dijo Córdoba, confiado y escuadrón provisional, y estaban posesiona-
orgulloso el enemigo sobre la cordillera de dos de la tercera cuatro compañías castella-
Arlaban , parece retar nuestro esfuerzo, o l - nas y el escuadrón maniobrero también pro-
vidando los escarmientos que recibió en visional.
lanías otras posiciones mas célebres. Yo he 'Llenos de belicoso entusiasmo, y ardien-
recogido el g u a n t e , y para satisfacer v u e s - do en deseos de venir á las m a n o s , prepa-
tro ardimiento os conduzco al combate , es rábanse á pelear unos y otros con denuedo:
decir, á la victoria. eran todos españoles.
o Que lodos y cada uno recuerden hoy Llegan á Arroyave los de Córdoba y no
las mayores obligaciones que hemos c o n - encuentran á sus contrarios; deja su gefe en
traído con la patria , con el trono y con la aquel punto el grueso de las tropas y se
reputación de este valiente ejército ; ella es adelanta á las próximas ventas de Arlaban,
nuestra honra y nuestra vida; pero los gran- desde las cuales se divisaban ya las a v a n -
des elogios y premios recibidos, servirían á zadas carlistas á ambos lados del camino
labrar nuestra afrenta si brillase , soldados, para impedir la marcha. Córdoba les opuso
un solo dia aciago en que pudiéramos p e r - una guerrilla y un batallón de la Princesa,
der los buenos títulos con que supo conquis- y ordenó que avanzase la retaguardia.
tarlos vuestro valor y constancia. Ya era inevitable el combate, y comen-
«Compañeros : no os pido vuestra c o n - zó tratando de ganar los liberales el desfi-
TOMO n i . 2
10 HISTORIA DE LA GUERRA CIVIL.

ladero , que ocupaban sus contrarios. Las Córdoba se aproximaba también por el
posiciones favorecían á éstos sobremanera, centro á las ventas de Arlaban; m a s , ora se
y sabían defenderlas; pero era preciso for- retardase algo el movimiento , ó no fuesen
zar á todo trance aquel paso estrecho , n a - posibles nuevas operaciones, no tuvo lugar
cimiento déla montaña, y se arrojó el coronel por otro lado el a t a q u e : acababa el d i a , y
don Ramón María Narvaez sobre ias parejas conservando todo lo ganado y á la especta-
de las guerrillas enemigas, con las que se tiva de cualquier suceso , acampó allí m i s -
mezcló, recibiendo un balazo en la cabeza, m o , atento, sin embargo, á lo que á su de-
que le hizo rodar desangrándose. recha ó izquierda pasaba, donde aun seguían
Este accidente desgraciado contuvo el peleando sus soldados.
movimiento : los soldados no avanzaban, y Evans evolucionaba estratégicamente en
los carlistas aumentaban su empeño en c o n - el camino de Vitoria á Salvatierra , y los
servar sus escogidas posiciones, sirviéndoles celadores de AJava arrojaban á los carlistas
de seguro parapeto la espesura del monte, de Mendijur, á dos leguas de la capital.
á la cual se guarecieron, replegándose hacia Acude refuerzo contra los v e n c e d o r e s , ó
el alto de Salinas. Continuar en aquella s i - iban ya á ser presa de sus contrarios los l i -
tuación era sacrificar al soldado sin que berales alaveses, cuando llegó en su socorro
adelantara un p a s o , y haciéndose necesario el brigadier general Chinchester con dos r e -
un golpe decisivo , mandó Córdoba que un gimientos británicos y un batallón de Cas-
batallón francés se adelantase hasta hacerse tilla.
dueño de una altura inmediata á la subida No desistieron por eslo los carlistas que,
en la posición de la derecha , que el mas con nuevas tropas de refresco y un respeta-
avanzado de la Princesa , se guareciese en ble cuerpo de caballería , tornaron á pose-
un bosque, y que el brigadier Rivero avan- sionarse de Mendijur, haciendo necesario
zase con dos batallones , dejando á su paso su vigoroso empeño el auxilio enérgico de
una compañía en el puente de Ulibarri- los granaderos de Weslminsler, guiados por
Gamboa. el teniente coronel Churethil, que coopera-
Eguía daba al mismo tiempo sus órdenes ron á rechazarles á las alturas de Maturana,
para prevenir en contrario los deseos que pernoctando después los dueños de las po-
traslució de su enemigo , que tuvo por esta siciones en los pueblos de Arbuto y L u b e a -
causa que modificar mas de una vez sus na. Asi lo habia deseado Córdoba.
disposiciones. Pero vio era menester un e s - Villarreal no habia cesado de provocar
fuerzo heroico, y se le encomendó á Rivero, á Evans á un combate formal frente de Gue-
previniéndole que á toda costa se hiciese vara , mas no salió el inglés de Mendijur á
dueño de la cumbre que tenia tan.cerca. pesar de la superioridad de sus fuerzas , y
Defendida por fuerzas considerables, á fin se pasó la tarde haciendo fuego de guerri-
de llamar su atención por diferentes puntos, llas sin resultado.
dividió Ribero su gente en tres columnas, Sosteniendo una pequeña escaramuza
destinando la una á las órdenes del c o m a n - llegó Espartero á Villarreal de Álava ; pero
dante Bayer á flanquear la posición por la el reconocimiento practicado le demostró la
derecha; la otra á las del de la misma clase dificultad de fortificar aquel punto a v a n -
Yalderrama , á tomar la izquierda , reser- zado , y asi lo participó al general en gefe.
vándose el mando de la que habia de ganar Este pudo vanagloriarse de la exactitud
la altura por el centro. y celo con que habían sido cumplidas sus
La carga fué impetuosa y digna la r e - órdenes por lodos los gefes de división; pero
sistencia ; pero no tan esforzada como el éstos no debían estar tan satisfechos de él,
a t a q u e , porque consiguieron su objeto los porque no alaco simultáneamente por el
que acometieron, y los defensores de las po- centro , y permitió de este modo cayeran
siciones tuvieron que ocupar otras inmedia- mayores fuerzas sobre los estreñios, que se
tas, no menos fuertes, desde las cuales p o - vieron comprometidos mas de una vez y
dian , sin embargo , recuperar el terreno próximos á sufrir un desastre , que frustró
perdido. el valor de los gefes y la bizarría del sol-
A la derecha de la línea carlista tenían dado.
lugar á la vez combales no menos denoda- Todos pernoctaron en las posiciones que
dos , en los que los franceses se mostraban ocupaban al morir el d i a , y á pesar del
émulos de la bizarría y de la gloria de los tiempo trascurrido , se aflige el ánimo y le
españoles. asaltan tristes reflexiones, al considerar á
ACCIONES DEL 17. 11

los soldados de la reina escogidos por la pelana ; la de la derecha de dos batallones


suerle, pasar la noche del 16 de enero, fria, de Castilla y de Navarra á las órdenes del
lluviosa , sin lumbre ni agua potable, v e s - brigadier Goñi, y la del centro á las del de
tidos de verano sobre las cumbres de A r l a - la misma clase don Carlos Pérez de las Y a -
ban , cansados de un mortífero combate y cas, ó Iturriza con el 3 . " de Guipúzcoa, pri-
esperando COTÍ el sol otro no menos san- mero de Castilla y una compañía del s e -
griento. gundo provisional de caballería , quedando
en reserva el 5.° de Navarra.
ACCIONES BEL 17. Córdoba, resuelto á tentar de nuevo for-
tuna , dispuso atacar el 17 , y Espartero se
movió de frente sin hallar el menor obstá-
VI. culo , llegando á las nueve y media de la
mañana hasta las avanzadas posiciones que
ocupaba Ribero con sus quince compañías.
La posición de las tropas de Córdoba Todas las demás fuerzas estaban en sus
daba á conocer á Eguía que no habían t e r - posiciones de la víspera , y la caballería y
minado los combates, y por los movimien- artillería formó en el camino real, quedando
tos que observó y los partes que recibiera, asi de reserva para lo que pudiera ocurrir,
comprendió que iba Córdoba á reunir sus pues tenia terreno á propósito para m a -
fuerzas sobre el centro á su frente. Al mis- niobrar.
mo tiempo conocía Villarreal que la inten- Paralelos ambos combatientes, varió
ción de Evans era entretenerle para que no Córdoba la posición de Espartero , llamán-
pudiese proteger á Eguía , que se hallaría dole al estremo opuesto. Creía ver atacada
en gran peligro, y se determinó á no hacer esclusivamente una de sus a l a s , en lo cual
caso del inglés, tomando en la noche del 16 no habia pensado Eguía.
las disposiciones que creyó oportunas , y Esperaba , sin embargo , un decidido
marchando antes del amanecer del siguien- ataque por el costado que mandaba Villar-
te dia con los seis batallones á sus órdenes. real , tanto por la intrepidez de este gefe,
A las diez de la mañana llegó al alto de como por las fuerzas que tenia; pero no p a -
Salinas por el puerto de Elguea. saban sus temores de precauciones, máxime
El ejército carlista estaba en el alto con atendiendo á que la niebla no permitía v e r
las armas en pabellones, y Villarreal m a n - sino á corta distancia.
dó los formase también su gente para d e s - Era ya la mitad del dia cuando e m -
canso. En seguida marchó solo á Salinas á pezó el combate, yendo la izquierda carlis-
conferenciar con Eguía , y al saludarle , le ta flanqueando para caer sobre la legión
dijo éste se alegraba mucho de que hubiese argelina que se hallaba á su frente. Adelan-
llegado con tanta oportunidad, y le añadió: tándose Sopelana con las compañías de pre-
—Amigo , acabo de afeitarme para ir al ferencia , principió á combatir á medio tiro
cuartel real para hacer dimisión del mando, de pistola con un batallón francés, que fué
porque esta guerra no es. sino para jóvenes. rechazado ; le auxilian las fuerzas escalona-
Eguía creía ademas no poder hacer fren- das al efecto, y detienen el ímpetu del c a r -
te con ventaja á las numerosas fuerzas que lista, formando entonces Villarreal su fuerza
le asediaban. en columna cerrada al frente del enemigo,
Villarreal le contestó: no sin haber arrojado á éste desde la subida
—Mi g e n e r a l , no haga v d . dimisión del de Arlaban hasta la venta primera.
mando , porque no hay nadie mas que u s - La derecha carlista atacaba al mismo
ted que pueda m a n d a r : haga v d . el favor tiempo con bravura y desalojaba mas de
de subir conmigo hasta el alto para que le una vez á las masas situadas en la altura de
vea á v d . el ejército, y corre por mi c u e n - la izquierda de la venta de Arlaban á cuyo
ta el atacar al enemigo. punto acudió Espartero.
Condescendió y subieron juntos. En el Pérez de las Vacas se adelantó por el
alto ya , dispusieron el ataque. centro hasta tiro de fusil de la casa de la
Las columnas que debían emprenderle Cadena, y dispuso flanqueasen los tiradores
se componían, la de la izquierda ele los seis ambos lados, marchando los granaderos por
batallones que llevara Villarreal, al mando el camino real. «En esta disposición, decia
de su siempre intrépido gefe, y á sus ó r d e - Eguía al ministro de la Guerra, continuaron
nes los mariscales de campo La Torre y So- impávidas dichas c o m p a ñ í a s , obligando al
12 HISTORIA DE LA GUERRA CIVIL.

enemigo á retirarse precipitadamente de la ocultando su movimiento, por lo cual se po-


derecha, posesionándose de la venta de Ar- sesionó de cuatro puentes sobre el Zadorra,
laban, la que intentó aquel forzar diferentes cerca de Anzua, situando los batallones en
veces reforzando las compañías de preferen- la altura de la orilla derecha, estendiéndose
cia; pero allí tenia el enemigo reconcentra- hasta Marieta, y dominando asi aquella par-
das sus columnas, tan escesivamente s u p e - le del valle de Burunda.
riores en número, que hubo que concretar el Pero estas ventajas de las tropas de Cór-
ataque á sostenerse en sus inmediaciones; y doba no eran decisivas, ni aun de impor-
observando al poco rato, despejado un poco tancia. El enemigo estaba al frente provo-
el horizonte, que la altura de la derecha es- cando , y si no avanzaba , tampoco retroce-
taba menos defendida, destaqué al segundo día. Eguía esperaba : su contrario estaba
comandante del 3.° de Guipúzcoa con dos indeciso , y en esta situación vino la noche
compañías del mismo y dos del 1.° de Cas- á poner término á las esperanzas del uno y
tilla para que la o c u p a s e , como lo verificó á la indecisión del otro. El primero replegó
con el mayor valor, á pesar de la obstinada sus fuerzas á las anteriores posiciones, y el
resistencia que se le opuso , quedando c o r - segundo decidió retirarse , contando éste
lada por mas de un cuarto de hora la línea unas seiscientas bajas , y aquel una mitad
enemiga ; pero envuelto segunda vez por la apenas.
densa niebla .reconcentró sus fuerzas para Este resultado personal y el de las ope-
evitar las desgracias que podrían ocurrir raciones, da en buena lógica , imparcial-
entre las nuestras mismas, y se mantuvo en mente considerado, el triunfo á los carlistas.
Jas alturas de su derecha hasta que al ano- Córdoba quedaba en Ulibarri-Gamboa:
checer cesó el fuego por ambas partes.» Eguía estableció su cuarlel general en Esco-
Sin admitir de una manera tan absoluta riaza y Villarreal y pernoctó en Salinas,
esta forma de presentar los sucesos, diremos donde pasó el dia 1 8 .
que fué en 'efecto grande, entusiasta, d e c i - Habiendo observado Evans este m o v i -
dido , valiente el empeño de los carlistas, miento , se situó en el pueblo de Zuazo de
no tan solo por defender sus ventajosas p o - Gamboa, con el fin de proteger á Córdoba.
siciones , sino aun por tomar la ofensiva y El 19 regresó Villarreal á la parte de
hacer retroceder á su contrario á Vitoria. Álava con su división, y al llegar al pueblo
Pero si tal fué el propósito de los defen- de Elguea supo que Evans estaba acampado
sores de don Carlos, el de los de la reina con la suya en la inmediación del pueblo
era el de enseñorearse de aquellas, desde de Zuazo, y siendo ya de n o c h e , dispuso
las cuales les insultaban y les diezmaban sus que una compañía de cazadores los alacase
filas. Asi se vio á Ribero y á los suyos p e - en su mismo campamento. Asi se ejecutó, y
lear tenaces y conquistar el gefe dos cruces haciendo una descárgala compañía, se d i s -
laureadas de San Fernando y ganar para sus persaron , marchando en desorden á Vitoria
banderas la corbata de la misma orden los las fuerzas atacadas, dejando en el c a m p a -
bravos soldados del Infante y la Princesa. mento mas de quinientos morriones.
En aquel pelear tenaz y porfiado teníase Tal es la verdad de aquellos aconteci-
por un triunfo conservar unos y otros sus mientos, desfigurados en los parles oficiales
posiciones, que perdían y ganaban á menu- de uno y otro gefe.
do mas de una vez , y que siempre q u e d a -
ban cubiertas de cadáveres. Por esto se
consideraba Ribero ufano y orgulloso en la CONSECUENCIAS DE LAS ACCIONES DE AR-
posesión de la misma altura , ganada el dia LABAS.
anterior á tanta costa y sostenida con tanta
pérdida.
Las fuerzas de la reina se veían a t a c a - VII.
das á la vez por diferentes puntos, y en to-
dos tenian que resistir con porfiado empeño,
trabándose combates en que se agotaban los De las operaciones de Córdoba sobre
esfuerzos y las municiones. La misma niebla Arlaban podemos decir lo mismo que de las
que hubiera podido ser un obstáculo para el que en el año anterior llevó á efecto sobre
combate, le hacia mas mortífero, niebla que Guevara y Salvatierra. Y aun en éstas se
favoreció á E v a n s , quien por la parte que, enseñoreó, siquiera momentáneamente , del
conforme al plan le tocó embestir , avanzó 1
punto que dominaban sus contrarios; pero
CONSECUENCIAS DE LAS ACCIONES DE ARLABAN. 13

en las de Arlaban se contentó con ascender Diez y seis batallones estaban con este o b -
algunas cuestas de los puertos sin poder jeto dando jaque á Estella , á donde a c u -
dominar en su cima. A uno y otro punto salió dían los refuerzos carlistas para ver de i m -
resuello y lleno de entusiasmo, peleó en am- pedir el daño que por aquella parte les
bos valiente, y volvió en ambos d e s e n g a - amenazaba, sin duda considerable, porque
ñado. No parecia sino que su objeto era permitió prolongarse la línea defensiva ó
tener ocupado al ejército. base de operaciones del ejército , unas ocho
No pudieron concebir los carlistas cómo leguas. Mas el aumento de las fuerzas car-
entonces no se adelantó Córdoba á Ochan- listas hizo variar el plan de Córdoba , como
diano, amenazando descender á Vizcaya , y veremos; y sabido es que en campaña no
dándose la mano las comunicaciones que suele favorecer mucho esta repentina varia-
podia tener á retaguardia de los carlistas; ción de proyectos.
cómo no practicó reconocimientos que le Pero no quiso se le tuviese por cobarde,
hubieran dado probablemente otro resulta- y su amor propio herido le llevó á una e m -
do. Esto hubiera obligado á los carlistas á presa temeraria que disminuyó el personal
defender las cordilleras de Urquiola , que del ejército, ya que no su espíritu.
no eran tan defendibles como las de A r - Verdad es que Córdoba habia ya pedido
laban. su relevo, que dos dias antes , el 1¿ , d e s -
La disculpa de no poderse fortificar á pués de esponer al ministro de la Guerra
Villarreal dejó de serlo desde que empezó las causas que le impedian seguir en el
á fortificarse; y no dice mucho en favor de m a n d o , decia «que todas le obligaban á
una retirada cuando se ejecuta á favor de manifestar franca , resuelta y respetuosa-
la oscuridad ; y aun valiéndose de la a s t u - mente que no le era posible continuar h o n -
cia para engañar al e n e m i g o , á cuyo fin rado eon la confianza del mando de aquellas
dispuso Córdoba se encendieran fogatas que provincias y ejército que S. M. se dignó
demostrase mas bien la existencia de un fiarle , y el cual habia procurado d e s e m p e -
campamento que la de un campo a b a n d o - ñar hasta donde sus fuerzas, cortas luces,
nado en silencio. recursos y ardientes deseos del bien público
No le haremos, empero, el cargo que se y medios posibles de alcanzarlo le hicieron
le hizo porque no mantuvo al ejército en las conciliable con sus deberes y reputación;»
posiciones conquistadas , y no siguió a d e - y rogaba al ministro decidiese el ánimo de
lante: asentimos con él en que era imposible la reina á que no retardara la aceptación de
entonces; mas no en que fuese inútil, porque su renuncia , en consideración ai grave e s -
nunca lo es penetrar en medio de un pais tado de su salud, que le hacia imposible su
enemigo, alcanzando una victoria; y también desempeño , pidiendo pasaporte para ir á
convenimos en que el empeño de llevar Montpellier á curarse , esperándose d e c l a -
ahora adelante el ejército hubiera sido com- rase que habia servido en ésla como en t o -
prometerle , perderle y á la causa pública das circunstancias, con buen celo y lealtad.
que sostenía; pero si le censuramos porque, Pero aun a s i , nadie podia obligarle,
atendiendo á los ecos de la vulgaridad tras- porque no declinaba su responsabilidad á
mitidos por el gobierno con insistencia , lle- emprender movimientos inoportunos y d e -
vase al soldado á pelear desnudo en unas sastrosos , como el mismo Córdoba viene á
posiciones desventajosas que no podian con- confesarlo ( I ) .
servarse , y en que de antemano sabia que
cualquier combate habia de ser sangriento
(1) El tiempo era frió y lluvioso, las tropas,
y sin resultado decisivo.
durante dos dias y medio , habian m a r c h a d o ,
Pero de cualquier modo, el proyecto no combatido y vivaqueado , sin comer ni beber
merecía tanto : otras atenciones eran mas y sin fuego en la cima del Pirineo , faltando
apremiantes. alli leña ( a ) y agua para guisar los ranchos;
gran parte de nuestros soldados-estaban sin
En Navarra se reforzaban las fuerzas
capotes , batallones enteros con pantalón dn
carlistas para hacer frente á las que les ob- j verano ; con los muchos heridos bajaban c e n -
servaban , y se proponían al mismo tiempo ;
tenares de enfermos, sin que t u v i é s e m o s d o n -
proteger el alzamiento de los valles de Ron- • de colocarlos, ni medios de conducirlos, ni con
cal, Aezcoa y Salazar, que fué mas prema- \ qué asistirlos!/ curar las heridas: el hambre,
turo de lo que Córdoba deseaba; pues q u e - : la sed y el frió tenían á la gente rendida : eí
ría coincidiese con otras operaciones para
I (a) Eslo no sucedía en algunos puntos de la
que todo tuviera la importancia merecida. liaca. (¡Sota del autor.)
14 HISTORIA DE LA GUERRA CIVIL.

¿Qué consecuencias tuvieron en pro de gar las operaciones del ejército con las t r o -
la causa liberal las operaciones sobre A r l a - pas estacionadas en la izquierda, y a s e g u -
ban ? ¿ Qué beneficios reportó de ellas la rar el paso de la Peña de Orduña, el mas
nación, cuál el ejército? ¿No fué casi diez- importante para las espediciones á Vizcaya
mado? ¿No se emprendió por fin una astuta en socorro de Bilbao y del valle de Mena.
retirada para decir con ella al pais que no . La crudeza del tiempo, y las densísimas
se podia traspasar la linca carlista por aque- nieblas impedían toda clase de operaciones,
lla parle, que habia ya límites entre ambos q u e , á mas de su inutilidad , esponian al
combatientes , y que allí era invencible el ejército. Per esta causa se replegó la línea
enemigo? en la dirección de Salvatierra hasta Alegría,
El joven caudillo parecia no compren- teniendo que evacuar los carlistas el h o s p i -
der ó se olvidaba á veces de lo que era tal, y todo cuanto tenían en el primer punto
aquella guerra. Gracias á s u ardimiento y á para trasportarlo a l a montaña, c o n c e n t r a n -
que mandaba un ejército de valientes que do al mismo tiempo sus fuerzas en observa-
en todas partes hacían bonor á sus gefes, ción de las enemigas.
que peleaban como leones, y morían como No podían avanzar estas porque siendo
héroes, no lloró el pais dolorosas catás- la subsistencia su primera necesidad, t r a s -
trofes. A q u í , como en todas partes, vióse pasando la línea carlista no encontraban
batirse el soldado como en causa propia, habitantes, ni auxilio alguno á no tener e s -
enardecerse á la vista de su enemigo y pre- pedila la comunicación con Vitoria.
ferir la muerte á la retirada. La fortificación de Yillarreal, punto avan-
No fueron solo las tropas liberales las zado en los puertos, y casi en la confluencia
que se batieron bizarramente: con igual em- de los caminos de Ochandiano y Mondragon
peño pelearon los carlistas ; que lo tenaz hubiera sido importante; pero la construcción
del ataque demostraba lo firme de la r e s i s - de las obras hacia necesarios tres meses y
tencia. consagrar un ejército á. protegerlas, y á sos-
Las legiones cumplieron su deber, y al- tener á la división que habia de ocupar e s -
gunos cuerpos se mostraron émulos del c o - te punto. Y esto si los carlistas no mostra-
rage y de la gloria que unos y otros españo- ban un decidido empeño en impedirlo, lo
les alcanzaron. cual se presentaba muy p r o b a b l e , y su
éxito.
En tanto, y como si procurasen llamar
OPERACIONES Y PLANES P05TEEIOKES. la atención de Córdoba hacia otro punto dis-
tante, es atacado el 20 el puente nuevo de
Bilbao; pero bastan á protegerle las fuerzas
VIH. alli disponibles, y rechazan al enemigo.
El gefe liberal piensa al mismo tiempo
en nuevas operaciones en que no a v e n -
Alucinado un momento el público con ture mucho, y el 25 practica un reconoci-
los partes pomposos de las jornadas de A r - miento sobre el castillo de Guevara por
laban , pronto el desengaño vino á reempla- Alegría y Salvatierra. Los carlistas le creen
zar á una satisfacción ilusoria, y lamentóse bastante defendido, y no salen de sus po-
lo que antes se aplaudiera. siciones. Halla Córdoba dificilísimo el sitio
El ejército volvió á sus cantones y en de Guevara, y aunque conoce la importan-
vez de pensar en nuevos movimientos, se s i - cia que tiene, no solo su castillo sino el ter-
guió fortificando á Villalba de Losa, para ritorio que domina, desiste de esta empresa
que dominase aquel v a l l e ; prosiguióse el por falta de medios para acometerla con
establecimiento de la línea en toda aquella buen suceso, y piensa en otras.
ala, muy débil y descubierta; se trató de li- Por el pronto envia 4,000 hombres á
Ezpeleta para ayudarle á perseguir la espe-
ardor solo de los combates y las satisfacciones dicion que oyó se preparaba para Asturias,
de la victoria , habían podido sostener hasta según las noticias que tenia, y envia ademas
alli su energía moral; pero era de temer por una brigada deinfantería á San Sebastian con
momentos que la inclemencia y otras causas objeto de recuperar los puntos csteriores que
análogas perdiesen á un ejército victorioso, habían ganado los carlistas que asediaban
como había sucedido en las Amezcoas con el
geueral Valdós. la plaza. Ordena á Tello que con las tropas
Memoria del general Córdoba. que tenia en la Ribera persiguiese la e s p e -
OPERACIONES Y PLANES POSTERIORES. 13

ilición que se preparaba á Aragón; y p r e - <operar entonces en combinación con las de


viene á Evans y á Espartero que con sus iNavarra apoyándose recíprocamente é impo-
respectivas fuerzas permanezcan en Álava, ¡sibilitaba por fin, las comunicaciones de los
para vigilar la izquierda y el centro de los icarlistas con Francia.
carlistas y fortificar á Peñacerrada y T r e v i - «Pero lo repito, d i c e , precipitados los
ño, con cuyas obras, dice Córdoba, se p r o - ¡sucesos, no solo sin mi participación, sino
puso adquirir y adquirió en efecto el grande icontra mi espresa voluntad, tuve que s u j e -
y productivo territorio de la Rioja alavesa tarme á una ley tanto mas dura, cuanto me
y el condado de Treviño. habia sido impuesta por el celo inconsidera-
Con esta distribución de fuerzas, solo do y mal entendido de algunas personas que,
le quedaba una brigada española y otra anticipando el movimiento, y prometiendo
francesa, con las cuales tenia que pasar á de muy buena fé al gobierno lo que no e n -
Navarra, ocupar la Ribera si Tello m a r c h a - tendían ni podian cumplir, dictaron su v o -
ba á Aragón, y ejecutar los planes que tenia luntad al general, aunque dejándole esclu-
sobre el alto Arga; planes cuya ejecución sivamente la responsabilidad de los emba-
consideró necesaria y urgente si se quería razos y consecuencias que ellos no alcanza-
conservar la adquisición délos valles, abrir ron, y que al instante empezaron á surgir.
las comunicaciones con Francia, incomuni- En Logroño y Pamplona habia yo hablado
car á los carlistas de Navarra con los de con los diputados ó agentes de los valles,
Aragón y Cataluña, y dejar al ejército en una exhortándoles á mantener el buen espíritu
posición desembarazada, espedita y móvil, de sus conciudadanos sin dar el grito de in-
pues de lo contrario habia de seguir este surrección hasta que yo les indicase el m o -
constituido en inactivo y perpetuo c e n t i n e - mento oportuno.»
la de aquel pequeño territorio. El e s t a b l e - La nueva situación en que estos sucesos
cimiento de t m a larga línea en los Aldui- empezaron á poner á Córdoba fué en e s t r e -
des por el curso del alto Aragón, comple- mo crítica, como mas adelante lo participó
tando asi la primera operación sobre el al gobierno , insistiendo en su relevo (1).
mismo rio en la ribera baja, era necesario j; Satisfecho de él el conde de A l m o d o -
por el pronto para obtener tales ventajas. v a r , y no quedándole nada que hacer en el
Sin que censuremos estos proyectos, Cór- cuartel general, marchó á Madrid el 27
doba estaba, nos parece, en un error discul- acompañándole Córdoba en su coche hasta
pable en cuanto á las espediciones. Se tra- la Puebla y llegó al Ebro sin escolla, cosa
taban, es cierto, en el campo carlista; eran imposible poco antes.
á la sazón la cuestión palpitante, pero solo El 28 salió Ribero de Vitoria á la G u a r -
se disponía ó estaba ya dispuesta formal- dia, y al llegar á Peñacerrada supo que
mente, la pequeña que habia de guiar B a - en las inmediaciones merodeaban algunas
tanero; pues aunque Gómez trabajaba por fuerzas carlistas. Con esta noticia se a p r e -
salir con otra, no habia aun nada decidido. suró á tomar el puerto, pero se le antici-
Se discutía este punto, dio margen á rivali- pó el enemigo, y encontrándose Ribero con
dades y enemistades en el campo carlista, una compañía en la altura la batió y desalo-
pero nada se concertó por entonces. jó ; obteniendo el mismo resultado con la
El prematuro alzamiento de los valles, fuerza que guiaba el partidario Calceta, que
hizo modificar el proyecto de Córdoba; y subía al mismo punto apresuradamente y al
en vez de la línea meditada por Yrurzun y que hizo 22 prisioneros.
Lecumberri á Tolosa , tuvo que estenderse El 29 salió Córdoba con su cuartel
á Zubiri, teniendo asi por delante el Raztan general para Navarra; dejando en Álava
y sus valles y territorios limítrofes, que en á las órdenes de Evans once batallones
otro caso, quedaban á la espalda. Con la de la legión y uno de chapelgorris; á
línea por Yrurzun y Lecumberri, se estable- las de Espartero Ires brigadas, y á las de
cía en la boca de la Burunda; amenazaba Ezpclela, sobre el alto Ebro cuatro mil hom-
muy de cerca en aquel frente á Guipúzcoa bres como dijimos anteriormente.
y dominaba los dos caminos reales mas im-
portantes de Navarra, cuya confluencia e s -
taba en Irurzun; restablecía por este punto
la comunicación mas corla entre Vitoria y
Pamplona; aseguraba la militar de las t r o -
pas , que desde Hernani ó Tolosa podian (1) Véase documento núm. I .
16 HISTORIA DE LA GUERRA CIVIL.

conteniendo en su recinto mas de mil t r e s -


MOVIMIENTO DEL CUARTEL GENERAL. cientos habitantes. Asentada en un valle, y
no careciendo de alguna importancia por
su posición , tenia por principal defensa un
IX. castillo sobre un cerro , á tiro de pistola de
la población, cuyos fuegos la defendían,
protegiéndola ademas una serie no inter-
La crueleza del invierno y la escasez de rumpida de c a s a s , desde las cuales podia
vestuario y de recursos producían enferme- hacerse una resistencia tenaz Estas defen-
dades que diezmaban las lilas del sufrido sas y las que constituía el rio Cadagua, h a -
ejército, dificultando la cura de los enfer- cia que solo tuviera vulnerable las avenidas
mos por falta de sitio donde albergarlos. del valle de Mena y de Caslro-Urdiales.
A pesar de esto , Córdoba, siempre ac- Por este último punto fué por donde se
tivo, no podia permanecer por mas tiempo decidieron los carlistas á atacar la villa des-
en Vitoria. Los movimientos y los planes del pués del reconocimiento que practicaron,
enemigo le obligaban á esperar. Eguia, que no pudiendo escoger otras posiciones ven-
tenia á la sazón su cuartel general en D u - tajosas á causa de la imposibilidad de c o n -
rango, le trasladó el 3 de lebrero á Zorno- ducir la artillería. Salió esta de üurango
za, donde reparada su gente, la dispuso pa- por el camino de Bilbao, y á la vista de su
ra nuevas fatigas ; siendo la primera atacar guarnición pasó á Amurrio y de aqui á A r -
á Valmaseda, á donde envió la artillería, ciniega y Valmaseda.
tomando posición en el camino real de la A pesar de lo lluvioso del tiempo, llegó
villa. felizmente el tren de b a t i r , y Eguía lomó
Córdoba trataba en tanto de cerrar el posición sobre el camino de Mena por si
paso á la espedicion, que le habían partici- acudían fuerzas en socorro de la villa a m e -
pado se destinaba á Aragón , y marchaba á nazada. Al mismo tiempo envió una d e s c u -
Pamplona , á donde llegó el 5 , impaciente bierta, que estendiéndose desde Valmaseda
por el retraso, á causa de las lluvias, de las hasta Mercadillo, se tiroteó con poco resul-
tropas que le seguían. tado.
Consecuente en su plan de líneas , for- El 7 se estableció el cuartel general en
tifica á Peñacerrada y Treviño, y á Villalba la venta de San A n d r é s , valle de Mena, y
y la Herradura, viendo en breve conclui- el 8 en Zalla, de donde salió E g u í a , según
das unas y adelantadas otras, merced á manifiesta, al amanecer, con dirección á Val-
sus esfuerzos. Proporciónase recursos; envia maseda , contra cuyo p u n t o , según sus ó r -
tres mil fusiles, pertrechos y municiones á denes, rompieron el fuego todas las g u e r r i -
los v a l l e s ; sale de Pamplona el 9 con dos llas, adelantándose en seguida en diferentes
divisiones, que se escalonan en los puntos direcciones las demás fuerzas y las piezas
del Arga , estableciendo el cuartel general ele montaña y c a m p a ñ a , cuyos disparos
en Zubiri, se adelanta reconociendo el t e r - abrieron pronto una brecha , si bien en el
reno hasta la vecina frontera; entra en Fran- punto mas difícil de p e n e t r a r , por defen-
cia á conferenciar con el general conde de derle el fuego de las casernas inmediatas y
Arispe sobre el restablecimiento de la c o - el de los pedreros del Castillo.
municación del tráfico y de las aduanas en- Los carlistas colocaron entonces en b a -
tre ambos paises, ocupación del Baztan é tería una pieza de treinta y seis y otra de
interceptación de las comunicaciones de los veinte y c u a t r o , en vez de las dos de á
carlistas en territorio francés; pero se retar- cuatro que tenian, y antes de comenzar sus
da esta conferencia , y la noticia de la ren- disparos propuso Eguía una capitulación,
dición de Valmaseda apresura el regreso de que se apresuró á aceptar la guarnición de
Córdoba. Valmaseda , conviniendo el gobernador de
este punto, don Manuel Ladrón de Guevara
SITIO Y TOMA DE VALMASEDA. con don Melchor Silvestre, brigadier y c o -
mandante general de los ingenieros c a r l i s -
X. tas , en que la fuerza seria prisionera de
guerra y la villa respetada; que los gefes y
Sobre una colina, y á cinco leguas de oficiales conservarían su espada y e q u i p a -
Bilbao, se halla esta villa de inmemorial ges , y los soldados sus m o c h i l a s , bajo la
fundación , llamada en lo antiguo Malseda, responsabilidad de los gefes de no llevar
MOVIMIENTOS DE CORDOBA. 17

mas prendas y efectos que los de su p e r t e - puntos, la artillería carlista volvió á Duran-
nencia ; que serian escollados hasta el p r i - g o , acompañándola Eguía y su estado m a -
mer depósito y cangeados los gefes, oficia- yor á pie.
les y tropa con preferencia á todos los demás Dirigióse luego aquel en observación
prisioneros existentes ( 1 ) , y que la g u a r n i - de Córdoba ; y el brigadier Andechaga
ción saldría por la brecha tambor batiente, quedó encargado de observar y r e c o -
y haciendo pabellones de armas , seguirían nocer los valles de S o b a , Mena y demás
su marcha. limítrofes que pertenecían á su comandancia
A las cinco de la larde del 9 se firmó general de las Encartaciones.
esta capitulación, y los carlistas, al hacerse Importábales ir ganando terreno en este
tan á poca costa dueños de un pueblo tan punto, porque su pensamiento constante era
mal defendido, se encontraron con cinco acortar la distancia con Galicia , para que
pedreros, trescientos sesenta fusiles, sesenta dándose la mano por esta p a r l e , se formase
mil cartuchos de fusil y abundante repuesto una cadena no interrumpida que , andando
de v í v e r e s , pues solo de bacalao había se- el tiempo, podia reducir su círculo y estre-
senta y cinco quintales, ochocientas raeio- char el centro. En contacto Galicia con Cas-
niones de pan , cincuenta y tres cajones de tilla y Estremadura , ésta con la Mancha y
galleta , y á este tenor otros ariículos , i n - Valencia, este reino con Aragón, y el Maes-
cluso chacolí y vino de Valdepeñas. trazgo con Cataluña , los valles que termi-
Quedaron prisioneros unos cuatrocientos nan en los Pirineos y confluyen con N a v a r -
hombres del regimiento provincial de Tuy, ra, cerraban la cadena que tanto importaba
que guardaba aquel punto , cuya posesión poseer á los carlistas.
costó solo á los carlistas unos cuarenta e n -
tre muertos y heridos.
Los carlistas estaban rodeados á pocas MOVIMIENTOS DE CÓRDOBA.
leguas de fuerzas liberales , que si se h u -
bieran combinado habrían impedido la pér- XII.
dida de V a l m a s e d a , y se habrían hecho
dueños de Sodupe y el Berron, poniendo en
grande aprieto á los carlistas. El 14 de febrero regresa Córdoba á P a m -
plona; acuérdalos medios de proseguir con
actividad los trabajos de las l í n e a s ; deja
SITIO Y CAPITULACIÓN DE MERCADILLO. una división para p r o t e g e r l o s , y marcha ó
Ulzama con el resto de las tropas á tomar la
dirección de L e c u m b e r r i , Tolosa ó la B u -
XI. runda, según se presentase mas conveniente
para atraer sobre sí las fuerzas con que los
carlistas iban obteniendo los triunfos que
La toma de Valmaseda aseguraba la del hemos referido ; triunfos que inquietaban al
inmediato pueblo de Mercadillo , y á él se gefe liberal, estrañándole no los impidiesen
encaminaron con osle objeto los carlistas en los cinco mil hombres que por aquella parle
la mañana del 1 1 , y después de superar el tenia Evans, los siete mil quinientos de E s -
obstáculo que les opuso Castañeda, cayeron parlero , los cuatro mil de Ezpeleta y los
sobre dicho p u n t o , cuyas débiles tapias tres mil seiscientos con que Ribero se enca-
eran defendidas por unos cien hombres es- minaba á aquel punto.
casamente del provincial de Tuy , á las or No p o d i a n , es v e r d a d , operar todas e s -
(lenes de don Pedro Antonio Otero y R o - tas fuerzas porque tenian importantes a t e n -
may. Embestido aquel, al cabo de una corla ciones sobre sí; pero según Córdoba, siempre
resistencia capituló á las cinco y media de quedaban disponibles catorce á quince mil
la tarde en las mismos términos que lo h a - infantes y mas de mil caballos, con dos b a -
bía hecho Guevara en Valmaseda, á pesar terías, suficientes á estorbar los sitios m e n -
de hallarse cerca una columna liberal. cionados.
Demolidas las fortificaciones de ambos La marcha de Ribero á la izquierda de
la línea , obligó á Córdoba á desprenderse
(i) Córdoba rehusó firmar este artículo, de una brigada con ciento cincuenta caba-
el 2." de la capitulación, fundándose para ello llos que al mando de O'Donell envió en su
eu honrosos motivos. reemplazo.
TOMO I I I . 3
48 HISTORIA DE LA GUERRA CIVIL.

De. esta manera quedaba la derecha , si tenia en el buen éxito de su causa, demues-
no débil como deseaban los carlistas , poco tra la entera confianza de que estaba poseí-
nutrida. Pero aun hubiera querido Córdoba do, confianza que no era en verdad entonces
llevar las tropas de este lado á donde la ilusoria , porque la división de sus contra-
necesidad las reclamaba, si no hubiese me- rios le proporcionaba victorias que hubieran
diado una distancia de cuarenta y cinco a sido para don Carlos de mas precio si h u -
cincuenta l e g u a s , y lo que es p e o r , á no biera sabido aprovecharla.
estar obstruidos los caminos con una vara El manifiesto dice a s i :
de nieve, lo cual paralizaba los esfuerzos de
todos.
Necesitando Córdoba diez dias para pres- ESPAÑOLES.
tar auxilio á los puntos amenazados, y c r e -
yendo mas eficaz cualquiera diversión o p e -
rada por la derecha, marchó el 17 á Ulzama, Desde que la P r o v i d e n c í a m e puso en
de donde se retiró el enemigo que le a c e - medio de vosotros, he sido compañero y tes-
chaba hacia el camino real de Lecumberri, tigo de vuestras heroicas acciones: dignos
reforzándose luego basta el número de c a - herederos de vuestros mayores habéis igua-
torce batallones. lado, y más de una vez superado aquellas
Dice Córdoba que esto era lo que él brillantes empresas que hicieron á la E s p a -
deseaba porque podia desde esta posición ña tan gloriosa con admiración del Orbe
atacar por la dirección de Tolosa ó por la entero. Hoy también os contempla la E u r o -
Burunda , á pesar de las grandes dificul- pa; y el mundo todo tiene la vista fija sobre
tades que ofrecían aquellos escabrosísimos estas Provincias inimitables, y sobre el v a -
terrenos; pero otra vez el temporal no le liente ejército , á cuyo frente me honro de
permitió sino distraer de otras partes con su hallarme colocado. Me congratulo con vos-
presencia en aquel punto , las fuerzas con otros, y á nombre de la religión y de la p a -
que acudieron los carlistas á contenerle tria os doy las gracias por vuestros g e n e r o -
«•Apenas llegué á Lizazo, añade , empezó á sos esfuerzos. El cielo-mismo ha manifesta-
nevar con un esceso t a l , que á mí propio do cuan gratos le eran vuestros servicios, y
me era desconocido , á pesar de que he v i - con su protección nos ha librado mil veces
vido muchos años en el Norte de Europa. de espantosos peligros. El Dios de los ejér-
No solo se hizo con esto imposible toda o p e - citos os ha conducido como por la mano á
ración , sino que nos encontramos incomu- la victoria: s í , el Dios de los ejércitos, el
nicados en nuestros cantones sin poder sali- Dios de San F e r n a n d o , el Dios de los espa-
de nuestras propias c a s a s , y en el mayor ñoles: un rey católico no puede tener otro
apuro para conducir desde Pamplona al lenguaje hablando á un pueblo eminente-
campo algunas subsistencias para el ejér- mente religioso, que llora la religión u l t r a -
cito.» jada , y trata de aniquilar la infamia de sus
perseguidores. El Señor poderoso en las b a -
tallas os ha hecho triunfar siempre que h a -
MANIFIESTO DE DON CARLOS Á LOS ESPA-
béis peleado: á él se debe toda gloria, y
ÑOLES. acción de gracias.
Honor, y memoria eterna también á los
XIII. héroes que han merecido sellar con su s a n -
gre el testimonio de su lealtad: la patria los
b e n d i c e : la fama perpetuará sus nombres,
Los triunfos que alcanzaban las armas y yo no olvidaré nunca sus servicios, ni las
carlistas y el estado de prosperidad de la familias á que pertenecieron.
causa , decidieron á don Carlos á dirigir la Vosotros, á quienes se ha dado el poner
voz á los españoles en un manifiesto , que fin á tan grande empresa, continuad con
trascribimos porque no carece de importan- valor y constancia, pues no está lejos el dia
cia y es apenas conocido , debiendo serlo, de disfrutar en paz el fruto de vuestras vic-
porque en él se retrata perfectamente su torias entre las bendiciones de vuestros her-
firmante , en él se vé al hombre que lo e s - manos. Ya habéis hecho conocer á todos los
peraba lodo de Dios; al que atribuía á su rebeldes que sus maquinaciones y ardides
favor el triunfo de sus armas, toda la gloria. son impotentes, y que la cobardía acompa-
Sin abandonarle un momento la fé que ña siempre al delito. Un ejército de españo-
MANIFIESTO DE DON CARLOS. -19

les que desconociendo mis legítimos d e r e - felicidad, viviendo entre vosotros como un
chos ha hecho la guerra á su mismo s o b e - padre en medio de sus hijos : vosotros suis
rano , y á los leales que le defendían, los bien acreedores á mi amor, y mi corazón se
recursos que la usurpación les proporciona- dilata manifestándoos estos sentimientos pa-
ba , los auxilios de los revolucionarios de ternales.
otros países t o d o , todo ha debido s u - Entretanto, no puedo menos de afligir-
cumbir; y cuando mas ufanos contaban con me el ver la marcha de la revolución en
la destrucción de lo que ellos llaman fac- España: los escandalosos sucesos que se han
ción teocrática, han visto sus generales h u - repelido en Madrid, Barcelona, Zaragoza y
millados, sus ejércitos vencidos, sus planes otros p u e b l o s ; la persecución horrible que
deshechos, sus legiones auxiliares abatidas, sufren los buenos en lodos los ángulos de la
sus esperanzas frustradas, y sus corifeos monarquía: la opresión y horrorosa esclavi-
avergonzados á la faz de todas las naciones. tud en que viven mis pueblos entre los g r i -
¡Qué contraste no ofrece aquel gobierno, tos d é l a libertad: cárceles, destierro, c o n -
de impostura y de concesiones , de espanto fiscación y muerte sin mas delito que la
y de anarquía , con la verdadera libertad y pura opinión ; y sobre todo las iglesias pro-
alegría que gozáis vosotros en medio de fanadas, saqueadas, quemadas: los sacer-
vuestras fatigas! Los revolucionarios, l l e - dotes envilecidos, públicamente insultados,
vando por todas partes el llanto y la m u e r - asesinados impunemente: los asilos de la
t e , han hecho prevalecer á la impiedad, la virtud convertidos en escuelas d e disolu-
cual deja el sello de la desolación; han i m - ción: los religiosos y las vírgenes consagra-
puesto á nuestra patria un yugo pesado y das á Dios mendigando, huyendo y c a y e n -
c r u e l , y la han engañado pérfidamente do víctimas á manos de la barbarie; en s u -
exaltando los derechos del hombre para de- ma, la religión gimiendo, y la patria pidien-
jar caer sobre ella el terrible azote de la do auxilio , son objetos que me consternan;
verdadera tiranía. ¿Y es esto lo que podrá y yo os lo recuerdo con dolor para que me
temerse de los principios y de la doctrina ayudéis con energía á remediar tantos males.
que nosotros defendemos? Mirándose los re- Los execrables asesinatos cometidos ú l -
yes de la tierra como representantes del A l - timamente en Barcelona á vista y con el
tísimo, de quien tienen el poder y la autori- consentimiento d é l a s autoridades constitui-
dad ¿será fácil que se levanten en lospueblos das por aquel gobierno rebelde (si es que
sediciones y discordias, que se enciendan hay gobierno donde se perpetran tales aten-
guerras devastadoras, que se turbe el r e p o - tados) violando los pactos mas solemnes ga-
so de las familias, que se pierda la s e g u r i - rantizados por potencias respetables, y e j e -
dad individual? ¿Podrá acaso verificarse cutando aun con los cadáveres atrocidades
que falten las artes; que la agricultura q u e - indignas de mencionarse, y solo propias de
de envilecida, y que por la división interna gente bárbara é inhumana Vosotros os
de los ciudadanos sean asolados los campos, llenáis de indignación, y es justa; pero estos
.saqueadas las casas, profanados los templos ejemplos no se imitan: si ellos no tienen, ni
v a l l a r e s , oprimidos, confinados ó muertos gobierno, ni l e y e s , ni religión , ni humani-
los minislros del Santuario? ¿Se podrá temer dad , vosotros tenéis virtudes heroicas; y
que la hez del pueblo, los hombres mas d e s - los prisioneros que custodiáis en los depósi-
moralizados, los malvados y asesinos tomen tos , y los que estos dias habéis hecho en
el carácter de representantes y jueces de la San Sebastian, Valmasoda y Mercadillo po-
Nación para dictar leyes ó absurdas y r i d i - drán decir si mi ejército tiene disciplina, y
culas, ó duras é injusías, que opriman al ino- si mi pueblo guarda las leyes. No obstante
cente y salven al reo? Léase la historia de esto, descansad en mis desvelos, que yo t o -
todas las monarquías y en especial la n u e s - maré las medidas mas enérgicas para que
tra, y se encontrarán libres de tales horrores: no se repitan aquellos excesos nefandos.
se verá que sin las teorías democráticas ha
Por lo mismo , y en vista de la protec-
florecido la paz , la industria , el comercio,
ción del cielo, d é l a s victorias continuadas,
las ciencias , y que á la sombra de la r e l i -
de la opinión general del pueblo español,
gión la España ha sido feliz con sus re-
de las pruebas de decisión en favor de mi
yes, y con sus leyes patrias. Animaos, pues,
causa que diariamente recibo de dentro y
que un porvenir dichoso enjugará vuestras
fuera del reino, con el glorioso fin de salvar
lágrimas, y yo me tendré por el mas v e n -
la nación de tantos males como la rodean,
turoso de los soberanos en labrar vuestra
redoblad vuestros esfuerzos: que todos los
20 HISTORIA DE LA GUERRA CIVIL.

españoles, que siendo verdaderamente tales demás del pueblo de S. á N. por el E . se


aman la religión y el rey, se unan á mis fie-
hallaba protegido por otras baterías l l a m a -
les defensores : que sin mas apatia ni d i l a -
das de Cureñar y Lealtad, y por varios edi-
ciones se presenten á mí, ó á las autoridades
ficios preparados para la fusilería. El p u e n -
que mandan en mi nombre en varias p r o - te de madera sobre caballetes, que une la
vincias de España, para cooperar á la mas villa á la orilla izquierda del rio, era defen-
santa de todas las causas: yo clasificaré y dido por varios blockaus de trecho en t r e -
premiaré sus servicios. Que se haga ver de cho , que obstruían su paso. La campiña
una vez que el pueblo español no sucumbe algo variada , está cortada con s e t o s , m a -
á esa facción criminal de hombres sin r e l i -
torrales y cercados, que los defensores h a -
gión, sin rey y sin patria. Si todos los b u e -
bían habilitado y combinado con el fuego
nos se reúnen , nuestra lid durará poco, y de algunas casas aspilleradas.
sacrificios del momento nos preservarán de No era prudente atacar la plaza por la
otros mayores y mas costosos. Tiempo es ya orilla izquierda del rio Butrón ó Plencia,
de terminar una lucha tan cruel y espanto- que ambos nombres t i e n e , ya porque era
sa: todos sois españoles: todos interesados éste un obstáculo mas que vencer y difícil
en que no haya división , ni desorden , ni de superar, ya porque aquella parte estaba
anarquía: unios á vuestro rey y yo os a s e -
mas en acción á un movimiento que inten-
guro que vuestra gloria y felicidad serán tase la próxima y fuerte guarnición de B i l -
envidiadas de lodos los pueblos del U n i - bao : asi E g u í a , dirigió los ataques por la
verso. parte que miraba á tierra, escogiendo el
Dado en el cuartel real de Durango á 20 castillo, que á su entender, y aparte el dic-
de febrero de 1 8 3 6 . tamen délos ingenieros que lo dirigiron, esta-
ba construido sin relación á las otras obras y
CARLOS. sin conocimientos del terreno , porque su
posesión hacia dueño de la plaza y podia
atacarse evitando el fuego de las demás
SITIO Y TOMA DE PLENCIA.
obras.
El 23 de febrero se puso el conde de
Casa-Eguía al frente de Plencia, y en aque-
XIV. lla noche fué construida la batería de b r e -
cha; mas el retardo de la artillería de batir,
difícil, penosa y casi imposible su c o n d u c -
Previo el reconocimiento del terreno, ción por terrenos tan q u e b r a d o s , senderos
que ordenó Eguía á Silvestre , y en virtud y caminos intransitables con las continuas
de un informe, decidióse el general en gefe lluvias, hacían desesperar del suceso. Sin
carlista á hacerse dueño de la villa de Plen- e m b a r g o , el 24 , para distraer á los defen-
cia , asentada en la costa Cantábrica á tres sores del verdadero punto de a t a q u e , se
leguas de Bilbao. ejecutaron por el cuerpo de ingenieros, que
Cómodo y seguro puerto para buques estaba reducido á su comandante general y
hasta de cientro treinta toneladas, estaba un subalterno llamado Ibarra , que fué h e -
defendida esta población, que contaba unos rido en la operación , y con la ayuda de
mil habitantes, por diferentes fuertes que, algunos paisanos, varios trozos de trinchera,
unidos por una línea de atrincheramientos, colocándose en el monte Mertieta un e m -
hacia calcular que su defensa durara por lo plazamiento para tres piezas de campaña
menos ocho dias, aun embestida con recur- que habian llegado y que llenaron el doble
sos muy superiores á los que los carlistas objeto d e dominar la ria y atraer sobre sí
presentaban. Al S. E . de la población se los fuegos de la plaza.
destacaba un fuerte de figura irregular; El 2 í llegó la artillería de b a t i r ; pero
próximo á la plaza , á la que estaba unido teniendo noticias el general en gefe de que
por una doble y blindada caponera : titu- el ejército de Córdoba reconcentraba sus
lábase esta obra"Castillo de Isabel I I , y es- fuerzas, y considerando no lo quedaba casi
taba artillado con cinco piezas y abastecido tiempo para acudir á oponerse á cualquier
de almacenes y con guarnición correspon- maniobra que intentase, consultó á sus g e -
diente. Cruzaba Isabel II sus fuegos con la nerales do artillería é ingenieros si creian
balería Libertad , y las puertas aspilloradas como é l , que la plaza podría tomarse al dia
de Govis y de Munguía , al E . y S . E , : lo siguiente, para en caso contrario abandonar
t'KOQUIS DE LA VÍLLl Y PUERTO DE PÍ.ENC1A.

ESPI.1CACION UE LA VILLA Y FUERTE. ESI'LICACION ))K LA TOMA.

1, Castillo de Isabel 11. 10. Ilatallon ii." de Castilla.


2. Id. do la Libertad. 11. Id. -2.° de tiradores.
.'{. Id. do la Lealtad, 12. Id. i.° de Castilla.
i. Id. de las C u m i a s . 13. Id. cuatro compañías d e l G . ° do
8. I'ucrta aspillerada del Puerto. Vizcaya.
f>. Puerta aspillerada para el camiuu •¡i. M. cuatro compamas id., para
de Munguia. observar y atacar la puerta nú-
7. Puerta para Gorhir. mero 0,
8. Otra pura la comunicación del A. Batería de piezas de campaña, co-
muelle con cortadura, locada antes del ataque,
í' Otra para proteger el puente. T o - l!. Hatería de brocha.
llas las bocas calles cerradas con C. i.» batería do brecha que no l l e -
aspilleras, y el molino con esta- gó á hacer luego.
cadas para impedir el paso. D. Cañones ligeros traídos do A.

CROQUIS DEL PUEBLO Y FUERTE DE GUETARIA Y SUS INMEDIACIONES.

A. ('.erro do Cillas. E. Ermita de Santa Bárbara, que debe d e -


Ii. Id. do Orollo, donde debe construirse f e n d e r s e , la cual protege la A l a -
un reducto para una pieza. laya.
C. Id. de Garate, el mas elevado do todos, V. La Atalaya, punto do colocación para
para un reducto con dos piezas. la batería do c o s t a , con dos pie-
Ii. Id. también de Garate, de menor e l e - zas.
vación , para otro reducto con una G. Peña Umallarra.
pieza. II. Puente de ü i q a i n a .

CROQUIS DE LEQUEITIO.

A. Casco del pueblo. C. C. Baterías de barricas en orma de falsa


B. Isla y balerías antiguas de costa y u u e - balería.
vá de manipostería. ' D. Batería de la atalaya de barricas.
C. Castillo. E. Id. para un obús.
MOVIMIENTOS Y DISPOSICIONES DE CORDOBA. 24

la empresa. La seguridad de aquellos en su tino.» Esto, sin embargo, se les impusieron


afirmativa respuesta, le decidieron á dar las 3,000 duros de multa mancomunadamente.
órdenes oportunas y hacer concluir los t r a - La moral del ejército carlista se aumen-
bajos en aquella noche ; de modo que al tó eslraordiiiariamenlo con este triunfo, por-
amanecer se hallaron colocadas en batería que eran evidentes las utilidades que re-
dos piezas de á veinte y cuatro y una de portaba, por las atenciones que habia que
á treinta y seis. cubrir en la costa y Señorío de Vizcaya.
A las siete de la mañana del 2 5 , el c a - La pérdida de ambos combatientes, a p e -
non de á treinta y s e i s , apuntado por el nas pasó de cincuenta hombres entre m u e r -
coronel don Juan Montenegro , rompió el tos y heridos.
fuego contra el castillo , y á las ocho, ya la
artillería de este había-sido desmontada, los
merlones destruidos y la guarnición intima- MOVIMIENTOS Y DISPOSICIONES DE CÓRDOBA.
da. Un batallón castellano preparado y á la
inmediación de la batería de b r e c h a , c o n s -
truida á tiro de pistola, no perdió momento, XV.
y asaltó la obra con denuedo, apoderándose
de ella á los gritos de \Viva el rey! respon-
diendo al fuego enemigo con el pecho y la En tanto que Córdoba permanecia e n -
bayoneta. La guarnición del castillo huyó cerrado en Ulzamá, tenían lugar las o p e r a -
parle á la plaza: el resto quedó prisionera y ciones á la izquierda de su línea que hemos
los carlistas prepararon la misma obra con- descrito, y aunque presumía que no dejarian
tra las fuerzas enemigas que en la población de moverse los carlistas por la parte de Viz-
se defendían. Eguía, queriendo evitar la efu- caya , sin desatender su frente , ó sea la
sión de sangre y los horrores de un saqueo, parte de N a v a r r a , esperaba mucho de su
seguro y a , porque era imposible á la g u a r - sistema de bloqueo ; y á fin de hacerle m a s
nición la defensa, ofrecióla una capitula- estrecho y vigoroso, adicionó su bando p o r -
ción ; mas exigiendo ser conducidos á B i l - que tenia la convicción , que era el arma
bao no accedió á la demanda el caudillo mas poderosa que podia emplearse en aque-
carlista, y ordenó se continuase el fuego; y lla l u c h a , siempre q u e , admitiéndole , d e -
á tiro de pistola y con barricas, los oficiales cía , como base principal de un sistema de
de artillería construyeron á cuerpo d e s c u - guerra completo y g e n e r a l , se siguiera con
bierto, bajo la dirección del general de i n - inteligencia, unidad y perseverancia, y asis-
genieros , una balería. Al concluirla, la tido de los medios de ejecución y acertadas
guarnición se rindió prisionera de g u e r - operaciones que , perfeccionándolo, debian
ra ( l ) , haciéndose dueños ademas los car- infaliblemente llevarle á ser el mas corto y
listas de Irece piezas de artillería y buen el único término de la guerra , al menos
número de armas y efectos de boca y guer- mientras no aumentaran muy considerable-
ra , que se inventariaron. mente los elementos de coacción física y
Los prisioneros ascendieron á ochocien- moral que , en la escala en que se habian
tos, inclusos los nacionales. La clase de tro- proporcionado hasta entonces , hacian, á su
pa pidió servir en el ejército carlista y le juicio , todo otro sistema ineficaz , largo y
fué concedido: los oficiales y sargentos p a - peligroso , presentando como demostración
saron á los depósitos de prisioneros. los graves y repetidos males y amarguísi-
Ademas contaba Plencia una compañía mos desengaños que con tanta frecuencia
de mugeres llamadas urbanas , organizada habian acompañado á los varios sucesos de
con batidera, armas y tambores, y «los aquella lucha.
carlistas, nos dice un gefc de ellos, encon- No ¡ba descaminado Córdoba pensando
traron en la hermosura de aquellas nuevas de esta m a n e r a ; pero ¿ obraba en armonía
amazonas armas mas temibles para rendir con su pensamiento? ¿ E r a posible? Los h e -
los valientes, que el débil fusil y la p e q u e - chos lo demuestran.
ña canana que completaba su equipo ; y el Al cabo de diez días de penosa situación
general Eguía mandó recoger su bandera salió de ella, sin que mejorase el tiempo ni
para evitar que los facciosos se quisiesen disminuyese el número deplorable de los
alistar en las filas del bello sexo placen- enfermos. Sabedores de este embarazo los
carlistas, á quienes favorecían tales c o n t r a -
(1) Véase documento núm. 2. tiempos , á que se aumentaba lo inlransita-
22

ble del terreno y la crecida de los rios, para la evacuación de Lequeitio , aunque
cuyos puentes cortaron , pudieron distraer manifestando al gobierno q u e , por tardía,
algunas fuerzas de Navarra á otros puntos, juzgaba imposible la operación. No era t a r -
sin temor de que sus contrarios invadieran de, sin embargo, pero no estaba en su mano
este reino. Tenian bastante de que cuidarse vencer los elementos que hasta en el mar
en su línea , precisados á mantener la c o - impidieron la navegación en aquella costa
municación con Pamplona si no querían mo- peligrosa. Podia haberse hecho un esfuerzo;
rirse de hambre. mas era peligroso y costoso y no creia lo
Córdoba no podía permanecer en Na- mereciese Lequeitio.
\ arra : el principal teatro de la guerra no Lacy Evans fué nombrado por entonces
estaba en la derecha de la línea ; y ya que general de la izquierda con el carácter y
no le fuera posible atraer hacia sí á los car- atribuciones de gefe superior de las tropas
listas en aquella parle , tenia que moverse, que mandaba Espartero. Esta elección hizo
y lo efectuó á la llanada de Álava, dejando se resintiera éste, aunque ocultó su disgusto,
á merced del enemigo las obras de la línea y dio á reconocer sin demora al nuevo gefe.
en Peñacerrada , T r e v i ñ o , márgenes del No le recibió con mas favor la opinión p ú -
Zadorra y del E b r o , puntos sin duda de blica, que juzgaba, y no desacertadamente,
importancia, porque es evidente, que asi que no podría tener de aquella lucha y del
podrían pasar este rio por Logroño ó Miran- terreno el conocimiento que un general e s -
da y marchar sobre Madrid, sin que él p u - pañol.
diera oponerse ni perseguirles antes de ocho
dias. ACCIÓN DE ORDUÑA.
Asi lo conocía Córdoba , y dejó á Ber-
nelle con su legión y tres batallones e s p a -
ñoles en la línea: al barón de Meer con tres XVI.
mil quinientos h o m b r e s , apoyado en P a m -
plona para sostenerle, y á Tello con dos
batallones, seiscientos caballos y cuatro pie- Eguía remitió á don Carlos la bandera
zas en la Ribera, todos escalonados, y liga- que tenian las urbanas de Plencia y uno de
dos recíprocamente: de este modo, embara- sus uniformes, y le dio cuenta de los solda-
zaba en lo posible la ejecución de este pro- dos , cabos y sargentos de la Guardia Real
yecto, caso que le abrigase el enemigo. y otros cuerpos que se le habían pasado.
Córdoba llegó el i de marzo á Vitoria, Destruyó las fortificaciones de la villa y se
donde se encontró á Evans; y á los dos dias puso en marcha para observar á Espartero;
llegaron en un estado lamentable las tropas acantonando el 26 los cuerpos que mandaba
que acudían de Navarra. entre esta población y Munguía , en donde
Alli supo Córdoba que habia cabido á fijó su cuartel general, estableciéndose l u e -
Plencia la misma suerte que á Valmaseda y go en Ochandiano , y levantándole el 2 8 ,
Mercadillo. Nada podia hacer ya, y aunque se dirigió á Ceanuri y de aqui á Miravalles,
presumió el peligro de Lequeitio, no dio á donde llegó al amanecer del 2 9 , p o n i é n -
importancia á este punto . cuya evacuación dose de acuerdo con el general La Torre*
había pedido al gobierno , fundándose en que mandaba cinco batallones y un escua-
nue el fuerte era débil y no podia ser bien drón.
defendido ni oportunamente socorrido; aña- Supo aqui que algunas fuerzas proce-
diendo que su posición era malísima , sus dentes de Vitoria habían pasado por Mur-
defensas despreciables , el punto inútil y el guía y permanecían en Amurrio , y resolvió
puerto malo. No participamos por completo atacarlas. Al llegar á Areta tuvo aviso de
de esta opinión ; pero quede sentada y no que avanzaban sobre Luyando , y al ir á
tardaremos en ocuparnos de Lequeitio, con- tomar posiciones, supo era solo un recono-
siderado por algunos como un pequeño G ¡ - cimiento lo que habian practicado , y que
braltar. desde Amurrio marchaban parte de aquellas
El tiempo seguía en tanto terrible y t e - tropas a Orduña guiadas por Espartero, l o -
naz, haciendo mas difíciles, si no imposibles mando otras la dirección de Arciniega.
las combinaciones de Córdoba, que dispuso Al comenzar el mes de marzo ocupaba
se le incorporase Espartero, y que Ezpeleta el cuartel general de Espartero á B e r b e r a -
se preparase para ocupar y fortificar á Val- na , desde donde se dirigió á practicar un
m a s e d a , renovando á la vez las órdenes reconocimiento sobre O r d u ñ a , proponión-
ACCIÓN DE ORDUÑA. 23

dose escarmentar al enemigo si le hallaba. rales no menos ventajosos resultados, p a -


Con este objeto marchó á las siete y media sándosele algunos enemigos.
de la mañana del 5 , ordenando al b r i g a - El triunfo fué completo, debido princi-
dier don Isidro Alaix protegiese la opera- palmente á los Húsares, que ostentaron des-
ción con algunos batallones, y á don Felipe de entonces en el asta de su estandarte la
Ribero siguiese á la llanura con la brigada corbata de San Fernando.
de su mando. Sin descansar en Orduña regresaron las
Cerca de Orduña ocupaban los carlistas tropas á sus cantones, y á poco, vencedo-
el mejor terreno y posiciones, y se propu- res y vencidos ocupaban las mismas p o s i -
sieron impedir el paso por el camino real á ciones.
sus contrarios, á lo cual se aprestaron r e - Los carlistas perdieron unos doscientos
sueltos. hombres entre muertos, heridos y prisione-
No lo estaba menos Espartero en d e s - ros. La compañía de cazadores del batallón
alojarles de sus puestos escogidos, y al efec- destinado á contener en Orduña á los l i b e -
to destacó á dos compañías de cazadores,| rales, se pasó á éstos; debiéndose á tal c i r -
en tanto q u e , poniéndose á la cabeza de cunstancia el desaliento que se introdujo en
dos escuadrones de Húsares de la P r i n c e - el batallón y escuadrón que al mando de
sa (1), bajaba al paso de trole el resto de la Arroyo cubrían á Orduña.
Peña. Espartero, apelando al amor propio Entre la pérdida que sufrió Espartero,
de los húsares, hizo despertar en ellos el fué la mas sentida la del coronel don Pedro
senlimienlo de su propio v a l e r , y ponién- Regalado Elío , asesinado por un prisionero
doles en el llano frente á la caballería c a r - que aun conservaba su fusil; y tanto la d e -
lista , ordenó la carga á escape , y á él se ploró Córdoba , que para perpetuar su m é -
lanzaron hasta meterse en el pueblo , su- rito , honrar su memoria y dar á su familia
friendo á quema-ropa el fuego de los p a r a - una prueba del aprecio en que le tenian sus
pelados infantes. Pero resueltos á rehabili- compañeros, ordenó á Espartero dispusiese
tar el honor del cuerpo, nada temían ya; se que su división llevase luto por tres dias, y
habían propuesto vencer ó morir, y vencie- que mientras durase la campaña , el regi-
ron. Y como si aun no hubieran dado bas- miento de Húsares de la Princesa , á cuyo
tantes pruebas de valor, como si no hubieran frente murió , no pasase jamás revista de
ya reparado anteriores faltas, Espartero, que comisario sin que fuera Elío llamado por su
ve que el enemigo se abriga en el pueblo grado, nombre y apellido, para que el p r i -
d e Orduña , se decide á penetrar en é l , y mer húsar que formase respondiera en alta
lo hace con temeridad sin igual á la cabeza v o z : Muerto en el campo del honor por la
de unos cuantos húsares, mandados por su causa de la patria; pero después de cubrir
teniente don Gaspar Rodríguez. de gloria á las armas de este regimiento y
Llegan á la plaza estos bravos , sufren al ejército del Norte, en que servia volun-
en ella el fuego de medio batallón ; pero tario. Al mismo tiempo disponía que el día
tienen la suerte de no perder mas que un que Espartero señalase se le hicieran pom-
c a b a l l o , y desalojan á los carlistas, que posas exequias fúnebres como á brigadier,
corren despavoridos en vergonzosa retirada costeadas por suscricion voluntaria de las
por la puerta de Bilbao. Al estremo opuesto planas mayores del arma de caballería del
de la población consiguen las armas libe— ejército , y se pusiese una lápida sobre su
tumba con la inscripción que los oficiales de
Húsares acordasen enlre sí para honor de
su nombre.
(4) Desde la derrota que en Fuenmayor
hizo esperimentar Zumalacárregui á los Hú- Asi se hizo todo público en la orden g e -
sares , s e g ú n manifestamos en el tomo I , p á - neral del ejército , que aplaudió desde e n -
gina 242 columna p r i m e r a , decayó tanto el
ánimo de este c u e r p o , que era objeto del m a - tonces á los Húsares de la Princesa , que
yor desprecio en todos los pueblos , llegando fueron en adelante tan valientes como los
á tal punto , que Córdoba mandó se retirase demás cuerpos del ejército.
al interior por no ser útil en el ejército de Espartero acantonó sus tropas en Berbe-
operaciones. Al saberlo Espartero, y cuando
se dirigía justamente á operar á la izquierda
rana y Espejo á causa de impedir el tem-
de la linea , rogó á Córdoba le concediera l l e - poral nuevos movimientos.
var consigo los Húsares , y lo consiguió al fin
para su gloria y la del c u e r p o , porque á ellos
se debe el triunfo de Orduña.
%l HISTORIA BE LA GUERRA CIVIL.

ción de Eguía; pero éste á quien interesaba


mucho apoderarse de Valmaseda, consiguió
OPERACIONES EN EL CENTRO É IZQUIERDA su objeto tomando también á Mercadillo,
UE LAS L Í N E A S . como hemos visto , no obstante el combale
del 4 de febrero , en el que Ezpeleta resis-
tió el a t a q u e , primero en las posiciones de
XVII. Villacaña y después en la de Vivanco y Lusi-
ñaga. Mas ni Ezpeleta podía solo prolongar
la acción, inferiores como eran sus fuerzas,
Eguía trasladó á Ochandiano su cuartel ni á los carlistas interesaba otra cosa por el
general para observar desde allí á Córdoba pronto que hacerse dueños de las poblacio-
que se preparaba á a t a c a r , á cuyo efecto nes citadas.
dividió sus fuerzas en dos cuerpos que aco- En posesión de e l l a s , podian combatir
meterían por Orduña y Murguía, r e p l e g á n - mos ventajosamente á Ezpeleta , que quedó
dose después y volviendo á la llanada, que- abandonado por haber sido llamado E s p a r -
dando solo alguna fuerza en observación tero con precipitación á Vitoria. Asi lo c o -
del último punto. noció Córdoba, y para sacarle de su i n s o s -
Un ataque general era para Córdoba tan tenible situación , envió en su ayuda la
deseado como necesario á la situación mili- brigada portuguesa , á la que trató de s o r -
tar y política del momento; pero el enemigo, prender Andechaga el 16 de marzo en las
dice , le evitó siempre ; y sin su consenti- inmediaciones del Castillo de Piedra ; pero
miento, repelia , era locura esperarle , por- el arrojo de un batallón de Zaragoza y las
que no se habia dado nunca ni se dará acertadas disposiciones del barón Das A n -
jamás con éxito un caso en esta guerra, tas , frustraron el no mal concebido plan
anadia. carlista.
El dia 1S reconocia el campo medio Lo mismo que de Espartero necesito
atrincherado de Villarreal, detrás de cuyos Córdoba de la brigada portuguesa , y tuvo
parapetos se presentaban los carlistas; y no ésta que volver á Vitoria , reemplazándola
le pareció difícil ni dudosa su conquista; después los tres regimientos que componían
pero sí muy costosa, y el a t a q u e , en su la división de Méndez Vigo.
opinión, no ofrecía por entonces ningún ob- El general en gefe del ejército del Norte
jeto ni utilidad, á no hacerse preciso forzar tenia mucho interés en que se prosiguieran
el paso para socorrer á Bilbao, si como pre- los trabajos de esta parle de la l i n e a , pues
sumía era sitiado , en cuyo caso aseguraba con los triunfos obtenidos por los carlistas
al gobierno que le tomaría, bien fuese á tenían franco el paso para Castilla , d o m i -
viva fuerza ó sorprendiéndole, como hizo nando en el valle de Mena, y ponían en
con el de Urbizu, y trataba de hacer con el aprieto á Bilbao, cuya posesión empezaba á
de Guevara. preocuparles de nuevo, y parecía ser objeto
Al mismo tiempo dispuso aumentar las de muchas de sus combinaciones.
defensas de Bilbao á Portugalete ; y el 16 Por esto se decidió Córdoba á recuperar
hizo una falsa demostración sobre su frente, á Valmaseda y que se prosiguieran las forti-
al que acudieron los carlistas, y corriéndose ficaciones en toda aquella parle de la línea,
entretanto por la derecha, cayó con dos ba- lo cual se iba ejecutando trabajosamente.
tallones sobre el campo atrincherado de Para proteger eslos trabajos y reforzar á
Guevara , y en pocas horas dejó demolidas Ezpeleta , fué enviado Espartero , que se
sus obras, sin que sus defensores tuvieran hallaba en Murguía cuando recibió la orden
tiempo de oponerse ni pudieran estorbarlo de Córdoba. Hallábase en este punto desde
los fuegos ni la guarnición del castillo. el 16 con su división , los escuadrones de
Córdoba se cuidó entonces muy e s p e - lanceros y la brigada Vigo , incorporándo-
cialmente del eslremo izquierdo de la línea, sele el 17 la división Ribero, reuniendo asi
en donde se hallaba don Joaquín Ezpeleta, diez y siete batallones y dos escuadrones.
quien asi que supo el intento de los carlis- En la orden que por conducto de Oráa
tas de atacar á Valmaseda, recogió apresu- remitió Córdoba á E s p a r t e r o , le prevenía
radamente cuatro batallones y cuatro e s - que dejando la división de vanguardia en
cuadrones para marchar en apoyo de la Murguía, marchara con el resto de la fuer-
villa amenazadas, proponiéndose con un za á Amurrio, y destacara desde este punto
movimiento audaz llamar hacia sí la a t e n - la división de Méndez Vigo, para que a d e -
ACCIÓN DE UNZA,

Jamándose sobre Valmaseda, reforzase, c o - hacerse dueños de Uzquiano, marchó á im^


mo dijimos, á Ezpeleta. pedirlo , y lo consiguió cuando ya habian
No pensaba Espartero conveniente esta puesto el pie en lo mas empinado de a q u e -
operación , y asi lo hizo observar, fundán- llas crestas.
dose en la inconveniencia de dividir su Este era el punto que interesaba á am-
gente, esponiéndola asi, y en ser mas a c e r - bos combatientes: á él llevaba Eguía tropas
tado el movimiento á las alturas de Unza y de refresco ; los mas osados subían las dos
U y a r d i , llave de escelentes posiciones. De terceras partes de aquella eminencia ; pero
a c u e r d o , ó en contradicción, se decidió también subian los soldados de la reina y
Espartero á este plan , y marchó con doce hacían un fuego mortífero. Mas no ceden
batallones á Amurrio, donde.pernoctó el 1 8 , por esto los carlistas: á cuerpo descubierto
yendo el brigadier Ribero con otros seis á unos , y guarecidos otros en las q u e b r a d u -
situarse en la empinada cresta de Unza, ras del terreno, se defienden y pelean con
pueblo insignificante. d e n u e d o : la montaña se enrojece con la
sangre que alli se derrama , y aumenta el
estrago una batería de cuatro cañones que
ACCIÓN DE DNZÁ. Espartero manda colocar en una elevación
conveniente.
Tres horas duraba el combate, y el em-
XVIII. peño crecia sin enflaquecer el á n i m o : las
filas se veian mermadas; pero aumentado el
aliento de los que sobrevivían. Espartero se
Al amanecer del 19, Méndez Vigo mar- impacienta, quiere decidir la acción, y p r e -
chó á incorporarse al general Expélela , y para un golpe atrevido: recorre á galope su
Espartero tomó el camino de Orduña con línea , escita el entusiasmo de todos con su
todas las precauciones que exigía la v e c i n - presencia y sus palabras de fuego , y al oir
d a d del enemigo. No bien llegaron las que los soldados le piden una carga d e c i -
avanzadas á O r d u ñ a , cuando se presenta- siva, toda la línea se mueve rápida y simul-
ron los carlistas coronando la alta cima de táneamente, y desprendiéndose de las cum-
la P e ñ a , enseñoreándose otras fuerzas al bres se precipita como un torrente desola-
mismo tiempo de las alturas que dan frente dor sobre las posiciones carlistas. No es ya
á la de Unza, donde se hallaba la vanguar- el plomo el que hiere ; son. las bayonetas:
dia. Proponíanse los carlistas empeñar á con ellas se pelea esforzadamente, y con
Espartero en un movimiento sobre la iz- ellas se rechaza á los carlistas sobre O r d u -
quierda de Orduña , en tanto que el grueso ña , adelantándose la mayor parte hacia
de sus fuerzas batia á Ribero. Espartero, Amurrio.
que comprendió este plan , trató de unirse Espartero reunió las tropas en Unza
con la división de Unza, y al efecto salieron para regresar á Vitoria , haciendo asi i n -
sus tropas de Orduña, avanzando en colum- fructuoso tanto heroísmo, tanta sangre d e r -
nas paralelas á enseñorearse de la eminen- ramada. Pero faltábanle municiones, tenia
cia de Antomaña. Los carlistas, que d e b i e - interrumpida la comunicación con el g e n e -
ron conocer esta intención, se esforzaron en ral en gefe, y los carlistas no se considera-
cerrar el desfiladero de este último punto; ban vencidos. Espartero no podia seguir
pero situó Espartero en la llanura un b a - mas adelante , no podia permanecer en
tallón, y al frente de tres escuadrones p r o - Unza : aquella noche pernoctó en Subijana
curó franquear con el acero la garganla de de Morillas, y ei 20 fué á Nanclares, e n -
Antomaña, y lo consiguió bizarro. trando el 21 en Vitoria con el prestigio de
No estaban sin embargo vencidos los la victoria.
carlistas, que se presentaban en actitud im- Eguía se jactaba de haber impedido el
ponente. Creyó Esparlero que su enemigo paso á Espartero , y éste de haber hecho
aspiraba á dominar la altura por la parle de retirar á su conlrario de las posiciones e s -
Uzquiano ; y siendo este punto importante, cogidas en que le habia esperado.
se apresuró á ganarle , cubriendo con sus Mil hombres costó á unos y otros ganar
tropas una línea de mas de una legua, o p e - y abandonar unas posiciones. A esto se r e -
ración tan acertada como bien ejecutada. ducía aquella guerra. Peleóse alli como en
Ribero en tanto , al ver que los m o v i - todas partes, con arrojo y constancia , sien-
mientos de los carlistas se encaminaban á do dignos competidores de Espartero , R i -
TOMO I I I . ¿
20 HISTORIA DE LA GUERRA CIVIL.

bero, O'Donell y Méndez Vigo ; Egnía , La , andado doce leguas sin comer antes de e n -
Torre, Guibelalde, Sanz, Arroyo é Iturríza. trar en acción (1).
La división Ribero fué la que mas padeció.
La acción de Unza fué para todos g l o -
muchos años. Unza 20 de marzo d e 1 8 3 3 . —
riosa ; pero estéril para todos en resultados. Excmo señor.—Bernardo Alonso Santocildes.
Los dos partidos la presentaron como un — E x c m o . señor general en gefe.
triunfo para su causa, diciendo Eguía en su (1) Ribero fué promovido por su heroico
parte que la precipitación con que se retiró comportamiento en esta batalla al empleo do
Espartero , no le permitió llevarse algunos mariscal de campo.
«Avanzaban los enemigos on c o l u m n a s ,
heridos que quedaron a b a n d o n a d o s , según protegidos por sus guerrillas y cuatro escua-
manifestó Santocildes ( 1 ) . drones ; y aunque fueron contenidos algún
El triunfo, sin embargo, fué indudable- tiempo por una carga q u e les dio Espartero
mente de Espartero , aunque no le a p r o v e - con los húsares , acudiendo m a y o r e s fuerzas,
recibieron las tropas la orden d é continuar s u
chó , porque era materialmente imposible, movimiento sobre Unza , quedando O'Donell
á no emprender otra acción, para la que no encargado de irse retirando por e s c a l o n e s ,
tenia elementos. reteniendo al enemigo basta atravesar el lla-
Tampoco podian avanzar los carlistas: no y llegar al pie de las alturas : en ellas h a -
bía tomado posición el brigadier R i b e r o , y la
estaban cansados y estenuados, pues habían
primera división debia verificarlo s u c e s i v a -
mente. Formados los batallones de Gerona e n
(1) E x c m o . señor: cumpliendo con las ins-
columnas cerradas por e s c a l o n e s , y teniendo
trucciones de V. E. y las que posteriormente
desplegadas en tiradores tres de s u s c o m p a -
me dio el mariscal de campo don Simón de La
ñías, protegidas por dos escuadrones , ejecutó
T o r r e , he salido esta mañana del pueblo de
O'Donell su movimiento de retirada paso á
Amurrio con v e i n t e y cinco caballos del s e - p a s o , reprimiendo á los e n e m i g o s , y r e c h a -
g u n d o p r o v i n c i a l , á fin de observar y picar la zándoles siempre q u e quisieron cargar s u s nu-
retaguardia del e n e m i g o , que precipitadamen- merosas guerrillas, sostenidas por su c a b a l l e -
t e s e fugó anoche , y reconocer el campo d e ría y p o r ' l o s batallones q u e habían entrado
batalla de ayer. El resultado , Excmo. señor, ya en la línea. Al llegar al p i e de las alturas,
consiste e n q u e d e s p u é s de haber ocupado entra el camino en una barrancada q u e forma
toda la caballería y la de los oficiales en la un pequeño desfiladero ; y para proteger el
conducción de s u s heridos , emprendieron su paso por éste de la caballería , dispuso O'Do-
retirada por caminos sumamente difíciles á nell q u e el primer batallón d e Gerona d e s p l e -
las once de la noche , h a s t i cuya hora, d e s d e gase e n b a t a l l a , apoyando la izquierda en dos
que cesó el fuego, se replegó á la entrada del casas, y sosteniendo la derecha cubierta por el
monte de Sanligo por el pueblo de Jocano, segundo batallón en masa , bajo la protección
donde v en los inmediatos permanecen ahora, del fuego del batallón desplegado : la caballe-
que es la una de la t a r d e , con armas en p a - ría pasó efectivamente el desfiladero , verifi-
bellón, y s e dice caminarán hacia Vitoria por cándolo después el 2.° batallón d e Gerona: en
la Puebla d e Arganzon: q u e curaron m a s de cuanto al primero, lo hizo asimismo á reta-
quinientos heridos en el pueblo de Unza, d o n - g u a r d i a , con la misma serenidad con que s e
de con la precipitación de su marcha dejaron hubiera producido en una parada, bajo la p r o -
v e i n t e y seis , q u e h e dispuesto trasladar al tección de las compañías d e tiradores q u e h a -
hospital d e Orduña ; y por no haberlos curado bían ocupado las alturas que dominaban el
sus compañeros han fallecido ya cuatro. Me he camino: O'Donell hubo d e ser el último que
apoderado de un caballo también herido q u e pasó el desfiladero , acompañándole su a y u -
abandonaron. En su línea de batalla y posicio- dante d e orden y un ordenanza d e caballería.
n e s sucesivas q u e ocuparon , s e ha dado s e -
pultura á unos cincuenta m u e r t o s ; pero m e Este mismo gefe fué encargado d e d e f e n -
aseguran los paisanos de O y a r d o , Unza y U r - der con su brigada la izquierda de las p o s i -
quiano, que en una pieza inmediata á este ú l - ciones d e Unza , lo que verificó, rechazando
timo, precipitaron una infinidad de ellos, cuya c o n s t a n t e m e n t e los empeñados ataques q u e
operación hubieran practicado con todos los el enemigo dirigió sobre aquel punto; y c u a n -
•demás si su anticipada fuga no s e lo estorbara. do el general Espartero dio la orden para c a r -
S e cuenta un coronel muerto y varios oficia- gar sobre los carlistas , O ' D o n e l l , puesto á la
l e s , siendo de esta clase muchísimos los heri- cabeza d e las compañías de t i r a d o r e s , y sos-
dos; y tanto oficiales como tropa maldecían al tenido por los batallones d e su mando, arrolló
al e n e m i g o , persiguiéndole hasta el valle de
gel'e que los conduce á este pais , publicando
Orduña.
q u e siempre se van descalabrados. Los paisa-
nos de estos pueblos han recogido muchísimos En este dia mereció O'Donell los mas d i s -
fusiles , que indicaré al comandante de armas tinguidos elogios del general Espartero; e l o -
de Orduña se los mande presentar. Cuantos gios que repitió d e s p u é s , encontrándose e n
pudieron inutilizar en el campo lo hicieron; Vitoria al general e u gefe , á quien rogó a p o -
p u e s está lleno de vestigios do haberlo asi he- yase la propuesta de brigadier que hizo en su
c h o , como igualmente de morriones y otros favor por creerla de rigorosa justicia. Apro-
efectos do muy mal uso. Dios guarde á V. E. bado por S. M., O'Donell ascendió á dicho em-
OPERACIONES VARIAS. 27

cuatro que tenia , á las fuerzas de Córdoba


MOVIMIENTOS DE EGUIA. acantonadas en Vitoria y pueblos inmedia-
tos , decidido siempre á conservar sus p o s i -
ciones , y aun á picar la retaguardia de su
XIX. contrario si pronunciase movimiento , s i -
guiendo á Espartero. Tan acertada fué esta
disposición, que no podia menos de p r o d u -
Villarreal, siempre en observación , al cirle importantes resultados.
saber la marcha de Eguía para Ceanuri á la El 20 de marzo estableció Eguía su
vista de Espartero , dispuso que la brigada cuartel general en Llodio , donde tomó su
Tarragual en Ochandiano , é Iturralde, c u - Iropa el descanso que tanto apetecía y n e -
briesen con cinco batallones las avenidas cesitaba después de la acción del 19. D e s -
de Arlaban á Salinas , próximo él con los de Llodio se trasladó á Arrancudiaga el 23
del mismo , continuando su marcha el 24
pleo con la antigüedad de la jornada de Unza, para Ochandiano; pero el mal temporal que
el 19 de marzo. reinó aquel dia le obligó á detenerse en
C e a n u r i , donde celebró pomposamente la
(Estado Mayor General del ejercito, Bio- fiesta de la Encarnación en su dia 2 5 . El
grafía de O'Donell.) 29 se hallaba con su cuartel en Escoriaza,
y según se había propuesto , se dispuso á
Antes de terminar este a r t í c u l o , consig- atacar la plaza fortificada de Lequeitio.
naremos unas líneas que sirven de consuelo
en medio del horror que inspiran tantos actos
de barbarie que algunas v e c e s ejecutaban unos
y otros combatientes. OPERACIONES VARIAS.
Fué hecho prisionero en la anterior ac-
ción un capitán del ejército liberal y le con-
dujeron á la presencia del conde. Como ge- XX.
neralmente s u c e d e en estos casos no l l e v a -
ba el infeliz otro abrigo que la camisa , única En tanto que tenian lugar estos encuen-
prenda que sobre su cuerpo le habian dejado, tros formidables, no eslaban ociosas las co-
y que no era la m a s a propósito para un dia de
marzo y en la Peña de Nerva. Eguía al verle lumnas de ambos ejércitos, que desde los
en tan deplorable estado olvidó la condición Alduides se estendian hasta cerca de San-
de enemigo acordándose do que solo era su tander , siguiendo las líneas , y aun las que
compatriota, y mandé á uno de sus ayudantes asediaban á San Sebastian y á Bilbao.
que le diera él capote con que éste se abriga-
ba. Asi se ejecutó, y el oficial de la reina, c u - Sabe don Castor de Andechaga el 8 de
yo nombre ni aun le fué p r e g u n t a d o , salvó enero en Sodupe que unos doscientos c i n -
quizá su vida contra el rigor de la i n t e m p e - cuenta hombres de los que componían la
rie , poniendo acaso en riesgo la del espresado guarnición de Va.lmaseda, se hallaban en
ayudante, quien repetidas veces refirió luego
Zalla, y con casi igual fuerza marchó á este
el s u c e s o , cual sin duda lo hará en el dia con
mas satisfacción, pues adherido al convenio punto, dejando el resto de reserva en el a n -
de Vergara, milita en las filas de los que eran t e r i o r , á fin de coger entre dos fuegos a i
entonces sus enemigos. Véase otro notable s u - enemigo. Proponíase , no solo b a t i r l o s , sino
ceso casi simultáneo del anterior. H e r m e n e - impedirles recolectasen las provisiones que
gildo O r t e g a , soldado de la segunda compa-
ñía de g^auaderos del regimiento de la P r i n -
necesilaban , para lo cual había efectuado
cea , dio tan marcadas pruebas de su sin igual aquella salida, con intento de ir á San Juan
arrojo, que mereció se le adjudicase un p r e - de Arriba y Gordejuela.
mio de 6 reales diarios á contar d e s d e el a n - Mas sospechando quizás los de Y a l m a -
terior e n e r o ; que fuesen curadas sus heridas
con las hilas elaboradas por las manos de la seda su intento , se dirigieron á apoderarse
r e i n s ' t s a o e l ; que se le concediese la cruz de de la cumbre de Pincuergun, situada entre
San Fernando con la pensión de 20 rs. m e n - Gordejuela y Zalla , para sostener mejor su
s u a l e s ; que se le a t e n d i e s e para el ascenso á retirada. Pero era esta cumbre la posición
sargento s e g u n d o ; s e inscribiese su nombre
elegida también precisamente por los c a r -
en la orden del c u e r p o , y que el m é d i c o - c i -
rujano mayor y el contralor del hospital á listas, y unos y otros subieron á ella por di-
quienes eficazmente estaba recomendado, die- ferentes lados, encontrándose en la eminen-
sen parte diario del estado de su salud, y para cia , trabándose un choque que se sostuvo
que tantos honores y distinciones sirvieran de por ambas parles con denuedo hasta la l l e -
justo e s t í m u l o , fué leida la real orden á las
compañías por sus respectivos gefes.
gada de la reserva carlista, que hizo crítica
la situación de sus contrarios, precisados a
28 HISTORIA DE LA GUERRA CIVIL.

ceder el campo con pérdida de hombrea y se recursos ó conducirlos de uno á otro pun-
provisiones, que quedaron en poder del to , verificándose choques como los de los
v e n c e d o r , y unos diez y siete prisioneros, altos de Marieta, Azua y Mendijuz, sucedi-
con que salió indemnizada la pequeña p é r - dos á poco de las ya referidas acciones de
dida que también esperimentaron los de An- Arlaban: perdiéronse algunas provisiones, y
dechaga. quedaron prisioneros algunos ingleses, que
Al eslremo opuesto, el comandante g e - fueron conducidos á Heredia para ser fusi-
neral de Navarra, don Francisco García, lados con arreglo á las órdenes de don
participaba desde Eslella el 2 3 , que el c o - Carlos.
ronel comandante del 10.° batallón de aquel Don Juan Manuel Sarasa, que como co-
reino le d e c i a e l 20 desde Olagüe, que en mandante general de Vizcaya procuraba e s -
aquel d i a , la columna liberal de la ribera trechar cuanto podia á los bilbaínos, iba
se había movido al valle de Aezcoa empren- adelantando su cerco, aunque trabajosamen-
diendo él su movimiento desde Viscarret, te, por la continua resistencia de los de la
para salir de acuerdo con Echarte y Gor- plaza, que impulsados por su ardimiento,
d e u , situado el primero en el Espinal, y el y deseosos de libertarse de las vejaciones
segundo en Zunzarren, al encuentro del consiguientes, hacian continuas salidas, ya
enemigo. Mas no siendo fácil la ejecución á sorprender un puesto avanzado, ya á d e s -
de este plan, emprendió la marcha para truir un punto cualquiera fortificado.
Linzuain , adonde llegó Cordeu, y tomando Interesaba mucho á los bilbaiuos d e s -
posiciones, sostuvieron la carga de una truir las casas inmediatas al puente nuevo
parte d é l a caballería contraria. Flanqueaba de Bolueta, é hicieron el 9 de febrero una
en tanto una columna de infantes el ala de- s a l i d a , ocupando los altos del Morro y
recha de los carlistas, cuyos guias tuvieron Ollargan , adelantándose parle de la fuerza
que retirarse, quedando en posición algunas hasla la confluencia de los dos caminos,
compañías de tiradores que' se batieron b i - desde donde tuvieron que retroceder los
zarramente, «deteniendo al enemigo, dice carlistas, que en vano trataron de oponér-
el gefe carlista, por espacio de una hora, seles. Conocía Sarasa que el objeto de los
sin permitirle avanzar ni un paso; y habien- liberales era incendiar las casas contiguas á
do estos valientes, continúa, concluido sus dicho crucero, en las que se abrigaba la
municiones, quisieron arrojarse sobre el ene- guerrilla permanente, destinada al puente
migo á la bayoneta, á la voz de viva Car- nuevo de Boluela, y mandó al punto refor-
los V . ; pero se lo impedí, al advertir que zar las fuerzas que allí tenia, al mismo tiem-
la columna del ala derecha trataba de c o r - po que mandaba á oirás tomar el alto que
tarles, con lo que me dieron lugar para dominaba á Ollargan, trabándose, de con-
tomar otras posiciones mas ventajosas, v e - siguiente , una pequeña escaramuza que ter-
rificándolo con las cuatro compañías del minó con la retirada de los liberales, d e s -
12.'•' batallón, al mando de su comandante pués de haber prendido fuego á tres casas,
don Aniceto Elao, que llegó á la sazón por con lo que dieron por conseguido su princi-
haber recibido aviso de antemano.» pal objeto.
No cejaron, sin e m b a r g o , los carlistas Al dia siguiente hizo también otra s a -
en su empeño de molestar á la columna l i - lida la guarnición de Bilbao, con el fin de
b e r a l , y en Cilbeli y otros puntos inmedia- reforzar los puntos avanzados, trabándose
tos sostuvieron porfiadas escaramuzas que igualmente olra escaramuza casi en los mis-
no dejaron de causar alguna pérdida en las mos sitios que el dia anterior; pero sin
filas do la reina, sin que fuese igual la que que en una ni en otra fuese considerable la
esperimentaban las de Carlos, porque com- pérdida de ambos combatientes.
batían en muchos puntos al abrigo de las San Sebastian no se veia menos moles-
defensas con que brindaba el terreno. tado que Bilbao, y en el mismo dia 10 hizo
Las tropas liberales siguieron su m a r - la guarnición una salida tan impetuosa, que
cha , y las carlistas se retiraron á pernoctar desconcertó la línea, infundiendo el e s p a n -
á E u g u i , donde se hallaban otras c u b r i e n - to y el terror (1) en el primer batallón de
do la Foz d e U r t a s u m , para impedir que Guipúzcoa que les hacia frente. El oporluno
aquellas fuesen ¿orladas por aquel camino. auxilio que prestó el comandante g e n e -
Casi al mismo tiempo procuraban i m p e -
dir en el centro d é l a línea las incursiones (1) Son palabras del mismo parto dol gofo
que haeian los enemigos para proporcionar- carlista bagastibelza.
SITIO Y TOMA DE LEQUEITIO. 29

r a l , aunque de soldados bisónos, reanimó


á los que h u í a n , quienes trataron de vengar
su derrota, batiéndose como leones contra SITIO T TOMA. B E LEQUEITIO.
los de la plaza, que tornaron á la misma,
habiendo producido y esperimentado b a s -
tantes bajas, y entre estas las sensibles de XXI.
algunos oficiales, cuyo arrojo les costó la
v i d a . Duró el combate unas seis horas, y
fueron incendiados varios caseríos. Tiempo hacia que el general en gefe del
En otros puntos donde no babia que t o - ejército carlista revolvía en su mente el
mar la defensiva, tomábase por unos y otros pensamiento de apoderarse de Lequeitio, y
la ofensiva, haciéndolo asi en Navarra su á este fin hacia el comandante general de
comandante general don Francisco García, ingenieros los estudios y trabajos necesa-
que sin bastantes fuerzas para provocar á rios. E g u í a , que acechaba una ocasión p r o -
las que ocupaban aquella parle de la línea, picia, aprovechó el movimiento de C ó r d o -
acechaba de continuo los movimientos de ba hacia Navarra, y con los batallones de
pequeñas columnas ó de partidas que c o n - la división castellana , marchó el 7 por Ver-
voyaban provisiones, y lessalia al encuen- gara y Elgoibar, donde estaba reunido el
t r o , haciéndolo con buen éxito el 19 cerca pequeño tren y parque de artillería, y per-
de Puente la Reina, donde casi á la vista noctando en Motrico, fué por Ondarroa á
de su guarnición se apoderó de sesenta y M e n d a z a , y se presentó el 10 delante da
dos cargas de trigo y harina, que tuvieron la villa, cuya posesión apetecía.
que abandonar los que las custodiaban por Los montes Lumencha y Otoño, al p e r -
salvar las demás y salvarse. der sus faldas en el borrascoso mar de Can-
Don Pablo S a n z , y otros en la misma t a b r i a , forman una pequeña abertura, en
provincia, hacian de cuando en cuando cuyo seno está situada la alegre villa de
iguales embestidas con mas ó menos for- Lequeitio, casi á igual distancia marítima
tuna; sin embargo de q u e , por sus b u e - de San Sebastian y de Bilbao, y separada
nas confidencias, salian por lo general á de esta última, por tierra, nueve leguas.
golpe s e g u r o , y aprovechando especial- Su vecindario era de cerca de quinientos
mente la marcha de Córdoba á Vitoria, c u - vecinos. Sus casas, de sólida construcción,
yo suceso les proporcionó conseguir algunas están bañadas hacia el Norte por las olas
ventajas sobre las guarniciones de algunos del m a r , y al Oeste por un riachuelo. En
p u n t o s , y especialmente sobre el batallón de el estremo Este del pueblo hay un pequeño
África el i de marzo á las inmediaciones de puerto artificial para buques de poco porte.
Linzuain. Verificóse dias después casi en En medio de la ensenada estala isla de San
este mismo sitio un encuentro con los a r g e - Nicolás, y el puente de Isunza, de fuerte
linos , harto sangriento por el rigor con que y atrevida estructura, único paso de comu-
unos y otros trataron á los prisioneros, que nicación que por aquella parte tiene Lequei-
fueron degollados ó fusilados. Los carlistas tio : en todas las demás avenidas no hay
alegaban para su crueldad la condición de m a s q u e veredas dificultosas, aun para la
estrangeros y voluntarios, y estos la n e - gente de á p i e , y hasta el camino de Ispar-
cesidad de las represalias. No daban asi t e r , que es el menos malo de cuantos c o n -
cuartel unos ni otros, llegando el caso de curren á este pueblo, está abierto á pico
hacer los voluntarios por la r e i n a , llamados sobre un terreno tan desigual y pendiente,
peseteros, algunos prisioneros, y e n t r e g a r - que asusta al forastero que por primera vez
Jos á los franceses que los inmolaron en s e - le practica. Solo los atrevidos ó industrio-
guida. sos naturales pudieran conseguir hacer r o -
Molestaba demasiado á los carlistas la dar por aquellos vericuetos sus carretas t i -
línea en e s t a p a r l e , y si bien el mal tiempo radas por amaestrados bueyes. Por la parte
les impedia efectuar las operaciones que les del S u r , y tocando al pueblo, se eleva una
hubieran proporcionado romperla por a l - colina llamada el Calvario, de forma c ó -
gún punto, procurábanlo á pesar del estado nica , y cuya cúspide domina todas las ave-
del terreno, mas no lo conseguían, sino nidas del pueblo, escepto la cumbre del
momentáneamente, y alguna Vez L u m e n c h a , que es superior á aquella; pero
es al mismo tiempo inaccesible por todas
parles,
30 HISTORIA DE LA GUERRA CIVIL.

Con esta exacta idea de la topografía de tres batallones con el comandante general
Lequeitio , se comprende el estado de d e - Gómez y de gefe de estado mayor don Car-
fensa en que se encontraba en la época á los Vargas. En la izquierda el resto de la
que nos referimos. En la cúspide de la c i - división se hallaba á las órdenes de su s e -
tada colina había un castillo que harria t o - gundo comandante general Gibelalde, con
das las avenidas del p u e b l o , incluso el el primer ayudante del estado mayor g e n e -
puente , y hasta podía hacer fuego al mar ral Castells.
por encima de la población: sin que dicho Al claro y sereno amanecer del 12 de
fuerte pudiese al parecer ser batido, porque a b r i l , el cuerpo de artillería habia e s t a b l e -
en ningún punto conveniente podia estable- cido cinco piezas de grueso c a l i b r e , un
cerse artillería, ya por la naturaleza del obús y un mortero , que de diez á once de
terreno, ya por los fuegos de las baterías. la mañana rompió su fuego contra las b a t e -
La isla de San Nicolás estaba fortificada con rías del Calvario. Sorprendente fué su acier-
varias obras y cañones, y hacían imposible to : cada disparo aumentaba en las tropas
su asalto el mar que la rodeaba y la estruc- preparadas al asalto en la alameda del p a -
tura de los peñascos que la servían de base: lacio de Adán el afán de darle, como lo
no tenia mas acceso qne unos malos y d e s -
5
ejecutaron con heroica decisión, asombrán-
iguales escalones, por la parte que mira al dose el mismo Eguía al ver trepar su gente
p u e b l o , en cuyos angostos y desiguales con el fusil á la espalda por aquellos v e r i -
peldaños apenas cabia inseguro el pie de un cuetos. A las tres de la larde ya estaba con-
hombre: y esta senda, ademas, se hallaba quistada aquella fortaleza, que por su po-
espuesla al fuego rasante de una batería sición , debía creerse inaccesible é inespug-
construida á muy corta distancia en la pun- nable.
ta Este del pueblo. Este se hallaba también Conseguida esta ventaja se volvieron las
competentemente aspillerado: en su puerto piezas contra la villa, cuya guarnición veja
habia siempre algunas trincaduras de guer- lo infructuoso de sus esfuerzos y el regocijo
r a , y los vapores tocaban y comunicaban de los carlistas por la seguridad que tenían
diariamente con la plaza. Era esta, pues, en el resultado de su empresa; y en medio
inespugnable en tal estado, contando á la del estruendo del cañón, del silbido de las
sazón con abundantes provisiones de boca y balas, y de la gritería g e n e r a l , espectáculo
guerra, con diez y nueve piezasde artillería, imponente, que solo puede concebirse p r e -
material y unos mil hombres de guarnición. senciándole, descendieron los carlistas del
Importábale á lígula colocar alguna pie- castillo, al mismo tiempo que el general en
za en el empinado Lumencha; pero lo j u z - gefe avanzaba por el arenal con otras t r o -
gaban imposible los ingenieros, y llamando pas , y el pueblo fué lomado por asalto en
entonces el general á" unos paisanos, les breve'tiempo. La guarnición de la isla capi-
dijo el parecer de sus oficiales facultativos, tuló al momento, y las tropas de don Carlos
y escitó el amor propio de aquellos l a b r i e - se hicieron dueñas'de t o d o , y de ochocien-
gos de tal manera, que se comprometieron tos hombres; concediendo generosamente á
á conducir y colocar con el mayor sigilo y los que no capitularon la consideración de
en una noche la artillería en el sitio d e s e a - prisioneros.
do por Eguía, y asi lo cumplieron con Eguía , recorriendo en seguida las c a -
asombro , no solo de los carlistas, sino de lles , contuvo el saqueo comenzado. Resta-
los defensores de Lequeitio, que juzgaban bleció el ayuntamiento anterior á la o c u p a -
imposible tal operación, y cuyos fuegos ción de la villa por los liberales, publicó un
eran terribles para la villa. bando para que se presentasen las armas y
A pesar de las contrariedades del t e r - efectos de todas clases que pudieran tener
reno y del temporal, y del fuego de artille- los vecinos pertenecientes á la guarnicióní
ría que la plaza hacia contra los emplaza- á dependencias públicas, y exigió lisias no-
mientos de los carlistas , asi como la de a l - minales de los urbanos y urbanas (1) , con
gunos vapores que por la espalda del monte espresion del destino de los ausentes, y dis-
Lumencha pasaban á San Sebastian y Bilbao, puso la presentación de los que se hallasen
principiaron el 11 los trabajos de las b a l e - en el pueblo.
rías sitiadoras, que se continuaron de n o -
c h e , ayudados por un batallón de la d i v i - (!) Las u r b a n a s , como casi todos los mas
comprometidos , marcharon á San Sebastian,
sión castellana. Los cuerpos de ésta se h a - escepto unas trece á quienes Eguía exigió 320
bían dividido en esta forma; en la derecha reales para gastos de guerra.
SITIO Y TOMA DE LEQUEITÍO. SI

Eguia calculó la pérdida de su fuerza «Los generales que estaban cerca de es-
en setenta hombres; pero recibió incremen- tos puntos, no eran responsables de su p é r -
t o , pues que los destacamentos de artille- dida, porque ni ellos tuvieron noticias s u -
r í a , zapadores y del provincial que se h a - ficientes, lo cual sucede siempre á todos en
llaba en la isla pidieron servir en las lilas esta malhadada guerra, ni el rigor de la es-
de don Carlos y les fué concedido, siendo tación, ni la desventaja de las circunstan-
destinados al servicio de sus respectivas ar- cias generales, podian oponer mayores o b s -
mas, marchando la guarnición déla plaza en táculos á una operación que había de ser
número de seiscientos al depósito de Lazcano. rápida y era en estremo difícil y peligrosa.'
La adquisición de Lequeitio coronó la Ademas, es claro que habiéndose rendido al
serie de conquistas que para su reputación instante Yalmaseda, hizo imposible su so-
y gloria del ejército consiguió Eguía , su corro. Plencia tampoco dio lugar á ello por
gefe. Guetaria, Valmaseda,Mercadillo, Plen- su corta defensa, y de lodos modos, las ten-
cia, y Lequeitio, eran otras tantas a d q u i s i - tativas encaminadas á socorrer este punto,
ciones de importancia, no solo por sí m i s - hubieran traído un evidente aumento de
m a s , sino por las a r m a s , municiones y v í - males, sin fundada esperanza de evitar su
veres que contenían, y los soldados que pérdida; y era mucho lo que se habría arries-
dieron á las filas de don Carlos, amenguan- gado por salvar una parle harto pequeña.
do tanto las de la reina. Desde que cambió la guerra de escala y
Córdoba no se consideró responsable de carácter, desde que el interior del pais dejó
todas estas pérdidas. No aceptó la de L e - de ser transitable por la pérdida de los
queitio por las repetidas y enérgicas ó r d e - veinte y tantos pueblos fortificados que le
nes que había dado para su evacuación, que guarnecían, quedó el ejército en la imposi-
consentida por el gobierno, no pudo r e a l i - bilidad de socorrer los puntos de la costa, y
zarse á causa del temporal horrible que i n - debieron estos ser abandonados si sus d e -
terrumpió la navegación de las costas. fensas propias y los socorros que pudiere
llevarles la escuadra no bastaban á s a l v a r -
En cuanto á Valmaseda y Plencia, dice
los, como á San Sebastian, ó si su grande
que para culparle era preciso probar que el
importancia material, moral ó política no
objeto que le llevó al otro estremo de la lí-
justificaba una escepcion como la que á cos-
n e a , no era g r a n d e , urgente é indispensa-
ta de los mayores esfuerzos, peligros y s a -
ble , cuando el gobierno, la prensa y el p ú -
crificios se ha hecho en favor de Bilbao, cu-
blico clamaban porque se asegurasen los
ya heroicidad ha sido, á mas de su prepon-
v a l l e s , y no podian ser estos asegurados s i -
derancia local, un nuevo título, el mas s a -
no por la línea comenzada; que dejó en
grado sin duda, para que lanías veces se
Álava pocas fuerzas para atender á la p r o -
haya estado jugando la causa pública sobre
tección del centro é izquierda de la línea, y
sus débiles muros. ¿Quién podrá calcular
ya se vio que no hubo semejante imprevi-
lo que al ejército, á sus generales y al g o -
sión atendiendo al número de tropas que
bierno ha costado el sostener aquella plaza
dejó; y que no hubo en él descuido en so-
contra lodos los principios del a r t e , ora se
correr los puntos a t a c a d o s , cuando se vio
apliquen á la situación del ejército que ha-
que la primera noticia que de ellos recibió
bia de socorrerla, ora al pais por donde t e -
fué su p é r d i d a , porque se rindieron tan
nia éste que hacerlo, ora, en fin, á las c i r -
pronto , que ni los generales Evans y E s -
cunstancias topográficas de un punto á to-
partero que se hallaban mas inmediatos, t u -
das luces indefensibie, de un punto que los
vieron tiempo para auxiliarlos.
franceses, con lantasventajas materiales co-
No puede,en efecto, culparse á Córdoba mo nos llevaban no quisieron ocupar nunca
de la pérdida de estos puntos, ni c u l p a r e - y tuvieron siempre por infortificable en la
mos tampoco á los generales referidos, por guerra de la independencia, á pesar de que
que no era empresa tan fácil ir en su ayuda Mina nunca tuvo diez mil hombres ni mas
creer, como se creia entonces, que basta- de dos malas piezas de artillería? Bilbao ha
a á un general el querer batir al enemigo, sido un objeto de conslanle ocupación y zo-
seria una candidez como la de los que en zobra para el ejército, de incesante y escla-
aquel tiempo veian y manejaban la guerra vizadora vigilancia para sus generales.
desde Madrid.
Asi !o demuestra Córdoba, sin embargo «Nunca le perdió de vista el enemigo
de que pudo haber añadido mucho mas á en sus operaciones; siempre consiguió con
este párrafo de sus Memorias. . este medio perturbarla marcha de las mi as»
HISTORIA. DE LA GUERRA CIVIL.

ya obligándome á volar á la defensa • de ese les , que no pudo realizar por falta de t o -
punto, si le amenazaba seriamente, ya s u - mador.
jetándome eon meras demostraciones á m o - Córdoba se quejaba de que no tenia d i -
vimientos correlativos que no podia empren- nero cuando los carlistas pagaban á sus tro-
der sin perjuicio de las demás empresas; pas, y ofrecían pagar en adelante á los pue-
demostraciones que no me era lícito d e s p r e - blos sus suministros ( 1 ) , gratificando a los
ciar nunca, pues á cada momento podían, desertores, con lo que asi se aumentaba la
descuidándome yo, convertirse en asedio deserción en las filas del ejército.
formal. Bibao en fin, fué para mí un grille- Añadíase á estos males el apuro en que
te mientras mandé el ejército; la publica- se encontraba San Sebastian, y se hacían ca-
ción de mi correspondencia puede solo ma- da vez mas necesarios y urgentes auxilios
nifestar hasta que punto su conservación ha pecuniarios, sin los que eran inútiles lodos
de ser un título de gloria para el ejército y los demás esfuerzos. Córdoba declaraba que
sus generales; donde quiera que militaren aquella situación no podia prolongarse sin
inteligentes y juiciosos, examinen las difi- peligro de la causa pública, y lo declaraba
cultades, y aprecien los esfuerzos que de para cumplir su mas sagrado deber y salvar
ellas triunfaron.» la responsabilidad inmensa que sobre él p e -
saría sino lo manifestara.
La insubordinación que habia tenido l u -
gar en algunos puntos, la deserción y el
PENURIA D E L E J É n C I T O .
disgusto de las tropas á vista de tan s o m -
brío porvenir, eran presagio funesto de una
inmensa catástrofe. A todo esto, ofrecía el
XXII. gobierno muchos millones y remitía muy
pocos, habiendo dejado de librar once mi-
llones y medio delimporte del presupuesto del
A la comunicación de Córdoba que p r e - mes de marzo, no estando mejor atendidos
sentamos en el documento número 1 , se le los demás, y las atenciones no incluidas
contestó que estaba S. M. muy lejos de r e - en el mismo.
cibir la dimisión que hacia, porque t e n i e n - Sin medios y con tantas privaciones
do el gobierno en él la mas ilimitada con- consideraba el general en gefe -inútil pensar
fianza, como habia procurado manifestár- en operaciones militares. Solo por necesidad,
selo , y habiendo tomado la guerra un y como recurso para no tener al ejército en
aspecto mas favorable que n u n c a , de es- una inacción perjudicial, concertó c o n L a c y
perar era quisiera concluir una campaña Evans marchase á Bilbao y operase sobre
tan hábilmente concebida y comenzada con la costa, llevando consigo el batallón d e
tan buen éxito, y cuando todo, al modo de chapelgorris. Con este refuerzo y los q u i n -
referirlo la real orden, se presentaba con tos que llegaron á la costa, se aumentaron
los mas lisonjeros auspicios. Se le manifes- las fuerzas españolas alli disponibles, se
taba que, dejando el mando, la maledicen- asegurarían aquellos puntos, y se ocupa-
cia le juzgaría de una manera poco favora- rían los de Hernany, Oyarzun, F u e n t e r r a -
ble á ¡a causa d e la reina y de la patria; bía é Irun, y á su apoyo obraría una fuer-
por todo lo que no se podia admitir su d i - za respetable, que se habia de dar la mano
misión, s i é n d o l a esplícitay terminante v o - con la que obrase por Cinco Villas y por el
luntad de la reina gobernadora concluyese camino real de Francia. Se obligaría de e s -
la grande obra de pacificar las provincias
Vascongadas.
(1) Contribuyó poderosamente al aumento
Por lisonjera que fuese á Córdoba esta de los recursos con que contaban los carlistas
comunicación, en nada aliviaba su situación la disposición del gobierno de Francia, fecha
26 de marzo, derogando la de 5 de julio del
agravada en medio de sus apuros, por un año 1855 que prohfbia el tráfico entre aquel
parte del barón Das Antas, manifestándole pais y los carlistas, aun de los artículos q u e
la escasez en que se veia para atender á las no fuesen de guerra. Esta providencia hirió
tropas de su brigada. Córdoba, á pesar de mortalmente el sistema de Córdoba, q u e era el
hallarse exhaustas las cajas, envió una co- de bloquear por todas partes á los carlistas, y
reducir sus recursos, y los proporcionó v í v e -
misión para suministrar raciones de toda res y dinero., porque restablecieron las a d u a -
especie á los portugueses, y facultó á E z - nas, que administraban para eV comercio con
peleta para girar á su cargq_ 2 0 0 , 0 0 0 r e a - I el v e c i n o reino.
ENCUENTRO BE MINANO EL MAYOR. 33

te modo á los carlistas á una poderosa d i - arrojo de su contrario cargó con éxito c a u -
versión de su atención y de su fuerza, a u n - sándole seis muertos y diez prisioneros in-
que temia Córdoba que, cuando estuvieran cluso el capitán de la compañía; y hubiera
reunidas las fuerzas al efecto, habría de sido derrotada completamente, si al ver V i -
lucharse luego con las escaseces, la dificul- llarreal su peligro, no retrocediera al i n s -
tad de comunicaciones y la falta de acierto tante, reprendiera á los brigadieres citados,
ó de concierto en las operaciones. y con su presencia y esfuerzos salvó el r e s -
Las fuerzas quesalieron dePartugalete al to de la compañía.
mando de Clavería para protegerla evacua- A los tiros que resultaron de este c h o -
ción de Lequeitio llegaron tarde, y se frustró que, corrieron á las armas las fuerzas l i b e -
este objeto y el de quemar las lanchas de la rales de'los cantones inmediatos, y Villar-
costa, clavando únicamente la artillería que real mandó avanzar al 4.° batallón deAlava,
los carlistas guardaban delante de! castillo por ser el mas próximo. O'donell desplega
de Guetaria. en apoyo del escuadrón que tenia en el
Casi al mismo tiempo dos regimientos de campo" algunas compañías de Gerona, y
la guarnición de Bilbao se insurreccionan, acomete á los carlistas sosteniendo en dos
y ponen en evidencia de una manera grave columnas cerradas la derecha y el centro
y alarmante el estado de indisciplina que que cubrian el pueblo, protegiendo ^ a p o -
amenazaba, reproduciéndose estos sucesos yando la izquierda con la caballería, en
en varios puntos y teniendo todos por c a u - oposición de la carlista que apoyaba su d e -
sa la miseria estrema que sufrían. recha.
A mediados de abril salen los ingleses Trabada la acción , sosteníase bien por
de Vitoria para San Sebastian, á donde ambas partes sin decidirse por ninguna.
llegan el 22 guiados por Lacy Evans, que Los liberales embestían y los carlistas no
se prepara á combatir las líneas que a s e - perdian un palmo de terreno aunque se les
diaban á l a plaza. causaba bastantes heridos. Cree O'donell
ver aumentarse su enemigo, y temiendo sin
duda el resultado, quiere decidirla y se r e -
ENCUENTRO EN MINANO MAYOR. suelve á lomar la ofensiva con mas empeño.
Manda cargar á su caballería, y que, a r r o -
llado que hubiese á la contraria, e n v o l v i e -
XXIII. se por su derecha á la infantaria que que-
daría de está manera sin apoyo, en cuyo
caso se arrojaría él al mismo tiempo con
El 10 de abril marchó O'donell con una la infantería, y á la bayoneta, sobre los
pequeña división á Miñano, punto el mas carlistas del frente. Mas no consigue su ob-
avanzado sobre el camino de Villareal de jeto y se relira.
Á l a v a , donde se hallaba el general Villar- Ambas huestes tuvieron que lamentar
real teniendo á sus órdenes seis batallones y alguna pérdida.
un escuadrón; estando el primer batallón ' Córdoba llegó con sus ayudantes al final
de Álava acantonado en U r r u n a g a , media de esta pequeña acción para recomendar á
legua avanzado hacia Vitoria. O'Donell.
Alli permaneció algunos días basta que También el parte carlista recomendaba
á las tres de la tarde del 16 salió Villarreal al ge fe de su b a n d o , porque había sabido
con su escolla de caballería, algunos a y u - sostener una acción de tres horas de un
dantes y los brigadieres Sopelana y More- vivo fuego con reclutas.
no, y dirigióse hacia Míñano sin intención Al día sígnente presentó Villarreal la
oslil. Al llegar á Luco hicieron alio y al batalla en el mismo sitio , desplegando sus
observarlo O'donell destacó dos compañías g u e r r i l l a s , y no fué aceplada._
frente de los carlistas. Villarreal con solo En el mismo dia de la acción citada se
dos ayudantes, marchó á reconocer el flan- batió Clavería en la ria de Bilbao con los
co izquierdo, y al llegar á Arroyabo a d v i r - carlistas, que trataban sin duda de impedirle
tió que Sopelana y Moreno hicieron a v a n - su regreso á la plaza; pero auxiliado por la
zar una compañía de cazadores, que hacia marina inglesa , que hostilizó por primera
el ejercicio, y la colocaron en medio del vez á los defensores de don Cáelos, frustró
llano frente á la fuerza liberal. su intento.
O'donell aprovechando el imprudente
TOMO I I . 5
HISTORIA DE LA GUERRA CIVIL.

| ocho dias por el terrible temporal de c o n t i -


nuas nieves. Hasta los víveres se consumen
MOVIMIENTOS DE CÓRDOBA. — ACCIÓN DE O R -
en aquella forzosa inacción, y para c o n d u -
cir un convoy de ellos, con dificultad , t i e -
RANTIA.
nen que custodiarle desde Vitoria los p o r -
tugueses , cubiertos en su marcha por las
tropas de Córdoba.
XXIV.
Al saber que Eguía reconcentra sus
fuerzas en la carretera de Amurrio , p r e s u -
me amenaza á Bilbao, y resuelto á oponerse
Lo próximas que ya estaban las líneas de á su intento, aun con menor fuerza , manda
ambos ejércitos, bacian casi cotidianas las á Vigo, que reemplazó á Ezpeleta , se sitúe
escaramuzas en los cantones a v a n z a d o s , y en Villalba de Losa para asegurarse el re-
se generalizaban sin resultado notable para greso por la Peña de Orduña.
el triunfo de ninguna de las dos causas que Pero el tiempo es el principal enemigo
simbolizaban. con que tiene que luchar: arrecíanlas aguas
Córdoba practica el 20 un reconocimien- y nieves; algunos caminos se destruyen; los
to sobre el pueblo y campo de Villarreal; y rios salen de madre; los arroyos se convier-
sin gran resistencia abandonan los carlistas ten en tórrenles, y la segunda división l i -
los puntos de Urbina y Monle-Gojain , es- beral pierde algunos hombres y caballerías
tando próximos á verse envueltos por una al pasarlos. Es imposible s e g u i r , y uno y
columna que el gefe liberal dirigió por su otro ejército esperan en sus posiciones el
derecha. Desde las líneas de retaguardia fo- término de aquel temporal,- que dura hasta
guean los carlistas el cuartel general de mayo.
Córdoba y algunas compañías con que avan- Méndez Vigo, que reemplazó á Das An-
zó á reconocerlos , y sin dar importancia á tas en la izquierda de la l í n e a , recibió or-
este ataque, prohibe contestarle, limitándo- den de colocarse con sus tropas en la i n -
se á mandar arrojarles algunas granadas y mediación de Valmaseda, evacuada por los
balas para reconocer el alcance de la a r t i - carlistas , y que se procuró volver á fortifi-
llería. Con el designio y esperanza de h a - car con toda la solidez posible , para cuyo
cer atacar su retaguardia al deshacerse el fin se conducía á la población alguna a r -
movimiento , maniobra para volver luego tillería.
sobre ellos , y seguir mezclados basta sus Estorbaba á los carlistas la fortificación
parapetos; pero no los desampara el carlista, de este punto , y para impedirla se dirigió
y frustra asi el plan de su contrario. Eguía con fuerzas considerables , y p e r -
Las fuerzas de éste atraen á Eguía á noctó el 2 i en Oquendo con la división
aquel sitio en auxilio de los que le guardan; castellana y una brigada de guipuzcoanos
mas vuelven otra vez á Vizcaya al saber mandados por Ilurriza. En esta disposición
que Ezpelela, que cubría el valle de Mena, se lanzó el 25 sobre los cantones de Orran-
ocupaba á Yalmaseda, á donde se proponía tia y Antoñana , que cubría parle de la di-
dirigir la artillería necesaria para su d e - visión Méndez Vigo.
fensa. Noticioso Ezpeleta de este movimiento,
Córdoba reconoce en tanto el camino de avanzó desde Valmaseda con la brigada
Francia , y al salir el 23 con toda la fuerza Peón; hizo frente ó la impetuosa marcha d e
disponible para Murguía , receloso de que los carlistas, y se trabó un combalo sosteni-
/os carlistas, de cuya situación y movimien- do por ambas parles con porfiado empeño y
tos nada había podido saber, marchasen so- bizarría. Eran inferiores las fuerzas libera-
b r e Bilbao ó Valmaseda, tiene que suspen- les ; pero suplia al número el ardimiento ; y
der su movimiento para recibir á la brigada durante ocho horas hicieron prodigios de
portuguesa que llega á Vitoria. Dura solo v a l o r , y hubo batallón de la Guardia que
un dia la suspensión, y al siguiente, e s t a n - en menos de seis minutos tuvo de baja cíen-
do ya las tropas en marcha , llega un a y u - lo seis hombres entre muertos y heridos.
dante á participarle la acción de Orrantia y ¡Lástima grande tuviese que estrellarse t a n -
hallarse herido el general Ezpelela. Siendo to heroísmo contra españoles!
mas perentorio entonces su movimiento , le También fué herido Ezpelela, y se reti-
sigue y llega á Murguía con diez y nueve ró al Berron ; mas hecha la primera cura,
batallones, que no pueden moverse durante montó á caballo y volvió al combale, hasta
ACCIÓN DE ORRANTIA. 3b

que le puso término emprendiendo la r e t i - éstos los provocadores. Lo fueron por c o n -


rada. siguiente los carlistas, pero desde posicio-
La caballería l i b e r a l , conducida por el nes demasiado ventajosas para ser en ellas
brigadier Albuin (el Manco de la guerra de atacados, y que mas que desear el combate
la Independencia , terror de los franceses,) parecían temerle.
dio tres cargas admirables , que salvaron á Méndez Vigo marchó á cubrir el valle
una división en gran peligro, y asombraron de Losa, protegiendo el fuerte de Villalba,
á los mismos carlistas, que tuvieron n e c e s i - cuyas incompletas fortificaciones deseaba
dad de presentar un batallón vizcaíno á destruir Eguia.
contener tan valiente arrojo por el frente, y
Andechaga con otras fuerzas á oponerse por —Aranda.—Nava 3 de m a y o de 4 856.—-Mi e s -
el flanco izquierdo. timado a m i g o : creo tendrá v d . noticia de la
batalla, ó para hablar mejor , del tiroteo quo
Cuando Ezpeleta ordenó la retirada, so- tuvimos el 25 sobre Orrantia. Cuando yo l l e -
brevino una lluvia tan copiosa , que a v a n - g u é al campo ya estaba nuestra infantería
zando los carlistas tras de sus contrarios, mas acá de este p u e b l o : me mandó Méndez
entraron unos y otros en el Borrón sin dis- Vigo cargase un capitán con c u a r e n t a ' c a b a -
tinguirse , y unos y otros pernoctaron en llos á unas guerrMias que con intrepidez c a r -
gaban á las nuestras : en efecto, doy la o r d e n ,
parte en aquel pequeño pueblo. El t e m p o - arengo á los valientes del 3.° de línea , c a r -
ral no permitía precauciones ni recelos, y g a n , se retiran los e n e m i g o s ; pero la bravura
cuando se oyó el toque de orden general, de éstos carga á los facciosos, que en gran n ú -
presentóse á recibirla un comandante l i b e - mero estaban parapetados en una altura , l e s
ral en casa del cura donde estaban alojados hacen salir de a l l í , corren precipitadamente
por aquellas breñas , y nuestros valientes n o
la plana y estado mayor de la división cas- pueden con sus caballos bajar por a q u e l l o s
tellana carlista , quedando prisionero. precipicios •. yo me mataba porque fuese allí
Liberales y carlistas se apercibieron de infantería á proteger mi caballería; pero no
fué posible, y asi me hirieron cuatro oficiales
la vecindad en que se hallaban, y á la d é -
y una porción de caballos muertos y heridos,
bil luz del crepúsculo del nuevo día 2ti em- en la segunda carga ya iba yo sosteniendo
pezaron á tirotearse en las calles y desde otros cuarenta caballos que cargaron con ardor
las casas. del 3.° de L i g e r o s ; pero en un terreno donde
Dicen los carlistas que tomaron posicio- no se podia cargar á cuatro de frente: en esta
me hirieron dos oficiales y otra porción de
nes y presentaron la batalla, que no quisie- caballos muertos y h e r i d o s : vamos á la ter-
ron aceptar los liberales; y añaden éstos, cera c a r g a , donde "yo iba á la cabeza ; s e m a
que deseando Ezpeleta, aunque herido, res- presentó la caballería en número de unos
tablecer su superioridad , colocó sus tropas cien caballos , todos merinos y vestidos de co-
lorado: la cargo con unos setenta mios, huyen
en disposición de brindar á los carlistas con
como acostumbran; pero á mí no.me la h u b i e -
el combate , que dirigió Méndez Vigo , en ran pegado ; mas me lo mandaron y t u v e que
quien habia resignado el mando , y que su o b e d e c e r , se soslavaron sobre su derecha s e -
desenlace fué poner á los enemigos en la gún iban á todo e s c a p e , y me encuentro ( l o
precisión de emprender un movimiento r e - que yo habia previsto y d i c h o , ) con cerca do
tres batallones formados en columna cerraila,
trógrado. que empiezan un fuego sobre mi por c o m p a -
A la vista de tal contradicción , y á no ñías , que parecía un volean que vomitaba la
tener otros datos , no seria fácil deducir la muerte; hube de retirarme con alguna ventaja,
v e r d a d . Cada uno cree haber relado á su pues aunque yo tuve bastantes caballos m u e r -
tos y mas heridos . libré que cogiesen un b a -
contrario con un combate no aceptado; pero tallón de la Guardia que no podia escaparse
si tenemos en cuenta la anterior retirada de por ser a v e s frias : para esto allí saqué tres
los liberales, su menor número, el desalien- b a l a z o s , uno en el capote, otro en la silla y
to que siempre infunde la herida , aunque otro en la espalda izquierda , que me hizo
leve, del gefe , añadida á las pérdidas del sangre sin romperme la casaca : es una fucito
contusión algo mas que las de otros que han
dia anterior, y sobre todo la derrota sufri- hecho cama y tanto se han quejado; yo he s e -
da (1), no es fácil convenir en que fueran guido , y e s t u v e el 26 también en otro tiroteo
de todo'el d i a : dicen que han puesto en el
(I) La siguiente notabilísima carta , i n t e r - parte que el coronel gefe de la plana mayor
ceptada por los carlistas , es una do las p r u e - fué el que cargó á la cabeza de la caballería,
bas en que se apoya nuestro juicio: no puede no lo creo ni puede ser que ese hombre se e s -
pusiese á que yo lo dejara por embustero : lo
ser mas competente la persona que la firma,
cierto e s que si todas las batallas que han
ni mas esplícito su contenido.
dado en estos ejércitos del Norte , han sido
«A don Ignacio Martin Diez , del comercio
de Aranda de Duero.—Señor don Ignacio Diez.
30 HISTORIA DE LA GUERRA CIVIL.

El movimiento de "Vigo era arriesgado


y era necesario sostenerle, por lo que , s o - OPERACIONES DEL EJERCITO DEI. N O R T E .
breponiéndose Ezpeleta á sus padecimien-
tos , reunió en Valmaseda todas las fuerzas XXV.
posibles.
Mucho interesaban á Eguía las opera- Al terminar el mes de abril, la situa-
ciones en que estaba; pero sabedor del mo- ción del ejército liberal del Norte, no era
vimiento de Córdoba á M u r g u í a , ve q u e mas lisonjera que en los anteriores. El las-
podia hallarse entre dos contrarios y p e l i - timoso abandono en que se le tenia, p r o d u -
grar. Para evitarlo, marchó aquella misma cía graves consecuencias, que iban en p r o -
tarde á Arciniega , á donde llegó á las dos gresivo aumento, y amenazaban fatales r e -
de la madrugada del 27 , á pesar del mal sultados. Por esto decia Córdoba el dia 10,
estado de los caminos. Al medio dia siguió que la deserción que se notaba (1), d e m o s -
á Ámurrio , y aqui y en Luyando acantonó traba cuales podrían ser aquellas; y conside-
sus tropas, libres ya del penoso cuidado de raba difícil emprender operaciones con t r o -
verse detenidas por Córdoba. pas disgustadas y en tal disposición, tanto
La inacción á que este se vio obligado, mas sensible cuanlo que ocurría en circuns-
como ya hemos dicho, favoreció á los car- tancias en que el enemigo contaba con r e -
listas, permitiéndoles el descanso de que cursos para atender y asistir á las suyas. En
tanto necesitaban. interés de la causa pública y por decoro
En esle intervalo reemplazó el brigadier del gobierno, le rogaba tomase en c o n s i d e -
Elio al general Mazarrasa en el cargo de ración tamaños conflictos y tan fundadas y
gefe interino del estado mayor general del generales quejas, é hiciera los últimos e s -
ejército de don Carlos. fuerzos para atender al ejército, asegurando
Unos ochocientos hombres entre muer- para lo sucesivo los recursos necesarios,
tos y heridos perdieron ambas huestes en la sin los cuales el resultado de aquella situa-
acción que hemos descrito, llevando la peor ción podia ser muy funesto.
parte los liberales, sin embargo de la inteli- Las legiones auxiliares se hallaban con
gencia que, según algunos, presidió á las mengua del gobierno español en el mismo
disposiciones y del heroísmo con que se b a - estado de penuria, y p o r t a d a s parles a s e -
tieron. diaban á Córdoba con peticiones y exigen-
cias tan justas como apremiantes, y á que
no podia hacer frente, llegando á tener que
empeñar su firma para conseguir algún d i -
nero con que acallar por el momento las
como estas que yo he visto , vamos quedando
mas perentorias atenciones.
poco lucidos. El campo quedó por ellos: n u e s -
tras tropas no avanzaron nada ; solo quien se EnIraba en el número de estas c o m p l e -
portó fué la caballería : de cien caballos , s e - tar la defensa de Bilbao, hostilizada de con-
senta y uno muertos y heridos, n u e v e oficiales tinuo. Las circunstancias y las operaciones
también heridos con'una porción de sargentos
y soldados: luego dirán que ha sido un dia de
de la guerra, daban á está plaza mercantil
gloria para las tropas de la reina ; no lo crean una importancia que nunca tuvo, y á la que
u s t e d e s , que no han hecho mas que retirarse. se resistía su situación topográfica. Córdoba
Donde yo di la carga no podíamos ir mas que deseaba poner á Bilbao en estado de resis-
dos de frente , con'que vds. pueden figurarse tir por algún tiempo un sitio formal sin (pie
qué terrenito s e r i a ; creo que no tratan mas
que de acohardar la caballería ó perderla ; no tuviera que acudir á cada paso el ejército
saben bacer el uso que corresponde de esta desde puntos distantes á combatir en terreno
benemérita arma. El pobre Aheilillo pagó ror elegido por el enemigo. Por estas razones
lodos por imprudencia de los que al a n o c h e - pedia con reiteradas y eficaces instancias los
cer se metió en el Berron y se encontró de
necesarios auxilios, y enviaba el presupues-
pronto con Vinuesa v otros merinos que esta-
ban á la puerta d e m i patrón . le dieron el to de las obras proyectadas parala altura de
guíen vive y lo cogieron con dos soldarlos. Artagan.
¡Infeliz, que" ya tenía pedido su retiro! Por El tiempo no mejoraba, y la inacción
Arciniega me ha dicho uno que iba envuelto
en una manía. Mis afectos á su familia como del ejército era enda vez mas angustiosa.
á todos lo; buenos amigos; v vd. cuento con Pero no podia prolongarse mas, y era p r e -
el cariño de su Saturnino Alb'uin.
^ »Bace un frió mas que en lo rigoroso del
invierno : á Marco le mataron el caballo.i (4) Mas a d e l a D l e nos ocuparemos de este
particular.
MUERTE DE SAGASTIBELZA. 37

ciso operar de cualquier modo; todo, sin constituyen plaza de tercer orden , i m p i -
embargo, se oponia á ello. diéndola, como á Barcelona, su necesario
Córdoba, indispuesto, regresa á Vitoria ensanche, estrechaba cada vez mas su c e r -
el 3 de m a y o , ocupando Yigo al mismo co , y con mas empeño. La toma de la c a -
tiempo á Villalba de Losa. pital de Guipúzcoa preocupaba á Sagasti-
En la capital ve con dolor las acusacio- belza; mas no merecía la aprobación de
nes de que es objeto por su inacción, y que Eguia, que no veía imposible un descalabro
el gobierno no se constituye en defensor en la línea de sitio, si los cercados eran f e -
oficial, por lo cual pide el 4 se le forme cau- lices en una salida impetuosa; y que aun
sa y ser juzgado en consejo de guerra, pro- sin este resultado, cuyo temor era una
veyéndose su reemplazo con urgencia. constante amenaza á sus fuerzas á la e s p a l -
Sabe en la tarde del S, que Eguia se d a , ni juzgaba prudente llamar de conti-
dirige á atacar el fuerte de Villalba de Lo- nuo la atención de los defensores de la p l a -
sa y á la segunda división que le defiende, za hacia las obras de a t a q u e , y por conse-
y no juzgando prudente resistir a tan s u p e - cuencia á la retaguardia del grueso del ejér-
riores fuerzas, se une á Ezpeleta, y le a y u - cito carlista, ni era para estar tranquilo y
da á cubrir á Valmaseda, por si es atacado sus tropas oirel eco continuo del cañón, que
este pueblo antes de que llegase la deseada tan pronto podia tronar con ventaja de s i -
artillería, retardada por las operaciones an- tiadores como de sitiados, y cuya incerli-
teriores, el estado de los caminos, y la r e - dumbre era una repetida alarma. Bastaba
paración de los puentes cortados. Aquella al propósito de Eguia el bloqueo de San Se-
misma noche, todas las tropas acantonadas bastian , que á la vez que llamase la a l e n -
al N. de Vitoria, marchan á Villalba, sin cion del ejército enemigo, embarazándole,
interrumpir apenas sus diez y seis horas de de consiguiente para emprender movimien-
camino. De este modo llegó la vanguardia á tos lejanos, sin atraerle hacia aquel punto,
Espejo á las ocho de la mañana del siguien- por no ser inminente el peligro, debilitase
te dia, desde donde, sin mas que comer el 5a resistencia de sus habitantes y guarnición,
rancho, sigue adelante el movimiento, y~oye y consumiese sus municiones de boca y
ya los disparos de la artillería carlista c o n - guerra , facilitando de este modo su toma
tra el punto amenazado. en ocasión mas oportuna.
Eguia, en efecto, se había propuesto Sagastibelza creía ver mejor las cosas
apoderarse de Villalba de Losa, punloavan- estando mas de cerca, y esperaba hacerse
zado de importancia, ó comprometer á una dueño de la plaza, contra la que preparaba
acción las fuerzas de Méndez Vigo; pero la unos proyectiles, cuyo efecto destructor po-
oportuna llegada de Córdoba, frustró este nia en las nubes un francés, su inventor,
plan, obligando á su autor á retirarse á Or- que recibió por esto el nombre de Tutor-
duña, donde supo las sangrientas operacio- ras, con que le designaron los soldados y el
nes al frente de San Sebastian, hacía cuya vulgo.
parte envió la brigada guipuzcoana á lns ór- Llegó á noticia de los sitiados este s u -
denes de su gefe llurriza, conliándole inte- ceso, y se amedrentaron, pues si bien es-
rinamente el mando do la división y p r o - taban decididos á rechazar á toda costa á
vincia, vacante por la desgracia de Sagasli- los carlistas, no se creían bastante fuertes
belza, d e q u e vamos á enterará nuestros lec- contra nuevos elementos de destrucción tan
tores. terribles como los que se pregonaban, y que
cuando se ensayaron posteriormente en Bil-
bao , demostraron su ineficacia. Asustados,
A T A C A L A C Y E V A N S E L 5 D E M A Y O L A L Í N E A pues, pidieron con vivas instancias auxilio

D E S A N S E B A S T I A N . - J 1 U E I I T E D E S A G A S T I B E L Z A . á Córdoba, quien les e n v i ó , como hemos


dicho, la legión inglesa al mando de Lacy
E v a n s ; temible enemigo, por cierto, de los
XXVI. carlistas, que no olvidaban había pedido al
parlamento inglés se declarase á don Car-
Sagastibelza, valiente guipuzcoano, ge- los fuera de la civilización, como lo fué N a -
fe de las fuerzas sitiadoras de la linda San poleón en 1815 (1).
Sebastian, ciudad de calles simétricas, asen-
tada á la falda del monte Orgullo, y estre- (1) Los carlistas, á la vez que no transi-
chada por altas y gruesas murallas que la gían con las fuerzas de p v a u s , tenían órdenes
38 HISTORIA. DE LA. GUERRA CIVIL.

La llegada á San Sebastian de las t r o - chos, después de haber consumido mas d e


pas que iban en sn socorro hacia necesario 2 0 0 , 0 0 0 , se dispone á proseguir el comba-
el refuerzo de las carlistas, y le pidió S a - te á pesar del refuerzo que por mar reciben
gastibelza; pero le contestó Eguía que ape- los ingleses, á quienes auxilian ademas los
nas podria p r e v e n i r , y oponerse con las cañones de los buques anclados en la bahía,
suyas á los movimientos de Córdoba. El t e - siendo tan certeros los disparos del Fénix,
mor de Sagastibelza se vio cumplido, y en que sus granadas incendiaron en breve el
la madrugada del 5 salió Evans de San S e - caserío de Lugariz, y arruinaron los p a r a -
bastian con la legión inglesa y una brigada petos en que tan bizarramente se habían d e -
española, á la que iban agregados bizarros fendido los carlistas y continuaron defen-
y entusiastas nacionales. diéndose, hasta que diezmados por los pro-
La proximidad de la línea carlista hizo yectiles que causaban grandes huecos en las
que el ataque empezase al instante, c a y e n - lilas, tuvieron que abandonar aquel terreno
do impetuosamente los sitiados sobre algu- de desolación (1). Rehechos al momento los
nos de los puntos de la l í n e a , y generali- legionarios, avanzan arma al brazo con su
zándose después el fuego en toda ella de impavidez caraclerista y su glacial resolu-
una manera espantosa. Lo brusco de la aco- ción hasta las bayonetas de sus contrarios,
metida hizo cejar á los sitiadores hasta las y los arrollan al fin. Era imposible resistir
posiciones de L u g a r i z , Monlua y P u y o ; pe- tanto empuje y dos ataques simultáneos con
ro hacen alto en el punto avanzado de San- desiguales medios. Los carlistas, sin e m -
ta Teresa, centro de la posición, y reciben b a r g o , tomaron posición á media legua en
á una columna á la bayoneta y la rechazan Oriamencli, donde se consideraron seguros.
con denuedo á costa de la vida del capitán Los vencedores se hicieron dueños de sus
Arregui. En Ayete, casi el centro de la l í - líneas y artillería, y se adelantaron á p r o -
nea , presentan los carlistas una resistencia vocar á los vencidos.
desesperada, haciendo uso de tres piezas Los habitantes de la culta y liberal San
de grueso calibre contra la columna inglesa Sebastian y los de los caseríos carlistas s o -
que atacaba. Las fuerzas liberales cargan á corrieron á porfía, y sin distinción á los
la izquierda de la línea carlista., y sus d e - numerosos heridos de ambos bandos. La
fensores y los de las casas inmediatas al humanidad , tan afligida entonces con l a u -
convento de la Antigua, tienen que r e p l e - tas escenas de horror, pudo contemplar
garse á la posición de Lugariz, adonde van gozosa el bello espectáculo de que todas las
también los ingleses; pero recibidos en los clases, y lo mismo el uno que el otro sexo,
mismos parapetos por el 1." y S.° g u i p u z - arrostrando con impavidez el peligro, cura-
coanos con las puntas de las bayonetas, crú- sen con esmero y condujesen á la ciudad ó
zanse las de unos y otros, y retrocedieron al caserío álos valientes con quienes no h a -
los hijos de la Albion dejando en el campo bía sido propicia la fortuna; saliendo la ma-
unos cien cadáveres. dre y la hermana á saber del h:jo ó del her-
Preludio era este de una gloriosa victo- mano , y á prodigarle sussocorros, sin espe-
r i a , y cuando quizá se aprestaba S a g a s t i - rar al término del combale, penetraron e n -
belza á el último esfuerzo, y estimulaba á tre las filas prestando á lodos con caridad
sus voluntarios infundiéndoles el aliento que evangélica sus importantes servicios. Al ver
su juvenil corazón senlia, una bala de fusil algunas en tierra sus enemigos, olvidaron
le atravesó la cabeza y espiró en el acto. Su que lo e r a n , y las ofensas que de ellos h a -
muerte se supo al instante en toda la línea, bian recibido, y les levantaron amorosas
pero lejos de desalentar á sus paisanos s u - restañando la sangre do sus heridas. No
ceso para ellos tan infausto, se propusieron atendieron menos solícitas las liberales de
vengar al gefe cuya pérdida lloraban, por- San Sebastian á los ingleses, practicando
que le querían. asi el sublime principio de que la caridad
no tiene patria. Empleadas en obsequio de
Le reemplazó Arana en el m a n d o , y
los heridos, su oportuna y amorosa asisten-
contando apenas con unos 13,000 c a r t u -
cia dio la vida á muchos, y el consuelo á
todos. Lacy Evans se conmovió profunda-
terminanles, que hicieron cumplir siempre,
para que se tuviera toda clase de considera-
ción con los oficiales y tropa de la-marina real
británica, mediante á que estos eran mandados (1) La esplosion de un solo proyectil dejó
por su gobierno, y cuya conducta, disciplina en el sitio á catorce granaderos del batallón
y valor admiraban, de Chupelcburris.
PRELIMINARES DÉ LAS ACCIONES DE ARLABAN. 39

m e n t e , y se conmovieron lodos á la vista jornadas sobre Vitoria , participando aviso


del cuadro que presentaban las mugeres de al gobierno que iba á atacar las líneas de
San Sebastian, que adquirieron aquel dia Villareal y A r l a b a n , esperando (son sus pa-
una gloria inmarcesible. labras) no solo tomarlas y destruirlas , sino
La pérdida de los carlistas no debió ba- hacer volver sobre él á Eguía para que d e -
jar de 300 hombres, siendo escesivamente jase desahogado á E v a n s , cuyo triunfo sabe
superior la de los defensores de la reina á después, asi como los ataques que m o n -
pesar de su victoria, pues solo entre gefes y sieur Bemelle sostuvo hacia Zubiri.
oficiales quedaron fuera de combale unos Había hecho ya Eguía los necesarios r e -
cincuenta. conocimientos de las inmediaciones de San
Los habitantes de San Sebastian y de los Sebastian y dictado las disposiciones c o n -
caseríos de sus inmediaciones, no pudieron venientes para obrar el 1 1 , cuando recibe
olvidar en mucho tiempo el terrible dia S de un parte del minislro de la Guerra noticián-
mayo. Aquellos vistosos campos, que se e s - dole la marcha de Córdoba á su cuartel g e -
tienden frente de la magestuosa Concha, neral, en el cual corrían voces de invasión,
ofrecieron par tres dias un espectáculo d e - previniéndole se presentase sin demora ai
plorador y horroroso. Sangre y cadáveres frente de su adversario. Confiado Eguía en
por do q u i e r , escombros humeantes aun y el buen resultado de las operaciones que iba
cenizas, ruinas y estrago era lo que se veia á e m p r e n d e r , siente verse precisado á r e -
en todas partes. nunciar á ellas por entonces, y ejecuta l u e -
Las líneas quedaron destruidas, y la go el movimiento que de real orden se le
plaza que se vio durante cuatro meses ase- prescribe.
d i a d a , respiró al fin y hubiera celebrado Córdoba se prepara á avanzar el 13 ha-
con doble entusiasmo su triunfo á no haber- cia Villareal y Arlaban, y al efecto circula
se adquirido á tanta costa. las órdenes oportunas y hace aprestos, pero
Lord Jhon H a y , W i l d e , Henderson y la falta de subsislencias le hace diferir la
otros ingleses, que habían de conquistar una m a r c h a , y esta se hace cada dia mas difí-
justa reputación en esta guerra, distinguié- c i l , porque, sabida de todos, permite á los
ronse entre laníos valientes en la memora- carlistas hacer los preparativos necesarios
ble y reñida acción de las líneas, d é l a s para rechazarle, y la concentración de sus
mas porfiadas y sangrientas de tan porfia- fuerzas en los puntos amenazados, hace y a
da y sangrienta l u c h a , que reflejaba por temerario el ataque de Córdoba. No desiste
desgracia las cualidades distintivas del c a - de él á pesar de t o d o , y mejorado el t i e m -
rácter español, el valor y la constancia. po , y remediadas algún tanlo las necesida-
des del ejército, forma nuevamente el plan
de ataque al centro de la línea enemiga , y
PRELIMINARES DE LAS ACCIONES DE ARLABAN. circula el 20 sus órdenes á Evans, Das-An-
tas y Meer (1).

XXVII. (4) Decia al primero que se movería en la


dirección de Salvatierra; maniobrando c o n el
objeto de lLevar al e n e m i g o á otra dirección,
Mal efecto causó en el real carlista la á fin de interponerse entre sus fuerzas de Ala-
derrota que sufrió en la linea de San S e - va y Navarra, amenazar á Estella y Oñate , y
ver si podia asi obligarle á combatir , ó si por
bastian , y empezó á murmurarse de Eguía,
un rápido movimiento, consiguiente á alguno
quien para acallar hablillas, voló á I l e r n a - falso de su p a r t e , podia flanquear, atacar y
ni á vengar en los mismos campos á sus destruir sus líneas de Arlaban al i m p r o v i s o .
compañeros. Estas operaciones e m p e z a r í a n , si el tiempo lo
Córdoba, que había revistado en Vi- consentía , dentro de dos ó tres dias. Le r e c o -
mendaba siguiera y avanzara s u s o p e r a c i o n e s
llalba á s u guarnición y se preparaba á b a -
á Ilernani y l e fortificase, destruyendo l a s
jar por Orduña al hondo de Vizcaya, cre- obras que hacían los carlistas en Oriamendi,
yendo poder atacar á los carlistas después para hacer del primer punto el de partida, y
de haber instruido á Ezpeleta de sus i n t e n - de contacto con las operaciones de la parte de
tos , para que aprovechase la ocasión de in- Navarra por Vera á Oyarzun, pudiendo asi con
troducir con seguridad la artillería en V a l - mas facilidad ser dueño de F u e n t e r r a b i a , Irun
y Pasages.
m a s e d a , al saber el movimiento de Eguía, Prevenía al gefe p o r t u g u é s que saldría
presume su objeto, y coulramarcha á dobles el 2t p a r a l a Burilada á impedir los movimien*
40 HISTORIA DE LA GUERRA CÍVÍL.

El ejército liberal marcha á la pelea, y temiendo los fuegos del cercano castillo de
las cumbres de Arlaban van á ser de nuevo Guevara, si marchaba por el camino real á
ensangrentadas, y con tan poco fruto como Salvatierra, varió de dirección, lomando la
antes para la decisión de la lucha. Se habia de Argomaniz, y llegó al punto que era o b -
lavado apenas la sangre que tanto las enro- jeto de su movimiento.
jeció los dias 1C y 17 de enero. El 21 era el dia destinado para las ope-
El tiempo era hermoso y los rayos del raciones: en él movió Córdoba sus tropas
sol de mayo se reproducían en las lucientes de Salvatierra, y Villarreal formó las suyas
armas de los soldados que llenaban la p e - entre Galarreta y Arrióla dando frente á sus
queña llanura que media entre Vitoria y el contrarios con ánimo de impedir su marcha.
pie de la sierra que pone límites á las p r o - Al llegar los liberales á Galarreta, se r o m -
vincias de Álava, Guipúzcoa y Navarra por pe el fuego, defendiendo los carlistas el
aquella parte. terreno con bizarría.
No se habia escapado á Córdoba este
movimiento de concentración en los campos
ACCIONES E N LOS PUERTOS DE ARLABAN. de Galarreta y Arrióla, y por esto ataca
denodado. Villarreal con sus valientes con-
tiene la impetuosa acometida de los d e f e n -
XXVIII. sores de la reina, trabando una reñida a c -
ción al acudir Goñy con tres batallones en
auxilio del tercero a l a v é s , que era el que
Sabe Villarreal que Córdoba se prepara- mas se balia; pero se apoderó casi al mismo
ba para emprender movimiento el 2 0 , y lo tiempo Espartero de Galarreta , trepa por
avisa á Eguía, quien sube á la madrugada aquellas cumbres erizadas de árboles s e c u -
del mismo dia con algunas fuerzas hasta la lares , y corona las elevadas cúspides de
venta de Arlaban, donde manda formar Aranzazu y San Adrian. Los carlistas ceden
pabellones, y que se le una Villarreal con la y se retiran á Cegama. Al nutrido fuego de
fuerza de su mando , lo cual ejecutó al i n s - fusilería reemplazan lrs cargas á la bayone-
tante el gefe alavés. ta, y tan obstinada pelea termina por h a -
A este tiempo notan los carlistas que las cerse dueños los liberales de aquella formi-
tropas liberales se dirigen hacia Salvatierra, dable posición al cerrar la noche. El citado
y Eguía dispone entonces que Villarreal Villarreal que cubría el camino de Ofiate con
marche con siete batallones y el escuadrón tres batallones, sostuvo toda la tarde la
de Álava por el flanco izquierdo del enemi- acometida de Córdoba, viéndose por último
g o , a observarle de cerca, y sigue la c a - en la precision de batirse en retirada hasta
ñada de Gamboa y Barmudia en dirección Sur C r u z , donde se renovó el ataque soste-
á Arrióla, que se halla en la altura de S a l - niendo aquella altura, merced al auxilio
vatierra. Córdoba hace alto en Mendijur, y que recibió. Este gefe distinguido sacó su
caballo herido y recibió tres balazos en la
r o p a , y uno La Torre en una pantorrilla.
tos del e n e m i g o , y obligarle á combatir fuera
d e s ú s obras y g u a r i d a s , ó destruir estas á E g u í a , con su estado mayor, trató de
favor de un falso movimiento ó descuido; y que unirse á Villarreal, pero no pudo conseguir-
se alejaba del centro de las subsistencias, c o n - lo , por ser triplicada la fuerza enemiga , y
fiando en su buena y franca cooperación, para venir la noche lluviosa, y pernoctó en O ñ a -
lo cual le dejaba una respetable fuerza de c a -
ballería. Lo mismo manifestaba á Meor r e s - t e , haciéndolo Córdoba en Galarreta (1).
pecto á su salida, prescribiéndole que sus t r o - Las tropas de Espartero incendiaron e n t o n -
pas se concentrasen y obraran de concierto, ces la fábrica que los carlistas tenían en
para evitar que los carlistas que estaban en Áraya.
Navarra fuesen á molestarle por su derecha ó
por la sierra de Andia cuando el g r u e s o lla- Reconcéntranse en las cercanías de este
mase su atención por el estremo opuesto , r e - punto las tropas liberales: Eguía apiña las
comendándole por último, se estableciera e n - suyas al mismo tiempo en derredor de O ñ a -
tre ambos goles la comunicación por el canal
de la Burumla , para lo cualpodria valerse del
brigadier tribarren. (!) Entre las pérdidas de los liberales se
Con la misma fecha trasladaba estas c o m u - contaron la de un hijo de Oráa, de quien h a -
nicaciones al ministro de la Guerra, e n c a r e - blaremos luego, la del ayudante Malibran que
ciendo la importancia de la operación que iba murió á los pocos dias en Vitoria , quedando
á ejecutar. g r a v e m e n t e herido O'Donell.
ACCIONES EN LOS PUERTOS DE ARLABAN.

t e , para defender esta población en caso de gándole entonces los contrarios con tanto
ser atacada como lemia. empeño, que dispuso que los dos batallones
Al amanecer del 22 emprendió el ejér- del Príncipe situados en primera línea en el
cito liberal su marcha á Oñate, la cual t r a - frente del camino real y en el terreno mas
tó de interrumpir un batallón navarro , bien accesible por-la parle de Salinas, donde lo-
posicionado , que formaba parle de la v a n - do son b a r r a n c o s , estuviesen preparados
guardia, estando en ella, como de costum- para dar alternativamente y en masa una
b r e , los intrépidos Villarreal é Iturralde. El carga á la bayoneta, apoyados por alguna
gefe liberal varió entonces de r u m b o , y se fuerza de caballería del 3.° de ligeros. C o -
dirigió por los puertos de Narvajas, Larrea, locados oportunamente, ocultados con los
Ozacta iy E l g u e a , sorprendiendo á los car- tiradores que se replegaron, los carlistas
listas con esta marcha inopinada y atrevida, treparon engañados á la eminencia, y s u -
á la cual no se opusieron, sin embargo de frieron dos cargas impetuosas á la bayoneta,
seguir las tropas de Eguía observando de que les causaron pérdidas de consideración;
cerca al ejército. pudiendo acampar seguro Espartero a q u e -
Gómez, situado en la venta de Ulibarri, lla noche.
se hallaba al frente de una división con el El general en gefe carlista se halló en
objeto de defender, si era necesario, á V i - gran peligro en este d i a , porque mientras
llarreal, tener espeditas las comunicaciones Córdoba le atacaba de frente, Espartero le
con el castillo de Guevara, y no perder do envolvía por el flanco izquierdo. Llegó V i -
vista las avenidas de Vitoria. llarreal á tiempo de notar este conflicto, y
Los carlistas creian segura la marcha á aunque solo llevaba consigo el 5 ° de Ala-
Oñate d e Córdoba, y se prepararon á r e c i - v a , rompió el fuego contra las fuerzas de
birle en un punto estrecho y de paso p r e - Escalera, que ocupaban el alio de Angula,
ciso , llamado La Zapata, que procuraron y al sentir Córdoba y Espartero el fuego á
fortificar en cuanto les fué posible. su retaguardia, replegaron sus fuerzas al
En Oñate, sin e m b a r g o , residencia del alto de "Salinas. Escalera se sostuvo bizar-
cuartel r e a l , so introdujo tal pánico, que le ramente, sin que fuese bastante, á arrojarle
abandonaron corriendo todos los cortesanos, de sus posiciones el refuerzo que llegó á los
no parando hasla el interior de Guipúzcoa. carlistas.
Eguía, d á n d o l a vuelta porMondragon, Unos y otros pasaron la noche sobre las
fué á pernoctar á Escoriaza. armas, y á tiro de bala de distancia. Lo? car-
Villarreal lo hizo en Araoz, con intento listas habian agotado sus municiones, y tu-
de atacar el flanco enemigo al (lia siguiente. vieron que lomar lasdol castillo de Guevara
Las tropas liberales trepaban en tanto Las Iropas de Escalera bajaron el dia 24
por las cumbres de Arlaban, y se disponían á unirse con Córdoba en la planicie de A r -
á bajar á Guipúzcoa, pasando la noche en l a b a n , y Villarreal ocupó sus posiciones.
las eminencias que tan poéticamente descri- La legión portuguesa, que quedó en
bió Córdoba, diciendo eran menos altas que Vitoria, se unió al grueso del ejército en la
el vuelo de las águilas, y que se pisaban en mañana de este dia.
ellas las nieves de mayo. Los batallones carlistas que estaban con
Espartero, atrevido siempre, y siempre E g u í a , subieron por Salinas á Arlaban, y
delante, después de recibir en el c a m p a - frente á frente de sus c m í r a n o s , se e s t u -
mento las órdenes del general en gefe (1), vieron contemplando algunas horas sin e m -
atravesó á la luz de la aurora del 23 el c a - peñar acción.
mino real, posesionóse do una altura de La división de Espartero marchó por las
la sierra , y descendió ó Salinas de L e - cordilleras de Arlaban y Jarindo á caer s o -
niz , desalojando á los carlistas y p e r s i - bre Villarreal de Álava, donde la soldades-
guiéndoles , hasta que recibiendo nuevas ca incendió casas y ocasionó infinitos d e s -
órdenes de Córdoba para no continuar el trozos.
combate y ocupar la cordillera que de A r - Por la tarde se cambiaron algunos tiros,
laban conduce á Yillareal , emprendió por y se dispararon algunos cañonazos sin nota-
escalones un movimiento retrógrado , c a r - ble resultado.
Eguia marchó á pernoctar á Escoriaza,
Tanto avanzó en e s t e d i a Espartero, que
al saberlo Córdoba , envió dos ayudantes para
y Villarreal á Marieta.
que le d e t u v i e s e n , agarrándole, les d i j o , los A una hora ya avanzada de la noche,
faldones de la levita! ambos ejércitos, esteiuiados de fatiea, liara-
TOMO I I I . G
42 HISTORIA DE LA GUERRA CIVIL.

bríenlos y arrecidos de frió, vivaquearon «Compañeros: muy grandes han sido en


en sus respectivas posiciones, y el 2 5 , sin estos cinco días nuestras fatigas, pero aun
haber descansado lo suficiente, después del ha sido mayor nuestra firmeza y constancia,
loque de d i a n a , reconcentró Córdoba sus y esta sola idea bastaría á hacerlas glorio-
tropas, y tomó algunas disposiciones para sas , si tantos otros grandes resultados na-
emprender la retirada. cionales no fuesen también el precio de
Eguia colocó las suyas en las cordilleras nuestro esfuerzo, si la gratitud de la patria
de Jarindo, y el general Villarreal, siguió entera no formase nuestra mejor recompensa.
de cerca al ejército enemigo, que a l a vez «El enemigo conoció en el encuentro ú l -
que se alejaba, el 26 descendían d e s ú s po- timo que no hay posición inexpugnable para
siciones, algunos batallones carlistas, y pro- vosotros, y espulsados por vuestras bayone-
curaban otros cortar por la izquierda á los tas de Arlaban, trabajo cuatro meses para
soldados de la reina que penetraron en V i - cerrar por líneas y atrincheramientos dos
llarreal de Álava. leguas de montañas y desfiladeros. En ellas
El gefe carlista pudo haber provocado se creía invencible, y hasta olvidó que alli
en esta ocasión la batalla; lo llano del t e r - mismo le habíais ya vencido. Arlaban está
reno convidaba á ello, y asi creyó Córdoba destinado á ser monumento de nuestras
lo b a r i a ; pero no era t a l l a intención de glorias.
E g u i a ; no se atrevía con su adversario, «Nuestra marcha á Salvatierra obligó al
y se limitó á incomodarle en su retirada. enemigo á salir de sus l í n e a s , pero no de
No fué grande la molestia que sufrió en sus gargantas y ásperas cordilleras. El dia
ella, sin embargo de que toda fué una serie 22 amaneció para su afrenta, y vosotros lle-
de acertados movimientos, hasta que r e - vasteis el grito de Isabel y libertad, muerte
gresó á Vitoria, y quedando los carlistas en ó victoria, á los altos del Pirineo. Las á g u i - ,
las posiciones que habían sido teatro de tan las volaban mas bajas que las cimas de los
sangrientos combates, en los que perdió puertos de Aranzazu y San A d r i á n , que
seiscientos hombres el ejército liberal, y palmo á palmo disputaron los defensores de
otros tantos el contrario, contándose entre la Inquisición, que palmo á palmo conquis-
los heridos del primero á O'Donell, y c o n - taron los intrépidos soldados de la libertad
tuso Escalera, y entre los s e g u n d o s , el g e - española. Tres cordilleras paralelas, e s p e -
neral La T o r r e , como hemos dicho. Do am- sos bosques, grandes pantanos, nada pudo
bas huestes quedaron muertos en el campo contener este dia vuestro ardimiento: fuis-
algunos gefes de menor graduación siendo r teis mas arriba que las nieves de mayo, ca-
muy justamente sentida en la primera la del si tan altos como irá un dia la fama de
malogrado y valiente capitán don Marcelino vuestro esfuerzo, virtud y constancia o.. .
ü r á a , joven bizarro y con una vida llena
de gloriosas esperanzas. Al saber esta d e s - Los carlistas se vanagloriaban al mismo
gracia su p a d r e , orgullo también del e j é r - tiempo, de estas operaciones, y se jactaban
cito, que se hallaba en el campamento, dijo de haber frustrado la promesa que habia
á Córdoba estas palabras, dignas de un e s - hecho Córdoba de penetrar en la corte de
partano:—«Mi general, no tenia mas que don Carlos.
ese hijo, y le idolatraba; pero quisiera t e - Otros daños, ademas de los que sufrió
ner doce que sacrificar por nuestra reina y Villarreal de Á l a v a , esperimentaron otros
nuestra patria. Vamos al enemigo y usted puntos al paso de las tropas de la reina, tan
verá que mis lágrimas privadas no me hacen hostilizadas por el paisanage, á quien mas
olvidar mis deberes públicos.» temían que á los armados volúntanos, p o r -
Córdoba dirigió en Vitoria la palabra á que no les combatían de frente, y con sus
sus soldados por medio de una alocución, confidencias y avisos eran causa de tantos
en la q u e , relacionando los hechos mas no- desastres y tan continua hostilidad, y de las
tables de las operaciones que acababan de privaciones que sufrían. El robo , el i n c e n -
tener l u g a r , enumeraba la parte que cada d i o , el asesinato, parecían formar el cortejo
división había tenido en los combates, h a - de los ejércitos.
ciendo de ellas los debidos elogios y de sus
gefes, Espartero, Escalera, O'Donell, R i -
b e r o , Vigo , e t c . , etc. Comenzaba con estos
párrafos, cuyo estilo era fiel trasunto de los
bríos de su corazón.
CONSECUENCIAS DE LAS OPERACIONES DE ARLABAN, ETC. Í3

biera podido dejar á su espalda al enemigo,


y batirle luego en movimiento retrogradólas
CONSECUENCIAS DE LAS OPERACIONES DE A R - operaciones habrían sido quizá decisivas,
LABAN Y OBSERVACIONES SOBRE LAS MISMAS. porque en aquellos barrancos se habria e n -
terrado la principal esperanza de uno ú otro
bando.
XXIX. Pero el terreno presentaba una imposi-
bilidad material para batirse, porque no
pudiendo desplegarse ni medio batallón en
Apreciando debidamente los combales, línea, lenian que pelear únicamente las
no por su duración ni por el número de sus cabezas d é l a s columnas, y este modo de
muertos, sino por sus consecuencias, no son combatir es largo é incierto.
muy de estimar las que produjeron cinco Por esto las operaciones en aquellas
dias de pelear en empinadas y escabrosas sierras no podían ser otra cosa que combates
montañas, vestidas de n i e v e , sin población de guerrillas: no podían desenvolverse por
ni abrigo, y sufriéndolos inconvenientes esto graneles masas, no cabian serios planes,
del frió y de las lluvias. que bastaba á destruir un grupo de temera-
Incompetentes en la materia, nada d i - rios ocultos en una peña.
remos acerca de la parte científica do aquella Si tamaña importancia lenian las cum-
operación, ni sobre el modo de ejecutarla; bres empinadas de Arlaban, ¿por qué no
pero nos parece que no merecía tanto el ocu- quedó en ellas Córdoba? ¿Por qué tanto apre-
par aquellas posiciones para ser inmediata- suramiento de volver á Yilori a. ¿Cuánto mas
mente abandonadas. Verdad es que C ó r d o - no habria podido estrechar desde ellas el
ba procedió bajo el supuesto equivocado territorio enemigo? A menor distancia de
de que en Arlaban tenían los carlistas una E v a n s , con mas facilidad de poseer á G u e -
linca de sólidas fortificaciones que estaba vara ó dominarle, y casi á las puertas de
construyendo hacia cuatro meses todo el Vitoria, que podia continuar siendo el cuar-
ejército, y aun anunció en su parte oficial tel g e n e r a l , se habria preparado asi á una
que las liabia destruido, cuando solo encon- invasión simultánea de toda la linea.
tró algunas zanjas y pequeños parapetos Quizá estemos en un error; pero aumen-
para resguardarse algunas compañías. Si tando las fuerzas en la línea, entonces que
hubiesen existido las decantadas líneas for- se iban incorporando los quintos, que p o -
tificadas en los altos de Arlaban, ¿hubieran dían quedar en los puntos fortificados , no
sido lomadas estas posiciones con la facilidad era difícil que en tanto que por el centro
que lo fueron? ¿No hubieran imposibilitado acometiese Córdoba, amenazando al cuartel
mas el pasoá Salinas? Con solo conocer lige- general y real de don Carlos, por la d e r e -
ramente aquel terreno, que hemos exami- cha se penetrase por Zubiri al Baztan, ó por
nado, se verá la facilidad de defenderle y Irurzun á Lecumberri, y se adelantase á
hacer imposible su conquista con buenas batir de concierto con Evans á la división
fortificaciones. E g u í a , don Carlos Vargas, guipuzcoana, al paso que por Ta izquierda,
gefe de estado mayor, y cuantos se hallaron desde Valmaseda y Nanclares, se diesen la
en aquella acción y hemos consultado r e - mano con las fuerzas de Bilbao para batir á
cientemente, apelando á su conciencia y la división vizcaína.
veracidad, han estado contestes en d e c i r - Y no se crea que esta opinión es indivi-
nos que nunca existió la linea atrincherada dual do quien juzga la guerra en su g a b i -
que se supuso, y de que tanto se ha habla- nete sobre el mapa : lo mismo que nosotros
do , y que ni los carlistas dispararon un creemos lo temieron los carlistas, c o n s i d e -
tiro en su defensa. V al reconocer el ter- rando segura la invasión, aunque limitada
reno, no hemos visto la menor traza de ellas. por el c e n t r o ; y tanto la temieron, que por
Esto sin embargo , las operaciones sobre el decreto de 18 de mayo, ordenó don Car-
Arlaban, que fueron los combales de San los un armamento g e n e r a l , de cuyo p a r t i -
A d r i á n , Ibidia y Yillarrcal, influyeron n o - cular nos ocuparemos oportunamente.
tablemente en lo moral del ejército, y en el Desde Zumalacárrcgui era el principal
espíritu público liberal que vio á las tropas pensamiento de los carlistas mas entendidos,
ganar aquellos límites y penetrar en G u i - avanzarla estension de su territorio; procu-
púzcoa , si bien momentáneamente. Si en Sa- rar mas bien ganar terreno que acciones;
linas, ó mas adelante, todo el ejército h u - crecer a s i , y llegar al equilibrio necesario.
HISTORIA DE LA GUERRA CIVIL.

Este era el mejor plan: asi ¡como debia ser los acomodamientos que tan urgenlisima-
el de los liberales no darles tregua ni d e s - mente reclamaba el peligro, le instaba (el
canso á fin de encerrarles donde no p u d i e - que escribía) en nombre del bien público á
ran moverse, ó arrojarles á la costa donde que partiese sin demora, sin reparar en d i -
su muerte era segura. ficultades, inferiores todas á tan grande
Córdoba comprendió ó vislumbró este objeto.
p l a n , pero no p u d o , ó mas b i e n , no supo Esta carta decidió un viage ya p r o y e c -
ejecutarlo. Lo tuvo presente al comenzar las t a d o , y que contaba con el acuerdo y auto-
operaciones de Arlaban :, lo olvidó al con- rización de Mendizabal. Córdoba creía n e -
cluirlas. cesaria , indispensable, su presencia en Ma-
Los carlistas no esperimenlaron en estos drid , porque ni el pais ni el gobierno cono-
combates otra pérdida que la material de cían, en su opinión, la g u e r r a , ni los e l e -
hombres; y si bien temieron el giro de la mentos, necesidades, recursosy dificultades
lucha al ver enseñorearse el enemigo de sus para la misma, ni la dirección que podia
puntos avanzados, de aquellas altas cum- dársele, ni su posible ó probable término.
bres , que dominaban su territorio , se e n - «Yo no puedo, decia, satisfacer los deseos
tregaron á una alegre confianza cuando las manifestados ni las exigencias generales,
abandonaron tan considerables fuerzas y se sino á las condiciones por mí espuestas, por-
replegaron á la llanura. Y he aqui una nue- que todo plan de campaña, toda empresa
va justificación , si fuese menester, de nues- humana tiene que ser proporcionada á los
tro juicio anterior; relativo á las operacio- elementos en que estriba, ó subordinada á
nes esplicadas, que costaron tanta sangre al las dificultades que se le oponen. Ya que
ejército de la r e i n a , y que solo dieron el no pueden cumplirse aquellas condiciones,
resultado útil de reanimar el espíritu de las ya que mí correspondencia no ha bastado á
tropas, antes abatido en desgraciados e n - penetrar á la superioridad de la situación
cuentros, y cuyo valor y denuedo no nece- cierta, efectiva, material de las cosas; ya
sitaban en verdad tan sangrientas pruebas. que tampoco se me concede el permiso de
retirarme del puesto en que ni mi esfuerzo
ni mi capacidad son poderosos á lograr el
fin sin alterar los medios, es menester que
DEJA CÓRDOBA EL MANDO DEL EJERCITO A ES- mis planes, mis ideas, mis temores y mis
P A R T E R O . — C A U S A S DE SU V E N I D A . esperanzas sean discutidos y juzgados , es
preciso que el gobierno y los jueces que él
señale para oírme, se asocien á mí r e s p o n -
sabilidad si aprueban ó busquen otro que se-
XXX. p a , quiera ó pueda encargarse de hacer
mas ó mejor si desaprueban.»
Añadíase á esta manifestación tan r e -
Las operaciones de Arlaban fueron un suelta la necesidad que tenia el ejército de
nuevo desengaño para Córdoba. No podia socorros que podian entorpecerse por el
emprender otras, porque las tropas habian cambio de ministerio, como empezó á suce-
quedado estropeadas después de tantas p r i - der retirando la casa de Vázquez, á la c a í -
vaciones y fatigas, y el material del ejérci- da de Mendizabal, 2 . 0 0 0 , 0 0 0 que tenia en
to, y por que escaseaban las subsistencias. Bayona para las aienciones de las tropas; y
El descanso era por lo menos necesario. Asi sin pérdida de tiempo/llevando á cabo su
lo dispuso Córdoba, que recibió á este tiem- propósito, llamó Córdoba á Espartero para en-
po una carta de Madrid , pintándole el es- cargarle inlerinamenleel mando de aquellas.
tado crítico de las cosas, la odiosidad de los No dejó de sorprender este paso p o r -
ánimos, la lucha de los partidos, cuyos g e - que no mediaba entre ambos gefes la me-
fes habian llegado á batirse en duelo, el jor armonía (1). Rota aquella estrecha amis-
inminente peligro que corría la causa l i b e -
r a l , y diciéndole q u e , ya que una rara y
feliz combinación de circunstancias le hacia (1) Es digna de referirse la causa del r e -
en aquel momento el único hombre capaz de sentimiento de Córdoba con Espartero. Volvía
evitar los males públicos, que debían t e - a s t é e l e B i l b a o , donde estuvo curándose las
heridas que recibió en el puente de Bolueta, y
m e r s e , y de templar la irritación d é l o s áni-
fué recibido en Vitoria con aclamaciones de la
mos,.facilitando con su apoyo ó mediación t r o p a , cuyos v i v a s se reprodujeron en el t e a -
CORDOBA ANTE EL CONSEJO DE MINISTROS, ETC. 43

tacl que múluamenle se profesaban, unida


por tantos vínculos, prescindiendo ambos,
sin embargo, de sus resentimientos , d e p o - CÓRDOBA ANTE EL CONSEJO DE MINISTROS Y
niéndolos ante lasaras d é l a patria,y sin otra DE GOBIERNO PRESIDIDO POR LA REINA GOBER-
pasión que el bien público, se ayudan mutua-
NADORA.
mente en los combates, propone Córdoba á
Espartero para el empleo de teniente general,
que le fué concedido en 21 de junio por los
méritos que contrajo en las jornadas descri- XXXI.
tas, y le llama á Vitoria para manifestarle
que debiendo marchar á la corte delegaba
en él el mando del ejército. Ilízole observar Al presentarse Córdoba á Isturiz, decla-
Espartero que no le correspondía , pues allí r ó , haciendo su profesión de fé, que ni era
estaba el barón de Carondelet, gefe mas ni quería ser mas que un soldado, obedien -
antiguo; pero Córdoba llevó adelante su te al gobierno, estraño á toda cuestión polí-
empeño y tuvo al fin que aceptarle, con la tica , y completamente libre de empeños y
recomendación , que no nos espücamos, de de partidos. El nuevo ministro le pidió su
que no emprendiese ninguna operación cooperación para reducir á don Antonio
ofensiva durante su ausencia. ¿Temia la glo- Seoane á que aceptase el ministerio de la
ria que podía conquistar el gefe interino? Guerra; mas siendo inútiles sus instancias,
/.Quería prevenir una rivalidad que le p e r - señaló al general V i g o , que fué gustosa-
judicase? ¿Desconfiaba de la suficiencia del mente aceptado (1).
que eligió entro todos para reemplazarle, tan
ardiente y feliz en los combales?.... No le
(1) Al saber Villarreal el fusilamiento do
prescribió, sin e m b a r g o , estuviese inmóvil,
T o r r e s , escribió á Córdoba lamentándose do
y no lo estuvo Espartero. esta infracción del tratado,.de E l l i o t , que ana-
Córdoba, satisfecho de dejar en su l u - dia á otras, que le ponian en el sensible caso
g a r a Espartero, salió para Madrid el 2 8 , de usar de represalias para hacer que se r e s -
petara el derecho de c u a r t e l , represalias que
con propósito de regresar á los ocho dias. ejecutada en cuanto fuera rectificada la n o -
Seguiremos en la corte al joven c a u d i - ticia.
llo , pues aunque asi nos desviamos un c a - Córdoba contestó que los individuos de
pítulo del teatro de la guerra, no es ageno quienes se trataba , habiendo sido ejecutados
á la misma, por la íntima conexión que con en Aragón, no pertenecían al ejército del N o r -
te aunque antes hubieran servido en é l , sino
ella tienen, el viage y las conferencias que
á las tropas de Cataluña donde no regia el tra-
el general en gefe celebró en Madrid , y tado , y porque esta misma estipulación i n v o -
que tenían que influir'en ella, como en efec- cada, tenia sin aplicación sus beneficios á las
to influyeron, por no ser otro su objeto. demás provincias hasta q u e la guerra se e s -
t e n d i e s e á e l l a s , por la p r e s e n c i a de los dos
ejércitos b e l i g e r a n t e s , y como suponiendo que
allí hubiese uno de ellos , no existían los dos
tro. Esto fué mal mirado por Córdoba , quien para que fuesen recíprocos los beneficios y t u -
hallándose en una ocasión jugando al tresillo viese aplicaciou el convenio , no podía argüir-
con Espartero y otros, sintió pasar á unos sol- se infracción de lo que no existia. Se estraña
dados cantando , y dijo al hoy duque de la Vic- Córdoba do la r e c l a m a c i ó n , y manifiesta que
toria : el fusilamiento de Torres no es mas que una
— S i n duda son esos soldados de la división represalia d é l o s ejecutados en la misma p r o -
de v d . vincia de Aragón con treinta oficiales hechos
—Podrá s e r , c o n t e s t ó ; pero reflexionando prisioneros por Cabrera sobre la columna d e l
en la intención de la pregunta, ¿los ha conoci- coronel Y a l d ó s , comandante g e n e j a l de la pro-
do vd. en la voz? le añadió. vincia de Soria. «Por lo t a n t o , añade , la e j e -
— N o , sino en que son los mas alborota- cución de los dos oficiales (los gefes Torres y
dores. Mombiola) entro los ocho ó n u e v e que se h i -
—También son los primeros que se baten. cieron prisioneros por n u e s t r a s a r m a s , es una
— E s o lo hacen t o d o s , replicó Córdoba. prueba d e que las autoridades de la reina , en
E s p a r t e r o , levantándose entonces, y d a n - la triste necesidad de usar de represalias, y de
do un puñetazo en la mesa , retó sofocado al satisfacer la vindicta pública cedieron á un
general en gefe; mas la mediación de Oráa y deber r i g o r o s o ; pero con toda la humanidad
de los ayudantes evitó un d u e l o , que hubiera qno permitía el c a s o , y les aconsejaban sus
sido desastroso á la causa liberal, yproducido sentimientos. Y es do notar la gran diferencia
un escándalo. que existía entre ambas e j e c u c i o n e s ; p u e s la
de Torres y Mombiola fué hecha por a u t o r i d a -
-16" HISTORIA DE LA GUERRA CIVIL.

En un consejo de ministros, á que C ó r - ros (le la columna de Valdés fusilados por


doba asistió, se le pidió designase para Ara- Cabrera, y fué de parecer que la justicia y
gón un buen gefe de brigada, y señaló á la necesidad exigian el sacrificio de a q u e -
Ñarvaez: otra vez se le pidió su opinión s o - llos desgraciados.
bre una consulla del capitán general de Mas no habia hecho Córdoba para esto
Aragón sobre si fusilaba ó no á Torres y su v i a g e : deseaba ser oído en un solemne
los gefes que con el habían caído prisione- consejo estraordinario , y citado al fin para
r o s , en represalia de los oficiales prisione— é l , dejó la c a m a , donde le retenían sus

dos y tropa, que no dependiendo de mi m a n - y justificó lo que por establecido y observado


d o , nada tenian que ver con la estipulación, hasta entonces no necesitaba espresarse en mi
la que por lo tanto no pudieron infringir, cuan- comunicación del 2 4 de j u n i o , a saber , que el
do la de los oficiales de Valdés fué verificada convenio regia en Cataluña. Bien claro e s ,
por tropas que están bajo las mias : diferencia cuando don Baldomero Espartero, gefe s u p e -
harto notable que la justicia de todo hombre rior de e s e ejército por ausencia de v d . , con
imparcial , á cualquier partido que p e r t e n e z - fecha 12 del citado mes de junio me dijo desde
c a , no dejará de calificar en todo su valor. Vitoria. «De un dia á otro aguardo varios pri-
Por último, Torres y Mombiola por haber p e r - s i o n e r o s ^ las relaciones nominales de otros
tenecido al ejército que v d . manda, no tenian, veinte y cuatro oficiales, y unos doscientos
como he d e m o s t r a d o , la inmunidad que para individuos de tropa que lo han sido última-
ellos so solicita. Mas aun cuando por un solo mente en A r a g ó n , incluso el brigadier de esas
momento lo concediese yo a s i , todavía q u e d a - filas don Juan José de Torres, y asi que las
ría destruido el valor de tan gran sofisma por reciba lo comunicaré á v d . para entablar otro
la sola circunstancia de que entre los treinta cange , y dulcificar la suerte de los d e s g r a c i a -
oficiales de Valdés fusilados habia muchos que dos de ambas partes.» Sin duda v d . no tuvo
sirvieron en los cuerpos de este ejército , y en presentes los antecedentes de la plana mayor
los cuales habían hecho esta guerra.» cuando espresó en su contestación que Torres
Replicóle Villareal, y le decía entre otras y sus compañeros no perlenecian á este e j é r -
c o s a s . — (iEI artículo 8 . ° del convenio lo hace cito. Que padeció vd. una distracción muy n o -
estensivo á las provincias á que se lleve la table al afirmar esta aserción bastaría para
g u e r r a , siempre que sean estos ejércitos los demostrarlo el oficio de su sucesor en el m a n -
que pasen á hacerlo en ellas. Esto ¿reo se v e - do a c c i d e n t a l , que de motu propio , y sin c u e s -
rificó con la marcha del brigadier Guerguó y tionar el punto , m e habló do su prisión, e n -
la del coronel Gurrea , ambos procedían y d e - tendió ampliado el convenio á Cataluña , y
pendían de las tropas que operaban en las tres consideró á los prisioneros dependientes de es-
{¡rovincias y Navarra; ambos pasaron y lleva- te ejército , que es lo que vd. quiere ahora n e -
ron la guerra al Principado. En é l , pues, de- gar , contradiciendo su propia conducta , pues
bía desde aquel momento regir de derecho la antes juzgó como aquel gefe , y como él p r o -
capitulación , y vd. no puede negar que e x i s - puso , y se efectuaron los c a n g e s de que va
tió también cíe* hecho , pues me na entregado hecha m e n c i ó n , con otros oficiales que como
en varios canges muchos oficiales y volunta- Torres quedaron en Cataluña al volver el bri-
rios de dicha d i v i s i ó n , la cual observó c o n s - gadier Guergué á Navarra. A este y los d e -
tantemente las reglas de cuartel. Tal v e z a p e - m a s , como á aquellos, debió, p u e s , c o n c e d é r -
lará vd. al regreso de la división Gurrea para selos el cuartel. En no haberlo verificado se
querer deducir que en el acto de suceder d e - falló á la estipulación, sin que pueda cohones-
bieron cesar los efectos del c o n v e n i o ; pero tarlo el hecho de Cabrera, con c u y a s tropas
esto no pasará de un subterfugio vacío de fun- no se o b s e r v a , ni él está en el caso de o b s e r -
d a m e n t o , porque no existe , ni está radicada varla. Asi es que pudo pasar por las armas á
en vd. la facultad de aclarar los casos no p r e - los oficiales de la columna do V a l d é s , porque
vistos. El referido convenio no abraza este ni aunque ésta d e p e n d i e s e , como vd. d i c e , del
le distingue, y como yo sabe vd. que, los e j e - ejército de su m a n d o , las tropas do Cabrera
cutores ele la ley no- pueden tampoco distin- no proceden del mió , y en semejante c o n c e p -
guir donde ella no lo hace. Esto es un axioma to no tenian aquellos derecho al cuartel por la
del derecho , y otro , no menos trillado y c o - sencillísima razón de no haber llevado la guer-
mún , inclinarse á la indulgencia en las dudas ra al Aragón tropas de los dos ejércitos que
que ofrezca la aplicación de la sanción penal. combaten en estas provincias. Vea vd. , pues,
La humanidad lo dictaba también a s i , y asi lo probada la infracción de que reclamé , y mi
hizo el brigadier Guerguó , que c o n s t a n t e - derecho á las represalias. No las he usado, sin
mente concedió cuartel a pesar del regreso de e m b a r g o , por ser la primera que se ha perpe-
dicho Gurrea. No pudieron , p u e s , por'él cesar trado sin haber entrado en las aclaraciones;
los efectos de la capitulación una voz e s t a b l e - pero hechas y a , debo reiterar á vd. que las
cidos , y si vd. ó su gobierno no convenían en llevaré á efecto en lo sucesivo en la forma que
este principio , debieron entablar la reclama- indiqué en mi espresado oficio. Sobre el que
ción en tiempo para ponernos de acuerdo, con las provoque recaerá la sangre que se d e r r a -
conocimiento , ó sin é l , de las cortes que in- me y la inmensa responsabilidad de un n e g o -
tervinieron. Su silencio en esta parte concedió cio de tamaña magnitud y trascendencia.»
CORDOBA ANTE EL CONSEJO DE MINISTROS, ETC.

dolencias, y corrió al P a r d o , donde se La- ciones pudiera entregarse efectivamente á


bia de celebrar bajo la presidencia de la estas, sin seguir esclavo de las privilegia-
reina Gobernadora, y con asistencia de a m - das atenciones defensivas qne llamaban de
bos consejos. A l l í , en nn discurso poético continuo á mil partes ele la circunferencia,
y fácil como su imaginación, ardiente como mientras que la ofensa tenia que intentarse
su juvenil corazón , y con la franqueza de en el centro, se formase en Burgos un cuer-
un soldado, hizo una especie do revista r e - po de ejército de reserva, conforme tenia
trospectiva de las causas que habían lleva- propuesto en un despacho muy reciente al
do la guerra al estado en que se hallaba, de ministerio, es decir, con parte de la guar-
la situación del ejército y de su gefe; y ocu- dia, nacional movilizada.
pándose de la parte moral y política de la 3.° Que á costa de los mayores sacrifi-
g u e r r a , dijo respecto á la cooperación de la cios, ó por los medios que al gobierno solo
Francia q u e , si era y había sido siempre locaba elegir y buscar, se proporcionasen
partidario de esta gran medida , no siéndo- al ejército los recursos indispensables para
le posible dudar de un pronto, seguro y vivir y operar, porque sin ellos todos los
completo efecto para la pacificación del r e i - planes serian estériles, todas las esperanzas
n o , la tenia, sin embargo, por inasequible infundadas, todas las capacidades inferio-
en aquellas circunstancias, y suplicaba al res, todos los esfuerzos impotentes; pues
gobierno renunciase á solicitarla hasta ad- que ni siquiera tenia el tiempo suficiente
quirir la mas infalible seguridad de conse- para leer quejas, contestarlas, y escribir
guirla , porque la negativa afligía mucho á miserias, cuyo remedio lo era imposible
los pueblos afectos, no hacia bien al ejérci- proveer; nada podia en medio de tantos
t o , y alentaba eslraordinariamente á los r e - apuros; pues por muy subalternas que á a l -
beldes con gran perjuicio de la causa n a - gunos pareciesen todas estas cosas, bastaban
cional. á imposibilitar las grandes concepciones y
Espuestas con estensíon estas cuestiones, empresas, asi como la falla de una simple
propuso: clavija detiene la carrera de un coche, ó el
1.° Que para hacer posible la indispen- juego de la mayor y mas bien combinada
sable formación de dos cuerpos de ejército máquina.
en Álava y N a v a r r a , igualmente fuertes é 4.° Que el gobierno lomase en la mas
independientes, que mientras el uno poclia seria consideración la necesidad imperiosa,
ser contenido por las fuerzas enemigas, el suprema, urgente de ilustrar al público, ma-
otro avanzase por el estremo opuesto , sin nifestándole la verdad completa, sin lo cual
tener que pasear las tropas, como hasta aili, los generales, el gobierno y la nación m i s -
de un eslremo al otro de la línea , llegando ma serian víctimas de las ilusiones s e m b r a -
siempre y forzosamente tarde á todas parles, das, de los errores consagrados, á cuya
y sacrificando al ejército con graneles y sombra no cesaba de reclamarse como fácil,
continuas marchas, pura é inevitablemente seguro y próximo un resultado definitivo
defensivas; se enviasen de la guarnición de que no tenia aquellas condiciones, ó que en
Madrid ó de donde se pudiese el mayor nú- todo caso no podia él obligarse á alcanzar,
mero posible de tropas, y se pidiese á la en cuyo concepto habia renovado su tantas
Francia, para su legión, un refuerzo de veces repetida renuncia, para que otro con
c u a t r o , cinco ó seis mil h o m b r e s , según mas saber, ó con mas confianza, y q u e d a n -
pudiese obtenerlo; solicitando al mismo fin do él mismo á sus órdenes, si para algo le
otro ele la Inglaterra, para que el general juzgaba útil, desempeñase mas digna y
E v a n s , tan ventajosamente situado, pudiese ventajosamente un puesto que habia venido
obrar con fuerza á retaguardia del enemigo, á ser todo el Estado, pues que á todo lo d o -
y recoger las ventajas que alcanzasen los minaba de hecho la guerra del Norte.
otros elos cuerpos del Ebro y del Arga; El consejo aprobó completamente esla
pues el enemigo, cuando simultáneamente petición que presentamos en e s t r a d o , y el
se obrase por todos sobre su centro, no p o - presidente del ministerio le hizo observar
dría acudir sobre acprellos dos cuerpos en cuanto importaba conseguir inmediatamente
Álava y Navarra sin perder por primer r e - ventajas en el campo, á lo que contestó
sultado las comunicaciones del JJulasoa, por Córdoba entre otras cosas, «que no era él
donde la insurrección recibió la vida, y por quien evitaba los combales, porque con s o l -
donde se la podia y debia herir de muerte. dados como los que tenia á sus órdenes, e s -
2.° Que para que el ejército de opera- taba siempre seguro de vencer alli donde
¿8 HISTORIA DE LA GUERRA CIVIL.

fuese posible combatir con éxito, sino el entre unos y otros combatientes, y c o n s e r -
enemigo, que se guardaba muy bien de var cada uno las mismas posiciones p r ó x i -
medir su esfuerzo en terreno y situación á raente.
propósito para que las armas liberales hicie- El 13 de mayo sostiene Iribarren una
sen progresos, y á quien era absolutamente fuerte acometida en Dicastillo, teniendo lu-
imposible obligar á batirse fuera del lugar y gar enla misma varias cargas á la bayoneta
condiciones que elegía & favor de las in- y de caballería, que fueron recibidas por
mensas ventajas orgánicas y locales que le unos y otros con española bravura. Mas de
aseguraban la iniciativa. Por mí, añadió, cien bajas contaron las filas de los dos ban-
lejos de temer los combates, los deseo para dos, y los dos se atribuyeron la victoria,
las tropas, que siempre los piden y los n e - como en el anterior encuentro.
cesitan, y para mi gloria personal que con Olro tuvo efecto el día 14 en las posi-
aquellos ha de formarse; pero he declarado ciones de Añezcar y Oteiza, en el que no
mil veces que no aspiro á nada mas que al sacaron la mejor parte los carlistas, v i é n d o -
bien de mi patria, y á la dicha de corres- se algunos en terrible aprieto; pero el m i s -
ponder á la augusta canfianza con que me mo resultado no fué, sin e m b a r g o , d e c i -
ha honrado; objetos ambos á los cuales s a - sivo.
crifico, al conservar mi puesto, aunque sin Tampoco lo fué el de la batida que el
mérito aparente, ni apreciado, salud, r e p u - 16 hicieron algunas fuerzas carlistas al
tación, sosiego y cuanto puede sacrificar un mando del coronel Echevarría, desde E s -
buen ciudadano.» pinal y Burguete al valle de Aezcoa. Al
Espuso también el estado en que consi- ¡legar á las bordas de Arrovi, salió una c o -
deraba á los carlistas; el probable cambio lumna de voluntarios (vulgo peseteros) á
de su gefe militar, su propósito de hacer impedírselo; pero reforzado Echevarría
espediciones, é indicó el plan que á conse- oportunamente, entra en el pueblo de Gar-
cuencia de lodo convendría adoptar. ralda, refúgianse en la iglesia y dos casas
Como era de esperar, el consejo quedó los liberales de este punto, é incendian
completamente satisfecho de Córdoba, y Cór- aquella los carlistas, retirándose á seguida
doba lo quedó del consejo, por las pruebas con alguna pérdida.
que le dio de aprecio y deferencia, y por A esto se redujeron por entonces las
sus seguridades de prestarle los recursos que operaciones militares en aquella parte de
necesitaba. Cumplido, pues, su objeto, su la línea, impidiendo fuesen de mas c o n s i -
regreso al ejército era una necesidad, y á él deración y frecuencia el insufrible t e m p o -
se restituyó á mediados do junio. ral de aguas y nieves que reinó con v e n t a -
ja para el pais, porque asi se ahorraron d e -
sastres y víctimas sin fruto. También se
VARIOS ENCUENTROS EN LA DERECHA E IZ- .operaba al estremo opuesto.
QUIERDA DE LA LINEA.
El 15 de mayo hizo San Miguel, que
mandaba la plaza de Bilbao, una salida ha-
XXXII. cia los altos de Ollargan, Santo Domingo,
Castillo de Abril, Santa Marina, y la c o r d i -
llera basta el barrio de Orgoiti. Hacen fren-
Mientras en el centro de la línea tienen te los carlistas en algunos puntos con deno-
lugar los ruidosos acontecimientos que ya dado empeño, sosteniendo sus posiciones,
hemos referido, no estaban ociosas las a r - acometidas algunas á la bayoneta, y des-
mas en ambos eslremos. En Navarra y en pués de algunas horas de combate, y de r e -
Vizcaya también se combatía, y aunque no coger los sitiados los víveres que necesita-
fueran formidables los choques, llamaron la b a n , volvieron á la plaza perdiendo algunos
atención de ambas huestes;, por su impor- hombres y parte del ganado que acababan
tancia, como deben llamarla á la historia. de tomar, y causando no menos pérdidas al
Los carlistas que mandaba García, que enemigo.
ya contaba con alguna fuerza de franceses En la larde del 19 ejecutó una corta
que se le habían pasado, empeñaron el 23 parle de la guarnición de Bilbao otra salida
de abril una acción contra los legionarios á la ermita de San Roque, á que dio fuego,
liberales que defendían la casa de T i r a p e - retirándose á poco perseguida por los car-
gui y pueblo de Larrasoaña, siendo el re- listas.
sultado contarse cerca de doscientas bajas E n el mismo dia, el brigadier carlista
OBSERVACIONES SOBRE EL MANDO DE EGTJIA 49

don Santiago Villalobos salió de Orduña, Y como si esta fuera la señal del c o m -
subió á la peña del Aro, acampó en la b a r - b a t e , empezó porfiado en las alturas de
raca de Amánala á media hora de Quinco- Ayele, se eslendió por otros lados d e j a l í -
ces, donde se hallaban los contrarios, que nea, y hasta la artillería de la marina real
sabiendo su proximidad por haber cogido inglesa, rompió el fuego bajo sus flotantes
un espía, lomaron posiciones entre Calzada baterías. Quiso un batallón carlista apagar
y Cabañes, donde fueron impetuosamente estos, apoderándose por sorpresa de la C o n -
cargados. El combate, aunque corto fué cha, para lo cual emprendió la marcha dan-
porfiado, y pelearon unos y otros en un ter- do un gran rodeo, mas fueron tan vivos y
reno eslraordinariamenle escabroso. Tam- certeros los fuegos del Liveed y de algunas
poco hubo vencidos ni vencedores en esta cañoneras españolas, que frustraron los d e -
lucha, por mas que délos de la reina queda- seos de los contrarios, y los rechazaron. Lo
ron algunos prisioneros. mismo sucedió en las posiciones de Ayele.
Encuentros como estos ocurrían con f r e - Creyendo el general inglés Shaw, que se le
cuencia por toda aquella parle de la línea. proporcionaba ocasión, al perseguir á los
Las tropas liberales que guarnecían á V a l - carlistas, en su retirada, de destruir sus
maseda y puntos inmediatos, y á Bilbao, fortificaciones ó barricadas en Hernani, l l e -
necesitaban hacer continuas salidas para gó hasta ellas, consiguió su objeto y regresó
proporcionarse víveres unas veces, para h a - á su puesto.
cer reconocimientos oirás. Pero acechados Asi terminó aquella empresa de los c a r -
siempre por los carlistas, les salían al e n - listas, después de la cual pidieron un a r -
cuentro y se trababan escaramuzas cuya misticio, que les fué concedido hasta el 6 de
narración seria interminable, sin provecho junio, en cuyo dia á las dos de la madruga-
de la presente historia. Vario era el éxito, da, volvieron á embestir los carlistas la l í -
pues ni todas las veces apelaban los carlis- nea enemiga que mediaba entre Ametzaga-
tas á una vergonzosa fuga, como decían los ña y Alza. Aumentadas sus fuerzas con al-
parles de los'gefes liberales, ni estos cedían gunos batallones navarros, creyeron s e g u -
á la superioridad de las armas del rey, c o - ro el triunfo, y después de algunas horas de
mo manifestaban los de sus contrarios. Por pelear, hubieron de retirarse otra vez con
esto, nada mas peregrino que el cotejo de alguna pérdida, no sin haber arrollado an-
unos y oíros, á cuya visla ni aun es fácil d e - tes las avanzadas-del frente de Alza, pene-
cir la verdad, por lo distante que en unos y trando hasta muy cerca d é l a población, o b -
otros se encuentra. teniendo al principio iguales ventajas por
otros puntos.
Estos ataques se hicieron casi diarios
NUEVOS COMBATES EN LA LINEA DE SAN SE-
en aquella línea, ya por la proximidad de
BASTIAN. las posiciones que ocupaban los carlistas
desde las cuales podian emprenderles r e -
XXXIII. pentinamente, ya por el corage y animosi-
dad que tenían contra los ingleses, á q u i e -
nes se proponían no dar tregua ni descanso,
Las posiciones que perdieron los carlis- no siendo menor la saña de los soldados
tas el S de mayo, quisieron recuperarlas británicos para con sus mortales enemigos.
el 3 1 , á cuyo fin prepararon una fuerte e m - Por de pronto, San Sebastian pudo r e s -
bestida al centro de la linea que defendían pirar con mas libertad, y aunque eran hués-
los ingleses, para desbaratarle, y desde el, pedes algo incómodos los legionarios, lodo
por el flanco, las alas. era preferible al vencimiento.
Dicha línea estaba formada por un s e -
micírculo sobre ambas orillas del Urumea, en
OBSERVACIONES SOBRE EL MANDO DE E G T J I A . —
dirección de Astigarraga. Roto el centro,
como se habían propuesto los carlistas, su TERMINO DEL MISMO.
valor podia hacer lo demás. Pero no e m p e -
zó asi el combate, sino que mucho antes XXXIV.
que amaneciera el día 3 1 , se presentaron
silenciosamente loa sitiadores al estremo d e -
recho de la línea enemiga, y prendieron Reconocido don Carlos á los servicios
fuego á un grande edificio. que prestó Eguia en las acciones de Arlaban,
TOMO m.
so HISTORIA DE LA GUERRA CIVIL.

le nombró, por decreto de 28 de mayo, en recibirá el dia de su llegada á mi cuartel


Vil la franca, caballero gran cruz de la real general, 1,000 rs. v n .
y distinguida orden española de Carlos III, »Al que solo traiga caballo se le darán
eximiéndole de todo pago (1). 7 0 0 rs.
Satisfizo á Eguia esta honorífica'recom- »A1 que se presente únicamente con ar-
pcnsa, á pesar de lo poco dado que es á la mas, 200 rs.
ostentación habiéndose distinguido siempre »A los que vengan sin armas ni caballos
por su sencillez, lo cual se revela en su tra- se les gratificará con 100 rs.
to franco y natural. Pero no le obligó lo »A todo s a r g e n t o , cabo ó soldado que
bastante á continuar al frente del ejército, haciendo cabeza se pase con treinta á cuar
blanco, como era ya, de las hablillas de los renta h o m b r e s , le concederé el empleo de
cortesanos, y especialmente de los que t r a - subteniente. El que venga con cuarenta á
bajaban por la salida d é las espediciones, á sesenta será nombrado teniente. Al que con-
lo cual se oponia obstinadamente el conde, duzca y presente de sesenta á o c h e n t a , le
Uno de sus mayores cuidados fué a u - ascenderé á capitán , distribuyéndose entre
mentar la fuerza del ejército, especialmente los ochenta hombres los empleos de oficia-
con los soldados pasados , que sabiendo ya les , sargentos y cabos correspondientes á
manejar las armas y llevándolas consigo, una compañía. Al que sé pase con la fuerza
eran mas útiles que los que se alistaban vo- de cuatro compañías que no baje de ochen-
luntarios. A s i , para estimular la deserción la p l a z a s , le nombraré teniente c o r o n e l , y
y contrariar las medidas que para impedirla concederé los empleos del batallón en los
adoptaban los gefes liberales, esparció con términos indicados para una compañía.
profusión la siguiente proclama: «Soldados: todos somos españoles. Aca-
bad de desengañaros. Si no eran bastantes
tantas atrocidades perpetradas bajo el g o -
Al ejército enemigo , el general en gefe del bierno ilegal de la que se llama reina, v o l -
rey nuestro señor don Carlos V. ved los ojos á los últimos r o b o s , incendios,
asesinatos y violencias perpetradas. Ved á
vuestros generales y gefes haciendo cues-
«Soldados: guiado por el honor guardé tación para engrosar sus bolsillos , chupan-
silencio : no os dirigí mi palabra hasta que do asi la sangre de los indefensos pueblos.
me hallé en posición de cumplir lo que ofre- «Soldados, apelad á los h e c h o s . ' P a r a
cía. Os dije en mi proclama que al presen- conocerla importancia del partido que s e -
taros en el ejército de mi mando nada os guís, observad su marcha: mirad como han
faltaría, y que recibiríais la gratificación acudido al auxilio de mercenarios est.ran-
señalada. Testigos son de esta verdad los geros. Mirad á éstos con mengua del nom-
muchos que desde entonces, desengañados bre español en San Sebastian y Pamplona,
del error en que estaban , han abandonado como garantía y recompensa de sus delitos.
esas banderas de la usurpación , y han v e - Mirad , en fin , á esos mandarines distribu-
nido á ser compañeros de estos valientes yéndose las provincias del interior como los
voluntarios. Imitad su heroico ejemplo. No lobos su presa, convertidos en e n e r g ú m e -
solo seréis admitidos con amor y b e n e v o - nos , señalándose unos la dictadura , a b o -
lencia , sino que ampliando aquella, a n h e - gando otros por la república , en fin , sin
lando vuestro b i e n , y dispuesto á distribuir entenderse ellos mismos; queriendo cada
nuevos premios en proporción del mérito cual que prevalezca el color de su partido,
que cada cual contraiga , os ofrezco los s i - y llevando todos en pos de sí el desorden y
guientes: la desolación.
«Cada sargento , cabo ó soldado que se «Soldados, á tiempo estáis de cooperar
presente montado y completamente armado á que tengan fin tantos males. Acordaos de
la religión de Jesucristo en que os educaron
(1) A Iturralde, Villareal y la Torre, les vuestros padres. Acordaos de estos que llo-
concedió también con la misma fecha, según ran vuestra opresión y estravío. Objetos tan
aparece en el periódico oficial carlista, la gran caros os hablan al corazón. Ellos os marcan
cruz de Isabel la Católica, disponiendo ademas el camino. Soldados, seguidlo. En la mano
use diesen las gracias en su real nombre á su
tenéis vuestra carrera. Apresuraos á venir:
valiente ejército, por sus esfuerzos y heroico
comportamiento en las últimas gloriosas jor- venid á tomar parte en las filas de la legiti -
nadas, ele. etc.» midad. Asi labrareis vuestra suerte y' po-
• OBSERVACIONES SOBRE EL MANDO DE EGUIA. 31

dreis asegurar la de vuestras familias, como i ciones, ya en los demás movimientos que
os asegura el puntual cumplimiento de lo constituían el sistema militar de Eguía, sien-
que os ofrece—El conde de Casa-Eguía. do su principal objeto dejar reducido al
— En mi cuartel general á 10 de junio enemigo á las plazas fuertes de Pamplona,
de 1836.» San Sebastian y S a n t a n d e r , no sin blo-
No eran infructuosos estos medios, p o r - quearlas y amenazarlas de continuo , ó con
que aun cuando no mejorase la situación de frecuencia , con objeto de que no pudiesen
los que se presentaban, creían sufrir menos sus guarniciones incomodar otros p u n i o s , y
privaciones y fatigas entre los carlistas, ocupar considerables fuerzas enemigas en
aquellos á quienes no llevaba á sus filas la su socorro.
identidad de opiniones. Los movimientos de los contrarios p o -
Cuando Córdoba regresaba á Vitoria dían modificar esle p l a n , mas no contaba
fué admitida la dimisión en que insistió Eguía con oirás contrariedades, sin e m b a r -
E g u í a , que deseaba por momentos declinar go de que ya desde el principio comenzó á
un mando que tanto le abrumaba, mas que esperimentar los disgustos consiguientes á
por las atenciones al mismo inherentes y á las intrigas que abundaban en la corte.
sus fatigas, por las intrigas de que era o b - Prescindiendo de estas por ahora , y
jeto por parte de los que nunca se esponian concretándonos á la parte militar, deseaba
al peligro. E g u í a , y así lo reasumió en una de las e s -
El mando de Eguía no dejó, como el de posiciones que dirigió á don C a r l o s , r e g u -
Moreno , funestas h u e l l a s ; y si al tomarle lar, según su sistema, la guerra, y al efecto
contaba el ejército con unos veinte y cinco pidió el cumplimiento de los siguientes a r -
mil hombres, según el estado de las fuerzas tículos ( 1 ) , que reproducimos leslualmente.
que dejó el vencido en Mendigorria , á la l.° «Necesidad de armas, algún dinero
conclusión del de el conde ascendía á trein- por medio de empréstito , ó del modo que
ta y tres mil nuevecientos diez y nueve i n - sea mas del agrado de V. M. para las o p e -
fantes y mil noventa y ocho caballos de raciones de la campaña p r ó x i m a , que se
fuerza efectiva (1). prepara durísima , si no tenemos medios de
Al encargarse Eguía del mando, el plan emprender la ofensiva , y aun para la ofen-
de la corte carlista, si bien propendía á ale- siva , siendo para ésta la r e s e r v a , y para
jar el teatro de la guerra, era contando pre- aquella el ejército de operaciones.
viamente con la organización del ejército, "2.° »El aumento de uno y otro ejército
dividido en cuerpo de operaciones y de r e - por un llamamiento y armamento general,
serva , subdivididos ambos en divisiones y en cuyo caso , de flanco ó de frente se p o -
brigadas. Pero ante l o d o , no se había de drán detallar á V. M. todas las operaciones.
comprometer la base de lodo p l a n , que era 3 . " «Que no siendo asi,no hay mas que
la defensa de las tres Provincias Vascon- obrar de frente ó flanco con uno y otro por
gadas y Navarra. Las divisiones operadoras la parte de Navarra, que parece es también
debían constar de seis mil hombres cada donde menos se puede operar, porque no se
una. La primera se componía de navarros prestarán á facilitar las subsistencias para
eselusivamente; la segunda de provincianos, lodo el ejército, cuando se lamentan al dar-
y la tercera de castellanos (asi eran l l a m a - las para la corta fuerza que alli existe; d e -
dos los voluntarios de los domas paises), con biendo también tenerse presente lo r e d u c i -
cuyas fuerzas, agregadas la caballería y ar- do del ejército y la necesidad de aumen-
tillería, podria montar el ejército de o p e r a - tarle aun para este caso. Al efecto, conviene
ciones á veinte mil hombres. Las reservas separar de una vez ese número cscesivo do
se formarían: la de Navarra de seis mil exenciones y arbitrariedades con que se ha
h o m b r e s , de tres mil cada una de las de obstruido é inutilizado el reemplazo.
Guipúzcoa y Vizcaya , y de dos mil la de »Es preciso, señor, continuaba después,
Álava, aparte de todas el batallón de guias. que las juntas, los comandantes generales y
Sin reunirse todas estas fuerzas en cuer- cuantos hayan intervención en lo que tenga
po de ejército, entraba en el plan se apoya- ó pueda tener conlacto con la guerra, se con-
sen entre sí las reservas, ya para aumentar venzan de que ésta no se concluye sin aumen-
sus fuerzas en el ataque y loma de g u a r n i -
(1) Esposicion del conde de Casa-Egida á
(1) Véanse los estados del documento nú- don Carlos , firmada en Escoriaza el 27 de
mero 3. enero de 1836.
82 HISTORIA DE LA GUERRA CIVIL.

tar al estremo los sacrificios: que es preciso enviar una fuerte espedicion á Asturias, otra
hacerlos y obrar como al principio": que es á la derecha de Castilla, otra al interior, y
indispensable un volcan de actividad para efectuarse las de Aragón y Cataluña, dejan-
llegar al tiempo mismo , porque la estación do lo menos, lo puramente preciso, ademas
avanza á paso de gigante , y no debe p e r - de sus reservas, para defender las p r o v i n -
derse de vista que vuelan los momentos, cias , según ellas mismas lo p i d e n , no sé de
que el enemigo aumenta sus fuerzas por to- donde ha de salir el número de fuerzas n e -
das parles para abrir la campaña , y hacer cesario al efecto, ni qué hacer ni decir en
en ella sus últimos esfuerzos.» semejante estado.
En medio de lo crítico que consideraba »Mi p l a n e s contener al enemigo, (que
el conde su situación , confiaba y lo espera- hasta hoy es superior, y en aptitud de l o -
ba todo del valor de las tropas, que á la mar la ofensiva) con una defensiva p r u d e n -
v e r d a d , le sacaron de mas de un a p u r o , y te , preparando, si se d e s c u i d a , algunas
solo con ellas hubiera emprendido operacio- empresas parciales; aumentar las filas con
nes tan arriesgadas, solo ellas habrían sido los que vengan y con los que Y. M. dispon-
conducidas al pie de montañas inaccesibles, ga se alisten, á fin de que p u e d a , ya que
defendidas por fuerzas superiores, y habrían la usurpación ha aglomerado todos sus r e -
emprendido desde luego el ataque sin d e s - cursos, debilitarse, y nosotros lomarla mis-
cansar de doce leguas de m a r c h a , y sin ma , ya que no en el número, en razón del
detenerse á apagar la sed ardiente que les mayor valor de nuestra tropa y de la justa
devoraba y rendía de fatiga. El ejército-car- causa que defendemos.
lista se veia rodeado por todas partes de «Mas veo,, señor, que esto no.se quiere,
enemigos tan temibles como Espartero, Yigo y que prevaliéndose los enemigos interiores
y Oraá, siempre con la vista sobre Córdoba, y esteriores de la secuela de semejantes pro-
dispuesto siempre á venir también sobre posiciones, como las que llevo indicadas,
ellos. Una acción contra los enemigos mas asestan sus tiros hasta á mis propios amigos
inmediatos salvó á Eguía en la ocasión mas para que aumenten la oposición, sin consi-
crítica, porque mejoró su posición. derar la posibilidad de sus proyectos ó c á l -
Pero si respiraba un momento , si se l i - culos , y soñando por sus deseos los imposi-
braba de una de sus atenciones, aglomerá- bles.
banse otras á empeorar su estado, sobre l o - «Tal e s , señor, el cuadro franco y claro
do cuando era necesario cubrir muchos que debe presentar á Y. M. un hombre que
puestos en distancias estremas. no desea mas que el mejor servicio de su
Por esto decia á don Carlos entre otras rey. Tal es la obligación de un fiel vasallo
cosas el 2 1 de abril desde Ochandiano: de V. M . , y tal la de un general que no
«Y. M. no ignora las fuerzas que t e n e - anhela mas que el triunfo de las armas que
mos: las pide Sarasa habiendo al 1 i todas las dirige.
de Vizcaya, la de brigada de operaciones, »Por lo tanto, señor, si franco soy en
y el I.» y 6.° de Castilla: las pide Sagasti- proponer como imposibles p-or ahora los m i -
belza y será preciso enviarle la brigada de llares de proyectos y operaciones con que se
operaciones guipuzcoana: pide Navarra ú ambiciona precipitar la c a m p a ñ a , tal es
otros por ella tomar los valles, y será n e c e - también mi franqueza, que debo decir que
sario lo menos destacar las dos brigadas de deseando cual ninguno los progresos de la
su pais: solo el magnánimo alavés se cree causa de V. M . , otro, señor, los vencerá.
en acción de hacer marchar su segundo ba- Otro , señor, será mas á propósito para s a -
tallón sobre las casernas de la itioja á las tisfacer estas exigencias, esperando solo la
órdenes de Beraslegui, desu general Villar- resolución de V. M. para saber á quien
real en Villarreal y Guevara, para hacer puedo entregar el mando del ejército, como
esfuerzos increíbles á que se presta , m i e n - lo reitero hoy por el ministerio de la G u e r -
tras que á mí me queda?án por resultado r a , solicitando de su bondad benéQca la
cuatro ó cinco batallones de Castilla; y para .gracia de permitirme pasar á los baños de
que no haga uso ni aun de su fuerza, hace Ceslona, pues que por no haberlos tomado
días pretenden fascinarme con noticias va- el año anterior he padecido en el invierno
gas é indeterminadas, de que me pegarán lo que solo Dios sabe.
en alguna acción dos tiros. Si á esto se aña- «Lejos de m í , señor, en esta pura y sin-
de que es preciso tomar á Bilbao ú otro pun- cera esposicion olra idea que la del mejor
tó de la misma importancia; que se debe servicio de V. M . , y en prueba de osla ver-
MEMORIA SOBRE EL MANDO DE EGUIA. 53

d a d , al pedir mi retiro debo rogar á V. M. hicieron al finblanco de sus ocultos tiros y


que, asi como á mí me presentan el peligro juguete de sus bastardas pasiones, á lasque
de mi flanco izquierdo mientras el enemigo en vano trató de hacerse superior, por d e s -
está sobre mi derecha y centro, no se guie iguales sus armas de buena ley. Con ánimo
Y. M. por avisos de Francia y de franceses, y necesidad de descansar durante algún
que yo creo son instrumentos de los de aquí tiempo, pasó á Durango. Mas fatigado de
para difundir las especies que quieran p r o - los disgustos que hombres díscolos le c a u -
palar los mismos enemigos de Y. M. Que se saran, que de los trabajos y penalidades de
entretenga á estos que se presentan en fuer- la g u e r r a , que le compensaban sus'lauros,
z a : que se anticipen nuestros movimientos á se retiró tranquilo para volver á prestar sus
los suyos , y que sin faltar á estos principios servicios en otro puesto que le confiara el
se aproveche cualquiera coyuntura que pue- soberano
da haber en el intermedio de los que aquel
pronuncie, huyendo siempre del menor des-
acierto para que conservando el nombre y MEMORIA SOBRE EL MANDO DE EG DÍA.
prestigio se aumente la fuerza, pues que de
este modo no dudo llegará á bajarse á la
llanura y batir al enemigo con ventajas.» XXXY.
La necesidad de tomar baños era el pre-
testo que alegaba el c o n d e , y don Carlos no
pudo menos de admitir la dimisión de su El mismo conde, con el noble anhelo de
anciano y leal servidor, cuya salud habia que merecieran lodos sus actos la aprobación
sufrido mucho visiblemente, p o r q u e , como de don Carlos, le dirigió desde Durango el
decia, aquella guerra no era sino para j ó - 22 de julio del mismo año una memoria
venes , podiendo haber añadido lo que ha detallada de sus operaciones, en la q u e ,
dicho un elevado personage carlista, ó pa- después de narrar, imparcialmente sus h e -
ra locos, porque de lodo en efecto se nece- chos militares, esponiendo los resollados del
sitaba al considerar lo que habia que hacer; plan ordenado por el cuartel general, la or-
ya que prescindamos de lo que casi mila- ganización del ejército, su disciplina, la
grosamente se habia hecho. confianza que habia adquirido, y los recursos
En resumen, el mando de Eguía no fué proporcionados especialmente a l a artillería,
estéril para la causa carlista. Lejos de eso, manifiesta que ya fijaban todos la vista co-
alcanzó ventajosos resultados. Los pueblos mo en un objeto principal, en alejar el l e a -
de Guetaria, Valmaseda, Mercadillo, P l e n - tro do la guerra, olvidando los medios p r e -
cia y Lequeitio, son testigos de su actividad ciosos, ponderando la falta de subsistencias,
y pericia, de su valor y constancia, como y la impotencia de los liberales. «Los incau-
lo fueron oíros puntos dónde combatió. M e - tos seducidos, dice, y los malos con su d a -
joró la organización del ejército , y p e r s u a - ñada intención de paralizar, Iraslornar y
dido de la utilidad de un buen estado m a - precipitar las, operaciones, vociferan, y aun
y o r , arregló el servicio de este cuerpo, h a s - algunos de los gefes superiores, la necesi-
ta entonces descuidado. Si la suerle de las dad de adelantarlas al interior por medio de
armas no le fué propicia en todas las opera- espediciones á su voluntad, mas ó menos
ciones mililares que dirigió, podemos decir numerosas según las afecciones de cada
con-un escritor contemporáneo, que «tales uno
desgracias no podían servirle de responsa- «Lejos de mí la oposición á las espedi-
bilidad, porque muchas de aquellas estaban ciones, (ojalá las proyectadas y cuantas se
sujetas á voluntades eslrañas á la ciencia de verifiquen tengan el mas feliz éxito) s i e m -
la g u e r r a , que hablaban de real orden.» pre que estas puedan ser apoyadas por el
Otra cosa diremos, que no tiene réplica por ejército de operaciones; mas aun ha visto
cierto , y que lo mismo es aplicable á Eguía V. M. que hallándose diseminado en aten-
que á todos los gefes de su parcialidad, que ciones particulares de las mismas provin-
á lodos los de la contraria : eran españoles cias, que á la par que declaman la n e c e s i -
los de ambos mandos, y ni la victoria e n a l - dad de variar el teatro de la guerra, y. p o -
tecía á los u n o s , ni la"derrota humillaba á nen tantas trabas al reemplazo del ejército,
los otros. de sus reservas y del armamento general,
Los odios y rivalidades que al principio quieren: Guipúzcoa un ejército que les qu¡T
respetaron un lanío al veterano g e n e r a l , le te el padrastro de San Sebastian; Vizcaya
HISTORIA DE LA GUERRA CIVIL.

otro que se la desembarace del de Bilbao; recursos se creyeron tamaños, dio á llegada
Álava que se la liberte de Vitoria; y Navar- del ejército á Medina de Pomar, un triste
ra que se la libre la ribera y los valles de desengaño, pues no pudo alimentar al m i s -
la frontera, á la vez que llamaba y se la- mo ejército. Eguia tomó ademas el mando
mentaba de falta de recursos para sostener en circunstancias bien críticas, y no se le
las limitadas fuerzas que tenia , siendo asi puede negar que supo hacerlas frente.
que para tales operaciones era preciso que Ni son justificados los cargos de provin-
todo el ejército obrase de frente ó de revés, cialismo que algunos le hicieron. Si m a n t u -
y cuando los batallones espedioionarios, ca- vo casi siempre su cuartel general en L l o -
si la única fuerza disponible, eran el a n t e - dio y Escoriaza, lo exigió asi estar al frente
mural de la misma residencia de V. M. á la del ejército enemigo, sin que por esto d e j a -
cual se dirigían los enemigos y de que tal se de operar en Navarra y Vizcaya.
vez se habrían apoderado, si con su auxilio Eguia no pudo ciertamente hacer mas
no se les hubiera detenido en sus primeros de lo que hizo. Aquella guerra era superior
pasos. De aqui también, señor, se deduce á sus fuerzas mas debilitadas que con el m a n -
para la seguridad de la base de operaciones do del ejército con las intrigas de los c o r -
que cubrieran tan sagrados objetos, la c i r - tesanos, que no perdonaban ni aun el c a r á c -
cunspección que debia observar para d e s - ter franco del que era blanco de sus tiros.
membrar sus fuerzas ínterin el enemigo dis- Tenia que compartir el general en gefe sus
puesto á aprovecharse de la ocasión, pudie- atenciones no solo entre sus soldados y el
ra caer en diversas direcciones sobre su enemigo, sino entre los cortesanos, adversa-
presa á favor de su indefensión ; á mas de rios mas temibles y menos vulnerables.
que no vencido el ejército de operaciones y
no cubriendo las provincias con sus reservas
y el armamento general sus atenciones r e s - REGRESO BE CÓRDOBA Al. E J E R C I T O . — S I T U A -
pectivas , era bien cortísima la que le que-
CIÓN DE ESTE.
daba cuando aumentada sin desmembrar ni
alejar sus batallones á operaciones que no le
sean anejas y formen parte de las suyas, es XXXVI.
la sola que puede progresar y marchar con-
teniendo y batiendo al enemigo para que
vaya cediendo; dando lugar al mismo tiem- A mediados dé junio llegó Córdoba á
po que atrae sobre sí su atención á que Vitoria, su cuartel general, y enterado de
evacué, respire el interior y dé lugar á sus la situación del ejército, se aprestó á mar-
levantamientos y disgustos parciales que se- char á Navarra con el fin de hacer freute al
cunden y preparen el triunfo d e V . M . » ( 1 ) enemigo, que por este punto se reforzaba,
Triunfo, anadia, que estaba reservado al y de operar por aquella parle que creyó
ejército de operaciones, y no á los e s p e d i - con mas éxito que la del centro é izquierda
cion arios. de la línea. Dispuso, aunque sin la mayor
Criticábase el sistema d e E g u í a objetan- confianza de conseguirla, la ocupación del
do q u e , con é l , poco ó nada se adelantaba: Baztan , y previendo los obstáculos que
que durante el mando del conde se había opondrian á ella los carlistas, destacó el 22
perdido en Navarra la línea de sus valles, al general Ribero con diez batallones, y le
y en Castilla el de Losa. Mas á esto contes- siguió el 2o dejando á Espartero en Álava
taba el gefe dimisionario q u e , si b i e n i o s con tres brigadas y la portuguesa, y á T o -
recorrían simultáneamente las tropas carlis- llo en el valle de Mena, con orden de que
tas y liberales, si estos habian consolidado guardasen el centro é izquierda de la línea,
en ellos sus posiciones, no habia sido en el y se opusieran á toda costa al paso de las
tiempo de su mando. espediciones, ó las siguieran sino les era
Y en efecto, databan desde la batalla de posible detenerlas. Asi creía podrían e n l r e -
Mendigorría las fortificaciones de Lárraga y tener delante de sí el mayor número de
la línea del Arga, apoyada en Pamploma y fuerzas contrarias, y dejarle desembara-
estendida á los valles. El de Losa, cuyos zado en sus movimientos.
Tello recibió ademas orden de fortificar
, (I) A p e s a r do la r e d a c c i ó n t a n oscura d e
á Orduña y Arciniega, que reunían á otras
este párrafo, no h e m o s creído c o n v e n i e n t e al- ventajas la de poder imposibilitar la salida
terarle. por aquel punto de las espediciones carlis-
REGRESO DE CÓRDOBA AL EJERCITO. í>3

las, que eran el gran pensamiento del c u a r - Gómez, y la derrota de Tello, que trató de
tel real. impedirlo, empeorando la situación del
Pero no todo sucedió á satisfacción de ejército, abrumaron á Córdoba, quien m a n -
Córdoba. El calor rigoroso de la estación dó conlramarchar inmediatamente á Ribero
obligó á Ribero á acortar las jornadas, per- en seguimiento de aquel. Y esta inesperada
diendo en el primer dia (rece hombres, y desmembración de fuerzas le imposibilitó
dejando-trescientos enfermos en los puntos las operaciones ofensivas que proyectaba. "
del tránsito. «Horrorosa es mi posición, decia a l g o -
El general en gefe llegó el 29 á Puente bienio en 1.° de julio desde Pamplona
la Reina, y adoptó las disposiciones c o n v e - El que pide en L o n d r e s , Paris, ó Madrid
nientes para evitar un golpe sobre el centro una batalla, una victoria, la decisión de la
ó eslrema izquierda. lucha al general que la dirige en Navarra,
Veia Córdoba que el nuevo caudillo car- solo produce una prueba de cuanto puede
lista inauguraba su mando con operaciones estraviarse la razón Resignado yo hace
ofensivas, y creyó que entraba en su sistema mucho á ser la menos ilustre víctima, solo
atacar los dos estrenaos de la linca para me cuido ya de cumplir un gran deber, r e -
mantenerse á la defensiva sobre su centro, pitiendo que con lo que t e n g o , no solo no
apoyándose en Salinas, cubriendo con a l - puedo llevar á término la g u e r r a , sino que
gunos batallones en la Solana á Eslella y con lo que me falta para existir no respon-
los valles de Bcrrueza, Ega y demás de do de las mas funestas consecuencias.... La
las vertientes meridionales de la sierra de miseria de las tropas es tan grande que ya
Andia. Córdoba confiaba la seguridad de da lugar á desórdenes y actos de indisci-
la derecha de la línea á Mecr, que supo de- plina, cuyo resultado temo Verbalmen-
fenderla el 2 4 , y la izquierda á Espartero y parte he recibido una queja de otro acto
Tollo, quienes en combinación con otros mas serio de indisciplina.del regimiento N,
gefes, cuidaban también del centro. que produjo el arresto de muchos s o l d a -
A fin do impedir la salida de la espedí dos, presentándose á seguida todos á recla-
cion de Gómez, ordenó al comandante ge- mar parle en la pena como la tenian en las
neral de Vizcaya que del escedente de la quejas. Ayer encontré yo mismo en marcha
guarnición de Bilbao, formase y embarcase al regimiento de Chinchilla, que me saludó
para Santander una brigada. con aclamación y preguntando á los solda-
En tanto, la situación de las tropas del dos. ¿Cómo vá, muchachos? Mal, muy mal,
.ejército de la reina en el Norte eran las s i - mi g e n e r a l , fué la respuesta de muchos.
guientes: Preguntándoles el motivo , me dijeron que
Dos mil quinientos hombres al mando hacia mas de dos meses no recibían un real.
del general Tello, se hallaban á la estrema Les pregunté si también les faltaba la cons-
izquierda déla linca: ocho batallones al de tancia para sufrir por la patria, y gritaron:
Espartero, estaban en movimiento y combi- Eso no, hasta la m u e r t e . Esle cuerpo a c a -
nación desde Vitoria con la brigada ante- ba de batirse brillantisimamente : el 24
rior; y otros cuatro con la brigada portugue- les envié 1,000 d u r o s . . . . Todas las tropas
sa al mando de Das A n t a s , tenían su asiento del general Ribero quedaron ayer y hoy sin
en Vitoria. pan: á la una de la noche emprendieron una
Dos protegían la caballería del b r i g a - larga marcha. ¡En tal estado; se quiere que
dier Iribarren. triunfemos!»
Nueve á las órdenes del general Ribero Tales y tan desconsoladoras eran las co-
estaban acantonados en Puente la Reina; y municaciones verídicas que Córdoba dirigía
finalmente, siete ú ocho se hallaban en las al ministro de la Guerra, insistiendo en t o -
líneas de Zubiri con la legión auxiliar fran- das ellas en su inmediato reemplazo.
cesa. Ya llegó el caso de dar en Pamplona una
Córdoba marchó el 30 á Pamplona, á orden general recordándoles sus deberes
donde le llamaban asuntos de tanto interés con la patria, y su propio crédito, apelando
como urgencia, y principalmente la penuria ' su entusiasmo, á sus virtudes y sufrimien-
en que de nuevo se hallaba el ejército, to para sobrellevar los males que les asedia-
aquella máquina que, como decia Córdoba, ban. Convocó á la diputación del reino para
se había hecho demasiado grande y pe - proveer á las tropas, y en tanto que t r a b a -
sada. | josamenle conseguía algunos recursos con que
La salida al fin, de la espedicion de sostener apenas la subordinación y la causa
1
85 HISTORIA DE LA GUERRA CÍVIL.

del trono legítimo, los carlistas , tomando A morir vamos: arriba, les dijo: y subie-
la ofensiva atacaban de nuevo la línea de ron resueltos y vencieron.
Zubiri por la borda de Iñigo. j Nació en Larrea, provincia de Álava,
el año segundo de este siglo, y á la vez que
' aprendía en el hogar doméstico ese noble
DON BRUNO DE VILLARREAL.
proceder con que siempre se ha distinguido,
se imbuía su joven corazón en las ideas que
teniendo por l e m a , r e y , patria y religión,
se identificaban con el espíritu religioso do
XXXVII. los españoles. Por esto consideran muchos
las opiniones realistas como una derivación
de los sentimientos religiosos, admitiendo
Villarreal, sin ser un héroe, ni haber candidamente esc derecho divino de los r e -
adquirido esa celebridad que dieron á otros | yes que no pudo resistir al libre examen,
mas que los hechos propios las agenas a l a - ; Pero entonces se creia mas que se pensaba,
b a n z a s , es uno de los personages que mas¡ y la fé en ciertos principios no permitía con-
descollaron en el ejército carlista. Su repu- j sultar á la razón. Por esto el joven Villar-
tacion, no usurpada como la de muchos, y , real se dejó llevar del impulso de sus ideas,
su prestigio, es envidiable. Posee un c o r a - y contando apenas diez y nueve años, corrió
1

zon noble, la ruda franqueza del soldado, ¡ á alistarse en la partida de don Gregorio
y la sencillez del hombre que desdeña el Luzuriaga, que se levantó en Salvatierra
trato de la corte. En su semblante se v e r é - : el 15 de abril .de 1 8 2 1 . Breve fué esta su
tratada la'austeridad de su carácter y el primer campaña, pues solo duró diez y seis
valor de su pecho, y hoy se notan impresas dias. Retiróse á su h o g a r , y poco después
en su rostro las huellas del dolor que lo'se'halló en la acción del puente de su p u e -
produeen sus padecimientos físicos. i b l o , sosteniéndolo por espacio de dos horas
En medio del indiferentismo que le han j con solo tres hombres de caballería contra
producido los desengaños, mayores acaso en veinte y ocho nacionales. Temerario arrojo
1

él que en otros, por escesivamente confiado,' que producía la convicción de sus opinio-
solo tiene, fé en la amistad. | n e s , siendo tal su decisión, que á p r i n c i -
Satisfecho con el testimonio de su c o n - pios de 1822 llegó á reunir hasta c u a t r o -
ciencia, le estima en mas que la gloria, y : cientos hombres armados, que presentó á
no anhela recompensas, permitiendo que ¡ don José Uranga, para combatir con ellos á
corran impresos los mas crasos errores a;er-1 los constitucionales, no poniéndose él mismo
ca de sus hechos y persona, sin consentir. á su cabeza por la modesta repugnancia que
agena defensa(l). Cerrados sus labios para . siempre ha mostrado al mando. En 18 de
la mentira, siempre están abiertos para l a ' julio ingresó de cadete en el reginiento de
verdad, por amarga que sea, y esta tan rara j infantería de Á l a v a , que formó la facción,
como apreciable circunstanciare atrajo dis-! y se halló en la acción de S e g u r a ; el 28 en
gustos y persecuciones, y le tuvo cspucslo á Ja de Villafranca, ambas en Guipúzcoa; el
ser víctima del encono de los partidos. 31 en la de Araya (Álava); el 2 de
Carlista por convicción, soldado con fé, en la toma de Villarreal de Guipúzcoa, e n -
valiente sin orgullo, ha sido el géfe mas trando en dicho día en Azpeitia y Azcoilia,
querido de sus soldados, sin necesitar para : luego en Oñate y otras poblaciones, r e c o r -
su entusiasmo pomposas arengas. Breves sus riendo en todo el resto del año las P r o v i n -
palabras, pero firmes, llevaban la confianza : cias Vascongadas, hasta que en 1823 pene-
á sus voluntarios y el ardimiento tro en la Ilioja, hallándose el 18 de abril
En Oriamendi, puesto á su cabeza, y en el asalto de Logroño, terminando esta
apoyándose en un palo para subir la cuesta: campaña en la espedicion de Estremadnra
al mando de Quesada, su mortal enemigo
(1) Aunque hemos conseguido de Villar- ; después,
real lo que nadie, merced á la'convicción que j Pasó en 1824 al regimiento de Saboya,
tiene de nuestro imparcial y leal proceder y después al del príncipe en 1828 , r e c h a -
bemos tenido que esforzarnos para saberla z m ú ] o ¡
c o n ¡ de Mina por los Pi-
ó l ) a n V i l s o n

verdad de algunos hechos, que por modes- • io»>n n , „ i „ , „.,,„ i„„<,


lia so resistía á confesar. La historia de- «neos en 1 8 J 0 . Con talos antecedentes, no
berá á esta obra nuestra lo que nunca hubiera c s
cstrañar que en marzo de 1833 r e c i -
c ! c

sabido sin ella. biese licencia ilimitada.


DON BRUNO DE VILLARREAL. B7

Aunque habia servido d e capitán en el garon á escilar nobles rivalidades; se batian


primer batallón de Álava y en el regimiento como leones. Mas de una vez fueron p r e -
de Saboya 5.° de línea, fué clasificado co- sentados como modelos á los bizarros viz-
mo teniente. caínos, á los bravos guipuzcoanos, á los
Hallábase en su país natal cuando se valientes navarros.
enarbolaron los pendones de la insurrec- Conociendo los alaveses liberales lo que
ción , que conmovieron todos los ánimos valia Villarreal, le hicieron las mas v e n i a -
y oscilaron todas las pasiones. Militar v a - josas proposiciones si abandonaba las armas:
liente, postergado en su carrera, y s e p a r a - sus contestaciones fueron dignas de un es-
do de ella, no podía ser indiferente á aque- partano (1).
lla lucha. Uno y otro campo le brindaban Nombrado para reemplazar al conde d e
con un porvenir de gloria, y el qne habia C a s a - E g u í a , dimitió dos veces consecu-
combatido en 1822 por el absolutismo, el tivas, y otras tantas se le negó la dimisión.
que por educación era desafecto al sistema No era el mando lo que Villarreal ambicio-
liberal, que le habían hecho creer desde sus naba , sino la unión de los carlistas y el b a -
principies como enemigo de la religión y tir álos enemigos.
del trono, no podia dudar ahora en la elec- Al ver la inutilidad de sus dimisiones
ción de b a n d e r a , y corrió á la que ondeaba escritas, envió al cuartel real al brigadier
en las filas carlistas. La consecuencia y su Sopelana para que manifestase verbalmente
interés, su patriotismo y su f é , lazos de an- á don Carlos, que el mando del ejército era
tigua amistad y compañerismo, le llamaban una carga que no podia soportar, y que se
y le llevaron á ellas. Nada mas lógico y n a - hallaba ademas gravemente enfermo por
tural, por lo tanto, que Yillarroal defen- las fatigas de la guerra. Creyó decisiva es-
diera un sistema que el siglo ha reprobado. la líllima consideración, mas se engañó:
No fué, empero, fanático al defenderle. En don Carlos se negó á oir disculpa alguna, y
el campo carlista no se le-vio afiliado en el el subdito tuvo á su p e s a r , que seguir con
bando intolerante y sanguinario, autor do el mando.
todos los males que alli se sentían, y tene- Las circunstancias entonces no podian
mos también la convicción, que si hubiese ser mas difíciles.Losenemigos eran muy su-
triunfado don Carlos, no se hubiese aso- periores en fuerzas y en recursos: las i n t r i -
ciado el noble y generoso alavés á una gas se aumentaban de una manera r e p u g -
política teocrática y b r u t a l , con su hor- nante en el campo carlista: los ojalateros
rible séquito, como vino en 1 8 2 4 . Villar- clamaban porque se acabase la guerra, que
real ha odiado siempre derramar sangre entorpecían, para ir á disfrutar de los e m -
inocente, por eso intercedió en favor de pleos y destinos que de antemano les con-
los prisioneros de Gamarra , que sacrificó cediera don Carlos: algunos generales e s -
inhumanamente Zumalacárregui , por eso taban profundamente enemistados entre sí,
salvó á otros, y si alguna vez empleó el ri- por ambición de mando unos, d e influencia
gor, creemos seguramente no estaría en su otros; poro todos por ambición.
mano evitarlo. Mira con prevención al par- Bien conocía Villarreal que se necesita-
tido teocrático , porque le conoce; y el que ba una mano fuerte para terminar aquella
ha derramado su sangre por el absolutismo, anarquía d e voluntades, para desarraigar,
ha jurado la Constitución y tiene sentimien-
tos mas liberales que algunos de los que le
combatieron en las filas de la reina. (I) Hallándose emigrado á la conclusión d s
la g u e r r a , la diputación a l a v e s a , agradecida
Al principio de la guerra no se pensa- al noble comportamiento de Villarreal en la
ba mas que en pelear y v e n c e r ; por eso provincia, l e ofreció una pensión que sin com-
promiso de ningún género pudiese admitir, y
se vé á Villarreal y sus alaveses en lodos los
conformándose Villarreal con su p o b r e z a l a
combates do importancia. Zumalacárregui rechazó dignamente. En vano insistió la dipu-
cuenta con el valiente don Bruno para todas tación en que aceptase aquel donativo á que
sus empresas, y después de cada una queda quisieron contribuir los que habinn sido sus
mas obligado para contar con él en las s u - e n e m i g o s , l o s que no habían podido desviarle
de la causa carlista al comenzar la l u c h a , los
cesivas que s e habían batido con él. Esta es una d e las
Nunca faltó Villarreal á estos llamamien- mas brillantes páginas d e la vida de Villarreal,
tos: el peligro era el puesto de honor que la que retrata su noble c a r á c t e r , la que p a -
ambicionaba, á él acudía contento, y de él tentiza s u digna a l t i v e z , la que evidencia su
volvía satisfecho. Sus bravos paisanos lie— virtud, la qué consignamos con orgullo.
TOMO m .
58 HISTORIA DE LA GUERRA CIVIL.

aquel plantel de intrigas, para aniquilar ral don Miguel Gómez, y le preguntó si q u e -
aquel germen de desastres mas ó menos ría ir voluntariamente á mandar la e s p e d i -
próximos; mas no creyéndose apto para ello, cion. Asintió de buena gana , y se dispuso
habría deseado mejor que le mandasen l o - su salida , como veremos al tratar de ella.
mar una balería que dirigir el ejército, por- Diremos a q u i , sin embargo, que Villar-
que el era el capitán valiente, no el capitán real prefirió á Gómez por creerle mas c o m -
político. petente que otro para tan difícil empresa,
no porque hubiera sido su compañero en el
regimiento de S a b o y a , pues aunque esta
SISTEMA DE VILLARREAL. circunstancia le hacia conocerle á fondo,
deseaba otro general para aquel maudo , y
no le hallaba.
XXXVIII. Exigióle palabra de honor de conservar
el secreto hasta el instante de marchar la
espedicion , cuya salida solo se supo dos
No hallando Villarreal medio decoroso días antes; y enlre una media docena de per-
de desentenderse de un mando que le abru- sonas se hicieron los preparativos, se escri-
maba por las contrariedades que sufría , y bieron las instrucciones, que aprobó don
que cada vez se hacia mas pesado, procuró Carlos, y se condujo todo á Amurrio, punto
desempeñarle con honra y quedar airoso de designado para la partida.
su compromiso. Villarreal, en tanto, se aprestaba á obrar
Conocía perfectamente que Córdoba, des- contra el enemigo.
pués de las últimas acciones de Arlaban no
trataría de invadir las provincias, y se limi
taria á mantenerse en sus líneas y márgenes OPERACIONES M I L I T A R E S . — S I T I A VILLARREAL
del E b r o , continuando en su sistema de
Á P E Ñ A C E R R A D A . — S U F R I M I E N T O S DE LA D I -
bloqueo. Pero temia se estrechase ésle y
llegasen á fallar los recursos necesarios para VISIÓN QUE LEVANTÓ EL S I T I O . — TRAICIÓN
mantener un ejército que diariamente cre- DEL CURA DE DALLO.
cía ; y penetrado de que el país vasco no
podía soportar por mucho tiempo tan creci-
da c a r g a , y que no convenia permanecer XXXIX.
reducidos ai estrecho círculo en que se g i -
raba , en el cual no se presentaba muy l i -
sonjero el porvenir, se propuso estender y Mientras las inmediaciones de San S e -
enlazar las operaciones por su derecha, des- bastian y de Fuenterrabía eran lealro de
de las montañas de Santander hasta Galicia, repetidas escaramuzas, al eslremo opuesto
y por la izquierda , desde el Alto Aragón á de la provincia , ó sea al frente del centro
Cataluña. "de la línea liberal y en ambos estreñios., no
Este plan nos parece acertado , porque estaban ociosas las armas de unos y otros
cuanlo mayor fuera el perímetro en que combatientes.
obrasen los carlistas, mayor tenia que ser En Vizcaya son, los bilbaínos los que
el círculo que los bloqueara , y si apenas trabajan con empeño por evitar el asedio de
podia Córdoba cuidar una línea que llegaba su querida villa, y en Navarra, los carlistas
desde los confines de Navarra á los de Viz- los que se proponen forzar aquella parte de
zaya , menos podia guardarla adquiriendo la línea, no perdiendo ocasión de acometer
una estensíon casi d o b l e , y dejando á su el punto que creen mas vulnerable. Aunque
espalda enemigos tan poderosos como los no lo era del todo el fuerte de Tirapegui,
carlistas catalanes y aragoneses por una guarnecido por legionarios franceses, d i r i -
parle , y tan osados como los gallegos por gieron contra él los carlistas su artillería, y
otra. se retiró la guarnición á Larrasoaña , a p o -
Villarreal, ademas , se propuso enviar derándose de él los enemigos el 24 de j u -
una espedicion de cinco batallones y d o s - nio. Acuden después algunas fuerzas libe-
cientos caballos á Galicia , cuyo proyecto rales , tienen lugar varios encuentros en la
envió á don Carlos, suplicándole el sigilo, altura de Guendulain y sus inmediaciones,
¡á fin de que los liberales lo ignorasen. Apro- y se traba en aquéllos campos un choque
b a d o , Villarreal llamó á su cuartel al gene-1 formal, que loma el nombre de Larrasoaña,
OPERACIONES MILITARES. 59

donde las tropas de Meer y las enemigas s o , Das Antas con sus portugueses y una
de García se batieron con porfiado empeño, brigada de tropas españolas de caballería é
causándose mutuamente pérdida conside- infantería y los peseteros mandados por
rable. Zurbano, acudió á socorrer á los sitiados, y
Al mismo tiempo que las fuerzas e s p e - suponiendo que los carlistas se posesiona-
dicionarias de Gómez salían de Amurrio, rían de las alturas que dominan el camino
se dirigía Espartero desde Vitoria hacia Ar- real que de Vitoria conduce á Peñacerrada,
laban; y al saberlo Villarreal, que tenia su se dirigió por el camino viejo de Treviño.
cuartel general en Salinas; mandó subir La marcha fué penosa por el calor de
unos cuantos batallones, y se puso de frente la estación y el interés que habia en llegar
al caudillo l i b e r a l , rompiendo el fuego las pronto para que no fuera inútil el auxilio;
guerrillas de una y otra parte antes de lle- y poco acostumbrados los portugueses á tan
gar á Villareal de Álava. insufrible fatiga bajo la influencia de un sol
En esta población supo Espartero la s a - abrasador, quedaban rezagados u n o s , su-
lida de la espedicion de Gómez , y recibió cumbían o t r o s , y morían no pocos á pesar
orden de perseguirlo , para lo cual se r e - de los remedios que el cuerpo de sanidad
tiró precipitadamente á Vitoria. les prestaba solícito.
No se escapó á Villarreal la causa de La última tirada de camino fué aun mas
este movimiento de su contrario, y mandó terrible: tenian que subir las tropas á unos
preparar al punto unas piezas de artillería montes elevadísimos y ásperos; y percibien-
en el castillo de Guevara para atacar á P e - do el barón el fuego incesante que la a r t i -
ñacerrada , en el caso de que saliesen tro- llería y fusilería hacia contra Peñacerrada,
pas de Vitoria persiguiendo á Gómez. mandó redoblar mas el paso, y el soldado,
Espartero salió en efecto el 27 de V i - corriendo por aquella encañada , cárdenos
toria por el camino de Castilla, y Villar- sus labios de sed, sin que le fuese permiti-
real ,-para detener su marcha , se dirigió á do refrescarles en las límpidas aguas de los
atacar á Pcñacerrada. En la noche del 28 arroyos que encontraba á su paso, sufrien-
se hicieron las balerías, y al amanecer del do asi el verdadero suplicio de Tántalo,
29 empezó el ataque contra aquella plaza caia exánime, y perecieron horriblemente
que mandaba el cura de Dallo (I) y guar- cien héroes de cien combates.
necía un regimiento provincial con cincuen- Al presentarse Das Antas al frente de
ta caballos. El gefe carlista llevaba á esta Peñacerrada, mandó Villarreal retirar su
operación cuatro batallones. artillería , y esperó á su contrario en posi-
En cuanto se supo en Vitoria este s u c e - ción á cierta distancia de la plaza.
Los liberales descansaron en las p o s i -
(1) Don Isidoro Antonio de Eguilaz nació ciones de que so habían posesionado, y mar-
en Gaseo,á un cuarto de hora de Salvatierra. charon después con dirección á Treviño.
Antes de comenzar la guerra civil se hallaba Peñacerrada se salvó sin disparar un
de beneficiado en el pueblo de Dallo , frente tiro: pero sufriendo lamentables pérdidas la
al castillo de Guevara , que apenas contará
de quince á veinte v e c i n o s , no bien avenidos división que le socorrió; y como si hubiese
con la conducta de su beneficiado , poco a d e - ¡do á luchar con los elementos y no con los
cuada á su misión evangélica. h o m b r e s , Como si hubiese tenido por e n e -
Al proclamarse en Álava á don Garlos , s e migos al sol, que asfixió á tantos hombres á
presentó este sacerdote en Salvatierra al g e - la i d a , descargó á la vuelta una tempestad
neral Uranga el 7 de octubre ; pero este mili-
tar , hombre religioso , v los que estaban á su
que ahogó á no pocos. La tormenta y la n o -
lado, le recibieron con frialdad porque no t e - che halló á las tropas en el camino : la p a -
nían i n t e r e s e n atraerse á este partidario. Fué vorosa oscuridad era solo interrumpida por
tolerado, sin embargo, al lado de los carlistas, el fulgor de los relámpagos, que eslraviaba
hasta que á la llegada de Sarsficld á Vitoria á los s o l d a d o s , que marchando á la aven-
varió de bandera, y se pronunció abiertamen-
te contra don Carlos, militando con los pese- tura, caían en los torrentes, poco antes f á -
teros, en cuya compañía hacia salidas contra ciles a r r o y o s , y hallaban en ellos su t u m -
sus antiguos c o m p a ñ e r o s , distinguiéndose por ba. Algunos, enfermos del calor del dia
sus escesos contra paisanos indefensos. Pero anterior, fueron por precisión abandonados
como sus espediciones produjesen resultados
á la muerte, y la división loda se dispersó,
de importancia, fué a s c e n d i e n d o , ya en uno,
ya en olro campo, hasta c o r o n e l , y llegó á ser llegando parle á Treviño, y parte quedando
gobernador do Pcñacerrada. tlaco unos dos en los caseríos y aldeas inmediatas.
años lo era de Eslella. Das Anlas estableció su cuartel general
60 HISTORIA DE LA GUERRA CIVIL.

en Treviño para estar pronto á acudir á


Peñacerrada, cuyas fortificaciones se e m p e -
zaron á reparar de los estragos causados ACCIÓN EN LA DERECHA DE LA LÍNEA LI-
por los carlistas, que sufrieron alguna pér- B E R A L . — D E S C O N T E N T O DEL EJERCITO.—PA-
dida en las tres salidas que hizo la guar-
SAN EL EBRO LAS FUERZAS ESPEDIGIONARIA3
nición.
Al batir en esla ocasión Yillarreal á Pe - MANDADAS POR DON BASILIO.

fíacerrada, no es cierto, como algunos han


supuesto, que estuviera ya en inteligencia
con el cura de Dallo. Este, por el contrario, XL.
se asustó de aquel ataque, y temiendo quizá
por su v i d a , si Yillarreal mas afortunado, se
apoderaba de Peñacerrada, le escribió una El comandante general carlista de N a -
carta diciéndole, que si le perdonaba, e n - varra , don Francisco García, empeñado en
traría en negociaciones con él. La contesta- no dar tregua ni descanso á sus enemigos,
ción fué que, no solo seria perdonado, sino les acometió de nuevo el 4 de julio.
que se le conservaría el empleo que le h a - Hallábase el dia anterior en Eugui con
bía dado la reina, si de buena fé se prestaba su división , y dadas las órdenes necesarias
á entregar la plaza; para lo cual debia p r o - comenzó á batir á la madrugada del 4 la
poner los medios. Acto continuo contestó Borda del Crucero de Cilbeti, apoderándose
dando tales seguridades, que no vaciló V i - de ella , merced al acierto de los disparos
llareal ni un instante en creer que obraba de cañón que desplomaron el techo del edi-
de buena fé. ficio y le incendiaron, obligando á la com-
Estaba Zurbano en Peñacerrada con su pañía de Borbon que en él se encerraba, á
gente, y el dia dispuesto para que se v e r i - batirse en campo raso y á rendirse al mayor
ficase la entrega d é l a plaza, saldría el v a - número , viéndose al retirarse á Erro , e n -
liente riojano antes de amanecer hacia su vuelta por dos batallones.
pais, pasando por el puerto de Rivas con Las fuerzas liberales que habia en esle
su fuerza y la mayor parte de la guarnición, punto y en Linzuain subieron á proteger á
quedándose el cura en la plaza con muy sus compañeros; pero fueron también a c o -

f i o c a tropa , Yillarreal tendría dos bata-


lones emboscados en el punto por d o n -
de debia pasar Zurbano, y cuando é s -
metidos y rechazados. Los defensores de
toda aquella parle de la línea de Zubiri se
ponen en movimiento; piden socorro á Pam-
te se viese acometido entregaría el cura la plona, sale Córdoba precipitadamente y con-
plaza. tiene el ímpetu de los carlistas , que r e s i s -
Esto asegurado por el buen cura, á tían valientes la fuerte embestida de los
las dos de la mañana del dia en que se franceses. Sigue , sin embargo, el combate:
habia de ejecutar este p l a n , estaba Yi- menudean las cargas á la bayoneta , y no
llarreal con diez batallones á media hora de cesa el fuego de fusilería y de cañón ; pero
Peñacerrada, cuando se le presentó el anti- ceden al fin los carlistas y se pronuncian en
guo párroco de Dallo, diciéndole que se retirada, ocupando sus posiciones los l i b e -
habia sospechado de él, y habia tenido que rales , y persiguiéndoles cuanto les permitía
fugarse saltando por la muralla. Y asi es el terreno.
la verdad. Ambas huestes tuvieron que lamentar
Villarreal en su consecuencia retiró sus pérdidas considerables, y contaron ambas
fuerzas, y marchó á la llanada de Álava, prisioneros y pasados.
lamentando que por la imprudencia del c u - Don Francisco García fué ascendido por
r a , á quien falló el conveniente disimulo don Carlos á mariscal de campo en premio
no fuese dueño de su codiciada presa, de de su brillante comportamiento, que se p u -
inmensa utilidad en aquellas circunstan- blicó en la Gacela estraordinaria como una
cias. nueva victoria en Navarra, que igual»
mente se atribuyeron las armas liberales, y
con mas razón sin duda , toda vez que fue-
ron dueños del campo de batalla y p e r s i -
guieron al enemigo.
Córdoba regresó á Pamplona, de donde
salió el 6 á pernoctar en Puente, haciéndolo
OPERACIONES SOBRE FUENTERRABIA, ETC. 61

el 7 en Alcanadre y el 8 en Haro , á cuyo en sus movimientos; pero .al fin se propuso


punto le llevó la noticia de los escesos de seguir adelante , y siguió , pudiendo reirse
insubordinación y disciplina cometidos por de sus adversarios.
algunos de los cuerpos de la división de Esta falta no lo fué del general en gefe.
Ribero , que sufrían mal las fatigas de tan Tocaba á los de división cubrir su puesto y
continuadas marchas y la escasez de v í v e - sus inmediaciones , y suya aparece la r e s -
res, tomando de aqui pretesto algunos agen- ponsabilidad del paso de aquellas fuerzas
tes para hacer pronunciarse al ejército con- que fueron á llevar en tan crítica ocasión la
tra el gobierno. La autoridad de los gefes. alarma y la guerra á otros puntos de suyo
empezaba á ser desobedecida: algunos s o l - dispuestos á aumentar los males que tanto
dados se pasaban al enemigo , otros d e s e r - aquejaban al pais.
taban á Aragón , y un estado de cosas tan Amagan los carlistas con nuevas e s p e -
deplorable tenia que traer muy funestas diciones á la Rioja para llamar la atención
consecuencias. Córdoba procuraba r e m e - de sus contrarios sobre aquel punto; y C ó r -
diarle , y al oir que se le tomaba por pre- doba envia algunas fuerzas á reforzar las
testo y causa de aquellos m a l e s , corrió á encargadas de perseguir á las espedicíona-
contenerlos, y lo consiguió al presentarse rias , y quinientos hombres para guarnecer
solo, conjurando momentáneamente aquella á Burgos, sobre cuya ciudad tenían planes
crisis, la mas fatal sin duda en un ejército nada desacertados los carlistas, contando
al frente del enemigo. Y era mas grave en en ella con poderosos amigos, especialmen-
aquella época , porque ya se habían soltado te del clero.
los vientos que habían de producir la t e m -
pestad de la Granja. La mitad de la Penín-
sula se habia declarado en abierta" rebelión, OPERACIONES SOBRE EUENTERRABÍA Y LA L Í -
y el gobierno , combatido á la vez por los
NEA DE SAN SEBASTIAN.
carlistas y por los liberales, ni tenia fuerza,
ni prestigio, ni dinero.
A fin de cubrir la ribera del Ebro , e s - XLI.
tableció Córdoba su cuartel general en M i -
randa , escalonando sus cortas fuerzas hacia
Vitoria , en cuyos alrededores se hallaba la Tenia proyectado Evans hacer un re-
segunda división y la brigada portuguesa. conocimiento sobre Fuenterrabía, y e m p r e n -
Otra envió á Briones, con objeto de cubrir dió su propósito el 11 de julio auxiliado por
aquellos vados é impedir el paso de una la marina.
nueva espedicion que creia marchase por Supo Guibelalde, gefe en aquella parte
allí. de las fuerzas carlistas, el intento de su
Era el destinado á mandarla el b r i g a - contrario , vio sus primeros movimientos, y
dier don Basilio Antonio García , é iba de dejando encomendada la defensa de la l í -
segundo gefe el coronel don Juan Manuel nea de San Sebastian al coronel don J o a -
de Balmaseda. A pesar de los preparativos quín Julián Alza , marchó por la carretera
de Córdoba no se varió de resolución en el de Irun, y al llegar á la vista de Fuenterra-
real de don Carlos, y emprendió aquella la bía , la encontró atacada con empeño por
marcha el 11 desde Piedramillera con dos mar y tierra.
batallones y cien caballos, pasando el 13 el Su guarnición era corta ; solo constaba
Ebro por Argoncillo , en cuyo punto hizo de dos compañías y unos cien paisanos a r -
nueve nacionales prisioneros. Dicho se está mados ; pero se defendían tras de aquellos
que no impidió su paso la brigada de B r i o - muros con heroica resolución.
nes, como era su objeto, perdiendo un tiem- En el esterior se trabó también el c o m -
po precioso en disposiciones que debemos bate ; y á pesar d é l a resistencia de los car-
juzgar inútiles por los resultados. Y es mas listas, fueron éstos desalojados del convento
inesplicable aun en é l , que hallándose en de Capuchinos y sus inmediaciones , q u e -
Lodosa la división de caballería de la R i - dando incomunicados con los de la plaza.
bera el mismo dia del paso de la espedicion, La situación de ésta se hacia por momentos
ni aun tratase de oponerse, cuando casi pudo crítica , porque los liberales no podian ser
tenerla ó la vista. desalojados fácilmente de las posiciones que
No esperaba tan misterioso y punible habían conquistado. A vista de este peligro,
descuido don Basilio , y anduvo vacilante conducen los carlistas una pieza de á doce
HISTORIA. DE LA GUERRA CÎLÎL.

del fuerte d e l r u n , la colocan cerca del c a -


serío de Anzurena ^ rompen nuevamente el
fuego á las cinco de la tarde con certera ACCIÓN DE MADIANAS Y CARRASQUEDO.—DE-
puntería , le secunda otra pieza del mismo
SASTRES EN OTEIZA.
calibre desde el fuerte del P a r q u e , que al
mando de Soroa defendía á Irun , acállanse
los fuegos enemigos, carga entonces la i n - XLII.
fantería , y lleva en retirada á los ingleses
hasta la altura de Guadalupe , haciéndoles
diez prisioneros. Cuando mas tropas necesitaba Córdoba,
Cansados y hambrientos los carlistas, porque estendia mas el círculo de sus o p e -
acamparon á las nueve de la n o c h e , d e s - raciones , recibió una comunicación del ba-
pués de diez y nueve horas de fatigas, y rón de Das Antas, manifestándole que tenia
replegándose para continuar el combale al orden de su gobierno para retirarse sobre
día siguiente, vieron retirarse á sus contra- la frontera de su pais. En tal conflicto , p i -
rios por la misma cumbre que los condujo á dióle Córdoba difiriera su partida , y e s c r i -
Fuenlerrabía, y les fueron picando la r e t a - bió al gobierno para que la evitase.
guardia hasta Pasages, haciéndoles veinte Por. estos dias habían vadeado el Arga
y un prisioneros. algunos batallones carlistas, al mismo tiem-
El haberse presentado estas operaciones po que hacían otros demostraciones sobre el
como una escaramuza de Evans delante de Ebro; pero no tuvieron grandes consecuen-
Fuenterrabía para reconocer las fortificacio- cias estos movimientos, cuyo resultado fué
nes que los carlistas habían levantado , nos volverse todos á sus anteriores posiciones.
ha hecho referirla, si no con lodos los d e t a - De Vitoria se movieron las tropas hacia
lles que tenemos á la vista, con los suficien- Peñacerrada y Murguía para no perder de
tes para comprenderla. vista á los carlistas.
Los carlistas presentaron en esta jornada E s t o s , guiados por Villarreal, salieron
mucho menores fuerzas: testigo el general de Amurrio en la mañana del 19 para el
Harispe y los refugiados españoles que pre- valle de Mena en busca de la división l i b e -
senciaron todos los sucesos de aquel dia. ral de reserva que se hallaba en los pueblos
El intento de E v a n s , mas que el de de Mediana, Carrasquedo y sus inmediacio-
practicar un reconocimiento, era el de apo- nes. La marcha de Espartero á perseguir la
derarse de aquella parte de la frontera para espedicion, hizo que Salcedo cubriese con
llevar á cabo los planes concertados con su brigada aquella parte de la línea , que
Mr. Remelle , á fin de darse la mano é i n - desde la derrota de Tello estaba descubier-
comunicar á los carlistas con Francia. ta. Logró restablecer algún tanto la disci-
Y que el hecho de armas referido fué plina entre aquellas t r o p a s , y creyéndose
mas que una escaramuza, lo prueba el h a - necesario en el centro , se encaminaba á él;
ber confesado los carlistas diez muertos, mas receloso Córdoba de que los carlistas
noventa y ocho heridos y ocho contusos, volviesen sobre la izquierda de la línea,
creyendo nosotros mayor el número de los mandó á Salcedo eonlramarehara velozmen-
p r i m e r o s , pues quedaron en el campo un te á tomar el mando de todas las Irepas de
capilan y tres subtenientes, asi como c r e e - la izquierda. Hízolo a s i , y acababa de l l e -
mos exagerado el que contasen ochenta y gar , cuando los carlistas atacaron impetuo-
nueve enemigos muertos tendidos sobre el samente los cantones mas a v a n z a d o s , que
terreno, y calculasen en mas de setecientos ocupaba la pequeña brigada del coronel
el número de los heridos. Clavería..Parapetados en las cercas de los
Don Carlos premió á Guibelalde con la campos, se sostuvieron algún tiempo los libe-
gran cruz y placa laureada de la real y m i - rales. Pero superiores en fuerza sus c o n t r a -
litar orden de San Fernando , concediendo rios, ceden al fin y son arrollados y llevados
á oíros merecidas recompensas. Distinguióse en dispersión hasta Yillasana, con no escasa
aquel dia el capellán de altar de la real ca- pérdida , inclusa la de unos trescientos p r i -
pilla, que está hoy en la de S. M., don Mi- sioneros. No pasó la de los carlistas de unos
guel Au/.a, que voluntariamente se prestó al sesenta hombres entre muertos y heridos.
servicio de una pieza de artillería, cuyos Vergonzoso fué para el gefe do los tres-
fuegos dirigió con bastante acierto. cientos caballos que se hallaban c e r c a ; y
para los de las fuerzas de infantería acanto-
ULTIMAS OPERACIONES MILITARES DEL MANDO DE CORDOBA. 65

nadas en los pueblos.inmediatos, á la espal- unos o l i v a r e s , enviando un destacamento,


da y vista de la acción, que no moviesen el cual fué rechazado por dos veces.
unos y otra en auxilio de sus comprometidos Incomodado Bernelle de no poder a t r a -
compañeros, cuando hasta pudieron y debie- vesar el Ega , mandó quemar las mieses ya
ron lomar la ofensiva por reunir mayor n ú - h a c i n a d a s , y pronto «el dia mas hermoso
mero de combatientes que el enemigo y no »se vio nublado con la densidad de un
ser el terreno montañoso. » humo que oscurecía la atmósfera» (1).
Mandóse á consecuencia de este e s c á n - Replegóse luego á Oteiza, donde se c o -
dalo, formar causa para castigo del respon- metieron también algunos escesos, y se r e -
sable de tan punible falta, y Clavería , que tiró hacia Larraga , á pesar de haber sido
supo sostener en lo posible el honor de las provocado últimamente al combate.
armas, solicitó su separación y que se s u j e -
tase su conducta á un juicio, á lo que acce-
dió Córdoba. ÚLTIMAS OPERACIONES MILITARES DEL MANDO
Yillarreal fué ascendido á teniente ge-
DE CÓRDOBA.—SU MARCHA Á F R A N C I A .
neral, y se le confirió en propiedad el man-
do en gefe del ejército , que desempeñaba
interinamente. XLIII.
Don Pablo Sanz fué por esta y otras
acciones ascendido á mariscal de campo ; y
Andechaga á b r i g a d i e r , pasando la línea Aumentaban los carlistas la desfavora-
después de esta jornada, con las fuerzas de ble predisposición política de una gran p a r -
su mando que formaban la quinta e s p e d i - te del ejército liberal, esparciendo p r o c l a -
cion, y emprendiendo su marcha hacia Lim- mas (2) con las que estimulaban al mismo
pias. tiempo la deserción, é incitando por todos
El mismo dia que tenia lugar el com- los medios posibles el descontento y la i n -
bate referido , el 19 de julio , al eslremo subordinación.
opuesto de la linea , en Navarra , practicó Estos manejos eran involuntariamente
Bernelle un reconocimiento, dejando en pos ayudados por los mismos liberales, que en
de su huella el llanto , la desolación y el hostilidad con el ministerio Isturiz, p r e p a -
esterminio, fúnebre séquito de la. guerra. raban una revolución para derrocarle.
Bernelle llegó el 17 con seis batallones Se conspiraba en muchas partes, y el 21
franceses y poco mas de tres de españoles á del mes de julio de que nos estamos ocupan-
Puente la R e i n a , y suponiendo el coman- do, se descubrió en Logroño una conspira-
dante general carlista de Navarra que con- ción militar, como todas, para proclamar la
tinuaría su marcha al dia siguiente, dio constitución, clavar toda la artillería, y
algunas instrucciones á Zaratiegui y otros
g e f e s , siendo el resultado concentrar sus ( 1 ) E n v i s t a de este suceso , escribió V i -
fuerzas en la Solana, eslendiéndose ademas llarreal á Córdoba el M , diciéndole que había
sabido por circular del 3 , habia mandado quo
á Alio y Arroniz. Bernelle se trasladó e n - se procurara incendiar y destruir las c o s e c h a s
tonces á Larraga , y se le incorporó Iribar- del pais que ocupaban las tropas carlistas. Que
ren, que ocupaba á Lerin, apareciendo des- fuera orden suya ó del gobierno , la conside-
pués de algunos movimientos en Baigorri, raba deshonrosa ; que el inocente y pacífico
labrador no era culpable de la guerra para
camino de Oteiza. Envió fuerzas el carlista
hacerlo su víctima ; que con estos me_dios no
para apoderarse de este pueblo ; pero se le so terminaría ni debilitaría la c a m p a ñ a ; q u e
habian anticipado los liberales, que vieron no s e llevarían á efecto mas que en los puntos
á sus enemigos replegarse á la altura de limítrofes á la línea; que el derecho de la g u e r -
Santa Bárbara, trabándose una pequeña e s - ra le obligaba y autorizaba á repeler tales i n -
tentos , y que en este concepto habia dado l a s
caramuza hasta terminar el dia 18. órdenes á los comandantes generales d e las
Los carlistas se aprestaron para el c o m - tres provincias y Navarra para q u e , si el a t e n -
bale que esperaban al dia siguiente, y los tado de O t e i z a , con que se había ensayado el
liberales comenzaron á querer forzar el paso cumplimiento de la referida c i r c u l a r , se r e -
pitiese en cualquier otro p u n t o , fueran cada
del puente de Muniain , defendido por Z a - v e z pasados por las armas al frente de los
ratiegui , con orden , que ejecutó , de no primeros puestos a v a n z a d o s , v e i n t e gefes y
contestar al fuego enemigo hasta estar á oficiales de los prisioneros q u e existían en los
tiro. No se distinguían los defensores del depósitos.
puente , y se arrojaron algunas granadas á (2) Véase documento n ú m . 4.
54 HISTORIA DE LA GUERRA CIVIL.

abandonar la ciudad, marchando á Aragón á tes el agua, y sigue resuelto á atacar á su


defender la libertad. Frustróse por el pron- contrario, que se retira á la llanada de
to el proyecto, y llamando la atención de Álava.
las tropas los resultados de la marcha de Al saber el barón de Meer el movimien-
Villarreal hacia el centro de la línea, se to de Villarreal, corrió á Losa para socorrer
corrió Córdoba por su derecha á Miranda, á la r e s e r v a , y acudiendo Córdoba al m i s -
con la corta fuerza de que podía disponer, mo punto, conlramarchó el barón, y el g e -
limitándose precisamente á una difícil d e - neral en gefe, después de haber subido la
fensiva escalonando sus cinco batallones cordillera de Orduña , pernoctó en Losa, y
hacia Vitoria, donde se hallaba Meer con de aqui pasó á su posición central de M i -
seis. Dos dias antes, el 19, Habia hecho su randa.
última dimisión; y en tanto que se le admi- No estuvo" ocioso el ejército de la reina
tía, procuraba cubrir su puesto. en estos dias; pero tantas marchas y contra-
Sabe entonces el peligro de P e ñ a c e r r a - marchas , tantas y tan inútiles fatigas, pues
da por la traición del cura de Dallo, que nunca consiguieron batir á los carlistas,
Córdoba califica de la mas infame, y acude acabaron de disgustarle, y vinieron á ser
á su socorro y la salva, sin empeñarse en los reseñados movimientos materia sobrado
obligar al enemigo á batirse, después de dispuesta para la insurrección.
haberle provocado y hecho retirarse. Córdoba, resuelto á dejar el mando, se-
Regresa de Peñacerrada, y el mismo guía en él por condescendencia. Moralmen-
dia supo que Gómez, perseguido por Espar- te habia cesado en él. Asi lo debia consi-
tero, retrocede á Vizcaya. Marcha entonces derar , y asi se consideraba por todos. Las
á su encuentro, deseoso de despedirse con anteriores operaciones fueron las últimas que
un hecho de armas glorioso, y con tres b a - emprendió y en que tuvo parte tan animoso
tallones y tres escuadrones va á reforzar la caudillo.
izquierda, de cuyo mando se encarga el Esperaba con impaciencia su relevo,
general Peón; pero se retarda la vuelta de porque su posición era de dia en dia mas
Gómez, amenaza su dirección á las Casti- crítica , y la hizo mas apurada la insurrec-
llas, se refuerza Córdoba con dos batallones ción de la caballería de la Ribera, que pro-
de la reserva, avanza á Reinosa y desde clamó la Constitución de 1 8 1 2 . No pudien-
allí á Aguilar, Forraental y otros puntos de do ni atreviéndose prudentemente Córdoba
la provincia de Palencia, y ocupa en tanto á sofocar aquel incendio de tan grandes
Iriarte los pasos de la costa, con el refuerzo consecuencias, envió á su ayudante de cam-
enviado por el general Evans, y las tropas p o , el marqués de Casa Sola , quien se d e -
que pudo reunir en su provincia. tuvo en Logroño por proclamarse también
Villarreal, que habia marchado á N a - en esta ciudad el citado código político por
varra á fines del mes, practica el 31. a l - la guardia nacional. Inútil la misión que
gunos reconocimientos hacia Cilbeti, en llevaba el marqués , regresó al cuartel g e -
aquella parte de la linea y sus fortificacio- neral, y á los pocos dias recibió Córdoba la
nes, pernoctando al mismo tiempo algunas noticia de los sucesos de la Granja. Con
fuerzas liberales entre Zabaldica y Zubiri. elloscreyó terminada su misión, y no aguar-
En la mañana del 1.° de agosto, les espera dó mas para dejar el mando y el pais.
Villarreal en posición, en la cual p e r m a n e - Resuelto á no jurar la Constitución, a n -
cieron también los contrarios, cambiándose tes de verse en grave compromiso, tomó el
algunos tiros las guerrillas hasta las cuatro camino de Francia acompañado de algunos
de la tarde, en que se trabó una acción que ayudantes do campo , de una compañía de
duró hasta el anochecer, perdiendo los car- caballería y olra de guias, y de los genera-
listas mas de cien hombres. les , gefes y oficiales de ía plana mayor
El dia f se acantonan los liberales d e s - g e n e r a l , que acompañándole voluntaria-
de Erro á Tillaba, y el gefe carlista t r a s l a - mente , se honraron á sí propios, honrando
da su cuartel general á Larrainzar, el 4 á al que ya no era su gefe. Pernoctando en
Cirauqui, el 6 á Villatuerta, y de aquí á Nájera , pasó por las inmediaciones de L o -
Guevara. Ataca el fuerte de Villasaña con groño á Alcanadre, de donde salió p r e c i p i -
el fin de facilitar con tan oportuno m o v i - tadamente en socorro de Calahorra, atacada
miento el regreso de Gómez, y al saberlo por los carlistas, que rechazados allí, f u e -
Córdoba corre desde Reinosa á Yillarcayo ron balidos porlribarren con su columna de
en el dia misino, á pesar de caer á torren- la Ribera , haciéndoles unos cien prisione-
CONFERENCIAS V PARLAMENTOS.

ros. Eslrañándose de su p a t r i a , irresponsa-


ble ya de todo y sin obligación de arriesgar
Y PARLAMENTOS.— DON CECI-
de nuevo su vida,en defensa de la causa de
la reina , voló al peligro y prestó con sus LIO CORPAS.
valientes un nuevo servicio al país, siguien-
do satisfecho su camino al ostracismo. Grato XLIV.
nos es consignar este rasgo de patriotismo y
la bizarría con cpje se condujo después de su
insubordinación la columna de la Ribera. Volviendo airas, creemos oportuno d e -
Tan cierto es que el esnirilu público hace cir que en el cuartel general de Córdoba
prodigios en los ejércitos. Los soldados no tenían lugar á principios de este año ciertas
podian apreciar el valor de la Constitución conferencias que, aunque no produjeron no-
que aclamaron ; pero entonces electrizaba tables resultados , son dignas de mención,
este nombre , y á su influjo alcanzaron tan aunque ligera , antes de juzgar el mando
completo y brillante triunfo. del caudillo de las tropas de la reina.
Se iba á jurar la Constitución en Cala- Han creído algunos que se trató de tran-
horra , y por consideración á Córdoba , las sacion en las indicadas conferencias, y aun-
autoridades difirieron el acto para el dia que fuera este el deseo de no p o c o s , los
siguiente; pero se opuso Córdoba á este mi- carlistas no se hallaban cansados de la guer-
ramiento , y si bien se negó á asistir á la ra , ni en tan mala situación que anhelasen
ceremonia , invitó á su escolta para que lo transigir, ni los liberales pensaban siquiera
verificara, por ser ya una ley del Estado la en tal absurdo.
ley fundamental que se vitoreaba. Al dia Y no es que para pensar asi tengamos en
inmediato marchó á Azagra , donde le fes- cuenta lo que declara Córdoba en su Memo-
tejaron los nacionales y la población, y con- ria , sino en lo que arrojaban de. sí los mis-
tinuó su ruta á Peralta. mos hechos.
Aconsejando á sus compañeros usasen En cuanto á lo que asienta el gefe libe-
las cintas verdes que se hicieron moda , le ral en su citada justificación, la combatimos,
dijeron: «que no las llevarían hasta dejar porque parte de un supuesto equivocado al
»á su general en seguridad, á no ser que él decir q u e , «los que le liabian supuesto par-
«mismo por su gusto les diera el ejemplo.» tidario de cualesquiera transaciones con don
Descansó en Tafalla, teatro dos (lias a n - Carlos , ignoraban sin duda , ó habían per-
tes de algunos desórdenes, durmió á-dos le- dido de vista que no había nadie en Espa-
guas de Pamplona, y pasó luego á esta pla- ña, absolutamente nadie mas comprometido
za, donde permaneció tres dias. Salió el 2 4 , que él á evitar su triunfo, y que si éste lle-
hizo alto en algunos puntos de la linea, gara á realizarse, en todo ó en parte (lo que
pernoctó en Ronccsvalles, y el 23 entró en Dios no pluguiere), habría de ser él necesa-
Francia por Yalcárlos, después de despedir- riamente la primera víctima , pues de él le
se tierna y patéticamente de sus leales y vino al Pretendiente el primer acto de h o s -
valienlcs camaradas , á quienes recomendó tilidad. » Convenimos en la exactitud de la
la sumisión al gobierno y á la ley (1). primera parte de esle período, reconociendo
Las lágrimas de Córdoba regaron el por evidente la enemiga suya hacia don
suelo francés. Carlos; pero no en la segunda , porque nos
consta que los carlistas estaban dispuestos
á perdonarle sus anteriores faltas. Personas
(•I) Al llegar Córdoba á Bayona escribió al muy allegadas á la corte, y muy amigas de
general conde de ilarispe participándole su en-
Córdoba (1), le escribieron haciéndole p r o -
trada en el territorio de su m a n d o , aunque no
como refugiado, sino con licencia y pasaporte posiciones en este sentido , si bien con la
correspondiente, é hizo saber al mismo tiempo circunspección que él se merecía.
al cónsul español que s e hallaba pronto á reco- En otra Memoria ( 2 ) , refiriéndose á
nocer la Constitución, si estaba facultado á au-
torizar aquel acto. Esto que, para algunos, p o -
dría parecer una inconsecuencia, tiene su e s - compele ahondar esta cuestión ; consignamos
plicacion en motivos de d e c o r o , que si le im- los h e c h o s , y al q u e quiera mas esplicacionus
jjedian jurar como gefe el mismo código que le remitimos á la Memoria justificativa dol
combatió con las armas en la mano en 1820, 22 mismo general Córdoba.
y 2o, no le obstaban para jurarle espontánea- (•I) Don Cecilio Corpas.
mente como militar dependiente del gobierno (•2¡ La Militar y política sobre la guerra de
constitucional. De cualquier modo , no n o s Navarra de don José Manuel de Arizáaa.
TOMO I I I . 9
HISTORIA DE LA GUERRA CIVIL.

esle mismo acontecimiento , y después de causa, le autoricé en cierto modo para que
dar cuenta de la presentación en el campo se esforzarse en ganarme á la suya; y t e r -
carlista de don Cecilio Corpas , captándose cero, porque teniendo en mi cuartel g e n e -
la voluntad de todos por haberse propuesto ral y en mi propia casa al ministro de la
armonizar los elementos tan heterogéneos Guerra, puedo darle cuenta de esta carta y
que existian, pues hasta hizo amigos á M a - misión de v d . , y cubrir mi responsabilidad
nilo y á Moreno, se dice lo siguiente: y conciencia con la aprobación de mi c o n -
«Entre la agitación que llevaba adelan- ducta. En cuanto á don Carlos y su misión,
te C o r p a s , tuvo lugar una determinación, dígale v d . que un muro de diamante, una
de la que prometió grandes resultados, acon- barrera eterna nos separa; que él verá h a s -
sejando á don Carlos le autorizase para e s - ta qué punto eran ciertas mis profecías en
cribir una carta al general Córdoba, que se Portugal; que yo ni ninguno de mi familia
hallaba en su cuartel general de Vitoria, fué jamás traidor, y que cuando no b a s t a -
cuyo permiso le fué c o n c e d i d o , y ejecutó ran á separarnos los motivos polilicos por
esle paso , ofreciendo á dicho general la (pie se lucha, sobrarían la fé empeñada, la
amistad y benevolencia de don Carlos, y la confianza de mis superiores y subordinados,
satisfacción de cuanto desease si consentía y los juramentos que he hecho de c o n c u r -
en coadyuvar al feliz éxito de su causa, con rir por todos mis medios á la destrucción
otras particularidades que no se leen en la de sus pretensiones.»
famosa Memoria, que tanto y tan merecido Demostrado que Córdoba no hubiera he-
lustre ha dado al antiguo general del ejér- cho, en el caso de que se trató, y suponien-
cito del Norte. Esle pensamiento mereció la do que don Carlos no hubiera imitado á su
aprobación de don Carlos , la de don Juan hermano, el papel de víctima, reconocere-
Echevarría y la de los privilegiados c o r t e - mos y aplaudiremos su decisión y patriotis-
sanos que penetraron el secreto. mo, porque digno es de alabanza el d e c l a -
»E1 encargado de poner la carta en ma- rar, como lo hizo en Portugal á la misma
nos del citado general fué el teniente c o r o - faz de don Carlos, que «aun cuando toda
nel don Bernardo Santocildes, el cual logro la nación llegase á reconocerle por su rey,
introducirla en Vitoria ( l ) con otra que le él no lo baria j a m á s ; que él solo, si fuera
dio Yillemur como credencial de un nuevo preciso, protestaría contra su usurpación.»
mensage verbal de don Carlos, en que p r o - Nadie podrá dudar, en efecto, de la
metía a Córdoba el restablecimiento de sus rectitud de las intenciones de Córdoba, y
antiguas relaciones y darle el mejor puesto seria hacer un agravio á su talento creerle
en su causa. Santocildes no se atrevió á en- dispuesto á una transacion en aquellas c i r -
tregarle la carta de Corpas; pero hizo una cunstancias, á no ser entregándose los c a r -
indicación de ella al general Córdoba, y listas sin condiciones polílicas, lo cual ni
oyó el desprecio que de ella hacia y la m a - era transacion ni posible imaginarlo.
nera con que repudió toda clase de tratados De los viages de Santocildes á Vitoria,
clandestinos, diciéndole: tomaron prelesto a l g u n o s , y especialmente
«Parece v d . demasiado instruido para los ultra-carlistas, para propalar voces alar-
poder ignorar que por el encargo que trae mantes censurando aquellos pasos; y c u a n -
ha incurrido en la pena capital, como espía do Villalonga fué con un destacamento de
y agente seductor; pero puedo dispensarme prisioneros á la misma c í j d a d , diarios n a -
de cumplir rigorosamente con el deber de cionales y eslrangeros presentaron estos s u -
mi posición, que me impone el fusilarlo: cesos como los preliminares de una t r a n -
primero, porque la confianza que ha t e n i - sacion, á los cuales anadian minuciosos d e -
do vd. en la nobleza y caballerosidad de talles que, aunque no inexactos, se t e r g i -
mi carácter, merece mi reconocimiento; s e - versaron de tal modo, que variaban de for-
gundo, porque recuerdo que habiendo yo ma y adquirían esas colosales proporciones
tratado de ganarle á v d . cuando estuvo que un hecho ó una palabra sencilla a d -
prisionero, para que hiciese servicios á mi quiere, por ejemplo, en la magnífica p r o -
ducción dramática titulada la Calumnia (1).
(<) Podemos asegurar que la carta á que (I) Mediaron cigarros y regalos, es cierto;
alude el señor A r i z s g a , no solo no entró en pero v é a s e como refiere Córdoba esle hecho-.
Vitoria, sino que ni aun salió-del campo c a í - «El parlamentario, habla de Villalonga, fué
lista. conducido , según costumbre general en el
(A'oía del autor de esta obra.) ejército y en lóelos los ejércitos del mundo, á
SISTEMA DE CORDOBA.

A! apresurarse Villarreal á enviar á don g a , y oíros y otros, dio núcleo á un bando


Fernando de Córdoba el par de pistolas que que se denominó andaluz, aunque no tuvo
refiere la nota, y que mandó hacer con toda luego las consecuencias que otros.
perfección, previo el mal efecto que c a u s a - Ya partieran solo de Corpas, ó de todos
ría; y en efecto, se murmuró de este hecho, sus compañeros, se les atribuyeron los g o l -
creyendo á ambos gefes en inteligencia, sin pes dirigidos contra Cruz-Mayor y Eguia*
que en el campo de los carlistas .dejara de ridiculizando al primero y censurando al
murmurarse y de sospecharse de Villarreal. segundo con demasiada acritud. Repetíanse
No terminaremos este incidente sin d a r las sátiras que salian de este círculo, y cor-
algunas b r e v e s noticias de su causante don rían con falsa autoridad en desprestigio de
Cecilio Corpas, por la influencia que ejerció la v e r d a d e r a . Asi lograron indisponer á
en varios acontecimientos. Eguia con el respetable Penne de Yillemur,
Diplomático en tiempo de Fernando VII, que sobrellevaba con trabajo el ministerio
de.carácter inquieto, a c t i v o , emprendedor, de la Guerra, muy pesado para su e d a d ; y
hallaba en el campo carlista el verdadero solo después d e los primeros combates en
teatro de su vida, y en enero de este año Arlaban dieron treguas los de aquel bando
se presentó en Oñale, d o n d e fué recibido á su poco digna t a r e a , que causaba mas
afablemente por don Carlos y los cortesanos. terribles heridas con sus epigramas, que el
Obrando con cordura consiguió, m e r - enemigo con el acero.
ced á su trato gracioso y epigramático, c a p -
tarse la voluntad de unos con sus chistosas
SISTEMA OE CÓRDOBA.
conversaciones, y el afecto de otros con la
jovial franqueza que demostraba. Oido por
todos con interés, unió á Moreno y á Maro- XLV.
to; y la casualidad de ser los tres a n d a l u -
ces, y también el honrado g e n t i l - h o m b r e Dice Córdoba que admitió por base de
de cámara Villavicencio, el festivo i n t e n - su sistema un principio, y por la de é s t e ,
dente Freyre, el favorito asesor real A r i z a -

otro oficial parlamentario m u y j o v e n , llamado,


la casa del general en gefe. Mientras se d i s - según creo, Viguri, el cual abordándome con
ponían los prisioneros con que debia aquel tono d e urbanidad y franqueza, que no e r a ,
regresar á su campo, permaneció en mi cuarto sin embargo, el debido á mí rango y posición
hablando conmigo de la guerra y de todo lo me presentó dos pares de pistolas dé parteado
concerniente á ella, según acostumbraba yo Villarreal. Significándole yo mi estrañeza, me
hacerlo con todos los domas, confiando en que preguntó entonces a q u e r j ó v e n s i no hablaba
lo que podia saber ó decir no m e seria perju- con el coronel Córdoba; le saqué d e su error
dicial. Al oficial parlamentario le di un c i g a r - por el cual se escusó, esplicándome q u e aque-
ro, que encontró m u y bueno; y como por este llas pistolas las habia encargado mi hermano
motivo se dolía de las privaciones q u e sufrian por medio de su compañero Villalonga. Le d i -
en su campo, sobre todo en punto á fumar, le je que aquel estaba a u s e n t e , y no volveria
regalé al despedirle un puñado de ellos. «Buen antes de dos ó tres dias, pero q u e yo satisfa-
regalo para mi general,» me dijo dándome las ría el importe de las armas. «No tengo orden
gracias; y entonces aumenté ía dosis con al- de recibir precio alguno,» m e respondió «Es-
gunos mas, diciéndole: «Hoy doy á vds. cigar- tá bien, déjelas v d . ahí hasta q u e mi hermano
ros; mañana espero que nos daremos c a ñ o n a - regrese, le' repliqué; son cosas suyas en las
zos.» Cuando se retiró de mi cuarto, estuvo cuales no tengo yo conocimiento, aunque r e -
hablando con mis ayudantes de guardia, y e n - cuerdo que di el permiso para hacer la c o m -
tró á poco mi hermano y a y u d a n t e el coronel pra.» De este suceso no hice, ni tenia por q u é
Córdoba, á pedirme permiso para encargar al hacer, misterio alguno; antes bien sirvió de
parlamentario dos pares de pistolas de 'la fá- diversión, en cuanto no dejaba de ser c h i s t o -
brica de Eibar, que él y otro ayudante n e c e - so q u e enemigos tan encarnizados se facilita-
sitaban, y que no se encontraban en Vitoria sen armas con que destruirse. A los dos dias
desde que aquella fábrica estaba en poder de llegó efectivamente á Vitoria el coronel C ó r -
los rebeldes. Concedí el permiso, y el oficial doba, y devolvió las pistolas con uua carta á
parlamentario no puso m a s condición al d e s - Villarreal, agradeciéndole su atención y d e -
empeño del encargo, q u e el consentimiento clarándole que no podia aceptar nada d e su
de su gefe, que era natural y preciso para p a - e n e m i g o . Es de advertir que aquel caudillo
sar armas á nuestro campo. Tenia yo c o m - babia distinguido y obsequiado mucho á mi
pletamente olvidado este incidente insignifi- hermano, en ocasión que estuvo de parlamen-
cante, cuando á pocas semanas, y e n c o n t r á n - tario en Salvatierra con el capitán don José
dose en mi cuarto el general portugués, barón Urbina, también mi ayudante d e c a m p o . Estos
Das A n t a s , me anunciaron ó introdujeron son los hechos en toda su sencillez,»
68 HISTORIA DE LA GUERRA CIVIL.

hechos , que califica de nunca desmentidos cesidad de salir de ellas para buscar la vida
y siempre acreditados, deduciendo de su y encontrar la derrota, la desmoralización
razonamiento, que los combates que p u d i e - y la muerte en nuestro terreno.»
ran librarse al enemigo , eran infructuosos, Las líneas fortificadas suelen ser útiles
naciendo de aqui su plan no elegido , sino en todas las guerras, porque sirven de base
aceptado, forzosamente único, resignándose y centro de operaciones, y son á la vez una
á preferir el modelo de Favio al de Aníbal, gran defensa contra los ataques enemigos.
que hubiese lisongcado mas su amor propio. Pero para que llene ambos fines, no ha de
Reducíase este plan á bloquear á los tener interrupción la línea y ha de estar
carlistas, y por consiguiente á circumbalar- bien guarnecida. La de Córdoba, tan esten-
los con una línea , á la vez que defensiva, sa , no llegó á verse en este caso , á no ser
ofensiva. en su derecha, y aun por ella pasó Batanero
La primera línea de bloqueo que e s t a - con su fuerza espedicionaria , y por ella se
bleció fué la del Bajo Arga, cuya importan- introdujeron v í v e r e s , municiones y otros
cia es evidente , pues daba al ejército libe- efectos, si bien su entrada se fué haciendo
ra! el doxinio de esla p a r l e , que constituía cada vez mas difícil, poniendo en grande
la derecha de las líneas. aprieto á los carlistas , y con ventaja de sus
Fué la segunda, y ocupaba el centro, la contrarios, que se apoderaban de remesas
d ¡ ! Zadorra, importante también por ser Vi- abundantes.
toria la base de las operaciones. Por esta En circunstancias tan apuradas para los
parte se plantearon simultáneamente otras carlistas, la Francia restablece con ellos su
cuatro líneas, á s a b e r : en el E b r o , en la tráfico, y el plan de Córdoba recibe un gol-
líiíija alavesa, en el condado de Treviño, y pe terrible , precisamente en su parle prin-
en el Alto Arga. cipal.
La del Ebro abrazaba los puntos de Mi- La máxima de Córdoba de que el único
randa, Puente Larra, Haro y Logroño , t o - medio de hacer aquella guerra era no ha-
dos del mayor interés por su posición , por cerla, veíase destruida por éste y otros con-
su vecindario y por sus recursos. tratiempos.. Y era algo acertado su juicio; de
La de la Rioja alavesa , los de la Guar- parte de sus adversarios estaban todas las
dia y San Vicente. ventajas: aceptarla lucha que ofrecían en
La del condado de Treviño se apoyaba sus montañas inaccesibles era destruir el
en la villa de este nombre y en í'eñacer- ejército, y el resto del pais, era eternizar la
rada. guerra: que la necesidad les trajese ó terre-
Y la de Zubiri, ó el Alto Arga , era la no donde no fuese estéril la constancia y
continuación de la primera sobre esle rio sufrimiento de sus camaradas , y la patria,
desde el Ebro por Pamplona , y prolongan en vez de lamentar desastres, cantaría vic-
dose por la parte alta del rio , llegaba á los torias. Las tropas de la reina hacían en esta
Alduides. contienda el mismo papel que las de Bona-
A la izquierda, la línea de la ria de Bil- parte años antes. Las águilas francesas, que
bao, tenia por objeto facilitar las comunica- sin obstáculos habían paseado su raudo vue-
ciones con el mar; y aunque Córdoba trata- lo por Austcrlilz y Marengo , por Lodi y
ba de establecer sus lineas desdo Puente- Areola, por Friedlam y Jena , que habían
larra hasta mas allá de Valmaseda, pasando posado orgullosos sobre las Pirámides, se
'porVillalba de Losa, no llevó adelante esla estrellaron ante nuestras cumbres.
parte de su proyecto Entraba en el sistema de Córdoba , sin
Estas líneas, llamadas de bloqueo, p r e - embargo de su bien probado valor y a r d i -
tendían impedir la introducción de toda cla- miento, la intervención armada de la F r a n -
se de artículos en territorio enemigo, funda- cia. Asi que un ejército francés, envolvien-
mento constitutivo del sistema de Córdoba, do por su espalda á los carlistas . baria que
que no por esto rehuía los combates; pero no don Carlos no tuviese olro remedio que c a -
(pieria empeñarles con perjuicio evidente, pitular al instante , solicitando condiciones
s i n utilidad probable, ó al menos posible, honrosas con que retirarse de una lucha im-
proponiéndose «avanzar en la empresa sóli- posible. Podrá parecer á algunos poco pa-
damente, mediante la adquisición, dominio triólico este deseo ; pero si nos trasladamos
y pacificación de los territorios productores, á aquella época , convendremos en que no
y reduciéndola rebelión á sus estériles mon- se presentaba otro medio de acabar tan fu-
tanas, y por consiguiente á la imperiosa ne- nesta lucha , lo cual era mas patriótico que
JUICIO CRITICO DEL MANDO DE CORDOBA. 60

su prolongación. Y el propósito de Córdoba enemigo en su propio territorio, buscándole


se habría por tin realizado sin el Convenio en terreno, desventajoso siempre para el
de Yergara. Españoles unos y otros, se h a - agresor.
brían destruido á la larga, nunca se habrían La dilatada esteusion de la línea liberal
vencido , porque lodos eran igualmente e s - presentaba muchos puntos vulnerables, al
forzados. Con la intervención tampoco se paso que los carlistas tenian por antemural
habrían dado vencedores ni vencidos, y el de su territorio empinadas m o n t a ñ a s , que
bien de la patria habría sido lo primero. eran por sisólas formidables posiciones. De-
trás de ellas lodo el pais era suyo , tenia en
JUICIO CRÍTICO DEL MANIJO DE CORDURA. él todo lo que daba de sí. El ejército l i b e -
ral carecía de todo y ocupaba un país hostil,
XLY1. hasta el punto que no hallaba muchas veces
á ningún precio un espía , cuando se brin-
Dicho lo que precede acerca del sistema daban á serlo do los carlistas hasta las m u -
que Córdoba se propuso y siguió en cuanto geres (1). Su situación , p u e s , no podia ser
pudo, al objelojiorquc tanto hizo de dar á mas difícil y angustiosa, y el gefe tenia que
su pais la paz que necesitaba, e m p r e n d e r e - obrar casi siempre sin conocimiento apenas
mos, por ingrata que nos sea, la tarea difí- de la posición del enemigo ni de su n ú -
cil de juzgar sus hechos en la época de su mero (2).
mando.
Córdoba es uno de los gefes que mas (1) <iEn cuarenta y ocho horas fueron i n -
datos han dejado á la historia para juzgarle, terceptadas trece comunicaciones que diri.aí
desde Estella á los generales mis c o m p a ñ e r o s .
lo cual creemos muy difícil, sin embargo. De veinte m e n s a j e r o s , los diez y nueve van á
Mucho ha escrito, mucho contienen sus Me- presentar á los rebeldes su meiisage , y el que
morias ; pero es aun mas lo que está inédi- es fiel, raras v e c e s escapa y llega.»
to, y que , si no destruye lo que se conoce,
lo modifica en muchos puntos , porque en (Memoria. jmlifletUiva.)
cuestiones de la naturaleza de la presente, (•I) El mismo Córdoba lo manifiesta d i c í e n -
es preciso saber las causas. do q u e :
c.Respecto á la moralidad , la ventaja es
Al juzgar á Córdoba , no se puede p e r - mayor aun de parto de los rebeldes. El ejér-
der de vista una circunstancia muy esencial, cito de la reina ha de obrar y marchar unido,
y es la de que debía mas á su talento que á cargado , obstruido., compacto, en todo el n ú -
su pericia en el arle de la guerra. Separado mero que necesita para combatir á todo el
de las armas de subalterno , vuelve á ellas ejército enemigo que puede presentársele ; su
marcha es por consiguiente lentísima, su a l o -
de g e n e r a l , y en este intervalo manifiesta jamiento dificilísimo; en seis ú ocho casas hay
mas inclinación , mas acierto en manejar la muchas v e c e s que encajonar una división de
pluma que la espada , gusta mas de las l u - seis batallones; el paso de un r i o , de un desfi-
chas de la diplomacia que de las de la m i - ladero , do cualquier obstáculo , consume un
d í a , y la llegada de la noche es fatal y justa-
licia. Si con tanta le corrió al campo á com- mente temida de todos ; á un cuarto de legua
batir por la libertad , fué por su deseo de del lugar en que debe p e r n o c t a r , cuando o s -
regenerarse políticamente en esta lucha, que curece , pasa muchas v e c e s seis y ocho horas
le presentaba los medios de conseguir la sin llegar , y cuando ha l l e g a d o h a l l a t i n i e -
gloria que tanto ambicionaba su joven cora- blas , casas cerradas ú ocupadas por los p r i -
meros llegados, confusión , obstrucción y d e s -
zón. Por esto su entusiasmo, por esto el orden inevitables. Después de quince ó v e i n t e
horrible martirio que le hacían padecer los horas de marcha ó c o m b a t e , es menester en
obstáculos que le entorpecían su marcha, ios Garitones cubrir todos los puntos y a v e n i -
tan gloriosamente inaugurada en M e n d i - d a s , establecer r e t e n e s y guardias én todas
gorría ; aunque no sacó todas las ventajas las casas ; la mitad de la fuerza vela por la
otra mitad. Muchas v e c e s e s forzoso campar
que pudo y debió. con cualquier tiempo , en todas estaciones , y
Ya conocemos las disposiciones del ejér- no siempre con agua y leña para guisar y c a -
cito carlista, y el plan de su corle. Las c i r - lentarse; y ni segundo dia , el soldado se e n -
cuentra transido, postrado, enfermo , privado
cunstancias variaban mucho en el otro.
de aquel buen h u m o r , que es la condición de
Su objeto era defensivo , conservador y ! su fuerza , la señal de su ánimo esforzado y la
ofensivo ; tenia que defender una línea de | prenda segura de la victoria, porque el buen
cerca de cien leguas, que conservar multi- ! humor, el arrojo y la confianza son cualidades
tud de puntos mas ó menos.inmediatos á i del alma , que estriban en la fuerzaanimnl, y
' esta no se sostiene sino con el alimento , el
ella ., y aun socorrer á o t r o s , y ofender al
70 HISTORIA D E L A GUERRA CIVIL.

Las comunicaciones que entre los carlis- razo en todos los ejércitos, ponian en g r a n
tas eran b r e v e s , seguras y sencillas, eran conflicto á los liberales, y no eran obstáculo
por el contrario, l a r g a s , espuestas y difíci- para los carlistas, porque los recogían s o l í -
les en los liberales.' citos y de suyo los mismos paisanos , las
Existia una imposibilidad casi absoluta mugeres, lodos los habitantes, que se a p r e -
d e conducir la artillería y caballería por suraban á llevarlos á los caseríos y los ocul-
aquel p a i s , cuya escabrosidad taban y curaban con cariño y esmero. Los
cer inútiles en aquella guerra estas armas, de los liberales ocupaban ocho ó diez h o m -
en que eran los últimos tan superiores. Aun bres por lo menos cada uno, pues que habia
contando con todos los elementos del pais que conducirlos por lo común á larga dis-
los carlistas, conducían con suma dificultad tancia , y protegerlos haciendo frente á las
las piezas. Ademas habia adquirido tales partidas que salían á su encuentro.
formas aquella guerra , que las piezas de Entre el gefe del ejército de una nación
m o n t a ñ a , siempre tan ú t i l e s , dejaron de regida por el sistema representativo y el de
serlo casi siempre , negándose á llevarlas un poder a b s o l u t o , hay sin duda notable
muchos generales, sin que el soldado e c h a - diferencia; y aunque no convengamos e n t e -
ra de menos las chocolateras, que asi las ramente en la disparidad que entre una y
llamaba. otra situación presenta C ó r d o b a , exislia
Los h e r i d o s , que son un grande e m b a -
hábiles y ventajosos para marchar y combatir.
sueño y el d e s c a n s o . Durante la marcha todo En los pueblos no alojan mas fuerza que la que
e s preciso reconocerlo y flanquearlo ; la dis- pueden contener , porque en todos están .se-
tancia s e anda dos v e c e s ; el camino e s d e - guros, y sin cubrir puestos avanzados ni r e t e -
masiado regalo para nuestros p i e s ; no s e p u e - nes , los paisanos velan , y bastan y sobran á
de avanzar sino de posición en posición, siem- la seguridad de cada cauton. La marcha no
pre alerta, siempre desconfiado, muchas v e c e s necesita para ellos precaución ni fatiga: gefes,
tiroteado por p e q u e ñ a s ó grandes partidas, soldados , p a i s a n o s , todos saben donde están
que desde una altura , á la orilla opuesta de los cristinos, en qué número, quién los manda;
un rio,^ ó desde la espesura de un bosque, en una palabra, lo saben tocio. Cuando el ejér-
atacan impunemente á un ejército e n t e r o ; y cito ha descargado sus a c é m i l a s , la urca echó
luego en un salto desaparecen al aproximarse anclas, y no puede levantarlas hasta el dia,
nuestras tropas, que en perseguirlas pierden y por la noche dos ó tres compañías e n e m i g a s
tiempo y g e n t e . ¡ Infeliz del' q u e s e queda vienen por via de diversión á tirotear n u e s -
atrás un instante! Su indisposición ó confian- tros cantones ó c a m p a m e n t o s , á interrumpir
z a , su imprudencia ó necesidad le cuesta la nuestro descanso , sorprender nuestras a v a n -
libertad, cuando no la vida. Nuestros solda- zadas , interceptar nuestros m e n s a g e r o s , c a p -
dos son tan veloces y mucho mas sufridos que turar á los que s e descuidan y apoderarse do
los rebeldes ; pero marchan aglomerados en lo que puedan. En todas partes pocos b l o -
cuerpos gran l e s , pesados , indivisibles ; van quean á m u c h o s , un ejército de sesenta mil
cargados con un morral enorme , aprensados hombres no puede librarse de ser molcslado
por un correage que les ahoga , sofocados con por sesenta aduaneros ó volantes. ¡Que vaya el
su equipo; y se suicidan sin combatir, á fuera genio de la guerra á impedirlo! Al faccioso le
za de subir' y bajar continuamente montañas' da el paisano lo que t i e n e , le obsequia , le c e -
de saltar vallados, parapetos y zanjas. El di- de su cama : todo lo que le rodea le estimula ,
no tiene para el ejército mas que las horas de le alienta y recompensa de sus fatigas, de las
l u z , porque en el pais enemigo la noche y la que s e repara asi con suficiencia y á v e c e s con
derrota son inseparables para las tropas mas profusión. Alli no se necesita virtud, c o n s t a n -
aguerridas y esperimentadas. cia ni sufrimiento. Es en el soldado de la reina
donde se requiere y encuentra la energía m o -
«¿Y los carlistas ? En operación , combate ral, la constancia heroica para sufrir traba-
ó retirada marchan por batallones sueltos. Si jos increíbles y las mas rigorosas privaciones:
el terreno ó las circunstancias lo e x i g e n , por aquella raída levita que le cubre es la casa en
c o m p a ñ í a s , si es necesario basta por h o m - que v i v e , la cama en que duerme hace tres
bres. Desde la unidad hasta el todo, todo tiene años; todas las estaciones de un clima eslremo
igual seguridad: veinte caminos y v e r e d a s que han pasado por ella ; feliz aun el q u e la tiene,
s a b e , le conducen al mismo punto. El faccioso pues cuerpos enteros han pasado los mas rigo-
va suelto y ágil, sin mas carga que una ligera rosos i n v i e r n o s , vivaqueando en medio do las
canana; atraviesa solo todo el teatro de la nieves y hielos del Pirineo, sin mas abrigo que
guerra , y en todas partes es recibido y a s i s - una menguada chaqueta q u e s e caia á p e d a -
tido, y está seguro en todas. En un mo"mento zos , y un pantalón de lienzo que el uso y el
de apuro ó derrota, cada hombre corre lo que lavado habian casi destruido. Y esta situación
;

puede, y so reúne á su cuerpo á las dos horas: I ó d e s n u d e z , no s e crea q u e lia _ sido la escc¡>~
l.i dispersión es entre ellos una maniobra tac- | don , no ; por mucho tiempo fué la rey la.»
l i c a q u c no desmoraliza por ser fundamental • (Memoria justificativa del general Córdoba.)
y habitual. El día y la noche le .son igualmente
OPERACIONES MILITARES EN GUIPÚZCOA, ETC. 7i

ciertamente. Verdad es que la prensa y la sido un héroe en la guerra de la Indepen-


tribuna eran dos censores hostiles de sus dencia , en la c i v i l , no pasó de ser un g e -
actos; pero eran preferibles, por descubier- neral en gefe de buen talento , querido del
tos , á las censuras secretas que corren de soldado, que le vela el primero en el p e l i -
boca en boca, que se abultan , tergiversan gro , siempre animoso en los combates, cui-
y adquieren la forma de acusación, hacien- dadoso de su bienestar; simpático para el
do de un acto sencillo un crimen. En la pais, aunque cometió faltas gravísimas. Al-
prensa y en la tribuna se acusa pública- gunos no le perdonaron su mal proceder en
mente y se da lugar á la defensa ; que no Arquijas. Lleno de celo y ardimiento m u -
cabe en las acusaciones sigilosas, en los chas veces , lo posponía todo al afán de la
complots de intrigantes de camarilla , d o n - victoria ; y otro habría sido el estado de
de se destruyen las reputaciones mejor a d - la guerra en las Provincias Vascongadas y
quiridas. en Navarra si no hubiese tenido que dis-
Por esto vemos que también eran s e p a - traerse continuamente procurando la sub-
rados los gefes del ejército carlista , que sistencia del soldado , por el gobierno des-
también se les ponían obstáculos, y sufrían atendida, si hubiese contado con los r e c u r -
también amargos sinsabores, sin que pudie- sos que constantemente reclamaba y en que
ran sincerarse mas que por medio de e s p o - nunca debió p e n s a r , si hubiera tenido a l -
siciones á don Carlos, las cuales no siempre guna menos afición á bis comodidades de la
llegaban á sus manos. vida ; y si hubiera sido un general de mas
Fuera de esto, es innegable que la p o - conocimientos militares y mas pulso.
sición del gefe liberal fuese mas difícil, mas
comprometida, mayores sus atenciones, t o -
das apremiantes, todas del momento y de OPERACIONES MILITARES EN GUIPÚZCOA Y N A -
interés decisivo. Los voluntarios y compro- V A R R A . — P U N I B L E DESCUIDO DE ITU1IRALDE Y
metidos por don Carlos podían carecer has-
RENDICIÓN DE MAS DE OCHOCIENTOS CARLISTAS.
ta de lo necesario sin murmurar y sin peli-
gro de la causa , porque su entusiasmo , su
fanatismo y su interés suplía por todo; p o r - XLVII.
que al comprometerse habían calculado toda
la ostensión de los deberes que contraían,
todos los inconvenientes y peligros de su Con la marcha de Córdoba y los s u c e -
nueva situación, todas las penalidades de la sos políticos que tuvieron lugar por e n t o n -
guerra. No era lo mismo el soldado á quien ces , quedó como paralizada la acción del
la suerte le había llevado á la lucha , r e t e - ejército l i b e r a l , y mas bien que procurar el
nido en las lilas por la ordenanza. A éste no combate , parecían esquivarle unos y otros,
se le podia exigir el sufrimiento , no se le y aprestarse á una nueva campaña.
debía faltar á lo que tenia derecho á exigir. Daremos, sin embargo , cuenta de las
Córdoba se convenció al fin de que no operaciones mas notables en Guipúzcoa y
podia , ni otro alguno , terminar la guerra Navarra por este tiempo.
con tan escasos elementos como los que con- En la línea de San Sebastian acometie-
taba , ni con dobles recursos que tuviera, ron los ingleses en la tarde del 28 de julio
insuficientes para dominar tantos obstáculos, la altura de Amezagaña , que tuvieron que
y pudo convencerse de que no era su sis- ceder sus defensores. Pero auxiliados opor-
tema de bloqueo y encerramiento el que tunamente por Ilurriaga, pudieron volver la
habia de concluirla , porque aunque fuese cara á sus enemigos y batirse con ellos:
posible adoptarle, no en simulacro , como alentados por las voces de aurrera muti-
se adoptó, sino cerrando erméticamente á llac (1) de su gefe , cargaron bizarramente
los carlistas en su territorio, solo se hubiera á la bayoneta y pudieron sostener el honor
conseguido prolongar el estado tan crítico de sus armas. Al llegar la noche ocupa-
en que se hallaba el país', al ver la inutili- ban ambos combatientes sus anteriores posi-
dad de sus sacrificios. Los carlistas se h a - ciones.
brían mantenido con estrechez dentro de su En Navarra era el valiente Iribarren un
círculo , al paso que los liberales necesita- temible adversario de los carlistas. Hijo del
ban un presupuesto inmenso que no podia pais en que operaba , el conocimiento que
soportar la nación.
Córdoba, lo creemos firmemente, habría (1) Adelante, muchachos.
HISTORIA DE LA GUERRA CIVÍL.

de él tenia , le garantizaba el éxito de sus Esle triunfo , conseguido en unos mo-


operaciones. Aumentaba con sus triunfos su mentos en que toda la Península se hallaba
reputación , y por consecuencia el respeto en fermentación y por las tropas que pri-
de sus enemigos. Iribarren tenia asegurada mero habían aclamado la Constitución, alen-
la comunicación de todos los convoyes y tó á los liberales ; y el anuncio en Gaceta
correos que pasaban del Ebro á Pamplona extraordinaria de este hecho de armas, que
y viceversa , y no osaban los carlistas pasar fué exagerado, fué acogido con entusiasmo,
á la derecha del Arga. La linea que m a r - y vigorizó la situación política que inau-
caban las montañas , defendida por no e s - guró el motín de la Granja.
casos puntos fortificados , permitía al gefe
liberal introducirse por sorpresa en alguno
de los pueblos de la dominación carlista, ENCARGASE OUAA BEL EJERCITO DEL NORTE.
especialmente en los situados á las faldas PROYECTO SOBRE VILLARREAL, FRUSTRADO POR
de Montejurra, en los cuales exigia granos,
LOS CARLISTAS.
que hacia conducir á sus fuertes.
Inútil era la actividad de los gefes que
tenian á sus órdenes quinientos infantes y XLVIlf.
trescientos caballos destinados á contener
eslas correrías; el acierto de Iribarren les
b u r l a b a , obligándoles á ser meros especta- En el interregno que contó la dirección
dores de los convoyes en salvo. del ejército del Norte desde que cesó en
Algo contrarió Zaraliegui estas escursio- ella Córdoba hasta que la aceptó Espartero,
nes de Iribarren, quien se halló mas de una la desempeñó interinamente don Pedro Mén-
vez con él en el pueblo que iba á sorpren- dez Yigo , hasta que por real orden de 19
der. Navarro también Zaratiegui, usó igual- de agosto se le confirió á Oráa (1 ) con el
mente de estrategias, conociendo asimismo el mismo carácter de interino. Así lo anunció
terreno y obtuvo alguna pequeña ventaja, á los soldados el 24 en Miranda , d i c i é n -
ya sorprendiendo unos cuantos caballos, ya d o l e s , «que el estado de sus h e r i d a s , y el
destruyendo unas obras que en el alto de íntimo convencimiento de que esta era una
San Gregorio , estramuros a Puentelareina, carga muy superior á sus débiles fuerzas,
construían los liberales, y á pesar do defen- le hubieran obligado á suplicar á S. M. ad-
derlas con artillería. mitiese su renuncia , si no contase con las
Asi las cosas, deploraron los carlistas un virtudes cívicas y militares de todas las
contratiempo terrible. Ilurralde, que se ha- clases del ejército. Testigo , a ñ a d í a , por
llaba en Carear , Andovilla y Arteguda al espacio de tres años de vuestro valor en I 0 3
frente de unos ochocientos á nuevecienlos combates, de vuestro sufrimiento y cons-
infantes y un escuadrón , supo el 19 de j tancia en las privaciones y penalidades , y
agosto que la division de la Ribera, manda- de vuestra decision por la justa causa que
da por Iribarren y Leon, trataba de sorpren- j defendemos, he admitido gustoso el mando
derle. Un eiceso de imprudente confianza ¡ para participar con vosotros de los nuevos
le hizo descuidar los primeros momentos, y | días de gloría que vais á dar á la patria,
cuando fué á emprender el movimiento q u e ' I n ú t i l es "que os recuerde que para vencer
creyó oportuno , se presentó á su retaguar- ¡ es preciso observar una severa disciplina;
lia la caballería enemiga. I l u r r a l d e , en jamás habéis dado motivo para castigar esta
vez de reparar valiente su descuido, temió, falla , y espero que siempre os mantendréis
quizás una muerte honrosa , y él , los co- subordinados á vuestros gefes, que respeta-
mandantes del batallón , el escuadrón , y reis y liareis respetar las leyes y el orden
cuantos tenian c a b a l l o s , abandonaron p r e - público , y que seréis el terror de vuestros
cipitada y vergonzosamente á la infantería, enemigos.»
(pie, viéndose sin gefe, sin saber que hacer Las circunstancias eran en efecto corn-
en tan crítico trance y cargados por la c a - il) Rodil fué nombrado al propio tiempo
ballería , se rindió á discreción (1). general en gefe del ejército del Norte en los
mismos términos y con la propia autoridad que
(I) Los prisioneros pasaron deochocientos, su antecesor ; y por real decreto del 20 se le
y fueron trasladados á la isla de León , donde
quedaron los oficiales, embarcándose la tropa confió en propiedad la cartera del ministerio
para Puerto Rico y la Habana, haciendo así de la Guerra con retención del mando espre-
imposible su cange. sado.
DESERCIÓN. 13

prometidas, pues á la insurrección de la don Froilan Méndez Vígo , que fué sucesi-
Granja habia precedido la de la división de vamente auxiliada por otros cuerpos. I n c o -
la Ribera , que con los habitantes de Lerin modado Oráa con este contratiempo , tomó
proclamaron la Constitución de 1812. No \ disposiciones para forzar el paso que le dis-
resistió Iribarrcn , que la m a n d a b a , este putaban sus enemigos, y consiguió ir a v a n -
acontecimiento, por evitar un conflicto peli- zando ; pero le precedieron los carlistas, y
groso y perjudicial en todo caso á la causa viendo frustrado su proyecto , mandó hacer
de la reina. Su honra , empero , exigia s o - alto á las tropas , y abandonando la c a r r e -
meter su conducta en este punto al fallo de tera de Villarreal, se dirigió á los cantones
los tribunales, y lo solicitó con decisión; de Betoño , Gamarra Mayor , Arriaga M i -
mas Oráa no consideró conveniente dar ñano M a y o r , Rctana , Durana , Mendivil y
curso á su solicitud , y le tranquilizó. Asi; Zurbano , donde pernoctaron las tropas , no
no se vio privado de un gefe tan digno, \ sin haber tenido qne sostener antes los b a -
muerto al fin gloriosamente en el campo del ] tallones de San Fernando un sangriento
honor en defensa de la patria. j choque cerca de Arroyabe y Azúa. Estas
Parte del ejército habia proclamado la j operaciones vendrían á costar unes doscien-
Constitución el dia 19, y el grueso del mis- ¡ tos hombres á unos y otros combatientes.
rao lo ejecutó en Vitoria el '29 , recibiendo Oráa estableció su cuartel general en
al dia siguiente un pequeño socorro , d e s - i Gamarra Mayor, y Villarreal en el pueblo
pues de cuatro dias sin ninguno. I que en Álava lleva su mismo n o m b r e , y
En la misma tarde del 30 emprendió era elcodiciado por Oráa.
Oráa un movimiento á Murguía , á donde ¡ Este gefe , tan amanle de la disciplina
llegó sosteniendo sus cazadores algunas e s - como de la justicia , y sin tener en cuenta
caramuzas con los a d u a n e r o s : los carlistas los desórdenes de los carlistas al penetrar
que volvían de Losa daban vista á Amézaga en los pueblos del resto de la Península,
al mismo tiempo. Toman estos posiciones en castigó aquella noche algunos escesos c o -
Allube y destacan algunas compañías con ' metidos por los soldados, á pesar de no ser
que alarmar á los contrarios: Oráa, que no las circunstancias las mas á propósito para
se descuida, mandó á su vez algunas com- remediar males cuyo origen tenia atrasada
:

pañías con el fin de apoderarse de las a l - , fecha. Limitóse, por tanto, á enviar á p r e -
turas que dominan á Amézaga , y él mismo [ sidio algunos vivanderos á quienes se h a -
se adelantó por el •centro al frente de la ca- ¡ llaron prendas r o b a d a s , y á decir en la or-
bollería, consiguiendo su objeto de alojar den del 1.° de setiembre, «que si en a q u e -
en esle pueblo á sus tropas, que sufrieron, lla ocasión, la clemencia habia detenido en
sin contestar, toda la noche el vivo fuego su curso el brazo de la justicia , caería ésle
qne les hacían los carlistas desde las a l t u - poderoso ó inflexible sobre los que en lo
ras, impidiéndoles asi el descanso. sucesivo cometieran semejantes desacatos.»
Al amanecer del 31 trata Oráa de v e r i - Espías la mayor parle de los vivanderos que
ficar un movimiento retrógrado para caer en abundancia seguían á los regimientos,
rápidamente sobre el importante pueblo de prescribió no tuviese mas que uno cada b a -
Villarreal, desorientando asi á los carlistas. tallón , debiendo ser autorizado para ello.
Toma para ello el camino de Vitoria, y c r e -
yendo los carlistas que se retiraban, acu-
dieron con empeño á picar la retaguardia, DF.IIÍRCION.
y fueron tiroteándola hasta Zaitegui, hasta
(pie un poco mas abajo , en Letona , c a m -
biaron de dirección los liberales, y a b a n - XLIX.
donando la carretera de Vitoria , empren-
dieron la rula de Villarreal.
Don José Antonio Goñi, que habia d e s - La deserción de uno á otro campo e n e -
tacado antes algunas fuerzas al mando de migo , que no suele ser muy común en laá
don Camilo Moreno, para que desde Murua guerras de nación á nación, es muy i m p o r -
y Rerricano fuesen á caer sobre el flanco tante en las civiles, y en la que nos ocupa
izquierdo de las tropas de Oráa , se halló llegó á llamar la atención de los gefes y á
impensadamente con éstas en el último pun- ser un asunto de grande interés. Sin ser
to , y se trabó la acción con pertinacia, ha- fácil demostrar de qué filas desertaban mas
ciendo frente á los carlistas la brigada de soldados en toda la Península , podemos
TO.W I I I , 10
74 HISTORIA DE LA GUERRA CIVIL.

aproximarnos á la verdad en cuanlo á las os lean y confundir asi por nuestra mofa y
tropas del Norte , donde en esle año , al desprecio á quien para ocultar su abatí-
m e n o s , llegaron, si no escedieron, de mil miento no encuentra mejor medio que el de
los que dejaron las filas liberales por las de insultar vuestra honra. ¡ Ellos venceros 1 no
los carlistas. es mal modo de combatiros. ¿Por qué, pues,
Y tan sensible se hizo en una época esta no quieren probar vuestras armas? — A l a
deserción , que se vio Córdoba precisado á orden general. — Córdoba. — Léase en las
espedir una orden mandando : compañías.—Cuartel general, etc.»
1.° «Que lodo oficial que delatase á Córdoba, ademas, dirigió á su vez á los
cualquiera que hubiera sobornado á otro , ó carlistas otra alocución parecida á la de
que escitara á los soldados á desertar al Eguía.
ejército de don Carlos , seria recompensado
en el acto obteniendo el grado superior , y
siendo soldado el denunciador se le recom- ESPERANZAS CARLISTAS Á CONSECUENCIA DE
pensaría con una gratificación de 100 rea-
LOS SUCESOS DE LA GRANJA.
les que recibiría inmediatamente , y la r e -
baja de dos años de servicio.
2.° «Que todo individuo, convencido L.
de haber inducido á la deserción á cual-
quiera soldado cristino , se le formaría i n -
mediatamente un juicio verbal, y á las c u a - Los sucesos de la Granja , que para los
tro horas seria juzgado , condenado y eje- liberales fueron un paso avanzado en la
cutado.» carrera de la l i b e r t a d , los consideraron los
En oposición á estas m e d i d a s , p u b l i c a - carlistas como un cambio tan radical y f a -
ron los carlistas las alocuciones que ya c o - vorable á su c a u s a , que motivarían la d e -
nocemos de Eguía y de Villarreal (1). Con serción de la mayor parte de los que a m a -
el fin de desvirtuar el efecto de e l l a s , y ban la monarquía, que creyeron seriamente
confiando mas en la lealtad del soldado que amenazada de próxima ruina, y que defen-
en la fuerza de la seducción , las circuló derían todos sus partidarios en el palenque
Córdoba al ejército, acompañadas de esta abierto por don Carlos. Se hacia éste la ilu-
nota: sión de que lodos los defensores del sistema
«Imprímase este peregrino documento y de Zea, los del Estatuto, y aun los liberales
sea leido á las tropas de S. M. tan d e s c a - moderados engrosarían sus filas, si no por
bellada sarta de embustes y disparates para el pronto, cuando vieran al menos la inuti-
que sepan nuestros enemigos todo el d e s - lidad de coaligarse contra una revolución
precio que nos merecen , y la alta é ilimi- que llevaba trazas de no detenerse en su
tada confianza que tiene la patria en sus carrera. En esta creencia, y para estimu-
defensores , y el general de la reina en sus larles , y á sus defensores al mismo tiempo,
soldados. publicó la siguiente alocución , que damos
»¡Ya lo veis,oldados! anadia, no puede íntegra porque merecen ser conocidas las
llegar á mas alto grado la necedad c impos- ideas todas del que personificaba toda una
tura. Los que no pudiendo combatiros con causa , lodo un sistema que , representante
las a r m a s , traían de seduciros con el frau- de la vieja sociedad , peleaba con la m o -
d e , os ofrecen abundancia, pagas , recom- derna, y tenia en espectaliva la atención de
pensas , victorias y todas esas promesas la Europa, personage que hoy solo atrae las
garantizadas por la "palabra jamás d e s m e n - simpatías de algunos y la compasión de
tida del caudillo rebelde. ¿Y por qué no da todos.
entonces mas que media asquerosa ración á «Españoles : el cielo, que en su piedad
sus soldados, y cuando se la da ? ¿ Por qué jamás olvida á esta nación singular , que
en seis meses no íes ha pagado mas que 15 tan visiblemente protege una causa que es
•reales? ¿Por qué no se alreve á dejar esas la suya, y que, si cual padre amoroso se ha
cobardes guaridas en que todavía os t i e m - servido enviar á nuestras culpas el terrible
blan? Piensan convenceros con sermones de azote que nos aflige , por una Providencia
Semana Santa; pues b i e n , yo quiero que se la mas especial nos ha asistido con un p r o -
digio repetido cada dia, y burlando la pru-
(4) Véase la primera en la púa. 5 0 , y la dencia humana , se ha reservado á sí solo
' segunda en el documento núm, k ya citado. la gloria del triunfo de vuestras a r m a s ; el
ESPERANZAS CARLISTAS, ETC. 75

cielo ha encargado á la revolución de h a - hijos con la atrocidad mas inaudita , preci-


cerse justicia á sí misma; la presenta á la pitarse en un abismo de sangre y horrores,
faz del mundo desnuda con todos sus h o r - esceder á los pueblos menos cultos en fero-
rores, y por último desengaño y para e t e r - cidad y en barbarie , y despedazando la
na lección de los pueblos, hace que la usur- obra de sus m a n o s , prepararse si fuese p o -
pación se vea también u s u r p a d a , y p e - sible á esterminar la nación entera y á e s -
rezca víctima del mismo principio á que tender su influjo destructor á todo el m u n -
debió su existencia. S í , españoles, lloro do. Y esto cuando la necesidad debía si-
con vosotros los males de nuestra patria; quiera suspender las pretensiones rivales de
pero con vosotros adoro los altos designios las sociedades s e c r e t a s , que bajo distintos
de la Omnipotencia. Los últimos aconteci- símbolos y banderas se disputan el m a n d e ,
mientos en varias de las provincias tirani- único secreto de sus divergencias llámese
zadas , de la Granja y de Madrid , los que como so quiera el sistema ; y en los m o -
en este mismo momento tal vez se suceden, mentos en que la actitud imponente de-mi
no permiten guardar silencio á vuestro rey, ejército debía producir la unión entre e n e -
que debo dirigiros en tal conflicto palabras migos comunes. ¡Tan cierto e s , que solo en
de esperanza y de consuelo. la legitimidad so encuentra el orden , la
Españoles, el mundo ve realizadas las vida de las sociedades, y que el trastorno
previsiones de vuestra lealtad , justificada de las instituciones , de los principios e t e r -
vuestra causa , vengada aun por nuestros nos , de la religión , la moral y la justicia
mismos enemigos. No era, n o , simple cues- que son su b a s e , lleva al vértigo y hace
tión de sucesión á la corona la que se v e n - víctimas á los mismos que osan intentarlo!
tilaba en España; la revolución lo ha dicho, «Pero Dios no ha abandonado en tal c r i -
y mis derechos no pudieran de buena fé sis á la católica España , y todo presagia la
ponerse en duda : era si la causa del orden próxima parición del iris de paz , por t é r -
u

europeo contra la anarquía que amenaza la mino de tan desecha tormenta. La inmensa
disolución de las sociedades, sea cual fuere mayoría de la nación ha sido fiel á sus prin-
la forma de sus gobiernos. En vano procuró cipios: vuestra lealtad característica, como
buscar disfraces que ocultasen en su n a c í - ' vuestro heroísmo, forman hoy la admiración
míenlo su triste aspecto: en vano se esforzó do Europa ; y el Señor recompensa vuestra
á cohonestar la usurpación su instrumento decisión y vuestro celo. La historia no ofre-
con apariencias do legalidad , con e n g a ñ o - ce ejemplo de causa mas nacional ni mas
sas declaraciones , con mentidas promesas, justa, de tantos sacrificios premiados por
con falsas s e g u r i d a d e s , con proyectos y el cielo con mas sucesos. Volved la vista
utopias que pudiesen alucinar y oscilar sim- ó 1834 , en que pérfidamente apoderada la
patías , do los que impulsados por otros i n - revolución del trono , preparados por largo
tereses desconociesen sus verdaderas miras tiempo sus medios de triunfo, sofocada la
•y la energía de vuestro c a r á c t e r , de v u e s - lealtad de los pueblos en rios de sangre , y
tras tradiciones y vuestras costumbres. La alejado yo de mis amados vasallos ó d i v i -
maldad no podia ser por largo tiempo fiel á diendo sus fatigas, desaparecía toda e s p e -
sí misma : es demasiado incompatible la re- ranza, aislados los pocos batallones o r g a n i -
volución con el orden , para (pie ni aun en zados á las cumbres de un pais do fidelidad,
su propio interés pueda sufrirlo. Vedla, próximos en los cálculos humanos al cster-
p u e s , hoy no satisfecha su sed de sangre minio. Contad los recursos de que la u s u r -
con la de tantos miles de fieles españoles pación dispuso, las legiones reclutadas para
que ha sacrificado á su furor desde las c á r - colmo de su oprobio entro proscritos y aven-
celes á los cadalsos, en los campos como en tureros de todas las naciones, las fuerzas
las pinzas, en el santuario mismo , impune efectivas y de opinión que logró en su apo-
bajo la salvaguardia de autoridades, sin yo , mientras se lia creído por un error i n -
fuerza para reprimirla como sin valor para concebible en la posibilidad do que se con-
confesarse sus cómplices, después que holló solidase , de que ofreciese al fin garantías
lo mas sagrado , que desorganizó todos los de estabilidad y de orden , de que fuesen
ramos de la administración p ú b l i c a , que susceptibles de dirección y medios términos
arruinó el crédito , que agoló los recursos las pasiones de españoles una vez d e s e n c a -
hasta en sus fucnles, que ensayó sistemas denadas. Ved hoy los resultados; ved ó mi
sobre sistemas, dislates sobre dislates, v e d - ejército ; ved la suerte do los habitantes d e
la cubierta de crímenes devorar sus propios estas provincias al cabo de tres años de uu<i
76 HISTORIA DE LA GUERRA CIVIL.

guerra asoladora; ved el reposo y seguridad fundamentales, costumbres españolas, la


de esos p u e b l o s , que á poca distancia del administración de justicia con los intereses
enemigo se dedican tranquilos á sus labores, morales todos de la sociedad , una rigorosa
viven cual en una paz imperturbable, y en economía y tantos elementos como aun r e s -
donde ni se cometen los delitos ordinarios tan para vuestro bienestar material, r e s t a -
mas frecuentes en todas las sociedades , ni blecerán en pocos años la gloria y lustre de
el calor de las pasiones agitadas, ni la con- esta gran nación , tan agena de querer dic-
tinua escilacion por un enemigo implacable tar la ley á otras, como de someterse á r e -
á sangrientas represalias , producen un solo cibirla. Mi corazón se conmueve á la dulce
esceso. Cotejad tal estado con el de la usur- esperanza de que ningún español que con-
pación; obsérvese imparcialmenle, y juzgue serve restos de probidad y de honor se aso-
la Europa. ciará ya á un sistema de horrores, y de i g -
S i , españoles: vuestra decisión no pue- nominia , y de que , terminada en breve la
de estar mas pronunciada : todas las p r o - anarquía, en el seno de la p a z , rodeado de
vincias , los pueblos todos con muy rara mis queridos vasallos cual padre de tiernos
escepcion han manifestado de un modo i n - hijos , tributaremos reconocidos acciones de
equívoco su fidelidad, y aunque esclaviza- gracias al Todopoderoso , é imploraremos
dos por el yugo de hierro del despotismo las bendiciones que el cielo en su bondad
revolucionario , en todas partes habéis h e - nos prepara.—Yo el rey.»
cho resonar acentos de lealtad, contestando
denodadamente á las bárbaras ejecuciones
de vuestros tiranos ; con esponer impávidos RESIDENCIA DE LA CORTE.
á la muerte vuestras personas , vuestras fa-
milias á todo el furor del vandalismo de la
revolución. Veo vuestros sacrificios: conoz- LI.
co la lamentable suerte de millones de es-
pañoles que gimen i n e r m e s , horrorizados
de tanta y tanta a t r o c i d a d : compadezco Don Carlos, que escogió á fines de 1835
vuestros infortunios: mi paternal corazón no á Oñate para su residencia, permaneció
puede soportar la idea de tantos males. En en esta población hasta el 12 de febrero
medio de ellos, en tan espantosa c r i s i s , sea de 1836 , en cuyo dia salió para Durango,
mi voz de algún consuelo. Os lo repito : el en Vizcaya. A mediados de marzo se t r a s -
día de vuestra libertad se aproxima : c o n - ladó á Elorrio , de aqui el 11 de mayo á
fiad en el Señor, que se ha dignado c o n c e - Yillarreal de Guipúzcoa, y después á Villa-
der á España una áncora de esperanza, una franca , donde permaneció hasta el 29 de
tabla de salvación en la horrible tempestad julio , en que , por Goyaz , fué á Azpeitia.
que amagaba sepultarla en sus ruinas. I m - El 10 de setiembre marchó á Tolosa, y
plorad el auxilio del cielo: redoblad v u e s - el 12 salió á recorrer la línea de San S e -
tros esfuerzos, si de mas es posible vuestra bastian y del Vidasoa, acompañado del i n -
lealtad sin limites, como yo redoblaré los fante don Sebastian. Y como sea la descrip-
m í o s , y veréis renacer la paz y el orden, ción de esta visita una reseña al mismo
convertido un germen de perturbación uni- tiempo de las principales obras que consli-
versal en una nueva garantía del reposo de luian la l í n e a , la trascribimos del periódico
toda Europa. oficial carlista.
Conocéis á fondo mis principios y sabéis Después de dar cuenta de la salida de
mis sentimientos: vuestros deseos son los don Carlos de'Tolosa , dice :
mios, mis intereses los vuestros. Un reinado «Pasando por los pueblos de I r u r a , Vi-
paternal cicatrizará las llagas de medio s i - llabona , Andoain y Urniela en medio de
glo de errores y de desastres: sentado en aclamaciones generales, llegó á las cinco á
el trono de San Fernando , tendréis un p a - Hernani, á cuya entrada se hallaban el c o -
dre común que enjugue vuestras lágrimas, mandante general de la provincia con todo
que recompense vuestros sacrificios, que su estado m a y o r , el gefe de la segunda
solo aspire á labrar la felicidad de pueblos b r i g a d a , el 5.° batallón guipuzcoano , las
tan dignos, y de cuya paz y ventura he de autoridades y un inmenso gentío que v i -
dar estrecha cuenta al dispensador de los toreaba á su soberano con las mas sinceras
solios. La divina religión de nuestros m a - muestras de entusiasmo. S. M. continuó su
yores, nuestras venerables y sabias leyes marcha, enterándose exactamente de la po-
RESIDENCIA DE LA CORTE. 77

sícion de la plaza de San Sebastian y situa- cubriendo la carrera. S. M. continuó d e s -


ción de nuestra línea y la de los enemigos, pués á la casa fortificada de Torreaba; exa-
llegando á las seis y media á Oyarzun, don- minó la posición donde se dio la gloriosa
de igualmente fué recibido con la mayor acción del 11 de julio , en que fué batida
ansiedad por una numerosa concurrencia, la legión anglo—Cristina ; y volviendo al
el ayuntamiento y cabildo , cuyas corpora- camino r e a l , regresó á Oyarzun á las dos
ciones , asi como las de l l e r n a n i , tuvieron de la tarde , en donde comió , después de
la honra de ser recibidas por S. M. con la haberse enterado de las fortificaciones del
benevolencia que le caracteriza ; y pernoc- pueblo. A las cuatro emprendió de nuevo
tando en esta v i l l a , asistió á la misa en su la marcha al monte de San Marcos , y d e s -
iglesia parroquial á las ocho do la mañana de este punto fortificado y dominante, e x a -
del martes 13 , partiendo acto continuo en minó S. M. las lineas formadas desde el
medio de repelidos vítores y aclamaciones, punto de San Francisco hasta el alto de P a -
y con el mismo acompañamiento , á Irun, á s a g e s , y en seguida se dirigió á llernani,
cuya vista llegó á las nueve y media de la donde fué saludado por la artillería del r e -
mañana, siendo recibido por ambos c a b i l - ducto del cementerio y convento de mon-
dos , el comandante de las fuerzas del V i - jas : hubo iluminación general, y reinaba la
dasoa , la compañía de cazadores del seslo mayor alegría en los habitantes, que á p o r -
batallón y una de paisanos armados. S. M. fía vitoreaban á su rey. El miércoles 14 á
se dirigió desde luego al reducto d e n o m i - las siete y media de la mañana, pasó S. M.
nado del Parque, donde existen cuatro p i e - ó la iglesia parroquial por medio de un n u -
zas do grueso c a l i b r e , y lo examinó todo meroso concurso ; asistió á la misa , y c o n -
minuciosamente, llamando con especialidad cluida, montó á caballo y se dirigió, acom-
su soberana atención el nuevo modo de h a - pañado siempre de S. A. I I . , á la altura de
bilitar las piezas de muñones. Desde el re- Oriamendi á examinar la batería que se ha
ducto bajó S. M. á la villa , cuyas calles construido en su coronamiento y las demás
estaban intransitables por el numeroso g e n - defensas hechas en toda la-línea. S. M. se
tío que había concurrido de todas parles á detuvo por mas do una hora , enterándose
disfrutar del regocijo y satisfacción de aquel do los puestos avanzados del enemigo , los
vecindario. Visitó la maestranza , el hospi- puntos que éste ocupa y los en que se halla
tal militar y la c a s e r n a ; y montando á c a - nueslra línea establecida desdo el monte de
ballo, siguió la marcha á ia ciudad de Fuen- Igüeldo, Lasarle, Oriamendi, Loyola, Ame-
terrabía a las once. La salva de artillería zagaña , San Marcos, Rentería, Lezo y a l -
de la plaza , el repique general de c a m - turas de Aizquibel, y en seguida bajó á
panas y las no interrumpidas aclamaciones l l e r n a n i ; se apeó en el convento de madres
con que esplicaban su amor y decisión , no aguslinas, en cuya puerta se halla colocada
solamente los habitantes de la ciudad , sino una balería con tres p i e z a s ; y después de
la de todos los caseríos y hasta los labrado- haberla examinado y recorrido el círculo do
res , que abandonando sus t a r e a s , corrían la ciudad , se detuvo en la balería del c e -
en tropel al camino á vitorear á su rey, menterio , examinando las tres piezas de
atrajo una multitud de espectadores al puen- batir de á diez y ocho y treinta y d o s , la
te de Eehobia y á las márgenes del Y i d a - posición y demás circunstancias con que se
s o a , en el territorio de Francia; no falta- hallan establecidas, regresando después á
ría algún español csiraviado , que contem- palacio, donde admitió á besar su real mano
plando desde allí esle grandioso espectáculo, al comandante general, eslado mayor, gefes
fijase sus reflexiones sobre el que présenla y oficiales de los cuerpos que se hallaban
el interior del reino y de la patria que le en aquel punto. A las tres y media empren-
dio el ser. Entre los eslrangeros mismos que dió S. M. su marcha con S. A. R. de r e -
alli estuviesen, no fallarían muchos absortos greso á Tolosa , dejando encantados con su
á la vista de un rey que aparecía tan g r a n - nunca interrumpida afabilidad á las tropas
de en tan corto terreno. S. M. echó pie á y habitantes de aquellos contornos , aunque
tierra en la puerta del castillo , lo recorrió con el sentimiento de no gozar por mas tiem-
detenidamente y examinó en seguida todas po de su real presencia. lia seguido á S. M.
las fortificaciones de la plaza : los cabildos el señor ministro universal con los s e c r e t a -
acompañaron á S. M. durante su perma- rios del despacho de la Guerra y de E s -
nencia: la compañía de granaderos del seslo tado.»
batallón y otra de paisanos armados estaban
El 16 salió nuevamente don.Carlos de
78 HISTORIA DE LA GUERRA CIVIL,

Tolosa, acompañado del infante don Sebas- Volvieron los carlistas á proseguir sus
tian , y por Segura fué á I l u r m e n d i : comió obras, y el 26 concentraron los constitucio-
el 17 cu Abarzuza y siguió á Estella, donde nales sus fuerzas en la parle de San F r a n -
asentó sus reales. El (lia 29 marchó á r e - cisco y calzada de Pasages, y apoyadas pol-
vistar las tropas que defendían la línea del la artillería, se lanzaron otra vez á forzar el
Arga y las fortificaciones que se conslrnian punto avanzado de Amezagaña. Pero v i g o -
en la ermita y monte de Santa Bárbara, in- rosamente defendido, á pesar del fuego i n -
mediato á Puentelareina , y el 80 visitó las cesante de la artillería, resisten los carlistas
fortificaciones de la basílica de San G r e g o - y conservan sus posiciones.
rio , comió después en Sorlada , y pernoctó Entre los heridos en esla j o r n a d a , Jo
en Zúñiga. Pasó al dia siguiente por M a e s - fué levemente el brigadier gefe de estado
l u , visitó también el hospital, comió en mayor Vargas , de un casco de granada en
Guereño y durmió en Narvaja, desdo donde la cabeza.
salió el 3 de octubre á reconocer detenida- Guibclalde , estimulado cada vez mas
mente el castillo de Guevara y sus fortifi- con estas diversiones, y á fin de tomar la
caciones, comiendo en Marieta, y revistan- ofensiva contra la linca liberal que defendía
do la división de Goñi que se hallaba en la la plaza y parecía hacerse ademas dueña de
venta de Arlaban. Después de lodo, se tras- Pasages, mandó construir cuatro baterías
ladó á Escoriaza. en el alto de Amezagaña y una en el de
En compañía siempre del infante don Choritogui, dirigiéndola á Alza, Colocada
Sebastian, lo iba también en la revista que convenientemente la tropa, comenzó el fue-
acabamos de referir del general en gefe go al amanecer del 1." de octubre, dirigien-
con su lucido estado m a y o r , cuyos i n d i v i - do el de toda la línea contra las casas que
duos, si no se distinguían por el lujo y b r i - ocupaban los constitucionales y la población
llantez de sus uniformes, llamaban la a t e n - de Alza , habiéndose apoderado de dos de
ción al monos por su aspecto militar. aquellas. A las dos horas la acción era g e -
El G dejó la corle á Escoriaza, y por neral y empeñada, y el fuego de una y otra
Elorrio marchó á Durango, trasladándose al parle sostenido y mortífero , durando hasta
punto anterior el dia 2 3 , y volviendo á Du- las seis de la larde.
rango el 31 para dirigir desde allí el sitio E v a n s , gefe de las fuerzas atacadas, se
de Bilbao. limitó á guardar su línea. Guibclalde , gefe
carlista en Guipúzcoa, avanzó hasta la c a l -
zada de Pasages y obtuvo algunas ventajas.
OPERACIONES EN LA LINEA DE SAN SEBASTIAN. Fué sangriento esto combate , pues no bajó
la pérdida de unos cuatrocientos hombres
en ambos campos.
LII.
Tuvo lugar el 8 una pequeña escara-
muza hacia las casas de Alza y Amlaz, que
Los carlistas que asediaban á San S e - fueron incendiadas; y como ya por este
bastian , tenaces en su empeño de molestar tiempo empezaba á absorber la atención de
á la plaza y sitiarla formalmente , volvieron todos el sitio do Bilbao , puede decirse que
á emprender la fortificación de la altura de casi quedaron desatendidos los demás p u n -
Amezagaña, abandonada desacertadamente tos , pero éste mas especialmente, tenien-
por los liberales, que tuvieron que salir de do que embarcarse para Santander algunas
nuevo á interrumpir las o b r a s , trabándose tropas de las que guarnecían á San Sebas-
el 9 una pequeña acción , en la que jugó la tian.
artillería y sufrieron pérdidas de considera-
ción unos'y otros combatientes. ACCIÓN DE A R R O N 1 Z .
El dia 13 descendió un batallón liberal
desde la fortificación de Puyo al pintoresco
barrio de Loyola, y acometiendo á la a v a n - Lili.
zada carlista situada en Sorroaga, la obligó
á retirarse á pesar de su vigorosa resisten-
cia ; mas reforzada con oportunidad , hizo Cuando Oráa se encargó del mando in -
frente con alguna ventaja , si bien no pudo lerino del ejército, quiso tomar la ofensiva,
impedir el incendio de dos caseríos á que proponiéndose buen resultado; y á pesar de
dieron fuego los defensores do la plaza. J o s cuidados que le rodeaban , se decidió á
CONCLUYE EL MANDO INTERINO DE ORAA. 70

llevar las tropas a Navarra y á penetrar en ron los carlistas derrotados. El hoy vencido,
el interior del pais dominado por los carlis- era vencedor mañana , y si había gloria en
tas. Por esto decia al gobierno á principios el triunfo , alcanzado entre compatriotas,
de setiembre , que pensaba practicar el 13 unos y otros la compartieron por igual.
un reconocimiento sobre el fuerte enemigo Apelamos sino á los mismos carlistas que
de la ermita de San Gregorio, y batir el 14 han probado tantas veces el ardimiento de
en el valle de la Solana los batallones re- sus contrarios.
beldes que liabian de componer la espedi- Volviendo á la jornada de Arroniz, a ñ a -
cion que suponía pronta á lanzarse en C a s - diremos que fué considerable el número de
tilla , y á las demás fuerzas enemigas que los muertos y heridos que causó , e s p e r i -
los apoyasen. mentando ademas los carlistas la pérdida
En consecuencia de este plan , empren- de unos setenta prisioneros. El general fran-
dió su marcha á Navarra ; y al saberla los cés, Mr. Lebeau, y el coronel Narvaez, hoy
carlistas , tomaron posiciones , apoyando su duque de Valencia, conquistaron por su
derecha en Rarberin , y su izquierda á un atrevimiento la cruz de tercera clase de S a n
cuarto de legua de Arroniz á Dicastillo. Co- Fernando. Otros gefes también se d i s t i n -
locados de esta s u e r t e , presentaban una es- guieron en esta lucha casi temeraria.
tensa línea , y se sostenían en los diferentes El gefe carlista , que no por haber c e -
desfiladeros que sobro la robusta eminencia dido sus soberbias posiciones dejó de cono-
del Montejurra había sido ya otras veces cer el digno comportamiento de los suyos,
teatro de porfiadas y semejantes lides. recomendó también al mariscal de campo
A la vista unos de otros combatientes, don Pablo Sauz , y á los brigadieres Zara-
lanzáronse los liberales con decisión y d e - l i e g u i , Elío y Ripalda.
nuedo á la pelea , y los carlistas defendie- Satisfecho Oráa de sus soldados, al c o -
ron con bravura aquellas empinadas cimas, municarles el 14 la orden del día en M o -
que se ostentaban como una muralla p r o - rentin , les dio gracias por su ejemplar-con-
lectora de la parle del pais en que tantos ducta , manifestándoles qne ya contaba con
elementos contaba el carlismo , y á donde su valor, decisión y disciplina cuando anun-
habían resuelto impedir la entrada á sus ció á la reina que iba á vencer.
enemigos. Tuvieron éstos que redoblar sus La legión francesa también concurrió á
esfuerzos para vencer los de los carlistas, este hecho de a r m a s , y participó también
que viendo ser irresistible el ímpetu de los de sus laureles.
liberales, fueron cediendo una á una sus Los carlistas se aprestaron á defender á
posiciones, y retirándose al robledal de Estella , á donde creyeron se dirigía Oráa,
Irache, y de aqui á Ayegui. y éste hizo marchar el ejército para Alio el
Las tropas constitucionales coronaron día 1 3 , desde donde se dirigieron para L e -
ufanas las altivas crestas del Montejurra, rin y Larraga los generales Lebeau é Iribar-
desde las que gozaron con justo orgullo del ren con sus respectivas divisiones, y Oráa
magnífico panorama que desde allí presenta con las brigadas de Narvaez y Miniussir,
el reino do Navarra. fué á pernoctar á Lodosa para ocupar al día
Digna fué de españoles victoria tan s e - siguiente los cantones de Calahorra y A o n -
ñalada , porque solo ellos habrían vencido cillo , á fin de observar y cubrir los pasos
constantes la porfía y empeño de no menos del Ebro.
bravos españoles.
A los que , ciegos por el espíritu de
partido, duden ó tengan en menos el heroís- CONCLUYE EL MANDO INTERINO DE O R Í A .
mo del ejército constitucional del Norte, ol-
vidando que se componía de españoles, les
presentamos imparcíales este y otros mil LIV.
ejemplos de bizarría , este y otros triunfos
no menos distinguidos por la ventaja que
les llevaban defendiendo sus montañas sus Oráa se hallaba el 2 1 de setiembre en
esforzados enemigos. Los soldados de la Lodosa , donde se decidió á concluir con el
reina fueron cien veces derrotados, y otras abuso que haciau muchos oficiales de sus
cien huyeron del acero de los voluntarios licencias absolutas, y mandó que á. ninguno
de don Carlos; pero también huyeron éstos que hubiese pedido y alcanzado el retiro ó
d é l a s bayonetas de aquellos, también fue- licencia absoluta se le permitiera separarse
80 HISTORIA DE LA GUERRA CIVlL.

de sus fdas sin un pasaporte firmado por el Oráa marchó á Yiloria, donde permane-
general en gefe. ció hasta el 16 de octubre que fué á M i -
El 24 sé trasladó á Logroño , y hallan-f. randa, después á H a r o , y de allí al sitio de
dose aquí Espartero , restablecido ya de su • Bilbao , donde le veremos defendiendo con
dolencia , le hizo entrega del mando , y se la voluntad que siempre una causa que ya
despidió del ejército con la.siguiente alo- le habia costado un hijo.
cución:
«Soldados ; en los treinta y un dias que
he tenido el honor de mandaros interina- ULTIMAS OPERACIONES MILITARES DEL ANO
mente , hemos hecho espediciones y hemos E N NAVARRA.
llegado á pueblos en que hacia largo t i e m -
po no nos v e i a n ; hemos desafiado al ene-
migo á combates que ha rehusado, y en dos LY.
encuentros y una batalla que se ha atrevido
á presentarnos en posiciones escogidas, ha
sido batido, ahuyentado y perseguido hasta Reconcentrado en Vizcaya y en las i n -
sus guaridas ; otras operaciones hubiéramos mediaciones de Bilbao el teatro de la g u e r -
intentado si las circunstancias nos lo h u b i e - ra en el Norte de España, llamaban poco la
ran permitido. atención los acontecimientos en las demás
»Contando con vuestro v a l o r , s u b o r d i - provincias Vascongadas. En Navarra , sin
nación y disciplina, con vuestro sufrimiento embargo, tenían lugar sucesos que merecen
y constancia , con las luces y cooperación referirse.
de vuestros generales y gefes y con los sen- El 18 de octubre se movió la legión
timientos de benevolencia de que tantas francesa hacia Pucntclareina con objeto de
pruebas me habéis dado en circunstancias desconcertar las operaciones que se supo
espinosas, no vacilé un momento en aceptar meditaban los carlistas; pero éstos á su vez
el delicado encargo de dirigiros. llamaron la atención de sus contrarios apro-
«Soldados: habéis correspondido á mis ximándose á Pamplona, de donde salió una
esperanzas; y al entregar el mando á mi columna , que aumentada con otras fuerzas
digno sucesor, no puedo menos de manifes- de la línea de Z u b i r i , trabó una pequeña
taros mi gratitud por vuestro comportamien- lucha, sin grandes resultados de una y otra
to. Intimamente convencido de que conser- parle.
vareis tan honrosos .sentimientos, vuelvo á El dia 20 hizo una salida la guarnición
encargarme del destino de gefe de la plana de Puenlelareina , aparentando atacar el
mayor g e n e r a l , en el que gozaré de los fuerte de Santa Bárbara , y también se p e -
triunfos que adquiráis y participaré de vues- leó en ese dia.
tra próspera ó adversa suerte, mientras el Notando los carlistas el 6 de noviembre
gobierno de S. M. considere útiles mis s e r - algunos movimientos enemigos, que les h i -
vicios á la patria y al trono de Isabel II.» cieron presumir, ó una invasión á la Solana
Si satisfecho quedó Oráa de los s o l d a - desde O t e i z a , ó que se correrían por las
dos , no lo estaban estos menos de su no alluras de San Cristóbal hacia Cirauqui y
menos valiente que entendido gefe, que s a - Mañeru , ó bien que se propondrían alacar
bia guiarlos en aquel pais que conocía á pal- á E s t e l l a , García colocó convenientemente
mos. A sus órdenes se consideraban seguros: sus tropas , cuidando con mas especialidad
marchaban siempre confiados y no temian de Estella, y aguardó en ventajosas posicio-
sorpresas ni marchas inútiles, á no ser que nes. Sus adversarios permanecieron en las
el enemigo volviese, como tan á menudo lo inmediaciones de Oteizá , donde pernocta-
h a c i a , la espalda. ron , y continuaron el 7 , dirigiéndose el 8
El corto tiempo del mando de Oráa no hacia Estella. Esperábanles los carlistas en
fué estéril para la causa de la reina consti- las posiciones de Yillatucrta y Novélela , y
tucional; la acción de Arroniz fué, mas que fué lan impetuoso el alaque de los constitu-
por sus resultados numéricos , por su in- cionales, que se apoderaron de las primeras
fluencia moral, triunfo de la mayor i m p o r - y segundas posiciones , y en ellas sostuvie-
tancia. La victoria infundía el aliento en el ron un combate reñidísimo que duró cerca
ánimo del soldado , que olvidaba con la de nueve horas , sin otros resultados que la
gloria, como buen español, todas sus p e n a - conquista de algún terreno , defendido con
lidades y fatigas. obstinación.
HECHOS DE ZURBÁNO. 8-1

Peleando á la vista de Estella, si g r a n - el gefe contrario y lé atraviesa con su e s -


de fué el tesón de los constitucionales por pada , según dice el parte. Mézclanse unos
hacerse dueños de esta plaza, considerada y otros gineles, y ceden al fin los carlistas,
como el cuartel general de los carlistas de retirándose á Alio con alguna p é r d i d a .
Navarra y asiento de su junta , no fué me- Asi terminaron las operaciones en este
nor el de los carlistas por conservarla. año en Navarra.
Su pérdida no fué insignificante: la a r -
tillería y las cargas á la bayoneta, causaron
en sus filas destrozos. Aunque inferior , fué HECHOS DE ZURBANO.
también considerable la de los constitucio-
nales , quienes marchando por un país h o s -
til , no dejaron de cometer algunos escesos LVI.
inseparables de la guerra.
Después de este suceso , Ortigosa , gefe
accidental de los lanceros carlistas de N a - Independiente de las operaciones del
varra , pasó á acantonarse á A y e g u í , á fin ejército las de la columna que ya mandaba
de poder observar los movimientos de sus Zurhano al fin de este año, merecen distin-
contrarios, que habiéndose retirado á Olei- ta y especial mención.
za , marcharon de aquí á Larraga. Después El antiguo contrabandista era ya un
que ellos entró Ortigosa, apagó el fuego d e partidario temible ; y el que empezó con
alguna casa que halló a r d i e n d o , y envió una docena de mal uniformados c o m p a ñ e -
una corta fuerza á sorprender á un destaca- ros , vio engrosar sus filas de real o r d e n , y
mento que estaba recolectando granos hacia adquirió grados y empleos en la milicia.
Alio , logrando su objeto. Pero refiramos sus hechos.
Conrad, con la división francesa , m e - La Rioja alavesa continuó siendo el tea-
rodeaba entre Larraga y Mendavia propor- tro de sus operaciones. El dia 8 de enero
cionándose recursos en algunos pueblos. llevó á cabo con buen éxito una sorpresa
El 21 de diciembre se dirigió al pueblo de en R i v a s ; ejecutó á poco otra , y con no
Alio , donde se hallaba acantonado Lucus menor fortuna en los puertos de Población
con un escuadrón y algunos infantes carlis- y los de Lagran , Remedo y Quintana , le
tas. Al saber éste la aproximación del e n e - vieron el 28 conseguir igual resultado. F r e -
migo, avisó á García, quien inmediatamen- cuentemente conducía víveres y municiones
te mandó reconcentrar en aquel punto las á Peñacerrada y otros puntos por caminos
fuerzas acantonadas en Arroniz , Muniain, que solo conocía él muchas veces, debiendo
Estella y otros puntos, avanzando él mismo á esta circunstancia la mayor parte de los
con su estado mayor y el brigadier Ripalda sucesos favorables que contó, y de que solo
á reconocer el campo de Alio. narraremos los principales.
Rolo el fuego, peleóse por ambas partes En junio contaba su partida ciento vein-
con denuedo, defendiendo bizarramente los te voluntarios, pues la fama y fortuna de
carlistas sus posiciones, y el pueblo i n v a - sus empresas atraia á los que , sin temor al
dido sin embargo ; y tan encarnizada fué la peligro, tenian ancho campo en que p r o b a r
acción , que cayeron prisioneros algunos su valor sin la disciplina que en el ejército,
franceses y fueron en el acto asesinados. y veian un porvenir lisongero por mas d e
Ya fuese inconveniente la ocupación de un concepto.
aquellas posiciones, ó invencible la resis- Con esta fuerza ya se atrevió Zurbano á
tencia de los carlistas , es lo cierto que los penetrar donde casi desde el principio d e
legionarios emprendieron su marcha hacia la guerra no había llegado ningún soldado
Lerin. Sus contrarios procuraron molestar- liberal. El pueblo de Aguilar se hallaba en
les en su retirada, ya hostilizándoles por los este caso, y fué invadido por el osado g u e r -
flancos, ya picando la retaguardia. rillero, después de una marcha de noche, tan
Al llegar á la llanura de Lerin , hacen penosa , que huyendo hasta de las veredas,
alto los franceses ; y la caballería polaca, cayeron muchos de los suyos y hasta él mis-
protegida por los fuegos de la artillería , se mo por derrumbaderos, que ocasionaron al-
dispone á cargar á la caballería carlista, gunas contusiones graves.
mandada por Dancausa. Contémplanse una No fué tan feliz como en otras en la sor-
y otra á corta distancia , y Dancausa , d e - presa que pretendía, por haberse marchado
jándose llevar de su arrojo , se lanza sobre de Aguilar los carlistas; pero exigió las
l'OMO m . 11
82 HISTORIA DE LA GUERRA CIVIL.

contribuciones a t r a s a d a s , la obediencia y iglesia y casas contiguas; pero rendidos al


ejecución de las órdenes hasta entonces elu- fin en número de ciento veinte y d o s , eslos
didas , y se llevó en rehenes á veinte y un prisioneros, enviados á Vitoria, aumentan
individuos y multitud de cabezas de g a n a - el merecido prestigio de este guerrillero de
do lanar y vacuno, armas y otros efectos. la causa de la reina.
Este hecho dio ocasión á que el gobier- Pero si ruidoso fué este s u c e s o , llamó
no le comisionase para exigir el c u m p l ¡ mas la atención el siguiente , cuya descrip-
:

miento de las cargas del Estado , que d e s - ción tomamos de su biografía.


atendían los pueblos de la parle de la Rioja «Emprendió esta espedicion, dice el se-
situada á la orilla izquierda del Ebro , c o - ñor Chao , desde Vitoria á las ocho de la
misión q u e , á pesar de sus dificultades, noche del 24 de noviembre con unos d o s -
lleyó á efecto cumplidamente. cientos hombres de su batallón ; hizo la
Siempre rodeado de multitud de ene- marcha con todas las precauciones c o n v e -
m i g o s , cuanto mas crítica era su situación, nientes, yendo siempre por fuera de camino
era mayor su audacia. Bargola, Laño, C r i - y sin aproximarse á los muchos pueblos que
pau y otros puntos eran testigos de su a t r e - median entre aquella ciudad y la villa de
vimiento , y pudieron haberlo sido de su Zalduendo en una distancia de cinco leguas.
desgracia. En el último sobre todo , estuvo Cuando llegó ó cierto punto entre esta villa
en riesgo inminente su vida , debiendo su |I y Salvatierra , viendo que se le retrasaba
salvación á su arrojo y al de sus bravos, algo la marcha por lo pantanoso y desigual
En Cripau ó Villar, sostuvo una acción for- del terreno , situó su fuerza en una altura,
mal , pudiendo decir justamente el c o m a n - y poniéndose á la cabeza de unos veinte
dante general de la línea que la presenció, caballos y doce de los mas esforzados in-
«que era imponderable el arrojo de este fantes que montó en otros bagajes de p r e -
capitán (1) y su partida. Electrizada con el vención , llegó con ellos á un sitio donde
arrojo, anadia , de tan valiente gefe, capaz mandó hacer alto. Zurbanose adelanta solo,
es de emprender y salir bien de las o p e r a - disfrazado entra en la casa en que estaba
ciones mas peligrosas. Considero importan- alojado Iturralde , sin que el centinela s o s -
te protegerla , continuaba , aumentándola peche de su trage y sube á la habitación en
cuanto sea posible , y es urgente r e e m p l a - que con otros de sus camaradashabia pasa-
zar al momento los cuatro caballos que ha do aquel la noche jugando al monte; toda-
tenido de baja en la acción de hoy, cuando vía la embriaguez del juego dominaba aque-
no haya medio de añadirle otros diez ó llas c a b e z a s , cuando Martin entró á formar
doce.» parle del embebido círculo que rodeaba la
Incansable , y en recompensa de sus no mesa. Pasan u n o , d o s , tres a l b u r e s , y el
interrumpidos é importantes servicios, r e - banquero se había hecho dueño del caudal
cibe á principios de octubre el nombramien- de casi lodos los j u g a d o r e s ; pero á una
to de mayor de cuerpos francos, y ataca á nueva jugada , un hombre .envuelto en una
poco al fuerte de la Población. Obtiene a l - capa parda pone sobre la mesa encima de
gunas ventajas y marcha á Vitoria , donde, las cartas una pistola , y con voz sosegada
de orden del capitán g e n e r a l , se organiza- y resuelta , dice : copo. Los circunstantes,
ron y pusieron á su disposición cuatro com- aterrados, vuelven la vista hacia aquel des-
pañías, que compusieron el batallón de vo- conocido que , desembozándose , muestra
luntarios francos de la Rioja alavesa. un formidable trabuco y les intima la orden
de rendirse á Zurbano : el espanto se a p o -
Con parte de esta fuerza va el 3 de n o -
dera de aquellos corazones que cien veces
viembre á Letona, ataca álos carlistas, que
habían despreciado la v i d a , y quedan en
se guarecen en la ermita, manda incendiar-
una completa inacción. Hizo asi prisionero
la y se le entregan. Hace otra correría á los
al destacamento en número de cincuenta y
pocos días y prende á varios carlistas , i n -
cuatro hombres con los que se restituyó á
cluso el coronel de l a n c e r o s , don José A l -
Vitoria, entrando de ocho á nueve de la
calá Galiano.
mañana después de una marcha penosísima
Objeto fué Izarza de otra espedicion , y de doce á trece leguas en el cortísimo e s -
allí atacó á los carlistas, que resistieron v i - pacio de doce horas; esta precipitación, que
gorosamente con un vivo fuego desde la tenia por objeto salvar su presa , en la cual
se contaba , ademas del mariscal de campo
(4) Fué nombrado capitán de cuerpos fran- de los ejércitos carlistas, don Francisco
cos el 14 de junio.
ACCIÓN DE SAN LORENZO DE MORUNIS, ETC. 83

Ilurralde, su muger, su hijo y cinco oficia- No faltaban algunos gefes que se a v e r -


les de superior graduación. gonzaban de tamaño desorden , que hacían
«Precedido de la gloria'deun hecho tan inauditos esfuerzos por organizar militar-
brillante, llegó á Logroño el 1.° de diciem- mente sus p a r t i d a s ; pero ademas de no ser
bre , y la junta de armamento y defensa le estos los m a s , la propia seguridad por un
facilito en el término de algunas horas c u a - lado , y el deseo de engrosar el número de
trocientas mochilas que necesitaba para su sus partidarios por otro, les obligaba , si no
partida, con la que volvió á repasar el Ebro á transigir, á mostrarse al menos indiferen-
en persecución de las gavillas de adua- tes á algunos desórdenes , y á lisongear á
neros.» unos fieros voluntarios que sabían batirse
Emprendió luego Zurbano algunos m o - muchas veees con heroísmo.
vimientos , y llamado el 11 á Logroño , fué Tristany, que tenia mayor prestigio por
destinado á perseguir á Gómez , que r e g r e - antiguos antecedentes, pudo haber estable-
saba á las provincias , y uniéndose algunos cido algún orden ; pero no parecía ser ami-
dias después á las fuerzas de don Victor go de que reinase, y la gran masa de gente
Sierra, alcanzaron y cortaron á los carlistas que mandaba, era una gran calamidad p a r a
en Estremiana, causándoles alguna pequeña los puntos que dominaba.
pérdida, y haciéndoles cuarenta y dos p r i - Seguían lamentando los verdaderos car-
sioneros, á pesar de la densísima niebla, que listas situación tan deplorable, y llamó t a n -
fué un insuperable obstáculo á las opera- to la atención del cuartel r e a l , que fué e n -
ciones y que mutuamente les ocultaba. viado Marolo á terminarla. Mas adelante
Zurbano llevaba ya hecho un considera- veremos fueron inútiles sus esfuerzos para
ble número de prisioneros ; pero como su conseguirlo , á pesar de la severidad que
gente no pertenecía al ejército, los carlistas empleó, continuando después de su regreso
no la consideraban comprendida en el t r a - aquella guerra de vandalismo, hasta que la
tado de Elliot y no daban c u a r t e l ; pero al dio nueva faz el éonde de España , el i n -
ver luego que Zurbano podia lomar coi; es- flexible y cruel militar que erigía patíbulos
ceso represalias, á cuyo efecto estableció su de tajo y cuchilla aun para sus propios s o l -
depósito especial de prisioneros en San V i - dados.
cente, consiguió para sus voluntarios, m e r -
ced á su entereza y las medidas que a d o p -
tó para sus prisioneros, el respeto y las con- ACCIÓN DE SAN LORENZO DE MORUNIS, Ó D E
sideraciones que se tenian con las demás
LA BOCA FORADADA.
tropas del ejército.

CATALUÑA. LV1II.

LVI1. Hicimos ligera mención (1) del sitio del


santuario deis Horts ó del H o r t , por lo que
afectaba á los desórdenes ocurridos el 4
La guerra continúa desorganizada en de enero en Barcelona; pero la hicimos i n -
Cataluña. Aquel enjambre de partidas c a r - cidentalmeute, reservándonos dar una exac-
listas , si algunas merecian este nombre, ta idea del sitio y de las operaciones que en
ocupadas únicamente en cometer punibles él tuvieron l u g a r , cuando nos ocupásemos
escesos, desconocían toda clase de s u b o r - de la campaña de 1836 , tarea en que nos
dinación y dependencia , y querían obrar hallamos.
sin sujeción alguna por entregarse asi con Daban los carlistas al fuerte del Hort la
mas libertad al pillage. Solo cuando se p o - importancia que tenia, y se habían e s m e r a -
dia dar un golpe seguro á una población, do en fortificar aquella peña casi inespug-
ó á una columna, se unian aquellos peloto- nable , en que se asentaba el elevado s a n -
nes de insurgentes á fin de asegurar su pre- tuario de la Virgen. Ancha la superficie do
sa ; y si se unian al pelear, se indisponían su base , inviértense mas de dos horas en
al repartirse el botín por grande que fuese andarla en derredor. Su elevación es g r a n -
y suficiente á satisfacer todas las a m b i -
ciones. (1) Tomo I I , pág. 305.
HISTORIA DE LA GUERRA CIVIL.

d e , y su planicie de media hora en su m a - parte del camino ; mas viendo la imposibi-


yor altura, sin mas subidas que dos, la una lidad de un buen éxito, se retiraron las tro-
por el camino de San Llorens, y la otra por pas con pérdida del ayudante Canella, un
el Grao de Abajo. sargento y cuatro individuos de tropa , que
Decidido Mina á quitar á sus enemigos fueron víctimas de su arrojo, y unos veinte
este seguro albergue, base de sus operacio- y nueve heridos, entre ellos el teniente c o -
nes en todo aquel territorio, salió el 21 de ronel capitau de artillería Basols , y el t e -
diciembre de Cardona con dirección á Sol— niente de Saboya Carola, sin contar los con
sona, en compañía de su estado mayor, en- tusos de las piedras que desde la cúspide
cargando la conducción al Hort de dos o b u - de la peña arrojaban los enemigos y r o d a -
ses de siete pulgadas al brigadier Sanz , y ban de una en otra roca.
la de un cañón de á diez al coronel don Los dias 3 y 4 trascurrieron sin nove-
Martin José Iriarte. Y con la columna de! dad , saliendo Mina con el gefe de estado
coronel Fajardo , siguió el comino del Mi- mayor y alguna fuerza para Barcelona, á
lagro, y en la tarde del 22 llegó á Solsona, donde íe llamaban los sucesos ya conoci-
superando los inconvenientes del camino y dos , dejando encargado el sitio al coronel
del tiempo. Niubó y á Iriarte , con el mando á éste de
Con la artillería y convoy emprendió la división que trajo , fuerte de tres gefes,
Mina la marcha á las siete y media de la cincuenta y cuatro oficiales y mil doscien-
mañana del 2 3 , y á una legua de Solsona, tos setenta y dos soldados. En la noche
se adelantó con el 9.° batallón ligero v o - del S se presentó delante de las trincheras
luntarios de Cataluña, mozos de escuadra y liberales Camas C r u d a s , por la parte del
su compañía de g u í a s , á formar el bloqueo campamento del Plá de Sobols , confiado al
del Hort, apoderándose de San Llorens de mando del comandante Macías , no ocur-
los Pitius á las pocas h o r a s , de cuyo punto riendo mas particularidad que un continuo
se retiró el enemigo al fuerte , abandonan- tiroteo con el objeto de incomodar. Siguió
do algunos efectos. Al separarse Mina e n - el fuego de cañón y fusil en los dias 6 , 7
cargó el mando de la columna y convoy á y 8 , como todos los anteriores, r e g r e s a n -
Iriarte , pernoctando éste en el Hostal del ! do en este último cien hombres que c o n d u -
Plá , á tres horas de Solsona : al amanecer jeron ocho mil raciones de pan desde Car-
del 24 emprendió la marcha y llegó al cam- dona. Impávidos y sufridos los soldados d e
pamento de Sobols, á tiro del fuerte e n e - I s a b e l , soportarn alegres las privaciones
migo del H o r t , donde se habían encerrado entre la aridez de aquellos elevados riscos;
los carlistas con Miralles, su gobernador. y amaneciendo el 9 con mas de tres cuar-
La actividad de los encargados de los t r a - tas de nieve en lodos los campamentos, sa-
bajos, hicieron se concluyeran en la misma lió Iriarte acompañado del ayudante Esain,
noche , quedando colocadas en batería las del comandante Camprubí y de muchos
tres piezas. operarios de San L l o r e n s , con abundante
Al amanecer del 2 5 comenzó el fuego tablazón para construir barracones y aliviar
de artillería contra el fuerte , arrojándole un tanto las fatigas del soldado, venciendo
sesenta y dos granadas y treinta y seis b a - de este modo los obstáculos que oponía la
las rasas. Continuaron los disparos en los crudeza del temporal. El dia 10 se c o n -
ilias 26 y 27 , en que so tiró gran número tinuaron las mejoras de los campamentos
de proyectiles sólidos y huecos. El dia 28 y se fortificaron , dirigidas las obras por
se intentó una sorpresa contra el Santuario Iriarte.
por la parte de la batería de Sobols, cuyo Con el intento de fatigar á los sitiados,
ataque se frustró, causando alguna pérdida, dispuso el dia 11 el comandante general
pero continuando siempre el fuego de cañón amenazar nuevos a t a q u e s , tiroteándose las
y obús. avanzadas del campamento de la casa tir—
. Sin mas novedad que el continuo tiro- mella con los carlistas del Santuario, y ma-
teo de fusilería por una y otra parte, se p a - tándoles un centinela. Sin ofrecer cosa p a r -
saron los dias 29 , 30 , 31 y 1." de enero, ticular pasaron los dias 12.al 1 9 , siguiendo
hasta que el 2 se avivó fuertemente el fue- solo el fuego de costumbre, á escepcion del
go de artillería con el objeto de emprender 14 , en que aparecieron sobre la enriscada
un asalto general. Ordenadas las columnas cumbre del monte Gosols unos ochocientos á
para atacar en todas direcciones la peña del mil carlistas. Al amanecer del 2 0 , sobre unos
Santuario , lo verificaron con ardor por la cuatro mil de estos atacaron simultáneamente.
ACCIÓN DE SAN LORENZO DE MORUNIS, ETC. 8b

por todas direcciones la línea sitiadora (1). columnas de tropas de la reina escoltando
El terreno ocupado para circumbalar el san- desde Barcelona la artillería de batir y d e -
tuario del Hort se estendia á cinco horas, y mas pertrechos de g u e r r a , que divisados
solo dos mil hombres repartidos por entre desde el Santuario , creyeron los sitiados
la escabrosidad d e estos montes , podian iban en su socorro desde Navarra: r e a n i -
ofrecer el pecho á la muchedumbre enemi- mados con esta esperanza , insultaron á los
ga : el primer esfuerzo de los carlistas fué sitiadores y á poco vieron desvanecida su
contra el campamento de Sobols al mando ilusión , pues que llegaron al campamento
de M a c í a s , é interinamente al de Enrique, de Sobols las municiones y luego la artillé-
mientras otra columna corría á apoderarse ría. El regimiento de Zamora llegó también
de la Roca foradada, y cortar dé este modo al campamento y formó en batalla al son d e
toda comunicación con el campamento que patrióticos himnos, y los nacionales de Bar-
mandaba don Manuel Monte y el pueblo de celona bajaron á San Llorens con la división
San Llorens , en donde Niubó se sostenía del coronel Aspiroz , escepto una parte que
contra numerosos contrarios. En tal s i t u a - quedó custodiando la artillería.
ción, no dudó Iriarte en dirigirse á la Roca Desesperanzados los carlistas desde la
foradada como llave de toda comunicación pérdida de la acción del '20, y en la i m p o -
con las tropas, y llegó casi al mismo tiempo sibilidad de resistir por mas tiempo, mucho
que la ocupaba el enemigo, quien se resistió menos al nuevo refuerzo de artillería , que
tenazmente; pero fué desalojado á la b a y o - ni llegó á ponerse en batería , trataron d e
neta de su formidable posición, que reforzó h u i r , y lo verificaron por el camino del
este gefe. Grao de Abajo hasta la mitad de la Roca,
Rechazado asi el carlista por Iriarte, desprendiéndose desde este punto al b a r -
voló éste al campamento de Sobols, en don- ranco. Pero la vigilancia de los sitiado-
de esperaban al enemigo con serenidad ; al res hizo correr esta nueva de uno en otro
propio tiempo se balia el comandante Marzo campamento , y á poco ralo fué ocupado el
con cuatro compañías de su batallón en las Hort por Iriarte , dejando al enemigo entre
Casas de P o s a d a , lo mismo que el capitán la primera línea por haber sido rechazado,
Foy con la suya de voluntarios de Barcelo- merced á la vigilancia de la compañía d e
na , y duró mas de seis horas el fuego en guías del general y voluntarios de Barce-
todas direcciones , después de las cuales se lona al mando de Foy. Esparramados asi
batió y obligó al enemigo á replegarse y en los terribles barrancos , fueron víctimas
emprender la fuga con pérdida de unos ciento noventa y siete carlistas, incluso Mi-
trescientos h o m b r e s , no siendo tanta , si ralles y su hijo , de doscientos que eran en
bien no fué insignificante, la liberal. el fuerte.
En la tarde del 23 aparecieron fuertes Los días 24 y 25 se retiraron los p e r -
trechos de guerra al pueblo de San Llorens,
(4) La de ataque fué dispuesta en la forma y la artillería conducida por los voluntarios
siguiente: de Barcelona se dirigió á Cardona.
La caballería , con unos seiscientos infan-
tes , atacó por la parte de la Piedra y molino
Los dias 26 , 27 , 28 y 29 se pasaron
d é l a Gafa, dirigiéndose á San Lorenzo. retirando los campamentos y destruyendo y
Viladas y Zorrilla, con igual fuerza, e m b i s - demoliendo el Santuario y todas sus fortifi-
tió por Capdevals , Casavella y Muragal. caciones, cuya operación, según lo dispues-
Castells y Hortalnou , con casi otra tanta to por el general, verificaron las divisiones
g e n t e , lo hizo por la Casablanca , camino de
B e r g a y p a r t e del Molino.
Iriarte y Niubó, saliendo ambas el 29 escol-
Estas tres columnas fueron destinadas con- lando municiones y el material sobrante del
tra la población. sitio, enfermos, heridos, ciento cuatro pri-
Y por la parte de Busa, Castelló y por las sioneros liberales que se rescataron , t r e s -
Casas de R o s e n d a , atacaron Brujo y el E s l u - cientos fusiles, dos cañones, diez y ocho
diaute del Grau , que reunían unos mil hom
lanzas y otra porción de efectos aprehen-
bres.
Con una fuerza casi igual atacaron I-Iorlal didos.
del.Vent, Ros de Eróles y Arteu el campamen-
to de Stobol.
Y Llarch de Copons, Torres, Camas Cruas
y otros cabecillas de la parte del Campo de
Torragona, so dirigieron por la montaña m i s -
ma á la Roca foradada con mas do mil h o m -
bres.
86 HISTORIA DE LA GUERRA CIVIL.

sostenian su poder y el de su pretendido


rey , cayó en manos de las tropas leales d e
PROVIDENCIAS DE MINA. S. M. la reina doña Isabel I I , que , con
una constancia y decisión admirables, han
sostenido el honor de las a r m a s , en medio
LIX. de los trabajos , penalidades y privaciones
que son consiguientes al estado de c a m p a -
mento, en la estación mas cruda del año, y
La salud de Mina se resintió notable- en lo mas áspero de las montañas de Cata-
mente con las operaciones del sitio del Hort luña. Los enemigos que le defendían p a g a -
y los sucesos de Barcelona , no permitién- ron con la vida la temeridad de su empresa;
dole, sin embargo, lo crítico de las circuns- y el ánimo de vuestro capitán general se ha
tancias dedicarse al descanso que tanto n e - enternecido al contemplar la escena i n t e r e -
cesitaba. Postrado en cama despachaba, sante de haber encontrado en el fuerte cien-
lleno de p u n d o n o r , los asuntos, y no daba to y tantos prisioneros leales, que todavía
treguas á su fuerte espíritu y á su voluntad nuestro ejército ha libertado de las garras
de hierro. de aquellas fieras, estenuados los desgracia-
Su terrible bando de 29 de noviembre, dos de hambre , de sed y de miseria.
que tanto sublevó los ánimos, aun de sus » Participemos, catalanes , de la s a t i s -
mismos amigos, fué modiGcado el 14 de facción que nuestros valientes han e s p e r i -
enero , aprovechando las observaciones que mentado en este feliz encuentro. Los c a -
había hecho en su corta campaña. Circuló becillas , que han penetrado demasiado la
esta modificación , y otra el 20 de febrero, importancia de este suceso , han heeho un
de acuerdo y en conformidad con la au- inaudito esfuerzo para socorrer el fuerte:
diencia del territorio, introduciendo des- reunidos en número de mas de seis mil hom-
pués otras varias aclaraciones , necesitado bres , atacaron un punto dé nuestra línea;
de todas el bando. pero nuestros héroes los rechazaron , p e r s i -
Ya porque fuese necesario movilizar al- guieron y dispersaron enteramente , y c o n -
guna fuerza de la milicia, ó porque el b a - seguida esta victoria, volvieron á sus c a m -
tallón llamado de la Blusa , se distinguiese pamentos , á tiempo que los del fuerte,
por su osadía é ideas avanzadas, fué el de- prevalidos de la ocasión, intentaron huir, y
signado á salir á campaña , y cuando se le fueron á dar en los filos de nuestros valien-
convocó para ser revistados en la plaza de t e s : ¡honor á ellos, catalanes!
Barcelona y emprender acto continuo la » V e d aqui los admirables frutos que
m a r c h a , solo los absolutamente imposibili- producen el orden , la subordinación y la
tados faltaron á aquel llamamiento de honor. buena disciplina. Barcelona 27 de enero
Aquellos entusiastas liberales salieron v o - de 1836.—Francisco Espoz y Mina.»
luntariamente al mando de don Félix Rivas, Mina pensó , y pensó acertadamente,
militar de toda la confianza de Mina, á com- que faltando el fuerte del Hort á los carlis^
partir con la tropa las fatigas de una c a m - tas, debían subdividirse sus fuerzas por c a -
paña arriesgada, que daba mas penalidades recer de tan importante punto de apoyo,
que gloria. base de sus anteriores operaciones ; i n t e r e -
Alentó entonces á los liberales todos la sando en este caso disponer una continua
toma del Hort, á cuyo anuncio añadió Mina persecución á las partidas. En su consecuen-
la siguiente p r o c l a m a , que tranquilizó los cia , y aprovechando el conocimiento q u e
ánimos, de suyo agitados, é inspiró confian- tenia de la guerra y del pais , se decidió á
za á unos y temor á otros. Mina deseaba distribuir el ejército en brigadas , y señaló
comunicar algún resultado de valía al p u e - á cada una el terreno sobre que debia g i -
blo barcelonés y al p a í s , para distraer al r a r , auxiliándose unas y otras recíproca-
uno de su peligrosa agitación , é inspirar á mente cuando la necesidad lo reclamase.
ambos confianza , y el que le proporcionó A este fin, circuló el 28 de enero la
Iriarte era , sin duda , de importancia. organización y distribución de l a s fuerzas
«Catalanes , decia , el fuerte de Santa existentes á la sazón en el Principado, pres-
María del H o r t , inespugnable por la n a t u - cribiendo que los regimientos del ejército
raleza, y mucho mas por el a r t e , abrigo de se constituyeran desde luego en brigadas,
la rebelde junta catalanes desde donde h a - y los batallones francos, que por su poca
cia partir sus ordo ana, á los sesinos que fuerza numérica exigían su amalgamación,
VARIOS ENCUENTROS, ETC. 8?

ocupasen los corregimientos y guarniciones del soldado , dedicando á este objeto todo
interiores. el esmero posible.
Confió la primera brigada al mando del Sin embargo de esta división de fuer-
brigadier don Manuel G u r r e a , asignándole zas, preparóse á salir á campaña; y á fin de
el oficial de plana mayor Moneada, y la se- remover antes todos los obstáculos que p o -
ñaló como punto de reunión para organi- dían entorpecer sus p r o y e c t o s , espidió una
zarse el de Yalls, y para teatro ulterior de circular ( 1 ) para que los diocesanos r e e m -
sus operaciones el corregimiento de T a r r a - plazasen los párrocos desafectos á la causa
gona , incluso el Priorato y las vertientes l i b e r a l , con secularizados y esclaustrados
de las sierras que desaguan sobre Tortosa. de recomendable conducta, y de quienes
Puso la segunda al del coronel don Antonio pudiera esperarse , d i c e , notables ventajas
Aspiroz , dándole por oficial de plana m a - en la opinión política y en la moralidad de
yor á Enrique, y por campo de operaciones los pueblos.
toda la alta montaña. Fió la tercera al del
brigadier Malgrat, con Renon por ayudante,
la cual operaría en los corregimientos de VARIOS E N C U E N T R O S . — A C C I Ó N DE MAS DE LA
Gerona y Figueras. Encargó la cuarta al bri- C O M A . — PENETRA TORRES EN LA CERÜAÑA.
gadier Sebastian con ayuda del oficial B o -
ATAQUE DE RIPOLL. '
c a n e g r a , encomendando á su cuidado los
corregimientos de Lérida y Talarn. Enco-
mendó la quinta al coronel Montero , quien LX.
eligiría oficial de plana mayor, y obraría en
el distrito de Tortosa , enlazándose con la
primera cuando fuese conveniente, sin per- Celebrada fué por los liberales la c o n -
juicio de atender á la orilla del Ebro y d e - quista del H o r t , temible guarida de sus
mas corregimientos, según lo exigiesen las enemigos ; y aunque sentida por los c a r l i s -
ulteriores operaciones de la guerra (1). La tas, eran españoles, y constantes en la. a d -
sesta brigada quedó al mando del coronel versidad, lejos de amilanarse , se p r o p u s i e -
Niubó, quien nombraría igualmente en cali- ron indemnizar con usura tamaña pérdida.
dad de provisional un oficial de plana mayor, Brujo , que hacia las veces de coman-
y maniobraría en toda la parte baja del cor- dante general, supo el 1.° de febrero que el
regimiento de Cervera, la Segarra y margen comandante de armas de Olot se dirigía á
izquierda del rio Segre hasta su desagüe en su encuentro y le cedió el campo. No c u e s -
el Ebro , cuando las circunstancias lo e x i - tionaremos sobre la veracidad de su parte,
gieran. Y finalmente, puso la sétima á cargo que tenemos ala vista; pero es lo cierto que
del coronel Osorio, y le asignó por oficial á el gefe de las fuerzas,de la reina ocupó el
Gali. Esta brigada debia tener por base de pueblo de las P r e s a s , antes en su p o d e r , y
sus movimientos á Esparraguera, atendien- le fué persiguiendo hasta San Esteban de
do asi a su instrucción, fortificando el Bruch Ras, donde tomó Brujo posiciones.
y la casa Masana , y manteniendo espedito
En e l l a s , ya fuese porque recibió auxi-
el camino real de Aragón hasta donde fuese
lio de Zorrilla, ó porque se decidiese á p r o -
posible sin estralimitarse.
bar fortuna,, aceptó el combate á que le
Los gefes de estas brigadas tenian la provocó su contrario, quien al ver la s u p e -
orden de dar á los demás sin pérdida de rioridad del enemigo, emprendió la retirada
momento la protección que reclamasen las á P r e s a s ; y á no ser por el valor y s e r e n i -
circunstancias. dad de sus soldados y los esfuerzos estraor-
Reorganizó también Mina los cuerpos dinarios que hicieron , habría quedado en
francos , distribuyó las demás tropas , dio poder de los carlistas la columna, que a c o -
sus instrucciones á todos los gefes, i n c u l - sada incesantemente, entró en Olot en a l -
cándoles se consagrasen á no permitir al gún desorden y con algunas bajas. Dumes-
enemigo que pisase el territorio que á cada nil vengó casi al mismo tiempo este pequeño
uno se le designaba, maniobrando reunidos desastre.
ó en pequeñas columnas , según la necesi- El 17 tuvo Zorrilla un choque en Grions
dad , sin desatender la debida comodidad con parte de la guarnición de Hostalrich,
aunque su intento no fué provocarla , sino
.(l) Esta brigada se confióluego al decidido
Iriarte. (t) Véase documento núm, 5 . .
88 HISTORIA DE LA GUERRA CIVIL,

apoderarse del correo y de su escolta en las cuatro horas de un fuego sostenido, cesó en
inmediaciones, en dirección de San Celoni. todas partes la acción.
La circunstancia de ser quintos los s o l - Tarde acudió Aspiroz con el resto de su
dados de la plaza dio el triunfo á sus con- columna á salvar á sus comprometidos com-
trarios, que ostentaron entre otros trofeos el pañeros , derrotados en fuerza de la s u p e -
d e cuarenta y cuatro prisioneros. rioridad del número, pues ademas del tesón
En el mismo dia , ó el inmediato a n t e - con que defendieron sus posiciones, s o s -
rior , dispuso Castell una celada á los que tuvieron bizarramente formando el cuadro
guarnecían á Berga y solian hacer algunas ocho' cargas, rechazando siempre á los l a n -
salidas. Caídos en e l l a , tuvieron mas de ceros , que volvían grupa desesperados de
veinte hombres de pérdida , por llegar con no poder romper la sólida muralla de b a y o -
demasiada confianza ó imprudencia hasta netas que tan disciplinados soldados les p r e -
a Casa de San Bartolomé, donde habia en- sentaban. Pero estrechados por numerosa
cerrada una compañía de caballería , que infantería, que les cargaba á la vez á la
al abrir los liberales la puerta salió a c u c h i - bayoneta, tuvieron que ceder á pesar de su
llándoles. valor.
A fines del mes se hallaba don José Juan La pérdida de los liberales en esta j o r -
de T o r r e s , gefe de la división de Lérida, nada fué grande : según el parle que t e n e -
en la Conca de Tremp de regreso de Graus mos á la v i s t a , puede calcularse aproxima-
( A r a g ó n ) con los batallones guias de N a - damente en seiscientos hombres, prisioneros
varra y de Tarragona , 1.°, 2.° y 3.° de la mayor parte. La de los carlistas , aunque
Cataluña pertenecientes á la primera b r i g a - no tamaña, fué también considerable.
da y un escuadrón de lanceros, y se o c u - Torres se vio después perseguido y e s -
paba en la recomposición de armas y vestua- trechado por las columnas de Alvarez , la
rios. Pero sabe que las columnas de S e b a s - de Aspiroz y la de Sebastian , en dirección
tian , Aspiroz y otros le vienen sobre él por y comunicaciones al intento, por la parte de
la parte del Segre, é inmediatamente se di- la Conca ; mas no considerándose capaz de
rige desde Segur á Pous , al mismo tiempo hacer frente , trató de burlar la persecución
que la columna de Aspiroz pernoctaba en y penetrar en la Cerdaña , pais afecto á los
Oliana y Peramola. Resuellos lodos al com- liberales, y á este fin salió de Orgañá
bale, á é l se aprestan, emprendiendo Torres el 2 de marzo, y merced á una rápida con-
la marcha en la madrugada del 28 c o n d u - tramarcha , pasando por Tornol y A l a s , al
ciendo sus tropas á la pelea. costado derecho , á tiro de cañón de la Seo
Al llegar á Penitill, sabe que la c o l u m - de TJrgel, cayó sobre Marlinet, territorio de
na liberal venia en su b u s c a , y se posesio- C e r d a ñ a , y se internó en é l , quedando en
nó entonces del Coll de la Abella y de la su poder algunos urbanos.
altura de la Collada de Mirambel para hacer No pudo permanecer mucho tiempo , y
frente con mas ventaja á su contrario , e m - el dia 4 se dirigió por Bel ves á Alep, donde
boscando como masa de reserva en el Mas supo se hallaba fortificado un pequeño d e s -
de la Coma un batallón y el escuadrón de tacamento del provincial de G u a d í x , el
lanceros. c u a l , después de alguna resistencia, tuvo
Los liberales avanzaban flanqueando el que rendirse á tan superiores fuerzas, que
camino por la izquierda del Segre; pero ig- pasearon osadas sus bayonetas por puntos
norantes de la-emboscada en su acecho, que hasta entonces habian respetado, apro-
distaban medio tiro de pistola de las fuer- ximándose á poblaciones no escasamente
zas ocultas cuando las vieron. Rompen e n - guarnecidas.
tonces el fuego las tropas constitucionales, Proyectó en Rivas atacar á la columna
y cargan á la bayoneta las carlistas que ha- de Ripoll, y asi que supo su salida con o b -
bían esperado se les aproximasen. jeto de batir al batallón de don Juan Caba-
_ Esta carga fué dada con rapidez y con llería, que bloqueba el mismo punto, corrió
éxito, costando á los sorprendidos no escaso á su auxilio ; y al llegar á las Cobas de R i -
número de prisioneros y algunos muertos y v a s , sin imponerle el número de sus c o n -
heridos, contando también algunos los c a r - trarios ni el huir acosada la gente de Caba-
listas, pues que serenos los acometidos, s u - llería por la sierra de Santa María y su e r -
pieron hacer frente á tan inopinado ataque, mita , incorporándose dos batallones mas y
y defender el Coll de Zamora y otros puntos cinco compañías , pasó á ocupar el camino
no menos disputados, hasta que al cabo de de Gumbreu y ermita de San March, y car-
ACCIONES DEL BRUCH Y DE CASA MASANA. 89

ando al enemigo , siguió la ruta de C a n - ron fuerzas en auxilio de unos y o t r o s , y


ebano y ocupó las posiciones del Manso después de un combate que parodiaba los
con el fin de apoderarse de las alturas de sangrientos que se trababan cuerpo á c u e r -
Galona y Yila , y cortar á los de Ripoll la po en la antigüedad, quedaron vencidos los
retirada. No lo consiguió ; y superando los carlistas, que tuvieron que subdividirse pa-
defensores de Ripoll los obstáculos que se ra evitar una completa d e r r o t a , haciendo
les oponían , vencieron el tenaz empeño de asi infructuosa la persecución que sufrieron.
T o r r e s , midiendo valientes sus armas con Otro combate es también digno de s i n -
quienes habian contado un triunfo de valía. gular mención , porque liberales y carlistas
lucharon como solo luchan los españoles. El
terreno habia sido ensangrentado varias v e -
ACCIONES DEL ISMJCn Y DE CASA AI A S A N A . — ces en esta guerra , y cayeron sobre Casa
OTROS SUCESOS. Masana tres columnas c a r l i s t a s , cargando
tan impetuosamente , que arrollándolo todo
y haciendo inútil la resistencia que-los d e -
LXI. fensores de aquel punto les opusieron , c i r -
cunvalaron el p u e b l o , llegando á penetrar
en él por varias calles hasta quinientos hom-
San Quirse de Basora , Roca foradada y bres , que no hallaron límites á su osadía.
otros puntos fueron en los primeros dias de El comandante de aquella pequeña fuerza,
marzo teatro de diferentes encuentros , con que empuñaba el fusil como un soldado,
mas ó menos fortuna para unos ú otros com- lanzóse temerario contra el gefe de las i n -
batientes. Mallorca , Zorrilla y otros p a r t i - vasoras y le atravesó el pecho con la b a -
darios sostuviéronles con tenacidad, y unas yoneta. Tanto arrojo no fué estéril. Alen-
veces defendiéndose, y otras tomando la tado el valor de oficiales y soldados al v e r
ofensiva sostenían su causa con el cortejo el heroísmo del que los mandaba , se p r o -
inseparable de una guerra civil tan s a n - ponen s e c u n d a r l e , y corren al e n e m i g o , y
grienta y obstinada. Una columna carlista le arrojan del pueblo , no sin porfiada r e -
quiso batir á un destacamento de francos sistencia, que costó á muchos la v i d a , por-
por la parte de Monlesquiu y Llusanós; mas que ninguno esquivó el p e l i g r o , viéndose
éstos se abrieron paso hacia Manlleu y b u r - alli pelear como aguerridos soldados no po-
laron el intento del enemigo. cos nacionales de Barcelona.
Tristany , por otra parle , se dirigió á Hechos como los reseñados, jugando en
destruir las fortificaciones del Bruch , paso ellos mayores ó menores fuerzas , con m a -
temible y tantas veces ensangrentado cuan- yores ó menores consecuencias , tenian l u -
tas han sido las guerras que ha presenciado gar casi diariamente ; pues ya era decidido
Cataluña. Fortificar sus eminencias , que se el empeño que tenian los carlistas de a p o -
defienden de por sí, era cerrar á los carlis- derarse de una población que les sirviese
tas el paso de aquella llave del crucero de de punto de apoyo y de cuartel general.
San Quintín á Monislrol y otros puntos, lea- Desorganizados como se hallaban, tenian su
tro de las operaciones de los partidarios de junta , y ésta estimulaba á los gefes con
don Carlos, y sitio dominante de la c o m u - quienes mas ascendiente tenia á que se h i -
nicación de Barcelona con las poblaciones ciesen dueños de una población de alguna
importantes do Igualada y Manresa. Por esto importancia. Prats de Llusanés y Berga fue-
el empeño de los liberales en fortificar el ron atacadas é invadidas; pero auxiliadas
Bruch , y el de los carlistas en impedirlo; al instante, fueron desalojados los invasores,
por esto se adelantaba Tristany contra las esperimentando pérdidas de consideración
fuerzas que protegían las obras. por no hallarse todavía en estado de poder-
Deseoso de asegurar el golpe con el me- se sostener en estos puestos , que á la sazón
nor sacrificio posible , disfrazó de francos á no presentaban la defensa que el santuario
los de su descubierta , y al avistarse con la del H o r t , que se vieron precisados á a b a n -
liberal, que se componia de belgas, respon- donarle y á sucumbir sus defensores.
dieron aquellos al quién vive con las voces Entre Orgañá y Pons sorprendió una
de Isabel II, logrando , merced á esta e s - división carlista á unos quinientos hombres.
tratagema, aproximarse, hasta que conocido Asi y todo , si hubiese imitado toda la fuer-
el engaño se cruzaron las b a y o n e t a s , ha- za la valerosa resistencia que opusieron dos
ciéndose los disparos ó quemaropa. Acudie- compañías de Saboya, no hubiera sido tan
TOMO I I I . 12
90 HISTORIA DE LA GUERRA CIVIL.

funesto el resultado de aquella emboscada, después deber aumentar, lo cual tuvo lugar
que pudo e v i t a r , porque debió preveerle por otro decreto de 2 de junio y una orden
una columna inmediata, que logró solo r e s - de 20 de octubre , elevando hasta veinte y
catar en Oliana algunos prisioneros. ocho el número de sus miembros entre pro-
Este desastre fué vengado por Gurrea y pietarios y suplentes, con los cuales se con-
Niubó que atacaron el dia 22 á Borges y al sideró podían no estar descuidadas las i n -
canónigo de Mombiola en Yillanueva de mensas atenciones que ya exigía la causa
M o y a , dejando en poder de aquellos un carlista en Cataluña.
rico botin , y sembrando el terreno de c a - La junta de este Principado llegó á con-
dáveres. En la fuga tropezaron los carlistas tar en su seno arzobispos, d i g n i d a d e s , c a -
con los cazadores que Gurrea había hecho nónigos, rectores de universidades literarias
marchar por el puerto de Rubíes, y cogidos y párrocos , grandes de España , duques,
asi entre dos fuegos, murieron unos á bala- m a r q u e s e s , c o n d e s , etc. , etc. El mariscal
zos y otros precipitados por los barrancos. de campo , barón de Orlafá , y el coronel
También aquí pelearon con denuedo in- don Domingo Caralt, murieron siendo v o -
superable los milicianos de Barcelona , los cales de la junta, y el arzobispo de Tarra-
voluntarios del turbulento batallón de la gona dimitió su cargo. Espidióse á cada uno
blusa , que demostró sabia defender en el su nombramiento ; y siendo urgente consti-
campo de batalla la libertad que aclamaba tuir su autoridad á fin de poner coto á los
en las calles de la ciudad , y defenderla graves desórdenes de los partidarios, man-
cuerpo á cuerpo del enemigo , dando y r e - dó don Carlos que «la junta se instalase sin
cibiendo la muerte á la bayoneta. mas dilación que la absolutamente i n d i s -
Apostado Grau en San Hilario Sacalm, pensable en el punto mas á propósito, según
empezó á esperimentar una angustiosa esca- las circunstancias.»
sez de v í v e r e s , que le obligó á moverse, Para su reunión , sin e m b a r g o , existían
arrostrando todas las consecuencias que pu- graves inconvenientes: el cargo era com-
dieran sobrevenirle. En tal disposición, mar- prometido , y no contando con una p o b l a -
chó con el batallón de su mando hacia los ción donde permanecer con seguridad , y
llanos del Valles, y cerca de la Garriga fué distantes unos de o t r o s , era casi ilusoria la
atacado por una columna l i b e r a l ; pero r e - junta. Asi que solo se reunieron primera-
sistió una hora con un fuego sostenido, car- mente, y esto el 17 de enero de 1837, cin-
gó luego á la bayoneta , y se hizo por fin co vocaíes q u e , con el comandante general
dueño de tinas ventajosas posiciones, en las don Blas María Royo , instalaron la junta
que acampó , después de hacer doce prisio- sin contar siquiera el mínimum á que ia l i -
neros. mitaba el decreto de su creación para ser
JUNTA 1)1! CATALUÑA. valederos sus actos. Dióse parte al minis-
terio de Gracia y Justicia para conocimiento
LXII. de don Carlos, quien en 27 de febrero
«aprobó la instalación y mandó que se p r a c -
Hemos hecho mérito de la existencia de ticasen cuantas diligencias estuviesen al a l -
una junta , y son tan inseparables sus actos cance de la junta para que todos los demás
de los de la g u e r r a , que deben correr u n i - individuos nombrados recibiesen la noticia
dos ; pero á fin de no hacer enojosas digre- y pudieran reunirse á la mayor b r e v e d a d ,
siones , dedicaremos ahora breves líneas á á fin de que el Principado no careciese de
una corporación de muy notable historia en los auxilios que , con la presencia , luces é
los últimos años de la guerra. influjo de todos pudieran facilitarse.»
Reconocida , como tenemos manifestado La historia de la junta ya es posterior á
en otro l u g a r , la necesidad de las juntas, esta época: terminaremos, sin embargo, este
creó don Carlos la de Cataluña , que fué capítulo , copiando el siguiente párrafo de
organizada dos veces , no contando la p r i - una obra que habrá de ocuparnos mas de
mer junta provisional, que sin especial nom una vez (1).
bramiento, pero con la aprobación de su «Reducida, p u e s , la junta al corto n ú -
señor,_se formó y prestó algún tiempo útiles mero de cinco individuos, se halló en un
servicios. tortuoso é intrincado laberinto, de muy d i -
Por decreto de 1 i de enero de 1836 la fícil salida, por una consiguiente necesidad
nombró don Carlos sus nueve vocales, i n -
cluso el presidente , cuyo número se creyó (1) Defensa de la junta gubernativa.
ESFUERZOS DE MINA. 91

de las operaciones de la guerra desde que el l . ' do abril. Retiróse poco después á Bar-
estalló. Ya el dia inmediato hubo de fugar- celona esperando se aceptase su dimisión,
se de Eorredá por haber subido una colum- no desatendiendo en el ínterin las operacio-
na de cristinos desde Berga; el comandante nes militares que dirigía desde cualquier
general Royo se marchó precipitadamente punto en que se hallaba.
sin decir nada a los vocales, ni darles p r o - El pueblo y los diputados catalanes sin-
tección ; fué preciso que buscasen un asilo tieron mucho el paso que acababa de dar
en los bosques y casas de las montañas ; en Mina, y al que se opusieron éstos. Al mismo
ellas estuvieron escondidos algunos dias r o - tiempo le escribieron rogándole desistiese
deados de privaciones , de sustos y de i n - de su propósito y continuase en el mando.
minentes riesgos, y todo faltaba , menos los El gobierno, abundando en estos sentimien-
deseos de trabajar; añadiéndose á esto, que tos , le participó que S. M. la reina G o b e r -
no habia un dato que pudiese guiar á la nadora no habia tenido por conveniente ad-
junta con seguridad en el desempeño de sus mitir la dimisión, y que esperaba de su celo
funciones. La urgencia, empero , de los ar- y conocido amor á la causa de su hija, que
reglos en todos los objetos cometidos á su continuaría como hasta entonces ocupándose
celo no admitía dilación, y asi hubo de h a - en beneficio de ella.
cer lo que pudo con prontitud é incesante La disolución de las Cortes, con las c i r -
actividad. En consecuencia , echó los ci- cunstancias que precedieron y subsiguieron
mientos de la administración , determinó el á esle acto , llamó fuertemente la atención
método provisional de recaudar é invertir del país, y éste fué uno de los motivos mas
las contribuciones y demás productos de la poderosos'que Mina tuvo para no insistir en
real hacienda , estableció las oficinas de retirarse , como estaba resuelto á hacerlo,
contabilidad sobre el pie que permitían las siendo este sacrificio de no menor mérito
circunstancias en aquellos tiempos de gran que cuantos llevaba prestados en obsequio
premura , nombró los individuos que fueron de la causa pública. A trueque de que los
indispensables en los ramos político y eco- ánimos de la populosa Barcelona y de todo
nómico , reorganizó el gobierno municipal el Principado se mantuviesen tranquilos en
de los pueblos, creó las juntas subalternas la efervescencia que se notaba en todos los
de los corregimientos, nombró alcaldes m a - ángulos de la monarquía , hizo esfuerzos
yores para la recta administración de j u s - heroicos en lo grave de sus dolencias, y lo-
ticia , y dirigió la influencia que la prensa gró que no fuesen estériles sus medidas y
ejerce sobre la opinion de las masas.» deseos. Tocante á las operaciones militares,
si bien no dejaba de atenderlas en lo que
.BREVE CAMPAÑA DE MINA. su salud le permitía , acaso se resintieran
algún tanto de la falta de su presencia al
LXIII. frente del ejército ; pero las facciones no
progresaban, porque donde quiera que apa-
El 10 de marzo salió Mina de nuevo á recían eran perseguidas por las brigadas (1).
campaña á pesar del mal estado de su s a -
lud , dejando en Barcelona para que le r e - ESFUERZOS DE M I N A . — E S T A D O DE FUERZAS
emplazase á don Juan Antonio Aldama. Mar- CARLISTAS.
chó por Tarragona á Cervera , y no le s e -
guiremos en esta espedicion porque no ofre- LXIY.
ce grande interés á la historia; solo diremos
que este viage escitó murmullos, obligando La nueva organización que recibían las
á M i n a decir el 11, que «sus marchas s e - fuerzas liberales en el Principado , dio a l -
rian veloces para dar á la guerra loda la guna tregua á los carlistas, porque no era
acción y la vida que reclamaba.» Esto.no posible combinar el relevo de guarniciones
obstante , el viage fué lento ; y al marchar y destacamentos sin que cesaran en sus ope-
mucho tiempo después á Lérida, impuso á raciones , por mas cuidado que en ello r e -
esta ciudad una contribución de 10,000 comendaba Mina.
duros. Esle, infatigable, si no en operar, p o r -
Las consecuencias necesarias del fusila- que no se lo permitía su enfermedad cada
miento indisculpable de la madre inocente vez mas grave , hasta el punto de que poco
de C a b r e r a , le ocasionaron disgustos de
tanta consideración , que dimitió el mando (1) Memorias del general Mina,
92 HISTORIA DE LA GUERRA CIVIL.

después le desahuciáronlos facultativos, no de las columnas, porque conocía los de las


descansaba en prescribir movimientos, y se- enemigas , merced á su bueno y abundante
guir con todos ios gefes de brigadas y aun espionage.
de pequeñas columnas una correspondencia Este sistema no podia menos de p r o d u -
tan activa , y tan minuciosa á v e c e s , que cir beneficiosos resultados, y se evidencia-
forma legajos la que á la vista tenemos de ron en la disminución que tuvieron las fuer-
la seguida con cualquiera de los gefes. De zas carlistas, disminución que no es iluso-
todos exigía la misma correspondencia y que ria , porque la vemos en un estado formado
la duplicaran y triplicaran al amago del por ellos mismos, y donde mas bien había
peligro de que no se recibiera: solo de este interés en aumentar que en disminuir el
modo podia con mas exactitud disponer, número. Es importante el documento , y lo
aun desde su mismo lecho, los movimientos reproducimos á continuación.

NOTA DE LA FUERZA QUE , SEGÚN UN CALCULO APROXIMADO, REÚNEN LAS


BRIGADAS DE CATALUÑA.

Brigadas. Gefes y batallones q u e existen. Infanteria. Caballería.

/Don Ignacio Brujo 400 ' 20


i Don Patricio Zorrilla. . . . . . 800 40
De don Ignacio Brujo. ¿Don Miguel Pujol ( a ) Mallorca. 300
/Don Jaime Casas 200
Don Pedro Grau 250

!Don Benito Tristany , 400 10


iDon N. P'rats ( a ) Grabat de Guisona, 400
De Tristany < Don N. Trinchet 337 8
I Una partida suelta. . . 60
\Don Pablo Maña (a) Degollal. . ' . . 400

De Torres. . . . . . . . j Don José de Torres. 3,300 80

De Rojas | ü o n N. Rojas. . . 3,300 30

iDon José Masgoret. . 400


Del Campo de Tarragona. \ Don Agustín Cendres. 300
f Don José Barris. . . 300

! Don Juan Caballería. 200 30


De Caballería I Don, Agustín Dax.. SOO
(Don Juan Boquica. 400

Batallón de la junta. 300


Batallones sueltos.. ¡El de Galceran.. . . 200
[El de Risvó 200

Total. 13,367 218

Habia fuerza total sobre las armas en


octubre y noviembre de 1 8 3 3 . . . 23,000
Fuerza actual 13,367
Resultan de menos en el dia 11.633
Elorrio 15 de abril de 1 8 3 6 .
VARIOS ENCUENTROS. 93

Por el anterior estado se v é , que solo ayudado por la cuarta , tuvo el 4 de mayo
reuniendo todas las brigadas podían em- un encuentro con gran número de carlistas
prender las fuerzas de don Carlos operacio- á quienes habia unido el peligro y la n e c e -
nes importantes. Por esto , todos los hechos sidad de hacer exacciones de víveres , que
militares, que fuera de ellas tuvieron lugar, cayeron en mucha parte en poder de G u r -
podrán ser mas ó menos b i z a r r o s , y aun de rea, que continuó persiguiendo á Borges por
alguna consideración por el número de las las márgenes del Segre.
víctimas que ocasionaron; pero ño afectaban El mismo partidario carlista fué batido
sus consecuencias á ninguno de los partidos, nuevamente el 13 en las inmediaciones de
ni dan interés a l a historia. Alentom por los que ya habian triunfado en
Pero la reunión de todas las brigadas este punto el 22 de m a r z o , aumentando las
era poco menos que imposible, como v e r e - víctimas del último choque el fusilamiento
mos al llegar Maroto. Asi que no se concen- de los prisioneros , entre los que se hallaba
traban sino cuando existia un peligro i n m i - el célebre padre Piqué , capellán del b a t a -
nente. Procurando, eso si, aumentarse, por- llón de Borges , y cuya vida fué una serie ,
que en ello iba su mayor seguridad, vivian no interrumpida de escesos , de crueldades
á costa del pais , y no parecía sino que d e - y de crímenes, según se manifestó.
jaban á otros el cuidado de terminar aquella Los gefes de las brigadas liberales e s t i -
lucha. mulados de continuo por Mina y por su pro-
En la subdivisión en que operaban las pia honra, favorecidos ya por la benignidad
fuerzas carlistas se hacia imposible su p e r - de la estación, no descansaban un momento,
secución , y mucho menos su eslerminio. y tanto acosaron á los carlistas, que h u y e -
Sucedía en Cataluña lo mismo que en las ron perseguidos á la Cerdaña, donde come-
Provincias Vascongadas al principio de la tieron horribles actos de vandalismo, incen-
guerra; distinguiéndose el Principado cata- diaron el pueblo de Martinet, saquearon las
lán por una circunstancia muy desfavorable torres ó casas de campo , robaron ganados
á la causa del absolutismo ; el carácter i n - y se llevaron las mugeres de los nacionales,
dócil é independiente de sus partidarios, se exigiendo por su rescate gruesas sumas. E n -
indisponía fácilmente, negándose á operar sañados con aquel pais l i b e r a l , emplearon
juntos y aun á auxiliarse, como sucedió al en vejarle y afligirle todos los medios que
Ros de Eróles y Orfeu con T o r r e s , igual- les sugirió su encono , toda su ferocidad.
mente que á otros muchos. Corrió á aliviar Gurrea su suerte, y siguien-
do la funesta huella de sus enemigos hasta
B e l v e r , reúne á los nacionales, les alienta
VARIOS ENCUENTROS. y escita á perseguir á quien tantos males les
causan , se le unen entusiastas y logran por
fin alcanzar á Torres y batirle , rescatando
LXV. los milicianos sus mugeres y recobrando al-
g ú n botin.
Todos los hechos de armas eran en C a -
No de lodos los que tuvieron lugar, por taluña sangrientos; casi nunca se daba cuar-
la razón que acabamos de manifestar, sino tel, y era tal el encono con que se combatía,
de los mas principales, que no por esto t i e - que hasta las propiedades eran también allí
nen grande importancia, daremos una ligera objeto de la saña de los secuaces de don
idea. Carlos , que hasta en esto se distinguían en
El 13 de abril, Niubó halló de nuevo en el Principado. Desconociendo sus v e r d a d e -
Castells á Borges y otros y les rechazó al Se- ros intereses, la execración del pais era el
gre , donde perecieron algunos de sus p a r - resultado de un sistema que tenia tanto de
tidarios. bárbaro como de estúpido, que tanto amen-
Tristany , que ocupaba la posición de guaba á quien que le inaugurase.
Guardiola , se vio atacado el 30 por la c o - Quejáronse de muchas partes á Mina
lumna de Manresa, que le rechazó hasta las habérseles amenazado con quemar las m i e -
eminencias de Castellfullid , donde se rehi- s e s , y á fin de prevenir tan horrible a t e n -
zo. Trató de resistirse ; pero en vano , t e - tado y otros escesos , publicó en Barcelona
niendo que apelar al acostumbrado recurso el 20 un bando ( 1 ) imponiendo la pena de
de la dispersión para huir sin ser destruido.
Gurrea con su brigada , la primera , y 5
(4) Véase documento núm. 6 .
94 HISTORIA DE LA GUERRA CIVIL,

muerte al robo, á la malversion, á los o b s - Cervera con objeto de acompañar á los n a -


táculos con que se tratase de impedir la r e - cionales de Reus , Masgoret, Liare , Carné
caudación y aprovechamiento de los frutos, y Marcó, se pasearon por el Priorato c o m e -
calificando de cómplices á todos los que tiendo sus acostumbradas tropelías , revol-
compusieran la partida que cometiera los vió contra e l l o s , y hallándoles en R i c a -
anteriores delitos. m o x o n s , impidió tomasen una favorable
De esta manera era la guerra de e s t e r - posición sobre el pueblo , y les persiguió
minio, cuyo carácter nunca podia ser f a v o - hasta la Riva.
rable á la causa liberal, porque asi ofrecia Sebastian sorprendió en el término de
mas pais, mas personas y mas objetos al fu- Masfá á las partidas de Trislany, Degollat
ror de sus contrarios. y otros, matándoles unos cien hombres.
A pesar de lo nublado que se iba p o - Niubó batió á Llarch y Griset en la Crehue-
niendo el horizonte político, cuya cargazón ta, y mas tarde en Queralt, y Zorrilla atacó
influía siempre tan en daño de la causa de á los cincuenta hombres que escollaban el
la legitimidad, ya porque se distraían de su correo de Francia á Gerona, cayendo sobre
principal objeto las tropas, ya porque se ellos con mas de cuatrocientos hombres en
distraía la atención de todos, no dejaron de el Bosch deis Lladres. Sorprendidos y a c o -
tener en junio algunos encuentros con varia sados, obligóles á encerrarse en una casa de
fortuna ; pues si los carlistas triunfaron en campo, que incendió. Inútil ya la resisten-
las inmediaciones de Berga , apoderándose cia , se rinden por salvarse , y son pasados
de una compañía de voluntarios de Catalu- por las armas, lo mismo los soldados que los
ña que , al mando de Carreras salía á reco- nacionales y carabineros de Mataré, de que
ger una partida carlista, que deseando aco- la desventurada escolta se componía.
gerse á indulto , había pedido una fuerza Esle horrible suceso tuvo funestas c o n -
que la acompañase, Borges y otros gefes de secuencias cuando se supo en Figueras. Ha-
la alta montaña fueron batidos y dispersados llábase de gobernador en esta plaza don
en diferentes puntos y obligado Torres y Manuel de Tena , y temeroso de que unos
otros á penetrar en Aragón , donde hallaron nacionales de Mataré , compañeros de los
la muerte. fusilados, esplotasen la fermentación que ya
Degollat y el Llarch de Copons se vieron ' reinaba en el pueblo , les previno , con el
también muy apurados en T o u s , de donde mejor deseo , marchasen á Besalú ; pero al
les arrojó Bretón. divulgarse esta orden , corrióse la voz de
La valiente y decidida guarnición de que iban v e n d i d o s , y reuniéndose las t u r -
Tordera supo burlar la estratagema que em- bas, y sospechando del gobernador, fué ro-
plearon los carlistas para apoderarse de un deada su casa ó invadida, vengando su fu-
pueblo donde tantos amigos' contaban; pero ria insensata cuanto injusta en el infeliz
fueron inútiles sus esfuerzos para vencer el gefe , cuya vida sacrificaron.
entusiasmo de los cercados defensores de Reuniéronse ya larde las demás autori-
Tordera, los cuales , auxiliados por los n a - dades , formóse la milicia , y todo quedó
cionales de B l a n e s , vieron huir á sus c o n - tranquilo después del crimen.
trarios.
También tuvieron que desistir de su
CIRCULARES DE M I N A .
empresa los sitiadores de San Hilario d e s -
pués d e . u n a reñida acción , en la que fué
derrotado el carlista.
LXVI.
Zorrilla, Mallorca y otros partidarios,
acosados de continuo por Ayerbe , trataron
de resistir en las alturas de San Quirse de Mina, (pie no dejaba de mostrarse sa-
Basora ; y si bien rechazaron al principio á ! tisfecho de los esfuerzos que hacían las t r o -
Ios liberales y creyeron derrotarles con la ' p a s , y que aprobaba generalmente los m o -
llegada de Trístany , acreció el brío de los! vimioñtos de las b r i g a d a s , manifestóse dis-
acometidos ó la par del de la resistencia, y ; gustado de que , ya por hacer valer éstas
cedieron al fin los carlistas sus ventajosas' sus operaciones , ó por hacer uso de_ una
posiciones. ! veracidad inconveniente , exagerasen ó de-
Brelon operaba en tanto en el Campo de ! clarasen el respetable número de los c a r l i s -
Tarragona con notable ventaja ; y si bien t a s , con cuyo motivo creyó seria bien dar,
;

prevaliéndose de la marcha de este gefe ó como dio, esta eslraña circular:


CIRCULARES DE MINA. 9b

«Capitanía general de Cataluña.—Plana de fuerza para verificarlo , quedará de h e -


mayor.—Sección c e n t r a l . — H a n llamado cho suspenso de su empleo el comandante
sobremanera mi atención muchos partes que de las armas ó comandantes en cuyo radio
recibo , en los cuales se multiplican y exa-t se encuentre, y si no los hubiese, el a y u n -
geran las fuerzas facciosas, haciéndolas a s - tamiento pagará una multa personal de cien
cender á un límite que nunca tuvieron en libras por cada concejal.
este Principado , y mucho menos en la a c - «Siendo el especial objeto del instituto
tualidad, que por efecto de la activa perse- de la guardia nacional la conservación de
cución que sufren han tenido bajas y deser- las propiedades y la persecución del e n e -
ciones cuantiosas; en este concepto me hago migo común en sus respectivos territorios,
un deber el fijar la consideración de V. S. ninguna clase de retribución pueden exigir
sobre este particular, á fin de que n o s - por el espresado servicio , el cual reconoce
otros mismos no demos á nuestros enemigos el verdadero interés de defender sus p r o -
una fuerza moral y preponderancia de que pios hogares.
realmente carecen ; exigiendo el que V. S. »E1 pueblo que no se oponga á la e n -
se sirva recomendar con este motivo á todos trada de los enemigos de la patria, siempre
sus subditos el testo literal de las reales o r - que éstos no tengan el duplo de la fuerza
denanzas, pues estoy en el caso de hacerlas que su guardia nacional , pagará una multa
cumplir y acatar con exactitud. Dios, e t c . — de 20 rs. por vecino , y 60 cada individuo
Cuartel general de Cervera, 2 de mayo de del ayuntamiento, cura párroco y demás
1 8 3 C — D e orden de S E . , Laureano Sanz autoridades.
Señor....» «Los bosques que sirven de guarida á
Siguieron á esta disposición otras varias los rebeldes serán talados ó quemados, d e -
sobre diferentes objetos, que no son ahora jándolos en disposición de que no puedan
del caso, siendo algunas mas ó menos rigo- ofrecer ninguna clase de abrigo : esta o p e -
rosas ; pero la de 12 de julio las escedió en ración se practicará por las autoridades en
los medios que quería emplear para destru' cuyo distrito de una hora de radio esté s i -
á los carlistas y armonizaban con los i m - tuado; y las grutas y cuevas de todo el t é r -
puestos en otros b a n d o s , algunos de los mino serán destruidas de un modo pronto y
cuales hemos dado á conocer. sencillo.
Esta circular decia asi: «Estas órdenes obligan solo á los p u e -
«La apatia criminal y punible que en blos que pasen de sesenta vecinos, y se
general se nota en los pueblos, cuando dis- considerará como un mérito relevante el que
persos los enemigos de la patria por el v a - las observen los escluidos, casas de c a m -
liente ejército, inundan el pais en pequeñas po, etc.; pues que el bien redunda en favor
cuadrillas de cuatro , s e i s , diez y lo mas de todos los habitantes del Principado.
de veinte hombres , robando, talando y po »En cada distrito de los que actualmen-
niendo en contribución poblaciones enteras, te componen las comandancias de armas
me convence que semejante conducta y fal- establecidas y sucesivas que se establezcan,
ta de decisión debe ser reemplazada por el se efectuará una batida combinada en p e r -
justo castigo de su vergonzosa indiferencia. secución de los rebeldes todas las semanas;
«Todo comandante de las armas , ó el cuando menos, practicándola los pueblos de
ayuntamiento donde no lo haya , queda en la demarcación á una misma hora con la
la precisa obligación de mantener libre de prudencia necesaria para evitar un revés, y
enemigos en un radio de una hora toda la con el sigilo que exige el buen éxito.
circunferencia de su p u e b l o , siempre que »Los señores gobernadores, en sus r e s -
los facciosos que la ocupen no escedan de pectivos corregimientos , exigirán con todo
la mitad de la guardia nacional armada que rigor y precisión el cumplimiento de lo man-
cuente el propio distrito. dado ; en la inteligencia de que yo haré
»Los perjuicios causados en las respec efectiva su responsabilidad sin considera-
Uvas demarcaciones, serán satisfechos pol- ciones de ninguna clase.
las poblaciones, siempre que se pruebe que »Los gefes de brigada y comandantes
faltaron al cumplimiento de lo dispuesto en de columnas multiplicarán si es dable la
el párrafo anterior. actividad de sus marchas en la persecución
»En cualquiera punto que los enemigos que tanto les tengo recomendada, s u b d i v i -
permanezcan tres horas seguidas sin ser diendo su fuerza para abrazar grandes e s -
atacados teniendo el pueblo una mitad mas tensiones de p a i s , á fin de que los pueblos
96* HISTORÍA DE LA GUERRA CIVIL.

d e lodo el Principado cuenten con la pronta guase el encono de unos y o t r o s , que p a -


cooperación del ejército , y la unidad de recía por el contrario aumentarse.
los esfuerzos proporcione á Cataluña la r e - Asi se veia dolorosamente , que en un
colección del inapreciable fruto de su paci- combate donde apenas jugaban doscientos
ficación , y el bizarro ejército la inmarcesi- hombres, quedaban la mitad tendidos en el
ble gloria de habérsela proporcionado. campo , porque eran fusilados ó asesinados
«Siendo el objeto de lodos mis desvelos los prisioneros.
la tranquilidad del Principado , librándolo Esto no obstante, la causa carlista no
de los enemigos, á quienes el robo y toda progresaba; y aunque su periódico oficial, la
clase de delitos forman el cebo de su p e r - Gaceta de Oñate , publicaba siempre triun-
manencia en las filas de la iniquidad, auto- fos , los resultados desmenlian tan h i p e r -
rizo á los señores gobernadores para que bólicos partes. Sabíase en las provincias la
tomen velozmente en sus corregimientos t o - verdad, la escribían algunos gefes y muchos
das las medidas que no puedan retardarse particulares, que no cesaban de encarecer
y que propendan al objeto, dándome cuen- sobraban elementos para regular la guerra,
ta especificada de las que sean para la c o r - disminuyendo sus horrores en esta parle de
respondiente aprobación , y consultándome España, lo mismo que en las Provincias Vas-
las demás que juzguen oportunas, en el congadas. Asi era ciertamente , y esta c o n -
concepto de que su honor y reputación e s - vicción hizo que en el cuartel real se a p r e -
tán altamente comprometidos, y que la pa- surase la marcha de un gefe que consiguiese
tria impulsa su actividad para prometerse lo que todos los carlistas sensatos deseaban.
mucho de ellos. Con la marcha de Maroto á Cataluña,
«Dios guarde á v d . muchos años. B a r - coincidió la trama de una conspiración en
celona 12 de julio de 1 8 3 6 . — F r a n c i s c o Cardona con intento de apoderarse del cas-
Espoz y Mina.» tillo. Descubierta, muy adelantada ya, f u e -
ron presos varios canónigos, capellanes y
otras gentes fanáticas.
OPERACIONES M I L I T A R E S . — CONSPIRACIÓN EN
CARDONA.
NOMBRAMIENTO DE MAROTO PARA GEFE I)E

CATALUÑA.—SU MARCHA.
LXV1I.

LXVIII.
Llegamos á la mitad del año , y los s u -
cesos políticos que ya empezaron á tener
l u g a r , parecían absorber mas la atención A pesar de la distancia que separaba á
que las operaciones militares; asi que estas Oñate de Cataluña , se sabia , como hemos
eran escasas, y estériles por lo común sus dicho, en la corle carlista lo poco que a d e -
resultados. Solo de cuando en c u a n d o , y lantaba la guerra en aquel p a i s , y se p e n -
ya en uno vi otro estremo del Principado, saba en enviar á un gefe de carácter que
tenían lugar algunos encuentros, en que la pudiera poner coto á la insubordinación y
suerte de las armas no se mostró decidida demasías de aquellos feroces voluntarios.
en pro ni en contra de unos ni otros comba- Muchas razones militaban en favor de
tientes. Casi todos los gefes de las brigadas Maroto para que se le confiase una misión
y columnas liberales son á la vez v e n c e d o - tan difícil, y atendiendo á las mismas, r e -
res y vencidos, y lo son igualmente los car- cayó en él la elección.
listas. Permanecía disgustado en la c o r t e , que
Albíñana , Basora , San Quirsc , Costa ya en abril quiso a b a n d o n a r , dirigiendo al
do. Codoñcs, Cornudella, Mollera, Monis- efecto una esposicion á don Carlos, en la
trol de Caldas, liipoll. Argcntona, San F e - que, pretestando el mal estado de su salud,
líú de Torelló , y en íin , las márgenes del y « viendo con dolor, decía, que en las a c -
Segrc , del T e r , del Llobregat, del Pluvia, tuales círcunslancias no podía ser útil á la
y desde la Junquera hasta (jldecona, s u - justa causa de su r e y , á pesar'de sus mas
frían con mas ó menos fuerza, mas ó menos ardientes deseos,» pedia licencia temporal
de continuo , los furores de una guerra la para el eslrangero, á fin de atender á su
mas encarnizada , sin que el tiempo a m e n - salud y á sus hijos.
NOMBRAMIENTO S1AROTO, ETC. 07

Mas no fué concedida, y permaneció en con que contaba en Cataluña, estaban en


Tolosa, haciéndose algo comprometida su desastroso estado , confiando en que yo las
situación , pues á pesar de que procuraba ordenaría. Convino en cuanto le propuse
vivir en un completo aislamiento , se veia para el desempeño de mí cometido, y acce-
continuamente obligado á escuchar á multi- dió á que para pasar por Francia con a l g u -
tud de quejosos que le buscaban, dando esto na facilidad y sin esposicion de ser sorpren-
lugar á la formación de un nuevo partido, dido y encerrado en una cárcel, aparentase
que desde entonces se llamó Marotisla (1), marchar resentido y bajo el pretesto de t o -
y al cual no dio vida el g e n e r a l , con cuyo mar los b a ñ o s , para lo cual se me dio el
nombre fué bautizado, s i n o q u e le constitu- competente escrito , y la suma de 3 0 , 0 0 0
yeron sus enemigos, creando infinitos agra- reales para atender a los gastos del viage.
viados que se unieron formando causa c o - »El fin principal á que se encaminaba
mún en su desgracia para condolerse de mi nombramiento era el de alejarme de don
ella mutuamente. Carlos: lo deseaba y prescnlábaseme también
Nómbresele después de algún tiempo una ocasión favorable de servir al príncipe
vocal de la junta consultiva (pie se formó lejos de las intrigas de su corto, si efectiva-
bajo la presidencia de Villemur; pero cono- mente se me facilitaba cuanto Erro habia
ciendo que las atribuciones de esta junta se ofrecido.
reducían á asesorar para la secretaria de la »Yencidas varias dificultades que en
Guerra, confiada por Erro á Morejon, pidió Bayona me presentaron , tanto el prefecto
permiso para restablecer su salud , y se re- como el general Uarispc, logré, después de
tiró á Elorrio desde Tolosa , donde hasta algunas contestaciones, tomar el camino de
entonces residiera. Marsella (1), por no poder el de Tolosa,
Ofreció sus servicios en la clase que se como me habia propuesto, y después de s u -
le considerase útil después de las acciones frir inmensas penalidades, llegué á los Piri-
de mayo en Arlaban , y se le manifestó que neos, donde acreditó con lágrimas de dolor
don Carlos había recibido con agrado sus la constancia y la fé de mis principios, ¡Qué
ofertas y había acordado llamarle , por lo noche , la que después de haber andado á
cual se le provenia se presentase inmedia- pie diez l e g u a s , eslenuado y aburrido de
tamente. fatiga, hice la travesía de los Pirineos! Eter-
«Conferencié sobre este particular con namente recordaré los momentos en que me
La Torre, dice Marolo, que precisamente se hallaba en medio de aquellos escarpados
hallaba alojado conmigo , y penetrando d i - montes, que á cada paso me Ofrecían un
cho gefe las intenciones del gobierno de abismo y una muerte cierta , haciendo mas
don C a r l o s , me indicó que podía muy bien horrible aquella situación , la lobreguez de
ser el llamamiento para enviarme á Catalu- una noche de truenos, lluvias , relámpagos
ña. En efecto , á mi llegada al cuartel real, y v e n d a v a l , que me hacia contar tales i n s -
la primera persona que me habló del v e r - tantes como los mas fatales de mi vida. Con-
dadero fin para que so me había llamado, fiado á la voluntad de dos hombres d e s c o -
fué Morejon , que intentó estimularme con nocidos , que me servían de g u i a s , dudé
lisongeras promesas de grandes auxilios y repetidas veces de su buena fó , y siempre
recursos para poner las fuerzas de Cataluña marchaba con el recelo de ser asesinado:
en el mejor pie de brillantez y disciplina. dirigíanse mis pasos por donde jamás pisara
EL ministro universal me habló'en el mismo humana planta, y en cuyas escarpadas b r e -
sentido , asegurándome que en la frontera ñas y precipicios veia mi tumba cercada de
tendría ocho mil fusiles, y que podría con- cuanto mas horrible puede presentar la n a -
tar con que se p o n d r í a n ' á mi disposición turaleza. Mil veces pude haberme a r r e p e n -
fondos abundantes. Deseaba salir de las pro- tido de la causa que me atraia tanto p a d e -
vincias , ó mas bien separarme de los c o n - cer; pero me propuse entrar en Cataluña, lo
sejeros de don Carlos, que no podían mirar ofrecí asi á don Carlos, y solo de yerto cadá-
sin enojo mi repugnancia y oposición á la ver hubiese quedado en el camino y dejara
marcha que seguían y hacian seguir, y esto de cumplir mi misión. Salvando tantos d e -
me hizo admitir gustoso la comisión, pasan-
do incontinenti á verme con el príncipe , á
quien halló convencido de que las fuerzas (1) Véase sobre este y otros particulares la
carta que escojemos entre los papeles que de
su autor tenemos a l a vista, ó insertamos á la
(-U Vindicación del general Maroto. conclusión de este capitulo.
TOMO I I I . 13
98 HISTORIA DE LA GUERRA CIVIL.

s
a s t r e s , pisé por fin el suelo de Cataluña, legráficos, hallándome continuamente en lo
saliendo á recibirme mis subordinados, que caminos con los gendarmes. En Tolosa e n -
ya tenían noticia do mi llegada. La alegre table mi combinación y dirigí los avisos que
y respetuosa acogida q u e m e mostraron, me estimé conducentes ; y como sin contesta-
hizo olvidar las penalidades sufridas, y ciones para a c o r d a r , á'nada podia ni debía
pensé solo en dar los mayores dias de gloria resolverme, seguí mi marcha francamente
posibles á la causa ; tal era mi voluntad, hasta a q u i , en que he hecho alto para r e -
pero faltábanme los recursos, de todo c a r e - gresar , como lo voy á ejecutar al momento
cía en el campo carlista de Cataluña; de su de el primer aviso ya con seguridad de que
nuevo gofo esperaban sus mantenedores el no se me encuentre; pero mi mayor cuida-
remedio de sus apremiantes necesidades, d o , y lo que me hará pensar detenidamente
cuando solo podía yo darles órdenes para es lo que se dice sobre Torres y los demás
conservar la subordinación. Asi que de esto gefes, y sobre todo la falta de armas , m u -
estuvieron convencidos, comenzaron á mur- niciones y dinero , pues para morir como
murar altamente , diciendo que para nada Romagosa ó como O'Donell, tiempo sobrado
necesitaban un general, que sobre no s u m i - tendré.
nistrarles armas ni dinero, d e q u e tanto ca- » Los franceses están organizando en el
recían, quería sujetarles á una rigorosa d i s - departamento de Pau hasta doce mil h o m -
ciplina.» bres, de que aseguran debe constar la divi-
sión que llaman Argelina , y la que parece
Nimos 18 de junio de 1 8 3 6 . debe ocupar hasta Irun por el valle de E l i -
zondo , y los ingleses desde Pasages hasta
Santoña , que es el punto de su principal
Señor don José de Arizaga.
objeto, y por la parle de Vitoria estrechar y
arruinar cuanto puedan para que las priva-
«Mi muy querido amigo: ¡qué peregri- ciones hagan su efecto en el ejército carlis-
nación y que de compromisos y disgustos! ta y en los pueblos. Entretanto, amigo mío,
Conozco bien que se trató de alejarme y de que no puede ocultarse á los que mandan,
sacrificarme, pues después de tanto como y después de haber traído la guerra á este
habia mediado y cuando ya se sabia el ver- estremo, á San Sebastian, sobre cuyo punió
dadero estado de las cosas en Cataluña, va- todo esfuerzo es nulo y perjudicial, como el
ya el general Maroto. Si organiza y a d e - liempo lo dejará ver, cuarenta mil hombres,
lanta , asi debió de s e r , lodo estaba ya he- mas ó menos, se están en un puñado de ter-
cho ; pero si al contrario no puede superar reno sacrificándose sin provecho y dando
á las dificultades, para nada sirve ó es un lugar á que los ánimos decaigan y á que
traidor. Lo conozco todo, y lo conocía; mas todo se lo lleve Satanás.
me era forzoso tomar un partido; y vd. sabe «Han hecho creer á nuestro soberano que
muy bien que no me convenia permanecer no pueden ni deben ejecutarse espedício-
por ahí. nes, y no conocen que sin ellas tendrán que
«Vamos al caso. A mi llegada á la raya, sucumbir, cuando las fuerzas que en el dia
mandé llamar á uno que se me habia ofre- hay en esas provincias sobran para llevar
cido por Rounmon para que me pasase de hasta Madrid á Carlos V; mas no mandadas
ocullo , y no vino , contestando que no se por quien conoce solo la táctica de la sola
atrevía; por consiguiente tuve que valermc de bastos. Vamos adelante.
de mi pase para -los b a ñ o s , y pidiendo la «¡Cuánto siento no disfrutar de los ralos
venia al señor de Harispe , se me dejó p a - de consuelo que la prudencia y juicio s e n -
sar hasta Rayona , bien que acompañado. tado do vd. me proporcionaba 1 Dios quiera
Al segundo dia se me intimó no podia per- permitirme nos volvamos á ver aunque sea
mitírseme en punto alguno antes del G a r o - en M a d r i d , según el cálculo prudente de
na, por lo que manifesté sentimiento, y tuve l o s . . . . oj(dateros.
contestaciones con Harispe y el prefecto; «Escríbame v d . , amigo mío , bajo el
mas siendo lo que estaba en mi plan pedir nombre que he adoptado de don Francisco
pasaporte para Marsella por seguir la cosía Santaella y dirigida con olra cubierta para
y ver á donde podia detenerme, pero siem- Mr. Scrbat, en Tolosa, que éste cuidará de
pre desconfiando , no me dejaron sin un mandarlas á donde yo pudiere hallarme.
acompañante que ni de dia ni de noche me »S¡ alguno preguntare por m í , decirle
perdía de vista, y después de los avisos t e - que existo todavía"^ y v d . disponga como
f SITUACIÓN DE LA GUERRA. 99

puede de su afectísimo, seguro servidor eme sufría, y la causa de clon Carlos no ganaba,
besa su mano. contando , sin embargo , con tantos y tan
«RAFAEL MAROTO.» valientes secuaces.
Tal era el espíritu nada lisongero de las
facciones que afligían «1 Principado, sin que
SITUACIÓN DR LA GUERRA EN CATALUÑA A fuese mas favorable la disposición de los
LA LL.EGADA DE MAROTO. caudillos entre s í , sin la cual pudiérase h a -
ber sacado gran partido de las fuerzas q u e
reunían. En efecto, Brujo con la b r i g a d a
LXIX. de don Juan Caballería, podia completar
tres mil hombres, y Trislany mil seiscientos.
El Ros de Eróles y Borges mandaban mil
Conseguida por los liberales la d e s t r u c - quinientos, dominaban el Campo ele T a r r a -
ción ele Torres dirigieron sus tiros contra gona unos tres mil , y aunque era efectivo
las fuerzas que mandaba Trislany , el mas este total de nueve mil cien hombres, esca-
temible de los partidarios, proyectando d e s - seaban las municiones y no era i g u a l , ni se
pués destruir á Brujo. De realizarse este hallaba en buen estado el armamento. Ni
plan, esperimentarian una baja considera- todos tenian fusiles, ni oslaban corrientes
ble las filas carlistas, y desalentadas se lodos estos. Otras partidas existían ademas,
fraccionarían en peepueñas partidas, que le- como v e r e m o s ; pero eran las citadas las
jos do ser acogidas serian entonces r e c h a - principales.
zadas por los pueblos, cansados do sus v e - Un gefe que hubiera reunido las fuerzas
jaciones. Necesaria consecuencia de este del Campo de Tarragona , las c u a l e s , para
plan, era el completo esterminio de los car- librarse mejor de la persecución, se disemi-
listas catalanes. naron por compañías, habria debido r e a s u -
Ninguno de los gefes que contaba á la mir el mando g e n e r a l , porque Masgorel
sazón el Principado, tenia los mas i n d i s p e n - confesaba su ineptitud ; la de Trislany era
sables conocimientos para dirigir una c o - evidente; el Muchacho se hallaba escondido
lumna regular,ni éstas poseían la necesaria y no era tampoco á propósito sino para guiar
organización, distando mucho de la que h a - malamente su brigada, (la primera de Tris-
bía tenido la de Torres. Asi que el gefe, lany) y Ros y Borges servían solo para man-
cualquiera de ellos, que hubiese lomado ei dar cada uno su batallón.
mando , trabajosamente podia reunir cuatro Y en las mismas columnas habian tenido
mil h o m b r e s , con los que tenia que hacer lugar repetidos actos de insubordinación,
frente á cinco mil por lo menos de tropas oyéndose decir públicamente á los soldados
en regla. de Brujo que eran vendidos. Ocasionó esla
Torres habria batido á sus contrarios si creencia haberse sospechado con algún fun-
le hubieran ayudado las demás fuerzas; pero damento de verdad que los liberales sabían
lo eludian constantemente , protestando la las resoluciones secretas de su enemigo , y
falta de municiones y la dificultad de ra- aunque no so descubrió el confidente, d e s -
cionarse reunidos á su fuerza , atendida la confióse del secretario de Brujo , M . . . . , y
escasez de víveres, efecto necesario del d e - aun se le acusa en un papel que tenemos á
plorable sistema epte observaban , y al epie la vista , por haber tenido otras opiniones
puso término mas adelante el conde ele E s - políticas ó haberlas aparentado ostensible-
paña. También se disculpaban con no p o - mente.
der cobrar, en otro caso, las contribuciones Tal era la situación de los que soste-
de los pueblos para pagar al soldado, y que nían en el suelo calalan las pretensiones de
era en vano recaudarlas sino con la fuerza. don Garlos. Tan impotentes para hacerlas
Reunidos no podian amenazar á todos los triunfar en aquel Principado, como sobrados
pueblos á la vez , y fraccionados se cuida- para el m a l , hacíase tan urgente como n e -
lian mas de las exacciones que de buscar al cesaria una autoridad sobre todos eme apro-
enemigo. vechase tan respetables fuerzas , y d o l á n -
Los catalanes, al ver que hacia siete dolas de la subordinación y disciplina d e
meses se les ofrecían recursos y espedido - que carecian, y organizándolas convenien-
nes, que nunca llegaban, no creían ya cuan- temente , las diese la unidad de que tanto
to se les prometía , y difícilmente se p r e s - habian menester para su triunfo, libertando
taban á muchos sacrificios. El p a í s , pues, asi al país de tropelías escusables. Si Maro-
400 HISTORIA DE LA GUERRA CIVIL.

to , encargado de comisión tan grave , h a -


bida consideración al espíritu de provincia-
lismo con que iba á luchar , á la natural Division de Gerona.
altivez de los catalanes, á la propia de unos
hombres que voluntariamente hacían hasta
el sacrificio de su vida, y atendida la fuer- Esta división se halla bajo las órdenes
za de los malos hábitos contraídos , la llevó inmediatas del brigadier don Ignacio Brujo
ó no á feliz término, lo veremos en seguida. y consta de dos b r i g a d a s : la primera al
mando del coronel don Patricio Zorrilla , y
se compone de tres batallones y.veinte c a -
ENTRADA DE M AROTO EN CATALUÑA. — E N - ballos; y la segunda al de don Pedro Grau,
CÁRGASE DEL MANDO.
siendo fuerte de dos batallones y cincuenta
caballos. Ademas cuenta esta división el
batallón de guias del Ampurdan , á las ó r -
LX X . denes del coronel don Jaime Guitard , un
escuadrón primero provisional á las del c o -
ronel graduado don Manuel Tell de Monde-
A fines de agosto penetró Maroto en deu , y la compañía de guias sueltas del
Cataluña al través de mil riesgos, entrando comandante general interino.
por uno de los puertos de las montañas de
Nuria. Recibiéronle algunas de las c o m -
pañías de cazadores mas lucidas (1) y d e s - Division de Lérida.
cendió al santuario de este n o m b r e , p e r -
noctando en C a r a u p s , donde le presentó
Brujo el siguiente estado , cuyo original se La manda el gefe de la primera brigada
halla en nuestro poder. de la misma, el coronel don Bartolomé Por-
redon. Compónese de dos b r i g a d a s , man-
dada la primera , que consta de dos b a t a -
Ejército real de Cataluña. llones y veinte caballos, por el comandante
de batallón mas antiguo; y la segunda, que
cuenta oíros dos batallones, por don José
Demostración de las fuerzas que com- B o r g e s , hijo del difunto coronel Borges,
ponen este ejército , su organización y e s - que la habia formado y organizado.
tado de equipo y armamento.
El ejército se compone de cuatro d i v i -
siones , á saber: Division del Centro.

(1) Su c a p i t á n , no muy amigo de Maroto,


manifiesta en una declaración que publica el Se halla bajo el mando de don Benito
no concluido fíesámen histórico de la campaña
Tristany. Tiene dos b r i g a d a s : la primera
sostenida en el territorio vasco-navarro, c
impugnación á la vindicación del general Mo- con tres batallones y treinta caballos, m a n -
rolo, estar resentido del nuevo gefe porque no dada por el coronel don Juan Caballería; y
le m i r ó ; añadiendo mas a d e l a n t e , con motivo la segunda con cuatro batallones y veinte
de hacer la guardia á Maroto : « y habiéndome caballos, á las órdenes del coronel don Cle-
«llamado al a n o c h e c e r , le encontré en cama, mente Sobrevias. Consta ademas de un b a -
«asomando las pistolas por debajo de la a l -
« m o h a d a e n que estaba recostado: hízome v a -
tallón de guias y veinte caballos, que o p e -
arias preguntas sobre la tuerza , instrucción, ran á la inmediación del brigadier Tristany.
«armamento y equipo de la compañía, y úfti—
«mámente por mi g r a d u a c i ó n ; y al oir — soy
«capitán con real despacho de fecha de -1.° de
«enero de 1 8 3 6 , — ' ( p u e s era natural hiciese Division del Campo de Tarragona.
ayo mención de l o q u e formaba mi orgullo),
«se incorporó, y con altivez que no alcanzo a
«pintar cou los colores que so m e r e c e , me
»dijo: — Qué real despacho ni qué.... de nada, Está á las órdenes del coronel don José
y¡sirve si yo no la apruebo. — Salime e s c a n -
Masgoret, y se compone de ocho batallones
«dalizado de tan enorme falla de respeto h a -
s t i a la persona que reconocía como r e y , y no sueltos, mandados por sus respectivos c o -
«dejé de hablar de ello á algunos amigos.» mandantes.
ENTRADA DE MAROTO EN CATALUÑA.

TOTALES.

Divisiones. Detall (ic las tuerzas. ' Infantes.. Caballos. Infantería. Caballos.

Primera brigada. . . 1,000 20 120


Segunda id. . . . . 800 50
Gerona. Batallón de guias y .. . 2,200
escuadrón de l a n -
ceros 400 50

(Primera brigada. 800 n 1,300 20


Lérida.
' ( S e g u n d a id. . . 500 »
Primera brigada. . . 1,100 30
Segunda id 1,300 20
Centro. 3,100 70
I Batallón y caballería
suelta 700 20

Tarragona. Ocho batallones.. 4,000 4,000 »

Total. . . . 10,600 210

lo general es darle una peseta y el pan, s a -


tisfaciéndole cuando se p u e d e .
Notas.
4. a
De la falla de centralización de cau-
dales, resulta también que cada gefe se pro-
1.a
Sin estados do fuerza d é l a s d i v i - cura las municiones; de modo que no lodas
siones , ha debido detallarse á cada una la las divisiones se hallan municionadas por
de que se calcula consta aproximadamente, i g u a l , si bien en el dia se va facilitando
habiendo procurado figurar mas bien menos cuanta pólvora fabrica don Pablo Rivas y
que m a s , para que á primera vista no p a - Velar á las tropas que operan por esta parle
rezca una fuerza que tal vez resulte des- de Cataluña indistintamente ; pero escasea
pués no hallarse existente. bastante dicho combustible, y las balas son
2. a
El estado del armamento es mejor de yerro la mayor parte.
de lo que debiera esperarse, atendido á que 5.a
Los heridos reclaman muy p a r t i c u -
todas las armas han debido tomarse al e n e - larmente la atención. Después de haber der-
migo , ó sacarles do parages en donde se ramado su sangre en el campo de batalla,
hallaban escondidos. En el dia tienen fusil han de estar colocados en casas de campo,
la mayor parte de los soldados; pero se e s - espueslos á ser presa de los r e b e l d e s , y
casea mucho de bayonetas. La caballería en tampoco alli tienen lodos los auxilios i n d i s -
general solo liona lanzas, y se eslá bastante pensables , aunque se hace cuanto es dable
mal en cuanto á caballos y monturas. para su curación y que sea llevadera su
3.a
Como en Cataluña jamás ha habido suerte.
entre las tropas reales una administración 3.
a
El ejército se halla en mal estado
que haya centralizado la recaudación y dis- de equipo por falla de recursos, lo c u a j y ^ j x
tribución de caudales, satisfaciendo los h a - impedido atender á objetos de mas \xmov-' v \
beres por igual á todo el ejercito, cada gefe tancia aun , como son ¡as municiones/y a i t y } ) ^
se ha visto en la necesidad de valerse de mamentos. .
los medios posibles para pagar su tropa , y Caratips, 30 de agosto de 1 8 3 6 . U $ ;
de aqui resulta que no en todas las divisio- nació Brujo. \
nes se da igual socorro al soldado , aunque
102 HISTORIA DE LA GUERRA CIVIL.

aspecto de la acción ; pero se equivocaron,


porque al ganar los mas ligeros aquella,
PRIMEROS MOVIMIENTOS DE M A R O T O . — SITIO vieron solamente largas hileras de tropa á
Y ACCIÓN DE I'RATS DEL L L U S A N É S . — SUS alguna dislancia y en bastante desorden,
acudiendo por consiguiente mal y tarde á
CONSECUENCIAS.
protegerlos. El comandante do caballería,
don Manuel T e l l d e Mondedeu, acudió a n i -
LXX1. moso con unas treinta lanzas á proteger á
sus apurados compañeros, y abriéndose paso
á cuchilladas, rescató á los que ya q u e d a -
En la mañana del íll marchó al pueblo ban entre la caballería é infantería enemiga.
de Rivas el general Marolo , bajó por lodo Los liberales recibieron con sorpresa esta
el vallo de aquel nombre, pasando por Cap- acometida ; pero se rehacen y dispersan de
d e v a n o l , y pernoctó en Gombreu , conti- una manera terrible y lastimosa las filas car-
nuando al dia siguiente la marcha por San listas.
Jaime de Fontana á B o r r a d a , donde per- Considerable fué la pérdida que sufrie-
maneció hasta el 6 , en cuyo día fué por ron, siendo la mayor de todas el descrédito
Alpens á San Quirse de Besora , situado á del enviado, cuyo mando se hizo desde en-
la izquierda del rio Ter. Repasóle el 7 y se tonces, sino de todo punto imposible , muy
dirigió por Perafita á Prats del Llusanés, y difícil, porque perdió esa fuerza moral tan
desde la casa llamada el Goll de Prats, sitió necesaria en la guerra , desconfió el solda-
la población con las fuerzas que habia r e - do de la pericia de su g e n e r a l , y se alentó
unido y organizado al paso. el enemigo á continuar mas tenaz la p e r s e -
Continuó el sitio en los dias 8 y 9, a c o - cución.
metiendo los carlistas con dos cañones de Maroto , que veia ya frustrado su plan
m a d e r a , y resistiéndose valiente la g u a r n i - y aumentarse los apuros de su situación, la
ción , y el 10 recibió dos avisos de que cual le obligó á acomodarse , bien á su p e -
Ayerbe , con unos tres mil infantes y t r e s - sar , al sistema de exacciones, que procuró
cientos caballos avanzaba á atacarle por re- dulcificar sustituyendo la súplica á la v e j a -
taguardia. Al ver Maroto la inutilidad de ción , la amonestación á la violencia, pensó
sus esfuerzos para conquistar la población en dejar su mando, del que nada so prome-
sitiada , y recibiendo tercer aviso de la tía , que bajo tan malos auspicios so i n a u -
aproximación de Ayerbe , determinó por el guraba : un mando que le enagenaba la
pronto deslacar tres compañías de cazadores voluntad de los gefes y el afecto , y aun la
á contener á los que le amagaban , y d i s - subordinación del soldado ; un mando , en
puso en tanto las demás fuerzas para a p o - fin , que no era para Maroto , y en el que
yar el movimiento. Marcháronlos cazadores aun triunfando en Prats del Llusanés no hu-
á la c a r r e r a ; mas encontraron al enemigo biera podido conservarse con prestigio.
ocupando ya una posición ventajosa que á
corta distancia ofreció á Maroto el terreno,
y de que no se apercibió ó cuidó, cometien- MOVIMIENTOS DE M A R O T O . — MUERTE DE 011—
do en ello un gran error, aunque contase con
T A F . Á . — CONCLUYE EL MANDO MAROTO Y SU
otras fuerzas en su auxilio; y aunque trata-
ron de ganarla, fué inútil su arrojo, y c o n - ENTRADA EN FRANCIA.
sumieron en vano sus municiones.
La vanguardia liberal sostenía b i z a r r a - LXXII.
mente el terreno, y apoyada por otras fuer
zas que se les iban uniendo , cargaron i m -
petuosamente sobre los carlistas. Cejan á Después del desastre ya citado, retiróse
pesar de su valor los cazadores, y atacados Maroto por Santa Eulalia á pernoctar en Al-
por la caballería , su derrota fué desde en pens , trasladándose en la mañana del 11 á
lonces completa. Borrada, donde se detuvo dos dias para r e -
Los fugitivos creyeron , sin embargo, coger los dispersos del Prats.
momentánea aquella desgracia , esperando Conseguido algún tanto su objeto, se
que á cubierto de una colina que tenían á dirigió á las inmediaciones de Berga y p e -
la e s p a l d a , camino de Prats , encontrarían queño llano de los Tres Pinos, Llinás "y San
emboscada suficiente fuerza para variar el Lorenzo de M o r u n y s , donde permaneció
OBSERVACIONES SOBRE EL MANDO DE MAROTO EN CATALUÑA. 103

cuatro dias, y el 20 fué por las inmediacio- don Carlos para hacerle presente cuanto es-
nes de Solsona á hacer noche á San Clemen- timaba oportuno acerca del engaño de que
te , de donde , después de una larga y p e - habia sido j u g u e t e , y las dificultades que
nosa jornada, llegó á Cubells el 2 1 . se tocaban para sostener en Cataluña venta-
Por A l o s , Congues, Isona , T a u s , C a s - josa y noblemente la causa carlista, y les
tellvó, Arfa y Adriñan , dio vista á la C e r - dio las órdenes necesarias para que se man-
daña, y descendió al llano, en el cual entró tuvieran á la defensiva, haciéndoles todas
por las inmediaciones de Montallá, y pasan- las prevenciones oportunas para obrar con
do á la vista de Vellvert, acampó á la o r a - acierto y sujeción á la autoridad del gefe á
ción en las cercanías de Alp , dirigiéndose quien por su mayor graduación correspon-
el 29 á los puertos de Tora por la Molina. día el mando genoral. Acompañado d e s ú s
Tuvo en la venta de esle nombre un p e - ayudantes y de una compañía de infantería,
queño encuentro con parle de la guarnición fué á pernoctar á Campells, mandando al
de Puigcerdá, que, con el objeto de detener mismo tiempo que los dispersos se dirigie-
aquella marcha ó paseo militar, esperó en sen á Castellá de Niu.
posiciones á propósito. Retirada esta fuerza, El d i a S , pasando por las inmediaciones
fué alcanzada por la vanguardia de Gurrea de R i v a s , le dejó su acompañamiento en el
la retaguardia carlista, que , batiéndose en santuario de Nuria , y se adelantó solo á
retirada, pudo pernoctar en Castellá de Nuc, E i n a , d o n d e , siendo reconocido, fué a r -
que abandonó el 3 0 , marchando por la P o - restado por los gendarmes, y luego sus
b l a , San Jaime de Fonlañá y Borrada. A la a y u d a n t e s , que llegaron después al mismo
salida de esle punto , dispersó Marolo las punto. «
fuerzas que llevaba consigo, y con sus ayu- De cárcel en cárcel fué conducido á
dantes y una pequeña escolta, pasó la noche Perpignan , donde le encerraron en un c a -
en una casa de campo. labozo , hasta que le internaron en Tours.
El 1." de octubre se trasladó á Alpens, Andando el tiempo pudo por fin sustraerse
donde con un batallón que allí existia, per- á la vigilancia de sus guardadores y llegar
maneció hasta el 4. á Burdeos, en cuya ciudad escribió á don
Ortafá, segundo de Maroto, y el b r i g a - Carlos, y en ella le mandó esperar órdenes
dier Royo , gefe de estado m a y o r , que se y el resultado del espediente instruido en
hallaban situados en San Quirse instruyendo averiguación de su conducta en el maudo
y organizando algunos batallones, le a v i s a - d e Cataluña (1).
ron la aproximación á aquel punto de fuer-
zas liberales, al mismo tiempo que se d i r i -
gían otras al alcance del cuartel general.
OBSERVACIONES SOBRE EL MANDO DE MAROTo
En su consecuencia , previno Maroto á O r -
tafá que se replegase sobre Alpens para EN CATALUÑA.
moverse unidos á donde conviniese. Maroto
salió á este fin á su encuentro ; pero Ortafa
quiso sin duda esperar al enemigo , que no LXXIII.
tardó en presentársele con fuerzas superio-
res , y aunque al verlas quiso retirarse, era
ya_tarde , y el barón de Ortafá no sobrevi- Muy duramente se ha juzgado por los
vió á la derrota de su gente. enemigos de Maroto s u m a n d o en Cataluña,
• En el camino encontró Maroto en c o m - y aunque no le defendamos, porque i n d u -
pleta dispersión las fuerzas de Ortafá , y dablemente pudo haber hecho mas de lo que
supo su muerte. Varió entonces de dirección hizo, es lo cierto que esta empresa era para
porque no contaban mas que un batallón otro carácter que el de Marolo, aunque
incompleto y algunos tiradores, y viéndose fuerte.
amenazado por su espalda , se dirigió por
En el estado en que se hallaban los car-
Sorá á Gombreu , donde cumplió su p r o p o -
listas del Principado, era necesario un con-
s i t ó l e dejar el mando, puesto que no se le
de de España capaz de organizarles, ó un
habia contestado por Erro, no siendo de su
hombre que llevase un ejército para d o m i -
carácter, decia, llevar una vida desastrosa,
narles , y abundancia de dinero para s a t i s -
digna solo de un capitán de bandoleros.
facerles. Ni uno ni otro llevaba el gefe que
Llamó á los gefes que le acompañaban,
les manifestó su plan de volver al lado de (1) Véanselos documentos núm. 7. .
HISTORIA DE LA GUERRA CIVIL.

les dio el cuartel r e a l , y fué mal recibido podido menos de sorprender tan estraordi-
como era de esperarse. naria exigencia, tan fuera de toda esperan-
Condolióse al palpar sus embarazos, de za, cuando estaba cierto de su íntima c o n -
la falla de un apoyo para sostener su a u t o - vicción respecto á la absoluta imposibilidad
ridad , y de los auxilios indispensables para en lo humano por la carencia de fondos y
llevar adelante la guerra con vigor, y sos- medios para realizarlos?» (1).
tenerla con decoro, pues perseguido c o n s - La guerra en Cataluña estaba, pues,
tantemente desde su entrada por Ayerbe, condenada á seguir por algún tiempo mas
Garrea, Sebastian, Aspiroz y otros que en un estado tan deplorable para el país,
retiñían mas de seis mil hombres, cuando sobre el que pesaban todos los males i n s e -
solo pudo oponerles dos mil que reunió á parables al desorden, y falla de unidad de
duras penas para operar, y éstos hambrien- las partidas que le recorrían.
tos, le fué'preciso diseminarlos, quedándo-
se para su seguridad con una sola compañía.
Y fué acertada esla determinación para ROYO EN CATALUÑA.—SORPRESAS Y E N -
salvarles, porque el enemigo, tenaz en su CUENTROS.
persecución, estaba ya á media hora de dis-
tancia, y Marolo no había podido permitir
á su tropa un momento de descanso, ni r e - LXXIV.
poner las municiones consumidas el dia a n -
terior en la retirada que sostuvo batiéndose
« n e o horas. El cansancio, el h a m b r e , el Para reemplazar ó Maroto en Cataluña,
desaliento, redujo á aquellos soldados á una quedó de comandante general don Blas Ma-
situación crítica, estrema y terrible, no ría Royo, de quien se mostraba satisfecha
siendo menos apurada la de su gefe, que la corte carlista, haciendo p u b l i c a r e n su
quitó á los contrarios el objeto de su tenaz periódico oficial que su mando producía los
seguimiento. mas felices resultados, debiéndosele la fun-
Pero aunque fuera esta situación resul- dición de dos cañones ele b r o n c e , dea 12
tado de la impericia del gefe, ¿qué podia u n o , y otro de á 6.
hacer Marolo con unos subalternos q u e , co- En cuanto se divulgo entre los liberales
mo decia muy bien en una esposicion que la marcha del gefe superior de las facciones
elevó á don Carlos desde Perpignan el í) do catalanas, quedando asi sin la necesaria
o c t u b r e , apetecian el desorden y r e p u g n a - unidad , contaron casi segura su eslincion;
ban la organización que pusiera raya á sus y los epie habian vencido en Prals, en Casa
escesos y miras particulares? S e n d r a , c n el Priorato, en la Terraza de
Y como si esto no bastara para cpie Molina de A l p , en San Quirce y otros pun-
pensase únicamente en evadirse de los m o - tos, se propusieron redoblar su actividad a
vimientos contrarios, nunca tan bien combi- fin de conseguir por completo su eslerminio.
nados , porque se comprendía la convenien- Gurrea, JNiubó, I r i a r l e , Sebastian, Osorio,
cia de impedir la organización de aquellas Ayerbe , Conrad, Bretón y cuantos al fren-
verdaderas b a n d a s , esparciéronse entre los te ya de una brigada ó columna operaban
suyos voces subversivas, atribuyendo á los en Cataluña, se prometieron conseguir, sí
que últimamente habian entrado de Francia no el término de la campaña antes de c o -
la viva persecución que sufrían, manifestan- menzar el invierno , dejar al menos r e d u -
do los catalanes osada y públicamente las cidos los carlistas á un estado que librase al
intenciones de alentar contra ellos. ejército de operar de continuo á pesar de las
Aun admitiendo que hubiera podido so- aguas, de las nieves y de los rigores de la
breponerse á estos obstáculos; aun s u c e - estación.
diendo que se hubiera hecho obedecer de Animados de este propósito, y con esla
los gefes y querer de los soldados; que h u - decisión, redoblaron unos su actividad y
biera podido armonizar todas las volunta- apelaron otros también al rigor con los p u e -
des, é inspirar á lodos los mismos s e n t i - blos que protegiesen á los carlistas, como
mientos de obediencia y de orden, tan en hizo Gurrea en Pinos, que sufrió la misma
pugna con su Índole ó instintos de liberli-
n a g e , ¿qué hace un gefe sin recursos de
(I) V é a s e el oficio de don Pedro Alcántara
ningún género, un gefe á quien se contesta Diaz L a b a n d e r o , y su contestación en el n ú -
al pedir uniformes y cariuchos q u e , «no ha mero 8.
ROYO EN CATALUÑA. {05

suerte que cupo á Caslellfullid durante la blo de Brafim , fortificado por los liberales,
segunda época constitucional. y penetró en él por sorpresa en la mañana
Los carlistas no se descuidaban por su del 2 de noviembre, no podiendo ocupar
parte, é l b a ñ e z y Torre prepararon el "29 de el fuerte.
setiembre una emboscada á la guarnición de F e r r e r , con una compañía, quiso a p o -
la villa fortificada de Sarral, provocándola derarse el i de un convoy en las inmedia-
con guerrillas desde el sitio de la Sierra. ciones de San Sadurin; pero se le frustró su
Respondieron á esta provocación los defen- intento.
sores de Sarral saliendo cincuenta hombres Poli, gefe de la columna de T o r r e d e m -
al mando del teniente don Fernando Martí- barra , tuvo el 18 un choque con los guias
n e z , y cayó sobre ellos el grueso de la fac- de la divíon carlista de Tarragona, l l e v á n -
ción oculto en las casas de los arrabales. doles en retirada hasta la Pobla de Monta-
Inútil la resistencia, murieron á pesar de mos. Otro encuentro tuvo el 23 , aunque no
ello el gefe y treinta de sus subordinados, lan favorable ó las armas constilucionales.
salvándose casi milagrosamente el resto de Zorrilla llegó al amanecer del 22 á Ber-
la partida. Protegidos los carlistas por los g e s , y tomó este punto degollando i n h u m a -
vecinos de los arrabales, después sufrieron no á cuantos nacionales hubo á las manos,
estos el castigo de ver derribadas sus casas en número de treinta y tantos, y destruyó
para que no sirvieran otra vez de guarida el pequeño fuerte.
al enemigo ni facilitasen otra sorpresa. Grau sostuvo en los primeros días del
En o c t u b r e , Ros de Eróles, que había mes de diciembre una escaramuza en las
formado el proyecto do penetrar en el vallo inmediaciones de Vich con la guarnición,
de Aran , envió á las órdenes del capitán protegida por Simonct, quien frustró la ten-r
Abadía algunas fuerzas para sorprender al tativa de sorpresa que por medio de una
comandante de nacionales que ocupaba á emboscada preparó Grau en el monte de
Aterri , con quien tuvo un encuentro el 20. Piugiastellá, teniendo que retirarse á Yi-
Penetró después en el v a l l e , dirigió á los ladrau.
ayuntamientos una circular mandando que El Llarch de Copons entró de noche por
los urbanos se le presentasen , en la seguri- una ventana en la casa-fuerte de Montma-
dad de rpie serian perdonados en nombre neu, se apoderó de noventa y tres hombres
de don Garlos, recogió algunas armas, y que la custodiaban , y la saqueó y prendió
en la misma noche tuvo que ponerse en fuego.
m a r c h a , encaminándose después hacia la Trislany sorprende también á los g u a r -
frontera. dadores de las salinas de Cardona, y les
Mallorca, con tres compañías ataca á acuchilla cruelmente, robando cuanto halla
los liberales de San Iscle, que se resistieron á mano , y aumentando este botín con el
en el fuerte , y con noticia del auxilio que correo de que se apoderó el 7, sabiendo que
les venia por Arenys, retrocedió aquel. salia escoltado de Cervera á Tarragona. Em-
El 22 dispuso Trislany una emboscada boscado en la Curullada , esperóle y cayó
en las inmediaciones de Guisona, con cuya al llegar su gente, lan sedienta de sangre y
guarnición tuvo una pequeña escaramuza: tan feroz como este indigno ministro del
diri giose luego á San Guin, donde pernoctó, altar, sobre los treinta y un hombres que le
y sabiendo que los liberales acndkín en dis- escoltaban.
tintas direcciones sobre su columna, se r e - El 11 se apoderó de Puigverl el comau-
tiró por la parte de Caslellfullid de Llobre- dante del batallón carlista, titulado P r í n -
g a t , donde hizo frente con alguna fuerza á cipe de Asturias.
la columna de Sebastian, que arrolló á los Los pueblos do Espluga, Sanan, Llóreos
del canónigo. Replegóse este hacia el me- y otros estaban ocupados por algunas p a r -
són del Viento, guareciéndose del resto de tidas carlistas con el objeto de hacer una
la fuerza emboscada, la cual atacando á las sorpresa, cuando fueron atacados por lriarte.
guerrillas de Sebastian las obligó á reple- Mallorca se apoderó en una escursion
garse á su vez á la reserva acampando en que hizo por las cercanías de G u i x o l s , de
Tora. dos n i ñ o s , y al saber este hecho bárbaro é
Acosado Ibañcz muy de cerca por Gur- inusitado, reuniéronse indignados los nacio-
rea , pudo , merced á una rápida c o n t r a - nales de los pueblos inmediatos, y lograron
marcha, dejarle atrasado. Emboscó después rescatar aquellos inocentes y matar algunos
dos compañías en una casa inmediata al puc- de sus aprehensores.
TOJIO III.
HISTORIA RE LA GUERRA CIVIL.

El 14 se batió Caballería junto á la P o -


blela de Lillet con la intrépida columna de
Cerdaña. Pelearon valientes los carlistas, MUERTE DE MINA,
cargando á la bayoneta ; pero fueron sin
embargo vencidos.
Las calles de Víllalonga se vieron en- LXXV.
sangrentadas el 19 , y el pueblo de Obiul,
abrigo de los carlistas, fué incendiado.
Las brigadas y columnas que operaban Desde que regresó Mina á Barcelona,
en Cataluña se estralimitaban muchas veces, no le permitió su salud volver á salir á
ya para perseguir á las partidas que i n v a - campaña. Hubieran sido de todos modos nu
dían el Aragón ó el Maestrazgo , ó ya para obstáculo los sucesos políticos de que fué
evitar estas mismas invasiones , en algunas teatro la capital; pero aun sin ellos, ni aun
de las cuales ejecutaban los carlistas s o r - le habrían dejado ocuparse lo necesario de
presas de importancia, como l a q u e tuvo lu- la guerra los continuos padecimientos que
gar el día 22 en Benavarre. Emprenden de le aquejaban.
noche los carlistas una marcha de siete h o - Aquel hombre cuyo físico se asemejaba
ras , atraviesan entonces el caudaloso N o - á su voluntad de hierro, que marchando al
guera por Ribagorzana , y atacan á la villa frente de su tropa sobre una m u í a , por no
por distintos puntos, que se halla de repente poder resistir los movimientos impetuosos
con tan temible adversario. A pesar de lo del caballo, daba las órdenes contra el ene-
inesperado de su aparición y de cogerles migo acompañadas de los quejidos que los
desprevenidos, resisten los milicianos y en dolores le producían, sucumbía á la g r a v e -
vano tratan de arrojarles de la población dad de sus m a l e s , adquiridos en servicio
tiroteándolos desde ias casas. de su patria.
Este acontecimiento, que no dejó de ser La claridad de sus radiantes ojos se
importante , y al que contribuyó poderosa- amortiguaba ; el color de su rostro palide-
sámente con su arrojo el capitán Fontanet, cía ; la valentía de su voz se apagaba , y
fué bastante celebrado por los carlistas, á solo el fuego del entusiasmo ardia en aquel
quienes dirigió su comandante general una corazón esforzado, palpitando siempre por
alocución estimulando su ardor (1). la patria.
Sin ser anciano , ( contaba únicamente
(<l) Dice asi: cincuenta y tres años y algunos meses) tique-
«Señores g e f e s , oficiales y demás clases; Ila vida que no pudieron arrancar en mil
que componen la segunda brigada i n d e p e n - combates tantos enemigos como le vieron en
diente.—Habéis correspondido justamente á
la confianza que m e m e r e c é i s . Os doy á todos
el campo, se desmoronaba como un edificio
l a s gracias en nombre del rey nuestro augusto combalido por los terremotos, como un mal-
amo y señor, por vuestro buen comportamien- tratado b a j e l , que después de luchar largo
to en la espedicion q u e con la seguridad del tiempo contra los vientos y las olas enfure-
buen resultado t u v e á bien encargaros, y en cidas , casi deshecho por las rocas, cada
particular á los que han tenido la ocasión de
distinguirse tan heroicamente en el ataque golpe de mar le lleva una astilla , cada r á -
contra la villa de Benavarre. El dia 22 de d i - faga un rizo de la vela, y se sumerge al fin,
ciembre formará época en nuestra historia , y desapareciendo para siempre del Océano.
su memoria recordará el glorioso triunfo con Asi fué la muerte de Mina, ocurrida el
que os habéis coronado. Habéis visto la i m -
potencia de nuestros pérfidos y cobardes e n e - 24 de diciembre. Las fatigas y penalidades,
migos, y habéis hecho conocer" á todos que los las heridas que había recibido en épocas
defensores de un rey justo y benéfico, en t o - distintas peleando en todas por su pais y la
das partes saben atacar y v e n c e r . Seguid, libertad, trabajos y privaciones sin cuento,
p u e s , el camino de la subordinación, y por él
fueron minando poco á poco su existencia,
llegareis al colmo de las g l o r i a s , y vuestras
sienes victoriosas serán coronadas de laureles. y acabaron la vida del hombre que vivirá
Estad seguros que será infatigable en pedir eternamente en la historia, como vive en la
á S. M. las recompensas á quecos hagáis m e - memoria de los españoles.
recedores por vuestros heroicos esfuerzos v u e s -
Cometió, es verdad, faltas, ¿pero quffin
tro comandante general, Blas María Royo.»
está libre de ellas? ¿ quién se sustrae á esta
condición inherente á nuestro s e r ? ¿quién
puede decirse exento de la flaqueza h u m a -
na? ¿quién es el perfecto contra quien hada
PRIMER SITIO DE GANDESA. 107

pueden los opuestos sentimientos del a g i t a - capítulo, del partido judicial de Tarragona,
do mar de la vida? Mina, sujeto como hom- de cuya provincia fué después comandante
bre á las pasiones y e r r o r , pagó como todos g e n e r a l , él fué quien llevó el peso de la
los hombres grandes su tributo á nuestra lucha en la provincia citada , sosteniéndola
imperfección; pero prestó servicios eminen- ventajosamente en mil ocasiones , y soste-
tes. Le hemos criticado en algunas ocasio- niéndola, no solo en la zona de su mando y
nes, y le vamos á juzgar todavía con s e v e - con los rebeldes del Principado, sino en l a s
ridad , sin cfue nos ofusque el brillo de su provincias inmediatas y con las numerosas y
gloria, que á pesar de todo resplandece. temibles facciones de aquellos reinos, a c a u -
Sin mas antecedente que la reputación dilladas por Cabrera y Forcadell, Quilez y
alcanzada por su tio combatiendo contra los el Serrador, Torner y o t r o s , todos esforza-
franceses , sin posición y sin carrera , Mina dos é intrépidos. La real orden de 21 de
ha sabido conquistarse un nombre inmortal. diciembre del año último , de que hicimos
Conocido de propios y estraños muchos lus- particular mención en la página 264 del
tros antes de m o r i r , la historia ha cercado lomo II, ponia á lodos los gefes de Cataluña,
con sus rasgos la tumba del patriota y del Valencia y Aragón en el deber de perseguir
valiente Mina , terror de los vencedores de á los carlistas en todas partes hasta c o n s e -
Austerlitz y de J e n a , gloria del nombre e s - guir su completo aniquilamiento , sin r e p a -
pañol , de todos sus compatriotas querido rar de propia jurisdicción , y obrando en
antes de que una regia ingratitud separase todas como en ia propia. Por esto veremos
á los defensores de la Independencia nacio- á Iriarte y á otros gefes operar fuera de la
nal, obligando á los mas á ser fieles en todo suya, y batirse con enemigos á que no f u e -
tiempo á sus opiniones liberales, cuyo sos- ron desde un principio destinados. Si esta
ten había sido también objeto de sus esfuer- medida, que debió dictar el gobierno desde
zos en los memorables seis años. Si Mina el comienzo de la guerra, hubiese podido ir
llegó á ser maldecido de los españoles que acompañada del aumento de fuerzas que las
después del año 1814 se opusieron ilusos á crecientes de los contrarios exigían y su
las libertadas de su patria , tan digna de natural movilidad , mas ventajosos habrían
ellas por su heroísmo y g r a n d e z a , y de que sido para el [tais los resultados que produjo;
(al cabo de tantos siglos de honrosa p o s e - porque, ¿cómo cubrir todo el corregimiento,
sión) había sido inicuamente despojada, y destruir las facciones en él, y rechazar las
hoy , un tanto amortiguado su encono , no formidables enunciadas, y perseguirlas fue-
negarán al héroe de Navarra una honradez ra , con mil cincuenta y un infantes de S a -
acrisolada, ni dejarán de reconocer sus emi- boya y cincuenta y cuatro caballos del 7 . "
nentes servicios abatiendo las altaneras águi- ligeros que tenia á sus órdenes Iriarte ? (!)
las francesas. ¿qué hacer con tan escasa fuerza , y coa
tantas atenciones á la vez? Pues esta situa-
ción de Iriarte era la situación en que todos
los gefes se veían , cuando los carlistas pu-
PRIMER SITIO DE GANDESA.
lulaban en casi toda la península , en o c a -
sión que llegaron á ser mas numerosos en
el campo que los defensores de la reina.
LXXVI.

(i) Tenemos á la vista los estados de fuerza


de la brigada, y vemos por ellos la que tenia
La defensa de la villa de este nombre se
mientras de ella estuvo encargado triarte. En 8
conserva viva en la memoria de todos los de marzo contaba con mil ciento setenta y tres
españoles, y es digna la narración de su hombres de la clase de tropa , y cincuenta y
primer asedio de la triste historia de nues- siete individuos de la de gefes y oficiales; en i 7
tras tristes disensiones. del mismo ascendieron aquellos á mil t r e s c i e n -
tos noventa y tres y á sesenta é s t o s ; en 16 de
Ya hemos visto que el brigadier don abril ya no pasaron los primeros de mil ciento
Martin José Iriarte se hallaba en Cataluña cuarenta y nueve , y do cincuenta y n u e v o los
encargado del mando de una brigada de segundos-, ascendieron á mil trescientos o c h e n -
operaciones. Destinado especialmente á la la y seis en 28 de mayo , siendo cuicuenla y
cinco los de mando ; y en 22 de junio fueron
pacificación del territorio conocido con el
mil doscientos noventa y siete los unos, y c i u -
nombre de corregimiento de Tortosa , l i n - cuenta y uno los otros ,'no escediendo los c a -
dante con Aragon y Valencia , al cual c o r - ballos de los fijados al principio, habiendo que-
responde la villa que lleva por epígrafe este dado por fin reducidos á treinta }¡ siete.
108 HISTORIA DE LA GUERRA CIVIL.

Era consiguiente que lodos pidiesen ince- de tierra y cestones una batería á doscien-
santemente refuerzos, y que no pudiéndose tos pasos de la puerta de Horta. Al a m a n e -
improvisar ni distraerse de ningún punto cer del 7 rompió el fuego el cañón de m a -
las tropas que le cubilan , én ninguna fue- dera colocado en la batería , y en todo el
sen los resultados decisivos, prolongándose circuito á la vez el de fusilería. Sostenidos
asi una contienda tart equilibrada. Si recorda- ambos incesantemente y contestados con vi-
mos que no pudieron seiscientos mil franceses gor, decidióse Torner á°embestir á Gandesa,
dominar nuestro suelo, y que ahora eran no llevando á un solo punto sus esfuerzos, sin
menos valerosos y sufridos los que aclama- abandonar los demás , á fin de que no con-
ban á don Carlos que los sostenedores de su centrasen también en él los defensores su
augusta sobrina, porque igualmente eran resistencia. Conduciendo escalas, picos y
españoles, no eslrañaremos ni la inacción tablones, avanzó rápida sobre la menciona-
forzada de las tropas en tantas ocasiones y da puerta una columna c e r r a d a , despre-
su impotencia, ni sus derrotas, á veces glo- ciando el fuego que recibía. Mas , cerca ya
riosas, ni tendremos por cobardes á los car- de la puerta, débil obstáculo á causa de los
listas porque fuesen batidos á veces. disparos del cañón , retrocedió acosada por
Escusado e s , pues d e c i r , que amena- la fusilería , que inutilizó á poco la batería,
zado de continuo el correginiento por las quedando en abandono. El comandante de
fuerzas del Maestrazgo , fliarle pidió con armas , don Cayetano A r r e a , juez de p r i -
tanta insistencia como inutilidad , la fuerza mera instancia , ( 1 ) dispuso entonces una
siquiera precisa para no verse-gravemente salida , que hizo con sesenta de sus compa-
comprometido. Mina lo deseó; mas no pudo ñeros el bizarro capitán de milicianos de
atender á sus justas exigencias, y tuvo que Betea , don Pablo F i g u e r a s , apoderándose
gobernarse Iriarte como mejor discurrió para del cañón y porción de efectos para su s e r -
llenar su difícil cometido. vicio , y persiguiendo á los sitiadores , que
El í de marzo de este año , 1836 , r e - lomaron la dirección de B o t , dejando en
cibió parte de Gandesa poniendo en su n o - poder de los sitiados todos los útiles que
ticia que algunas partidas rebeldes vagaban habian aportado aquellos para el asalto y
por las inmediaciones, y ya el 5 se a c e r - resguardo de sus tiradores, y coslándoles
caron á dicha villa las facciones de Cabre- cuatro muertos y mas de veinte heridos esta
ra , T o r n e r , Quilez y el Organista , pidién- infructuosa tentativa. Solo un contuso tu-
dole auxilio el comandante de armas de la vieron los cercados, que ya dieron á cono-
misma. Ya se habia puesto en observación cer de lo que serian capaces en olra oca-
al recibo del primer aviso , y al segundóse sión. Esl r a n o s , lo mismo que su gefe , á la
puso etl movimiento hacia el punto a m e n a - carrera de las armas, empuñándolas v o l u n -
zado , saliendo de Torlosa á las once de la tariamente por patriotismo , condujéronse
noche del 6 , poniendo en noticia del c a p i - en esta como los primeros soldados. Y no
tán general su marcha, y de Gurrea, supli- fueron solos los milicianos los que defendie-
cando á éste concurriese á la parte de F a l - ron á Gandesa del ímpetu con que la atacó
cel ó Mora por lo considerable de las fuerzas Torner; lodos sus habitantes, sin distinción
enemigas. de clase, de edad, ni aun de sexo , contri-
buyeron á librarla, y aunaron todos su e m -
Once horas distaba Gandesa, y once
peño porque no fuese presa de adversarios
horas de áspero camino . cuya dificultad y
peligros aumentó en aquella ocasión un fu-
rioso temporal de aguas y fríos. Vencidas (•I) No era el juez de Gandesa el único que
penosamente, gracias al conocimiento prác- ejercía funciones militares en esta lucha. T o -
tico del terreno de los milicianos que acom- dos pertenecían á la milicia n a c i o n a l , raro
pañaban á la espedicion , dio vista á Gan- seria el que no la mandase, y raro también el
desa en la tarde del 7 , sin poder atacar á que no se batiese. Sus opiniones políticas, su
propia seguridad, lo que debían al gobierno
Torner, porque al saber su aproximación se
con quien tenian que estar identificados, su
habia retirado con sus mil quinientos volun- autoridad é influjo, todo hacia que empuña-
tarios. sen las armas en un tiempo en que todo era
Habia ocupado Torner sigilosamente en menos que ellos, en que no cabía neutralidad,
la noche del 6 las posiciones inmediatas á en que cercados de incesantes riesgos los que
abogaban por la causa de la reina, su e x i s t e n -
la población y el arbolado próximo á la mis- cia, sino su fé, tan ciega en aquella época e x a l -
1

ma, emboscando la tercera parte de su gen- tada, hacia preciso defenderla coa las armas
te en los arrabales , Y levantando con sacos en la mauo.
ACCIÓN DE ARNÉS Y OTROS SUCESOS. 409

implacables. Una señora , doña Luisa Rara, i se creyeron seguros en ningún punto , y á
repitió en Gandesa el ejemplo sublime de quienes desconcertó un golpe tan atrevido
Zaragoza , repartiendo, espuesta siempre al como bien calculado.
fuego de los contrarios y al frente de la ba- Tomaron también parte en este hecho
tana , municiones y víveres á los cercados. de armas, nacionales de Catalana y de Hor-
Iriarte recomendó, como d e b i a , una defen- ta , tan útiles en todas las operaciones del
sa, origen de la mas meritoria , que ya c o - ejército por ser conocedores del país , no
nocerán nuestros lectores. Estrellado ante menos que por su entusiasmo y bizarría.
sus débiles tapias el orgullo de los r e b e l -
des, su amor propio, cuando no fuesen otras
consideraciones, exigía de ellos tornasen en ACCIÓN DE ARNÉS Y OTROS SUCESOS.
mejor ocasión, y con mejores elementos á
la frustrada empresa ; asi como la decisión
de aquella villa les imponía el deber de se- LXXYIII.
pultarse en sus ruinas. Previsto estaba, pues,
lo que después sucedió.
Centro Tortosa, y capital del c o r r e g i - Cualro días después tuvo lugar en A r -
miento de su nombre , á ella volvió Iriarte, nés un reñido combate, de que salieron
después de haber recorrido toda su parte también victoriosas las armas liberales.
baja , evitando que Cabrera la invadiese y Apenas supo Iriarte que Torner p e r n o c -
atacase áBenicarló, Yinaroz y otros puntos, taba en A r n é s , y que tenia por objeto r e u -
de que le alejó , haciéndole internar en las nirse en él con las fuerzas de Aragón y Va-
sierras. lencia, concibió el proyecto de sorprenderle
á la m a d r u g a d a , emprendiendo el m o v i -
miento desde Gandesa á las nueve de la
OPERACIONES DE IRIARTE. noche del 30 de marzo por caminos e s t r a -
viados para ocultar su m a r c h a , y en efecto,
logró hallarse á las cinco de la mañana r e -
LXXVH. pasando el rio Arga á las inmediaciones
del pueblo. Pero el enenrgo no estaba d e s -
prevenido: sus avanzadas hicieron los d i s -
Los carlistas tenían sus almacenes y hos- paros de señal que tenian de costumbre, y
pitales en lo mas fragoso y apartado de los pusieron en alarma á su g e n t e , lomando la
tuertos de Horta. Difícil e r a , por lo tanto dirección á los puestos de la Sierra por el
ieslruirles, pero importante , y á este iin camino de la Escala. Iriarte, sin demorar
ontramarchó Iriarte hacia Cherta desde cer- un momento, se posesionó del pueblo á pa-
o. del Pinell , donde se hallaba el 26 del so de c a r g a , y logró descubrir la fuerza del
rfsmo marzo en persecución de aquellos, y e n e m i g o , unos mil cuatrocientos hombres
eiprendiendo el movimiento á la una de la que se hallaban en posición sobre elMas-nou
nahe , les sorprendió como se proponía , y y alturas contiguas á él. Las compañías ses-
aleándoles, se apoderó de ios almacenes y ta del 3.° de Saboya, nacionales de Orla,
hostítales, y les redujo á cenizas , inutili- la de voluntarios del 2° Ligero de Cataluña
zan o todo lo que no se pudo llevar. M u - y la nacional movilizada de Tortosa que
riera en la refriega diez y seis de los que componían la v a n g u a r d i a , se adelantaron
guailaban aquel punto, y fueron fusilados con orden de forzar las indicadas posicio-
los pisioneros Bautista Puñol, oficial de los nes, mientras veinte caballos del 7.° L i g e -
de Trner y fray Julián Molla, de la Trapa. ro flanqueaban la derecha , logrando acu-
Torne, al descenso de la montaña, hostilizó chillar á algunos, y otros del mismo cuer-
ó la bigada en su camino á Mora de Ebro; po lo verificaron por la izquierda. La o b s -
pero schazado , no pudo ser perseguido tinación con que se sostenían los carlistas,
en aquilas asperezas por el cansancio de la obligó á Iriarte á reforzar su vanguardia con
column , que llevaba diez y siete horas de la compañía de cazadores de Saboya, que
marcha.Esta operación , sin duda de méri- consiguió trabajosamente arrojarlos de estas
to, fué tmbien de importancia , ya por sus primeras posiciones. P e r o , rehechos en las
resulladc materiales é inmediatos, ya t a m - elevadas alturas, llamadas las Molas de Be-
bién porcie reanimó el espíritu público , y c e i t e , donde tenian de antemano alguna
abatió únjanlo el de los carlistas, que no fuerza, lo fragoso del terreno les' propor—
no HISTORIA DE LA GUERRA CIVIL.

cionó reunirse a n t e s , y presentaron aun mas Con fecha 2 de mayo recibió Iriarte una
fuerte resistencia que en las anteriores p o - comunicación de orden de Mina participán-
siciones. Iriarte reforzó entonces el cuerpo dole que los rebeldes fundian cañones junto
d e vanguardia por la derecha con dos com- á la Cenia, y que ya contaban con dos, p r e -
paías de S a b o y a , y por la izquierda con viniéndole tratase de impedir á toda costa
otra del mismo regimiento, dando posición por su parte , y poniéndose de acuerdo con
á las reservas en el collado de Castellar, las demás fuerzas , los grandes males que
con el doble objeto de observar su retaguar- amenazaban á la causa si se proveían los
dia , por las noticias que tenia de la s i t u a - facciosos de la artillería que necesitaba-
ción de Cabrera. Renobóse el ataque con para ocupar con facilidad los puntos f o r t i -
mas calor, haciendo que se moviesen las ficados.
compañías de s e g u n d a línea p a r a sostener El suceso era en efecto de importancia»
las que empeñaban mas la lucha en prime- porque si las fuerzas d e uno y otro b a n d o
r a , y que avanzasen las de las a l a s , a t a - venian á estar equilibradas , si careciendo
cando á viva fuerza, como lo verificaron. de artillería los carlistas lenian en tan g r a n -
Un esfuerzo general hizo que abandonasen de conflicto á los pueblos que podián r e s i s -
sus formidables posiciones los carlistas, d i s - tirles mientras eran socorridos, y ponian en
persándose en muchas direcciones.
Con este resultado se frustró la p r o y e c -
miserables r e s t o s , y no dudo serán ostermi-
tada reunión de las fuerzas aragonesas y nados. Ya en la profunda gratitud y e n t u s i a s -
valencianas, y se disolvió su junta directi- mo con que os reciben los patriotas halláis una
va en Arnés, primer objeto de Iriarte. verdadera y sólida recompesa de vuestras v i r -
Otro encuentro tuvo lugar el 18 de tudes y sufrimientos: yo la recibo muy s u p e -
rior por baberos conducido felizmente e n l a s
a b r i l , en que Torner salió muy mal parado
marchas y combates que os propercionan t a n
en Ribarroja, descrito en la alocución que honrosos títulos, superando hasta mis e s p e -
dirigió Iriarte desde Torlosa el 25 á su b r i - ranzas.
gada , nacionales y habitantes del corregi- Nacionales: vuestros servicios y señalados
miento: la trascribiremos por n o t a , y se co- hechos d e armas rivalizan en gran provecho
nocerá por ella el estado de aquel territorio de la patria y de vuestra seguridad: vuestra
generosa resolución admira á vuestros c o n c i u -
y su espíritu público (1). dadanos y llena de desaliento á esos foragidos:
yo me lisonjeo con vosotros y os doy las m a s
(1) Compañeros: á ios cuarenta y un dias éspresivasy patrióticas gracias por vuestro leal
de incesantes y atrevidas marchas v e i s ya glo- comportamiento.
riosamente coronadaos los esfuerzos y penali- Habitantes de este corregimiento: t e n g o 1;
dades que habéis arrostrado con indecible v a - mas grata satisfacción viendo ya cerca el tór
lor y entusiasmo. Habéis hecho respetar á las mino de vuestros males y ruina: desaparecie-
facciones de Cabrera y Serrador el distrito que ron los dias de desolación y l u t o ; cesaron ls
n o s está confiado; habéis forzado á Torner en no interrumpidas vejaciones sobre v u e s t r s
3 u s nunca penetradas guaridas; arrojado d e pueblos; protección y castigo habéis recibió
sus m a s formidables p o s i c i o n e s , privado de según el desempeño d e vuestro deber. D i s u l -
los hospitales, ganados y almacenes donde se ta ha quedado esa junta rebelde á cuya sen-
custodiaban sus inmensas rapiñas, y destruido b r a s e h a n saqueado y arrebatado los fonlos
s u armería, hornillos y moldes para fundir los mas sagrados de vuestras municipalidaes:
cañones con. q u e s e alimentaba su audacia y venganza y fin ha hallado Torner á las ateci-
frustradas empresas. El cabecilla, arrojado de dades que ha cometido sobre vuestrasfamdas;
esos escabrosos puertos; acosado por todas par- abatido su orgullo y menguados s u s s e q u e e s ,
t e s y en todas d i r e c c i o n e s , ha visto l o s l u g a - ha abandonado este suelo que escandíosa-
res d e sus trofeos sembrados por vuestras b a - mente ha dominado por diez m e s e s c o n s c u t i -
yonetas de la sangre y cadáveres de sus obce- v o s , cubriéndolo de sangre y lagrimas.LÍem-
cados satélites: y lleno de terror y espanto, po es ya que salgáis de esa apatia criminl q u e
privado d e r e c u r s o s , y estrechado por do es el origen de vuestra miseria: yo espro r e -
quiera que intentaba una incursión, creyó h a - cibir ahora nuevas pruebas de vuestro mor a 1
llar su salvación pasando precipitadamente el orden y afección á las actuales institciones,
Ebro por la parte de Ribarroja el 18 de los cor- exigiré con mas rigor que nunca de uestros
rientes, dejando varios sepultados en el rio, y ayuntamientos la exactitud y oportuidad en
seguido solamente de setecientos entre arma- los a v i s o s , y secundando asi l o s esforzos de
dos y desarmados. cuando á vuestra venida los valientes de la quinta brigada quetengo el
contaba cerca de dos mil: mas empero no con- honor de m a n d a r , s e completará e i b r e v e la
tento con esto vuestro ardor, le habéis p e r s e - pacificación de este territorio, daño nuevos
guido por toda la sierra de Lallena , y a u m e n - dias de gloria ala patria , v consollando con
tado su disp_ersion: nuestro digno general en nuevos triunfos nuestras libertado patrias y
gefe y Bretón los estrechan vivamente á estos augusto trono d e Isabel II.
ACCIÓN ENTRE ULDECONA Y AMPOSTÁ.

tanto aprieto á los que cercaban , ¿ qué iba nera, y no lejos é s t o s , y preparando nuevo
á ser de lodos ellos la hora en que cañones a t a q u e , temerosos de sucumbir por falta de
de batir hiciese caer en el momento sus d é - auxilio , le dejaron doce de los individuos
biles parapetos contra la fusilería, en que la que le guarnecían , y ya no pudo continuar
destrucción é incendio de sus casas fuese en él su gefe , el comandante de los nacio-
obra de las primeras balas rasas y granadas nales de Bandellós, don Jaime Beruet, que
que aquellos vomitasen ? ¿ cómo acudir á todo lo perdió en la noche del 8 de julio,
tiempo columnas distantes, cómo sostenerse llevándose sus enemigos lo que no le q u e -
villas de pequeña consideración asi que j u - maron; y de acuerdo con el comandante del
gase contra ellas una batería? Repelido el puerto inmediato, se retiró en la noche del
aviso en i y 13 siguientes , y trasladada la 8 de agosto. Preso , sin embargo, y encau-
misma noticia en 6 por el segundo cabo, sado , porque no era raro exigir de los n a -
cierta resultó en lo esencial, teniendo lugar cionales mas de lo que únicamente podían
á la vez el principio de la fortificación de hacer, justificó todos los particulares e n u n -
Canlavieja. Aprovechando el martinete de ciados , y que resueltos á abandonarle sus
la Cenia , junto á Beceite , (decía el parte), diez y nueve restantes compañeros por evi-
un navarro inteligente venido á petición de tar una muerte cierta, había tenido también
Cabrera , comisionado por el cuartel real, que ceder á los ruegos de la población, q u e
convertía en cañones de á ocho y de á doce temió mayor estrago.
las campanas y cuanto metal útil pudo re-
cogerse, protegiendo la operación Forcadell
y Tallada. También Canlaviejaera protegida ACCIÓN ENTRE ULLDECONA Y AMPOSTA.
por tres mil hombres. La distancia del lugar
de la fundición y la escasez, de fuerzas con
que Iriarte contaba, eran un obstáculo á sus LXXIX.
d e s e o s , y asi lo reconoció Mina en su c o -
municación de M de mayo , que tenemos,
como las demás citadas, á la vista , en una El respeto que impuso Iriarte á sus con-
pequeña tirita de papel por evitar que c a - trarios buscándoles en su fragoso asilo y su
yesen en poder del enemigo , podiendo f á - incansable actividad , mantuvieron en paz
cilmente ocultarlas el portador. El 23 , sin el corregimiento hasta el 18 de j u n i o , e n
embargo , marchó sobre la Cenia , ganoso que midió con ellos sus armas en Amposta.
de alcanzar tan buen resultado como el que Desde Vinaroz, haciendo levantar el s i -
había obtenido diez y nueve dias antes en tio de Benicarló , vino á pernoctar á U l l d e -
Cornudella de Aragón la columna móvil del cona el 17 , y saliendo al amanecer del 18
corregimiento de Talara , sobre Mombiola, para Tortosa , se vio amenazado en los c e r -
dispersando su genle , matando ó no pocos, ros de Friginais , que dominan durante dos
haciendo cinco prisioneros y rescatando los horas y media el paso intermedio que lleva-
veinte que conducían. A ser cierto en todas ba. Destacando dos compañías de naciona-
sus partes el hecho denunciado , habría l o - les movilizados de Cataluña u n a , y otra de
grado Iriarte su propósito; pero en vano Tortosa, á ganar las alturas de la izquierda,
reconoció el martinete y otros p u n t o s : en púsose á vanguardia con el 2 . " batallón d e
ninguno halló señales de la fundición que Saboya , seguido de la artillería, municio-
buscaba. Hallábase en el Mas de Masías, nes y b a g a g e s , dejando con el 3 . " á su c o -
término de Yalderoblcs, en Valencia, y asi ronel Gándara , y los cuarenta caballos de
lo participó, regresando al corregimiento, que constaba la brigada , á las órdenes del
siempre amenazado por superiores fuerzas, capitán Carreras. Venia por el camino d e
y tan difícil de proteger por la sierra de Alcanar una fuerte columna de infantería,
Orla. precedida de otra de caballería, á la carre-
El 8 de agosto fué por necesidad a b a n - r a , con dirección á las sierras de Godail, y
donado el fuerte de la villa de Falcct. Mil comprendió Iriarte que se habian reunido
veces amagado, y contando únicamente para en la noche anterior todas las fuerzas con-
su defensa con veintinueve milicianos, sufrió trarias al mando de C a b r e r a , Quilez , el
un ataque obstinado el 8 de julio, y en vano S e r r a d o r , el Organista y Llangoslera , con
hicieron el mayor empeño ios rebeldes por el intento do darle un golpe decisivo. C a r -
apoderarse de é l , sabiendo la escasa fuerza gada la retaguardia de su brigada por la
que le sostenía. Pero deteriorado sobrema- caballería, batióse serena en retirada, hasta
•i \ 2 • HISTORIA' DE LA GUERRA ClVÍL.

que hostigada en su derecha por las guerri- cia y Cataluña el refuerzo que necesitaba
llas de infantería , fueron alejadas por dos para no verse otra vez que fuese atacado
compañías. Pero volviendo de nuevo al com- por todas las facciones reunidas en tan g r a -
bate, fué la marcha de la brigada un pelear ve compromiso. Gandesa, a d e m a s , sitiada,
continuo con el fuego y las bayonetas hasta se puede decir de continuo, reclamaba y
llegar á los altos de Friginals. Firme alli, exigía inmediato socorro. En tanto apuro,
siguió á Amposta artillería y b a g a g e s , todo dimitió en vano su cargo.
intacto en marcha tan molesta , y apoyó Abrumado Mina porque todos los gefes
lriarte á la retaguardia, acosada sin d e s - le instaban por lo mismo , y á pesar de la
canso. Conseguido su propósito, destacando ventaja que el activo coronel Niubó alcanzó
tres compañías á derecha é izquierda, c o n - el 28 de mayo en Santa María de Meya
tinuó , aunque amagado por la caballería, sorprendiendo á Borges y haciéndole y á
el movimiento hasta una conca, en la que los que le escoltaban prisionero , dando fin
sostuvo la retirada de estas compañías. Alli su p a r t i d a , dispuso, no obstante , se recon-
dio un pequeño descanso á los soldados, centrasen las fuerzas necesarias para m a r -
que caían sofocados, y quedándose con cua- char sobre Gandesa ; pero añadió en la co-
tro compañías y los caballos, hizo marchar municación de 28 de junio que seria tarda
las demás fuerzas y las siguió. Atacado al esta operación , á causa de que las tropas
punto , formó el grupo , y volvió grupas la estaban persiguiendo en muy distintos y dis-
caballería, que no se atrevió mas á presen- tantes puntos las facciones del Principado;
tarse, llegando sin otra novedad á Amposta. y que el ejército del centro , al mando e n -
El mérito que contrajo la brigada en tonces del general don Felipe Montes, era
esta marcha fatigosa y apenada , la gloría el encargado del país comprendido á la d e -
de que se cubrió en cinco horas de camino, recha del E b r o , y que por lo tanto á él d e -
siempre luchando con sestuplicadas fuerzas, bía dirigirse ó al general Roten para o b t e -
seis mil infantes, y con la desventaja del ner el perentorio auxilio que pedia. Estos,
terreno casi siempre , y con caballería diez anadia, tienen sus fuerzas reunidas para ba-
veces mayor que la que contaba, podia ser, tir y eslerminar á las que sitian á Gandesa,
y no fué si no á costa de gran pérdida. Dos y de su incumbencia es facilitar los socorros
capitanes, cinco oficiales y cien soldados necesarios en el terreno puesto á su cui-
salvaron á sus compañeros, y acuchilladas dado.
las dos compañías de movilizados que a p o - Y Mina tenia razón, y mejor podia Mon-
yaban la izquierda , no pudiendo ya resis- tes apoyar á lriarte.
tir abrumadas una carga vigorosa de muy
superiores fuerzas, y envueltos por todas
partes, quedaron prisioneras, á escepcion de SE ENCARGA 1 r i a r t e DE LA COMANDANCIA
cuarenta y cinco individuos que pudieron GENERAL DE TARRAGONA.
e s c a p a r , siendo todos los demás fusilados.
No es posible fijar la pérdida de los r e -
beldes en esta jornada , ni fácil calcularla, LXXX.
si bien no debió ser insignificante, atendido
el esfuerzo de la brigada. Mayor que la
suya, dijo lriarte á Mina en carta que tene- El mando militar del distrito de T a r r a -
mos á la vista, nos parece que habrá en esto gona reclamaba un gefe de las prendas de
exageración, según todas las reglas de una l r i a r t e , y el gobierno de S. M. se le fió.
buena crítica. Yerdad es que solo á fuerza Posesionóse de él en 23 de julio (1), prote-
de bravura no fué deshecha la brigada, gió eficazmente el territorio á su cuidado,
fuerte aquel dia de mil cuatrocientos hom- y después de batir el 18 de agosto en la
bres; quedos que sucumbieron fué matando, Selva á las fuerzas r e b e l d e s , continuó p e r -
y cuerpo á cuerpo, como hicieron los capita- siguiéndolas sin descanso hasta la Espluga
nes do las desgraciadas compañías de mili- de Francolí, donde las alcanzó reunidas el
cianos ; pero asi y todo debió ser mayor la 2 3 . luciéronle frente , y después de alguna
pérdida de l r i a r t e , seguidos tan de cerca y resistencia , le dejaron el campo , a b a n d o -
con tanto empeño por fuerzas tan superiores.
Los temores de lriarte en sus repetidas (4) En cuyo dia dirigió una alocución á las
instancias se vieron realizados, y de nuevo tropas, nacionales y habitantes, en la cual d e -
olicitó á los capitanes generales de Valen- mostraba sus patrióticos sentimientos.
SITUACIÓN CRITICA DE LOS PUEBLOS.

nando ocho prisioneros y porción de efectos mas establecidos principalmente con el mis-
de guerra en su retirada. Este choque, aun- mo fin.
que sin gran efusión de sangre, fué sin em- Aunque ni un dia descansaban las t r o -
bargo notable por la influencia que tuvo , y pas ni su gefe por ser invadido á cada p a -
mas provechoso á la seguridad de los v e - so el distrito, no tuvieron en el resto del
jados pueblos que otros en que era crecido año otras ocasiones de distinguirse que las
el número de muertos y heridos. que les ofrecieron Pobrós y Masgaret en las
Todas las fuerzas carlistas se habían alturas de la Juncosa, el 11 de diciembre,
reunido con objeto de dar un golpe seguro y G r i s e t , álos dos d i a s , en Espluga Sal^ a.
de mano en el Campo de Tarragona, y de En aquella jornada quedó dispersa la fuer-
sacar de él y del Priorato cuantiosos r e c u r - za enemiga , y en abandono cuanto la e s -
sos , y tuvieron que renunciar á su intento, torbaba, y en esta sufrió una gran pérdida,
hostilizadas de continuo, y corriendo siem- dejando en su fuga considerable número de
pre. Solo á la perseverancia de Iriarte, ayu- armas y efectos militares, y diez prisione-
dado tan resueltamente por los milicianos ros que llevaban. De tanta importancia cre-
de Reus (1) , debió en aquella ocasión el yó este resultado la autoridad superior polí-
distrito verse libre de tan osados y temibles tica de la provincia, que al dar parte de
adversarios. ambos encuentros, concluia diciendo á su
No el esfuerzo de los rebeldes, no la gefe: «Yo espero que el bravo comandante
desgracia de sus contrarios , proporcionó á general Iriarte repetirá estas escenas g l o -
los primeros en octubre la posesión de un riosas, mereciendo b en de la patria por el
fuerte. celo, previsión y actividad con que persi-
Don Manuel Ibañez, gefe de la primera gue á los enemigos, y debo rogar á Y*. E . se
brigada carlista de la división de Tarrago- sirva hacer presente á S. M. y á las Cortes
n a , estaba en relaciones, tiempo hacia, con lan feliz suceso para nuestras a r m a s , como
el teniente graduado don Francisco de P. As- justo tributo debido á este benemérito gefe,
calona , que guarnecía el fuerte de la Pana- y á los valientes que tan dignamente man-
della en el camino real de Cervera, y en el d a , acreedores á eterno loor,de la patria.»
cual ondeaba el pabellón liberal. Hemos trascrito las palabras anteriores,
Ascalona, haciendo traición á su j u r a - cuya copia original tenemos á la vista, por-
mento, le avisó que la noche del 1G (octu- que se vea con cuánta razón hemos hablado
bre) era oportuna para apoderarse del fuer- bien de I r i a r t e , porque se c o m p r é n d a l a
t e , é Ibañez emprendió en la misma tarde gran dificultad de la guerra que nos afligía,
un rápido movimiento con el primer b a t a - peculiar de nosotros y de nuestro difícil
llón de la brigada de su mando desde el s u e l o , favorable siempre á los que á su abri-
pueblo de iVIasllorcus. Llegó á la muralla go la promuevan por cualquier causa.
del fuerte con lodo sigilo, y franqueada
una puerta por Ascalona, en unión con los
centinelas, entra sorprendiendo á toda la SITUACIÓN CIÚTICA DE LOS P U E B L O S . — - A B U -
guarnición al grito de Carlos V.
SOS DE AUTORIDAD.
Resultado fué de esta operación la p o -
sesión del fuerte, el quedar prisioneros unos
ochenta hombres que engrosaron las filas LXXXI.
carlistas, dejar corlada la comunicación de
los correos por la carretera, cuya protección
era el principal objeto de aquel destacamen- Teatro de la guerra casi todos los del
t o , y el infundir la consternación en los de- Principado de Cataluña, no podia ser mas
desgraciada su suerte, ora estuviesen abier-
(!) Sin la cooperación ríe éstos acaso no tos á los rebeldes, ora fortificados al abrigo
hubiera sido el mismo el resultado, pues que sin
los dos batallones de milicianos que salieron de sus continuas .correrías. En el primer
entusiastas de Reus , eran muy inferiores las cuso, sus bienes estaban á merced de aque-
fuerzas de Ii iarte , que no pasaron de mil cien llos , y tropelías y vejaciones sin cuento les
ho ..bres disponibles , sin embargo de ser dos abrumaban , hallándose en el mayor com-
mil quinientos siete en el m e s de setiembre promiso los que profesaban opuestas opinio-
entre soldados y oficiales, pues que opera-
ban con separación el brigadier de los c a - nes, siempre en peligro sus propiedades y su
zadores de Oporto y 1 comandante Bocane- vida. En el segundo, amen de costear en
g r a c o n una columna cada uno. p a r l e , sino en su totalidad las obras de l o r -
TOMO I I I . io
-
HISTORIA DE LA GUERRA CIVIL,

'ificacion, veíanse precisados á hacer la vi- Y justo es decirlo: algunos partidarios


da del soldado, defendiendo alerta su r e - de Carlos Y , horrorizados de los crímenes
cinto , y sin poder alejarse del mismo sino de otros, procuraron atajarlos. «Son tantos
arriesgando su v i d a , puesta con frecuencia los robos y tropelías que causa en el país,
á precio. Exacciones, superiores muchas ve- dice Miralles en su parte de 4 de diciembre,
ces á los escasos medios de las poblaciones que tenemos original á la vista, hablando
miserables y de corto vecindario, mil v e - del cabecilla Trempat, que si V. S. lo s u -
ces repetidas, reducían á sus habitantes á piese por menudo, quedaría horrorizado de
la desesperación, y las cargas continuas de tantos escesos.» Torné pide al ayuntamiento
insoportables bajages, alojamientos y con- de Bimbodé cien onzas de oro antes de tres
ducción de partes y órdenes de unos y otros. dias, amenazando con quitar la vida á t o -
Y no eran solos los rebeldes los que dos sus naturales, «no mirando edad ni
atrepellaban al inerme y pacífico habitante: particularidad alguna.» Por la inversa, son
desgraciadamente no faltaron gefes de las arrancados del claustro y presas dos tias de
tropas de la reina, que desconociendo su Carré y su hija, y justamente irritado, pi-
misión protectora de la seguridad indivi- de su libertad, la cual negada, « s e v e r a ,
dual y demás derechos del c i u d a d a n o , no d i c e , en la precisa necesidad de matar y
fueron inferiores á sus adversarios en sus quemar hasta la quinta generación de todo
escesos. El comandante militar de Reus se el que no fuere adicto al gobierno de Car-
permitió tales desmanes, que tuvo que h a - los V. *
cerle frente la comisión de armamento y Y para completar este ligero bosquejo de
defensa de la provincia, patrocinando á los la situación desesperada délos pueblos, nada
que oprimía. Un ayuntamiento respondía de mas á propósito que uno de tantos bandos
la falta de uno de sus vecinos, ó de una como se publicaron durante aquella lucha
exacción á que no habia podido resistir, fralricidi.
el padre respondía del hijo y el hijo del pa- Bando.—Don José Masgoret, coman-
dre , por el esposo la esposa, y gimieron en dante general de la división de Tarragona
oscuro calabozo liberales que habían sellado y Villafranca , etc.—Habiendo observado
con su sangre su patriotismo, y que todo lo desde algún tiempo á esta p a r t e , que v a -
habían perdido por la causa. rias justicias del titulado gobierno constitu-
Verdad es que aquella clase de guerra cional dan parte del tránsito y-movimientos
tenia sus exigencias especiales, verdad que de las leales tropas del rey nuestro señor,
no era posible obrar á nuestros militares co- (Q. D. G.) en grave perjuicio de su real
mo habrían procedido en otra regular, que servicio, é insiguiendo las órdenes superio-
las cosas no podian marchar como en tiem- res que tengo comunicadas, ordeno y m a n -
pos normales, lodo esto era cierto, todo h a - do lo siguiente:
cia disculpables ciertas medidas y el rigor t . » El baile, justicia ó particular que
empleado para su ejecución, porque no era diese parte á los rebeldes de haber pasado
posible prescindir de la subsistencia del por su territorio alguna fuerza del ejército
soldado y otras atenciones inmediatas, pero real, será inmediatamente pasado por las a r -
se iba demasiado allá mil veces, y la j u s t i - m a s , sin darle mas tiempo que el de dos
cia era muy á menudo sacrificada. Unos y horas para morir cristianamente.
otros se copiaban. Y no hay exageración en 2 . " Sufrirá la misma pena de muerte
la pintura general de este c u a d r o , cuya toda persona, sea cual fuere su c l a s e , sexo
exactitud está en la conciencia de lodos los y edad , que conduzca algún parle al e n e -
españoles imparciales. Casos podemos pre- migo ó en punto fortificado, aunque no
sentar, porque ninguna de nuestras asercio- sea cogida en el acto de perpetrar el d e -
nes carece de comprobantes, que prueban lito, pero si descubierto que lo efectuó des-
la triste verdad del colorido. Tenemos á la pués de la publicación de este bando.
vista las sentidas quejas de un ayuntamien- 3." Toda persona que fuera invitada ú
to reducido á prisión por haberse apodera- obligada por la justicia ó particulares para
do los rebeldes de unas r e s e s ; de patriotas conducir á algún punto fortificado, partes
comprometidos privados de su libertad pol- por escrito ú de p a l a b r a , y los presente ó
la misma causa; de esposas, hijas y herma- dé razón de ellos á cualesquier gefes de las
nas también en la cárcel por agenas culpas. tropas del rey nuestro señor, como y t a m -
Triarle no podía ser indiferente á estos d e s - bién de la persona que la obligaba á prestar
g a n e s , y no lo fué. este servicio á los rebeldes, recibirá la gra-
DESALIENTO DE LOS CARLISTAS. 115

tificacion de mil reales v e l l ó n , y será reco- cimiento á que llegaron los carlistas en el
mendada á S. M. por la gracia á que se ha- Oriente de España.
ya hecho acreedor según la importancia del La gran estensíon del terreno que c o n -
servicio prestado. quistan está enrojecida con sangre a b u n -
í.'
J
En igual pena de la vida incurre el dante de españoles; sobre él han sido b á r -
paisano que hallándose trabajando en el baramente inmolados jóvenes y viejos, niños,
c a m p o , y el viagero que teniendo conoci- y mugeres. Pero demos tregua á considera-
miento del paso de alguna columna e n e - ciones tan t r i s t e s , que harta tristura nos
miga no vaya corriendo á avisar al gefe de ofrece esta campaña. Trátase de una guerra
la partida ó columna del ejército del rey c i v i l , y de ella son inseparables los hor-
nuestro señor que se encuentre en aquellas rores.
inmediaciones, dejando su trabajo para acu- Las guerras nacionales, hijas de motivos
dir á un acto ¿el servicio tan preferente, á sagrados, ennoblecen las almas: las guerras
cuyo fin, á mas de lo mucho que S. M. a p r e - civiles las envilecen. En aquellas se pelea
ciará sus distinguidos servicios, le será abo- por defender la patria de injusta agresión,
nada por el citado gefe una suma de dinero por el decoro del pais , y solo se trata de
suficiente á-dejarle contento para continuar vencer: en estas de esterminar, sean c u a -
en su fidelidad.—Campo de honor, 22 d i - lesquiera los medios.
ciembre 1836.—José Masgoret. Huyendo de detalles enojosos, relata-
Esto por parte de los rebeldes , por lo remos los hechos principales que tuvieron
que hace á las autoridades militares del go- lugar durante el año 1836 en los tres anti-
bierno de S. M . , no diferian mucho sus dis- guos reinos de Aragón , Valencia y Murcia,
posiciones en este punto. Asi q u e , forzados de modo que por ellos se comprenda la
los moradores de los paiscs en que ardia la marcha de la contienda en toda la estensíon
l u c h a , ó conducir los partes de unos y otros, de su territorio durante la época espresada.
y á otros servicios , condenados á muerte
por todos, vivían en perpetua agonía.
Y no hay que decir que no pasaban de DESALIENTO DE LOS CARLISTAS. — SORPRESA
amenazas. No tienen cuento las víctimas de E N MONROYO.
tan estremo rigor. No parecía sino que los
paisanos habian dejado de pertenecer á la
h u m a n i d a d , y que eran enemigos comunes LXXXIII.
de unos y otros combatientes.

El tiempo seguía , á principios del año


de 1836 , tan crudo y lluvioso como al fin
ARAGÓN VALENCIA Y MURCIA. del anterior, circunstancia que angustiaba
á Cabrera , porque su situación se hacia
desesperada. La persecución y el temporal
LXXXII. tenían á su gente fugitiva y dispersa , l l e -
gando asi muchos á desalentarse y presen-
tándose á indulto. Tales proporciones fué
Contrístase el ánimo al considerar los lomando este h e c h o , que Cabrera se vio
horrores que vamos á describir, y al ver amenazado de quedarse solo. Haciendo e n -
marchar á los defensores de uno y otro ban- tonces un esfuerzo, procuró reunir á los e r -
do por caminos ensangrentados por sus pro- rantes ; pero carecía de seguro asilo donde
pios escesos. guarecerlos y de víveres con que alimen-
Los carlistas, que al principio de este tarlos ; y cuantos mas afiliados reunía , era
año presentamos próximos á su esterminio, mayor su conflicto, asi que volvió á s u b d i -
verémosles á la conclusion d e l m i s m o for- vid'irlos en pequeñas partidas para que aten-
mando huestes aguerridas y temibles. V a - diesen mas fácilmente á su seguridad y sub-
rias causas contribuyeron á este c a m b i o , y sistencia; pero vivamente perseguidas, fue-
no fué la de menos influencia la crueldad y ron fusilados cuantos cayeron en poder de
el terror con tamaños escesos empleados. las tropas. Veíase á la facción agonizante,
Víctimas inocentes sacrificadas al furor de y se trataba con todo el rigor de la guerra
la venganza , al capricho y á la inhumani- á los reslos de aquellas columnas autoras de
dad foiuian el pedestal de aquel engrande- tantos males, que prolongaban con su insis-
146 HISTORIA DE LA GUERRA CIVIL.

teneia. Por esto eran implacables los b a n -


dos, terribles las penas, y solo por eludirlas
se presentaban basíantes á indulto. A él se JUNTA DE G E F E S CAULISTAS. — ACCIONES D E
acogieron muchos , no por arrepentimiento, LA JANA T DE TOGA.
sino por libertarse del peligro , los que no
tuvieron ánimo de arrostrarle.
Cabrera lo veia todo perdido, y se alar- LXXXIV.
mó. En situación tan crítica , creyó deber
redoblar lá violencia y la dureza á fin de
contener su ruina ya inminente.-En las me- No fué solo el desastre de Monroyo el
didas severas que adoptó para contener la que tuvo que lamentar Cabrera. El S e r r a -
deserción , le ayudó su inseparable amigo dor y Torner fueron batidos el mismo dia
Forcadell, y no perdonaron ambos esfuerzo por los coroneles Yillapádierna y Montero,
alguno por reunir todas las partidas sueltas, el primero en Chert y el segundo en Pauls.
haciendo asi difícil el abandono de las filas. En tan azarosas circunstancias era nece-
Contó de este modo Cabrera trescientos saria una reunión de voluntades, á fin de
hombres, y descendió con ellos el 4 de ene- que armonizando todos acerca de los m e -
ro á Rosell, á donde acudió Palarea desde dios que debian emplearse para salir de tan
San M;iteo para sorprender á su contrario, angustiosa situación , se escogiese el más
cuyos movimientos no perdia de vista. Pero oportuno y ú t i l , el de mas prontos y s e g u -
tampoco perdia Cabrera los del enemigo, y ros resultados.
al saber su intención, la frustró, marchando Con este propósito, reunió Cabrera á los
toda la noche por sendas extraviadas , que! gefes, y les dijo:
le llevaron á retaguardia de Palarea hacia «Señores: la situación en que nos encon-
Fredes, centro de los puertos, desde donde tramos es triste; pero no tanto que sea b a s -
ordenó á Quilez y á Llangoslera, que estaba tante á entibiar nuestro entusiasmo. Otras
el primero sobre Zurita, y el segundo por veces nos hemos visto en iguales ó mayores
las cercanías de Beceite , que al amanecer apuros, tan frecuentes en la guerra ; hemos
del 6 se hallasen en F u e n t e - E s p a l d a para pasado hambre , sed , frió y todas las p r i -
batir al que á batirle iba, y habia cambiado vaciones imaginables; y con nuestra cons-
de ruta. tancia, nuestro amor á la religión , al rey y
Esperaba Cabrera pasase Palarea por á la patria , nos hemos hecho superiores á
Peñaroya, y le a g u a r d ó , situándose en una las circunstancias. La defensa de nuestra
altura inmediata á este punto, y Quilez en causa y la gloria militar que empezamos á
Monroyo. Algunos confidentes enviados para a d q u i r i r , deben estimularnos á continuar
averiguar la situación de Palarea , caen en con el mismo ardor al frente de nuestros
poder de éste, y sabedor por ellos del plan valientes y sufridos voluntarios. Si algunos
de los rebeldes" marcha rápido á Monroyo han abandonado estas filas, prueba es de
á atacar a Quilez, que se vé acometido que no lenian mucho valor; los que han per-
cuando aun esperaba el regreso de los es- manecido leales nos seguirán hasta morir.
pías. Rodeado por todas partes de enemi- De consiguiente , creo que sin dar entrada
gos , abandona el pueblo y se abre paso por en nuestro corazón al desaliento , debemos
entre las bayonetas liberales, marchando en tomar una resolución pronta y marchar acor-
desorden á Beceite con no escasa pérdida. des y unidos.»
Cabrera, que confiado en sus posiciones i Abundando todos en tales sentimientos,
esperaba á Palarea, dirigióse también á be- acordóse organizar una división escogida
ceite al saber lo ocurrido, donde es fama para operar en el Maestrazgo y Plana de
dijo á sus compañeros: — «Mal empieza el Valencia , y sacar recursos de los pueblos.
«año 8 6 : el corazón me anuncia todavía al- Encargóse el mando de la infantería á Llan-
aguna catástrofe mayor: permita el cielo que goslera y el de la caballería á Añon, c o m -
«no se verifique mi presentimiento.» poniendo toda la fuerza un total de doscien-
tos sesenta y ocho caballos y seis compañías
de infantería. Dirigiéronse á la Jana, acam-
paron fuera del pueblo y esperaron las r a -
ciones que pidieron.
Villapadierna habia emprendido la p e r -
secución de esta columna , y la alcanzó en
PROYECTO DE CABRERA SOBRE PEÑISCOLA.

la posición antedicha. La vanguardia c a r - aseguraba el éxito del combate, mas encar-


lista fué destinada á ocupar las alturas que nizado cada v e z , porque si atacaban con
dominan al pueblo; y no se habia ejecuta- bravura los liberales, se defendían con no
do esta operación, cuando vinieron h u y e n - menos bizarría los carlistas. Penetraron por
do los ginetes que Añon tenia avanzados, fin los primeros en las calles de Toga, y ya
yendo en pos de ellos la tropa , que atacó empleando el plomo, ya el aceío, se trabó
por frente y flancos á los carlistas, cuyas en el pueblo una nueva acción no menos
descargas cerradas no detuvieron la marcha empeñada, y permaneció indecisa, hasta que
de los liberales , que desordenáronlas filas enviando Buil una compañía mas de refres-
contrarias. Dispersos, corrieron los facciosos co, fueron envueltos algunos ginetes carlis-
por el barranco de Cerval hacia la Cenia y tas, y la mitad de la infantería fué víctima
Beceile, sufriendo la pérdida consiguiente á de su temerario arrojo.
su derrota , pérdida que si bien no fué la Buil se apoderaba en tanto por fuera do
que dice el parle al gobierno, no es creíble las difíciles posiciones que habia ocupado
fuese la que supone Añon , un practicante Míralles, y parte de su fuerza persiguió ya
de cirugía muerto y un soldado herido. ¡Es- á los carlistas por la parte del rio hacia E s -
ta era la verdad de los partes. . padilla y Villada, hasta los términos de A l -
Una pequeña partida, que por entonces cora y Lucena, donde al fin se dispersaron
recogía raciones en las cercanías de la .lana, para evitar su esterminio.
fué también dispersada. Otro encuentro de Masa poco se fueron reuniendo los dis-
mas importancia tuvo lugar á la vez. persos y un grupo de ellos atacó á la guar-
Palarea ocupaba el 20 los pinares de dia de prevención que custodiaba los e q u í -
Mosqueruela y Mosquemada , y al presen- pages, que hubiera perdido á no recibir
társele el coronel Buil con su columna , le pronto y eficaz auxilio, sin embargo de la
destacó en busca de los carlistas, que supo- buena defensa que hicieron los acometidos.
nía en Rubielos ó hacia la parte de Sarrion, Buil marchó á Argelita para reunir toda
sabiendo luego positivamente su llegada á su columna, y los campos y calles de Toga
Cortés y á San Vicente de Zucaina, á donde quedaron ensangrentados y cubiertos de
¡nútilmenle fueron los de B u i l , asi como al cadáveres. Habíanse batido como leones
Mas de la Parreta. Pero seguían muy de unos contra otros españoles, y no se dio
cerca á los rebeldes, y aunque se vio preci- cuartel. La pérdida de unos y otros no d e -
sado el coronel á dar á su tropa doce horas bió bajar de trescientos hombres.
de descanso , averiguó en tanto la v e r d a - Ademas, el triunfo que Buil obtuvo, con-
dera dirección de sus enemigos , y en su siguió impedir el proyecto de sus enemigos,
busca volvió á las diez de la noche por c a - pasar á la Plana, y siguió destrozando los
minos intransitables hasta Toga, donde M i - grupos á que se redujo la columna de Mira-
ralles se alojaba. lies. Los nacionales de Cirat persiguieron á
Buil estaba resuelto á penetrar en e l uno de ellos matando cuatro de los que le
pueblo, y batir en él á los carlistas, y para componían, y apresando á uno ; y en T o r -
franquear el paso del puente defendido por remetella alcanzó Buil á unos cuarenta in-
una fuerte guardia, colocada en unaescelente fantes y diez y siete caballos, que dispersó
posición sobre un peñasco, se puso él m i s - apretándoles en su huida por Benasal á Ca-
mo á la cabeza de los cazadores del 1.° de banes causándoles alguna pérdida.
voluntarios de Aragón, y con algunos caba-
llos de línea, marchó á vencer este obs-
táculo. PROYECTO DE CABRERA SOBRE PEÑISCOLA.—
No desalentaron los carlistas con tan SORPRESAS EN EL PUENTE DE ALCANCE Y TOR-
inesperado y decidido ataque, y defendién-
RECILLA.
dose valientes, dieron lugar á que salieran
del pueblo parle de sus compañeros, y ocu-
pando ventajosas posiciones, entrasen tam- LXXXV.
bién en una acción comprometida. Mas no
estorbó el refuerzo el paso del puente, que
salvó Buil con alguna pérdida, y en lanío Tamaños reveses, golpes tan grandes
que destacaba dos compañías á ocupar la fueron causa de una nueva subdivisión de
población, compañías que tuvieron que ser las fuerzas carlistas, á fin de hurlar la per-
dos veces reforzadas para tío ser derrotadas, secución distrayendo la atención del ene-
US HISTORIA DE LA GUERRA CIVIL.

migo á cien puntos á la vez. Cabrera r e c o - Este acontecimiento valió mucho a C a -


mendó á los gefes de aquellas pequeñas brera , y oficiales y soldados lodos querían
partidas no comprometiesen ninguna acción seguirle y no separarse de él aunque mu-
y conservasen á toda costa la gente , p a - riesen á su lado.
gándola bien sin reparar en los medios; que Después de pernoctar en Santa Bárbara,
procurasen no ser sorprendidos, siendo en marchó al dia siguiente á la Cenia , donde
otro caso castigados hasta con pena de la diseminó á su gente , dándola orden de
v i d a , y fuesen obedientes á sus órdenes. reunirse el 2 de febrero en los puertos de
Adoptó otras providencias, y con dos a y u - Beceile. Pero todavía siguieron á Yaljum-
dantes y seis caballos marchó á la masía q u e r a , al mismo tiempo que una columna
de Cardona, término de Vallibona, donde liberal pernoctaba en Torrecilla. Noticioso
enlabió relaciones con objeto de apoderarse Cabrera de su aproximación, avanza á este
de Peñíscola. pueblo , ocupa sus avenidas , oficia á Anón
Asi descuidados los carlistas, las colum- para que le a y u d e , y aunque éste no llega,
nas liberales operaban sin encontrar enemi- cae sobre sus contrarios al verles marchar
gos que combatir, y fué anunciada su d e s - hacia Castelseras y les desordena la s o r p r e -
aparición. Consecuencia de este fatal error sa , corriendo á refugiarse en este punto y
fué dirigir algunas fuerzas ó Navarra y Ca- Calanda.
taluña. En breve se notó su falta, porque
volvieron á reunirse les rebeldes, y ya no
fueron suficientes las fuerzas restantes para FUSILAMIENTO DE LOS ALCALDES DE TORRE-
conlrareslar á los que impunemente se h a - CILLA Y VAL DE ALGORFA. — DISCULPAS DE CA-
bian organizado prevaliéndose de tan torpe
B R E R A . — NUEVO BANDO.
confianza.
Fracasó el plan de Cabrera sobre Peñís-
cola, y corrió á la Cenia, á cuyo punto con- LXXXYI.
vocó ó todas las partidas, y al frente de
unos mil infantes y . m u y pocos caballos,
marchó á la Galera, á cuyas cercanías llegó Comenzamos el prólogo de un drama
al amanecer del 23 , con ánimo de sorpren- sangriento, de una tragedia horrible.
der á una columna liberal que se alojaba en Acabamos de decir que Cabrera ofició
el pueblo. El gefe carlista previno un com- á Añon para que le ayudase á sorprender y
pleto silencio á los suyos, y les dio aguar- batir á la columna de torrecilla. Esle oficio,
diente. La fuerza liberal salia en tanto del dirigido al alcalde de Yaldealgorfa, le abrió
pueblo en dirección opuesta para Tortósa. éste y envió el original á Alcañiz y una c o -
Cabrera, entonces, dijo á sus cazadores: pia á Calaceite. El 1.° fué interceptado por
«Muchachos, aqui conmigo ; los demás una partida carlista , que le puso en manos
que sigan nuestro ejemplo, en la inteligen- dé Cabrera, quien leyó lo siguiente :
cia que si advierto cobardía en cualquiera «Los facciosos sé hallan en Yaljum-
oficial ó soldado , será inmediatamente p a - quera, y probablemente, según lo manifies-
sado por las armas: armad bayoneta, y ade- ta el papel adjunto, caerán al amanecer so-
lante.» Y siguió como formando la reta- bre la columna que está en Torrecilla. Apre-
guardia de sus enemigos, que ignoraban surarse , y salvar aquella fuerza , que si no
tan peligrosa vecindad. se le auxilia y pronto, será destrozada.»
En el puente del Alcance , á una hora No necesitó mas Cabrera: prendió al al-
de Tortosa , le dieron los carlistas á los b a - calde de Yaldealgorfa, y le fusiló el 6 en la
gages y so apoderaron de ellos. Se alarma Fresneda.
entonces la columna; pero antes de que t u - El alcalde de Torrecilla fué también
vieran tiempo de prepararse , lánzase C a - preso y fusilado, y el de las Parras. Su d e -
brera con palo en mano al frente de sus lito fué obedecer las órdenes del gobierno.
cazadores, infunde el pánico entre sus con- Estos fusilamientos fueron un asesínalo,
trarios, no pueden ordenarles los gefes y se como lo fueron los castigos impuestos á a l -
declaran vencidos sin pelear apenas. Fugi- gunos confidentes. Cabrera disculpa estos
tivos , entran dispersos en Torlosa . cuya horroresconlas siguientes líneas copiadas d e
artillería hizo algunos d i s p a r o s , y de cuya su diario:
plaza salió una columna á proteger la r e t i - «Yo no he sido oido sobre tales ejecu-
rada de sus compañeros. ciones. Copio defensor de mi causa , y con
NUEVO BANDO.

fuerzas para hacer cumplir mis órdenes, de Tan cruentas ejecuciones llenaron de
ninguna manera debia ni podia dejar impu- consternación al p a i s , y para aumentarla,
ne la desobediencia. Si algún dia se me para difundir el mayor t e r r o r , para hacer
abriese un juicio sobre el fusilamiento de sin duda temblar al nombre solo de C a b r e -
aquellos alcaldes, pruebas tengo, y las d a - ra, publicó un nuevo bando , que hizo c i r -
ria completas, de los motivos que me o b l i - cular , y cuyo terrorismo obligó á la mayor
garon á obrar asi. Yo liabia publicado un parle de los alcaldes y ayuntamientos de los
bando (es el citado en la nota 3 6 ) (1) y al- pueblos á abandonarles y refugiarse en las
gunos alcaldes no le obedecían, ni cumplían poblaciones guarnecidas.
tampoco mis circulares; yo era tan dueño Decia asi el bando c i t a d o :
del pais que dominaba , como lo eran mis Comandancia general del Bajo Aragón.
enemigos cuando le pisaban. La posición de —Habiéndose declarado en estado de b l o -
los alcaldes era triste , bien lo veo ; ellos queo el distrito de mi mando, y fortificados
habian de obedecer á los dos partidos, p o r - algunos pueblos , demostrando con esto su
que los dos habian adoptado medios rigoro- decisión y rebeldía á los mandatos del rey
sos , y no fui yo el único ni el primero que nuestro señor, desentendiéndose de mis ins-
los planteó. La conducta del alcalde de trucciones en circulares anteriores ( 1 ) en
Valdealgorfa me la confirmó en el hecho
de haber llegado tropas en auxilio de la (I) 1
Es la siguiente •
fuerza que yo liabia batido entre Castelse-
Ejército real de Aragón y confines de Va-
ras y Torrecilla, sin cuyo socorro yo la h u -
lencia y Cataluña.—Las amenazas y penas t e -
biera destrozado completamente. También merarias con que los gefes de las tropas del
fusilé al alcalde de Torrecilla, porque ni gobierno usurpador han llegado á intimidar á
las justicias de los pueblos para que se retrai-
obedecía mis ó r d e n e s , ni me suministraba
gan del cumplimiento de las órdenes que s e
raciones, y daba parte al enemigo de lodos
les comunican , ridiculizando las de los q u e
mis movimientos por medio de correspon- dirigen las divisiones y columnas del ejército
dencias parciales y amigables, algunas de del rey nuestro señor y legítimo soberano d o n
las cuales cayeron en mis manos. Para j u s -Carlos V , m e imponen el deber d e circular los
tificar si fueron justas estas ejecuciones, siguientes artículos para su m a s exacta obser-
vancia.
diré que en el oficio que Nogueras dirigió á
l . ° Las justicias y ayuntamientos d e los
Mina y Blanco el dia 6 de febrero para que
pueblos auxiliarán á las tropas del r e y con la
se fusilase á mi m a d r e , se lee que yo fusilé
puntualidad que s e reclame en los pedidos de
á los alcaldes de Torrecilla y Valdealgorfa noticias, raciones y demás en el parage que s e
por haber cumplido con su deber : luego si hallen ó s e les designe en órdenes ú oficios que
cumplieron sus órdenes con Nogueras, f a l - se les pasen por los gefes que con autorización
las mandan. El menor entorpecimiento ó r e -
laron á mis órdenes y se declararon mis traso e n este servicio tan i m p o r t a n t e , será
enemigos, porque eran incompatibles los castigado con duras penas ó multas sin c o n -
deberes hacia Nogueras y hacia Cabrera. templación alguna.
Para cumplir con el primero , debian fal- ;í' 2.° Las mismas autoridades q u e s e a t r e -
;

lar al segundo , y por este hecho fusilé á van á dar cuenta á los enemigos por escrito ó
los referidos alcaldes, y hubiera fusilado á verbalmeute de los movimientos de las tropas,
sus o p e r a c i o n e s , ó cualquiera otra noticia q u e
cuantos me desobedeciesen, porque era una ocasione el m a s leve perjuicio al real servicio,
necesidad indispensable, nacida de la j u s -serán castigadas con pena de la vida , y los
ticia que lleva consigo un bando publicado conductores de semejantes n o t i c i a s , recibirán
cien palos por la primera v e z , y á la segunda
anteriormente por la autoridad del c o m a n -
dante general de un ejército en campaña. fusilados.
Si los generales cristinos , fundados en la 3.° Los pueblos que opongan resistencia á
las tropas del ejército de la legiúmidad s e r á n
ordenanza tenian igual facultad, fundado ocupados conforme establecen las l e y e s d e la
yo también en la misma ordenanza , podía g u e r r a , y entregados al triste espectáculo del
ejercerla. Todos invocamos el mismo d e r e -incendio y estragos consiguientes. Serán r e s
cho y lo apoyábamos en nuestra fuerza has- ponsables los vecindarios que razonables o b e -
dezcan las disposiciones d e s u r e y y d e f e n -
ta donde alcanzaba ; y como nos encontrá-
sores.
bamos en una guerra c i v i l , esta palabra lo
i. Deben saber los ayuntamientos y h a -
0

esplica todo.» cerlo publicar para conocimiento de todos, q u e


los urbanos y demás individuos d e tropa , si
se presentan alas.autoridades y gefes del ejér-
(4) Puede verse en el tomo 11 de esta his- cito del r e y , e s t á n perdonados entregando el
toria , pág. 352, documento 29. armamento y efectos militares que obtengan, y
HO

que «e les ofrecía el indulto y perdón con gusten establecerse, y cesarán los efectos de
garantía para su tranquilidad en sus respec- estas medidas contra las poblaciones fortifi-
tivos domicilios á urbanos y empleados por cadas desde el momento que abran sus
el gobierno de la usurpación , ordeno y puertas, y obedezcan las órdenes de n u e s -
mando: tro soberano ó las de los gefes de sus leales
1.° De todos los pueblos que se conser- tropas.
ven con fuertes en este reino , serán a p r e - 3.° A todas las mugeres de los l l a m a -
sados todos los víveres que se conduzcan á dos nacionales se les obligará en el término
ellos en una legua de circuito, si no hubie- de veinte y cuatro horas á salir de las p o -
se otro abierto dentro del mismo , pues en blaciones y á residir en las que se hallen
este caso se estenderà la incomunicación sus maridos , con tal responsabilidad, que
absoluta en que los declaro desde la distan- encontrándoselas en otro p a r a g e , serán mul-
cia de doscientas varas hacia la parte del tadas hasta las justicias que lo toleren, y
pueblo enemigo. Todos los b a g a g e s , g a n a - castigadas con arreglo á ordenanza si se
dos y cuanto se halle dentro del citado ra- sospecha confidencia.
dio, serán declarados decomisos, y a p r e s a - 4.° Los ayuntamientos formarán y me
dos por las partidas de aduaneros ó las que remitirán inmediatamente una lista que com-
se destinen , á cuyos conductores ó contra- prenda todos los sugetos que se encuentren
ventores se les castigará con pena capital en las filas del gobierno usurpador, bien
si se averigua ó encuentran papeles ó n o t i - sean urbanos ó empleados en cualquier otro
cias que perjudiquen al servicio del rey. r a m o , con distinción de los puntos en que
2.° Serán todavía perdonados los i n d i - se hallen, incluyéndose en ella hasta los
viduos militares llamados nacionales, que quinlos que sirven en el ejército enemigo,
entregando las armas y equipo se presenten y al m a r g e n , si es casado, el nombre de
á indulto, á quienes se les garantizará con su consorte, ó el de los padres en su defec-
un papel que les asegure su reposo donde to , pues aunque mis sentimientos resisten la
'mitacion d é l a s inhumanidades que ha u s a -
que de no verificarlo sufrirán las mismas penas do el rebelde don Agustín Nogueras, me
-que la inhumanidad de los comrarios aplica á impone este deber la justicia y las instruc-
los nuestros con atrocidad. ciones del rey nuestro señor, para disponer
i . ° Todos los vecinos de los pueblos por
donde transiten las fuerzas militares de S. M. en su vista lo que corresponda.
deben permanecer tranquilos en sus moradas, 5.° Prohibo absolutamente la comuni-
á pesar de lo que pueda figurar en escrito la cación de noticias que acostumbran facilitar
astucia de los e n e m i g o s para intimidarlos y
los individuos de justicia de los movimien-
proporcionarles su ruina; en cuyo concepto se
invita no varíen de residencia instados' por tos , posiciones y operaciones de las tropas
semejantes engaños , y en caso de serles pre- del rey á los cabecillas de las del enemigo,
ciso , dejen el cuidado de su casa á personas sirviéndoles de escarmiento el que se ha he-
que los represente y asista en lo necesario de cho en esta v i l l a , fusilando por este crimen
alojamientos y la parte do pedidos que les
c o r r e s p o n d a , pues entonces serán bien tra-
á los alcaldes de Torrecilla y Valdealgorfa,
tados y respetados , y de otro modo reputados encargando también la puntualidad en el
r e b e l d e s con lo demás consiguiente. cumplimiento de los pedidos de raciones á
6.° Los dispersos serán dirigidos a las d i - donde se reclamen, pues por haberse expe-
visiones para que se juzguen por la comisión rimentado esta falta en los citados pueblos,
d e .guerra que s e establece en ellas, dándoles sufrirán también por primera vez cien palos
en este mismo caso raciones de subsistencia cada uno de los individuos del a y u n t a -
7." Solo en caso de dirigirse fuerzas grue
sas á los pueblos s e permitirá estraigan los miento.
caudales de contribuciones y d e m á s , pues é s - 6.° Los dispersos que acaso se encuen-
t a s corresponden al r e y , y si se advierten ó tren todavía deben reunirse inmediatamente
d e s c u b r e n remesas por letras ó conducciones
que hagan los pueblos, serán sus justicias res-
á sus cuerpos, y el que no lo verifique, se-
ponsables de las s u m a s , y juzgados por la ci- rá fusilado, debiendo darme parte, las j u s t i -
tada comisión de guerra , con aplicación de las cias de los que sepan su paradero.
penas que merezcan. 7.° Se dará la mayor publicidad á estas
•8.° Son responsables de estas medidas los disposiciones áfin de evitar perjuicios c o n -
individuos de ayuntamiento en pleno ; y del siguientes por la ignorancia que pudieran
recibo de esta circular con la copia que estrae-
rán para conservarla, se me dará el oportuno
a l e g a r ; y serán responsables de ello y del
aviso. Mosqueruela 3 de diciembre de i S3&.— mas exacto cumplimiento de cuanto se ha
Ramon Cabrera. espresado, los individuos de ayuntamiento,
CONSPIRACIÓN EN' TORTOSA.

incluso el secretario, debiendo hallarse en flexiones: mas elocuentes ellos, de ellas se


mi poder las relaciones que se citan al s i - desprenden.
guiente dia de haber recibido esta circular, Los siguientes se refieren al proyecto de
d e q u e se quedarán copia.—Fresneda 6 de conspiración indicado.
febrero de 1836.—Ramón Cabrera. «Ministerio de la Guerra.—Un faccioso
aprehendido por guardias nacionales de
Á g u e d a , y conducido á Soria, ha dado en
debida forma la declaración de que a c o m -
CONSPIRACIÓN EN T01VT0SA.
paño copia. Las revelaciones y datos que
arroja hacen muy posible la averiguación
de la inicua trama que se proyecta, y su
LXXXVIL mageslad, dando á este hecho toda la i m -
portancia que se m e r e c e , se ha servido r e -
solver que V. S . , valiéndose de los medios
La existencia de una conspiración en que juzgue mas á propósito, proceda desde
Tortosa estaba en el ánimo de todos, y aun- luego, y sin levantar mano, á depurar la ver-
que no es fácil aducir documentos en c o m - d a d ; dándome cuenta sin demora, asi de lo
probación de hechos de esta naturaleza, que resulte probado, como de lo que sea
poseemos alguno, é insertaremos el de mas presumible, atendidos los antecedentes y
autoridad, sin que por esto respondamos de opiniones políticas que se supongan á los su-
la exactitud del hecho que se denuncia en getos designados. De real orden lo digo
él. Ofrece ademas interés, porque se ocupa á Y. S. para su puntual cumplimiento.—
de otros particulares q u e , á mas de ser cier- Dios guarde á Y. S. muchos a ñ o s , Madrid,
tos , son notables. 18 de enero de 1836.—Mendizabal ( 1 ) . —
En cuestiones de esta clase, y de la fu- Hay una rúbrica.—Señor »
nesta ejecución de que nos ocuparemos en La declaración que cita el anterior ofi-
los próximos capítulos, no es posible entrar cio es la siguiente, que fué remitida al capi-
de lleno sin documentos de autenticidad i n - tán general de Cataluña, don Francisco E. y
cuestionable. Por fortuna, contamos con M i n a , y al comandante general de la p r o -
ellos, y aunque parezcamos difusos, vamos vincia de Teruel, don Agustin Nogueras.
á insertar los de mayor importancia, todos «Seguidamente, dicho señor juez fiscal,
los que den una idea exacta del suceso l a - después de haber hablado y hecho presente
mentable que vamos á referir. cuanto deseaba el declarante, volvió de su
Se trata de un asunto que angustió á orden (del comandante de la provincia de
todos los corazones cuyo eco doloroso r e s o - Soria) á abrir la declaración de Francisco
nó en todo el m u n d o , que ocupó todas las Puyo, á quien denuevo se le tomó juramento,
cámaras de las monarquías constitucionales, y ofreciendo por él decir verdad en cuanto
y álos gabinetes de las naciones, de un su- sele interrogase, lo fué para que manifestara
ceso del que se han ocupado no pocos e s - cuanto deseaba y quería descubrir, hacién-
critores ; se trata, en fin, de un hecho tan dolo de la forma siguiente:—Francisco V i -
importante como fecundo en tristes conse- d a l , natural y vecino d e B e c e i t e , fiador del
cuencias, y que debe ser presentado en to- declarante en su pasaporte, fué mandado
da su horrible verdad. por el cabecilla don Ramón Cabrera y el
Por eso le abordamos francamente, sin Serrador á la plaza de Tortosa, para que se
prevenciones ni simpatías; por eso a h o g a - avistara con el gobernador del castillo, y le
mos en nuestro corazón, porque es preciso, dijera y señalara el dia y hora en que se
la voz de la amistad, y elevándonos sobre habían de aproximar para verificar la entre-
todas las afecciones humanas, sobre n u e s - ga del castillo: q u e , en efecto, Vidal fué, y
tras propias afecciones, desentendiéndonos aunque al principio le contestó el g o b e r n a -
de toda consideración contraria á nuestro dor que no conocía á tal h o m b r e , luego que
propósito, y pensando solo que el país nos se aseguró era verdadero emisario de aquel,
escucha, que la posteridad va á juzgarnos, le dijo que por entonces nada podia hacerse
que escribimos la historia, emitiremos fran- en razón á que habían puesto presos a l g u -
camente nuestra leal opinión en tan desagra- nos de los cuatrocientos hombres que tenia
dable asunto.
La misma abundancia do documentos que (l) Copiado, como todos los demás, del
vamos á presentar nos ahorra no pocas r e - original.
l'OMO m . 16
122 HISTORIA DE LA GUERRA CIVIL.

dispuestos dentro de la c i u d a d , á quienes festó al posadero diciéndole era faccioso y


se ocupaba entonces en ver como salvar, que iba a hacer un recurso al Pretendiente
según lo habrían informado otros, que se contra el Serrador, y que el posadero le
habían escapado á su división porque no los contestó que él también era carlista, y que
apresaran como aquellos; pero que no t u - había en la ciudad muchos del mismo p a r -
viera c u i d a d o , que luego de aquietarse todo tido.—Preguntado quién le dio el pasapor-
lo dicho se haría el negocio. Que el que l l e - te y por qué no firmó la justicia , dijo: que
va la correspondencia y papeles al Preten- se lo dio la justicia del mismo Beceite y su
diente es un arriero de Valderrobles, en el secretario, por quién está firmado, diciendo
partido de Alcañiz, hijo del que cuida el el alcalde no había necesidad de que él lo
martinete de Valderrobles, como colector, firman?.—Preguntado qué motivos le m o -
vendedor ó administrador de él. Que este vieron á romper el papel que deja d e c l a r a -
arriero está ahora con la correspondecia en do , dijo: que por creer le podría servir de
Navarra. Que Rubin de Celis, teniente c o - perjuicio y que se descubría con él faccio-
ronel de Bailen, con cuyo cuerpo se halla so.—Preguntado qué interés le movió ó lle-
en Gandesa, ofreció entregar las armas en vaba en las dos fugas que intentó, dijo: que
el pueblo de Bota al Serrador y á Torné, no hizo mas que una fuga, que no llevaba
pero que esto no se ha verificado t o d a v í a , y olro interés que el de escaparse y ponerse en
que cree tenga inteligencia con estos c a b e - salvo, con el fin de presentarse á cualquiera
cillas. Que cuando cogieron en Terrer las justicia é indultarse, y contar cuanto lleva
tropas ¿ e zapadores, tenían ya Cabrera y declarado.—Preguntado diga y declare sí
Quilez aviso de Madrid: que esto se lo ase- tuvo alguna conversación particular con el
guraron dos arrieros de Aseo, llamados J o - posadero de Calalayud , y si este le señaló
sé de Casapel, y el otro de Casapalotí, el algún sujeto de aquella población que fuera
primero pedido y reclamado por el alcalde del partido carlista, dijo: que no hablaron
mayor de Tortosa: que quien puede y debe nada m a s ; solo si le encargó el posadero que
declarar sobre la correspondencia y comu- le escribiera.—Preguntado si tiene mas ó le
nicaciones con Cabrera y demás cabecillas ocurre qué decir sobre el particular, dijo:
en toda la parle de Cataluña y el bajo A r a - que no tiene mas que decir; solo s i , que el
g ó n , es el secretario de Prop de Connte, que lleva la correspondencia al Pretendien-
llamado Miguel Miralles, quien tiene un te , va con dos machos y tres pollinos con
pariente y amigo en la facción deTorner, de c a r g a s , que tiene muchos conocimientos en
ayudante suyo y comandante de un b a t a - toda la carrera, y que generalmente, desde
llón, llamado Bartolomé. Que este y Mira- la venta I b a r , una jornada antes de llegar
lles estaban en combinación con el teniente á Zaragoza, deja la carretera y se va d e r e -
y ayudante de Bailen, cuando estaba en cho á Navarra: que si no se loma pronta
Gandesa el coronel Montero, cuyo a y u d a n - determinación sobre Tortosa, asegura que
te no sabe como se llama; pero si se a c u e r - cualquier dia se apoderará de ella la f a c -
da es bastante picado de viruelas y tiene ción dicha: que es todo lo que tiene que
una perla en un ojo que parece tuerto, y es- d e c i r , siendo lodo la verdad á cargo del
taba alojado en casa de Canalda.—Pregun- juramento hecho, en que se afirmó y ralifi-
tado si sabe ó tiene noticia que Cabrera y ficó leída que le fué esta su declaración, y
demás cabecillas tengan alguna otra c o r - dijo ser de edad de treinta años, firmándo-
respondencia ó combinación en algún p u e - lo con dicho señor y el presente escribano.—
blo , ó pueblos, ó plaza ó fuerte. Dijo: que Francisco Puyo.—Fermín Binso—Ante mí
sabe tienen relaciones grandes en Alcañiz y Andrés García.—Es copia.—(Hay un sello
oíros pueblos, y que aunque conoce los s u - del minislerio de la Guerra).
jetos de vista, no sabe como se llaman.—
Preguntado á qué casa pensaba escribir á
Calalayud, ó á quién ó á qué sujetos para FUSILAMIENTO DE LA MADRE DE C A B R E R A . —
que entragaran los trescientos duros á los ANTECEDENTES.
urbanos de Á g u e d a , si le daban la libertad,
dijo: que pensaba escribir á la posada d o n -
LXXXVIII.
de estuvo para que la muger del declaran-
te los pusiera en aquella y los recibieran.—
Preguntado si se manifestó quien era al p o - Nogueras recibió la orden y declaración
copiada , y marchó al instante á Tortosa.
sadero de Calalayud, dijo: que si se m a n i - ! A su llegada encontró al brigadier F o i á ,
FUSILAMIENTO DE LA MADRE DE CARRERA. d23

que le adelantó un d i a , y ya estaba e n t e n - centes víctimas , procurando por todos los


diendo en la causa, por lo cual regresó á s u medios posibles el evitar que se repitiesen,
destino en Aragón, sin perder momento. Al me consideré en la indispensable necesidad
llegar al primer pueblo de este r e i n o , supo de oficiar al general en gefe del ejército de
los fusilamientos por Cabrera de los a l c a l - Cataluña, participándole los lamentables su-
des ya citados ( 1 ) , y los palos que habian cesos indicados y la difícil situación en que
recibido algunos individuos de justicia , á me habian puesto, hallando los pueblos aco-
lo cual (habla Nogueras) «se unia el engaño bardados y sin justicias; a ñ a d i e n d o , que pa-
y crueldad que usó con una compañía del ra salir de tales apuros , no encontraba otro
regimiento de Ciudad-Real (2) q u e , g u a r - medio que el de hacer uso del terrible d e -
neciendo el fuerte de Rubielos de M o r a , se recho de represalias con la madre de Ca-
rindió bajo la solemne palabra de Cabrera brera , teniendo presas y en rehenes á sus
de darles cuartel y conservarles la vida; dos hermanas , que todas se hallaban en
cuya palabra , no solo no se cumplió , sino Tortosa ( l ) . »
que á una hora de distancia de dicho p u e - Y en efecto , Nogueras , en el momento
blo, mandó hacer alto á la compañía, y dijo que supo los mencionados fusilamientos, d i -
á sus individuos que se desnudasen porque rigió al capitán general de Cataluña , y al
necesitaba sus uniformes para sus soldados, gobernador de Tortosa la comunicación s i -
y después de quitadas hasta las camisas, guiente :
los mandó lancear, y después coser á b a y o - «El sanguinario C abrera fusiló antes de
netazos á los muertos y moribundos, con ayer en la Fresneda á los alcaldes de Tor-
objeto, según él decia, de que sus soldados recilla y Yaldealgorfa por haber cumplido
se familiarizasen con la sangre de la c r u e l - con su deber. El bárbaro Torner dio palos
dad. Estos y otros hechos inmemorables que de muerte á un paisano que conducía un
podría c i t a r , llenaron de un terror pánico á pliego, cuyos horribles alentados han a m e -
muchos ayuntamientos, y para librar sus drentado á las justicias, en términos que
vidas tan de cerca amenazadas, dejaron sus nuestras tropas carecerán de avisos y s u m i -
casas y se refugiaron en la plaza de A l c a - nislros si no se pone lasa á estas demasías;
ñiz, quedando los pueblos sin gobierno. En y en su consecuencia ruego á V. S. por el
tan lamentable situación , crecieron mis d i - bien que ha de resultar al servicio de la
ficultades para seguir haciendo la guerra reina nuestra s e ñ o r a , mande fusilar á la
con la actividad y éxito que siempre me madre del rebelde Cabrera, dándole p u b l i -
habia sido tan favorable ; y teniendo a d e - cidad en lodo el distrito , prendiendo a d e -
mas que llenar una sagrada obligación, cual mas á sus hermanos ó hermanas para que
era la de condolerme de tantas y tan i n o - sufran igual suerte si él sigue asesinando
inocentes. Ruego á V. S. igualmente q u e
(1) Por el siguiente oficio : mande prender para que sirvan de rehenes
á todas las familias de los cabecillas y t i t u -
«Gobierno militar y político de Alcañiz y lados oficíales que existan en ese c o r r e g i -
su partido. — E l infame Cabrera continúa s e - miento. Lo que tengo el honor de manifes-
diento de sangre; los infelices alcaldes de Tor-
tar á Y. S. , rogándole se digne mandar al
recilla y Yaldealgorfa han sido fusilados en la
Fresneda por aquel tigre por haber dado parte gobernador de Tortosa que lleve á efecto la
al coronel Yoller del apuro en que so e n c o n - muerle de la madre del sanguinario C a b r e -
traba el batallón del Rey en Castelseras el b, ra, en caso de que no lo hubiese verificado.
sobre el que estaba la facción que mandaba.
Los regidores de dichos pueblos , los de Codo- » Lo que comunico á Y. S. para que lo
ñera y Valjunquera también han e s p e r i m e n - haga saber por vereda á todos los pueblos
tado su barbarie , pues han recibido palos ; y del corregimiento, debiendo V. S. mandar
el terror que esto ha de infundir en las j u s - fusilar á las muyeres, padres ó madres de
ticias de estos pueblos será de consecuencias
funestas, por cuanto temerosas se retraerán de los cabecillas de Aragón que cometan igua-
dar partes de la dirección do los rebeldes. Lo les alentados que el feroz Cabrera.—Dios
que pongo en conocimiento de Y. S . , y tam- guarde á Y. S. muchos años.—Calaceile 8
bién lo haré al Excmo. señor capitán general de febrero de 1836. — Aguslin Nogueras.»
y gobernador civil.—Dios, etc.—Alcañiz 7 de
febrero de -183G.—Félix Diaz de Arjona.— S e -
ñor brigadier don Agustín Nogueras , coman-
dante general del Bajo Aragón.» (1) Comunicación inédita del general No-
gueras , escrita en Gibraltar el SM de agosto
(2) Puede verse éste acontecimiento en el de 1844, dando esplicaciones del hecho al edi-
tomo H , pág. 2 3 1 , cap. LXI. tor de la Vicia de Cabrera por Calvo y Rochina.
HISTORIA D E L A GUERRA CIVIL.

A los pocos dias recibió Nogueras de animaron , que no nuestras fuerzas , harto
don Antonio Gaspar Blanco, gobernador mi- débiles para tan difícil tarea , á emprender
litar y político de Tortosa y su corregimien- este trabajo, abriendo asi un camino á m e -
t o , la comunicación que preferimos insertar jores plumas. Pues bien, ahora mismo tene-
íntegra á estractarla. mos en nuestras manos la principal disposi-
Dice asi: ción á que se hace referencia en el anterior
«Gobierno militar y político de Tortosa oficio, la que ha sido la verdadera manzana
y su corregimiento. — inmediatamente que de la discordia, la que tantas veces solicitó
recibí el oficio de V . S. de 8 del actual, lo el gobierno y nunca pudo conseguir. El mi-
trasladé al Excmo. señor capitán general de nistro de la Guerra se contentaba por último
este ejército y reino, porque no me creí fa- con una copia de la orden de Mina prescri-
cultado para hacer espiar á la madre del biendo el fusilamiento de la madre de C a -
cabecilla Cabrera las atrocidades cometidas brera (1), y la estamos viendo con dolor, y
por su hijo; peroahora que son lasseisdela la publicamos con su misma ortografía.
noche , recibo el correo de Cataluña con un
oficio cerrado de S. E. para V . S., que i n - — « CAPITANÍA GENERAL DEL EJÉRCITO Y
cluyo , y otro para m í , en el que se sirve PRINCIPADO DE CATALUÑA.—Estado mayor.
decirme que se cumplan los deseos de usía, Sección 3 . — E l escrito duplicado de V . S.
a

En su v i r t u d , mañana á las diez de ella de JS del actual que acabo de recibir me


será fusilada la madre del cruel Cabrera, y entera de los atentados cometidos por el
presas las tres hermanas esta noche, río o b s - Sanguinario Cabrera : y deseando que un
tante de ser casadas dos con guardias n a - justo sistema de represalias refrene sus e s -
cionales marinos de esta; asegurando á usía cesos: prebengo con esta fecha al G o b e r n a -
que capturaré á los parientes mas i n m e d i a - dor de Tortosa lo conbeniente para que cum-
tos de los demás cabecillas y titulados ofi- pla y llene sus justos deseos, al paso que me
ciales , á fin de enfrenar á los bárbaros p o - parece oportuno indicar á V . S. que son d e
niéndoles tasa á sus demasías. La ejecución mas ejemplo y trascendencia , los castigos
será en el foso á la barbacana, como punto efectuados en el mismo punto en que se rea-
público , en el cual se fusilan á lodos los lizaron los escesos : y si es dable , mientras
que lo merecen, y lo circularé á los pueblos humeen las víctimas inmoladas: para que la
d e este distrito para conocimiento de sus sangre de las sucesivas aplaque los mane-
habitantes y terror de cuantos malvados de las que perecieron con honor siendo már-
alcnlen contra las vidas de los leales.— tires de la Patria.—Dios guarde á V . S.
Dios guarde á V . S. muchos años. Tortosa
15 de febrero de 1 8 3 6 . —Antonio Gaspar
Blanco.— Señor....» (4) He dado cuenta , decia el conde de Al-
modovar en 4 0 de abril (también obra en n u e s -
Al circularse este oficio , se añadió lo tro poder esta comunicación oficial), á S. M.
siguiente: la reina Gobernadora del contenido de la c o -
municación de V. S. de 7 del a c t u a l , en que
«Lo que hago saber á las justicias para
con arreglo á la real orden de 3 de marzo ú l -
que lo publiquen en los términos acostum- t i m o , remite copias de las contestaciones que
drados, á fin de que quedan cerciorados to- mediaron entre V. S. y el gobernador de T o r -
dos los habitantes de este pais , de que el tosa, sobre la muerte de la madre del c a b e c i -
bárbaro Cabrera-ha sido la causa de la muer- lla Cabrera, haciendo relación al mismo t i e m -
po de las razones que le obligaron á pedir al
te de su madre , y lo será de sus hermanas capitán general de Cataluña y gobernador m i -
si sigue con sus atrocidades , como igual- litar de Tortosa , ya citado , se llevase á electo
mente de todas las mugeres, padres y ma- aquella medida ; y enterada S. M. y de que de
dres de los cabecillas que por su desgracia la copia n ú m . 2 . ° , que corresponde á la c o n -
están á sus órdenes , y que tengo presos y testación del referido g o b e r n a d o r , se d e d u c e
que éste recibió á las seis de la noche del dia
seguiré' prendiendo para mandar fusilar 'lo de f e b r e r o , también ú l t i m o , y acompañó
cinco por cada uno que él asesine.— Gala— á V. S. con la misma fecha, un oficio cerrado
ceile 20 de febrero de 1836.—Agustín No- que para V. S. le dirigía el capitán general do
gueras.» Cataluña, ya c i t a d o , se ha dignado resolver
que remita V. S. á este ministerio con la b r e -
Lo hemos dicho en el discurso p r e l i m i - vedad que le sea p o s i b l e , copia del referido
nar: esta obra tendrá al menos la importan- oficio del capitán g e n e r a l .
cía do los comprobantes de los hechos que De real orden io digo á V. S. para su i n t e -
referimos. Dueños de muchos y muy impor- ligencia y cumplimiento. Dios guarde á V. S.
tapies , á nuestro alcance otros , ellos nos muchos años. M a d r i d , etc.—Almodovar,
MUERTE-DE MARIA GRINO MADRE DE CABRERA. 128

muchos años. Barcelona 13 de Febrero de buena esposa y buena madre, era María
1 8 3 6 . — F. Espoz y Mina. — A l Sr. Briga- Griñó de piadosas costumbres y de virtud
dier D. Aguslin Nogueras.» ejemplar. Dulce y apacible su carácter,
(Copiada del original.) fuéla imposible domar el de su hijo, tan
opuesto por lo irascible. Ya de niño la c a u -
Esta orden no se espidió sin oposición só muchos disgustos que aumentó con sus
de algunas personas que traslucieron el años, y la estaba reservada la m u e r t e , que
caso. pudo haberla evitado á reflexionar estaba
Mina se hallaba enfermo , y el gefe de presa en rehenes de sus escesos deplorables.
estado mayor, don Laureano Sanz , d e s p a - Pero Cabrera no la tenia una ciega obe-
chaba con él como de costumbre. Este gefe diencia, ni atendió ásus consejos para apar-
parece que opinaba en favor de la propues- tarle de lucha tan fratricida, empleando el
ta de Nogueras; pero algunos se opusieron, dinero que le reunió para pasar al eslrangc-
y entre estos lo fué triarle, quien manifestó ro, en adquirir prosélitos y medios para s e -
su parecer contrario, y espuso á Sanz lo guir adelante en su funesta empresa.
horrible que seria la providencia solicitada Aquella madre, en el tierno amor que
y aun creemos que mediaron contestaciones profesaba á su indómito hijo, no hacia mas
entre ambos; pero triarte no podia hacer otra que amonestarle, aconsejarle , rezar por
cosa que esponer su opinión , sin embargo él. Religiosa, preocupada si se quiere, y
de la q u e , la orden se espidió como hemos fanática y afecta si se quiere lambían
visto. por la causa carlista, hacia votos por su
triunfo , pero jamás conspiró. ¿ Y cómo
había de conspirar en la cárcel? Pero ni aun
MUERTE DE MARIA GRIÑÓ MADRE DE CADIIERA. cuestionable es esto asunto, y nadie probará
lo contrario, porque á pesar de nuestra soli-
citud por hallar la mas ligera noticia, c l m e -
LXXXIX. nor antecedente acerca del particular, en
nuestro deseo, no de justificar, sino de a t e -
nuar tan lamentable sacrificio; amigo como
Lo decimos sin afectación : muchas v e - es nuestro, quien desgraciadamente le pro-
ces se ha oprimido nuestro pecho al haber puso, nada hemos encontrado, ni en n i n g u -
de reseñar sucesos dolorosos; pero ninguno no se ha podido fundar la indicada propuesta.
ha angustiado tanto nuestro corazón como Por imponer á su hijo, que no se cansa-
el q u e , bien á pesar nuestro , tenemos que ba de m a t a r , fué reducida á prisión el 9 d e
consignar, mancha indeleble d e s ú s páginas julio de 1 8 3 4 . Estéril fué esla medida, queno
en la historia. Una madre conducida al p a - contuvo laferocidad del hijo el peligro de su
tíbulo, y conducida sin ser acusada de d e - cariñosa madre. Mas y mas encrudecida la
lito alguno , sin imputársele siquiera , sin guerra y prolongada su prisión, no espera-
otro molivo que los esccsos de su hijo , y ba la infeliz su libertad, y llegó á creer en
esto por las autoridades legítimamente cons- peligro su v i d a , porque sin embargo de
tituidas , en el siglo presente , á la luz del hallarse en rehenes, no dudó se permitiría
dia , en medio de una población considera- su hijo los alentados cuya indignaciónlalle-
ble , y en nombre de los principios p r o l e c - varon al patíbulo. Por esto se la oyó decir
tores de la libertad y seguridad individual, en mas de una ocasión:
es una cosa que pasma, que sorprende, que --Nada espero: estoy resignada con mi
cuanto mas se considera se hace menos crei- suerte: creo que mi salida de aqui será pa-
ble , y que por opuesta á los fundamentos ra morir.
primordiales de la sociedad y á la razón, Reconvenida por su poca esperanza en
parece una pesadilla, un sueño. Es por des- Dios siendo tan cristiana, respondió anega-
gracia una verdad , y una verdad que nos da en llanto estas palabras memorables q u e
deshonra, y de que quisiéramos poder p r e s - deben atormentar y desgarrar siempre el
cindir. Pero lomemos la pluma que se nos corazón de su hijo y que son su acusación
cae de las manos. permanente.
Hija de José Griñó y de María Francisca —Todos me cuentan tan mal de mi hi-
Diñé, nació en Torlosa el 28 de noviembre jo.... tantas son las vidas que tiene á su
de 1782, y fué bautizada con los nombres cargo, que pido encarecidamente al cielo
de Ana María Rosa Francisca. Buena hija, acepte la mía en holocausto, y cambie sus.
-126 HISTORIA DE LA G U E R R A CIVIL.

sentimientos por otros mas humanos, no quiere adoptar este medio legal, recuerde
permitiendo Dios termine su carrera en V . lo que el comandante militar de Bayona
una hora de impenitencia. contestó al recibir la real orden para d e g o -
Los sollozos ahogaban su v o z , y d i r i - llar á los protestantes el dia de San B a r t o -
giéndose, no á la persona con quien eslaba lomé ; y fué decir á su rey Carlos IX, que
hablando, sino á Dios, añadió: ni entre sus fieles subditos ni entre susleales
— Un momento de arrepentimiento os soldados había encontrado verdugos; y tan
pido, Señor, para él, cuando deje de exis- cruento sacrificio no se ejecutó. Yo (añadió
tir , y aqui me tenéis sumisa á vuestras ór- el a l c a l d e ) , siguiendo este ejemplo, diría
denes. también, que ni entre los pacíficos y honra-
Momentos antes de ser muerta aquella dos habitantes d e Tortosa, ni entre las b e -
muger apacible y bondadosa que ni una neméritas tropas de su guarnición había
queja prorrumpió contra sus matadores, verdugos para sacrificar á una anciana ó
que solo tenia delante la imagen de Dios y inocente m u g e r , que ignoro haya sido p r o -
la de su hijo, que mas amaba cuanto mas la cesada y j n z g a d a , y que acaso su único
atormentaba su memoria, esclamó, siempre crimen es haber llevado en sus entrañas á
quebrantada de dolor: Cabrera. Ademas, nuestras leyes no son las
—¡Ojalá Dios le traiga á verdadero co- de Dracon, que hacían responsables á los
nocimiento, ya que muero por él! ¡ojalá padres de los hechos de sus hijos.
en su último suspiro sea perdonado de Dios El anciano gobernador calló, y las l á -
como yo le perdono! grimas asomaron á sus ojos, pero el alcalde
interpretó aquel silencio y aquellas lágrimas
A las seis de la mañana del dia 16 r e -
como precursoras del tremendo holocausto
cibió el alcalde letrado de Tortosa, don Mi-
que se ejecutó cuatro horas después.»
guel de Córdoba, un recado del g o b e r n a -
dor, diciéndole que cuatro horas después Ocúpase mas adelante de otros porme-
seria fusilada. «Alarmado el alcalde con es-
nores ; manifiesta que pocos momentos d e s -
ta novedad, dice el biógrafo de Cabrera (1),
pués de haberse separado el alcalde de la
bien enterado de estos pormenores, d u d ó
presencia del gobernador, dio éste las ó r -
en un principio de su certeza, y aunque i r -
denes para que se cumplieran las del c a p i -
responsable, de los actos ágenos ya como tán general, sabiendo esta novedad escasí-
persona privada, ya como funcionario p ú -
simo número de personas, pues ni á los mis-
blico, quiso tener una entrevista con el go-
mos eclesiásticos que habían de administrar
bernador. Hallábase éste todavía en camalos consuelos de la religión se les dijo otra
cuando se presentó el alcalde, quien e n -
cosa que acudiesen á la cárcel de los C u a r -
trando en la alcoba, preguntó al gobernador:
teles a l a s siete de la m a ñ a n a ; y trascribe
la siguiente relación del confesor don José
—¿Es cierto el aviso que acabo de r e -
cibir? María Trench.
—Si, muy cierto; aqui está la orden del «Llegué á los Cuarteles, observé una
agitación extraordinaria, y una cosa inde-
capitán general para la ejecución de esta
desgraciada muger. El dia 8 fui invitadofinible en los semblantes de todas las perso-
nas que alü había. De repente se me p r e -
por el brigadier Nogueras, y me resistí, por
sentó un ministro de justicia y me dijo: «se
que no me creí facultado para hacer espiar
a l a madre de Cabrera los hechos de su h¡
va á fusilar á la madre de Cabrera ; » yo
me quedé atónito y sin poder pronunciar
j o . ¿Qué baria v d . en mi caso, señor a l c a l -
de? dijo el atribulado gobernador. una sola palabra. Aun dormia María Griñó.
El citado ministro me mandó , y también á
— ¿ Q u é baria? (repuso el alcalde con to-
mi compañero don Joaquín Curto, « q u e n o s
da la entereza de su carácter), obedecería
retirásemos;» pero como no nos señalaron
antes que la orden del capitán general, las
lugar, permanecimos en el que estábamos.
leyes tic España, que permiten ó una autori-
Subió el carcelero á llamarla, y p r e g u n -
dad suspender ciertas disposiciones aunque
tando azorada, ¿ q u é hay? contestó el c a r -
sean emanadas del trono, y acudiría al go-
celero: «Nada, baje vd. para dar unas d e -
bierno supremo reclamando contra este aten-
claraciones.» Vistióse con precipitación, y
tado. Pondría al margen de la orden la fór-
con semblante muy agitado bajó á la sala
mula, se obedece y no se cumple. Si V..,no
donde nosotros estábamos. Al vernos e s c l a -
mó: Voy á morir. ¡ Infeliz de mí! ¿ Cuál es
(i) Don Buenaventura de Córdoba, que
acaba de fallecer en Valencia. mi culpa ? Prorumpió en otros lamentos
MUERTE DE MARÍA GRIÑO MADRE DE CABRERA. H1

propios de un corazón inocenle , y capaces i tenia moriría (me dijo una y muchas veces)
de enternecer á las mismas piedras. Se pu- | si supiera que con mi muerte se acabaría la
so las medias, y guiada por un alguacil y guerra; pero, ¡ay padre mío! cuántos inocen-
un oficial, fué conducida entre dos filas de tes morirán. Decid á mi hijoqueno tome ven-
soldados á otra sala, donde se la dijo que ganza , ya que Dios lo permite asi. Tiempo
iba á ser fusilada dentro de tres horas. Yo no hace que presumía morir fusilada. Advierto
estaba presente á este a c t o , pero sé que di que de serenidad, humildad, conformidad,
rigió á la justicia esclamaciones propias de fortaleza y espíritu varonil, virtudes propias
la inocencia en un acto tan terrible. En se- de un alma entregada á Dios en estos l a n -
guida me mandaron que fuese á confesarla ces , no he hallado olro ejemplar, á pesar d e
»No tengo palabras para espresar la posi- ser muchas las personas que tengo auxilia-
ción de semejante muger toda sorprendida das y confesadas. Perdonó á todos. No fué
y desconsolada. «¡Yo morir por un hijo cu necesario hacerla ninguna reflexión, que
yas operaciones no puedo remediar! ¡ Oh como no perdió la paz interior todo lo decia
Dios mió! ¡ Oh Yirgen Santísima! ¡ Oh j u s - con acierto. Sus hijas estaban ya presas en
ticial ¿Qué es lo que mandas? ¡Oh hijo mío! los mismos Cuarteles, cuando ella las pedia
Si vieses que tu madre va á morir por tí, no para despedirse, y las ventanas de su p r i -
lo permitirías, sé que te retirarías al instan sión fueron remachadas con clavos á fin de
le. ¡Oh hijo mío! tu madre vá á morir; no que oyendo el tambor no se asomaran , y
la verás mas.» Como no perdió la serenidad conociendo á su madre empezaran á llorar
y eran breves los inslantes que la quedaban y gritar. Esto lo supe dos dias después, que
¿le v i d a , empezó la confesión, ella sentada fui llamado para darlas la noticia en donde
en un cepo y con grillos en los pies ( 1 ) , yo estaban presas. Acercándose la hora de mar-
sentado en una silla. Como los centinelas char para el patíbulo, María Griñó me e n -
estaban muy cerca, reclinó su cabeza sobre cargó que buscase un sacerdote que c e l e -
mi muslo derecho, y bañaban sus lágrimas brase la misa de agonía, y con las lágrimas
mis hábitos clericales. Acabada su humilde, en los ojos salí de la capilla.»
tierna y espresiva confesión, pidió un e s - Sustituyó á este sacerdote el presbítero
cribano para hacer testamento, y se le n e - don Joaquín Curto, que la fué acompañando
gó (2). hasta el lugar del suplicio. Yestia el trage
»Eslo luvequearrcglarlo yo. Me dijo que de costumbre de jubón y s a y a , y por su pa-
en tal parte tenia una buena cantidad de di- so y con resignación cristiana, salió de la
nero perteneciente á su primer marido, y que capilla estrechando contra su corazón la efi-
debia entregarse á los hijos de aquel matri- gie del que murió por nosotros. Formaba la
monio el primogénito era don Ramón. S u - escolla un piquete del regimienlo de Bailen,
plicó que le permitiesen ver á sus hijas y y esta fúnebre comitiva se dirigió á la b a r -
nietos, y «no puede serv fué la respuesta. bacana del fuerte. Al pasar por las i n m e -
R o g ó , (y esto fué lo mas sensible) que se le diaciones de su c a s a , levantó María la c a -
administrase la sagrada comunión, y tampo- ceza y esclamo:
co se accedió á ello. Mncho se afligió con ¡Adiós, hijas mías!. ¡ Adiós para siem-
tantas negativas. Pidió, por último, llevar pre!
cubierta j a cabeza con una mantilla para ir «Yo iba menos sereno que la infeliz, di-
al suplicio, y se negó esla petición (3). Con- ce Curto, y quedé edificado al ver la r e -
signación que manifestó desde el umbral de
(•!) i Qué barbarie! la cárcel hasta el lugar del suplicio, y los
(2) No podemos leer sin horror é indigna- deseos de abrazarse con Jesucristo; y como
ción ton atroz conducta. ¿Cuándo se ha nesado al salir hubiese bastante g e n t e , pidió p e r -
al mas criminal d é l o s reos que consigne su don á todos con alia y esforzada v o z , lo
postrera voluntad?.,.. ¡Con qué derechosele mismo que practicó por todas las calles. Al
privaba de manifestarla!.... i Qué estraño c e -
llegar a l a b a r b a c a n a , lugar del suplicio,
gasen á Cabrera estos atroces pormenores, y
ebrio do furor , llevase á sangre y fuego cuan-
to se le pusiese por delante! signándoles. Yéngueseasi, por lo menos, la
(3) Para deshonra eterna, añadiremos, de humanidad ultrajada con un lujo de rigor que
quien escedió con esto en crueldad á Cabrera. nada puede disculpar, porque ni necesario ni
Va que la justicia de la tierra no ha castigado útil puede ser á nada. Son tan inicuos los de-
estas negativas, estos grandes crímenes, que talles de tan incalificable ejecución, q u e d a -
se hace difícil creer aun en los mas desalma-' riamos todo lo que pudiéramos porque no afea-
dos bandidos, que la historia les castigue con- J sen nuestra historia.
-i 28 HISTORIA DE LA GUERRA CIVIL.

yendo yo á su l a d o , y sin darla lugar á e m - recibido los auxilios espirituales ( 1 ) , y e n -


pezar el Credo, sonó de improviso la d e s - carceladas otras personas para sufrir la mis-
c a r g a , y sin saber cómo fué aquello, cayó ma suerle si los rebeldes persisten en hacer
sin vida á mi lado.» derramar mas sangre inocente.—Habitantes
de este corregimiento: cerrad los oidosálas
pérfidas insinuaciones de los malvados;
CIRCULAR SOBRE EL FUSILAMIENTO BE LA unios á las autoridades del gobierno de su
MADRE DE CABRERA.
majestad la reina nueslra señora, y en b r e -
ves días veréis sacudido el yugo que os han
impuesto los holgazanes, los avezados á t o -
xc. da clase de crímenes, y los que no aspiran
á otra cosa que á una ambición desmesurada
con el robo infame de vuestras fortunas:
De la anterior ejecución se dio cuenta creed á vuestro gobernador que os ama y os
de la manera siguiente: desea la mejor tranquilidad, que es el m a -
«Gobierno militar y político de Tortosa yor de los bienes de este mundo.—Los al-
y su corregimiento.—Insiguiendo lo que caldes de los pueblos harán que esta c i r c u -
indiqué á V . S. en papel de ayer, alas diez lar se publique y fije por medio de copia
de la mañana de hoy ha sido fusilada la m a - para conocimiento de los b u e n o s , terror y
dre del rebelde Cabrera sin la menor nove- desengaño de los malos, procurando siga
d a d , y aseguradas sus hermanas y otras per- su curso sin dilación á fin de que llegue á
sonas, aunque son casadas con guardias na- noticia de todos.—Tortosa 16 de febrero de
cionales ( 1 ) , habiendo espedido á los p u e - 1836.—Antonio Gaspar Blanco.»
blos de este distrito circulares por cuatro ve-
redas para la mayor notoriedad de sus h a -
bitantes, y de la que acompaño á Y. S. una DIVERSOS JUICIOS ACERCA DEL SUCESO AN-
copia de la misma para su conocimiento.—
TERIOR.
Dios etc. Tortosa 16 de febrero de 1 8 3 6 . —
Antonio Gaspar Blanco.—Señor etc »
La circular es la siguiente: XCI.
«Gobierno etc.—Habiendo hecho p r e -
sente el señor brigadier don Agustín Nogue-
ras al escelentísimo señor capitán general Ni la guardia nacional de Tortosa en cuer-
de este ejército y Principado en 8 del a c - po , ni aun siquiera uno de sus individuos
tual las atrocidades cometidas por el rebel- particularmente , tuvo la mas mínima parte
de Cabrera en los alcaldes de Torrecilla y en el fusilamiento de la madre de Cabrera,
Yaldealgorfa, pasándolos por las armas por- como ha podido comprenderse por lo que
que cumplieron con su d e b e r , asi como dejamos referido; desvirtuándose completa-
apaleando de muerte á varios vecinos h o n - mente cuantas acusaciones se hayan lanzado
r a d o s , que obligados por las justicias á con- ó se lancen'conlra aquella fuerza, sin duda
ducir pliegos, son atropellados con tal b a r - benemérita ; cuyos sentimientos se pronun-
barie que les causa la muerte ; el citado se- ciaron á favor de la víctima , enlazada en
ñor b r i g a d i e r , deseando poner lasa á tales parentesco con dos compañeros. Asi lo d e -
demasías, impetró de S. E . ciertas medidas clara su comandante al biógrafo de Cabrera,
de rigor, y entre otras, la de que la madre ya citado, añadiéndole : «puesta la victima
del citado Cabrera fuese fusilada. Vista por en capilla , se pidió á la milicia un pipuete
dicho señor Escelentísimo la comunicación de cada compañía para asistir á la e j e c u -
referida, se ha servido resolver en 13 del ción : yo nada supe hasta que vino á darme
mismo sean cumplidos los deseos del men- parte el oficial que nombró el ayudante para
cionado señor b r i g a d i e r , y en su c u m p l i - mandar el piquete de la segunda compañía,
miento se ha verificado hoy la sentencia en de que ningún nacional se habia presen-
el foso de la b a r b a c a n a , después de haber tado. Primer noticia del hecho principal que

(1) Traslado á los defensores del bárbaro (1) Ya hemos visto por el respetable tes-
sistema de represalias en las guerras civiles. timonio del eclesiástico que primero auxilió i
Creyendo herir con ellas á sus adversarios, so la desgraciada Grilló lo que hay de verdad en
horian á si propios. .esto.
DIVERSOS J UICIOS ACERCA DEL SUCESO ANTERIOR. Ш

me sorprendió é indignó. En seguida me desde luego se descubrió la trama , en la


puse el uniforme y fui á verme con el señor que ejercía el principal papel el criado de
gobernador , á quien encontré afligidísimo mas confianza del palacio episcopal, la m a ­
y casi llorando por el acto doloroso que se dre de Cabrera y algunos individuos del
vio precisado á mandar ejecutar. Le mani­ quinto ligero de infantería, de los cuales se
festé mi horror y cuánto reprobaba la e j e ­ fugaron tres, siendo juzgados todos en con­
cución , calificándola de bárbara en nombre sejo de guerra ordinario y sentenciados á la
de toda la milicia , por las buenas c u a l i d a ­ pena capital. En este tiempo coincidió la
des que adornaban á la infeliz, que hizo petición del brigadier Nogueras, en la que
cuanto puede hacer una buena madre para me suplicaba se pasase por las armas á la
corregir á su hijo. Si hubiésemos podido muger espresada, á causa de haber asesina­
concebir la idea que la petición de Nogue­ do su hijo atrozmente á las autoridades de
ras habia de ser aceptada, la milicia h u b i e ­ cuatro pueblos y á varios pudientes de los
ra representado en favor de una inocente y mismos, á cuyo gefe contesté que las repre­
honrada m u g e r , que ninguna culpa tenia salias debian usarse en los propios punios
en los hechos de su hijo. La milicia , ni d i ­ donde se cometían los delitos para que pro­
recta ni indirectamente tuvo parte en esta dujesen un saludable efecto; pero que h a ­
ejecución , que por todos fué reprobada.» llándose la madre de Cabrera sentenciada á
El señor Córdoba , después de insertar lo pena c a p i t a l , la mandaba fusilar con el
esta declaración , añade después de las r e ­ criado del obispo y un soldado del S.° li­
flexiones que le inspira la muerte de María gero aprehendido, en casligo de sus c r í m e ­
Griñó, que «no se la permitió que hiciera nes.» Sin embargo , continuó el orador , la
testamento , que abrazara á sus hijas , que comisión ha procedido tan circunspecta, que
velara su serena frente ; y lo que es mas no hubiera considerado esta carta bastante
atroz y hasta impío , se le negó el S a c r a ­ fundamento para autorizar una mención es­
mento de la Eucaristía. María Griñó fué de pecífica en su minuta de contestación al
peor condición que los delincuentes facine­ discurso del trono del suceso que contiene,
rosos ; no hubo para ella justicia en los t r i ­ no obstante que en mi juicio individual la
bunales , piedad en las horas postreras.» creo fiel en todas sus partes.
El sacrificio , poco meditado sin d u d a , Debatióse con eslension y calor en a m ­
de la madre de Cabrera , resonó dolorosa­ bos estamentos un asunto que llegó á h a ­
mente en todas las tribunas parlamentarias cerse cuestión de partido , dando á la opo­
y estremeció á toda la Europa. En España, sición poderosas armas la ignorancia en que
el señor Isturiz, hizo responsables á los m i ­ estaba el gobierno de lo sucedido , pues el
nistros de este acto, apostrofándolos con es­ mismo ministro de Gracia y J usticia declaró
tas p a l a b r a s : «En este momento mismo, que la primera noticia que tuvo del a c o n ­
¿ quién no vé que la sangre de esta víctima tecimiento fué un oficio publicado por el
cae gota á gola sobre la cabeza de los mi­ capitán general de Aragón, dando parte de
nistros ?» haber sido fusilada la madre de Cabrera.
El respetable y virtuoso Arguelles leyó Asi vimos que en 10 d e abril pedia el de
este párrafo de una caria de Mina, fecha 13 la Guerra antecedentes, y solicitaba una
de m a r z o : copia siquiera de la orden que previno el
»La siguiente relación de los aconteci­ fusilamiento (1).
mientos pondrán á v d . en el caso de satis­ Mina, en tanto , se esforzaba en probar
facer con datos á los que deseen enterarse que la ejecución habia sido consecuencia de
de todo lo ocurrido. El gobierno de S. M. un fallo legal por la conspiración de que
me mandó de real orden la copia de una hablaba; pero lo cierto es, que ni de la cons­
declaración lomada en Soria á un faccioso piración ni del juicio hay mas pruebas que
presentado, en la que se denunciaba la con­ su mencionada carta.
juración fraguada en Tortosa para entregar Nogueras , en la que antes hemos c i t a ­
su castillo á los enemigos de la patria (1); do , manifiesta «que penetrado sin duda el
y con este motivo se me prevenía dictase capitán general de Cataluña de las razones
las medidas de remedio convenientes. Sin de su esposicion , ó por otros motivos que
pérdida de instante mandé al brigadier Foxá tuviese con respecto á la conspiración de
con uno de mis ayudantes á dicho punió, y Tortosa, mandó lo que todo el mundo sabe,

(I) Es lá copiada poco atrás. i (1) También queda copiada.


TOMO Ш . 11
430 HISTORIA DE LA GUERRA CIVIL.

habiendo yo sido, d i c e , la víctima espiato- á Teruel le horrorizaban con la relación de


ria , como me dijo después en Madrid un los sesenta y cinco asesinados en Ruínelos.
personage de los que mas hablaron en las Si pasaba los llanos de Alpueute le mostrar
Cortes sobré la ejecución de la madre de ban el Carrascal de la Yesa , en que r e n -
Cabrera. Todavía vive y ocupa en el dia didos habían sido alanceados cuarenta. Si
en la corle un lugar distinguido.» marchaba á el Maestrazgo no veia mas que
Poco después anadia en otra carta: luto por los sesenta y un nacionales que sin
«Cuando yo pedí como conveniente el cuartel murieron en Alcanar. En donde per-
uso de represalias, fué después de los innu- noctaba, allí le contaban las agonías de un
merables oficiales, s a r g e n t o s , s o l d a d o s , al- ayuntamiento apaleado. No pasaba por un
caldes , nacionales y paisanos que fueron pueblo cuyo alcalde no hubiera sufrido dos-
víctimas del furor de Cabrera por ser fieles cientos palos.
á la reina que había jurado la nación. Yo »Los que le acompañaban en las expedi-
reconozco como injusta y cruel la ley de re- ciones, los que le visitaban en su alojamien-
presalias , mirada aisladamente ; pero t a m - to, los que le rodeaban á toda hora , solo le
bién considero que es necesaria en algunas referían lástimas, desgracias que causaba
ocasiones para evitar mayores males y ofre- Cabrera en todas partes. Las cavilaciones,
ce una garantía á las partes lastimadas el pensamiento continuo, la pesadilla de los
»Ni tengo ni debo aparecer con un ca- liberales de lodo el pais, eran las atrocida-
rácter cruel y feroz , cuya propiedad no des de Cabrera y el medio de evitarlas y
poseo ni he ejercido jamás. Quizá si la vengarlas. Los hombres mas comprometidos,
desgraciada madre de Cabrera se hubiese los mas tolerantes y hasta los mas pacíficos,
puesto á mi disposición no hubiera sufrido creyeron que era muy legítimo, y que seria
aquella suerte , como no la sufrió ninguno muy eficaz el uso de las represalias.
de las familias de los cabecillas de Aragón »El bondadoso y dulce, capitán general
que tenia presos en el castillo de Alcañiz. de Aragón, don Francisco Serrano, partici-
Muchos fueron los parles que intercepté de paba con satisfacción la muerte de la madre
alcaldes y otras personas que daban cuenta de C a b r e r a , y prometía á los aragoneses
á Cabrera y otros cabecillas de los movi- que morirían del mismo modo lodos los p a -
mientos de las tropas de mi mando , y á rientes de cabecillas que cometieran las
ninguno mandé fusilar: al pais pongo por atrocidades que aquel. Asi se pensaba cerca
testigo de esta verdad , á pesar de que Ca- de los sucesos en el pais de la guerra.
brera fusilaba á todos los que comprendía »E1 general Nogueras, que vivía en esta
aquel caso , y si eran niños de diez á doce atmósfera , inflamada recientemente con la
años, les mandaba cortar las orejas. P í d a n - muerte de los alcaldes de Valdealgorfa y
se informes á Calanda. Mi carácter podrá Torrecilla , cayó en la tentación de satisfa-
ser fuerte en palabras; pero es compasivo y cerla , pidiendo el fusilamiento de lo que
clemente en las obras.» debía ser mas sensible , por mas amado del
En otra publicación contemporánea, que cabecilla, el de su madre, que oslaba presa
no carece de buenos datos (1), se leen estas en Tortosa. ¡ Menguada tentación , que ha
l í n e a s , que reproducimos para no omitir producido á Nogueras mas disgustos y sin-
nada que contribuya á esclarecer los hechos sabores que todos los sucesos de la guerral
y poner en su lugar á las personas. Su indiscreta y poco meditada demanda,
«Dedicado el general Nogueras á la causó la desgracia de muchas familias, y
persecución de las facciones , vivía por los convirtió al execrable verdugo en lastimosa
montes; y á veces en un mes no descansaba víctima. Lejos del teatro d é l a g u e r r a , n a -
sino en Alcañiz ú otro pueblo fortificado, die se acordó de los ciento ochenta y un
mientras recogía calzado ó una paga para hombres que habia asesinado. Por compa-
sus soldados. Si venia hacia Calatayud, le decer á la m a d r e , disculpaban la conduela
contaban el fusilamiento de los nueve sol- del hijo.
dados y nacionales en Castejoncillo. Si iba »Alentado atroz fué el que se cometió
á Caspe , se le presentaban las familias de en una desvalida muger, que sin duda sen-
los cinco nacionales fusilados. Si marchaba tía mas que nadie los estravíos de su hijo.
El gobierno , las Cortes , la nación entera
rechazaron un esceso cuya deformidad no
(i) Historia de la guerra última en Aragón
y V a l e n c i a , por los señores Cabello , Santa se conoció hasta que no tenia remedio. E s -
Cruz y Temprado. tamos seguros que Nogueras, que pidió tal
DIVERSOS JUICIOS ACERCA DEL SUCESO ANTERIOR. 431

muerte, no la habría dado si hubiera estado ser y su sangre, á la que amorosa , en vano
en Tortosa el.dia 16 de febrero. Pero otros había procurado su felicidad. No era ya ga-
complacieron su ligereza , y por lo menos rantía contra los escesos de Cabrera la s u e r -
deben compartir con él la responsabilidad te de una madre olvidada. ¿ Q u é se quiso,
«Los que dieron curso á su solicitud y los p u e s , á qué se aspiró en bien de todos ma-
que la decretaron , ¿ por qué no le hicieron tándola? ¿A vengar los asesinatos de un hi-
ver que es abominable el castigar los d e l i - jo desnaturalizado ? ¿ Y con qué derecho?
tos de los hijos en los padres ? ¿Por qué no ¿Dónde la razón y la justicia para que pur-
le hicieron reflexionar que si Cabrera era fe- gue un tercero agenasfaltas? Insensato, de
roz teniendo á su madre en rehenes, lo seria consiguiente , atribuir ó esta causa el p e n -
mucho mas desde que nada debiera esperar samiento deplorable de Nogueras , porque
de los que la guardaban? ¿No pudieron de- la rechaza el buen s e n t i d o , la luz natural
cirle : los asesinatos que hoy comete m a n - de que ha dotado Dios á todas las criaturas:
chan su causa y la hacen mas odiosa cada forzoso es inferir que se propuso reprimir al
dia ; pero los que cometa d e s p u é s , si su que infundía por do quier terror y espanto.
madre es fusilada, podrán parecer ofrendas Mas , ¡ qué medio , gran Dios, sugirió á su
que la consagre? ¿No le habrían retraído de buen deseo su imaginación estraviada! ¿No
su pretensión las vidas de tantos liberales vio su inutilidad, por lo pasado justificada?
que no podian emigrar á puntos fortificados ¿ N o v i o q u e , desprendiéndose de tamaña
y que quedaban á merced del hijo; las mal- garantía iba derecho contra el objeto que
diciones que arrancaría de los que vivían intentaba , que desatando el único lazo que
en riesgo? ¿No pudieron conocer que el ofi- ligaba al monstruo del Maestrazgo dábale
cio en que pedia una muerte estaba escrito alas para nuevas p r e s a s , y afilaba sus g a r -
á la vista de dos cadáveres, humeando aun ras ? No lo vio , no , y lo creemos, y lo
la sangre de los alcaldes de Yaldealgorfa y creerán nuestros lectores imparciales, por
Torrecilla, y que acaso á poco tiempo e s t a - imposible que p a r e z c a , s i , como nosotros,
ría arrepentido de haberlo firmado? ¿Poi- se hacen cargo de la posición de Nogueras.
qué no contestaron: la vida de los presos ó Encargado de la pacificación del pais,
de los acusados es de la ley , y no de los cifrada en ello y comprometida su honra,
alcaldes ? ¿ Por qué siquiera no le dijeron vehementemente habia de ser su anhelo por
que lo consultarían al gobierno?» llevar á cabo su misión , y esto le haría mi-
Después de juzgar asi este suceso p e r - rar por distinto prisma los medios. Y ya lo
sonas tan competentes y tan amigas de sus hemos visto : no llegaban á sus oidos otras
causantes, podríamos no atormentar mas noticias que de asesinatos, ni otros gritos
nuestro corazón ocupándonos mas do ellos; que los de represalias. Los p u e b l o s , los
ero por lo mismo que es tan aflictivo y que ayuntamientos , los comprometidos , todos
a amistad no ha encontrado en nosotros la los habitantes , sus propios soldados pedian
disculpa que habría tenido si se tratase de seguridad , demandaban protección : el i n -
un mal reparable , no nos dispensaremos de cendio se habia apoderado del edificio y
aducir algunas consideraciones, con las que amenazaba desplomarle ; y mareado su e s -
daremos fin á tan sensible episodio de esta píritu , y cediendo al clamor de todos, r e -
lucha malhadada. presalias, dijo, como si este bárbaro derecho
Inocente , dígase lo que se quiera en de la guerra , y de la guerra de otros tiem-
contrario, (y precisamente todos los esfuer- p o s , pudiese alcanzar á otros que á los pri-
zos que se hicieron para que apareciese sioneros, como si hubiese sido dada en rehe-
c r i m i n a l , prueban que no se comprendió nes la madre del que afligía al pais. Y he
toda la enormidad del sacrificio sino c u a n - aqui la equivocación que se padecía al h a -
do ya no tenia remedio), presa la desventu- blar de represalias, de que siempre están
rada Griñó con el buen fin de intimidar á exentas las personas que no toman directa
su hijo , fin que , á tratarse de otro hijo se ó indirectamente parte en la guerra , que
habría alcanzado , y prisión que en aquella nunca podian estenderse á las personas i n -
guerra y en aquellas circunstancias aproba- ofensivas ó inocentes, que aun comprendi-
mos por vejatoria que fuese , atendido su das contra toda ley divina y humana , no
propósito saludable , fueron muy miopes ios debían ser inmoladas antes de la declara-
(pie no vieron ineficaz este medio. Sordo á ción de tan absurdo y antisocial principio,
la voz de la sangre, tuvo en menos Cabrera si habia de tener otro móvil que una espan-
á la que por él padecía y le había dado el tosa carnicería.
432 HISTORIA DE LA GUERRA CIVIL;

No la profesión militar, mas si su p r á c - Todavía tuvo remedio su error, y debió


tica cruenta, endurece un tanto los buenos esperarse de quienes, libres de la influencia
sentimientos. De suyo inhumana , les o l v i - maléfica que les indujo á cometerle, le san-
dan en medio de su estruendo los que fuera cionaron con su aprobación. Acaso Mina hu-
de él son modelo de b o n d a d ; y cuando por biera negado su conformidad á la p r o p u e s -
todas partes no se ve sino el peligro, cuan- ta ( 1 ) si hubiese sido distintó su estado.
do la propia conservación, abultándole, solo Pero abrumado con sus padecimientos, sin
piensa en alejarle , se va muy mas allá de tranquilidad de espíritu, no debió pensar lo
lo necesario, y un tardío arrepentimiento no suficiente el caso, y prestó un consentimien-
compensa los males de la impremeditación. to de que le pesó bien pronto. Y si el gefe
Y la guerra de Aragón y de Valencia era de estado mayor que despachó este asunto
una guerra escepcional, que embotaba , si no hubiese por desgracia opinarlo en él c o -
no estinguia, toda idea de moderación. Los mo el proponenle, sin los motivos que á ésle
horrores y crueldades por todas parles co- acaloraron , diversa habría sido sin duda la
metidas exasperaban el ánimo mas templa- resolución. Cábele , por lanto , no pequeña
d o , y un grito general de indignación y de responsabilidad en este suceso doloroso, que
venganza ofusco á todos, y ofuscó á Nogue- no fué bastante á evitar el consejo y aun la
ras y á otros en su ansia por sacar al pais oposición de Iriarte; sin que deje de alcan-
de tan horrorosa situación. Asi vemos que, zar alguna parte al solícito gobernador de
lejos de sublevar el fusilamiento que nos
ocupa, la razón de cuantos le supieron, llegó
(1) Como una prueba de nuestro juicio,
á merecer en un principio la aprobación de
reproducimos las siguientes lineas de una car-
personas tan respetables y de tan buenas ta escrita por el juez de primera instancia de
cualidades como el capitán general de Ara- Cervera el 26 de abril de 4836 al señor Cór-
gón , y satisfizo , no solo á los que odiaban doba , que ya reunía con oportuna previsión
á Cabrera y á las familias de los que habia datos para su obra.
muerto ó vejado, sino á la gran parte de los .... «Larga temporada ha que el venerable
general Mina reside en esta c i u d a d , y yo t e n -
afiliados en un partido. Y es que las pasio- go el gusto de visitarle y pasear con él. Le
nes políticas cuando están exacerbadas ocu- debo amistad y distinguida confianza, asi e s
pan el lugar de la razón, es que las guerras que me consulta algunos asuntos y manda p a -
civiles llegan á desnaturalizará todos, sin sar á mi dictamen varios sumarios y espedien-
distinción siquiera de sexo ¡Cuántos críme- tes. En cuanto á la muerte de la madre de Ca-
brera, únicamente puedo decir á vd. , que
nes no se han cometido en la n u e s t r a , y en luego que se publicó la sentida representación
t o d a s , á impulsos del encono de la intole- de don Manuel Fonliveros y los periódicos s e
rancia, por personas que ni anlesni después ocuparon de tan lamentable acontecimiento,
han faltado al mas mínimo de sus deberes! observó que el general estaba muy afectado.
Atribuí yo esta novedad al mal estado de s u
Pero, ¡ qué mas que pelear el hijo contra el
s a l u d , hasta que hallándome un dia en su
p a d r e , contra el hermano el hermano! ¿Y compañía me dijo con marcado sentimiento
quién armaba sus brazos ? ¿ quién cerraba estas p a l a b r a s :
sus ojos, quién sofocaba la voz de la sangre « ¿ N o sabe v d . lo que hay? ¿Ha visto usted
sino el ciego fanatismo? Pues el fanatismo, los periódicos como se desatan contra mí s o -
de ipie lodos fueron participes (1), el fana- bre el fusilamiento de la madre de Cabrera en
tismo que no da lugar á otro sentimiento Tortosa? Este es el resultado de no poder v e r
uno las cosas por sí mismo. He dado ya la res-
para los contraríos en opiniones que el e s - puesta y mi dimisión, porque ya uo puedo con-
lermínio , el fanatismo fué la ley común á tinuar mandando desautorizado por la opinión
que no podian sustraerse los causantes de pública.»
la muerte de María Griñó , y á que o b e d e - «Jamás observé al g e n e í a l tan abatido; y
cieron sin espíritu sereno , y obedeciendo á manifestaba bien el pesar que le mortificaba,
la vez al deseo general de castigar, ya que V lo que temía eran las consecuencias de uu
hecho que , si bien se atribuye á sus ordenes,
no fuese posible en su mismo autor, las tro- aseguro á vd. francamente y en honor de la
pelías cuyo remedio se les exigia, en lo que verdad , que si su salud lo hubiera permitido
le fuese mas querido. meditar la pretensión del señor Nogueras, no
deploraríamos los resultados de tan grave s u -
ceso.»
El mismo señor Córdoba , hablando con el
(t) Debemos repetir que nuestra edad no general Mina, le oyó decir:
nos permitió tomar parte en la lucha que e s - «No puedo quitarme de la cabeza á esta
cribimos. Era demasiado niño el autor de esta pobre muger: yo estaba enfermo.... En fin,
Obra, dejemos esto.»
CONSECUENCIAS DEL FUSILAMIENTO DE LA MADRE DE CABRERA. 133

Torlosa , cuyo quebranto se aviene mal con al arbitrio de cualquiera la vida de los cur-
la dureza que amargó los últimos instantes dados, será de temer el abuso de este dere-
de una madre, por el delito de serlo, y cuya cho terrible y que mas de una vez se suicide
eGcacia en apresurar el sacrificio no dio la sociedad , faltando á su institución ; su-
tiempo á que todos los habitantes, y los mi- mutua defensa. Una vida, mas ó menos p o -
licianos los primeros, intercediesen con Mina drá no afectar á mas de un hombre de g u e r -
porque se revocase su inesperada decisión. r a ; y sin e m b a r g o , todas valen menos si se
1

Y cuenta que el mismo dia de aquella mal la sacrifica sin justicia. Un solo inocente
llamada represalia, exigia la posible demora que á sabiendas mate la sociedad , es la
en llevarla á cabo , por si era suficiente su muerte de la sociedad misma, fundada p r e -
amenaza. Debió, por consiguiente, la cita- cisamente para la común defensa. Si la sal-
da autoridad haber entretenido el cumpli- vación de lodo el género humano dependiese
miento de la orden , sin que por eso faltase esclusivamiente de la vida de uno solo de
á su d e b e r , pues que ni le prescribía esa sus individuos, sálvese el individuo, diría-
celeridad oficiosa del gobernador, ni la r e - mos con Mirabeau , y perezca la sociedad,
comendaba. Con fundamento, si no con ra- porque el individuo es igual en su derecho
zones, puede decir Cabrera, que no fué con á todos. Eslo decimos , en conclusión , del
el propósito que se sienta de prevenir n u e - sacrificio de la desgraciada madre de Ca-
vas víctimas la víctima que se inmoló, sino brera.
con el mismo que se deploraba, el de verter
s a n g r e , porque en aquel caso hubiéranle CONSECUENCIAS DEL FUSILAMIENTO DE LA MA-
amenazado con verterla y no se comenzase
DRE DE CABRERA.
por derramarla.
Sin volver á la cuestión de represalias,
cuestión por el mismo Nogueras resuelta en XCII.
su última carta, y prescindiendo de las po-
derosas causas que le hicieron proponer el
hecho á que ya ponemos fin , y á cuyo Muy en breve supieron los carlistas la
influjo no podría resistir en aquella ocasión, ejecución de la madre de su gefe, y el mis-
que no podemos apreciar en esta , tan dis- mo misterio ccn que empezó á circular esla
tinta y distante , cónstanos la verdad de noticia , por no atreverse nadie á c o m u n i -
cuanto dice el general Nogueras con el c o - carla al interesado, abultó las proporciones,
razón en la mano en el último párrafo de su de suyo colosales , de este acontecimiento,
carta. Sus sentimientos desmienten su a s - é infundió el asombro y el espanto en todos
pecto duro, y no sabemos que se haya esce los que rodeaban á Cabrera, revestido d e s -
dido en el uso terrible y difícil de sus fa- de entonces con el doble interés que inspira
cultades en los tiempos borrascosos de su la víctima , porque víctima puede conside-
mando en lo mas recio de la guerra. Hoy, rarse el hijo de una madre sacrificada.
que sin alucinación de ningún género puede Cabrera no pudo menos de sospechar
contemplar tranquilo la borrasca pasada, que pasaba algo de eslraordinario que le
comprenderá en su espíritu recto el punto á ocultaban , pero no presumía lo que era , y
que le arrastró como á tantos la febril exal- en vano interrogaba á sus oficiales, temero-
tación de las pasiones políticas cuando a m e - sos todos ser los nuncios de tan terrible
nazaba con quitar la vida á los padres y nueva. Incomodábale esta reserva, y le in-
mugeres de lodos los partidarios. comodó mas el no recibir confidentes ni c o -
Irremediable el m a l , mucho nos holga- municaciones de la parte de Tortosa , e v i -
ríamos de que los militares los primeros, tado uno y otro cuidadosamente por don
por su propio interés , y todos por la misma Juan Perlegaz, comandante del primer b a -
causa , hiciésemos de modo que jamás se tallón que llevaba el nombre de dicha p l a -
diese lugar á hechos como el lamentado. za, y antiguo militar, á quien Cabrera p r o -
Asi seria si el ejército fuese, no la cabeza, fesaba una amistad predilecta. Su solicitud
sino el brazo derecho del Estado ; si c i r - impidió que algún indiscreto revelase á Ca-
cunscrito á su misión, vencer al enemigo, brera su desgracia, y tomaba al mismo
sostener el orden , fuese alejado , para glo- tiempo sus medidas para ir preparando á su
ria suya, de) gobierno del país. Pero m i e n - gefe á recibir la terrible noticia, como la
tras subsista esa importación funesta y a b - supo el 20 en Valderobles.
surda de los. estados de sitio , mientras esté Son sin duda de sumo interés para la
134 HISTORIA DE LA GUERRA CIVIL.

historia estos pormenores, y hallándolos, rito , me .enciendo v i v o ; parece que v d . se


aunque con demasiada minuciosidad, en la complace en sofocarme. Vaya v d . á jugar
obra ya citada del señor Córdoba, preferi- al tresillo y déjeme en paz.
mos insertar íntegros algunos párrafos á e s - — Por Dios, señor don Ramón , óigame
tractarlos, ó á pedir otra relación de los usted sin irritarse.
mismos al señor Pertegaz , hoy residente en — ¿ Qué hay ? dijo Cabrera con voz t e r -
Calatayud, quien la repetiría. rible, parándose en medio del aposento. No
A las ocho de la mañana del 20 de venga vd. con misterios ni reticencias. ¿Qué
febrero , dice , hallándose el comandante motivos tiene vd. para creer que se haya
general carlista solo en su habitación e s c r i - cometido una tropelía con mi madre?
biendo algunas cartas , percibió el olor de — Permítame v d . que le recuerde algu-
la bebida anti-espasmódica. Llamó á un nos hechos de los enemigos, y conocerá que
ayudante y p r e g u n t ó l e : no parece eso tan difícil.
.—¿Hay algún enfermo en esta casa? —No veo otros mas horribles que los ase-
—No señor. sinatos de los religiosos dentro del templo,
—¿Pues y ese olor de éter ? el incendio y saqueo de los conventos , la
En tal momento entró don Juan P e r t e - crueldad ejecutada con algunos de nuestros
gaz y el ayudante salió á la antesala. Ca- prisioneros, fusilándolos á la puerta misma
brera se levantó y dio tres ó cuatro paseos de su casa, haciendo presenciar este acto á
por la habitación sin decir una palabra. los p a d r e s , hijos, esposas y parientes mas
Pertegaz se colocó á su lado , y continuan- cercanos, la inaudita ferocidad que acaba
do el paseo , entablóse entre ambos el si- de tener lugar en Barcelona, donde ha sido
guiente diálogo: asaltada la ciudadela y asesinados los p r i -
— Don Ramón , ¿ha recibido v d . algún sioneros que alli había , entre ellos el coro-
aviso de la parte de Tortosa? nel O'Donell, cuyo cadáver ha sido a r r a s -
— Ninguno , contestó Cabrera ; yo les trado y quemado en la Rambla, y hasta los
aseguro que se han de acordar. enfermos carlistas que babia en el hospital
— P u e s entonces no será cierto lo que se de Junqueras han sido arrancados de sus
dice. lechos y fusilados.
— ¿Qué se dice? — Pues bien , repuso Perlegaz , si todo
— U n o s , que han desterrado á su señora esto ha s u c e d i d o , ¿ q u é eslraño será que
madre de Tortosa, otros que la envian á siendo v d . el primer gefe carlista de estos
p r e s i d i o , y otros que la quieren matar. reinos, y tanta la rabia y el encono que le
—Eso e s , matarla ; ¡no se armaría mala tienen
función! —Ya lo veo, ya lo veo, dijo Cabrera con
—¿Quién lo impedirla? ¿No la tienen acento muy dolorido , clavando los ojos en
presa, y pueden hacer lo que se les antoje? el suelo.
— ¿ Y no se contendrán sabiendo que yo —¡Ah, don Ramón! casi debería vd. es-
haria lo mismo con la coronela Foniiveros y tar convencido de que ya no tiene madre,
con las demás, y que no me contentaría con y si no la fusilan h o y , la fusilarán mañana.
estas v i c t i m a s , sino que degollaría á las La religión , la humanidad y el deber., me
mugeres de los cristinos que cayesen en mi obligan á rogar á v d . que se resigne á sufrir
poder ? No lo creo , Pertegaz ; ¿ qué culpa esta desgracia.
tiene mi pobre m a d r e ? —¿ Qué es lo que dice vd? contestó C a -
—Ninguna ; pero si se empeñan en fusi- brera dando un fuerte golpe encima de la
larla , lo harán. Desengáñese v d . , señor don mesa, ¿ q u é sabe v d . de mi madre? Pronto,
Ramón , el tener v d . á la señora de F o n l i - pronto, hable v d .
veros y á otras , no basta. — No quisiera saber tanto , dijo Pertegaz
—Vamos, vamos, no d i g a v d . desatinos; conmovido, y cogiendo la mano derecha de
usted delira. Cabrera; siento en el alma ser yo el mensa-
— ¡ Ojalá ! ¡ Quiera Dios me equivoque! gero de tan fatal nueva.
Pero ¡cuántas víctimas inocentes preceden —¿Por ventura se habrán atrevido á ase-
en esta revolución á su señora m a d r e ! sinármela?
—¿Con que v d . la da por muerta? — S i , don Ramón, la han fusilado; c ú m -
— E n manos de los enemigos , mas la plase la voluntad de Dios.
tengo por muerta que por viva. Los ojos de Cabrera centelleaban y s a -
•—No me bable vd, de esto , que me i r - lían, de su órbita.
CONSECUENCIAS DEL FUSILAMIENTO DE LA MADRE DE CABRERA*. 435

— ¿ Es cierto ? preguntó. versal , y el mundo convertido en un lago


— ¡ Cierto 1 dijo Pertegaz sollozando. de sangre , aunque me ahogue después en
Cabrera levantó los ojos al cielo, escla- este lago.
mando: Retirándose del balcón , principió á dar
—¡Oh inocente madre mia! ¡Oh inaudita rápidos paseos por la sala. Se arrancaba los
crueldad 1 A mí debíais buscarme , c o b a r - cabellos, y sus encendidos ojos despedían
des. Si queríais mi cabeza, yo os la hubiera miradas aterradoras. Con voz entera y fir-
entregado en cambio de la de mi madre. me , dijo á P e r t e g a z :
Déjeme v d . , Pertegaz, quiero morir.... no, —Coja v d . la pluma y escriba lo que voy
quiero vivir, vivir para v e n g a r á mi madre. á dictar. Orden general: inmediatamente
Pero , yo me ahogo , déme vd. a g u a ; no formará toda la división. Se distribuirán
quiero a g u a . . . . s a n g r e , sangre es lo que compañías por lodos los pueblos de estas
quiero. Temblará el mundo. ¡Desgraciado inmediaciones. Acto Continuo pasarán á d e -
del que me hable de piedad y de c o m p a - güello á todas las familias de los cristinos
sión! Mas, ¿quién ha dado á v d . esa noticia? hasta la cuarta generación. Cuarenta dias
— S e ñ o r , lo han dicho unos arrieros, y de degüello. Pena de la vida al que no
ademas.... cumpla esta orden.
—Que vengan en seguida esos arrieros, Pertegaz, que observaba el estado de
al momento , al momento. Cabrera y conocía su carácter, lejos de con-
—Ignoramos dónde están y cómo se l l a - trariarle, pues desgraciado del que entonces
man; es sumamente difícil encontrarlos. se hubiera atrevido á hacerlo , apoyaba e s -
—No importa, yo lo mando, que vengan tas ideas diciendo:
á mi presencia. —Bien, don Ramón, muy bien. Cien dias
—También tengo documentos. de degüello en vez de cuarenta.
—Vengan esos documentos. — S i , tiene v d . r a z ó n , cien d i a s , mil;
Pertegaz le entregó dos ó tres oficios, y sin término, siempre matando.
Cabrera, convulso y agitado, los leyó, que- — L e han asesinado á v d . á su madre
dando inmóvil algunos instantes. Se dirigió solo por ser su madre.
ó la mesa , sin que Pertegaz le soltara la — ¿ H a estado vd. en posición de vengar
mano ; se sentó , é inclinando la cabeza, esta muerte?
quedó pensativo. —No.
—Déjeme v d . , quiero estar solo. —Pues entonces no sabe vd. lo que es
Pertegaz no se atrevía á perderle d e dolor, lo que es venganza. Esto solo puedo
vista , porque su espada y pistolas estaban saberlo yo : yo solo desde que hay mundo.
encima de la mesa. Sin embargo, levantóse Serán pasarlos por las a r m a s . . . .
un momento para traer la bebida a n t i - e s - Conociendo Pertegaz que era ya tiempo
pasmódica , que acercó á los labios de su de desviar estos crueles sentimientos , dijo:
conturbado gefe. Después de un gemido —Permítame v d . , señor don Ramón, que
penetrante, puso Cabrera la mano derecha le interrumpa.
en la empuñadura de su espada , y dando —¿Qué hay? contestó Cabrera parándose
dos ó tres golpes con los d e d o s , esclamó: en medio de la sala.
—Has de hacer temblar al orbe. — V d . , aunque joven y fogoso, no se
Levantóse de r e p e n t e , y saliendo al niega á la razón. Bien veo que su estado es
b a l c ó n , creyó Pertegaz que iba á precipi- ahora el mas atroz del mundo, pero d e s e a -
tarse. Cogióle ambas manos para contenerle, ría que oyese lo que me han contado algu-
y Cabrera le miró, diciendo: nas sugetos que presenciaron la muerte de
—Nada, nada , asómese v d . , contemple su señora madre. Aunque todas las cosas
cuan elevadas son esas montañas , y cómo ocurridas en tales ocasiones son tristes, a l -
las aguas del rio (el Matarraña) corren h a - gunas no dejan de ser satisfactorias y c o n -
cia allá. ¿Oye v d . , Pertegaz? soladoras.
—Si señor. —¿Pues qué hubo? Hable v d .
—Pues bien , continuó apoyando la m a - —Que su m a d r e , arrodillada y sin i n -
no derecha en el hombro de su solícito con- mutarse oyó la notificación de su muerte.
solador , yo haré que la sangre corra hasta Durante el tiempo que ha eslado en capilla
pasar por encima de esas montañas. El s e - ha edificado al confesor y á cuantos la r o -
pulcro de mi madre ha de nadar en s a n - deaban: desde la cárcel hasta el suplicio ha
gre ; yo veré impasible la desolación u n í - marchado con pie firme, indicando que t o -
136 HISTORIA DE LA GUERRA CIVÍL.

do su corazón estaba fijo en Dios. Los habi- que me toca hacer. Déjenme v d s . solo con
tantes de Torlosa lloraban, y hasta las p i e - mi secretario y esperen órdenes.»
dras se condolian. Media hora después se imprimía la s i -
Antes de concluir Pertegaz esta relación guiente:
Cabrera se recostó en la cama derramando «El bárbaro y sanguinario don Agustín
copiosas lágrimas. Pidió que le dejasen solo, Nogueras , titulándose comandante general
y Pertegaz, llevándose la espada y pistolas, del Bajo Aragón , acaba de publicar como
salió á la antesala, entrando después á m e - heroicidad el asesinato que á sus ruegos se
nudo con algún ayudante para observar á ha verificado en Tortosa en mi inocente y
Cabrera, que pasó dos horas llorando y sus- desgraciada madre, siendo fusilada inhuma-
pirando. namente en la mañana del 16 del corrienle
La antesala estaba llena de oficiales y en el sitio de la barbacana , y atropelladas
gefes carlistas. Unos querían m a t a r , incen- y presas mis tres hermanas , á pesar de ser
diar y difundir por todo el país su saña es- dos de ellas esposas de dos nacionales de
terminadora. Otros (eran los menos) r o c h a - aquella plaza. Horrorizado, y lleno sin e m -
zaban las ideas de terror y esterminio, y bargo de serenidad y valor por tan triste
procuraban calmar los ánimos, aconsejando como cobarde y vil acción, propia de hom-
un sistema de benignidad y de templanza. bres que la justicia de la causa que abraza-
Cabrera se levantó de la cama y dio permi- ron la quieren hacer triunfar con hechos
so para que entrasen á verle. Pertegaz a d - infames de terror , sumergiendo la patria y
virtió á lodos que hablasen de cosas i n d i - familias en llanto y lulo general, suponien-
ferentes, huyendo las conversaciones que do todavía que su ilustración y conducta
pudiesen exacerbar el sentimiento de su será capaz de asegurar la usurpación crimi-
gefe. Este guardaba silencio, y habiéndole nal que tantas víctimas ha ocasionado; usan-
presentado una taza de c a l d o , bebió la m i - do de las facultades que el derecho y la
tad después de mil instancias. Nada dijo ya justicia conceden á mi carácter de c o m á n -
de fusilamientos, y ni siquiera se acordó ele dame general de esta provincia , nombrado
las cuatro prisioneras cuya muerte habia ju- por el rey y legítimo soberano nuestro el
rado si llegase este caso. Pero no faltaron señor don Carlos V, he dispuesto, conforme
algunos gefes y eficiales q u e , alvidando las á sus reales instrucciones, lo siguiente:
prevenciones del humano Pertegaz, s u s c i - 1.° »Se declaran traidores al titulado bri-
taron imprudentemente una conversación gadier don Agustín Nogueras y cuantos i n -
que renovó el pesar de C a b r e r a , y le trajo dividuos continúen sirviendo en el ejército,
á la memoria su voto terrible. Hubo dispu- empleados por el gobierno de la reina l l a -
tas acaloradísimas. «Nuestros padres y e s - ' mada Gobernadora.
posas están en la cárcel porque nosotros se- 2.° »Serán fusilados por consecuencia de
guimos las banderas carlistas (decían unos): la anterior declaración lodos los individuos
sino adoptamos medidas sangrientas, ten- que se aprehendan.
drán la misma suerte que la madre d e n u e s -
3.° » Se fusilará inmediatamente, en justo
comandante general. Castigos ejemplares y
desagravio de mi madre , á la señora del
prontos se necesitan; señor don Ramón,
coronel don Manuel Fonliveros, comandan-
créanos vd.—No (contestan algunos pocos),
te de armas que fué de Chelva , reino de
no nos parezcamos á los enemigos: defende-
Valencia, que se hallaba detenida para con-
mos otra c a u s a , la religión nos manda per-
tener la ira de los revolucionarios, y t a m -
donar. Nuestro rey es humano y compasivo.
bién tres mas, que lo son Cinta Fos, Maria-
— T o d o eso está bien,pero conviene tratar á
na Guardia y Francisca Urquizu, y hasta el
los cristinos como ellos tratan á los carlistas.
número de treinta que señalo para espiar el
¿Quién es el provocador? Ademas, dirán que
infame castigo que ha sufrido la mas digna
nos han intimidado.—Vengarse en inocentes é
y mejor de las madres.
indefensos es de cobardes. ¿Y si me fusilan
a mi padre? ¿Y si malan á mi esposa? ¿Y si 4.» «Enternecido mi corazón, y llenos de
se cumplen las circulares de Nogueras y de copiosas lágrimas mis ojos al dictar esta ter-
oíros gefes cristinos? rible providencia, no puedo menos de anun-
ciar con d o l o r , que no solo desprecio a l t a -
— E s verdad, esclamó Cabrera con voz mente las atrocidades que colman de lulo y_
amenazadora. Yo no he querido tomar p a r - aflicción, sino que su sed sangrienta será
le en esta empeñada discusión, porque veia vengada irremisiblemente por cada víctima
los ánimos muy agitados. Ahora ya sé lo con veinte de las familias de los asesinos
F U S I L A M I E N T O DE LA S E Ñ O R A DE F O N T I V E R O S , E T C .

que las continúen. Valderobles 20 de fe­ «Fasta la timba me atormentarán es­


brero de 1836.—Ramón Cabrera.» tos recuerdos.»
Fontiveros , al saber la ejecución de su
inocente esposa, dirigió una esposicion á
FUSILAMIENTO DE LA SEÑOR A DE FONTIVER OS S. M. (1), que causó profunda sensación en el
У TR ES MUGER ES ESPR ESADAS. pais, y Mina, al verla publicada, dimitió el
mando (2). Nogueras fué relevado del d é l a
provincia de Teruel y destinado á Valencia
хеш. á recibir ulteriores ó r d e n e s , y después á
Alicante, mandándose ademas se procediese
á formar causa sobre el fusilamiento de la
Habíase apoderado Cabrera en sus c o r ­ pobre Griñó, que tanto alarmó al pais.
rerías de doña María Roqui, esposa del c o ­ Dice Nogueras que Cabrera llevo á efec­
ronel Fontiveros, y de Cinta F o s , Mariana to la ejecución de la señora de Fontiveros
Guardia y Francisca Urquizu. Llevábalas tan pronto como supo la fuga de sus h e r ­
generalmente consigo, recibían el buen tra­ manas , y que él á su vez , mandó prender
to que las circunstancias permitían, y hasta á todas las familias de los principales cabe­
le acompañaron mas de una vez á su mesa, cillas de Aragón que pudieron hallarse , las
sintiendo las infelices únicamente su prisión que fueron conducidas á Alcañiz y asegu­
por estar separadas de sus familias. P r o p o ­ radas en el castillo. «Las convoqué, añade,
níase Cabrera , ó se le propuso , cangearlas y las dije que por cada alcalde ó paisano
por 9u madre y alguna otra persona , y pa­ que mandase fusilar Cabrera, ó sus d e p e n ­
rece que se hallaba muy adelantado este dientes , mandaría yo también ejecutar lo
asunto, al cual asentia Palarea, cuando tuvo mismo en la persona ó personas á quienes
lugar el fusilamiento de María Griñó. cupiese por suerte , habiéndoles autorizado
Una vez consignado por Nogueras con para que escribiesen libremente á sus hijos,
error evidente el inhumano derecho de r e ­ p a d r e s , maridos ó hermanos que sirviesen
presalias de malar mas bien á mugeres ino­ en las filas de Cabrera , enterándoles de mi
centes , la muerte de las cuatro desgracia­ providencia y resolución. Luego que los c a ­
das prisioneras era segura , en el carácter becillas de Aragón se enteraron de aquellas
de Cabrera , á pesar de la familiaridad con medidas, continúa, reuniéronse y manifes­
que ya las trataba , y aun del cariño que taron á Cabrera la penosa situación de sus
profesaba á una de las j ó v e n e s , con quien familias, y lo resueltos que todos estaban á
llegó á decirse llegaría á casarse. separarse de sus órdenes si no desistia de
Consiguiente al deplorable fin de la v í c ­ su plan de fusilamientos; cuyo paso produjo
tima de Tortosa , fué espedido el bando c i ­ tan buen efecto , que habiendo sido a p r e ­
tado , y aunque se ha dicho que el mismo hendido en las labores del campo un tal
dia 20 fueron fusiladas, existen documentos Andreu , padre de un oficial que desde el
que demuestran lo fueron el 27 ( 1 ) , lo cual principio de la campaña servia con d i s t i n ­
evidencia que no "ya se dejó llevar Cabrera ción á mis inmediatas ó r d e n e s , le llevaron
de los primeros ímpetus de su justa cólera, algunos dias en su compañía , y cuando yo
sino que se saboreó en el placer de la v e n ­ estaba resuelto á poner en ejecución el d e ­
ganza, y prolongó toda una semana la a g o ­ recho de represalias con algunas de las per­
nía de las v í c t i m a s , al menos de dos de sonas presas en el castillo , se presentó A n ­
ellas, según se ve en el documento citado. dreu , á quien se suponía asesinado , y me
informó del buen trato que habia recibido y
En el momento de recibir la infausta
de la seguridad en que podría estar de que
n u e v a , se comprende bien el esterminio de
Cabrera habia desistido de su plan s a n g u i ­
todo cuanto le rodeara ; pero dado lugar á
nario , como efectivamente fué a s i , en t é r ­
la reflexión , la muerte de esas desventura­
minos de que todos los alcaldes é individuos
das no tiene otro aspecto que el de una
de ayuntamiento que estaban refugiados en
venganza; y fué mas que v e n g a n z a , c r u e l ­
Alcañiz, fueron volviendo á sus pueblos sin
d a d , inhumanidad horrible.
haber sido molestados.
Nada tiene , por tanto, de estraño, que
recordando Cabrera no ha mucho este s u ­ »En estado tan lisongero se hallaban,
ceso , esclamase con a m a r g u r a :
(1) Véase documento núm. 10.
(1) "Véase documento núm. 9. (2) Véase documento núm. 1 1 .
TOMO III. 18
-S38 HISTORIA DE LA GUERRA CIVIL.

prosigue, las cosas, cuando se suscitó en el Cabrera. Si era necesaria esta medida (en
Congreso español la cuestión ruidosa de la su concepto) y una consecuencia forzosa (no
muerte de la madre de Cabrera , esplotada añade de q u é ; será de sú propuesta), si se
mas por miras políticas y espíritu de parti- habia de atajar tanta sangre y horrores de
d o , que por humanidad y compasión , pues que era teatro el pais , ¿por qué y para qué
si unos diputados lamentaban la muerte de ocultarla, cargando con su responsabilidad,
aquella madre desgraciada , otros d e p l o r a - cuando solo le alcanzaba la de su propues-
ban la de los alcaldes y demás víctimas i n - ta? Y no son únicamente sus anteriores p a -
moladas de contrario, fil gobierno me pidió labras las que envuelven una contradicción
entonces la contestación del general en gefe visible, y prueban que, cuando cayó de sus
del ejército de Cataluña al oficio que yo le ojos la venda fatal que no le permitió ver lo
habia dirigido acerca de la madre citada; que habría-visto en otra posición, compren-
pero mi delicadeza exigía que yo evadiese dió su fascinación irresistible y su pesar por
la remisión, como lo verifiqué, bajo el pre- una proposición que no pudo meditar. En
teslo de que se habia estraviado, y asi se lo efecto •; si la sola presentación de ese papel
comuniqué á dicho g e n e r a l , prefiriendo ser habría sido la garantía mas completa de su
yo la victima en mi destierro de Alicante y conducta, y el salvoconducto de su persona
el supuesto autor de la mencionada r e p r e - para los que le atribuían esclusívamente la
salia antes que manifestar la contestación resolución tomada ; si entonces no , y d e s -
de un general que respetaba y que por t a n - pués sí le presenta, descartando la parte de
tos títulos merecía la consideración públi- responsabilidad que no le alcanza , es que
ca , aparte de que la providencia dictada no quiere ya aparecer con toda ella, es que
era una consecuencia forzosa y medida n e - comprende su fatal equivocación y la de su
cesaria en aquellos momentos si se habia de gefe. Incuestionable esta conclusión , baste
atajar tanta sangre y horrores de que era y basta al señor de Nogueras lo dicho en su
teatro aquel pais. Yo conservo cuidadosa- descargo; y confiese que erró con la i n t e n -
mente entre mis papeles el espresado docu- ción mas sana , por motivos tan poderosos
mento , cuya sola presentación habría sido arrastrado , que patrimonio del hombre es
la garantía mas completa de mi conducta y el e r r o r , y honra es suya reconocerle.
el salvoconducto de mi persona para los
que me atribuían esclusívamente la resolu-
ción tomada.» PROCLAMA DE C A B R E R A . — OPERACIONES MI-
Lo antes sentado por nuestro apreciable LITARES.
amigo el señor de Nogueras, confirma mas
y mas nuestra opinión acerca de la c o n v e -
niencia de haber amenazado á Cabrera con XCIV.
l a pérdida de lo que debia serle mas s e n -
sible, presentándola como inminente , hasta
el punto de que se hubiese creído i n d u d a - Inmoladas por Cabrera las víctimas con
b l e . Y asi lo v i o : amenazó con la de las cuya sangre satisfizo por-el pronto su sed
familias de los oficiales de Cabrera, y c o n - de venganza , encargó á Añon le reempla-
siguió su buen propósito sin llevar á efecto zase y emprendiera un movimiento sobre
su amenaza. Mas si ciego por la matanza Castilla ó Valencia. Dictó ademas otras dis-
tan poco disculpable de la señora menciona- posiciones y marchó á Aguaviva, siendo ya
da y de sus no menos infortunadas c o m p a - brigadier del ejército de don Carlos, cuyo
ñeras , hubiese respondido á su sacrificio despacho recibió en Yalderobles, firmado
con el sacrificio de otras en el mismo t r a n - en Durango el 8 do febrero.
ce , ¿ á dónde , gran Dios, habrian llegado Algunas fuerzas carlistas se aproxima-
uno y otro empleando en el sexo d é b i l , en ron á los arrabales de Tortosa, llamados las
el tembloroso anciano y en el pacífico é R o q u e t a s , creyendo apoderarse del fuerte
inerme habitante las armas mismas que t e - de la ciudad por estar su gobernador d i s -
nían para protegerle? puesto á entregarle ; pero fué descubierta á
También nos permitirá el señor de N o - tiempo su connivencia, y fusilado por su
gueras que disentamos algo de su opinión traición en Yinaroz.
en cuanto á las causas de su negativa al En Aguaviva publicó Cabrera el 26 una
gobierno de S. M., que le pidió copia de la proclama, dirigida á los habitantes del Rajo
orden para el fusilamiento de la madre de Aragón , en la que , recordándoles su c o n -
VUELVE CABRERA A CAMPAÑA. 139

ducta y la de los gefes sus contrarios , que don Baltasar Torres , y.cuando éste se p r e ^
cotejaba, aduciendo la muerte de su madre, paraba á cargarle , ocurrió una disputa e n -
anadia: tre dos oficiales de la columna , que se hu-
«Mi corazón , entristecido y lleno á la bieran acuchillado sin los esfuerzos de Tor-
vez de serenidad y resolución para contener res, y se frustró el lance.
con mano armada de una parle , y de otra Asi pudieron continuar los carlistas su
castigar y corregir tan alroces como inicuas marcha, proveyéndose de víveres en Martin
resoluciones, no puede resistir ya tanta mal- del Rio. Entraron luego en Monlalban, don-
d a d ; y asi declaro que trataré con h u m a n i - de se propusieron esperar al enemigo, cuya
dad y consideración hasta á los mismos cri- aproximación les anunciaron, y aunque era
minales ó seducidos q u e , arrepentidos ó la primera vez que se iban á defender los
desengañados , se separen de las banderas carlistas en una población , no atacaron los
de la ilegitimidad; que con mano fuerte e v i - liberales , que llevaban diez y ocho horas
taré los atentados y llevaré á efecto mis ban- de camino aquel dia , no llevando muchas
dos y conminaciones de confinamiento , con menos los contrarios.
esceso de todo hecho que no permita por Nogueras, el infatigable perseguidor de
medios mas honrosos la justa venganza y los carlistas , acampó su gente en Ejulbe,
satisfacción; y que no impedirá mi objeto descansando aquellos en Montalban.
respeto ( 1 ) , amenazas ó providencias que
adopte la misma reina llamada Gobernado-
ra , cuya real persona solo obtiene nuestra VUELVE CABRERA A C A M P A Ñ A . — SE A U M E N -
veneración como reina viuda , sin mas d e -
TA EL ENCARNIZAMIENTO DE LA G U E R R A . —
recho que la pensión que el rey nuestro
señor se digne c o n c e d e r l a , por el acata- SORPRESA DE L I R I A .
miento debido á su elevada dinastía y alto
rango (2). Unios, pues , todos á los valien- XCY.
tes que combaten con aplauso del mundo,
teniendo á menos sus v i d a s , haciendas, es-
posas , hijos y cuanto lisongea el corazón Tuvo lugar por este tiempo el primer
n u m a n o ; lancémonos, y acabemos con esos sitio de Gandesa, que ya dejamos descrito,
seres que han envuelto á la nación en la y el 14 de marzo se reunieron Añon y C a -
desolación, el luto y el llanto. Unámonos- brera en Yillarluengo, volviendo á tomar
para la restauración de los derechos del rey de nuevo desde entonces una parle activa
el señor don Carlos V . ¡Yiva el rey I» y directa en las operaciones militares el
Añon y Forcadell marcharon por Man- caudillo lortosino. Emprendió algunas de
zanera , Torrijas y Titaguas hacia Salvaca- poco valer y marchó á Hijar , donde hizo
ñete, en cuyas inmediaciones se vieron a t a - alto , habiendo sabido en el ínterin el fusi-
cados por una columna que , avanzando lamiento de algunos prisioneros, que se pro-
treinta caballos, les vio á poco envueltos, puso vengar.
quedando en el rio Gabriel acribillados de Churruca perseguía á Cabrera; mas éste,
balazos, siendo asi víctimas de su intrépida sin esquivar el encuentro , procuró atraerle
temeridad. La columna retrocedió á S a l v a - á sitio ventajoso, y se dirigió hacia Albala-
cañete , y aunque aguardó á sus contrarios, te. Tan próximos se pusieron a m b o s , for-
se dirigieron éstos hacia Toril y Riofrío , y mando paralelas, que mediando solo un bar-
de aquí por Albarracin y Noguera á recor ranco entre las guerrillas, se entabló una
rer varios pueblos del señorío de Molina, conversación que, de festiva y chistosa, d e -
con objeto de proveerse de lo necesario. generó en insultante, llegando hasta el caso
Serrador en tanto, vagaba por el Maes de que los hermanos Pérez, oficiales carlis-
trazgo, persiguiéndole Buil, con quien luvo tas , se desafiaron con dos parientes que
un encuentro en Ares el 1 . ' de marzo. tenian en las filas l i b e r a l e s , batiéndose á
. El 12 marchó Añon hacia Calatayud, balazos y con fusil. Siguió este horrible
después de haber pernoctado en Ojosnegros. duelo, y bien pronto, lo que solo era cues-
Cerca de Dianas tropezó con la columna de tión de cuatro h o m b r e s , se hizo de cuatro-
cientos, y se tirotearon todos, disputándose
la posesión del b a r r a n c o , que quedó por
(t) Las de bastardilla son palabras t e s -
tuales. Cabrera.
(2) .Mucho se adelantaba don Ramón. Este volvia á fraguar en su inquieta
HISTORIA DE LA GUERRA CIVIL.

mente proyectos atrevidos; y prevaliéndose Palarea, que desde el Maestrazgo m a r -


d e la escasez de tropas liberales, marchó chaba por la Plana de Castellón , supo en
el 26 de marzo á Rubielos: dio un dia de las inmediaciones la sorpresa de Liria y sus
descanso á su gente, señal segura de próxi- tristes consecuencias, y reforzado con ocho-
ma fatiga, y el 28 , sin manifestar ni aun á cientos nacionales de infantería y ciento
sus mas allegados su pensamiento , corrió á ochenta de caballería , corrió en busca de
nvadir las fértiles riberas del Turia y del Cabrera , y desde Maníses tomó el camino
Guadalaviar para recoger v í v e r e s , armas, do .Chiva por Cheste. Cabrera marchó al
caballos y dinero. En esto se le iba aumen- mismo tiempo sobre Buñol y Sieteaguas,
tando de nuevo su gente ; contaba seguro donde una fuerte calentura le obligó á guar-
su crecimiento, y acudía al único punto dar cama. Sabe á poco la aproximación d e
donde por entonces esperaba un buen r e - P a l a r e a , d u d a sea é l , teme arriesgar el
sultado. combate ; pero se decide á darle porque no
Después de veinte y cuatro horas de duden de su valor , y manda tocar llamada
marcha , cayó antes del amanecer del 29 y pide su ropa para lanzarse desde la cama
sobre la opulenta Liria , situada á la falda á la pelea. Toma una taza de caldo, se e n -
de los montes Torreta y San M i g u e l , y á vuelve en su capa e n c a r n a d a , y colocado
cuatro horas de Valencia. Al mismo tiempo á la cabeza de su gente , va en busca del
estaba Añon encargado de hacer exacciones enemigo.
d e todas clases en los pueblos de B e n a g u a -
c i l , Villamarchante y otros de las inmedia- cionales s e encontraron que tenían cortadas
ciones , con objeto también de llamar la las partes mas sensibles de su cuerpo , un b a -
atención por aquella parte. lazo en las rótulas, y los bigotes quemados,
dando esto indicios 'ó creer que babian sido
Pertegaz, que era el destinado á apode- martirizados e n vida ó profanados sus c a d á -
rarse de Liria, acercóse silencioso antes de veres. La desesperación de las referidas m u -
amanecer, y colocó su gente al lado de una geres era tan violenta , que á porfía se a r m a -
de sus puertas. Aguardó en esta disposición ron con ondas y p i e d r a s , y pretendieron salir
el próximo dia , y cuando fueron á abrirla, con las tropas de la reina en busca de los c a r -
listas que las habían privado de un padre ó de
se introdujo con los s u y o s , invadiendo la un esposo , de un hijo ó de un hermano , ó
población, saqueándola y matando siete na- acaso dejándolas enteramente privadas de todo
cionales en las calles y nueve en el campo, apoyo.
llevándose veinte y siete prisioneros. C o n - »Otro hecho que puede compararse con el
ducidos estos desgraciados á Chiva , fue- anterior, y manifiesta hasta qué punto los h o r -
ron sometidos á un consejo verbal y fusila- rores de la guerra lo e n v u e l v e n todo consigo,
sin respeto ni miramiento, e s el que verifica-
dos (1). ron las tropas de la reina , vencedoras de una
división carlista en la Roca de Benet, para d e s -
(t) Son notables las siguientes líneas que pués de lo referido en Liria y Chiva: próximos
sobre este suceso se hallan en la Historia de á dicha roca , tenia Cabrera sus almacenes y
Cabrera y de la guerra cicil en Aragón, Va- hospitales en las masías de los puertos de Hor-
lencia y Murcia por D. D. C. y Rochina. ta , llamados de las Eras , Borel y Botana El
vencedor , ya fuese en represalias de lo d e s -
«Desde Liria continuó la columna carlista c r i t o , y a por órdenes que tuviera para obrar
llevándolo todo á sangre y fuego hasta Cheste con todo rigor á sangre y fuego , ó ya por sí j
y Chiva. En este último punto fusilaron, no ante sí, quemó dichos hospitales y almacenes,
solo los r e h e n e s sacados de Liria , sino tam- destruyó cuantos víveres y medicinas halló,
bién algunos otros v e c i n o s , nacionales del sin consideración á la humanidad que es d e -
mismo Chiva, que no habiendo imitado la con- bida en la guerra á lodo herido y enfermo,
ducta previsora de los que escaparon del p u e - cualquiera que sea el ejército á que p e r t e n e z -
blo antes de la llegada de los carlistas, no ca , fusiló á diez y seis , y habiéndose llevado
temieron que éstos entrarían en furor viendo prisionero al cap"ellan de dicho h o s p i t a l , l e
reducido su vecindario á unas veinte perso- fusilaron también en Horta al regresar do la
nas. Después de la salida de los invasores e s - sorpresa que habia tenido para los carlistas
pedicionaiios , al entrar en Chiva las fuerzas las funestas consecuencias que hemos v i s t o , y
d é l a r e i n a , pertenecientes á la columna de de la cual hemos hablado por menor e n el
Valencia, que iban en su seguimiento , les h i - cuerpo de nuestra obra.»
cieron ver las mugeres de Chiva llorosas y d e -
sesperadas el cuadro que ofrecía el convento,
donde habían tenido lugar las referidas ejecu-
ciones. Difícil es espresar el horror que c a u -
saba la vista de los cadáveres que se hallaban
cu dicho sitio, en particular los de doce n a -
DISPOSICIONES Y MOVIMIENTOS DE CABRERA. 44<

contener la dispersión; habían ido perdien-


ACCIÓN DE CHIVA. do los suyos sucesivamente hasta siete p o -
siciones , á pesar del tesón con que las s o s -
XCYI. tuvieron , y el triunfo estaba ya evidente-
mente declarado por los liberales, quienes
A la primer noticia que tuvo Cabrera de persiguieron por mas de dos horas á los
la aproximación de su contrario, presumió carlistas, pernoctando estos en Sot de d i e -
que llevaba escesivas fuerzas, y de tropas ra (1), y Palarea en Chiva.
aguerridas, por lo cual dudó admitir la a c - Sin que pueda deducirse con exactitud
ción á que parecía retarle; pero cuando s u - la pérdida de unos y otros por la discordan-
po que el refuerzo de Palarea consistía en cia de sus p a r t e s , es incuestionable fué muy
nacionales de Valencia, creyó fácil su d e r - superior la del carlista, que sufrió, ademas
rota y no dudó en hacerle frente. Decidido, de las cargas á la bayoneta, una de c a b a -
pues, destacó la vanguardia camino de B u - llería , que dispersó y acuchilló á su sabor
fiol, y encontrándose con la liberal, se tra- la retaguardia.
vo una escaramuza sangrienta, en que l l e - Esta j o r n a d a , que reanimó el abatido
vaba ventaja el carlista. espíritu público, fué aplaudida y celebrada
El compromiso era ya formal; no cabia con entusiasmo por los liberales, que deno-
retirarse, y ambos gefes se aprestan á la minaron desde entonces á Palarea el v e n -
batalla. cedor de Chiva.
Interesaba á Cabrera ocupar unas p o s i - Después de los fusilamientos y tristes
ciones que sus contrarios lenian inmediatas- sucesos que acababan de tener lugar en esta
á su derecha, y conociendo Palarea su i m - parte oriental de E s p a ñ a , cuando los á n i -
portancia y la intención del enemigo, se mos se hallaban tan sobrecogidos, cuando
dispone también á ocuparlas. Nótalo C a b r e - no se vislumbraban mas que desastres, la
ra, y grita á los suyos: jornada de Chiva no podía menos de ser
—A la carrera, muchachos;si no llegarán importante para la causa de la reina, por
antes que nosotros, pues están mas cerca; mas que no fuese decisiva. Los carlistas
allá voy yo también. Se apea, y en vano aventuraban ya batallas, eran c a d a d i a mas
se esfuerza por correr. Toma d e nuevo su temibles por su número y audacia, y q u e -
caballo, y ve con satisfacción á los suyos daban vencidos, mas no derrotados.
ganar las posiciones disputadas.
Palarea entonces divide su gente en tres
DISPOSICIONES T MOVIMIENTOS DE C A B R E R A . —
columnas, y da el mando de la derecha á
QU1LEZ.—DEFENSA DE SAN MATEO.—OTROS
don Gonzalo de Cánovas; el de la del c e n -
tro á don José Baltorna, y confia el de la HECHOS.
izquierda á don Pablo Frias. La guardia
nacional, mandada por el coronel don P e - XCYII.
dro Antonio Hidalgo, formaba la reserva,
y á su derecha en batalla se hallaba toda la El desastre de Chiva no hizo desistir á
caballería. Cabrera de llevar la guerra al territorio va-
Cabrera destinó á don José Rota con lenciano, y en la revista que pasó á su gen-
algunas compañías para que hiciese frente
á la derecha liberal, y á la izquierda las
(I) «Antes de llegar á este pueblo, tenían
que mandaba don Salvador Pérez; ocupan- losrealistas que pasar un barranco; y o b s e r -
do la reserva en un cerro al Occidente de vando Cabrera que muchos de sus soldados no
Chiva. Sus posiciones oran mas ventajosas, encontraban el vado á causa de la oscuridad y
Bien lo conoció Palarea, y á los pocos caiau en el agua, mandó hacer alto, y q u e
ocho hombres y un sargento fuesen á Sot d e
disparos mandó conquistarlas á la bayoneta.
Chera para buscar teas ó hachas de v i e n t o .
Y aquellos soldados, despreciando animosos Cabrera, d e s p r e c i á n d o l a s instancias de todos,
el fuego mortífero que por todas partes se se colocó enmedio del barranco y con una tea
les hacia, y sufriendo impávidos Ires d e s - en cada mano iluminaba aquella escena v e r d a -
cargas á quemaropa, arrollaron el frente y deramente pintoresca.—Vamos,hijos, cuidado
flancos de los carlistas, y conquistaron b i - con mojaros los pies; no tengáis prisa, les d e -
c í a . — Viva don Ramón, contestaban. Viva
zarramente sus posiciones, dispersando á don Ramón, repetía el eco de aquellas m o n -
los que las defendieron. En vano vuela C a - tañas.»—Vida de Cabrera, por don B, Cor-,
brera en auxilio de los fugitivos, y procura doha,
HISTORIA DE LA GUERRA CIVIL.

te el 3 de abril, entresacó voluntarios del Dividió el carlista su hueste, y una par-


pais, y formó una partida de unos setenta te al mando de Carbó, se dirigió á l a inme-
nombres, para proteger y fomentar en él la diación de las cuevas de Vinromá , sabido
sublevación, poniendo á su frente á don Mi- lo cual por el coronel Parra, corrió á echar-
guel Sancho, (a) el Fraile de Esperanza. les de su territorio, lo cual consiguió fácil-
Marchó este con los suyos hacia Loriqui- mente.
lla, y Cabrera por Andilla á la parte de El comandante de armas de Benicarló,
Aragón , reuniéndose en Fontaneta con sabiendo que unos cien infantes y catorce
Quilez. lanceros, pertenecientes al Serrador, pedian
Este, el Organista y el Royo de N o g u e - raciones en el pueblo de Cervera y otros,
ruelas, se presentaron el 1.° de marzo en reunió alguna fuerza y corrió en su busca.
Mora, cuyo fuerte atacaron; y viendo en lo Cargados con el botin de sus escursiones,
decidido de la resistencia lo inútil del em- marchaban al pueblo de la Magdalena; pero
peño, invitó el primero al comandante del alcanzados en la masía de Balterra, término
fuerte y á todos los individuos que en él se de Alcalá, les cerca de improviso, y sin
hallaban á rendirse, amenazándole con que disparar un tiro, se desordenan con tal p á -
si en el preciso tiempo de media hora no nico , que abandonan cuanto llevaban , y
entregaban las armas á la autoridad de don corren e x h a l a d o s , fiando su salvación á la
Carlos se les trataría con el rigor que m a r - fuga, como lo consiguieron , apelando á su
caban sus órdenes, guardándoles por el con- sistema de completa diseminación. Por esto
trario todas las consideraciones á que se hu- no fué tan considerable la pérdida que s u -
biesen hecho acreedores, y prometiéndoselo frieron, en la dificultad de ir tras todos uno
bajo su responsabilidad. La contestación á uno. No pasaría de ocho el número de
fué la que dan los valientes; la que los f u - muertos, abandonando casi lodos las armas
silamientos de Chiva hacían necesaria; y y efectos , que son un verdadero enemigo
tanto el gefe, como los que estaban á sus para el que huye impulsado por el miedo.
órdenes, manifestaron hallarse resueltos á
defender el puesto que se les había confia-
d o , y que según lo exigia el cumplimiento SITUACIÓN IJE LOS GEFES LIBERALES.—FOR-
de su d e b e r , solo tendrían franco el paso
TIFICA CABRERA Á CANT A V I E J A .
sobre sus cadáveres.
Quilez emprendió de nuevo el ataque, y
prosiguió la defensa hasta que se retiró el XCYIII.
gefe carlista, llamado por Cabrera con el
fin de reunir algunas fuerzas que vagaban
en las inmediaciones de Zorita , O r t e l l , el La desmembración de fuerzas que su-
Orcajo, la Mata y Tronchon , y que i n c o r - frió por orden del gobierno el Maestrazgo y
porándosele , operase con mas ventaja. Asi sus territorios limítrofes, permitian á los
lo verificó, y unas veces con T o r n e r , otras callistas hacer impunes las correrías que en
con Cabrera, y acudiendo á donde la nece- daño de los pueblos tuvieron lugar por e n -
sidad le reclamaba , prestó á su causa i m - tonces. Rolen permanecía inactivo en A l -
portantes servicios. cañiz , y estaba disgustadísimo por Talla de
Miralles, mas conocido por el Serrador, tropas que pedia en vano ; otro tanto s u c e -
atacaba el 3 la villa de San Mateo , i n t r o - día á otros gefes; y Nogueras, pesadilla
duciéndose en ella por el derribo de unas constante de los carlistas y su terror, c a r e -
tapias contiguas á la puerta de Albocacer. cia de mando , suspendido mientras se s u s -
Creyendo seguro el triunfo , intentó , con tanciaba y fallaba la causa mandada formar
mas osadía que prudencia , penetrar hasta por el ministerio.
el centro de la población ; pero contrares- Varios gefes liberales, haciéndose sin
tados los suyos con decisión desesperada, embargo , superiores á tan desesperada s i -
fueron rechazados del pueblo y casas que tuación , se movían y operaban , porque su
ocupaban , esceplo sesenta y íres hombres patriotismo no les p'ermitia permanecer en
que quedaron murdiendo la tierra, y diez y la inacción.
nueve prisioneros, con algunos de los e f e c - Cabrera , en tanto , sabe que trataban
tos robados. Los defensores de la villa no los liberales de fortificar á Cantavieja, y
consiguieron tan ventajoso resultado sino á manda á Quilez se dirija á Aragón , á For-
costa de unas veinte bajas. cadell á la Cenia y á Llangoslera á Beceíte,
SORPRESA EN ALCOTAS Y FUSILAMIENTOS. •143

y él con ocho hombres solamente, corre á , los oficiales, que tuvieron precisión de h a -
reconocer escrupulosamente aquel punto. cer con el fanático P . Escorihuela , digno
Convencido por sus propios ojos de lo satélite de Cabrera, y autor, con tantos otros
que le importaba anticiparse al proyecto de malos sacerdotes, del desprestigio del clero
sus adversarios, y creyéndose con fuerzas español. Ciento cuarenta y cinco hombres
suficientes para ejecutarle por sí, lo puso al fueron víctimas de la inhumanidad de C a -
punto por obra, y en pocos dias acopia ma- brera ,' porque está probado que no hubo
teriales, reúne operarios y víveres. Dos com- tal profanación de imágenes ( 1 ) , y se ha
pañías protegen los trabajos, partidas s u e l - desmentido el que los soldados se e n t r e -
tas hacen cumplir en los pueblos inmediatos tuvieran en cantar el deseado entierro de
las órdenes de Cabrera ; él mismo dirige é aquel partidario c r u e l , cuyo hecho, aunque
impulsa los trabajos , y fijando el plazo de fuese cierto, no era bastante para faltar v i -
quince dias para su término , marcha á la llanamente á una solemne p a l a b r a , y obli-
Cenia, donde su presencia era mas n e c e s a - gaba m a s , por el contrario , á que un alma
ria, y convoca á todas las partidas para i n - verdaderamente n o b l e , generosa y g r a n d e ,
vadir la ribera de Valencia. Reuniéronsele se mostrase t a l , haciéndose superior á una
por entonces á Cabrera los restos de Torner, simple puerilidad. Solo la pasión , solo el
de cuya columna dio Iriarte tan buena cuen- ciego espíritu de partido ha podido ensal-
ta al pretender invadir el territorio en que zar tantos y tan cobardes asesinatos, d e s -
operaba su b r i g a d a . honra nuestra.
Lo que fué un desastre para Torner y los Pernoctaron los carlistas después de esta
carlistas catalanes, fué un beneficio pura el hazaña, enManzanera, donde manifestó Ca-
gefe lortosino , que engrosó considerable- brera en la orden general del dia , que s a -
mente sus filas con los dispersos, y se a t r e - bedor de algunos (2) escesos cometidos por
vió á mayores hechos, considerando ademas los individuos de su hueste , y para evitar
segura la posesión de Canlavieja , que era que en lo sucesivo se repitiesen, prevenía
por entonces su sueño dorado , porque con que «todo individuo del ejército que se h a -
las fuerzas que ya mandaba, creia de indis- llaba á sus órdenes, cualquiera que fuese la
pensable necesidad una plaza f u e r t e , un clase y categoría á que perteneciera, que se
punto siquiera de apoyo seguro para sus le probase robo de 4 rs. vn. arriba , seria
operaciones y donde tener tranquilos los pasado por las armas, sin darle mas tiempo
almacenes y hospitales. que el indispensable para recibir los auxilios
espirituales.»
Bien pronto tenia que ejecutarse la o r -
SORPRESA EN ALCOTAS Y FUSILAMIENTOS.— den y aplicarse la pena, si bien recayó solo
PROVIDENCIAS DE CABRERA. en el principal autor de los que saquearon
una casa. Era un sargento y fué fusilado al
frente de la división , que oyó decir á su
XC1X. gefe:
—Voluntarios: pocos dias ha condecoré á
este desgraciado sargento con la cruz d e
El 17 supo Cabrera en Rubielos de Mora San Fernando porque era un valiente ; hoy
por el valsero de Olva, que le servia de es- se le fusila por ladrón. Aprended y escar-
pía , que en el pequeño pueblo de Alcotas mentad.
habia una partida del regimiento de Ceuta. Sin embargo , los escesos que prohibía
Corre en su busca , llega el 18 cuando ya individualmente, cometíalos por si mismo
habia salido la fuerza liberal; pero la alcan- con sus fuerzas , despojando al que quería
za , la sorprende y circunvala en una a l - de sus bienes, y sembrando por donde quie-
tura , donde trató de hacerse fuerte , p r o - ra la desolación y la miseria. Mas peligroso
curando reparar su descuido con su bizarría; que una nube , llevábase cuanto queria, r o -
pero agotadas las municiones, capitularon
verbalmentc y se rindieron aquellos desgra- (4) Véase documento núm. 42.
ciados , fiando por su mal en la palabra de (2) Reuniéndose por lo general eu la fac-
Cabrera. Traidor á ella , y protestando que ción lo peor de cada casa, como vulgarmente
habian hecho su entierro y profanado las se dice , ya podrá figurarse el lector si no se-
rian mas que algunos los escesos , y si no s e
imágenes de la iglesia del pueblo, les m a n - haria necesaria esta disposición por el estremo
dó fusilar, permitiendo solo la confesión á y magnitud á que habian llegado.
HISTORtA DE LA GUERRA CIVIL.

bando cuanto podia en los pueblos y d e j á n - El Serrador tuvo por entonces un p e -


doles pereciendo. Una nueva correría hizo queño descalabro en Ademuz , y Quilez un
hacia la parte de Teruel, pasando por T o r - reñido combate en las inmediaciones de
realta , Torrehaja , Libros, Ademuz, T a l a - Ejulbe.
yuelas , Sinarcas, Utiel, Rubielos y oíros Pero el hecho mas notable de Quilez
puntos, donde dejó, como en todos, memo- fué el de Bañon.
ria eterna de sus depredaciones, llevando á Recorría éste el campo de Monreal ha-
Canlavieja un botin inmenso. También con- ciendo exacciones de todo g é n e r o , y al
dujo á este punto á los enfermos y heridos saberlo Yaldés en Daroca, quiso poner coto
que hasta entonces estaban en las cavernas. á tales demasías. Reunió al efecto unos mil
Mejoró las fortificaciones del fuerte, nom- cien infantes y ciento quince caballos, y
bró para su gobierno á don Jaime Camps y emprendió con ellos el 30 de mayo su viage
Mur , que había sido antes el encargado de á Calamoeha, en cuya misma noche marchó

E lanlear y dirigir la imprenta que se e s t a -


leció en Frades; y para tener menos a t e n -
ciones á su cargo , creó en Beceite el 11 de
por Yillarejo á Bañon. Esperó á que ama-
neciese , y al oírse el toque de diana de los
carlistas, entró victoreandoá Isabel I I , s o r -
mayo, bajo su presidencia, una junta a u x i - prendiendo completamente á los enemigos,
liar gubernativa , encargada de atender en que en la cama aun, salían medio desnudos
la repartición y cobro de contribuciones, desbandándose por todas partes. Pero h a -
asi como del cuidado de los talleres, fábri- bía tenido Yaldés un punible descuido: dejó
c a s , etc. (1) franca la salida que conduce al pequeño
Unos dias antes, el 5 de m a y o , publicó monte llamado el V a l l a d a r , y á él se a c o -
en Bordón un indulto ( 2 ) para atraer á sus gieron los fugitivos carlistas, donde se fue-
filas los gefes y los soldados de las c o n - ron reuniendo, y rehechos, dieron cara á
trarias. sus enemigos al ver que solo les perseguían
unos doscientos , que otros estaban inopor-
DESASTRE DE VALDES EN BAÑON.
tunamente colocados , y que los seiscientos
que penetraron en el pueblo se entretenían
en buscar adversarios y en recoger e q u i -
pages abandonados.
c.
Quilez trató entonces de vengarse ata-
cando á la escasa fuerza protegida por la
Estos triunfos tan notables que obtenían caballería ; y Valdés pensó en completar su
los carlistas, hicieron por fin pensar al g o - triunfo batiendo reunidos á los que dejó e s -
bierno en el abandono en que tenia á este capar dispersos. Pero confia todo el éxito
territorio , y aumentó las fuerzas que en él de la acción en la carga de la caballería, y
operaban. Por de pronto las reforzó con la volviendo ésta por primera vez grupas á la
columna de voluntarios de Soria que m a n - descarga de la infantería enemiga , se d e s -
daba don Francisco Yaldés , á quien confió ordena , atrepella á los infantes que á su
el capitán general de Aragón la defensa de flanco y retaguardia h a b i a , y en aquella
la ribera del Giloca , sin perder de vista la confusión échanse encima los carlistas y re-
del Jalón. paran con creces su descalabro.
Llangoslera, en tanto, sorprendía á Cas- En vano se esfuerza Valdés por a t a j a r -
pe para volverla á abandonar al instante, les , haciendo esfuerzos de valor , mostrán-
no sin llevarse un rico botin , fruto de sus dose temerario : es ya tarde , y ni él ni los
enormes e x a c c i o n e s , que no pudo ser r e s - oficiales pueden moderar el pánico que se
catado , á cuyo intento se peleó un breve habia apoderado de los soldados ; y como
rato , con alguna pérdida de una y otra no tenia la reserva en el orden que debía,
parte. solo pudo contemplar lo terrible del d e -
sastre.
(1) Fueron nombrados v o c a l e s de esta jun- Completamente derrotado, merced á su
ta_cl coronel de caballería don Enrique M o n - imprevisión y á su imprudente confianza,
tañés, con la vice-presidencia; el graduado de fué considerable su pérdida. Descansados
infantería don L u i s B a y o t ; el comandante don los carlistas, persiguiéronle á su placer:
Juan Bautista Castells, y el presbítero don José i nuevecientos soldados quedaron prisione-
Castellá, siendo el secretario el reverendo p a -
dre fray Tomás Martínez.
ros , siendo fusilados los oficiales en número
(2) Véase documento núm, 13. I de treinta y tantos con once miñones. Y no
CORRERÍAS CARLISTAS.

solo contó de menos á unos y oíros el ejér- Favorable para los carlistas, esplotábanle
cito de Aragón y Valencia , sino que se a u - maravillosamente. Asi vemos á Llangostera
mentó con casi lodos de los primeros la desde Peñarroya descender á la parte de
hueste de don Carlos , pues que aceptaron Batea y sacar recursos del pais sosteniendo
su servicio y recobraron sus armas para de- con varia fortuna algunos encuentros do
fenderle . poca importancia: á Quilez proteger las
• La caballería y unos cien infantes e n - obras de Cantavieja, que activaba Cabrera,
traron á ocultar su vergüenza en Daroca, y y al Serrador acercarse á Castellón y batir-
otros corrieron á Teruel y otros á Calalayud. se con la columna de Cánovas en la cuesla
Atribuyóse desde luego esla pérdida á de Borriol, formidable eminencia sin flanco
su verdadera causa : á una inconcebible y alguno , y cuya posesión fué disputada con
funesta imprevisión del gefe , cuyo arresto encarnizado empeño , pudiendo presenciar
se dispuso, y la formación de causa en ave- los habitantes de Castellón la osadía de los
riguación dé su conducta militar en aquella carlistas , que llegaron hasta las puertas de
desastrosa jornada. « S. M . , decia la real la capital.
orden que la disponía , deseaba al mismo Con pérdida de unos treinta hombres (y
tiempo que recompensar á los valientes, cas- no la espresa uno y olro p a r l e ) , marchó el
tigar oportunamente las faltas, ora fuesen Serrador desde los m o n t e s , en donde s e
de imprevisión , ora consistiesen en no s u - g u a r e c i ó , á Alcalá de Chisvert, villa de
jetarse estrictamente á las órdenes dictadas consideración , situada en la carretera de
por los gefes superiores, ó las motivase otra Valencia á Cataluña, entre Vinaroz á C a s -
circunstancia aun cuando proporcionase ven- tellón , y se apoderó de su fuerte por estar
tajas.» en inteligencia con algunos soldados francos
No nos cebaremos en la desgracia r e - que le guarnecían. Su comandante Villa-
criminando á V a l d é s , que tan probado t e - roig fué fusilado , siéndolo también por los
nia su valor y patriotismo. Descuidóse un liberales dos dias después en Benasal el ofi-
momento ; no fué obedecido en el del p e l i - cial Pelecha. Torreblanca sufrió la misma
gro , ó no supo hacerse o b e d e c e r , y él solo suerte en Alcalá de Chisvert, si bien se r e -
quedó responsable de las tristes consecuen- sistió la guarnición, capitulando al fin, c u a n -
cias que tuvo para la causa liberal lamaño do el incendio que devoró algunos edificios
descalabro. amenazaba consumir todo el pueblo. Las
Las circunstancias le perjudicaron infi- condiciones de la entrega de los defensores
nito, y dieron a su derrota proporciones gi- de Torreblanca fueron honrosas: los n a c i o -
gantescas. nales debían entregar las armas y ser c o n -
Quilez , orgulloso de su no esperado ducidos á Castellón ó Peñíscola.
triunfo , recibió las felicitaciones de C a b r e - Estas ventajas dieron alguna i m p o r t a n -
ra , y creció y su gente , en osadia.
; cia al Serrador , que se habia creído capaz
de apoderarse de Benicarló , teniendo que
desistir de esta empresa; pero se indemnizó
de esta contrariedad en los hechos que a c a -
CORRERÍAS C A B L I S T A S . — E L BOItBIOL. — AL-
bamos de referir, y se aprestó á operaciones
CALÁ DE C H I S V E R T . — T O R R E B L A N C A . — CONS- de mayor importancia.
PIRACIÓN EN MORELLA. — INVADE CABRERA LA También las proyectaba Cabrera , c u y a
RIBERA DE VALENCIA. inacción no podia menos de ser aparente en
su inquieto carácter, sin embargo de que su
detención en Cantavieja era de grande i n -
CI. terés á sus p l a n e s , porque procuraba hacer
de este punto una verdadera plaza fuerte.
Otra , que sirvió luego para nombre d e
A medida que los carlistas triunfaban y su título aristocrático, estaba próxima á caer
recorrían impunes los pueblos, era mas c r í - en su poder. Decididamente carlistas sus
tica la situación de éstos. Llevando sus que- vecinos, estaban de acuerdo con parle de la
jas y lamentos á los gefes militares , e l e v á - guarnición, y se hizo un rompimiento en el
banlas éstos á su vez al gobierno , y espe- muro , sin duda para facilitar por él la e n -
raban todos una resolución que les sacase trada á los que al fin fueron sus poseedores.
de aquel estado de incertidumbre y de an- Pero descubierto el hecho , se acudió o p o r -
gustia. tunamente, y se salvó por entoncesMorella.
rimo n i . 19
lio HISTORIA DÉ LA GUERRA CIVIL.

Cuando un proyecto su frustra , suélese igualmente que retirarse , saciando su saña


apelar á otros é insistir en el pensamiento por ver frustrada su tentativa , y por los
hasta verle realizado. Asi sucedió en More- claros que hizo entre los s u y o s , con el in-
lla , y asi tenia que s u c e d e r , contando con cendio de la población (1).
elementos tan favorables, á los secuaces de El Serrador amenazaba al mismo tiempo
don Carlos, y con la decisión y constancia á San Mateo , aunque no con el objeto de
por é l , de sus habitantes, seguros ya de la reducirle á cenizas , sino con el de a p o d e -
cooperación de una parle de los destinados rarse de la villa , á cuyo efecto destacó en
á contrariarles. Corrió resuelto á la ribera la noche del 28 algunas compañías hacia el
valenciana , que por la escasez de tropas le tambor construido entre las puertas de Chert
brindaba con rico y abundante botin. Pasó, y Albocacer. Atacado tres veces con o b s t i -
p u e s , á Rubiclos de Mora , y lomando la nación este punto , otras tantas fueron r e -
carretera de las Cabrillas, invade á Bufiol, chazadas , y cuando se preparaba á abrir
Yalova , Marcaslre y otros puntos, no de- una mina , supo que llegaba refuerzo á los
jando en el primero ni aun camisa á los v e - sitiados, y levantó presuroso el campo.
cinos, pudíendo huir los nacionales, escoplo Al día siguiente fué alcanzado en la
unos cinco ó seis que cayeron prisioneros, y Culla por el comandante general de Casle-
fueron fusilados. llon don José Grases, y aunque se reconcen-
Cargado con la riqueza de los pueblos tró en las alturas del Castillo, y defendiendo
saqueados, pasaron los carlistas por las i n - esta posición procuró asegurar su retirada,
mediaciones de Segorbe con ánimo de a c o - tuvo que emprenderla precipitadamente y
meter á esta plaza ; pero habia sido refor- marchar á Vistabella con pequeña pérdida
zada oportunamente su guarnición y no so de h o m b r e s , y no insignificante de efectos,
atrevieron á embestirla, y fueron á depositar perdiendo ademas el castillo de Culla , que
sus exacciones en Cantavieja, desde el puer- Grases mandó demoler.
to Mingalbo por Alcora y Alcalá de Cliis- Siguió aquel en retirada á Soneja; y ya
vert. fuese por el espíritu marcadamente hostil de
Escogiendo entonces el corregimiento de sus habitantes, ó porque realmente estuvie-
Torlosa para teatro de sus operaciones, tuvo ran envenenadas las raciones que sacó , s a -
lugar el encuentro de Ulldecona el 18 de queó el pueblo y lo incendió, no hallándose
junio , ya descrito (1). C a b r e r a , satisfecho en él ma-i que m u g e r e s , niños y ancianos,
con su triunfo , marchó á Santa Bárbara. pues todos los hombres útiles habían h u i -

(•t) En la defensa de Montalban ocurrieron


ATAQUES É INCENDIO DE ALCORISA, JIONTAL- hechos gloriosos. Descuidados estaban los n a -
DAN V S O N E I A , T OTnOS HECHOS. cionales y soldados del 6.° que guarnecían la
villa, cuando se vieron atacados á las siete de
la mañana del 30 de junio: refugiados al fuer-
t e , ( l a iglesia y casas contiguas) resistiéronse
CU. bizarros, y los soldados enfermos se colocaron
cerca de las aspilleras para hostilizar al e n e -
migo , en tanto que el resto de la guarnición
Quilez , aprovechando los respiros que se'batia en los sitios de mayor peligro. Algu-
le permitia Roten, escaso de fuerzas , atacó nos nacionales se vieron cortados; mas se
abrieron paso con las bayonetas.
el 29 de junio á Alcorisa, cuya guarnición,
(Juilez , fingiendo hipócrita interés por los
unida á los nacionales, resistió valerosa, habitantes, publicó un bando autorizando á los
viéndose , sin embargo , precisada á r e p l e - vecinos para sacar en una hora lo mejor que
garse al interior del pueblo y á la iglesia. tuvieran en sus casas , anunciando las iba á
Los carlistas, después de dos dias de obsti- quemar luego , y cuando salían cargados con
nados a t a q u e s , se retiraron al tercero , no los efectos de mas valor , les robaron sin tra-
bajo los carlistas. Después de este aleve latro-
sin dejar terrible rasiro de su estancia en el cinio, creyeron aquellos infelices y engañados
incendio de ciento sesenta y tres casas en pobladores se eximiría el pueblo de ser incen-
venganza de la pérdida que sufrieron. diado, puesto que parecía un ardid infámela
Probó en seguida obtener mejor fortuna amenaza ; pero se engañaron tristemente , y
fué entregado á las llamas por los defensores
en Montalban ; pero su guarnición y nacio- del altar, dejando á tantos pacíficos moradores
nales imitaron á los de Alcorisa, y tuvo sin hogar y sin bienes , contemplando deses-
perados la horrible claridad que ofrecieron á
sus ojos en aquella noche.
(•() Véase pág. 4<H.
AUMENTO DEL EJERCITO DEL CENTRO. •U7

t í o , de los que con exactilud podríamos tavieja. Levantó en la noche del 6 de julio
llamar los esterminadores. Según se ha p u - | dos balerías, y rompió el fuego al amanecer
blicado , pegó fuego á las casas y mieses \ de! 7; pero fué tan heroica la resistencia de
que contenian las e r a s , y cerró las salidas los sitiados que , aunque las piezas no hu-
de la población con guerrillas que hacían ibieran sido tan imperfectas como asegura
fuego á cuantos huian de las l l a m a s , sin Cabrera , no hubiera vencido con otras la
distinción de sexo ni edad, y estuvo gozán- resolución de los gandesanos, que se vieron
dose en esle espectáculo tan repugnante al el 11 libres de tan sañudo y tenaz adver-
corazón como aflictivo para la humanidad. sario.
Se ha dicho, es v e r d a d , que los soldados A cada embestida, de tantas como reci-
morian al comer las raciones; pero tenemos bió esla población , crecía , si era posible
por un pretesto esta especie , ya porque no que mas creciese , el entusiasmo de los l i -
era fácil envenenar tan activamente una berales de G a n d e s a , que habia de añadir
cantidad tan grande de alimentos, como una nueva página de heroísmo á la historia,
porque si los habitantes se hubiesen decidi- y hacer prorumpir en un quejido de dolor
do á todo lo que era necesario para ello, no á lodo corazón sensible.
habrian sido los comprometidos tan e s t ú p i -
dos que hubiesen dejado espueslos al insa-
AUMENTO DEL EJERCITO DEL C E N T R O . — C O R -
ciable furor de un enemigo implacable sus
p a d r e s , sus mugeres y sus hijos. Esta tiene RERÍA DE QUILEZ HASTA A L B A I D A . — N O -
todas las trazas de ser una de tantas vulga- GUERAS.
ridades como crea la malicia y acoge el
ciego espíritu de partido, y quizás sucedió CIII.
en esta ocasión lo que años antes había s u -
cedido en M a d r i d , y costó alguna víctima La necesidad y las incesantes r e c l a -
inocente. Cierto dia se sintieron indispues- maciones que se hacían al gobierno , iban
tos algunos tambores de los batallones de llevando tropas al territorio de que nos ocu-
voluntarios realistas, y ellos, ú otros se di- pamos, llegándose á formar un ejército res-
jeron e n v e n e n a d o s , lo cual bastó para que petable, que se denominó del Centro, como
la pagaran algunos n e g r o s , (llamados asi era consiguiente. Hizo necesario su mando
entonces los liberales). Calmóse la alarma, un' general en gefe, y fué nombrado al efec-
y averiguado el caso, resultó que no habían to don Felipe Montes, quien imprimió á las
comprado frescas (por economía) unas cuan- operaciones militares el impulso que era p o -
tas cabezas de carnero, y habían hecho daño sible por el pronto. Bretón , Villacampo,
á algunos individuos de las bandas. Proba- Palarea, Grases, Warleta, Rute y otros g e -
blemente acontecería en Soneja cosa por el fes obraban activamente, y del ejército del
estilo , bastando que uno solo , indispues- Norte acudía una división al mando de Nar-
to , se sintiese mal para que los ánimos die- vaez , llegando á Teruel desde Vitoria en
sen fácil acogida en su escitada imaginación nueve jornadas, y con solo diez y ocho acé-
al mayor de los absurdos. milas para una fuerza de mas de Ires mil
G r a s e s , que iba en su seguimiento , le infantes y ciento cuarenta caballos, y sin
atacó: abrumado sin duda con el botín cuan- pedir un bagaje á los pueblos.
tioso que llevaba por fruto de sus rapiñas, Soria , ademas , al frente de las fuerzas
resistió apenas los primeros tiros de las guer- del Bajo Aragón, esperaba dar buena cuenta
rillas liberales, y se desbandó con no escasa de Quilez, que vagaba por las Bailías, con-
pérdida. Los nacionales de Soneja vengaron linuando su sistema de devaslacion y de
su desgracia y los crueles tratamientos á sus exacciones, y le hizo retirar hacia Beceite,
familias , ayudándoles los de N a v a j a s , Sol, obrando Montes en combinación con él. Reu-
Caslellnou y Altura. nióse luego Narvaez al primero en Fortanete
Por este tiempo, aunque en distinta d i - y alcanzaron á los carlistas entre este p u e -
rección , se veia Gandesa amenazada de blo y Villarluengo, invirtiendo unos y otros
nuevo por los carlistas, cuyo primer b a t a - todo un dia en cruzar cerros y barrancos,
llón de Mora bloqueaba la villa , teniendo sin otro resultado para las armas de la reina
en breve que retirarse con alguna pérdida. que haber dispersado á los carlistas con p e -
Cabrera quiso vengarla , y se presentó con queña pérdida.
tres batallones, un escuadrón y dos piezas Quilez continuó entonces perseguido por
de á cuatro de la nueva maestranza de Can- N a r v a e z , que sustituyó en esta operación á
HISTORIA DE LA GUERRA CIVIL.

Soria , y se corrió por los pinares de M o s - taron considerables p é r d i d a s , siendo sens'


queruela ; y cruzando la carretera de A r a - ble para sus contrarios la muerte del co-
gón por Alvenlosa , invadió la provincia de ronel Gonzalo de Gánova, víctima de su
Valencia y atravesó el J ú c a r , persiguién- impericia. Vencedoras las tropas de la r e i -
dole de cerca en este distrito Grases y Y i - na, podria haberles costado cara la victoria,
llaeampo. si una compañía de las q u e dispersó Quilez
Iba Quilez animado del deseo de apode- por lo mal que le atacaron, no hubiese sido
rarse de la importante y rica villa de Alcoy, salvada por los vecinos de P a l o m a r , que
con el objeto de exigir 1 . 0 0 0 , 0 0 0 de reales ocultaron á los soldados en las cuevas y
y apoderarse de los paños suficientes para desvanes de las casas al llegar los carlistas
vestir á todo el ejército carlista , sopeña de á alojarse. La anterior acción demostró el
incendiar las fábricas. Decidido mas y mas deplorable estado en que se hallaba la divi-
durante su marcha, apoderóse de San F e l i - sión Villacampo (1).
pe de Játiva , y continuó á Albaida , desde
donde se encaminó á Alcoy.
(I) Cual lo prueba el documento siguiente . -

Hallábase Nogueras confinado en Ali-


cante por el infausto suceso consabido, y al Ejército_del Cen.ro. — Segunda división.
saber el gobernador de la plaza la invasión Excmo. s e ñ o r — D e s d e el momento en que
de Quilez, á cuya respetable fuerza no p o - tomé el mando de estas t r o p a s , manifestó á
V. E. la poca confianza que me daban : en
dia oponer mas que la escasa de los nacio- efecto , a n t e s de ayer tuve la prueba. Su cua-
nales, le llamó, y manifestándole lo apura- lidad única es marchar mucho , de lo que h u -
do y crítico de su situación, le rogó pasase biera sacado el mayor partido en la sorpresa
á Alcoy á defender esta villa, poniendo á su de Albaida si tuviesen alguna otra bueua. Al
disposición todos los nacionales de la p r o - pasar por el pueblo , único paso para p e r s e -
guir los enemigos , escepto la caballería , se
vincia , que convocó para aquel punto en entregaron á robar , separándose de sus filas
tamaño peligro. con pretesto d e que les hacían fuego de las
Bien conocía Nogueras lo difícil de la casas , en donde efectivamente mataron m u -
chos facciosos , y tenian sus equipages , lo que
empresa, por la. posiciou del puesto amena- disminuyó tanto la fuerza, que el provincial de
zado y los pocos elementos con que podía Lorca, llevado por su coronel, que fué víctima
contar; pero se le brindaba con una ocasión de su impericia ó cortos conocimientos, r e t r o -
en que prestar un servicio á la causa l i b e - cedió : en seguida la caballería , que no tenia
ral y aceptó; y acompañado de cuatro n a - mas que el camino por donde marchaba si-
guiendo el movimiento general para salir i
cionales , corrió á Alcoy , donde fué recibi- terreno m a n i o b r e r o ; á l o q u e , junto el d e s -
do con un entusiasmo inesplicable. orden de los dispersos , corrieron tirando car-
Sabedor de que se hallaba Quilez en gas , e t c . , hasta fuera del pueblo, en donde á
Albaida , á cuatro horas , siendo superiores fuerza de trabajo con el brigadier Grases y la
plana mayor pudimos reunir como doscientos
las fuerzas e n e m i g a s , válese de un ardid. hombres y volver al p u e b l o , adonde llegó el
Supone que cuenta con un número respeta- provincial de León y la caballería en orden , y
ble de defensores, y hace intercepte Quilez me establecí para pernoctar cerrando las e n -
las comunicaciones que dirige inspirando tradas. El batallón de la Reina no entró en el
confianza á los pueblos inmediatos sobre la pueblo, y nadie se separó de sus filas. Vio la
confusión desde la altura en que s e bailaba
resistencia de Alcoy, y dándoles instruccio- para caer sobre el puerto : de noche s e metió
nes para que fuese provechosa la persecu- en Adsaneta, y al di i siguiente se me reunió.
ción que contra él emprendería. Venia ya Cou las m u n i c i o n e s , equipages y nacionales
Quilez sobre Alcoy, y es fama que esclamó corrieron hasta Alcira los capitanes don N. ü .
y don N. E . , dando este último órdenes las
al leerlas:
mas alarmantes, por cuya razón les digo que
»¿ De dónde ha salido ese demonio de se vayan de la división que yo m a n d e . N. s o -
Nogueras otra vez? Ya no podemos seguir licita "que se le haga una información, l o q u e
d Alcoy.« he encargado al comandante de la Reina , don
Gerónimo Las Heras. Ha sido escandalosa la
Retrocedió en su virtud á Albaida , d e - tal carrera sin m o t i v o s , dejándome sin muni-
sistiendo de tan lisongero plan , y al d e s - ciones de repuesto, y mas de mil hombres que
cansar de su movimiento retrógrado, alcan- siguieron su ejemplo. En general la oficialidad
zóle Villacampo á las seis de la tarde del t"> es floja é ignorante ; pero no hay aqui con
quien' reemplazarlos; no he tenido descanso
de julio. Pudo haber sido mejor dispuesta la para organizado ni enseñarles á que se hagan
acción , y mas provechosa de consiguiente respetar de sus soldados , lo que he visto por
para la brigada liberal; pero no dejó de ser desgracia q u e no e x i s t e ; nadie sabe andar
desastrosa para los carlistas, que esperimen-
PARTIDAS DE BLOQUEO. 1-49

Frustrado el plan de Quilez, volvió á deseaban encontrar al enemigo, se llenaron


Canlavieja por el mismo camino que habia de indignación cuando supieron el deplora-
(raido, sorprendiéndole Soria el 4 de agosto ble estado en que le habían tenido tan c e r -
en las Cañadas de Fortanete, donde dejó ca , y la inquietud de sus ánimos estaba
ochenta m u e r t o s , llevándose mas de cien próxima á pasar á vías de hecho contra su
heridos. gefe. Al llegar Nogueras se le presentó una
Grande como fué este descalabro, pudo comisión de oficiales invitándole á que to-
haber sido Quilez completamente derrotado mase el m a n d o ; pero les hizo desistir de su
á combinar mejor sus movimientos el gefe propósito, contrario á la disciplina, y corrió
que le persiguió , y le debió haber atacado á participar al general el descontento de sus
en Almansa. t r o p a s , aconsejándole que para calmar su
Nogueras, á quien sin duda debió su efervescencia marchase inmediatamente so-
salvación Alcoy , no quiso volver á su for- bre el enemigo , como lo verificó.
zada ociosidad, y siguió á Quilez por su Con esto, Nogueras regresó á Alicante,
flanco izquierdo con los grupos de naciona- donde fué recibido con repique de c a m p a -
les que se le iban reuniendo , engañando á nas y salvas , ostentándose los buques em-
los carlistas con oficios simulados que hacia pavesados. El destierro se habia convertido
cayeran en sus manos sin compromiso age- en triunfo.
nó, imponiendo en ellos comunicaciones de
fuerzas que de Cartagena y Alicante iban á
reunírsele á marchas forzadas. PARTIDAS DE BLOQUEO.
Quilez , en su rápida retirada . llegó á
Almansa, y la división q u e , independiente-
mente de N o g u e n s iba á su encuentro , en CIV.
vez de atacar á los fatigados carlistas, que
se tendieron en las calles ignorando que t e -
nían á una hora de distancia á las (ropas La posesión de Morella era el constante
liberales, fué llevada con visible desacierto pensamiento de los carlistas, y al mismo
á pernoctar en un cerro inmediato, aun s a - tiempo que conspiraban dentro , dirigían á
biendo la estancia de Quilez en Almansa. la plaza ataques parciales y establecían su
Temióle sin duda el gefe que la mandaba y bloqueo , en el cual estaban empleadas las
uo le atacó ; si lo hubiera hecho , el triunfo guerrillas que dirigían Peinado, Badia , Ja-
era seguro. Tal se hallaba la facción , que velgado , Cedacero y algún otro ; llevando
cuatro soldados de caballería que habían sus operaciones á los pueblos pequeños que
quedado á retaguardia herrando sus c a b a - no podían resistirles, y procurándose en
llos , creyendo que les seguia la división ó ellos por los ya conocidos medios cuanto
Almansa, entraron en las calles, y pusieron necesitaban. Privaban asi á Morella de r e -
en lal confusión á los carlistas, que les obli- cursos, predisponiendo con su falla y con la
garon á emprender la fuga mas desordena- continua alarma en que la lenian, el ánimo
da. Al dia siguiente entró la fuerza liberal, de sus tibios defensores, que no podían ser
Nogueras llegó á las doce con su columnita muy ardientes, cuando era hostil á la causa
de observación. el que debia escitar su entusiasmo.
Las tropas que pudieron haber destro- El 4 de julio se aproximó Peinado á Ci-
zado á Quilez en Almansa , y que cansadas rat y ocupó las posiciones que dominan el
de marchar y contramarcha! siempre , solo
-
pueblo, infundiendo la consiguiente alarma;
y á no haber tenido el comandante de n a -
cionales la previsión de colocar todas las
una legua á p i e , y esto ha costado la vida al noches tres avanzadas ó descubiertas , h u -
coronel de ¿orea , pues hubiera estado ágil bieran sido todos sorprendidos porque lodos
para correr cien pasos con su tropa y pasar dormían. El fuego de los vigilantes alarmó
por donde el caballo no pudo. La desgracia de
Tejada fué también no poder saltar su caballo. á los demás compañeros , y empuñando las
Este es el estado de la división. Pido á V. E. armas, sostuvieron bizarros un ataque obsti-
que si la brigada que s e me entrega es de la nado , ahuyentando á los carlistas y p e r s i -
misma calidad , me de descanso para organi- guiéndoles por espacio de seis horas. ¡ T a n -
zaría.— Dios guarde á V. E. muchos años. J á - to se alejaron llevados de su entusiasmo
tiva 27 de julio de 1836.—Excmo. señor.—
patriótico los valientes defensores de Cirat!
Marqués de Villacampo. — Excmo. señor g e -
neral en gefe del ejército del Centro. La partida de Fí no tuvo mejor suerte
150 HISTORIA DE LA GUERRA CIVIL.

en C a l i g , donde fué atacada por Brotons, rita con intento de atacar á Montes en t e r -
comandante de armas de Benicarló , y por reno que le fuese ventajoso.
Roure, comandante de los nacionales movi- El capitán general salia de Monroyo en
lizados de San Mateo. busca de Cabrera, y éste tomó posiciones
Quilez , el Serrador , Esperanza , Lan- en las alturas de Torrearcas; pero solo se
gostera y o t r o s , hacian á la< vez las rápidas cambiaron algunos tiros, no atreviéndose
y temibles correrías que hemos referido é Cabrera á empeñar un lance, se dirigió á
iremos refiriendo; y la partida del Turia, no Morella, y su contrario á la Cenia, i n v a -
bien dirigida, recorría la provincia de Cuen- diendo pocos dias después la provincia de
ca , y atacaba el fuerte de L a n d e t e , c u - Castellón, y ocupando entre otros pueblos
yos defensores se resistieron vigorosamente, los de Onda, Alcora y Villareal, donde h i -
dando lugar á la llegada de una columna en zo abundante provisión de víveres, c a b a -
su auxilio , que hizo correr á los carlistas, llos y dinero, y volvió á encerrar su botin
que se llevaron algunos prisioneros. en Cantavieja.
En Sieteaguas , Villar del Arzobispo y La escasez do fuerzas del ejército del
cercanías de Chelva, sostuvieron, ya unas, Centro, y el estar ocupadas las columnas en
ya o t r a s , encuentros mas ó menos e n c a r n i - tantos y tan opuestos puntos á la vez, dejaba
zados y con varia fortuna. impunes estas correrías que arruinaban por
De las columnas liberales, unas eran in- completo á los pueblos. Buil tenia bastante
fatigables en la persecución , y habia otras que hacer con el Serrador: Villacampo y
demasiado perezosas , obligando esta floje- Grases no se habían de dormir con Quilez,
dad en unos á que el capitán general del y Narvaez, Bretón, Iriarte y otros, tenian
ejército del Centro separase del mando á sus distritos frecuentemente invadidos y
Rolen por no haber atacado á C a b r e r a , y amenazadas sus poblaciones de continuo.
otras faltas semejantes. Al fin Bretón consigue alcanzar á Forca-
dell en la Cenia el 23 de julio; trávase y se
sostiene una acción que pierden los carlis-
MEDIDAS DE CABRERA EN CANTAVIE.1A. — O P E - tas, abandonando aquella importante pobla-
ción, asentada á orilla del rio de su nombre.
RACIONES MILITARES.
Corre Cabrera en busca de Soria sobre
Villarluengo, reúne las fuerzas de L a n g o s -
tera, y Forcadell para socorrer á Quilez,
cv. consigue su propósito y marcha á Tronchon,
y los batallones de Tortosa y Valencia á
Valderobles y Gandesa, villa que tampoco
Cabrera no separaba su pensamiento de olvidaba Cabrera y que bloqueaba siempre
Cantavieja. A la altura en que se hallaba la que podia, porque se habia propuesto r e n -
guerra, en la importancia que ya tenia, éralo dirla. Socorrida oportunamente, corrióse
cada dia de mas importancia ía posesión de Cabrera á la sierra del Caball, donde tuvo
un punto fortificado. Seguia, pues, a m u r a - lugar una reñida escaramuza, en que unos
llándola y abasteciéndola de víveres y m u - y otros contaron alguna perdida, pasando
niciones. Adelantadas que vio sus obras, los liberales á Gandesa, como era su objeto,
estableció una maestranza de artillería, p o - y pernoctando los carlistas en sus posicio-
niendo su fundición á cargo del capitán don nes. Al dia siguiente marchó el grueso del
Luis S o l e r , bajo cuya inspección se mejoró la fuerza hacia Horta.
la elaboración de la pólvora y balerío , y Los acontecimientos políticos que por
se puso el taller de recomposición de armas: entonces tuvieron lugar, hicieron variar el
colocó al frenle de la administración militar aspecto do la guerra, lo mismo en el territo-
á don Lorenzo Artalejo , produciendo esta rio que nos ocupa, como en el resto de la
disposición los mejores resultados; dio el península. Y he aqui una prueba de la i n -
mando de la fuerza de Mora á Llangoslera, fluencia que ejercia la política en el curso y
en reemplazo de Miquel, falto del valor y resultados de la guerra, y por lo que u n i -
aplilud necesarias ; atendió también á Jos mos la historia de los partidos á la historia
hospitales, y después de otras determina- de la guerra. Hija esta de aquellos, una y
ciones, dirigidas todas á la organización de otros eran inseparables,
las distintas necesidades y elementos de la
guerra , salió de Cantavieja y marchó á Zu-
DON EVARISTO SAN MIGUEL. 4SI

Esta [acción si que puede decir que vive


de real orden (1). Y mandando hacer alto
SITUACIÓN DEL EJERCITO DEL CENTRO.—CESA , el ataque, emprendió el movimiento que se
le prevenía.
MONTES EN SU MANDO.
También fué llamado Rule, y vino á
Madrid con los coraceros, y con estas d e s -
membraciones, el ejército del Centro quedó
CVI. sin gefe y en el estado mas deplorable, pro-
porcionándose asi nueva ocasión para el
crecimiento y auge de los carlistas.
La lucha de las fracciones del partido
liberal, llegó hasla el ejército, y no solo tu-
vo que emplearse en sostener al gobierno DON EVARISTO SAN MIGUEL. — SU MANDO.
donde fué desobedecido, sino que haciendo
en algunos puntos causa común con el p u e -
blo y la milicia, sublevóse también, y d i s - cvn.
trayéndose de la persecución de las faccio-
nes, distrajo otras tropas destinadas á con-
tener la nueva insurrección. Asi se vio Mon- Don Evaristo San Miguel, cuyo respeta-
tes en Cedrillas, pequeño lugar de la p r o - ble nombre esta unido á todos los aconteci-
vincia de Teruel, sin mas tropa que la d i - mientos mas notables de nuestra época , el
visión de reserva, espueslo á los ataques del soldado consecuente de las filas de la l i -
enemigo, y sin recursos. La capital del r e i - bertad , escritor ilustrado , fué nombrado á
no y la del inmediato, estaban sublevadas, principios de abril comandante general de
y en Zaragoza y en Valencia eran necesarias la provincia de Huesca , con el cargo i n t e -
las tropas. rino de la capitanía general de Aragón, car-
Y justamente se le desmembraba al g e - go sin duda poco apetecido en aquellas c i r -
neral en gefe del ejército del Centro cuando cunstancias. Pero por lo mismo que aquel
inauguraban su campaña, cuando e m p r e n - puesto de honor lo era entonces de peligro,
día las operaciones que maduramente tenia se apresuró á aceptarle , y marchó al punto
proyectadas, cuando de acuerdo con Soria, con firme propósito de desempeñarle lo mas
Bretón y Grases, iba á embestir á las faccio- dignamente que p u d i e s e , prestando á la
nes reconcentradas en Beceite, y dándolas causa todos los servicios posibles.
acaso un golpe decisivo, se proponía sitiar y La vida de San Miguel merece ser c o -
tomar á Cantavieja. Pero la sublevación de nocida siquier ligeramente y sin detenernos
las dos poblaciones citadas, frustró todo su en esplicar las causas de algunos aconteci-
plan, porque á Soria se le reveló la primera mientos; harto notables, que alargarían d e -
división y la abandonó; Grases retrocedió masiado este episodio que nos permitimos en
desde San Mateo á Valencia, y Bretón mar- la narración de la obra , episodio que c o n -
chó hacia Torlosa. tribuye , sin e m b a r g o , á su mayor esclare-
Aqui se vio en práctica aquel dicho c é - cimiento.
lebre que con tanta razón condenó Córdoba,
y que tantos males nos ha causado: los m i -
litares volvieron la espalda al enemigo por (1) Ingeniosa es la idea, pero no esacta,
porque no l e habria hecho cargos el gobierno
dar la cara á los sucesos políticos. porque se hubiera detenido algunas horas si
Montes, indignado de la indisciplina del en ellas destruía al enemigo, y aunque tardara
ejército, renunció el mando, y Narvaez, medio dia no fuera mal recibido si ostentaba
para preservar á su división de tan funesto los trofeos de la victoria. Narvaez, sin duda,
contagio, pretestó defender el señorío de pensó de otro modo, y halló mas cómodo mar-
char, asiéndose de la ocasión que se le ofre -
Molina y la Alcarria de las facciones de don cía. No ignoraba , por otra p a r t e , que la fra-
Basilio, saliendo para ello del distrito de s e inmediatamente era empleada con tanta
Aragón. Al pasar por enfrente de Teruel, frecuencia en las ó r d e n e s , que n o tenia su
desde Valdebona, se halló con el Organis- propio significado. Ningún peligro, de a q u e -
llos del momento , amagaba entonces á la
ta. Empezaban a batirse las guerr.llas y se parte á que era llamado; no tiene, p u e s , dis-
aprestaban á cargarles los lanceros, cuando culpa en haber perdonado al Organista y s u
recibe una real orden para ir á Castilla la dicho será m u y gracioso, pero m u y inesacto
Nueva inmediatamente. Enterado , dijo: también
HISTORIA TVE LA GUERRA CIVIL.

El 26 de octubre de 1785 nació don quistó una posición tan elevada , que se le
Evaristo en el celebrado puerto de Gijon, confirió la cartera de Estado en el nuevo
donde corrieron sus años infantiles, y en ministerio de López Baños, Gaseo, Badillo,
Oviedo, la capital, los de su j u v e n t u d , re- N a v a r r o , Egea y Capaz.
cibiendo esa instrucción que le ha dado un «Salidos, dice el mismo San Miguel,
puesto entre los literatos. Pero aunque tan retratando con verdad este periodo difícil,
afecto se mostraba á las letras, no mostró al de una crisis que puso en tan inminente pe-
menos su preferencia á esta c a r r e r a : optó ligro nuestras libertades, blanco de fuerte é
por la de las armas: entró de cadete en vo- inevitable enemistad para muchísimos hom-
luntarios de Aragón , y ya era subteniente bres de principios opuestos; precisados á
cuando en 1808 comenzó esa lucha cuyo romper con los personages mas poderosos
recuerdo nos enorgullece. Voló desde M a - de aquel tiempo ; arrastrados por la fuerza
drid, donde estaba de guarnición, á s u pais de las circunstancias á provocar una lucha,
natal, y en la acción de Cabezón recibió el á sus ojos terrible, pero del todo inevitable;
bautismo guerrero. echados de sus destinos, repuestos m o m e n -
Rioseco , San Vicente de la Barquera, táneamente , obligados á dar el principal
Pajares, Santander y Peñacastillo, le vieron impulso que encontró con tan violenta posi-
en sus c a m p o s , teniendo la desgracia de ción en hombres de todas condiciones, y
caer prisionero en las últimas alturas el 11 por fin y término de circunstancias tan e s -
de junio de 1809, conduciéndole á Francia traordinarias, la de haberse verificado d u -
hasta que logró fugarse á principios de n o - rante su permanencia en los negocios la
viembre de 1813 ; pero volvió á ser a p r e - entrada del ejército francés, que vino á ar-
sado por la gendarmería, conducido al fuer- rancarnos nuestras libertades, no es estráño
te de San Francisco de Aire y luego á la que con la complicación de sucesos que i n -
-ciudadela de Monlpellier. Verificada la paz fluyeron en la suerte de los españoles todos,
d e 1815 regresó á España y fué incorporado se haya juzgado con los ojos de la p r e v e n -
al depósito de infantería del 4.° ejército; ción y equivocádose las causas de tanta
ingresó después en el regimiento de Astu- desventura.»
rias , formó en el ejército de la izquierda, Conocidas las vicisitudes de aquellas cir-
que concurrió oficiosamente con los aliados cunstancias por que atravesó el gabinete y el
á la nueva campaña del reinado de los Cien pais, dejó San Miguel el ministerio el 24 de
d i a s , hallándose á su conclusión de tenien- marzo de 1823 estando la corte en Sevilla,
te coronel g r a d u a d o . y mal avenido con la ociosidad, cuando era
Desfinado luego al ejército de ultramar virtud el pelear , pidió su incorporación al
de segundo comandante del batallón e s p e - ejército de operaciones de C a t a l u ñ a , del
dicionario, á que ascendió en 1 8 1 9 , le pre- que fué nombrado gefe de estado mayor
ocupaban mas sin duda los sucesos políticos interino , hallándose en calidad de tal en
que los militares y fué preso el 8 de julio y varias operaciones y encuentros hasta el 8
conducido al castillo dé San Sebastian en de octubre que cayó prisionero estando ten-
Cádiz. Fugóse para tomar parte en el p r o - dido en el campo de batalla por haber r e -
nunciamiento de las C a b e z a s , después del cibido diez heridas , algunas de g r a v e d a d .
cual compuso la letra del himno de Riego, Conducido á Zaragoza , permaneció en su
siéndonos desconocido el autor de la mú- hospital militar setenta d i a s , y lo llevaron
sica (1), fué nombrado ayudante general de luego á Francia en clase de prisionero.
estado mayor de las tropas constitucionales; Estinguido el depósito, pasó á I n g l a -
pasó luego de gefe de sección al ministerio terra á reunirse con sus amigos políticos.
de la Guerra , y se le dio el 1.° de julio En 1830 se trasladó á Francia, acercándose
de 1822 el mando del batallón de Patriotas, á la frontera española , que la traspasó por
con los que se halló el 7 en la plazuela de Cataluña á la cabeza de trescientos cincuen-
Santo Domingo. ta hombres j pero solo pudo sostenerse tres
Al mismo tiempo que defendía San M i - dias; se retiró y fijó en París su residencia,
guel la libertad con la espada, lo hacia con hasta que en 1834 le abrió la amnistía las
la pluma en El Espectador , periódico que puertas de la patria.
le debió su fundación, y con el cual se con- Tomó parte en la redacción de El Men-
sagero de las Cortes, reseñando los princi-
(1) Véase este himno en el documento nú- pales acontecimientos verificados en España
mero 14. ' d e s d e 1808 á 1 8 2 3 ; fué repuesto en marzo
DON EVARISTO SAN MIGUEL. 453

de 35 en su empleo de coronel, y el 19 fué sitio , visitaba San Miguel una. parte de su


nombrado, como vimos, gefe de estado ma- ejército, pernoctando el 30 en Monlalban y
yor del ejército de reserva de Castilla la el 31 en Alcafiiz , donde también tuvo que
Vieja, aunque no llegó á desempeñar este pedir dinero para atender á la tropa en el
cargo , y sí el de gefe de estado mayor de abandono en que , sin m e d i o s , las tenia el
la sección que estaba á las órdenes del g e - gobierno.
neral en gefe del ejército del Norte. La aproximación de los carlistas le hizo
Derramó su sangre en Mendigorría, p e - enviar una división para Castelseras con
leó en otros puntos, y era ya brigadier cuan- objeto de socorrer el fuerte de Torrevelilla,
do se presentaba á combatir en Aragón á seriamente amenazado, y que asi se vio l i -
sus constantes e n e m i g o s , ascendiendo en bre de sus sitiadores.
breve á mariscal de campo. Igual ayuda necesitaba Gandesa , a c o -
Al encargarse San Miguel del mando metida de nuevo por Cabrera, y con intento
interino de Aragón , dirigióse á Zaragoza, de prestarla socorro , salió San Miguel el 4
donde fué recibido con el cariño que p r e - de setiembre de Alcañiz , haciendo noche
dispone su trato con la benevolencia,que en Calaceile. Al aproximarse á la heroica
sus buenos antecedentes inspiraban. Su his- población, vio retirarse á los carlistas hacia
toria era desde luego una garantía para los los puertos de Beceite. Dispuso se facilitasen
siempre heroicos y liberales zaragozanos y á la constante y afligida Gandesa dos piezas
para todos los hombres honrados. Respetado de artillería para su mejor defensa, y r e c o -
por sus virtudes , (él mismo lo manifiesta) mendó al gefe de la brigada auxiliar de la
impidió por algún tiempo que estallase una derecha del Ebro el socorro á tan decidido
revolución que no estaba en sus deseos; vecindario siempre que lo necesitase.

E ero asi que la creyó precisa é irremedia- Vuelve San Miguel á Aragón , pernocta
l e , cuando se vio en la alternativa de d i - el 6 en Maella, el 7 en Caspe , sale el 8
rigirla ó de presenciarla , porque no la p o - para Hijar á reunirse con las fuerzas que
día conlrarestar, optó por lo primero como dejó en Montalban , y hace avanzar hacia
mas prudente y patriótico , y la revolución Calanda y Valdealgorfa para marchar por
no se manchó en Zaragoza con los escesos Beceite sobre Canlavieja; pero recibe orden
que en otras p a r t e s , según veremos mas del gobierno de ir á Molina de Aragón para
adelante. perseguir á Gómez, de acuerdo con Alaix y
La nueva situación política le dio el Ribero, y aunque esta disposición trastorna-
mando del ejército del Centro, formado y ba completamente sus p l a n e s , obedece con
organizado apresuradamente, y de consi- pena, renunciando por entonces á la e j e c u -
guiente m a l , pues le habia ido creando la ción de su proyecto, sin dejar su distrito á
necesidad , la cual era mayor cada dia por merced de los enemigos, para lo cual m a r -
el aumento y osadía de los rebeldes. chó á Teruel por Muniesa y Montalban. Di-
Recibió en Mainar el 23 de agosto la rígese el Ib* á Moya en busca de los c a r -
orden que le conferia tal m a n d o , y con e s - listas que acaudillaba Gómez , los cuales,
casa fuerza de caballería se dirigió á Teruel, viéndose acosados en Utiel por el general
donde entró el 25 , y pidió un anticipo de Alaix y otros gefes, se dirigen á la Mancha.
10,000 duros para remediar un tanto las El encargado de Aragón, creyendo d e -
apremiantes necesidades de las tropas. Alli ber atender mas á su distrito que á p e r s e -
dispuso los preparativos para el sitio de guir á Gómez, de quien tan lejos estaba y a ,
Caulavieja, y salió á este ün el 27. cambió de direccien á la izquierda, entró en
Despojar á los carlistas de su plaza fuer- Requena, pasó al territorio de Valencia,
te , de aquel verdadero foco de la guerra, donde operaba parle del mal llamado ejer-
temible ya para los pueblos inmediatos, que cito del Centro, pernoctó el 20 en Chiva y
tenian que obedecer las órdenes que de él el 21 en Liria y al dia siguiente en Villar
emanaban diríamente , asilo de centenares del Arzobispo,"donde conferenció con Nar-
de infelices prisioneros, cuyos lamentos des- vaez.
garraban todo corazón que no fuese el de
sus carceleros , era ya una de las necesi-
dades mas apremiantes de la guerra , era
una exigencia de todos los liberales , que
era preciso y conveniente satisfacer.
En tanto que se hacían los aprestos del
TOMO I I I .
m HISTORIA DE LA GUERRA CIVIL.

esperaban en la falda del monte P i c o ; pero


no se atrevieron a n e g a r el paso á los libe-
ORGANIZACIÓN B E NUEVAS FUERZAS. SORPRE- rales, y cedieron el campo con alguna p é r -
SA DE BUIL EN ALGUBLAS.
dida que les causó una carga de caballería.
Presentóse Llangoslera en apoyo de sus
compañeros cuando todo habia ya termina-
CVIII. do; efectuó varios movimientos fatigando á
la columna enemiga, y el 4 de setiembre se
encontró de improviso con las descubiertas
Desde que Llangoslera se encargó de de la columna de Grases que suponía en
la división carlista del Turia se aumentó su Manzanera. Mas ninguno aventuró la a c -
fuerza en mas del duplo, y esto en quince ción, y Grases quedó en la llanura que ocu-
dias, mejorando igualmente en su material paba, y Llangostera marchó á Yaldéca-
y en el personal de oficiales. nales.
Activo y enérgico Llangoslera como los A una hora de este pueblo, en Alcublas,
catalanes, natural de Manlleu, habia adqui- se hallaba Buil con su gente, y al saberlo el
rido en las rudas faenas de la labranza , la carlista le preparó una celada, merced á la
robustez que tanto le sirvió en la nueva car- cual, al salir descuidados los liberales el 8
rera que emprendió en 1 8 2 1 , peleando b a - de setiembre, cayeron sobre ellos sus c o n -
jo el mando del barón de Eróles contra los trarios, les desordenaron, y los pelotones
liberales, llegando á ostentar una charrete- que se defendieron prestaron cebo á la c a -
ra á la derecha en el regimiento de Bailen, ballería enemiga qne les pasó á cuchillo.
ascendiendo á capitán en 1 8 2 9 . Efectivo le La pérdida fué considerable; casi toda
nombró Carnicer cuando se le presentó consistió en muertos, pues los pocos prisio-
en 1 8 3 4 , y Cabrera le confió el mando del neros fueron fusilados. Se calculó en mas de
batallón primero de Tortosa, y después del cuatrocientos, adquiriéndolos carlistas ma-
de Mora, porque según Cabrera, era buen yor número de fusiles y el vestuario.
soldado, valiente, emprendedor, rígido en Llangostera marchó á Andilla, y p o r T i -
la disciplina y muy querido de los volunta- taguas y Tuejar á Chelva, donde le invitó
rios. Gómez á pasar. Nueva orden le mandó con-
Bajo el apoyo de la organizada división ducir á Rubielos los prisioneros que habia
del Turia, ofreció levantar el arcipreste de hecho el gefe espedicionario, y Forcadell
Moya don José Millan, una partida en la los llevó á Cantavieja.
provincia de Cuenca. Le dieron algunos
mozos voluntarios, y llegó al cabo de algún
tiempo á reunir hasta quinientos infantes y ENCUENTROS VARIOS.—INHUMANIDAD DEL P R E S -
treinta caballos, creándose asi el batallón de BÍTERO DON JOSÉ LORENTE.
Cuenca.
Escaseaba la caballería, y para p r o c u -
rársela invadió Llangoslera la campiña de C1X.
Pusol ó sean los Hostalets, donde los l a b r a -
dores cultivaban con caballos aquellas t i e r -
ras ligeras, y al instante se apoderó de cien- La espedicion de Gómez desvió á C a -
to setenta de ellos, algunas armas y otros brera del teatro de sus operaciones, donde
efeclos de que despojó á muchos, regresó dejó en su representación á Arévalo , m o -
precipitadamente por Nájera á Chelva, o r - viéndose las partidas en sus respectivos ter-
ganizó los escuadrones titulados lanceros ritorios , y en cumplimiento cada una de su
del Cid y tercero de Tortosa, y á él se le cometido.
debió mas adelante la creación de un escua- Forcadell, después de dejar los prisio-
drón para la división del Turia y dos p a - neros en Cantavieja, pasó con Llangostera
ra la de Valencia. Usaban de albardas los por las orillas del Mijares á Onda, dividién-
que carecían de sillas, que eran la mayor dose luego , y marchando el primero á la

f iarte, y en vez de lanzas llevaban palos


argos, con un clavo ó un hierro afilado en
la punta. El entusiasmo lo suplía todo.
Cenia y el segundo sobre Segorbe.
El arcipreste de M o y a , que se habia
unido á Gómez, y fué á poco derrotado, se
Warlela en tanto se halló en las i n m e - presentó en Cantavieja con solo noventa
diaciones de Chelva con los carlistas que le h o m b r e s , de los quinientos próximamente
ENCUENTROS VARIOS. 495

que llegó á reunir. Igual suerte tuvieron al- consignemos. Respetada la vida de los p r i -
gunas partidas, cuya persecución fué a c e r - sioneros , llegaron á Alventosa, y el cura
tada ; y c o
mayor ó menor empeño , con
n
sanguinario de A l a r v a , don José Lorente,
mas ó menos fortuna, Andilla, Cañete, A r - que pertenecía á una de las partidas, formó
cos y otros puntos, presenciaron encuentros decidido empeño en fusilarlos: oponíanse el
y escaramuzas, que ora recompensaban las Royo y Peinado, defendiéndoles este último
fatigas y el cuidado de u n o s , ora castiga- hasta el punto de pelearse ó estar próximo
ban los descuidos de otros.. á hacerlo con el cura y en presencia del
Ya lo hemos visto y lo veremos muchas ayuntamiento y vecinos del pueblo. Quedó
veces por desgracia. No eran bastantes las asi la cuestión por aquel dia, y al marchar-
personas para cebarse en ellas la saña de se los carlistas al amanecer del 20 de o c -
los partidos militantes; habían de desapare- tubre , hicieron alto en una altura próxima
cer por entero las poblaciones que se distin- al pueblo , pidieron aguardiente al a y u n t a -
guiesen en un sentido ú otro. El pueblo de miento y avisó Lorente al cura de Alventosa
Miravet, en el corregimiento de Tortosa, que subiese á confesar á los prisioneros.
fué mandado incendiar por Borso di Carmi- Acudieron el párroco y el sacerdote don
nali en castigo de la hostilidad de sus ha- Santiago Aparicio , y de rodillas y con l á -
bitantes. Persiguiendo luego á Llangostera, grimas suplicaron á su indigno compañero
encontróle el 24 de setiembre en las alturas el perdón de unas víctimas inmoladas solo
de Beceite , donde se trabó una acción sin al capricho de un ministro de paz. Vanos
grandes resultados. En Valderobles tuvo sus ruegos , niéganse á cumplir tan terrible
después otro encuentro Llangostera con Abe- deber con la esperanza de que cediera L o -
cia ; y Tena , ( el carlista) que con C a b a - rente ; pero fué inútil su resistencia , pues
ñero vagaba por Belchite , Lecera y otros que les obligó este monstruo , y subieron,
pueblos , separóse de éste , batiéndole C o - juntamente con el ayuntamiento y vecinos
mes , y causándole mas de cien bajas. del pueblo , interesados en la salvación d e
Estos sucesos desalentaban en general á los rendidos. Peinado defiende otra vez á
los carlistas, que deseaban obtener grandes los prisioneros, y estuvo á punto de castigar
resultados, y para conseguirlos, volvió Llan- con el sable la maldad del cura; mas estaba
gostera hacia Chelva y Forcadell á la Cenia, ya de parte de éste el Royo, y fué inútil su
retrocediendo el primero antes de llegar á generoso propósito. Repartido el aguardien-
Linares por no arriesgar su gente. El s e - te, y puesta en un palo una inscripción o b s -
gundo se vio atacado por elgefe portugués, cena é insultante, fueron desnudados veinte
que le desalojó de sus posiciones, en las y dos prisioneros y fusilados en medio del
que a c a m p ó , retirándose el carlista á la camino. Los sacerdotes del pueblo, el ayun-
Puebla de Benifasá. Aróvalo quiso vengar tamiento y todos los vecinos hicieron n u e -
esta d e r r o t a ; pero no llegó á encontrarse vamente fervorosas súplicas por la vida de
con Borso. los que quedaban, llegando á ofrecer cuan-
to dinero hubiera en el pueblo y pudiesen
El Royo de Nogueruelas y Peinado ope- hallar prestado en los inmediatos. Rechaza-
raban juntos por este tiempo , y en una de das inhumanamente tan aceptables propues-
sus escursiones por la provincia de Teruel, tas , hízoseles, por libertarse de sus vivas
sorprendieron á la guarnición de Arcos, cer- instancias, la incalificable de rescatar cada
ca de Ademuz, la cual se componía de unos prisionero por la vida de un vecino (1).
cien hombres de Estremadura. Al verse tan Desnudos los cincuenta y cinco restantes,
de cerca é impensadamente acometidos, se fueron también fusilados. Entre los oficiales
guarecieron en la iglesia, donde fueron h e - se hallaba uno, don Domingo Silru, que lle-
chos prisioneros. vaba consigo un hijo de once años. El d e s -
Debemos preparar á nuestros lectores graciado padre, resignado ya á morir, pidió
para la relación sensible que oprime ya que lo menos no matasen á su hijo.
nuestro pecho. El hecho que vamos á n a r -
rar supera en perversidad á cuanto la i m a - * Otra vez los sacerdotes y el a y u n t a -
ginación puede figurarse, porque no admite miento y los vecinos, ofrecieron cuanto t e -
la menor escusa ni preleslo que atenúe su n i a n p o r la vida de aquel ángel, pero no
horror. consiguieron mas que atormentar á su d e s -
La suerte que cupo á estos infelices, y
sobre todo , la punible conducta del que la (t) ¡Qué horror! don Pedro el Cruel no
causó exigen de nuestra imparcialidad la hizo tanto en Toledo,
486 HISTORIA DE LA GUERRA CIVIL.

consolado p a d r e . Los feroces cabecillas, deplorables que tuvieron lugar en algunas


oprobio del nombre español, escedieron en ciudades la conducta criminal de algunos
crueldad y barbarie á todos los que hasta sacerdotes, y cuánto ha menguado su i n -
entonces habían deshonrado á la h u m a n i - fluencia la creciente relajación de una parte
d a d , ofendiendo impíos á la Providencia: considerable del clero, q u e p o r s í propio d e -
mandaron retirar las armas apuntadas al bia ser mas rígido en las condiciones de
grupo, sacaron al niño y le fusilaron prime- instrucción y moralidad d e sus individuos.
r o , arrastrándole después al montón de los Si fuese un crimen político el asesinato
cadáveres, asesinando en seguida al padre mencionado del niño, ¿no debió esta clase
y á los demás. No era empero bastante á respetable apartarse del que le habia come-
estos dignos defensores de la religión tan tido, y apartar también de él la profanación
honrosa hazaña, y exigieron al pueblo las de su ministerio? ¿Será posible que sea buen
sumas que habia ofrecido por el rescate pastor el asesino de una criatura? ¡Qué c e -
Manchados con tanta sangre siguieron aque- guedad!
llos malvados, llevándose, como no habrían
hecho los mas feroces bandoleros, el fruto
de su inicuo latrocinio, y los setenta y s i e - CONSPIRACIÓN EN MORELLA. — MOVIMIENTOS
te cadáveres estuvieron sobre la carretera,
DE SAN MIGUEL.
hasta que el ayuntamiento, arrostrando la
responsabilidad con que se le amenazó, no
pudo resistir tan horrible espectáculo, y ex.
abriendo un hoyo enterró aquellos restos (1).
»El Royo y Peinado murieron y a , pero
el cura de Alarva, don José Lorente, vive, Morella seguía siendo por su forta-
y vive hoy comiendo del E s t a d o , y tiene á leza objeto especial de la atención de los
su cargo y dirección una parroquia en eco- carlistas, que continuaban su bloqueo; tam-
nomato, en el arzobispado de Burgos. bién seguia conspirándose dentro, pero se
»Los crímenes no proscriben; y si la so- descubrió esta vez (1), y presos los conju-
ciedad ha renunciado al derecho de p e r s e - rados sufrieron, previa la competente suma-
guir de oficio á tantos como quedan sin cas ria, la pena inevitable.
tígo de la guerra pasada, los padres, los Esto hacia cuidar mucho mas el único
hermanos, la madre del inocente niño, ven- baluarte de mayor importancia que tenían
drán aun y pedirán justicia, y les será otor- los carlistas, que era Cantavieja, y cuando
g a d a , y el cura Lorente morirá, como mere- supo Arévalo que San Miguel se disponía
ce, á m a n o s del verdugo (1).» formalmente á sitiarle, procuró impedirlo
Indignados también nosotros de tan por cuantos medios estaban á s u alcance, y
atroz asesinato, le consignamos haciendo un empezó por destruir los caminos, acopiarlos
esfuerzo penoso, y unimos nuestra maldición víveres, para resistir, el asedio, y r e c o m e n -
á la de toda la humanidad, sobre los seres dar la constancia y entusiasmo al batallón
que ultrajándola de tal modo, no la p e r t e - del Cid, dos compañías de Cuenca y una de
necen, quedando asi vengada. artillería, que bajo el mando del g o b e r n a -
Sin esta omisión la historia, jamás se dor don Magín Miquel, guarnecían la plaza.
borrará esta mancha, y el nombre detesta- San M i g u e l , que no creía cumplir su
ble de esos caribes será leído con horror por cometido y corresponder á la confianza de
las futuras generaciones. los aragoneses si no destruía á Cantavieja,
Amantes sin hipocresía de la religión considerada inespugnable por sus poseedo-
verdadera, que no se cifra únicamente en el res , se afirmaba cada vez mas en su p r o -
culto, nos duele presentar tantos ejemplos yecto , y se resolvió á llevarle á cabo.
de malos sacerdotes, cuyo prestigio es tan Después de la entrevista que tuvo con
útil, pero no podemos prescindir de llenar Narvaez , se propuso recorrer la provincia
nuestro deber como historiadores, y de h a - de Castellón de la Plana é ir hasta Morella,
cer notar cuanto contribuyó á los escesos donde debían llegar los cañones de á diez
y seis que necesitaba para Cantavieja. La
marcha de los carlistas hacia Cuenca le
(1) Véase documento núm. 15. hizo tomar con Narvaez el camino de Chel-
( i ) Historia de la última guerra en Aragon,
Valencia y Murcia por los s e ñ o r e s Santa Cruz, j
Cabello y Temprado, (1) Véanse los documentos n ú m . 46.
SITIO Y TOMA DE CANTAVIEJA,

va , y habiendo pernoctado en T u e j a r , y y artillería de que constaba la primera b r i -


al dia siguiente , 25 de setiembre , en San- gada : la tercera se movía al mismo tiempo
la Cruz de Moya , pasando por Titaguas desde Sarrion á Segorbe. A los cuatro días
y Aras del P u e n t e , se trasladó el 26 á Lan- de una marcha penosa y difícil, llegó el
dete , hallándose los carlistas á unas cuatro general á Castellón de la P l a n a , donde hizo
leguas en las inmediaciones de Salinas del desmontar la artillería para trasladarla en
Manzano. Por esto se dirigió á Cubillos, carros del pais, y se procuró algunos v í v e -
donde supo estaban los enemigos en E o n i - res, enviando á Peñíscola á recoger las pie-
che. En su consecuencia se dirigió á este zas que alli existían y demás material d e
pueblo con el mayor silencio á las dos y plaza. Pieunido todo , encargó á la tercera
media de la noche. Mas llegó tarde , h a - brigada protegiese el convoy , amenazado
bíanle precedido dos horas los carlistas, á de continuo por las partidas que pretendían
los cuales persiguió por Pajaron , primero, tenazmente impedir el sitio , y el 21 salió
y por Cañete después, dividiendo sus fuer- de Castellón el convoy , compuesto nada
zas. Pero corrían mas los fugitivos, ( esto menos que de trescientos carros ó infinidad
sucede s i e m p r e ) , y aun á costa de dejarse de acémilas , marchando con mil tropiezos
los ranchos dispuestos ganaron las sierras de por la m o n t a ñ a , cuyas veredas estaban á
Aragón. San M i g u e l , viendo la inutilidad cada paso interrumpidas por las cortaduras
de su seguimiento por entonces, se dirigió practicadas.
á Albarracin con su tropa, hambrienta y es- Pernoctaron las fuerzas el 21 en Caba-
tropeada de agüellas jornadas penosas, y nes y el 22 en Salsadella, recogiendo al dia
marchó al siguiente dia á Zaragoza con o b - inmediato en San Mateo los tres cañones do
jeto de proporcionarse fondos, dejando el batir y el material procedente de Peñíscola,
mando de las tropas á Nogueras, cuyo des- incorporándose aquí Nogueras, que habia
tierro le fué levantado conociéndose la u t i - ido el 20 á Morella, traslucida que fué la
lidad de sus servicios en aquel p a i s , teatro mencionada conspiración. Destinado en s e -
de la mas difícil guerra, que tan bien cono- guida á cubrir hacia Ares del Mestre la
cía el temido adversario de los carlistas. marcha del resto de la división , llegó ésta
San Miguel vuelve á salir el 3 de o c t u - el 24 á C a l í , acampando á la falda del
bre de Zaragoza resuelto á no volver sin ser m o n t e , mediando entonces las comunica-
dueño de Cantavieja, y recibe una real or- ciones con que trataron los defensores de
den aquel mismo día para trasladarse á Cantavieja de imponer á San M i g u e l , ame-
Molina con el mayor número d e fuerzas po- nazando dar muerte á los prisioneros que en-
sibles. Previene entonces á N o g u e r a s , que cerraba la plaza ( 1 ) . No contuvo esta ame-
iba en persecución de F o r c a d e l l , acudiese naza á San M i g u e l , y siguió adelante ; y
á Montalban , reuniéndose alli el 10 ; cree aunque con gran trabajo , acampó el 26 en
á poco inútil el cumplimiento de la orden la venta de Cabestanes, y llegó el 27 á la
del gobierno , y pesando bien las c i r c u n s - Iglesuela, incorporándose alli las fuerzas de
tancias , se resuelve por fin, arrostrando Nogueras y de líorso , conduciendo este úl-
toda responsabilidad, á ir sobre Cantavieja. timo municiones y material de Morella, don-
de castigó la conspiración ya conocida , y
en cuyo viage tuvo al paso un encuentro
con los carlistas que le acechaban.
SITIO Y TOMA DI! CANTAVIEJA.
Las huestes sitiadoras avanzaron el 2 8 ,
á pesar del rigor de la estación , tan e s t r e -
CXI. mo , que ni aun pudieron trabajar ateridos
de frió los soldados que habian de levantar
las baterías. Las tropas carecian ademas de
No dejaba ya de ofrecer dificultades el pan, de vino y aguardiente; y la esperanza
sitio de Cantavieja, aumentadas por el rigor de obtener estos artículos no era muy lí-
de la estación. Las piezas de batir y m u n i - songera.
ciones tenian que llevarse de distintos p u n - Objeto ha sido de censura la tardanza
tos dando grandes rodeos y venciendo no de la marcha de la división de sitio , mani-
pocos obstáculos. festándose que pudo haber llegado antes
Emprendió la marcha San Miguel por el yendo por Alfombra , P e r a l e s , Covatillas,
territorio de Valencia, y el 14 de octubre
salió de Teruel con la fuerza de infantería (!) Véase el documento nú ra. 17,
458 HISTORIA DE LA GUERRA CIVIL.

Aliaga , la Cañada y Solanas de Villaroya, vueltos con ellos hasta la puerta de la plaza,
camino que mide solo á Canlavieja diez y que apenas tuvieron tiempo para cerrar los
nueve l e g u a s , cuando por el que llevó San cercados.
Miguel hay sesenta y cinco y erizado de Los liberales se situaron en las casas del
inconvenientes. Es muy cierto este aserto, y arrabal, y Nogueras avanzó con la vanguar-
nosotros estábamos dispuestos á hacer t a m - dia , despreciando el vivo fuego que le h a -
bién á tan digno géfe el mismo c a r g o , de cían desde la población , que fué al punió
igual opinión partícipes; pero hemos oido al evacuada por los carlistas, entrando en ella
señor San Miguel, y nos ha manifestado con con escasa pérdida las tropas constituciona-
la sinceridad que le caracteriza , que nece- les, avisadas por los abandonados prisione-
sitó preferir el camino por Valencia, sin ros de la huida de los sitiados. Perseguidos,
ignorar lo que por el otro rodeaba , porque fueron alcanzados bastantes de los fugitivos
le proporcionaba éste recursos que no podia y muertos no p o c o s ; y algunos de los p a i -
adquirir por el mas corlo. sanos de Cantavieja y aun prisioneros que
A pesar del temporal, establecióse el no estaban dentro del depósito, fueron mal-
cerco. Reunió, sin embargo, San Miguel en tratados , y estuvieron en peligro de morir
junta á los ge fes , y todos , á escepcion de creyéndoles carlistas. Los prisioneros l i b e r -
Borso di Carminalí, opinaron por la p r o s e - tados que procedían de! ejército de Navar-
cución del sitio ; y con tal convicción a p o - ra, fueron conducidos á Tudela para volver
yaba éste su abandono y la retirada , que á sus cuerpos , escepto los que prefirieron
pidió se consignase su voto. ingresar en las filas del ejército del Centro.
Colocados ya los cañones en batería, El soldado , que esperaba remediar por
salió de la plaza el arcipreste, otro dignísi- completo sus necesidades con la toma de
mo ministro de un Dios de paz y manse- Canlavieja, apenas las satisfizo. En aquellos
d u m b r e , que atormentaba como nadie á los almacenes, que lo eran efectivamente de
presos, amenazándoles de muerte al primer los arroces de Valencia, del aceite del Bajo
cañonazo. Acompañado de don Narciso Ló- Aragón , del aguardiente y vino del Campo
pez, como prisionero del depósito, y dado á de Cariñena , de multitud de fardos de g é -
Nogueras el encargo de recibirle , hablóle neros coloniales, de montones de bacalao,
éste con su acostumbrada energía, mezclan- de todo lo que estaba al alcance de las fac-
do á multitud de prudentes reflexiones., no ciones , casi nada se halló ó poco , y allí lo
pocas amenazas si persistían los sitiados en quedaron los carlistas.
su obstinación. Terminóse la entrevista sin En vano intentó saber su inversiou y pa-
acordar nada, y regresaron sus a d o r e s , e s - radero la diputación provincial de Teruel:
perando los prisioneros la conservación de culpóse á los empleados de la hacienda mi-
su vida y su libertad, y dispuestos los otros, litar por haber descuidado puniblemente
á no hacer de los prisioneros unas víctimas asunto de tanto interés, y algunos agrega-
inocentes de un suceso irremediable. dos en clase de factores fueron acusados de
El arcipreste y el gobernador estaban impureza; no fallando alguno que un año
en disidencia , respecto de los prisioneros, después vendia en pueblos inmediatos cacao
y San Miguel y los gefes que le acompaña- y canela de la cogida en Cantavieja. Los
ban lomaron ellos mismos parte en las obras pueblos se quedaron sin tanta riqueza , que
de sitio , y conduelan personalmente m a l c - debió lucir después para el Estado , y que
ríales, dando asi al soldado un ejemplo e n - sirvió para engordar á unos pocos. Muy co-
tusiasta. mún es esto en las guerras, azole de la h u -
El 30 , que como dice el gefe liberal, manidad.
amaneció muy lúgubre para las tropas, aban-
donadas á su sola constancia y bizarría, cu-
bierto el suelo de nieve , exánimes los sol- SITUACIÓN DE LOS C A R L I S T A S . — I N C E N D I O DE
dados de frió y sin alimento , comenzó el LOS FUERTES DE B E C E I T E .
fuego contra la plaza , y fué tan vigoroso y
acertado el ataque y tan débil la defensa, CXII.
que antes de media hora ya se había a p o -
derado Nogueras del fuerte esterior de la
Ermita , evacuándole sus defensores sin es- La pérdida de Canlavieja fué dolorosa-
perar el asalto. Perseguidos por una com- menle sentida por los carlistas, que trataron
pañía de cazadores, llegaron éstos casi en- en vano de socorrer,
SITUACIÓN DE LOS CARLISTAS. 459

Recorría tranquilamente Llangostera los escasez de víveres y municiones que e s p e -


pueblos de Aragón, y Forcadell los del cor- rimentaba, la mayoría de fuerzas liberales
regimiento de Torlosa , cuando en la noche y la inferioridad y abatimiento de los c a r -
del 29 recibió el primero en Fuentesclaras. listas ; y que siendo lo mas importante c o n -
una orden d e Arévalo para ir en auxilio d e servarlas hasta la llegada de Cabrera, á fin
Cantavieja. Pénese-al punto en movimiento de evitar el desaliento y las consecuencias
y pernocta el 30 en Aliaga después de c a - de la pérdida de los fuertes de Beceite, d e -
minar trece leguas y media ; se desprende seaba oir su opinión, escitándoles á emitirla
de la caballería por inútil en aquel terreno, con franqueza. Después de no m u y larga
y prosigue por el camino de la Cañada de discusión acordóse por unanimidad la des-
Fortanete, en cuyo punto les revista Aréva- trucción de los fuertes, y Pons llevó el acta
lo. «Voluntarios , les dice , dos leguas nos firmada al gobernador Lluis, y dio al i n s -
separan del enemigo, y si me seguis, espero tante cumplimiento, ahorrando asi á Nogue-
que Cantavieja no caerá en su p o d e r : los ras las fatigas y pérdidas consiguientes á
sitiadores perecen de frió y de hambre. Vo- su resolución de tomarlos, para lo cual ya
lemos al socorro de nuestros hermanos y á estaba á la vista.
la destrucción del ejército sitiador.» Pero Las llamas destruyeron en un instante
llegan á poco los fugitivos de Cantavieja , y aquellos fuertes que tanta sangre y esfuer-
todo lo que antes era esperanza y ardimien- zos costaron, que eran el fruto d e toda una
to, se convirtió en desaliento y tristeza. campaña feliz, y que habia de costar otra
Arévalo resolvió entonces dirigirse á Vi- el reponerlos (1).
llarluengo y Valderrobles con el fin de pro-
teger los dispersos, que no lo eran solo los (1) Véase aqui la descripción de aquellos
que guarnecían á Cantavieja, sino los que fuertes:
«En lo mas estrecho de la garganta y c u e s -
desertaban de las demás divisiones, al ver ta del Tosal, y á un cuarto de hora de Beceite,
perdido este punto de apoyo. Vióse Arévalo descollaban las fortificaciones siguientes: S o -
apurado, y creyó conjurar el peligro a p e - bre el flanco derecho é izquierdo del camino,
lando al rigor. Al efecto mandó prender y babia dos lunetas ó flechas con u n orden d e
formar causa al gobernador de Cantavieja, aspilleras que defendían tanto el camino como
la cañada, por. la cual corre el rio Mataraña á
Miguel, y en una proclama que dirigió á Jos trescientas v a r a s d e dichas obras, y en lo m a s
soldados, les recordó las victorias c o n s e - estrecho de dicha garganta s e hallaba una
guidas por Cabrera en Córdoba y Almadén casa; fortificada su fachada principal, q u e
y les aseguró que pronto le verían entre mira al Norte, tenia para su defensa en los án-
ellos con fuerzas considerables, y abundan gulos de derecha é izquierda dos tambores con
dos órdenes de aspilleras, cuyos fuegos c r u z a -
cía de a r m a s , caballos y dinero; añadién- ban por, la entrada d e Beceite y la del Este;
doles, que á pesar de la pérdida de Canta- los radios de dichos tambores eran próxima-
vieja, que Cabrera compensaría, era seguro mente de dos varas; a d e m a s , la entrada p r i n -
el triunfo de la c a u s a , permaneciendo s u - cipal s e hallaba defendida con una puerta a s -
bordinados y valientes , y sobro lodo u n i - pillerada y un tambor d e la misma clase que
los anteriores; d e s d e este mismo tambor,, y
dos. Se cuidó á la vez de no esponerles al dando vuelta á la fachada del Oeste, princi-
peligro y de pagarles bien, y como para es- piaba una cortina formando semicírculo, q u e
to carecía de dinero, encargó á Llangostera terminaba al otro estremo; estaba esta corti-
lo sacase y víveres y calzado de los pueblos na aspillerada y defendida por un foso que
fácilmente podia ser inundado; las otras d o s
Perdida Cantavieja, Beceite y Valdero- fachadas opuestas eran defendidas por el rio
bles tenían que sufrir la misma s u e r t e : asi que las bañaba, por dos órdenes de aspille-
lo temió Arévalo con fundado motivo, y ras, y algunos p e q u e ñ o s tambores construidos
considerando crítica su situación, resolvió á la altura del segundo piso d e dicha casa,
decidiera una junta de gefes (1) las futuras q u efuó-fábrica de p a p e l e s .
operaciones. En ella espuso que el enemigo «Desde la fachada principal empezaba un
con la ocupación de Cantavieja intentaba camino cubierto q u e conducía á un gran t a m -
atacar los fuertes de Beceite, cuya empresa bor situado á mitad de distancia d e la altura
conceptuaba temerario impedir atendida la del Norte, y la casa fuerte defendía el camino
cubierto, el d e Beceite y las dos flechas; este
tambor tenia dos cañoneras ó ambracuras, y
cuerpo de guardia para la tropa, y este adc-
(1) Formábanla Llangostera, don JuanCu- i m a s tenia un orden d e aspilleras al Oeste; el
b e l l s , Bautista Pellicer, Perciva, Sola, L á z a - espesor d e dicho tambor era de vara y media,
r o , P e r t e g a z , Rocher y don Ramón María ! y de tres su radio; entre el mismo y la flecha
P o n s , que hacia d e secretario. ! de la izquierda, se hallaba otro de la misma
HISTORIA DE LA GUERRA CIVIL.

Corrióse Llangostera á invadir algunos lian defenderse los nacionales, estos s o l d a -


pueblos del Maestrazgo, huyendo de Borso dos de la patria, para quien no habia cuar-
y Grases; pero supo en Canet, que F o r c a - tel ; y no se limitaban á la defensa de su
clell, atacado por el primero, se veia en h o g a r , sino que salian á formar d e s t a c a -
grande apuro, y voló en su auxilio, retirán- mentos , guarnecer poblaciones lejanas y á
dose Borso ú su llegada, á San Mateo. El buscar al enemigo en el campo. Referir los
choque con Forcadell fué reñido, y se c o n - servicios que esta institución prestó á la
tó entre otros al capitán Bosch, sin que p o - causa, seria hacer otra historia : por eso los
damos fijar la pérdida de unos y otros por confundimos con los del ejército , y solo les
la disparidad de sus respectivos p a r t e s , co- citamos algunas veces. Pero no dejaremos
mo ya hemos tenido ocasión de observar, y por esto de seguir presentando algunos h e -
las tendremos en todo el curso de la obra, chos particulares, escogiendo entre otros el
sin que en esta ocasión hayamos podido, que tuvo lugar por estos dias en Alcalá de
como en tantas o t r a s , aproximarnos á la Chisvert.
verdad por medio de otros documentos ó El 29 de octubre, Marti, gobernador de
consultando á personas imparciales. Peñíscola , ordenó saliera de la plaza don
Arévalo se cuidaba con preferencia de Juan Bautista V i d a l , que formaba parte de
sostener la organización de las huestes que su guarnición , y en la punta de la sierra
se le confiaron bastante mermadas; y e s p e - esperase á don Francisco Bretón para pasar
rando el regreso de su gefe, supo el d e s - unidos á Alcalá de Chisvert aquella misma
graciado encuentro de Rincón del Soto. noche y sorprender al cabecilla Pusoled y
los sesenta hombres de su mando. Vidal,
que desde 1834 era comandante de los
PATRIOTISMO DE LOS NACIONALES.—VIDAL. nacionales de Alcalá , reunia á un exacto
conocimiento del t e r r e n o , un patriotismo
entusiasta. El descubrió la primera c o n s -
CXIIL piración que estalló en aquel reino , evitó
algunos asesinatos, organizó una compañía
Vamos viendo en el curso de esta obra de seguridad pública , de la que se for-
que a l l i , donde operaba menos tropa , s o - maron luego la de urbanos movilizados de
San Mateo y la de urbanos de las Cuevas
construccion que el anterior, escepto el cuer- de Vinromá , que tuvo después á Vidal por
po de guardia, en el que podían colocar p i e - su capitán comandante, ejerciendo este car-
zas á barbeta; siguiendo el mismo declive de go en abril y mayo del 35 en el fuerte de
la montaña, y en línea recta con la casa fuerte Canet de Roig, en el cual prestó importan-
so hallaba el principal, desde el cual se do-
minaban y defendían todos los e s p r e s a d o s , y tes servicios. Pasó luego de comandante al
servia de ciudadela para un caso de retirada, de Cuevas de Vinromá, y fué hecho prisio-
nero, después de verse abandonado por sus
E ues saliendo d e este s e encuentran varios
arrancos, desde los cuales se pasa á lo mas
elevado de los puertos.
subordinados; pero fué cangeado al siguien-
te dia para seguir esponiendo su vida en
«Dicho fuerte principal estaba construido graves riesgos en obsequio de la causa que
sobre una roca escarpada en lo mas elevado
d e la montaña; su base era un rectángulo en
habia jurado y tan bien defendia , hacién-
cuyos dos lados menores tenia dos tambores, dose temido á los carlistas por las a p r e h e n -
el uno al Norte y el otro al S u r ; estas dos siones de ganados y otras cosas que eje-
puertas, que eran las únicas entradas, tenian cutaba.
d o s órdenes de aspilleras para fusilería, y para
subir á ellas era preciso encaramarse por unas Aunque algún tanto arriesgada la sor-
escaleras construidas por la naturaleza; las presa que iba á ejecutar , se confió en su
dos cortinas ó lados mayores de dicho r e c t á n - valor. Unióse , en efecto , con Bretón , y
gulo, tenian del mismo modo dos órdenes de
aspilleras; el interior de la obra constaba de como Vidal conocía perfectamente el terre-
dos pisos, y era s u espesor de una vara, su no , dispuso el plan á su gusto , y el éxito
ancho de siete, su longitud de diez y seis á fué bastante lisongero, si bien á costa de
v e i n t e , teniendo por adición aquel fuerte un quedar herido Bretón á la entrada del pue-
continuado desfiladero de hora y media de lar- blo de la primer descarga que hicieron los
go, hasta dar vista á Valderrobles, cuyo único
sendero pasa entre riscos de inaccesible flan- carlistas. Vidal estuvo también próximo á
ueo, y tiene dos p u e n t e s sobre el m e n c i o n a - perecer ppr un acto de temeridad. Siguien-
o rio Maraña, que hacen mas difícil aquel do á seis carlistas le disparan á quemaropa,
paso.» le matan el caballo y forman un círculo en
ULTIMAS OPERACIONES MILITARES, ETC.

derredor del ginete con las bayonetas; pero que cuando debían ejecutarse los movimien-
se defiende con heroísmo, mata al gefe I tos que se prescribían desde Madrid habian
carlista y á dos mas á costa de un b a y o n e - variado las circunstancias, llega á Moya el
tazo en el p e c h o , y antes de que cayera 27 , pernocta en Campillo de Asparabietos,
exánime acudieron sus soldados y conclu- y la estación de lluvias y la falta de calza-
yeron con sus enemigos. do y de raciones le obligó á entrar en Cuen-
El vecindario de Chisvert presenció tan ca el 1.° de diciembre.
bizarra lucha, y el gobernador de Peñíscola Los movimientos de los carlistas eran,
mandó instruir un espediente para hacerla como de costumbre , desordenados ; todo
constar. eran marchas y contramarchas.
Muchos sucesos de esta clase podíamos Sale San Miguel el 2 de Cuenca con las
referir; pero, lo repelimos, llenaríamos m u - tropas que pudieron ser calzadas, llega el 4
chas páginas que darían demasiada esten- á Molina , sabe aqui la derrota de Cabrera
sion á nuestra historia. en Rincón de Solo y la entrada de los d i s -
persos en Aragón , y prepara á este pais su
m a r c h a , dividiendo la fuerza para tomar
ULTIMAS OPERACIONES MILITARES DEL G E N E - con más facilidad varios caminos y reunirse

RAL SAN MIGUEL COMO GEFE DEL EJERCITO


en Calamocha.
Tal era su proyecto el G ; mas recibe á
DEL CENTRO.
poco la noticia de que Gómez se habia pre-
sentado el 3 en Valdepeñas, y después una
CXIY. orden del gobierno para que se dirija á la
provincia de Soria por si las tropas que s i -
tiaban á Bilbao levantaban precipitadamen-
San Miguel, después de organizar la te el asedio y trataban de caer sobre Cas-
nueva guarnición de Canlavieja, .proyectar tilla.
el aumento de sus medios de defensa y dis- Imposible era , en efecto , moverse á un
poner la conveniente salida de la tropas á mismo liempo en opuestas direcciones, y
San Maleo unas con la artillería y á Beceite creyendo mas urgenle el peligro con que
otras, dejó la plaza conquistada y con tres amagaba Gómez, se dirigió á Albarracin:
batallones y los prisioneros rescatados, mar- volvió luego á Molina el 11 en virtud de
chó á Teruel donde llegó el 5 , y sabiendo nuevas órdenes y con noticias contradicto-
se acercaba Gómez á la provincia de Cuen- rias de la dirección de los carlistas, tomó
ca se encaminó á Moya. Volvió al territorio el 13 el camino áe Madrid , torció después
aragonés cuando supo que los espediciona- para Medinaceli, y al llegar aqui el 1.4, su-
rios se habian corrido hacia Trujillo y Cáce- po el paso del Duero por los carlistas, que
r e s , y el 11 recibió orden del gobierno pa- se habian dirigido á la provincia de Burgos
ra trasladarse á Priego, lo cual era p o - y les perseguía Alaix vendóles á los a l -
co menos que imposible por la escasez de cances.
fuerzas con que contaba, por estar i n u n - Comprende San Miguel entonces la i n -
dado de carlistas el bajo Aragón, que se utilidad de su marcha determina volverse
cuidaban ya de bloquear á Canlavieja, y á Aragón , y pernoctando el 15 en Arcos,
por otras razones que espuso, volviéndose el 16 en Ariza y el 17 en A t e c a , ordena
en seguida á Teruel á donde llegó el 1 2 , y el 18 á la división se sitúe en Calatayud y
á los dos dias enlró en Zaragoza. Nogueras se dirige él á Zaragoza.
marchaba en tanto ó Alcañiz y se reunió el Dos dias después manda á las tropas de
19 con San Miguel: convenida entre ambos Calatayud , que por Daroca y Montalban se
una espedicion sobre Beceite, iba á efec- dirigiesen hacia Calanda á reunirse con las
tuarse cuando recibe el 20 la noticia de que se hallaban á las órdenes de Nogueras,
que Gómez había entrado en Albacete y se disponiéndose San Miguel á salir de Z a r a -
dirigia hacía el Norte. Marcha en su conse- goza para ejecutar al fin la tantas veces
cuencia á Teruel y en el mismo dia de su suspendida y diferida espedicion á los puer-
e n t r a d a , el 2 4 , recibe los cargos del go- tos; pero recibe el 23 la orden de su relevo
bierno por no haberse trasladado á Priego, como capitán general de Arapon, r e e m p l a -
y se le manda enviar sin dilación tres b a - zándole Quiroga; le da á reconocer, y lue-
tallanos á Huete; obedece, aun teniendo ra- go , como general en gefe del ejército del
zones, sin embargo, para no hacerlo, p o r - Centro , cuyo cargo le fué también conferí-
TOMO I I I ,
4G2 HISTORIA DE LA GUERRA CIVIL,

do , y vino á Madrid de diputado á Cortes.fundiendo el mando de las armas con el go-


bierno de los pueblos, hacia ministros á los
Hemos narrado con toda la rapidez p o -
generales y convertia á los estados mayores
sible las últimas operaciones militares del
en direcciones. A trueque de no recibir t o -
general en gefe del ejército del Centro, que
dos los dias peticiones de fondos para los
son de importancia porque dan una m a g n i -
fica y exacta idea de la situación en quesoldados , daba en prenda una porción de
provincias que no iban á tener mas leyes
se hallaban los gefes de columnas , de b r i -
que la Ordenanza y el capricho ó prudencia
g a d a s , de divisiones y de ejército. El p r u -
del general en gefe. Estábamos en guerra:
rito de dirigir la guerra desde la corte , de
trazar los movimientos sobre una mesa , sinde su éxito dependía la ventura ó desgracia
considerar la continua é incomprensible mo-de la nación, y nadie reparaba en semejan-
vilidad de los enemigos, producía ese labe-tes contraprincipios.
rinto de marchas y contramarchas que a c a - «Pero ya que pasaba el gobierno por esa
bamos de ver , ese destrozo y cansancio de mengua , ¿por qué no se ajustaba á buenas
las t r o p a s , ese aburrimiento que solo era
reglas en la división del territorio? ¿Quería
capaz de soportar la proverbial constanciadarle fondos y habitantes que se los contri-
del soldado español y su acreditado e n t u -
b u y e r a n ? ¿Pues por qué no le asignaba el
s'asmo por la causa que defiende , que la territorio mas inmediato al teatro de la guer-
hace personal. ra ? ¿Queria que con su ejército defendiera
un espacio d a d o ? ¿Pues por qué no ponia
Acosados los gefes de continuo, pidien-
do auxilio con razón ; en pugna á veces labajo su mando distritos amenazados á su
obediencia que se debía al gobierno con elvista todos los dias, y queria que amparase
á provincias lejanas?
deber de conservar los intereses y la t r a n -
quilidad del pais que les estaba encomen- » El general del Centro mandaba las
dado , no es de estrañar obraran sin plan provincias de Huesca , Zaragoza , Teruel,
fijo, se movieran á la aventura y no se v i e -
Castellón , Valencia , Alicante , Murcia y
ran los resultados que son consecuencia deAlbacete: desde el Pirineo á Almería , d e s -
meditados sistemas. de los puertos de Beceite á Cazorla , ciento
La guerra civil de España ha reunido cincuenta leguas de distancia. Parte de este
terreno está cortado por el Ebro, que no po-
circunstancias tan especiales que no se p a -
rece á ninguna otra guerra. dia cruzar sino por Zaragoza ó por Caspe.
A los inconvenientes que acabamos de »E1 Alto Aragón entre Navarra y Cata-
esponer, se agregaba otro que no estaba enluña , ¿podia ser defendido por el ejército
del Centro si alguna vez cruzaban los fac-
las atribuciones de los generales remediarle,
que era un obstáculo perenne , inmenso , y ciosos? Por fortuna de la libertad , los ha-
un padrón de ignorancia para el gobierno. bitantes de Sobrarbe sabian cuanto valían
siendo libres, y acabaron con cuantos pasa-
Nos referimos á la distribución territorial,
por la cual quedaron asignadas al mando ron el Cinca ó el Aragón; pero ¿pudo acu-
del general en gefe del ejército del Centrodir nunca el ejército?
las provincias de Huesca, Zaragoza, Teruel, » Albacete y la Alta Mancha , saqueada
Castellón, Valencia, Alicante, Murcia y A l -
por las facciones de Toledo y Osa de M o n -
bacete. Pero vemos sobre este asunto en unatíel, ¿ podía ni pudo ser nunca protegida
obra ya citada (1), algunos párrafos en quepor el ejército del Centro? Y el marquesado
se muestran sus ilustrados autores jueces de Moya en Cuenca, y el señorío de Molina
competentes en lo que debíamos criticar en Guadalajara, invadidos de ordinario por
como ellos; porque basta ver el mapa para Cabrera y á la vista del ejército , ¿ p o r qué
c o m p r e n d e r l o absurdo de la distribución.
no se pusieron bajo su amparo'/
« Cuando el gobierno , dice , formó el » Las facciones tenían su centro en M o -
ejército del Centro , le señaló también el rella y Cantavieja ; y á su alrededor g i r a -
territorio que había de defender, y del cual
ban entre Gandesa y Alcañiz , Montalban y
habia de v i v i r . Teruel, Segorbe, Castellón y Peñíscola. La
residencia ordinaria, p u e s , del ejército d e -
«Cuando mas unidad y acción se n e c e -
bía ser T e r u e l ; podia ser Segorbe, y lo era
sitaban en la m o n a r q u í a , hacia trizas el
mapa é invulneraba la administración. Con- muchas veces Montalban. Sus movimientos
podian ser contra la facción en sus guaridas
(1) La délos señores Cabello, Santa Cruz de Cantavieja , y el punto de partida debía
y Temprado. ser Teruel. Podian ser en igual concepto
SITUACIÓN DE LA GUERRA, ETC.

contra Morella, y en este caso lo seria P e - cito en las ocho provincias de su mando,
ñiscola ó Vinaróz. Si habia de socorrer á pero cuando el ministro , que pone y quita
Lucena , habia de hacerlo desde Castellón, intendentes, recomendaba á los de Huesca,
si á Gandesa desde Caspe. y Albacete , de Murcia y de Alicante , las
«Si las facciones salían de su radio , lo cartas de pago de los contralistas de M a -
hacían siempre ó á la ribera de Valencia y drid , ¿ qué arbitrio quedaba al general ? El
camino de las Cabrillas, ó al Giloca y Jalón: de amenazarles y vejarles recomendándoles
nuestras divisiones, p u e s , las habían de asi para su traslación ventajosa; pero nunca
perseguir saliendo de Segorbe ó de Mon- cobrar la asignación de su ejército con la
talban. preferencia que él necesitaba y que se lo
«¿Qué territorio habia de suministrar al prometió.
ejércilo el bagaje y raciones que necesita- » Cierto es que habia segundos cabos en
r a ? Los partidos judiciales de Segorbe y Aragón y Valencia, y que ellos despacha-
Villar del Arzobispo, S e g u r a , Calamocha y ban muchos negocios peculiares "de las a u -
Albarracin. ¿Servíale de algo el q u e B e n a s - ditorías y de lo gubernativo; pero otros mu-
q u e , las Peñas de San Pedro y Cartagena chos por su gravedad y por la relación que
estuvieran sujetas á su mando? ¿Por qué no tenian con las armas , venían al general en
se le asignó á Cuenca en lugar de Albacete? gefe. Cuando apenas podia atender á los
Si el ejército del Centro habia de defender movimientos de la facción, cuando tenía que
á Moya, ¿por qué no le habia de auxilir el soñar con los comisarios y las diputaciones,
Marquesado? ¿Por qué no le habian de a u - con el calzado y con las obras , venían á
xiliar el señorío de Molina tan inmediato? despertarle con las revistas de Jaca y de
«Los pueblos sufrían mucho con la guer- C a r t a g e n a , de Las Peñas y de Cincovillas.
ra; pero padecían mas cuando consideraban »No sabia aun el estado mayor en qué
que por una torpeza sus sacrificios eran ma- pueblo había alpargatas y zapatos : dónde
yores. Se exasperaban y con razón los v e - había carros ó acémilas, y c u á n t a s : dónde
cinos de Pozuel y Ojos N e g r o s , los de R o - habia cuadras y buena paja : cuántos moli-
denas y Orihuela del T r e m e d a l , al ver que nos y hornos de cocer pan: dónde una fuen-
los del Pedregal y del Pobo , los de Seliles te ó un riachuelo para hacer alto ; y por
y los de M o t o s , no iban bagajeros como necesidad tenia que ocuparse de estractar
ellos todos los dias. Los de Chiva y Buñol una licencia de casamiento ó de reconoci-
sentían acudir con raciones que no daban miento para los inválidos de Atocha ó al-
Utiel y Requena. guno de los de Játiva.
»La facción llegó á ser numerosa y l l e - »No es de temer otra guerra como la
gó casi á impedir el camino militar que pasada; pero si ocurriese, de esperar es que
nuestras divisiones llevaban desde Teruel á el gobierno reparla los distritos militares con
Alcañiz. Una sola brigada corría riesgo e n - mas inteligencia que lo hizo al designar el
tre Montalban y Calanda ; tenia que llegar del ejércilo del Centro.»
á Daroca , y á veces al Campo de Cariñena
para cruzar por Relchite y Codos á los l l a -
nos de Samper. Si la facción se situaba e n - SITUACIÓN DE LA GUERRA EN EL ORIENTE
tre Montalban y el Giloca, la columna nues- DE ESPAÑA AL TERMINAR EL AÑO.
1ra que saliera de Daroca, marchaba por el
Campo de Bello y sierra de las Meneras
hasta Pozondon , alejándose de la facción cxv.
tres leguas mas que si hubiera llevado la
carretera de Aragón á Valencia. Pues bien;
en esta marcha tenia que ir desfilando todo Comparando el estado de la guerra en
el dia para no pisar la capitanía general de el Oriente de España en el año de 183S con
Madrid; y aunque tuviera necesidad de ra- el que nos ocupa , no puede menos de ser
ciones , aunque le faltaran b a g a j e s , comodesconsolador el paralelo para todo el que
el gobierno no habia señalado al general en sienta latir en su pecho un corazón español.
ge fe el señorío de Molina, la diputación de Aumentados los combatientes en uno y
Guadalajara no se los hubiera dado , y le otro b a n d o , y á la par el furor con que p e -
habría dicho con el mapa en la mano que leaban , creció naturalmente el catálogo do
podia pedirlas á Ariza, cerca de Medinaceli. las desgracias y de los h o r r o r e s , y éstos
» Las rentas estaban asignadas al e j é r - fueron tan terribles y espantosos como h e -
464 HISTORIA DE LA GUERRA CIVIL.

mos tenido que ver. Ni la e d a d , ni el sexo, auxilios, que vienen por la posta á socorrer
ni la inocencia preservaban de ser víctimas sus necesidades, distribuyéndolas por partes
del furor de los partidos, cuya cólera ciega alícuolas en el cordón de las provincias, Ca-
todo lo sacrificaba. taluña, Bajo y Alto Aragón, Valencia y d e -
El aumento de los carlistas en este año, mas que lo reclaman con u r g e n c i a , como
formulaba de suyo un cargo severo contra Roten. Llegaron de Navarra confidentes que
el gobierno liberal y algunos gefes. Y no han desembarcado entre Cartagena y Ali-
era insignificante este aumento. Evidente, cante en quince dias , y de oficio se confir-
como aparece del documento que presen- i man, la toma de Lequeitio por asalto, d o n -
tamos (1), prueba era de mil c a u s a s , todas de se ocuparon cuarenta piezas de artillería,
á favor de los rebeldes. dos mil fusiles , cuatro mil arrobas de pól—
Guiaban estas masas no pocos p a r t i d a - i vora y un millón de balas de cañón , g r a -
rios (2) que, aunque no en la mayor a r m o - í nadas y bombas , con lo que se saludará á
nía, marchaban lodos á un mismo fin, el de • Bilbao , Portugalete y San Sebastian , hasla
combatir sin tregua al enemigo, privarle de
1
reducirlos á cenizas, y continuar el ejército
todo recurso y engrosar sus filas. j victorioso con doscientas piezas de artillería
Para sostener el fanatismo de los volun- i que ya tiene dispuestas, á sentar en el solio
tarios y del vulgo, publicaban también p e - de sus mayores á nuestro augusto y guer-
riódicos ú hojas volantes que, sin el concep- ! rero monarca el señor don Carlos V.—Mil
to que la Gaceta oficial de Oñate , llenaban ¡ caballos acaban de reforzar el ejército de
su objeto entre sus adictos, que lodo lo : este rey y señor nuestro.—A sus leales filas
creían , con sus exageraciones y paparru- | se unen diariamente gefes, oficiales y tropa
chas , cual- puede verse en el siguiente n ú - pasados de las d é l a usurpación, entre ellos
mero , que trasladamos fielmente del que gran número de portugueses y legiones e s -
tenemos á la mano. trangeras.— Constan las fuerzas de las p r o -
«LA CABRA FACCIOSA.—Artículo de ofi-
vincias, bien regimentadas , armadas é i n s -
cio. — Los refuerzos anunciados en los p e - truidas, de setenta mil infantes y cuatro mil
riódicos de los frenéticos compositores del caballos brillantes y valientes. En Cataluña
agonizante gobierno de la compasiva viuda escede de Ireinla mil hombres, y en Aragón
usurpadora del Irono, doña Cristina de Bor- no bajan de catorce mil los que combaten,
b o n , se han convertido en los siguientes con quinientos caballos, esas hordas de pi-
llos ; y en las restantes provincias lodo se
(1) Véase el documento n u m . 4 8. halla conmovido, y en partidas que, á pesar
del terrorismo de los cabecillas revolucio-
(2) Los mas conocidos eran los siguientes:
narios, llegará luego el dia dichoso de rom-
Gefcs. Su naturaleza. per la opresión en que éstos tienen s u b y u -
gado el grande partido del rey y de la
Cabrera "1 justicia, para que reciban aquellos el ejem-
Ariambanda . ¡ Tortosa. plar castigo que merecen sus viles ardides,
Arnau ) fantasmas de apoyo y quiméricas e s p e r a n -
Torner
zas.—El Amante de la v e r d a d . — (Se con-
Llangostera Llangostera»
tinuará.)»
Fcrcadell ]
Tallada ! Eran perseguidas, es cierto , las c o r r e -
P e r e t d e l Ríu >Ulldecona.
rías de los carlistas; y siempre perseguidos
Vizcarro • \
Chambonel / iban huyendo ; pero conseguían su objeto,
Polo Córdoba.
proveyéndose de todo lo necesario y ates-
Arévalo ( Alpujarras) Oapi- tando sus almacenes , manteniéndose casi
leira. con tanta abundancia como penuria sus con-
Quilez Samper. trarios.
Cabañero Urrea de Gaeu. Los puntos fortificados les fueron de ne-
Herrero, el Organista.. Teruel.
cesidad , y los tuvieron. Cantavieja era una
Peinado Manzanera.
Bosque Calanda. verdadera plaza f u e r t e , y sin la ausencia
El Cedacero Barracas. de Cabrera, quizá no se hubiera perdido, ó
El fraile Esperanza. . . Liria. habria sido doblemente penosa su conquis-
Badia Montan. ta , y costando una batalla y mucha sangre.
La Coba Benasal. Lo sucedido después en otros puntos j u s t i -
Perciba Alcalá de Chisvert.
Serrador Yillafranca del Cid.
fica completamente nuestro juicio,
VARIOS ENCUENTROS. 165

El prestigio de Cabrera fué creciendo A r g é s , Cuero , Algodor, Villamudas,


estraordinariamente para con los suyos , y Puebla Nueva y otros pueblos son elocuen-
don Carlos le dio la faja de mariscal de tes testigos de los crímenes atroces de aque-
campo por la acción de TJUdecona y otros llos bandoleros, terror del pacífico habitan-
hechos que sin duda la merecían. te , del infeliz arriero , á quien retenían,
como á los viageros y ganados y cuanto
caia en sus garras hasta recibir el precio
CASTILLA LA NUEVA. escandaloso a que ponían la vida y libertad
de sus presas , maltratando á los retenidos,
y asesinando á muchos lentamente, aun des-
pués de recibir su enorme rescate. Bloquea-
TARTIDARIOS. dos los pueblos, nadie se atrevía á salir, ni
salían las yuntas ni losgauados, ni continuó
el tráfico , y arruinados en su aislamiento,
CXVI. era horrible su desesperación. Desastres sin
cuento en la carretera de Andalucía y V a -
lencia , obligaron , á fin de recaudar el
La guerra continuaba en Castilla con el interrumpido tránsito á darle una forma e s -
mayor desorden , y el pais se vio asolado pecial haciéndole periódico para poder pro-
por las numerosas partidas que vagaban in- tegerle. Eran tantos los bandidos y tan des-
distintamente por los montes y los llanos. almados , que los convoyes exigian fuerzas
Sus operaciones se reducían á invadir y considerables. Fuera del momento de su
sorprender pueblos p e q u e ñ o s , haciendo en tránsito, nadie se atrevía á pasar la primera
ellos exhorbitantes exacciones de todo g é - de las comunicaciones. ¡Desgraciado del
nero, y e v a d i e n d o , eso s í , el encuentro de que lo h a c i a ! Y ni fueron respetados los
las columnas destinadas á su persecución. convoyes, ya por el aliciente que ofrecían á
Aumentaban su gente con desertores, quin- los m a l v a d o s , ya por la estensa línea que
tos, criminales y jornaleros desocupados; y presentaban á sus rápidas correrías.
el que tenia algún dinero ó mostraba mas Tan pronto estaban en Despeñapcrros,
osadía , se erigía en gefe de un pelotón de como en Aranjuez , donde robaron en una
hombres que , por temor al - castigo y vivir ocasión la mayor parte de la yeguada r e a l .
mas á sus anchas, se titulaban carlistas. La persecución de tantas y tan bien
El perdido, el desesperado, el que había montadas partidas era imposible con el e s -
satisfecho ó deseaba satisfacer una v e n g a n - caso número de tropas de que podia d i s p o -
za, el perseguido por la justicia, todos estos ner el gobierno , y con el auxilio que les
corrían á engrosar estas partidas indepen- ofrecían los celebrados montes de Toledo.
dientes de toda autoridad , que lo mismo Por esto la mayor parte de los pueblos, sin
defendían á Carlos V , que lo hubieran h e - elementos para defenderse, y no conformán-
cho á I s a b e l , si en esta causa no se h u b i e - dose , aleccionados por la triste suerte de
ran de someter á la disciplina y pudieran otros, con el papel de víctimas, transigían
tratar á los pueblos invadidos como á pais con los carlistas y les servían en cambio de
conquistado. su seguridad.
Asi se comprende aquella multitud de
partidarios, sin que la muerte de unos a r -
redre a otros á llenar el vacío que dejaban. VARIOS ENCUENTROS. — C R E A C I Ó N
!
DE LAS
Peco , Doroteo , Jara , La Diosa , Revenga, TARTIDAS DE TIRADORES.
Paulino , Zamarra , Chaleco , el Rubio , el
Presentado, T e r c e r o , Cipriano, Corulo, He-
rencia , Palillos, Orejita , Parra , el A r c i - CXVII.
preste, el Apañado, Matalahúga, Escarpizo,
Perfecto, Sánchez, Blas Romo y otros no me-
nos dignos, casi todos alias, y cuyos motes Para perseguir á los carlistas de Castilla
eran su mejor apología, sostenían la guerra, la Nueva y aun de Estremadura , fué nom-
si tal puede llamarse el sistema de feroz van- brado comandante general de la línea de la
dalismo y depredaciones con que aquel alu- Mancha , el coronel don Jorge Flínter , que
vión de partidas , asolaban cual verdaderas poseído de un patriotismo ardiente , se d e -
plagas los territorios donde caían. dicó con marcado empeño á perseguir estos
HISTORIA DE LA GUERRA CIVIL.

enemigos del género humano hasta eslermi- taron penetraren la villa de San Pablo, p e -
narlos, cual era su propósito, y cual el bien ro fueron atacadas y rechazadas por una
de la sociedad reclamaba. corta fuerza liberal.
Las demás columnas del ejército liberal Sabe el comandante general de Toledo
no se proponían en verdad otra cosa ; pero que mas de cien hombres montados se h a -
no solia estar muchas veces en su mano el bían dirigido á fines de abril á los pueblos
conseguirlo. La guerra presentaba i g u a l - de Noez y Tolanes, y dispuso la salida de
mente aqui un carácter especial; y reseñan- algunas fuerzas, que reunidas en Menasal-
do algunas operaciones, podrá comprender- vas, siguieron la pista al enemigo, alcan-
se algo. Seguir á todas las columnas en su zándole á las once leguas en la casa labran-
itinerario, ademas de ser pesado, no e s c l a - za de Canillas, donde aceplado el combate,
recería ninguna página de la historia. se trabó el de guerrillas, que no prosiguió.
El invierno ejercia en Castilla la Nueva Los carlistas marcharon ordenadamente á
sus rigores como en todas partes ; por esta cruzar el vado del rio Jarama, donde acam-
razón no aparecen en el mes de enero m u - paron , posesionándose de sus alturas y del
chas operaciones. La mas importante fué la mismo vado, defendido por treinta infantes.
emprendida y ejecutada por Tenorio con- Creyendo los liberales que se retirarían por
tra Peco. Guadamir, y Polan ó Mazararabroz, se di-
Sabedor de que éste, con unos trescien- rigieron á este p u n t o , pero hicieron la r e -
tos se hallaba en la sierra de la Huerta Vie- tirada por Almonacid de Toledo. Al mismo
j a , se resuelve á atacarlos, aunque con me- tiempo les batia una compañía en el p u e -
nores fuerzas. Combinado al efecto con las blo de Arísgolas, del que les desalojó.
columnas de Piedrabuena y Almadén, mar- Las partidas que vagaban por la M a n -
cha el 21 hacia la Casa de Teja , en cuyas c h a , se conciertan, invaden algunas la pro-
inmediaciones encontró á los defensores de vincia de Toledo, pasan por el puerto de
don Carlos situados en una cordillera de Castillejo, desmembran sus fuerzas, y que-
montañas ocupando seis posiciones ventajo- da una partida al mando de Corulo, que
sas. Atacados, sin embargo, resistieron con te- continuó su escursíon por varios pueblos,
nacidad , pero fueron desalojados de la pri- teniendo que salir á perseguirles los nacio-
mera y segunda posición, y lohubieran sido nales de Chapinería, Navalcarnero y otros
de la tercera si sus defensores no d e s t a c a - puntos.
ran unos cuarenta á cincuenta caballos que Una partida carlista se encaminó por la
amagando la retaguardia liberal, la obligó barca de Porlusa á Gerindole y Bureyona:
á retirarse después de seis horas de fuego. sábelo en Polan el citado gefe de Toledo,
La pérdida de ambas partes consistió en emprende la marcha, y en el Carpió v u e l -
unos cuarenta hombres. ve á saber que los carlistas estaban ocultos
Algunos dias después, ya en el mes de en el barranco del Barco, término de Car-
febrero, tuvoel capitán Reiter, con sus trein- mena. Dispone varios movimientos, y el
ta y nueve infantes y catorce caballos, un en- 2 de mayo les avisla á un cuarto de legua
cuentro con una partida de cien carlistas en del caserío de Majazul, jurisdicción de Car-
el valle de las Palomas, matándoles siete menilla. No atreviéndose á esperar los c a r -
hombres y dispersándoles completamente. listas emprenden la retirada, y el gefe l i -
El G de marzo, la columna de Padial beral dispone entonces el a l a q u e , que les
salió del Viso del marqués en persecución causó algunos muertos y dos prisioneros,
de Orejila, á quien encontró en la Peña de fusilados á poco, cogiéndoles ademas vein-
la Granja, y se tirotearon unos y otros sin te y cinco caballos y yeguas y otros efectos.
gran éxito, contribuyendo bastante al d e s - Pero eslos choques tenían lugar de t a r -
aliento que reinó en la escaramuza lo llu- de en t a r d e , como vemos, porque habia
vioso del temporal y lo escabroso del t e r - mucha diferencia de los perseguidores á l o s
reno. Según el parle oficial, tuvo que l a - perseguidos. Estos, mas ágiles y conoce-
mentar Orejita una pérdida para él sensible, dores del terreno , circunstancia la mas
la muerte de su hijo Parra, sufriendo igual principal para la guerra ¡de brigandage,
suerte mas adelante el cabecilla Recio, co- burlaban de continuo su seguimiento. A fin
gido por dos soldados y un paisano, y muer- de que desapareciese esta diferencia, y
to en el acto. oponerles gente sobre la que no tuvieran
Varias partidas de las que rodeaban la menor ventaja, se crearon en junio algu-
los inaccesibles montes de Toledo i n t e n - nas partidas de tiradores que se titularon.
CONTINÚAN LAS OPERACIONES, ETC. le?

peseteros, por ser una peseta su prest. Esta salieron al amanecer del 22 hacia S e p ú l -
fuerza vestía de paisano y no llevaba sus v e d a , desde donde se dirigieron por el c a -
voluntarios otra arma que la escopeta. mino de Peñafiel, no sin haberse provisto
en Riaza de mas de lo que necesitaban.
En agosto , Orejíla y Gavino sostienen
un encuentro en San Lorenzo (Mancha) de
CONTINÚAN LAS OPERACIONES MILITARES HASTA
escasa importancia; y á pocos dias vuelve á
LA CONCLUSIÓN BEL AÑO. batirse el primero en el Cortijo de la H o r -
miga.
Peco entra el 23 en Villamayor, y va
CX VIII. aumentando los s u y o s , oponiéndosele en
vano varias veces algunas partidas.
La de La Diosa , de Solana y de otros,
La misma escasez de los encuentros, chocan el 29 en la dehesa del Castaño con
pues ya hemos visto los principales que tu- la columna móvil de Malagon, que ocasiona
vieron lugar en medio a ñ o , permitió e n - pérdida á los carlistas.
grosar á las partidas carlistas, y ostentarse Al dia siguiente otro partidario , el C a -
osadas en muchos puntos, llegando á eje- nónigo Tortosa, con unos doscientos cin-
cutar atrevidas escursiones, que quedaban cuenta infantes y cuarenta caballos, sitia á
impunes la mayor parte de las veces. Utiel ( en Cuenca). Los diez y siete n a c i o -
Jara estaba en una de ellas, por junio nales de esta villa se encierran con su gefe
en las inmediaciones de Bohonal y Valle de don Miguel Saez en la torre-campanario de
Valtuerto; pero fueron acometidos los suyos la iglesia, y al intimarles la rendición, r e s -
en este sitio el dia 1 5 , y tuvieron que dis- ponde aquel puñado de valientes que pre-
persarse en pequeños grupos, abandonando fieren morir con gloria á entregar las ar-
cuarenta y cinco caballos, ochenta bagages, mas con bajeza. A esta contestación mandó
armas y efectos de varias clases, con p é r - el sacerdote de un Dios de paz incendiar la
dida de algunos muertos, y entre ellos, al- iglesia por diferentes puntos, aplicando azu-
gunos de los principales partidarios, resca- fre y otros combustibles, y se retira temien-
tándose casi lodos los prisioneros que hicie- do la aproximación de tropas liberales, no
ron en la Retuerta. sin haber saqueado á su placer las casas de
Si la persecución hubiera sido mas acer- los nacionales.
tada, los grupos en que se fraccionaron no Otro buen eclesiástico , el arcipreste de
se habrían vuelto á reunir; pero debiéndose Moya , que tan pronto estaba en Aragón,
haber emprendido por las montañas, d o n - como en Castilla , fué batido el 26 de se-
de se guarecieron, limitóse inútilmente al tiembre en Villar del Hasmo por la c o l u m -
llano. na de Jarvié.
Reunidas el 10 de julio las facciones El 20 de octubre es también batido Jara
de la Mancha, atacaron simultáneamente en las inmediaciones de la Iglesuela , p a r -
por cinco puntos al destacamento de Fonta- tido judicial de Talavera ; pero se guarece
narejo, en los montes de Toledo, que á con sus voluntarios en un espeso bosque , y
estar desprevenidos, hubieran sucumbido esta circunstancia, y un temporal de lluvias
á tan superiores fuerzas. impiden á las armas liberales obtener c o n -
Al mismo tiempo recorrían la provincia siderable ventaja. Algunos muertos y h e -
de Cuenca , Carnet y fray Esperanza con ridos de una y otra parte fué todo el r e -
bastante gente Añadiendo á éstas facciones sultado. El 28 es derrotado Palillos hacia
la espedicion de don Basilio , que siguió á Tomelloso con alguna pérdida , y el 4 d e
la de Batanero, y llamaba también por otro noviembre, contando ya este partidario, tan
lado la atención de las tropas liberales e n - temible después, con unos cuatrocientos ca-
cargadas de operar en ambas Castillas, se ballos , se vio acometido en Villanueva de
tendrá alguna idea de su penosa situación. la Fuente. Mas no da el rostro, sin embargo
En el mismo mes de julio entraba don B a - de su fuerza, y perseguido , se bale en r e -
silio en Riaza, y aunque Buerens estaba e n - lirada en Genave , en Sierra de la Cumbre
cargado de perseguirle, llega tres dias des- y en R u m b l a r , la parte mas escabrosa de
pués (el 2 3 ) , sigue en dirección de Aranda Sierra Morena y en Fuente del Fresno, sien-
para ponerse de acuerdo con Aspiroz y con- do tan tenaz y decidida la persecución que
tinuar la persecución de los carlistas, que corre veinte leguas, muriendo en ella vein-
J 68 HISTORIA DE LA GUERRA CIVIL.

te y cinco carlistas, y apoderándose sus con- necidos quedaban á su disposición , y que


trarios de bastantes caballos. podían ser aquellos el núcleo de un ejército
El 18 se encontró la partida de Albar- el día que surgiese un hombre valiente, o r -
ran con una columna liberal en las i n m e - ganizador y entendido á la vez.
diaciones de Aldeanueva de Valbaro'ya , la Triste era , pues , para la causa liberal
cual dispersó á los carlistas, rescató varios la conclusión de este año en Castilla la
de los quintos que estaban recogiendo , y Nueva, dejando triplicado el número de sus
la plata y alhajas de las iglesias, que t e - enemigos.
nían tan bien guardada, tomándoles ademas
veinte y dos caballos.
Bien pronto se indemnizaban aquellos HORRORES EN CASTILBLANCO DE ESTREGADURA.
partidarios, merced al brigandage de su
sistema y á la libertad que todos disfruta-
ban, de tales p é r d i d a s , bastándolesá veces CXIX.
una escursion : asi se ve á Palillos a u m e n -
tando considerablemente los suyos é infun-
diendo ya el terror inseparable de sus pu- Aunque pertenecian á los partidarios
nibles escesos. También Orejita empezaba de Castilla y operaban en ella Sánchez y
por este tiempo á adquirir esa triste celebri- Cuesta, porque no pudieron sostenerse en
dad de que después disfrutó. Eslremadura, bacian y los demás_sus escur-
En diciembre, agravada la situación de siones á este país con objeto de proporcio-
la Mancha , se reunieron algunas columnas narse recursos con la sorpresa de algún pue-
liberales con objeto de practicar un recono- blo. El incendio , el saqueo , el asesinato
cimiento en los sitios que soban ser guarida eran compañeros deestasirrupciones vandá-
de los rebeldes, á fin de destruirles en ellas; "icas; y siendo triste y enojoso narrarlas
y en el practicado en los montes y términos t o d a s , porque solo conducen á contristar el
de Valdelaguna , Valdezarza , los Yallade- ánimo, reseñaremos únicamente los horrores
ros y otros p u n t o s , fué batida el 15 la cometidos en Caslilblanco por la sensación
partida de González , vecino de Herencia, que causaron en todas partes, y por la c i r -
causándole la pérdida do veinte y cuatro cunstancia de tener lugar cuando las f a c -
muertos. ciones no estaban aun en su período de
También los carlistas se reunian para apogeo , ni habia llegado la espedicion de
asegurar mas la impunidad de sus invasio- Gómez á infundirlas nuevo aliento.
nes y aterrar á los pueblos invadidos; y Pa Castilblanco , cuya población p e r t e n e -
lillos, Sánchez y los Cuestas se dirigieror ciente al partido judicial de Herrera del
el 10 con su gente á Talarubias. Lo nume- D u q u e , cuenta unos mil setecientos habi-
roso de los carlistas llamó la atención de .los .tantes, se vio invadida á las tres de la t a r -
constitucionales de la línea de la Mancha, de del 29 de mayo por la facción de Jara,
y yendo á su encuentro, les atacan, y des- que capitaneaba-mas de trescientos caballos
pués de varias alternativas, se retiran los y unos cien infantes. Los treinta y seis hom-
liberales cargados por mas de trescientos bres que componían el destacamento de t i -
caballos enemigos. Quedó prisionero por el radores movilizados al mando del capitán
pronto el gefe l i b e r a l ; pero fué valerosa- Lemus, se encerraron en el pequeño fuerte,
mente rescatado sobre la marcha. casa-pósito, situado en la plaza. Inlimóseles
Este quebranto , primero de su clase la rendición , y dignamente rechazada por
porque fué á campo abierto el choque , fué aquellos valientes, temiendo sin duda espo-
de un efecto terrible para la causa liberal: nerse los sitiadores batiéndose con iguales
él demostraba que ya no podían ser insigni- a r m a s , se valieron de las incendiarias en
ficantes ni pequeños los combates con P a l i - vez de los fusiles, y prendieron, á lo Nerón,
llos; que las facciones, envalentonadas por fuego á la plaza en toda su circunferericia ;

su número y lo favorable del terreno, pues viéndose obligado aquel puñado de leales á
contaban para el llano con caballos escogi- reducirse al estrecho recinto de un tambor,
dos (por supuesto, robados) y con los m o n - único asilo que les quedó para su defensa,
tes impenetrables é inmensos de Toledo que continuaron en medio del horroroso fue-
para la retirada ; confiadas también en su go que reducía á cenizas una gran parte de
espionage , lomaban audazmente la ofensi- la población.
v a ; que casi lodos los pueblos no bien guar- Después de gozar los incendiarios con
SITUACIÓN DÉ LOS CARLISTAS. iC9

tan bárbaro espectáculo y de haber saquea- recogió, ó hizo recoger por los demás p a r -
do el pueblo, asesinado al diputado de pro- tidarios á sus órdenes, una buena parle de
vincia don Pedro Galán , maltratado á su los quintos de la provincia de Lugo, Orense
esposa , llevádose á un hermano de aquel y y la Coruña. Estendieron en ella la i n s u r -
otros particulares, y dejado entre aquellos rección, Peña, el señorito de Bullan, S a m -
habitantes y los de los pueblos circunveci- breiro, el Evangelista y otros, en tanto que
nos sembrado el terror y espanto , el llanto fray Basilio, corriéndose por las crestas de
y la desolación, se retiraron á las nueve de Tardeza hasta las orillas del Miño, aterró á
la noche , dirigiéndose parte de ellos por la Pontevedra, á cuyo territorio no se había
Golosilla á la Helecliosa, amenazando con comunicado aun el fuego. Batidos algunos
mayores desastres á Herrera , cuyos h a b i - de aquellos cabecillas en varios r e e n c u e n -
tantes presenciaron el incendio de Caslíl- tros, aparecieron mas fuertes después, ata-
b l a n c o ; y esperando sufrir la misma suerte caron con fruto convoyes y escollas, y h a s -
abandonaron sus hogares los h o m b r e s , d i - ta puestos fortificados, llegando Bullan á
rigiéndose de noche á buscar un asilo en la embestir al del Cereza!, después de fusilar
sierra , dejando sus familias y fortunas e s - ó dispersar cincuenta hombres del mismo,
puestas á los feroces bandoleros, que fenian que aventuraron una salida, y distinguién-
en la mayor consternación á casi todos los dose en iguales empresas el asturiano refu-
pueblos. giado Buron. La situación del pais era tal,
que Latre, después de nombrado capitán
general en reemplazo de Morillo, no pudo
ASTURIAS Y GALICIA. llegar á la Coruña sino disfrazado bajo un
falso nombre, y habría sido fusilado sí un
fraile no engañase á los facciosos que t r o -
pezaron con él, asegurándoles que lo habia
SITUACIÓN DE LOS CAULISTAS.
dejado en Lugo; y para que no faltase espe-
cie alguna de complicación, este mismo La-
tre, que acababa de correr tan gran riesgo
para tomar posesión de su mando, fué i n -
cxx. sultado y escarnecido á poco por los mili-
cíanos de Santiago, á causa de que aterrado
con la idea de las horrendas represalias á
En esta parle de España continuaban los
que se entregaba López, indultó de la pena
carlistas haciendo inauditos esfuerzos para
de muerte, á unos carlistas que para sufrir-
organizarse , logrando al fin distribuirse en
la estaban en capilla. El segundo cabo, San-
partidas de diez á doce hombres montados,
juanena, era al mismo tiempo el blanco de
los c u a l e s , con los mozos que tenían alista-
los tiros de los progresistas, cuya influencia
dos en las parroquias, se reunían al l l a m a -
era en daño común, por la dependencia en
miento de sus gefes, y después de hacer
que tenían á las autoridades.
sus escursiones, se dispersaban y volvían á
sus c a s a s , estando siempre dispuestos para Aqui, como en Castilla y en todas p a r -
acudir al punto á la voz de sus gefes. les en que no estaba organizada, en cierto
Vistiendo estos mozos de paisano, pasa- m o d o , la g u e r r a , donde faltaba cierta d i s -
ban sin dificultad por entre las t r o p a s , y ciplina en los rebeldes, se entregaban estos
por medio de ellos ejercían los gefes uñ sin freno á todo género de crímenes, s i e n -
terrible mando sobre los alcaldes y m a y o r - do tan horribles los que se comelieron en
domos rurales y sobre los vecinos pacíficos Galicia, tan feroces los alentados que se
de las parroquias. perpetraron, que se dudaría de su verdad
Latre, capitán general del distrito, á fin si no hubiéramos visto las pruebas. No nos
de poner coto á esta impunidad, adoptó a l - detendremos en relatarlos; conste solo, por
gunas providencias , que no eran tan com- que consta, que una gran porción de los
pletas como la necesidad r e q u e r í a , pero partidarios de Galicia , eran desalmados
que fueron ú t i l e s , sin embargo , por el asesinos, bandidos depravados; de ningún
pronto. modo carlistas.
López era el gefe superior de los carlis-
tas de esta parle de España, y después de
declarar en estado de bloqueo todos los
puntos ocupados por las tropas de la reina,
TOMO I I I . 2 "2
170 HISTORIA DE LA GUERRA CIVIL.

Cid y otros persiguen también á estas


fuerzas, que al dispersarse hacian inútiles,
OPERACIONES MILITARES EN ASTURIAS Y GA- como en todas partes , los esfuerzos de los

LICIA. liberales; y ya en San Vicente del Pino, y a


en cualquiera de aquellos puntos fragosos y
apartados, donde mejor asilo tenían los car-
CXXI. listas, nunca podían ser derrotados, ni aun
perseguidos, por su fraccionamiento.
El 16 de marzo se reunieron Freyjó,
El invierno daba también treguas en López y otros al frente de unos ochocientos
Asturias y Galicia á la saña de los comba- hombres de infantería y caballería, y fueron
tientes, porque se hacian difíciles las opera á atacar el cantón de Mellid: opusiéronseles
ciones, y por esta causa nos presenta pocas unas pequeñas partidas de tropa y naciona-
notables el mes de enero. les movilizados, empeñóse un vivísimo fue-
El coronel Cid, comandante de la co go , que duró cinco h o r a s , y á no haber
lumna de operaciones de Mesia, buen cono- acudido una columna del 16 de linea , h u -
cedor ya de aquel terreno , manifiesta que bieran conseguido su objeto los carlistas.
el dia 7 hallándose en Melíid, encontró á Pero desistieron ante una resistencia in ven-
los carlistas, que trataban de defender á to- cible para ellos, retirándose con alguna pér-
do trance el puente de Carreña, pero c a r - dida después de haber causado también la
gados vigorosamente tuvieron que a b a n d o - que era consiguiente.
narle. El 2 1 , el teniente coronel Fernandez
Perseguidos en su retirada, les alcanzó Gil , tuvo otro encuentro en el pueblo de
á las inmediaciones de Papucin, donde, fa- San M i g u e l , parroquia de Budiño , persi-
vorecidos de un espeso bosque, se d e f e n - guiendo á los carlistas por Gomar, San V i -
dieron, impidiendo asi mayores ventajas á cente del Pino y Nuevefuentes.
sus contrarios. Contaron los carlistas a l g u - Otra columna que salió de Santiago
nos muertos y heridos y diez prisioneros; para Mellid conduciendo un convoy , e n -
no sabemos á cuanta costa. contró reunidos á los carlistas esperándole
Casi por este tiempo fué batido Abella en el pueblo de Burres de Abajo , pero no
(a) el Raposo, en el coto de Junquera, que- insistieron en su propósito , y se retiraron
dando prisionero y siendo fusilado; sin haber empeñado la acción.
Los esfuerzos de las autoridades consi- El 7 de abril, Villaverde con su partida
guieron al fin ver libre de carlistas la pro- de caballería, fué sorprendido en el pueblo
vincia de la Coruña, escepto la parte de la de B a n d o n i e l , jurisdicción de Taboada,
montaña, que, como en seguro asilo, se gua- quedando en poder de los liberales la ma-
recían los carlistas, proyectando en ella sus yor parte de sus caballos, diez y seis m u e r -
correrías. tos y varios prisioneros , siendo pequeño el
En febrero fué alcanzada la partida de número de los que lograron salvarse p e n o -
Alosteiros cerca de Rebollin, experimentan- samente y por terrenos fangosos á causa de
do alguna pérdida. Sus prisioneros fueron la lluvia que sobrevino.
fusilados. Este rigor , hijo de los horribles En el mismo d i a , Sarmiento y Pérez,
crímenes perpetrados, fué saludable en a l - con unos cien hombres, llegaron á Santalla
gunos pueblos , é hizo que no pocos rebel- de Alfoz y la Balsa , jurisdicción de T r i a -
des se presentasen á indulto , verificándolo castela, y siendo uno de sus principales ob-
entre otros don Manuel López de Barcia y jetos reclinar gente , lo fueron ejecutando.
diez mas. En el camino de Burres se presentó el 8
El 22 aparecieron unas partidas en las una pequña columna de caballería é infan-
alturas de San M i g u e l , se replegaron hacia tería carlista , haciendo fuego con grandes
la Basolla al saber les perseguían unos cien- aclamaciones al avistar á una partida que les
to treinta liberales que se reunieron á este iba al encuentro desde Arzua, la cual no
fin , y siendo cuatrocientos los contrarios y reparó , sin embargo , en acometerles, aún
dueños de brillantes posiciones, hicieron á pesar del daño que se les hacia detrás de
frente; pero flanqueados, si al principio r e - unos parapetos y de ser inferior su número;
sisten con éxito, ceden luego y se retiran, pero era mayor su resolución y lograron
dejando algunos muertos y llevándose los hacerles retirarse hasta el lugar de Cortobe,
heridos. con escasa pérdida.
NUEVOS PARTIDARIOS.
m
López aparece de nuevo el i de mayo cados , esperimentaron una pequeña pérdi -
con unos doscientos hombres entre infantes da al vadear el rio.
y ginetes en Boymorlo, y contramarchando La columna de don Nicolás de Luna
por no dar con las columnas que le perse- sorprendió en la noche del 8 al 9 en San
guían , las avistó cerca de Gafoy , donde se Pedro de Cardeiro, partido judicial de A r -
cambiaron algunos t i r o s , que produgeron zua, á la paotida de López, quien murió en
una pérdida insignificante. esta refriega con otros de los suyos.
No fué mayor la que esperimentaron en En este mes ya tomó diferente aspecto
los montes de B a m i , Farelo y Ermida , en la guerra en el territorio que nos o c u p a , á
la provincia de Santiago los carlistas de la consecuencia de la entrada en él de las
partida de Yillaverde , que fueron balidos fuerzas que acaudillaba Gómez , y de la
el 20 y desalojados de aquellas guaridas. cual trataremos separadamente mas adelan-
En el partido de Cela, provincia de te; y como seria interrumpir la historia n o -
Orense, eran perseguidos también con e m - table de aquella espedicion , tratando ahora
peño los carlistas , que hallaron en algunas uno de sus períodos, prescindimos de él
partes su esterminio. Cupo esta suerle á Y i - para no abandonar luego á Gómez desde su
llaverde , que vagando de uno á otro lado salida de las Provincias Vascongadas hasta
después de laúltima derrota á fin de indem- su regreso.
nizar su pérdida, se presentóá fines del mes Antes de concluir los principales acon-
en las alturas del Torron; bajó con unos no- tecimientos de julio, manifestaremos que en
venta caballos á practicar un reconocimiento Rivadeo hubo una pequeña insurrección á
sobre Lugo , y llegó con admirable osadía principios del mes, de resultas de la cual se
hasta el puente del Miño , que no dista de desterró á algunos nacionales, pero no tuvo
la ciudad medio tiro de bala. Salió de la carácter político.
ciudad una pequeña columna á su encuen-
t r o , y al avistarla, se retiraron los carlistas
á su posición primitiva , evolucionando con NUEVOS PAUTIDARIOS.—ESPEDICION DE SANZ.
inteligencia , y el objeto de flanquear á los SU ATAQUE Á OVIEDO.
liberales y atraerlos á una llanura en que
pudiese maniobrar la caballería. É n t r e l a s
diferentes maniobras que unos y otros hicie- CXXII.
ron en pequeños g r u p o s , fué notable el r e -
sultado del encuentro de los diez lanceros
La espedicion de Gómez á su paso , y
que mandaba el mismo Yillaverde , contra
aun después de é l , produjo una gran fer-
cinco hombres al mando de un sargento
mentación en los ánimos del Principado y
que, dispuesto á morir antes que abandonar
de cuantos países invadió, fermentación que
su puesto, pelearon con heroísmo, matando
aprovechó en obsequio de su causa, embe -
el nacional don Alejandro de Castro G o n -
hiendo en sus lilas los partidarios de a l g u -
zález , de un pistoletazo á Yillaverde al
nos p u n t o s , y formando en otras á su s o m -
tiempo de dirigirle éste una lanzada que le
bra partidas mas ó menos numerosas de los
hubiera arrancado la vida. La muerte del
que se lanzaban á la rebelión por entonces
gefe desalentó á los suyos y huyeron en de-
y contaban con la impunidad , porque no
sordenada dispersión.
era posible distraer las fuerzas empleadas
El l í del siguiente mes de junio batió en perseguir la espedicion por atender á
Tizón á cuarenta carlistas que se hallaban pequeños g r u p o s , por mas que creciesen
en la feria de Rodeiro, y mató siete, incluso después algunos.
un ex-fraile de Lugo y un oficial portu- A r i a s , de la parroquia de Qoiveza , se
gués , siguiendo en su persecución sin que puso al frente de una de estas partidas que
le aguardase ni aun en el pueblo de S i l l e - él mismo levantó en el distrito de Soulelo
ría , á donde llegó el 2 0 . de Montes, y el 18 de agosto fué derrotada
Yelazquez batió el 16 á setenta carlis- por una compañía de voluntarios de Gali-
tas de la partida de Silva , que volvieron á cia , paisanos y nacionales en el monte de.
ser encontrados el 19 en Sania María de Quiveza, es d e c i r , en el sitio donde fué su
Vilariño, retirándose por el vado de Puente cuna , siendo preso su ge le y fusilado como
Rodiz, y dirigiéndose luego hacia Trasdeza consecuencia inmediata de la captura.
y de aqui por Ansemil en dirección de El 21 atacó la partida de Pardo en la
Puente Carbociro , donde nuevamente a t a - feria del Monte, á una pequeña columna del
472 HISTORIA DE LA GUERRA CIVIL.

provincial de Lugo ; y en desquite fué a l a - marcha con seis mil infantes y doscientos
cada á su vez la partida carlista de Ramos caballos para salvar la provincia, debiendo
en la Illana por el teniente coronel Ribera, penetrar en ella por los punios de Tarné ó
que aprehendió entre otros á Pastor, segun- San Isidro, el dia 1.° de octubre. Este m o -
do del terrible fray Saturnino. En San P e - vimiento, como se vio después, no pudo
dro Dos Montes luvo lugar casi al mismo tener cumplido efecto en este dia por la
tiempo otro choque en que perdieron los falta de subsistencias y las tenaces lluvias
carlistas veintitantos hombres. que pusieron intransitables los caminos. Por
No se habían borrado aun las huellas de estas causas no pudo pasar el 2 de Caso, y
la espedicion de Gómez, cuando se presen- se propuso seguir los movimientos del e n e -
ta otra nueva guiada por don Pablo Sanz, á migo, que se hallaba entonces en Inhestó,
quien mandó la corte carlista con la misión avanzando hacia Oviedo.
á que faltó Gómez. Interesaba entonces lla- Sierra, viendo ya cerca á los carlistas,
mar la atención de las fuerzas liberales ha- y condoliéndose de limitar la defensa de la
cia puntos algo lejanos del principal teatro ciudad á solo el fuerte, mandó ocupar la
de la guerra, á la sazón Vizcaya , y sobre iglesia y torre de San Isidoro, la de la San-
lodo de las inmediaciones de Bilbao, y Sauz la Iglesia, las casas de las calles de San An-
debia con este objeto permanecer en el ter- tón , Santa A n a , la Rúa y Platerías y
ritorio á que iba enviado y organizar en él otros puntos, y en esta disposición a n u n -
la guerra. Conseguido este propósito , los ciaron los vigías á las dos de la tarde
carlistas habrían dado un gran paso ; y la del 4 , que los enemigos venian en dirección
guerra en las Provincias Vascongadas y fue- de la ciudad por el campo de los Reyes. A
ra de ellas habría variado considerablemen- poco se rompió el fuego en el,puesto a v a n -
te de aspecto. zado de Santullano y á la vista del fuerte;
La espedicion fué corta y casi insignifi- avanzaron los carlistas en columna por el
cante; referiremos, sin embargo, sus mas camino d e P u m a r i n , empeñándose b a s t a n -
notables hechos, al mismo tiempo q u e los te las guerrillas, al mismo tiempo que un
del pais que nos ocupa. escuadrón, protegido por algunos infantes,
Importaba á Sanz apoderarse de O v i e - se adelantaron por Foncalada para introdu-
do, y con este propósito arregló su itinera- cirse en la ciudad; pero la acertada d i s p o -
rio. Al saberse en Oviedo los intentos de sición de guarnecer las torres de la catedral
los carlistas, trataron de poner en salvo los y San Isidoro, y colocar una guerrilla en la
caudales y efectos del Estado, y la comisión Cazcona, hizo que los fuegos de estos pun-
consultiva de armamento y de fuerza, a s o - tos estrechasen á los carlistas hacia Porlu-
ciada á la diputación provincial, al c o m a n - galete, dirigiéndose á la carretera de Grado.
dante general interino de Navia, al g o b e r - Oviedo se salvó asi de ser invadida, y
nador civil y demás autoridades, trataron aun quizás de haber sido saqueada, pues se
d e prevenirla invasión eif la ciudad, cuya dice que Sanz había ofrecido á su gente
defensa recomendaba al capitán general. por animarla, cuatro horas de saqueo; v i s -
No creyeron sin embargo, deber arries- ta la resistencia, los liberales de la ciudad
garse á la defensa de toda la población, y vieron que en esta ocasión, aunque pocos y
prevaleció el dictamen de defender solo el no aguerridos como eran los nacionales, eran
fuerte de la Vega, saliendo las autoridades! bastantes para salvar sus hogares, si á ello
de la ciudad. Cuidábanse ya de abastecer se prestaban resuellos, quedando s a t i s -
el fuerte, y estaba toda la capital agitada, fechos de su resolución, y avergonzados
cuando se presentó el nuevo comandante de haber mostrado tan poco ánimo en un
general de la provincia, don Alonso Luis de principio que se intentó abandonar la pobla-
Sierra, que se encargó al instante del ción y retirarse al fuerte, fundándose en ser
mando. Oviedo una población abierta, y en el p r e -
I.os carlistas avanzaban en tanto, y cedente de Gómez. A falta de muros, los
el 28 de setiembre habían ya pasado la bar- forman los valientes con su pecho. Una v o -
ca de Unquera. Entraron en Llanos el 29 luntad enérgica, la del citado comandante
y sin pérdida de momento se dirigieron á general, imprimió á aquellos comprometidos
Ceceda. ' ¡ habitantes la decisión que antes no supieron
Don José María Peón, que mandaba el otros gefes imprimirles, y formando consigo
ejército d é l a izquierda, avisaba al mismo mismos la muralla de que carecía su c a p i -
tiempo desde Reinosa que se hallaba e n ! tal, la preservaron de los escesos consi-
ULTIMAS OPERACIONES DE SANZ.

guíenles á la entrada de la espedicion, ¡ Después de- cinco horas de lucha sin


prestando también un gran servicio á la descanso, y ya de noche, se retiraron los
causa. carlistas á la Pola de Siero, después de ha-
ber incendiado una casa y cometido algunos
otros escesos.
NUEVO ATAQUE Y DEFENSA DE OVIEDO. Sanz dice en su parle que se retiró el
enemigo al ver que era imposible apoderar-
se sin artillería del fuerte de la Yega, de la
CXXHI. catedral y San Isidoro.
Unos y otros combatientes, tuvieren bas-
tantes pérdidas que lamentar en su t e n a -
Sanz pernoctó el 18 de octubre en H i e - cidad."
res, adelantando una descubierta de c a b a - Al dia siguiente, el comandante g e n e -
llería, que fué tiroteada por algunos s o l d a - ral, don Alonso Luis de Sierra, dirigió una
dos que estaban de avanzada. A la mitad alocución á los asturianos, estimulándoles
del siguiente dia se dejaron ver los carlistas con el ejemplo brillante del dia 19 , á r e -
sobre el alto de Covadonga, un cuarto de chazar á los carlistas si por tercera vez p r e -
legua de Oviedo, reuniéndose unos dos mil tendían invadir su c i u d a d .
quinientos hombres en aquel punió, y m a r -
chando el resto por Sauca de Langreo hacia
la Pola de Siero, custodiando los bagages y ULTIMAS OPERACIONES DE SA1NZ.—SU REGRE-
prisioneros, SO A LAS PROVINCIAS VASCONGADAS.
Oviedo, ademas de ser población abier-
ta, no tenia mas guarnición que el provin- CXXIV.
cial de Pontevedra, una compañía de a r t i -
llería, que llegó de Gijon, doscientos nacio-
nales, y otros tantos hombres entre solda- Frustrado segunda vez su intento, Sanz
dos de la división de Peón, resguardo, y na- marchó á Gijon, donde fueron muy consi-
cionales movilizados de diferentes partidos. derables sus exacciones, y siguió hacia Avi-
Distribuidas, sin embargo, estas fuerzas de les. Perseguido de cerca, tuvo que sostener
la manera mas conveniente, se aprestaron algunas escaramuzas, hasta que el 24 se
lodos á defender la ciudad cuya g u a r d a les empeñó un encuentro en Salas, del que no
estaba encomendada. quedó muy bien librado, y eludiendo la
Los carlistas descendieron por el camino persecución del capitán general del distrito,
de Castilla , y eligiendo diferentes puntos se dirigió á la provincia de León , en cuyo
de ataque, cargaron casi á la vez, resistién- territorio entró el 26 por los puertos de S o -
doles las compañías que salieron á campo miedo y la Mesa, encaminándose al conce-
raso y les hicieron frente, mandando las co- jo de Murías de Paredes, con ánimo de caer
locadas en ia carretera de la Pola y campo sobre la capital, guarnecida por unos ciento
de los Patos, el coronel de Pontevedra don cincuenta hombres solamente, y unos dos-
Ramón Pardiñas. El fuego se hizo á poco cientos rezagados de la división espedicio-
genera!, y desde los edificios, guarnecidos naria del ejercito de la izquierda. Podia
por tropa y nacionales, se contestaba con contar, sin embargo, la ciudad, con el auxi-
viveza al no menos nutrido de fusilería lio de un batallón portugués ofrecido por
de los carlistas. Los mas osados penetra- Das-Anlas.
ron por diferentes calles que estaban mas á Ya fuera la causa no atreverse á entrar
cubierto de los fuegos, y alli se batían. Par- en León, ó porque fué hostigado por las
diñas combatía también con singular arrojo, fuerzas que le perseguían, tomó n u e v a m e n -
y avanzó dando dos cargas á la bayoneta, te la dirección del Principado por el puerto
llegando con sus valientes á ponerse á p e - de Vegarada. En la madrugada del 28
cho descubierto, frente al vivísimo fuego de entró en la Pola d e Gordon, y bajando por
batallón bien parapetado, que le forzó á d e - la Robla, pernoctó en Parabé, y salió el 29
sistir de su temerario empeño. hacia Guardo, en cuyo pueblo no pudo
Otros militares y nacionales se lanzaron entrar por impedírselo Das-Antas, que con-
también á las calles á pelear, y tuvieron dujo precipitadamente sus tropas desde el
lugar entonces actos de heroísmo, que son Bíerzo y Astorga, donde se hallaba escalo-
el distinguido emblema del valor. nada su división. Merced á su actividad y
HISTORIA DE LA GUERRA CIVIL.

á una marcha forzada, se interpuso éntrelos ballos , recorriendo con ellos la provincia
carlistas, que contramarcharon por el cami- de Lugo, en combinación algunas veces con
no de Valdepiélago á las Hoces, en direc- otros partidarios. Boadela se halló en un
ción del principado de Valdehigueros. encuentro el 26 en el cantón de Fuensa-
De este modo eludió Sanz la persecu- grada , y el 27 y 28 los hubo de poca i m -
ción del barón portugués, por si aquel inten- portancia en Guitiriz.
taba dirigirse á Buron, porHRegamian, e n - El 7 de diciembre fueron sorprendidos
caminóse Das-Antas á este pueblo. por los constitucionales los partidarios B u -
Mas si eludia Sanz la persecución d e llan y Sarmiento (sobrino) en la jurisdicción
una columna , no podia hacerlo igualmente de Neira de Rey, y perdieron mas de vein-
d e todas las fuerzas que le acosaban y le te hombres, casi la mitad de su fuerza.
habían hecho variar tantas veces su d i r e c - Pero estos hechos de armas eran e s c a -
ción y trastornar su itinerario; que se le sos , las partidas crecían en muchos puntos,
habían interpuesto en Peñaflor y en C o m e - y en esta situación, con el fin de perseguir-
l l a n a ^ que le amenazaban de continuo les esclusivamente, se creó el 16 un cuerpo
con una completa derrota y destrucción. de cazadores de Lugo compuesto de volun-
Asi que , corriendo siempre de uno en otro tarios , de quienes se esperaba concluirían
pueblo , de una en otra provincia , d i s m i - con aquellas facciones que tenian conster-
nuida por estas causas su gente, mermadas, nada toda la provincia , y en particular el
ó casi agoladas sus municiones, no tenia ya valle de Ferreira. Asi las cosas, el 20 con-
otro medio de salvación que volverse á las siguió sobre los carlistas que le invadían,
Provincias Vascongadas, llevando á ellas algunas ventajas, y les dispersó una colum-
otro desengaño m a s , otra prueba de la i m - na liberal en el término de Monforte.
posibilidad de implantar la guerra en G a l i - También el comandante militar del par-
cia, donde no podían subsistir mas que p e - tido de Buron obtuvo una ventaja sobre los
queñas partidas. rebeldes , ventaja que fué mas de apreciar
El capitán general de Castilla la Vieja, por lo que evitó que por lo que inmediata-
pudo anunciar con satisfacción en la orden mente consiguió. Sabedor de los planes que
general del dia , el triunfo de que se j a c - se fraguaban, sorprendió en la noche del 24
t a b a , dejando libre el distrito de su mando en una casa á dos carlistas navarros y los
de tan temibles enemigos. llevó á fusilar á Monteiro. Por sus d e c l a r a -
ciones y los documentos hallados, se supo
eran destinados con otros á promover la re-
PROSIGUEN LOS ENCUENTROS EE LAS PARTIDAS. belión y organizar las partidas de Galicia;
que Buron debía ser el centro de las opera-
ciones, y que en él se debían formar d e p ó -
cxxv. sitos de armas, municiones y demás pertre-
chos de guerra.

Los movimienlos de Sanz no impedían


las operaciones de las partidas que habían SITUACIÓN DE GALICIA.
escogido aquel país para teatro de sus h e -
chos. Así se vio á Bullan y Sarmiento a t a -
car el 19 de octubre en el pueblo de M a r - CXXV1.
tin , provincia de Lugo , á la columna de
Ti/.on , que no pudiendo hacer frente á tan
superiores fuerzas , les cedió el c a m p o , y Bien ha podido comprenderse por lo si-
procuró flanquearlas tomando las alturas, guiente relacionado el aflictivo estado de
donde , sin temor á la caballería , sostuvoGalicia. Si la guerra civil no estaba r e g u -
la lucha , de la cual salió ventajoso mercedlada en esta gran parte de la península, no
al denodado arrojo de los setenta y tres va-
por eso eran menores los males que esperi-
lientes que mandaba , que no sin grande mentaba : el carácter de la mayor parle de
esfuerzo pudieron sostener tres horas el fue-
los partidarios carlistas , como si fuera el
go y dar una carga á la bayoneta. antítesis del carácter provincial, era feroz,
El 25 de noviembre tiene Cid un e n - inhumano , y para mengua de la h u m a n i -
cuentro con los carlistas de Pérez , que d a d , viéronse con horror sacrificios r e p u g -
mandaba unos cien infantes y cuarenta c a - n a n l e s , y mas propios de salvages que de
SITUACIÓN DE ÀNDECHAGA;

hombres en sociedad , aun d e siglos a t r a - hombres recorrían los territorios de Rivadeo


sados. y M o n d o ñ e d o , y Pérez se aproximaba al
Empeorando cada vez mas tan triste s i - valle de Quiroga, y el sobrino de Gorostidi
tuación, hubo que hacerla pública para r e - invadiendo la provincia de Orense , única
mediarla , y en el Estamento de procurado- libre, gracias á los esfuerzos de sus habitan-
res resonaron las palabras, si no elocuentes, tes, desamparados de tropa, á auxilios p r o -
exactas al menos y dolorosas de un procu- digados á o t r a s , sacrificaba en Lastra á
rador, el señor Alvarado , que manifestó le i cinco inermes liberales á quienes se debió
movia á tomar la palabra « el estado d e p l o - la prisión de su tio.
rable y desastroso de Galicia , de esa pro- Esta situación tan alarmante para la
vincia, decia, que confinada en un estremo tranquilidad del pais, no mejoró al terminar
de la península , parece como abandonada el a ñ o .
á sí misma, de esa provincia que tanto pesa
en la balanza d e la nación , que tanto oro
suministra al Estado , y cuyos habitantes se ESCUItSION DE ANDECHAGA,
lamentan de que al parecer no se les da la
protección debida Galicia está inundada de
facciones, triste es decirlo, pero es preciso, CXXVII.
que no soy yo de los que piensan que sea
imprudente é impolítico revelar esta clase
de males. No, señores; juzgo por el contra- El dia 23 d e julio pasó al puente de
rio , que cuando tienen remedio a u n , es Liempsal, donde se tiroteó sin resultado con
conveniente publicarlos para que no crez- unos treinta hombres que guarnecían una
can cobijados á la sombra del silencio , ó caserna ligeramente fortificada, que aban-
no se aumenten con la protección del d e s - donaron á media noche, retirándose á Lare-
cuido. Es un hecho, señores; muchas parti- do, y que destruyó Andechaga.
das recorren el país , tienen interceptados Por Galdácano marchó esta hacia C a r -
los c a m i n o s , oprimidos los pueblos , a m e - ranza, y el 27 sorprendió á los nacionales
drentados sus habitantes, y diariamente de Loba, cayendo algunos en su poder, y
multiplican los robos, asesinatos y horrores, las provisiones de boca y guerra, reunidas
y todos los males de la guerra civil. Y ¿có- en un fuerte del valle, y dejando en Carran-
mo estas cuadrillas que hemos visto nacer za el batallón 8.° de Vizcaya, regresó á la
con desprecio, han llegado á ser tan nume- Neslosa con el 2.° y 7.°, haciendo correrías
rosas, tan fuertes, tan a u d a c e s , que tienen por el citado valle; sin perder de vista la
en constante aflicción al pais? columna de Iriarte.
» Concluyo diciendo , que las facciones Merodeando por el territorio espresado,
de Galicia, que fueron un tiempo una mise viéronse uno y otro cerca deAmpuero el 19
rabie chispa que pudo apagarse con un vaso de agosto, sin mas que dispararse unos cuan-
do agua , son hoy una hoguera que no será tos fusilazos, regresando Andechaga á Car-
fácil estinguir; pero que mañana podrán ranza, y pernoctando en Laredo su a d v e r -
llegar á ser un incendio inestinguible y d e - sario, y siguiendo á Santander por Santoña.
vorador.» La reserva del ejército d e la reina se
El ministro de la Guerra manifestó, que habia replegado hacia Sonedlo, y p r e s u -
si Galicia no estaba atendida según sus d e - miendo Andechaga que acudiría contra
seos , lo estaba según sus n e c e s i d a d e s , y fuerzas de don Carlos, se propuso llamar
que en vista de los últimos partes recibidos, su atención, moviéndose al efecto de C a r -
estaba reducida la facción al valle de Buron, ranza, en la madrugada del 2 1 para el v a -
y no tenia la importancia que se le habia lle d e Montija, y á su aproximación retiróse
dado hasta ahora, esperando que disminui- de Villasante su escasa guarnición, seguida
ria en vez de aumentarse; y añadiendo que hasta cerca d e Villarcayo, donde se amparó
llegaban refuerzos á Galicia en la propor- al abrigo de un batallón de Iriarte, que la
ción que el gobierno podia mandarlos , y protegió desde Gayangos. Replegóse don
que se habian enviado también armas para Castor á Mena, y pasó después á Carranza.
los nacionales. Asi las cosas, salió Andechaga de Agüe-
Al mismo tiempo que el ministro daba ra el dia 25 con ánimo de atacarun convoy
tales s e g u r i d a d e s , Yillaverde amagaba á que se dirigía hacia Balmaseda, cuando t u -
Chantada; y López y otros con ochocientos vo que desistir de su inlenlo, 'porque r e -
HISTORIA DE LA GUERRA CIVIL.

cibió aviso de que venia el enemigo á C o n - mejor decir, su carrera, porque no hizo mas
cha de Carranza, desde donde él salia, y que andar y a n d a r , bien de prisa por cier-
venia resuelto á atacarle. No tardó en divi - to , diremos algo de sus gefes.
sar á los contrarios, y observando su m o v i - De Sigüenza , y de padres humildes,
miento, encaminado á cerrarle en el valle, fué dedicado don -Vicente Batanero á una
hizo replegar toda la fuerza, y retirándose, carrera para la que no habia n a c i d o : la
pudo ganar una salida, ocupando una altu- eclesiástica. Pero siguiendo sus instintos, y
ra. Pero á pesar de lo ventajoso de esta po- desafecto al sistema constitucional, alzóse
sición, fué atacado vigorosamente, y d e s - contra él en 1822 , y formó una partida de
preciando su no menos vigorosa resistencia, facciosos denominada del Mancheguillo, cu-
envuelto al fin, tuvo que ceder batiéndose yos hechos no son á la verdad de interés
de posición en posición, hasta que la noche histórico. Solo diremos de Batanero , que
ocultó á los suyos á una hora del campo de cayó prisionero y fué condenado á muerte
batalla, seguidos hasta entonces con t e n a - por un consejo de guerra como conspira-
cidad. No se decidió tan pronto este c h o - dor ( 1 ) .
que, y aun llegó á obtener alguna ventaja
el carlista en una de sus cargas contra la (4) En algunos periódicos franceses publi-
izquierda enemiga, en cuya ocasión hizo có Batanero un comunicado, firmado en P e r i -
prisionero al coronel don Antonio la Plana, g u e u x , 5 de setiembre de 1838 , del que t o -
su ayudante, y unos treinta soldados. Pero mamos las s i g u i e n t e s líneas:
si reconocemos la bravura con que defendie- «En 1822 tomé las armas para defender el
ron su posición los carlistas, no podemos trono de Fernando VII, que sus enemigos tra-
traducir como su parte oficial, por victoria taban de destruir: caí prisionero y fui c o n d e -
una derrota, cuando se confiesan los hechos nado á muerte por un consejo de guerra como
ligeramenie indicados y una pérdida de al- conspirador. Resultó de los procedimientos,
que como gefe de partida recibía yo las ó r d e -
guna consideración. nes directamente del rey Fernando y de las
Después del encuentro mencionado, no personas que en su nombre daban impulso al
tuvo lugar otro hasta el dia 9 de setiembre levantamiento de las provincias; y conforme
á la acusación fiscal, me vi reducido á uno
á las inmediaciones de Otañez, una legua de dos estrenaos: ó delatar a las personas que
distante de Castro—TJrdiales, en el que hizo estaban de acuerdo conmigo y salvar la vida,
algunos prisioneros Andechaga, cargando á ó de lo contrario sufrir la pena de muerte. C o -
la escasa fuerza que salió de la plaza. locado en esta alternativa , n o podia s e r m e
dudosa la elección: m e hallaba lleno de confor-
Tales fueron las principales ventajas midad , y hubiera muerto en un patíbulo d a n -
que reportó Andechaga en su escursion, do mi vida por la patria , si una circunstancia
que apenas pudo detenerse en ningún p u n - favorable no hubiese facilitado mi evasión el
to, y si bien pudo lisonjearse de tener e n - dia mismo que estaba señalado para d e c a p i -
tretenida alguna fuerza liberal que dejaba tarme.
en descubierto otros sitios, pudo ver i g u a l - »Si mi religión y mi honor fueron bastan-
mente, que no podia conlrarestarla en los tos entonces para hacerme preferir la muerte
antes que cometer una acción reprensible,
mismos pueblos de que se apoderaba. ¿habrá hombre tan estúpido que hoy me crea
capaz de una traición? No por cierto. Lo mis-
mo en vida de Fernando Vil que después de su
ESPEDICION DE BATANERO. m u e r t e , siempre ha sido una mi opinión ; y
cuando el gobierno de Cristina en -1833 usurpó
bajo los auspicios de la revolución los d e r e -
chos del rey Carlos V á la corona de España,
BATANERO.—SU SALIDA A CASTILLA. me pronuncié desde luego en favor de mi a u -
gusto y legítimo soberano : he defendido su
causa fielmente: he sido compañero de s u s
trabajos en Portugal é Inglaterra; y si después
CXXVIII. tuve la satisfacción de presentarme á su real
persona en las Provincias Vascongadas, no fué
para hacerle traición , sino para defendei su
justa c a u s a , contribuyendo con mi persona y
No tuvo la primer espedicion de B a t a - mi influencia á las espediciones de Castilla en
nero , segunda que salió de las provincias, 4836 y 5 7 , arrostrando con serenidad toda
la importancia que se le d i o , particular- clase de privaciones y trabajos. Motivos pura-
mente al principio, en que tanto se exageró mente personales son los que me han d e c i d i -
el número de los que la compusieron. do á dejar el teatro de la guerra para trasla-
darme A Roma ; pero no ho salido del cuartel
Pero antes de reseñar su curso , ó por
MARCHA D E LA ESPEDICION.

• Abolido aquel sistema por el perjurio, el Decidida una escursion á Castilla, en no-
absolutismo pagó largamente sus servicios viembre de 18355 la dispuso don Carlos. A
nombrándole canónigo de su pueblo. fin de que llenase mejor sus d e s e o s , y se
No pareció eslraño en sus antecedentes compusiese de los que por conocer mejor el

3 ue optase , á pesar de los beneficios que país le prefiriesen, llamó á ella voluntarios.
ebia al padre de la regia huérfana, por la Alistados doscientos veinte infantes y cin-
causa teocrática de don Carlos. Asi sucedió cuenta y dos caballos, confióse el mando de
en efecto , y abandonando su cómodo e m - ambas fuerzas á Batanero con el grado de
pleo y su patria , corrió á Portugal, unióse brigadier, y el nombramiento de comandan-
a la familia del infante, siguióle á Inglater- te general de Castilla la Nueva. Facultado
ra, vino con él á las Provincias Vasconga- ampliamente para todo, salió el '25 de ene-
das, y continuó á s u lado en el cuartel real. ro siguiente de Mondragon , revistada por
Las numerosas huestes de don Carlos en Eguía , la espedicion organizada en Villar-
aquel suelo , y tantos elementos como tenia real de Zumarraga, equipada y vestida co-
en su a y u d a , le permitían desprenderse de mo hacia necesario el prestigio del partido,
algunos voluntarios, y le convenia sobre- habiendo de presentarse en el interior de
manera llevar la guerra á toda la península, España. Su uniforme fué el primero que díó
distrayendo asi la atención del gobierno y don Carlos.
del ejército de su sobrina. De aquí el p e n - Durmió aquel dia en Segura, y cruzando
samiento d é l a s espediciones, pensamiento las Amezcuas, pernoctó en Andoain el 2C,
q u e , aun cuando no correspondió en todas y el 27 en los Arcos. Veinte reales recibió
á las esperanzas que hizo c o n c e b i r , no el dia anterior cada voluntario y una m e -
dejó por eso de ser acertado. Y no c o r - dalla francesa con la efigie de la Dolorosa.
respondió enteramente por desiguales las Continuó la espedicion á Lodosa, donde to-
condiciones del pais que pisaron. Ni lodo él mó muías para el paso del Ebro por el vado.
les era adicto, ni eslaba lodo él erizado de A las doce de la noche del 28 de enero
inaccesibles montañas. Los milicianos se r e - comenzó el largo y difícil paso del c a u d a -
sistían en todas parles ó se refugiaban á loso rio, sirviendo de guia el valiente c a p i -
punios s e g u r o s , agrupándose unas veces á tán Osma , conduciendo á cuatro infantes
las tropas y observando por lo menos á los montados. Ya en la opuesta orilla estos sol-
espedicionarios: el lemor á sus escesos, d a d o s , el centinela avanzado de la guardia
cuando no la enemiga, llevaba delante de del vado se apercibió de la novedad é hizo
ellos la a l a r m a , y si los particulares no, fuego. No tardaron en pasar doce caballos
los ayuntamientos eran para ellos lo que con otros tantos gineles á la grupa y t o m a -
para nuestros soldados los del Norte. Otro ron posiciones , llegando en esto la guardia
el terreno, la caballería podía maniobrar del fuerte alojada en Argoncillo. Rompióse
siempre que se apartaban de las escabrosi- el fuego, y sucesivamente reforzados los d e
dades, y siempre inferior la suya y no muy Batanero con sus compañeros, que no se
numerosa, sin embargo de ser casi escusada descuidaron , sin pérdida de su parte ( s e
en las provincias, los escuadrones de la ahogó un bagajero del pueblo) fuéles p r e -
reina derrotaron siempre al enemigo, como ciso ceder á los treinta hombres encargados
nos derrotaron tantas veces en batalla c a m - de aquel sitio , quedando prisionero y h e r i -
pal antes de venir los ingleses, las águilas do el oficial que los mandaba, y otros, que
del imperio. escaparon cuando en la Lastra de Cuellar
fué desecha el 24 de febrero la guardia de
prevención.
real como un desertor , sino con el competen-
t e permiso de mi soberano , que puedo acre-
ditar con documentos auténticos. Si en la a c -
tualidad me hallo en Francia , es porque las MARCHA DE LA ESPEDICION. — ENCUENTROS.
autoridades de Bayona , viendo que yo no
quise someterme al cóusul español de dicha
ciudad , no quisieron reconocer mi pasaporte;
y en lugar de permitirme continuar libremen- CXXIX.
te mi viage á Italia, me han internado hasta
Perigueux , donde estoy bajo la vigilancia de
la policía. ¡Quién pudiera creer que habian de
tratarme como á un refugiado en Francia,
Estraviado en aquélla noche oscura el
siendo yo un -viagero , y haciéndolo con un capitán Osma , volvióse á Navarra , y d i r i -
pasaporte en regla!» gida por un contrabandista , marchó la e s -
TOMO Ul. 23
178 HISTORIA DE LA GUERRA CIVIL.

pedición por sendas ignoradas, amanecien- por otros, triunfando siempre ambos bandos-
do en Lagunilla. Subió el puerto que separa Por esto no nos guiamos por los partes ofi-
de Castilla á la Rioja, internóse en tierra de ciales de las Gacetas de Madrid y de (Ma-
Cameros , y descansó en Zeniano. En este te, siempre abultados, cuando no inexactos
punto presentóse á Batanero el comandante en los mas, y cuya suma de muertos, h e r i -
de los nacionales ofreciéndosele contra la dos y prisioneros, no diste mucho quizás
facción, y noticiándole haber pasado el del número de habitantes que contaba la
Ebro. Tan bien informados estaban los e s - Península.
pedicionarios que les creyó de los suyos. Huyendo , y es la verdad , de los c o -
Desarmados los milicianos, continuó la fuer- mandantes generales de la provincia d e So-
za á Yangüas, y después de un terrible tem- ria y de la sierra de Burgos, Valdés y A z -
poral en la cresta del puerto , llegó estro- piroz , y de terreno en que pudiera ser
peada á la Riva. Siguió á Yangüas , donde batida , corrió la espedicion tan pronto por
la misma relación original de uno de los Castilla como por Aragón, y pasó por Moli-
que la formaban y tenemos á la vista, c o n - na y retrocedió hacia Sigüenza , y entró en
fiesa fué necesario reprimir un robo; de allí Jadraque y en Atienza, donde cogió el 8 al
á Oncala, y cruzando el puerto, bajó á Cas- diputado Carrillo , que gracias á la activa
tilfrio (provincia de Soria) y durmió en A l - persecución que sufrieron los facciosos, pu-
dea del Pozo. En Gomora despojó de sus do evadirse de su cautiverio , arrojándose
armas á la milicia y se llevó á su coman- de la ínula cuando huian sus enemigos á
dante y al alcalde , á quienes soltó por d i - V a l d e p e ñ a s , Grado , Villacainsa, Galvez,
nero. De C a u - R e d o n d o , ya en Castilla la Miedes, Majaelpaso, Tamajon , Valdepeñas
Nueva, fué á Monteagudo, Judes, Cifuentes de la Sierra y Colmenar de la misma , las
y Trillo. Aqui tuvo noticia de que iba sobre sierras de Riaza , los riscos elevados de las
ellos una columna , y tuvo que tomar posi- Pedrizas , el puerto entre Segovia y S e p ú l -
ciones el dia i de febrero. veda , sus ocultos y profundos valles , B u i -
Constaba esta columna de quinientos ca- Irago , Somosierra , Pradeña , Segovia y la
zadores de la Guardia y sesenta caballos sierra de Avila , vieron á los de Batanero
salidos de Madrid á íin de perseguir en t o - errantes casi siempre y azorados, y fueron
das direcciones y destruir la facción , d i s i - teatro de sus depredaciones. Llegados á la
pando asi la grande alarma que causó en el Lastra d e Cuellar, fueron alli alanceados
interior la venida inesperada y rápida de la el 24 del citado febrero por el coronel V a l -
espedicion , cuya fuerza se exageró hasta dés , que les seguia de cerca , y batidos ó
un estremo absurdo. Y fijamos la de la c o - inedia noche y dispersados. Por Cojeces
lumna en seguimiento de Batanero , porque ganaron sin descanso el pinar, donde inter-
también se abultó de contrario su importan- nados , pudieron reunirse y ocultarse hasta
cia , dándola dos batallones y dos e s c u a - que pasaron el Duero por cerca de V a l b u e -
drones. n a , continuando por Bocos , Tortoles y C i -
lleruelo. Aqui tuvieron que escapar á media
Engrosada la espedicion con los com-
noche de Azpiroz , que les alcanzó en San
prometidos y afectos en los pueblos de su
Leonardo y Casarejos, cerca de Vadillo,
tránsito y con los presos por delitos comu-
siendo de nuevo su salvación los pinares
nes, á que daba libertad, no era inferior su
del pais y la diseminación de la gente. Na-
número al de sus contrarios, y les aguarda-
valesco, Vilvestre, Palacios , Jaramillo y el
ron en el puente, protegidos por un edificio.
valle de Roreal testigos fueron también d e
En vano se resistieron en tan ventajoso
su anhelo por regresar á las provincias, y
puesto; los coraceros de la Guardia v e n c i e -
del miserable estado en que las nieves y su
ron su empeño , y derrotados, fueron p e r -
correr continuo les pusieron. Huyendo en
seguidos hasta su completa dispersión , y
el último punto de la división portuguesa,
mientras lo permitió el terreno. Confesado
siguieron para las montañas de Reinosa , y
en la relación susodicha que la caballería
repasaron por ürbina el Ebro.
de la reina desorganizó la infantería d e Ba-
tanero; que se retiró su caballería; que hizo
aquella bastantes prisioneros; que abandonó
el campo la espedicion y fué seguida , se
pinta , sin embargo , de suerte que fué mas
caro á la columna. Asi se presentaban lodos
jos hechos de armas, lo mismo por unos que
OBSERVACIONES.

fueron su abrigo las ventiscas , su lecho la


helada nieve. Ni podia ser otra cosa en el
REGRESO 1>E LA ESPEDICI0N. corazón del invierno y por entre las sierras
y puertos de ambas Castillas, sorteando el
llano , apartándose casi siempre de las p o -
cxxx. blaciones de importancia, fiando á la noche
y á la espesura y las quebradas su exis-
tencia.
No lejos de alli les favoreció la suerte, A vista de tantos riesgos y peligros , de
sorprendiendo una pequeña partida , y t r e - sufrimientos tamaños, nada mas natural que
pando al p u e r t o , bajaron á San Pedro del creer no volviesen á correrles voluntaria-
Romeral, en el valle de P a s , y ya no p u - mente los que tan azarosamente pudieron
dieron seguir muchos caballos. Recogidos contar sus sacrificios. Y sin embargo , en
alli, acudió contra ellos la fuerza destacada julio del mismo año tornó Balmaseda á pro-
en Vega, y estaban en rendirse por falta de bar fortuna, y tornaron también los suyos á
aliento para resistir estropeados, cuando un la guerra de Castilla. Eran los mismos que
valiente , el sargento Blanco , animó á los hacian mil veces frente á los vencedores de
que se hallaban en el mesón , y rompió á Marengo , mas y mas animosos cuanto mas
caballo por medio del enemigo , al que h i - eran derrotados, los del no importa, los de
cieron fuego los alojados en otras casas, constancia proverbial entre las demás na-
avisados por el que rompió aquel. Los que ciones de Europa.
pudieron reunirse se libraron , y cayeron
muchos de los demás prisioneros. C o n d u c i -
dos los anteriores por un práctico en aquellos ESPEDICION DE GÓMEZ.
montes escarpados, bajaron al valle de E d o ,
y huyendo de la carretera y de poblado,
pasaron cerca de Espinosa de los Monteros, OBSERVACIONES.
haciendo un pequeño descanso en Carranza.
A Villaverde desde a l l i , siguieron no lejos
de Valmaseda á Zalla , donde ya entre los CXXXI.
suyos , pudieron reponerse un tanto de sus
quebrantos. Destinados á Oquendo , fueron
agregados al cuartel general en clase de Llegamos á la mas importante de las
ordenanzas los que habían quedado del ar- espediciones carlistas (si se esceptua la
ma de caballería, y á varios cuerpos los real) por su fuerza, por sus vicisitudes, por
infantes según fueron llegando. sus resultados, por su estado político, y fi-
Batanero fué de los últimos que se pre- nalmente, por su larga y atrevida carrera.
sentaron, verificándolo en Llodio al general Estas circunstancias exigen algo mas que
en gefe , Eguía , vestido de pasiego , cuyo reseñarla, comprendiendo, como compren-
disfraz le valió, y un paisano, para no caer d e , acaecimientos notables, constituyendo,
en manos de sus adversarios. - como constituye, toda una época de las de
Los restos de esta primer cspédicion á mas interés en la historia de la guerra civil
Castilla, movieron á compasión á sus cama- y de sus partidos, á que nos dedicamos. Una
radas. Helados algunos los dedos de los pies espedicion que no contando tres mil h o m -
y las orejas, sin mas que lo puesto por falta bres vence en Revilla á fuerzas superiores,
de ánimo para llevar las a r m a s , eslenuados mandadas porTello y Albuin; que ocupa á
de fatiga hasta el punto de olvidar por el Oviedo, Santiago y León, á pesar del e n e -
descanso el sustento , sin querer anclar ni migo, que la sigue, y de los obstáculos que
correr los caballos , á gatas los infantes por la opone; que después de conmover al prin-
a s p e a d o s , trepando por breñas sin sendero, cipado de Asturias y á Galicia, después de
en peligro siempre inminente, solo ellos ha- alarmar á'Castilla la Vieja, encendiendo en
brían podido resistir hasta entonces tantas todas partes, ó atizando el fuego de la r e -
penalidades. Eran españoles. Un día mas, belión, engrosando sus filas y aumentando
sin embargo, habrían sucumbido á la incle- sus recursos, se detiene en Patencia, pasea
mencia de la estación, y á tantos y tan p r o - sus llanos, viene hasta Jadraque, y acaba
longados trabajos. Hundidos mil veces en en Mantilla con la columna del d e s v e n t u r a -
la nieve y en medio de noches borrascosas, do López; que recorre á su placer la Al-*
180 HISTORIA DE LA GUERRA CIVIL.

carria, descansa en Utiel, y entra en A l b a - podia soportar mucho tiempo tan crecida
cete; que reunida con Cabrera, Quilez y carga, y de que no convenia permanecer
Miralles, osó amagar á Madrid, y cuyos en tan estrecho círculo, se propuso esten-
planes frustró su quebranto de Villarrobledo; derse, llevando también la guerra á otra
que ocupa á Ubeda, Baeza, Bailen y A n d ú - parle de la península.
j a r , y la ciudad, cuna en otro tiempo del A este fin, proyectó una espedicion
califato español; que dueña de los campos fuerte, lo bastante para que pudiese mar-
de Alcaudete, sigue aprovechándose de los char sin obstáculo, y aún vencer, si no ser
recursos que la ofrecen las grandes pobla- atacada por divisiones respetables. Cinco
ciones de la provincia de Córdoba, Cabra, batallones y doscientos, caballos eran sufi-
Lucena, Montillayolras, que desde los con- cientes á este fin, tratándose del pais á que
fines de dicha provincia , cambiando brus- se proponía destinarles. Galicia, ya lo h e -
camente de dirección, se presenta en A l m a - mos visto, abrigaba elementos de gran con-
d e n , y casi á la vista de Rodil y Alaix, le sideración para la causa de don Carlos, á
sitia y le rinde con sus numerosos defenso- los que solo faltaba dar impulso alentándo-
res, y dispersa sus adversarios en Guadalu- los. Con una exhuberancia de población
p e , y penetra en Estremadura ocupando á como la que aquel reino contiene, con los
Cáceres y á Trnjillo, siempre cerca el e n e - recursos que suministraba al gobierno de la
migo, é invade la serranía de Ronda ense- reina, y los que podia prestar al de su lio,
ñoreándose otra vez d é l a rica Andalucía,y radicar en él la guerra y hacer de Galicia y
entra en Ecija y en Ronda, en San Roque y Asturias otra Vizcaya, era un paso grande
Algeciras , deteniéndose solo en la línea y en la l u c h a , que la rebelión sostenía; era
ante los muros de Gibraltar; derrotada en poner en conflicto la causa de la legiti-
los Arcos y Alcaudete, y acosada por tantas midad. Por esto se decidió Villarreal, en
fuerzas, tiene al fin que regresar al país de nuestro juicio con acierto, por dirigir á los
que salió, sin sensible descalabro, entrando países mencionados la espedicion, libertán-
en él casi con las mismas fuerzas, con el dola de este modo de los riesgos y azares
orgullo de señaladas victorias, habiendo en- que habia esperimenlado la de Batanero, y
cerrado al enemigo en el campo neutral y de que ninguna podia eximirse, alejándose
al amparo de las balerías del Peñón y p a - demasiado del teatro de la contienda.
seado los pendones de don Carlos desde las El secreto enlraha por mucho en el buen
costas de Cantabria á las columnas del Es- éxito del negocio, por la diferencia de que
trecho, bien es digna de que la consagre- fuese detenida, ó quizás batida la espedi-
mos estensos detalles. cion, á que pasase sin contratiempo alguno
burlando la vigilancia del enemigo, hasta
el punto de que no pudiese seguirla, y sor-
prendiendo al que se hallaba desprevenido
FUERZA DE QUE SE COMPONÍA LA ESPEDI-
en el territorio á que se encaminaba. R e c o -
C I O N . — S ü S A L I D A . — D I S P O S I C I O N E S QUE HA-
mendó por tanto el sigilo cuando envió á
BÍAN DE OBSERVARSE.—SU INOBSERVANCIA. don Carlos el pensamiento, y aprobado que
fué, al punto llamó Villarreal á don Miguel
Gómez. Presentóse en el cuartel general, y
CXXXII. aquel le ofreció el mando, aun cuando d e -
seaba otro general, como hemos dicho, para
esta misión, porque no conocía otro mejor.
Ocupándonos de la guerra del Norle de Aceptóle de buen grado su compañero en el
España, decíamos en el tomo II, página 5 8 , regimiento de Saboya, y exigiéndole la
hablando del sistema de Villarreal, que co- conveniente reserva, preparóse la e s p e d i -
nocia que Córdoba, después de las últimas cion.
acciones de Arlaban, no trataría de invadir Encargadas de todo muy pocas p e r s o -
las provincias, y se limitaría á mantenerse nas , con tal cautela se condujeron , que no
en sus líneas y margenes del Ébro, c o n t i - se traslució entre los propios basta dos días
nuando en su sistema de bloqueo. Pero t e - antes de ponerse en marcha. Lista en pocos
mia, decíamos también, se estrechase este, dias (siete j e n Amurrio , punto designado
y llegasen á faltar los recursos necesarios de antemano para su organización , horas
para mantener un ejército que diariamente nada mas mediaron desde la reunión de las
crecia; y penetrado de que el pais vasco no fuerzas de que constaba hasta su marcha.
FUERZA DE QUE SE COMPONÍA LA ESPEDICION.

En efecto , ( y es de notar esta celeridad) debia exacto cumplimiento ; y de aqui los


el 25 de junio se vieron juntas en la villa escesos y vejaciones que se quiso e v i t a r , y
citada , y en la madrugada inmediata em- que tanto desacreditaban la causa de don
prendieron el movimiento al punto marcado Carlos.
en las instrucciones aprobadas por su rey. Tan pronto como salió del territorio de
Componíase la división espedicionaria Vizcaya, desentendióse Gómez de las i n s -
de un pelolon de granaderos y de los b a t a - trucciones que recibiera y obró á su antojo,
llones 2.", 4.°, 3.° y 6.° de Castilla, de los mandando de una manera soberana. Verse
escuadrones provisionales 2 . ' y 3 . " y de dos fuera de la linea de los suyos, y sustituir el
piezas de montaña dotadas con diez artille- tesorero de hacienda militar que se le habia
r o s : ascendía el total de hombres á dos mil d a d o , con un cuñado suyo , llamado don
setecientos infantes y ciento ochenta c a - Diego de Parada , obra fué del momento.
ballos. Asi nos lo atestigua una persona tan r e s p e -
Era segundo gefe de la espedicion el table como instruida por su posición enton-
brigadier marqués de Bóveda ; mandaba la ces de todo, añadiéndonos que ni contó con
caballería el de la misma clase don Antonio el intendente para lo que á éste incumbía,
Villalobos, y la infantería el brigadier t a m - lo cual prueba que Gómez no quería que
bién don José María Arroyo, yeudo de s e - nadie le tomase cuenta de los caudales.
gundos gefes de brigada los coroneles don Las instrucciones que recibió se reducían
Francisco Fulgosio y don Joaquín Molida, y en lo esencial á radicar la guerra en Gali-
de gefe de estado mayor el de la misma cia y Asturias, á nombrar juntas en dichas
graduación don Pedro del Castillo. A lin de provincias bajo el pie que se hallaban e s t a -
atender desde luego á la organización de los blecidas en las Vascongadas, para organi-
voluntarios que engrosarían las filas de Gó- zar la administración y hacer frente á las
m e z , formóse en Vizcaya un cuadro de i n - necesidades del ejército , y á que arreglase
fantería , que mandaba el coronel don José las partidas carlistas que vagaban por G a -
Duran , agregado también á la espedicion. licia acaudilladas por López, muerto en una
Iban asimismo algunos gefes y oficiales s u - sorpresa al llegar la espedicion.
pernumerarios, y el mariscal de campo por- También se previno á Gómez no conce-
tugués don Raimundo José Piñeiro, con un diese empleo ni grado superior al de segun-
coronel y otros gefes subalternos de la mis- do comandante , y que si algún individuo
ma nación. contraía un mérito especial, diese cuenta á
Y no se limitaba á esto solo la espedi- don Carlos a fin de que fuese premiado cual
cion. El orden en todo requería otras dis- correspondiese: y se le comunicaron, en fin,
posiciones , que dictó desde un principio otras instrucciones que no se cumplieron.
Villarreal, como militar esperimentado , y Asi organizada la espedicion, rompió la
porque presidiese á la parte de administra- marcha á las dos de la madrugada del 26
ción la regularidad (pie hacia necesaria su de junio , y á las veinte y cinco horas se

E ropósito de hacer la g u e r r a , no ó los p u e - halló en la Colina, cerca de nueve leguas.


los, sino al enemigo armado. Con este o b - Subió la Peña de Orduña , y con objeto de
jelo y con el no menos importante de dotar ocultar su movimiento , siguió culebreando
á la división del ramo de justicia, fueron por espacio de dos leguas, rezagándose a l -
nombrados para la hacienda militar un in- gunos soldados, que no pudieron resistir la
tendente, don Antonio Bocos Bustamanle, aspereza del camino ni soportar el calor.
contador y tesorero , comisarios de guerra Continuó su ruta después de un descanso,
y artillería , y un auditor. Deslindadas asi y no tardó en descubrir las avanzadas de
las operaciones activas de la parte econó- la división de T e l l o , comandante general
mica del ejército , ordenadas con su cuenta del cuerpo de reserva que acababa de tener
y razón las exacciones y los pagos, ni t e n - noticia de la espedicion y que al punto se
dría el gefe de la fuerza que distraer su dispuso á encontrarla. Dice , y dice bien
atención á la subsistencia de las t r o p a s , ni una historia de la espedicion , que jamás se
se impondrían cargas superiores á sus nece- vio un ejército mas comprometido : el e n e -
sidades, ni dejarían de formalizarse, c u a n - migo, con fuerzas superiores (cinco batallo-
do no pudieran satisfacerse. Estas medidas nes) , venia resuelto á impedirla el paso ; la
de gobierno , que hacen sin duda honor al posición era crítica si seguía, y la p e r s e c u -
general en gefe que las tomó, no fueron por ción inevitable si retrocedía. Descansado el
desgracia ejecutadas de parle de quien las 1 contrario , aguardaba en posiciones venta-
№ HISTORIA DE LA GUERRA CIVIL.

J°sas , y era de presumir que hubiese o c u ­ sado es añadir cómo se portarían los e s p e ­
pado los formidables pasos de Las Peñas. dicionarios para conquistar tan señalada vic­
En tal apuro Gómez, contando con el arrojo toria de un enemigo tan esforzado , y que
y decisión de los s u y o s , l o m ó , casi á la lodo un dia de pelear dejaría no pocos
desesperada , el mejor p a r t i d o , y en breve huecos en sus filas. Mas de cien hombres
se halló frente á frente de sus contrarios en confiesan perdieron en aquella sangrienta
los campos de Rivero y Yillasante. j o r n a d a , y dos comandantes , enviando sus
heridos á las provincias protegidos por A n ­
dechaga. Grandes fueron los trofeos que
ACCIÓN DE VILLASANTE Y REVILLA.—DER­ recogieron en el c a m p o , y el influjo que
ROTA DE TELLO.
adquirieron los vencedores.

CXXXUI. OTRA VENTAJ A DE LA ESPISDICION EN SON­

CILLO.

Avanzando unos y otros , poco tardaron


en batirse. Todas las probabilidades e s t a ­ CXXXIV.
ban en favor de los soldados de I s a b e l ; y
sin embargo sucumbieron. Y no es que
ocurriese ningún hecho de tantos como i n ­ Acantonados aquella noche en Quisicedo
esperadamente deciden á veces una batalla y otros pueblos inmediatos, prosiguieron su
por el que menos elementos cuenta para ga­ marcha el 28 , descansando en San Martin,
narla, fué que la suerte coronó los esfuerzos y llegando el 29 á Sonedlo, pueblo situado
de los u n o s , negando á los de los otros el en la carretera de Burgos á Santander.
triunfo con que contaban. Once horas duró De nuevo favoreció la suerte á los que
el combate , y agotadas al fin las municio­ tanto lo necesitaban, apartándose de los s u ­
nes, cedieron después de porfiada resisten­ yos y penetrando en el corazón de un país
cia las tropas de la reina , y alcanzaron las que sus enemigos dominaban ; y una nueva
de don Carlos uno de los triunfos mas com­ ventaja les infundió nuevo aliento, allanán­
pletos con que acreditaron su valor. Aparte doles un tanto mas las grandes dificultades
del considerable número de muertos y he­ que se les oponían. A su aproximación á
ridos, que asi atestiguaron su empeño, y que Sonedlo le habian abandonado precipitada­
fija el parte de Gómez, fechado en Las R i ­ mente doscientos hombres próximamente de
vas , en cíenlo setenta de los primeros, y ambas a r m a s , y destacado en su persecu­
setecientos de los segundos, pasaron de ción con superiores fuerzas el brigadier V i ­
quinientos los prisioneros, cabiendo esta llalobos , dióles alcance y les hizo algunos
suerte á don Atanasio Aleson , coronel en­ prisioneros, refugiándose los demás en I l e i ­
tonces del provincial de T u y , y á Irece ge­ nosa.
fes y oficiales del 2­.° y 16 de línea , p r o ­ Cuando salió de Amurrio la espcdicíoii
vinciales de Granada y de Belanzos y 3 . " de hahia regresado al ejército el general en
caballería. Parece imposible que mas de gefe Córdoba, de vuelta de Madrid , donde
cuatro mil h o m b r e s , mandados por gefes había estado pocos días.
tan intrépidos como Aleson , que la c a b a ­
llería dirigida por el renombrado Albuin,
terror de los escuadrones franceses, c e d i e ­
ESPARTERO­ PERSIGUIENDO LA ESPED'CION.
sen á un enemigo tan inferior en número y
con la doble desventaja de venir fatigados
y aceptar la lucha en el terreno que se le
CXXXV.
presentó. Fué , sin embargo , una realidad,
pero una realidad que no debió tener lugar
si hubiese sido mejor dirigido el c h o q u e , si
El mismo dia 26 , en que Gómez em­
as graves fallas comelidas no hubiesen h e ­
prendió su ruta , salió muy de madrugada
cho inútiles los rasgos devalorcon que todos
! el hoy duque de la Victoria desde la capi­
los cuerpos se distinguieron. Ningún gene­
! ta! de Álava por el camino de Villarrcal en
ral d e b e , con los elementos que contaba
' dirección á la línea de Arlaban con fuerzas
Teilo, perder una, batalla senifJHnte a c u ­
1 considerables y propósito de reconocerla
ESPARTERO PERSIGUIENDO LA ESPEDICION. 183

formalmente y llamar la atención del e n e - de las provincias. Llegó á las once de la


migo al punto amenazado, para que p u d i e - noche á Gayangos, y los pueblos, al ver la
sen penetrar sus confidentes del interior y celeridad con que iban Iras los rebeldes y
recibir sus noticias. Su contrario, don Bru- su afán por alcanzarles, pernoclando, á p e -
no, que tenia su cuartel general en Salinas, sar de llevarle lauta ventaja , casi en los
asi que tuvo conocimiento de esta marcha, mismos puntos en que la noche anterior lo
hizo subir algunos batallones que hicieron habian hecho los carlistas , cobraron aliento
frente á Espartero , rompiendo el fuego las y abrieron su corazón á la esperanza. I b a n
guerrillas de una y otra parte antes de l l e - en su división Alaix y Linage , brigadier y
gar a Yillarreal de Álava. La balería de la coronel respectivamente, y con el cargo de
división de Espartero y la de la brigada gefe de estado mayor el primero, y de ayu-
portuguesa, que concurrió á esta operación, dante de campo el segundo.
deshizo los nuevos p a r a p e l o s , y conseguido Apercibióse Gómez de que se le a c e r -
su objeto , retiróse aquella tarde. Sabe pol- caba Espartero, y avanzó en la noche del 2 9 ,
la noche la salida de Gómez, y sigue al olro amaneciendo en los Caraveos. Esta jornada
dia precipitadamente á Yiloria conociendo fué de las mas penosas qu tuvo la e s p e d i -
la importancia de la espedicion, y prefirien- cion , porque tuvo que pasar el Ebro por
do su persecución á las demás operaciones. unos desfiladeros, bajando uno á uno y a r -
A esle fin salió de esta ciudad el 27 á me- rastrándose. Aquel dia pernoctó en Colada,
dio dia por el camino de la Puebla , d i r i - y tomando la dirección de Oviedo por V i -
giéndose con su división , la tercera , com- drieros y Pedrosa del Rey , pasó sobre Fox
puesta de seis batallones y dos escuadrones por el famoso puerto de Taina y Viriñuela,
de húsares y la brigada de reserva, al valle dio vista á Oviedo el S julio, y entró sin r e -
de Losa. En v a n o , adivinando Villarreal el sistencia en la capital del Principado de
pensamiento de su adversario , intentó d i s - Asturias.
traerle de su ejecución atacando á Peñacer- El í.° de julio llegó Espartero á Reino-
rada el mismo dia. Quedaba en Yiloria la sa , y el 2 se halló en Salinas de Pisuerga,
división portuguesa con su gefe para a t e n - donde nuevamente trató de ponerse en c o -
der á la llanada de Álava y á las g u a r n i - municación con Manso , capitán general de
ciones, y éste acudió el 29 en auxilio de la Castilla la Vieja , á quien ofició dos veces
plaza, según decimos en otro lugar. Fué tan para combinar las operaciones sucesivas.
grande el calor de la larde del 27 , que Siempre con esperanza de dar alcance á los
tuvo que hacer alio Espartero , sofocándose rebeldes antes de que penetrasen en Astu-
algunos soldados. A la caida del sol siguió rias , continuó forzando las marchas hasta
la m a r c h a , pernoclando los cuerpos en A r - el 5 , en que llegó á Buron y supo que h a -
mifion, Rivavellosa y Comunión, adelantán- bian penetrado por el puerto de T a m a , que
dose con sus ayudantes y ordenanzas á Pílen- no pudo ser lomado á tiempo , ni los pasos
le Larra con objeto de adquirir noticias. difíciles por las tropas de Castilla como con-
Supo alli por el comandante do armas de taba.
Medina de Pomar el desastre de Tello , y
De?pues de un pequeño descanso , de
corrió tras la espedicion sin arredrarle la
que tan necesitadas estaban las tropas pol-
distancia ni el calor.
la fatiga y lo ardoroso del verano , entró
Forzando la marcha llegó el 28 hasta la el í en Asturias por el mismo p u e r t o , y t o -
venta de Mambliga , en el valle de Losa, mó la misma dirección que- el enemigo.
distante de Armiñon siete leguas. Continuóla A todo esto Espartero , ni podia dar su
al amanecer del 29 , llegando á Quincoces socorro al soldado, ni pudo facilitársele Cór-
pocos momentos después de haber salido doba según su comunicación del C desde
precipitadamente Castor con dos batallones, Pamplona, en que hizo el mas cumplido
noticioso de su rápida aproximación. Habia elogio de los movimientos de a q u e l , no ya
subido éste la Pena de Orduña con el fin de solo por la rapidez de los mismos , sino por
recoger los heridos de la acción del 27 y su estrategia.
prisioneros; pero tuvo que retroceder, h a - Y toda vez que dejamos ya al c o m a n -
biéndose interpuesto Espartero , y salvando dante general de las Provincias Vasconga-
únicamente treinta h e r i d o s , pues los demás das caminando á Oviedo , volveremos atrás
cayeron en poder de éste , conducidos que para indicar las disposiciones que lomó Cór-
iban por el pueblo de Oteo en veinte carros doba cuando tuvo conocimiento de haber
sin escolta, creyéndose seguros tan cerca dejado el territorio vasco la espedicion cas~
184 HISTORIA DE LA GUERRA CIVIL.

lellana. Rivero se hallaba en Puente la Rei- mas carlistas, quedando derrotada y disper-
na , y recibió el 30 la orden de salir al sa la columna e n e m i g a , y sufriendo una
punto para la Rioja y acudir á marchas pérdida considerable.
forzadas en observación por aquella parte,
si no adquiría en el camino noticias de n a -
turaleza tal, que debiese acudir á las líneas SALE GOMEZ DE OVIEDO.
amagadas. Y él se situó en Logroño para
lomar el movimiento que le indicasen las
circunstancias. Mas como Gómez penetró en CXXXVII.
Asturias, Rivero no pasó adelante , y el 11
se hallaba en Miranda, en cuyo punto se le
reunió Córdoba el propio dia. Bajo tan desfavorables auspicios avanzó
Manso salió también de Palencia el 30 el 8 Espartero, y Gómez dejó al momento á
de junio con mil quinientos infantes, q u i n - Oviedo , dirigiéndose rápidamente á Grado
tos en su mayor p a r t e , con propósito de por el camino de Salas , no sin ser a l c a n -
hostilizar á los invasores, que respetó por zada cerca de la ciudad su retaguardia,. de
escasas las fuerzas de su columna. Desde
Pola de Lena fué á Sarria de Sangredo , á
tres leguas de Oviedo , y allí se avistó con
3 ue algunos quedaron prisioneros , salván-
ose los nacionales que se llevaban.
La esped.cion descansó el 9 en Grado
Espartero , dejándole en este último punto observando los movimientos del enemigo,
un batallón franco y algunos caballos. Esto por caer sobre él si desmembraba fuerzas
sucedió el 7 de julio. Tenemos á la vista las para cortarla el paso á Galicia ; pero al dia
instrucciones que con fecha 30 de junio dio siguiente tuvo aviso el gefe de que iba s o -
el gobierno al hoy conde del Llobregat, y bre él su contrario con todas sus fuerzas, y
que omitiremos, por escasas ya de impor- apresuró la retirada en dirección de Salas,
tancia. llevando á vanguardia la inmensa brigada
de municiones de guerra , fusiles y harina,
conducida en carretas de b u e y e s , únicas
ENTRA LA E S P E D 1 C 1 0 N EN OVIEDO.—DERROTA acémilas del país y cuyo número no bajaría
de ciento. Desde Salaspasó á B o r r a s , y de
DE PARDIÑAS.
aqui á Lago, y de Lago á Grandas de Sali-
m e , donde demolió sus débiles obras de
CXXXVI. fortificación levantadas por la columna de
Fañosa, que se retiró á Fonsagrada y de alli
á Lugo , reuniéndose con Latre.
No eran escasos los adictos á don Carlos El barón de Puente Santa María , que
que Oviedo contaba , los cuales salieron, mandaba la legión portuguesa, se habia s i -
como es de inferir, á recibir á los suyos. tuado en el valle del Barco de Valdeorras,
Alli tomaron parle no pocos de los prisione- siguiendo una línea paralela á la marcha de
ros , y alli se formó el primer batallón de la espedicion.
Asturias, y se puso al cargo del coronel Siguió ésta á Castro, y llegó el 14 á
Duran, para el cual, y para todos los e s p e - Fuensagrada , en cuyo punto interceptó el
dicionarios, vinieron perfectamente los s e i s - correo. Derribada la fortificación, hiciéronse
cientos fusiles nuevos y mayor número de al frente de aquella las justicias que r e c l a -
efectos de aquella fábrica , zapatos y v e s - maban los robos cometidos por algunos s o l -
tuario , e t c . dados , arengando Gómez á todos y e x h o r -
Al tercer dia (el 7 ) salió el brigadier tándoles á guardar orden y á mantener la
marqués de Bóveda con Jos batallones 2.°, disciplina , encargándoles muy particular-
4.°, 5.» y 6.° y el tercer escuadrón provin- mente el buen comportamiento con los p a i -
cial a combatir á P a r d i ñ a s , situado á .una sanos , que con tanto encarecimiento le h a -
legua de la ciudad , en el puente de Soto. bia prevenido don Carlos.
No constaba la columna de éste de dos mil Preséntesele aqui el Evangelista, y fuéle
quinientos hombres que se le dan en el par- conferid) el nombramiento de comandante
le de Gómez, sino de poco mas de la mitad, general del distrito del valle de Buron, en
pues que solo llevaba el provincial de P o n - que operaba con su partida , quedándosele,
tevedra y milicianos. Breve fué el choque, i para que pudiese formar cuerpos, Ires c o -
ytercera vez favoreció la fortuna á las a r - mandantes, un capitán, nueve subalternos, y
1
SIGUEN LOS MOVIMIENTOS DE ESPARTERO, ETC. №

varios sargentos y cabos, todos voluntarios, fué su intento. Fortificado y guarnecido e l


mil cuatrocientos fusiles, cien monturas, los edificio, no pudo tomarle á viva fuerza, y
efectos de la fábrica de Oviedo, y otros de exigiendo esta operación, por hallarse aisla­
importancia; continuando Gómez al Padrón, do, medios formales y no escaso tiempo, y
Sote de Torres y San Foix de Lugo, pasan­ siendo arriesgado detenerse, cercayaEspar­
do el Miño, por su ancho vado, después de tero, fué necesario desistir de la proyectada
haber permanecido mas de cuatro horas á empresa, no sin la pérdida de un oficial y
la vista de Lugo, y á tiro de fusil algunos soldados en la carga que dio Villa­
Hallábase en esta ciudad el general La­ lobos al entrar el convoy en el convento.
tre, capitán general del distrito, y á pesar Prosiguió la espedicion su marcha, y
de no ser insignificante la fuerza del ejér­ pasando por San Lorenzo de Carelle, y San
cito y de nacionales que m a n d a b a , no tu­ Tirso, dio vista á la capital del reino popu­
vo por conveniente salir á escaramuzas s i ­ loso de Galicia.
quiera , dificultando, ya que no evitase á
los rebeldes, el vadear el r i o , deteniéndo­
les a s i , y facilitando á Espartero que l l e ­ SIOUEN LOS MOVIMIENTOS DE ESPARTE110 D E S ­
gaba, su derrota, que debió tener allí lugar. DE OVIEDO.
Contenióse con disparar á los carlistas algu­
nos cañonazos desde la plaza, que d e s p r e ­
ciaron y les fueron enteramente inofensivos, CXXXVIII.
haciendo pasar con orden su carretería nu­
merosa, la artillería y todo el tren que con­
ducía el rico botín sacado en Oviedo y otras Uemos dicho fué alcanzada cerca de
poblaciones, concluyendo por pasar todos los Oviedo la retaguardia de Gómez al a b a n ­
infantes sin novedad alguna en su atrevida donar precipitadamente la ciudad, huyendo
empresa, continuando su ruta ó Santa M a ­ de Espartero que se acercaba. No iban sus
ría. Que hubiese obrado de esta suerle un tropas en disposición de continuar sin d e s ­
comandante de nacionales, después de los canso, y érales imposible ganar la distancia
desastres de 'Pello y Pardiñas, nada tendría que les llevaban sus contrarios, que comen­
de particular; pero que un general como La­ zaban á marchar después de tres dias de
tre no aprovechase su posición y sus recursos descanso. Por esta causa entró la división
sin comprometerse, cosa es á la verdad que en la capital, descansando en ella menos de
no tiene disculpa. un dia, y tornó en la mañana del 10 á su
Cerca de este pueblo, la buena estrella andar incesante, dividida en dos cuerpos, á
de los espedicionaríos les deparó una nueva la vista el uno de los carlistas, por la ven­
ventaja. Dos compañías del 16 de línea e s ­ ta de Escampredo, y á su izquierda el otro,
coltaban un carro de dinero que llevaba á destinado á prestarle socorro, si era, como
la Coruña el administrador de rentas de deseaba, atacado al verle inferior en fuerza
Lugo, y lasavisló el aposentador de Gómez. á la suya. Pero Gómez solo pensó en llevar­
Vuelve atrás con la noticia, se adelanta al le toda la posible delantera, y en esquivar
lióle la vanguardia , alcanza las c o m ­ lodo encuentro. El dia 11 llegó á la E s p í ­ ~
p a ñ a s , las hace fuego, y aunque resisten, na, y cerca dio Alaix alcance á la d e s c u ­
tienen que abandonar los ocho mil duros bierta de caballería, haciéndola unos c u a n ­

3 ue protegian, quedando prisionero el cita— tos prisioneros, apresándola dos carros de


o administrador y algunos soldados. Y en fusiles y otros efectos, y salvando á un na­
tanto las tropas de Espartero estaban sin cional de que fuese, como siete de sus com­
paga, y carecian de calzado cuando s o b r a ­ pañeros, víctima de no poder seguir, so­
ba á sus enemigos del que habían hallado focados por el calor.
en Oviedo. Siempre tras la espedicion, dicho se e s ­
Siguió la espedicion á Foxa y Santa Ga­ tá el itinerario que llevó el ejército del
dea, donde supo su gefe que el convoy sa­ N o r t e , el mismo que llevó Gómez, de
lido de Santa María, de que formaba parte quien le separó cuando mas una jornada. Y
la presa reciente, se hallaba pocas horas he aqui justificado el lamentarse Espartero
distante, y con el deseo de apoderarse de de que ningún obstáculo se opusiese á la
él, destacó á este final brigadier Villalobos, marcha de su adversario, fácil por todas
que les alcanzó con un escuadrón; pero en­ partes y espedila, y sin obstáculo ni tropiezo
cerrado en el convenio de Sobrado, vano alguno, cuando tanto se prestaba el territo­
TOMO I I I . 24
486 HISTORIA DE LA GUERRA CIVIL.

rio á suscitarle embarazos con fuerzas m u - respeto debe retraer á sus celosos defen-
cho menores de las que contaron Manso, sores. La verdad es necesario que brille: los
Pardiñas y Latre. Nosotros creemos que la hechos que se presenten sin rebozo , y que
falta de acuerdo y combinación entre lasco- antes de llegar á hacerse incurable el mal,
lumnas de la reina, que el nunca escusable se apliquen los remedios oportunos. El g o -
aturdimiento de parte de algunos gefes, que bierno de S. M. para acordarlos. necesita
el pánico y confusión que se apoderó de to- conocer el estado de las cosas y sus antece-
dos, fué obra de la derrota de Tello y P a r - dentes. Yo faltaría al mayor de los deberes
diñas; que sin ella lo habría pasado m a l l a si no las patentizase. •
espedicion; pero por lo mismo que se la t e - »E1 ejército de reserva esperimentó una
mía, debió apelarse por las autoridades mili- derrota cuando la facción espedicíonaria
tares y civiles á los medios comunes de intentó su incursión por Castilla: hizo sobre
atajar sus progresos, de disminuir siquiera seiscientos prisioneros que en mucha parte
su poder. Lejos de esto, lejos de poner en han engrosado sus filas: los restos, en f r a c -
salvo lo primero los caudales y efectos ú t i - ciones , habrían dado pávulo á la insurrec-
les á la facción, cosa tan hacedera, lleván- ción del p a í s , y varias guarniciones se hu-
doselos cuando dejaban lascapitales, les q u e - bieran visto precisadas á suscribir á la ley
dan, como en Oviedo y Santiago, privando del v e n c e d o r ; pero si mi rápida marcha
de su aprovechamiento á las tropas del g o - sobre el enemigo le privó de tan favorables
bierno de S. M., y procurando asi el a u - consecuencias de su triunfo, si los puntos
mento de las enemigas, después de comple- fortificados se salvaron , si el pais que pre-
tar el armamento y equipo de las que se senció nuestra desgracia se vio libre , y si
conlaban. ¿Por qué siquiera no lo inutiliza- el ejército que la esperimentó pudo r e h a -
ron todo? ¿Qué estraño que creciese la o s a - cerse y organizarse en virtud de mis dispo-
día y fortuna de la espedicion, sobrada de siciones, el enemigo, orgulloso con el triun-
todo, y que fuese inútil el esfuerzo de E s - fo , realizó su entrada sin oposición.
partero por impedir sus correrías? «Desde Vitoria , creo que con fecha 2 5
En Lugo el 1 6 , conferenció Espartero de junio , participé al capitán general de
con Latre, que salió el 17 para Orense á Castilla la Vieja que los rebeldes proyecta-
ocupar los puentes y pasos precisos, para ban dirigirse al territorio de su mando , y
cortar al enemigo si tomaba esta dirección. en consecuencia de este aviso , ó ya por los
sucesos posteriores,. creí que las medidas
que se adoptasen detendrían al enemigo
JUSTAS QUEJAS DE ESPAHTEIÌO. para que las tropas de mi mando pudiesen
llegar á destruirle con tanta mas razón,
cuanto que resuello á perseguirle donde
CXXXIX. quiera que fuese , lo anuncié á los habitan-
tes de la provincia de Santander en la p r o -
clama que les dirigí en 29 de junio desde
El mismo día 17 de julio dirigió al g o - Villaventin , de que incluyo copia á V. E .
bierno de S. M. el teniente general Espar- Al remitirla por conducto del comandante
tero una manifestación, tan sentida como de armas de Medina de P o m a r , le previne
e n é r g i c a , de cuyo contenido no debemos la circulase por postillón á los comandantes
privar á nuestros lectores ni retardarle tam- generales de las provincias de Santander y
poco por su interés del momento, aplazando Burgos para que lo hiciesen á todos los p u e -
su publicación al apéndice. Revelando los blos, manifestando en mi nombre al de esta
antecedentes de la espedicion y el estado última provincia que diese conocimiento de
de las tropas que la seguían , muestra las todo al gobierno de S. M. En dicha p r o c l a -
causas á que debe su engreimiento y la i n - ma verá V. E. consignado que ofrecí no
utilidad de su empeño por atajarle , a b a n - cesar la persecución del enemigo hasta a n i -
donado de todos. Kscrita con todo el fuego quilarle. Sin embargo , él siguió su marcha
de su ardiente patriotismo , no es menos por las provincias de S a n t a n d e r , Palencia
notable por su estilo este documento impor- y León , entrando en Asturias por el puerto
tante. Dice asi: ele Tarna sin que se le disparase un tiro ni
fuese detenido en formidables posiciones y
«Excmo. señor: cuando amenazan á la
difíciles pasos. Los pueblos sabían de mí y
patria y al trono legítimo males de tal g r a -
de mis tropas al aproximarme á ellos, hasta
vedad que atacan su disolución, ningún
ENTRADA Y SALIDA DE GOMEZ EN SANTIAGO.

el punto de volverse á sus casas á nuestra guir mas que una ración hasta hoy por la
vista los grupos de hombres que concurrían m a ñ a n a , y preveo que al pisar otra vez los
por el llamamiento del gefe rebelde á e n - pueblos miserables donde el enemigo que
grosar sus filas. La capital de Oviedo no nos precede ha chupado ya su escaso j u g o ,
fué defendida. Las autoridades emigraron, se repetirán las graves necesidades ya su-
y la fuerza armada pasó á situarse en punto fridas que pueden producir el desaliento y
ventajoso. El capitán general, con quien ya exasperación, mucho mas, cuando h a b i e n -
estaba en comunicación , se hallaba en la do pedido dinero al capital general para
Pola de Lena. Los enemigos entraron sin socorrer al s o l d a d o , no ha podido facili-
oposición en la capital de Asturias, que tármelo.
principiaron á sublevar, al mismo tiempo «Ruego á V. E. que con detenida m e -
que cayendo sobre las tropas que pudieron ditación se entere de esta franca reseña de
defender á Oviedo , las pusieron en disper- los acontecimientos y estado présente , para
sión , haciéndoles sobre doscientos prisione- que con energía y rapidez se providencie
ros. Me aproximé á la capital y los rebeldes lo mas oportuno , no pudiendo por mi parte
huyeron sin ser perseguidos , tomando la asegurar m a s , que h a r é , como hasta áqúi,
dirección de Galicia. El capitán general de todo lo que me sea posible en obsequio del
Castilla la Vieja, con quien me avisté, ofre- servicio de S. M. y bien de la patria.»
ció comunicar al de Galicia , asi la marcha Nuestros lectores creerán, a vista de tan
de aquellos para la provincia , como mi in- importante comunicación , que se movería
sistencia en perseguirlos. Esperanzado asi el gobierno , y adoptando las medidas que
de que alguna vez habian de ser detenidos, provocaba Espartero y de que tenia necesi-
continué siguiendo sus huellas poniendo á dad su división y exigiael engrandecimien-
duras pruebas la constancia del soldado , á to de Gómez, no le seria inferior por lo me-
quien ni aun podia darle el pan de ración nos en energía... Tenemos delante de nues-
por la falta tal vez de prevenciones á los tros ojos la respuesta que le dio el "20 d e j u -
pueblos para que concurriesen con los su- lio el ministro del ramo , don Santiago Mén-
ministros. El resultado ha sido que la fac- dez Vigo La que se daba por lo g e n e -
ción ha entrado en Galicia con la misma ral á todas las comunicaciones, generalida-
facilidad: que rozando con esta ciudad que des que á nada obligaban. Asi tomaron tanto
contenia cerca de tres mil h o m b r e s , han incremento los invasores: asi se hacia tablas
pasado antes de ayer el Miño por un vado la guerra.
sin oposición alguna ; y que noticiosos de
un convoy que marchaba para Santiago,
porque se pensó primero en abandonar esta
ENTRADA T SALIDA DE GÓMEZ EN SANTIAGO.
ciudad , cayó en su poder con la compañía
que le custodiaba en la misma noche de an-
tes de ayer, perdiendo los cuerpos sus cajas
CXL.
con lodos los papeles, sus equipages y unos
8,000 duros con el tesorero encargado
de dicha suma , creyéndose que también
haya caido en poder del enemigo otra com- Antes de ocuparnos de este particular,
pañía que quedó cortada. diremos, de paso, que al saber Manso ha-
bía sido evacuada Oviedo por los carlistas,
» Tales desastres, Excmo. s e ñ o r , si se se dirigió á esta c i u d a d , donde procuró ins-
agrega el fatal espíritu de los p u e b l o s , h a - pirar aliento á los tímidos por medio de una
cen muy crítica nuestra posición. Los rebel- proclama, y varias disposiciones, y confian-
des engreídos, aumentados y protegidos por za á los ilusos que de alli y de oíros punios
una serie de hechos y circunstancias de tal habian engrosado las filas de la rebelión,
monta, pueden considerarse bastante fuertes ofreciéndoles, (1) en nombre d é l a reina,
para esperar el éxito de una acción. Antes
creia seguro el triunfo , cierta su ruina si (i) BANDO.
lograba el combale; ahora puede ser dudosa El capitán general de este ejército y reino.
la victoria , y puede asegurarse que de ella —He llegado á entender que algunos vecinos
pende la suerte de la nación. Dudosa pol- de los pueblos de este principado, seducidos ó
los reveses ya sufridos, y porque estas t r o - alucinados por los enemigos en su paso por
ellos, han abandonado sus casas, con senti-
pas fatigadas y ansiando llegar á esta capi- miento de sus familias y perjuicio de sus inte-
tal para comer pan , no han podido conse- reses.
m HISTORIA DE LA GUERRA CIVIL.

olvido completó de lo pasado, si tornaban go que no tardó en convertirse en una triste


á sus casas; medida oportuna y prudente, realidad; y reclamó al gobierno manifes-
que no dejó de producir su efecto, y que tándole franca y enérgicamente su inmi-
tan en armonía estaba con el carácter con- nencia y los daños inmensos de sus conse-
ciliador de este general. No dejó por esto cuencias.
de dictar medidas de rigor contra los fac- Marcado entretanto el rumbo de la fac-
tores é instigantes de la rebelión, y perpe- ción, salió el general Manso el 16 para Vi-
tradores de lamentables cscesos; y después llacecino, previniendo á las escuadrones do
d e atrincherar dos edificios que asegurasen Zamora y Valladolid se trasladasen á León,
á esta capital de un nuevo insulto, de des- por ser su ánimo reunir allí todas las fuerzas
tacar una culumna contra la partida del cura posibles para estar en disposición de obrar
Folgueras evilando fuese núcleo de oirás, de- sobre la frontera de Castilla del modo mas
jando la corla guarnición que le permitía lo conveniente y siguió por los montes que la
escaso de su genle, salió el 10 con poco separan de Galicia paralelo y observando á
mas de ochocientos hombres flanqueando Gómez. El 17 continuó á Vilablino, c a m i -
paralelamente al enemigo en la dirección nando otras siete leguas. El batallón de la
de la sierra que separa á León de Galicia. guardia provincial, al mando del brigadier
Con objeto de atajarle, o r a s e dirigiese á P u i g - S a m p e r , siguió á Toreno el 1 8 , a n -
este reino, ora á Cangas, se detuvo en Pa- dando once leguas y las demás tropas á
jares, punto á propósito para abrazarlos, pu- Cueto, y de aqui el 1!) al citado Villafran-
diendo ademas disponer desde é l , para el c a , con el fin de avistarse con efgefe de
primero de los escuadrones francos que h a - su brigada portuguesa, y ponerse en comu-
bía dejado al otro lado del puerto, tanto por cicacion con el capitán general de Galicia..
la dificultad de las subsistencias, como por AI salir de Villablino supo que una nue-
su inutilidad en aquel país tan quebrado, y va facción habia pasado el E b r o , y deslinó
del batallón de la guardia provincial, que un escuadrón para reforzar al comandante
se habia pasado á L e ó n , por salir de esla general de la sierra, si era necesario, y pi-
ciudad la brigada portuguesa, que hizo mar- dió al gobierno cubriese la línea del Duero.
char á Villafranca del Vierzo, por si el ene- A Orense, por disposición de Espartero, la
migo inclinándose á la izquierda amenaza- brigada portuguesa, trasladóse Manso á
ba aquella frontera de Castilla. Cacabelos. Supo el 20 que la nueva e s p e -
No fué ociosa la detención de Manso en dicion estaba ya en la sierra, y destacó otro
Pajares. Allí adquirió noticias de los carlis- escuadrón en refuerzo del primero, y en cum-
tas, y procuró que los valles estuviesen cubier- plimiento de reales órdenes para que fuese
tos por la guardia nacional: se ocupó en pre- sobre Aranda el batallón de granaderos de
parar provisiones para los tropas en sus mo- la guardia provincial, y toda la fuerza posi-
vimientos probables sobre un pais tan esté- ble salió el 21 á marchas forzadas hacia el
ril, y en reanimar el abatido espíritu público Duero, pasando por Valladolid.
repitiendo allí su reclamación ó Córdoba Otra real orden prevenía á Manso se
para que destacase fuerza que protegiese la trasladase rápidamente á Palencia ó A r a n -
dilatadísima linea descubierta, y por infi- da, con la fuerza que le sobrase después de
nitos lados vulnerable que ofrecían en el atender al principado de Asturias, y mar-
Ebro y las Merindades, previniendo el ries- chó por Astorga con un batallón, dejando á
go de una nueva invasión en Castilla, r í e s - la columna del Vierzo un escuadrón y a l -
gunas compañías, disponiendo se fortificase
Y como las benéficas intenciones de S. M. el castillo, y proveyese de municiones de
la reina gobernadora sean el acoger con la ge- boca y guerra, para que sirviese de abrigo
nerosidad de su real ánimo á todos los españo- á la guardia nacional del partido, tan d e c i -
les estraviados que se retiren á sus hogares ba- dida por la causa de la libertad, y tan d i g -
jo la protección de las leyes, autorizado por na de que se la proporcionase una seguridad
S. M. á estender los efectos de su augusta cle-
mencia, indulto en su real nombre á todos los de que hasta entonces habia carecido.
individuos de esta ciudad y otros pueblos de la En tres dias hicieron las tropas c u a r e n -
provincia que se hubiesen unido con la facción ta leguas, llegando el 24 á Valladolid, en
y regresen á sus casas, desengañados délas lo-
cas sugestiones que se han empleado para se- el momento en que las autoridades, reuni-
ducirlos, presentándose á las autoridades de das en junta, la consideraban en grave
ellos—Oviedo \ \ de julio de 1836. —José riesgo de ser ocupada por la facción de don
Manso, Basilio, que ya se hallaba en Peñafiel. >
ENTRA ESPARTERO EN SANTIAGO.

Distraído asi de la persecución de Gó- vía, reuniendo al efecto todas las fuerzas
mez, reanudaremos á su tiempo las opera- posibles.
ciones contra éste cuando penetró en León. Bien quisiera Espartero haber prosegui-
El dia 18 ocupó Gómez á Santiago, y do su marcha, pero las necesidades de su
también allí se proveyó, como en Oviedo, de gente por una p a r t e , la conveniencia de
fúsiles, pólvora, monturas, vestuario de los poner un correctivo á los males que causaba
nacionales, y provisiones y otros efectos de el enemigo, y la utilidad de combinar con
guerra, aumentándose de nuevo el convoy, otras fuerzas su persecución, le precisaron
estraordinariamente reducido como habia á detenerse tres dias, y á no ser por esta
quedado con las entregas hechas al Evange- detención, de nuevo habrían entrado los re^-
lista. beldes en Santiago, proveyéndose de nuevo
Empero no fué su detención en Santiago de lo que hubiesen menester, dándose otra
tranquila ni duró tanto como en la otra c a - vez el espectáculo tan perjudicial á la c a u -
pital, pues con la noticia de que pernoctaba sa de la legitimidad, de que se hallasen á su
Espartero en San Tirso (á dos leguas), el merced tan populosas capitales.
dia 19, y de que otras fuerzas, acaudilla- Y no fué menos útil á esta causa la pron-
das por Latre, á tres leguas por la paite ta entrada de Espartero. Pocos dias que se
de Orense, el marqués de Astariz, á dos y hubiese retardado, habría conseguido Gó-
media por la de la costa, y una columna mez en buena parte el movimiento insurrec-
procedente de la Coruña, en Sequeiros, á cional de Galicia, en que se hallaba traba-
dos leguas bajan sobre la espedicion, a l a r - jando con la mayor actividad cuando se
móse de tal modo Gómez, que á las ocho de vio forzado á suspendersus tareas. Los p u e -
la noche del citado dia 1 9 , dio la orden de blos, que le veian pasear á su placer por
que á las diez de la misma estuviesen dis- Asturias y Galicia, triunfando en todas p a r -
puestos y reunidos todos y todo para romper tes, ocupando sin resistencia las capitales,
la marcha á la primera señal; emprendida á libre su paso por quienes debieran estor-
las dos por la carretera de la Coruña, l l e - barle, era muy natural que le hubiesen
vando en el centro cien carros de bueyes con prestado, sin esperanzas de auxilio, la obe-
trescientas cincuenta arrobas de pólvora, diencia que los imponía; y nada mas propio
cuatrocientas cincuenta de balas, dos mil fu- que alucinados sus adictos con tantas, tan
siles, tres mil bayonetas nuevas, y doce car- grandes, y tan inesperadas ventajas, y sin
gas de cartuchos. ver su fanatismo mas horizonte, (porque son
Con el fin de proteger la retirada, q u e - ciegos los partidos) se entregasen sin rebozo
dó un escuadrón á la salida de Santiago, y á discreción de sus sentimientos.
la sostuvo al rayar la aurora con la vanguar- Mas en Santiago que en Oviedo, a b a n -
dia de Espartero. donóse el populacho, y especialmente el
clero, al esceso de sus deseos, harto incon-
sideradamente, mostrándose la opinión es-
ENTRA ESPARTERO EN S A N T I A G O . — S U S D I S -
traviada al estremo de creerse seguros para
siempre, y no fallaron empleados que hicie-
POSICIONES Y MOVIMIENTOS.
ron traiciom á sus juramentos, y que p u d i e -
ron evitar se apoderasen los invasores d e
los caudales públicos, acompañándoles a l -
CXLI. gunos y otras personas de varias clases, e n -
tre ellos algún sacerdote, hasta el número
de doscientos.
Todavía, como hemos visto, pudo al- Esta emigración, que ya venia de atrás,
canzar la vanguardia del ejército de o p e - el estado de la ciudad y el prevenir m a y o -
raciones de Galicia la retaguardia de Gómez res daños, produjo el bando de °¿0 de julio,
en su salida de Santiago. para la presentación de todos los caballos y
Afanoso por haberle á las manos, no de los que se hubiesen unido á Gómez, con
bien llegó el gefe, á las siete de la mañana, otras providencias al fin principal e n c a m i -
destacó á la caballería y una columna de nadas.
cazadores en seguimiento de su adversario,
sin embargo de lo rendidas y estropeadas
que se hallábanlas tropas, y previno á Man-
so cubriese la línea de Asturias sobre el Na-
190 HISTORIA DE LA GUERRA CIVIL.

de todas clases que les facilitó su gefe, t o -


maron en breve un crecimiento tan g r a n -
MOVIMIENTOS DE ÜOMEZ HASTA LEÓN. de , que contaron triple fuerza al dejar Gó-
mez el pais. ¡Todos los comprometidos por
haberse incorporado á Gómez, que no po-
CXLII. dían seguir sus movimientos, ó no querían
abandonar su suelo, se reunieron á las p a r -
tidas que ya se conocían.
Huyendo prudentemente de Espartero, Continuaron los rebeldes por Vera del
propúsose Gómez en su salida de Santiago, Rio, Braña y Nogueiras, á San Marlin. S u -
atacar en Sequeiros la columna referida, po aquí Gómez por sus confidentes, que La-
procedente de la Coruña, inferior en fuerzay tre iba á Grandasy Salime con intención de
distante de las demás. Pero frustrado su in- tomar el puente inmediato á este pueblo,
tento, d e que se apercibió su enemigo reti- única salida que tenia, y que sus avanzadas
rándose, creyó conveniente variar de direc- estaban cerca de Fuensagrada, seis leguas
ción, y fué á Cidadella, nueve leguas d i s - y cuarto del puente, al tiempo que ellos se
tante de Santiago, donde hizo noche. habían separado, de modo qué en el tiempo
Tanto temia Gómez á Espartero, cuya que habían invertido en traer la noticia,
intrepidez é infatigable actividad eran ele podian los liberales haber andado tres le-
todos sus contrarios en el Norte tan conoci- guas.
das, y tanto forzó esta marcha, mayor de Asi las cosas, no vaciló un instante Gó-
diez leguas, que los mismos carlistas c o n - m e z , y tomó inmediatamente la resolución
fiesan tuvieron muchísimas bajas, abando- que las circunstancias indicaban. A la c a -
nándoles casi todos los voluntarios de S a n - beza de un escuadrón y de los granaderos,
tiago, y otros muchos que no podían se- partió á la c a r r e r a , decidido á apoderarse
guirles. el primero del puente, que distaba tres l e -
En tal disposición, si les hubiesen segui- guas , como asi lo verificó, llegando á Gran-
do ó amagado las fuerzas de Lalre, no p e r - das una hora antes que el poco resuelto La-
mitiéndoles de este modo el menor descanso, l r e , precisado á regresar á Fuensagrada.
difícilmente habrían podido resistir, al ca- Reunida toda la espedicion prosigue el
bo de pocos dias, á cualquier columna que 26 y pernoctó en Pola de Allende, llegando
se hubiese aprovechado de su situación. el 27 á Cangas de Tineo, donde la d i s p a -
Diariamente se nos presentaba (dice la histo- raron , sin resultado y á lo lejos, algunos
ria d é l a espedicion, escrita por el goberna- tiros los nacionales.
dor de su cuartel general) empleados, sa- Descansó en esta población los dias 28
cerdotes ( l ) , y particulares, y sin embargo, y 2 9 , en uno de los cuales presenció s e g u n -
nunca se aumentaron nuestras filas, porque da vez el castigo de algunos voluntarios por
no podian resistir estas marchas tan c o n t i - sus escesos en los pueblos, y la justicia de
nuadas. un paisano, por robo de gran cantidad de
De Cidadella se dirigió por Cruces á Ba- dinero, recobrado por su confesión.
h a m o n d e , deteniéndose aqui lo preciso para Viendo Gómez que no podia subsistir en
desembarazarse un tanto de los efectos que aquel pais, ya por las fuerzas que le a p u -
llevaba, entregando á Ramos mil trescientos raban , ya por la escasez de subsistencias,
fusiles, pólvora y balerío, y dejándole, co- particularmente de trigo y pienso, pues
mo al Evangelista, gefes y oficiales, p a - aunque abundaban las poblaciones eran de
ra organizar su p a r t i d a , la de Sarmiento y cortísimo y pobre vecindario; sin herrage,
demás. teniendo que abandonar por esta causa no
Apropósito de las partidas de Galicia, pocos caballos y acémilas; y sin dominar el
es un hecho que al invadirla Gómez, se h a - territorio, dirigióse á León, penetrado de
llaban en el peor estado, y ya pensaban sus que no podia permanecer mas tiempo en
gefes retirarse á las provincias, abatidos por aquellas pacíficas provincias, donde solo
el fin desastroso de su caudillo López el 9 consiguió aumentar sus partidas con los r e -
de julio, nombrado ya brigadier y segundo zagados.
cabo. Pero reanimadas con la llegada de la POr Cérea y el alio del puerto de L i t a -
espedicion y con los abundantes auxilios riegos, llegó áVillabrino. Aqui se separó
uno de los voluntarios. Don José Flores Co-
(1) Asi ejercían su ministerio do paz. llar , con deseo de llevar la guerra al p r i n -
ENTRADA DE GOMEZ EN LEON. 19Í

cipado de Asturias, su p a i s , se llevó el | órdenes á las autoridades que podian coope-


batallo» formado en Oviedo, reducido e n - rar á sus miras. Apenas llegaba una á su
tonces á poco mas de doscientos hombres, destino. Por esto costeó la frontera de G a -
y trescientos fusiles, y otros afectos. Pero licia, a l a que se dirigió en su principio,
tan torpe fué el novel comandante, que sor- creyendo que al encaminarse Gómez á Mon-
prendido el mismo dia por unos nacionales d o ñ e d o , contramarcharia penetrando por
y francos, ninguno escapó por abandono. Asturias. De aquí que yendo á parar á don-
La espedicion siguió por Murías y Vega de menos era de esperar sin su cambio com-
á Isalecha, Adrián, F e r r a l , y dio vista el pleto de dirección, ganase tres marchas á
1.° de agosto á la corte antigua de ilustres Espartero.
soberanos. Sin embargo de esta ventaja, y de la
que ofrecía para huir un pais tan montañoso
al fin logró Espartero su deseo; habérselas
MOVIMIENTOS DE ESPARTERO Y OTROS G E F E S . con el que habia vencido á sus compañeros
Tello y Pardiñas, con el que habia a m i l a -
noda á L a t r e , y llevaba por todas partes el
CXL1II. espanto. Pero antes de dar cuenta de la ba-
talla del 8 , seguiremos á Gómez en los días
que la precedieron.
El dia 23 de julio salió Espartero de
Santiago, y forzando la marcha volvió á en-
trar en Lugo el 2 4 , desde donde dio á la ENTRADA HE ÜOMEZ EN L E O N .
brigada portuguesa en Orense, y á las tro-
pas que se hallaban en Yiílafranca, los avi-
sos y órdenes que las circunstancias e x i - CXLIV.
gían. Aquí se quejó de nuevo al ministro
de la Guerra de que no hubiese sido deteni-
da ía facción en ningún p u n t o , tan fácil co- Dejamos á la espedicion el 1.° de agos-
mo era por su desaliento, y de la escasez to dando la vista á León. Entró en esta c a -
de víveres, que habría concluido acaso pital, de antiguo reino, tan renombrada en
con los carlistas á no entrar en Santiago, la historia, al oscurecer del mismo dia, y
preparándose á formar un batallón de los descansó el 2 y 3 , reponiéndose de sus fati-
prisioneros estraviados y presentados. gas y privaciones, y de sus pérdidas y d e -
Salió de Lugo el 26 por Puerto Nuevo, terioro en el equipo.
siguiendo por Buron y Grandas á pasar el Trató Gómez de insurreccionar la p r o -
Navia por Salune. Por sí no eran detenidos vincia, como en Oviedo y Santiago, r e c o -
los rebeldes en aquel paso, resolvióse á con- giendo igualmente aquí el armamento, ves-
tinuar por la costa, ciando con anticipación tuario y efectos de la milicia nacional y pro-
los avisos conducentes para que se r e u n i e - vincial y gran cantidad de pólvora y de
sen en la ria de Navia cuantas lanchas h u - plomo.
biese á mano para facilitar su travesía. Sin descalabro la espedicion, tampoco
Saludado con júbilo y sus valientes por faltaron ilusos en este punto que aumenta-
aquellos pueblos, pasó de Navia á Muñas, sen sus filas. Embebiéronse en ellas unos
llegando á este punto el dia 3 0 , y p r e s u - doscientos voluntarios, con algunos caballos,
miendo la dirección del enemigo, e m p r e n - formando á su consecuencia un escuadrón
dió de acuerdo con el comandante general titulado el 4.° de Castilla, al que fué d e s t i -
de la provincia de Santander, un movimiento nado de comandante d o n V . Yinuesa.
á fin de cortarle para el puerto de Pajares, Distinguióse sobremanera en León el vi-
llegando nuevamente á Oviedo el 1.° de cario parroquial don Marcelo Franco y G a r -
agosto. cía, agente de don Carlos, quien trabajó
No han de estrañar nuestros lectores que con celo sin igual por su causa.
al menor retraso, se desorientara Espartero, Gómez, á pesar de la falta de recursos,
y caminase por donde le parecía mas á pro- que para la subsistencia de una fuerza c o n -
pósito para dar alcance á la espedicion. siderable ofrecían Asturias y Galicia, no
Eran muy escasas las noticias que recibía perdiendo de vista las instrucciones que ha-
de la marcha de los carlistas, y en v a n o , I bia recibido de don Carlos, de alimentar en
1

por atajarles en todas direcciones, espedía ambos países la mortífera planta déla guer-
1
•i 92 HISTORIA DE LA GUERRA CIVIL.

ra, fijándose en ellos, calculó que logrando sentados,» y sin embargo , ya vieron t o -
batir á Espartero, cansado como vendría, dos lo que dio que hacer la destruida e s -
podria enseñorearse por todas partes, y pedicion, venciendo después á López, sitian-
ocuparlas sin aquel inconveniente. do y ocupando á Almadén, entrando en
Brindábanle á esta empresa el descanso Córdoba y teniendo en jaque numerosas
de los suyos y las posiciones formidables divisiones, y en alarma á casi toda la penín-
del puerto de Tarna, á las cuales se propuso sula. El que escribiesela historia de la guer-
traer al enemigo. Por famoso que fuese su ra, dejándose llevar de sus opiniones, y
perseguidor, mas famoso era el puerto; y si consultando únicamente los partes oficiales
se atrevía con éste, y dominándole, llevaba de unos ú otros, escribiria mas bien^lps
la mejor parte en la pelea, bastaban dos Cuentos tártaros. El diario de la espedicion
compañías en la boca del puerto para sos- está menos exagerado, y confirma el juicio,
tener en orden la retirada, saliendo por una que considerado imparcialmente, dicho pri-
contramarcha á la izquierda, á tierra d e mer parte hace formar, de que fué batido y
Liébana, por uno de los puertos de Asturias derrotado Gómez, sin que por esto sufriese
sí era por allí perseguido. tanto como habria sufrido en otra parle que
El pensamiento tenia mucho de acerta- no fuesen las montañas de León, cuya f r a -
do, pero fracasó en su ejecución, como fra- gosidad y aspereza hizo imposible la"perse-
casan en la guerra, contra todas las p r o b a - cución, é impidió coger el fruto difícil del
bilidades, los planes mejor combinados. El vencimiento. Confiesa Gómez que se r e t r a -
ardimiento de los soldados constitucionales só un batallón, y le puso, y á otras fuerzas,
y su anhelo por pelear con los que tan mal en la necesidad de combatir; que se limitó a
parados les llevaban, no se detuvo ante las sostener el batallón comprometido, y á d e -
montañas escarpadas donde fueron provoca- jar el honor de las armas en el lugar
dos, haciendo ver á los espedicionarios qué que merecían, como también ámantener
caudillos les mandaban. las glorias adquiridas por sus tropas; que
tuvo que retirarse el batallón susodicho;
que tuvo que ceder el campo para proteger
SALE GÓMEZ DE L E O N . — A C C I Ó N DE ESCARO.
la caballería y artillería, el convoy y los
prisioneros, y finalmente, que sin esta c i r -
cunstancia hubiera conseguido la división
CXLV. espedicion aria otra victoria. Mucho confe-
sar es esto, y cuando ademas sienta el d i a -
rio citado que, alcanzando Alaix, siempre á
Animado con la esperanza de batir á vanguardia, á las fuerzas, en su ascenso
Espartero en el puerto mencionado, dejó al puerto, abrió claros la caballería, y rom-
Gomez el dia 7 la ciudad, asiento en otros piendo el fuego á quemaropa los cazadores
tiempos de un trono, y comenzó á subir el que venian en su centro, causó alguna p é r -
8 el elevado Tarna. Pero momentos a n - dida, por cuya razón volvió caras, impi-
tes de ganar su cima, llegó Alaix, y le ata- diéndole maniobrar lo estrecho del terreno,
có sobre la marcha. Habia pernoctado en y sufriendo bastante retirándose ; y aun
Guardo la division del ejército liberal, des- cuando añade que en este dia y en el si-
pués de una jornada de siete leguas; no ha- guiente (sin combate) perdió la espedicion
bían podido racionarse porque todo lo h a - mas gente que en lo sucesivo, llegando á no
bian arrojado los espedicionarios, y sin e m - saber en aquel dia unos de otros,ya se pue-
bargo de tal situación, corrieron á la v i c - de juzgar si será exacto nuestro aserto.
toria. Alaix conducía siete compañías de ca-
Si hubiésemos de reseñar la acción de zadores y un escuadrón, y con esta fuerza
Escaro guiándonos por el parle de Gomez, desordenó la que trepaba á Tarna, obligan-
publicado por suplemento á la Gaceta r e a - do á que las demás la socorriesen. Dio asi
lista del 2ti, aparecía tan favorable á sus lugar á que llegase Espartero con el grueso
armas que distaría bien poco de una g l o - de la división. Al divisar los carlistas las
riosa victoria. No bajaría de seiscientos hom- guerrillas y cabezas de batallón que venian
bres la pérdida del enemigo, cuando la su- al trole, ganaron precipitadamente las a l t u -
ya no llegaría á cincuenta. Y si por el con- ras de la sierra, y en ellas tomaron posición.
rario nos atenemos al de Espartero, «la Alli les atacó con empeño Espartero, y sa-
destrucción fué completa, infinitos los p r e - biendo Alaix que al otro lado de la sierra, y
OPERACIONES DE MANSO.

en un llano que forma el estrecho valle de mellos, donde una hora antes habia estado
Buron se hallaba el convoy protegido por la descubierta de Espartero. Con esta noti-
dos escuadrones, marchó con el regimiento cia, aceleraron el paso, y por Sobrefox lle-
de infantería de Almansa, en columna c e r r a - garon á Diegos, continuando, sin saber de
da, y á su cabeza, y al loque de calacuerda, Gómez el dia 1 0 , 1 a dirección de Oreja por
penetró por el boquete que conducía al el puerto de Acenorio; mas se hallaba en
mencionado llano, defendido por los fuegos este punto Espartero , detenido por el t e m -
cruzados del enemigo. Tal granizada de ba- poral, y contramarcharon por la izquierda,
las abrumó á los valientes de Almansa, que dirigiéndose á Cazo por San Juan de P o n -
buho momentos en que se fijó sobre ellos g a , á donde llegaron el 1 1 , y supieron que
la atención de todos, y en que creyeron Gómez, que salió el 9 de Oreja, eslaba en
perecer ; pero Alaix marchaba impávido Cangas de Onis. En este dia tuvieron que
el primero, y los soldados españoles no abandonar algunos caballos, acémilas, e n -
abandonan á sus gefes. Salvóse por fin el fermos y prisioneros que no pudieron r e s i s -
terrible desfiladero y abandonaron los car- tir las marchas y escaseces por los puertos
listas sus posiciones, dando lugar á que un y la inclemencia de la estación.
escuadrón liberal que seguía el movimiento Incorporáronse todos el 12 en Cangas,
de los infantes, se lanzase á escape, y Alaix á escepcion de Arroyo, que con poco mas
á su frente, sobre los dos que protegían el de un batallón se habia situado en Liébana
convoy, consiguiendo envolverlos, d e s b a - observando los movimientos del enemigo.
ratarlos y ponerlos en retirada, con a b a n - De Cangas salió la espedicion el dia 1 4 ,
dono de los prisioneros y carros que c u s t o - temerosa de Espartero, distante de dicha
diaban. Quedóles enlonces que concluir la villa cuatro leguas por la parle de Oviedo,
acción á los batallones de Espartero, y lo pues que creyó intentaría volver á esta c i u -
ejecutaron casi simultáneamente trepando á dad continuando en Asturias. La división
la cima, donde se apoyaba la izquierda liberal siguió por la derecha, y Gómez con-
enemiga, arrojando de ella á los batallones tramarchó entonces enderezando su rula á
carlistas á pesar de haberse hecho fuertes, Castilla por el puerto de Sajambre, Silces,
Espartero espresa perdió ochenta hombres San Pelayo y Turienzo.
entre muertos y heridos, entre ellos el audi- Cansados de narrar horrores, nos es gra-
tor, y fija en quinientos el número de los to hacer una pequeña digresión refiriendo
prisioneros. Mayor debió ser el número de un hecho altamente humanitario del que fué
los primeros y bastante menor el de los se- después regente del reino. En Oseja se ha-
gundos. Pero como quiera que sea, lo c i e r - bían dejado por su gravedad diez y ocho
to es que la columna de infantería que d a - heridosJos carlistas, y les visitó Esp'artero,
ba escolta al convoy, el grueso de las fuer- prodigándoles todo género de consuelos y
zas que acaudillaba Gómez, y la caballería, socorros, y con la posible comodidad, los
fueron cada uno por su lado, ignorando la hizo trasladar á León, recomendando su
suerte del otro. Aquella noche se reunió en trato. Confesado este hecho por los carlistas,
Tarna la caballería dispersada, y al dia i n - no cabe duda del mismo.
mediato supo su gefe Villalobos, que Gómez
Reunidos los nacionales del país, hosti-
se hallaba en Oreja de Sajambre, y que
lizaron á la espedicion en su paso por Tu-
marcharía en dirección á Liébana ó Cangas
rienzo, y llegó ésta á Potes el 1 6 , incorpo-
de Onis, según el movimiento del enemigo.
rándosela el dia 17 Arroyo, y continuando
su camino por el puerto de Cabezuela, P i e -
dras-Luengas, á la venta de San Barto-
MOVIMIENTOS DE LA ESPEDICION DE GÓMEZ Y lomé, llegó porCervera del rio Pisuerga, á
DE LA DIVISIÓN DE E S P A R T E R O .
Prádanos de la Ojcda.

CXLVI. OPERACIONES DE MANSO.

CXLVII.
Espartero no estaba lejos, y estas fuer-
zas emprendieron al instante la marcha, por
fuera de camino siempre que pudieron, ha- Concertaba este general sus movimientos
cia Viegos, pasando el puerto de Venla- con los de don Basilio, que exigieron su
TOMO I I I . 25
m HISTORIA. DE LA GUERRA CIVIL.

raslacion á Lerma, cuando recibió el parte Contrario á las instrucciones este pare-
e l a entrada de Gómez en León. En tan cer, cuidóse Gómez de consignarle, hacien-
purada situación destacó á Palencia á Puig- do eslender acta por duplicado, con la fir-
amper con un batallón, cuatro compañías ma de todos los concurrentes, remitiendo
tres escuadrones para que tomando alli la una á don Carlos.
batería situada en Valladolid, impidiese á Decidida con esto la marcha ulterior de
Gómez penetrar en Castilla, como parecía la espedicion, emprendióla con el partida-
proponerse, p o r q u e , de verificarlo, podia rio Celis, incorporado en Pradeña con cua-
comprometerla seriamente ocupando sus ca- renta caballos, por Herrera delRioPisuerga,
pitales. y atravesando áFromista, Pina de Campos y
Tan oportuna fué la marcha de P u i g - Fuente de Valdepero, divisó las torres de
Samper á Palencia, que detuvo á Gómez y Palencia.
le obligó á retroceder por la izquierda d e s -
de Mansilla de las Muías, proporcionando
que le alcanzase y batiese Espartero en E s - MOVIMIENTOS D E LA DIVISIÓN D E ESPARTE-
caro, donde le creyó Manso mas que der-
R O . — SU ENFERMEDAD.—ENCÁRGASE ALAIX
rotado.
DEL MANDO.

PASA GÓMEZ A CASTILLA.

CXLIX.
CXLVIII.

Dejemos á Gómez entrar en Palencia, y


La fortuna, que tanto entra en la g u e r - reanudemos el hilo de las operaciones de su
ra como en todas las cosas, había coronado adversario, después de la batalla de Es-
de laureles á la espedicion y dádola inmen- caro.
sa preponderancia, y sin embargo, era d e - El día 9 de agosto, siguiente á esta jor-
plorable su estado. Seguida ya tan de cerca nada, siguió Alaix persiguiendo la e s p e d i -
por fuerzas, con que no podia, y por un gefe cion, y Espartero marchó á Tama, contra-
acostumbrado á la victoria, cuyo título t u - marchando desde aqui á la Viña. Pero los
vo después, era imposible á Gómez llevar precipicios y despeñaderos de aquellos p a -
á cabo el especial encargo de don Carlos; sos, le hicieron retroceder á T a m a , d á n d o -
hacer de Asturias y Galicia otra Navarra. El se por satisfecho de haber separado la van-
pais que atravesaba no podia sostener r e u - guardia, dividida como se hallaba la e s p e -
nida su gente, y no era su misión desban- dicion.
darse en partidas. Aqui recibió un oficio del gefe d é l a pla-
Asi las cosas, creyó de su deber c o n - na mayor del ejército del Norte, fecha 7,
sultar la opinión de sus compañeros, citán- manifestándole de orden del general en g e -
doles para ello á junta. Asistieron el m a r - fe, queasuntos de suma importancia exigían
qués de Bóveda, Villalobos, y Arroyo, b r i - su presencia en el cuartel general, y q u e
gadier por don Carlos, los coroneles F u l - pasaría Rivero á mandar la división, encar-
gosio y Castillo, y los primeros gefes de to- gándola, en tanto, al gefe mas antiguo. En
dos los cuerpos. situación mas crítica para Gómez no podia
Presentada por Gómez la cuestión de si venir esta orden, que ofreció cumplir E s -
se debería volver al territorio que dejaban, partero cuando no pudiese ser tan favorable
ó continuar el iniciado movimiento á Casti- á la espedicion.
lla, fué unánime la opinión, bien examinado En Lario de Valdeburon el dia 1 1 , el
el caso, de no volver á Galicia y Asturias 13 se puso al frente de los rebeldes en I n -
por las razones indicadas, y de avanzar por fiesto, y el 14 llegó á Cangas de Onis,
el interior de la península, en vez de r e g r e - entrando de nuevo el 15 en Oseja. El 16
sar á las provincias, • por si se podia fijar en ocuparon á Potes los espedicionarios, y E s -
otra parte la espedicion, y hacer la guerra parlero el 1 7 . El 19 pernoctó Gómez en Pra-
con ventaja, consiguiendo de esla manera deña, y Espartero llegó e l 2 0 . En Villalaco
llamar sobre sí las fuerzas enemigas, y que el 2 2 , dio orden se le incorporase la caba-
pudiese operar con mas desahogo el ejército llería, que destacó á Lugo, con el doble o b -
de las Provincias. jeto de cortar á los carlistas y de que se r e -
MOVIMIENTOS DE ALAIX, ETC. 195

usiesen los caballos, inútiles en aquellas tancia, como se propuso, dándola asi el des-
reñas. canso que aun necesitaba, y privando de
Dos dias antes se habia sentido mal en este mismo recurso al enemigo.
Cervera de Rio Pisuerga. Sin embargo, En Bertavillo supo Gómez que venia al
llevado de su celo por dar alcance á los re- mismo pueblo la brigada de Puig-Samper,
b e l d e s , prosiguió el 2 1 , empeorado con y salió á su encuentro; pero, noticioso del
el movimiento del carro en que iba. Mejo- caso su adversario, contramarchó á Valla-
rado al dia siguiente, no pudo pasar de dolid, y continuó la espedicion por Pinar de
Torqueniada el 2 3 , y encargó el mando á Arriba, Pesquera, y Peñafiel, donde pernoctó
AÉmleconsinliendo en ser trasladado á B u r - el mismo dia, gracias á los carros. Encerra-
;gosí-Aliviado, empero, el 2 4 , siguió con dos los nacionales de aquella villa en el c a s -
la división á Lerma y el anhelo de batir tillo, se negaron á rendirse, respetándose
á la facción, pero la fatiga de una jornada unos y otros.
de nueve leguas le agravó en esta villa pe- Prosiguió Gómez el 23 por Fuente D u e -
ligrosamente, quedando postrado en cama. ña y Torrecilla, repasando el Duero por
Volvió Alaix á encargarse del mando, y Fonti-Duero, y cavendo por el Guijar sobre
el 26 se recibió la real orden de 23 previ- Malilla.
niendo á Espartero se encargase del mando Con intención de distraer las tropas ha-
del ejército del Norte hasta la llegada de cia Madrid, y campar á sus anchas por Cas-
Rodil, entregando «á Rivero, ó á otro gefe tilla, se propuso Gómez amenazará lacapital
que reuniese en su concepto las circunstan- por Segó vía; pero reforzada la guarnición
cias que se requerían para desempeñarle de esta ciudad, torció á Somosierra por Va-
con acierto y ventajas del- servicio y de la lle-Saz, Pero Rubio, Lameda y Castillejo.
causa pública, el mando de su división.» Supo aqui que habian llegado á Builrago
Conforme á esta facultad, ratiticó el dos batallones de la Guardia, y torció á Ria-
enfermo su nombramiento provisional en za, Villacorta, Cantalojas, Mieres del Cami-
Alaix, quien salió al amanecer del 27 tras no, Alienza, Cidrueque y Jadraque, aloján-
losinvasores deCastillaen dirección de Aran- dose en este punto y en Villanueva de Arge-
da de Duero, quedando Espartero en Lerma. cilla y Bujalaro.

ENTRA GÓMEZ EN F A L E N C I A . — SU SALIDA Y MOVIMIENTOS DE ALAIX Y DISPOSICIONES DE

MOVIMIENTOS. MANSO.

CLI.
CL.

Salió, repetimos, de Lerma Alaix el dia


Marchando sin oposición por las llanuras 27 al frente de dos batallones provinciales,
de Castilla, tan á propósito para que, como otros dos do Córdoba, é igual número de
iba la espedicion, pudiesen unos escuadro- Almansa, y cuatro cuadros de compañía del
nes deshacerla, ocupó áPalencia tranquila- batallón de guias, que iba formando Espar-
mente en la tarde del 20 de agosto, a b a n - tero de los prisioneros cogidos á Gómez,
donada por Rivero, que contaba con alguna (cuya movilidad fué aqui después la admi-
fuerza de caballería y artillería, y que se ración de lodos) y setenta caballos del 5.°
dejó perseguir por un escuadrón que al pun- ligero. Satisfechos lodos de que, á falta de
to destacó Gómez, é hizo algunos prisioneros Espartero, hubiese recaído el mando en un
de artillería y nacionales de caballería. gefe tan dispuesto conlra el enemigo, como
En esta capital siguió sacando mozos y solícito por el soldado, llegó á Aranda la
pertrechándose conlosmedios que le ofrecía: división y continuando por Aillon y Mieres,
descansó alli dos dias, gracias á la enfer- encontróse á las inmediaciones de Jadraque
medad de su perseguidor, pero acercándose casi al mismo tiempo que la espedicion,
Alaix, dejó á Palencia el 2 2 , marchando en empleando únicamente cuatro dias en esta
carros de muías casi toda la infantería. marcha, que honra sin duda al gefe que ya
De esta suerte pudo tomar a las tropas pertenece á la historia, y se propuso, en vez
que le seguian mas de tres jornadas de d i s - . de seguir sus huellas, ocupando los mismos
HISTORIA DE LA GUERRA CIVIL.

punios que dejaban exhaustos de lodo, ata- Narciso López, que tanto se habia distin-
jarle via recta. guido por su lanza en la Ribera.
Las primeras comunicaciones que r e c i - El 29 de agosto supo Gómez se hallaba
bió Manso de que pudiese dar cuidado la López á dos leguas por la parle de Sigiien-
facción de Gómez, que oficialmente se habia z a , y en el momento en que se prevenía de
considerado nula después de la acción de esta n o v e d a d , por su aviso, el gefe acanto-
Escaro, fueron de su aproximación á Paten- nado en' Bujalaro sintió ya el fuego de las
cia , donde no se contó con la columna de avanzadas, y reuniendo el batallón , se s i -
Puig-Samper, ni se pensó mas que en cor- tuó ventajosamente, á costa de veinte y
r e r ; y como juzgase que amenazaría Gómez cuatro prisioneros. Replegado á Jadraque, y
á Segovia ó á Soria, se vino á Almansa, la fuerza que se hallaba en Villanueva, por
como posición mas á propósito para estorbar orden de Gómez, y noticioso ésle d é l a escasa
su movimiento. El 28 recibió en la villa ci- fuerza que, para la suya, conducia su a d -
tada la orden del 19 , previniéndole el g o - versario, emprendió al amanecer la m a r -
bierno siguiese á Gómez, ó informándole de c h a , camino de Bujalaro, con ánimo de
las fuerzas que habían salido de Madrid con atacarle antes que llegase la división del
este mismo fin. Norte, que supuso cerca.
A media noche del 29 ( a g o s t o ) , supo Aguardábale allí López en posición, y
se habia dirigido la espedicion desde Atien- haciendo alto Gómez á esperar ejecutase
za á J a d r a q u e , y se puso en camino para Fulgosio el movimiento que habia e m p r e n -
Sigiienza , con las fuerzas del brigadier dido por la derecha con dos batallones, re-
Vernuy y coronel Vera, dando frecuentes tiróse acelerada la brigada constitucional
avisos á Alaix y á Puig-Samper, que desde viendo á su espalda estos batallones, y se
Campisabalo y Galvez respectivamente d e - dirigió á Matilla, posición favorable que
bían seguir á Atienza al amanecer del 3 0 , ganó anles que Fulgosio. Envueltas alli las
según recientes noticias, inclinando por tropas de la Guardia por los cinco batallo-
ellas Manso su dirección á la izquierda de nes enemigos, cedieron después de no muy
Sigiienza, cuya ciudad amenazada salvó su grande ni general resistencia, sin embargo
presencia. de hallarse ya cerca la división de Alaix,
tan cerca, que debieron verse las avanza-
das , y oirse sus disparos en señal de llegar.
OEKIIOTA UE LÓPEZ E N SIAT1LLA. Eran superiores, no hay duda, las fuer-
zas de los carlistas, pero las de López eran
escogidas, y contaba con artillería, y eslaba
CL1I. su gefe acostumbrado á vencer. ¿Seria que á
consecuencia de los sucesos de la Granja no
fuesen aquellas tropas en el mejor estado de
La entrada de la espedicion en la Vieja subordinación, y que tampoco supiese im-
Castilla, causó no pequeña a l a r m a , que au- ponerla el que tuvo años después un fin
mentó su ocupación y estancia en la capital lan desastroso ? Nosotros nos inclinamos
mencionada, pero cuando se aproximó á la por lo primero , pues que no somos a m i -
Nueva, subió de punto la inquietud , a b u l - gos de cebarnos en la desgracia, porque de
tando el temor su importancia. R e c o r d á - otro modo la seguridad de breve y podero-
ronse entonces sus victorias, y creyéndose so auxilio, ante el cual habría tenido que ce-
posible o t r a s , agitáronse los ánimos, y jar el enemigo, y las ventajas de posición y
adoptó el gobierno las providencias que 'as piezas, eran para resistir con orden y
creyó mas eficaces para librar á la capital empeño el choque.
del reino de la zozobra que esperimentaba, Y que apenas hubo resistencia lo prueba
dando un golpe á la espedicion. el resultado de aquella mal llamada y breve
Entré otras, hizo salir una columna d é l a acción. Apenas contaron algunos muertos y
Guardia por Aranda, en combinación con heridos unos y otros combatientes, cayendo
las brigadas de Puig-Samper, y Manso; un prisionera toda la brigada, sin escaparse
batallón de Reina Gobernadora^ Segovia; mas (pie cuatro coraceros, de los ciento de
y una brigada compuesta de dos batallones que constaba el escuadrón. López, los c o -
de los regimientos 1.° y 2.° de la Guardia mandantes, capitanes y .subalternos de to-
Real provincial, un escuadrón de coraceros das las armas, en número de treinta y siete,
y dos piezas, al mando del brigadier don é inclusos los capellanes y cirujanos, todos
MOVIMIENTOS Y DISPOSICIONES DE MANSO. 197

cayeron prisioneros (1). No parecia sino que parte verbal de López, noticiándole desde
Gómez era el genio de la guerra; Tello, Par- Bujalaro la ventaja que habia obtenido en
diñas, Latre y López, le dieron una r e p u t a - este punto la noche anterior.
ción que acaso no esperaba, que perdió des- | Muy ageno de que acabase de ser derro-
pués á manos de Alaix en Villarobledo, ' tado entonces el mismo López, se adelantó á
que recobró en Córdoba y Almadén, y que Sigüenza con objeto de ponerse de acuerdo
tornó á perder en Majaceite y Alcaudete. con él, y alli tuvo noticia de la derrota, y
La noticia de este desastre p a r a l a causa pasó á Orna.[Supo aquí el 31 que Gómez
constitucional, llegó á Madrid con la celeri- habia entrado en Brihuega, y por impedirle
dad del rayo, y tan activo estuvo el g o b i e r - el paso del Tajo, pasó á Alcolea del Pinar,
no, que en la noche del mismo 30 de agosto, á cuyo punto previno á Azpiroz marchase,
hizo salir á Alcalá tres batallones de la Guar- y en el que debía estar Samper.
dia, á las órdenes del general Barrutell, y Pobo conocida, porque tomó mas de
decidió incontinenti, que atendida la grave- u n a , la dirección de Gómez, trasladóse
dad de los sucesos, saliese á campaña el m i - Manso el dia 1.° de setiembre á Maran-
nistro de la Guerra, Rodil, para dirigir per- chon, y no obstante la distancia á que las
sonalmente las operaciones. Las autoridades operaciones le habían conducido fuera de
de Guadalajara vinieron corriendo á e s t a c i u - su territorio, y sobre lo cual se elevó una
d a d y á t a l punió llególaindignacionenunos, consulta al gobierno en vista-del riesgo de
y elsobresalto en otros, á vista de tantos rebe- que Gómez contramarchando, intentase g a -
ses, causados por una facción qne se pinta- nar el E b r o , dirigióse el 2 á Molina, v a -
ba en los partes en el último grado de d e s - riando á Cela y Anquela, en orden de
aliento, que tuvo el gobierno necesidad de noticias equivocadas, y cambiando después
publicar un suplemento a l a Gaceta del 3 1 , á Molina. Instruido aqui por Narvaez, y los
dando conocimiento de las citadas disposi- comandantes generales d é l a Sierra y Soria,
ciones y de los puntos que ocupaban las de que una nueva espedicion se preparaba
fuerzas destinadas para perseguirá Gómez, á pasar el E b r o , destacó á Soria á P u i g -
á saber: las de P u i g - S a m p e r en Sepúlveda Samper, y le reiteró incorporase á su co-
la noche del 2 7 , en combinación con las de lumna la del primero de dichos c o m a n d a n -
Segovia, que le reforzaban, y con e s t a y t e s , Azpiroz, marchando él á Monteagudo
otras columnas, la primera que había salido por Vellel, observando asi como hasta e n -
de la Guardia; en Almazan el 26 la de Man- tonces, los movimientos de Gómez, y en a p -
so; en camino sobre los carlistas la división titud de acercarse mas á la ribera.
tercera del ejército del Norte que conducía
En Monleagudo dispuso que Puig-Sam-
Alaíx, y en Alcalá la fuerza que había s a l i -
per fuese á Almazan para seguir á Sigüenza
do en la noche anterior.
si se confirmaban las noticias que recibió,
y tomando consistencia las de amagar el
paso del Ebro una nueva espedicion,. o r d e -
MOVIMIENTOS Y DISPOSICIONES B E MANSO. nó el 7 avanzase á este rio la brigada Ber-
n u y , reclamada por el general en gefe para
que en unión con la de Narvaez, se opusiese
CLIII. á esta tentativa; y á fin de que no faltase
en Soria una fuerza que, al paso que la p r o -
tegiese , sé ocupase en limpiar la sierra de
Antes de seguir á Gómez, continuaremos las partidas que vagaban por sus pinares, y
y concluiremos, por no volver mas á ellas, pudiesen hostilizar á una ú otra espedicion
describiendo las operaciones de Manso, aun en los desfiladeros del pais de Cameros, r e -
cuando su relación anticipe algunas ideas. forzó á Azpiroz.
Siempre con la idea de corlar á Gómez Vera marchó el 8 por Mediuaceli á Si-
su retirada por Aragón, á fin de que no se güenza , y Manso á Almazan, á donde llegó
incorporase á las considerables fuerzas que Puig-Samper el 9 , incorporándosele la c o -
sostenían la guerra en aquel reino y el de lumna de Vera en dicha ciudad.
Valencia, recibió sobre la marcha el dia 30 Relevado de la capitanía general en 1.°
de setiembre, en ella entregó á Manso el 10
f-l) Conducidos á Canlavieja, fueron r e s c a - | el mando á su sucesor.
tados por San Miguel cuando éste tomó la pía- ¡
za como hemos dicho. '
19S HISTORIA DE LA GUERRA CIVIL;

i Dejemos á Gómez en Utiel, donde se


detuvo como después veremos, para m a n i -
SIGUE GÓMEZ POU LA A L C A R R I A . — S E DIRIGE A festar que Alaix le siguió la pista hasta el
ARAGON Y RETROCEDE HACIA C U E N C A . — L L E - reino de Aragón. Allí ya, y viendo que se
GA A UT1EL, Y SE LE REÚNEN QUILEZ, MIRA—
internaba con destino al Maestrazgo, de
donde le bajaban refuerzos de mucha con-
LLES Y CABRERA.
sideración , capaces por sí solos de batir
en detall á dobles fuerzas de las que c o n -
taba la división, descalza, y desprovista de
CLIV. lo mas necesario, encaminóse á Cuenca en
busca de los mas indispensables recursos,
que pidió á la ciudad y al gobierno.
Dos horas después de haber dejado Gó- Dos días descansó en esta población, al
mez el campo de su fácil y completo triun- cabo de los cuales, sabedor de la nueva
fo, llegó la tercera división del ejército del ruta de Gómez, salió el 11 de setiembre al
Norte, que como saben nuestros lectores, punto que á su tiempo fijaremos.
conducía el infatigable Alais. Exasperado, Volviendo á Uliel, diremos que antes
y sus tropas , por la poca constancia y e s - de llegar á esta población , limítrofe del
casa resistencia de sus compañeros, no aflo- reino ele Valencia, se habia dirigido Gómez
jaron por eso en su tarea, y siguieron sin á Quílez y el Serrador, desde Jadraque,
descanso tras sus felices adversarios, que noticiándoles su victoria, manifestándoles
pernoctaron en Brihuega, atravesando la car- el embarazo que le causaban los prisione-
retera de Aragón por la venta del Puñal. neros de Malilla, y anteriores que conser-
El 31 de agosto fué Gómez á Esplega- vaba , y la conveniencia de asegurarles en
res, y al salir de esta villa ya invoque s o s - Cantavíeja y los. enfermos y las armas y
tener su retirada. Lo propio le aconteció al efectos que le sobraban, á cuyo fin, y el de
salir de Cifuentes, donde tuvo que a b a n d o - combinar operaciones que pudieran llevar-
nar la artillería cogida á López, que inutili- los á las puertas de Madrid, creía c o n v e -
zó antes. Hicieron noche los carlistas en el niente su incorporación.
citado Esplegares, y al otro día fueron á Con noticia Gómez de que Alaix no po-
Huerta de Hernando, donde supieron que día por el momento salir de Cuenca, sin
don Basilio había repasado el Ébro, ama- calzar su división ( 1 ) , y de que_ San M i -
gado por Manso y acosado por Azpiroz en guel no habia seguido el movimiento, r e -
Ruerem, y cuyas fuerzas venían sobre ellos; solvióse á dar descanso á los suyos, y á
y como se hubiese propuesto Gómez reunir- pertrecharse de lo que mas necesitasen,
se á don Basilio, y llevase la dirección en reponiendo las armas, construyendo l a n -

3 ue le creía, á íin de que se hiciese cargo


e los prisioneros y los internase en las pro-
vincias, si á ellas se dirigía, ó combinar en
zas, etc. Aguardaba también á los partidarios
mencionados, y á Cabrera, á quien desde
aqui ofició manifeslándole lo conveniente
otro caso las operaciones y movimientos, im- que seria para la causa de don Carlos una
posible ya uno y otro, concibió el p e n s a - entrevista en que concertar los medios de
miento de dirigirse á Canlavieja por desem- proseguir la obra que tan bien llevaba.
barazarse de los prisioneros y de los trofeos Llega el 11 de setiembre á Uliel, y te-
de su victoria. Y poniendo luego en ejecu- meroso \ l e que Alaix se moviese lo hizo él
ción esle propósito, emprendió movimiento para Cantavieja por Chelva, pero al llegar
hacia Aragón, y pasó el Tajo por Fuente de á la mitad de la jornada, recibe aviso de
la Tabuenca, prosiguiendo ó Zahorejas y Quílez v Miralles, participándole deberían
Fuente de Peralejos, sobre el mismo rio, lle- llegar á" Utiel el mismo d i a , con cuya n o -
gando á Orihuela del Tremedal, ya en Ara- vedad retrocedió, entrando todos en esta
gón. Tuvo aqui noticia que San Miguel (don
Evaristo), capitán general del distrito que
(1) Siempre la falta de calzado era un in-
pisaba, se hallaba sobre el camino d e C a n - conveniente 'dirán nuestros lectores) para
tavieja, y varió de dirección e n c a m i n á n - moverse las tropas, y los carlistas nunca s e
dose á tierra de Cuenca, pasando por Tor- • detenían oor esta causa. Asi era, y asi tema
r e s , Terriente, Salva-Cañete, Alcalá d é l a eme ser, porque aquellas no hacían lo que e s -
tos , proveerse individualmente de calzado,
Vega, Landete, y La Torre, y llegó á la i m - quitándole al primero que tenia zapatos. No
portante villa de Uliel el dia'7 de setiembre. esperimentabau por lo tanto, esta n e c e s i d a d .
DEFENSA DE REQUENA. 199

villa casi al mismo tiempo. Quilez conducía los presentados el 7.° batallón de Castilla,
tres batallones, y oíros dos, é igual número que prestó á los demás un servicio impor-
de batallones, Miralles, componiendo ambas tante guardando los prisioneros de Córdoba,
fuerzas un tolal de dos mil quinientos infan- Almadén y otros puntos, los batallones v a -
tes y ochocientos sesenta caballos, que reu- lencianos salieron lodos el 13 de Utiel,
nidas á las de los espedioionarios, compo- confiados en ocupar la población á que se
nían una respetable división de gente dura dirigían.
y acostumbrada á la pelea. Contaría Requena once mil habitantes.
Con este refuerzo, y contando también Situada en Castilla, al Norte, confinaba con
con Cabrera, detúvose Gómez el 12, en cu- el reino de Valencia. Circundada dos series
yo dia se le incorporó éste. de monles, y eran antiguas sus murallas y
Muy de notar es que, subalternos como castillo, célebre ya en los tiempos de la r e -
eran suyos los espresados Quilez y Miralles, conquista, por su defensa de las armas del
no contaron con Cabrera para reunirse á Gó- rey don Alfonso VIII de Castilla, que a) fin
mez. Tampoco Cabrera se detuvo en la C e - le recobró de los moros. Dada por el IV de
nia después de recibida el 11 la comunica- los Enriques en señorío á don Alvaro de
ción reseñada, y respondió á este llamamien- Mendoza, la historia se habia ocupado n u e -
to poniéndose luego en camino con Arévalo, vamente de su nombre al consignar las p á -
A r n a u , el cura Cala, dos ayudantes mas, y ginas de la guerra de sucesión, en que tan-
cincuenta ordenanzas capitaneados por Font, to sufrió, perdida y recobrada por el duque
y adelantándose,con los dos primeros, y re- de Orleans en los años 7 0 6 , y siete meses
levando los caballos con muías, hizo las nada mas habían trascurrido desde que ha-
cincuentas leguas que mediaban, en solo bia rechazado con éxito al caudillo de Tor-
veinte horas. losa, que poco acostumbrado al malogro de
Escusado es decir que se celebraron v a - empresas de este género, anhelaba dominar
rias conferencias de gefes, y que se acordó á Requena.
en las mismas el plan de operaciones s u b - Dos leguas distante, llegó descansada la
siguientes. Y á fin de hacer frente á lodas espedicion. Defendía la villa el coronel don
las eventualidades que pudieran ocurrir en José Albornoz, comandante militar del c a n -
el Bajo Aragón durante su ausencia, y que tón, sin mas fuerza que los milicianos y una
se hiciese menos sensible, nombró Cabrera compañía improvisada, Ululada provisional,
á Arévalo comandante general interino; tras- compuesta de los enfermos y cansados de
mitióle lodas sus facultades, dióle i n s t r u c - varios cuerpos del ejército. Al divisar á los
ciones, y con ellas marchó con dirección á carlistas, cubrió en lo posible algunos pun-
Cantavieja, con los prisioneros y enfermos tos, y se aprestó á la resistencia, sin intimi-
escoltados por un batallón. darse por el número de su implacable ene-
migo. El buen espíritu de la población y el
justo temor de todos lo's que lenian algo que
DEFENSA DE KEQUENA. perder, indujo á la mayoría de sus habitan-
tes á comprometerse en la defensa sin d i s -
tinción de clase, sexo, ni aun e d a d , a c o r -
CLV. dándose del carácter sanguinario, vengati-
vo y feroz de Cabrera. Acercóse con Gómez,
y reconociendo ambos el esterior de la v i -
Conformes los gefes carlistas en embes- lla, hicieron avanzar una columna compues-
tir á Requena, (y no lendria en este propósi- ta de las compañías de preferencia, cuyo
to la menor parte el deseo en Cabrera de movimiento seguia en reserva el resto de las
vengar el revés que un año hacia habia su- fuerzas, y situaron las dos piezas que l l e v a -
frido ante los desmoronados muros de la c i - ban, rompiendo sin demora el fuego de c a -
tada villa), y después de completado el ar- ñón y fusilería. Contestado vigorosamente,
mamento, de haber construido boinas, car vanas fueron las multiplicadas tentativas de
luchos y otros efectos, de haber provisto al la citada columna de ataque, con otras dos
arcipreste de Moya, gefe de los carlistas en para escalar el muro apenas guarnecido.
la provincia de Cuenca, de setecientos fusi- Rechazados en todas partes cuantas veces
les, diez y ocho acémilas, y veinte y dos embistieron, por mas que variaban e s t r a t o - -
caballos cansados; y después, finalmente, de gícamenle y con velocidad de dirección,
haber formado con los mozos que sacaban y porque al punto también acudían hasta las
200 HISTORIA DE LA GUERRA CIVIL.

mugeres, mudando las piezas, y desmonta- vióse el 11 en la misma, y pasó por Caña-
da una de las de Gómez, apeló al uso de la das del Hoyo, parando en Carboneras, y
persuasión, ya que no era fructuoso el de la esperando prudente el 15 y 16 los ciento
fuerza. cincuenta húsares que traia desde Lugo el
Invitó la rendición, ofreciendo respetar- valiente León, con cuyo refuerzo no era tan
lo todo, amenazando, de lo contrario, con el arriesgado un encuentro con fuerzas s u p e -
asalto y sus consecuencias. Rechazada y riores, y con el prestigio d é l a victoria, c a -
devuelta la invitación, que recibió simulada- reciendo él de artillería. Esta posición, a d e -
mente á causa de haber saludado á bala- mas, venia á ser central de la de Gómez, y
zos al parlamentario que la conducía, r e d o - por esto se halló el 17, en que salió de Car-
blaron Gómez y Cabrera sus esfuerzos, sin boneras, mas cerca de éste que el 1 3 , au-
conseguir mas que menguar sus filas. V e - mentada su caballería, y pudo resistir su
nia la noche, y perdida toda esperanza, tropa las penosísimas jornadas del 17 , 18
desistieron de su empresa y tornaron a Utiel y 1 9 , que dieron por resultado alcanzar y
temiendo la proximidad de San Miguel y batir al temible Gómez.
Alaix, y llevando, Cabrera especialmente, el Marchó Alaix ó Campillo de Alto-Buey,
despecho de este nuevo desaire. No imitó y el 18 á Tarazona, culebreando el 19 por
Requéna el ejemplo de otros pueblos y ca- Villargordo, Tealinos y Pinos, á fin de ocul-
pitales, que con medios de defensa, se a p r e - tar su movimiento, y llegó á la inmediación
suraron á franquear sus puertas á Gómez. de Villarrobledo antes del amanecer del 2 0 .
Sostúvose, por el contrario, heroicamente, Muy creídos los carlistas de que se apo-
y acreció su nombradla conquistando el t í - derarían de Madrid con la facilidad que de
tulo de ciudad, con que las cortes premia- Oviedo, salieron el 18 de Albacete y d u r -
ron la bizarría de sus moradores, y presen- mieron en La Roda, y el 19 en Villarobledo,
tando á la fuerza ciudadana otro d e s ú s glo- población de mil ochocientos vecinos, poco
riosos timbres. distante de la carretera de Madrid.
Descansaron en Utiel los rebeldes todo Desde que Gómez salió de Albacete s u -
el día 14, y con intento nada menos que de po el movimiento de Alaix, y deseando dis-
amenazar á Madrid, salieron tercera vez tinguirse los valencianos y aragoneses, que-
el 1 5 , dejando á la derecha el camino de rían batirle. Por esto fué general el senti-
Cuenca y marchando hacia Albacete, por miento que produjo el ver que no se iba á
ocultar sin duda su verdadera dirección , y su encuentro, pero se tranquilizaron los im-
no llamar fuerzas á la desguarnecida r e s i - pacientes á causa de lasseguridades q u e r e -
dencia del gobierno. cibieron de que se pensaba en ello, y d e q u e
se escogería el momento mas oportuno de
verificarlo.
LLEGA LA ESPEDICION Á ALBACETE. — SU Hizo alto Alaix á medio tiro de fusil del
nEBKOTA EN VILLAKOBLEBO. pueblo, junto á un olivar espeso, y alli fue-
ron formadas por compañías las tropas, s e -
gún iban llegando. En masa y a , creyó c o n -
veniente manifestar á los soldados que ya
CLVI. tenian á la vista al enemigo que perseguían,
y recomendarles la serenidad y confianza
que les habia dado el triunfo en Escaro, t e -
Pasaron el Gabriel los carlistas y l l e g a - niendo presente que no era el número (no
ron á Casas de Ibañez, que incendiaron (1), pasaban de cuatro mil los infantes y t r e s -
teniendo que acampar en las afueras; y s i - cientos cincuenta los caballos), sino el a r r o -
guiendo su ruta el 16 por Badiel y la J e r - jo y la bizarría los que vencen. Animada
quera, llegaron y entraron por la tarde en con esto la tropa avanzó al toque de diana,
Albacete, ciudad abierta, y que por esto llegando casi á las tapias sin tropezar con
abandonó la milicia y autoridades, retirán- una avanzada, pues creyendo Gómez á su
dose á las Peñas de San P e d r o . adversario distante por lo menos una j o r n a -
Noticioso Alaix de esta dirección, m o - da, se habia entregado al sueño sin las pre-
cauciones que le aconsejó Cabrera. Y Gómez
fué el primero que, dirigiéndose presuroso
(4) Dio motivo á este acto el cuasi total al portillo por donde penetraba Alaix, le re-
abandono en que hallaron la población. Otros
se citan, pero no respondemos de su exactitud. conoció revolviendo á escape. Comenzaban
SALIDA DEL MINISTRO DE LA GUERRA. 201

á defendérselos carlistas de los puntos avan- que se debe á la historia y á las cenizas de_ 4

zados desde las bocacalles y casas, y los ambos, cuyo esfuerzo lenian ya tan a c r e d i - ^
soldados de la reina les fueron desalojando. lado.
Reunidos los demás en las afueras, forma- Debemos también manifestar, que á
ron los carlistas en el punto designado y nuestro parecer no habria sido el mismo
aguardaron. No se detuvo Alaix. A la c a - el éxito del combate, á ser Cabrera el g e -
beza de cuatro batallones y doscientos ca- fe. Reprobamos su ferocidad, pero hacemos
ballos conducidos por León, á pesar de la justicia á sus prendas militares. Caso que
niebla se rompió el fuego por ambas p a r - Cabrera se hubiese dejado atacar en Villaro-
tes con calor, pero una carga impetuosa de bledo, no le habría cogido Alaix despreveni-
la caballería carlista, empeñó á loa húsares, do, y gracias á él, solo á él, no acabó allí
que, atrayéndose á su segundo amago dos la espedicion. Gómez no adoptó mas precau-
escuadrones enemigos, se arrojaron tan opor- ción que la de situar una corla avanzada, y
tuna y decididamente, que, envolviéndolos Cabrera le hizo presente que nunca debía
León con solas dos mitades, y acuchillándo- sobrar la vigilancia, proponiéndole otras
les sobre su infantería, que les sostenía, lle- medidas; pero atribuidas á esceso de p r u -
gó á rebasar él mismo por su flanco derecho dencia, lejos de acostarse como Gómez, y
la línea enemiga, colocándose á retaguardia descansar tranquilo, se procuró noticias del
de las primeras masas por donde aquella se enemigo, enviando un espía y una d e s c u -
prolongaba. En esto, las dos columnas de bierta. A media noche regresó aquel, y le
infantería llevadas por Alaix lateralmente dijo se hallaba la vanguardia de Alaix á dos
al paso de carga, se colocaban á la vez so- horas. En vano intentó lo supiese Gómez, á
bre el flanco mencionado délos carlistas, re- quien de su orden, no quisieron despertarle
sultando que sus masas se vieron estrecha- para nada, y á poco regresó la descubierta
das por frente y retaguardia. Estaba decidi- huyendo de la de la vanguardia espresada.
da la batalla; no quedaba otro recurso que Personóse ya Cabrera en el alojamiento de
la dispersión, y se pronunció por el ala i z - Gómez, que al fin se levantó, y confiado
quierda, viendo arrollados y cortados por aun en demasía, no tomó las resoluciones
el bravo León dos batallones que los mis- que las circunstancias indicaban. No hizo
mos ginetes carlistas desordenaron. Las lo propio Cabrera, y aunque sin tocar cajas,
demás fuerzas se sostuvieron en retirada por oponerse Gómez, fué preparando su
por batallones en columna cerrada, en di- gente, que comenzaba á formar, saliendo de
rección á la Osa de Montiel, renunciando á su alojamiento al tiempo que invadía á V i -
encaminarse á Madrid. llarobledo Alaix. Verdaderamente sorpren-
Cabrera cubrió la retaguardia, sin lo dida la de Gómez, debió á la de Cabrera
cual acaso no habria entrado Gómez en Cór- que sostuviese el choque de Alaix, mientras
doba, y llegaron de dia ó dicho punto. Mil se reunieron todos.
doscientos setenta y cuatro prisioneros, en- Después de tres dias de andar incesante
tre ellos cincuenta "y cinco oficiales, dos mil y de la faliga de la jornada, embarazado
fusiles, dos pedreros, multitud de acémilas, con los prisioneros y trofeos de la victoria,
bagages, y cargas de municiones, sin c o n - no pudo seguir Alaix muy lejos la retirada,
tar los muertos y heridos, fueron el resulta- y volvió á Villarobledo, donde solicitó el
do de la acción, á costa de cuatro de los mismo día (20), se le desembarazase de
primeros y cuarenta y cinco de los segundos. aquel obstáculo para poder continuar sobre
Triunfo de tanta importancia entonces, Gómez, impidiendo se rehiciese lo posible
suscitó mas adelante la rivalidad de los dos del quebranto que le habia ocasionado.
valientes militares á que se debió, ^tribu-
yéndole sus respectivos apasionados ya al
uno ya al otro. Nosotros, que no hemos t e - SALIDA DEL MINISTRO DE LA GUERRA. / (
nido la honra de tratar mas que al uno,
creemos que fué obra de los dos, porque si
bien el héroe de Velascoain se colocó á r e - CLVII.
taguardia de la infantería enemiga, la estre-
chó á la vez Alaix por vanguardia, y tuvo
que rendirse no pudiendo desplegarse. Ni Dejando para mas adelante dar c u e n -
el uno ni el otro habrían alcanzado solos ta de como resignó el ministerio M e n -
victoria tan importante. Esta es la verdad dizabal la dirección de los negocios p ú b l i -
TOMO ni.
HISTORIA DE LA GUERRA CIVIL.

eos, (de que se encargó en 15 de mayo la de acción en los negocios d é l a guerra, las
reacción liberal personificada en Isturiz) en operaciones militares eran loscimienlosver-
los momentos precisamente en que se p r e - daderos del grandioso edificio de la r e g e -
paraba el mas franco de los gobernantes á neración política. Conociéndolo asi Rodil, y
un sacudimiento vigoroso y enérgico contra que no era sazón de marchar desprovisto el
los carlistas; de como sucumbió al peso ejército de los recursos necesarios, sin m a -
de la opinión pública, que interpretó fiel- terial de campaña ni la conveniente organi-
mente la representación popular, r e s t a - zación, transigió sin embargo con la n e c e -
bleciéndose en la Granja la Constitución sidad, con el general deseo, y con las exi-
de 1 8 1 2 , y que siguió la suerte de aquel gencias de sus colegas, y salió de Madrid
el joven general que acaudillaba el ejér- el 21 de setiembre para dar impulso á una
cito del Norte, la vuelta de Rodil al po- campaña que no se podia retardar, a t e n d i -
der fué muy lógica, y la opinión recibió da la estación, á dirigir las operaciones m i -
bien su nombramiento para el departamento litares, á ser el centro de la guerra, no á
que habia ya desempeñado, con faculta- desempeñar el papel de un general de divi-
des tan amplias como las de sus a n t e c e - sión ó de un gefe perseguidor, sino á ser el
sores, después de habérsele fiado el reem- ministro desembarazado del cúmulo de ne-
plazo de Córdoba. gocios, del círculo de pretendientes, de los
Pero la situación en que se hallaba el consejos del gabinete; el ministro en c a m -
pais era entonces muy grave. Las exigencias paña que solo tuviese que atender á la d i -
mas perentorias rodeaban al gobierno. La rección de las operaciones y al movimiento
convulsión habia dejado llagas profundas de los ejércitos. La necesidad de circular
que cicatrizar y mil atenciones que cubrir. sus órdenes á todas parles, le hacia conser-
Exhausto enteramente el Tesoro, y sin c r é - var un centro común entre las fuerzas del
dito, desatendidos todos los ramos, despe- Norte, de Aragón, y divisiones espediciona-
dazando los rebeldes el centro de Castilla, rias; y desguarnecida la capital cuando una
fermentando de una manera imponente en espedicion enemiga procuraba forzar los
Aragón, y dejando tras de sí hondas hue- puertos de Asturias, cuandoVillarrealinten-
llas en Asturias y Galicia, la guerra en el laba pasase el Ebro una parle de su ejército,
Norte reclamaba un esfuerzo inmediato, y cuando Gómez pudiera burlar la persecu-
la ley fundamental del Estado, su respeto, ción, y ser turbada por tantas causas la tran-
cuando ni ya el pais podia secundar el s a - quilidad de Madrid, y cuando se le p r e v e -
crificio á que se prestó generoso á escita— nía que constantemente le protegiese, q u e -
cion de Mendizabal, y era mas necesario daba de hecho embarazado, sin poder a l e -
infringir no pocas veces la constitución. jarse demasiado de aqui, ni menos p r o n u n -
ciarse en seguimiento de Gómez á lodas
No era posible con estos antecedentes
partes.
preparase Rodil inmediatamente una c a m -
paña decisiva, como la nación necesitaba. Resistíase por estas causas á salir p r e -
Era forzoso crear recursos, y para ello tiem- maturafy precipitadamente, careciendo casi
po. El nuevo plan de campaña exigía su es- de lodos los elementos debuen éxito, y con
tudio, y mientras allegaba los recursos d i s - un ejército, que habia consumido durante el
tribuía convenientemente las fuerzas, y o r - ministerio Isturiz los recursos allegados por
ganizaba todos los elementos que debían el de Mendizabal. Sin mas fuerza material
concurrir á impulsarles á la vez. Madrid, que algunos batallones, en que algo tenia
residencia del gobierno, era el único p u n - (pie hacer la disciplina, creyó marchar a su
to á propósito para dirigir la guerra, hasta descrédito y ruina. Pero el ministro de H a -
que combinado todo y en movimiento, vola- cienda le garantizaba el suministro de lo
se el gefe al punto que reclamase su p r e - necesario, y estaba en el interés de todo el
sencia. gabinete, que necesitaba una victoria para
Pero á pesar de los esfuerzos del g a b i - reanimar el crédito que á toda costa pedia.
nete Calatrava, los grandes aprestos no se Sin mas que dos millones de reales es-
bacian ni se llevaban á cabo otras medidas casos para todas las atenciones del ejército,
con la urgencia que la pública ansiedad, la salió con solo un criado en dirección de Al-
consolidación del nuevo régimen, la esta- calá. Uniósele en el camino el general Car-
ción del otoño, y otras consideraciones i m - ratalá, y la secretaría de campaña con el
portantes reclamaban por momentos i m p e - capellán del cuartel general. Los batallones
riosamente. Necesidad creciente la rapidez l . ° y 2.° de la Guardia provincial, y el
CUESTIÓN DE LOS PRISIONEROS DE VILLAROBLEDO. 203

1.° del tercer regimiento de la Guardia del hecho de Villarobledo, y suspende su


blanca, que á su salida tres dias antes de la salida el cuartel g e n e r a l , quedando en o b -
corte, habian dejado traslucir síntomas poco servación de datos positivos, y previniendo
favorables á la disciplina, recibieron con inmediatamente á las brigadas Narvaez y
alborozo por la t a r d e , esparramados por las Bemui suspendan su marcha por Molina á
plazas y calles, á su gefe, que saludaba á Moya , y aprobando la del capitán general
todos afable y hablaba á muchos, haciendo de Castilla la Vieja, de cuyas fuerzas se
presagiar esta espansion el completo r e s t a - encargaba sobre Brihuega, mandándole per-
blecimiento de la disciplina en aquellos v a - manecer en aquel punto hasta nueva o r d e n .
lientes.
Considerando el formidable aspecto que
los carlistas del bajo Aragón unidos á los
de Gómez presentaban sobre la línea de CUESTIÓN DE LOS PRISIONEROS DE VILLARO-
Castilla, y las provincias del Mediodía, ame- BLEDO.
nazando á la vez diferentes puntos, se pro-
puso Rodil cubrir á Madrid constantemente,
y las capitales Cuenca y Toledo , á fin de
hacer imposible las escursiones por el inte- CLVIII.
rior, y al propio tiempo ocupar con las c o -
lumnas que constituían el ejército del c e n -
tro los puntos mas estratégicos, estrechando Recibió Rodil el 2'á el parte oficial de
asi al enemigo, y obligándole á batirse en la victoria de Alaix, y conociendo la i m -
su retroceso sobre Aragón, ó en sus i n v a - portancia de quitarle el embarazo de los
siones sobre Andalucía, la Mancha, Cuenca, prisioneros, dijo el propio dia al e n c a r g a -
Toledo y otros puntos. do del ministerio de la Guerra, el mariscal
Contaba para la ejecución de este plan de campo don Andrés García Camba, d i s -
con veinte y dos mil quinientos hombres á pusiese lo conveniente para que fuesen d i -
que ascendería el ejército del centro; con rigidos inmediatamente sobre Andalucía,
cinco mil setecientos infantes y trescientos Alicante y Cartagena, designando para su
caballos que conducía él mismo; con otros depósito los pueblos mas liberales, y p r e v i -
tres mil quinientos y ciento noventa caballos niendo les escoltase la milicia, con el fin de
que llevaba Alaix; con cuatro mil trescien- no desmembrar las fuerzas de Alaix, q u e
tos de los primeros y trescientos de los s e - debían emplearse íntegras en la p e r s e c u -
gundos que acaudillaba San Miguel, c a p i - ción de Gómez, y que los comandantes gene-
tán general de Aragón; con .tres mil qui- rales de Toledo, Ciudad Real y Albacete,
nientos que compondrían las brigadas de cooperasen eficazmente y auxiliasen á Alaix.
Bemui y Narvaez, y con ochocientos que Pero á pesar de todo, y d e q u e no se podia
mandaba el coronel Azpiroz. ocultar al ministro suplente, que fechada es-
La situación de las brigadas reunidas ta orden dos dias después de la batalla, no
seria, según ordenó, sobre Medinaceli o b - podrían llegar las indicadas hasta el cuarto
servando el Ebro, é impidiendo la comuni- dia ó el quinto, cuando distarían infinito
cación á los enemigos entre Aragón y el los carlistas, dictó la siguiente, en completa
Norte; Azpiroz situado en Soria estaba aler- oposición con loque se Te prescribía: «S. M.
ta de cualquier irrupción del Norte ; N a r - la reina gobernadora ha tenido á bien a u t o -
vaez cubriría la línea de Valencia; y las rizar á V. S. para que pueda tratar y v e r i -
demás fuerzas se moverían en persecución ficar el cange de los prisioneros faccio-
directa, protegiendo al mismo tiempo las sos que se hallan en poder de las tropas
provincias meridionales, y la capital de la que V. S. manda, procedentes de la acción
monarquía. La división de la Guardia, sostenida el dia 20 del actual en Villaro-
compuesta de dos brigadas, mandadas la bledo.»
primera por Buerens y la segunda por R i - Juzgúese del efecto que produciría esta
bero, quedaría á las inmediatas órdenes del disposición en el ánimo impaciente de Alaix
ministro. por sacar partido de su triunfo sobre Gómez.
Está formada la combinación, los cuer- Desde que comprendió en Vitoria todo el
pos ocupan los puntos que se les han desig-
n a d o , y el movimiento deberá comenzar
simultáneo y general. Pero llega la noticia
Eroyecto político que la espedicion encerra-
a, verse detenido á los dos dias de su v i c -
toria por un ministerio progresista, de la
204 HISTORIA DE LA GUERRA CIVIL.

misma manera que lo habia sido Espartero pado en la conducción de los prisioneros,
al siguiente de la de Escaro por otro m o d e - diciéndolelo siguiente (1):
rado, era cosa que no podia esplicarse satis- Se ha hecho cargo también al ya difun-
factoriamente. Y no podia ignorar Camba to marqués de Rodil, de no haber d e s t a c a -
que Gómez carecia de prisioneros por h a b e r - do algún batallón á Villarobledo, que se
les remitido áCantavieja; y aun cuando los encargase de los prisioneros como medio
tuviera, y en mayor número que Alaix ¿ c ó - mas pronto y espedito. La situación respec-
mo imaginar que habia de volveratrás, don- tiva ilustrará este punto completamente. No
de quiera que se hallase, para descargar eslaba reunida la división de la Guardia, di-
precisamente á su enemigo de la única tra- seminada entre Alcalá, Guadalajara y R r i -
ba que le impedia perseguirle? Y en todo huega. El punto mas inmediato á Villaroble-
caso no era entonces conveniente el cange. do, era el primero, distante, sin embargo,
Detenido asi el vencedor en Villaroble- treinta leguas. Era indispensable, de consi-
do, retrogradó el dia 25 á Albacete, donde guiente, tardar cuatro dias, y se habria l l e -
dejó, y en la Roda, el grueso de la división, gado al finar el 2 6 , cuando ya se habia ale-
pasando á Hellin con las compañías de c a - jado Alaix para entregar los prisioneros. Y
zadores y la caballería, á entregar los p r i - no se trate de las fuerzas en Guadalajara y
sioneros. Verificada la entrega el 28 en Brihuega, á mayor distancia. Por otra par-
Torrava, al coronel don Sebastian Velasco, te, los batallones en los tres puntos mencio-
que mandaba el batallón de nacionales de nados, habian salido de Madrid precipita-
Hellin, doscientos setenta infantes de África damente, y desprovistos de todo, no habrían
y sesenta caballos del 1.° de ligeros, i n - podido forzar mucho su marcha, y era p r e -
corporóse el 29 á sus tropas, y por Borrax, ciso atender á fray Esperanza y al arcipres-
el Bonillo, Villahermosa, y Torrenueva, te de Moya, que amenazaban á Cuenca. Un
corrió tan tarde á buscar otra vez la huella batallón á la ligera, sin caballería, no solo
de los carlistas, condecorado con la gran podría ser detenido y molestado por estos,
cruz de San Fernando, en galardón mereci- sino destruido en la travesía. No habia, pues,
do de su destreza y valor, y engalanadas otro medio mas pronto y conveniente, mas
las banderas y estandartes de todos los cuer- seguro y eficaz, que apelar á la guardia na-
pos con las corbatas de la misma orden. cional y fuerza disponible de las poblacio-
No obstante la prevención de Rodil, nes mas próximas, y el gobierno debió, al
que han visto nuestros lectores, acerca de instante de saber el resultado de la jornada
los prisioneros, se le ha hecho un cargo de del 2 0 , destinar estas fuerzas al efecto es-
no haber dispuesto de ellos, dejando de s a -
car todo el fruto de un hecho de armas tan
(1) El paso de la facción de Gómez á A n -
brillante, debiendo hacer uso de la guardia \ dalucía, ha resuelto las dudas que pudieran
nacional y de las fuerzas de las provincias li-' existir acerca del partido que conviene tomar
mítrofes. No es procedente el cargo, porque En su consecuencia, he dispuesto que esa d i -
hizo mas Rodil, en su deseo de acabar con visión, acto continuo de recibir esta orden, y
sin esperar el regreso del general Alaix, si y a
la espedicion. Suponiendo que parte de las no lo hubiese verificado, emprenda la marcha
fuerzas de Alaix condujesen los prisioneros á por la via mas corta, y se dirija en seguimien-
Cartagena, se dirigió al gobernador de la to de la facción. Antes de la partida, r e m i t i -
misma, con objeto de que lo preparase lodo rá V. S. un estraordinan'o ganando horas al
porque no se detuviesen un momento, a ñ a - general Alaix, dándole un traslado de esta or-
den para que, con la actividad que le distin-
diéndole: «Y siempre seria un gran servi- g u e , se apresure á ponerse al frente de la d i -
cio el que prestaría Y. E . , si ahorrase algu- visión. En este momento despacho un correo á
na marcha alas mencionadas tropas, salien- Madrid, para que esa división sea reforzada
do á recibirlos prisioneros.» Al mismo tiem- con un escuadrón de los e x i s t e n t e s en la Man-
po espidió Rodil órdenes para distribuirles cha, pero que no se detenga por esto en m a -
nera alguna esa división ni un momento. U r -
en puntos seguros, al capitán general de g e , sobre todo, que Gómez no tenga tiempo
Valencia, y no creyendo haber hecho lo de reorganizar sus fuerzas, aumentarlas, ni
bastante con las prevenciones espresadas, adquirir prestigio en_el país por la impunidad
todavía el 3 0 , en el momento de saber en con que de él se enseñorearía si no s e v i e s e
acosado de cerca, y siempre temeroso de una
Yillarejo de Fuentes el movimiento pronun- nueva derrota. Cualquiera que fuesen las
ciado de Gómez sobre Andalucía, se dirigió vicisitudes ulteriores, solo temibles en la tar-
por estraordinario á Alaix, ó al encargado danza, encargo mucho la frecuencia de las
del mando de la división, por si estaba ocu- comunicaciones con la corte y conmigo.
MOVIMIENTOS DE RODIL. 20D

presado. No lo hizo, y Gómez pudo pasear Hablando, como de coslumbre, á c u a n -


las provincias del Mediodía, como desde tos le rodeaban con llaneza sin igual,
luego dio á conocer su rula sobre la Osa de recordando á unos y otros sus victorias,
Monliel, llave de las mismas. Rodil atendió asegurándoles que sería el' primero en el
en cuanto pudo á las necesidades de la s i - combate, no tuvo límites el entusiasmo de
tuación, y no proceden las acusaciones que aquellas brillantes tropas, por cuyo b i e n e s -
en este particular seledirigierondespues sin tar tanto se afanaba su gefe supremo, l l e -
exacto conocimiento de causa. De c u a l - vándoles por pueblos de recursos, abonándo-
quier modo, y sin penetrar nosotros en el les religiosamente su h a b e r , racionándoles
campo de las intenciones (aludimosalas que- por adelantado, con carne y vino siempre,
jas posteriores de Rodil), no podemos desco- proveyéndoles de calzado, procurándoles,
nocer cuan erradamenteprocedió Camba ma- en fin, las posibles comodidades, y p r e v i -
logrando una de tantas ocasiones como d u - niendo sus quejas, que escuchaba con amor,
rante la lucha se presentaron favorables á cuando no podían menos de producirse. Asi
la causa de la legitimidad. Pero sigamos al contaba con el cariño del soldado, asi h a -
ministro efectivo de la Guerra, observando cia de él lo que queria, sin permitir que en
la dirección que la imprimía, para que pue- l o m a s mínimo se relajase la disciplina, ni
dan sin otro dalo juzgar nuestros favorece- que nadie faltase á sus deberes en lo mas
dores si fué tan acertada cual era menester, mínimo ; pero no vio muy cumplido su
y sí Rodil llegó á merecer la persecución deseo.
d e que fué blanco. Paró en Sacedon y Buendia el cuartel
general, y continuó el 26 á Huelo por Gar-
cinarro, retirándose á Valladolid Puig-Sam-
MOVIMIENTOS DE RODIL. per, con la brigada de su mando. La de
Ribero salió el 27 á Carrascosa, donde hizo
noche, y en el mismo dia se organizó el
CLIX. estado mayor, de que fué nombrado gefe
Carratalá, y los brigadieres don Bruno Gó-
mez, Araoz y Flinter, el coronel P a r r a , y
El ministro de la Guerra comunicó el los comandantes Gascón y Cormano, i n d e -
fausto acontecimiento del 20 á los gefes en pendientemente déla sección del ministerio.
operaciones, y reclamó el citado día 22 el Movióse el día 28 á Uclés el cuartel g e -
personal y material necesario para los hos- neral , y allí pernoctó la primer brigada,

¡ )itales militares en Cuenca y Guadalajara,


as brigadas para la conducción de víveres
y municiones y otros medios, saliendo el
y en Saelices la s e g u n d a , verificándolo al
otro dia en Villarejo de Fuentes y Villar de
Cañas, respectivamente', é incorporándose
23 de Alcalá con todas las fuerzas, y per- una compañía de zapadores con sus útiles.
noctando en Guadalajara. El 24 siguió á En aquel dia llegó un estado de las
Tendilla por Orche, con objelo de situarse fuerzas del ejército del Norte, que con las
entre San Miguel y Alaix y las brigadas legiones estrangeras, ascendian las disponi-
Narvaez y Rernui, procedentes del Norte, bles á óchenla y tres mil quinientos cuarenta
uniéndose al día siguiente en Sacedon con y cinco infantes y tres mil seiscientos veinte
Ribero, suponiendo que el primero habría y tres caballos, distribuidas en catorce b r i -
seguido las fuerzas de Quilez y el Serrador, gadas. Detúvose Rodil el 30 despachando
y que se habría desembarazado el segundo los asuntos de este ejército, y socorriendo
de los prisioneros. al del centro con parle de los 7 5 , 0 0 0 duros
El 21* salió á Buendia, distante siete que acababa de recibir, y ya en la noche
l e g u a s , y cerca del puenle de Auñon s o - supo que Gómez había penetrado en Anda-
bre el Tajo: alcanzó el cuartel general á la lucía , que Alaix se dirigía sobre el enemi-
brigada Ribero. Magnifico fué aquel m o - go á marchas forzadas, y que habia pasado
mento, y de interés el espectáculo que la el Ebro una nueva espedicion, la de Sanz.
naturaleza misma parecía engrandecer y Partió Rodil el dia 1.° de octubre, rea-
hermosear. En medio de las filas Rodil, sumiendo en sí la inspección de la Guardia
«vuestros compañeros, dijo á los soldados Real, que habia dimitido el capitán general
del Príncipe, han ganado para su bandera de Castilla la Nueva, á causa de hallarse
la corbata de San Fernando» y un g r i - alli la mayor fuerza de este arma, y d e s -
to uuánime pidió la ocasión de ganarla. cansó en c! Corral de Almaguer, cubriendo
206 HISTORIA DE LA GUERRA CIVIL.

siempre la corte, y sin olvidar el Ebro, á mosa, y pernoctó en Infantes (1), siguiendo
fin de quitar á Gómez toda esperanza de re- el 22 por Villamanrique y Fuentellano, á
pasarle. Sin duda se propuso quitar todo Chiclana de S e g u r a , donde durmió. Al
contacto al enemigo, aislándole, y p u d i é n - dia inmediato continuó por Andalucía, p e r -
dole asi batir por cualquier flanco, cubier- noctando en Víllanueva del Arzobispo, y
to el Tajo. enlró en la ciudad de TJbeda la tarde
El 2 de octubre pernoctó el general en del 2 4 .
gefe en Tembleque, y las noticias que r e - Desde Ubeda fué Gómez á Baeza, c a -
cibió el 3 , no muy contestes, le obligaron yendo en su poder algunos nacionales de
á detenerse y espedir las oportunas comuni- esta ciudad, donde descansó el 2 6 , entran-
caciones, tanto para saber de cierto lo que do en Bailen y Andujar sucesivamente.
hubiese, como para concertar las operaciones, Contaba Gómez con que se hallaría en
dependientes siempre de los cambios de di- sus inmediaciones alguna fuerza enemiga,
rección de los carlistas y de las tropas cons- procedente de la capital (Córdoba), y an-
titucionales. El punto ademas que ocupaba tes de acercarse á la citada Andújar, hizo
seria el mas céntrico para todo. adelantar uno de sus diez escuadrones. No
Sin noticias exactas de la espedicion salió errado su cálculo. Al otro lado de la
anunciada, movióse sin embargo Rodil el ciudad, junto al puente de Guadalquivir,
dia 4 , durmiendo en Orgaz y en Mora d e s - se hallaban situados cerca de doscientos
de la Guardia la brigada segunda. Forman- caballos procedentes de Córdoba. C a r g a -
do constantemente el centro, seguía p r e p a - da su vanguardia, compuesta de unos c u a -
rado á cortar á Gómez en su retroceso á renta, por el escuadrón carlista, se r e t i -
cualquier dirección. raron con escasa pérdida al divisar mayo-
Sanz habia pasado en efecto el Ebro, é res fuerzas, entrando estas tranquilamente
ignorada la dirección de Gómez, creyó R o - en Andújar.
dil no deber moverse los días S, 6, y 7, de De aquí pasó Gómez al Carpió, villa do
un punto de observación tan ventajoso. consideración, y el 30 de setiembre dio
Al fin el 8 pasó á Consuegra y Madri- visla, llegó y entró en la ciudad, cuna en
dejos, atendiendo á Estremadura y Murcia. otros tiempos del kalifaio español, y famosa
Sábese ya la entrada de Gómez en Cór- todavia por un templo que ha servido á tres
doba, y en su virtud, loma el cuartel g e n e - cultos.
ral la dirección de que hablaremos cuando Escusado parece añadir que se apoderó
dejemos á los carlistas, con asombro hasta Gómez en su tránsito de los caudales p ú b l i -
de si mismos, en posesión de la corte un dia cos y efectos estancados que le convenian,
d é l o s kalifas que dieron mas honor á Jos del armamento y fornituras de gran n ú m e -
árabes de España. ro de los milicianos, de caballos, y cuanto
fué su voluntad, vejando, como es consi-
guiente, á las pueblos, con sus crecidas
exacciones. Engrosó ademas sus filas con
SIGUE G05IEZ Á C Ó R D O B A . — S U ENTRADA EN
algunos voluntarios y mayor número de
ESTA CAPITAL. mozos, que sacó á la fuerza'.
Importante por su riqueza y vecindario,
por su situación y recorsos, por mas que á
CLX. Gómez lisonjease su ocupación, y estuviese
acostumbrado á invadir capitales, no habría
confiado en la de Córdoba, á no recibir de
Lamentando los caudillos de Aragón los carlistas que la habilaban, noliciasexac-
que laescesiva confianza de Gómez les h u - tas de la escasa fuerza que la guarnecía,
biese costado tanto, y desconlentos de ha- reducida, puede decirse, á la guardia n a -
llarse lejos de su territorio, tuvieron con- cional. Poco numerosa esta, y sin poder cu-
testaciones con a q u e l , é intentaron s e p a -
rarse, desistiendo al fin de su propósito (4) Se ha hecho cargo al comandante g e -
por la firmeza del espedicíonario , que no neral de la provincia de Ciudad Real, señor
les permitió llevasen las fuerzas que le Peña, por no haber hostilizado en este punto
á la e s p e ü c i o n con los mil infantes y quinien-
habían traído ; y sin detenerse mas que tos caballos que tenia en Almagro. Sin datos
la noche del 20 de setiembre, salió el 2 1 suficientes para juzgar de su procedencia , le
de la Osa de Montiel, pasó por Villaher- consignamos meramente.
SIGUE GOMEZ A CORDOBA. 207

brir las débiles tapias de una ciudad de puntos menos principales, fueron replegán-
tanta estension, decidióse á embestirla, y dose los nacionales al fuerte de la Inquisi-
precipitó su marcha sobre el Carpió, antes ción, al palacio del obispo y seminario, que
que viniesen tropas de Sevilla, Málaga y eran los de mas importancia, cayendo algu-
Jaén, y malograsen sus empresas. nos de aquellos en poder de Cabrera, y pe-
Ningún obstáculo halló en el camino, reciendo también otros en los encuentros
pues que al divisar á su gente la descubier- que sostuvieron. Guiado por los paisanos que
ta de nacionales á una hora de la población, á ello se le brindaron, llegó al mencionado
retiróse perseguida por Cabrera, Villalobos, palacio, cerca del cual murió el citado
Arnau y algunos ayudantes y ordenanzas, Villalobos, acribillado á balazos desde una
que avanzaron mucho mas de lo que la posada á que se habian refugiado algunos
prudencia permitía, pues adelantados tres nacionales de Iznajar, sacrificados después
cuartos de legua de la vanguardia, habrían por el hierro, ó por el fuego, á que Cabrera
pagado su temeridad si hubiese apoyado entregó el meson, furioso por la desgracia
cualquier fuerza á la que se retiraba. de su antiguo amigo y compañero, y como
Al pie de las paredes de Córdoba C a - si hubiesen hecho mas que defenderse.
brera y los demás espresados, porque no Llegan las fuerzas, y es circunvalado y
hubo quién hiciese fuego en las puertas, atacado el edificio, que encerraba las auto-
pensando solo en defenderse dentro los na- ridades y unos dos mil nacionales de i n -
cionales de esta capital y pueblos inmedia- fantería, inclusos los de otras poblaciones
tos con las autoridades y empleados, opinó alli refugiados, tres piezas de artillería, y
Villalobos por aguardar la infantería para mas de doscientos caballos. Fuérzase la
forzar las puertas, principalmente la Nueva; puerta principal del palacio del obispo,
pero Arnau principió á quebrantar el posti- abriendo brecha, y se retiran sus defenso-
go de üaena, desguarnecido al parecer, y res al recinto interior. Otro batallón e m b i s -
sin aguardar á los suyos, provisto de un te el fuerte de la Inquisición por la parte
hacha y algunos útiles en una casa del arra- de los jardines, cuyas paredes escala, y
bal, trabajaron con tanto brio entre todos, obliga á los que le'sostienen con vigor, á
que no tardaron en abrir brecha por la que se concentren en el punto de mas im-
cual cayeron las puertas. portancia, perdiendo los sitiados una de sus
Todavía quiso Villalobos esperar, limi- piezas, caballos y otros efectos. Todas las
tándose á defender aquella entrada, pero el casas que dan vista á los edificios atacados,
intrépido Cabrera estuvo porque no se d i e - vomitan incesantes fusilazos, contestados
se tiempo al enemigo para prepararse, sor- con igual viveza, y la noche se aproxima
prendiéndole dentro; y enviando de su e n - sin ceder los unos mas terreno, ni adelan-
trada por aquel punto un aviso á Gómez, tarse los otros. Intímase á los cercados la
penetró por la izquierda, y Villalobos por rendición, bajo la promesa de libertad, en-
la derecha, encontrando ó pocos pasos a l - tregando las armas, y resistida, sin e m b a r -
gunos soldados que venían tan tarde á cu- go del abandono de otros puntos que, a u n -
brir el punto que acababa de ser forzado. que secundarios, les servían de sosten, y
Aun así, habría sido desventajosa para los fueron sorprendidos; prometiendo, sin e m -
carlistas la escaramuza consiguiente, si no bargo, los encerrados no hostilizar, si des-
se les hubiese unido aquel destacamento, ocupaban los carlistas la ciudad, crece la
siendo causa esta defección de que Cabrera exasperación en que habia puesto á los c a r -
y Villalobos, lejos de pensar en retirarse al listas la pérdida de Villalobos, y ponen en
abrigo de los suyos, se internasen algo, en- acción todos los medios por reducir á los
comendando á sus nuevos auxiliares la enemigos corlándoles el agua desde luego.
custodia del paso que debieran obstruir. Apodéranse los batallones aragoneses del
palacio episcopal, y estrechando desde él
La confusión y desorden que la apari-
á los nacionales , incendian con camisas
ción inesperada de los carlistas produjo en
embreadas el seminario y caballerizas del
las calles, se aumentó con las voces y acla-
infante don Francisco, en que también se
maciones de los cordobeses adictos, que se
resistían. Sin mas abrigo que el fuerte de la
apresuraron á unírseles y abrirles otras
Inquisición, arrastran á él los milicianos
puertas. Nada, pues, tuvo de estraño que
sus dos cañones, y prosiguen la resistencia.
cuando un puñado de valientes esparcía el
Inútil ya, por el empeño de los carlistas,
espanto por la ciudad, se les creyese á todos
todavía intentaron los ciudadanos armados
dentro. Abandonados por consiguiente los
208 HISTORIA DE LA GUERRA CIVIL.

abrirse paso, pero rechazados y sin divisar midos, tambienfueron conducidas al fuerte,
socorro ni tener de que les llegase noticia y Gómez dispuso que una junta compuesta
alguna, sin agua, no habiendo permitido de algunos canónigos y otros eclesiásticos
abastecerse de lo necesario la prontitud que acompañaban á la espedicion, entre
con que llegó Gómez, y en tan lamentable los que iba el vicario general del ejército de
estremo, suspendieron el fuego al dia s i - Cabrera, don Lorenzo Cala y Yalcarcel, se
guiente, 1.° de octubre, y acordaron c a p i - hiciesen cargo de ellos, como se verificó.
tular honrosamente. Pero desechadas las La toma del fuerte, con fosos, e m p a l i -
condiciones propuestas, sin embargo de h a - zadas, puentes levadizos y aspilleras, todo
cer presente á Gómez que aun no estaban improvisado, costó á los espedicionarios ca-
reducidos al estremo de aceptar el rendirse torce muertos y veinte heridos, y los n a -
á discreción, como éste les exigió, volvieron cionales tuvieron cuatro délos primerosy ca-
á romper el fuego los encerrados con tal v i - torce de los segundos.
veza, que temerosas sus familias por las des- A seguir la opinión del gefe político,
gracias que podrían sobrevenir, consiguie- habríanseretirado todos sobre Sevilla, por
ron algunas pasar á verles. Sus exhortacio- escasa la fuerza para estorbar la entrada de
nes surtieron el efecto que anhelaban, y se los carlistas en población tan estensa; pero
entregaron bajo capitulación verbal los libe- triunfó el parecer contrario, y ya hemos
rales, quedando prisioneros de guerra y visto sus resullas. ¿Cuáles habrían sido en
despojados del dinero que llevaban, á p e - otro c a s o ? . . . . El compromiso, dijeron d e s -
sar de haberse ofrecido á todos libertad, aun pués los q u e d a d o s , en que se habrían visto
que oponiéndose á consignarla por escrito, los nacionales de las Andalucías, los mayo-
como se quería. Contáronse hasta cien oficia- res recursos que Gómez se habría p r o c u r a -
les de todas armas entre todos, incluso el do , la insurrección quizás de todas ellas,
comandante general Martí, que salió de p a r - el haber ocupado sus capitales, fijándose,
lamentario, el coronel Villar, y el coman- por último, en el p a í s , y quedando en él la
dante de artillería don Francisco Diaz Mora- guerra. Con la defensa de Córdoba, se detu-
les. vo a q u e l , a ñ a d e n , siete días, y no siguió
Es por lo menos curioso decir, que no a d e l a n t e , y pudo llegar á él Alaix, y v e -
creyendo la diputación provincial que la ve- nir sobre él mismo otras fuerzas que le h i -
jez del comandante general don Teodoro cieron retroceder, y murió el intrépido y
Galvez fuese á propósito para tan apuradas temible Villalobos.
circunstancias, nombró en su lugar al te- Cierto en parte lo indicado, no lo pare-
niente coronel Marti, como junta de a r m a - ce tanto el compromiso de los voluntarios
mento y defensa que á la vez era. Pero liberales ni la ocupación de las primeras
asustado con las pérdidas que ya empezaba ciudades, ni el arraigo de la lucha en el
á sufrir S. A. (de quien era apoderado) con suelo andaluz, porque reunidos los primeros
la defensa de las caballerizas, dimitió y y los de Córdoba á estas poblaciones, h a -
le sustituyó el coronel Villar. Grandes brían podido resistir mejor que Córdoba,
fueron las riquezas de que se apoderaron mientras las fuerzas, superiores entre todas,
los rebeldes al ocupar el fuerte, pues que que se dirigían contra su espedicion, la hu-
ademas de la plata de las iglesias, que se bieran batido en paises poco propicios á su
había recogido por librarla de los invasores, causa.
habian depositado en él los comprometidos Mas que probable este resultado, no sa-
lo mejor de su casa y de sus tiendas los c o - bemos los qué con él habría tenido para el
merciantes. Tres á cuatro mil fusiles, tres partido carlista el paseo entonces de los su-
cañones, y muchas otras armas y efectos yos por las provincias meridionales. Ya v e -
militares, municiones de boca y guerra en remos los que tuvo d e s p u é s , y es de todos
abundancia, seiscientas cabezas de ganado modos innegable que los enemigos de la
lanar, ciento cincuenta de vacuno, y los fon- reina y de la libertad celebraron en todas
dos públicos y los de algunos particulares, parles instintivamente la entrada de uno de
todo cayó en poder de Gómez; y aunque sus caudillos en la antigua corte de los A b -
se hicieron de todo cargo los empleados d e r r a m e n , y que alentó tanto sus esperan-
de la administración militar carlista no p a - zas cuanto tuvo de honda la sensación que
recieron cantidades de consideración ni causó enlre los liberales, y el disgusto que
efectos de gran valor que se reclamaron. Las produjo al ministerio; porque no es el atra-
alhajas pertenecientes á los conventos supri- vesar por todas p a r t e s , merced a los e l e -
SALE DE CORDOBA GOMEZ. 209

mentos que cuenta un rebelde para llevar ron estériles sus esfuerzos, porque si su
la delantera estorbando al que, le sigue y marcha hizo inútil la renovación de ayun-
debe atender á todos lados, lo que infunde tamientos de los pueblos que dominaron, y
á todos sus secuaces el aliento, porque pue- el régimen que establecieron, robustecié-
de decirse que h u y e , y el que huye va por ronse sus masas con los mozos que reclutó,
donde q u i e r e , es ia estancia quieta en una y viéronse henchidas sus cajas con la fuerte
capital importante lo que da prestigio al i n - contribución de guerra que impuso á los
vasor, porque prueba que no huye , que no liberales mas acomodados. Mas de dos mil
t e m e , su c o n f i a n z a en sí propio. La d o m i - ex-volunlarios realistas se unieron desde
nación de un pais es el objeto de toda r e - luego á sus compañeros de opinión , y d e s -
belión; cuando esta, p u e s , sienta segura pués de proveer de todo á Jurado y otros
s u p l a n t a , desafia al poder á que se opone, cabecillas, se crearon dos escuadrones con
y se debilita. Esto aconlenció, no precisa- los caballos y yeguas requisadas á S. A. y
mente con la toma de Córdoba, sino con su criadores del p a i s , encomendando el uno
tranquila posesión, con las medidas de go- ( a . ° por su numeración) al ex-oficial de la
bierno que e n siete dias adoptó Gómez. Guardia Tasier. El o t r o , fué llamado de la
Y no hemos de negar la importancia á Legitimidad, por ser casi todo de oficiales
los recursos que s e proporcionó, ni p r e s - que se presentaron y guardias que habian
cindir de la suerte que cupo á Almadén; sido de la real persona, y que no pudieron
pero aun sin e s t o , tanto fué el indujo polí- tener colocación en los demás. En reemplazo
tico de la estancia de Gómez en Córdoba de Villalobos, á quien se hicieron unas s o -
que difícilmente habría ganado tanto en berbias exequias, se dio el mando de la ca-
cualquier otro caso. ballería al brigadier Armijo, y cubiertas las
Levítica en gran parte la población de bajas de Yillarobledo, todavía se creó un
Córdoba, se entregó al pillage, después de cuerpo de infantería con la denominación de
s u alborozo, el populacho, especialmente de Córdoba , engalanándose con la música de
los barrios de Santa Marina y San Lorenzo, los milicianos el batallón de granaderos.
haciéndoles coro los invasores, hasta que Escusado es decir el regocijo exagerado
pudo Gómez restablecer el orden. á que se entregaron los carlistas cordobeses,
Los ruegos, por una parte, de tantos co- sus públicas demostraciones de contentó, sus.
mo se interesaban por los prisioneros, y por obsequios á los expedicionarios. Te-Deum.
otra el embarazo que causaban, hicieron iluminaciones todas las noches, fuegos de
que accediese Gómez á la pretensión de co- artificio, bacanales, nada dejaron de hacer
misionar al gefe político y al juez de prime- por manifestar su alegría, entregándose á
ra instancia cerca de AJaix proponiéndole escesos deplorables con los de opiniones l i -
el cange de los milicianos con los prisione- berales, que Gómez no pudo ya tolerar, fu-
ros de Yillarobledo, que creía en su poder. silando al fin á cinco paisanos y tres s o l d a -
Pero ya no les tenia, como hemos visto , y dos cogidos in-fraganú.'
fué inútil su misión , como lo habría sido en Lo mismo en Córdoba que en todas p a r -
lodo caso, por no dejar espedito Alaix á su t e s , el año 36 que el 2 3 , siempre fué el
adversario. A tiros, y no por c a n g e , dijo mismo el partido teocrático: su p l e b e , que
Alaix que les rescataría. es su núcleo, por su ignorancia, feroz, in-
Destacando á las poblaciones inmediatas tolerante y sanguinaria, ensañóse con sus ad«
algunas fuerzas, que advirtiesen á tiempo versarios de opinión.
la aproximación del enemigo, é hiciesen eje-
cutar las disposiciones de Gómez, creó una
junta de gobierno presidida por el deán de SALE DE CÓRDOBA GÓMEZ.—ENCUENTRO EN
la catedral, nombró autoridades, y procedió
ALCAUOETE.
e n lodo c o m o si hubiese de permanecer mu-
cho tiempo. Y e n verdad que no se detuvo
poco, y que n o citarán ios gobernantes e n -
tonces como título de gloria , ni la ocupa- CLXI.
ción ni la quieta estancia de los rebeldes
en capital tan populosa. Proclamas, bandos,
nada se omitió por engrosar las fuerzas car- Ufano Gómez con su dominación en la
listas, y adquirir mas recursos, privando provincia de Córdoba, que acogieron a l g u -
de ellos á sus contrarios, y á le que n o fue- Inos pueblos, se propuso cslenderla sobre
TOMO ni.
2t0 HISTORIA DE LA GUERRA CIVIL.

las inmediatas, particularmente la de Sevi- con el p a í s , y decidió evacuar la ciudad,


lla, y á este fin, y al de atacar una colum- como lo verificó en la mañana del 7 sin
na de provinciales, carabineros, y otras aguardar nadie al que habian olvidado en
fuerzas, que procedentes de Málaga, y á sus ilusiones, y apresurándose á no p r o p o r -
las órdenes del comandante general don cionarle otro Villarobledo.
J. A. Escalante recorría parte de la prime- Embarazado Gómez con los prisioneros
ra , salió con Cabrera el dia 4 de octubre, y equipages, y amenazado por Alaix, y
y por Castro del Rio se dirigió á Baena, algunas otras fuerzas á la v e z , todos en sü
donde hizo noche. Siguió en la mañana del r e d e d o r , arreglando su movimiento por el
5 su camino y no tardó en avistar en la de- - d é l a espedicion, m a r c h a n d o , descansando,
hesa de Alcaudete las avanzadas enemigas. retrocediendo y contramarchando si esta
Las fuerzas espedicionarias eran s u p e - marchaba, descansaba, retrocedía ó contra-
riores en ambas a r m a s , y las de Málaga marchaba, sin presentar jamás la batalla,
comenzaron á retirarse. Observa el gefe de fluctuó indeciso sobre el partido que mas
aquellas su movimiento, y poniéndose Ca- le convendría lomar á fin de burlar al ene-
brera á la cabeza de sus dos escuadrones, migo.
y llevando una compañía de cazadores á la Apurado el caso, consultó á los demás
g r u p a , da alcance á sus contraríos, que le gefes sobre sí deberían sostenerse en el
nacen frente. Trábase y se empeña la b a - país. Los aragoneses y valencianos desea-
talla; resisten vigorosamente los constitu- ban regresar al suyo, y como todas las no-
cionales las cargas impetuosas de los c a r - ticias que Cabrera recibía le llamaban al
listas, pero ceden al fin, abrumados por teatro de sus triunfos, se opuso á r a d i c a r í a
su número, y perseguidos largo trecho por guerra en Andalucía, y quiso socorrer á
la caballería, no pudieron rehacerse, sal- Cantavieja. Pero la situación era difícil, y
vándose en Marios los caballos y en la ve- como á pesar de los planes de Rodil, e s p e -
cina montaña los infantes. Cerca de t r e s - raba siempre Gómez hallar una salida y
cientos, prisioneros hizo en esta jornada burlar la vigilancia de las fuerzas que que-
Gómez, y orgulloso de su triunfo, pasó á ría combinar para una acción decisiva, que
Cabra y durmió el 6 en Lucena, enviando Gómez estaba resuelto á evitar á lodo t r a n -
á Córdoba los prisioneros y efectos a p r e - c e , siguió Cabrera y sus fuerzas prestan-
hendidos. El 7 llegó á Montilla, donde se do á los espedicionaríos el apoyo que, nunca
le incorporó el marqués de Bóvida con los como entonces necesitaban.
prisioneros, brigada, equipages y todas las Pero volvamos á Ja división de Alaix
fuerzas que le había dejado Gómez, dos ba- hasta dejarle donde recibió de Gómez la
tallones incompletos de voluntarios realistas propuesta de que hablaremos.
de Córdoba, la junta superior, y los p r i n -
cipales comprometidos en los dias anterio-
r e s , temerosos d é l a aproximación de los
liberales. MOVIMIENTOS DE A L A I X .

Esta llegada sorprendió á Gómez, por-


que todas sus confidencias estaban contestes
en que el movimiento de Alaix, única c o - CLXÍI.
lumna que creia poder inquietarle, era en
dirección de G r a n a d a ; pero Bóveda supo la
entrada de Alaix en Bailen, y receló p u - Al llegar este gefe á la Carolina y p e -
diese seguir sobre Córdoba. Entonces deli- netrar en Andalucía, propúsose, teniendo en
beró con la junta acerca de la resolución cuenta la ventaja que le llevaba Gómez,
que seria bien adoptar. Naturalmente o p i - variar de dirección, lomando en B a í l e n l a
naron porque no se abandonase la ciudad de Jaén por Menjivar, prometiéndose con
los que de ella se habían comprometido de- este cambio recuperar las nueve marchas
masiado, exagerando las ventajas inmedia- perdidas desde su victoria en Villarobledo.
tas de continuar en ella las fuerzas queda- Acertado fué sin duda este propósito,
das ; pero el marqués de Bóveda sabia que, porque nada adelantaba siguiendo tan de
á escepcion de algunos movimientos en sen- lejos al enemigo, que no era probable d e t u -
tido carlista, que fueron fácilmente sofoca- viesen las fuerzas á vanguardia del mismo,
dos los que no cedieron por si mismos cuan- y defendía al propio tiempo de la invasión al
d o se vieron sin apoyo, no se podía contar fértil país de Granada que se veía a m e n a z a -
MOVIMIENTOS DE RODIL.

do, y en cuya ciudad se preparó Quiroga á En esta disposición avanzó Alaix, d e -


sostenerse. seando realizar el amago con que entretuvo
Torció á Alcaudete, y aguardó en Alca- á su contrario, y ya el 12 por la noche lle-
lá la Real, tres leguas distante, el refuerzo gó á Córdoba en pos del mismo, alcanzan-
de cien caballos de Granada, que hacia n e - do y picando su retaguardia.
cesario el aumento que habian tenido en este Pero no anticipemos la segunda o c u p a -
arma los carlistas, reponiéndose mientras ción de ciudad tan renombrada, y veamos
tanto la tropa. En el primero de los dos qué hacia en tanto el ministro de la Guerra.
puntos se presentaron al general el gefe p o -
lítico de la provincia, don Esteban Pastor,
prisionero, en Córdoba, y un gefe carlista, MOVIMIENTOS DE RODIL.—OBSERVACIONES.
comisionados por Gómez, á pesar de no haber
tenido contestación á ninguna de sus comu-
nicaciones anteriores y de su negativa al CLXIII.
cange de prisioneros, proponiéndole la r e -
gularizacion de la guerra, designación de
puntos, establecimiento de hospitales, e t c . , La espedicion de Sanz hizo presumir al
y que á este fin tuviese aplicación el tratado general en gefe, que trataría de ponerse en
de lord Elliot, trocando por el pronto los contado con la de Gómez, y siempre fija
prisioneros de Córdoba, sin perjuicio de los en su ánimo la idea de poder atender á
que se hallasen en Cantavieja, por otros tan- cualquier p u n t o , pernoctó el 9 en Villaru-
tos carlistas. Vana también esta misión,, que bía y ViIIarta", con intención de corlar el
no creyó Alais humanitaria sino e s p i r a d o - paso deEslremadura á la espedicion. Cubier-
ra de su estancia y fuerzas por parle del ta la izquierda del E b r o , no era de temer
que acompañaba á Pastor, á quien detu- por ella ninguna incursión; la brigada d e
vo, impidiendo á aquel cumpliese la p a l a - Narvaez estaba alerta de cualquiera que se
bra que dio á Gómez, bajo su honor, de intentase por la derecha, y atendía los p u n -
presentársele á darle cuenta de cualquier tos de Soria y Sigüenza; San Miguel podía
resultado, y obligándole á que ocupase su perseguir á Fr. Esperanza en Aragón, sin
puesto, de nuevo insistió Gómez en su p r e - descuidar á Cantavieja , y hostilizar á G o -
tensión, renovándola el dia 9 desde Priego, mez si lomaba las sierras de Alcaraz y A l -
por medio de uno de sus comandantes de barracin ; la espedicion de Sanz tenia sobre
batallón, con un a y u d a n t e , dos ordenanzas sí suficientes fuerzas, y quedó espedito Ro-
y un corneta. Súpolo de antemano Alaix, y dil para caer sobre Eslremadura ó Andalu-
creído de que el verdadero objeto de tantos cía , si bien con el embarazo de la capital,
parlamentos y comunicaciones (1) era e n t e - que no lo permitía en su concepto, alejarse
rarse de su posición y demás, y consideran- demasiado para cubrir sus puntos v u l n e r a -
do á los enviados como verdaderos espias, b l e s , el Sud y Sudoeste, en posición de v e -
les detuvo en Alcalá el dia 9, y á fin de d i s - nir rápidamente á Madrid si necesilase su
traer de continuo la atención de Gómez, y protección.
desbaratar sus planes, estuvo en continuo
Comunicadas las órdenes oportunas p a -
movimiento de uno á otro punto hasta el
ra la defensa de los puentes y retirada de
dia 14, en que incorporados y seguros los
barcas sobre el Guadalquivir, el Tajo y el
cien caballos que aguardaba, podía seguirle
Guadiana, cuyo servicio se cometió en casi
con mas confianza.
todas partes á los nacionales, siguió el 10 á
Torralva de Calatrava y Daimiel, y el 11 á
(1) Es notable el empeño de Gómez de e n - Miguellurra y Almagro.
tablar relaciones con Alaix durante la e s p e d i - Con noticias aqui del curso de la e s p e -
cion. La resolución de su adversario en no a d -
mitir ningunas bajo ningún pretesto, la c r e e -
dicion de S a n z , se adelantó el dia 12 el
mos muy en su lugar. Habría tenido que dar cuartel general á Almodovar de Calatrava,
treguas A una espedicion aventurera y r e s p e - y á Puertollano, pronunciando su m o v i -
tarden obsequio de la misma, sus depósitos de miento sobre Andalucía, ignorando que Gó-
prisioneros y sus enfermos, libertándola por mez hubiese ya evacuado á Córdoba. Es.de
este medio del único embarazo que se oponía á
su movilidad; la habría dado una importancia advertir que casi siempre careció Rodil de
que no tenia, y habría fijado en un país v i r - noticias oficiales, ni aun dignas de crédito
g e n , no pocos elementos de guerra de que á acerca del paradero de los carlistas, c i r -
toda costa convenia alejarlo. cunstancia que debió tenerle menos alejado
212 H.STOMA DE LA GUEIVKA CIVIL.

del enemigo para procurárselas mejor, y flancos, y no debia ocupar otro punto estra-
que fuesen mas oporlunos sus movimientos. tégico que el que ocupaba. "Desde Orgaz
La ocupación de una capital de tanta llenaba de terror á la facción, que veia l o -
consideración como Córdoba bajo todos as- madas todas las avenidas; y si hubiese mar-
pectos, era un hecho demasiado grave para chado á Sierra Morena, le hubiese burlado
ser desatendido. Los enemigos del gobierno el enemigo con cualquier movimiento de
constitucional iban á infundir entre sus pro- flanco. Pero la espedicion se robusteció, to^
sélitos del Mediodía muy grandes esperan- mó á Córdoba, tuvo probabilidad de fijarse
zas, al verles en tranquila posesión de una en ella, y el ministro marchó desde luego
ciudad tan importante, y que tan numerosas paralelo al enemigo, dispuesto siempre ó mo-
fuerzas llevaban á unpais virgen y de tantos vimientos de flanco para proteger á E s t r e -
recursos el teatro de la g u e r r a : iban á e n - madura y cubrir la sierra de Alcaraz, p r o -
grosar sus partidarios y acrecer sus recursos, tegiendo siempre la corle.
privando de ellos al Erario; y cuando la na- No pasemos á la pretendida justificación
ción y la Europa vieran q u e , no obstante de la estancia en Almodovar, sin hacernos
las fuerzas en su seguimiento, sin embargo cargo de la precedente. Incompetentes, por
d e las jornadas de Villarobledo y Escaro, no conocedores del terreno, en cuanto á lo
no eran unos aventureros que merced á la mas ó menos estratégico del punto de O r -
violencia, podian correr acá y acullá o b s - gaz , y concediendo desde luego su prefe-
truyendo el paso á sus contrarios, sino i n - rencia, no vemos que pudiese proteger el
vasores, victoriosos en muchas partes, con director de la guerra su derecha é izquier-
elementos para establecerse frente á frente da , quedándose tan atrás de los espedicio-
de sus perseguidores, y en las provincias narios. Cuando hubiese llegado á saber sin
precisamente tan conocidas por su adhesión gér.ero alguno de d u d a , tan escasas e n t o n -
a los principios liberales, no podrian menos ces las comunicaciones oficiales, tan contra-
de asombrarse, y temer la una por su suer- dictorias y confusas las noticias particulares,
t e , y modificar la otra su opinión acerca de el cambio de dirección de Gómez, estaría
la del pais en que l u c h a b a , mas ya que la este fuera quizás de Murcia ó Estremadura,
causa de la legitimidad, la de las públicas después de haber invadido á uno ú otro
libertades. Fuerza era , pues, adelantarse, pais, no llegando en todo caso á tiempo de
impotente como era Alaix para tomar á Cór- protegerle, sino de contemplar en pos sus
doba ; fuerza era oponerse á la organización daños. Y era de lodo punto imposible con-
de nuevos voluntarios y mozos, quitar á ciliar la defensa de provincias tan distantes
todos su prestigio, llevándoles en retirada, con la del cenlro, exactamente de la penín-
moverse en fin y moverle. sula. Cuanto mas se alejase de M a d r i d , me-
Van con esto á creer nuestros lectores nos llenaba esta misión; cuanto menos se
que continuó rápido el ministro de la Guer- apartaba, menos podia desempeñar la p r i n -
r a , que tuvo sin duda presentes las i n d i - cipal, que era destruir á los rebeldes para
cadas consideraciones, á que no era estraño que á ninguna parle amagasen. Ese propó-
el cuartel general. No sucedió asi, sin em- sito constante, ese empeño, esa monomanía
b a r g o ; tres dias permaneció en Almodovar, de cubrir y cubrir la capital, cuando la ca-
y ¿por qué? preguntará cualquiera, ¿por pital estaba cubierta con el avance de Gó-
qué sus detenciones anteriores? Vamos á mez, es lo que á nuestro corlo entender, dio
presentar las razones que da para todo el después lautos disgustos á Rodil, y p r o d u -
auditor que le acompañaba. jo tan mal efecto, permitiendo que los c a r -
lisias se enseñoreasen de la rica Córdoba, y
El movimiento de la división de la Guar-
no hallasen ásu enlradaen Andalucía la der-
dia no fué mas rápido, d i c e , estuvo cuatro
rota que sufrieron después. «Desde Orgaz lle-
dias sobre las posiciones de Orgaz en los
naba de terror á la facción, porque veia toma-
montes de Toledo, porque un solo paso que
das todas las avenidas.» La permanencia de
se hubiese d a d o , habría sido intempestivo.
Gómez en Córdoba contesta lo primero, y la
Sabíase'solo, a ñ a d e , que la facción marchaba
dirección que después tomó responde á lo
sobre Andalucía, perseguida por Alaix, y
segundo. El enemigo no infunde temor des-
su movimiento pudiera tender á Estremadu-
de lejos, ni las avenidas se toman median-
ra ó á Murcia; y teniendo Rodil que prote-
do una provincia, ni se burlan los m o v i -
ger ambos paises y que cubrir la capital,
mientos a l a vista; los que sí se burlan, los
tenia que conservar un centro que le p r o -
que impunemente se emprenden, son los que,
porcionase rápidos movimientos sobre, sus
MOVIMIENTOS DE RODIL. 215

cuando llegan á nolicia del enemigo, impo- pre movimientos paralelos. Mas adelante di-
sibilitan, por su distancia, el seguimiento. ce, que no es el que mas corre el que mas
Pero hay mas, y esto esplica la desgracia pronto llega; que la división de Alaix, á p e -
del honrado Rodil en esta infausta campaña, sar de sus heroicos sacrificios y de haber
la inutilidad de sus esfuerzos, el malogro d e atravesado la península tras los rebeldes, si
sus trabajos y de sus combinaciones y de los alcanzó en Villarobledo, fué porque no
sus planes por acabar con su contrario. Ol- creyeron ser atacados por fuerzas tan infe-
vidándose de lo mismo que palpaba, y que riores, y no se cuidaron de adelantarse.
veia cuando se quejaba de la falta de p a r - Si tuvo présenle el ministro las conside-
tes y datos que le instruyesen de la d i r e c - raciones aducidas en defensa de su estancia
ción de los rebeldes, les a g u a r d a b a , sin en Almodovar, nos permitirá su memoria
e m b a r g o , para sus movimientos, y como no respetable, que no estemos conformes con
les recibía sino de tarde en t a r d e , de tarde que se alejaría mas del enemigo, cualquiera
en tarde combinaba las operaciones milita- que fuese su movimiento, si él avanzaba, ni
res. Y también tenían que ser desgraciadas con que viniese á los montes de Toledo,
estas combinaciones, dado que fuesen i n - donde era inútil su caballería y artillería, y
mejorables, por inoportunas. Retrasábanse no podía maniobrar su numerosa infantería.
las noticias; y aun sin esta circunstancia, Los montes de Toledo, como todas las posi-
sin la de no llegar á su destino todas las ór- ciones de su clase, no son para operar fuer-
d e n e s , la movilidad del enemigo, ligero en zas numerosas, ni estaba Gómez necesitado
sus marchas, porque no estaba en el caso de su abrigo, de que solo han menester par-
de guardar consideraciones á los pueblos tidas mas órnenos numerosas, que no están
cuando su seguridad lo reclamaba, hacia en el caso de medir sus armas con otras que
fuesen inútiles, por sus continuos cambios de pueden ocultarse con facilidad. Pero hay
dirección. No tenia presente, acaso, el s e - mas: el comandante general de la provincia
ñor ministro que no se trataba de un gran- de Ciudad Real, cabria el paso importante
de ejército, pesado en sus movimientos, de de Despeñaperros, y una columna, proce-
dirección conocida, sino de una espedicion dente de Eslremadura al mando del b r i g a -
á la aventura, sin otro plan que el de llevar dier don Jorge Flinter, ocupaba la parte de
la guerra adonde mejor pudiese, dependien- Almadén. Agregúese á esto que las noticias
te su marcha de las circunstancias. del ejército del Norte, recibidas el 13 y 14
¡La c o r t e ! . . . . la corte se cubría c u - por Rodil, fueron satisfactorias. Los carlistas
briendo cualquier punto de cadáveres; el se habian estrellado el dia 1." contra las
peligro de la corte estaba en la espedicion; líneas de San Sebastian, y el general en g e -
batirla era librar á la capital de la monar- fe interino de aquel ejército, decía al m i -
uía de que fuese amenazada. Y si, siguien- nistro que estaba completamente afianza-
o de cerca, si, persiguiendo á Gómez, r e - do el Ebro, y que podia obrar con toda i n -
volvía sobre su flanco esquivando el encuen- dependencia en el interior. La espedicion
tro y adelantándose, viniendo Rodil detrás, de Sanz no habia logrado internarse, ni pro-
habríala cogido entre las tapias de Madrid, gresaba. La brigada de Narvaez bajaría á
si á ellas se hubiese acercado, como cogió Priego, y San Miguel á Albarracin, con o b -
Espartero no lejos de ellas á la espedicion jeto de asegurar la derecha de Gómez, c u -
real (mas importante todavía), porque no briendo la provincia de Cuenca, y por c o n -
aguardaba recibir parles para moverse, ni siguiente la corte, ocupando aquellas f u e r -
tenia otra mira que atacar á don Carlos. zas, libres ya del cuidado del Ebro, las p o -
siciones que habia ocupado la división de la
Pero veamos por qué se detendría Rodil
Guardia, cubriendo la corte; Alaix defendía
en Almodovar. «Si atravesaba Sierra More-
la linca de Jaén para impedir á Gómez el
na er dirección de Andújar, la facción p o -
paso á la sierra de Aicaraz, y , protegido
dría correrse por el flanco izquierdo, y se
aquel flanco, le perseguía directamente. Sú-
alejaba imposibilitando su alcance. Si m a r -
pose el 15 el retroceso de la espedicion s o -
chaba por la falda izquierda de la sierra,
bre Córdoba y Andújar, y sin embargo de
volverii Gómez sobre sus posiciones de Cór-
todo esto, que se confiesa, y que si se lo-
doba ó i los montes de Toledo por las inme-
grase un golpe decisivo, jamás (palabras tes-
diacione; de Almadén , quedando d e s c u -
tuales) la balanza de la guerra se habría in-
bierta la capital.» En tan difícil posición,
clinado mas al lado de la libertad, no se
lo mas conveniente, añade el auditor citado,
mueve el cuartel general, pareciendo o l v i -
será conservar el centro, procurando siem-
HISTORIA DE LA GUERRA CIVIL.

dar la máxima que á la vez sienta, de que lismo medirnos, legos como somos en l a
al enemigo que huye, jamás se le debe dejar materia, con la superioridad de Rodil, p e -
tomarla vanguardia. ro nos parece que si hubiese combinado con
Mas todavía: en el Diario de operacio- Alaix marchar cada uno á un flanco de G ó -
nes del ministro de la Guerra se hace una mez, habrían cubierto la derecha é izquier-
observación, que no se tiene, sin embargo, d a , llevándole entre dos fuegos hasta que
muy en cuenta para combinarlas. Para per- se presentase una oportunidad, atacando
seguir á la facción, se d i c e , es preciso que por ambos lados. Esto aparte de que no e s -
nuestras fuerzas la sigan con un movimiento taba Gómez moral ni materialmente en d i s -
paralelo ( 1 ) , ó lo que es lo mismo, sobre posición de apelar á la fuga, ni podian p e -
sus mismas huellas. La facción no 'conoce queñas fuerzas cerrarle los caminos.
responsabilidad a l g u n a , y su primer d e r e - Tócanos hacernos cargo de la estancia
cho es la fuerza; arrastra tras sí todos los de tres dias y medio ^n Almodovar. V e a -
medios de conducción, y marcha, puede de- mos si fué mas justificada esta detención
cirse., toda montada, pudiendo asi hacer que la do Orgaz.
marchas espantosas. Nuestras divisiones lle- Ya el dia 2 supo Rodil el abandono de
gan á pueblos ya devastados, y nuestros Córdoba , y que Gómez amagaba un m o v i -
gefes no han de llevar tras sí el sello de la miento de flanco, sin determinar la d i r e c -
opresión; tienen derechos que respetar, y ción de este. No avanzó , sin embargo, ha-
tienen que obrar constitúeionalmente.. Pues cia Andújar, porque si la facción marchaba
b i e n / d e c i m o s nosotros, esta inmensa dife- por la izquierda, le tomaría la vanguardia
rencia exigia de suyo mayor movilidad , á y no podría darla alcance, y si el ministro
fin de no retrasarse mas cada dia del e n e - tomaba la izquierda, vendría Gómez por las
migo, y por evitar fueran mas tardías y di- sierras de Almadén á los montes de Toledo,
fíciles y escasas las noticias del mismo, y quedando en descubierto la capital.
menos eficaces también los planes en su No podemos convenir en que aproximán-
virtud. dose Rodil, y-pudiendo asi tener mejores
Enhorabuena que no se desmembrasen noticias, y aun observar por si mismo al ene-
fuerzas de la división de la Guardia en per- migo, éste se le anticipase mas en cualquie-
seguir las facciones de Orejila, Palillos, Ja- ra de los caminos que tomase; y no concebi-
ra y otros que se hallaban en el paso de la mos cómo trataba de darle alcance sin m o -
misma, y que rodeaban el cuartel general, verse apenas. Y aun cuando no es muy l ó -
ya por que no daría resultado una persecu- gico argüir con los resultados, cuando estos
ción de pocas horas, como por tener siem- vienen precisamente en apoyode las premi-
pre dispuestos los trescientos caballos con sas, las dan un valor incontrastable. Esto su-
que contaba; pero volvemos á nuestro tema; cedió cabalmente en este particular. ¿ Logró
alejándose el enemigo, solo viniendo á b u s - el ministro dar alcance á Gómez, á pesar
car á Rodil, podría éste haberle á las manos de que se le acercó éste, y se detuvo dos
y derrotarle, que era la protección que t o - dias en Almadén? ¿Le habría lleva-
dos los puntos necesitaban , la mira elevada do tanta delantera si le hubiera tenido ala
de un ministro de la Guerra. vista?
El grande objeto del ministro, so dice Se veia sumamente embarazado, se d i -
también no era solo derrotarle, era destruir- ce , teniendo- que atender á los flancos y
l e , que no repasase Sierra Morena, el Tajo frente del enemigo, y á la capital. ¿ Y los
ni el Júcar. Á esle fin laudable trabajaba a t e n d i ó ? . . . . . Responda Almadén. Por aten-
incesantemente sobre el m a p a , espedía dia- der á lodo, no atendió á nada.
riamente correos, estudiaba nuevas c o m b i - Pero el ili, tercer d i a , sabe Rodil que
naciones para estrechar las distancias, y cer- Alaix cubre la línea de J a é n , impidiendo
rar los caminos de fuga qué pudiera tentar (con la mayor c o r d u r a , se a ñ a d e ) , el paso
la espedicion, limitando asi el campo de de Gómez á la sierra de Alcaráz ; y ya que-
operaciones. Nada se nos alcanza en acha- da libre del cuidado de la izquierda . ya no
ques de guerra , y seria un esceso de peclan- tiene que pensar mas que en el frente, la
Carolina, y en la derecha, Almadén.
Finalmente, el cuarto dia de su estan-
('I) Ya habían comenzado las dichosas pa- cia en Almodovar, sabe que Gómez viene
ralelas, cuya palabra estuvo tanto tiempo en
ridículo, por el abuso que so hizo de ella en c o r l a derecha, á las sierras de Jlmaden,
esta ocasión, y por sus resultados. y por junto anda dos l e g u a s , que deshace
EVACUA GOMEZ A CORDOBA.

al dia inmediato, apartándose cuatro mas, las demás fuerzas á observarle desde lejos;
y acercándose al frente, la carretera de que los periódicos' de Madrid pintaban el
Andalucía, en que no sonaban los carlistas, mal efecto (pie iinbia producido la invasión
que siete di as después sitiaron y se a p o d e - en Andalucía, y los apuros del gobierno.
raron de aquella villa. Vanos sus esfuerzos, y sin adelantar nada
Siete correos de gabinete salieron el dia en esla situación , antes comprometiéndose
l o del cuartel general, dirigidos al capitán por la venida de fuerzas en distintas direc-
general de Valencia, al genera! del ejército ciones, retiróse el 11 á Córdoba por Priego
del Norte, al del centro, á Flinter, al c o - y Montilla. Cerca de aqui recibe aviso de
mandante general de la Mancha, á Narvaez la existencia, en Cabra de una columna de
y Alaix, y el 16 emprendió movimiento á carabineros, y Cabrera, que iba de vanguar-
Rraznlorlas. Pero dejémosle aquí, y sigamos dia, les sorprende y acuchilla y dispersa.
á Gómez. Pertenecían estos carabineros á las fuerzas
de Espinosa, capilan general de Sevilla, que
las habia hecho adelantar desde Fuentes de
fiOMEZ OCUTA ¡NUEVAMENTE Á CÓRDOBA. la Campana para que observasen los movi-
mientos de Gómez, los cuales cumplieron su
cometido dejándose sorprender a la luz del
GLX1V, dia. Mas adelante nos ocuparemos de estas
fuerzas por interesante su historia.
Continúan los carlistas su ruta, p e r n o c -
Dejamos en Montilla el dia 7 de octubre tan en Montilla, y ocupan nuevamente el
á este caudillo de don Carlos. El 8 pasó á dia 12 la capital de la provincia, poco hace
Cabra, practicando el mismo dia Cabrera un abandonada por temor de que Alaix s i g u i e -
reconocimiento sobre Lucena, y otro Arroyo se á ella desde Bailen.
sobre Iznajar, con el fin de fortificar este • Aqui Gómez otra vez, eran distintas las
punto, de cuyo propósito desistió Gómez, circunslancias que la primera.
por exigir no escaso tiempo, y por falla de
agua.
Era un obstáculo á sus mo\ imientos la EVACÚA (¡OMEZ Á CÓRDOBA.—SU MARCHA Y
conducción de las piezas de campaña c o g i -
LLEGABA Á ALMADÉN.
das en Córdoba, y fueron enterradas no le-
jos de Hule, y recobradas por los constitu-
cionales, á quienes guió al sitio donde las
dejó, el carretero que las condujo. CLXV.
El 9 marchó Gómez á Priego, población
cerca de Alcalá la Real y Alcaudete, con áni-
mo de atacar á Alaix en las ventajosas p o - Reforzado Alaix con los caballos que
siciones que aquel podia ocupar. Pero ni aguardó en Alcalá y Alcaudete, rompió la
Alaix salió de los dos pueblos aguardando el marcha el 12 Iras Gómez; y por Baena, Cas-
ya citado refuerzo, ni en ellos le a c o m e - lro del Rubio y Santa'Crucita, varió ala d e -
tió su adversario. Asi estuvieron unos y recha para tomar el puente de Alcolea. No
otros los dias 9 y 10 , no obslanle que ignoraba Gómez este movimiento; sabia tam-
Cabrera quiso provocar al enemigo. F u n - bien que Espinosa y Narvaez se acercaban,
dándose en la proximidad de otras fuer- y se decidió á dejar la ciudad.
zas, no creyó prudente el gefe ir á busc a Imposible es describir la confusión y e s -
dentro d e s ú s cantones á la tercera división panto que produjo en los recien comprometi-
del ejército del Norte, por temor de que dos en el partido carlista la noticia de que
fuese reforzada, empeñado que fuese el com- los suyos se proponían dejar el pais. Tanto
bate, y se perdiese todo, siendo de cualquier como habia sido su alborozo al llegar n u e -
modo muy embarazoso tener que marchar vamente,, era tanto ahora su terror. Los
con los heridos, esponiéndoles á la muerte miembros de la junta de gobierno que había
por falla de todo. Mas Cabrera repuso que creado, los ex-volunlarios realistas que se
debia aprovecharse la confianza que la ocu- habían incorporado á las filas de la e s p e d i -
pación de Córdoba habia infundido en los j cion, y lodos aquellos que estaban en el c a -
voluntarios, que ya no se acordaban de Vi - ' so de temer las consecuencias de sus ante-
llarobledo; que, balido Alaix, se limitarían riores escesos, si sus adeptos se alejaban, es~
1
HISTORIA DE LA GUERRA CÍVÍL.

pusieron en vano á la consideración de Gó-


mez las consecuencias que lendria tan funes-
fuéles permitido regresar á sus hogares, pre-
vio juramento de no volver á tomarlas armas
to abandono, y le essitaron á sostenerse contra don Carlos, juramento á que (dice
con su auxilio; insistieron en que escar- la historia de la espedicion, escrita por uno
mentadas las domas provincias con la s u e r - de sus individuos) fallaron muy pocos. Tuvo
te que aguardaba á esta, no se comprome- en esta resolución una parte muy activa la
terían por don Carlos ni defenderían su cau- junta, ora fuese por consideración á que los
sa, objeto de la espedicion. Mas Gómez se empleados y nacionales encerrados en el
mantuvo firme en su resolución, manifes- fuerte habian cumplido su deber, ora por
tando los peligros que de seguro correrían temor á lo que pudiese sobrevenir.
todos permaneciendo allí, sin esperanzas de Dos caminos, en opinión de Gómez, po-
socorro, cuando podia regresar cubierto qui- dia tomar Rodil: el de Despeñaperros, o el
zas de laureles, é invitó á que le siguiesen de Estremadura ; y en observación de a m -
los que no se conceptuasen seguros, como lo bos, era su plan internarse por Sierra Mo-
verificaron algunos miembros de la cilada rena , caminando á los montes de Toledo.
junta, éntrelos que se bailaban el deán del Por esto es que continuó el 16 á Villanueva
cabildo y un canónigo, aprendiendo, asi d é l a Jara, y á Fuencalienle el 11. Supo
como otras personas notables, en medio de aqui se hallaba últimamente Rodil en Almo-
los soldados, cuan peligroso es dejarse l l e - d o v a r , y en la noche del 18 vivaqueó en
var del fanatismo político y no ver otro las montañas y sitio de las Navas, tres l e -
horizonte que el que se alcanza con los ojos. guas distante de una de las brigadas del
AI segundo dia de ver los muros de Cór- ministro.
doba de nuevo en su recinto á los atrevidos Contramarchó el 19 á Fuencalienle, don-
defensores de don Carlos, presenciaron mu- de hizo n o c h e , y concibió el pensamiento
dos su salida. Aproximábase el vencedor de de batir á Flinler, que protegía la i m p ó r -
Escaro y Villarobledo, se acercaba Quiroga tame villa de Almadén; y pasando por la
por Castro del Rio, Butrón cubría á Ecija, Conquista, y otros pueblos, llegó el" 22 á
Espinosa á Carmona, Rodil amenazaba, p a - Santa Eufemia, desde cuyo punto pidió r a -
sando estas fuerzas de diez y seis mil infan- ciones al alcalde de Almadén ( 1 ) , á cuya
tes y mil doscientos caballos. Y no era de población dio vista y llegó en la mañana
perder el tiempo, y tan no era de perder, del 2 3 .
que á las tres de la mañana del 14, hora en ¿Qué era en lanío de Rodil y Alaix?
que salia la retaguardia, llegó aquel, a n - Vamos á manifestarlo.
dando toda la noche, y alcanzándola, la
picó con algún resultado, separándose de
la misma no pocos de los últimos alistados. MOVIMIENTOS DE ALAIX DESDE CÓRDOBA HASTA
Alaix, que contaba con ser sostenido por
LA TOMA DE ALMADÉN.
Espinosa, que llegaba desde Carmona pol-
la carretera de Sevilla, no pudo conseguir
que le hiciese frente Gómez. CLXVI.
Entró, pues, en Córdoba, y sin mas
que el necesario descanso á sus tropas, y Hemos dicho que desde Córdoba fué
después de imponer y exigir al cabildo ecle- Alaix á Bailen por el Carpió y Andújar, con
siástico por su poco evangélica conducta,
veinte mil duros, se encaminó por el Carpió
(1) El oficio que le dirigió, y trascribimos
y Andújar, no parando hasta Bailen. por su r e s p u e s t a , decía asi:
Era el ánimo de Gómez acercarse á E s - Comisaria de guerra del ejército real d é l a
tremadura por Ciudad Real, y á este objeto derecha.—Es indispensable que para las diez
se dirigió áVillarla por Sierra Morena, a p a r - de la noche tenga v d . preparadas las raciones
anotadas al margen ,' en la inteligencia que d e
tándose de Despeñaperros, por si le cubría no verificarlo, bago á v d . responsable de t o -
Rodil.En Pozoblancoel 1 5 , aun conducía gran dos cuantos perjuicios puedan originarse al
número de prisioneros de Córdoba y otros benemérito ejército del Rey N. S.—Dios etc.
puntos, que no habian tenido suficiente influjo —Santa ICufemia, 22 de octubre de 1 8 3 6 . —
ó medios para recobrar su libertad, obtenida El comisario, Juan Bautista López.—Sr. a l -
calde de la villa de Almadén.—Raciones: p a n ,
por no pocos de sus mismos guardadores, doce m i l , c a r n e , i d . , cebada, dos mil q u i -
mediante algún dinero. Grande todavía el nientas.—Contestación: en Almadén no s e
embarazo que ocasionaban los restantes, dan r a c i o n e s , sino se conquistan con plomo.
OPERACIONES DE RODIL. 211

intención de impedir á Gómez invadiese á donde despachó los siete correos menciona-
Granada, y en la creencia de que, hallán- d o s , y un gefe, ademas, de Estado Mayor-
dose Rodil de Sierra Morena acó, era p r o - Era su deseo que se opusiese Alaix por
bable le rechazase sobre la misma, y aun la línea de Bailen, y ya hemos visto, le
que le obligase á trasportarla. «Y como si adivinó. Quiso aproximarse mas á Almadén
el mismo Gómez (dice labiografia de Alaix), para recibir á Gomez, si trasponía la Sierra
estuviera interesado en contestar victoriosa- Morena, y se movió, como también hemos
mente con hechos á los que, profanos en la dicho, el 16 á Brazalorlas, dos leguas mas
ciencia de la guerra ó militares poco espe- cerca de aquel p u n t o , no alejándose asi
rimentadosymenos estratégicos, censuraban demasiado de Despeñaperros, por si el ene-
á este gefe, por que no seguía directamen- migo llamaba falsamente su atención sobre
te la ruta de la espedicion, traspuso el 19 la Almadén.
sierra. Desde el 18 le estaba esperando En Brazalorlas supo el ministro que Go-
Alaix, y sorprendido aqui como en Villaro- mez habia ocupado á Pozoblanco, y el 1 7 ,
b l e d o , frustrando su intento cerca de B a i - no solo desando lo poco que había m a r c h a -
len como en A l c a u d e t e , Gómez no tuvo do el dia anterior, sino que anduvo cuatro
otro recurso que volver á las montañas, don- leguas m a s , pernoctando en la Calzada de
de en solos cinco dias se le habían desher- Calalrava. Hasta aqui lo espuesto, nos ocu-
rado y perdido la mayor parlo de sus caba- paremos de este cambio de dirección.
llos, y despeada y hambreando toda Ja i n - Este movimiento r á p i d o , en oposición
fantería. Si Rodil ( a ñ a d e ) , que se hallaba del indicado con la ocupación de Brazator-
en Almodovar, no contuvo á su tiempo, t a s , dejó á Gomez abierto el paso de Alma-
y cuando descendían de la sierra por su la- den. Y ¿ q u é esplicacion da el diario del se-
do los carlistas, permitiéndoles escapar por ñor Avecilla de esla marcha retrógrada,
la Conquista, Pedroches, Pozoblanco, y que solo podía aconsejar el enemigo?... que
Alamillo á Almadén , el general Alaix, que precisamente el movimiento de la facción
tenia delante de sí el obstáculo de la sierra, sobre Pozoblanco seria una llamada falsa.
y que para rechazarles habia contado con Sí hubiese dicho esto antes de saber
que de la otra parle se hallaba Rodil al la dirección que lomó después, cada uno
frente de nueve mil h o m b r e s , no merece pensaría lo que mejor le pareciese, pero
por esto el mas levísimo cargo. cuando lejos de ser una falsa llamada, fué
El dia 23 volvió Alaix á Córdoba , de una v e r d a d e r a , no concebimos por q u é , vi-
donde al saber la rula del enemigo sobre niendo Gomez al punto á que Rodil se acer-
Almadén, partió el 25 por Yillanueva á caba , se apartó éste.
Almodovar del Campo, proponiéndose p r o - Se insiste, sin embargo del resultado, en
teger la capital, ya por que se le tenia p r e - calificar de falsa la llamada en dirección de
venido una y otra vez que persiguiese á G ó - Almadén, y en que no debió pensar de otro
mez de manera que nunca le permitiese ve- modo el ministro cuando se detuvo el 1 8 ,
nir sobre Madrid , ya porque el paso de os- pasando el 19 ó Santa Cruz de Múdela, por
l e , sin que Rodil le hostilizase, le movió á si venia Gomez desde Bailen por la c a r r e t e -
desconfiar de que llenase atención tan reco- ra, y previniendo al comandante general de
mendarla la división de la Guardia, y llegó la Mancha que ocupase el Viso y otros pun-
hasta Navalmoral de Pusa, interponiéndose tos avanzados sobre el camino real de Anda-
entre la espedicion y la capital. Supo allí lucía.
el movimiento de Gómez después que se Quielo el 20 y 2 1 , y fiado en que, si Go-
apoderó de A l m a d é n , y contramarchó á mez rompía en su indecision para Almadén,
Andalucía, según diremos á su tiempo. los mil quinientos nacionales movilizados,
que'á las órdenes de Flinter, le guarnecian,
y sus defensas, le soslendrian dos ó tres días,
OPERACIONES DE RODIL. que, á lo sumo, lardaría en ser socorrido, l i -
mitóse á prevenir de nuevo al goberna-
dor de este punto estratégico, y de tanto in-
CLXVH. terés para el estado por las riquezas que sus
celebradas minas producen, y á Flinter, que
Volviendo a t r á s , recordarán nuestros á toda costa le defendiesen, pues que solo
leclores que dejamos el 15 en Almodovar tardaría en salvarlos el tiempo espresado.
del Campo al defensor ilustre del Callao, El 22 avanzó diez leguas, ocupando los
TOMO I I I . 28
218 , HISTORIA DE LA GUERRA CIVIL.

pueblos de Argamasilla, la Calzada y Aldea r a , donde tanto sufrió su gente y su caba-


del rey, llevando en carros las cuatro c o m - llería, aguardando que, por salir de entre
pañías de cazadores d é l a primera brigada; dos fuegos, viniese á el huyendo de Alaix,
y creyó,por los partes de Alaix, que Gómez, ó pronunciase movimiento por derecha ó
perseguido por éste constantemente, no p o - izquierda; pero aun concediendo que cerra-
día retroceder á Andalucía, y no le q u e d a - ron á Gómez el paso á las Castillas, Aragón
ba otro recurso que marchar sobre Almadén. y Valencia, es indudable que muchos días
Conserva, sin embargo de esta creencia, sus antes del 24 vio el ministro que, solo Estre-
posiciones, y sin abandonar la primera, madura era el paso de los carlistas, que
traslada el 23 las demás fuerzas á Almodo- Almadén era su dirección; y toda vez que
var, del Campo y Puerto llano, viéndose otra en tan mal estado los pinta su auditor, l i -
vez en estos puntos. diando, por temor de aventurar un choque,
En este mismo día sabe que la facción con las asperezas de la sierra y la miseria,
sigue aglomerada hacia Almadén (que Alaix que tan crítica era su situación hambrientos
cree cubierto por su gefe), y todavía cree los hombres y caballos, y desherrados e s -
que será un movimiento falso, un amago, y tos, que la brillante división de la guardia
nada mas. Pero ¿qué importa? La división estaba descansada y deseando, y su gefe,
de la guardia observa (se dice) constante- hallar al enemigo para batirle en cualquier
mente al enemigo, está siempre pronta á parte, cualquiera que fuesesu fuerza ¿por qué
obrar, dispuesta siempre á ser una sombra no acercar á Almadén una brigada, que
que incesantemente le persiga. habría sido suficiente para estorbar siquiera
el sitio formal, alentando cuando no á los
Cosas hay, qué por serias q u e s e a n , no
pueden lomarse formalmenle, y en este caso defensores? de esta manera, y muy alerta
se halla la manifestación que acabamos de de ambas, habría podido acercarse la una á
reproducir. Pero no abusaremos de nuestra la otra tan luego como se hubiese acercado
posición, y dejando á nuestros lectores que á cualquier punto el enemigo, ápesar d e q u e
la aprecien, seguiremos diciendo que, muy bastaba cualquiera de ellas para hacerle
tarde ya, y cuando no podía caber la mas frente. Nosotros vemos mas clara que la luz
mínima duda de que solo iba' Gómez á A l - del dia, sin haber saludado siquiera la m i -
madén (casi todos los movimientos de Rodil licia, que debió el ministro tener algunas
habían de partir sobre seguridades, siendo fuerzas avanzadas, y estar con ellas en con-
forzosamente tardos los suyos), se acercó cua- t a d o inmediato para prolejer en caso su r e -
tro leguas, pernoctando en Abenojar y en tirada, consiguiendo con ella, saber de fijo la
Cabeza Araoz, donde se dijoya la rendición dirección del enemigo, y prepararse á reci-
de Almadén. Sale á las cinco de la mañana, birle, ó á seguirlo sin retraso. La división
y llega á las oncea Sácemela, cuatro leguas de la guardia era baslante numerosa para
de la población que iba á socorrer, y ad- poder estar escalonada. No lo estuvo, limitó-
quiere la certeza de su pérdida. se á un punto, y nada fué tan fácil al ene-
migo como apartarse de él. No habría sido
Inútil su socorro, evacuada por los car-
lo mismo de una zona.
listas, no se cura ya sino de saber su rumbo
para seguirles, y deteniéndose en un pueblo Y no comentaremos los cargos que r e -
tan miserable como Saceruela, de cincuenta saltan en la biografía de Alaix, muy creído
vecinos, sin pan ni vino, marcha el 25 á de que, aguardando Rodil de frente, y d e s -
donde diremos después de ocuparnos del si- cansado, á Gómez, le recibiría cuando se le
lio y toma de Almadén. echó por la sierra; y he aquí patentizado el
Pero concediendo ahora , ya veremos error de no observar de cerca la espedicion.
mas adelante si podia sostenerse d o s , tres Al pie Alaix de Sierra Morena por la parte
días csle punto, que no prolongó lo que pudo de Andalucía, si el ministro se hubiese halla-
la resistencia ¿por qué, reconocida su i m - do á su pie también ppr acá, habría chocado
portancia como fuenlede cuantiosos ingresos Gómez con él ó con Alaix, si retrocedía,
para el Erario, y por encerrar no pocos r e - empeorándose su situación errante por aque-
cursos y nacionales, dio lugar á que las cosas llas breñas.
fuesen al último estremo, toda vez que fué En suma, mientras el ministro de la
teniendo noticias de la sucesiva aproxima- guerra aseguraba al gobierno que en v i r -
ción del enemigo? En buen hora los m o v i - tud de sus combinaciones no podia Gómez
mientos anteriores que tuvieron en jaque á dar un paso sin ser presa por algunas de
Gómez obligándole á internarse en ía S i e r - sus fuerzas, sitiaba éste muy cerca la villa
SITIO Y RENDICIÓN DE ALMADÉN. 219

de Almadén, y se apoderaba de puesto tan noche, y vigías por el día en las vecinas
importante en los términos que vamos á cordilleras, sin desatender, en medio de tan
narrar. alarmante estado, los trabajos productivos
de las minas. Esta decisión y aspecto impu-
sieron siempre á las facciones, dando á la
SITIO I RENDICIÓN DE ALMADÉN, villa una importancia militar que tan funes-
ta la fué después.
Habían pasado mas de dos años que l i -
CLXVIH. diaba sin descanso con la critica situación
de la Mancha, siempre abandonada, cuando
derrotó Alaix á Gómez en Villarrobledo. Su-
Llegó Gómez á Almadén en la mañana ceso tan fausto para la causa liberal, puso sin
del 23 de octubre, y embistió esta villa embargo en cuidado á A r a n g u r e n , c o n o -
desde luego. ciendo la posibilidad de que pudieran a p r o -
Pero antes de hablar de su sitio y o c u - ximarse los carlistas; y, á Gu de asegurar de
pación, á la que Rodil da una importancia un golpe de mano aquel punto, dirigióse
decisiva, no solo respecto de la espedicion al gobierno, al capitán general de Estrema-
de Gómez sino de la guerra toda, reseñare- dura y á Flinter, esponiendo el peligro que
mos sus antecedentes. corría, y que creia conjurar destinándose á
Dos años antes se habia encargado del su defensa la brigada de nacionales m o v i -
gobierno y superintendencia de las minas de lizados a l a s órdenes del espresado b r i g a -
Almadén el general de artillería D. Manuel dier.
de la Puente Aranguren. Así las cosas, recibió del ministro de la
La audacia, á poco, délas facciones que guerra la comunicación que dice asi (1):
comenzaron á infestar la Mancha, y el aban- Creyéndose á cubierto con esta s e g u r i -
dono en que se hallaba un establecimiento d a d , aunque no le reforzase Flinter, co-
tan productivo para el Estado, sin medios mo habia solicitado, contestó, en los t é r m i -
para su defensa, ni mas de treinta milicia- nos siguientes (2):
nos, le hicieron conocerlo difícil de s u s í l u a -
cion, y pensó en mejorarla, como lo consi-
(1) Negociado de campaña.—Pudiendo s u -
guió, llegando á formar de Almadén y pue- ceder quería facción de Gómez, á la que v a n
blos inmediatos un batallón de voluntarios, reunidos Cabrera, Quilez y el Serrador, a c o -
q u e m a n d o , y una compañía de caballería, sada por la división del general Alaix, i n t e n -
reparando las cercas de los corrales de las te su evasión por las inmediaciones de ese
punto, encargo á V. S. con toda especialidad,
casas que formaban el recinto, construyendo que aprovechando todos los movimientos, m e
algunos tambores, y preparando con a s p i - participe cuantos datos adquiera de las posi -
lleras la pequeña torre de Cristina y el e d i - ciones y dirección de la facción citada, y de
ficio titulado la Enfermería. cnanto pueda convenir para el acierto de mis
operaciones, en el concepto de que mi cuartel
Asegurado asi el mas rico de los esta- no se desviará mucho de estos contornos, m i e n -
blecimientos, no se limitó el señor Arangu- tras la predicha facción y los acontecimientos de
ren á cubrir el punto que le estaba confiado, Navarra no se hayan marcado mas que has-
sino que batió en varias salidas que hizo ta ahora, porque desde aqui tengo facilidad
de acudir al punto que mas necesite de mi
con los nacionales á las facciones que se auxilio, que debe ser bien significanto por
acercaban, logrando la destrucción en Tor- el número y calidad de tropas q u e constituye
remílano de las de Monzón y el coronel la d i v i s i o n d e la Guardia Real, que sirve c e r -
Lastre, con muerte de ambos cabecillas, y ca de mi cuartel general.—Dios etc.—Orgaz, í
la del titulado Sargento, terror de la c o - de octubre.
marca. ,'2) E x c m o . Sr. D e s d e el momento en que la
Pero el incremento que tomaron las facción de Gómez penetró en Andalucía y o c u -
pó sucesivamente á Montoro, Adamuz y Cór-
de Tercero, Peco, Orejita, brigadier Mir, y doba, conocí la posibilidad de q u e r e t r o c e d i e -
otras, que no bajarían reunidas, de dos mil se por las inmediaciones de este rico e s t a b l e -
hombres, y que vagaban por do quier, d e s - cimiento, y.quizás pasase por él mismo, a t e n -
guarnecida la Mancha, inquietó al goberna- dido el incentivo que ofrece. Esta persuasión,
dor de Almadén, y le hizo redoblar su y el considerar militarmente toda esta cordi-
llera como clave de las posiciones que cubren
vigilancia, estableciendo, á fuer de militar á Estremadura y Mancha, me movieron á i n -
esperimentado, gefes de día para el recinto, vitar al brigadier don J. Flinter, comandante
puestos avanzados de ambas armas por la general de los bizarros estremeños en su fron-
HISTORIA DE LA GUERRA CIVIL.

Prescindiendo nosotros de comentar las también de las observaciones que le hizo el


palabras subrayadas en la comunicación, gobernador de Almadén, no podemos d i s -
del 4, las cuales revelan que veinte dias pensarnos igualmente de consignar la apro-
antes de que se acercase Gómez á Almadén bación que recibieron del ministro á quien
lo habla previsto Rodil, y prescindiendo se h a c i a n , como prueba su respuesta (1).
Desgraciadamente, sin embargo, no lle-
tera, á defender de acuerdo esla villa, dando vó á cabo Rodil su determinación, y acaso
tiempo á que mayores fuerzas pudieran ata- debió Gómez á esla omisión no ser entonces
car á los enemigos del sosiego público, e v i - derrotado, y por ella se perdió Almadén.
tando al propio tiempo que cayese en sus m a -
El 13 ofició Rodil á Aranguren, a v i -
nos esta productiva p o s e s i ó n , abandonada á
sus escasos recursos, á pesar de sus cuantio- sándole su traslación á Almodovar del Cam-
sos rendimientos. po, y éste le dice con fecha 1.4 que la f a c -
A la v e z , y con objeto de tener constante- ción ha retrocedido de Lucena á Monlilla;
mente noticias d é l o s movimientos de los car- que las fuerzas d e Alaix, Espinosa y Q u i -
listas, adelanté á su dirección esploradores, roga se habían pueslo en movimiento c o m -
poniéndome en relaciones con los ayuntamien-
tos de Pozoblanco y Belalcázar, y adquiriendo binado sobre Gómez, cortándole su d e r e -
por estos medios las que deseaba, y he ido cha, y le añade, no pudiendo asi evadirse
trasmitiendo al citado brigadier Flinter. Las sino por los Pedroches á la Mancha.
que recibí ayer, y manifiesta la copia número Otra vez aprueba el ministro esta obser-
u n o , que tengo ei honor de acompañar á V. E . ,
le instruirán de que el o aun se hallaba tran- vación, y otra vez vio Aranguren frustrados
quilo en Córdoba Gómez, sin que las fuerzas sus d e s e o s , por esa indecisión de aquel y
de las provincias limítrofes le hayan hostili- su monomanía en no menearse sin avisos
zado d e manera alguna con la combinación seguros de la estancia d e los contrarios,
que debió acordarse desde el instante e n que
siendo digna de publicidad por todo su c o -
los enemigos, después de la gloriosa victoria
de Villarobledo, {penetraron por D e s p e ñ a - municación (2).
perros, siendo incalculables, como conocerá
la ilustrada penetración de V. E . , los trascen- fuerza necesaria para acometer c o n prudencia
dentales males, que material y moralmente - á la facción, engrosada notablemente en los
se siguen á la honrosa causa de la legítima seis dias que hace ocupa tranquilamente a q u e -
sucesión de nuestros reyes y á la libertad lla populosa ciudad, y porción de pueblos de
legal de la patria. f l i crítica posición como la campiña que la ofrecen inmensos recursos.
superintendente de estas minas, y como mi- También el cuartel general de V. E . en estas
litar encanecido en tan honrosa carrera, me posiciones le proporcionará, llenando tantos
obligaron á dirigir al ministerio d e Hacienda objetos, el poder asegurar una persecución
las dos esposiciones cuyas copias van señala- activa si Gómez se resolviese á emprender
das con los números 2 y 3 , porque he e s - la retirada por las cordilleras que separan las
timado siempre en mas que mi propia e x i s - provincias de Granada y Jaén de la de Mur-
tencia la conservación del buen nombre q u e cia, cuya operación no dejarán de emprender
mis servicios me han hecho adquirir en el dis- en un momento desesperado, como único r e -
tinguido cuerpo de artillería. Yo pensaba r e s - curso para, hacer mas posible s u seguridad y
ponder en este franco lenguaje á una real or- la de s u s enormes exacciones en Andalucía.
den reeibida ayer del encargado interinamen- Es igualmente de suma importancia no dejar
t e del despacho del ministerio de la Guerra, y descubierta esta provincia, donde tomarían
m e es sumamente grato hacerlo directamente un incremento imponente las facciones d e la
á V. E. con la ocasión que m e ofrece el oficio Mancha si s e descuidase s u persecución, a u -
que se ha servido dirigirme, y á que contesto. mentando el conflicto en que una reunión de
circunstancias n o s ha colocado.—Dios e t c . —
La digna reputación d e V. E. debiera es- Almadén 8.
cusarme hacerle observaciones acerca de sus
movimientos y el estado de esta provincia, (t) E x c m o . S r . E n l a m a ñ a n a d e hoy, y al l l e -
pero considerando que no verá en ellas sino gar á este punto, he recibido la comunicación
el mejor deseo por el servicio del pais, me que V. E. m e ha dirigido en 8 del actual, d e
aventuro á manifestarle la necesidad de que cuyo contenido quedo enterado. Sin descanso
su cuartel general s e adelante con velocidad voy d trasladarme áPozoblanco. El brigadier
á estas posiciones, d e s d e las cuales podrá in- Flinter tiene orden de reunirseme en dicho
terponerse en las direcciones que, bien sobre punto; la posición indicada cubre perfecta-
este punto, bien s ó b r e l a s sierras de Alcaráz y mente ese punto. V. E. al mismo tiempo q u e
Segura, ó camino real de Andalucía, pudiera procure la seguridad de Almadén para lo
tomar la facción de Gómez, amenazando al que puede ocurrir en lo sucesivo, espero s e
mismo tiempo á la ciudad de Córdoba, distan- esmerará en repetirme las noticias que a d -
te solo dos marchas forzadas de esta villa, y quiera para asegurar el éxito de mis m o v i -
una media de Pozoblanco y Belalcázar, en el j mientos.—Dios etc.—Cuartel general d e Mi-
posible , aunque desgraciado caso, de que la I guelturra, 41 d e octubre.
división del digno general Alaix n o tenga la I (2j Son las doce d e l d i a , y acabo d e r e c i -
SITIO Y RENDICIÓN DE ALMADÉN. 224

Cuando Gómez, arrojado de Córdoba por como se ve por el que reproducimos (1).
Alaix, penetraba por Yillarta, Rodil abando- Conlratodo principio militar, dice el se-
na su posición de Almodovar, desde donde ñor Aranguren, desaprobó el marqués, á p e -
amenazaba la marcha de la facción sobre sar de la opinión manifestada por distingui-
los Pedroches, Estremadura y Mancha, y dos gefes que le rodeaban, la operación de
se sitúa en Santa Cruz de Múdela, á mas cubrir el Almadén fuera de sus tapias, m a n -
de veinte leguas de Almadén, y veinte y sie-~ dando que se defendiesen á todo trance," y
te de Pozoblanco. desde este momento dejaron de pesar s o -
Ocupa Gómez á Villarta el l i . y e l c o n - bre su responsabilidad las consecuencias, t o -
ductor de caudales del establecimiento, que da vez que con fecha 16, espuso las dificulta—
no se apartó de un flanco de aquel desde tades para una defensa interior, dificultades
que dejó segunda vez á Córdoba, y un que debieron inducir al marqués y la opinión
guarda de montes á quien Aranguren habia délos que la producían, a n o retirarse d e -
enviado en direcion de Pozoblanco y Y i - masiado de Almadén contra su primitiva
llarta, con objeto de inquirir el paradero oferta. s
de los rebeldes, le avisan la salida de este Determinados el gobernador y Flinter,
punto de Gomezy que se mueve al primero. como buenos militares, á respetar la volun-
Preséntase á la sazón Flinler de o r - tad superior, hicieron cuanto les sugirió
den del ministro, y haciendo ambos un pro- su esperiencia y permilia lo irregular del
lijo reconocimiento, asi del vasto é irregular pueblo, y los escasos recursos con que con-
recinto del pueblo, como de los recursos con taban, por cumplir el mandato espreso de
que contaban para defenderle de fuerzas su- resistirse dentro. Repararon al efecto las ta-
periores, convinieron luego en lo que d e - pias , levantaron barricadas, y nada o m i -
bían h a c e r , creyendo que salvarían mejor tieron de cuanto pudiera prolongar con su
la población y el establecimiento defendién- prometido esfuerzo la defensa á que se les
dole en las posiciones inmediatas, que i n - obligaba, y cuyo desenlace temian; y á fin
tentado una resistenciacuyos resultados p o - de aprovechar las luces de todos en el plan
drían ser fatales auna y otro. Así lo acreditó de resistencia, reuniéronse los gefes en la
después por desgracia la esperiencia. Aran- noche del 2 2 , y Aranguren dijo en la j u n -
guren habia ejecutado con feliz éxito esta ta: La defensa de Almadén está apoyada en
misma operación en la guerra de la i n d e -
pendencia á las órdenes de Sarsfiel, y c o n - (t) Excmo. Sr.: El movimiento practicado
taba con tan favorable precedente. Asi que, para cubrir la villa y establecimiento de Alma-
conforme con su opinión Flinler. y.sabiendo den en la imposibilidad de defender su dilatado
recinto, ha llenado los objetos que nos propusi-
por los confidentes que Gómez se disponía á
mos el brigadier Flinter y y o , p u e s que n u e s -
venir sobre Almadén, salieron ambos el 16, tras avanzadas y graneles guardias fueron
y lomaron la posición descrita en el parte bastantes para que la facción acampase antes
del asedio (1), consiguiendo su propósito, de anoche fuera de Pozoblanco, retrocediendo
ayer á las dos de la mañana á Yillanueva de
Córdoba, tres leguas distante del mismo p u e -
bir la apreciable comunicación de V. E. de blo, cuya dirección amenaza á un tiempo una
ayer, complaciéndome mucho de que V. E. nuevo invasión á lo interior de la provincia de
mire con sus conocimientos y pericia mi situa- Córdoba á Estremadura, y aun á la Mancha.
ción actual en su verdadero punto de vista; Las noticias, aunque vagas, que recibo eneste
posición afanosa é inquieta , por tener que momento, son de que Go ,;ez no ha hecho m o -
atender áestraordinarias distancias y combina- vimiento alguno de Yillanueva de Córdoba, y
ciones difíciles. Estoy al tanto d é l a s noticias esta inacción prueba, en mi juicio, que espera
de Córdoba por el general Quíroga, que me noticias, que tiene, por desgracia, mas ciertas
oficia el 4 3 desde Granada con referencia á las que los generales de la reina, para romper
d e Alaix, del 14, é infiero que la facción no por donde pueda esquivar un combate, cuyo
forzará su paso por mi demora aqui, y que resultado teme con razón. Sin que sea mi áni-
con una contramarcha por derecha ó izquier- mo prevenir los ulteriores movimientos de
da de Alaix, se venga á Barranco-hondo y á V. E . , q u e siempre serán diguos de su ilustra-
Infantes, ó por la izquierda de aquel general ción militar, me atrevo á manifestarle que la
á los montes de Granada con dirección á Gua- marcha que ha emprendido por Brazatortas
dix y sierra de Alcaráz, con objeto de r e g e - debe tener término en Belalcázar, desde cuyo
sar á sus guaridas de Aragón; también cabe punto puede adquirir V. E. las oportunas n o -
en hipótesis que no sea cierta mi disyuntiva ticias para dar un dia de gloria á nuestra p a -
anterior, y que tome á Guadalcanal ó el c o n - t r i a . — D i o s etc. — Almadén, 47 de octubre
dado de Niebla.—Dios etc.—Almodovar 45. dé 4836.-M. de la P. Aranguren.—Excmo. Sr.
(4) Véase documento núm. 40. marqués de Rodil, ministro de la Guerra.
222 HISTORIA DE LA GUERRA CIVIL.

l a decisión con que sostengamos los c o r r a - Situada la villa de A l m a d é n , á diez y


les que forman el recinto; cuando este sea ocho leguas de Córdoba, en la provincia
forzado, y los enemigos ocupen el pueblo, de Ciudad R e a l , confinando con las de
la resistencia puede darse por concluida, Córdoba y Cáceres, ocupa la cresta d e la
pues los fuertes y las casas no pueden s o s - cordillera central de las tres que forman el
tenerse seis h o r a s , atendida su posición territorio r^u© le r o d e a , y tiene la d e s v e n -
desventajosa. taja de estar dominada á Norte y Sur por
Antes de ocuparnos de la importancia las laterales. Su población pasaba de ocho
d e Almadén, sus fortificaciones y defensa mil habitantes. El p u e b l o , que corre de Es-
e n l o s d i a s 23 y 2 4 , llamaremos la a t e n - te á O e s t e , tiene una longitud escesiva y
ción de nuestros lectores sobre la c o m u n i - muy cortas las distancias en l a t i t u d , a c c i -
cación que damos en nota, y de que for- dente que fué perjudicial á su defensa. Dos
marán por^sí un juicio acertado (1). grandes barrancos á Norte y S u r , á d i s t a n -
cia de medio tiro de fusil, pueden cubrir
los ataques d e numerosas columnas hasta si-
(4) Gobierno militar de Almadén y superin-
tuarse bajo las tapias que forman el recinto.
tendencia d e sus minas de azogue. Exorno. Sr.
Aunque todavía en a l a r m a , y ocupando las Compuesto este de la unión de los corrales
miserables tapias de este inmenso é irregular de las c a s a s , carecia de un terraplén que
recinto, por la tranquila ocupación del terri- facilitase la oportunidad de los r e f u e r -
torio de los Pedroohes, cuatro dias h a c e , por zos á los puntos que mas los necesitasen, y
la facción de Gómez, no debo retardar á V . E .
la respuesta á la real orden de 4 6 de abril.— para cuya operación era preciso entrar en
Si, previéndose los acontecimientos, y dando á las respectivas calles y casas á que c o r r e s -
este rico, productivo y singular establecimien- pondiesen los puestos de preferente a t e n -
to la importancia que merece su conservación, ción. El circuito pasaba de cinco mil v a r a s ,
s e hubiese amurallado su recinto con obras aumentado con las dificultades de comuni-
sencillas de fortificación, serian suficientes
mil hombres para su defensa, teniendo d e a n - cación espresadas.
temano los depósitos de v í v e r e s necesarios Reduciánse las fortificaciones á unas a s -
para la subsistencia de la guarnición, pues
pilleras en las puertas y otros puntos de las
la esterilidad de su territorio, no produce mas
que mineral. Pero hoy, que unas miserables afueras, cuatro tambores para adelantar a l -
bardas y corrales tienen d e circunferencia tres gunos fuegos, y los titulados fuertes de la
cuartos d e legua sin ninguna forma regular Enfermería y Cristina en el interior d é l a
para establecer sus defensas, considero i n s u - población.
ficientes los mil trescientos infantes y ciento
veinte caballos de la división de Estremadura
al mandodel brigadier Flinter, para tener una
esperanza razonable de rechazar la facción de reciendo, por lo tanto, imposible que nuestras
Gómez. Esto no obstante, resuelto eítoy, como tropas las permitan estacionarse cuatro dias en
V. E. lo desea, y lo está el brigadier Flinter las siete villas d e los Pedroches. Mis partes al
y su bizarra columna, á perecer en la defen- Excmo. Sr. marqués d-e-'Rodil, son dos v e c e s al
sa de esta villa, sin embargo d e que conside- dia,--y duplicados,y desde eM9 alas s i e t e d e la
ra mayor el peligro de destrucción d e cuanto mañana, en que me avisaba dirigirse á Santa
en maquinaria y otros efectos de interés e n - Cruz de Múdela, distante veinte leguas de
cierra este establecimiento, si llegasen á e n - aqui, no he vuelto á tener la menor noticia
trar los carlistas á viva fuerza. Fundados el de su situación.—No designo á V. E. la fuerza
brigadier y yo en esta razón, resolvimos, al precisa para defender esta villa en s u a c -
primer amago d e Gómez á este punto, cubrir tual estado, porque con ella y la competente
le, y los preciosos intereses q u e contiene, por de caballería, no vacilaría un momento en ata-
medio de maniobrasen el campo, adelantando car á la facción en los campos d e Pozoblanco,
nuestras avanzadas sobre el e n e m i g o . El r e - con fundada probabilidad de batirla.—Reitero
sultado correspondió á nuestras esperanzas, á V. E. y le ruego que lo haga á S. M., que
pues apenas tuvo Gómez noticias d e este m o - asi el brigadier Flinter, los bravos estrertfe-
vimiento, precipitó su marcha á F u e n c a l i e n t e y ños, los nacionales d e esta villa y y o , estamos
Mestanza.Funesto es, Excmo. Sr., á la causa de todos resueltos á sepultarnos bajo los misera-
la libertad, de nuestra reina , y al crédito de bles escombros d e estas tapias,por mas que
los que la defienden, que los movimientos creamos militar y políticamente imprudente
de nuestras divisiones se arreglen á conjetu- semejante resistencia, q u e podrá quizás a u -
ras sobre la dirección que pueden tomar los mentar el número d e los sucesos q u e n o s han
carlistas. Ocho mil i n f a n t e s , md doscientos colocado en tanto conflicto, y desalentar mas
caballos, aunque solo puedan entrar en c o m - el espíritu de los pueblos, que h a n sido t e s -
bate cuatrocientos, y un convoy do cuatrocien- tigos de ellos.—Dios etc.—Almadén, 22 de oc-
tas acémilas cargadas con el fruto de sus rapi- tubre de 4 8 4 6 . — M. de la P . A r a n g u r e n . —
ñas vergonzosas, no puede ser precipitada, pa- E x c m o . Sr. Secretario d e Estado y del des-
pacho interino de la Guerra.»
SITIO Y RENDICIÓN DE ALMADÉN.

El primero, enfermería >en olro tiempo i de la superintendencia había sido entrega-


de los religiosos de San Francisco, no era da sin disparar un tiro, y finalmente, por
un edificio de fortaleza, ni de acceso difícil; que la oscuridad de la noche, tan favorable
dominado, muy al contrario, por las casas á los empujes de las masas que acaudilla-
laterales y una parroquia, era impractica- ban los valerosos Cabrera, Fnlgosio, y d e -
ble su defensa, tomados estos puestos. más, no permitía observar los puntos mas
El segundo babia sido un torreón anti- comprometidos para socorrerles. Entonces
g u o , casi reducido á escombros, sobre los principió el desánimo de los bisónos que
cuales se improvisaron dos parapetos aspi- tan bizarramente se habían conducido en
llerados, l a n a propósito para una defensa aquel dia. Veían dentro de la población
de corta duración, como inútiles para r e - por muchos y distintos puntos á los contra-
sistir mucho tiempo, pues que no podia rios, y que al abrigo de las casas les a b r a -
contener mas de ciento cincuenta hombres. saban á quemaropa con los disparos no i n -
Dominado asimismo por unas casas, á diez terrumpidos de un arma de que carecían,
pasos algunas, carecía de. fosos, rastrillo y y con los de fusilería, seis veces superior á
agua. la suya. Retirados lodos los liberales á los
Ocupados en la noche del 22 estos e d i - fuertes, al toque de cómela, á poco de e n -
ficios y otros para protegerlos, y con la trada la noche presentóse á sus ojos una
desventaja de hallarse varias casas del r e - escena horrorosa. Después del saqueo, á
cinto en construcción, y abierta por ellas la que fué la población entregada, fué i n c e n -
e n t r a d a , y saliendo de Almadén por inútil diada. Confundiéronse con los estampidos
la caballería, distribuida la fuerza en los del cañón los gritos de un vecindario deso-
corrales de las afueras (seis ó diez hombres lado, que lodo lo perdía en el momento, y ,
en cada u n o ) , y las provisiones que á duras al través de mil peligros, llegó el Alcalde
penas se pudieron adquirir para dos dias, con la intimación de Gómez. En vano le
pues que los anteriores de alarma habían re- suplicó con ardientes lágrimas de dolor, y
traído á los tragineros, aguardaron los de en nombre de todos los habitantes, pusiera
Almadén al enemigo, términos á tanlos desastres. La respuesta de
Llegó éste después de las seis del dia Aranguren fué verbal: «Diga vd. á Gómez
inmediato, y atacó sin demora. Sus batallo- que aun no he llenado los deberes que me
nes no pudieron escalar las tapias de los impone el honor, y á los vecinos que no es
corrales, á pesar de sus repetidos esfuerzos. mía la culpa de su infortunio. Ni unos ni
Tan vivo era el fuego de los que las sosle- oíros suspendieron el fuego, y volviendo el
nian, escaseando por esta causa las m u n i - alcalde con la misión de que consignase el
ciones á las cuatro horas de comenzado. gobernador esta respuesta, la escribió p r o -
Cubierta con admirable actividad esta n e - hibiendo al portador volviese otra vez. '
cesidad imprescindible, concentraron los El humo y las llamas de algunas casas
carlistas su empeño sobre un punto que c a - obligaron á ios que se hallaban parapeta-
ñonearon con sus dos piezas de montaña, dos en las contiguas á replegarse, cayendo
y Aranguren le reforzó con un parapeclo en poder de los carlistas la parroquia que
de lejas, consiguiendo desde él rechazar el dominaba la Enfermería. Tuvo esta que, c e -
ataque, y retirar á otro sitio.la artillería. der, y continuó incesante la lucha hasta el
Su presencia en todas partes animó á los nuevo dia, que alumbró los horrores de
suyos, vitoreando entusiastas á la reina y á aquella noche, y la situación desesperada
la libertad. Los de Gomez reiteraban sus de los obstinados defensores. Aun asi prosi-
embates en todas direcciones incesantemen- guió Aranguren una inútil resistencia.
te, merced á su número y a l a confianza que Después de las once del 24 se presentó
les inspiraron á primera vista las débiles un trompeta en compañia de un gefe carlis-
defensas de la villa, tan inferiores á las de ta y de un ayudante de Flinter, intimándo-
Córdoba, pero siempre se estrellaron en la le aquel de nuevo la rendición, y noticián-
decision de los que por primera vez oian dole éste la de la Enfermería. «Que aun te-
silvar las balas. nia medios de defensa, contestó, y que d i -
Sin descanso unos y otros, llegó la n o - jese á Gómez respetase el establecimiento,
che, tan temida por Flinter y Aranguren, puesto que era una propiedad de la nación,
porque la falta de municiones hizo a b a n - que"'debía poseer el que venciese en aquella
donar varias casas, ocupadas unas é incen- lucha desastrosa. » Y continuó haciendo
diadas otras por los sitiadores; porque la fuego hasta que, abandonando por preci -
HISTORIA DE LA GUERRA CIVIL.

sion las casas próximas los que desde ellas vos de Villarobledo, embarazado con los
se sostenían, quedó en comunicación el prisioneros; pasábase por la pérdida de la
fuerte con la Academia á él contigua, pol- patria de Séneca y Luciano, con las fuerzas
los contrarios ocupada. y las riquezas allí amontonadas, pero no se
Este incidente, verdaderamente funesto concebía que, rodeado el enemigo por seis
y decisivo, que dejaba el fuerte con brecha gefes del ejército, sin contar á Escalante,
abierta; la escasez de municiones, y mas atravesase por m e d i o , y casi á su vista,
que todo, la circunstancia de haberse reunido embistiese y asediase formalmente un punto
en tan estrecho recinto mas de quinientos interesante fortificado, deteniéndose dos
hombres donde no cogían doscientos, p r i - dias en rendirle, y ufanándose con su presa,
vados asi lodos de hacer uso de las armas, sin ser por nadie hostilizado.
infundió un terror general; y viendo A r a n - Superiores en número y calidad las
guren inminente un sangriento é inútil d e - fuerzas del ministro de la Guerra, nadie
sastre, creyó haber cumplido con honra sus acertaba á esplicarse como las rebeldes, es-
deberes de militar, y se acordó de que t e - tropeadas en la sierra huyendo de Alaix, y
nia otros que llenar. Era superintenden- embarazadas en sus movimientos por el con-
te de las minas mas ricas del Estado; el t i - voy y enfermos que conducían, habían v e -
zón estaba cerca de incendiar el estableci- nido á buscar casi á la división de la Guar-
miento á tanta costa levantado ; humeaban dia, provocándola con su ataque á la villa
algunos edificios del mismo, y el toque de de Almadén; como no habia impedido su
alto al fuego salvó una riqueza incalcula- entrega, cuando, por lo visto, no se habia
ble y con ella los productos sucesivos de las propuesto su gefe otra cosa que impedir e s -
minas, de quesehabria visto privado el g o - te suceso. Murmuró el público de todos los
bierno, precisado ademas á reemplazar en no generales, y en particular del marqués, en
pocos años, y á costa de inmensos sacrificios, quien noveia disculpa. No la tenia, en efecto,
la maquinaria y fabricas reducidas á ceni- dígase lo que se quiera en su abono. Con
zas; y después de proponer á Gómez h o n - el deseo de hallarla, hemos consultado
rosas condiciones, á que falló, (l)'evacuó el cuanto se ha escrito en pro y en contra de
fuerte de Cristina á las cuatro de la tarde sus operaciones militares; hemos e x a m i n a -
del día 2 4 . dos todos los antecedentes y documentos,
inclusa su causa, y nada hemos hallado,
bien á nuestro pesar, que las justifique, sin
RESULTADOS DE I.A TOMA DE ALMADÉN. embargo de nuestro afán, muerto ya el ilus-
tre defensor del Callao, á quien profesába-
mos particular aprecio, y cuya honradez
CLXIX. era de todos reconocida.
Ya lo hemos visto: a l a s reclamaciones
del gobernador de Almadén, contestó se
El desastre del 24 de octubre fué fe- defendiese, ofreciéndole su socorro. Prevee
cundo en consecuencias, que debemos rese- la posibilidad del caso, y le asegura que
ñar, haciendo alto en el curso de la espedi- «su cuartel general no se desviará mucho,
cion carlista y de las fuerzas constituciona- porque tiene facilidad de acudir al punto
les destinadas á perseguirla. que mas necesite de auxilio, que debe ser
La ocupación de la capital famosa del bien significante por el número y calidad de
kalifato español por las huestes derrota- la división de la Guardia» y ¿cómo cumplió
das en Villarobledo, había causado una esta oferta? ¿cómo acudió á la conservación
sensación tan dolorosa como profunda en el de Almadén? ¿Cómo? Llegando después
ánimo délos liberales, inquietados antes con que la facción, como si pudiese resistir su
la derrota de Tello, Pardiñas y López, con empuje cuarenta y ocho horas, como si t u -
la posesión de cuatro capitales, con la viese tapias siquiera de circunvalación, ya
aproximación de Gómez á Madrid; pero el que no murallas; como si á la artillería car-
sitio y entrega de Almadén apuró la copa lista pudiese oponer este arma. Prescindien-
del sufrimiento. Perdonábase en buen hora do, si cabe, de que las seguridades que dio
que no hubiese seguido Alaix á los fugiti- á Puente le obligaban á no demorar el a u -
xilio prometido, y le comprometían á no
desviarse mucho, la orden que dio de que
(1) Véanse en el parte, documento última-
mente citado. se encerrase, á pesar de sus observaciones,
RESULTADOS DE LA TOMA DE* ALMADÉN. 22S

exigían de él que no espusiese á un posible , ruta era hija de las circunstancias, la c o n -


descalabro las fuerzas que, de apreciarse la siderase como una fuerza fija en un pais, y
opinión de un militar antiguo y facultativo establecida, sin otra misión que la de con-
como Aranguren, opinión fundada en la es- trariarle. Diga lo que quiera el manifiesto
periencia, y corroborada por Flinter, se ha- que publicó en Lisboa en enero de 1 8 3 7 ,
brían salvado, y replegándose hacia las de diga lo que quiera su causa, sus operacio-
Rodil, le habrían advertido antes la llegad a nes no fueron las que convenían al fin que
del enemigo, observándole de cerca, fla- se habia propuesto, las que reclamaba su
bríase salvado también la población, y objeto, las indicadas en su caso. Con unos
cuanto fué á manos de los espedicionarios. facciosos que solo se proponen llevar la
Lejos de situarse convenientemente para guerra á cuantos puntos ofrezcan p r o b a b i -
poder auxiliar con oportunidad un punto lidades de sostenerla, sin otra dirección que
que creyó vulnerable, desde Almodóvar del las facilidades que para ella se presenten; á
Campo, á donde por fin había avanzado, y quienes no conviene aventurar choque a l g u -
desde donde podía fácilmente caer (y asi no y siempre procuran huirle si no se les pre-
lo reconoce), sobre los espedicionarios, re- senta ventajoso, que hacen consistir su fuer-
trocedió á Santa Cruz de Múdela, distante za física y moral en recorrer la Península,
nada menos que veinte leguas de Almadén, privando á la vez de recursos al gobierno
sin poner este movimiento en noticia de su que combaten, y alentando á sus prosélitos
gobernador, que nada supo de Rodil desde cuanto desaniman á sus adversarios, solo ha-
mucho antes de la llegada de Gómez. bia una operación, no habia mas que un
En la monomanía siempre d e q u e , ó fa- plan de campaña, alcanzarles y batirles.
vor de combinaciones estratégicas y pla- Este fué el adoptado con éxito en todas par-
nes de gabinete, le seria fácil calcular los tes, sin otra escepcion que las provincias
futuros movimientos de su adversario, R o - del Norte, por serlo su sistema de guerra,
dil, que siempre subordinaba los suyos á lo que llenó de luto á las demás provincias.
que le decin el mapa, sacrificó, al compás Los naturales de allí, allí luchaban, nosalian
las necesidades del momento, y contento de su p a i s , constituían un ejército r e g u -
con perseguir con él á los carlistas, g a s t a - lar, y allí estaba el gobierno y el rey que
ba en estudiar científicamente el terreno un aclamaban. Los planes de campaña, tan
tiempo precioso que habría empleado m u - propios de aquella guerra, á cuatro provin-
cho mejor en recorrerlecon rapidez, buscan- cias circunscrita; las operaciones militares
do para batirle al enemigo. de un ejército que contaba por base de las
mismas una porción de puntos fuertes, y
De sistema tan erróneo fué sin disputa
que se movia siempre y su enemigo en r e -
uno de los resultados mas dolorosos la pér-
ducido círculo, no eran en manera alguna
dida de Almadén. Como si selashubiese con
aplicablesálas espediciones, que debiéramos
un grande ejército enemigo, como si fuese
llamar con mas propiedad correrías ó escur-
regularla guerra, y estuviese circunscrita á
siones.
determinado territorio, Rodil no hizo mas que
idear en su gabinete planes de campaña, y Si nada valiese lo dicho, el suceso de
medir científicamente las distancias que á Almadén pondría de suyo en evidencia la
su juicio le separaban de los carlistas, c a l - conducta errada del ministro de la Guerra
culando todas sus salidas posibles. Y como en sus vacilantes movimientos. ¿A qué ten-
ponia en ejecución sus proyectos, y m i e n - día? ¿A qué habia salido? ¿A qué conducía
tras tanto estaban en otra dirección sus con- la mejor, sin d u d a , de las divisiones del
trarios, que llevando á cabo su propósito, ejército? ¿No era á destruir á Gómez? ¿No
marchaban por donde mejor podían, les lo confiesa? ¿No dice que á este fin con-
quedaba muy luego sin efecto, y d e s h a - sagraba todas sus vigilias, toda su a u t o r i -
ciendo lo hecho, nuevos pensamientos y dad, todos sus esfuerzos? ¿No iban e n c a m i -
propósitos se hacían por las mismas causas nadas al mismo objeto todas sus disposicio-
tan infructuosos como los primeros. nes? ¿No creia con ellas detener ó alcanzar
No se concibe, ciertamente, que un mili- á los carlistas, cualquiera que fuese su rum-
lar encanecido y de renombre por su heroís- bo, y batirles? Pues Almadén hizo ver h a s -
mo en América, que había hecho la guerra ta qué punto fueron equivocadas sus se-
en las provincias Vascongadas, que había guridades, pues que se detuvieron en él
observado la constante movilidad y r a p i - por espacio de treinta y seis horas, nada me-
dez de la espedicion de Gómez, y que su nos, lomando después una de las rulas q u e
Toaro ni.
226 HISTORIA DE LA GUERRA CIVIL.

tenia fija en su mente, sin que ni allí le a l - I lería encerrada, y de su armamento, la de


canzase ni le impidiese tomar ésta. Única los efectos militares y muías del estableci-
población por allí fortificada, claro es que miento, los destrozos y dafios que sufrió
los facciosos no habrían tenido para qué éste, lodo fué obra del marqués de Rodil,
detenerse en cualquier otra parle, y p o - todo resultado necesario de su desaproba-
niéndose á retaguardia del m a r q u é s , le ción al sistema, cuya bondad había consa-
habrían llevado una delantera considerable. grado la esperiencia , de proteger aquel
«Que hubieran resistido mas tiempo, dice, punto interesante para el Estado, sin e s -
los defensores de Almadén, y se habrían sal- ponerle nunca á perjuicios fatales al país.
vado y escarmentado álos expedicionarios.» Sin su orden en contrario, probable h a -
Suponiendo que hubiera sido posible mayor bría sido, por lo menos, que Gómez no
resistencia, (ya hemos visto que fué porfia- hubiese intentado apoderarse de una fuerza
da, y todavía veremos que nada dejó (pie que, descansada y en buen estado, no se
desear), convendremos en que hubiese R o - habría dejado coger (pues que solo le llevó
dil salvado la población, mas no podernos á Almadén este objeto), y aun cuando asi
convenir en que hubiese escarmentado á los no hubiera sido, retirados á tiempo los c a u -
sitiadores, porque, mas diestros en procurar- dales y efectos del establecimiento c o n v e -
se noticias esactas de sus perseguidores, ha- nientes al enemigo, y en especlaliva Puente
brían alzado el campo mucho antes de que y Flinler, como acababan de estarlo en po-
pudiese darles vista. Pero ni aun admitimos siciones á propósito, habríanse retirado en
esta hipótesis, y en su lugar creemos, porque su c a s o , picando después la retaguardia
nos lo dice la razón, porque lo confirmó la carlista, sin que hubiesen h e d i ó l o s espedi-
esperiencia, que ni aun pudo Rodil socorrer cionarios otra cosa que racionarse y p r o -
á Almadén. Cuando Gómez, en el mal esta- veerse de las cosas mas precisas.
do en que sin duda le tenia Alaix, metido En la situación de Rodil, esplícase de
en la sierra, cubriendo la Andalucía, y suyo que culpe al gobernador Aranguren y
echándosele al ministro, se atrevióá ir á s i - al brigadier Flinler del desastre á que nos
tiar á Almadén, en vez de correrse desde referimos. Alguna escusa habia de d a r á sus
luego á Estremadura, única salida segura, inescusables yerros. Pero tan lejos estuvie-
como veremos, y alejarse de Rodil, bien sa- ron de fallar á su deber estos gefes, que se
bido tendría dos cosas: primera, que no po- escedieron en su desempeño, porque rayó
dría defenderse mucho tiempo la cilada v i - en temeraria su defensa. No hay para c o n -
lla; segunda, que no podría llegar en su vencerse de ello mas que tener en cuenta
auxilio su lejano adversario. Asi fué lodo, la clase de fortificación y los accidentes del
probando la realidad de ambos supuestos la terreno. Y si descendemos á los hechos que
esaclitud y precisión de sus cálculos. tuvieron lugar en el asedio, si examinamos
¿Y no es absurdo pretender que no lle- cuanto se ha escrito por unos y otros a c e r -
naron los sitiados sus deberes, que no cum- ca del mismo, no cabrá duda del digno
plieron sus juramentos? ¿Querrían, por ven- comportamiento de los encargados de soste-
tura, ir á poder de una facción en que se ner un punto insostenible, como lenian ma-
hallaban Cabrera y otros gefes no menos nifestado. La historia de la espedicion, e s -
sanguinarios, tan poco escrupulosa en fallar crita por uno de sus voluntarios, dice que
á las capitulaciones, habiendo de sufrir una fué vigorosa la resistencia, que alacados
dura servidumbre, y todas las penalidades, por todos p a r l e s , tuvieron necesidad los
fatigas, riesgos y privaciones consiguientes cercados de irse replegando de casa en c a -
á ir con ella prisioneros? Tan destituido es s a , incendiándolas que abandonaban, ocu-
de razón, y tan opuesto al buen sentido un padas por correrse aquellos de unas ó otras,
pretender semejante, que no es digno del horadándolas, siendo mortífero y á quema-
honor de ser refutado. Si los comprometi- ropa el fuego de los constitucionales. Las
dos en Almadén no hubiesen temido tan dos obras acerca de Cabrera consignan tam-
mala suerte, habríanse entregado desde bién el empeño y obstinación de los l i b e r a -
luego, no hubieran esperado dia y medio el l a s , su decisión y arrojo, los esfuerzos e s -
auxilio prometido. Víctimas de su obedien- traordinarios de este intrépido caudillo por
cia y de los fallidas seguridades del m i - apoderarse á loda costa de tan codiciada
nistro, realizáronse sus tristes vaticinios; y presa. «Reuniendo (dice), una porción de
la sangre allí derramada, el saqueo é incen- carros, que llenó de colchones, y formando
dio de la población, la pérdida de l a i n f a n - ' un parapeto que le libertaba de los fuegos
RESULTADOS DE LA TOMA DE ALMADÉN. 227

enemigos, ele. Entonces Flinter, viendo el ca sobre, que está situada esta villa, no nos
desmayo de la tropa » permita abrir fosos, como desde el princi-
El burlado Rodil apeló á la falsedad y pio deseamos, á fin de prolongar nuestra re-
al absurdo, en el parte que remitió á Gam- sistencia, en la cual eslamos resueltos á pe-
ba desde Tamurujo el 20 de octubre, p r o - recer.» Y Flinter decia: «Antes de recibir
curando cohonestar asi sus paralelas; á la el brigadier Puenleel cilado oficio de Y. E .
falsedad, asegurando que habia incendiado sabiendo la contramarcha de los rebeldes,
el enemigo las casas después de la r e n d i - habíamos resuelto defender esta villa, y pa-
ción, empleando solo en el asedio algunos ra el efecto, hemos construido barricadas
batallones y haciendo desfilar los demás con carretas, etc., en las bocacalles; y esté
precipitadamente en cuanlo alacó; diciendo V. E . seguro de que, cualquiera que sea la
que no habia hecho uso de su artillería. suerte mía y del brigadier Puente, no m a n -
Que Almadén se habia rendido vergon- cillaremos las armas nacionales, ni t o -
zosamente, que su rendición habia sido una mará el enemigo esta villa sin pasar sobre
miserable cobardía, que Flinter se habia nuestros cadáveres.» Almadén contaba con
cubierto de vergüenza , dice, sin embargo, mil trescientos cincuenta hombres, con e d i -
el auditor de Rodil en su Diario de la guer- ficios inespugnables, no llevando artillería
ra. El duro trato que los prisioneros r e c i - el enemigo, y cuando militar y políticamen-
bieron , y el suplicio de tantos, el largo te su tendencia era y debia de ser al Este,
cautiverio de los que pudieron sobrellevar podia seguirle yo en todos sus movimientos,
su infortunio, las bajas que contaron los s i - seguro do (pie Almadén estaba á cubierto,
tiadores, á pesar de sus ataques ó cubierto, aunque me alejase alguna distancia al fren-
la importancia que dieron á este hecho de te del enemigo.
a r m a s , y las intimaciones despreciadas, ca- «Seguía yo constantemente al frente del
lifican como se merecen asertos tan p a r - enemigo, que jamás logró fascinarme con
ciales. sus apárenles movimientos, burlando su
Pero, á fin de quedar completamente di- proyecto de descender á la Mancha por el
lucidado este punto interesante, oigamos punto del Moyo. En fuerza de mis posicio-
á una y otra parle. nes y de las de Alaix, vióse precisado G ó -
«Almadén habia sido un objeto p r e d i - mez durante cinco días á buscar su salva-
lecto de mi atención, dice Rodil, aunque ción en lo interior de la sierra, destrozando
no era punto militar. Desde que Gómez su caballería y-sufriendo considerable d e -
invadió la Andalucía y~ mucho mas desde serción por el hambre: entonces fué c u a n -
que ocupó á Córdoba, estaba amenazado, do tuvo que licenciar por falta de subsisten-
y debia ser mirado con preferencia por la cias los prisioneros de inferior categoría.
riqueza de sus minas. Llevado de un celo Al sesto dia el hambre los echaba de la sier-
l a u d a b l e , pidió el gobernador de Almadén ra, veian burlados sus planes, y era natural
ser reforzado con mil nacionales moviliza- que intentasen evadirse por Estremadura ó
dos á las órdenes de Flinter, y entonces no inmediaciones de Almadén, sin atacarle.
vacilaré un momento (concluía), en defen- Tenia yo muchos esploradores en esta línea,
der este puesto, y el gefe espresado y yo y algunos de bástanle confianza, y á pesar
daremos un dia de satisfacción á nuestra de esperarlos en todo el dia 2 1 , ninguno
p a t r i a , ó pereceremos gloriosamente por llegó; mas en todo caso no me era dado p o -
ello. Acudí á su petición y creí asegurado ner en duda las firmes protestas do los gefes
aquel pueblo importante. El l a entró G ó - deAlmaden, debiendo considerarle, asegura-
mez en Pozoblanco , y Aranguren y Flinter do siquiera por cuarenta y ocho horas, único
abandonaron á Almadén, tomandoposiciones tiempo que necesitaba para saber que era
en sus cercanías. Manifestóles mi sorpresa atacado y andar las veinte y una leguas
por este acto que debiera ocasionar trastor- que me separaban.
nos en el establecimiento, y producir g e - «Mas por si quería la facción hollar el
neral alarma, y entre otras cosas me c o n t e s - punto de Almadén, ó penetrar en E s t r e m a -
tó el primero en 20 de octubre: «Tan l u e - dura, forcé el dia 22 una marcha de ocho le-
go como tuvimos noticia del retroceso y guas para aproximarme á su frente. El 23
aproximación de los bastardos hijos de nues- permanecí en Argamasilla con la caballería
tra patria, nos hemos ocupado sin descanso y compañías de cazadores, para poder aten-
en aumentar nuestras defensas con barrica- der á todas partes, y recibí un parte del
das; siéndonos bien sensible que la dura ro- gobernador de Almadén, fechado el 2 1 , al
228 HISTORIA BE LA GUERRA CIVIL.

anochecer, avisándome la llegada de G ó - do de Flinler, no fué bajo el concepto de


mez á Pozoblanco. Olro recibí al amane- que Gomez tuviere tal ó cual fuerza, ¿pero,
cer del 2 4 , según el cual iban sobre Alma- escluye la posibilidad de que circunstancias
denlos facciosos desde Sania Eufemia; y su- posteriores hiciesen impracticable y poco
cesivamente tres comunicaciones del gober- prudente cumplir semejante ofrecimiento?
dor asegurando la noticia del anterior. En Y en esle caso, ¿podrá tachárseme de i n -
vista de todo, emprendí, sin titubear, movi- consecuente ó culpado? dejarán de ser d i -
miento rápido sobre Almadén, dejando des- ferentes las situaciones de 4 y 16 de o c -
cubiertas las avenidas de la Mancha, y me tubre.
puse en marcha á las cuatro de la larde, «Ni Flinter ni yo aseguramos, ni era po-
naciendo una jornada de cinco l e g u a s , y sible asegurarlo, que la defensa de Almadén
llegando a l a s once de la noche. A las cinco durase cuarenta y ocho horas, como p r e -
del dia siguiente continué á Saceruela, cua- tendía el señor marqués, muy convenci-
tro leguas, invirliendo cinco horas, y allí dos ambos de la absoluta imposibilidad de
supe la capitulación de parte de Flinler, que- haberla prolongado las doce mas con que
dando ilesos los edificios, y marchando pre- se hubieran completado. Ni hubo medio de
cipitada la espedicion por no perder mo- dirigirle esposicion alguna sobre la v a r i a -
mento, asi que atacó, prueba que no pensa- ción de mis opiniones acerca de mi p r o -
ba combatir con obstinación y encarniza- mesa. Los aconlecimientos eran tan r á -
miento.» pidos, como difícil de comprender el modo
Oigamos ahora al señor Aranguren: prodigioso con que Gomez, esparciendo la
«Desconocidas, dice, me son las causas que voz de su estabilidad en Andalucía, pudo
impidieron el acertado y militar movimien- engrosar los suyos de un modo tan sorpren-
to del marqués sobre Pozoblanco, y no es dente. Las noticias positivas de su fuerza
aventurado fijar en esta omisión la sucesi- ñolas tuve hasta la tarde del l a , en que lo-
va impunidad de la marcha de Gómez, y mé la resolución de acampar. ¿Podia ni ha-
el desastre de Almadén. Mis avisos y noli- bia tiempo de dirigirle consulta alguna en
cías al general Rodil eran tan esactos como estos movimientos, y cuando ignoraba la
frecuentes, y será muy difícil que en seme- dirección que había tomado al dejar á A l -
jantes circunstancias vuelva S. E. á e n c o n - modóvar del Campo?..
trar mayor actividad y celo en cumplir sus «Yo propuse, finalmente, al señor m a r -
órdenes ( 1 ) . qués la defensa indirecta de Almadén, caso
«Después de la comunicación del minis- de ser atacado, en mi primer comunicación, y
tro, fecha 11 de octubre (la hemos copiado el 16 le manifesté en circunstancias bien di-
atrás), y observadas las fechas de las a n t e - ferentes la imposibilidad de ejecutarlo. Mis
riores, y progresión de los sucesos ¿podrá relaciones oficiales con S . E . me hicieron
dudarse un solo momento que mis ofreci- un lugar distinguido en su concepto, como
mientos se referían siempre á defender á lo manifiestan sus comunicaciones. El 15
Almadén de los restos de la facción Gómez? de octubre me honraba con estas frases l i -
Después de su derrota en Villarobledo ¿ p o - songeras: «me complazo mucho de que
drá ocurrirle á militar alguno, por bisoño Y. E . mire, con sus conocimientos y p e r i -
que sea, que un puesto que puede defen- cia, en su verdadero punto de vista mi s i -
derse de un ataque de tres mil hombres, re- tuación actual.» Eslo no obstante, el 19 des-
sista con razonable y prudente éxilo el de aparece esla ventajosa opinion, y desaprue-
ocho mil? ¿Y podré, por fin, merecer yo la ba con acritud mi plan de cubrir Almadén
sospecha de querer modificar en mi d e c l a - en posición conveniente, y no le merecen
ración el tamaño de mi compromiso? el menor aprecio las reflexiones de un mili-
«Dícese por el señor marqués, y lo repro- tar encanecido en la carerra, con no común
duce en su dictamen el fiscal, que mi pro- reputación entre sus compañeros. Ni aun la
mesa de defender á Almadén, si se me a u - duda ocurre deque pudiese darse razón jus-
xiliaba con la brigada de nacionales al man- ta ó plausible para este movimiento, cuando
le veia adoptado por dos gefes de g r a d u a -
(1) «Nuestras relaciones, dice el marqués ción y de buen crédito. Esta reflexion d e -
hablando del señor P u e n t e , multiplicaron á bió, por lo menos, inducir al señor marqués
proporción que las circunstancias lo exijian.» ó no retirarse á mucha distancia de A l m a -
Prueba, decimos nosotros, que sabedor de to- den, con cuya larga defensa no debía c o n -
dos los movimientos de su adversario, no se
dio prisa por buscarle.
tar después de haberle manifestado la dili-
RESULTADOS DE LA TOMA DE ALMADÉN. 229

cuitad de emprenderla, habiéndole sido convicción de la imposibilidad de ejecutar-


entonces mas fácil y seguro socorrerle, que lo, ¿cómo no realizo su pensamiento el 2 5 ,
desde Santa Cruz de Múdela. trascurrido el período señalado? ¿Por qué
«Determinados Flinter y yo á cumplir, hizo alto, en vez de seguir a un enemigo em-
contra nuestra espresa opinión, el mandato, barazado con los prisioneros? Acampado la
espreso también, del señor minislro de la noche del 24 en los campos de Chillón,
Guerra, y bien seguro, de la suerte desven- testigo fui. de la confusión que reinaba
turada que cabria á Almadén, hicimos por entre los facciosos. Tal era, que habrían
obedecer cuanto nos habia enseñado la es- bastado para su esterminio dos b a t a l l o -

Iieriencia, y permitían la irregularidad de nes apoyados por la caballería. La mis-


a población y los recursos con' que contá- ma suerte habrian tenido en Símela, Villa-
bamos. nueva de la Serena, Cáceres, Trujillo, y cual-
«Diez dias desde el 14 de octubre, e s - quier otro punto en que hubiesen sido ataca-
tuvo la facción sin ser hostilizada, distante, dos, pues nada es capaz de compararse con
cuando mas, diez leguas. el estado de desorganización, falta de dis-
«La importancia queda el señor marqués ciplina y desorden de sus marchas, ocupán-
á mis palabras, de que perecería bajo los es- dose únicamente del pillage.
combros de las tapias de Almadén en su d e - «Una sencilla alegoría d a r á á conocer mis
fensa, parece que tienen por objeto acusar- principios estratégicos. Prefiero en mis. do-
me de haber faltado á mi deber. Familiar lencias la asistencia de un médico que con
entre los militares esta hipérbole, muchas prudente é ilustrada observación llené s u -
veces la fortuna salva de los mayores peli- cesivamente las indicaciones que presente
gros á los valientes, al paso que hace p e r e - la enfermedad en su progreso y períodos, al
cer á los que huyen de, encontrarlos. Yo que espera con científicas razones que se
busqué la muerte en las tapias de Almadén presente este síntoma ó aquel, para usar de
los dias 23 y 2 4 , batiéndome al descubierto un remedio clásico que asegure mi c u r a -
para escitar á los defensores del fuerte de ción. El primero tiene positivas probabilida-
Cristina, en términos de inquietar por mi des del acierto, mientras el segundo, per-
vida á los que animaba. Si no logré lo que diendo un tiempo precioso, enviará al sepul-
sinceramente anhelaba, no por eso dejé de cro la gran mayoría d é l o s que tengan Ja
cumplir con bizarría según ofreci, y como desventura de entregarse á la medicina e s -
siempre, las obligaciones de un buen sol- pectante.
dado. «A todos los estreñios recurre el señor
«Rodil califica como le conviene mi re- Rodil para defender con violentas sutilezas
sistencia, y de temeraria el feroz Cabrera y su plan impenetrable de campaña. En la
la junta de Córdoba, que por ello y su pér- honrosa rendición de Almadén cifra el a b o r -
d i d a , me insultaron. to de sus concepciones militares. Apoya sus
«No es regla para calificar la defensa de movimientos inescrutables en las s e g u r i d a -
un puesto la pérdida que hayan csperimen- des de una prometida defensa, confundiendo
tado sus sostenedores. Escasa, insignificante la situación y circunstancias en que se hizo,
ha sido la sufrida en no pocas de justo re- con la en que tuvo lugar; desaprueba, sin
nombre. La ventajosa posición deí que se d a r l a razón, el proyecto de cubrir á Alma-
defiende hace menos mortífero por su p a r - den por medio de maniobras, en la imposi-
te el combale, y solo las salidas y asaltos bilidad absoluta de sostenerse en su recinto
equilibran á veces la pérdida respectiva. y sus mal llamados fuertes, y supone que
El haberse sostenido en los débiles corrales nos comprometimos tácitamente á prolongar
durante trece horas, rechazando los incesan- la resistencia las famosas cuarenta y ocho
tes ataques de los sitiadores, y el combar horas. Califica con asombrosa inexactitud los
te de la noche del 2 3 , rodeados de llamas y edificios fortificados, y omite toda reflexión
acosados de fuerzas seis veces superiores,' sobre el horrible incendio de la nochedel 2 3 ,
recomiendan el comportamiento de los que que produjo para el abandono de puntos im-
sucumbieron en Almadén. portantes ios mismos efectos que una gruesa
«Si la resolución de Rodtl era balir á artillería; y eligiendo por último el terreno
Gómez en las posiciones de Almadén, y si á de Almadén para campo de batalla, contra
este fin nos previno nos sostuviésemos c u a - toda idea militar y de conveniencia pública,
renta y ocho horas, lo cual no le prometimos emite su opinión de este acontecimiento con
porque habríamos faltado á nuestra íntima estas notables palabras, cuya".calificación
230 HISTORIA DE LA GUERRA CIVIL.

dejo á mis lectores. Tal vez no serán ciertos ban, aspilleró algunos de los edificios des-
mis vaticinios; pero la suerte de mi patria tinados á sus minas y las casas del eslerior;
se decidió en la pronta entrega de A l m a - que insuficientes estos medios para íesislir
den Y en mi aislamiento en la derecha del á una embestida formal de fuerzas tan c o n -
Tajo." siderables como las que acaudillaba Gómez,
«Con todas las maniobras del señor mar- dos gefes mí litares entendidos y espertos, no
qués, ejecutó impunemente Gómez las su- juzgaron conveniente esponer la población
yas, sin salir en tan largo período de poco y comprometer los cuantiosos intereses del
eslenso territorio, sin ser atacado. Este h e - Estado <pie podrían lastimarse, á los riesgos
cho, cuya notoriedad es incuestionable y de un sitio sin resultado alguno ventajoso
que á tantos comentarios se presta, dice de para la causa constitucional; qucRodil apesar
suyo lo que valen las especiosas razonescon de esta opinión, que ya se habia encargado
que han querido sostenerse inusitadas d o c - de acredilar en otro tiempo la esperiencia,
trinas é impracticables combinaciones mili- les comprometió á no salir de la villa; que se
tares. improvisaron entonces y se construyeron
«Este periodo de nuestra guerra d e s d i - apresuradamente débiles ó insignificantes
chada, concluye el señor Aranguren refirién- fortificaciones; que los venccdorcsdeTello y
dose á la campaña de Rodil en 1830, será de Pardíñas, de López y Escalante, los que
una mancha que no podrá borrar de su histo- se habían apoderado de los fuertes r e s p e -
ria; y ni ahora, ni cuando se escriba, podrán tables de Córdoba á pesar de sus elementos,
comprenderse las causas que dieron lugar á invirtieron mas tiempo todavía, y mayor es-
la osadía con que Gómez recorrió la penín- fuerzo, por que presentando toda una pobla-
sula desde el nacimiento del Ebro al d e s - ción mayor frente para el ataque que dos ó
agüe del Guadalquivir, presentándose á la tres edificios, tuvieron ocasión de atacarlos
vista de Gibraltar, y regresando á las pro- corrales de Almadén y sus miserables b a r -
vincias Vascongadas cual regresó.» ricadas de carretas, las huestes todas que
Todavía, si lo creyésemos preciso, p o - Gómez acaudillaba, mas numerosas que en
dríamos aducir otros dalos en comprobación aquella capital, mas olvidadas de Yillaro-
de la buena defensa de Almadén, por Rodil bledo, á quienes no permitió entrar en fue-
tan rebajada (1). Estaba en su interés la go la estrechez del recinto de! sólido y a r -
profunda impresión de disgusto que causó la tillado palacio de la Inquisición.
pérdida del 24 de octubre y de que le cul- Perteneciendo ya á la historia lo mismo
pó unánime é instintivamente la opinión p ú - Rodil que Flinler, y no conociendo á Aran-
blica, le obligaban á descargarse de un p e - guren, sin temer de ninguno, ni esperar co-
so tan abrumador, y ocurrióle el decir que sa alguna , podrá ser equivocado n u e s -
había malogrado la pronta rendición de A l - tro juicio, pero es imparcial. El apasiona-
madén su plan de batir á Gómez en aquel miento del primero de los citados personages
terreno. Asi pretendió justificarse, sin tener llega al estremo de faltar á la verdad: que no
en cuéntala contradicción que envolvía e s - hizo Gómez uso de su artillería de alomo, di-
la manifestación, pues que si tal era su p e n - ce, comprobadoporlodoslocontrario,el mis-
samiento, debió aproximarse al tealro que mo buen sentido rebate aserción tan o b c e -
para sus operaciones escogia, á la posición cada. ¿Era posible que conduciendo los si-
que trataba de aprovechar y no conservarse tiadores dos piezas ñolas destinasen á su ob-
a veinte leguas de la misma. El marqués de jeto?....
Rodil habla de Almadén como pudiera de ¿Lo era el destrozo causado en los e d i -
una plaza de importancia, estrellándose t o - ficios sin otro fuego que el de fusilería?..
das sus argucias ante los hechos. La verdad No es absurda tan peregrina suposición?..
es que Almadén era un Jugaron de la M a n - ¿Estarían locos los carlistas?.. ¿Irían contra
cha; que á fin de librarse de cualquier g o l - sí mismos, contra su propósito?... Esto solo
pe de mano de las facciones que la infesla- bastaría para calificar los asertos de Rodil
atribulado con las desgracias de sus e r r o -
(1) Cuanto se ha escrito por personas de res, hasta el punto de no menearse todo el
distintas opiniones acerca del asedio de Al- tiempo que anduvo Gómez no lejos de Alma-
madén, todo está conteste en su ya descrita den, do no moverse, á pesar del parle del
fortificación, en el empeño de unos y otros, en 2 1 , de seguir impávido sin acercarse, hasla
ol arrojo de Cabrera y los suyos, en el despre-
cio de la primer intimación, én el sorteo de las que recibió el de la tarde, de no seguir las
.compañías que escalaron las defensas. huellas del enemigo, poco distante el 2 5 ,
CONTINUA GOMEZ DESDE ALMADÉN SU MOVIMIENTO. 23'!

libertando siquiera los prisioneros que d e - quinientos movilizados de Estremadura, que


bían embarazarle. ¿No pinta á la facción en no supieron retirarse y tuvieron que d e s h a -
tan deplorable estado por su refugio en la cerse á-los primeros tiros, desbandándose
sierra? Pues ¿por qué no va Iras ella, y los mas, arrojando en su dispersión las a r -
deja que se le pierda? Sin duda quería el mas, y llevando el pánico en su fuga. Nue-
señor marqués que viniese á que la atacase va ventaja para la causa liberal, debida al
cómo, cuándo, y donde mejor le pluguiese. sistema de las paralelas y á los estudios del
Almadén no podia menos de ser a t a c a - poco acertado marqués sobre el mapa, o b -
do. Su posesión no solo interesaba á Gómez jeto entonces del ridículo (1). Sin instruc-
por el bolin que le ofrecía, sino por des- ciones esta fuerza de quien debió recibirlas,
truir la fuerza que abrigaba, y quitar este como ministro y gefe de la misma, y casi
obstáculo á sus espaldas. De aquí el deber sorprendida, no es de eslrañar el partido
del ministro de la Guerra de haber dislado que tomó, compuesta toda de milicianos b i -
menos de este punto, de haber asegurado sónos.
con él una constante comunicación, de h a - El puente del Arzobispo había sido t o -
berse movido con rapidez y sin descanso, mado por el capilaii general del distrito,
preparado ¡vara ello, inmediatamente que Carralalá, con unos dos mil hombres, y lo
supo se acercaban á él los espedicionarios. estaban por su disposición los demás y las
En s u m a , y diga lo que quiera este ge- barcas y vados inmediatos. En tal situación,
neral, y la causa que se le formó, y de que no podia Gómez contramarchar, creyendo á
luego hablaremos, culpa fué de esle gene- Alaix en la dirección de Córdoba, y e m -
ral poco afortunado el desastre del 24 de prendió la ruta á Cáccres, con el fin de p a -
octubre. sar el rio por el puente del Cardenal ó el
de Alcántara, si lograba sorprender á sus
custodios, como podría suceder, visto el
CONTINUA GÓMEZ DESDE ALMADÉN SU M O V I - desaliento que se había apoderado de los
MIENTO.
nacionales, únicas tropas en Estremadura al
pisar su territorio la espedicion con los t r o -
feos de Almadén. Llegado que hubo el 28 á
CLXX. Logrosan, pasó á Trujillo donde se d e s e m -
barazó de gran número de prisioneros, mal-
tratados en el camino, y en el que fueron
Ufano Gómez con su triunfo, ó vista ca- diezmados por las fatigas y privaciones que
si del gefe superior de los ejércitos de la sufrieron, fusilados no pocos de los que no
reina y de las tropas mas escogidas, tan podían resistirlas, y descansó el 3 0 , c e l e -
apartado como se hallaba de los suyos, y brando junta de gefes para tratar de las ope-
en el corazón del territorio que dominaban raciones militares, y en particular sobre una
los contrarios, conseguido enteramente su proposición de Cabrera, pidiendo ir en s o -
propósito, y nada inclinado á dar á Rodil corro de Canlavieja, amenazada por San
la ocasión de triunfo que tan poco procura- Miguel. Tuvo aquí la fortuna de dar con un
ba, no bien se hizo cargo de los rendidos y depósito de armas y efectos de valor, y pro-
recogió los efectos do guerra y demás de Jas veyó á los suyos de calzado y vestuario, in-
minas y de la población que necesitaba y le corporándosele bastantes voluntarios.
podían ser útiles, cuando alzó el campo en El 31 emprendió movimiento la espedi-
la noche misma del 2 4 , pernoctando la cion camino de Cáceres, en cuya capital,
del 25 en Chillón, pueblecilo inmediato. huérfana de sus autoridades y fuerza a r m a -
Antes de amanecer supo alli venia el da, entró por la larde. Sin importancia p a -
marqués en socorro de Almadén, y no cre- ra Gómez esta ciudad, acaso no se habría
yó prudente aguardarle, persuadido ademas detenido si no se ofreciesen graves obstácu-
de que Alaix no dejaria de andar cerca de
él. Salió, pues, antes de rayar el dia, y p a - (1) Recordamos la lámina espuesta por en-
só el Tajo por el puente del Arzobispo, y sin tonces al público, en la cual estaba represen-
abandonar, lleno de previsión, la sierra, di- tado Rodil mirando con un anteojo de campa-
rigióse por Siruela y Navalvillar de Pela á ña horizonlalmente á lo largo de una llanura
Guadalupe, donde entró la larde del 2 7 . En dilatada, y pasando á la vez la facción por e n -
tre sus piernas, bastante estendidas, y apoya-
esta villa, célebre por su monasterio de la das sobre la cima de los dos lados de un bar-
orden d e S a n Gerónimo, se hallaban mil ranco.
$32 H STORIA DE LA GÜERRA CIVIL.

los á su marcha. Velase metido en un rincón to auxilio la fortaleza con que únicamente
sin salida, y le era preciso salir de tan falsa contaban, y que por esta razón, y otras al
posición abriéndose paso por el Tajo. A este alcance de nuestros lectores, tenia tanta i m -
fin destacó Gómez á la ligera cuarenta caba- portancia. Pero marchando solos, y con el
llos y treinta infantes, con intento de sor- riesgo consiguiente á la distancia del resto
prender el puente de Alcántara pues el del de su gente y del pais que conocían, y á las
Cardenal, aunque mas cercano, estaba t o - tropas de la reina intermedias, y acompa-
mado y fuertemente sostenido. Menos v i g i - ñando á su marcha las circunstancias que
lado aquel en su concepto, por su distancia, diremos, no es lícito dudar que nada tuvo
por su situación fronteriza de Portugal, por de amistosa la espresada separación. Asi lo
la protección de una ciudad murada, y por creen tambien'casi todos los que han escri-
la proximidad especialmente de una divi- to sobre el particular; y los interesados en
sión portuguesa que amenazaba entrar en la no presentar desunidos á estos caudillos, no
provincia si permanecía la espedicion ó se se atreven á impugnar esta opinión, deján-
acercaba á Portugal; era menos difícil su dola unos en d u d a , y presentando otros
ocupación, y la esperiencia comprobó la ciertos hechos que la dan consistencia.
esactilud del cálculo. La partida que con Realmente necesitaba de Cabrera la cau-
tanta oportunidad envió se apoderó de A l - sa carlista en Aragón. Cantavieja se hallaba
cántara, no sin un vivo tiroteo, y mientras en peligro, y el ejército no estaba en e l m e -
tanto dieron los constitucionales fuego al jor concierto. Todos reclamaban la p r e s e n -
puente; pero acudiendo con tiempo los car- oia del caudillo lorlosíno, y creyóse este
listas lograron apagarle, y quedaron dueños obligado á salvar uno y otro, como era de
del paso codiciado, por el que salió la es- su deber. Sin esto, la dependencia en que
pedicion el 2 de noviembre. desde su principio se vio respecto de Gó-
: No desaprovechó su gefe su estancia en mez, habría sido siempre mas que suficiente
Cáceres, ni fué perdida para su causa. R i n - motivo para que su carácter independiente
cón, Morales y otros secuaces de la misma, le hiciese desear el recobro de su anterior po-
hijos del país, y no sin prestigio entre los sición. Acostumbrado á mandar, y á m a n -
suyos, recibieron auxilios de todas partes dar sin freno ni limitación, no habituado á
para sostenerla en el mismo. las consideraciones con queenmedio de todo
No llegó la espedicion á su destino. A hacia la guerra Gómez, sin necesidad de
poco mas de una legua de Cáceres, junto á conquistar nuevos laureles, nunca de tanta
Villanueva de la Serena, tuvo noticia su estima como los que por sí habia adquirido,
caudillo de que la división de la Guardia bajo las órdenes de otro, mal podía a v e n i r -
Real, de cuyo mando acababa de ser desti- se á la obediencia el que no hallaba oposi-
tuido Rodil, habia llegado á Jaraicejo y se ción á su voluntad, y no era de esperar lle-
dirigía á Trujillo; que Alaix se hallaba en vase á bien el sistema tal cual humanitario
Siruela, y que Narvaez debia de un momen- de un inesperado superior, quien por instin-
to á otro reunirse á la citada división. Con to profesaba otro tan opuesto. No podia,
esta novedad retrocedió á Cáceres en obser- pues, estar Cabrera satisfecho de su situa-
vación del enemigo. ción, sonando apenas su nombre en los h e -
chos de armas en que tanta parte tomaba,
ni Gómez contento de llevar á su lado (dice
la historia de la guerra de Aragón y V a l e n -
SEPARACIÓN DE CABREIIA Y MIRAI.LES.
cia por los señores Santa Cruz, Cabello y
Temprado) un murmurador constante de
cuantas operaciones emprendía, un envidio-
CLXXI.
so indiscreto de cuantos triunfos alcanzaba,
y un conspirador tan poco disimulado que
acabaría por insurreccionarle sus batallones
Llegamos á un episodio interesante; la
y para no verse (añaden) en el compromiso
separación de Cabrera y Miralles. Si h u b i e -
de fusilarle, le sacó de la división el día 3
se tenido lugar con las fuerzas que llevaron
de noviembre con sus compañeros el canó-
á Gómez, y dejando á éste con la buena ar-
nigo Valcarcel y el Serrador.
monía con que se le reunieron, nada tendría
de particular el caso, ausentes tanto tiempo Pasando a l a s circunstancias que acom-
del teatro de sus operaciones, alejándose pañaron á la separación, conceptuamos
mas y mas del mismo, y necesitada de pron- muy verosímiles las que refiere una historia
SEPARACIÓN DE CABRERA Y MlRALLES. §33

de Cabrera. La de la espedicion de Gómez en el traslado de la comunicación, q u e d a n -


manifiesta que dispuesto todo por Cabrera do los batallones aragoneses y valencianos,
para marchar al Aragón, conforme á lo hasta que terminada la espedicion dispusie-
acordado en Trujillo, dio á la división de se don Carlos (á quien s e d a r í a cuenta) lo
Valencia las órdenes correspondientes para que fuese de su agrado.
que estuviese pronta á marchar al siguiente Sorprendido Cabrera, no pudo d i s i m u -
dia 3, y entonces los gefes y oficiales de la lar su rabia y despecho; por primera vez
infantería, se presentaron con una instancia cedia á la fuerza sin hacer uso de la suya, y
á Gómez, suplicándole les permitiese q u e - tenia que fingir, al ver que Gómez estaba
darse, la cual concedida, marcharon Ca- perfectamente preparado para el caso, y que
brera y Miralles el citado dia con la c a b a - inútilmente habría intentado resistirse. Muy
llería, dirigiéndose ó Monlanchez. separados los suyos, en vano habría procu-
Poco es necesario discurrir para no ver rado escitarles á la rebelión valido de su
la improbabilidad del hecho que se sienta. prestigio. Ignorantes de lo que p a s a b a , y
Prescindiendo, si cabe, de que no se i n d i - rodeado Gómez de sus tropas, era fuerza
can las razones que harían presentes los pe- resignarse ó correr los riesgos consiguientes
ticionarios, y de que se describe el hecho de á cualquier otra determinación, y fijando
que nos ocupamos, pasando tan lijeramente sus ojos aterradores en los de Gómez, con
sobre él cómo sobre ascuas, ¿era posible que una indefinible espresion de venganza, c o -
los compañeros y amigos de Cabrera, par- mo dándole á entender que si podía fusilar-
tícipes de sus glorias y fatigas, á quien de- le en aquella ocasión, también él era capaz
bían cuanto eran, de quien tanto esperaban, de hacerlo á su vez si se le presentaba
se resistiesen, olvidándolo todo, á continuar oportunidad, le dijo que hacia testigo al
bajo su mando, y de repente, y sin causa, ejército de la injusticia con que se procedía
rompiesen tantos y tan fuertes y tan s a g r a - con él, impidiéndole se llevase á Aragón las
dos, y tan indisolubles vínculos, prefiriendo fuerzas que de él había sacado, y que se
continuar bajo un gefe desconocido y estra- considerase al menos, que el obligarle á vol-
ño, mas severo en la disciplina, correr pol- ver á dicho punto con solo una pequeña e s -
los países que pluguiese llevarles, acostum- colta de caballería, era esponerle, n e c e s i -
brados á guerrear en el suyo? Solo esto que tando alguna infantería, caso, muy posible,
fuese sería bastante para que hubiesen teni- de verse atacado. Por el itinerario que á
do en menos muy reconocidas ventajas, y vd. he marcado, contestóle Gómez señalán-
á toda costa hubiesen anhelado volver á su dole con la mano el camino que debia em-
pais natal, enmediode los suyos. Imposible, prender, no tiene vd. necesidad de infan-
pues, que la causa de partir Cabrera sin sus tería alguna. Mas lacónico Cabrera, echó
fuerzas fuese la espuesta; muy en su lugar á galope en la dirección señalada, siguién-
está que la separación se verificase como va- dole los demás comprendidos.cn igual caso,
mos á referir. después de haber ensayado en vano los rue-
En Cáceres sin duda se propuso Gómez gos, para que Gómez les permitiese tomar
deshacerse de las importunidades de Cabre- sus equipages que iban á retaguardia. T o -
ra, á juzgar por las medidas que tomó. E n - mando esta petición, por un ardid, se la ne-
tre otras, fue la principal por su significa- gó en estos términos: «Sigan v d s . á Cabrera
ción, la de que fuesen en vanguardia y cen- sin hablar una palabra, o aquí mismo les
tro sus batallones navarros, y á retaguardia fusilo. Yo haré que reciban vds. sus e q u i -
y á dos leguas, los valencianos y aragone- pages.» Y en efecto, en Montanchez, p r i -
ses. Hecho asi, buscó un pretesto para que mer pueblo en que pernoctó Cabrera, y ú n i -
Cabrera, el Serrador, Arnau y Valcarcel, co que siguió del itinerario, por hallarse tra-
acompañados de algunos ginetes, marchasen zado, sin duda con la mejor intención, por
de avanzada, quedando únicamente con los puntos en su mayor parte ocupados por las
suyos á Llorens y á Quilez, y ordenándoles tropas de la reina, recibieron todos sus b a -
no precipitasen la jornada. Asi ¡as cosas, gajes y dos pagas de marcha.
partió, y alcanzando la vanguardia, hízola Presentóse á Cabrera de incógnito L l o -
formar en batalla, y mandó á Cabrera y á rens, comandante de los valencianos, y por
los demás citados saliesen al frente. Obede- sí, y en nombre de Quilez, le manifestó su
cido, hizo leerles que en el acto se separa- sentimiento por el suceso referido, que h a -
sen de la división espedicionaria, y regresa- bían sabido mucho después de realizado, y
sen á Aragón, por el itinerario que trazaba estar dispuestos á separar de los batallones
TOMO m.
'234 HISTORIA DE LA GUERRA CIVIL.

navarros los demás batallones, viniendo á se creia muy á cubierto, por haberle dejado
reunírsele con ellos para tornar á Aragón. é incorporádose á la espedicion sin orden
Mucho agradeció el caudillo de Tortosa e s - espresa de don Carlos.
las muestras del aprecio de los suyos, y h a - Pero no estaba lejos de Albacete, y ene-
ciéndose superior á su justo resentimiento migo de perder tiempo, invadió esta capital,
desechó una oferta que tanto halagaba su que sostuvo en retirada la milicia de caba-
amor propio, triunfando sobre él, y aun so- llería. Pasó á la Gineta, y por poco no se
bre su interés de propia conservación, el apodera de los generales Sanjuanena y P a -
deseo de no aparecer disidentes los que de larea, que iban á su puesto respectivo, por
fendian una misma causa, y el de no com - Quintanar de la Orden, cuya población te
prometerla dividiendo las fuerzas, dando rechazó bizarramente, causándole alguna
quizás ocasión de que las batiese el enemi- pérdida, sin esperimentar ninguna los tres-
go: aconsejó, por tanto, y aun previno á cientos cincuenta nacionales y cienlo diez y
Llorens, tornase luego á su puesto y conti- ocho soldados que la sostenían.
nuase sumiso á Gómez como si nada hubiese Abandonada su empresa, dirigióse y
acontecido, en lo cual le daria la mayor llegó el 21 á Tarancon, desde donde pidió
prueba de afeccúon, pues que nada tenían raciones aun álos pueblos inmediatos á M a -
que ver con el mejor servicio del rey los drid, con ánimo de llamar la atención de las
motivos personales de queja que tenia con tropas de la reina sobre la corte, y de que la
el gefe, y que debía acallar en obsequio de fijase en ella el gobierno, distrayendo asi á
aquel. uno y otras del camino que pensaba empren-
Regresó Llorens á su gente sin que se der al Ebro. Y consiguió su objeto, alarman-
hubiese notado su falta, y Cabrera, creyén- do á la capital de la monarquía. Ya en Buen-
dose comprometido por la ruta trazada, y dia, organizó un batallón de cuatrocientas
avergonzado de presentarse asi^ en su país, plazas con los mozos que se le presentaban,
vino á la Mancha, donde creyó que i n c o r - armándoles con los fusiles de los milicianos.
porándose con las facciones que la atemori- Con tan respetable columna ocupó el 23
zaban, podría hacer m a s q u e salvarse de Cifuentes y penetró el 24 en Sigüenza,
todo riesgo. Asi fué, y llegando á Abenojar, continuando á Medinaceli, Almazan y A r -
siete leguas de Ciudad Real, el 9 de noviem- ganza, donde sorprendió á una compañía de
b r e , se le rindió, creyéndole con mas fuer- carabineros, que debieron su salvación al
za, el destacamento en guarnición. Jara se correr de sus caballos.
le reunió el 1 0 ; entregóse el 11 el puesto En la tercera de las espresadas poblacio-
de Almodóvar del Campo, y con Orejita nes se hallaba de tránsito el obispo de P a m -
también, pernoctó el 12 en la Calzada de plona, llamado por el gobierno á responder
Calatrava, siguiendo por Valdepeñas, Vi- en una causa que se le formaba por desafec-
llanueva de los Infantes, y el Bonillo, d o n - to; y se dejó llevar por Cabrera en calidad
de supo la pérdida de Cantavieja. Frustrado de prisionero.
con ella el objeto inmediato de su viage, va- En los dos dias siguientes hizo varias
rió de plan y tuvo por mejor presentarse al marchas y contramarchas, con objeto de
cuartel real á dar cuenta de su trato por ocultar su verdadero intento. No se pasaba
Gómez, no dudando que al llevar y ofrecer el Ebro como el Tajo; se las habia con el g e -
los novecientos caballos, buenos en su mayor neral Iribarren, que mandaba la división de
parte, con que ya contaba, seria, por muy la Ribera, y á quién no era fácil engañar.
prevenidos que contra él estuviesen, per- Lo avanzado de la estación, unido á las p o -
fectamente recibido, en atención á la esca- siciones de las fuerzas constitucionales, h a -
sez que de este arma esperimentaba el ejér- cian muy difíciles los pasos mas practicables
cito del Norte, y de que tanta necesidad te- de rio tan caudaloso, y por fin se dirigió,
nia, especialmente en la Rivera. Proponíase bien informado, al pueblo deRincon del Soto,
ademas, contrabalancear la influencia, por situado en la orilla y cerca de un vado á diez
grande que fuese, de Gómez, y neutralizar leguas de Logroño, en la provincia de Soria,
el mal efecto que hubiesen podido producir) donde hizo alto el 1.° de diciembre. Sin de-
sus nada favorables informes, y recibiendo mora hizo reconocer la corriente por p r á c t i -
instrucciones del rey, y su gracia, tornar á cos, y convinieron en que solo podian atra-
su país y reconquistar lo que material y mo- vesarla, y con riesgo, animales vigorosos.
ralmenté se hubiese perdido en él durante En vista de esta dificultad invencible, pues
su ausencia, y de cuya responsabilidad no que los caballos ¿propósito que traia Cabrera
PENETRA GOMEZ EN ANDALUCÍA. S35

no venían descansados y era preciso tras- haciendo retroceder y desordenando á l a c a -


portar la infantería, determinó que le v a - ballería carlista, que no pudo ya reunirse á
deasen en dos soberbios machos, al caso la infantería, que fueron atrayendo á una
acostumbrados, el obispo y Valcarcel, con hondonada donde fué acribillada á balazos,
la comisión de instruir al Real del conflicto causándola considerable mortandad, y d i s -
en que se veia, é indicar la conveniencia persándola completamente.
de que se distrajese la atención de las tropas Inútil ya la resistencia, hizo tocarCabre-
de la Ribera, único medio de pasar el Ebro, ra la retirada, rompiendo con Miralles por
algunas leguas mas arriba, como iba á i n t e n - donde pudo. Siguiéronle los que pudieron,
tarlo. perseguidos largo trecho, quedando los d e -
mas prisioneros ó tendidos en el campo. El
obispo quedó en poder del vencedor.
ACCIÓN DE RINCÓN DEL SOTO. Ademas de los inminentes peligros de
que Cabrera estuvo amenazado en esta j o r -
nada, para él tan infausta, en la que tantas
CLXXII. balas le atravesaron su capa y maleta, fué
acometido de un fuerte dolor cólico, que
llegó á impedirle continuar á caballo la f u -
Redactándose estaba la comunicación de ga. Presa de un horrible padecimiento, fué
que habían de ser portadores los espresados, conducido por los suyos en una especie de
y todo dispuesto para llevar á cabo lo a c o r - parihuela hasta la villa de Arévalo, donde
dado, y muy desprevenidos lodos, cuando tuvo que encargar á Miralles el mando, y
llegó la noticia de tener á la vista del pueblo donde la inconstante fortuna tenia reserva-
una columna enemiga. do á estos restos carlistas otro nuevo y mas
En vano trató Cabrera, verdaderamente fuerle descalabro, de que hablaremos en
sorprendido, de preparar su gente ordenan- otro l u g a r , prosiguiendo ahora el curso de
do evacuar la población; solo una corta fuer- la espedicion de Gómez.
za tuvo tiempo de formarse en las eras, y
sostenerse en guerrillas hasta que llegó el
resto, gracias á la bravura de su gefe y Mi- PENETRA GOMEZ EN ANDALUCÍA.
ralles, que pasaron los primeros á escape el
estrecho pontón d e u n a grande acequia, p r o -
tegiendo con su arrojo la incorporación de CLXXIII.
los demás ginetes y de los infantes.
Parte de la caballería de la Mancha u s a -
ba escopetas ademas del sable, y aprove- Desembarazado de los caudillos e s p r e -
chando Cabrera esta circunstancia, dispuso s a d o s , continuó Gómez su m a r c h a , pernoc-
que formando grupos de tiradores, hiciesen tando el dia 3 de noviembre en Torremocha,
fuego. Estrechados contra el rio, que presen- con ánimo de acercarse á Almaráz para p a -
taba á los mas una muerte casi segura, s o p e - sar el Tajo por sus barcas, y llamar la aten-
ña de romper las masas enemigas, descon- ción de las fuerzas enemigas que habían ido
fiaron los carlistas de su salvación, y t e m e - á proteger la capital. Pero sus confidentes
roso Cabrera del desaliento de los suyos, le trajeron noticia de que la división de la
cargó desesperado sable en mano. Inútil Guardia se hallaba en Jaraicejo, y la del
fué su valor, pues aunque no pasaban de Norte en Siruela, y no lejos de esta la b r i -
quinientos los caballos constitucionales, con- gada de Naryaez; y como al retroceder á
taban con dos mil quinientos infantes y dos Cáceres habia hecho retirar de Alcántara la
piezas de artillería, venian descansados, y partida que habia ocupado el p u e n t e , t o r -
no estaban los vencedores de Lodosa en la nando á posesionarse de él los contrarios,
posición que sus contrarios. Redoblando, no era fácil atravesar por allí el rio. Asi
pues, sus ataques con la decisión propia á que sin salida para Castilla, y con el p r o -
demostrar que habían llegado para vencer pósito de llamar sobre sí las fuerzas enemi-
y no para desperdiciar la mas pequeña opor- g a s , caso de ser cierta la noticia que r e c i -
tunidad que les arrancase la victoria que te- bió de haber pasado el Ebro Yillarreal con
nían en su mano, y acudiendo con presteza catorce batallones y setecientos cobaltos en
á cuantos puntos se mostraban los carlistas dirección de Madrid, tomó la determina-
en algún orden, dieron la carga á su vez, ción de regresar á Andalucía, separándose
236 HISTORIA DE LA GUERRA CIVIL.

o posible de Alaix. Y destacando antes á el abandono de la población en el mismo dia


Jos partidarios Rincón y Morales para que por Gómez, y que pernoctó el 26 en T a m u -
operasen por la parte de Cáceres, distrayendo rejo y Agudo, añadiremos la causa, según el
asi la atención de las columnas en su segui- mismo Rodil, de no seguir su movimiento
miento, salió el 4 de Miajadas é hizo noche sobre la villa citada. «Suponiendo, dice,
enYillanueva d é l a Serena, y vadeó el Gua- que Alaix continuaba en esta dirección, c o -
diana porRena, á favor de un puente que for- mo me había asegurado lo haría, yo debía
mó de carros, siguiendo por Quintana á Z a - coger la mas recta sobre el enemigo, ten-
lamea de la Serena,-Berlanga y Guadalca- diendo siempre á posiciones, desde las que,
nal, descansando en esta villa el dia 8, Su- si no le daba alcance, le detuviese al menos
po aqui que los contrarios, desorientados de en el Tajo.» Ya veremos si cuando cesó en
su p a r a d e r o , se habian retrasado detenién- el mando habia conseguido alguno de estos
dose hasta sabersu dirección, que podría ser objetos, ó estaba siquiera mas cerca de con-
lo mismo sobre Sevilla que sobre Córdoba. seguirles.
Aprovechando esta indecision, decidió- «Emprendí la persecución del enemigo,
se Gomez á encaminarse a l a Serranía de añade, y aqui empieza la tercera época dé
R o n d a , país que ofrecía ventajas naturales mi campaña. Desde mi salida de la corte
logrando fortificar algunos punios; y en el hasta la ocupación de Almodóvar, solo me
que podría fijarse la guerra. presentaba en la lid como una fuerza protec-
Movióse con este intento el dia 9 , y fué tora y de centralización, fijando mis m i r a -
por Alanis á Constanlina de la Sierra, y das en Gómez, en Sanz y en Madrid á un
Palma de Rio, pasando el 10 el G u a d a l - tiempo (1).
quivir por las barcas y un puente de carros «Desde mi ocupación deAlmodóvar, pro-
la infantería, y por un vado la caballería. curaba conciliar el carácter de un general
Al anochecer tuvo aviso de que las autori- perseguidor, con el de un general que no
dades de Córdoba con un batallón de m a - podia desentenderse del centro de las o p e -
rina y algunos nacionales habian dejado esta raciones, y ahora ya me trasformo en un g e -
capital y marchaban á la de Sevilla, habien- neral perseguidor, (2).
do pernoctado últimamente en la Luisiana, «Marchando Gómez rápidamente d e s d e
y debiendo pasar aquella noche en la Carlo- Almadén á pasar el Guadiana, tendería sin
ta, é inmediatamente dispuso saliesen dos es- duda á ganar mi vanguardia, sigue Rodil,
cuadrones á Fuentes de la Campana para para pasar también el Tajo por el puente del
cortarles en su paso; los cuales, si bien l l e - Arzobispo, y debiera mirar desgraciada la
garon tarde para conseguir su objeto, alcan- campaña, si, como era posible, lograba sus
zaron dos carros con armamento y vestuario- intentos. De aqui mi marcha el 27 á Castell-
del provincial de Ecija, y capturaron treinta blanco, vadeando el Guadiana, y el 28 á
y tres hombres que les escoltaban. Mohedas, siete leguas.»
De Palma pasó á Ecija la espedicion, en-
trando por él puente sobre el Genil, descan-
(4) A fin de no abusar en demasía de la pa-
sando en esta ciudad el 12 de noviembre, y ciencia de nuestros lectores, haremos de paso,
siguiendo el 13 á Osuna, llegó por Marchena y por notas, las reflexiones que n o s sugieren
y O l v e r a , sin tropiezo alguno, á Ronda, el
¡as palabras con que Rodil pretendió s i n c e -
día 16, evacuada por Ordonez con mil q u i - rarse.
nientos infantes y cien caballos. Si solo se habia presentado como una fuer-
za protectora y de centralización, descubierto
Aqui descansó la espedicion, y aqui la está el misterio de no atacar al e n e m i g o . Mucho
dejaremos para seguir á Rodil y demás e n - sentimos la defunción del m a r q u é s , porque si
cargados de perseguirla. viviese, le preguntaríamos qué protegía d e j a n -
do á aquel en paz y enseñorearse de la mitad
d é l a península; para qué servia una fuerza
centralizada si no la dirigía contra los c a r -
MOVIMIENTOS DE RODIL HASTA SU SEPARACIÓN. listas.
A un tiempo fijaba sus miradas en las dos
Castillas y Andalucía, ¿cómo habia de ver bien
CLXXIV. á ninguna? Atendiendo, ó queríendoatender á
todo, descuidó lo primero y principal, lo i n m e -
diato. ' \ ... •
Dicho ya que llegó á Sácemela en socor- i (2) Es decir que no lo fué antes d e c i d i d a -
ro de Almadén, cuatro leguas distante, en ! m e n t e . Confesiones son estas que esplican s u -
la mañana del 25 de octubre; qué alii supo ' ficientemente su inacción.
MOVIMIENTOS DE RODIL HASTA SU SEPARACIÓN. 237

Detúvose aqui, el 29 por saber los inten- hora de la noche, llegando á las once á Ja-
tos del enemigo (1), y varió el 30 de posi- raicejo. Hizo adelantar desde aqui una com-
ción, inclinándose de la izquierda á la dere- pañía de cazadores y una mitad del escua-
cha del Tajo y ocupando el puente del A r - drón ligero sobre Trujillo, con el objeto de
zobispo, Torneo y Valdeberdeja, y el 31 á practicar un reconocimiento y saber del ene-
Paraleda de la Mata. Desde aqui creyó d o - migo. A las tres de la mañana del 4 , r e g r e -
minará Almaráz, por donde debia, según 61, só esta fuerza con la noticia de que Gómez
pasar Gómez el Tajo, señorear toda la dere- habia pedido en Trujillo para el mismo dia,
cha, quitarle toda esperanza de evasión por mil doscientas raciones, y tres mil de p i e n -
Castilla, y aíianzar la calma necesaria á la so, añadiendo que el ayuntamiento le aguar-
capital. daba por momentos. Pero supo Gómez el mo-
Entonces consideró perdidala espedicion vimiento de Rodil, y contramarchó rápida-
porque supuso que Alaix iba, según sus r e s - mente sobre sus mismas huellas, pues como
pectivas órdenes, sobre las mismas huellas vio l u e g o , avanzó á dicha ciudad y la
de la facción, prescindiendo de que no era ocupó á las cinco de la tarde. Tal vez no
otra la misión de la fuerza que conducía des- hubiese retrocedido si estuviese Alaix á r e -
de que fué separada del ejército del Norte. taguardia.
No fué asi por su desgracia. Alaix, sin em- • Ya por fin supo en esle dia de Alaix
bargo de haberle ofrecido el 20 desde Bailen desde Navahermosa, con fecha 2 0 , y d e s -
y desde Andújar el 2 1 , que alcanzaría á la pués de catorce dias teniéndole á r e t a g u a r -
facción y la llevaría por delante, se hallaba dia; supo también de Madrid, de donde na-
entonces á retaguardia de Rodil, que nada da sabia desde el citadodia, y recibió el p a r -
sabia de él con posterioridad. Justo es c o n - te del comandante general de Cáceres, d i -
signar estos hechos y la inutilidad de casi ciéndole desde Alcántara el 3 , estar inutili-
todas las órdenes que dictó para obstruir los zados los puentes, pero que el de Alcántara
pasos, por no llegar á su deslino las c o m u - habia sido quemado enmedio de un vivísimo
nicaciones. El desalíenlo, por otra parte, con tiroteo, cuya operación habia protegido un
que no conlaba, y que por mas que lo estra- destacamento portugués de Segura.
ñase, fué hijo de la pérdida deAlmaden, con- Distante seis leguas la espedicion, en
tribuyó en gran manera á la salvación de Miajadas, detúvose Rodil el 5. ¿Y por qué
Gómez en un país tan liberal como Estrema- perdió esle dia? Oigámosle. «Si bien en t o -
dura; Rodil atravesó su eslenso territorio sin das mis comunicaciones, dice, habia desde
divisar un fusil, sin ver brillar una espada; el principio de la campaña urgido al gobier-
habíanse dispersado los nacionales moviliza- no por la remesa de convoyes de varios ar-
dos, y se halló mas aislado que en la sierra tículos, y sobre todo de calzado, si bien el
misma. gobierno hizo salir de la corte los zapatos
En posición lan crítica se detuvo el 1.° que pudo adquirir, sea que no les marcase
de noviembre en Peraleda, tanteando los bien la ruta, ó por otra causa, no me llegó
pasos del vado de Talavera la Vieja, for- por desgracia convoy alguno. Una corta
mando un puente de carros, ó las barcas de porción de calzado que pude proporcionar
Almaráz. Vio que con el puente de las m e r i - de Cuenca y otros puntos, no pudo servir
nas era mas pronto el segundo para la infan- en su mayor parle por la talla de la Iropa, y
tería, y ocupó el 2 á Almaráz. Aqui se p r o - la mitad de la 1 . brigada eslaba completa-
a

metía dar alcance al enemigo, en cuanto se mente descalza. El temporal, que se habia
conservase á la derecha del Tajo, y al efec- sostenido seco, cambió por completo, y llo-
to tenia facilitado el camino con puentes pro- vía sin cesar. Dando algún descanso á la
visionales sobre el T i e t a r y Alagon, para di- tropa habría querido marchar aquella misma
rigirse por los puertos de Baños ó de Sierra noche sobre el enemigo, pero dicha brigada
de Gata. Asi las cosas el 3 , sin noticia de trata siete leguas de muy mal camino, con
Alaix ni otra alguna, descansando en las la subida del puerto de Mirabete. La noche
comunicaciones del 28 y 3 1 , en que el c a - era tenebrosa y horrísono el viento. ¿Cómo
pitán general le aseguraba estar dadas las emprender una marcha de seis leguas?
órdenes para inutilizar los puentes y barcas, ¿Cuáles serian por otra parle, los resultados?
se aventuró á pasar el Tajo, comenzando á Yo quiero prescindir del estado miserable en
las siete de la mañana y acabando á igual que llegaría la división, porque cualquiera
que fuese su valor y su entusiasmo, por n a -
(1) Principia la pérdida de tiempo. da se arredraría; pero seria inútil su fatiga,
238 HISTORIA DE LA GUERRA CIVIL.

porque no aguardaría Gómez. Y asi fué, pues produjo la persecución directa de las p a r -
al saber mi entrada en Trujillo, abandonó á tidas , á cuyo fin destinó después Rodil la
Miajadas. columna móvil de Estremadura, dejándola
«Y no me moví el 5 , porque Narvaez e n C a s t u e r a , y poniendo á disposición del
debia eslar sobre Talavera, según se le pre- comandante general de la provincia de Cá-
venía el 3 lo hiciese á marchas forzadas; y ceres alguna fuerza.
Alais en Navahermosa, ó Navalmoral de Mas no fueron las que hemos visto las
P u s a . y si yo apretaba demasiado á la f a c - únicas dilaciones de Rodil. Todavía s u s -
ción en aquellos momentos, podía dirigirse, pendió el ya depuesto ministro el movimien-
con la ventaja que me l l e v a b a , á la M a n - to que iba á emprender el 7 , á consecuen-
cha ó á los montes de Toledo, flanqueando cia del parte de Alaix, fechado el 5 en Na-
aquellas fuerzas, y d e j á n d o l a s mias á la valmoral, noticiándole haber dirigido á
espalda. De ninguna manera convenia aco- Talavera la caballería , para su herrage, y
sar al faccioso, y en tanto proveíase de que pernoctaría el 7 en Alia, porque creyó
herrage la caballería, y mandaba á Alaix dejarle á r e t a g u a r d i a , y mas atrás la caba-
avanzase por mi izquierda, y procuraba la llería. Y reencargándole forzase su marcha,
incorporación de la columna móvil de E s - ganando todo el terreno posible sobre el
tremadura. flanco izquierdo del enemigo , en su direc-
«También recibí en este día los partes ción á la Mancha, esperó el citado dia 7 .
de la sublevación de las villas de Terle y El 8 , lluvioso también , marchó á Miajadas,
Cabezuela ( 1 ) ; habia visto la peligrosa r e - y el 9 á Don Benito. Desde aquí comisionó
sistencia de Alcántara á cortar el puente, con una mitad de caballería al coronel Her-
sabia que en la derecha del Tajo existia un rera Dávila para que se personase con N a r -
fuego sedicioso y oculto; en la izquierda, vaez y Alaix, y á los capitanes generales
Rincón y Sánchez con sus partidas, v a g a - de los distritos de Sevilla, Granada y Ara-
ban libremente; los setecientos movilizados g ó n , asegurando asi que todos estos gefes
de Guadalupe se habían dispersado á la vis- se instruyesen de sus planes, y pernoctó el
ta de la descubierta de Gómez; el puente de 10 en Castuera, en Monterubio (tres leguas
Alcántara habia sido abandonado por la distante), el 1 1 , y el 12 en Fuente O v e j u -
guarnición ; lejos de hallar apoyo y entu- na. Gómez le llevaba dos jornadas. Ya no
siasmo, hallaba solo desmayo y terror; me hizo Rodil otra con la división de la G u a r -
veía en un completo aislamiento de par- d i a , y antes de ocuparnos de su s e p a r a -
tes y confidencias, y conocí la necesidad ción de la misma, interesante por la manera
de un sacudimiento vigoroso que sacase al con que se verificó, añadiremos breves re-
pais de su letargo. A este fin espedí el mis- flexiones sobre sus movimientos por E s t r e -
mo dia un b a n d o , por el cual declaré en madura.
estado de sitio á Eslremadura.»
Hemos subrayado algunas palabras, por
fijar sobre ellas la atención de nuestros lec- COINSIDERACIONES ACERCA DE LOS M O V I M I E N -
tores, á cuyo buen juicio no puede ocul- TOS DE RODIL EN ESTREMADURA.
tarse que lejos de coadyuvar al propósito
de su autor, le contrarían. Siempre convie-
ne acosar al enemigo, y el sacudimiento CLXXV.
vigoroso que habría sacado al pais de su
letargo, • habría sido una victoria, no un
b a n d o , justamente acriminado por la p r e n - La desgracia de Rodil en aquel pais, hi-
s a , objeto de nuevas interpelaciones en la ja fué de las mismas causas que su anterior
sesión del 1 2 , y cuya ineficacia comprobó en la Mancha. Con el empeño siempre, muy
la esperiencia, indudable como es el p á - en su tugar pero irrealizable, de lomar n o -
nico que se apoderó de las provincias de ticias exactas de lodos los movimientos de
Cáceres y Badajoz (2). Mejores resultados su adversario, de que fuesen puntualmente
ejecutadas todas sus órdenes, llegando sin
(1) También se alzó Verax de Plasencia,
poniéndose á la cabeza un partidario realista
del año 2 3 , y formando una columna de t r e s - como vergonzosa disolución d e esta provincia
cientos hombres. 1
al acercarse G ó m e z , sin que nadie haya p e n -
(2) El gobernador de la primera , don An- sado mas q u e en c o r r e r , huyendo hasta los
tonio Pérez Aloe, d e c í a : la tan escandalosa empleados.
MOVIMIENTOS DE RODIL, ETC.

relraso á su destino, cuando se estraviaban lo primero y principal era no perder de v i s -


casi todas; con el afán de que cooperasen á ta al enemigo, cuyas correrías era tan urgen-
su inmediación las fuerzas de Álaix y Nar- te como importante atajar. A Dios rogando
vaez, aguardándoles siempre, cuando rara y con el mazo dando, debió hacer Rodil, y
era la orden que de él recibían, avanzaba y no arreglar sus operaciones por las que ha-
avanzaba por donde quería la espedícion, bía prescrito á sus subalternos, suponiéndo-
sin otro plan que salvarse y su bolín, que las en obra. Desde el 21 de octubre, dice,
no aventurar un lance, que llevar á c u a l - en que Alaix me comunicó su movimiento

3 uier punto la guerra. Fundadas, muy fuñ-


adas son las quejas del marqués al l a m e n -
tarse de no saber del enemigo ni de los g e -
desde Andújar á Montoro, nada volví á s a -
ber de él, hasta qne en la madrugada del
4 recibí su comunicación del 2 en Navaher-
fes citados, de la pérdida de sus comunica- mosa, por la que supe que el 25 fué de Cór-
ciones, de la situación del pais y de sus doba á Ademuz, el 26 á Yillanueva de la
propias tropas; pero ni eran nuevos para él Jara, á la Venta de la tia Inés el 2 7 , el 28
algunos de eslos obstáculos, ni debieron los á Almodovar del Campo, á Abenojar el 2 9 ,
otros impedirle marchar en vez de hacer al- á Piedra buena el 30, á Casa del lomo el
to. Si Alaix y Narvaez destinados á la p e r - 31 y á Retuerta el 1.°, añadiéndose que lo
secución de Gómez, iban sobre él, sobre él escabroso del terreno y las marchas c o n t i -
le habrían encontrado siguiéndole Rodil de nuadas, habían reducido casi á la nulidad,
cerca, y era el punió mejor para uno y oíros, su división, por falta de calzado y herrage,
y mas seguro de saber de los demás, y p o - que el cambio de tiempo le había hecho su-
nerse de acuerdo. Si, prescindiendo en esta frir algunas bajas, y que llevaba sesenta y
ocasión de nuevos planes, que nos parecen tres caballos de mano. «¿Cuál no sería mi
acertados, pero que no eran posibles, como sorpresa al recibir esta comunicación, c u a n -
el tiempo lo hizo ver, por falta de sus i n d i s - do todos mis movimientos desde el 2 5 ,
pensables elementos (la seguridad de las co- los había reglado cual si Alaix siguiese
municaciones, siempre olvidada),hubiera te- constantemente la retaguardia del enemigo,
nido presente el fracaso de los que había ó le estrechase por su flanco derecho sobre
formado antes, y que se las había con un el Tajo, hallándole ahora sobre Talavera, á
contrario sin otro rumbo que el que las c i r - (res ó cuatro marchas detrás de mí con la d i -
cunstancias le facilitaban, no habría m a l o - visión inutilizada? No podia arrojarme sobre
grado momentos preciosos de que supo apro- Gómez, porque le dejaba en descubierto t o -
vecharse hábilmente quien no quería medir do su flanco izquierdo y su salvación.»
con él sus armas, porque eran muy respeta- Vuelta á lo mismo; con el afán de que no se
bles las de la Guardia, y no estaba en el le escapase por parte alguna, se le escapaba
caso de arriesgar el fruto de su carrera; otra por todas, porque todas estaban muy lejos de
consideración que no debió escaparse al buen presentarle resistencia; con el anhelo de
juicio del que mandaba estas. Las jornadas maniobrar en combinación, descuidó sus
de la espedícion no podían ser muy largas, propios recursos; con la idea dominante de
y no lo fueron; embarazada con un convoy conservar un centro de acción y de mirar
tan numeroso como rico, con crecido n ú m e - á uno y otro lado, no se fijaba en ninguno,
ro de prisioneros y enfermos, era inferior preocupado todavía con asegurar de lodo
por esta circunstancia en movilidad. Si R o - riesgo la capital de la monarquía, no se le
dil se hubiese persuadido de ello como lo apartaba de su mente aun á tan larga distan-
estaba d é l a victoria, s i s e le disputaba, solo cia. De aquí su indecisión, y de su i n d e c i -
piensa en alcanzar ásu contrario, y le alcan- sión las inútiles fatigas de los bravos que
za, como le alcanzaron otros, como le h a - acaudillaba.
brían alcanzado Espartero y Alaix.
Nuestros lectores han visto que Rodil
Y tenemos por indudable que si todo hu- previno á Alaix cubriese la Mancha por d i r i -
biese sucedido como Rodil lo dispuso, sus girse á ella Gómez según sus confidencias.
deseos habrían sido realizados. Estremadura También previno el 7 á Narvaez que m a r -
ofrecía ventajas militares para acabar con la chase por la dirección mas corta sobre T o l e -
espedícion; debía haber rendido sus armas do, y de allí á Ciudad Real con toda r a p i -
entre Tajo y Guadiana; fueron monstruosos, dez, á fin de detener á la facción, impidién-
por hijos de la necesidad, sus movimientos, dola el paso por Aragón, y arregló á este
todo esto es cierto; pero no lo es menos que plan sus propios movimientos. El resultado
la cuestión era únicamenle de piernas, y que dice si fué ó no equivocada su opinión; p e -
iiú HISTORIA DE LA GUERRA CIVIL.

ro lo que mas nos eslraña en este punto es de luego, facultados para todo por su e s p e -
que sin embargo de él, la defienda en su , cíal carácter, de cuanto hacia relación á las
manifiesto, y censure la contraria del g o - : correrías y ventajas de Gómez, haciendo
bierno que podría no ser tan fundada como comparecer al gabinete á dar cuenta del
la suya, pero que por lo menos, no fué erra- particular. En vano Camba, encargado del
da. Y mas lejos del teatro de los aconteci- dopartamento de la guerra en ausencia de
mientos y de mil otras atenciones rodeado, Rodil, procuró tranquilizar los ánimos sobre-
la tuvo antes. Ya el 29 de octubre prevenía escitados por la prensa; en vano disculpó lo
el gobierno á Narvaez que bajase á Arganda mejor que pudo á éste y á Alaix de los c a r -
puesto que parecía que Gómez renunciaba á gos que se les hicieron. Aquel no debia r e s -
su propósito de volver á Aragón, y Rodil le ponder de su conducta con menos que con
perseguia directamente, y el 3 le mandó su cabeza, dijo un representante del pais, y
que á marchas forzadas buscase al enemigo los periódicos, no solo le calificaron de i n e p -
en dirección de Talavera, creyendo que Gó- to sino de traidor. Exagerando la desgracia
mez intentaba su paso á la derecha del Ta- de Almadén, dio el grito de alarma por la
jo, aunque fuese por Portugal, y Rodil con- seguridad de la capital y de la invadida Es-
fiesa que apuraba este sus fuerzas por a t r a - tremadura.
vesarle. No comprendemos, por tanto, que Recia fué la borrasca, pero al fin la con-
la orden de que avanzase á Estremadura juró elminislerio como verán nuestros l e c t o -
Narvaez, fuese la salvación de Gómez, lo res al ocuparnos de la situación política.
comprenderíamos si se hubiese corrido á la Salvóse, pero fué á costa de uno de sus
Mancha ó Aragón. miembros, contra el que principalmente se
No sabemos que habría hecho Rodil con dirigían todas las acusaciones, transigiendo
la caballería .que aceptó de Alaix, siendo con la opinión pública por rehabilitarse un
su intento precipitarse (como dice) con ella tanto con ella. Consiguiente á esta d e t e r m i -
rápidamente sobre el enemigo, sin su sepa- nación, fué separado el marqués de Rodil
ración. Bien lo necesitaba paraganar siquie- del ministerio de la Guerra y del mando de
ra el terreno que perdió en lá penúltima jor- la división de la Guardia Real, que á sus ór-
nada dé tres leguas por junto. denes llevaba, y dispuso fuese examinada
Cuál habría' sido sin atacar á Gómez, con arreglo á ordenanza su conducta militar
aun sin alcanzarle, el resultado de haberle desde el dia 20 de setiembre en que tuvo
llevado á la vista, lo dicen los prisioneros lugar la batalla de Villarobledo.
que iba la espedicion abandonando en su No está de mas para completa instrucción
marcha. Las fuerzas todas constitucionales del punto que sigue, reseñar el antecedente
combinadas como se proponía su gefe, h a - que le motivó; nos referimos á la comisión
brían sin duda (suponiendo los elementos que llevó Cardero para el marqués de Rodil.
que faltaban), acorralado á Gómez y des- Entre varias proposiciones presentadas al
truídole, pero para evitar que tranquilamen- Congreso, con el fin de imprimir mejor d i -
te se posesionase del país, y aumentase su rección á los negocios de la guerra, figura-
fuerza y recursos, para protegerle, para di- ba una, pidiendo que las cortes nombrasen
seminarle acaso, preparando y facilitando diputados que fuesen al cuartel general de
asi su destrucción, bastaba la persecución cada uno de los ejércitos de operaciones,
directa, inmediata, incesante, esta es nues- con facultad de tomar cuantos datos j u z g a -
tra opinión. sen oportunos, á fin de tener á las cortes al
corriente de cuanto á estas fuese útil y c o n -
veniente saber. Desechada esta moción, aun
SEPARACIÓN DE RODIL. que por insignificante mayoría, la eslimó el
gobierno, confiriendo á Cardero la misión
que vamos á reseñar.
CLXXVI.

La pérdida de Almadén hizo estallar el


disgusto de los liberales; cabalmente se r e u -
nían el mismo día 2 i de octubre, las cortes
constituyentes, y los diputados del voto de
los pueblos de que venían, ocupáronse d e s -
COMISIÓN A CARDERÒ. 241

«Don Cayetano Cardero saldrá en posta


para la división del general Rodil, y será
COMISIÓN QUE DIO EL GOBIERNO A CARDERÒ conductor de dos órdenes (fecha también
del (i): l a u n a , completamente reducida á
PARA EL MARQUÉS DE RODIL Y OTROS GENERA-
repetir el atacar al enemigo ( 1 ) ; y la otra,
. LES.—VIAGE DE CARDERÒ. previniéndole pase á la corte á recibir nue-
vas órdenes, dejando el mando al general
Ribero. El uso de una ú otra se somete á la
CLXXVII. discreccion del e n v i a d o , según los casos
siguientes:
I.» Si á la llegada de Cardero el señor
Por lo que nos vamos ocupando de la Rodil hubiese batido á la facción, le entre-
espedicion de Gómez, se comprenderá su gará la orden de atacar, y regresará el en-
importancia, según manifestamos al comen- viado supuesto estar llenado el objeto.
zar su historia. 2.° Lo mismo se hará si Cardero llega
Y no está únicamente su interés en las cuando esté empeñada la acción.
operaciones militares. De ella surjieron i n - 3.° Lo propio se hará aun cuando la
cidentes q u e , por su naturaleza y por las acción no esté empeñada, siempre que se
consecuencias que pudieron tener, merecen halle Rodil á tan corta distancia del enemi-
una descripción detallada, cual no se ha g o , que pueda atacarle desde luego: solo
dado al público. q u e , en este último caso, Cardero manifes-
La opinion, indignada con el proceder tará al general del modo mas vivo el estado
de Rodil, general que apellidaba de la pa- de ansiedad pública, para que decida la
ralela al centro, y no bien avenida con acción sin pérdida de tiempo; y si se n e -
Alaix, exigia un desagravio. Llegó á decir- gase á ello R o d i l , le presentará la orden de
se que se había hecho sospechosa la fideli- venirse á la corte.
dad de ambos generales y aun se publicó, í.° Esto mismo se hará si Cardero e n -
que odiosa, en las provincias de Andalucía contrase á Rodil distante de la facción, de
y Eslremadura. De aqui la destitución, de modo que no haya próxima probabilidad ó
aquí su formación de causa, medidas am- esperanza de una acción decisiva. En tal
bas de rigor inusitado, pero que hizo nece- caso , dejándole el mando á Ribero,-se le
sarias la exaltación de las pasiones, la gra- repetirán las órdenes aqui dadas.»
vedad también del caso. Recibidas estas instrucciones, y d e s -
No fueron comunicadas al interesado pués de haber conferenciado Cardero con
por los medios ordinarios, sino por un d i - los ministros, salió de Madrid en la madru-
p u t a d o , militar de muy inferior graduación gada del 7 , acompañado del capitán don
á la del ex-ministro (capitan con grado de
teniente coronel), ¿y por qué? podría p r e - (I) Decía a s i : Ministerio d é l a Guerra.—•
guntarse. ¿Qué motivó esta determinación? Exorno, señor. La reina G o b e r n a d o r a s e ha
-

enterado de la comunicación de V. E. desde


¿Dudó el gobierno de la obediencia del su cuartel general de Jaraicejo en í del a c -
marqués, ó se propuso que las cortes tuvie- tual, y en su vista reitera el encargo hecho á
sen conocimiento de la situación de las t r o - Y. E. de que emplee su c e l o , actividad y c o -
pas destinadas contra Gómez, y d é l a de nocimientos militares, en perseguir al rebeMe
las provincias que pisaba?... A juzgar por Gómez y librar asi á los pueblos de los daños
que con su p r e s e n c i a l e s causa; esperando su
lo que aconteció, pudo abrigar el ministe- real ánimo que V. E. sabrá coronar los esfuer-
rio alguna desconfianza del cumplimiento zos que hace p o r t a n deseado objeto, con la
de sus resoluciones, y el estado de las c o - completa destrucción de aquella fuerza d e v a s -
sas y de los ánimos, la debilidad en que tadora.—De real orden etcr., 6 de noviembre
de 4 8 3 6 . — Camba. — Señor ministro de la
había quedado, sin embargo de su victoria
Guerra , marqués de Rodil.
en la asamblea, el deseo de gran porción
El mismoCardei o, quellevaba esta real o r d e n ,
de la misma, justificaba en todo caso el dice Rodil, llevaba la orden de mi separación de
encargo qua fió á uno de sus individuos. igual techa del 6. ¿Podrá darse contradicción
Si el marqués de Rodil hubiese tenido pre-mas miserable, mas mezquina intriga? ¿Con
sentes estas razones, habría juzgado de que eu el momento que se me separa, se e s -
otra manera esta comisión. pera que corone mis erfuerzos con una c o m -
pleta victoria? Gracioso fuera que el comisio-
Carderò recibió el 6 de noviembre las I nado hubiese cambiado la entrega de las órde-
instrucciones siguientes: l nes de S.. M.
TOMO I I I . 31
HISTORIA DE LA GUERRA CIVIL.

Miguel Albert. Al día siguiente encontró del objeto de su l l e g a d a , porque estuviese


en Talayera la división Narvaez, á quien prevenido para cualquier evento. Instruido
entregó el pliego que para él llevaba (1). le aseguró Ribero que obedecería c i e g a -
Satisfecho de su contenido, aunque no d e - mente y cumpliría las órdenes de S. M.
seaba tanto, ni demostraba quererlo, se
dispuso á retroceder á Talavera dejando sin
efecto el movimiento que habia enprendido PRESENTACIÓN DE CARDERO A RODIL.—SUS
por orden de Rodil, sobre Toledo y Ciudad- CONSECUENCIAS. •
R e a l , movimiento que distaba mucho de
ser ú t i l , según el que hacian los enemigos,
y punto que ocupaban, como hemos m a - CLXXYÌII.
nifestado.
Dada cuenta al gobierno de este su pri-
mer cometido, continuó Cardero su marcha Anuncióse Cardero, y recibido áspera-
en busca del cuartel geueral, oyendo á su mente, comenzó por entregar á Rodil la
paso la espresion del descontento público orden para que atacase al enemigo; leida,
en los términos mas amargos contra el g e - se espresó el marqués en términos tan duros
neral Rodil, á quien se achacaban los m a - contra el gobierno, y su comisionado, que
les que esperimenlaba la provincia, el des- no pudo éste menos de defenderle y defen-
aliento dei espíritu público, la pérdida de d e r s e , con energía respetuosa; pero e x a l -
tantas fortunas, las víctimas que por su tado Rodil por su desgracia, le amenazó
causa habian sido sacrificadas, desde la con fusilarle si no callaba, añadiéndole que
entrado de Gómez en Almadén, y por últi- estaba enterado del objeto de su misión y
m o , el estado de desorden é indisciplina que lodo lo sabia. En vano Cardero le s u -
de algunos batallones de su división (el 3.° plicó se calmase ; mas y mas irritado con
y 4.° de la Guardia). Llegó el 11 al c u a r - la prudencia de éste, le hizo salir de su
tel g e n e r a l , situado en Monte R u b i o , no alojamiento, y á la media hora del pueblo,
presentándose hasta las 1 de la noche, á poniéndole al pie del pasaporte que llevaba
fin de no llamar la atención, tanto por lo del ministro de la Guerra: regresa á dar
que pudiera perjudicar á R o d i l , como al cuenta de su comisión, y previniendo á un
mismo Cardero (2). En tanto que éste iba á oficial de sus ordenanzas le escoltase con
v e r l e , Albert pasaba á informar á Ribero una partida.
Ajada de esta suerte en el diputado á
(1) Era la siguiente orden.—Ministerio de corles don Cayetano Cardero, la dignidad
la Guerra.—S. M. la augusta reina Goberna- del gobierno, y hollada en él la represen-
dora se ha servido disponer q u e , tan luego tación nacional, salió del cuartel general á
como reciba V. S. esta o r d e n , se dirija á mar- las 8 de la noche, y se dirigió á Casluera,
chas forzadas sobre la dirección que lleve el desde donde participó al ministerio lo acae-
general Alaix., cuya división se hallaba el 4
.en Navalmoral de Pusa, para continuar á i n - cido , y que remitía las órdenes para la en-
corporarse con el geueral Rodil; y que loman- trega del mando de Rodil á Ribero, por
do V. S. el mando de dicha división con el de medio del alcalde constitucional (1).
la que V. S. dignamente gobierna , persiga i n -
El comandanle de armas de Casluera,
cesantemente.al rebelde G ó m e z , hasta iograr
su total destrucción , empleando V. S. al elec- manifestó á Cardero, tenia orden de acom-
to todo su c e l o . toda su actividad, todos sus pañarle escoltado hasta Medellin, á donde
conocimientos m i l i t a r e s , y el valor y sufri- le llevó á pesar de los deseos y razones que
miento de esas tropas que tantos títulos han espuso Cardero, y que no encontró aquel
a4quirido al aprecio de S. M. El mariscal de
«ampo don Isidro A l a i x , después de entregar
bastantes para faltar á la ordenanza. T a m -
á V. S. su división , debe dirigirse á Avila á bién comunicó desde aquí al gobierno esta
esperar nuevas órdenes de S. M., y al efecto ocurrencia, y ofició dándoles noticia de to-
le entregará Y. S. la adjunta.—De real orden d o , á los capitanes generales de Andalucía
etc.—Dios, etc.—Madrid 6 de noviembre de y Estremadura, y á R i b e r o , Narvaez y
4836.—Gamba.—Señor brigadier don Ramón
María Narvaez.
(2) A este por lo peligroso de su misión, (4) El gobierno comunicó en sesión s e c r e -
y al g e n e r o l , porque alguna tropa insubordi- ta este a t e n t a d o , y las cortes apoyaron en s e -
nada se habia pronunciado coutra él en Mia- sión del 4 6 , como era de esperar, al poder,
j a d a , disparando varios tiros contra su casa, para la inmediata ejecución de sus medidas
á las voces de muera el general Rodil. contrariadas.
NUEVA COMISIÓN A CARDERÒ. 243

León, para prevenir ulteriores males, en lo tería, según V. S. verá en las dos copias :
cual obró con acierto. i autorizadas que le incluyo para su g o -
Llega en tanto Narvaez con su división ¡bierno.
á Yillanueva, y Cardero se avista con él, pa- » S . M. ha visto con satisfacción las c o -
ra concertar lo que debia hacerse en aquel municaciones de V. S. de 11 y 13 del a c -
conflicto. En el ínterin, el alcalde de Castue- tual , acerca del resultado que tuvo su c o -
ra entregaba el 12 á Rodil en Fuente Ove- misión cerca del teniente general marqués
juna, y á Ribero, los pliegos del gobierno. de R o d i l , y se ha servido aprobar en un
Enterado el segundo del que le concernía, todo la conducta que V. S. ha observado
é instruyendo de su contenido á Rodil, infi- en tan delicado negocio. En atención á lo
rió éste que se le prevenía entregarle el que Y. S. ha espuesto, S. M. ha tenido á
mando, y no abrió el suyo hasta el siguien- bien espedir órdenes terminantes al general
te dia, en que reunidos en su alojamiento don Felipe del Ribero, para que á toda cos-
todos los gefes, hizo se leyese después del t a , y sin pérdida de tiempo, se lleve á
de Ribero. ofecio su real mandato de separar del man-
Al publicarse su contenido, la entrega do de la division de la Guardia real al g e -
inmediata del mando de la división y su neral marqués de Rodil, encargándole al
presentación en Madrid, todos e n m u d e c i e - mismo general Ribero, el que ayudado de
ron. El auditor de guerra, don Pablo Alon- los demás gefes de la propia division y del
so de Avecilla, tomó entonces la pala- brigadier don Ramon Narvaez, si se consi-
bra , y propuso representar contra el regio derase necesario, lleve á efecto tan n e c e -
m a n d a t o , mas lodos se opusieron á un acto saria medida.
de tan marcada insubordinación, y Rodil «Con el objeto de prdvenirtodoincouve-
entregó en el acto el mando á Ribero, v i - nienley evitar los males que pudieran sobre-
niéndose á M a d r i d , como se le prevenía. venir del falal acontecimiento á que ha dado
Asi debió haber hecho en un principio l o g a r l a obstinación del general Rodil, se
(también atropello al alcalde, porque pidió lian circulado á lodos los generales de los
recibo), ahorrándose disgustos, y la alarma ejércitos de operaciones, capitanes generales
que produjo en el gobierno y en el pais su y demás autoridades civiles y de hacienda
impremeditada conducta con el delegado y judicatura, los dos decretos mencionados
del gobierno de S. M . , y el diputado de la para su noticia y que no den auxilio alguno
nación, separado de sus compañeros con su al general Rodil, ni den cumplimiento á nin-
consentimiento, y cuya representación e n - guna orden que les comunique.
tonces tenia mayor valor que de ordinario. «El celo de V. S. podrá ocuparse con
mucha utilidad, dando vigor y fuerza á las
órdenes que se han comunicado á los gefes
NUEVA COMISIÓN A CARDERÒ. de la division de la guardia real, procuran-
do que se realicen los deseos de S. M , sin
que se esperímenlen desórdenes, ni se r e b a -
CLXXIX. je la disciplina militar, de modo que aque-
llas tropas queden en buena disposición para
marchar contra el enemigo á las órdenes
Cardero acuerda con Narvaez regresar de su nuevo gefe. Si V. S. creyese que con-
á Madrid á dar cuenta verbal del mal r e - viene acercarse mas al cuartel general de la
sultado de su misión, y se pone en marcha. división, lo podrá ejecutar con la seguridad
Pero á las quince leguas de la corte, r e c i - de su persona, y la continuación desús bue-
be por estraordinario la siguiente importan- nos servicios en favor del Estado, que S. M.
te comunicación: aprecia, y tendrá presentes para su debida
«Ministerio de la Guerra.—Con esta fe- remuneración. Dios guarde á V. S. muchos
cha ha espedido S. M. la reina Gobernado- años. Madrid l o de noviembre de 1 8 3 6 . —
ra dos decretos en que se sirve, por uno de Camba.—Señor don Cayetano Cardero»
ellos, revocar todas las facultados que se Remitíansele ademas á Cardero otras co-
dieron al marqués de Rodil por el real d e - municaciones para Ribero, Ruerens, y don
creto de 16 de setiembre de este año, y Rruno Gómez, y al instante marchó en busca
por el otro le exhonera de la secretaría de de la división Narvaez. Pero al llegar á N a -
Estado y del despacho de la Guerra y d é l a valmoral, le alcanzó un estraordinario, q u e ,
comandancia de la Guardia real de infan- ganando horas, le llevaba un oficio en que
544 HISTORIA DE LA GUERRA CIVIL.

se le prevenía de real orden, que habiendo campaña, y como las mas oportunas y acer-
resignado el mando Rodil, devolviese al mi- tadas sus combinaciones, ni los resultados
nisterio los pliegos que el dia anterior se le que dieron le hicieron caer la venda de sus
remitieron (el 16); y en el caso de que les ojos. Verdad es que, habiendo impreso su
hubiese dado dirección, enviara sin demora manifiesto terminada su causa, el año 1838,
á recogerlos. Ejecutólo asi, y regresó á la la absolución que obtuvo le ufanó, y aferró
corte, presentándose el dia 2 al gobierno, mas y mas en su error. Calificadas en el
y enterándole minuciosamente de los sucesos proceso sus operaciones y proyectos, como
relacionados. pudiera desear, en su lugar estuvo invocan-
do la autoridad de los tribunales que h a l l a -
ron buenos sus actos. Pero nosotros tenemos
QUEJAS DE RODIL RESPECTO DEL GOBIERNO. á la vista lodo cuanto ha publicado Rodil
de su proceso (la parte quemas le ha conve-
nido), hemos leido mas de una vez los dic-
CLXXX. támenes fiscales en que se apoya, y no ha-
llamos en ellos, sin embargo de sus e s t e n -
sas consideraciones, ni una que, desvirtué
Asi que hubo Rodil resignado en Ribero lo mas mínimo nuestras reflexiones acerca
el mando de la división de la Guardia, e m - de los movimientos del gefe del ejército
prendió su marcha para Madrid, á donde constitucional. Lo mismo que, miradas en
era llamado, como hemos visto. En Almaráz abstracto, hemos dicho, lo mismo vienen
el 1 8 , recibió los reales decretos del 1 5 , en á decir cuatro fiscales nada menos del s u -
que S. M. le separaba del ministerio y c o - premo tribunal de Guerra y Marina, los
mandancia general de la guardia Real de in- militares señores Narvaez (don Francisco),
fantería, con derogación del de 16 de setiem- y Cienfuegos, y los togados Olózága y Mo-
b r e , y una real orden en que se le prevenía la. Bien estudiados, mejor entendidos, la
marchase á Toledo á esperar órdenes ulterio- ciencia, que lo mismo que el marqués en
res. Hija esta disposición del mal efecto que el mapa y en su gabinete, fué consultada
habia producido su resistencia en Monteru- en el bufete del representante de la ley,
bio, nada influyó en aquellas este acto, acor- no podia decir otra cosa; y ciertamente que
dadas como lo fueron mucho antes. si no aspiró el poco afortunado gefe de la
En la posición del ex-minislro, era de división de la Guardia á otro testimonio de
esperar que, reconociéndose, prestase cabal la sabiduría de sus concepciones, si fuerte
obediencia á los mandatos soberanos, cual- con el fallo (respetabilísimo por otra parte),
quiera que fuese su causa, que no es dado á del tribunal, despreció el déla opinión g e -
un subdito, y mucho menos á un soldado, neral, ni su triunfo fué para envidiado, ni
el calificar. Pero no se avendría bien á la para codiciada su satisfacción , porque su
sumisión el que acababa de mandar con la- juzgador se limitó al terreno de la teoría,
titud tamaña, ó mas bien, le ofuscaba su sin tener en cuéntalos hechos, las circuns-
despecho, y lejos de disimularle y suavizar tancias, el estado de las cosas, desconoci-
las asperezas de su situación cambiando de do todo y enteramente olvidado por el m i -
proceder, pidió á S. M. le señalase otro nistro en campaña. Asi tratada la cuestión,
punto, que le ofreciese garantías personales, debatida, digámoslo asi, en el campo de
esperando en Casa-Tejada la contestación. las intenciones, bien podia preveer el é x i -
Túvola el 20, designándole á Segovia, Ciu- to, del procedimiento, por el que tanto instó.
dad Rodrigo ó Zamora para esperar órdenes. ¿Obró bien, ó mal, respecto de Gómez el
Eligió el segundo punto, donde dio un m a n i - marqués de Rodil? Esto era el lema que
fiesto el 20 d e d i c í e m b r e d e l m i s m o a ñ o l 8 3 6 , habia de servir de base al juicio, y para
en el cual, á vuelta de numerosas quejas, su instrucción presentó el encausado los
no infundadas algunas, de sus colegas de dalos que ya conocen nuestros lectores, da-
Gabinete, solo se lee la espresion de su r e - los que no pudo reprobar el ministerio d é l a
sentimiento por la manera con que cesó en l e y , porque ademas de bien intencionados,
sus cargos, y un afán puco estudiado ríe sin- estaban muy en su lugar casi todos, c o n -
cerarse de las acusaciones que le hicieron la sultadas las buenas doctrinas militares. ¿Ni
opinión, la tribuna y la prensa, y que de cómo habia de hacerse un cargo á Rodil
suyo descubre su desgracia. Obstinado en porque procurase atajar á su adversario t o -
defender como los mejores sus planes de dos los pasos; moverse cuando adquiriese
QUEJAS D E RODIL R E S P E C T O D E L GOBIERNO. 243

noticias seguras de Gómez, obrar en c o m - ga que por los demás se estaba sacrifican-
binación con las demás fuerzas, esperándo- do , estando bien persuadidos de que ni les
las al efecto, y basar sus cálculos cual si faltaba, ni podia faltar á sus juramentos y
llegasen puntualmente á su destino todas empeños; no siendo al fin nobles y g e n e -
sus órdenes? Asi es que lejos de hacérsele rosos, en vez de decir q u e , por ellos, yale
(y estuvo en esto la mayor parle de su des- habrían depuesto.
g r a c i a ) , mereció por ello la aprobación del 9.
a
Que permitió el gabinete que la
tribunal. Examinada cienlíficamenle y en prensa periódica ministerial, lejos de p r e s -
principios generales, abstractos, absolutos, tar á Rodil su cooperación, como la presta-
la campaña, infausta del director de la ba á todos los actos del gobierno, le z a h i -
guerra no podia dar otro resultado. Esto en riese y hostigase, incitando, lejos de c a l -
cuanto á la causa. Por lo que hace á sus m a r , la ansiedad pública.
quejas contra el gobierno, si prescindimos 10 Que la orden para que entregase á
de su tono acre y destemplado, no vemos Ribero el m a n d o , debió ser decreto; y fué
fuera de su lugar las mas. Pero aun dándo- monstruoso dirigirle en la misma fecha, en
le en eslo la razón, no es su importancia el mismo momento, y por el propio conduc-
bastante para eximirle de responsabilidad. to otra real orden gratulatoria.
Indiquémoslas. Son veinte y dos nada m e - 11 Que no fueron dirigidas estas ó r d e -
n o s , á saber: nes por conduelo ordinario, sino por un
1 . Que el consejo de ministros le h i -
a
comisionado, que lardó seis dias en h a c e r -
zo precipitar su salida á campaña, sin de- las llegar al cuartel general, sin autorizarle
jarle que señalase libremente este momento. el ministro debidamente, mandándole con
2. a
Que el ministerio no solo no le p r o - todos los caracteres de un promovedor d e
porcionó los recursos que antes de salir le sediciones, cuando se trataba desde M a -
ofreciera, sino que ni siquiera le remitió un drid, según avisos del ministerio, de suble-
real ni un par de zapatos. var la tropa de la inmediación de Rodil.
3.
a
Que no dio á los pocos convoyes 12 Que sin saber por qué y para qué
que le envió, la dirección conveniente y las acompañó don Miguel Albert al comisiona-
instrucciones oportunas para que llegasen á do Cardero, y entró sigilosamente en el
sus manos. cuartel general, conferenciando con perso-
4.
a
Que infringiendo el real decreto de nas influyentes en la división, y volvien-
16 de setiembre, le determinó base de ope- do á marchar sigilosamente.
raciones y comunicó órdenes á Narvaez, 13 Que ¿por qué se le exhonera de t o -
Alaix, San Miguel y otros, dirigiendo en dos sus cargos en 13 de noviembre, y se
general la campaña. le manda p r e n d e r , y que obedezca ó se le
5. a
Que á pesar de eslo, le exige d e s - haga obedecer la voluntad de S. M., y aun
pués la responsabilidad de esas operaciones se le manda fusilar si asi lo exigiese su cri-
en que solo ha sido un gefc de división con m e n ? que ¿por qué sabia el ministerio que
bases fijas para operar, cuando debió limi- había de ser criminal para tan ruidosas pre-
tarla á la que le cupiese por esle concepto. venciones?
6.
a
Que el ministerio, dando un e j e m - 14 ¿Qué nuevos crímenes cometió des-
plo jamás conocido, no publicó en mas de de el 6 , que se le llama á M a d r i d , hasta
un mes ni un solo parte s u y o , recibiéndo- el 1 3 , en que se fulminan tan espantosos
los casi diarios. decretos, para que asi obrase el ministerio?
7.
a
Que infringiendo el real decreto de ¿por qué manda prenderle y conducirle á
16 de setiembre, formó por sí solo la junta Badajoz bien escollado, obedezca ó no las
consultiva de g u e r r a , invadiendo en su órdenes de S. M . , y se previene al capilan
formación los derechos esclusivos de un s e - g e n e r a l , el 1 5 , que le ponga incomunica-
cretario de Estado, sin consultarle siquiera do en la prisión mas segura?
esle negocio. 15 ¿Por qué se mandaron recoger las
8.
a
Que en las sesiones de corles de anteriores órdenes del 1 5 , y no se hace lo
1..° y 2.° de noviembre no desarrolló el propio con los decretos de exhoneracion de
plan general de campaña que Rodii se h a - la misma fecha? ¿Por qué esta inconcebi-
bia propuesto, presentando por lo menos ble diferencia? ¿Por qué por espresa real
al Congreso sus parles, satisfaciendo asi orden de 17 se manda al capitán general
su justa ansiedad, ni le prestó en aquellos de Eslremadura, devolver la citada del 1 5 ,
momentos la cooperación debida á un c o l e - y cuál ha sido el paradero de esas órdenes?.
246 HISTORIA DE LA GUERRA CIVIL.

16 P o r qué á Cardero, que marchaba 2 . 0 0 0 , 0 0 0 de reales que recibió ásu salida,


6

para la Corle, se le manda volver para Es- y no se quejó de falta de calzado hasta los
tremadura, y de nuevo se le vuelve'á man- últimos dias. Le fallarían sus compañeros,
dar retroceder para Madrid? le usurparían con la mejor intención sus fun-
17 ¿Por qué el mismo ministerio que no ciones, proveyendo con la urgencia, hija de
solo ha aprobado, sino alabado p r ó d i g a - las circunstancias, alas necesidades inmedia-
mente sus operaciones hasta el último m o - tas de la guerra, que solo ellos podían c o m -
mento , le manda después formar causa por prender, recibiendo directamente todas las
esas mismas operaciones. comunicaciones, y apreciando como gobier-
18 ¿Por qué no usó con él de las d e b i - no la situación que no podia conocer un m i -
das consideraciones, permitiéndole aguardar nistro en operaciones, sustituido (téngase
órdenes de S. M . , donde le pareciera c o n - bien présenle) para el despacho d e s u d e p a r -
veniente á su seguridad personal, señalán- lamento. Comprometidos á causa del mal-
dole en su lugar puntos cuya dirección le estar progresivo, no harian causa común con
ofrecia los mas inminentes peligros. él; pero asi y todo, queda en el mismo l u -
19 ¿Por qué habiéndole señalado á Ciu- gar Rodil, y por cierto que habrían dado un
dad Rodrigo, y habiéndose fijado en él, se raro ejemplo de abnegación, reñida con su
le manda cuatro veces mudar de residen- deber para con el pais, si autor, como lo
cia , habiendo dicho y acreditado desde el fué el marqués, de la tempestad que levan-
principio serle imposible ponerse en camino tó la pérdida de Almadén, le hubiesen d e -
por su mal estado de salud y por lo atrasa- fendido inútilmente y á todo trance, hacién-
dísimo que estaba en sus haberes? dose sospechosos en cuanto asi abogaban poi-
20 ¿Por qué en estas reales órdenes se que continuase una situación insostenible.
le dice escandalosamente que mude de per- Y no es que hallemos buena la marcha
manencia para que esté el fiscal en mas del ministerio en la dirección de la guerra,
contacto con el gobierno? ¿por qué se las no es que nos parezcan bien los actos del
motiva con la mas pronta conclusión de la encargado interinamente de su despacho, el
causa, si siete meses después ni le habia señor Camba, que aprobemos hechos de que
dirigido el fiscal una sola comunicación, si se queja el señor marqués; á su tiempo v e -
aun tres meses después pasaba el ministe- rán nueslros lectores el juicio que formamos
rio documentos al fiscal, como á remolque, de aquel gabinete, pero nada obstó al gefe
y á fuerza de reclamaciones? del departamento militar para sacar algún
21 ¿Por qué contra tres justísimas r e - partido, de sus fuerzas contra Gómez, para
clamaciones suyas se da pasaporte á Camba evitarel desastre de Almadén, ni nada de lo
para Filipinas, y á pesar de pedir su reten- que podia verificarse, aguardando siempre
ción las cortes, e! ministerio protege su fu- para marchar que su adversario marcase
ga abierta y conocidamente? con tiempo la dirección que habia de se-
22. ¿Por qué lejos de dar actividad á la guir, palabras testuales de su manifiesto.
causa se eternizan sus procedimientos por El general, por último, cuya desgracia
todos los medios posibles é imaginables? llega al estremo que la de Rodil, veinte y
2 3 . Por qué si se quiere desentrañar to- tres leguas distante del enemigo al cabo
da la campaña contra Gómez, marchan á F i - de cerca de dos meses de perseguirle y
lipinas los individuos de la junta rebelde de que dice, sin embargo, que jamás logró
Córdoba, y desaparece de Cádiz bajo el el enemigo fascinarle con sus movimien-
mando del señor Aldama, el conde de Drux tos, no puede dar mayor prueba de fas-
del estado mayor del cabecilla? cinación, y se juzga á sí mismo. Nada mas
Tales, en general, serian los cargos per- es necesario para conocer suapasionamienlo,
sonales que el marqués do Rodil, dice su au- para dar el debido aprecio á sus palabras.
ditor y aquel prohija en su manifiesto, p u - Verdad es que debió impresionarle fuerte-
diera dirigir al ministerio. Llámeseles como mente la forma inusitada de su separación.
quiera, nuestros lectores los han visto; no
tienen la significación que se les quiere dar
respecto de la cuestión que costó á Rodil sus
cargos. Ágenos los masa su misión especial,
la de batir á Gómez, como se propuso, n i n -
guno le impidió directamente conseguir este
objeto, porque aun le sobró dinero de los
RIBERO AL FRENTE DE LA DIVISIÓN DE LA GUARDIA. 2«

cíon se ocupasen en fabricar todos los p o s i -


bles, y aun que los gefes de los cuerpos com-
RIBERO AL F R E N T E DE LA DIVISIÓN DE LA prasen suela y obligasen á los mismos solda-
G U A R D I A . — S U PERSECUCIÓN A GÓMEZ. dos á hacerse alpargatas, dictando al mismo
tiempo disposiciones para que la caballería
se habilítase y estuviese lodo pronto para
CLXXXI. marchar al dia siguiente.
Desde el momento que llegó á Córdoba,
se ocupó ademas de dos cosas importantes, á
Dicho ya que el marqués de Rodil entre- saber: del orden en la ciudad y disciplina
gó á Ribero el dia 13 de noviembreenFuen- en las tropas, y de adquirir noticias ciertas
te-Obejunala división de la Guardia real, de la posición del enemigo. Puso retenes en
ofrecemos en el apéndice la comunica- varios puntos, é hizo patrullar con aquel ob-
ción (1) de Rodil á este efecto. Al mismo jeto; y envió con éste multitud de confiden-
tiempo recibió éste una real orden del 6, di- tes. Afortunado fué en ambos; la división de
ciéndole que no obstante habersido rechaza- la guardia observó la mejor conducta en
do el enemigo en sus ataques á Bilbao, era aquel pueblo desafecto, sin dar lugar al me-
sin embargo de suma importancia acudir á nor disgusto, sin producir una queja, hasta
cubrir Castilla la Vieja de una nueva i n v a - el punto de que antes de marchar la]lropa,
sión , repetidas veces anunciada, para lo fué á dar gracias á su gefe el presidente de
cual, en el caso muy probable de que sufrie- la junta de gobierno por el admirable y
se en breve la fuerza que comandaba G ó - ejemplar comportamiento de los soldados,
mez la destrucción que aguardaba, se t r a s - igual en lodos los pueblos de Andalucía que
ladase á Salamanca por la via mas recta, en- pisó, sin embargo de sus privaciones; y los
cargándose de la persecución de los r e b e l - confidentes aseguraron la salida de Gómez
des hasta su total aniquilamiento el briga- el 14, desde Ecija. En su vista, y á pesar
dier Narvacz con las divisionesde v a n g u a r - de que no contaba mas que con el mando
dia y tercera del ejercito del Norte. Hemos de la división de la Guardia, y de la distan-
subrayado estas palabras porsuimportancia. cia á que se hallaban Alaix y Narvaez, se
El gobierno anadia otra división á un b r i g a - decidió á dirigirse el 16 á Moulilla, con el
dier. Ya veremos después los resultados que fin de alcanzar diagonalmente á su contra-
produjo esta disposición. río, participando este movimiento á los g e -
EÍ mismo dia 13 marchó Ribero-á Espiel fes citados para que arreglasen á él el suyo.
siete leguas de Fuente Ovejuna, previniendo Y no se hizo Ribero ilusiones. Conocía que
al brigadier León que venia por orden de sin otras fuerzas, y sin poder dividir las s u -
Rodil á unirse á la división, cortase desde yas para no debilitarlas, era imposible obli-
Ralsequillo derechamente, y al dia siguiente gar á Gómez á un combate serio, único me-
le alcanzase en Córdoba; y el dia 14, h a - dio de acabarle; pero le animaba la espe-
ciendo una jornada de nueve leguas por las ranza de ponerse tan cerca de él, que p u -
asperezas de Sierra Morena, llegó á Córdo- diese, merced á una persecución inmediata
ba Ribero á las diez de la n o c h e , y León y constante hacerle abandonar el interior, y
cinco horas después, con la mayor parte de diseminar la fuerza que habia sacado de él.
los caballos desherrados, habiendo caminado Por otra parte, los cálculos que se hiciesen
trece leguas. Esta circunstancia, y la falta acerca de los planes y proyectos de Gómez,
completa de calzado para la infantería, de cu- eran erróneos, pues no formaría otros que
yas resultas se habían rezagado mas de seis- los qne le sugiriese la posición de sus c o n -
cientos hombres, le obligaron á detenerse el trarios, las circunstancias del momento. Re-
13. Habia prevenido Rodil se preparasen vein- correr las provincias en que pudiese penetrar
te mil pares de zapatos y tres mil juegos de con el fin de sublevarlas, sacar de las mismas,
herrages, pero al llegar Ribero, halló á la hombres y dinero, este era su propósito;
ciudad huérfana desús autoridades, y solo donde no sufriese persecución, allí se lijaría,
pudo recoger en las tiendas sesenta pares de organizando la guerra. En efecto, si se le
zapatos. En tal conflicto, y en la imposibili- observa desde su salida desde Navarra, se
dad absoluta de seguir adelante, mandó el vé que todas las direcciones le presentan
general que todos los zapateros de la p o b l a - igual interés; si en una encuentra obstáculo,
contramarcha por otra, y no aventura c h o -
que sin seguridad de triunfo, huyéndole
(1) Número 20.
HISTORIA. BE LA GUERRA CIVIL.

con esquisilo cuidado y marchas veloces ba para mandarla, concluyendo por decir,
cuando se acercan las tropas. En esle senti- que aprovecharía todas las ocasiones d e p o -
do se dirigió Ribero al gobierno pidiéndole nerse en relación, á fin de ligar las o p e r a -
al propio tiempo le aclarase el concepto en ciones.
que debia entenderse con Alaix y Narvaez, A esta petición contestó Ribero que h a -
pues consideraba que tres divisiones que biéndosele unido dicha fuerza por orden del
obraban sobre un enemigo, debían recibir ministro de la Guerra, convencido de su ne-
el impulso de una sola mano, sin lo cual, y cesidad y urgencia para la ofensiva, si a c -
no habiendo unidad en las operaciones, era cediese, ocasionaría un mal irremediable,
imposible conseguir resultados. porque no quedándole entonces mas que
El 10 llegó á Montilla, pero nada se sa- doscientos caballos, no podría operar con
bia de cierto en esta ciudad acerca de la si- libertad, estando mas cerca del enemigo,
tuación de los enemigos, hasta queen l a n o - pero que daba cuenta al gobierno para su
che llegaron á Ribero algunos confidentes, resolución, y le seria en todas ocasiones
asegurando la dirección de Gómez á Sevilla muy lisongero poder contribuir a sus deseos
por Marehena. Ignoraba el gefe de las t r o - en perfecta uniformidad con los propios.
pas constitucionales el estado de la primer Con avisos de que la espedicion retroce-
capital de Andalucía, mas consideraba de día á Olvera por Morón, y creído de que
un interés estraordinario su conservación, insistiría en pasar por la Serranía para Mur-
calculando, sin embargo, que se defendería cia , marchó el 18 sobre Osuna, por si podia,
hasta darle tiempo para llegar en su socor- tomándole la derecha, echarla sobre los lla-
ro por la línea mas corta, y dio parte al g o - nos. Supo allí que habia seguido á Ronda,
bierno y conocimiento á los otros gefes, y fué á Campillos y llegó el 19, instruyendo
marchando el 11 sobre Ecija. En Santa Ella de todo á Narvaez, á Silva, al capitán gene-
recibió la comunicación que desde Sevilla ral de Granada, y al comandante militar de
dirigió el 16 á Rodil el segundo cabo. Don Antequera. Alaix le dijo desde Alcarraejos
Francisco Javier de Osuna, noticiando que el 16, que. pernoctaría el 17 en Montoro,
acababa de saber por. el alcalde de Arahal añadiendo que la división se hallaba d e s -
y por el coronel don Hipólito de Silva, que calza. En Campillos recibió Ribero una co-
ía facción habia llegado á Marehena, y p e - municación de la junta de armamento y
dido el primero diez mil raciones, habiendo defensa de la provincia de Málaga, fechada
tomado con este motivo todas las disposicio- el 18, exagerando tanto el riesgo en que
nes oportunas para la defensa de la ciudad, creia á la ciudad, que nada hubiera tenido
y hecho salir avanzada una columna de i n - de estraño que hubiese ido Ribero á socor-
fantería y caballería. rerla. Mas no ,le fascinó la pintura del peli-
Llegado a Ecija, recibió un oficio de gro imaginario que corria una capital de
Narvaez, fechado en Berlanga, la noche del tanta consideración, y tranquilizó á la junta,
1 5 , manifestando que suponiendo por las dándola conocimiento de la posición que
noticias que circulaban, al enemigo en Cons- ocupaba y de la de su contrario. También
tantina, en Almadén á Alaix, y en Córdoba recibió en dicho punto un oficio de Narvaez,
á la división d é l a Guardia, se habia dirigi- fechado el 17 en Yillanueva del R e y , q u e -
do al punto que ocupaba, creyendo haber jándose de no saber de sus movimientos, á
acertado, estando desde él amenazada la pesar desús comunicaciones, y de esta falta
derecha de Gómez, al que servia el Guadal- de inteligencia tan funesta para la causa,
quivir de barrera. Anadia que llegarla á rogándole muy encarecidamente procurase
Guadalcanal el dia inmediato, y que sus por todos los medios darle noticias de sí y
movimientos sobre el enemigo serian decidi- del enemigo, para poderse conducir de un
dos, pero que le hacia falta caballería para modo mas positivo que hasta entonces, y
garantirlos; y como tuviese entendido que la recordándole la necesidad que le había e s -
de Alaix, al mando de León, se le habia in- puesto de que le remitiese la caballería que
corporado, estando bajo su mando, por per- mandaba el brigadier León. Contestóle sin
teneciente á la tercera división, esperaba que demora, diciendo no haber recibido mas
se la remitiese sin pérdida de momento, ú comunicaciones que las reseñadas, sin e m -
otra en número igual, cuidando en este caso bargo de lo que, diariamente le habia noli—
de que no fuera un gefe superior en grado ni j ciado la posición de los enemigos, y el mo-
autigüedad al coronel comandante de la i vimienlo que emprendía con presencia de
Guardia, don Juan Zabala, á quien destina- ' aquella ; concluyendo con dolerse lambiei
MOVIMIENTOS DE ALAIX. 249

del estravío reciproco de los pliegos, por propósito. Lo diremos francamente; c e n s u -


sus lamentables consecuencias, y que aguar- rar esta operación y el tiempo que perdió
daba la contestación del gobierno, sin la Alaix hasta su marcha á Espinosa. Es ver-
cual no le era dado hacer alteración en las dad que se le tenia prevenido repetidamente
fuerzas. que persiguiese á Gómez de manera que
Supo el 20 que se habían adelantado nunca le permitiese venir sobre Madrid;
desde Honda á Gauchí los espedicionarios pero su gefe, el marqués de Rodil, estaba
el dia l í ) , y marchó al punto primero, par- directamente encargado de este fin, y su
ticipándolo á Narvaez, y que el comandante posición era mas avanzada para conseguirlo.
de la columna de caballería de Sevilla se ¿Y cómo se disculpa de este cargo? Que no
hallaba en la Puebla de Osuna con cuatro se atrevió, d i c e , á fiar este encargo á la
escuadrones el dia anterior, en observación división de la Guardia, estando tan reciente
del enemigo, cuya fuerza podría incorporar el suceso de la Calzada. No es necesario
á la suya. profundizar su esculpacion para ver su d e -
En el camino se le dio parle á Ribero bilidad ; sus mismas palabras la revelan:
de haberse levantado una partida carlista, que no se atrevió á fiar.... ¿Era, por ventu-
y de hallarse cercana, y eii-su virtud d e s - ra, superior de Rodil? Cualquiera lo diría.
tacó una mitad de húsares, que al avistarla ¿Era responsable de las faltas del ministro?
la cargó y dispersó, con muerte de cinco ¿Y por qué no se puso en todo caso de
hombres y haciendo otros tantos prisioneros; acuerdo con el mismo? La verdad es que
y llegó á Honda de noche. la misión directa, única, especial, de l a
Aqui la división de la Guardia, y no división destacada del ejército del Norte
muy lejos Gómez, á quien dejamos en la tras la espedicion de Gómez , era seguirle
misma ciudad, no será desacertado volver sin descanso hasta esterminarle; que á este
atrás hasta llegar adonde á la vez se halla- efecto debió sacrificar cualquier otro, mien-
ban Alaix, y las demás fuerzas contra los tras con la misma especialidad no se le fia-
carlistas, no dejando asi hueco alguno en su se; que no debió descuidar el primero por
marcha ni en la narración de los aconte- otro, accidental, á cuyo desempeño estaba
cimientos. su superior consagrado, y á cuyo logro todo
lo posponía, encaminándolo todo, como veia
Alaix, al propio l i ó , y estando en mejor s i -
tuación de llevarle á cabo. Nuestros lectores
MOVIMIENTOS DE A L A I X .
que han visto cómo hemos examinado los
actos de R o d i l , que siempre supuso á
Alaix en la dirección que le aseguró
CLXXXII. llevar, ven también que alcanza nuestra
imparcialidad al que también pertenece á
la historia, y con cuya amistad nos h o n r á -
bamos. Arreglando el marqués sus m o v i -
Hemos dicho que sabedor Alaix de la
mientos, como si Alaix no descuidase su
rula de Gómez hacia Almadén, salió el 23
peculiar cometido, acaso tuvo parte en su
de Córdoba. Pernoctó en Ademuz, Villa-
desgracia el distraerse aquel en su interpo-
nueva de la Jara y demás puntos ya citados,
sición, retrasándose tanto del enemigo, sin
incluso Navalmoral de Pusa , donde durmió
recobrar después, á fuerza de diligencia, la
el 3 de noviembre, y estuvo tres dias. Fué
distancia p e r d i d a , y sin redoblar sus e s -
su intento proteger de un formal amago la
fuerzos por adquirir noticias exactas de los
entonces desguarnecida capital. Interpuesto
movimientos de Rodil y de Gómez, asegu-
asi entre Madrid y la espedicion, c o n t r a -
rándose del recibo por aquel de sus comu-
marchó el dia 6 de noviembre, lomando á
nicaciones, que no fueron tan frecuentes
Andalucía por Espinosa del Rey, Herrera
como todo exigia lo fuesen, pues q*ue solo
del D u q u e , Hínojosa de Córdoba, Pedro
recibió Rodil las dos de que á su tiempo
Abad , Castro del Rio , Bailen, Andújar,
hicimos mérito, y Ribero la que también
Montoro, Antequera y R o n d a , donde hizo
hemos estractado.
noche el 2 4 .
Llamado como hemos la atención de Cerca ya el general Alaix del teatro de
nuestros lectores acerca del objeto del m o - los movimientos, pasemos á enlazar los de
vimiento del gefe de la tercera división del Narvaez hasta igual punto de partida para
ejército del Norte, debemos esplicar nuestro las operaciones ulteriores.
TOMO ni. 32
250 HISTORIA DE LA GUERRA CIVIL.

del objeto que acababa de ofrecer el m o v i -


miento preceptuado. Marchando iba por la
MOVIMIENTOS DE NARVAEZ. ruta citada, cuando fué alcanzado el 8 por
Carderò, quien puso en sus manos la real
orden del 6 ( 1 ) , por la cual estendió
CLXXXIII. S. M. al mando de la division de v a n g u a r -
dia, el de la tercera, para que con las dos
reunidas asegurase la destrucción de G ó -
También el brigadier Narvaez fué d e s - mez, y diese cima feliz á la campaña.
tacado de! ejército del Norte tras las e s p e - Esta determinación del gobierno, por la
cliciones de los carlistas al interior de la que ponia á las órdenes del brigadier un
península. Confióse á su bravura y bizarría cuerpo de ejército de cerca de diez mil
la división de vanguardia. hombres, demostraba tanta mayor confianza
Con ella le dejamos situado en Medina- de su parle en Narvaez, cuanto que no h a -
celi, escelente posición para dominar el bía pedido para coronar su empresa, otro
Ebro, y que dejó en octubre de orden del aumento de fuerza que el de alguna c a b a -
gobierno, viniendo á las inmediaciones de llería.
Madrid con la fuerza que conducía. «Sin huir (dice Narvaez) el aumento de
Presentóse al ministro, que le llamó, y responsabilidad que esta medida del g o -
encareciéndole este los males en que se veía bierno hacía recaer sobre mí, sin creer que
envuelto por la preponderancia adquirida el encargo fuese superior á mis fuerzas, no
por Gómez en su espedijion á las provincias vacilé, movido por consideraciones de p r u -
meridionales, y presentando la prosperidad dencia y de crítica militar, en hacer p r e -
de este como una nube que pesaba sobre sente al señor ministro de la Guerra que la
los deslinos de la patria y agobiaba al g o - reunion de un número tan considerable de
bierno , l e p r e g u n l ó , sabedor sin duda de fuerzas requería la presencia de un general
su impaciencia por ser destinado á opera - para mandarlas; que yo tomaba á mi cargo
ciones activas, si se atrevía á ir tras él y si la activa y eficaz persecución de Gómez, y
r'espondia de su éxito. Narvaez no titubeó hacia negocio mio el batirle; pero que era
én contestar afirmativamente, é interrogado conveniente que las tropas que no tuviesen
por el gabinete acerca del tiempo en que empleo inmediato en mi division espedicio-
daría consumada la obra, señaló lo que naria, estuviesen bajo las órdenes de otro
restaba de mes gefe superior á mi graduación.»
Esto tenia lugar el 3 de noviembre. Hizo Continuaba Narvaez en tanto a p r o x i -
si presente que la operación exigía mucha mándose á los rebeldes, forzando á este fin
movilidad, siendo por tanto indispensable las jornadas, y procurando á toda costa
aumentar en lo posible la caballería de la ganar el tiempo que le hacia perder la gran
división que acaudillaba, reducida á ciento distancia á que se hallaba del enemigo cuan-
treinta hombres, siendo cuatro mil c u a t r o - do se le fió su seguimiento.
cíenlos los infantes; y se le ofrecieron cíenlo A medida que se acercaba Narvaez al
setenta caballos, que no llegó á recibir por teatro de acción, parecía crecer la confianza
completo. que en él había depositado el gobierno. De-
Resolvió el gobierno confiarle la p e r s e - cimos esto, porque le alcanzó en Osuna una
cución de Gómez; recibió las órdenes é real orden, fecha 1 1 , en la que S. M. se
instrucciones al efecto , y se despidió de dignaba aprobar todas sus disposiciones
los consejeros de S. M . , dándole todos s e - hasta la fecha. Y no contento el gobierno
ñales del mas cordial afecto y de las e s p e - con haberle conferido el mando de las di-
ranzas que libraban en el éxito de sus o p e - visiones de vanguardia y tercera del ejército
raciones. del Norte, le cometió virtualmente la direc-
Desfiló por la capital, (llevando en e s - ción de las operaciones de la de la Guardia,
to un objeto político, como veremos en su lu- que mandaba Ribero. ('Igualmente es la es-
gar), y emprendió su marchahácia Estrema- presa voluntad de S. M. (dice la citada real
dura, reanimando el espiritu público en orden), que si el mando de la di vision de
su tránsito. Al llegar á Talavera se ha- la Guardia Real hubiese llegado á recaer en
lló con órdenes de Rodil para r e t r o c e - el general Ribero, procure Y. S. obrar en
der en dirección de Toledo , y o b e d e -
ció, aunque le pareció contrario al l o g r o ' (1) Véase la nota primera de la página 242,
M A R C H A D E G O M E Z AL CAMPO D E S A N R O Q U E , ETC. 254

combinación con él, para el objeto de d e s - niciones, nombrándose un comandante g e -


truir á Gómez; pero que en el caso de que neral de la Serranía para la unidad en las
hubiera discordancias entre YV. SS. en el operaciones.
modo de maniobrar, prevalezca precisamen- Tal era el terror que infundía la e s p e -
te la opinión de Y. S . , á la cual sujetará el dicion , que se habían refugiado á los c o n -
señor general Ribero sus operaciones, y para ventos de monjas la mayor parte de las j ó -
que asi se verifique exactamente, le e n s e - venes principales que no se habían alejado
ñará Y. S. esta real orden.» de la c i u d a d , mas Gómez las invitó á r e -
Tan reiteradas y honrosas distinciones, gresar á su c a s a , dándolas todo género de
la confianza del gobierno llevada hasta este seguridades, y volvieron al seno de su f a -
estremo, no impidieron que el mismo N a r - milia.
vaez dejase de manifestar los inconvenien- Aqui recibieron las fuerzas una nueva
tes militares q u e v e i a e n queun inferior man- organización, sin duda conveniente por mas
dase á sus superiores, y volvió á espresar la de un concepto. Formaron dos divisiones
necesidad de poner las tres divisiones que numerosas, componiéndose la primera d e
operaban en Andalucía bajo las órdenes las tropas de Castilla, y la segunda de las
de un general, que obrase sin otra sujeción de Aragón y Valencia. El brigadier Arroyo
ni traba que la dependencia de las órdenes fué investido con el mando de la primera,
del gobierno (1). Y todavía recibió a n - y con el cargo de gefe de E. M. el antiguo
tes de hallar al enemigo,traslado de una se- coronel B a r r a d a s , y fué confiado el de la
gunda real orden, comunicadaá Alaix, p a - segunda al brigadier Quilez, asignándosele
ra que entregase el mando de su división de gefe de E. M. á Puértolas. quedando de
al gefe mas graduado de la misma, pasan- gefe de E . M . G . e l q u e l o era de la división
do á esperar órdenes en Avila ( 2 ) . P r e v e - espedicionaria de Castilla.
níase en la misma al gefe en quien recayese El brigadier Ordoñez, que mandaba la
el mando de la tercera división, se s o m e - Serranía, se habia retirado de la capital á
tiese á las órdenes de N a r v a e z , y arreglase Casares con su columna, fuerte de mil qui-
á ellas sus operaciones. nientos hombres, entre tropa y guardias na-
Esta fue la última comunicación, que cionales ; y Fulgosio, con dos batallones,
recibió de Camba. salió á Gaucin con objeto de observarle.
Marchando sobre Gómez en la dirección Llegado que hubo á este p u n t o , halló d e -
que se le p r e v i n o , y por los puntos que ya fendido el fuerte por dos compañías, mas
hemos dado á conocer, dejémosle en Villa- su comandante le dijo por medio de un par-
nueva del rey el 17 de noviembre, y siga- lamentario que no le hostilizaría en la ocu-
mos los movimientos de la espedicion. pocion del p u e b l o , situado bajo tiro de fu-
sil, si por su parle le respetaba. Accedió
Fulgosio á esla propuesta, y se alojó en la
MARCHA DE GÓMEZ AL CAMPO DE SAN ROQUE, población, desierta casi toda.
ALGECIRAS T OTROS P U N T O S . El grueso de los carlistas abandonó pre-
cipitadamente á Ronda el 19 á las cuatro de
la tarde, durmiendo el cuartel general y a l -
CLXXXIV. gunos cuerpos en Atájate, y los restantes en
los pueblecillos inmediatos. Forzando tres
dias su marcha, llegó Ribero al medio dia
En Ronda el 16 de noviembre, descan- desde Marchena, á tres leguas de la ciudad,
só los dias 17 y 18 la espedicion, sin p e r - donde no creyó prudente aguardarle su ad-
der el tiempo, pues que habiéndose presen- versario, á pesar del mayor número de sus
tado á su gefe algunas personas afectas á soldados y del descanso en que se hallaban.
don Carlos, y con influjo en la Serranía, Mucho sintió Gómez tener que dejar la
ofreciendo sus servicios, y manifestando Serranía, donde tanto adelantó y cuya s u -
deseos de cooperar al triunfo de la causa, blevación habría podido formalizar en p o -
no solo fueron autorizados formalmente pa- cos dias; y viendo en Atájale iba Ribero á to-
ra levantar partidas, sino que les fueron da prisa sobre él por la rula que podria t o -
distribuidos dos mil fusiles y algunas m u - mar,concibió en situación tan crítica, pues se
propuso no medir desde luego sus armas con
(4) Véase el documento núm. 2 1 . el que tan de cerca le perseguía, un m o v i -
(2) Id. id. núm. 2 2 . miento estratégico, merced al cual salvase
252 HISTORIA DE LA GUERRA CIVIL.

la espedicion del peligro que la amenazaba. división á la ciudad de Algeciras, á donde


Acelerando las jornadas, determinóse á l l a - llegó al medio dia, caminando en parle por
mar la atención de Ribero hacia el campo de la playa. Hostilizada desde el mar por una
San Roque, y contramarchó al instante s o - fragata inglesa, una corbeta portuguesa, y
bre la derecha á buscar la salida por los A r - varios guarda-costas españoles, sufrió única-
cos, una de las tres que tiene la Serranía, mente la pérdida de un subteniente. Alli los
calculando que asi, aun cuando estuviese carlistas naturalmente debieron esperimen-
ocupada, como lo estuvo, una retirada por Lar una satisfacción sin límites al verse al
escalones, en el caso de no poder dar un fin de la península, ondeando ante el altivo
golpe decisivo, le sacaría del atolladero y pabellón británico el estandarte de don Car-
continuaría la espedicion. los, á que aquel hacia guerra. Paseándose
Consiguiente á este plan, á cuya ejecu- por aquellas playas lasarmas rebeldes, acre-
ción se decidió, salió el 20 á Gaucin. Incor- ditaban la importancia de las mismas, no re-
porado aquí con Fulgosio, y tratando de ducidas ya á las montañas del Norte.
aprovechar la retirada que de Cáceres a c a - La segunda división quedó en San Ro-
baba de verificar ürdoñez, destacó Gómez que con su gefe, cubriendo el servicio de la
sin demora á este pueblo, distante dos l e - línea, y en observación de Ordoñez, que
guas, un batallón con los prisioneros, la con sus tropas seguía acantonado bajo el ti-
brigada y el hospital, acompafiada del co- ro de la plaza. En este punto, muchos ingle-
mandante de ingenieros, con el objeto de ses de (odas clases y graduaciones militares,
acabar las fortificaciones, que podrían n e - y no pocas señoras, fueron por curiosidad á
cesitar cinco ó seis días para quedar bajo un ver á los carlistas, con quienes estuvieron
buen pie de defensa Llegada esta colum- largo tiempo, informándose de todo y e x a m i -
na, puso luego manos á la obra y desaguó nándolo, causándoles novedad y admirados
las cisternas emporcadas con pólvora por los verdaderamente del arrojo de aquellos v a -
constitucionales al dejarlas, y comenzaba lientes en llegar hasla el Peñón mismo.
el acopio de víveres, cuando cayeron a q u e - Mas á pesar de este motivo de orgullo,
llos sobre Gaucin á los dos dias, teniendo legítimo sin duda y noble, no se creían
que abandonar este y aquel puntólos carlis- muy seguros los carlistas, poco satisfechos
tas, con grave pesar del caudillo de éstos, de la separación de Rodil; y temerosa del

3 ue se había lisongeado en un principio p o -


erse sostener el invierno en un país que
tantos recursos y esperanzas le ofrecía.
porvenir, se propuso salvarse en Gibraltar
la junta de Córdoba. Con esta mira se p r e -
sentó en Algeciras al cónsul francés, acogién-
La espedicion dejó el 21 á Gaucin, diri- dose al pabellón del pais que representaba.
giéndose á San Roque, no sin dejar allí el Embarcóse aquella para Gibraltar el dia 2 3 ,
segundo batallón de la brigada valenciana, y á poco de dejar el puerto, fué apresada
á las órdenes del gefe de la misma, el c o r o - la falúa en que navegaba por dos lanchas
nel Llorens de Villareal, que permaneció guarda costas, y llevados los individuos
bloqueando el fuerte, sin hacerle fuego, h a s - de la citada junta á la presencia del coman-
ta que llegando Ribero el dia siguiente, sos- dante del resguardo, fueron por fin c o n d n -
tuvo, como se le habia prevenido, desde cidos á Sevilla, y encausados, sufriéronla
las cuatro de la larde hasta las once de la pena de deportación á ultramar, á que fue-
noche su retirada, protegiendo de esta m a - ron condenados, brillando en su defensa el
nera la del grueso de los suyos, en cuyo tálenlo indisputable del eminente abogado
tiempo sufrió también el fuego del castillo, que les perseguía, el respetable don Manuel
incorporándose á la espedicion. Cortina, honra del foro español, primer a b o -
gado entonces de Sevilla.
En camino ésta hacia San Roque, divisó
la columna de Ordoñez, y el escuadrón de Tres horas después de separarse de los
avanzada se adelantó hasta la línea, d e t e - suyos los vocales de la espresada corpora-
niéndose en ella, después de haber hecho ción, emprendieron aquellos la marcha d e s -
se amparase aquella del cañón de la plaza de sus respectivos acantonamientos en direc-
de Gibraltar, y en fuerza de la intimación ción de Alcalá de los Gazules, noticiosos de
del gobernador, amenazando hacer fuego si la venida de Ribero á San Roque, y pernoc-
penetraban los carlistas en el territorio taron las dos divisiones en la venta del Cas-
inglés. taño, entrando al dia inmediato en Alcalá.
Amaneció el 22, y desde el Campo se El marqués de Bóveda, que habia quedado
trasladó el cuartel g e n e r a l c o n la p r i m e r a ' en observación con un batallón de Valencia,
MOVIMIENTOS DE RIBERO Y DEMÁS GEFES. 253

llegó mas tardo, desde Jimcna, después de no tenia otro mando que el d é l a división de
haber visto á la Guardia que conducía Ribe- la Guardia; sus facultades no se estendian
ro. Asi se procuraba Gómez noticias ciertas á las demás tropas que operaban sobre G ó -
de sus adversarios, y les contenia, p r o t e - mez, y no podia darles órdenes terminantes,
giendo del mismo modo la marcha de la e s - que cumplidas bajo la responsabilidad del
pedicion. que manda, producen los resultados que éste
Supo ea Alcalá que se había situado Ri- se promete; por otra parte, el general Alaix
bero en Jimena, que Alaix se habia dirigido no habia querido en Aranda de Duero e n -
hacía la costa de Málaga, en dirección de tregarle el mando que se le prevenía de
Manilva, que ocupaba Narvaez á Los Arcos, real orden, y debia creerle resentido; el
y que los nacionales de Sevilla, Cádiz, Jerez brigadier Narvaez habia sido su subalterno,
y marinos se hallaban con Espinosa en Chi- y debia considerarle dócil á sus insinuacio-
clana y Medina-Sidonia. En tal apuro, ysín nes, y asi se lo persuadieron algunas de sus
perder momento, salió para los Arcos muy comunicaciones; pero la última suya estaba
de madrugada el 2 5 , antes que sus contra- concebida en opuestos términos, que estrañó
rios-pudiesen estrechar mas el cerco. por lo inesperados, viendo con amargura
Acercábase á la población cuando le s a - complicarse su situación. Teniendo que e n -
lió Narvaez al encuentro. Era imposible tenderse con ambos, y haciéndose cargo de
huirle, y aceptó la batalla de que h a b l a r e - dar dirección á las fuerzas, contraía una
mos en otro lugar, tratando en el capítulo si- gran responsabilidad sin los medios necesa-
guiente de las operaciones de Ribero, Alaix rios para salir airoso, porque es evidente
y Narvaez. que si dichos gefes no convenían en lo que
les indicase, no fallaban puesto que no esta-
ban á sus órdenes, y si cumplían con sus
insinuaciones, les quedaba siempre la d i s -
MOVIMIENTOS D E M B E R O Y DEMÁS G E l ' E S .
culpa , en caso desgraciado, de que les h a -
bia prevenido el movimiento. El gobierno,
ó quien reiteradamente habia pedido acla-
CLXXXY.
raciones sobre la conducta que debia o b -
servar con estos gefes, nada le contestaba,
y se veia en una posición falsa, que debia
En Ronda la noche del 20 de noviembre
dejar, sí miraba solo por su interés; pero
la división de la Guardia, lodo estaba d i s -
que el honor le impedia abandonar. Asi las
puesto para marchar el 2 1 ; pero las consi-
cosas, sacrificándolo todo á lo que creyó
deraciones que indicaremos, determinaron á
mejor para el bien público, determinó decir
Ribero aguardar dos dias. Buscar á los con-
á Álaix. y á Narvaez los puntos que conven-
trarios sin lener seguridad del punto en que
dría ocupasen, dar tiempo á que llegasen á
se hallaban, y sin avisar á las divisiones de
los mismos, enviar comisionados á la Serra-
vanguardia y tercera para que ocupasen las
nía que reanimasen el abatido espíritu del
avenidas, dándoles tiempo de llegar á ellas;
p a i s , tomar noticias y preparar las cosas
comprometerse en los dilatados y difíciles
para -un resultado decisivo. A este fin c o n -
desfiladeros del país sin datos positivos del
testó al segundo (que desde Posadas le m a -
estado del mismo, cuando todas las noticias
nifestaba el 19 que, sin mas dalos ni n o t i -
le pintaban en muy mal sentido, y estaban
cias que la comunicación del 17,- seguiría
contestes en la formación de fuertes partidas,
sobre Marchena para aproximársele cuanto
hubiera sido mostrar una impericia vergon-
anles y á los rebeldes, podiendo asi c o m b i -
zosa, ó una ciega ambición que le llevaba
nar operaciones importantes, y le reiteraba
tras de un triunfo sin resultados decisivos
el pedido de caballería y la frecuencia de
en aquellas asperezas, privando por envidia
avisos, asegurándole pondría desde luego
á los demás gefes de la cooperación que
en ejecución cuanto le previniese), que ha-
debia destruir al enemigo. Nada mas fácil
biéndose detenido los enemigos en la Serra-
que alucinar con cualquier suceso e x a g e -
nía y sublevádola, estableciendo su cuartel
rándole, mas no era este el propósito de
general en Gaucin, lo cual hacia creer trata-
Ribero: su anhelo era destrozar al enemi-
ban de hacerla guerra en el territorio, a p r o -
g o , y e s t o no podia conseguirse sin que
vechando su aspereza y dificultades, y el es-
entrasen en combinación otras fuerzas, y
píritu de gran parte de sus habitantes, y
para esto mediaba un grande obstáculo. La
dando asi tiempo á preparar un plan que
posición de Ribero era delicada y espinosa;
254 HISTORIA DE LA GUERRA CIVIL.

pudiese dar consecuencias de interés, aguar- primer comunicación. Supo á la vez Ribero
daba para maniobrar á que llegase con su que Alaix se hallaba en Antequera, y se
división á la altura conveniente, y Alaix pol- apresuró á duplicarle su anterior, e n t e r á n -
la izquierda, creyendo que para poder a l a - dole de cuanto era conveniente. Al mismo
car á Gómez con éxito seria lo mejor se si- tiempo recibió del segundo cabo un parle
tuase en Algar, reuniendo los cuatrocientos avisándole desde Sevilla el 18 la posición
caballos estantes en la Puebla de Osuna, y del coronel Silva, con cuatrocientos c a b a -
pidiendo al capitán general del distrito de llos y cuatro compañías de infantería, y
Sevilla le reforzase, por hallarse á cubierto poniéndolos á su disposición. En su virtud,
la capital. Al propio tiempo dijo á Alaix, de ofreció Ribero esta fuerza á la de Narvaez,
quien nada sabia posteriormente á su comu- oficiándole al efecto, y á su comandante
nicación del 1 6 , y después de instruirle de para que se pusiese á sus órdenes; y t o d a -
todo, que á fin de ligar las tres divisiones vía en la noche del 21 dirigió al ministro
sus movimientos y obrar de acuerdo, toman- el parte número 23 del apéndice (1), reite-
do cada una la posición mas conveniente, rándole la súplica de que todas las fuerzas
cerrando toda salida á los espedicionarios y recibiesen impulso de un gefe.
estrechándolos de modo que tuviesen que En la creencia de que habían llegado
sucumbir, podria m a r c h a r , si lo creía con- sus comunicaciones á los gefes á quienes
veniente, á Casarabonela, consiguiendo asi iban dirigidas, dispuso el general Ribero
que Narvaez cubriese el territorio de S e v i - marchar al siguiente dia 22 á Gaucin, a v i -
lla, y amagando á los enemigos por su flan- sándolo á Narvaez y Alaix, y marchó al
co izquierdo, se hallase dispuesto á caer amanecer. Sabia que los enemigos tenían
sobre ellos si tratasen de salir por la c a m - descubiertas de caballería en el camino que
piña; que él cubriese en terreno propio para iba directamente á Gaucin, y tomó uno e s -
la infantería las avenidas de Málaga, ama- Iraviado, andando todo el dia y llegando al
gando el flanco derecho de los contrarios, anochecer: los contrarios no tuvieron noticia
é impidiéndoles aquel !íi su lida, mientras de esta jornada, y habría sido sorprendido
que á su frente Ribero les amenazaba de un batallón que allí se hallaba, si la c a s u a -
cerca, siguiéndoles y acosándoles en c u a l - lidad no hubiese hecho que observasen la
quiera de las direcciones que tomasen, e s - aproximación de las tropas tres paisanos,
trechándoles sobre la división de Narvaez que al punto les dieron aviso, con el cual,
si marchaban por su izquierda, ó sobre la no muy desprevenidos como estaban, tu-
de Alaix si tomaban sobre su derecha. Y no vieron tiempo de comenzar á salir; no obs-
satisfecho con sus anteriores partes al g o - tante las compañías de cazadores se echaron
bierno respecto á la conducta que había de encima, batieron á las que se opusieron,
observar con los gefes espresados, recordó cortaron á una que se dispersó por los mon-
la resolución de este particular, por ser i n - tes, mataron á once y cogieron algunos p r i -
dispensable, añadía, la unidad en los m o - sioneros. También se apoderaron de algunos
vimientos, unidad inconciliable sin que el carlistas los nacionales de los pueblos, alen-
mando existiese en uno solo, mando á que lados con la presencia del ejército.
no aspiraba, sino al bien y á que no fuesen
nulos y estériles los resultados de las o p e - Los ásperos y estrechos desfiladeros por
raciones, para lo cual era urgentísimo con- los cuales tuvo que transitar todo el dia la
centrar el mando de todas las fuerzas, d i s - división de la Guardia, no permitieron llegar
puesto como estaba á servir á las órdenes á la retaguardia hasta media noche. Gaucin
de cualquiera que mereciese de S. M. esta presentaba el aspecto mas triste; incendia-
confianza. Dos partes recibió de Narvaez, das muchas de sus casas, habian sido s a -
fechados el 20 en Posadas y Fuentes de la queadas las demás y destrozadas sus p u e r -
Campana, duro el primero, relativo al d e - tas y ventanas, alcanzando estos males á los
recho que tenia á la caballería que había soldados de la reina, que no pudieron r a -
reclamado, y anunciando el segundo su d i - cionarse.
rección por Osuna, Campillo y donde le Procurándose noticias de la espedicíon,
ofreciesen mas ventaja las operaciones. Res- supo su ruta, y sin ofrecerle idea clara de
pondióle rectificando lo equivocado de las sus intenciones (solo tendía á salir del a t o -
noticias en que basaba su movimiento, y, lladero en que había sido empujado), por-
repitiéndole su anterior indicación, no entró que del mismo modo podria reunirse sobre
en contestaciones acerca del objeto de la
(1) Véase número 23
NARVAEZ HASTA SU ENCUENTRO CON GOMEZ.

los Barrios para marchar á las campiñas de persión Narvaez y Alaix á los que quisieran
Andalucía, que sobre Estepona para pasar acogerse á la Serranía; y si habia salido, iría
por la costa de Málaga ; decidióse, sin e m - tan cerca, que deteniéndoles Narvaez, se
bargo, á seguir á San Roque, la mas proba- verían entre dos fuegos. En esto tuvo parle
ble, al romper el dia, sin perjuicio de v a - de haberse oído aquella larde fuego hacia
riar sobre la marcha según los avisos que de Alcalá, y no existiendo por allí otras f u e r -
sus confidentes recibiese. De mucho le s i r - zas que las de Narvaez, y creyendo que h u -
vieron entonies los nacionales, acompañán- biesen tropezado c o n ' G ó m e z , recomendó á
dole y apostándose en los vericuetos para Alaix pasase á Ubrique, sin perjuicio de
trasmitirle noticias continuas. También ios obrar según las circunstancias, y rompió la
pueblos, á escepeion de dos ó tres que se marcha á las tres de la noche.
levantaron, dieron pruebas de un entusias- El camino era tan áspero que costó c u a -
mo y decisión admirables. tro horas vencer la primer legua; de otro
En la madrugada del 23 recibió dos modo habría tenido éxito su plan, porque
oficios deNarvaez y uno de Alaix. Resulta- no fué cierta la noticia del dia anterior, y
do de nolicias inexactas que le habían su- hasta este no se encontraron los carlistas con
ministrado, había hecho este un movimiento Narvaez; pero lo difícil del terreno, que se
retrógrado, y Ribero, instruyéndole de la desconocía, impidió llegará Alcalá hasta las
situación real del enemigo, le indicó el punió once, de cuyo punto habian salido aquellos
que creyó mas conveniente para tomar cual- muy temprano. Reunida la división, y d e s -
quier dirección. En el mismo sentido con- pués de un pequeño descanso, en cuyo i n -
testó á Alaix, y marchando el 2 3 , se le n o - tervalo despachó confidentes á Narvaez y
tició que permanecían en Casares los arago- á Alaix, dándoles conocimiento de la direc-
neses y valencianos. Dos objetos se le ofre- ción de su adversario, y d é l a propia, y emi-
cían á que atender; pero el principal era tiendo, como siempre, su opinión, acerca de
Gómez, alma de la espedicion, y su d e s - la que deberían preferir, siguió, y al anoche-
trucción la mas interesante, y no vaciló en cer llegó á las inmediaciones del convento del
buscarle, confiando á Alaix la persecución Valle, punto que designó d é l a marcha de la
de los de Casares, á cuyo fin le hizo las espedicion á dichos gefes, y oyólos últimos
oportunas indicaciones; pero como á poco tiros de la fuerza de Narvaez, y supo que
ralo supiese que habían marchado á San Ro- habia batido á Gómez, siguiendo constante
que la noche anterior, le avisó por eslraor- el movimiento que en todas sus comunica-
dinario de esta novedad, proponiéndole se ciones le aconsejó Ribero sobre Algar.
situase en Ronda para descenderá A n d a l u - Haremos punto á las operaciones de e s -
cía por Olvera, si tomasen esta dirección, ú te general, toda vez que ofrecimos tratar
obrar en la Sierra si retrocediesen á ella. del encuentro á que acabamos de hacer r e -
Todo el dia '23 fué Ribero sobre las hue- ferencia, para lo cual nos falla la reseña de
llas de los carlistas, matando siete de estos las de Narvaez y Espinosa hasta la acción
y cayendo algunos prisioneros. A las once de Majaceile, pues que de las de Alaix bas-
de la noche acabó de llegar la división á ta decir, que en Ronda el 2 3 , después de
San Roque, donde supo que Gómez se habia situarse en Alcarraejos y Árdales, marchó
dirigido á los Barrios, reuniendo allí sus el 24 á Atájale, y continuó á Ubrique el
fuerzas, menos un batallón que quedó cor- mismo dia 2 5 , habiéndose propuesto d o m i -
tado sobre Jimena, y continuaba en d i r e c - nar la Serranía y defender á la vez de una
ción de Alcalá de los Gazules. Al momento invasión la costa" de Málaga y el reino de
dio parte, á toda costa, á Narvaez y Alaix, Granada.
y salió el 24 tras los espedicionarios, captu-
rando algunos, y campando en la venia del
Casiano, adonde concluyó de llegar la divi- NARVAEZ UASTA SU ENCUENTRO CON GOMEZ.
sión después de media noche.
El camino habia fatigado estraordinaria-
menle á la tropa; los enemigos, no menos CLXXXVÍ.
cansados, solo habian podido llegar á Alca -
lá, distante tres leguas, y calculó que s a -
liendo á las tres de la noche llegaría al Suponiendo al enemigo en Constantina,
amanecer, y les batiría si se hallaban en la por las noticias que circulaban, encaminóse
población, en cuyo caso les recibiría en dis- Narvaez á Berlanga, donde pernoctó el 15
280 HISTORIA DE LA GUERRA CIVIL.

J e noviembre. Al dia inmediato se dirigió | que se alistó el primero. Nacido, empero,


á Guadalcanal é hizo noche en Azuaga, y e n - para el mando porsus distinguidas cualida-
do el 17 a p a r a r á Villanueva del Rey. En des, no podia, no era conveniente que solo
Posadas el 19 (recibió en esle dia la c o m u - llenase un lugar cualquiera el que, robando
nicación de Ribero del 17 desde E c i j a , ú n i - á sus tareas lucrativas tanto y tan precioso
ca llegada á sus manos) hizo noche el 20 tiempo, y á costa de no escasos sacrificios
en Fuentes de la Campana , y con arreglo á pecuniarios, habia organizado un batallón
lo que supo de los carlistas siguió á Osuna, modelo que admiraba el ejército; el que ha-
entrando el 2 1 . A la madrugada del 22 bia ya sellado con su sangreen el Trocadero
marchó á Moron, y descansó en Puebla de su amor á la l i b e r t a d , y conducido trece
Cazaba, dirigiéndose el 23 á Montellano y años hacia su compañía de granaderos de
el 24 a Romos. Ya se le habia incorporado la misma ciudad, sino a l a victoria,por im-
la brigada de caballería de Sevilla , y las posible, á la salvación que procuró, c o n t e -
cuatro compañías de infantería que se pu- niendo el último las bayonetas francesas
sieron á su disposición. Descansada su fuer- que por do quier le acometían y le hirieron.
za por lo corlo de la j o m a d a , salió el 25 Con los títulos que nadie para la dirección
para los Arcos, y se halló con su a d v e r - de sus camaradas, no era dudosa la elección.
sario. Pero tanto se habia distinguido ¡en la
primera época constitucional el joven C o r -
lina por su sensatez y serenidad, por su
OPERACIONES DE ESPINOSA. — COLUMNA MÓVIL entereza y amabilidad, por su exactitud y
tacto; era tan grande el cariño y respeto que
DE SEVILLA.
todos sus compañeros le profesaban, tan
ciega la obediencia que le lenian, brillaban
tanto sus talentos militares, que á poco de
CLXXXVII. salir la división le nombró Espinosa gefe de
E. M. de la misma. En su fino discerni-
miento, hízole presente Cortina que no p a -
La ocupación de Córdoba conmovió á recía bien eligiese para un c a r g o , que t a n -
Sevilla, que no se limitó á s u defensa. Falta- tos conocimientos exigia en la milicia, y de
ban fuerzas para salir al encuentro de G ó - lanía responsabilidad, á un paisano, c o n -
mez, y las improvisó el patriotismo. Creóse tando la división gefes tan beneméritos;
como por encanto un batallón de ochocien- pero fué irrevocable la decisión del g e n e -
tas plazas compuesto esclusivamenle de los r a l , y batallando, cedió al fin al término
milicianos solteros; y con otro de francos, medio que le propuso aquel, nombrando en
un escuadrón de los'de Sevilla, los artille- su virtud dos gefes, el uno encargado de
ros necesarios para dos piezas, otro batallón las tropas, y e l o l r o , Corlina, de la mili-
de marina, y un escuadrón del ejército, for- cia. Esta elección muestra por sí sola el v a -
móse por momentos una división, y salió con lor de las prendas militares que reúne Cor-
ella en busca'del enemigo, el capitán g e n e - tina , y que lanío hizo brillar después, sin
ral del distrito, Espinosa, dejando confiada contar el 7 de octubre de 1841 en que sal-
la población y sus preciosos intereses, á los vó al gobierno. Pero no estamos escribien-
tres batallones d é l a fuerza ciudadana, y al do su biografía , que seria sin dispula, la
resto de su caballería. mas interesante de todas, y seguiremos su
división, que dirigió realmente con la m o -
Digna es de especial mención la circuns-
destia que le realza. No tenemos presente
tancia de mandar el batallón movilizado don
su itinerario hasta Córdoba, donde reparó
Manuel Cortina, honra ya por entonces del
muchos daños cometidos, no por los nacio-
foro español. Esposo y padre á la vez, otra
nales, sino por los sustitutos que algunos de
causa le alejaba de aquella empresa. Como
Jerez enviaron, pero sabemos que mientras
diputado provincial eranecesario, y en aque-
la mandó Espinosa, á quien relevó Aldama,
llas circunstancias mayormente, para hacer
fué acertada su marcha, siempre siguiendo
frente á unos aconlecimiennlos tan graves
al enemigo, estorbándole sus movimientos,
como inesperados. Pero verdadero patriota,
y libertando de sus escursiones la parte mejor
sin ser jamás vocinglero, se creyó mas útil,
del territorio que podia. Al frente Cortina
mas necesario entre sus compañeros; y d e -
de la brigada de la milicia, reforzada s u -
jándolo todo, el comandante del segundo
cesivamente con voluntarios de Cádiz, J e -
batallón descendió á la clase de soldado, en
ACCIÓN I)E MAJACEITE.

r e z , y otros p u n t o s , fué citada como mode- obstáculo á las tropas que le alcanzaron,
l o , y elogiada su conducta. las montañas y espesuras á que se acogió.
Con objeto de utilizar mejorías fuerzas,,
desmembróse la división, y encargóse la
brigada de la milicia al coronel don Hipó- ACCIÓN DE M A J A C E I T E .
lito de Silva (1), con quien siguió Cortina,
y en su puesto de gefe de estado mayor.
Impotente esta brigada para batir al e n e - CLXXXYIIL
migo, y reducida últimamente á recoger
sus rezagados y dispersos, y á otras opera-
ciones de poca importancia, comprendió Cerca de los Arcos, y no lejos de G u a -
Cortina que ni podia adquirir honra, ni dalete, marchaba Narvaez al primer punto,
eran de gran provecho los servicios de la cuando Corlina el primero, divisó con s u
misma, y , celoso de la de sus camaradas, y vista de águila las banderolas carlistas. Lla-
deseando emplear su división en beneficio mó la atención del brigadier, y se p r e p a r a -
mayor de la causa pública, propuso á Silva ron ambas huestes.
se incorporase á la división de Narvaez, e s - No deseaban las de la libertad otra cosa
casa de caballería, reforzándola de esta m a - que batirse, y poco dispuestas las contrarias
nera y poniéndola en el caso de utilizar este á la lucha á que fueron provocadas avan-
arma, de tanta necesidad en aquella e m - zando aquellas, tuvieron al fin que aceptar
presa. Accedió luego Silva á tan razonable la batalla. Comenzó á las tres con los b a t a -
propuesta, y tuvo lugar la reunión pocos llones de Valencia y Aragón, á quienes tocó
dias antes de la jornada de Majaceite. No aquel dia ir de vanguardia, v no tardó en
se conocían Narvaez y Cortina, y sorpren- generalizarse á pesar del cuidado dé Gómez
dió desde luego al brigadier lo acertado del por evitarlo. El denuedo, por una parte, con
pensamiento, que, como hemos visto, tuvo que atacaron los constitucionales, el temor
también Ribero, y desde entonces la p u n - por otra en los contrarios, de verse e n v u e l -
tualidad sin igual del abogado que hacia de tos por la espalda, próximo como estaba
gefe de estado mayor de la columna que se Ribero, y su anhelo de escapar del estrechó
le incorporó, y que le previno todos sus círculo á que habían sido reducidos, les d e -
deseos, le admiraron, cobrándole una esti- cidieron, después de h o r a y media defuego,
mación estraordinaria , y haciendo de él á sostenerse en retirada, escalonandoal efec-
una completa confianza. Mas de una vez to sus fuerzas. Aun asi, y peleando bizarra-
reconvino con su ejemplo á los gefes, en- mente los batallones castellanos, singular-
tre ellos ai desgraciado León, y la b r i g a - mente el 6.°, fueron al fin desordenados y
da ciudadana iba llena de orgullo dirigi- llevados en derrota hasta muy entrada la
da con notable desembarazo por su gefe, noche por los liberales.
que parecía ejercer de muy antiguo aquel
Cupo una parte muy importante y deci-
cargo.
siva, si no la principal, en esta jornada a la
La división que acaudillaba Narvaez caballería, no obstante lo áspero y q u e b r a -
venia perfectamente conducida, nos ha d i - do de las posiciones escogidas del contrario.
cho el señor Cortina, y con los escuadrones Sin embargo de las dificultades del terreno,
de nacionales y algunos caballos del ejérci- atacó sola desde un principio á los expedi-
to y resguardo que recibió su caballería, cionarios, yendo por espacio de dos leguas
correspondió á sus lucidos batallones. En á paso de carga; y aunque para Cortina era
posición asi de perseguir al enemigo por t o - nuevo aquel modo de pelear, y mas nuevo
das p a r t e s , emprendió, reorganizada, el que trepasen los escuadrones por donde tan
oportuno movimiento, y fué, últimamente, trabajosamente andaban los infantes, c o n -
tan encima de Gómez, que tuvo que sostener dujo á aquellos á la carga con la regulari-
en Majaceite su retirada, sin que fueran un dad y alineación que si se tratase de un
ejercicio, haciéndose acreedor al aplauso de
(I) E s t e militar antiguo y valiente fué el todos.
primero que obtuvo en España la cruz laurea- Narvaez quiso premiar la bizarría é i n -
da de San Fernando. Acosado por n u e v e fran- teligencia que desplegó Corlina, proponién-
ceses en la guerra de los seis años, mató á
dole para la cruz de San Fernando; pero no
c i n c o , é hizo huir á l o s restantes, cortados los
dedos de su izquierda al montar de nuevo á habia teñido su acero, le dijo, en sangre
Gaballo. facciosa, porque no se habia separado de su
TOMO I I I .
HISTORIA BE LA GUERRA CIVIL.

puesto, al costado de los escuadrones l l e - fuerzas, cuando aquel no tendría en acción


vándoles á la carga, y no era justo e n g a l a - sino la mitad alternativamente, ya también
narse con una recompensa debida á rasgos porque al fin no fuésoslenida la retirada, t o -
determinados de valor. Cedió Narvaez, pro- da vez que los carlistas se diseminaron, ora
poniéndole para la cruz do comendador de fuese por librarse mejor de la persecución, lo
Isabel la Católica, única condecoración que cual es una prueba á nuestro favor, ora porque
tiene el hombre que mas servicios ha p r e s - fuesen deshechos. Pero hay mas: Ribero, nada
tado á la causa del orden, siendo a g r a c i a - sospechoso entonces tratándose de Narvaez,
dos con la otra sus ayudantes y camaradas. consignó en el manifiesto que á poco p u b l i -
Al cesar la persecución de los fugitivos có de las operaciones ejecutadas en Anda-
dispersos, fué preciso vivaquear alli m i s - lucía para el esterminio de Gómez, los h e -
mo: tan tenebrosa era la noche y tan espeso chos y resollados de la batalla en las alturas
el monte en que los vencedores se habían de Majaceíte . La dispersión de los e s p e -
internado, que fueron vanas las tentativas dicionarios fué completa, y gracias á lo
de los guias por salir de aquel punto, h a - que ocurrió después, pudieron rehacerse
biendo perdido todo conocimiento de la s i - sin ser esterminados; los muertos pasaron
tuación en que se hallaban. de ciento, y fueron ciento quince los prisio-
No fué la jornada del Guadalete, testigo neros, inclusos cinco oficiales, uno de ellos
en otro tiempo de la derrota de los godos ayudante de Gómez. El mismo Ribero se
por la media luna, estéril para la causa apoderó de algunos eslraviados y heridos,
constitucional, diga lo que quiera de su presentándose algunos dispersos; mas d e
éxito el resentido Alaix, cuya enemistad le noventa capturó una partida de nacionales
ofuscó al estremo de sentar que fué Narvaez de caballería de Sevilla, y por todas parles
el vencido y derrotado. Prescindiendo del se recogieron fugitivos. Mas no lo hemos d i -
testimonio de personas, para nosotros respe- cho todo; el mismo Alaix, ó su biógrafo, á
tables y que fueron testigos; prescindien- quien no ha rectificado, que afirma que G ó -
do también de que fueron llevados los mez batió á Narvaez, dirigió el 26 á Ribe-
carlistas por las armas liberales, hasta que ro desde Monlellano á las siete de la noche
la noche, y mas que la noche su disemina- el parto que dice asi: « 3 . división del ejér-
a

ción y la espesura hicieron imposible su s e - cito de operaciones del Norte.—La división


guimiento, no recusará cimas afecto al hon- salió esta mañana de Ubrique, y recorrió los
rado Alaix la propia confesión de la parte. pueblos del Bosque, Poblaciones y Villamar-
Firmes al principio en sus escogidas posicio- lín, y lia venido á pernoctar á este de M o n -
nes, sostuvieron en ellas, (dicen sustancial- lellano, reuniendo los infinitos dispersos que
mente los carlistas, testimonio no recusable) vagaban por aquellos alrededores etc.» J u z -
el ataque de Narvaez, mas de rcpenleorde- gúese ahora del hecho de Majaceíte en sí, y
nó Gómez la retirada, y en ella se batió el de sus consecuencias. Mas adelante veremos
resto del dia, deposición en posición, a c o - si el curso de la espedicion correspondió á
metidosiempre y sosteniéndolas con bizarría. una victoria, ó fué consiguiente á una derro-
Nuestra pérdida, añaden, fue mayor, porlos ta. El pais, que vio de cerca y palpó las
que perdieron la dirección de la columna ventajas de que, lejos de dominar y enseño-
cuando se hizo de noche, pues se ejecutó rearse los carlistas de las Andalucías como
por fuera de camino y por matorrales. lo habían hecho de otros puntos, no pensa-
sen sino en salvarse, dio entonces á la ba-
Sin embargo de la aspereza del terreno, talla del 2o la importancia que en la r e a l i -
que también se sienta de contrario, y de dad tenia, y se la dio también el gobierno,
que no había de llegar la imparcialidad del complaciéndose en manifestarlo asi al gene-
autor carlista de la espedicion, escrita para ral Ribero en real orden de 2 de diciembre,
publicarse y como un timbre de gloria para y á Narvaez el 3 , dándole la reina las mas
sus individuos, hasta el punto de no fallar en espresivas gracias y á sus bizarros y valien-
un ápice ala verdad, desprendiéndose de to- tes soldados por tan plausible suceso, y en-
da especie de amor propio, y lo que es mas, comiando su celeridad y rapidez en trasla-
departido en la exaltaciondeaquella época, darse desde Arcos á Osuna. Y prueba del
dícese lo suficiente para deducir lógicamen- pánico que infundió á los carlistas aquella
te que, amen de ser batido y derrotado el jornada, prueba del terror que les inspiró,
enemigo que, huye y abandona el campo, que no volvieron á hacer frente á ninguna
debió esperimentar mayor pérdida que su fuerza constitucional, que ya no pararon
contrario, ya por presentar, éste todas sus
REUNION DE RIBERO, NARVAEZ Y ALAIX. 259

hasta repasar el Ebro, que á virtud de la de ir á este punto, porque su tropa llevaba
misma se creyó por lodos escusado siquiera cuatro dias de fatiga y sin comer apenas, y
emplear tantas tropas en persecución de convinieron en ello, continuando el segundó
los carlistas, volviéndose luego á sus casas en aquel dia á Monlellano, pues que ambos
los nacionales movilizados, y á los puntos de confiaron en que siguiendo los carlistas en
su procedencia las tropas de Andalucía, y dirección de U b r i q u e , recibirían alli un
las de la Guardia al marcado, caso de no nuevo golpe de Alaix. Caminaron, pues,
ser necesarias para la destrucción de Gomez juntos, y en la marcha pidió á Ribero Nar-
Antes del choque junto á Majaceile, opera- vaez le reforzase con cien caballos, por no
ban contra la espedicion tres divisiones,; y ser de la mejor calidad los cuatrocientos que
la columna de Sevilla, y la espedicion se habia recibido de Silva, y se les dio.
estacionaba; después de ella cesó de acosar- Al llegar Ribero á los Arcos recibió dos
la la que mas le imponía por el número y partes de Alaix, avisándole por el primero
calidad de sus soldados, la de la Guardia, desde Atájale que pernoctaría en Ubrique,
y no veia tierra que pisar. Verdad es que el y por el segundo que salia el 26 de este
ministro que interinamente sucedió al tam- punió á las cinco y media de la mañana para
bién interino Camba, el brigadier R o d r i - Montellano, por ser la dirección que habia
guez Vera, dijo á Narvaez en presencia del indicado Gómez la noche anterior, después
ministro de la Gobernación y otras personas, de batido en las inmediaciones de los Arcos
que lo que habia hecho su division en Anda- por Narvaez, según le habia asegurado un
lucía no era tanto como presumía, por lo •paisano, testigo presencial de la ocurrencia.
cual le previno no hiciese las propuestas á No tenia esle general caballería, y podia
que implícitamente le habia S. M. autoriza- verse en un compromiso, y con el laudable
do en orden del 3 de diciembre, mas no lo objeto de evitarle, ordenó Ribero al b r i g a -
es menos que habían mediado los sucesos dier León preparase los húsares para e m -
que después referiremos y esplícan esta con- prender la marcha, y mandó llamar á N a r -
tradicción. vaez. Venido é s l e , díjole ser necesario h i -
ciese movimiento con toda la caballería,
pues reuniendo sobre mil caballos, podria
REUNIÓN DE R I B E R O , NARVAEZ T A L A I X . — I N - destruir á Gómez y proteger á la tercera di-
SURRECCIÓN DE CABRA.
visión, cuyo mando debia tomar, según las
prevenciones del gobierno.
Accedió Narvaez, y salió con dicha f e -
CLXXXIX. cha, y Ribero el 27 para Bornos, llegando
el 28 á Utrera, donde creyó llegado el caso
de dirigirse á Cazalla, pues que yendo en
Acampado Ribero la noche del 25 no derrota los enemigos, y Narvaez sobre ellos
muy lejos de Majaceite, sitio del choque con dos divisiones, no dudó de su eslermi-
relatado, alli recibió una real orden del 18, nio, y se decidió á ir sobre Ecija, no sin dar
previniéndole, atendido el mal espíritu que conocimiento de esta determinación á N a r -
se manifestaba en Castilla la Vieja, que en vaez y al gobierno. La división de la Guar-
el momento en que se lograse dar un golpe dia carecía de calzado y de socorro, y á fin
á la facción de Gómez, ó ponerle en precipi- de remediar ambas fallas con la urgencia
tada fuga, marchase á Avila con la división indispensable, y en la precisión de firmar
de la Guardia. por los 10,000 duros que la junla de Mála-
A la mañana siguiente se dirigió al cam- ga habia puesto á su disposición, letras que
po del suceso descrito, consultando á Nar- solo en Sevilla podria encontrar, se a d e l a n -
vaez si era llegado el caso de dar c u m p l i - tó, facilitándole la de esta capital 3 0 0 , 0 0 0
miento á la citada disposición de S. M. Es- reales y algún calzado, sin haber hallado
taba en las casas de Elvira cuando se le pre- papel sobre Málaga. Incorporóse con la d i -
sentó este. No creia, le dijo, estuviese aun visión en Ecija, y prosiguió al punto á que
en el caso de marchar, pues la pérdida de el gobierno le habia destinado.
los facciosos seria con los dispersos de mil Alaix salió de Ronda al amanecer del
hombres, a l o mas. (No fué insignificante la 2 5 , y pernoctó, como hemos vislo, en Ubri-
suya). que, donde supo al anochecer el encuentro
Narvaez habia hecho regresar su d i v i - de Gómez. De aquí fué á Monlellano, p a -
sión á los Arcos, y Ribero lenia necesidad sando por el Bosque y Villamarlin. Entonces
HISTORIA DE LA GUERRA CIVIL.

recibió una orden, no para dimitir el mando repetición la copiada del 19. Es de notar,
en tal ó cual gefe designado ari hoc, cuya sin embargo, que la primera exigía su inme-
ejecución pudiese haber diferido en o b s e - diata ejecución, y el ministro facultaba á
quio á la causa pública, sino haciéndole Narvaez para diferirla hasta que lo estimase
cargo de no haber cumplimentado la que oportuno.
citaba, y previniéndole que dejase inmedia- Dos dias trascurrieron después de s e p a -
tamente el mando y que se trasladase á rarse Alaix del mando sin ocurrencia digna
Avila (1). Sin demora hizo reunir en su de mencionarse, hasta que la división llegó
alojamiento á los gefes, y después de p u e s - á Zapateros y Lucena. Mal racionada, y muy
ta la comunicación correspondiente para el fatigada, por haber hecho veinte y tres l e -
coronel Caula, que era el mas graduado, guas en dos dias, desherrada y estropeada
resignó en él el mando, y le dio á recono- la caballería, tomáronse lodos al pasar por
cer por gefe. Mas el aprecio que todos p r o - aquel punto un ligero descanso, á que no se
fesaban al g e n e r a l , y lo que fiaban en su opuso Narvaez. En Lucena (dice la b i o g r a -
pericia y denuedo, entonces que veian mas fía de Alaix, Galería Militar contemporá-
cercano el momento de alcanzar á Gómez, nea), donde se alojó, r-e presentó á felicitar-
les movió á rogarle suspendiese cumplir la le en cuerpo la oficialidad de la vanguardia,
orden mientras se conseguía este propósito, compuesta de la caballería y de las compa-
ofreciéndose á representar al gobierno en ñías de cazadores; y en vez de correspon-
apoyo de esta medida. Pero sentido Alaix dería obsequioso en aquel acto de mera cor-
de la manera como era tratado, y sin espe- tesía, la trató con tan rigoroso desden, y
ranza de que fuese aprobada la propuesta llevó á tal punto la ofensa y el insulto, que
suspensión, resistióse, diciendo á los gefes creemos indispensable consignar sus últimas
que el primer deber del soldado era o b e d e - palabras. «Y en fin, señores, S. M. me e n -
cer, y como primero él de los que compo- vía á remediar los desórdenes y á castigar
nían la tercera división, debía obedecer sin los escesos que esta división acostumbra
demora los regios mandatos. cometer, y fusilaré á cuantos sea necesario
Amaneció el dia 2 7 , y antes de marchar para conseguirlo, empezando por los ofi-
la división, ya bajo las órdenes de Caula, ciales. »
presentóse Narvaez en el alojamiento de Al despuntar el dia 28 salieron las fuer-
Alaix. No se conocían estos geTes, mas como zas de Lucena y se dirigieron á Cabra. En
éste había recibido de aquel la orden á que el camino supieron lodos la mala opinión
nos hemos referido, le manifestó estar pues- en que les tenia Narvaez, y sus amenazas.
ta en ejecución, habiendo recaído el mando Según dicha biografía, el 29 por la ma-
en Caula, añadiendo estrañaba mucho se le ñana salieron las tropas de Cabra, y á poco
hiciese mención de otra orden que no había aconteció lo que diremos después; pero esla
recibido. Entonces Narvaez le hizo presente relación difiere suslancialmente en algún
que él la tenia en su poder, por haberle au- particular de la que nos ha hecho una p e r -
torizado el gobierno para entregarla cuando sona respetabilísima que acompañaba á Nar-
le pareciese mejor, y encargándose á virtud vaez, y de cuya imparcialidad no podemos
de otra, que ya hemos citado, del mando su- dudar; y por lo mismo que llegamos á un
perior, dio á Caula órdenes de marchar. En suceso grave, y que pudo tener funestísi-
aquel dia llegó la división á Osuna, donde mas consecuencias, debemos presentarle
Narvaez entregó personalmente á Alaix la como se nos ha referido por quien le p r e -
orden del 6, de la cual era en el fondo una senció, después de haber reseñado sus ante-
cedentes en los cuatro párrafos anteriores,
(4) La orden decia asi: E. S.: No constando con arreglo sin duda á las noticias suminis-
aunen este ministerio que Y. E. haya entrega- tradas por Alaix. A punto estuvo de darse
do el mando de esa división, como se le previ- un grande escándalo enlre unos mismos sol-
no en ñ del actual, es la voluntad de S. M. que d a d o s , escándalo que habría costado á mil
al recibo de esta orden lo haga V. I?, al gele valientes la vida, y que reanimando al fu-
& quien por ordenanza le corresponda, si es gitivo Gómez, habría- sido tal vez causa de
que ya no lo ha verificado, y qno se- traslade
V. E. á la ciudad de Avila á esperar ulteriores un desastre mayor para las tropas liberales.
órdenes.—De orden de S. M. lo digo á V. E. Narvaez, según se nos ha dicho, d i sp u -
para su inteligencia y puntual cumplimienlo. so en Lucena se le reuniese en Cabra la di-
—Dios etc.—Madrid 24 de noviembre de 4 836.
—Camba.—Señor mariscal de campo don Isi- visión de Alaix, con objeto de acosar mas
dro Alais. y mas al enemigo, y envolverle para d e s -
REUNIÓN DE RIBERO, NARVAEZ Y ALAIX. 261

truirle, deteniendo su fuga. A este fin, ofi- daba los húsares, y le preguntó si podia con-
cio al citado Alaix, desde otro punto, e n - tar con ellos. «Conmigo puede V. S. contar,
cargándole se bailase con las tropas de su le contestó,» repitiendo estas palabras al
mando en Cabra á las cuatro de la mañana, interrogarle si también podia contar con
hora en que se hallaría él con las suyas. los húsares; y voló de nuevo á los subleva-
Cumplida exactamente esta parte de la com- dos, y sin otro acompañamiento que su i n -
binación, faltó el cumplimiento déla p r i m e - domable entereza, de nuevo apagó la s e d i -
ra. Alaix dormía en Zapateros á pierna ción, y tornaron á marchar los guias,
suelta, y se perdía por su culpa un tiempo Triunfante la subordinación, era espuesla
que aprovechaba la facción, y que no era otra pucha, y manifestó á Alaix su deseo de
posible ganar. Pasan y pasan horas, y l l e - que volviese á mandar la división tercera,
gan dos soldados del batallón denominado á lo que éste accedió, terminando en paz
después de guias, compuesto casi todo de tan peligroso conflicto.
pasados navarros, admiración de todos por Se habrá observado que, según esta rese-
sumovilídad, que fué después regimiento de ña, nada sabia Alaix de su separación hasta
Luchana, y que entonces mandaba Alaix. su llegada á Cabra, pero sea de esto lo que
Traían estos soldados gallinas y otros efec- quiera, es indudable que la indisciplina d e
tos que debian haber robado, y su apari- su tropa reconoció dos causas, á saber: el
ción en aquella guisa hizo estallar la i n d i g - resentimiento de Alaix por su relevo, por
nación de Narvaez, mallralándoles de pala- el modo y tiempo en que tuvo lugar, y por
bra y obra con su violencia acostumbrada. el proceder de Narvaez; y el de su división,
Llega á poco un capitán del mismo por la manera con que éste la trató, ó á los
cuerpo, le apostrofa por esta circunstancia soldadosy capitán, por lómenos, que se nos
duramente, y por fin , á las siete horas d e ha manifestado. Y como fué de tanta e n t i -
aguardarle, llega Alaix. Manifiéstale e n - dad esleaconlecimienlo, y metió tanto ruido
tonces con calor que hacia siete horas le y produjo tanto alboroto y estuvo á punto
aguardaba, dícele cosas tan justas en su de hacer zozobrar quizás el bajel del E s t a -
esencia como ofensivas por el tono de la e s - do, no creemos lleven á mal nuestros lecto-
presíon, hácele responsable de que se haya res le tomemos en estrado de la citada b i o -
salvado la facción, y de los males consi- grafía, si bien previniéndoles del apasiona-
guientes á su falta, y rechazando sus incul- miento de Alaix, que suministró sus datos,
paciones Alaix, que invoca la ordenanza, y inexactos á primera vista algunos de ellos.
con ella la obediencia del inferior, m a r i s - «En Lucena supieron los batallones la
cal de campo como es, muéstrale Narvaez la buena opinión que merecían á su improvisa-
incalificable real orden en que se le autori- do gefe; allí recordaron sus privaciones de
za para dirigir todas las operaciones en s e - tres días que marchaban sin plan alguno, y
guimiento de la facción, dependiendo de él que en premio de una brillante campaña y
las fuerzas de Alaix, y de Ribero, teniente de los mayores trabajos que ha sufrido jamás
general del ejército. Asombrado Alaix y lo- milicia alguna, se enturbiaba por un gefe
dos, de una disposición tan opuesta ai e s - novel la claridad de su honra. Y, ora provi-
píritu de la ordenanza, y á los buenos niese del afecto y cariño que profesaban e s -
principios, «puesaqui estoy yo de mas,» d i - tas tropas á su antiguo gefe, afecto y cariño
jo, indignado, y cruzándose palabras i n - que no pudo menos de aumentarse al verse
convenientes, se díó por arrestado, y se fué tan mal tratadas por el que le sucedió, ora
á la cabeza de la división, que hizo m o v i - se hallasen efectivamente rendidas y sin
miento al mando de Narvaez. Pública para fuerzas después de dos dias y medio que
todos aquella escena, no lardó el batallón andaban sin descansar y sin poderse propor-
de guiasen pedir que Alaix se pusiese á la cionar recursos ni aun de su propio bolsillo,
cabeza; y, adviniéndolo Narvaez, corrió es lo cierto, que á poco de salir de Cabra se
solo, y en medio del mismo, le arrancó cou tiraron al suelo los soldados diciendo que
su energía indisputable. Siguieron marchan- no querían avanzar mas. Tras de estas v o -
do lodos, sin novedad, hasta que, fruto sin ces se oyeron las de muera Narvaez y que
duda de los emisarios que Alaix enviaba, nos mande Alaix; y aunque losgcfes todos
como desde un principio á los guias, i n s u - hicieron los mayores esfuerzos por restable-
bordináronse de nuevo con imponente a s - cer el orden y obligar alas tropas á cumplir
pecto. Narvaez entonces, decidido ó hacer con su deber, no lo consiguieron sino m o -
respetar la disciplina, fué á León que m a n - mentáneamente y en el punto en que seb,a-=
262 HISTORIA DE LA GUERRA CIVIL.

liaban, de tal manera, que levantando por con la mayor desfachatez publicaba h a b é r -
aquel sitio el batallón, volvia á sentarse i sele sublevado, volvió la brida á su caballo
apenas acudia su gefe á liaccr levantar la j y se retiró ó escape del sitio donde se repre-
otra, que ya se habia sentado por segunda ó \ sentaba tan ignominiosa escena. \Quégene-
tercera vez. Trascurrido algún tiempo en ' ral, dijo Alaix al retirarse, dice antes de
esta enredosa faena, convenciéronse al fin perder la villa, la división se me ha suble-
los gefes y oficiales de la imposibilidad de vadol
hacerse obedecer, y se acobardó Narvacz «Desde este momento se hizo ya demasia-
por la voz de muera que salió de entre las do temible la insurrección; el soldado , que
filas, huyéndose hacia la retaguardia en habia consentido en volver á las órdenes de
busca de Alaix, que iba con los equipnges. su antiguo gefe, luego que le vio disputar
Asustado aquel exigió á este agregado ó via- con Narvaez y se halló burlado con la d e s -
jante particular, le diese á reconocer á la aparición de Alaix, malamente contenido y
tropa como su nuevo y superior gefe. Pero peor impuesto por la escasa resolución del
¿qué mando (se dice) quería Narvaez le e n - otro, rompió todos los diques déla s u b o r d i -
tregase Alaix, Cuando hacia tres dias que él nación y disciplina, y no halló dicterio, de-
mandaba y dirigía las operaciones y habia nuestos ni insultos bastantes qae prodigar á
sido hasta entonces puntualmente obedecido? Narvaez y algunos oficiales de su estado
Reconvínole el general, arguyéndole con mayor. Y fué muy de notar entonces qué
que muy grande debía de ser el motivo que acudiendo en tan terrible lance el atribula-
obligaba á sublevarse, so protesto de estar do brigadier á apoyarse en el otro de igual
rendidas y escasamente racionadas, á unas clase, don Diego León, que mandaba la ca-
tropas que en seiscientas setenta leguas que ballería, se le escusase éste protestando que
traían desde su salida de Vitoria, muchas no podía contar con los soldados de su a r -
de ellas forzadas, por lo general descalzas, ma para ir contra la infantería, siendo de
privadas de socorro casi siempre, y con i n - advenir cpie dicha caballería pertenecía en
finitas escaseces, nunca se habían mostrado su mayor parte á la brigada Narvaez.
quejosas ni habían desoído la voz de sus «Previendo ya los subalternos el d e -
gefes, y mucho menos al loque do llamada sastroso fin que iba á tener aquel suceso,por
para ir al enemigo. afecciones personales unos, por interés de
«Mediaron contestaciones, y en el calor propia conservación otros, y por alejar de sí
do la disputa Alaix echó en cara á Narvaez los mas un borrón que iba á manchar la ho^
la conducta imprevisora é imprudente que ja de servicios de la tercera división, c o r -
observó en Lucena con sus beneméritos ofi- rieron á impedirle todos, incluso el gefe de
ciales. Y aunque esto pasaba á la cola de la la plana mayor, Ros de Olano, íntimo de
columna, y los soldados por lo lauto no se Narvaez, suplicando á Alaix se presentase
apercibían de lo que se decían sus superio- á los soldados, atrayéndoles por buen cami-
res, creció de tal manera el tumulto por la no y salvando asi á la patria de un dia de
cabeza y el centro, que los oficiales y gefes, lulo" y al ejército de mancharse con la mas
inclusos los de.Narvaez, ó sean de la van- grave de las fallas.
guardia, vinieron á rogar á Alaix se pusie- «No era dudoso el resultado de aquella
se al frente de las tropas, esponiendo que misión. Fuertemenlc conmovido Alaix á las
de otro modo temían un funesto desenlace. voces de patria y honor militar,-que. tari
Negóse manifestando que l e r e p u g n a b a m a n - gratas le fueron siempre, volvió presuroso
dar á tropas que habían gritado. Entonces hacia donde estaban sus soldados, y coló^
insistió Narvaez apoyándose en el débil a r - candóse enmedio de ellos con resuello a d e -
gumento de que siendo el general á quien man, les gritó Soldados, todas nuestras
aclamaban los soldados, y por cuyo apego á glorias han desaparecido La insubordina-
su persona se le habia sublevado á él la ter- ción de este dia las ha eclipsado todas. Fal-
cera división, parecíalo mas conveniente,y ta es esta que solo venciendo y derrotando
aun también lo mas justo, que fuese Alaix á Gómez podrá olvidarse. Adelante, y á
quien las acallara y volviese á la disciplina. perseguir á la facción. Conviene consignar
Solo esta imprudencia faltaba p a r a a c a b a r d e aquí una circunstancia. Luego de volver
perderlo todo. Indignado Alaix de tal p r o - Alaix, v antes de llegar donde estacionaba
puesta, y avergonzado de (pie un militar de la columna, Narvaez, que se refugió á la
alta graduación viniese á pedirte ayuda para cola y no osaba volverse á presentar, le
someter á tropasqueteniaá su órdenes y que manifestó su deseo de que mandara, y; su
ORIGEN, JUICIO Y RESULTADOS, ETC. 2G3

resolución de huirse desde alli mismo Pero recibieron, produjese la irritación de unos
indignado Alaix de tan feo proceder, ó t e - y otros el fruto que produjo. Y no creemos
miendo una emboscada de parte de N a r - á A l a i x enteramente ageno del cargo de
vaez, depuesto todo respeto, le asió con haber promovido la sublevación. No podia
fuerza del dormán, y le obligó á ir delante o b r a r de otra manera el que se conduce
de sí al sitio de la asonada.—El soldado no c o m o él l o h i z o , c o n mas ó menos razón,
ha de salirse con la suya; vd. ha de man- con Narvaez dorante aquella escena, descu-
dar estando yo aqui, y la división ha de briendo l a n ' á biselaras su indignación, que
seguir á las ordenes de vd. Tales fueron marchando con ios suyos, nada hizo, por
sus palabras decididas, y volvió al frente lo menos ostensiblemente, por acallarlos.
d é l a tercera división únicamente en el sen- Lisonjeaba la sedición s u herido amor p r o -
tido que revelan. pio , y no pudo sobreponerse á su a p a s i o -
«Las tropas, sometidas ya á Narvaez, namiento.
continuaron á Baena, y ni el mas sordo Tan grave acontecimiento no podia me-
murmullo, ni el mas ligero desmán vino á nos de llamar la atención pública, y de
turbar el orden ni alterar el silencio profun- traer n o menos graves consecuencias.
do que reinó después entre aquellos milita- Herido á su vez el orgullo de Narvaez
res. Habría pasado un cuarto de hora á lo viéndose desobedecido, y teniendo que
mas, cuando Narvaez indicó ó Alaix que él ceder su puesto á Alaix y dejar s i n efecto
seria víctima de una intriga, y que por lo sus disposiciones anteriores, dio cuenta á
tanto le suplicaba, que supuesto que la d i - S. M. en 1 . ° de diciembre de lo ocurrido,
visión le tenia tanto afecto, continuase man- e n los términos que verán nuestros lecto-
dándola, y él se iría en busca de su b r i g a - res ( 1 ) , bario duros dirigiéndose al Irono,
da, y repartiendo entre los dos la caballería, y que causaron á su autor serios d i s g u s -
podría serles útil, combinando entre sí los tos, por n o saber disimular su encono ni do-
movimientos. Accedió Alaix, y al llegar á minar s u s sentimientos.
Baena dispuso Narvaez regresase á Sevilla Desde Loja, adonde tuvo que dirigirse
la columna de Silva, y que se pusiese León para recoger s u división de vanguardia, á
con su caballería á las órdenes de Alaix, la cual había marcado un movimiento para
quedándose él con la fuerza restante de cubrir el reino de Granada y las Alpujarras
este arma.» mientras él operaba sobro Gómez con la
tercera división, y de donde envió al g o -
bierno con el parte circunstanciado de sus
ORIGEN, JUICIO I RESULTADOS DE LA INSUR- operaciones.al gefe de estado mayor don
RECCIÓN DE CABRA.
A. Ros de Olano, se vino á Quintanar de la
Orden. Instruido alli de que no había t e n i -
do éste el recibimiento que aguardaba , y
cxc. suponiendo que intentaba el ministerio d e -
jar impune el delito militar que había d e -
nunciado en su representación, y cuyo cas-
Es tan patente la causa directa del m o - tigo pretendía, solicitó el l o de diciembre
tín descrito, que haríamos un agravio á su licencia absoluta, protestando el mal e s -
nuestros lectores en suponer que después tado de su salud.
de lo dicho necesitamos lijarle. Las órdenes En Alcalá de Henares, donde se hallaba
de 6 y 11 de noviembre, ya citadas, no con su división, siguiendo la ruta que se le
podían producir sino amargos frutos. El go- había marcado, recibió una invitación c o n -
bierno fué el primero en infringir la o r d e - fidencial del ministro para presentársele. Hí-
nanza, y dio el primero el escándalo de z o l o asi, y desistió Narvaez de su solicitud,
insubordinación, sujetando al mando de un y salió el 23 c o n orden de dirigirse á B u r -
brigadier moderno á brigadieres mas a n t i - g o s , siguiendo el camino de Somosierra.
guos y á mariscales de campo. Y Narvaez, Pero incorporado en Alcalá con s u división
sin hacer uso en mucho tiempo de la orden siguió á Guadalajara, con intención de ir
que de improviso mostró al general Alaix, por Alíenza, evitando asi las n i e v e s , y g a -
dando asi lugar á la que recibió éste del 2 1 , nando por medio de jornadas mas largas y
le faltó gravemente. No es, pues, de e s t r a - á beneficio del mejor camino, el rodeo que
gar que resentido este gefe, que resentidos
también sus camaradas del mal trato que (.1) Y éase el documento número á í .
2iU HISTORIA DÉ LA GUERRA CÍVÍL.

hacia para no pasar en lan rigorosa estación ver su desaliento y á presencia de tantas
el puerto de Somosierra. Mas informado en fuerzas en su persecución, las horas perdi-
dicha ciudad de que el ministro llevaba á das por Alais en Zapateros y por sus s o l -
mal hubiese variado de r u t a , considerando dados en Cabra permitieron agruparse y
este acto como una falta, torció á tomar la rehacerse en tanto los diseminados espedí—
prescrita. cionarios, de que no en pequeño número se
Llegó á Burgos, recibió el traslado de apoderaron los pueblos.
una orden poniendo su división á las ó r d e - El ministerio debió nombrar un gefe
nes de Ribero, y con licencia y pasaporte que respondiese de las operaciones del Me-
de éste se vino á M a d r i d ; pues no quería diodía, dando unidad al mando de las fuer-
ir al ejército del Norte, creyendo le seria zas considerables destinadas contra Gómez.
contrario Espartero por lo sucedido con Dejando por el contrarío, á tres divisiones
Alais, datando de esta fecha el divorcio sin un centro común, las comprometió y
de ambos geles. Presentóse al ministro, salvó á Gómez , contribuyendo también á
renovando su petición de licencia a b s o - ello la tardanza de Narvaez en hacer uso
luta , y de resullas de esta conferencia, de sus facultades. De otra manera, en vez
en que fué reconvenido por haberse separa- de obrar por sí cada uno de los tres gefes,
do del servicio y venido sin noticia del go- habrían obrado de concierto, y con s u -
bierno, se le previno marchase á tomar el jeción á un plan, á una dirección, que fal-
mando de su regimiento y división, donde ló enteramente, porque no le formó el pri-
le llamaban el honor militar, el deber y la mero, ni se encargó de ella en tanto t i e m -
patria en aquellas críticas circunstancias. po. Si hubiesen sabido los otros que N a r -
A las faltas cometidas por Narvaez, agre- vaez era el superior, le habrían pedido ins-
gó la de contestará esta determinación s o - trucciones, y acaso las que hubieran r e c i -
berana de una manera tan inconveniente, bido, hubiesen dado anticipadamente abun-
que previno S. M. al capitán general del doso fruto , p o r q u e , sin desconocer la b r a -
distrito le condugese á Cuenca en clase de vura con que atacó Narvaez en los altos
detenido, donde contestaría á los cargos de de Majaceite, es un hecho que ni fué aquel
haberse separado de la división sin el per- encuentro hijo de su persecución, sino de Ja
miso competente, y á la falla de respeto en de Ribero, que obligó á Gómez á contra-
su respuesta á dicha orden. Y como si no marchar tropezando con el brigadier; y
fueran bastantes tantos y e r r o s , todavía r e - que si se hubiese atenido osle á las constan-
currió á las corles, alentado sin duda por la tes indicaciones de aquel sobre la posición
mención honorífica que habian hecho de él que le recomendó, habría sido anterior y
en la discusión sobre los sucesos de Cabra, muy otro el éxito.
provocando de esta suerte nuevas tempesta-
des en la región de la política.
Pero si fueron los indicados sucesos CONTINUA EN RETIRADA LA ESPEDICION.
causa de no pocos males en este concepto, JORNADA DE ALCAUDETE.
los que produjeron inmediatamente á la
causa constitucional se vieron bien á las
claras. La sublevación de las fuerza de CXCI.
Alais, acaecida casi al frente del enemigo
y en el momento crítico d e c a e r sobre él,
malogrando tanlos afanes y esfuerzos, tanta Dijimos en el penúltimo capítulo que se
sangre y sacrificios, salvó sin duda de su había distribuido la caballería entre A l a i x y
total aniquilamiento á los carlistas. Azora- Narvaez en B a e n a , regresando á Sevilla
dos desde que Ribero les encerró en las la columna que acaudillaba Silva y que
cercanías de Ronda y empujó hacia San Ro- tantos y tan buenos servicios presto en
que, arrinconándoles, estrechados y aco- aquella campaña, gracias en gran parle al
sados mas cada día, pugnando ya con el tacto eslraordinario, al talento, y al presti-
buen espíritu y ánimo del pais, perdido gio de Cortina, de quien citaremos un h e -
enteramente en las alturas de ftíajaceitc su cho q u e , como tantos otros, le e n a l t e c e , y
decaído prestigio, gracias á la persecución le conquistó las simpatías de todo el pais
de Ribero que les llevaba fatigados y en que atravesó, admirado del orden y e s m e -
una dispersión pronunciada, y desmoraliza- rada subordinación de las fuerzas que r e a l -
dos, y mas y mas alentados los pueblos al mente dirigía.
CONTINUA EN RETIRADA LA ESPEDIC10N. 2G5

Habia prevenido Silva que los ayunta- Esto no obstante, y sin desconfiar aun de
mientos de los pueblos que ocupasen los la sorpresa, lanzóse á escape sobre ella,
carlistas diesen dentro de lanías horas el seguido de sus ordenanzas y unos cuantos
parle correspondiente. No se recibió el de cazadores, y despreciando la resistencia
Marchcna; é incursa por esta falla su m u - que se le opuso. Mezclados lodos y confun-
nicipalidad en la pena del b a n d o , la de didos entraron en Alcaudele, menos Alaix,
m u e r t e , fió á Cortina la ingrata comisión que creyendo acertado circumbalar antes
de ejecutarle. Silva, como buen militar an- el pueblo con cuatro compañías de p r e f e -
tiguo, era severo, y su carácter ademas rencia, no entró hasta después, seguido del
no sufria oposición directa. Conociéndole batallón de guias, y cuando ya en la plaza
Cortina, se abstuvo de contrariarlo, y se iba haciendo muy necesaria su presen-
marchó desde el Arahal. El ayuntamiento cia, por venir rechazada por la caballería
protestó haber dado el parle no recibido, y una guerrilla. Llegó á este tiempo el b a t a -
la sagacidad de Cortina halló un e s p e d i e n - llón citado, y al toque de diana entró b r i o -
te para dejar á los pobres concejales de so á la bayoneta, y derrotó y dispersó ó los
Marchcna en la misma situación en que se carlistas, á pesar de haberse reunido én las
hallaban. /afueras y formado todos los cuerpos, que
Dos horas permaneció la tercera división siguieron á Marios.
en Baena, nuevamente mandada por Alaix, En aquella noche, que los mismos espe-
y encima el enemigo, marchó con todas dicionarios calificaron de aciaga, perdieron
las precauciones posibles para sorprenderle, muchos de sus valientes, quedando en po-
llegando á las cercanías de Alcaudele á las der d e s ú s contrarios cíenlo cuarenta y tres
once de la noche del 2i) de noviembre. prisioneros, entre ellos un comandante de
Desde Villamarlin , donde permanecie- escuadrón y no pocos gefes y oficiales. Los
ron los carlistas e l ' á u , pasaron á Morón, equipages, caudales, la brigada, el hospital,
Osuna y Eslepa, donde hicieron noche el prisioneros y porción considerable de ar-
2 6 . El 27 llegaron á Cabra por el puente de mas y efectos de guerra, todo lo perdieron
Don Gonzalo antes deanochecer, pero s a b e - lambien y la esperanza de salvarse sin a p e -
dor Gómez de que á una legua de Lucena se lará la fuga.
hallaba toda la caballería de Alaix y N a r - «En muchas partes (dice la historia
vaez, y la infantería de aquel en Zapateros, misma de la espedicion), los nacionales nos
á dos leguas, no se d e t u v o , siguiendo sin cirrumbalaban en los acantonamientos, im-
demora el material y prisioneros á Alcau- pidiendo la salida y entrada de todas las
dele, y asi que se racionaron, y descansaron personas, á quienes detenían, quitándonos
cuatro horas las divisiones, entrando en asi la confidencia, no siendo osle el menor
esta población á mas d e m e d i a lardedel 2 9 , de ¡os perjuicios que nos causaban y con el
después de seis leguas y sin haber dormido que nos espouian á consecuencias bien f u -
la noche anterior, todavía quiso Gómez se- nestas; y en Aleándote sin duda sucedió
guir hasta Marios, cuando pasó el no á una eslo, porque no tino el general otro aviso
legua de Alcaudele, pero algunos gefes le de la llegada del enemigo , que el parte
representaron que la tropa iba muy cansada, de la avanzada, camino de Priego.» Prue-
porque desde el día 23 en que habían s a l i - ba evidente.del desánimo en que ya iba la
do de Algeciras las marchas habían sido espedicion, es el hecho de que en las a n t e -
largas, continuadas y sin descanso, y le r e - riores líneas se lamentan sus individuos,
trajo esta' consideración. porque á ir tan animosa como antes de p e -
Conociendo Gómez lo peligroso de su ne.rar en la Serranía, no se habrían a t r e v í -
situación, recorrió los alrededores del p u e - do á lanío los milicianos
blo con Fulgosio, y mandó que el servicio Prueba también el influjo que este se-
• de avanzadas y grandes guardias y retenes gundo golpe tuvo en su final destino la
fuese mayor, y efectivamente entró la mitad con lesión que á seguida se hace. «La p é r -
de todala fuerza de las armas. Se alojaron dida moral (se dice) que tuvimos en A l -
las divisiones, y á media noche el loque, de caudele fué de lanía consideración, q u e ,
llamada redoblada los reunió precipitada- desde aquella noche vimos que para s a l v a r -
mente. Alaix se habia adelantado á reco- nos no habia otro remedio que v o h e r n o s
nocer el pueblo, y unos cuantos tiros d i s p a - reunidos á las provincias, porque disemi-
. rados por una avanzada de caballería le nados, seria segura nuestra destrucción con
advirtieron de la vigilancia del enemigo. tantas fuerzas sobre nosotros.»
TOMO I I ! . 34
266 HISTORIA DÉ LA GUERRA ClVÍL.

Aquí como en "Villarrobledo se venció gan á Huete el 7, y algo adelantados en


sin pelear apenas, lección elocuente, que este punto, detuviéronse la mañana del 8
debió aprender Rodil aguardando siempre para descansar y herrar los caballos, prosi-
parles, y los movimientos del enemigo. La guiendo al medio dia para Buendía, no sin
guerra de la espedicion, repelimos, era de tener que contenerá la vanguardia de Alaix,
piernas, no de combinaciones ni planes de que empleó el dia 2 en componer la barca
campaña. de Mengibar, rota por sus contrarios des-
pués de servirse de la misma.
Sus movimientos desde aqui fueron
REGRESO DE GÓMEZ Á LAS PROVINCIAS. siempre marcados por los de Gómez Iras él;
cuando salia éste de un punto aquel asoma-
ba, haciendo noche el 2 en Linares, en San-
CXCII. la Elena y el Visillo el 3 , en Valdepeñas y
la Solana el 4 , en el Tomelloso y Pedro
Muñoz el 5, y en Velez y Huete el 7 .
Con este propósito decidido llegaron los Llegados el 8 á Buendía los carlistas,
carlistas á ¡Vlartos, distante dos l e g u a s , en dejaron este punto el 9, y pasando el Taju-
buen orden, pasando el Víbora, crecido en- ña, fueron por Sacedon, el Tajo, Tendilla y
tonces, por un puenle construido de pronto, Armufia á Horehe. En este dia, caída ya la
y por el vado la caballería, al salir el sol tarde, separóse un gefe con algunos oficia-
del 30 de noviembre, y después de un cor- les y tropa de la brigada de Valencia para
to descanso continuaron por Torrecampo á su país, temerosos lodos de caer en poder
Mengibar, pasando el Guadalquivir por la de sus contrarios si seguií.n unidos á G ó -
barca grande y el vado, y llegando á B a i - mez, por el eslado de cansancio en que se
len , donde vivaquearon, á las diez de la hallaban. A eso de las ocho de la noche h i -
noche. zo la guarnición de Guadalajara un r e c o n o -
Alaix se detuvo en Alcaudele, no si- cimiento sobre Horche, trabándose con este
guiendo hasta el amanecer la persecución. motivo una pequeña escaramuza. A la m a -
En Torrecampo torció hacía Jaén, de cuya ñana siguiente, el 10, pasaron á poco mas
derecha se habían apartado sus enemigos, de medía legua de Guadalajara, y a p r o v e -
y durmió el mismo dia 30 en Villagordo, chándose de una densa niebla destacó la
donde se quedó el dia siguiente, dando asi citada guarnición unos cuarenta caballos,
lugar á que pudiesen descansar hasta las que llegaron ó tiro de fusil; pero uno de los
ocho de la mañana del dia 1.°, y continua- escuadrones que flanqueaba la marcha, por
sen con mas de cuatro leguas de ventaja evitar un percance semejanle, rechazó este
por la Carolina á Santa Elena, donde t a m - amago. «Raro era el dia (dice la historia de
bién vivaquearon, no sin temores de que la espedicion)', en que no viésemos al e n e -
pudiese caer Alaix al camino real que l l e - migo en todo el dia que duró, y en el que
vaban. El 2 dejaron muy de mañana el no hubiese liros; pero principalmente desde
campamento, y pasaron Despeñaperros, y la acción de los Arcos, el dia 25 de n o -
llegaron por el Viso y Santa Cruz de Mude- viembre, hasta que entramos en estas p r o -
la á Valdepeñas, muy de noche. Salieron de vincias.»
aqui antes de amanecer el 3 , y dejando la En Buendía y Sacedon Alaix el dia 8,
carretera de Andalucía á M a d r i d , torcieron pernoctó en Budia y Horche el 9, el 10 en
á la derecha para internarse en la Sierra, Jadraque, en Busiares y Arroyo de las F r a -
huyendo de la numerosa caballería liberal guas el 1 1 , en Fresno y Carrascosa el 1 2 , y
que diariamente les iba picando la retaguar- en el Burgo y Osma el 1 3 .
dia, y de que alguna parle se hallaba cons- Interrumpiremos esta narración para re-
tantemente descansada, por irla reempla- señar olro hecho importante, ocurrido en
zando con cuanta existía en las provincias esla espedicion. Presentóse á Alaix en el
del tránsito, mientras que la carlista, a n i - Burgo de Osma el coronel P a z , nombrado
quilada de fatiga y muy inferior en número, gefe de la plana mayor, con una real orden
apenas podia conservarse. del 1 1 , en la cual, estrañando S. M. apare-
Por la Solana y Argamasilla de Alba ciese á la cabeza de las tropas, en oposición
fueron los espedicionarios á dormir al T o - á lo m a n d a d o , y después de haber partici-
melloso, pernoclando el 4 en la Mola del pado la entrega del mando á Caula, le rei-
Cuervo, y en Horcajo de Sanliago el 5. Lle- teraba la prevención del 21 de noviembre,
REGRESO DE GOMEZ A LAS PROVINCIAS. 267

apercibido de ser tralado como traidor y veces al frente de la tercera división, d e s -


castigado como tal con arreglo á las leyes, pués de separado de la misma. De tales
en el caso inesperado de desobediencia á su tempestades fué origen el fiar á Narvaez la
real mandato. León recibió al propio tiempo división, u¡ue lomó tan larde, de las fuerzas
el traslado correspondiente, como gefe mas perseguidoras.
graduado á quien tocaba el mando, y al Sigamos á Gómez. Desde Orche-avanzó
momento vino al Burgo desde Osnia, y m a - \ por Torija, Rebollosa, lia, Cogolludo, Con-
nifestó al general su deseo de ir á Madrid, demios de Arriba, Osma, Berzosa, Fuente
después de hacerle entrega de la orden c i - Hermegil, Huerta del Rey, Retuerta y C o -
tada, que no se atrevió á darle su portador. varrubias, dondehizo alto el 14. Aquí, aten-
No tardó en traslucirse lo que [tasaba, y diendo á la critica posición en que se veia,
alborotadas las tropas corrieron al aloja- perseguido tan de cerca por fuerzas superio-
miento de Alaix, resuellas á que continua- res, hizo reunir á los gefes y les propuso
se mandándolas Reunidos los geles, acor- internarse en los montes de Soria, r e t r o c e -
daron y cstendieron una representación diendo en una oportunidad al interior d é l a
á S. M. (1), que trajo á Madrid León, en Península, ó entrar en las provincias. No fué
favor de Alaix, con cuyo paso se tranquili- dudosa la elección de uno de los medios
zaron los soldados. propuestos. Después de no lijera discusión,
El gobierno, al recibir esie documento, convinieron unánimes en que eia de a b s o -
á punto estuvo de comprometer con una me- luta necesidad volver á las provincias para
dida terrible la causa cuyo sosten y t r i u n - salvarse, contando todavía con considera-
fo se le confiara. Lloviendo sobre mojado la rabíes fuerzas, muy comprometidas en otro
insurrección del Burgo, y sin cumplimiento caso, cuando en ésle recibiría su causa un
segunda vez una disposición soberana, el refuerzo de tanta importancia. Conforme
caso era grave á la v e r d a d , y también la Gómez con esta opinión, dio sin demora
causa exigía que no se reiterasen aconteci- cuenta á don Carlos por medio de un confi-
mientos de lan funesta trascendencia, no di- dente, y el día 113 salió de Covarrubias; y
gamos ya en guerra civil, sino emnedio de ; marchando por Dos Barrios, pernoctó en Vi
la paz mas profunda. Pero el remedio á que Uasurde Herreros. Por San Juan de Orte-
quiso apelar el gobierno, era peor q u e l a e n - ga, Rojas, Ucrmosilla, Salas de Bureba, y
fermedad. Nada menos se propuso que r e u - Tamayo, llegó el 18 al puenle de la H o r a -
nir numerosas fuerzas y apoderarse con dada, sobre el Euro, atravesando el famoso
ellas, á loda cosía, de la división de Alaix, desfiladero de la cuesta de Tamayo, á la
destruyéndola si para ello era menester, y izquierda de Oña. Aquí existía un destaca-
haciendo en otro caso después un ejemplar menlo para proteger el ¡mente, y d e s c u i -
castigo. Pensando en Ribero para tan ingra- dando su misión, no defendió el paso.
ta comisión, llamólo á su seno el consejo de Alaix siguió á Iluerla del Rey, Cobarru-
ministros, ofreciéndole catorce batallones bias, Briviesca y Oña, donde dejó de p e r -
para desempeñarla; mas ésle présenlo á la seguirle el 18, habiendoandadu 847 leguas.
consideración del gabinete todos los males Notició á Espartero desde aqui su regreso,
que se seguirían de aquel grande escándalo, y fué destinado á Burgos á responder á los
que con tanta fruición verían los enemigos cargos que se le hicieron, y en que se sobre-
del trono constitucional, escándalo lamen- seyó poco antes de un año.
table que podría producir los daños que Prosiguió el 18 Gómez, y á una legua
produjo en América el suceso igual del g e - se encontró con una compañía del 2.° de
neral Olañela; y el gobierno, pendrándose línea de infantería, que ib i á apoderarse del
de la razón, cedió á los patrióticos deseos [rúenle, la cual se encerró en la iglesia del
del general, á quien debe sin duda el país pueblo de Gayangos. Pero franqueadas las
tan importante servicio. Y no es que aboga- puertas á los tiros de las piezas de montaña,
se porque la autoridad real quedase desaira- se rindieron todos, en número de sesenta y
da. Otros medios había nada estrepitosos siete, dejando espedito el camino,pues d e s -
para sostener su debido y necesario presti- de la iglesia, que eslá á medio tiro de fusil
gio sin alarmar á la nación, sin comprome- de aquel, podían incomodar sobremanera.
terlo lodo, y el gobierno apeló á uno de ellos Era de noche, y el tiempo lluvioso, pero te-
encausando al general Alaix, que siguió dos miendo fuese cerrado el paso de las Peñas,
pasó la espedicion el puenle de Míjangos, y
(1) Véase el número2S del apéndice. se alojó en Cadiñanos y Extramiana.
268 HISTORIA DE LA GUERRA CIVIL.

A la mañana siguiente se adelantó á y dando ante propios y estraños la impor-


bajar la Peña de Ángulo. Tres batallones y tancia que tenían las armas carlistas, impor-
alguna caballería cargaron su retaguardia, tancia desvirtuada para los que no las c o m -
haciendo algunos prisioneros. Siguió la rula batían en su áspero asiento; espedicion, r e -
Gomez, y pasando por Quincoces, llegó, ya petimos, que hace todo eslo , correspondió
de noche, á la bajada de la Peña de Á n g u - cumplidamente á su propósito. Verdad es
lo, entrado en el pueblo de este nombre que á ser mas acertada la marcha del g o -
el cuartel general, á las diez de la noche bierno en esle p u n t o , habría sido muy otro
del 19 de diciembre, y la retaguardia al su éxito; prescindiendo ya de Rodil, p r e s -
amanecer del ilta siguiente, teniendo que cindiendo igualmente de ciertas disposicio-
emplear toda la noche para el paso de todas nes, la de liar el mando de todas las fuer-
las armas, hospital, brigada y equipages. zas destinadas á la persecución de Gómez,
Todos llegaron el 20 á ü r d u ñ a , término de al gefo menos condecorado y de menor
la espedicion, á los cinco meses y veinte y edad, fué causa délas sublevaciones de C a -
cuatro dias de haber salido del terril»r¡o bra y el Burgo, y de la salvación de los
vascongado, contando la primera division carlistas,
la fuerza de mil novecientos cincuenta y tres
infantes, doscientos nóvenla y tres caballos,
y las dos piezas que sacó, con aumento de PR0GESO DE GÓMEZ,
artilleros y trenistas, y triplicada la b r i g a -
d a ; y la segunda con mil doscientos infan-
tes y trescientos cuarenta caballos. CXCIV.
Mas numerosas eslasfuerzasqueías des-
tacadas, no ?e infiera de aqui que regresó
boyante la espedicion de Gomez, que al d e - Gomez se habia separado de las instruc-
jar por segunda vez á Córdoba llevaba cua- ciones que recibió al salir de Amuríio, y
druplicada gente (1). por esle motivo, y por la multitud de quejas
que produjeron á d n Carlos los gefes de la
espedicion y otras personas distinguidas
OBSERVACIONES ACERCA DE LA E S P E D I C I O N . que habían ido agregadas á la misma, se le
formó causa , que instruyó el general M a -
zarrasa, como fiscal, y de la que habría
CXCI1I. salido muy mal parado seguramente, á no
sobrevenir el convenio de Vergara. Así nos
lo dice bajo su firma un respetabilísimo
Como quiera que á pesar de la gran personage del partido carlista. En el p r o c e -
pérdida que sufrió en Andalucía, y después so, que se hizo muy ruidoso entre los c a r l i s -
en las Castillas, penetró en el pais vasco, t a s , no solo se hicieron cargos á Gomez de
mas numerosa la espedicion y triplicada la haberse desentendido absolutamente de. las
caballería, no puede decirse que fué fatal á órdenes que se le dieron, obrando á su an-
la causa que sustentaba. Lejos de esto, que tojo, y mandando de una manera soberana,
aparte de este aumento personal y material, sino que se eslendieron al manejo de c a u -
espedicion que durante medio año lleva la dales, alhajas y efectos, de que se apoderó
guerra por muchas provincias, que a t r a v i e - en Córdoba principalmente. Contábamos con
sa de un punto á otro la península, que b a - ofrecer á nuestros -lectores un estrado s i -
le y derrota varías veces á generales e n e - quiera de lo mas interesante de dicha causa,
migos, que loma ciudades y puntos impor- mas no hemos recibido aun los documentos
tantes, que pasea muchas veces tranquila, que aguardábamos, y de que daremos en el
y se enseñorea de media España, y ocupa apéndice nota y resumen, si nos llegan , y
porción de capitales y crea á la causa opues- fueren demasiado eslensos para su inserción
ta tantos conflictos y embarazos, tantas difi- los mas importantes. No haber radicado la
cultades y trastornos, tantos peligros y des- guerra en Galicia y Asturias, como t e r m i -
aliento, y pérdidas de todo género, animan- nantemente se le previno; no haber o r g a -
do, por la inversa, el espíritu de sus afectos, nizado las partidas que vagaban por aquel
reino, acaudilladas porLopez, que fué muer-
to al llegar la espedicion; no haber m o n t a -
(1) Véase en el documento número 2ü el do debidamente la administración del ejér-
itinerario de esta espedicion.
ESPED1CI0N DE DON BASILIO.

cito; haber prescindido de don Garlos con- junta de Castilla, situada en uno de los
cediendo por sí empleos y grados superio- pueblos del valle de Losa, pensó en hacer
res á los de segundo comandante, para que una incursión á esta tierra; pero se veia
solo estaba autorizado, he aqui entre en la imposibilidad de verificarlo, porque
otros algunos de los prmcicipales c a r - de-todas las fuerzas realistas que en octubre
gos que respecto á la parle, primera de 1833 se,pronune¡aron en el país en f a -
se le formularon. Hasta qué punto fue- vor de don Carlos, solo quedaron ochenta y
ron unos y otros fundados, no podemos d e - seis infantes y treinta y dos caballos, que
cirlo por falla de antecedentes. Mas si h e - mandaba don Basilio, brigadier entonces
mos de d a r c l crédito que se mcreccal i n d i - con nombramiento de la junta. Su pensa-
cado personage, á quien no podemos m e - miento en aquella época era el de a p r o v e -
nos de suponer bien instruido, por su e l e - charse de la buena estación (la primavera),
vada posición en el partido carlista, de y sus comunicaciones con la junta tendían
cuanto sucedió, no fueron infundadosen uno á que ésta pidiese algún auxilio á la j u n t a
ni otro sentido. El mismo cree q u e la espe- y comandancia general de Álava, haciendo
dicion, cuyo curso pareció fabuloso , causó ver la utilidad que reportaría á la causa car-
grande perjuicio á la causa de don Carlos lista una invasión en la Rioja, en donde el
por haber faltado Gómez á las prescripcio- espíritu público se mantenía adicto á don
nes superiores. Carlos. Consiguióse en efecto que de las
fuerzas alavesas se le auxiliase con dos
compañías del 4.° batallón, las cuales se
trasladaron al valle de Cuartango, m a n d a -
ESPEDICION DE DON BASILIO ANTONIO
das por el segundo comandante don S a n -
GARCIA. tiago de las lleras. Reunidas todas las fuer-
zas en el valle, al que también se trasladó
la junta castellana, se determinó que el
ANTECEDENTES. primer comandante de infantería don José
María Arrago, con su gefe de estado mayor
clon Pedro Negucruela, llamasen la atención
CXCV. por la parle de la Liévana, en donde t a m -
bién se creia podría adelantarse mucho, por
el prestigio del primero en aquel p a i s , asi
como por el que lenian varios individuos de
La espedicion de don Basilio no hizo
los treinta de que se compuso aquella e s p e -
mas que aumentar el número de las e s p e d i -
dicion. El 12 del citado marzo se separaron
ciones y el de los desengañes.
del valle las dos espediciones. La de don
Los espedicionarios iban cual el israe-
Basilio oonslaba de doscientos cincuenta
lita en busca de la tierra prometida, y su
hombres de infantería y treinta y dos c a b a -
Canaan eran los padecimientos, la ilesespe
llos. Don Francisco Vivanco era su gefe de
ración y á veces la muerte Pero á todos ha-
estado mayor.
lagaba salir de aquel circulo en que obra-
b a n , de aquella especie de lecho de Pro- En la mañana del 13 se emprendió el
custo que les oprimía. Los gefes esperaban movimiento por pais montuoso, para evitar
serlo de numerosas fuerzas, y cuando no, un encuentro con las fuerzas liberales, y
obrarían al menos con independencia y u t i - ocultar á estas la dirección de las espedicio-
lizarían su talento ó su ambición; y Tos su- narias. Don Basilio pasó el Ebro con dichas
bordinados deseaban ir á tierras conocidas, fuerzas en la noche del 13 al 1 4 , por el
operar en ellas, é invadir otras para tratar- vado de Revenga, debajo de Miranda; y
las como pais conquistado. antes de amanecer llegó al monasterio de
Estas ideas soban preocupar á la mayor monges bernardos de San Miguel del Monte.
parte délos espedicionarios, y eran en ver- Allí descansó la infantería; pero los treinta
dad un incenl.vo para gefes y s u b o r d i n a - y dos caballos, mandados por don Ventura
dos. Asi abundaban los espedicionarios y Sancho, pasaron de orden dé don Basilio al
salieron tantas espediciones á pesar de los pueblo de Ameyugo, de cuya casa de p o s -
pocos resultados que producían. tas sacaron trece caballos, que se a u m e n t a -
La espedicion que ahora efectuaba don ron á lo que desde aquel momento lomó el
Basilio no era la primera. Ya en marzo de nombre de escuadrón. Este suceso avisó la
1 8 3 4 , hallándose eu comunicación con la incursión carlista, y comenzaron á cruzarse
HISTORIA. DE LA GUERRA CIVIL.

por todas parles las comunicaciones oficia- sasen á Fuenmayor con la esperanza de q u e
les, saliendo en su consecuencia de Haro un habían de salir muchos jóvenes para e n g r o -
destacamento de infantería, que constituía sar las fuerzas; y la infantería y el resto de
su guarnición, acompañándoles los urbanos la caballería pernoctó en Torrecilla. A la
de la misma. Avistáronse en breve ambas madrugada del 17 siguió la marcha para
fuerzas; pero superiores los carlistas en nú- Viguera con ánimo de esperar en aquel pun-
mero y en arrojo en aquel momento, porque to á la otra milad de caballería, que fué á
se conoció la importancia de vencer en el Fuenmayor. Sabedores en Logroño de este
primer choque, consiguieron la ventaja de movimiento, salieron fuerzas en persecución
dispersar á sus contrarios, matarlos algunos de los carlistas; y avisado don Basilio, que
hombres, precipitar á otros en el Ebro y vio que el resto de la caballería no podía
quedar dueños del campo, en cuyo éxito no unírsele, emprendió la marcha otra vez ha-
dejó de contribuir mucho el haber dado un cia T o r e c i l l a ; pero desde Cabañares tomó
balazo al gefe que mandaba el destacamento la dirección del monte, dejando ala izquier-
de infantería de línea, al cual se le despojó da el camino del citado Torrecilla. Al llegar
creyéndole muerto, pero solo estaba a t u r d i - las fuerzas á la cumbre de la montaña, o b -
do por el golpe que recibió cerca de la sien. servó que por su costado izquierdo se p r e -
Sin detenerse don Basilio, pensó dejar sentó una columna enemiga (la mandaba el
los campos de Villalba de Ilioja, donde t u - coronel Tolrá); pero las dos compañías a l a -
vo lugar esle encuentro; y en la noche vesas protegieron la retirada de las e s p e d i -
del 14 siguió la marcha para Santo Domin- cionarias, después de haber sufrido algunos
go de la Calzada, á cuya ciudad llegó en la disparos de cañón y de guerrillas, sin c a u -
madrugada del 15. La tropa de línea que sar daño alguno, puesto que ya la noche
la guarnecía, se posesionó del convento de impidió que se continuase la acción. A p r o -
San Francisco, y á pesar de las invitaciones vecháudose don Basilio de la oscuridad,
que don Basilio la hizo para que se r i n d i e - pasó toda la noche andando por las i n m e -
se, las despreció todas en términos bastan- diaciones de Daroca, Ornos,Solez, Ventosa,
te duros, flízose dueño el carlista de todo el (donde se alojaba Amor con sus fuerzas de
resto de la ciudad, ocupó los fondos de la caballería), Áleson, Arenzanas de arriba y
administración de rentas del partido, hizo abajo, y por fin amaneció en Baños de Río
u n a buena requisa de caballos, con los que Tovía, perseguido, aunque con alguna i n -
se aumentó su escuadrón hasta e l n ú m e r o d e certidumbre, por cuyo medio consiguió l l e -
unos ochenta. Estando en esta operación, gar á los montes del pie de la Demanda,
cundió el rumor de que llegaba el enemigo, donde pasó el dia en actitud de correrse á
y aun se suponía que los húsares de la Prin- los Pinares de Soria, l o q u e no pudo c o n -
cesa tenían su avanzada en el pueblo de seguir por las nieves y hielos que impedían
Bañares, una legua de Sanio Domingo. E n - el paso.
tonces dispuso don Basilio la marcha, que Al anochecer del 18 emprendió m o -
tuvo lugar uniéndose á la espedicion algu- vimiento, y pasando por las inmediacio-
nos jóvenes de dicha ciudad; y pasando por nes de Santo Domingo de la Calzada, con
San Millan de la Cogolla, llego de noche ánimo de repasar el E b r o , no lo pudo
al caserío de San Cristóbal, perteneciente á conseguir por la dificultad de marchar de
los monges de Valvanera. Dio aquí una pa- noche, y se vio aun en la necesidad de estar
ga á su gente con el dinero que sacó en oculto con sus fuerzas en un monte, y pasar
Santo Domingo, y en la mañana del 16 s i - i en él el dia 19. Aun creyó don Basilio poder
guió y llegó sin obstáculo á Pedroso. Pensa- penetrar en Provincias en la noche siguien-
ba proveerse aquí de paños para vestir á la S te; pero por la misma razón que queda sen-
tropa, y se resolvió á hacerlo en Torrecilla laila, se vio precisado á amanecer en el con-
;

de Cameros, por haber en esle pueblo mas j vento de franciscanos llamado de San Víto-
fábricas, y serle mas fácil conseguir su res (despoblado), muy cerca de Belorado.
objeto. Llegó la espedicion á Torrecilla en la Era el ánimo del gefe carlista salir del con-
noche del 16, y se retiraron los urbanos, no venio al anochecer; pero habiéndose descu-
sin hacer algunos disparos; pero en el S e r - bierto su estancia por dos mugeres que frus-
radero, (que es la milad del camino de traron la vigilancia de la avanzada, ofició
Pedroso á Torrecilla), dispuso el gefe c a r - al alcalde de Cerezo Rio Tirón, con el o b -
lista que la milad de la caballería, eligien- jeto de que no diese parte á las autoridades
do los mejor armados y municionados, pa- de su permanencia en aquel punto hasta el
SEGUNDA ESPEDICION DE DON BASILIO.

momento que anocheciese; mas que si en no volvió hasta el mes de agosto, unida con
cumplimiento de las severas ordenes que la que trajo Cuevillas de Portugal.
habia tenia ya oficiado, que se lo manifesta- La espedicion terminó sin ser derrotada
se con franqueza, á fin de lomar las precau- en acción de guerra; pudo haberlo sido á
ciones necesarias para salvarse con su gente. ser Amor mas resuelto ó comprender mejor
Contestó el alcalde diciendo no habia podi- su misión. Entonces no hubiera quizá vuel-
do prescindir de dar parle, y que asi se lo to ninguno de los espedicionarios, que m o -
manifestaba, mentos hubo, como hemos referido, en que
A este tiempo se veian ya las fuerzas ya se considerarondeslruidos,eslerminados.
mandadas por Amor en la plaza de Belora- Es verdad que se adoptaron algunas muy
do, y don Basilio no tuvo otro recurso que buenas disposiciones, que merced á ellas
el de salir del convenio y marchar por un casi siempre se tuvo en jaque á don Basilio;
pais muy llano. Si Amor entonces le hubiese pero el juego se hizo labias porque los c a r -
perseguido, no se salva nadie de los e s p e - listas volvieron al sitio de donde habían ssr
dicionarios. Felizmente para estos, hicieron lido, y aun consiguieron ventajas, porque
su marcha como por encanto, sin ser p e r s e - hicieron exacciones de dinero y de efectos
guidos de n a d i e , y en medio de hallarse de que carecieron los liberales, y eslo era
circunvalados de una porción de columnas importante.
enemigas, consiguieron p a s a r . á las P r o \ i n -
cias eií la noche del 20 al 21 por el vado de
Salinillas, cuyas aguas llegaban al que m e - SEGUNDA ESPEDICION DE DON B A S I L I O . — SDS
nos al cuello; y para colmo de desgracia,
en aquellos Irisles motílenlos llegaban las PB.IM.EKOS MOVIMIENTOS.

fuerzas liberales al mismo vado, cuando la


mayor parle de las espedicionarias estaba á
la otra parle del rio, las cuales recibieron al- CXCVI.
gunos disparos, ahogándose dos de los que
no pudieron atravesarle, cayendo prisione-
ros algunos d é l o s límidosque no se atrevie- El resultado de la primera no fué b á s -
ron áenlrar en el agua; y la espedicion ama- tanle para que se dejara de disponer la s e -
neció en la ermita de Tolonio, jurisdicción de gunda. Se habían hecho moda las espedicio-
Labaslida. Don Basilio pensó en trasladarse nes, y la moda se convierte pronto en n e -
al valle de Cuarlango, de donde salió, y á cesidad. Pero aun antes de este liempo,
cuyas inmediaciones se hallaba la junta de antes que llegara el furor de las espedício-
Castilla; pero después de haber emprendido nes, ya se preparaban sin d u d a , cuando se
la marcha al anochei er, tuvo que retroce- vé al marqués de Santa Olalla formar el
der, porque el confidente que habia manda- cuadro de un batallón, hacerle marchar al
do á esplorar el lerreno, le dio aviso de que instante á Durango á recibir instrucciones,
el puente de Armiñon estaba guarnecido por y al llegarse encuentra con la tropa, y se
el enemigo. Fuele, pues, preciso tomar la di- organiza asi el 1 . provisional de Castilla,
a

rección de Peñacerrada, y al pasar por las fuerte de unas ochocientas plazas. Sale en
primeras casas avisó el mismo confidente seguida otro batallón para Oñale, recibeaquí
que se acelerase el paso con sumo silencio, el equipo y municiones, y queda ya en cam-
pues eslaba alojándose en el pueblo un r e - paña, pasando en seguida á Navarra.
gimiento de caballería. En aquella misma
La columna espedícionaria se componía
noche llegó don Basilio ó Lagran, donde
del cilado batallón de Castilla, al mando de
todos se consideraron ya en salvo y se r e -
Monleliu; del 2.° de Navarra, mandado por
pusieron de lo mucho que habían sufrido,
Larrosel; de un escuadrón navarro al m a n -
teniendo ingreso en el 4." batallón de Álava
do del coronel Osma, y de un pequeño
las dos compañías, y quedándose don Basi-
cuadro de oficiales de caballería á las órde-
lio con las fuerzas castellanas, que también
nes del brigadier Gutiérrez de Quijano.
se trasladaron a la inmediación de la junta
Guiaba eslas fuerzas don Basilio Anlonio
de Castilla.
García, é iba de segundo don Juan Manuel
El resultado de lodo fué sufiír m u c h o , Balmaseda.
no adelantar cosa alguna, y quedarse don Al emprender don Basilio sus primeros
Basilio sin su mejor caballería, que se t r a s - movimientos, manifestaba la confianza que
ladó á los Pinares de Soria, de cuyo punto tenia en la protección que el cielo le dispeu-
HISTORIA DE LA GJJERRA CIVIL.

saba y por la cual no le arredraban los obs-


táculos que tenia que vencer y los peligros
en que se vería envuelto. Sobrábale fe, no ENTRA LA ESPEDICION EN SORIA.—PROSIGUE
carecía de entusiasmo, é inculcándole en
S ü MARCHA.
sus subordinados, se lanzó á una empresa
demasiado difícil y espuesla, por mas que
se la pintaron fácil y venturosa.
A las seis de la tarde del 12 de julio, CXCVII.
emprendió la marcha desde Piedramillera,
descansó una hora en los Arcos, y continuó
hasta la orilla del Ebro y vado de Agoncillo Al aproximarse á Soria los carlistas, se
dondo hizo alto y se reunió la columna. La encerró la pequeña guarnición en el fuerte,
vanguardia á las órdenes de Balmaseda p a - y la parte del vecindario adíjla á los i n - '
só el Ebro felizmente, y antes que ter- vasores salió á recibirles y estimularles su
minara de vadearlo el resto d é l a brigada, e n t r a d a , que se efectuó, precediéndoles, á
se presentaron los pocos nacionales que fin de darles esta garanlía de que no se les
guarnecían ó Agoncillo, rompiendo el fue- preparaba una emboscada. Don Basilio con
go contra los invasores. Pero la desigualdad sus ayudantes, las compañías de g r a n a d e -
de armas y de fuerzas imposibilitaron el ros y un piquete de caballería fueron los
combate, y se replegaron los nacionales. únicos que entraron en la población, for-
Ya á la derecha del Ebro los carlistas, mando en la plazuela de Teatinos, con o r -
mandó volver á los bagages navarros, y an- den de que nadie se separase de las filas.
tes de amanecer, y con el mayor sigilo, s i - Llegó después el segundo gefe, se publicó
guió camino de Logroño, interceptando al un bando para la presentación d é l o s nacio-
paso dos partes, en uno de los cuales ya se n a l e s , y mozos, a r m a s , caballos y demás
daba cuenta del pequeño tiroteo en el vado pertrechos de g u e r r a , cuidó el ayuntamien-
de Agoncillo; y mas prevenido con esle in- to de su recolección, y del apronto de r a -
cidente, siguió á Juvera, á donde llegó á las ciones, zapatos y contribución pecuniaria
diez de la mañana, habiendo sacado antes á que se impuso , teniendo que exigirse por
su paso en Murillo de Riolcza varias armas. la fuerza para lo cual trabajaron infinito,
Dio en aquel punto, que presentaba alguna como manifiesta el mismo don Basilio , sus
defensa, descanso á su gente, y á la caída ayudantes y algunos oíros piquetes que c o -
de la tarde continuó la marcha por el cami- misionó con el mismo objeto: se allanaron
no de Murillo, acampando á la hora y m e - la administración, tesorería y estancos, don-
dia en Valdc-Trtijado y aldea de Robles. de solo se hallaron algunos cajones de cigar-
El 14 marchó sobre Murillo á cuyos n a - ros que se repartieron á la tropa, y unas
cionales intimó la entrega de las armas; y trescientas arrobas de plomo, y á las seis
creyendo imposible la resistencia, se relira- de la tarde salieron de la capital, a u m e n -
ron abandonando el pueblo, que invadió el tada su fuerza con unos ochocientos mozos,
carlista por ospacio de una hora, y siguió tres oficiales , dos eclesiásticos y un ciruja-
á Yanguas, donde entró tambor batiente, y no que fueron estraidos de la cárcel. Se
secuestró los víveres de las casas para r a - armaron en las heras con parle de los d o s -
cionar su tropa. Por Vizmanos se trasladó á cientos fusiles que sacaron de la ciudad,
Almarza el 15, y al saber la aproximación los mozos que formaron las compañías de
de fuerzas liberales le abandonó el 16, y al Soria , y una hora antes de anochecer p a r -
llegará las llanadas que dan vista al pueblo lió la columna con todos los efectos cogidos
de Garay, se dejaron ver algunos caballos y seis individuos del ayuntamiento en r e h e -
ó infantes: siguen los carlistas su marcha, nes hasta el pago de la contribución que se
y llegan hasta las heras de Soria, sin que impuso, Pernoctaron en Villaverde: el 17
sus perseguidores les hubieran impedido, siguieron á San Leornardo, donde descansa-
como pudieran hacerlo, el paso del Duero. ron el 18 para seguir marchando con v e l o -
Se escaramuceó algún tanto , especialmente cidad, y el 19, por Huerta del Rey se d i r i -
la caballería. gieron á Peñaranda á donde llegaron en la
madrugada del 20, esperando de un i n s -
tante á otro encontrarse con las fuerzas de
Azpiroz, que andaba reuniendo las que p o -
día para batirle. Pero el gefe liberal se d e -
SORPRESA. Y ENCUENTRO ÉN ABAUZO, ETC.

tuvo en Aranda en tanto que el carlista en fuerzas de Lerma para ponerse en c o m b i -


Peñaranda de Duero, á tres leguas de dis- nación contra los espedicionarios. Algunas
tancia, y emprendió éste luego la marcha fuerzas liberales entraron en Cilleruelo de
con dirección á Riaza, llevándose algunos a r r i b a , y los carlistas descansaron en T e -
mozos y una culebrina desmontada y vieja j a d a , casi á la vista unos de otros, conti-
que había en un palacio fortificado, cuya nuando los últimos á Silos, donde descansa-
obra derribó. ron el 2 6 .
Esta jornada fué denueveleguas sin el Al abrigo de la sierra, protegido por la
mas ligero descanso, y recelando don B a - naturaleza del terreno, podía ya dar descan-
silio que el tiempo que mediaba desde las so don Basilio á su gente, que al verse per-
seis de la larde del '20 no era bastante para seguida de c e r c a , empezó á temer y á e s -
llegarla columna á Biaza antes de a m a n e - perímenlar algunas bajas, harto sensibles
cer el 2 1 , y que llegando después pudiera para su ge fe.
quedar burlado su plan, dispuso que Bal-
maseda, las compañías de tiradores de N a r

varra y Castilla y escuadrón de lanceros se SORPRESA Y ENCUENTRO EN ARAUZO Y EN


1

adelantasen á tomarlas avenidas "del p u e - MARANCHON.


blo para corlar á los nacionales.
El éxito no pudo ser mas satisfactorio
para el carlista, tranquilos los nacionales CXCVIII.
de Riaza, solo el juez de primera instancia
Don Francisco Miranda, pudo evadirse,
siendo muerto uno que huía en un eseelenle La proximidad en que se colocaron unas
caballo, Una hora después de amanecer llegó y otras fuerzas con tendientes, hicieron casi
don Basilio, formó su gente, recogió vein. inevitable un choque. Le buscaban los libe-
te y tres caballos, algunas armas y otros rales y le esquivaban los carlistas, y tratan-
efectos, y dio descanso á la tropa. El 22 do eslos de interponer entre ellos el Ebro,
marchó á Sepulvcda y pasando aqui las salieron de Silos con ánimo de pernoctar en
horas de calor, se dirigió por la tarde á Arauzo. Sabe en el camino la llegada á
Sacramenia, efectuando así un movimiento dicho punto de una columna enemiga, que
de retroceso, no muy seguro, como no lo suponía de acuerdo con la de Azpiroz, teme
fué la marcha. Pero aproximó sus tropas su concierto; pero prosigue la marcha y
á.[locas leguas del realsito de san Ildefonso, para en Doña Santos, á media legua de
residencia á la sa/.on de la corte, en la que Arauzo. Campa en las heras del pueblo, lo-
infundió algún temor. ma después posiciones en las alturas de
Desde Sacramenia se encaminó la espe- Arauzo y camino de Silos, y vigila á los
dicion á Peñaliel, cuya guarnición a b a n d o - contrarios, que no creían cerca tan incómo-
nó el pueblo y su viejo castillo, y se retiró dos huéspedes.
á Aranda, escoplo unos Ires ó cuatro h o m - Opinaban algunos porque se hubiera in-
bres que se quedaron para pasarse á las fi- vadido bruscamente el pueblo; pero Balma-
las de don Carlos. De Peñaliel sacó también seda esperó que amaneciese y que sus c o n -
g e n t e , armas y otros efectos, y el 24 dejó trarios le abandonasen para atacarlos eu
esta villa y se encaminó á R o a , donde a u - campo abierto.
mentó igualmente sus fuerzas y recursos, y Ante? de amanecer el 27 tocaron los
siguió áSolillo. liberales marcha y se racionaron, saliendo á
Supo aquí que Azpíroz que, como co- las cinco de la madrugada en dirección de
mandante general de la Sierra de Burgos Sálasele los Infantes, por el camino de
m a n d á b a l a brigada de operaciones d é l a Huerta del Rey; pero ai abandonar el re-
misma Sierra, destinada antes á perseguir cinto de la iglesia, el reten que se hallaba
á Batanero y ahora á clon Basilio, habia r e - en elja se encontró bruscamente atacado por
cibido refuerzos de caballería, y temiendo la compañía de cazadores del primero p r o -
-el carlista encontrarles, marchó el 2o á B a - visional de Castilla, que avanzó á la b a y o -
b ó n , pueblo situado en la carretera de neta, introduciendo el desorden en la c o -
Francia. Hizo redoblar la marcha, quedóse lumna, que ya salia del pueblo por la parlé
para cubrir la retaguardia, y tuvo la buena opuesta; ataque que Balmasecla secundó con
suerte de coger un espía con los parles que los dos escuadrones de su mando, a t r a v e -
comunicaba Azpíroz desde Aranda á las ' sando el pueblo á la carrera y arrollando á
TOMO I I I . 35
HISTORIA DE LA GUERRA CIVIL.

la caballería enemiga, que había formado abusos y desórdenes. El 18 de agosto entró


ya en el campo para proteger á su infante- esta fuerza en Maranchon, pueblo situado en
ría. También en este ataque tomaron parle la carretera de Guadalajara á Zaragoza, é
la compañía de cazadores de Navarra y las impuso á sus vecinos una enorme suma, para
dos de granaderos de los batallones: el reslo cuyo pago pidieron estos algunos dias de
de la infantería carlista se hallaba oculto tregua. Sabedores los carlistas de la p e r m a -
entre las sinuosidades y quebradas del ter- nencia de aquellos liberales en el pueblo,
reno, al otro lado del pueblo, de modo que dispusieron atacarles, y al efecto se adelan-
al dirigirse los batallones contrarios á tomar tó Ralmaseda el 20 con las cuatro c o m p a -
posición en ellas, fueron atacados á la bayo- ñías de preferencia, y habiendo previamente
neta por los carlistas, que los dispersaron y dado á su tropa la contraseña de que al ver
persiguieron, hasta llegar áHuerta del Rey, una hoguera atacasen por cuatro puntos la
en donde se refugiaron. población, envió á Ios-enemigos un supuesto
Las compañías carlistas del primer ba- confidente para avisarlos de que iban á ser
tallón de Castilla, que habían roto el fuego sorprendidos acto continuo; asi fué que i n -
contra la vanguardia, se vieron cargadas mediatamente empezaron á locar generala.
tan impetuosamente, que á pesar del valor Esto esperaba Balmaseda: la fatal lumbrera
con que se defendieron, fueron dispersadas; aparece en el alto, y las cuatro compañías
y hallándose al mismo tiempo don Basilio carlistas arrójanse á la carrera por las calles
con sus ayudantes Yera y la Varga, y el de la población, ya convenidas, sorprenden
aposentador San Juan, recorriendo el campo los tambores y el reten, y hacen terrible
y animando á los voluntarios para evitar la matanza en las filas de sus desordenados
dispersión, se vieron todos envueltos, y el contrarios, de los que solo pudieron escapar
gefe en inminente peligro de ser prisionero. tres ó cuatro que tenían buenos caballos y
Pero esto fué solo un incidente. La v i c - conocían el terreno. Esta jornada dio á los
toria, según los datos que tenemos, se debió carlistas una buena presa de francos y s o l -
á los carlistas, que hicieron buen número de dados de línea que se les habían unido, pro-
prisioneros,.aprehendieron bastantes armas cedentes de partidas ó destacamentos. Los
y causaron notables bajas en las lilas libera- carlistas por su parle tuvieron algún herido.
les, á cosía lambien de sufrir algunas. Mas Don Basilio llegó con el reslo de la fuerza, á
fueron reemplazadas con los nuevamente tiempo que ya habia terminado la operación
armados, y la espedicion se presentó desde su gefe de estado mayor Balmaseda, y d i s -
entonces bajo otro aspecto. puso que los prisioneros que gustasen fuesen
Esta victoria proporcionó á los carlistas, incorporados á los batallones, en los que se
ademas de una fuerza moral eslraordinaria, les darian las armas, previo juramento de
la ventaja de que las columnas enemigas fidelidad á su nueva bandera. No lodos q u i -
quedasen en respeto y los dejasen llevar á sieron aceptar esle partido, prefiriendo v a -
cabo su plan, cual era el de reclutar gente rios el continuar en clase de prisioneros.
con que aumentar los batallones castellanos, Algunos, sin embargo, se fugaron, mas algu-
y sacar recursos del pais, debilitando al nos paisanos de los pueblos, que los p e r s e -
propio tiempo la preponderancia de los n a - guían, los prendieron y presentaron á don
cionales y demás que dominaban en los Basilio, que los hizo pasar por las armas para
pueblos, y haciendo que las fuerzas que escarmiento de los demás prisioneros.
apuraban á los batallones vascongados se
replegasen á retaguardia, dejándolos algún
tanto desahogados. Adquirieron también la ÚLTIMOS MOVIMIENTOS DE LA E S P E D I C I O N . — S D
preponderancia de oficiar al gefe contrario,
REGRESO.
recordándole el tratado de EÍliol, á fin de
que se designara un depósito de prisioneros,
porque embarazaban estos su marcha. CXCIX.
Las autoridades liberales formaron una
columna, compuesta de cuerpos francos de
ambas armas, destinándola á perseguir á los Las demás columnas que perseguían á
carlistas armados, y á hacer que los pueblos la carlista, llegaron á temer también por su
restableciesen la lápida de la Constitución, propia seguridad y esquivaron por lo tanto
multándolos y castigándolos por no tenerla su encuentro. Error notable que estaba des-
colocada. Esta autorización dio margen á de luego desvanecido al pensar que la d i -
ÚLTIMOS MOVIMIENTOS DE LA ESPEDICION.

visión carlista, mas que columna de opera- de Riaza, con objeto de sorprender una
ciones, era ya un pesado comboy para cuya columna enemiga que por su suerte había
custodia no le bastaba la fuerza de que salido d é l a villa dos horas antes que a q u e -
constaba, porque tenia que atender al c u i - llos llegasen. El corregidor, que por temor
dado d e j o s prisioneros y presentados, s u - se habia ocultado en una casa particular, se
periores en n ú m e r o , y al resguardo de las fugó en camisa, librándose por efecto de la
cargas de armamento, municiones é inmen- ligereza de su caballo, y entrando en tan
so botin que acarreaba y constituían una triste estado en la Granja. Los que cons-
numerosa brigada. Si los carlistas hubieran tituían á la sazón la j o r n a d a , se alarma-
sido atacados entonces, es bien cierto que ron eslraordinariamenle y muchos indivi-
habrían esperimentado considerable p é r d i - duos abandonaron el puesto que solo sabian
da y tenido que abandonar tan numeroso ocupar para hacer alarde do adulación y
botin, que les causaba enredosa lentitud; ,de bajeza. Ridicula perspertiva presenta-
mas sus contrarios con el temor que a b r i g a - ba el camino de la corte de España , por
ban, los dieron lugar á que recorriesen las donde huian despavoridos, los que acaso
populosas poblaciones, deBorja, Tarazona, momentos antes blasonaban de bravos y
Agreda y otras, que se admiraban de que disponían en muelles cogines que otros mar-
dos batallones y dos escuadrones, hubiesen chasen á arrostrar la muerte en defensa
vencido á respetables columnas y hedióles de su comodidad y sus goces-
un número de prisioneros superior á la fuer- Desde esta fecha se agriaron las d e s -
za de que aquellos cuerpos constaban. Los avenencias entre don Basilio y Balmaseda.
nacionales de estos pueblos entregaron las Este, mas activo, denodado y resuelto que
armas sin resistencia, bajo palabra de no aquel, pretendía que era preferible á toda
volver á empuñarlas, y no fueron molesta- otra operación sorprender la Granja y a p o -
dos. Las autoridades se fugaron, dejando derarse de Cristina, si estaba allí, y don
nombradas comisiones que recibieran á los Basilio, receloso de que se malograse la
espedicionarios, y por este medio los veci- tentativa, ó temiendo acaso seguir otra ins-
nos evitaron los desastres consiguientes á la piración que la suya propia, optó por r e -
entrada á viva fuerza. gresar á la provincia de Soria. Desde ella,
Entretanto el número de los que volun- y en fuerza de marchas y contramarchas
tariamente se presentaban á engrosar las l i - ganó otra vez la ciudad de Tarazona, de
las carlistas, iba en aumento; por lo que donde estrajo considerable número de pa-
don Basilio dispuso que de los infantes mas ños , y emprendió desde este punto la reti-
aptos se entresacasen algunos que en unión rada á las Provincias Vascongadas, cubier-
de los gineles enemigos que habían pedido ta siempre la retaguardia de la columna,
las armas pasasen á formar dos nuevos es- que hizo avanzar con la Brigada y prisione-
cuadrones, que se crearon con los caballos r o s , por Balmaseda, que se quedó con las
capturados. En cuanto á la infantería, c r e á - compañías de preferencia y la caballería.
ronse con los prisioneros y presentados, La columna de la ribera de Narvarra
otros dos batallones, duplicando de este trató de inpedir el repaso del E b r o ; pero
modo la fuerza que salió de las .Provincias avisados los carlistas, destacaron una co-
Vascongadas. lumna protectora logrando asi penetrar en
Después de esta organización empren- las Provincias.
dieron los carlistas la marcha en dirección
LIBRO Vili.

vidad, toda la fuerza de voluntad de M e n -


PARTE POLITICA. dizabal, de aquel hombre de hierro, para no
sucumbir en aquella lucha de contrarieda-
des, de obstáculos, de imposibles, que tales
I. eran los que se le oponían.
Al abrirse la legislatura que acababa de
cesar, necesitaba el gobierno un voto de
DisueRas las cortes el 27 de enero (1), confianza para adquirir la fuerza física y
faltando Mendizabal á su palabra, por e x i - moral que necesitaba para hacer frente á
girlo asi unas circunstancias que no habia la guerra y terminarla en b r e v e ; una ley
previsto, porque pocas veceslaspreveen los electoral para convocar las cortes que h a -
nombres que reciben estas lecciones, que bían de revisar el Estatuto, y otra de l i b e r -
debieran abatir su orgullo, la situación p o - tad de imprenta, para que por medio de la
lítica del pais era tan lastimosa como la discusión de los - principios se ilustrara la
militar. Si el gobierno habia presentado c o - opinión pública y presidiera el mayor acier-
mo triunfo de gran valer la ascensión de las to en el nuevo código.
tropas liberales á las cumbres de Arlaban, El voto de confianza fué unánimemente
para descender en seguida, la oposición concedido, y en la discusión de la ley elec-
podia ofrecer la antitesis de la loma de Gue- toral, fué vencido el ministerio y disueltas
taria y otros fuertes de la costa é interior, y J a s cortes. Ya hemos dado cuenta de su d i -
el bombardeo y bloqueo de San Sebastian. misión. Ahora el trono, no teniendo por b a s -
Los sucesos militares parecía estaban a r m o - tante esplícita la decisión de las cortes, ape-
nizados con los políticos. En el estadio de la- ló á la nación para que decidiera con su
política y en el de la g u e r r a , todo era va- voto. El 27 de enero, el mismo dia de la
cilante, incierto, todo crítico: Córdoba d i - disolución de las cortes, se convocaron las
mitía el mando de las tropas, Mendizabal el nuevas para el 22 de marzo, á fin, decia,
del gobierno: la reina gobernadora no halla- de discutir la ley electoral, que se someterá
ba con quien reemplazar al general en gefe á su deliberación, y los demás objetos i m -
del ejército, y tampoco hallaba quien se e n - portantes que el bien público reclamase. La
cargara del ministerio, ni aun quien se aso- elección se haria con arreglo al decreto
ciara á su presidente que desempeñaba á la de -20 de mayo de 1 8 3 4 .
vez tres carteras, la de Estado, Hacienda y
Marina, y luego ¡a de Guerra.
DISPOSICIONES ADMINISTRATIVAS DE MENDI-
Y habia que hacer uso del voto de c o n -
ZABAL.
fianza, que disponer las elecciones, que
gobernar, en fin. Verdaderamente que se
necesitaba todo el patriotismo, toda la a c l i - II.

(4) Véase el tomo. II, lib. VI, pág. 262, ca- Mendizabal en tanto continuó gobernan-
pitulo XVII. do de real orden. Bien es que sin la í n t e r -
HISTORIA DE LA GUERRA CIVIL.

vención de las cortes, aun estando estas En 19 declaró en venta lodos los bienes
abiertas, se permitió actos verdaderamente raices de cualquiera clase que hubiesen per-
revolucionarios. Lo fué el que Olózaga, g o - tenecido á las comunidades ó corporaciones
bernador á la sazón de Madrid, ejecutó en religiosas eslinguidas, y los demás que h u -
la noche del 17 al 18 de enero, yendo con biesen sido adjudicados á la Nación por
su séquito acostumbrado á los conventos de cualquier título ó motivo, y también todos
la capital, y lanzando de ella á los frailes, los que en adelante lo fueren desde el acto
objeto entonces de la animadversión p o - de su adjudicación.
pular. En 28 mandó proceder á la consolida-
El 23 se nombró una comisión ó junta ción sucesiva de la deuda pública liquidada
que se llamó de demolición, para convertir y reconocida que todavía no disfrutase de
los edificios de los conventos evacuados en este beneficio, consistente en las tres espe-
cuarteles y plazas, como si la nación no hu- cies de vales no consolidados, deuda c o r -
biera tenido otro destino que darles, como riente con interés á papel y deuda sin i n t e -
si el poder pudiera disponer de l o q u e no rés ; cuya operación, que debia verificarse
le pertenecía y darle el uso que cuadrara por sestas partes y en seis años consecutivos,
á su capricho. vino á reducirse á solos cinco años, según la
Pero como nunca se infringe la ley i m - real orden de 12 de marzo, que mandó con-
punemente, como pocas veces la arbitrarie- solidar dos sestas partes en el primer año.
dad queda sin castigo, se encargó de darle Y en 5 de marzo declaró en estado de
la opinión pública, que produjo una tor- redención lodos los censos, imposiciones y
menta de quejas que en vano trataron de cargos de cualquier especie y naturaleza,
conjurar las esposiciones que en favor de pertenecientes á las comunidades de m o n a -
Mendizabal publicaba la Gaceta, documen- cales y regulares, asi de varones como de
tos que suelen ser muchas veces producto religiosas, cuyos monasterios ó conventos
de la adulación mas que de la popularidad. hubiesen sido ya ó fuesen en adelante su-
A pesar de la publicación de estos d o c u - primidos , y sus bienes de lodos géneros
mentos, el prestigio supuesto ó verdadero aplicados á la nación y mandados vender.
del personage que era objeto de tales m a - Importantes estas determinaciones, d e s -
nifestaciones, se iba minando poco á poco, cuella entre todas la del 19 de febrero.
y Mendizabal, entonces, apeló á un medio Acompáñala una esposicion que contiene en
que la esperiencia nos ha enseñado ser muy su primer párrafo períodos proféticos; p o r -
eficaz, y consistió en dar los primeros d e s t i -
que lo fueron el decir que: «vender la masa
nos á los que mas amenazaban, si quier fue- de bienes que han venido á ser propiedad
ran algunos impotentes. Sancho y Galiano del Estado es abrir una fuente a b u n -
tuvieron plaza en el Consejo supremo, V i - dantísima de felicidad pública, vivificar una
llalba, Urquinaona, Pastor, Nufiez Arenas, riqueza muerta, desobstruir los canales de
Brey y otros, fueron colocados en gobiernos la industria y de la circulación, apegar al
civiles, puestos militares, y se dieron togas, pais por el amor natural y vehemente á todo
juzgados, y cuanto hacia enmudecer y con- lo propio, ensanchar la patria, crear nuevos
seguir amigos. y fuertes vínculos que liguen á ella, e s , en
El crédito público, que venia á ser el fin, identificarla con el trono escelso de Isa-
barómetro de la opinión, favorecía poco al bel II, símbolo de orden y de libertad.»
gobierno, y para mejorarle, Mendizabal, Este preámbulo del decreto es un m a g -
usando del voto de confianza, mandó en 16 nífico documento histórico (1), y la p r o v i -
de febrero proceder inmediatamente á una dencia es de suyo una de las principales
liquidación general de todos los créditos que conquistas de la revolución, la que en t i e m -
por título legítimo debiesen ser á cargo de pos de prueba conservó los restos de la l i -
ia Nación y que no hubiesen sido presenta- bertad conquistada. Por esto solo puede
dos á examen y reconocimiento, confiando presentarse á Mendizabal como el único
esta liquidación á una junta de tres personas, hombre revolucionario que ha habido en
señalándole por término perentorio y fatal España. Fuera menos e m p í r i c o ^ de seguro
hasta el 31 de diciembre del mismo a ñ o , y que enagenara menos amigos á la libertad,
declarando '.caducadas y eslinguidas para menos partidarios al progreso. Sus p r o v i -
siempre todas las deudas contra el Estado, dencias, al parecer destructoras, i m p r e m e -
cuyos títulos ó documentos no se presentasen
dentro del espresado término. (1) Véase en el número 27.
SUCESOS EN VALENCIA. 279

(litadas, han sido las únicas que quedaron duos , preso por haber maltratado g r a v e -
en pie cuando lodo se destruyó, las únicas mente al cónsul francés; ya por las eleccio-
que tuvieron decididos defensores, las ú n i - nes de gefes de esa misma milicia; y ya en
cas que respetó por fuerza la corte pontifi- fin, por los progresos de los carlistas, es lo
cia, que tuvo que consignarlas y sancionar- cierto q u e , por cada uno de estos motivos,
las públicamente en el último Concordato, ó por lodos á la v e z , los ánimos andaban
aunque en secreto, como se ha dicho, se inquietos, y los partidarios d é l a constitu-
propusiera derogarlas. ción aprovechaban esta favorable coyuntura
Si en disposiciones como en la que aca- para proclamar su querido código, y aun ir
bamos de tratar se elevaba Mendizabal s o - mas allá algunos.
bre los partidos y sobre su época, si en El 6 de marzo comenzaron á presentar-
ellas solo atendia á asegurar un triunfo á la se grupos bastante numerosos, aunque en
libertad, en otras descendía á la arena de ademan no pacífico. Eslo hizo se p r e -
los partidos y daba el triste espectáculo de viniera el capitán general, que lo era á
que el gobierno desconociendo su misión, la sazón don José Carratalá, y los grupos se
no fuera el gobierno, del pais, sino el de disolvieron por aquel dia, merced al c o m e -
un p a r t i d o , su instrumento. Persiguió y es- dido porte de lae patrullas y a l a s e x h o r t a -
Irañó á varios prelados, cuando á algunos ciones de algunos municipales. Carratalá,
podia haberlos condenado legalmente; pero enemigo siempre de escisiones, se mostró
optó por la arbitrariedad y cometió escesos agradecido á la milicia, pero creyendo d e -
en lo que pudo haber hecho justicia. De a l - ber imponer á los perturbadores del orden,
gunos delincuentes hizo mártires, á otros amenazó con la última pena á los que en
les hizo victimas ¡nocentes. cualquier alarma no se retirasen al oir el ca-
El camino de la infracccion de las le- ñón de la ciudadela.
yes es una pendiente resbaladiza; y el que No es el rigor lo que más contiene a l -
empieza á andarla sigue á su pesar. Se habia gunas veces, porque es arma que debe s a -
presentado un proyecto de ley de milicia berse emplear, y en esta ocasión no parecía
nacional que el estamento de procuradores muy oportuna. Asi se vio que la presencia
votó en la legislatura de 1835, mas no lo de nuevossoldadosen la plaza, causó mas
habia hecho aun el de proceres, para t e - irritación que temor, comenzaron á formar-
ner fuerza de l e y , y Mendizabal obran- se nuevos grupos, y al leer el libelo que
do dictalorialmente, ó abusando del voto de contra el general insertaba el Eco del co-
confianza, reemplaza con él la ley hecha en mercio, llegado aquel d i a , se aumentaron
las cortes de 1 8 3 4 . No prejuzgamos la ma- los corrillos, creció la fermentación en Jos
yor ó menor conveniencia de ellas, nos im- ánimos, se gritó, se obligó á un tambor de
porta solo el hecho; el desacato á la ley; y los nacionales á tocar generala, y la i n s u r -
ew censuramos. rección quedó establecida.
Pero el ministerio ó mas bien Mendiza- Algunos agentes del gobierno se habían
bal se juzgaba fuerte. Le apoyaban d e c i d i - aproximado antes á Carratalá para que se
damente la Inglaterra y La Francia; era por declarase por la Constilucio'n de 1812; mas
su interés: le tenian en el crédito por el pa- no creyó deber acceder, y esperó las iras
pel ¿que compraron. del poder que habia elegido entonces por
instrumento á las masas. El revolucionario
era entonces el gobierno; él el que queria
SUCESOSEN V A L E N C I A . — S A L I D A DE CARBATALA subvertir el orden público como subvertía el
administrativo; él el que trataba de dar om-
nipotencia á un partido sobre los demás, y
III. él, en fin, el que parecía querer ser arbitro
del pais.
Hallábase á la sazón,preso en el castillo
La paz, que es el primer móvil de una de San Felipe de Játiva, don Pedro Méndez
buena administración y garantía de la feli- jVigo, y le aclamaron para que reemplazase
cidad pública, empezaba, ó mas bien, con- al general. Retirado éste en la ciudadela,
tinuaba alterándose en las capitales. quisieron invadirla; pero se interpuso el go-
En Valencia, ya fuera por la lentitud bernador civil y algunos nacionales, y C a r -
de algunas causas á unos sargentos; ya ratalá dimitió y abandonó la ciudad. Se sa-
por reclamar la milicia á uno de sus indivi- caron los presos, se insistió el 9 y 10 en dar
HISTORIA DE LA GUERRA CIVIL*

el mando á Méndez Yigo, se opuso Bresson,, res. Meor y Mina y otros generales imponían
que lo ejercia hasta la llegada de Palarea, | préstamos forzosos, y obraban, en fin, á
y la calma se fué restableciendo, hablando impulso de su voluntad.
entonces al público la autoridad municipal. . Apremiaba á muchos las circunstancias,
Carralalá, al dar cuenta de los anterio- es cierto; quizá algunos no tuvieran otro re-
res sucesos, pidió se instruyera la compe- curso ; pero no nos compete investigarlo:
tente sumaria, para acreditar su proceder: vemos los hechos y los consignamos, cual
se eslimó asi por real orden de 9 de abril, cumple á nuestro deber, y aun prescindien-
y por el contenido de la sumaria se c o m - do de la amistad con que estamos ligados á
prendió la inutilidad de su prosecución, y muchos de sus autores. Todo debo escribirse
de conformidad con el dictamen del T r i b u - en el libro de la historia.
nal supremo, se mandó sobreseer, declaran-
do que su resultado en nada podia ofender
á su conducta y buen concepto. ELECCIONES.
La posición de Carralalá no pudo en
efecto haber sido mas crítica: le impulsaban
á la revolución -agentes del gobierno y gran V.
número de valencianos insurrectos: si no
desprestigiaba la autoridad, comprometía su
vida; una y otra estuvieron en grave riesgo. El nombramiento de representantes, ese
acto magnífico que pocos comprendían en-
tonces, aunque muchos le desconocen toda-
ABUSOS DE AUTORIDAD. vía, esa intervención tan directa que se da
á todo elector en el gobierno del Estado, ese
magisterio que nos hace arbitros de la feli-
IV. cidad quizá del pais, las elecciones, en fin,
tenían lugar á la vez quedos actos que a c a -
bamos de referir, y la nación, sin mucho
Algunas autoridades, siguiendo el ejem- esfuerzo, se mostró complaciente con el mi-
plo que el poder les diera, se entrometían nisterio, mas de lo que le convenia; porque
en cuestiones políticas, infringían las leyes, cuando falta la oposición á un partido, se
cometían abusos y amenguaban el brillo de forma de él mismo y se destruye: la unani-
la autoridad, haciendo asi que este principio midad es imposible en cuerpos deliberantes
salvador, que esta áncora de nuestra des- tan numerosos.
moronada sociedad, se presentara como la Mendizabal reunió el sufragio de siete
antítesis del principio de libertad. provincias, y Martínez de la Rosa, Toreno
Y-forzoso, aunque triste, es decirlo: los y otros ilustres moderados, quedaron esclui-
que se han proclamado siempre, y se p r o - clos del .Estamento. Someruelos y alguno
claman hoy, los que viven, sus mas ardientes mas consiguieron solo ser elegidos. Si al mi-
partidarios, eran los primeros á cometer el nisterio satisfacía esto, si presentaba tal r e -
abuso. Quiroga, capitán general de Grana- sultado como la popularidad de su adminis-
da , escribía á Mendizabal en términos i n - tración, como la confianza que en él tenia
convenientes contra algunos hombres de el p a i s , bien pronto recibió una lección
partido. Olózaga, gobernador civil de M a - amarga. Pero no anticipemos los sucesos.
drid, violaba el secreto de la corresponden- Los hombres pensadores se lamentaban de
cia, abriendo y confiscando en el correo los aquella especie de unanimidad en las e l e c -
folletos que Perpiñá enviaba á sus amigos, ciones: preveían lo que sucedió; y entre los
tratando de las próximas elecciones, y t e - mismos exaltados comenzó la división. Para
niendo que sustraerse su autor para no ser unos el progreso debia ser indefinido; para
atropellado. Todo esto después de los suce- otros tenia límíles, y la esperiencia nos en-
sos que tuvieron lugar en Alcalá de Henares. seña que al desunir un círculo se separan
Adán, gobernador civil de Zaragoza, obraba cada vez mas los eslremos.
por sí y ante sí contra un cura. Lalre, capi-
tán general de Galicia, amenazaba enviar á
presidio á los alcaldes que no cumplieran
algunas de sus órdenes, que no decían
mucho en favor de las disposiciones milita-
APERTURA DE LAS CORTES. 281

CONSPIRACIÓN CONSTITUCIONAL. APERTURA DE LAS CORTES.—NOMBRAMIENTO


DE LA M E S A . — D U E L O E N T R E MENDIZABAL É

•VI. ISTDRIZ.

Aunque estaba abierto el palenque legal VII.


de los pueblos, y cada uno tenia el derecho
libérrimo de elegir el representante de sus
i d e a s , no faltaba quien desease llevar la Llegaba el día de abrirse la nueya legis-
cuestión política ai terreno de la insurrec- latura, y en las reuniones preparatorias se
ción, á ese terreno que solo le justifica la acordó por unanimidad nombrar á Islúriz
tiranía del monarca, á ese terreno á que, de presideule interino, y secretario á Caba-
cuando se obstruyen lodos los caminos le- llero, redactor del Eco.
gales, se apela con la fuerza, que es tam- No satisfacía á Mendizabal este nombra-
bién la última razón de los pueblos. miento, y esto, la actitud del embajador
Trabajábase por restablecer el código francés, y los desaires que recibiera al que-
de 181.2, y á los esfuerzos de la Jóvsn Ita- rer completar el ministerio, pues n a d i e q u e -
lia, de los Leñadoras escoceses, de los Tem- ria asociarse á su responsabilidad, le h i c i e -
plarios sublimes, de la Asociación de los de- ron dimitir; pero rechazó la Gobernadora su
rechos del hombre, y de oirás, se unieron dimisión, fundándose en que habiendo obte-
los de el Eco del comercio y algún olro p e - nido el voto de confianza, debia dar cuenta
riódico, formando el coro ¡os noticieros de á las corles del uso que de él había hecho.
café, sobresaliendo los del Nuevo, converti- Llegó por fin el 22 de marzo; se abrió
do á veces en teatro de discusión. Llegó por la nueva legislatura, se oyó un discurso (1)
este liempo á Madrid don Juan Van-halen, que con leves variaciones podia estereoti-
que en su larga emigración se había distin- parse y servir para otras legislaturas, y .el
guido en el ejército ruso, y fué el designado público echó de menos en él, con asombro,
para ocupar el lugar que su amigo Riego que ni se ofrecían los presupuestos, ni se
en las Cabezas de San Juan. hablaba del estado de Ja Hacienda, ni se
Aproximándose la aperturadelas cortes, aclaraban cosas que se suponían, con razón,
se dispuso precipitadamente el movimiento demasiado oscuras. Pero salió Mendizabal
para el 19 de marzo, que recordaba una fe- del paso, como suele decirse, y esto le i m -
cha gloriosa para los constitucionales. portaba mucho. Creía contar ademas con
Los mismos planes que en Madrid tenían una mayoría complaciente, y nada temia.
lugar á la vez de común acuerdo en otros Y en efecto, le estorbaba que Islúriz
puntos; pero no hubo la reserva necesaria; fuera presidente, porque ya eran rivales los
fué escesiva la confianza; se descubrió el antes tan amigos; gana á diez y seis p r o -
plan, y se frustró. En Barcelona se prendió curadores; reparten estos sus votos enlre
ó los principales conspiradores; el canónigo los últimos cuatro candidatos, conservan el
Barber, hombre á quien se suponía ingenio secreto para que los demás no variaran la
y travesura, y adicto á la constitución, que combinación antes acordada , é Islúriz,
quiso antes aclamar en efAllo Aragón, y tra- que estaba en primer lugar, queda en el
taba de seducir las tropas de Cistué, (pie quinto, y es elegido presidente don A n l o -
protegían la línea del Cinca, fué descubier- ; nio González, Arguelles primer vice, Ferrer
to y preso con su compañero Goicoechea. I segundo, ü r l i z d e Velasco tercero, é I s t ú -
La misma suerte sufrieron otros, s i n e m b a r - ! riz cuarto.
go de que algunos como Van-halen, obtuvie- i Procedióse á contestar al discurso de la
ron deslinos que les hicieron aparecer m e - | corona, y si los proceres se mostraron h o s -
nos apasionados por la Constitución. i liles, los procuradores no pudieron ser mas
Esto ocasionó una marcada disidencia ¡ complacientes. Islúriz y algunos oíros hicíe-
en los que antes obraban acordes, y debili- ¡ ron grandes esfuerzos para formar una opo-
tándose asi el partido exaltado, se puso en sición compacta contra el ministerio;'pero
pugna, se fraccionó, y en breve iba á espe- [ era temprano aun, y engreído Mendizabal
rimentar las consecuencias de su torpeza, |
que achaque ha sido esle de los partidos. 1
(I) Véase núm. 28.
TOMO III. 3G
282 HISTORIA. DE LA GUERRA CIVIL.

con su omnipotencia, y despechado lstúriz, apresuraron los trámites del proceso, p r e s -


insinuó levantar un velo y trasladarse en su cindieron de muchas formas legales, y e n -
discurso del Tajo al Támesis; se acrimina- viaron al patíbulo á los que olro tribunal ha-
ron mutuamente, y la lucha qnecomcnzó en bía antes condenado á menor pena.
el Estamento, concluyó en los campos de Asi se aplacó el alboroto, se satisfizo á la
San Isidro, donde se cambiaron dos pistole- opinión eslraviada, á las pasiones de p a r t i -
tazos á veinte y cuatro pasos de distancia, do, y para satisfacer á la vindicta pública,
en presencia del conde de las Navas y del se mandó formar causa á los jueces que tan
general Seoane. mal sostuvieron, al parecer, el brillo de la
Satisfecho el honor de ambos c o m b a - loga, que tan mal demostraban ejercer el
tientes, se retractaron mutuamente en los sublime y sagrado sacerdocio del templo de
periódicos las palabras ofensivas, sin renun- Temis.
ciar lstúriz á continuar eñ su oposición, por Los carlistas, aprovechándose de estos
que no era fácil la avenencia entre las ideas desórdenes, que redundaban siempre en su
políticas que ambos sustentaban ahora. beneficio, hacían atrevidas correrías, y casi
llegaban hasta las mismaspuerlasde las c a -
pitales. Asi sucedió en esta ocasión; se
NUEVOS DESÓRDENES EN ZARAGOZA Y V A L E N - aproximaron á Valencia, y esto sirvió de
CIA. pretesto para que se alterase de nuevo la
tranquilidad en esta población, y se quiso
contener el progreso de los carlistas, s a c r i -
VIII. ficando á los presos políticos. Acude B r e s -
son á tiempo para salvarlos y los embarca
para Alicante, y él sale luego para la corte,
La apertura de aquellas corles, tan d e - á ocupar su puesto de procurador, satisfecho
seadas para los liberales, que abrían la con haber evitado nuevas víctimas, y que
entrada al palenque donde habían de discu- hubieran ido los desórdenes mas allá de lo
tirse todas las cuestiones y todos los princi- que se creía.
pios, no terminaron las insurrecciones v e r -
gonzosas, y en lasquetenian lugar, parecían
los liberales indignos de disfrutar de una l i - MODIFICACIÓN MINISTERIAL.—DECLARACIÓN DE
bertad que no comprendían, de una l i b e r - MENDIZABAL. — C A Í D A DEL MINISTERIO.
tad que profanaban con sus escesos.
En el mismo día que presenciaba E s -
paña dos acontecimientos importantes, la IX.
apertura de las corles y la manifestación
de la Inglaterra en favor de la causa l i b e -
ral, á cuya disposición ponia su marina, Una pequeña modificación ministerial
destinándola á «prestar la cooperación mas en la que pasando Almodóvar al ministerio
activa á lin de impedir que cayesen en po- de Estado ocupó Rodil el de la Guerra y
der del Pretendiente los puntos litorales que Chacón el de Marina, tuvo lugar por enton-
estaban por la reina, ó recobrar de los re- ces, sin que por esto se creyera á Mendiza-
beldes los que hubiesen caido en su poder, bal mas apoyado, porque podrían ser muy
y proteger cualquiera otra operación de la buenos ministros, que alguno demostró d e s -
costa (1);» en este mismo dia, repelimos, pués lo contrario, pero no eran los adalides
se sublevan en Zaragoza contra la ley, con- que mas principalmente necesitaba el g a b i -
tra la justicia; se pide el apresuramiento de nete para las luchas parlamentarias.
fallos, que siempre deben ser meditados Pero confiaba Mendizabal en su dócil
para que no sean injustos, y sulo se aplaca mayoría, pudiendo asi sostener que «no ha-
la sublevación cuando la dan víctimas, que bía espirado el plazo del voló de confianza;
era lo que buscaban los alborotadores, Los que era dudosa su obligación de presentar los
magistrados oyendo mas, quizá, el grito de presupuestos; que no debia dar aun cuenta
los sublevados que el de su conciencia, del uso que habia hecho de aquel voto, y
que el Estamento se suicidaría si noaprobaba
los decretos espedidos á su virtud sobre e x -
(4) L o r d J o h n H a y dijo d e s p u é s al g e n e -
r a l Córdoba-.—No solo p r o t e g e r é las c o s t a s d e
claustración de los regulares y venia de sus
los barcos e n e m i g o s , sino aun de los D e u t r o s . bienes.»
2S3

Audaz pareció esta declaración del mi- por su victoria en las líneas de San S e b a s -
nislro aun á sus mismos amigos, sobre la tian. Por esto, y algunas espresiones de R o -
cual quisieron desviar la atención, pidiendo dil, creyó la reina se alentaba conlra C ó r -
se presentaran los presupuestos de 1 8 3 S . dova; pero no ocupándose mucho de esle el
Empieza á discutirse esta petición, y toman- ministro, manifestó la necesidad de remover
do la discusión nuevo carácter, se piden las á los inspectores do la Guardia y de la in-
cuentas de 1833 y los presupuestos de 1 8 3 7 , fantería, mas no accedió la Gobernadora, y
y se aprueba asi, en tanto que Mendizabal al saberlo Mendizabal corrió al Pardo, y no
se entretenía en combatir con los proceres, consiguió mas que Rodil. Habíase ya infor-
donde la oposición iba siendo respetable. mado la reina de la procedencia de aquella
Para conlrarestarla exigieron algunos de petición, y la rechazó con mas energía.
los mas exaltados que se aumentase el nú- En vano insistió Almodóvar el 1 1 , y otra
mero de los proceres, á fin de que el minis- vez Mendizabal acompañado deHeros el 12,
terio nombrara a los que habían de darle haciendo observar á la reina el estado de ía
mayoría: pedían ademas que se depusiera opinión pública, que reclamaba, decían, [ales
á Quesada y á San Román, del mando de la destituciones.
infantería al uno y de las milicias p r o v i n - El asunto era ya delicado para el minis-
ciales de la Guardia Real al otro, confiriendo terio: se reunió y acordó dimitir. En su con-
estos cargos á gefes de la confianza del par- secuencia fueron al Pardo en la larde del
tido: que se separase al conde de Ezpeleta 13 Mendizabal, Rodil y Almodóvar; insistie-
de la inspección de infantería, para dar e n - ron en la cuestión, y manifestaron que dimi-
trada en los regimientos á oficiales indefini- tirían si no se accedía á su deseo: la reina
dos : que se removiera á L a l r e , Manso, Isi- continuó negando. Por la noche se presentó
dro y otros gefes militares en quienes no se en palacio todo el gabinete; tuvo una larga
confiaba, y á Córdova, á la primera ocasión, conferencia con S. M.; pero todo fué inútil,
y que se enviase á las provincias á toda la y dimitieron.
guarnición de Madrid , quedando aquí solo No asustó ó la reina esle paso; mas no le
la guardia nacional. agradó aunque le aguardaba, y á él habia
Accedió Mendizabal á estas proposicio- dado lugar; y encargó á sus ministros refle-
nes, que habían de presentarse á la reina xionasen bien lo que hacían, que ni quería
Gobernadora, y parece que pactó con sus admitir las renuncias, ni firmar los decretos
autores, que en el caso de tener que a b a n - de separación que le exigían. Dejóse pasar
donar el ministerio, si era desairado, le un dia, y cuando el 15 volvió Almodóvar á
auxiliarían para que volviese á él, presen- recibir órdenes, supo d e b o c a de S. M. que
tando su vuelta como una verdadera necesi- ya tenia sucesor, y al preguntar quién era,
dad pública. Istúriz, le contestó la reina. El conde refren-
El Estamento de procuradores quería de dó entonces los decretos admitiendo la d i -
este modo neutralizar la petición aprobarla misión de sus compañeros.
por los proceres el 6 de mayo, por cuarenta Tal fué el fin del ministerio Mendizabal,
y cinco votos contra quince, solicitándose de esle hombre que inauguró su gobierno
suspendiese la ejecución de los decretos de salvando al pais, porque no puede decirse
19 de febrero y 1.° de marzo, sobre bienes menos del que hallando á la España fraccio-
nacionales, aunque respetando los efectos nada , d i v i d i d a , sin autoridad verdadera,
producidos hasta la fecha de la petición. porque solo mandaban las j u n t a s , y eslas
Al presentar el gobierno á la reina estas eran en muchas parles instrumento del pue-
destituciones obraba legalmente, porque, si blo armado, hizo escuchar su voz, y las jun-
eran un obstáculo para su marcha, el trono tas, representantes de la soberanía popular,
debia contribuir á desembarazar el camino abdicaron su poder en manos del nuevo mi-
de los quehabian obtenido su confianza, á nistro que proclamaba la unión de lodos los
hacer espedila la marcha de los que una vez liberales. Esle fué el lema mas glorioso que
nombrados para gobernar el pais no deben escribió en su bandera, la idea mas grandio-
tener obstáculos; pero la reina Gobernadora sa de su programa.
pensó de otra manera por su desgracia, y se Se veia en Mendizabal un hombre de
opuso á sus ministros responsables. patriotismo, de convicciones, d e f é , p o r q u e
El 10 de mayo fué al real sitio del Par- él mismo creía poder cumplir fácilmente lo
do el ministro de la Guerra, y propuso confe- | que ofrecía, y se le creyó. Por esto trataron
rir á Evans la gran cruz de San Fernando, I lodos de ayudarle, por esto le concedieron
284 HISTORIA DE LA GUERRA CIVIL.

c \ voto de confianza, y por esto abdicaron d o s ; de aqui s u intervención e n nuestras


también los estamentos como las juntas, de ¡ cuestiones; de a q u í la abdicación de nues-
su poder, y para que no tuviera límites el i Ira nacionalidad, abdicación vergonzosa y
que era considerado como el regenerador J q u e por esto solo hace dignos á los partidos
de España. de la eterna censura de l a historia.
Le han calumniado los que le han s u - La gran falla de Mendizabal fué h a c e r -
puesto maldad; no han conocido estos á s e hombre de partido; el que e n 1835 se
Mendizabal. Aquel hombre colosal tenia el sobrepuso á todos, s e sometió e n 1836 á
corazón de un niño, y cuando vertió l á g r i - uno; al que antes trató de unir á los e s p a -
mas en el Estamento, conmovido por las pa- ñoles, fué ahora u n instrumento de desunión
labras afectuosas de Arguelles, las vertió Asi s e empequeñecen los hombres graneles.
sinceras; pero era demasiado estraño el e s - Nombróse á don Francisco Javier Istúriz
pectáculo para que dejara de prestarse al ministro de Estado y presidente del Conse-
ridículo, para que lo consideraran asi p e - jo, de la secretaría déla Gobernación al d u -
riódicos q u e , como el Jorobado, miraban que de-Rívas, de la de Marina á don A n -
bajo este prisma lodos los aclos de los que tonio Alcalá Galiano, de la de Hacienda á
eran objelo de su oposición. Mendizabal don José Ventura Aguirre Solarle, d é l a de
podría obrar mal por ignorancia, por espíri- Guerra á don Antonio Seoane, y de la de
tu de partido, nunca por maldad. Gracia y Justicia á don Manuel Barrio Ayuso.
Los tres primeros eran la verdadera
personificación del ministerio; lenian u n
MINISTERIO ISTUR1Z. pasado conocido y un porvenir glorioso.
Aguirre Solarte había conquistado celebri-
dad por s u riqueza, y buen conceplo por su
liberalismo templado y s u s conocimientos
rentísticos. Pero estaba e n Francia y renun-
ció u n cargo que no ambicionaba, confirién-
Istúriz, que desde la silla presidencial dolo interinamente á Egea, director de
corrió, justamente ofendido, á los bancos Rentas Estancadas, que desacorde con sus
de la oposición, la cual iba aumentándose, compañeros, fué reemplazado por D ' O l a -
fué el designado por Cristina para reempla- verriague y Blanco, director de la Caja d e
zar á Mendizabal. amortización. Tampoco Seoane quiso aceplar
Enemistado con éste, por justos y patrió- la dirección de la Guerra, y nombrado i n -
ticos motivos, y rodeado hasta entonces de terinamente don Manuel de Soria, fué sus
una merecida popularidad, si no era el s u - l¡luido e n breve por don Santiago Méndez
cesor parlamentario, era el sucesor en quien Vigo.
el Irono confiaba. Completado al fin el ministerio, aunque
Istúriz no quiso antes asociarse á M e n - compuesto de elementos bastante heterogé-
dizabal, porque no quería asociarse á su res- neos, s e decidió á presentarse á los E s t a -
ponsabilidad, porque temia abusara del vo- mentos, donde esperaba n o ser juzgado has-
to de confianza, y el que rechazó aquella ta que se conocieran s u s actos, porque la
unión, bien podiaser el heredero del poder. sola fama de sus antecedentes n o era en
Sin embargo, lo mismo podia haberlo verdad razón bástanle para su califica-
sido otro. No cesaba el ministerio por n i n - ción.
guna infracción de su programa; cesaba
porque se vislumbraba en él una tendencia POLÍTICA DEL M1NISTEHIO.
a ir mas allá de lo que la Gobernadora q u e -
ría, y al elegir á Istúriz, no vemos fuera su
ánimo retrogradar, sino el de no avanzar XI.
corriendo, porque avanzar queria como i r e -
mos probando.
Las rivalidades délos partidos españo- La opinión pública falló desde luego la
les, habian llegado hasta los gabinetes e s - conducta del ministerio. Habíase visto á su
trangeros, y la Inglaterra y la Francia eran presidente combatir á Mendizabal, r e p r e -
el apoyo de los exaltados ó moderados. La sentante de los exaltados, y se le juzgó m o -
poderosa Albion contaba preponderar con derado. Ignorábanse las causas de su disi-
los primeros; nuestra vecina con los segun- dencia: no las probaremos, pero si hemos
POLITICA DEL MINISTERIO. 285

oido á mas de uno bien informado, al i n - • corles á revisar, de concierto con el trono,
terrogarle sobre ellas, que no eran políticas! nuestras leyes fundamentales, fué un acto
sino rentísticas. Y en efecto, con el acta de emanado de su real ánimo, de que sus mi-
las sesiones en la mano, vemos que algu- nistros actuales no tienen la responsabilidad,
nas palabras que lenian relación con la ha- ni para la alabanza ni para la censura, pero
cienda del pais, palabras que solo Mendi- á cuyo complemento están resuellos á d e d i -
zabal comprendió, porque la cuestión era lo car sus fuerzas todas cuando llegue la o c a -
que ya no es hoy, un secreto, produjeron sión, no muy distante, de verificar esta r e -
el desafío de los que antes eran amigos, ysu visión anhelada. Entonces, en concurrencia
división. Posteriores sucesos la fueron a u - con los cuerpos colegisladores, tratará la
mentando. corona de asegurar de un modo estable y
.Pero Istúriz no se proponia retrogradar, permanente el enteró cumplimiento de las
repetimos: esto era una insensatez, porque antiguas leyes fundamentales de la monar-
cuando se derramaba la sangre por I s a - quía, por medio de la mejor distribución y
bel II y la libertad, establecer ésta, era re- equilibrio d é l o s poderes públicos, de las
conocer un derecho conquistado en el cam- prerogalivas del trono y de los derechos de
po de batalla y por toda la Espaíía liberal. la nación, zanjando asi lodas las cuestiones
Asi es que el nuevo gabinete acordó sostener- políticas, y dando á nuestro edificio social
las "grandes reformas que efectuó su antece- la planta y forma convenientes en nuestras
sor y establecer una constitución que con- circunstancias.
signaba la libertad de imprenta, la guardia «Pero la primera y mas urgente necesi-
nacional, el derecho de petición al rey ó á dad de la nación es que sea llevada adelante
las cortes sobre, negocios privados ó públi- con mejor suceso y esperanzas, y terminada
cos, pero no formando cuerno colectivo; es- prontamente la guerra civil, que nos está
tablecía dos Estamentos, á los cuales, y al despedazando ala nación y al gobierno. Aten-
rey, concedía la iniciativa de las leyes, y der viva y casi esclusivamenle por ahora
admitía la inviolabilidad de los diputados, á objeto tan importante será el primer c u i -
y la responsabilidad de los ministros. dado de los ministros, quienes están resuel-
Pero sin embargo de lo importante que tos á emplear para este fin cuantos medios
era constituir el gobierno del pais, habia otro sea dable encontrar dentro de la nación, y
asunto, al que no daban muchos toda la im- cuantos puedan sacarse de la mayor eslen-
portancia que merecía : la guerra ; y para sion posible dada al tratado de la cuádruple
abreviar su término pensó el gabinete en la alianza.
intervención estrangera, de la cual era par- «Poniendo en el fin enunciado, como el
tidario Mr. Thiers, que presidia á la sazón principal de todos, su primera atención, no
el ministerio francés. por eso descuidarán los ministros aconsejar
Istúriz, pues, sin dejar de comprender lo á S. M. que se emprendan, prosigan y lleven
difícil de su posición , creia poder arrostrar á cabo grandes reformas; pero cuantas e m -
las circunstancias, y confiando en sus p r o - prendieren, siguieren ó terminaren, todas
yectos y en sus intenciones, se presentó va- deben buscarse por el camino de las leyes,
liente á los Estamentos, dirigiendo á todas único por el cual se consiguen bien, y ya
las autoridades del reino el siguiente conseguidas quedan sólidamente afianzadas.
«Por lo mismo, cumpliendo con su o b l i -
gación, y al mismo tiempo con su deseo é
Programa circular. ideas de lo que importa al bien público,
pondrán especial esmero los ministros de
«Al encargarse del despacho de los nego- S. M. en hacer cumplir y respetarlas leyes,
cios, los consejeros responsables á quienes previniendo ó contribuyendo á que sean cas-
S. M. se ha servido honrar con su confianza, tigadas cuantas infracciones de ellas se h i -
no creen que pueden dispensarse de d e c l a - ciesen ó intentasen. Como no es otra cosa la
rar brevemente á qué principios piensan libertad que el orden legal, y como v a i v e -
ajustar su conducta para dar efecto y c u m - nes viólenlos en vez de favorecer el v e r d a -
plimiento á las solemnes promesas y benéfi- dero progreso lo detienen y embarazan, r e -
cas intenciones de S. M. la reina Goberna- primir atentados con la previsión ó el e s -
dora. carmiento es el principal interés público, y
«La generosa y franca declaración de el deber de los encargados del gobierno",
S. M. por la cual llamó á la nación junta en deber que los ministros de S. M. eslán r e -
286 HISTORIA DE LA GUERRA CIVIL.

sueltos á cumplir en su plenitud sin omisión curadores para que se estableciesen las le-
ni disimulo, ni aun los mas leves. yes constitucionales sobre diezmos, m a y o -
«El conocimiento de estos principios, que razgos y señoríos, que fué aprobada por
son base del presente ministerio, debe ser gran mayoría. Nada se perdonaba para
general, y por lo mismo conviene darles la combatir al gabinete. Se le hacia una g u e r -
publicidad necesaria. ra sin tregua, y el 2 1 , por fin, se presentó
«De real orden lo comunico á vd. para su firmada por sesenta y ocho procuradores la
inteligencia y cumplimiento.—Madrid 15 de siguiente:
mayo de 1836.—Dios etc.» «Pedimos al Estamento declare que los
individuos que componen actualmente el
ministerio, no merecen la confianza de ta
EL MINISTERIO Y LOS ESTAMENTOS. nación.»
El voto de censura no podia ser mases—
plicito, y como el número de los firmantes
XII. constituía mayoría, estaba ya prejuzgada la
cuestión. Sallando por todo, se admitió, se
discutió y se votó en el mismo dia.
La crisis ministerial halló á los Estamen- La exislencia del ministerio y del E s t a -
tosdiscutiendo yaprobando la ley de respon- mento eran ya incompatibles, y el fin de
sabilidad de los ministros, y el proyecto de ambos peligrosísimo. Peligraba el trono sin
ley electoral, siendo de notar que ya enton- el ministerio, peligraba el pais sin las c o r -
ces se escluia á los empleados, comprendi- tes. Las circunstancias eran críticas, y sin
dos entre las capacidades, y la esperiencia embargo, no se pensó mucho en ellas; no se
nos ha enseñado que han sido en todas las tuvo en cuenta detenidamente las c o n s e -
legislaturas los obedientes servidores del cuencias que sobrevendrían. En vez de i n -
gobierno, no los representantes indepen- tentar al menos una avenencia, se obró con
dientes del pais. despecho y se tomó el camino mas breve;
Al presentarse el nuevo gabinete en los se disolvieron la cortes. A esta d e t e r m i n a -
Estamentos, se vio la oposición que tendría, ción procedió la siguiente esposicion de los
y en el acto se dispuso el de procuradores, ministros á la reina Gobernadora.
a hostilizarle. Al efecto, cuarenta y cuatro ó «Señora, decian: cuando los actuales
cuarenta y seis de ellos, presentaron en la secretarios del Despacho, acudiendo al lla-
sesión del 16, con el nombre de protesta ó mamiento de V. M . , que en uso de la real
petición, los siguientes artículos: prerogativa se dignó dispensarles su c o n -
1.° Que las facultades del Estamento, fianza, tomaron sobre sí el grave cargo de
concedidas al gabinete en la anterior legis- despachar los negocios en la situación p r e -
sente, bien conocieron las dificultades do
latura por el voto de c o n f i a n z a , cesaron
desde la apertura de las presentes cortes. que iban ó verse rodeados. La nación e x i -
2." Que si se disolviesen ó cerrasen las gia de ellos tal sacrificio para acertar con el
corles actuales sin haber votado las contri- medio de llevar adelante las reformas, c o n -
buciones, no pueda exigirse ninguna desde tribuyendo al desempeño de vuestras reales
el dia que se disuelvan ó cierren. promesas, y de mantener asi mismo el orden
Y 3.° Que son nulos todos los emprés- no olvidando la guerra civil, cuya feliz pro-
titos ó anticipaciones de cualquiera especie, secución y terminación es la primera y mas
que se contraten sin autorización de las urgenle necesidad del Estado. Conocían
cortes. también que formado el Estamento popular
Promovióse un debate acalorado sihabia con arreglo á una ley, por la cual el d e r e -
ó no de admitirse aquella demostración, cho de elegir los procuradores estaba r e d u -
hostil al nuevo gabinete, y al fin se r e s o l -cido á pocos, y hecha la última elección en
vió la afirmativa por noventa y seis votos circunstancias singulares, una mayoría del
contra doce, viéndose con estrañeza entre, cuerpo colegislador electivo aparecía en-
los primeros los nombres de Istúriz y Galia- vuelta en compromisos de que acaso podría
no, absteniéndose de votar Mendizabal, He- no querer desprenderse, aunque por otra
ros y Becerra. parte era imposible cumplir con ellos sin
grave perjuicio del Estado.
En ios sesiones siguientes se asedió al
ministerio con interpelaciones, y el 19 se «Nada de esto arredróá los actuales s e -
discutró una petición de gran número de pro- cretarios del Despacho, quienes fiados en el
EL MINISTERIO Y LOS ESTAMENTOS. $87

testimonio de sus conciencias, y conociendo esponer sumisamente á Y. M . , que creen


cuantos títulos bien adquiridos y reconoci- llegado el caso de repetir una providencia
dos tiene Y. M. á la confianza de los e s p a - que rara vez conviene reiterar, pero que
ñoles, se propusieron llevar adelante el g o - parece útil y hasta indispensable en las p r e -
bierno para dar cumplimiento á vuestras be- sentes circunstancias. Y tienen la honra de
néficas intenciones en lodo conformes á las esponer rendidamente á Y. M. que conven-
ideas pasadas y présenles de vuestros con- dría la convocación, no ya de otras Cortes
sejeros responsables. como las últimas, sino de aquellas tan d e -
«El éxito, señora, noha correspondido á seadas, por las cuales ha de hacerse la r e -
esperanzas tan halagüeñas. Por desgracia, visión de nuestras leyes políticas, y cuya
el Eslamento popular, cediendo á motivos elección deberá efectuarse de modo que r e -
no conocidos, se lia declarado contra los mi- presenten de la mejor manera que sea dable
nistros de V. M. de un modo que valdría el verdadero interés y opiniones de la n a -
poquísimo si solo sus personas hubiesen sido ción , y en la forma que ha parecido mejor
desairadas, pero que importa mucho cuando al último Estamento de Procuradores, para
se atiende a l a índole de la oposición, y á que esle requisito le dé la mayor autoriza-
los medios deque se ha servido. Proposicio- ción posible.
nes no consentidas por las leyes, y si acaso «Fundados en los principios que acaban
autorizadas con precedentes que c o n t r a - de declarar, los secretarios del Despacho que
puestos á la ley pierden su valor; autori- firman reverentemente, someten á vuestra
zadas solamente en casos que no han p r o - real aprobación el siguiente decreto.
ducido resolución, cuyos efectos fuesen tras- -'Madrid 22 de mayo de 1836.—Señora,
cendentales ; peticiones hechas para que —A. L. R. P. de Y. M. (siguen las firmas
sean sustituidos á los trámites legales por de todos los ministros).»
que se hacen las leyes otros de naturaleza En nombre de mi augusta hija doña Isa-
singular, y todo eslo hecho con desorden, bel I I . y con arreglo á lo prevenido en el
hasta por parle de los espectadores, han artículo 24 del Eslaluto Real, he tenido á
presentado un espectáculo doloroso, asi c o - bien resolver que se disuelvan las actuales
mo lleno de escándalos, lleno también de corles. Tendreíslo entendido, y dispondréis
peligros. Lo que el Eslamento no podia ha- lo necesario á su cumplimiento.—Yo la r e i -
cer respetando las leyes, lo ha volado; lo na Gobernadora.—En el Pardo á 22 de m a -
que habría podido hacer legítimamente, lo yo de 183(1.—A don Francisco Javier Istu-
ha hecho por una vía ilegal ó porque su si- r i z , presidente del consejo de Ministros.
tuación no le consentía perder tiempo, ó No creyendo esto bastante para tranqui-
por obedecer incauta la mayoría á sugestio- lizar los ánimos alarmados con tales sucesos,
nes que, precipitándola en un quebranta- se dirigió la reina Gobernadora al pais con
miento de ley, la iban acostumbrando á s a - un manifiesto (1) en que se hallan párrafos
lirse de la senda legal, y á entrarse por dictados mas bien por la pasión que por la
otra donde abundan los precipicios y no e s - lógica, y que antes de eslampar en ellos su
tá por término el bien de la patria. firma la regia persona, cualquiera que fue-
«En tal apuro, los secretarios del Des- se su inviolabilidad, debió aconsejarse mas
pacho, que ven peligrar al Irono y á la li- y no dejarse llevar sin duda de sentimien-
bertad, inseparable del orden, y con ambos tos que colocan á quien los liene al nivel
objetos la nación entera, no pueden aconse- de un partido cuando debe hacerse s u p e -
jar á V. M. que ceda á pretensiones injus- rior á todos. Erró y la cesto lágrimas, que
tas en sí, mas injustas aun por el modo c o - siempre les cuestan á los monarcas sus yer-
mo son hechas, enlazadas de necesidad, con ros, á pesar de ser personas inviolables.
otras cuya venida es infalible y propia para
atraernos á una contienda "encarnizada, (1) Véase el documento núm. 29.
mientras está la guerra civil abrasando gran
parle de la monarquía.
«Si Y. M. en menor a p u r o , disintiendo
su ministerio de la mayoría del Estamento
popular, quiso hacer á la nación arbitra
entre el uno y la otra por el medio legal de
la disolución y nuevas elecciones, los a c -
tuales secretarios del Despacho no dudan
288 HISTORIA DE LA GUERRA CIVIL.

las cortes, las convocó para el 24 de agosto,


espresando en el decreto que se procedería
SITUACIÓN DEL PARTIDO L I B E R A L . — C O N V O C A - á la revisión del Estatuto real, de acuerdo
CIÓN DE NUEVAS CORTES. con la autoridad del trono, y disponía la elec-
ción de los doscientos cincuenta y ocho d i -
putados, conforme al proyecto de ley elec-
XIII. toral, que no habia aun pasado por todos los
trámites legales para que tuviera fuerza
de ley.
La clausura de las cortes separó mas á Con esla disposición y la de deponer á al-
los liberales, ensanchó mas el foso que los gunos empleados que eran procuradores, cre-
dividía. yó el ministerio que bastaba por entonces para
Los moderados contaron este nuevo darle autoridad y fuerza; pero esta última
triunfo; pero no estaban muy satisfechos determinación se consideró por algunos co-
con él: le consideraron como una necesi- mo una venganza mezquina, y enseñó que
dad y le adoptaron. Temían, con razón, las todo empleado que no tuviera el desinterés
consecuencias; porque el partido exaltado suficiente para sacrificar su destino, debia
era numeroso, fuerte y atrevido. abdicar de su voluntad para no tener mas
Los exaltados no se condolieron mucho que la de sus pairónos, lo cual han solido
de su desgracia: tenían popularidad, e l e - hacer los empleados.
mento principal del triunfo, y sabían a d e -
ra ís conspirar.
Y conspiraban en efecto. La caida de INSURRECCIONES EN MALAGA , GRANADA Y
Mendizabal habia alarmado á los clubs, que CARTAGENA.
se reunieron y declararon la patria en peli-
gro.Desde este momento era necesario obrar;
pero unos querían combatir én el terreno XIV.
l e g a l ; otros en el de la fuerza: y como en
todas las circunstancias críticas prevale
siempre la proposición mas a u d a z , se acor- Al llegar á Málaga el decreto de la d i -
dó pensar en restablecer desde luego la solución de cortes, los ánimos, de suyo agi-
Constitución de 1812. tados por las escitaciones de los enemigos
En vano el gobierno, para conjurar esta de Istúriz, se acaloraron mas, se pronuncia-
tormenta que veia irse formando en su rede- ron contra el gobierno, y al loque de g e -
dor, ofreció la presentación en las próximas nerala se reunió la guardia nacional en la
cortes de un código constitucional, y ocu- larde del 20 de mayo, pidiendo la forma-
parse de la terminación de la guerra y de ción de una junta popular en que se depo-
cuanto importaba á la prosperidad pública. sitase el poder supremo, hasta que la reina
Prescindiendo de que los programas pocas reinstalase el anterior ministerio ó nombra-
veces dejan de serlo, no es frecuente que se olro que inspirase la confianza ala nación.
las oposiciones esperen la realización de las Se accedió áesta petición, y al dia siguien-
ofertas de sus contrarios, y aun cuando las te quedó instalada la j u n l a , procediendo
vean próximas á realizarse, procuran inuti- desde luego á imponer fuertes contribucio-
lizarles para quitarles esta gloria, que d e b i - nes á algunos de los mas ricos comerciantes;
litaría la oposición y daría preponderancia mas estos se reunieron para conjurar el p e -
á los combatidos. Por esto se hizo poco caso ligro, y con su influencia y las noticias f a -
de las ofertas del gobierno, y se pensó ú n i - vorables de la guerra, que por entonces cir-
camente en derribarle y con él todo aquel culaban, lograron la disolución de la junla,
orden de cosas, sin temer la división que que declaró estar satisfecha del comporta-
este propósito marcaba en las mismas lilas miento de los malagueños.
exaltadas, pues muchos no querían a p e - Estas insurrecciones tan incalificables
lar á tal eslremo, ni temer tampoco las bajo el aspecto político, lenian por objeto
medidas que el ministerio se proponía adop- muchas veces proteger la entrada de a l g u -
tar contra los revolucionarios, para lo cual na conducta de contrabando,*^ conseguida,
empezaba ya á circular órdenes á las auto- se reconocía la autoridad del gobierno, que
ridades. Al mismo tiempo, para dar una ga- sancionaba lo hecho.
rantía de su propósito de no gobernar sin Cundió la insurrección en Granada, p e -
NUEVAS INSURRECCIONES EN MALAGA. 289

ro al saberse el resultado de la de Málaga, nirse los nacionales, después de haberlo he-


se restableció el orden alterado antes con cho lumulluariamenle, los que obligaron á los
algunos escesos contra los realistas y otros tambores á locar la señal de alarma. S a i n t -
sugelos. Just acudió al instante á restablecer el o r -
También se sublevaron en Cartagena, den, pero es desoída su voz, y al procurar
donde duró mas la insurrección, manchada hacerse obedecer, es muerto á balazos. Asi
con punibles escesos. No se pretesló aqui lo acabó al que tantas veces respetaron las ba-
que en Málaga y Granada; asi que el motin las enemigas, el valiente defensor de Puen~
fué por el deseo de venganzas, que se esten- te la Reina.
dieron á personas inermes y pacíficas á Don Juan Antonio Escalante, al saber
quienes solo condenaban sus opiniones. La que el gobernador militar estaba preso en
reunión de las autoridades impotentes para el principal, quiso marchar á salvarle y le
dominar el movimiento, le dirigieron al m e - detuvieron por temor de que fuera víctima,
nos, y señaladas las personas desafectas, se coslándole lágrimas al saber la muerte de
les apresó para enviarlas á Ceuta. Crecían aquel ilustre militar. Preséntase á él luego
las exigencias de los insurrectos, pero se un oficial de la milicia á participarle que,
reunieron las personas de algún valor y todos los oficiales que se hallaban reunidos
apagaron la insurrección, apresando á sus en la plaza, habian convenido en que la
principales autores, que por no atreverse á única persona que había en Málaga que go-
juzgarlos el gobernador O - D a l y , los e m - zara de prestigio entre el pueblo y la mili-
barcó para Cádiz. Desaprobó luego el g o - cia era él, por lo cual pedían unánimes que
bierno esta determinación, mando que v o l - fuera á (in de evitar mas desgracias. Acep-
vieran ó Cartagena los deportados, para ser tó, corrió á la plaza y dijo á los en ella reu-
allí juzgados con arreglo á las leyes, y s e - nidos.
paró al general O-Daly á quien reemplazó «Señores; acaban v d s . de cometer un
el conde de Mirasol, con encargo de casti- asesinato: acaban vds. de matar á un hom-
gar los crímenes cometidos. bre que todavía tenia abiertas las h e r i -
Saint-Jusl, pariente del célebre c o n - das recibidas en Navarra por defender la
vencional francés, reemplazó en el gobierno libertad de la patria; este es un alentado
de Málaga al coronel Bray, dándose el g o - horroroso; pero ya está hecho, ya no hay
bierno civil al conde Donadio. López Baños remedio; lo que conviene es que no haya
reemplazó en la capitanía general de G r a - mas víctimas, y si vds. quieren otra, aqui
nada á Quíroga. estoy y o ; tiren v d s , sobre mí.»
Creyóse fuerte el ministerio con estas — «Es verdad que era inocente, contes-
determinaciones, y preparó la campaña taron , pero por lo mismo es menester que
electoral. muera el malvado de Donadío que es quien
lo ha perdido.»
¡Buena enmienda!
¡NUEVAS INSURRECCIONES EN MALAGA. — M U E R - En vano les suplicó Escalante: h a b l a -
TE DE S A I N T - J U S T T DE DONADÍO.
ban y alborotaban todos á un tiempo, y di-
ciendo algunos que la tropa acuartelada era
hostil, se ofreció á ir á hablarla y a c c e -
XY. dieron.
Al llegar Escalante á la plaza de la Mer-
c e d , donde estaba el cuartel, se encontró
Los anteriores sucesos no fueron mas con lo mas exaltado de Málaga, que pedian
que el preludio de otros mayores. Los t r a - rabiosos fusilar allí mismo á Donadío, á
bajos para proclamar la Constitución se pro- quien ofrecieron entregar los sargentos de
cedían con actividad, y en Málaga, donde la Iropa. Escalante quería salvarle, logra
había elementos á propósito ( I ) , se dispuso entrar en el cuartel, consigue ver al conde
la revolución para el i"> de julio , en cuya
3 ue se presentó en trage de soldado, y le
noche se comenzó á locar generala y á reu- ijo: «Donadío, se pide la cabeza de v d . , y
no hallo olro medio pora salvarle que el que
(1) A e l l o s se agregó lallegada de don P e - v d . se ponga á la cabeza de la tropa y se
dro Gil con unos quince mil duros, que parece
marchen: si se lira un tiro, la sangre va á
entregó á uno de los primeros comerciantes y
fabricantes de Málaga, para hacer la insurrec- c o r r e r , y esto es preciso evitar; y si como
ción. los sargentos han dicho al p u e b l o , lo enlre-
I W > III.
290 HISTORIA DE LA GUERRA CIVIL.

gan á v d . , será víctima, irremisiblemente.» «[Malagueños!:—A las cuatro de la tar-


Oponíase á la marcha el teniente rey, de serán cumplidos vuestros votos: los c o -
porque se hería el honor militar.- se le d e s - mandantes de la-guardia nacional y vuestro
vaneció esta idea, que sucumbía al imperio ilustre ayuntamiento me invitan á la pronta
de las circunstancias, mas no se le pudo re- ejecución de lo convenido por la junta" pa-
ducir á la salida delalropa, y se acordó que triótica de anoche; y y o , que idénticamente
Escalante saliera á decir que no estaba Do- pienso como vosotros y.ellos, he dispuesto
nadío. Lo ejecuta asi; pero no es creído, que á la citada hora se promulgue la idola-
porque los sargentos afirmaban lo contrarío: trada Constitución del año 1812 en el punto
iiden e n t r a r á convencerse, lo conceden de la Alameda;
Í os oficiales y que saliera la tropa á unirse «Yo espero que vosotros os distinguiréis
con !a milicia , y pretendiendo aun Esca- como siempre, presentando vuestras v i r t u -
lante que entrara solo un oficial con cuatro des cívicas para mantener el orden y hacer
ó cinco hombres, nada consigue, se retira que se castigue al que trate de perturbarlo.
y oye á poco los tiros que asesinaban á Do- «¡Ciudadanos! ¡viva la Constitución! ¡vi-
nadío á quien sacan muerto para arrastrar- va la unión! ¡viva el orden!—Vuestro c o -
l e , lo cual pudo evitar. No pudo hacerlo mandante general interino:—Juan Antonio
sin duda de su muerte, sobre la cual escri- Escalante.»
bió este notable párrafo: El Ayuntamiento se presentó en casa de
«Si yo pensando hacer un b i e n , d i - Escalante pidiendo en nombre de la tran-
c e , y obrando como caballero salvo la vida quilidad pública se jurara la constitución:
de Donadío, no tengo duda ahora que h u - accedió el nuevo gefe, y dio las órdenes
biera -causado mil males á Málaga, pues necesarias al efecto, y prohibiendo antes de
eslaudo llenos de i r a , pegan con el c o m e r - la formación se diera ningún grito de muera,
c i o , y Dios sabe la sangre que hubiera cor- bajo pena de la v i d a , tuvo lugar el acto de
rido. la jura por la milicia y la tropa, con el m a -
«En aquel momento de horror y de e s - yor orden. Luego se procedió por los g r e -
panto, a ñ a d e , me proclamaron por su g e - mios y la milicia á la elección de la junta y
n e r a l : yo no quería admitir; pero tuve que de las autoridades militar y civil, recayen-
hacerlo para aquietarlos, y para evadirme, do la primera en Escalante por unanimidad
dije que se nombrara una comisión por com- de votos.
pañía, de todos los cuerpos, compuesta de En este día se publicó esta d e t e r -
un capitán, de un teniente, un subteniente, minación :
un sargento, un cabo y un soldado, y ade- Demasiado públicas son las circunstan-
mas lodos los gefes, con el objeto de que cias en que se encuentra esta hermosa c i u -
eligieran las autoridades y la junta que de- dad, centro de todas las virtudes y del mas
bían gobernar. Al presentarse las comisio- ardiente deseo en el progreso de las liberta-
nes y los gefes, les dije que les daba las des patrias. Los desgraciados acontecimien-
gracias por la honra que me habian dispen- tos ocurridos en esta noche pasada, han co-
s a d o ; pero qne les hacia presente que don locado á un gran número de ciudadanos en
Antonio Bray habia sido separado de aquel posición bastante difícil para que puedan
gobierno por el ministerio actual, que por sus dictar con acierto las providencias que sean
antecedentes políticos no podían desechar- mas convenientes á s u critico estado. N o m -
los, y que aquel era quien debía m a n d a r - brada popularmente una autoridad y una
los.» Accedieron al fin, mandando interi- junta que dirija los procedimientos sucesi-
namente Escalante, que tranquilizó los áni- vos en la marcha ya principiada, y satisfaga
mos exacerbados. los votos del pueblo, apetecen sus i n d i v i -
La muerte del conde de Donadío fué duos que la corporación que haya de contri-
un asesinato premeditado ; habia resenti- buir ó los fines que se ha propuesto la m a -
mientos contra él, y como si no bastara la yoría de esla población, sea el verdadero
ilustre víctima sacrificada, murió á manos producto de la opinión general; y por mas
de aquellos que aclamaban instituciones que que os anuncie su propósito de no descansar
profanaban, que derrocaban tiranos para un momento en tomar medidas á favor de
erigirse en verdugos. este vecindario, cree indispensable que
La insurrección triunfó, y colocado á su constituyáis definitivamente la junta y auto-
cabeza don Juan Antonio Escalanle, publicó ridades que deban mandaros en la a c t u a l i -
la siguiente alocución: dad : por lo mismo ha creido de su primer
INSURRECCIÓN EN OTROS PUNTOS. 291

deber el invitaros á un formal nombramiento clamacion del código de Cádiz, el cual p e -


por clases de las personas que deban consti- dia aclamara con la cualidad de que las
tuir la verdadera junta, pues que la presente cortes le reformasen. Se lamentaban de las
se estima solo provisional, sin embargo de desgracias ocurridas; no intentaba discul-
que protesta á la faz del universo entero que parlas, y promelia impedir á toda costa .su
no dejará en abandono vuestras necesidades repetición.
y vuestras justas exigencias. • El capitán general del distrito, don Mi-
En vista de esto lia tenido á bien mandar guel-Lopez Baños en cuanto supo los-ante-
que inmediatamente se verifique aquel nom- riores sucesos, dirigió el 29 desde G r a n a d a ,
bramiento; y al efecto ha oficiado por medio una alocución.á los guardias nacionales y
de su presidente al que lo es del ilustre paisanos de la provincia de Málaga, y oíra
ayuntamiento, para que reunido á la mayor á los militares de su guarnición, diciendo
brevedad posible proceda á la convocación entre otras cosas, en la primera, que el
por clases de los individuos que deban e l e - poder de la ley había sido hollado, la m o -
gir sus representantes, exigiéndolo de un ral pública ultrajada, los hombres mas r i -
modo tan positivo y perentorio, que á las cos, industriosos y patriotas de la población
cinco de esta tarde quede instalada la junta, perseguidos, teniendo que esconderse ó fu-
que con la mayor rapidez dé providencias garse para libertar sus vidas: calificaba el
capaces de satisfacer completamente vuestros estado de la ciudad "de degradante h u m i -
deseos. • llación, y queria devolverla el poder y la
Nada queda á la junta que recomendaros, quietud de que la h á b i a n p r i v a d o ; para lo
pues que vosotros mismos os dirigís, por la cual habia tomado las disposiciones condu-
senda del honor y de las v i r t u d e s , y v u e s - centes; pero para conseguirlo y evitar el
tras autoridades, que secundan tan nobles derramamiento de sangve pedia la coopera-
ideas, se hallarán siempre al frente de los ción de los buenos ciudadanos. Llamaba á
valientes y decididos patriotas que prefieran sí también á los que se habían unido á la
la muerte á una ominosa esclavitud. insurrección sin .quererla ni desearla; daba
[Malagueños! [Viva la libertad ! ¡Viva cuatro dias de plazo, y terminado hacia
la Constitución del año 1 2 ! j Vi va la unión! responsables ante las leyes, la reina y la
Málaga 26 de julio de 1836.—Siguen nación, de los desórdenes, escesos, e x a c -
las firmas (1). ciones y demás infracciones legales que se
Constituida la j u n t a , dirigió una espo- cometieran, á todo el que continuase for-
sicion (2) la reina Gobernadora, en la que mando parte de la junta de gobierno, ó
hacia la recapitulación de algunos sucesos sirviéndola en cualquier sentido, á todo el
políticos, trataba de presentar el deplorable que entregare ó hubiere entregado c a u d a -
estado del pais, y como su remedio la p r o - les, y á todo el que no abandonase á los
insureclos.
En la que dirigía á la tropa les r e c o r -
(1) Son las siguientes:—Juan Antonio E s -
daba su deber y su honor; les r e c o m e n -
calante, comandante de carabineros, presiden-
te.—Francisco Sancho, comandante accidental daba la unión para combatir al común e n e -
del cuerpo de artillería nacional.—Miguel Mo- migo, el carlista, y les llamaba para que
r e n o , capitán del 7.° de línea. — Fernando se separaran de la insurrección, p e r d o n á n -
S c h e i d n a g e l , comandante del batallón franco doles á. todos, escepto á los que hubiesen
de Granarla.—Juan S e r r a n o , comandante del tenido parte en los asesinatos cometidos. -
segundo batallón de la guardia nacional.—Ma-
nuel Pérez, segundo comandante del tercer ba-
tallón de la guardia nacional.—Antonio Berde-
j o , comandante accidental del primer batallón
INSURRECCIÓN EN OTROS PUNTOS.
de la guardia nacional.—José Veamurguía, ca-
pitán del provincial de Murcia.—Malias Alzor
riz, capitán del 4.° de linea.—Gerónimo Gal-
w e y . — A n t o n i o Cabrera , coronel retirado.— XVI.
Tomás Saenz. — Gregorio Condona.— Antonio
María Alvarez, comandante de lanceros de la
guardia nacional.—José González Caballero.—
Rafael Mitjana, segundo comandante del pri- La voz de López Baños, no solo fue des-
mer batallón de la guardia nacional.—Nicolás
Garrido, comandante accidental de la brigada
oída por los malagueños, sino que en la
de bomberos de la guardia nacional. misma capital donde residía la autoridad
(2) Véase documento n ú m . 50. donde amenazó con castigos, en Granada
29a HISTORIA DE LA GUERRA CIVIL.

se sublevaron también , y el capitán gene- ra, el que tengáis nolicía del hecho que aca-
ral tuvo que abandonar la poética ciudad, bo de común caros.»
y con el resto de la tropa que permaneció Esto decia el 2 8 , y el 29 contaba t a m -
fiel, se resignó á presenciar el progreso de bién asegurada la paz el gobernador militar
una revolución que le era imposible con- clon Rernardo Tacón; pero en el mismo dia
tener. comienza la insurrección en la plaza de San
Lo mismo sucedia en otros puntos. En Antonio; la guardia nacional se pone sobre
Cádiz, donde el gobernador civil U r q u i - las armas; el batallón veterano de la marina
naona se apresuró el 28 á dar cuenta de lo forma frente á su cuartel; el gobernador
ocurrido en Málaga, para e v i t a r , decia, civil y autoridades municipales patrullan
que llegara á oidos de los gaditanos, por con alguna fuerza de infantería y caballería;
diferentes conductos que el de Jas autori- el orden mas completo reina en todas las
dades , y para mostrar cuánta era la con- filas, de donde salen por intervalos los g r i -
fianza que en ellos tenia, y cuan convencido tos de ¡viva la unión! [Viva la Conslilucíon
estaba de que en vano intentarían los e n e - del año 1 2 ! Pide el primer batallón se p r o -
migos que se repitieran en la culta, en la clame, y comisiona á algunos individuos para
ilustrada Cádiz los escandalosos escesos co- esplorar la voluntad de sus compañeros, y
metidos en una provincia cercana, se p r e - el resultado fué aclamarse también en Cádiz
paraba también la insurrección. el código que alli luvo su cuna. En Sevilla
Veía próximo el fuego y trataba asi de el 30, adhiriéndose á la insurrección el capi-
apagarlo: mas no le bastaba esto, temía, y tán general don Carlos Espinosa; en Córdo-
por eso insistía diciendo: ba el 31 y en Huelva el 3 de agosto.
«Gaditanos:—Cualesquiera que hayan Toda la Andalucía baja eslaba ya contra
sido los rumores que han pretendido espar- el gobierno; pero á la vez que en el Medio-
cir estos dias gentes mal intencionadas, día de España, tenian lugar en el Orienle,
convencido yo siempre de vuestro amor á en el Norte, en el Poniente, en el centro, en
la libertad, lo he estado también de que toda la península, en fin, iguales aconteci-
no era necesaria ni una sola medida p r e - mientos.
ventiva. Ahora, después que h¿ sabido los Preparados los combustibles, al prender
asesinatos de Málaga, después que he vis- en un punto, el incendio era ya general.
to manchada de sangre inocente, de s a n -
gre libre la carrera por donde han e m p e -
zado su terrible historia los hombres que han INSUIUTECCION DE SAN MIGUEL EN ZAIIAG0ZA.
osado contarse en el número de los v e r d a -
deros progresistas, de los verdaderos p a -
triotas, de los que verdaderamente desean XVII.
la libertad, la felicidad de su pais; ahora
mas seguro que nunca de la dicha que c a -
be á quien está encargado de la pública ad- Zaragoza, que siempre se ha distinguido
ministración entre vosotros.—Vosotros s a - por lo avanzado de sus ¡deas liberales, per-
béis si es en efecto el camino del progreso manecía, sin e m b a r g o , tranquila en medio
el que un puñado de desacordes malague- de las insurrecciones que estallaban en a l -
ños ha escogido; vosotros lloráis como yo gunos puntos y se preparaban en todas par-
los males de la patria y los peligros que la les. Pero á pesar del aspecto pacífico que
amenazan; pero sabéis que no es por cierto presentaba la población, se vislumbraban
el medio de remediarlos y precaverlos el síntomas de descontento, que le aumentaban
medio funesto de que ha dado ejemplo la las cartas y noticias que circulaban c o n t i -
desventurada Málaga. nuamente.
«Gaditanos: Habéis visto que se ha co- No faltaban en Zaragoza elementos revo-
metido cerca de vosotros un crimen conlra lucionarios; pero no queria San Miguel se
el Estado, un atentado conlra la libertad; á desencadenaran, asilo dijo como autoridad,
vosotros loca el enmendarlo en lo posible; á asi lo repitió como amigo, pública y p r i v a -
vosotros loca remediar las consecuencias de damente, manifestando ser descabellado el
ese crimen; vosotros sabéis cómo, y á mí no movimiento popular en aquellas circunstan-
me tocaba ahora sino ponerlo en vuestra no- cias, porque era imprudente juzgar con tanta
ticia, seguro de que es bastante para respon- ligereza de los hombres que habían sido lla-
der de la tranquilidad de la provincia ente-1 mados al poder. Al efecto reunió en su casa
INSURRECCIÓN DE SAN MIGUEL EN ZARAGOZA. 293

á los gefes de la plaza, á los comandantes sin otro motivo, que reconcentrando el
de la guardia nacional y á las demás auto- mando se conservaría con mas facilidad el
ridades militares, y les demostró de una orden público. Mas el orden público no es-
manera firme y resuelta que de ningún modo, taba alterado en lo mas mínimo. TJna briga-
y aunque se espusiese á los mayores riesgos, da procedente del Norte se hallaba en mar-
daría su consentimiento, ni se espondria á cha por el territorio de Aragón para i n c o r -
nada que produjese ninguna colisión con el porarse al ejército del Centro. El gobierno
gobierno. me dijo que le habia dado orden para diri-
La voz de San Miguel fué atendida. Se girse hacia Zaragoza por si podia serme
calmaron los ánimos, y al participarlo asi el necesaria. Yo respondí que Zaragoza no es-
general al ministerio, se le contestó satisfac- taba amenazada por entonces de enemigos,
toriamente. que de la tranquilidad pública yo respon-
San Miguel deseaba entonces hacer p o - día, y que la brigada podia ser de mucha
pular al gobierno; rodearle del mayor p r e s - mas utilidad en otra parle. Lo mismo avisé
tigio, porque eran sus amigos personales los al gefe de estas tropas, previniéndole que
ministros, porque estaba interesado en ello marchasen según el destino primitivo. Mas
su partido y su amor propio. Por esto les al día siguiente me contestó éste que de
daba consejos en cartas familiares, y e s c r i - ningún modo podia obedecer mi orden,
bía artículos en un periódico de Zaragoza, pues las tenia terminantes del gobierno p a -
dejando traslucir que eran suyos, haciendo | ra dirigirse y entrar en Zaragoza. Entonces
ver los antecedentes de los ministros, sus ! vi que el ministerio no procedía conmigo
servicios hechos á la causa de la libertad, | con franqueza; ñ u s no era esto lo que mas
su conducta nunca desmentida. Se portaba, I importaba en aquellas circunstancias. La
en fin, como verdadero amigo. Pero o i g a - entrada de aquellas tropas en Zaragoza, p e -
mos al mismo San Miguel. dia dar margen á sospechas, escitar inquie-
«Sin embargo, me duró poco la ilusión tudes, y alterar el mismo orden á cuya c o n -
de que los ánimos llegasen á tranquilizarse. servación se destinaban. Demasiado conocía
Yo no estaba en los secretos del nuevo m i - yo el espíritu que animaba á las tropas y
nisterio; no podia saber la naturaleza de sus clases inferiores del ejército. El pueblo e s -
compromisos, ni de sus nuevas alianzas y taba agitado sordamente, los espíritus muy
amistades. Cerradas las cortes, no tenían movidos, y el gobierno en lugar de ganar
ocasión de manifestarse al público, que con- terreno lo perdía. La presentación súbita de
tinuaba con las mismas desconfianzas. Las aquellas tropas, baria acaso reventar la mi-
medidas do rigor seguian. Las destituciones na cargada desde muchos dias. Yo no quise
anunciaban resentimientos contra los que no acelerar la esplosion por medio de un paso
habían aplaudido su conducta. En las cartas que me parecía tan imprudente. Al inslante
que á las veces recibía, no veía que respon- ele recibir la comunicación de dicho b r i g a -
diesen con claridad á mis observaciones, á dier le despaché un estraordinario e n v i á n -
mis cargos; pues con este tono les hablaba en dole bajo mi responsabilidad la orden mas
mi correspondencia familiar, que fué muy terminante para que no se acercase á Z a r a -
pronto suspendida. Muy luego conocí que goza. El mismo oficial portador del pliego,
me iba á ver con dichos hombres en una continuó su marcha para Madrid con otra
posición muy falsa, que no podia ser agente para el gobierno, en que volvía á hacer di-
d e s ú s voluntades, si trataba de conservar misión de aquel mando tan penoso. Este
mi opinión de hombre adicto á mis princi- oficio estaba concebido en los términos mas
pios. Los ministros no querían mi separación' fuertes. Decia yo en él que en vano me a Ta-
del mando; mas el mando no me convenía.! ñaba en mantener el orden y la obediencia
A principios de junio, con motivo del arre-1 hacia el gobierno, si este deshacía con una
glo definitivo del ejército del centro, hice mi mano lo que estaba yo haciendo con la
dimisión; mas no me fué admitida. A pocos: otra; que yo no podia ser agente ni r e p r e -
dias tuve que hacer otra en los términos mas' sentante de persona cuya conducta no podia
fuertes. I aprobar de un modo público. No escribien-
do con documentos á la vista, no se pueden
El gobierno me había encargado del ci-¡ recordar bien especies que llevan larga fe-
vil de la provincia ( 1 ) . Creyó sin duda, y; cha, mas estoy seguro de que lalera la idea
principal que contenía.
(4) Creemos que le pidió el mismo San Mi-
guel. 1
El gefe de la brigada obedeció mis i n s -
294 HISTORIA DE LA GUERRA CIVIL.

¡rucciones: el gobierno no aceptó una d i m i - aquellas circunstancias. La esperiencia do


sión concedida de un modo tan fuerte y tan épocas pasadas me servia de norte, mas
esplícito. Asi se dejó en los mismos compro- puedo asegurar sobre mi honor, y dando
misos á un hombre que con franqueza le de ello las pruebas mas auténticas, de que
decia que no podia ser órgano ni apoyo su- nada ansiaba tanto como el evitar á Zarago-
yo en aquellas circunstancias delicadas. El za un movimiento que pudiese comprome-
nombramiento del nuevo general en gefe ter su reposo y hasta sus intereses materia-
del ejército del centro, vino á aumentar las les. Mas un suceso inesperado vino á alterar
desconfianzas y recelos. Aquel general h a - mi resolución, y este cambio fué obra de
bía mandado en Aragón y escitado descon- un instante.
tento cuando las juntas anteriores. Es i n ú - El 1.° de agosto recibí una carta confi-
til que diga los motivos; mas se tomó su dencial del ministro de la Guerra, en que
nombramiento como un agravio á la misma me daba'cuenta de la insurrección de M á -
opinión pública. Asi se lo comuniqué al laga. Otras dos ó tres cartas recibidas en
gobierno. Con el presidente se había s u s - aquel correo, confirmaban la noticia. Para
pendido mi correspondencia epistolar, pero mí era positivo que el movimiento no era
la continuaba, aunque de tarde en tarde, aislado, y que participaban de él Granada,
con el ministro de la Guerra. Jamás un e m - Cádiz y Sevilla. El alzamiento se me p r e -
pleado habló á las autoridades superiores sentaba como un apéndice de el del año
con mas claridad y mas franqueza. anterior de 1 8 3 5 . Se podia dar ya por s u -
Entonces, como ahora, como después de puesto que en aquel movimiento estaba rn
mi vuelta de la emigración, no me hallaba favor de la Constitución de 1812 toda Anda-
filiado en ninguna sociedad secreta. No te- lucía. ¿Y cuál iba á ser mi conducta en
nia mas correspondencia epistolar que la de aquellas circunstancias? ¿Podría yo conser-
oficio y algunas cartas familiares. Mas o b - var por mas tiempo la tranquilidad de Z a r a -
servaba las cosas y los hombres, la impo- goza, tan agitada y tan sordamente conmo-
pularidad del ministerio, el campo que esto vida? ¿Abandonaría al pueblo á su d e s o r -
abria á los liros de sus enemigos, y la faci- den misino, y vería con los brazos cruzados
lidad con que sobre hechos positivos se fra- escenas de tumulto y de venganzas de lodo
guaban otros imaginarios que causaban la género do reacciones y violencias? ¿No t e -
misma impresión que los primeros. Eran to- nia delante de mis ojos las que iba ya á
das las noticias alarmantes; cuantos venían ejercer un gobierno vengativo en caso de
de Madrid anadian [tabulo á la lumbre; los que quedase triunfante de tantos enemigos?
enemigos de los ministros se aprovechaban ¿Llegarían á juntarse ya las corles? ¿No era
con habilidad de esta desconfianza, de esta ya evidente que necesitaba el gobierno p a -
tendencia de los ánimos que se estaban p o - ra sostenerse de un sistema puramente mili-
niendo en juego los elementos d e u n a r e v o l u - tar? ¿Y era eslo posible? Demasiado conocía
cion.'que parecía evidente; mas yo no perdía yo al ejército. ¡Se proclamaba la Constitu-
todavía 1 esperanza de que se llegase, aun- ción! ¿Y no era esta una ley mas antigua,
que con trabajo, hasta la próxima reunión mas conocida, cien veces mas nacional y
de las corles, en cuyo seno se podría deci- popular que aquella?
dir definitivamente la contienda. En pocas circunstancias mas graves
¡Con cuánto ardor deseaba yo que salié- puede verse un hombre. La necesidad de
semos cuanto antes de un conflicto en que un cambio, tanto de cosas como de perso-
se comprometían tantos inlerescsl A que nas, se présenlo á mi espíritu de un modo
se terminase de un modo legal me estaba irresistible. En aquellos momentos críbeos
consagrando á lodas horas. En Zaragoza no de reflexión, prescindí de que era agente
se había alterado la tranquilidad ni un solo de un gobierno cuya permanencia en el po-
dia; mas encerraba muchos elementos de der no podia menos de ir ya acompañada
agitación y de desorden. Desde el estable- de persecuciones, de venganzas, do violen-
cimiento del Estatuto se habían verificado cias. Las circunstancias me ponían en el
cuatro movimientos populares en aquella caso de obrar como un patriota campeón
capital; muchos creían (pie habían llegado conslanle de la libertad, que debía un
causas muy justas para el quinto. Mil ojos ejemplo á sus conciudadanos y un apoye
estaban abiertos sobre acontecimientos v e - a la provincia que me había dudólas mas al-
nideros; algunas ambiciones, y hasta deseos tas pruebas de adhesión y de confianza. Lf
siniestros , pudieron haberse eecitado en escisión de casi todas las de España en e
INSURRECCIÓN DE SAN MIGUEL EN ZARAGOZA.

año anterior ofrecia recuerdos muy recien- manifestaron sobre peco mas ó menos unas
tes. Tampoco se habian olvidado los esfuer- mismas opiniones. Dijeron que el espíritu
zos inútiles del gobierno de entonces para público eslaba muy agitado, sobretodo des-
restablecer en ellas una autoridad despojada de los tres dias últimos; que la n o c h e a n t e -
do prestigio. El cambio era á mis ojos infa- rior había síntomas, de conmoción, y que
lible. Traté, pues, de hacer de mi parte lo- no se podia responder de nada cuando la
do lo posible para que no fuese a c o m p a ñ a - noticia de lo ocurrido en Málaga llegase á
do de desórdenes; puesto que el movimien- fermentar en los ánimos, y se viese sobre
to era preciso, quise darle el mayor c a r á c - todo que por las autoridades no se trataba
ter de solemnidad de que era susceptible. de prevenirlos movimientos populares. T o -
En Málaga se habian cometido violencias, dos fueron, p u e s , de opinión que se debia
derramado sangre; no quise que corriese ni adoptar cuanto antes una medida como la
una sola gota en Zaragoza. Entre movimien- del año anterior, si se querían evitar desgra-
tos tumultuosos que comprometían tal vez la cias y hasta horrores. En esto convinieron
tranquilidad, los intereses de toda una pro- casi todos. El segundo punto de discusión,
vincia, y un pronunciamiento prolector del y que produjo mas debates, fué si la junta
orden y derechos de los ciudadanos, se me que se instalase había de obrar simplemente
ofrecia una diferencia muy enorme. No p u - separada del gobierno, mas bajo la bandera
de, no debí titubear en esla alternativa. del Estatuto, ó si se había de proclamar una
Cualesquiera que debiesen ser los resultados ley nueva. Decían unos que si bien era n e -
para mi, determiné embarcarme á mis c s - cesaria una escisión, no convenia hacerla
pensas en un nuevo mar de azares y p e l i - mas odiosa erigiéndose la junta en legislado-
gros. ra. Disputaban oíros que era preciso inspirar
Tomada mi resolución, me presenté en al movimiento loríala fuerza y la solemnidad
la diputación provincial que en aquella é p o - de que era susceptible; que por n o haberse
ca celebraba sus sesiones. Le hice saber la formulado bien la parle política en los movi-
noticia que acababa de recibir por el correo mientos anteriores, habían producido tanta
y confirmaba en mas cartas que la mia; le fluctuación en los ánimos, sin llevar resulta-
recordé mis afanes tan constantes para c o n - do, y que era por lo mismo necesario evitar
servar el orden público, afanes coronados; ahora tan grave inconveniente; que la Cons-
hasta entonces con los mas felices resultados titución del año 1812 era una bandera muy
lo indiqué francamente mis temores muy nacional, muy conocida, casi de todos r e s -
fundados de que los sentimientos reprimidos pelada, y que era preciso adoplar una d i v i -
hasta entonces, inflamados de nuevo con la sa ciara y terminante que no dejase á nadie
noticia de aquel dia, rompiesen la barrera y la menor duda sobre nuestras ¡menciones.
nos espusiesen á serios compromisos. La d i - Pareció esla medida fuerte á algunos, y la
putación convino en lo exaclo de mis obser- combatieron. Dijeron otros que si bien" n o
vaciones; pero opinó que en tan graves c i r - tenían repugnancia á la Constitución, bastaba
cunstancias no se podia lomar resolución de que se le hubiesen achacado tantas fallas y
clase alguna sin oir á las personas que por defectos para obrar con circunspección en la
su carácter y posición social pudiesen estar materia: que en publicarla tal cual era se
al alcance del estado de las cosas. La m e - chocaría con las preocupaciones, ó tal vez
dida pareció muy oportuna y se adoptó al ideas justas de muchísimos, y que se salvaría
momento. Fueron, pues, llamadas al seno de dicho inconveniente publicándola sí, mas
la diputación provincial todas las autorida- con aquellas enmiendas y reformas que las
des militares del pais, los gefes de los cuer- corles convocadaspnra ellodecretasen. Esla
pos, comprendidos los de la milici" n a c i o - opinión media concilio las que estaban e n -
nal, una diputación de la audiencia, otra contradas, y allanó muchísimas dificultades.
del cabildo, los gefes de la administración Al fin prevaleció, y fué adoptada definitiva-
militar; en fin, cuantas personas podian dar mente por la junta.
peso y auxiliar con sus luces las deliberacio- La deliberación duró cerca de tres h o -
nes que entonces se lomasen. r a s , y no ofreció ningún debate viólenlo,
Reunidas al fin todas, se les esptiso el ninguna dispula acalorada. Todos estaban
motivo de la convocación, haciéndoles saber sobre poco mas ó menos penetrados de unos
las noticias que se acababan de recibir por mismos sentimientos. Muchísimas personas
el correo y las consecuencias que podian te- sabían en la ciudad que estábamos reunidos
merse. Todos los que tomaron la palabra I y el objeto; mas no turbaron nuestras delíbe-
HISTORIA DE LA GUERRA CIVIL.

raciones, ni ofrecieron el menor aire de vio- desplegado su celo para conservar la unidad;
lencia. Ni un grito, ni unavoz sola resonaron pero todo ha sido infructuoso: ha triunfado la
en el pueblo durante aquellas horas tan s o - irritación, y su influencia moral no ha p o d i -
lemnes.» do resistir á sentimientos tan violentamente
Terminado todo alas cuatro de la tarde, comprimidos.
envió á la imprenta una proclama, en que «Señora: esta provincia acaba de d e c l a -
se participaba al público lo ocurrido. Se rarse independiente delgobiernode V. M., y
mandó echar ávuelo las campanas; se colo- bajo la egida de la Constitución del año 1 2 ,
có en la plaza de San Francisco una tabla y perseverará en la resolución de gobernarse
con el rótulo de Plaza de la Constitución, por sí misma, por no dejar su dirección en
y se separaron tranquilos, citándose para re- manos de un gobierno tan incapaz y tan inep-
dactar la esposicion que habia de enviarse to. Zaragoza 1.° de agosto de 1836.» Siguen
á S. M. cuarenta y cinco firmas, y á su cabeza don
La gente empezó entonces á poblar p a - Evaristo San Miguel.
cíficamente las calles, se iluminó toda la Al otro dia formaron las tropas y la mili-
ciudad, circularon músicas por do quiera, cia, proclamaron la Constitución, desfilaron
se aclamó con entusiasmo el publicado frente á la lápida, victoreando el código que
código, y sin tenerse que lamentar el menor representaba, y terminó lodo con un solemne
desorden , se celebró aquella noche de este Te Deum en la catedral.
modo el pronunciamiento en la liberal Z a - Asi fué cómo en la siempre temida Zara-
ragoza. goza, foco de avanzadas ideas, albergue de
Reunida la junta acordó esta esposicion: viólenlos caracteres, se efecluó una revolu-
«Hay épocas funestas en que los pueblos ción que consolidábala ya iniciada en Mála-
pierden la confianza que debieran inspirarles ga y estendida por toda la Andalucía.
sus gobiernos. Los tímidos están espantados: Hubo orden, porque no habia ambiciones,
los mas valientes pierden su energía y p r e - porque no tenían todos olro interés que el de
veen un porvenir desastroso. Tales la situa- la patria, y queda ennoblecida la revolución
ción de la España desde mediados de mayo. en que presiden tan nobles afecciones.
La nación conoce las circunstancias que han
elevado á la cumbre del poderá estos minis-
tros, que hace dosmeses tienen en sus manos SE ADHIERE ARAGÓN T EL EJÉRCITO DEL C E N -
las riendas del gobierno. El sentimiento de
TRO Á LA INSURRECCIÓN DE ZARAGOZA.
reprobación con que fueron recibidoses bien
notorio, y la franca manifestacionconque se
quejó á V . M . el Estamento popular, fué casi XVIII.
unánime. La disolución de las corles fué un
aclo de violencia y de venganza, y aumentó
considerablemente la irritación de los ánimos. Avisadas todas las autoridades civiles
La convocación d é l a s corles constituyentes y militares de Aragón, contestaron a d h i -
calmó algún tanlo nuestra indignación: mas riéndose á lo actuado en Zaragoza, y lo
los actos sucesivos de arbitrariedad y de secundaban, quedando á los pocos dias pu-
violencia, las destituciones marcadas con el blicada la Constitución en todo el antiguo
sello de resentimientos personales, disiparon reino, tan amigo de las libertades patrias.
prontamente la ilusión, é hicieron ver en los AÍ mismo tiempo escribía San Miguel
actuales ministros, no unos funcionarios fir- al general en gefe del ejército del centro,
mes y enérgicos, sino unos hombres irasci- y redactaba proclamas que tendían lanío á
bles y vengativos, que soltaban la rienda á conservar la disciplina entre las tropas, co-
su enemistad y á sus odios.... á esta d e p l o - mo á hacerlas constitucionales, enviando
rable situación s e h a n seguido nuestrosreve- también estos escritos al ejército del Norle.
ses militares, nuestras derrotas, las escursio- A esto quizá se debió que la primera d i v i -
nes de los facciosos, el acrecentamiento de sión del ejército del centro se pronunciase
sus filas, la disminución de nuestro ejército por la Constitución, sin alterar el orden y
y el desaliento de nuestros soldados.... nues- la disciplina, hallándose dispuestas las d e -
tra situación es dolorosa,yno podemos tole- mas á seguir el mismo ejemplo.
rar por mas tiempo una tal incertidumbre.
Lo sucedido en la Granja terminó a q u e -
La ciudad de Zaragoza deseaba evitar una
lla revolución.
escisión deplorable, y sus autoridades han
San Miguel salió á poco de Zaragoza ú
MOTÍN DEL 3 DE AGOSTO EN MADRID. №

tomar el mando del ejército del centro, en Llegó en tanto el 3 de agosto ; el plan
el que permaneció cuatro meses como h e ­ se había ampliado y el espíritu público esta­
mos visto. ba mas dispuesto por la insurrección. T a m ­
San Miguel, pues, dijo, y nos dice al bién contaban con la tropa.
mismo tiempo que escribimos estas líneas, Debia comenzarse por tomar la banda de
que «fué él solo, quien hallándose mandando tambores, que salió á tocar la oración; mas
las armas de Aragón, se pronunció, sin que no se hizo, y se quiso luego que salieran
mediase coacción, violencia, motin ni s e d i ­ todas las cajas tocando generala, y después
ción de clase alguna, al frente del pueblo de alguna oposición de parle del gefe de ¡a
de Zaragoza, y á muy pocos d i a s , de todos guardia y otros, hizo el ayudante del 3.° s a ­
los de aquel vasto territorio.» lir la banda del suyo, á cuyo alarmante rui­
do se reunieron los nacionales victoreando
la constitución. Reunidos ya, se asustaron
MOTÍN DEL 3 DE AGOSTO EN MADR ID. algunos del aspecto que presentaban, y en
vez de arengas se oyeron sermones r e c o r ­
dando las obligaciones domésticas que com­
XIX. prometían á aquellos padres de familia que
veian un peligro inminente.
La indecisión por una parte, y la falta
En Madrid comenzaba á la vez á p e r ­ de un hombre verdaderamente revoluciona­
turbarse la tranquilidad ; nos eslraña que rio y de talento por otra, lo convirtieron to­
hubiese esta durado tanto, porque es positi­ do en un desorden miserable que hizo de
vo que desde el 25 de julio había ya p l a ­ aquella revolución el monis parturient. Pre­
nes meditados para cuya completa e j e c u ­ séntase Cardero en la plaza, le aclaman a l ­
ción faltó en el momento crítico uno de sus gunos, pero no era Cardero el hombre que
elementos y se suspendió; no sucediendo se necesitaba.
asi en Málaga, que consecuente al plan pro­ Ques£.da se preparó en tanto á hacer
puesto, le ejecutó en el dia convenido, que frente á aquel motin desordenado, y al ver
era el citado. el aspecto que presentaba, y contando ya
Parece que el gobierno tuvo algunas no­ con la tropa, declaró á Madrid en estado de
ticias y logró evitar la insurrección (1). sitio, nombró una comisión militar para
juzgar á los reos de sedición y de cualquie­
ra otra clase de delitos; publicó un bando
(I) La verdad del hecho fué la siguiente:
El gobierno y sus agentes no dejaron de e n ­ imponiendo la pena capital á los autores de
trever algo d é l a tentativa, y bien pronto fue­ motines, á las personas que se encontrasen
ron marcados como instrumentos ostensibles en los sitios donde se perpetrasen, á los que
de ella Cayetano Carderò, el capitan de la s e ­ usasen armas sin autorización competente,
gunda compañía del segundo batallón de la y á los que diesen gritos de viva ó muera,
guardia nacional de esta c ó r t e , don Julián
Martínez, y algún otro individuo de su c o m ­ ele cualquiera denominación. Tan severas
pañía. La causa en que s e fundaba esta s o s p e ­ penas no se ejecutaron, ni Quesada se en­
cha fué un oficio que con todo el carácter de sangrentó, librando á muchos d e s e r a p r e e n ­
delación presentó el subteniente de la misma, didos. Se disolvió la guardia nacional por
don Cosme Erren, en union con el teniente don
el consejo de ministros, y se mandó reorga­
Juan Antonio Suíse, quejándose al segundo c o ­
mandante del batallón don R afael Burruezo, nizarla.
de que la segunda compañía se había reunido Los autores de este movimiento frustra­
de orden de su capitan sin haber sido llamados
do no desistieron por esto: siguieron cons­
dichos oficiales al efecto, para que en su vista
reuniese el consejo, y éste juzgase al capitan
indicado. Esto e s i o que resulta del parte ori­
ginal, cabeza del espediente que se formó en
del Hospital general con su guardia á romper
su consecuencia; pero no se omitieron otros
filas a l a s nueve de la mañana, se le obligo á
medios de presentar á Martínez como r e v o l u ­ subir al cuartel basta lasdiezde la noche. Reu­
cionario y como oficial que se separaba de la nióse en dicho punto una gran parte de los ofi­
opinion d é l o s demás getes del batallón. La ma­ ciales del mismo batallón, y Martínez compa­
yoría de los oficiales convinieron en la n e c e s i ­ reció á­esta junta, pero vio en ella nmy pocos
dad de formar sumario y aplicar á Martínez y compañeros. Disolvióse esta y quedó solo el
sus cómplices de compañia el castigo á que h u ­ consejo, quien examinó testigos, interrogán­
biese lugar. Instóle efectivamente el gobierno doles sobre la toma del parque , reunión de
el dia 2 7 , y cuando el capitan Martínez volvió compañía etc., nombrando de su seno una co­
misión que siguiese este espediente.
TOMO III. 38
298 HISTORIA DE LA GUERRA CIVIL.

pirando, y se minó la subordinación de a l - elecciones que jamás habia conocido la n a -


gunas tropas. Los proyectos se dirigieron ción, á fin de q u e , reunido uno y otro E s -
principalmente á la Granja, residencia de tamento , , y de acuerdo con la Corona, se
las personas reales á donde se enviaron do^ revisasen las leyes fundamentales del E s t a -
ce mil duros. d o , y se hiciese aun mas. intima é indiso-
luble la unión del trono y de los pueblos.
Mas cuando estos acaban de nombrar
MANIFIESTO DE LA REINA GOBERNADORA. sus diputados para que manifiesten en las
cortes las necesidades y los votos de la na-
ción: cuando urge que esta se entere c u m -
XX. plidamente de! uso que se haya hecho de
sus recursos y sacrificios para suministrar
lealmenle los que exigen las atenciones del
La insurrección armada se había apaci- Estado y la terminación de la guerra civil;
guado ; pero estaba en los ánimos, y como cuando se cuenta ya por dias la instalación
no se podian destruir estos con la fuerza se de las corles revisoras, objetos de tantas
apeló á la persuasión, y al efecto publicó la esperanzas; una fracción anárquica y d e s -
reina Gobernadora el í el siguiente organizadora intenta aprovecharse de las
mismas calamidades de la patria para so-
MANIFIESTO. breponerse á la voluntad de la nación, ar-
rogarse los derechos que solo competen á
Desde que por la enfermedad de mi sus legítimos representantes, y ultrajar á la
augusto esposo (Q. D. G.), empuñé interi- magestad r e a l , pagando con la mas negra
namente las riendas del gobierno, di prue- ingratitud tantos y tan recientes sacrificios.
bas de los sentimientos de mi corazón en Como encargada por las leyes de su
favor de esta nación magnánima, enjugan- custodia y defensa; como reina Gobernado-
do las lágrimas de millares de familias, y ra del reino y como lulora de mi augusta
anunciando , con el olvido de las pasadas hija doña Isabel I I , por cuyos legítimos de-
disensiones .políticas, una nueva era de re- rechos están derremando su sangre millares
conciliación y de paz. de valientes, sabré cumplirlos deberes que
Muerto poco después mi augusto esposo, me imponen á un tiempo la defensa de las
y encargada de la regencia del reino, no prerogativas de la Corona y la de ios d e r e -
retardé un momento en ratificar mis b e n é - chos y bienestar de la nación ; y tan pronta
ficas miras é intenciones con muchos y sa- como me he mostrado y mostraré siempre
ludables decretos, hasta q u e , para asentar para atender á los verdaderos votos de la
sobre bases sólidas, y verdaderas la felici- nación, espresados por sus órganos legítimos,
dad de los españoles, restablecí solemne- tan firme y resuelta estoy á no consentir
mente las antiguas leyes fundamentales de por ningún término, ni bajo ningún pretesto
la monarquía, en que están consignados que una minoría turbulenta, auxiliando de
justamente los derechos del trono y los fue- hecho al partido r e b e l d e , usurpe falsamen-
ros y libertades d é l a nación, convocando te la voz de la nación, para someterla á su
las corles generales, que han sido.en todas yugo y humillar á la magestad rea}.
épocas el baluarte mas firme de aquellos Para llevar á cabo mi propósito, no me-
sagrados objetos. nos importante á la verdadera libertad que
En las circunstancias mas críticas; en al decoro de la Corona, cuento con el a p o -
medio de una guerra civil y de los e s t r a - yo de la divina Providencia, que nunca
gos de una peste asoladora, abrí en perso- abandona á los monarcas- cuando defienden
na las puertas del santuario de las leyes; las leyes y se desvelan por el bien de los
y desde aquel memorable d i a , incesante ha pueblos; con la lealtad de una nación g e -
sido mi anhelo, constantes mis afanes para, nerosa, que no puede aliarse nunca con la
presentar á las cortes leyes encaminadas á. ingratitud y la rebeldía; con el esforzado
Sa felicidad de los pueblos, reformas.útiles ejército, que eslá sellando con su s á n g r e l a
mejoras saludables, habiendo llevado á ta! fidelidad á sus juramentos; con el influjo
punto mi solícito anhelo en premover cuanto saludable d é l o s ministros del.santuario, de
pueda contribuir al bien y prosperidad de las clase mas e l e v a d a s d e l Estado; con los
la nación, que no vacilé en decretar que se guardias nacionales del reino, tan interesa-
llevase á efecto el método mas amplio de dos en el mantenimiento del orden: con el
INSURRECCIONES EN BARCELONA.

honrado pueblo, fiel siempre á sus m o n a r - tecer en Barcelona, no tenia -menos impor-
cas ; con lodos los españoles, en fin, que tancia porque alli mandaba Mina.
aprecien lo que vale esle nombre y que no Eran los primeros días d e a g o s l o y ya se
quieran verlo deshonrado á los ojos d é l a s notábala agitación de los ánimos que crecia
demás naciones.—YO L Á REINA GOBERNA- con las noticias que iban recibiéndose de las
DORA.—En San Ildefonso á 4 de agosto insurrecciones en otros puntos..
de 1 8 2 6 . Mina quería evitarla en Barcelona; pero
ademas de contar con escasos medios, se
hallaba postrado en cama. Desde aquel l e -
INSURRECCIONES E N VARIAS PROVINCIAS. cho del dolor, sin embargo, dijo el 6 á los
catalanes, que por haberse alterado el s o -
siego en algunos puntos de la península, se
XXI. dirigía á su cordura y sensatez, r e c o r d á n -
doles restaban pocos días para abrirse el
santuario de las leyes, que sin tranquilidad
• El manifiesto de la reina no podia ser no podia haber libertad, que le ayudarían
mas oportuno; el pais necesitaba oir la r e - á sostenerla á todo trance, pues lodos sus
gia voz, saber los pensamienlos del sobera- conatos se dirigían á concluir con los faccio-
no; pero sin que nos detengamos á analizar sos, restablecer la paz y las libertades p a -
este documento público que hemos reprodu- trias que no perecerían donde él mandaba,
cido íntegro, solo diremos que la voz de la por Jo cual debían estar tranquilos y confiar
Gobernadora fué desoída. El plan estaba ya en su general.
fraguado, y un manifiesto, cualquiera que Le obedecieron algunos dias, porque le
él fuese, no podia impedir su ejecución. estimaban mucho; pero al irse sabiendo lo
Asi sucedió, y con mas ó menos orden que avanzaba la insurrección en las demás
se fueron pronunciando casi todas las capita- provincias, y no queriendo ser los últimos
les de España. los catalanes, cuando otras veces se a n t i c i -
Badajoz lo hizo el 3 , y la imitó toda la paran, tuvo Mina que lomar una parle a c t i -
Estremadura; Valencia siguió el 8, Jaén va para guiar el movimiento; reunió á las
el 9, Alicante, Murcia, Castellón y Cartage- autoridades para consultarlas, y se acordó
na el 1 1 , ' y por los mismos dias fué e s t e n - representar á la reina Gobernadora, rogán-
diéndose el incendio por Castilla,-como ve- dola adoptase con premura una providencia
remos mas adelante. que calmase la inquietud general.
Contenerle era ya imposible. El gobier- Al dar cuenta al público de esta d e t e r -
na, sin embargo se sostenía; consideraba, minación, se dijo á los catalanes que los
sin duda puesto de honor el que lo era de grandes pueblos proporcionan su actitud á la
peligro, y arrostraba valiente su impopula- grandeza de las ocasiones; que se mostra-
ridad. Entonces no peligraba el trono. ran graves, tranquilos, fueUes; que ningún
Aun no se había propagado mucho la intruso manchase con crímenes el camino de
insurrección, é lstúriz creía aun poder c o n - la gloria; que no consentiría se manchara su
jurar aquella tormenta cuya magnitud no pureza un soldado de la patria y de la liber-
veía sin duda, y dirigió al efecto el 6, u n a tad; que se hicieran dignos de la amíslad
importantísima comunicación á nuestro em- de las naciones libres, y que al aconsejarles
bajador en París (1). gravedad les daría ejemplos de firmeza
cual lo mostraba la esposicion que j u n t a -
mente con las autoridades dirigia al g o b i e r -
INSURRECCIONES E N BARCELONA. no el 12 (1). En ella, sin prejuzgar la for-
ma de gobierno que había de darse al pais,
pedia á S. M. que, pesando en la balanza
XXII. la justicia del voto nacional, separase de su
lado los consejeros, y se fijara por las cortes,
reunidas la suerte futura, sólida y patrióti-
Silo sucedido en Zaragoza era importan- camente; que no sé atendiera al paso q u e
te por la popularidad revolucionaria que r o - daba Cataluña, lo cual la rogaban por el
deaba á San Miguel, lo que pudiera a c o n - interés de España, d e Isabel y de e l l a m i s -

.{1) Véase en el documento número 31. (t) Véase el documento número 3-2.
300 HISTORIA DE LA GUERRA CIVIL.

ma, pidiéndola también que considerara, retirados, al mando de un sargento, había


que cuando los pueblos obran con madura tomado las armas al primer rumor de a l b o -
deliberación, comprueban su convencimien- roto. Presentóse en la puerta del palacio el
to y la fuerza con que cuentan en apoyo de general, pálido por efecto de su dolencia,
la justicia que lospiotege. Y decían en con- pero con la serenidad y calma que nunca
clusion: «Todo retardo én pronunciar un sí le abandonaron, y al verle, enmudecieron
venturoso, deja rolos los vínculo» de sumi- sorprendidos los alborotadores. Mandó M i -
sión á otro gabinete. Cata'nña, á pesar de na que dejase las armas la guardia, y v e r i -
los males que la aquejan, imprescindibles ficado que fué, dirigiéndose al silencioso
de la mas pérfida rebelión, nunca transigirá grupo, preguntó: «¿Qué quieren vds?» Y
con el despotismo ni con la vileza; hay en como nadie respondiese, repitió la pregunta
su seno virtudes y recursos, y está á su lien- añadiendo: «¿A qué han venido vds aquí?»
te quien á lodo prefiere la salvación de la Entonces un joven vestido de artesano, p e -
patria.» ro cuyas maneras revelaban que perleneeia
Couduciendo esta esposicion á la corte á una clase mas acomodada de la sociedad
salieron de Barcelona don Jacinto Dome- se adelantó un poco y dijo con urbanidad:
necb y el ayudanle del general don F r a n - «Mi g e n e r a l : hemos sabido que se ha
cisco Serrano, y por Valencia siguieron á proclamado la Constitución del año 1812 en
Madrid, donde se hallaron, efectuada ya la Tarragona, y deseamos que se haga lo m i s -
insurrección de la Granja, por lo cual no mo en Barcelona.» «¿Y para eso se n e c e s i -
fué entregada. ta una asonada? replicó el general. ¿Vds.
Aplaudido por los barceloneses lo adop- tienen confianza en mí, ó no la tienen? Si
tado por Mina y las autoridades, estuvieron vds. la lienen, déjenme vds. obrar, porque
tranquilos hasta el 15 que supieron haberse nunca he faltado á lo que ofrezco.» Al oír
proclamado en Tarragona la Constitución estas palabras, que clara y distintamente
de 1 8 1 2 . Mina, para conjurar un conflic- oyeron lodos, incluso el que escribe estas
to, convocó á todas las autoridades, y les líneas, oyéronse muchas voces que decían:
espuso los medios de sostener el orden que «Si señor, si señor; tenemos confianza en v d . ;
tanto interesaba á lodos; pero acometido por la tenemos. ¡Viva el veterano de la l i b e r -
el mal que padecía y agotadas sus fuerzas, tad! ¡Viva el generel Mina!
tuvo que acostarse y continuaron deliberan- El general había ido sensiblemente m e -
do las autoridades. tiéndose enmedio de aquel grupo, y a n d a n -
Por fuera no se entretenían en delibera- do con él llegó al medio de la pinza, pero
ciones, y en insurrección ya muchos, p r e - camino de la puerta del Mar; esto dio o c a -
sentóse un grupo numeroso delante de p a - sión á que algunos de los que le rodeaban,
lacio aclamando la constitución. habiendo visto entrar al comandante inglés,
Al oírlo el general, se lanzó de la cama recelasen que la intención del general era
contra los ruegos de cuantos le rodeaban; embarcarse, y en esta persuasion oyéronse
vistióse de paisano, y acompañado de un gritos de el general sen va, el general sen
ayudanle de paisano también, atravesó por va; y diciendo el general que no, ocurrió
el salon donde estaban las autoridades, y se un incidente que conmovió mucho á Mina y
dirigió á la plaza diciendo: causó grandísima impresión en los que d e s -
—Mientras yo exista no habrá desórde- de el momento de haber visto la entera con-
nes en Barcelona. fianza con que se les habia presentado, se
«En la escalera, dice un testigo ocular mostraban antes dispuestos á obedecer á la
de aquellos sucesos, halló al comandan- autoridad que á dominarla. Fué este i n c i -
te d é l a escuadra inglesa, capitán Parker, dente la presentación de una persona del
qué noticioso de aquel movimiento venia ó pueblo acompañado de dos jóvenes, hijos
ofrecerle que haria desembarcar la fuerza suyos, que atravesando por medio de todos
que tenia para auxiliar en el restablecimien- y poniéndose al lado del g e n e r a l , dijo que
to del orden y protección á su persona; pero iba á ofrecérsele, y si necesario era á morir
el general lo rehusó corlesmenle, invitándo- á su lado. Sintió mucho el geueral no saber
le á que subiera, como lo verificó, viendo su nombre, y nosotros sentimos también no
la escena que luego referiremos, desde un poder consignarlo aqui; lo quesi afirmamos,
balcón de palacio. J es que el acento y el ademan revelaban que
la oferta nacia del corazón.
La guardia de éste, que por deseo e s -
preso del general se componía de soldados I Continuaba el general exhortándolos á
INSURRECCIÓN D E LA. GRANJA. 301 í

que se retirasen y dejasen que la autoridad fué la tropa, materia dispuesta g e n e r a l -


obrase, en la confianza de que no desaten- mente para las revoluciones.
dería los clamores del pueblo, y los que lo El 2, á cosa de las nueve de la noche,
rodeaban, rogaban á su vez que se retírase, algunos sargentos y cabos del 4.° regimien-
porque asi lo exigía el estado de su salud; to de la Guardia Real y de granaderos p r o -
pero asegurando Mina que de aili no se m o - vinciales, con varios músicos, comenzaron
vería mientras hubiese un solo individuo á reunirse en grupos aclamando la constitu-
del grupo, y viendo que pedia una silla ción, se dirigen á los cuarteles, ponen la tro-
que le llevaron de un café inmediato, em- pa sobre las armas, y la sacan tumultuaria-
pezaron á dispersarse victoreándole, r e - mente. Los oficiales corrieron, desde el t e a -
tirándose al fin lodos, quedándose el g e - tro en donde se hallaban á ponerse al frente
neral sentado con su ayudante Mateo, que de sus respectivas compañías; lo mismo h i -
apenas podía contener las lágrimas al ver zo el comandante general de la Guardia pro-
aquel triunfo en un pueblo tan acostumbra- vincial, conde de San Román, y aunque
do á desórdenes. mostraron ceder algunos soldados á sus e x -
Sabemos que el comandante Parker, que hortaciones , fueron arrollados por otros;
como ya hemos dicho, fué testigo de esta prorumpieron en denuestos contra San R o -
escena, dijo muy admirado que apenas p o - mán; forzaron la puerta de H i e r r o . q u e da
día creer que la voz de un hombre tuviese entrada á la gran plaza de palacio, y se d i -
tanta influencia. rigieron á éste en masa; se les unió la guar-
Retiróse el general al palacio, y al pasar dia, les franqueó las puertas y alarmaron el
de nuevo por el salón en donde se hallaban regió alcázar con los vivas á la constitución,
las autoridades, que todo lo habían o b s e r - áMina y á la Inglaterra, y mueras á Q u e -
vado, recibió de estas mil felicitaciones por sada y San Román.
aquel resultado. Este y Barrio Ayuso, ministro de Gracia
Pocas palabras les dijo el general , pero y Justicia, con otros gefes y oficiales, hicie-
fueron encaminadas á que se dispusiese lo ron vanos esfuerzos para reducir á aquella
necesario para la pronta publicación de la soldadesca al cumplimiento de su deber; les
constitución, que se verificó con el mayor ofrecieron se atenderla su reclamación cuan-
orden. En el momento de entraren su c u a r - do las cortes se reuniesen; pero á nada a c -
to para volverse á la c a m a , felicitóle Mateo cedían los sublevados sin quese publicase la
diciéndole: «Mi general, este es uno de los constitución.
mayores triunfos que ha obtenido v d . en su Los guardias de Corps, desde su c u a r -
gloriosa carrera»; á lo que respondió el g e - tel, aclamaban á Isabel 11 y á su m a d r e , y
neral con melancólica sonrisa y poniéndole creyéndoles contrarios los insurrectos, d e -
la mano sobre el hombro: «Mateo, este es el mostraron querer atacarlos. Al mismo t i e m -
último esfuerzo quo hago por la libertad de po los granaderos á caballo de la Guardia
mi patria y por la tranquilidad de B a r c e - rechazaban la unión que les proponían los
lona.» sublevados; derriban la puerta del matadero
entran en el sitio, forman en la plaza de la
Cacharrería y se les unen los guardias de
Corps, quedando estos ciento treinta caba-
INSURRECCIÓN ÜE LA GRANJA.
llos esperando las órdenes que les mandaran
cargar á los pronunciados; pero estaban s o -
brado aterrados los gefes superiores, y nada
XXIII. hicieron, abandonando de este modo a q u e L
elemento de orden. />•
En tanto crecían las exigencias, y lo níé (
La corte, como de costumbre, pasaba el decisiva la de enviar á S. M. una diputa- ^
verano en los frescos jardines de la Granja, cion de sargentos, cabos y soldados. Lafe_-.í
en esa regia mansión que erigió Felipe V cibíó la reina acompañada del ministro ¡Je
para que compitiera con la opulenta Yersa- Gracia y Justicia, del capitán de guardias;*-»',
lles. duque de Alagon, del conde de San Ro-
Alli fueron también los planes revolucio- mán, del caballerizo mayor, marqués de
narios; alli se enviaron, como hemos dicho, Cerralvo, y de todos los comandantes y
12,000 duros. Pero en vez de ser el p u e - muchos oficiales de los cuerpos. Los diputa-
blo el instrumento de la insurrección, lo dos demandaron á la reina Gobernadora que
302 HISTORIA DE LA GUERRA CIVIL.

jurase la conslilueion de Cádiz, por ser esle Islúriz llamó entonces á Quesada, y se
el deseo de los españoles, demostrado ya hallaba con él disponiendo ir á la Granja lle-
ostensiblemente eryrmchos pontos; se les vando la guarnición de Madrid, esceplo la
contestó que las corles que iban á reunirse artillería que quedaría en el Prado, cuando
tomarían en consideración sus deseos; insis- se presentó el ministro de la Guerra, Méndez
ten los comisionados que, ó pesar de su poca Vigo, y á poco un oficial de la plana mayor
ó ninguna práctica en estos asuntos, com- de la Guardia provincial, despachado en
prenden que la contestación es un subterfu- posta por San Román, quien dio cuenta de
gio, y la reina les mandó salir á la a n t e c á - todo lo ocurrido aquella noche en el sitio
mara, mientras acordaba lo conveniente. hasta las tres de la madrugada.
El pánico era estraordinarió en cuantos Convocóse en el aclo al consejo de m i -
rodeaban á la reina, y propusieron acceder nistros y al de gobierno, y se citó al capitán
á la petición hasta la reunión de las corles; general y al marqués de Miraflores como
pero la diputacion.de los sublevados no ad- presidente del Estamento de proceres, para
mitía condiciones, y con lenguaje inconve- acordar lo que habia de hacerse en aquellas
niente exigió imperiosamente el restableci- tan críticas circunstancias.
miento de la conslilueion. Hizo dimisión Se reúnen, se da cuenta de lo sucedido,
Barrio Ayuso, ó Izaga, alcalde mayor del y todos convinieron en considerar á S. M.
sitio, eslendió en el acto el siguiente d e - en estado de coacción. Quesada, consecuen-
creto: te á lo tratado con Islúriz, propuso marchar
«Como reina Gobernadora de --España, á auxiliar á la reina, y el duque de Aumada
ordeno y mando que se publique la Consti- insinuó que para lograr esle objeto sin com-
tución política de 1 8 J 2 , en el ínterin que, prometer la seguridad de la capital por la
reunida la nación en cortes manifieste e s - salida de la guarnición, que se componía so-
presamente su voluntad ó dé otra conslilu- lo de tres mil hombres disponibles, bastaría
eion conformeá las necesidadesde la misma » marchase á la Granja Méndez Vigo, que por
Leyó San Román esle documento, y e s - haber mandado en Navarra á los sublevados
lando rubricado solo por la reina, exigieron so le suponía con ascendiente y les r e d u c i -
lo firmase, y jurase en seguida su cumpli- ría. Miradores é Islúriz opinaron por m a r -
miento los gefes de palacio, jurándolo los c h a r á castigarla sublevación, fundándose en
guardias al frente de banderas. A las c u a - quesobraban tropas para restablecer el orden:
tro de la madrugada se retiraron á los cuar- divididos asi, se puso á votación y aparecie-
teles, después de haber recorrido por la n o - ron en desacuerdo los minislrosylosconseje-
che la población algunos grupos dando v i - ros del gobierno, y debilitando esto la d e t e r -
vas y mueras y disparando varios tiros c o n - minación que se lomase, que Ahumada que-
tra la casa def embajador francés, á quien se ríafuese unánime, ponderó los inconvenien-
suponía interesado en el manlenimieuto del tes dv> lal disidencia, le secundaron Galiano
gabinete Islúriz, pero que bien poco podía y el duque de Rivas, y en segunda votación
hacer á la sazón por estar gravemente en- prevaleció la opinión • de Ahumada (1).
fermo y próximo á la tumba. En un nuevo consejo celebrado pocas
horas después, manifestó Garelly que h a -
llándose presa la reina se debían d e s o b e d e -
CONSEJO DE MINISTROS A CONSECUENCIA DE cer sus órdenes y ancargar momentáneamen-
te la regencia al consejo de gobierno, se-
LOS ANTERIORES SUCESOS.
gún prevenía.en tales casos el testamento
del rey. Apoya Miraflores esta ¡dea, la com-
XXIV. bale Ahumada con mas criterio, y prevaleció
i su opinión. En efecto, ¿qué se habia de ha—
í cer contra casi toda la España sublevada?
En la mañana del 13 llegó á Madrid un | Se procuró, sin-embargo, conservarla
peatón desde la Granja, que entregó al pre- : tranquilidad en Madrid, y se hizo alarde de
sidente de! Consejo un oficio del ministro de ' la fuerza para intimidar ía nueva i n s u r r e c -
Gracia y Justicia, que venia á decir: Son ' cion que se preparaba y combatirla en caso
las diez de la ñocha; los batallones de esta de que estallase. Pero aunque de importan-
guarnición se han sublevado y han procla- cia lo que pudiera suceder en Madrid, no
mado la Constitución; que vengan fuerzas
pronto,pronto, , (<1 j Véase ^1 número 3 1 . .
MARCHA D E L MINISTRO DE LA GUERRA AL SITIO.

era aquí donde debía decidirse la cuestión; de despedir á los gefes y oficiales á quienes
esta estaba ya decidida en la Granja. Por había reunido para hacerles conoeer la n e -
esto sin duda escribía Barrio Ayuso á Islúriz cesidad de desplegar la mayor energía, a c -
previniéndole de orden de S. M. que no tividad, y celo, se le presentó una comisión
fuese tropa á dicho punto, y que la subleva- de sargentos y cabos y la recibió. Iba á ma-
da pedia fuese el ministro de la Guerra, á nifestarle que (da tropa estaba recelosa de
quien se avisó también por el telégrafo. que se tratase de llevarla á Madrid para
castigarla por lo que habían hecho; que l o -
dos conocían su posición después del paso
MARCHA EL MINISTRO DE LA GUERRA AL SITIO. dado; que sabian que sus compañeros de
Madrid, descando h a c e r l o mismo, no ha-
bían podido pronunciarse por temor al g e -
XXV, neral Quesada y á los demás cuerpos de la
guarnición; que mientras no se jurase por
esta la constitución, no podían salir del real-
•Por acuerdo del consejo y por llamárse- sitio ni separarse de SS. MM., cuyas reales
le por el telégrafo, marchó Méndez Vigo á personas garantizarían su seguridad si,
la Granja , adonde llegó á las cinco de la como se decía, era cierto que el regimiento
mañana del 14, hallándolo todo tranquilo, de la Reina Gobernadora, con artillería,
y jurada ya la constitución por la tropa y había salido con dirección á dicho real sitio
autoridades, que pasearon la lápida p r o c e - para atacarlos.»
sionalmente, aclamando á la Gobernadora Indignado, el ministro quiso imponerles,
y á la libertad. reconviniéndoles agriamente, y les inlimó
A las dos horas fué llamado por S. M.: de un modo terminante que se marchasen á
se presentó al instante; oyó de la misma sus compañías, é hiciesen entender á sus
todo lo ocurrido; la halló tranquila y afable, compañeros.no le pusieran en el caso de t e -
y en seguida puso en sus manos la esposi- ner que lomar una resolución viólenla.
cion de los consejos reunidos, por la cual se «Mi g e n e r a l , contestaron a l g u n o s , si
la suplicaba se trasladase á Madrid lo mas hemos dado este paso con V. E . , es porque
pronto posible, para que unida mas á su lodos le queremos, sabemos su patriotismo,
gobierno pudiese dictar las medidas que las í sus padecimientos por la libertad y por la
circunstancias exijian. Llamó entonces j misma constitución que hemos proclamado;
S. M. á Barrio Ayuso y á . S a n Román, y ¡ y conociendo que su autoridad iba á c o m -
despues de conferenciar con los tres el m e - j prometerse, y á esponerse quizá su persona
dio de salir de aquella posición, determinó ¡ delante de la tropa, nos ha parecido propio
la Gobernadora, con desconfianza de que se I do nuestro deber y respeto hacia V. E. el
cumplieran, se diesen las órdenes c o n v e - parliciparle lo que pasa.»
nientes para marchar á Madrid, y que el • Esta declaración, que no era nalural de
ministro de la Guerra se dirigiese á los cuar- personas vendidas al o r o , sino de quienes
leles de la tropa para prevenirla de la reso- llenen convicciones propias, dejó parado al
lución de S. M. general, y adoptando entonces olro tono
Habíase divulgado en tanto la llegada menos arrogante, les cijo, que si era cierto
del ministro; se forman grupos, les atravie- que confiaban en él, quería que le ayudasen,
sa al salir de palacio, le saludan respetuosa- persuadiendo á sus compañeros que le o b e -
mente y le aclaman , y él les previene se deciesen; (pie era preciso cumplir lo d i s -
dirijan á sus cuarteles, y obedecen. Acude puesto por S. M., quien habiéndoles dado
Vigo, les manifiesta los deseos de S. M . , y su palabra de que lodo lo había olvidado,
protestando lodos que confiaban en é l , se debían estar seguros de que nada tendrían
manifestaron dispuestos á cumplir sus órde- que sentir, siendo una falsedad la marcha
nes. Se dieron las necesarias para la mar- hacia el silio de los batallones de la Reina
cha y se prepararon á ella. Gobernadora.
Pero aquella obediencia era hija del t e - Desconfiando conseguir los deseos del
mor: se creían aislados y perdidos por no ministro, marcharon los comisionados á per-
haberse secundado en Madrid el movimien- suadir á la tropa, y el general pasó olra vez
to, Mas corre la voz de haberse efectuado en á los cuarteles, acompañado de los gefes y
los ejércitos
v y . ^ . , . , , , . , del
u ^ centro jy vdel
. v . . Norte, jy cuan- de algunos oficiales. Se presenta, reúne y
do mas confiaba Méndez Vigo, que acababa 1 forma á la mayor parte, les dice que es in~
HISTORIA DÉ LA GUERRA CIVIL.

dispensable cumplir las órdenes de S. M. y publicar en toda la monarquía. Vigo espuso


las suyas, que nada temieran, que confiaran entonces que por su parte jamás se hubiera
en lo ofrecido, y le contestaron: atrevido á dar tal consejo; pero que salvada
«Si señor, nosotros confiamos en la p a - por este medio su responsabilidad, celebra-
labra de S. M., confiamos en V. E . ; pero ba el apoyo que habia buscado S. M. en los
queremos estar con S. M . , y que no vaya á dos aliados, en cuya consecuencia dimitía
Madrid hasta que alli se haya jurado la la cartera, en lo cual le imitó el ministro de
constitución.» Gracia y Justicia, y el conde de San Román
resignó también su mando de la Guardia.
Lamentóse la reina de que la abandonasen
REUNIÓN E N LA CÁMARA DE LA REINA GO- en aquellas circunstancias, y les contestó no
BERNADORA.
admitía su dimisión, en la que insistió de
nuevo el ministro de la Guerra.

XXVI.
NOMBRAMIENTO DE NUEVO M I N I S T E R I O . — E X I -

GENCIAS DE LOS INSURRECTOS.


La decisión de los sublevados era i n -
vencible: asi lo participó Vigo á la reina,
que no se sorprendió por esto. Convocó á XXVII.
su cámara para las cuatro de la tarde á los
dos ministros, á San Román, al marqués de
Cerralvo y á los representantes de Francia Convencida la reina Gobernadora de
é Inglaterra, que lo eran WiUiers, y en r e - que tenia que conformarse con su situación
presentación de Rayneval, Bois-le-Comte, y adoptar sus consecuencias, indicó la d e -
quienes manifestaron, que á ser dueña la signasen las personas de que podría valerse
Gobernadora de escoger entre su sumisión para formar el nuevo gabinete, y los dos
á las exigencias de una soldadesca ó la a b - ministros dimisionarios que se hallaban á su
dicación de su hija, debia hacerla bajar lado nombraron á don José María C a l a t r a -
digna y decorosamente del trono, antes que va, Gil de la Cuadra, don Domingo Torres,
consentir una sangrienta profanación de ese Ferraz y Ulloa: á Seoane para capitán gene-
mismo trono; pero que tratándose de optar ral de Madrid, y á Rodil para inspector de
entre la aceptación de la constitución y la milicias. A todos los aceptó S. M. menos á
muerte de la reina viuda y de sus hijas, la Torres: nombró en su lugar á Ferrer, y de
elección no podia ser dudosa; sobre todo acuerdo con los demás ordenó á Vigo pasa-
cuando ni aun el asesinato de las tres prin- ra á Madrid para la ejecución de todas estas
cesas impedida el restablecimiento de la disposiciones, previniéndole bajase antes á
constitución, adoptada como la enseña del la plaza, donde reunidos en tropel los bata-
partido que se pronunciaba: que habiendo llones daban gritos descompasados, é impe-
restablecido ya la reina la constitución, era dían salir á toda clase de personas y d e t e -
forzoso se resignase á todas las consecuen- nían á las que llegaban.
cias de aquel primer acto, y sancionase todo Acompañado de don Juan Villalonga,
lo que la exigiesen indispensable para com- comandante del i . ° de Guardias, y de otros
pletarlo; y finalmente, que una resistencia dos oficiales, rodeóse de los grupos de s o l -
mas ó menos enérgica de parle de la G o - dados, les manifestó los deseos de la reina,
bernadora provocaría de parle de los suble- y se mostraron satisfechos, victoreándole.
vados desacatos de mas ó menos monta, que Corrió Vigo á dar cuenta á S. M. del buen
obligarían á los gobiernos de Francia é I n - éxito de su comisión, y se dispuso para la
glaterra á retirar su apoyo al de España, que llevaba á Madrid; mas al ir á efectuar-
aumentando asi la fuerza de los carlistas y la se lo impide la tropa, á los gritos de que
disminuyendo las probabilidades del triunfo no se vaya el general. Los insurrectos le
definitivo por la causa de la reina. manifestaron entonces que «habiendo p r e -
La Gobernadora manifestó á los m i n i s - sentado á la reina una petición, querían se
tros lo que antes de que estos llegaran le diesen los decretos, que no se fiaban de
habían espueslo los representantes de las dos n a d i e , y que no querían se hiciese un
potencias aliadas, por lo cual juraba la pastel.»
constitución, y mandaba se hiciese jurar y La petición era la siguiente:
SITUACIÓN D E LA REINA G O B E R N A D O R A , E T C . 3.0S

Súplicas' que hacen los batallones exis- S. M., llamándose para presenciarlo á una
tentes en este sitio á S. M. la reina G o b e r - diputación de los insurrectos.
nadora:
1.
a
Deposición de sus deslinos de los
señores conde de San Roman y marqués de
Moncayo. SITUACIÓN DE LA USINA GOBERNADORA T DE
"2. Real decreto para que se devuelvan
a
LOS INSURRECTOS.
las armas á los nacionales de M a d r i d , ó al
menos á las dos terceras partes de los d e s -
armados.
XXVIII.
3.
a
Decreto circular á las provincias y
ejércitos para que las autoridades principa-
les de unas y otros juren é instalen-la Cons-
titución del año 12, conforme la tiene jurada Interesaba á la Gobernadora dejar á la
S. M. en la mañana del 1 3 . Granja, y de acuerdo con Y i g o , llamó á su
Nombramiento de nuevo minisle- cámara a los sargentos García, Gómez y
rio, á escepcion de los señores Méndez Vigo j Lucas, que iban á presenciar la lirma de los
y Barrio Ayuso, por no merecer la confianza; decretos, y procuró persuadirles la p e r m i -
dc la nación los que dejan de nombrarse. | liesen ir á Madrid, dejándoles en su poder
5. a
S. M. dispondrá que en toda esta! á sus bijas, como la mayor garantía que po-
tarde, basta las doce de larnocbe, se e s p i - i dia ofrecerles de cuanto firmaba. La resolu-
dan los decretos y - ó r d e n e s que arriba se j cion de aquellos sargentos era irrevocable;
solicitan. La bondad de S. M., que tantas: se mostraron obstinados, y García especial-
pruebas ha dado á los españoles en propor- menle manifestó en tono decisivo que b a s -
cionarles la felicidad que les .usurpó el des- taba fuese el ministro dé la Guerra con los
potismo, mirará con eficacia que sus s u b d i - ; dos sargentos que le acompañaban. Se r e -
tos den el mas pronto cumplimiento á cuanto signó S, M., se firmaron los decretos, y el
arriba se menciona; y verificado que sea ministro volvió á disponer su viage.
cuanto se lleva indicado, tendrá la gloría Se emprende á la una de la noche, y al
esla guarnición de acompañar á S S . MM. á llegar á la puerta de Hierro le detienen de
la villa de Madrid. nuevo, gritando: Que no se vaya el general:
San Ildefonso :14 de agosto de 1 8 3 0 . — [ queremos ver los decretos: que nos venden:
No tiene firmas. \ mueran los traidores y pasteleros. Sale el
Vigo, indignado, hizo inútilmente los ministró de su coche, se dirige á los amoti-
mayores esfuerzos para convencer á Jos s u - nados, que le cercan por todas partes, los
blevados le dejaran marchar y confiaran en habla, les grita, logra que callen, y enton-
lo prometido, sin mas exigencias. Volvió á ces les pregunta cuál es la causa de aquel
palacio: encontró en él la comisión de s a r - nuevo alboroto. Todos contestan á un t i e m -
gentos que llevaban las anteriores súplicas;' po, y parecían sus palabras inspiradas por
las tomó el ministro; las presentó a S. M . , á el terror. También se notaban síntomas de
quien informó al propio tiempo de lo que desconfianza entre ellos. Aquella situación
acababa de sucederle; se acordó estender [ tan crítica para lodos, la aumentó García
los decretos que se pedían, y la misma Go-I por la interceptación, entre otras,, de una
bernadora, para abreviar el corto* plazo que carta de Istúriz para Vigo, y de un correo
daban á la ejecución, dispuso se facilitasen inglés, dirigido al embajador británico, pro-
mesas, papel y hasta su propia escribanía, pasándose los insurrectos á maltratar al i n -
y .reuniéndose a todos los oficíales y e s c r i - feliz que reclamaba la correspondencia de
bientes de los ministerios que estaban en el que era portador.
sitio, se pudo, en cinco horas de arduo t r a - García exigió que la carta se leyese d e -
bajo (1), poner los decretos á la firma de lante de S. M., y que diese esplicaciones
sobre su contenido: otros pidieron á la vez
(4) Mientras se ocupaba en esto el ministro ; que no fiándose en la relación que les h a -
de la Guerra, y á poco de haber anochecido,' bian hecho los sargentos que presenciaron
cundió la voz entre los amotinados de que éste i
so habia fugado ó escondido, y empezaron á |
hacer diligencias para encontrarlo, siendo una dos de que se hallaba ocupado en la espedicion
de ellas el establecimiento de patrullas en toda de los decretos que se habían solicitado, se
la circunferencia de los jardines; pero informa- tranquilizaron.
TOMO ai. 39
306 HISTORIA DE LA GUERRA CIVIL.

el acto de firmar S. M. los decrelos, q u e - Y abatido se dejó caer sobro un sillón,


rían que eslos fuesen leídos á presencia de estando de pió hasta la reina (1).
todos y de S. M. Se negó Méndez Vigo á Defendióse la reina del cargo que se le
lo que de él se exigía, manifestando con hacia de querer e n g a ñ a r , de acuerdo con
razón que no podia ser responsable de lo él, á los sublevados; y uno d é l o s provincia-
que olro le escribiera, y que nada tenia que les la interrumpió, sosteniendo la acusación
ver con aquella carta, y en cuanto á la nue- porque no se le había dado la cruz de Men-
va lectura de los decrelos, el que no creye- digorría, que decía pertenecerle. Puso Vigo
ran á sus compañeros, les dijo, no era moti- fin ó esta escena, y á las dos de la m a d r u -
vo para molestar á la reina, haciéndola per- gada se retiraron iodos, después de besar
der un tiempo precioso , y siendo ya una la mano á S. M. con el mayor respeto y v e -
hora tan avanzada de la noche: que él mis- neración.
mo los leería allí para tranquilizarlos com- Venciendo aun algunos obstáculos, pudo
pletamente. al cabo lograr el ex-ministro de la Guerra
No desistieron por estas razones; y al le allanasen el camino para Madrid , para
ver la oposición del general, desconfiaron donde salió á las dos y media , después de
de él, y estuvo en peligro de ser maltratado, ser registrado su carruage por si iba en él
lo cual impidieron algunos que velaban por la reina Gobernadora.
él, y le sacaran de aquel tumulto.
Los sublevados se dirigen entonces á
palacio; corro en pos de ellos Méndez Vigo, INSURRECCIÓN EN ' MADRID. — LLEGADA DE
les alcanza, les detiene, vuelve á exhortar- MÉNDEZ VIGO.
les, y creyendo hallar un apoyo en la com-
pañía de guardia, la previene no permita el
paso; pero es desobedecido, y se reúne XXIX.
también la guardia á los amotinados. Des-
pués de inauditos esfuerzos consigue el ge-
neral ir á dar cuenta á S. M. do aquella En tanto que en la Granja tenian lugar
nueva exigencia: accede á recibirlos, baja los sucesos referidos, se.trastornaba el orden
á buscarlos, y solo se presentan unos treinta en Madrid, para secundar el mismo movi-
ó cuarenta. Espresan su deseo; se accede á miento reprimido el 3 .
él, y leídos por Vigo los decretos, dieron Pero no estaba tan contaminada la guar-
las mas espresivas gracias á la reina Gober- nición, y obediente á las autoridades, se
nadora, y la protestaron el mayor respeto y mostró decidida á soslener la tranquilidad.
sumisión. Se cambiaron algunos balazos, hubo doloro-
García, que llevaba en la mano la balija sos pérdidas que lamentar, y si en algunos
del correo, sacó la carta de Is.úriz, y pidió sitios obtuvieron los sublevados ventajas,
á S. M. que Vigo esplicase su contenido. como la conseguida en el antiguo convento
Se opuso éste á semejante pretensión , n e - de los Basilios, que guarnecido por una
gándose á tocar siquiera el p a p e l , y a p o -compañía de peseteros, fué sorprendido y se
yando la reina sus razones, terminó aquella apoderaron de él, en oíros huían ante la re-
incalificable escena un músico del i . ° , que sistencia decidida de la tropa, que les hacia
se acercó al sargento García, le arrebató la un fuego mortífero, y obraba con mas armo-
carta, la hizo pedazos, y dijo: nía que los insurrectos.
oEsto se concluye asi: nosotros tenemos Esto decidió á someter á los que t r a t a -
la mayor confianza en el general Vigo, y ron de hacerse fuertes en San Basilio, y fué
satisfechos como estamos por la lectura de allí el capitán general con una compañía y
los reales decretos de que se ha hecho lodo un cañón; cercó el convenio y se rindieron
lo que deseamos, puede el general marchar sus guardadores, que hubieran sido fusila-
al instante á Madrid.» dos aquella noche á no oponerse á ello I s -
^Mediaron luego algunas esplicacíoncs, y lúriz.
dándose García por sentido, dijo sollozando Satisfecho el gobierno con este triunfo,
estas notables palabras: fíes/mes que yo he
sido el que ha hecho la revolución (pues ya
se puede decir), no se fian de mí, porque (I) García era un sargento segundo del re-
gimiento provincial de Segovia, y no pertene-
dicen que estoy de complot con V. M. para ció á la guarnición de la Granja, donde estaba
engañarlos, de escribiente del conde de San Román.
INSURRECCIÓN EN MADRID. 307

creia influyese en la revolución de la Gran- á Cuadra y Calalrava se presentasen inrae-


ja; pero esta había ido demasiado adelante, tdialamenle en el sitio.
y aunque en el resto de España no hubiera ! Quesada tardaba; se envió en su busca á
habido lanías insurrecciones, y todas triun- i Yillalonga, y volvió contestando que el g e -
fantes, los decretos que se enviaban á los n e r a l le habia dicho que iba á marchar de
ejércitos y á las provincias, lo trastornaban ¡Madrid y deseaba se le espidiese su cuartel
todo y eran la muerte de un gobierno que ¡para la Habana. — Vuelva vd. pronto, le
habia sido juzgado antes de ser conocido. i repuso Vigo, y dígale vd. de mi parte, que
Vigo llegó á Madrid ó las ocho y media; 1 si no se determina á venir á palacio, pro-
convocó ó palacio á sus compañeros de g a - | cure sustraerse ocultándose en casa de al—
binele, y á Quesada, ó Calalrava, Gil de la gun amigo.
]

Cuadra, Ulloa, Rodil y Scoane. Presentóse Yillalonga ya no le halló en su casa (1).


el primero Islúriz y recibió una caria a u t ó -
grafa de S. M. para que diese cumplimien- terceras partes á lo menos, de los guardias ú l -
to á los decretos espedidos (1), y previniese timamente desarmados. Tendréislo entendido
y dispondréis lo conveniente para su puntual
cumplimiento.—YO LA REINA GOBERNADO-
(1J Fueron los siguientes:
RA.—En San Ildefonso á U de agosto de 1836.
Como reina Gobernadora de España, o r d e - —A don Santiago Méndez Vigo.
no y mando que s e publique la Constitución
política de-1812, en el ínterin que reunida la En nombre de mi augusta hija, la reina
nación en corles manifieste espresamente su doña Isabel ÍI, y como reina regente y g o b e r -
voluntad, ó dé otra constitución conforme á las nadora de estos reinos, he venido en relevar
necesidades de la misma. En San Ildefonso á • de los cargos de capitán general de Castillo la
•13 de agosto de 4830.—YO LA REINA GOBER- ¡ Nueva y comandante g e n e r a l d e la Guardia
NADORA.—A don Santiago Méndez Vigo. | real de Infantería al teniente general marqués
i de Moncavo, y nombrar para que le r e e m p l a -
Habiendo desaparecido las circunstancia ? : c e . al mariscal de campo don Amonio S e o a n e ,
por las que tuve á bien declarar en estado de ; quien ademas volverá á encargarse de la co-
sitio la capital, he venido cu mandar en n o m - j mandancía general de la guardia real de caba-
bre de mi augusta hija la reina doña Isabel II, 1 llcria. Tendréislo entendido y dispondréis lo
que cesen desde luego en todas sus parles los 'necesario;] su c u m p l i m i e n t o — Y O LA REINA
efectos de aquella disposición. Tendréislo e n - GOBERNADORA.—En San Ildefonso á U de
t e n d i d o , v dispondréis lo necesario para su i acostó d e 1 8 3 0 . — A don Santiago Méndez
cumplimiento.—YO LA REINA GOBERNADO- Vigo.
RA.—En San Ildefonso á 1 i de agosto do -183(5.
•—A don Santiago Méndez Vigo." Como reina Regenta y Gobernadora, d u -
rante la menor edad de mi escelsa hija la r e i -
Como reina Regente y Gobernadora d u r a n - na doña Isabel 1!, he venido en relevar do los
te la menor edad de mi augusta hija la reina cargos de inspector general do milicias pro-
doña Isabel II, vengo en nombrar para la s e - vinciales y comandante general de la guardia
cretaría del despacho de Estado con la presi- real de la "misma arma al teniente general con-
dencia del consejo de ministros, á don José de de San Román, y nombro para reemplazar-
María Calalrava; para la de Hacienda á don le en ambos mandos al de la misma clase mar-
Joaquín Ferrer, y para la de Gobernación del qués de Rodil. Tendréislo entendido y lo co-
reino á don Ramón Gil de la Cuadra, en r e e m - municareis;) quien corresponda.—YO LA REI-
plazo de don Francisco Javier I s l ú r i z , don NA GOBERNADORA.—En San Ildefonso á U
F é l i x D'Olaberriaguey Blanco, y el duquc_de de agosto de 18Ó0.—A don Santiago Méndez
Rivas. que respectivamente los desempeñan Vigo.
en el día; siendo mi voluntad queel n u e v o p r e - (1) Poco después se acercó á Vigo un d e s -
s i d e n l e del Consejo me proponga á la b r e v e - conocido, y le dijo: «Vengo á prevenir á V. E.
dad posible los sugetos mas aptos para susti- que el general Quesada peligra mucho en e s -
tuir á don Antonio Alcalá Galiano, don Manuel tos ¡lisiantes; pues habiéndose refugiado en la
Barrio Ayuso. y don Santiago Méndez Vigo;
fábrica de Tapices, perseguido por el pueblo;
continuando éste entretanto para la c o m u n i -
éste le ha circunvalado y pretende apoderarse
cación de mis reales decretos. Tendréislo e n -
do su persona.» El e x - m i n i s t r o le contestó
tendido, y lo comunicareis á quien correspon-
que bajase inmediatamente á la secretaría de
da.—YO LA REINA GOBERNADORA.—En San
Ildefonso á ií de agoslo de 1830.—A don San- Estado donde hallaría á Seoane, n u e v o capitán
tiago Méndez Vigo. general, y lo participase en su nombre eslo
mismo, previniéndole hiciese marchar allí un
piquete do caballería. A poco bajó él mismo
En nombre de mi augusta hija la reina d o - en busca de Seoane; le encuentra en los cor-
ña Isabel II, he venido en decretar que s e redores bajos de palacio, le toma por el brazo,
reorganice la guardia nacional de Madrid, vol- y le conjura á que personalmente se dirija á
viendo desde luego las armas hasta las dos salvar á Quesada.
308 HISTORIA DE LA GUERRA CIVIL.

La noticia de la llegada y misión de Yi- cer débil, y este lemor pueril le perdió. ¡Dé-
go voló por Madrid, y los ánimos compri- bil Quesada! ¡El que tantas veces sacrificó
midos hasta enlonces, se desalaron, y nu- su vida en el campo de batalla! ¡Qué mal se
merosos grupos comenzaron á invadir yalro- conocía, y á los hombres y bascosas!
nar los principales sitios de la capital. A l - A poco llega el recado de Méndez V i -
gunos nacionales se presentaron á los n u e - go, vé la verdad, conoce enlonces su posi-
vos ministros pidiendo el arresto de entesa- ción y esclama con amargura estas inolvida-
da é Istúriz. cuya preleniáon negó con fir- bles palabras: Está visto, no.puede uno ser
meza Calatrava.' Istúriz en el ínterin oslaba hombre de bien en este pais ingrato.
en la habitación inmediata, por no haberle Manda llamar en seguida á su esposa
permitido retirar á su casa como quería, asi que volvía de la iglesia, según su costum-
que resignó el mando. bre diaria, y la dice abrazándola: «Sálva-
Nunca en verdad pudiera creer peligra- te y salva á mis hijos, y no tengas cuidado
se su vida; había obrado en el circulo de por nú.
sus atribuciones, y porque diera mas ó m e - Llama luego á su hijo Genaro, y éste, y
nos lalilud á sus "ideas políticas, no dejaba don Francisco Rodriguez disponen su fuga
por esto de ser liberal y estar identificado y se dirigen fuera de Madrid.—¡Impruden-
con la causa que ostentaba como símbolo á te determinación!
Isabel 11 y á la libertad. Por esto no creía Ni el ser observado por los carabineros
que los verdaderos liberales se mancharan de la puerta de Bilbao, que le detuvieron,
con punibles escesos, y que cuando se s u - ni el considerar lo fácil que seria hallarle
blevaban poruña cansa que aclamabansan- fuera de la población, les hizo variar de
ta, la profanasen y .fallaran á sus dogmas. propósito. Siguió, por su mala estrella, y en
El verdadero liberalismo no admite la la Cuente Castellana entró en una casa que
intolerancia y se mancha con el crimen. El tenia arrendada su amigo don Pedro Broca.
que invoca la" ley jamás debe faltar á ella, De aquí salió éste á su casa á llevarle un
así como-el que invoca la justicia no debe caballo para alejarse con mayor celeridad,
lomársela por su mano. y en él se dirigió á la huerta del Quinto i n -
mediato al pueblo de Hortaleza ( 1 ) .
El alcalde, oficioso, envió algunos n a -
ASESINATO DE QUESADA. cionales en busca del g e n e r a l , le alcanza-
r o n , y le condujeron preso señalándole por
cárcel una casa situada á la derecha del ca-
XXX. mino , entrando desde Madrid, y lé pusie-
ron una guardia de carabineros, cuyo ofi-
cial se ofreció atento á Quesada, y después
A Quesada, como hemos referido, se le otra de nacionales del pueblo.
previno el peligro que corría, y no fué solo Quesada se mostraba d i g n o , g r a n d e ,
Méndez Vigo el que le avisó; el duque de en su terrible situación. Ni hizo un m o v i -
Veraguas corrió también á su casa y le miento que desmintiera su serenidad, ni pro-
dijo: nunciaron sus labios una queja.
—General, está v d . vendido. Levántese Su trágico fin se acercaba: una turba de
v d . y hágame vd. el obsequio de a c o m p a - constitucionales, n o , de asesinos, corría
ñarme á casa. S. M. ha jurado anteayer la ebria de furor y sedienta de s a n g r e , á der-
Constitución. ramar la del vencido indefenso. Al s e n t i r -
Sereno aquel valiente militar que ya sa- los, es fama (¡-un se levantó de la silla y
bía arrostrar los peligros, le contestó; echó mano al sitio en que acostumbraba á
—Duque, eso no es cierto, y á vd. le encontrar la e s p a d a , y con tan altivo c o n -
han engañado seguramente; anoche mismo tinenle, que el mismo centinela confesó des-
he recibido carta en que se me dice que me
sostenga, que alü (en la Granja) todo está (-1) En el camino se encontró con don L o -
tranquilo y sin novedad. renzo I b o r t e , d e p e n d i e n t e de una tienda de
—Sin embargo, le replicó ei duque; quien la calle de Fuencaaral. esquina á la de las I n -
eslá engañado es v d . ; véngase vd. c o n m i - fantas, le conoció y volvió atrás á dar parte á
la justicia de Hortaleza. El premio de esta d e -
g o , y en mi casa verá lo que me dicen. lación fué una cbarrelera en provinciales; fué
Quesada persistió en su funesta negati- á la g u e r r a , y en la primera acción en que se
v a . Estaba obcecado. Temia ademas apare- hallój murió. Otra muerto merecía.
DON JOSE MARIA CALATRAVA. 309

pues que tuvo miedo. Ye que no puede


vender cara su vida , vuelve á sentarse, y
asi esperó á sus asesinos que atropcllando la DON JOSÉ MARÍA CALATRAVA.
guardia é imponiendo al centinela con un
par de pistolas que le pusieron al pecho, se
precipitaron en la estancia, y asesinaron XXXI.
bárbaramente á aquel hombre que les decia
estaba indefenso, y que liabia sido el apoyo
de la libertad española. :.E1 partido exaltado recibió con aplauso
Nada oia la canalla , y como si no fuera el nuevo ministerio. Calatrava le personifi-
bastante su crimen, se complacieron en mu- caba: sus antecedentes no eran sospechosos.
tilar el cadáver para hacer inhumana o s - Nació en Mérida el año de 1 7 8 1 , y d e s t i -
tentación de aquellos restos sobre las mesas nado por sus padres o l a carrera literaria,
del Café Nuevo. comenzó sus estudios en el colegio ó s e m i -
Asi acabó el hombre q u e , si defendió nario de Badajoz, y concluyó en la univer-
en un tiempo el absolutismo, fué el prime- sidad de Sevilla su curso de jurisprudencia.
ro que con sus célebres esposiciones del 20 En 180G fué recibido de abogado, y cuando
de marzo de 1833 y 8 de' enero de 1 8 3 4 , el grito de independencia nacional resonó
hizo-frente al poder, y se mostró enemigo de en 1808 por todos los ángulos de la monar-
los ministerios Cruz y Coa Bermudez, por- quía española, mereció ser nombrado vocal
que (pieria mas libertad, porque deseaba de la junta suprema de dicha provincia, á
la reunión d e corles. cuyo cargo se le agregó después el de lis-
Quesada va luego á combatir á los c a r - caí del tribunal de seguridad pública de la
listas, y lo hace con entusiasmo, con l e a l - misma, desempeñando al propio liempo el
tad: pudo haber cometido defectos, pero de capitán de artillería en las compañías do
no traición; nadie dudó do su liberalismo, voluntarios, creadas en la plaza de Badajoz.
de la sinceridad con que abruzó esta causa. Elegido diputado por la propia provincia en
Y lo declaramos asi, con toda convicción,por 1 8 i 0 , á las corles generales y cslraordina-
lo mismo que lanío le hemos combalido en rias convocadas en la Isla Gaditana , fué en
el curso de esta obra, que lanío hemos c e n - ellas donde verdaderamente dio principio
surado sus operaciones militares. Pero no su vida p ú b ' i c a , adquiriendo al lado de
vemos las personas, sino los hechos. Arguelles, Toreno, Muñoz-Torrero y otros,
un nombre español y hasta europeo como
A Quesada se le abandonó malamente, y
legislador y hombre de tribuna. Terminaron
por los que mas debieran ampararle, por los
en 1813 aquellas corles, y á poco de haber-
que debieron salvarle. Los que en la Gran-
se trasladado Calatrava á Madrid, donde se
ja estaban al corriente de cuanto pasaba,
incorporó en el colegio de abogados para
debieron avisarle oportunamente que la r e -
seguir ejerciendo su profesión, fué uno de
volución había triunfado; pero no solo no se
los diputados encarcelados al regreso del
le dijo eslo, sino que se le engañó, d i c i é n -
rey Fernando V i l , en 1 8 1 4 . cabiéndole
d'ole que se sostuviera. Esto fué un crimen.
entre las sentencias gubernativamente p r o -
El sucesor de Quesada estaba en el d e -
nunciadas después de año y medio contra
ber de velar por él; sabia que peligraba su
sus compañeros, la suerte de salir confinado
v i d a ; no salvándola puedo alguno hacerle
por ocho años al presidio de Melilla, en el
responsable de su muerte.
que permaneció sufriendo grandes amargu-
Los partidos se han mostrado después
ras hasta marzo de 1820 , en que recobró
ingratos, como de costumbre., pues ni sus
sn libertad por el restablecimiento de la
compañeros de guerra, ni sus amigos políti-
constitución proclamada en Cádiz. Vuelto
cos, los moderados, se han acordado de
al seno de su familia y de sus amigos, fué
traer á Madrid los reslos que se lograron
nombrado'á poco ministro del tribunal s u -
enterrar de aquella ilustre victima del deber
premo de Justicia, y por su provincia dipu-
militar. Repare la historia la injusticia de
tado á corles, en las que sostuvo el nombre
los hombres.
que ya liabia adquirido en las generales y
estraordinarias, obteniendo el honorífico
cargo de presidente de la primera legislatu-
ra. Enlre otras muchas é importantes c o m i -
siones, desempeñó la de formar el Código
310 HISTORIA DE LA GUERRA CIVIL.

criminal, cuyo Irabajo entregó completo á venciera á la tropa de la necesidad do que


las cortes en las últimas de 1 8 2 1 . Desde fuesen las reales personas á Madrid ; pero
estas hasta la reunión de las de 1 8 2 2 , fué no consentían sino iban en el centro de la
individuo d é l a diputación permanente, y columna, que había de ser reforzada por los
terminadas las funciones de la misma, pasó milicianos de la corte. Demostróseles la im-
á desempeñar su cargo de magistrado, r e - posibilidad de acceder á esta pretensión, por
husando después el ministerio de Gracia y estar desarmados la mayor parte, lo molesta
Justicia, para que fué nombrado por el rey que les seria esto jornada, y lo perjudicial
en julio del propio año. Repitióse este éom-
r
de que la familia real caminase al paso de
hramiento en mayo de 1 8 2 3 , hallándose el la tropa ; pero insistían los soldados, y era
gobierno y las cortes en Sevilla, y aceptado tal su insubordinación , que mientras unos
por Calatrava á ruego de sus amigos y de lenian estas y otras parecidas exigencias,
la mayoría de estas, se vio reducido en s e - otros del 4.° asaltaron la casa en donde s u -
tiembre de dicho año , por el triunfo que. ponían oculto á San Román, y le descubrie-
obtuvo la invasión francesa sobre el partido ran y asesinaran sin la serenidad de su due-
constitucional, á la suerte de proscrito. Fué ño y la (irmeza del teniente coronel Enlero,
entonces su primer refugio Gibraltar, desde que condujo á algunos provinciales para
cuyo punto pasó luego á Tánger, y mas defender la casa.
adelante á Lisboa, teniendo, por último, que Después de grandes esfuerzos se les p a -
trasladarse á Inglaterra, por no serle posible cificó y se les convenció á marchar, guiados
permanecer en Portugal, con motivo de las por Rodil y á su lado el sargento García.
reiteradas gestiones del gobierno de España Al dia siguiente salieron las regias personas,
para su espulsiou. 'Vivió pobre y enfermo, Calatrava, Yigo, el embajador de Inglaterra
tanto en su residencia en Londres, como y el representante de Francia, pues Raineval
después en una aldea inmediata á Burdeos, falleció el dia anterior.
adonde se trasladó en 1830 ; y al volver á . En Torrelodoues alcanzó la familia real
su patria en 1834, nombrado ó repuesto en á la tropa, y exigió ésta que se detuviese la
abril de aquel año en su deslino de ministro Gobernadora para entrar juntos en Madrid,
del Tribunal Supremo, eran ya tan visibles ó que saliese sino á recibirlos: nuevo obstá-
los estragos causados por sus padecimientos, culo (pie se venció, y continuó tan humilla-
que pudiera pasar pt)r hombre mas que sep- da señora su ' i a g e , entrando en la corle á
tuagenario. las seis de la tarde, en medio de un silencio
Entonces se le nombró para reemplazar sepulcral, y á la vista de pocos curiosos.
á Islúriz. Al dia siguiente se celebró la proclama-
ción del nuevo código, con músicas, l u m i -
narias y funciones. La tranquilidad que
BEÜKESO DE LA CORTE Á MADRID. reinó en estas fiestas fué perturbada á poco
por la rivalidad de los guardias que habían
hecho la revolución en la Granja y los que,
XXXII. la contuvieron en Madrid. Eran eslos del
2.° ; tuvieron algunos soldados una reyerta
con otros del 4 . " , hicieron uso délos sables,
Calatrava, Rodil, Méndez Yigo y algún y en breve de los fusiles, encerrándose en
etro corrieron á la Granja para venir con la su cuartel. Se locó generala, so les sitió, se
corte; y al llegar al sitio y saberse que este cambiaron algunos balazos y se logró r e s t a -
último y Barrio Ayuso no formaban porte blecer el orden, si bien no se tranquilizaron
del ministerio, arrojó el sargento García la los ánimos.
Gaceta cslraordinana que lo anunciaba, di- Rabia personas interesadas en que asi
ciendo: no sucediera.
«Yo no sé cómo la tropa lomará tal dis-
posición, porque eso de que habiendo hecho
EL MINISTERIO CALATRAVA.
nosolros la revolución, quieran enmendarnos
la plana los de Madrid; eso no ha de ser.»
Acompañó en seguida á Calatrava y Ro- XXXIII.
dil á palacio, manifestando en el camino sus
deseos de ser capitán, lo cual parece que El primer cuidado del gobierno era la
le ofrecieron, interesándole para que c o n - convocatoria de cortes, que puso á la firma
PROVIDENCIAS DEL MINISTERIO.

de la Gobernadora el 2 1 , y se publicó el '22 le cuando al empezar á formarse se puso


con un manifiesto que S. M. dirigía á los frente á frente de un partido grande por el
españoles (1), con el cual esperaba funda- número de sus adeptos, y poderoso por su
damente inspirar la confianza que parecía audacia, por su valentía y por su p o p u l a n -
perdida en algunos. Con franco lenguaje do. Con doctrinas lisonjeras á las masas, era
so mostraba Cristina constitucional, esperan- falla c i c l a d o político declararse enemigo de
do que esta ley política fuera una prenda tal partido, sin prescnlar una bandera que fue-
de unión y d e concordia, la mas firme y , ra seguida también porel pueblo. Pero el par-
sagrada. j tido moderado ha desdeñado su concurso, ha
El gabinete no estaba aun completo , y ' querido mas el d é l a aristocracia, el de las
andando el tiempo se constituyó en la forma ; clases acomodadas y el del ejército. E s c r i -
siguiente: Calalrava, Estado con la p r e s i - l biendo en su bandera ilustración, inteligen-
ciencia; Gil de la C u a d r a , Gobernación, y ! cia, quería agrupar en torno de ella todas
don Joaquín María Ferrer, Hacienda: luego las capacidades, y halagaba auna juventud
entró en este deparlamento don Mariano que soñaba entonces con Bruto y Scévola,
Egea, Rodil en Guerra y clon José Landero ' y no quería someter su talento al lecho de
y ""Corchado en el de Gracia y Justicia ; y j Procusto en que le encerraban las ideas m o -
en 11 de setiembre se encargó á Mendiza- | d e r a d a s .
bal la cartera de Hacienda , á don Joaquín Los exaltados halagaban á esta juventud
María López la de Gobernación , y Gil de aunque la cultivaban poco; y los que d e -
la Cuadra pasó á Marina. j hieran haberse divorciado de unos y oíros,
Desde luego se nota que los hombre? ya para no identificarse con sus errores y preo-
antiguos, trataban de interesar á los que les j capaciones, siguieron supeditados, h a c i c n -
acusaban de apegados á gastadas tradicio- ; dose asi cómplices de su prestigio, y l a s t i -
nes; pero temían aquellos el elemento nuevo mando al país que después de los m o d e r a -
que descollaba y apenas le daban participa- dos no veía mas que los exaltados, después
ción en el mando. Mendizabal y López, ó de los exaltados mas que los moderados, y
mas bien este último, eran los ministros de después de unos y otros los carlistas.
esperanzas. Se tenian grandes en Calalra- Asi qué, la revolución que acabamos de
va; se reconocia su capacidad, pero ya se le detallar no fué mas qne el triunfo de unos
había visto en el poder en 1 8 2 3 , y aunque hombres sobre otros, y para establecer un
las circunstancias fueron entonces superio- | código defectuoso, para resucitar una a n t i -
res á los hombres, es evidente que pudo g u a l l a . Como si la nueva generación no t u -
aquel ministerio haber hecho mas del'o que viera oirás exigencias.
hizo ¡pero cuan pocos ministerios han s a - Asi lo comprendía la opinión pública li-
bido sobreponerse á las circunstancias! beral, y ella empujo al gobierno, y le hizo
irse mostrando á la altura de las exigencias
haciéndole adoptar algunas medidas de ver-
POLÍTICA DEL MINISTERIO CALATRAVA. dadera utilidad entre otras inoportunas.
De lodos modos, el gobierno, antes que
nacional se mostró de partido, y en esto
XXXIV. desconocía lastimosamente su misión.

Es evidente, como ya se ha dicho, que PROVIDENCIAS DEL MINISTERIO.


la revolución de 183(5 no luvo la esponta-
neidad de la de 1 8 3 5 . En esla se alzó el
pueblo entusiasta y se contentó con derribar XXXV.
á un hombre, en la de 1836 derribó perso-
nas é instituciones, y la revolución, sin e m -
bargo, fué el fruto ele u n . complot, de una El ministerio comenzó devolviendo las
conspiración en la que no escaseó el d i - armas á los nacionales de Madrid, levantan-
nero. do el estado de sitio, destituyendo á las au-
El partido moderado debió haber pre- toridades y á gran número de empleados,
reemplazándoles con los que á su vez fue-
visto estas consecuencias, y erró torpemen- ron destituidos por el ministerio anterior, y
te) Véaso documento mím. 54. adoptando disposiciones de esla naturaleza,
312 HISTORIA DE LA GUERRA CIVIL.

Cuestión de personas es siempre achaque ban la libertad, el progreso, la civilización?


de nuestros partidos.. • j Por lo mismo que nos interesa su t r i u n -
El código nuevamente aclamado, que I fo, nos conduelen estos yerros de los hombres
se presentaba como bandera de unión, dejó ] que aun no han aprendido á ser como se p r o -
de serlo desde el momento que el gobierno claman, los apóstoles de una nueva época
se hizo de partido, y ocasionó ó consintió el de regeneración política. Mentidos defenso-
ostracismo de multitud de españoles, entre res de unas instituciones que inculcan, y
los que se contaban los duques de Osuna, que si las comprenden pronunciando dis-
Veraguas, Rivas y San Carlos, el conde de cursos de oposición, las olvidan cuando se les
Toreno, el marqués de Miradores, Islúriz y llama á practicar aquellos mismos principios
otros que tuvieron que sustraerse por temor que defendieron con elocuencia y profana-
á los vencedores. El gobierno comenzaba ya ron con sacrilega torpeza.
á crearse temibles enemigos, porque no h a - Los despatriados rio habían sido juzga-
bían de querer á quien les impedia aun vi- dos por tribunal alguno, y la opinion públi-
vir, tranquilos en sus casas. ca no acusaba sus actos, sino sus ideas. ¿Y
Pero si esto era desfavorable al nuevo qué partido verdaderamente liberal c o n d e -
poder, las cuestiones que ya se le presenta- na de tal modo las ideas de su contrario?
ban y tenia que resolver eran difíciles y p e - La secuestración decretada era, pues
ligrosas. antipolítica, injusta, despótica.
Convocadas las corles comohemos visto, No calificaremos asi la secuestración de
y justificada la revolución, porque todas las los bienes de don Carlos y de- los que le r o -
que triunfan se justifican, se halló el gobier- deaban, porque estos se habían declarado
no'con un código que infringía las leyes vi- enemigos; tenían las armas en la mano, se
gentes ó ellas le infringían. Unas y otro eran batían y causaban males que todo el p r o -
incompatibles, y aquel gobierno, hijo de la ducto de sus bienes no era bastante á r e p a -
revolución, ó no la comprendió ó fué débil; rar. Fuerte era tsmbien la medida, pero la
contemporizó con todo lo que exislia, y puede disculparla necesidad, que es una ley
fluctuando siempre en su marcha, como suprema. Y esta misma determinación ha-
fluctúa el que no signe un camino recio, y cia resaltar la que anteriormente hemos c e n -
sin saber donde pararía, gobernó sin plan ni surado, porque se igualaba, casi se conside-
concierto. Unas veces desempolvaba a n t i - raba enemigos del mismo género á los que
guas leyes, otras las revocaba c iba legislan- combatían bajo los pendones de don Carlos
do conforme la necesidad lo requería. que á los que no dejaban de aclamar á I s a -
Es verdad que se encontraba con un bel II.
edificio desplomado y que no era al minis- Siguiendo el gobierno en su sistema de
terio al que competía reconstruirle, sino á rigorismo, exije que los vecinos pudientes
las cortes; pero debia allanarlas el camino, abandonasen los pueblos de su residencia a l a
y ya que era un gobierno revolucionario, aproximación de los carlistas, procesándoles
debia comprender su misión y desempeñarla si no como desleales; q u e d e las contribucio-
valiente. nes que exíjiesen los carlistas en las poblacio-
Sin duda creyó mostrarse tal con el de- nes fuesen indemnizados los leales por lo
creto de 16 de setiembre refrendado por el que pagasen con esceso á costa de los c o n -
ministro de la Gobernación, y en el que se tribuyentes agraciados por aquellos, que
mandaba secuestrar los bienes de los que también habían de resarcir á los anteriores
habían marchado al estrangero sin licencia, los daños y pérdidas que por incendios, r o -
pasaporte ó autorización del gobierno d e s - bos ú otras causas se les ocasionasen. Si los
pués del 15 de agosto. Este rigor, r e - leales fuesen muertos por los invasores, los
cordaba el de hombres de un partido que se sospechosos quedaban obligados á mantener
llamaba también liberal, y que, estaba inte- sus familias; se hacia responsables á los p a -
resado en la derrota d é l o s carlistas.¿Y qué dres de la conducta de sus hijos, y por este
demostraba? que el gobierno se rebajaba al estilo se establecia una nueva legislación
nivel de un partido, que se hacia instrumen- tan absurda como impracticable, debiéndo-
to de sus debilidades, de sus errores. ¿Y se á esto último el no tener que lamentar
era este el gobierno que proclamaba la unión, tantos males como los causados por los mis-
que había de regenerar el país? ¿era éste el mos carlistas, que no tenían otra norma de
gobierno constitucional? ¿era éste el gobier- su conducta que el capricho, á impulso del
no erigido sobre el pavés de Jos que aclama- I cual obraban.
MEDIDAS ADMINISTRATIVAS. 313

Y en eslo se entretenía el gobierno cuan- dejase libres para el activo servicio de cam-
do todo estaba aun por hacer, y creia tam- paña á todas las demás tropas. Mientras se
bién que asi hacia la guerra á los carlistas, formaba este ejército para cubrir desde lue-
cuando á haberse practicado tales disposi- go su servicio llevándose á efecto el pensa-
ciones hubiera hecho mas enemigos á I s a - miento acordado, se decretó la movilización
bel I I , porque habría lanzado á las lilas con- general por seis meses, plazo que se conside-
trarias á los que hasta entonces no habian raba bastante para poder disponer de los
tenido valor para hacerlo. quintos, de lodos los nacionales solteros y
viudos sin hijos, de diez y ocho á cuarenta
años de edad, organizándolos en batallones
MEDIDAS ADMINISTRATIVAS. y escuadrones, para marchar inmediatamen-
te á los punios á donde se les desuñase.
Demasiado exigir era eslo de los nacio-
XXXYI. nales, pues si bien en algunos pueblos h a -
d a n tanto ó mas que la tropa, porque guar-
necían la población, hacían salidas contra
Una gran parte del clero seguía m o s - los carlistas y se batían, alejándose por m u -
trándose desafecto al sistema liberal, y por chos dias de sus casas, en la mayor parte
consiguiente á las reformas, y el gobierno, de las poblaciones, esta movilización era ir-
cualquiera que fuese, siendo contrario á los realizable y disgustó á muchos, modificando
carlistas, no podia menos de atacar en sus el ministerio su determinación, y permitien-
providencias á una clase que los escesos de do libertarse de lan penoso servicio al nacio-
algunos amenguaban por el pronto su pres- nal de infantería que entregase 1,500 r e a -
tigio. Por eslo so mandaron ocupar las tem- les, y 2,000 si era de caballería. Mas eslo
poralidades de los prelados y eclesiásticos era un privilegio para los ricos que r e d u n -
separados por desafectos, y de los que estu- daba en perjuicio de los pobres.
viesen en el cslrangero; se creó una c o m i - Lo mismo sucedía respecto á la quinta,
sión que se ocupara de proponer el arreglo cuya suerte se redimía con dinero. Pero de
que conviniese introducir en el sistema de esíe modo se conseguían hombres y r e c u r -
diezmos y primicias, contribución que se sos.
consideraba onerosa á la agricultura, y se Mas ni los hombres eran bástanles por
amenazó con desterrar del reino y ocupar que eran muchas las redenciones, ni los r e -
sus temporalidades á cualquier prelado d i o - cursos suficientes á sacar á la hacienda del
cesano que confiriese órdenes mayores á un eslado de penuria en que se encontraba. La
español óeslrangero domiciliado en España. guerra empobrecía, asolaba el país, y hacia
Esto en cuanto á las personas, que la imposible el establecimiento de nuevas con-
parle inmueble fué también objeto de refor- tribuciones, porque ni aun las establecidas
mas. Suprimidas las comunidades religiosas, se cobraban a! corriente; los desórdenes po-
sobraban los edilicios y cnanto contenían, y líticos desprestigiaban el crédito para con el
para sacar recursos que desahogaran el e r a - e s t n n g c r o , que lemia realizar operación a l -
rio, se pusieron en venta los monasterios y guna á noser con onerosas condiciones. La h a -
conventos suprimidos, las campanas, alha- cienda ensuparteadminislraliva era un caos,
jas, muebles, y todos sus enseres, cuyo pro- y las juntas le hicieron mayor con sus p r o -
ducto no correspondió á lo que se había e s - videncias desacertadas, y aumentaron la
perado, merced al abuso de algunos de sus penuria, reduciendo unos impuestos y s u -
guardadores. Ademas, el estado de la po- primiendo otros.
lítica y el de la guerra , ahuyentaba á los El gobierno se veía por consiguiente im-
compradores, y solo á muy bajo precio y posibilitado de hacer frente á sus obligacio-
con gran facilidad para el pago, se fueron nes, pues calculadas se encontró con que no
vendiendo fincas que valían cien veces mas bajaria el déficit del tesoro de 3 0 0 . 0 0 0 , 0 0 0
que lo que por ellas se daba. de reales sin contar con los anteriores. S o -
Se proporcionó sin embargo algún dinero; lo los intereses de la deuda pública inte-
pero no era esto solo bastante para terminar rior y esterior que debían satisfacerse en
la guerra; se necesitaban hombres, y se octubre y noviembre ascendían á 100 m i -
decretó una quinta de cincuenta mil p a - llones.
ra formar un ejercito de reserva, que c u - Para salir de tan crítica situación se p i -
briendo las guarniciones y acantonamientos dió á la nación un anticipo de 2 0 0 . 0 0 0 , 0 0 0
TOMO m . 40
514 HISTORIA DE LA GUERRA CIVIL.

de reales, al 5 por LOO de interés anual, i


pagadero por cuartas partes desde 1.° d e j
octubre á 1.° de enero, y reintegrables:) APERTURA DE LAS CORTES.
también por cuartas partes desde 1 8 3 7 ;
á 1 8 4 0 , y por medio de unos pagaré del te-
soro, admisibles en pago de todas las contri- XXXVII.
buciones.
Bastante aliviaba esto la situación del
gobierno, quien para mejorarla y satisfacer El 24 de octubre se abrieron las cortes
á las juntas revolucionarias délas provincias, ante las que leyó S. M. el acostumbrado dis-
que eran un obstáculo para la organización curso (1) de apertura. Todos los liberales es-
administrativa, pero que eran un poder, peraban con ansiedad este d i a , como el que
dispuso se asociasen á las diputaciones p r o - inauguraba una nueva época que se creía
vinciales y constituyesen comisiones de a r - de relie d a d ; pues no fallaban motivos para
mamento y defensa, encargadas da propor- fundar lisongeras esperanzas en la mayor
cionar todos los medios y recursos estraor- parle de los diputados. Y era grande su
dinarios sin tocar á las contribuciones y misión: iban á reformar el código político,
rentas del Estado, para c o a d y u v a r á los d e - á dar nuevas leyes al pais, á construir el
seos del gobierno, y conseguir la destruc- edificio administrativo de entre desordena-
ción de los carlistas. das ruinas, y á regenerar la nación s a c á n -
Grandes eran las atribuciones que se les dola del caos. ¡Sublime cspecláculo! La
concedian; pero eran bijas de la necesidad reina Gobernadora, rodeada con todo el
y de un gobierno revolucionario que no p o - prestigio de la magestad, y colocada en ele-
dia atender mas que á salvarse salvando la vado trono, se presentaba á dar cuenta á
causa liberal. los representantes de la nación, á los ciuda-
Mandó activar la venta de bienes nacio- danos, que confundidos entre los bancos
nales, orear juntas en las provincias para la oian sus palabras con silencioso respeto, é
venta de edificios que sirvieron de c o n v e n - iban á ser jueces arbitros, sino de la con-
ios y monasterios, se rebajaron los sueldos y duela de la reina, porque era inviolable, de
haberos de los empleados para atender á los la de sus consejeros responsables, de los
gastos de la guerra, y relevarles de la o b l i - secretarios de su confianza. Alli, rodeada la
gación de pagar los donativos ofrecidos v o - reina de su pueblo, demandaba su ayuda
luntariamente desde el año anterior, y se pidiendo consejo para gobernar, recursos
fueron arbitrando recursos que eran la p r i - para adminislar, hombres para combatir, y
mera necesidad. unidos todos para conjurar los peligros que
El gobierno, acertado algunas veces, y amenazaban al Irono y á las insti liciones
desacertado otras, fluctuando en su misma salvar uno y otras por esa sublime armonía
marcha polilica, pues tan pronto parecía s u - del monarca y el pueblo, que pareciendo tan
peditarse á las exigencias de los exaltados, fácil, es el problema político de la sociedad
como se le veia comprimiéndoles; si para moderna. Magnífica fraternidad que hace
algunos hizo bastante, para otros nada que de las naciones una familia por la ayuda y
conlribuyera á arreglar la administración; el amor que se dispensan ambos poderes.
hizo, sin embargo, frente á tantos peligros Sin abdicar el pueblo de sus derechos ni el
como le rodeaban. Reunidas las corles, á soberano de su d i g n i d a d , uno y otro p u e -
ellas locaba organizar el pais y acordar lo den acercarse, y juntos pueden hacer su
mas conveniente para la terminación de la propia felicidad que lo es de la nación. En-
guerra, que se iba presentando en mal esta- tonces, como ahora y como siempre, todos
do para los liberales. la buscan, todos la anhelan y está su desgra-
cia en no acertar con los medios, y si h a -
llan estos no encuentran los h o m b r e s : t e r -
rible suplicio que no tiene igual en la f á -
bula.

El discurso de la corona, que leyó á las


cortes la reina Gobernadora ponia bien de
manifiesto, enmedio de sus estudiadas y li-

(1) Véase el documento núm. 58.


SITUACIÓN POLITICA DEL PAÍS. 315

songeras frases, las angustias del gobierno, i


la deplorable situación del pais, y los peli-
gros que corrían las instituciones. De las SITUACIÓN POLÍTICA DEL P A I S .
potencias estrangeras, solo la Gran B r e -
taña auxiliaba eficazmente la revolución.
La Francia cumplía con tibieza y de mala XXXVIII.
gana las obligaciones que le imponía el tra-
tado de la cuádruple alianza, y hasta se ha-
bía negado abiertamente á llevar á cabo Ocurrida el mismo dia precisamente de
disposiciones recientes para ensanchar el la apertura de las Cortes constituyentes, la
círculo de su cooperación. Portugal r e c l a -pérdida de Almadén, asi que Madrid la su-
maba su legión, que necesitaba para defen- p o , estalló el disgusto de todos por el c r e -
der en su propio pais el orden constitucio- ciente malestar de las operaciones militares.
nal, amenazado también allí por la exagera- Increpó la opinión , y censuró la prensa la
ción. Algunas de las potencias que no habían conducta de los generales á quienes estaba
reconocido los derechos de Isabel II, acaba- encomendada la persecución de Gómez, y
ban de retirar de Madrid sus legaciones, y que contando con fuerzas muy superiores
el gabinete de Sicilia habia dado tales mues- en número y calidad,' no habían dado a l -
tras de hostilidad , que el mismo gobierno cance á la espedicion después de la jornada
español tuvo que anticiparse á los deseos de de Villarobledo, ni evitado la entrega de
aquel gabinete, haciendo salir á su e n c a r - una población importante y la de sus d e -
gado de negocios. En el interior, las faccio- fensores en ella refugiados, no obstante ha-
nes recorrían y asolaban el pais; el déficit berse defendido dia y medio contra todas
de la hacienda era espantoso á causa de la las aguerridas huestes enemigas, dejando,
revolución y de medidas absurdas é intem- aunque bisónos, bien puesta su reputación.
pestivas; todas las rentas estaban e m p e ñ a -
Los diputados que venían de las p r o v i n -
das; por primera vez había sido preciso de- cias, intérpretes del sentimiento que las
jar de pagar los intereses de la deuda; ago- dominaba, manifestaron su oposición al go-
tadas, en fin, todas las fuentes de la rique- bierno , y le hicieron, y el pais le hizo res-
za pública, el ministerio habia tenido, des- ponsable de eslos descalabros, culpándole
de el primer dia de su instalación, que so- ademas de la falla de previsión, de a c t i v i -
breponerse á las leyes. dad y de energía, que se dejaba conocer
Tal era la situación que bosquejaba el desde luego en las disposiciones de sus
discurso de la corona. Nada, empero, que generales.
pudiese mejorarla se ofrecía en este docu- El mal era g r a v e , y urgente su reme-
mento; el ministerio se ponía á merced de dio. Instalado el congreso, creyó de su d e -
las corles. De ellas, decia él, lo esperaba b e r , ante la debilidad y desaciertos del
todo, y abdicando su poder, su iniciativa, ministerio, hacer uso de sus atribuciones
su influencia, se entregaba ciegamente á la soberanas, ingiriéndose en las del poder,
voluntad omnipotente de los representantes tan mal ejercidas. La causa pública r e c l a -
del pais. «Vuestras decisiones, (decian los maba medidas eslraordinarias, y la misión
ministros por boca de la reina) serán sin du- de la nueva asamblea no tenia límites. Fun-
da conformes con la urgencia y gravedad dada en estas consideraciones, acordó en
de las circunslancias, y en los medios que una de sus primeras se.iones nombrar una
proporcionéis á mi gobierno, y en las medi- comisión de nueve diputados que propusie-
das fuertes y enérgicas que toméis, está c i - se á la posible brevedad los medios de t e r -
frada la confianza de terminar esta lastimo- minar la guerra que destrozaba el pais, y
sa guerra civil, primer anhelo y necesidad amenazaba seriamente el trono constitucio-
primera del pueblo español, que todo lo e s - nal, compuesta de los señores Olózaga, Ca-
pera de vosotros.» ballero, García Carrasco, Cardero, Arrieta,
Fernandez, Alejo, Arana, y Gil (don Pedro).
Propuso sin demora ( 1 ) , y las cortes fue-
ron sucesivamente aprobando algunas medi-

(1) Leyóse el dictamen de la comisión en


lo sesión del?, de noviembre y una adición en
la del 9.
№ HISTORIA DE LA GUER R A CIVIL.

das, encaminadas por lo general á confir­ época de su mando, y prestando, y el b r i ­


mar, ampliar ó modificar las ya adoptadas gadier déla legion portuguesa, Borso di Car­
por el ministerio antes de abrirse la legisla­ minati, servicios señalados á la causa que la
tura para aumentar los recursos de hombres nación sostenía. En su tiempo no contaron
y dinero, para sofocar las conspiraciones los rebeldes de Aragón y de Valencia las
contra el orden de cosas establecido, para ventajas que en oíros.
perseguir á los enemigos de la Constitución, En Cataluña se habían organizado sus
y para premiar con mayor ó menor l a r g u e ­ temibles bandas, bajo la dirección de M a ­
za á sus defensores. Mas como esto por roto, y aunque balido en Llusanés y San
una parte no llenase los deseos de los ad­ Quirse por el brigadier Ayerbe, y refu­
versarios del ministerio que lenian interés giado en Francia en fuerza de su despresti­
y moslraban empeño en que el congreso se gio, lejos de desalentarse aquellos intrépi­
pronunciase decididamente contra los se­ dos partidarios, cobraron nuevos brios, y
cretarios del despacho, ni bastase por otra volvíó la guerra á tomar en aquellas p r o ­
á calmar la ansiedad pública, presentóse en vincias el carácter de brigandage y feroci­
la sesión del 31 de octubre una proposición dad que antes tenia, protegida por los h a b i ­
de ocho diputados, que fué aprobada en el tantes de la alta montaña, y á inspirar con
acto, y cuyo objeto era se hiciese compare­ la muerte de Mina recelos graves, á pesar
cer ante la representación nacional á los del brio y actividad de Gurrea y otros g e ­
miembros del gabinete para dar cuenta del fes no menos valientes y esforzados que
estado de la guerra. Ayerbe.
Esta no presentaba por entonces lisonje­ Eslendida entonces, como hemos visto,
ro aspecto. En el N o r t e , sin embargo, no á las provincia mas pacíficas del reino, la
iban mal las cosas, gracias á Espartero, guerra inspiraba entonces vivísimas inquie­
enfermo á la sazón, y á pesar de lo (pie l a r ­ tudes á los amantes del triunfo de la causa
dó en poderse hacer cargo del mando en liberal, y el incremento de sus males afli­
gefe del ejército, por efecto de las dolencias gía mas al país.
que le habían imposibilitado igualmente con Llamados los ministros á las corles p a ­
tinuar la persecución de Gómez. Oráa seguic ra dar cuenta del estado de las operaciones
las inspiraciones de su gefe, y ya hemos militares, comparecieron ante ellas el 1.° de
dicho que anles de ser separado el general noviembre. Camba, encargado del d e p a r ­
don Pedro Méndez Vigo en quien, como tamento del ramo en ausencia de Rodil,
mas antiguo, había resignado Córdoba el procuró tranquilizar los ánimos paliando el
mando, desconfiando de su lealtad el minis­ estado de las cosas, y disculpando lo m e ­
terio Calatrava, le hizo después salir de Ma­ jor que pudo á los generales de cuantos
drid por sospechas de que estuviese c o m ­ cargos se les hacían. Fuertes, empero, y á
plicado en las maquinaciones del partido los cuales era imposible contestar satisfacto­
ullra­revolucionario, é Iribarren había feste­ riamente , se los dirigieron al ministerio los
jado la proclamación por sus soldados del diputados Rodriguez Leal, Caballero, y
código de Cádiz, con la victoria señalada otros, llegando á acusarle de inhábil para
de Lodosa. Treinta y un días había dirigido gobernar. Arrancando con sus palabras vi­
Oráa los bravos del Norte, y en ellos h a ­ vos aplausos de la tribuna pública, avanzó
bía sostenido con ventaja dos encuentros, Monloya á decir que «el general Rodil, co­
y dado (el 14 de setiembre) la batalla mo ministro de la Guerra, no debía r e s p o n ­
de Monlejurra. La espedicion de Sanz h a ­ der de su conducta con menos que con la
bía repasado el Ebro, merced á la mala cabeza.» Pero la elocuencia tribunicia del
fortuna ó dirección del mariscal de cam­ ministro de la Gobernación de S. M., Lopez,
po don J osé María Peón, á quien Espar­ y el apoyo q u e , en diputados tan influyen­
tero encargó su destrucción con fuerzas tes como Arguelles y Olózaga, encontró
bástanles, y que fué por ello procesado. aquella vez el ministerio, le salvaron de
Hernani, por último, habia sido tipo el 8 de una derrota estrepitosa, haciendo que al
octubre, del valor de unos y otros españo­ segundo dia de la discusión , se declarase
les, de la sangre fría de los soldados i n g l e ­ terminada esta, y se procediese á votación,
ses. que le fué favorable, absolviéndole sesenta
y cuatro votos y condenándole treinta y dos.
En el centro mandaba el decidido don
Evaristo San Miguel, distinguiéndose, á p e ­ Muy mal parado en el d e b a t e , no lo
sar de la escasez de aquel ejército, en la quedó mejor el gobierno en la votación,
SITUACIÓN POLÍTICA DEL PAÍS. 317

porque ni fueron satisfactorios sus d e s c a r - da bulas á sus obispos é inquisidores, y


gos, ni grande la esperanza de mejor d i - para colmo de vilipendio reliene y d e s p r e -
rección á los negocios públicos, ni cedió cia las preces para las del primado de E s -
en sus ataques la prensa, eco fiel por aquel paña, presentado por la Gobernadora. ¡Qué
tiempo del sentir general. Furiosa había sU vergüenza! El estado de abyección y de
do su embestida por la desgracia de Alma- envilecimiento do la España estaba reserva-
d e n , á cuyo causante, no solo calificó de do para el reinado de Isabel, para la r e -
inepto, sino de traidor, lo cual era una gencia de su augusta madre , y para la
calumnia. E x a g ' r a n d o la gravedad d é l a constitución proclamada.»
situación, dio el grito de alarma por la Después de lamentarse olro periódico de
seguridad d é l a capital, y exaltó los áni- las complicaciones de nuestros asuntos en
mos. «Por último, (decía un periódico), el eslerior, «y ¿cuál es en medio de t o -
se apeló al único recurso que nos q u e - do eslo (decía), el aspecto que presentan
daba : se juró la Constitución y después las operaciones militares? El gobierno no
de mas de dos meses, ¿cómo estamos? Yo cesa de repetir con los generales e n c a r g a -
lo diré sin rebozo, aunque poseido de la dos de la persecución de los facciosos, que
desesperación, ¡peor que nunca! S i , peor estos deben únicamente á la fuga su e x i s -
que n u n c a , porque nuestro principal ene- tencia , y que no cuesta mas trabajo el d e s -
migo, la en un tiempo despreciable facción, truirlos que el que es preciso invertir en al-
reducida á las quebradas montañas de N a - canzarlos. Bien quisiéramos reconocer la
varra , y á la que el gobierno no sabemos esaclilud de este aserto, pues no consi-
si tenia lástima en destruir, ó interés en deraríamos entonces tan remoto el término
conservar, se ha hecho audaz y guerrera; de esta guerra funesta, ni nos afligiría, co-
acornóle increíbles empresas, logra cuanto mo nos aflige, el triste presentimiento de
se propone, pasea nuestras mejores provin- nuevos y cada vez mas horrorosos desastres.
cias, tala los campos, roba los ganados y Los niños de Ecija burlaron en efecto por
las casas, impone y recauda con descanso mucho tiempo, como dijo en las corles el
vergonzosas y considerables contribuciones señor ministro interino de la Guerra, los afa-
y hace sus marchas quieta y pacificamente, nes de una porción considerable de fuerzas
llevando consigo un inmenso bolín, fruto empleadas en perseguirlos; y un solo ladrón,
de sus rapiñas y saqueo. ¿Y nuestro valien- José María, logró también la misma impu-
te ejército? ¡oh rabia! nuestro ejército, el nidad durante un largo período. ¿Pero hay
mas decidido y numeroso acaso que tuvo ja- términos hábiles para comparar de buena fé
más Espartero, se halla reducido la mayor aquellas pequeñas partidas de bandoleros,
parte del tiempo á defenderse de la facción. que á favor de la protección debida al mie-
;Los héroes ya no atacan, se defienden de do inspirado por sus crímenes, desaparecían
los esclavos! lia corrido la sangre á torren- apenas eran vivamente perseguidas, con
tes, el pais so va aniquilando, mil ocasio- gruesos cuerpos facciosos, que son tropas
nes se han perdido de concluir con los c a r - mas ó menos regladas, que abandonan sus
listas , ¿ y ipié satisfacción se lia dado de la primitivas guaridas derramándose por loda
conduela observada por los gefes militares la Península, invaden grandes poblaciones,
depuestos por fallar á sus deberes? ¡Ay! la se apoderan, sitiándolos, de puntos fortifi-
satisfacción que siempre: ninguna. cados y bien guarnecidos, y después de ha-
ber recorrido una granestension del territo-
«Pues si volvemos la vista á nuestras
rio vuelven con mayores fuerzas y cargados
relaciones eslcriores, no hallaremos, en
de un rico y embarazoso bolín? Que en Ga-
verdad, motivos de tranquilizarnos. Las po-
licia, la .Mancha, Toledo, y otras provincias
tencias del Norte no reconocen á la reina
donde no son numerosas las facciones, e n -
legítima. Ñapóles se atreve á insidiar impu-
tretengan su persecución columnas mucho
nemente á los hijos de Pclayo en la persona
mas fuerles, sin dar grandes y prontos r e -
del representante de la nación, y declara
sultados, lo comprendemos fácilmente. A
que nada quiere con el gobierno de Isabel,
estas partidas sueltas nos parece muy a p l i -
liorna, la ciudad soberbia á cuyas puertas
cable, y en cnanto á ellas muy en su lugar,
casi llegó nuestro Virialo, cuando era tan
la observación del señor Camba; pero ¿ s u -
formidable, y sobre cuyas murallas se fija-
cede acaso lo mismo en Navarra y Aragón,
ron en época no tan antigua las escalas de
en Valencia y Cataluña, en Andalucía y Es-
nuestras tropas, esa Roma lambien nos i n -
Iremadura?
sulta : reconoce á don Carlos, consagra y
HISTORIA DE LA GUERRA CIVIL.

«Inmensas son las pérdidas que la ren- las desgracias, de todas las complicaciones,
dición de Almadén nos ha causado; ¿pero de todos los peligros.
pueden calcularse las que nos irrogará la in- Amante del trono el partido constitucio-
vasión de la leal y pacífica Estremadura cu- nal, faltóles tiempo á las cortes para p r e s e n -
yo suelo virgen hasla el présenle, huella ya tar á la Europa sus sentimientos m o n á r q u i -
la facciort navarro-aragonesa?» cos, y sin perder un solo día, fué sometida
También la sátira se cebó en los gober- á su deliberación una proposición de ochen-
nantes y generales. «Parece imposible, de- ta y seis diputados, redactada en estos t é r -
cía olra publicación, que después de haber minos: «Las cortes generales de la nación
asegurado Alaix que la horda rebelde no confirman á S. M. la reina Gobernadora el
volvería á pisar el suelo andaluz, se atreva título y la autoridad de tal durante la menor
todavía á llamarse andaluz el pais que tor- edad de su augusta hija doña Isabel II.»
na á incomodar. La disertación, vulgo parte Esta disposición, contraria en el fondo al
de Rodil, nos ha dejado plenamente satis- testo literal de la constitución que se a c a -
fechos. De ella sacamos en consecuencia, baba de jurar, la cual en ningún caso a d m i -
que juzgando lo mas importante el cubrir tía la regencia de una sola persona, lo e r a ,
la capital del reino, ha gastado en cubrirla en cuanlo á la forma de la presentación, al
el tiempo que necesitaba la persecución, reglamento de las corles, que prescribía
aguardando el peligro mas urgente , como ciertos trámites y formalidades para presen-
el que aguardaba eñ cueros la última moda; tar, discutir y aprobar bis proposiciones c u -
que como la ojeada de S. E . sobre la os- yo objeto fuese alterar algún artículo de la
tensión de Sierra Morena y la latitud de ¡ey fundamental; pero las cortes, prescin-
los dos flancos, fué sobre el m a p a , por diendo en su buen deseo de estas considera-
fuerza había de haber visto á los flancos si ciones importantes de legalidad, que procu-
hubieran andado por alli, en lugar de irse raban hacer vaier; idólatras d é l a misma al-
los muy brutos sobre el terreno; que ya que gunos diputados, y buscando en su carácter
S. E. no espera el azar de que habla, nos de constitucionales la autoridad que para
parece muy prudente que tampoco espere dar una muestra de adhesión a l a reina G o -
el azahar, porque va largo; que S. E . dice bernadora no les conferia la ley, tomaron
muy bien cuantío dice que no pretende en- en consideración dicha propuesta, y la apro-
comiar sus operaciones. En efecto, no hay baron el dia de doña Isabel, sin mas oposi-
por qué. Los encomios se los dejará á los de ción que la do seis votos.
allá. Por último, que nada hay que temer,
La oposición numerosa, y mas que n u -
una vez que S. E. se ha vuelto á constituir
merosa fucile por la calidad y bríos de sus
como dice, paralelo al centro del enemigo,
adalides, presentaba con frecuencia p r o p o -
lo cual no es ningún grano de anís.»
siciones, ora encaminadas á poner en tela de
Grave, gravísima, como era la situa- juicio algunos actos del ministerio, ora d i r i -
ción de la guerra, alta y notoriamente cour- gidas á imprimir mejor-dirección á los ne-
promelida por el ministerio , no era m e - gocios de la guerra. Figuraba en el número
nos triste la política. El partido constitu- de estas una, pidiendo que las corles n o m -
cional, dueño absoluto de la cosa pública, brasen diputados que fuesen al cuartel g e -
comenzaba á dividirse profundamente. Los neral de cada uno de los ejércitos de opera-
masones y los comuneros de 1822 habían ciones, con facultad de tomar cuantos dalos
reaparecido, aunque con distintos nombres juzgasen oportunos, á fin de tener á las cor-
é intentado restablecer las sociedades p a - les al corriente de cuanlo á estas fuese útil
trióticas, motivo de tanto escándalo, y orí y conveniente saber. Desechada, aunque
gen de lanío desorden en la anterior época por insignificante mayoría, esla moción, que
constitucional. nada tenia de origina! y que fue tan i n c o n -
El gobierno, prohibiendo estas reunio- veniente á la Francia republicana, no dejó
nes, y evitando oirás demostraciones popu- de tener algún punto de contacto con ella
lares en que él creia ver, y en efecto se la comisión que se confirió á Cardero cerca
descubrían síntomas de hostilidad, e x a - de Rodil y de que ya hemos hablado.
cerbaba contra él las pasiones políticas de El gobierno, enmedio de su victoria en
los liberales exagerados. Su administra- la cuestión ministerial, victoria en que tan-
ción era combatida como anticonstitucional ta parte cupo a la magnífica defensa del
y arbitraria; se le hacia responsable del mal purísimo López, gloria de la tribuna, y tan
estado de la guerra, se le acusaba de todas feliz en la palabra como desafortunado en
ORIGEN DE LA SOCIEDAD, ETC.

el arle de gobernar, luvo que transigir con dades y la milicia, que en unión de la tro-
la opinión pública por rehabilitarse un lanío pa'les sitió en su cuartel, les batió y rindió
con ella, y sacrificó al miembro del gabine- á discreción , y fueron fusilados tres de los
te, contra el que principalmente se dirigian sublevados en holocausto de la vindicta p ú -
todas las acusaciones. Consiguienlc á esta blica y de la sangre que derramaron ; no
determinación fué separado Rodil del minis- siéndolo los demás á quienes cupo tan d e s -
terio de la Guerra y del mando de la d i v i - graciada suerte por haber llegado á tiempo
sión de la Guardia Real, que á sus órdenes el indulto.
llevaba, y se dispuso fuese examinada con
arreglo á ordenanza su conduela militar des-
de el dia 20 de setiembre, en que tuvo l u -
ORIGEN' DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA DE J O -
gar la balalla de Yillarobledo. Dimitió al
mismo tiempo Camba, que no pndia soste- VELLANOS.
nerse en su puesto, como mas adelante.ve-
remos, y un brigadier, don Francisco Javier
Rodriguez Vera, ocupó inlorinamcnle en la XXXIX.
patria de los generales, la vacante que dejó
unaexhoneracion tan poco común.
Remendado, se puede decir, el ministe- Vencidos los moderados en la Granja,
rio, falto en su consecuencia, del vigor que trataron de ser á su vez vencedores, y como
dan los primeros dias de mando, y sin c o n - parecía estaban en moda entonces las socie-
tar con el apoyo del pais, no hizo, no podia dades secretas, la crearon también, m a n i -
hacer, grandes milagros. Gastado, ni aun tre- festando su necesidad en el siguiente preám-
gua le concedió la prensa, y no fué suficien- bulo, que precede al reglamento que publi-
te para su prestigio la tolerancia do las cor- camos igualmente,-por considerarle inédito,
tes en obviacion de mayores males. Habíase asi como el árbol sinóptico á que hace r e -
comprometido de hecho á salvar la.nave del ferencia.
Estado, toda vez que lejos de dimitir, se ha- "Ha llegado el dia de que lodos los e s -
bía defendido vigorosamente, y no había pañoles que lienen en algo el e n g r a n d e c i -
adquirido ciérrenlos para ello. La situación miento y la ventura de su patria, y conser-
era cada dia mas comprometida por las fal- van todavía algún sentimiento de su propia
tas del ministro depuesto, por las medidas dignidad, se reúnan denodados en torno del
p'jco meditadas en el ramo de hacienda, por orden y la libertad, y alzando valerosamen-
el disgusto del pais con los crecientes m a - te pendones contra el despotismo y la anar-
les, por la.desconfianza de los aliados y el quía, trabajen de consuno á salvar la i n d e -
desden de los que no habían reconocido á- pendencia de la corona, y reconstituir la
la reina, por el eslado, en fin, de desquicia- sociedad bajo los principios eternos de la
miento y de confusión á que en Madrid, y moral y de las leyes.
mas aun que en Madrid en el rosto d é l a «Rolos y d¡sueltos los vínculos que en-
Península, habia venido á parar, efecto n e - lazan áloshombres en sociedad; hollados
cesario de las revoluciones, todos los servi- todos los respetos mas sagrados de la c o n -
cios públicos, todas las dependencias del ciencia pública y de la autoridad; descono-
Eslado. cida y ultrajada impíamente hasta la mages-
Y como si no fuera bastante crítica la lad del solio; despedazado el Estado por el
situación del país y la del gobierno, se veía espíritu de proselitísmo y de bandería; m i -
asediado de continuo por noticias de pla- nado y socabado el gobierno patente por
nes de trastorno, y tales pormenores y se- las arterias de los gobiernos secretos; d e s -
guridades le dieron, que mandó proceder moralizados en consecuencia todos los ramos
á la prisión de don Benito Alejo de Gamin- de la administración pública; cómplice el
dez y de don José María de Orense, que mismo poder en sus dolos y dilapidaciones;
acudieron en queja á las corles represen- sin disciplina ni subordinación en el ejército;
lando haberse infringido en ellos la Cons- sin crédito en el estrangero; con la bancar-
titución. rota en el interior; el Pretendiente á las p u e r -
A los pocos d í a s , el 29 de noviembre tas de la. capital, y lodos los elementos d e
se subleva el segundo batallón del i . r e - disolución y de muerte en el Estado, tiempo
0

gimiento do la Guardia Real de infantería, es de que lomando la iniciativa moral de las


haciendo armas contra su coronel, autori- circunstancias, y reuniendo la mayor suma,
HISTORIA DE LA GUERRA CIVÍL.

posible de probidad, de energía y de tálen- , «Tiempo e s , pues, de-obrar, y de obrar


los, tratémoslos verdaderos españoles de . con verdadera decisión y consecuencia, h a -
conjurar los males que nos amagan y d e ciendo que los actos se conformen con las
arrojar para siempre del suelo español á esos doctrinas y la espada con la pluma. La m o -
nuevos Erostratos que buscan la inmortali- deración es un verdadero suicidio político
dad de sus nombres en las llamas de su cuando la salvación de los estados depende
patria. esclusivamente de un momento d e energía.
«Agotado enteramenteel sufrimiento y la Actividad, firmeza, sigilo y suma consecuen-
razón de las clases inteligentes, ricas é indus- cia entre las obras y las palabras, las medi-
triales, se ha creado la SOCIEDAD ESPAÑOLA DE das y las circunstancias: he aquí los medios
JOVELLANOS, con el laudable, y patriótico fin que para llevar á breve y feliz término la
de llevar á cabo tan grandiosa empresa. grande obra d e la regeneración social, m o -
Cuatro son las bases que forman el i m p o r - nárquica y gradualmente progresión d e la
tante objeto de su creación. España, ha adoptado la SOCIEDAD ESPAÑOLA
1." «Combatir á muerte el despotismo DE JOVELLANOS, tomando para el efecto por
representado por el Pretendiente á sus par- blanco d e su conducta: E s p a ñ a , Isabel I I ,
tidarios. orden, libertad y regencia de María Cristi-
2.
a
«Combatir igualmente la anarquía na, y por epígrafe de su empresa, doliéron-
representada por las sociedades secretas y te movebo.»
los ministerios que estas engendran.
3.
a
«Ilustrar al trono sobre su crítica po-
sición, y el caos en que quisieran envolverle
REGLAMENTO D E LA SOCIEDAD ESPAÑOLA D E
los ensayos intempestivos, imprudentes ó
exagerados de hombres empíricos, hipócri- JOVELLANOS.
tas ó alevosos.
«Finalmente, cuarta, acelerar la coopera-
ción eslrangera, concillando escrupulosa- Articulo 1.° La SOCIEDAD ESPAÑOLA DE
mente la digQidad e independencia de E s - JOVELLANOS se compone de todos los españo-
paña, con las leyes de la gratitud y los i n - les de conocida probidad , talento y fortuna
tereses políticos del Mediodía de Europa. que se proponen conjurar los males que ama-
«Tales son los objetos principales que gan al reino.
ocupan toda la atención de la SOCIEDAD E S - Art. 2 . ° El primordial y esclusivo o b -
PAÑOLA DE JOVELLANOS. Persuadida d e q u e la jeto de la Sociedad será combatir la violen-
salvación d é l a patria está vinculada actual- cia y la anarquía; asegurar el orden social,
mente á la adopción de prontas y enérgicas, la moral pública, las leyes sobre la sucesión
medidas, la Sociedad se propone resistir y á la corona, el trono de Isabel II, la r e g e n -
atacar de frente á los enemigos que c o m b a - cia de la reina Gobernadora y todas las
le, firmemente convencida de que no hay formas monárquicas representativas por
poder humano que prevalezca largo tiempo medio de un sistema de gobierno gradual y
conlra la alianza de la virtud, del saber y progresivo, conforme á los atrasos morales
de la fortuna. é intelectuales del pueblo español.
«No habiendo llegado todavía á doscien- Art. 3.° La Sociedad será auxiliar d e
tos individuos, diseminados en diez ó doce cualquiera administración que sea i n d e p e n -
puntos diferentes, todos los elementos de diente de las facciones y banderías secretas,
destrucción con que han contado hasta aho- que se proponga por blanco d e su conducta
ra el despotismo y la anarquía para destruir la observancia d e las leyes, el orden, la l i -
la libertad y el orden legal en España, ven- bertad y las mejoras para el bienestar del
cerlos será empresa fácil á pechos esforzados pueblo, y que asegure á todo trance la paz
y generosos, máxime cuando su ineptitud y de la nación, dando por garantes d e su pro-
cobardía se hallan consignadas en lodas las ceder la verdad y la justicia.
páginas de su historia, para mengua y e t e r - Art. 4.° La Sociedad es y será perpe-
no baldón d e una nación sesuda y pensado- tuamente enemiga irreconciliable del d e s -
ra, que confundiendo la locuacidad con el potismo y la anarquía, representados actual-
saber, y la cantidad de las palabras con la mente por el Pretendiente, las sociedades
calidad de las ideas, ha librado por un secretas y las consecuencias d e la s u b l e v a -
momento sus destinos ó hombres estériles y ción militar d e la Granja.
verdaderos charlatanes políticos. Art. 5.° El gobierno d e la SOCIEDAD
CUADRO SINÓPTICO DE LA ASOCIACIÓN SECRETA TITULADA, SOCIEDAD ESPAÑOLA DE .MÉLLANOS.

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i i i 1 I L.
OBJETO DE LA ENTILADA DE NAUVAEZ, ETC. 321

ESPAÑOLA BE JOVELLANOS se halla á cargo de JOVELLANOS no ha d e tener mas archivo que


un D S , que se ha cons- la memoria, será igualmente obligación de
tituido en Madrid, d e cuya existencia y lodos sus individuos enterarse bien de los
personas que le componen solo tienen idea artículos contenidos en este escrito, d e v o l -
ios asociados por las doctrinas que circula, viéndolo al D .. S por los m i s -
objeto que se propone y medidas que adopta mos conducios que lo han recibido.
para conseguirlo. Art. 1 4 . Aunque legítimo y legal el
Arl. 6.° La Sociedad está organizada objeto conservador de su instiluto, la Socie-
en ramas formadas de triángulos sucesivos, dad dirigirá por ahora sus larcas con el
que se van enlazando del modo que aparece mayor sigilo y discreción, en alencion á la
en el cuadro sinóptico, hasta completar gravedad de las circunstancias y al mejor
el número d e ciento veinte y siete indivi- éxito d e la empresa.
duos, si es posible, del cual no podrá pasar Art. I S . Deseando la Sociedad manifes-
sin conocimiento del D S tar en su denominación la moderación de
Art. 7 . ° El gefe d e cada rama, que es sus sentimientos patrióticos y principios p o -
el presidente del primer triángulo, recibe líticos, y tributar al mismo iiempo á la m e -
las instrucciones y comunicaciones del moria de uno de los españoles mas e m i n e n -
D S , por conduelo d e la per- tes d e la historia coetánea, el homenage. de
sona que le ha iniciado en la Sociedad, y su profunda gralilud y admiración, la S o -
por medio de la misma hace présenle á aquel ciedad adopta por su patrono al ilustre y
cuantas noticias importantes adquiera, y todo virtuoso don Gaspar Melchor de J o v e -
lo que crea conveniente comunicar. llanos, y se denominará en consecuencia
Art. 8.° El elegido para ser presidente SOCIEDAD ESPAÑOLA DE JOVELLANOS.
del primer triángulo de una rama, sa asocia Art. 1 6 . Todo el que se filie en la Socie-
desde luego de entre sus amigos los dos que dad ha de hacer la promesa siguiente: P r o -
le inspiran mas confianza, y considere mas meto por mi honor, de la manera mas sagra-
á propósito para conseguir los fines que se da y solemne, trabajar incesantemente h a s -
propone la Sociedad, ta destruir las huestes del Pretendiente y
Arl. 9.° Formado ya el triángulo debe defender los derechos d e Label I I , o b t e -
dar cuenla al D S , . de las dos niendo por término de la guerra civil la
personas que se ha asociado, con los n ú m e - consolidación de un gobierno representati-
ros que les correspondan, por conduelo de vo, moderado, que asegure sobre bases s ó -
las que les inició en la Sociedad, y en plie- lidas y estables la libertad legal. Prometo
go cerrado, para que todo individuo lenga igualmente cumplir con toda puntualidad y
la seguridad de que su nombre no es cono- exactitud las disposiciones del D
cido sino de la persona que le ha iniciado y S , encaminadas al fin que se propone
del D , el cual conserva estos n o m - la SOCIEDAD ESPAÑOLA DE JOVELLANOS.
bres d e un modo imposible que se descu- Prometo también no revelar ni ahora ni
bran. nunca la existencia de ningún individuo d e
Art. 1 0 . Todo individuo que forma la Sociedad. Si asi lo hiciere Dios me ayude,
triángulo da parte en la misma forma que y si no me lo demande.
se establece en el articulo anterior, d e los
dos que se asocia, á fin d e q u e el D
S tenga conocimiento de todas las
OBJETO D E L A ENTRADA D E NARVAEZ Y SU
personas que entran en la Sociedad.
Art. 1 1 . Todos los iniciados en la S O - BRIGADA E N MADRID.
CIEDAD ESPAÑOLA DE JOVELLANOS lienen o b l i -
gación d e cumplir las disposiciones del
D S , que se dará á conocer por
XL.
una. marca especial cuando lo crea c o n v e -
niente.
Art. 1 2 . También están obligados á dar
curso hasta que llegue el número á que se La Sociedad d e Jovellanos disponia un
dirige, á cualquiera comunicación del D . . . . , golpe seguro que la diera definitivamente
según el orden establecido, y vice-versa, el triunfo; y en sus preparativos procedió
las que llegasen á sus manos para el D con alguna mas reserva d e la quehabia usa-
Art. 1 3 . Como la SOCIEDAD ESPAÑOLA DE do hasta entonces.
TOMO I I I . 41
322 HISTORIA DE LA GUERRA CIVIL.

El gobierno sabia la existencia d e la al fin todo, s e dio orden ala brigada para
S o c i e d a d , y llegó á estar al corriente hasta que desfilara por d e l a n l e d e palacio, hallán-
d e s ú s d e l i b e r a c i o n e s , q u e le revelaba el dose al balcón S. M. con los ministros, q u e
coronel S . . . . u n o d e sus individuos á quien contemplaron el desfile d e unas Iropas q u e
el gefe político don Pió Pila. Pizarro tenia á traían un objeto q u e ignoraban, han ignora-
sus órdenes. Asislia aquel militar á casi do é ignoran aun algunos d e los q u e iban á
todas las junlas, y aunque s e mostraba e x a - ser sacrificados.
gerado en s u s ideas, no falló quien d e s c o n - No creían los gefes d e la b r i g a d a , visto
fiara de é l , é hiciera á otros partícipes d e el mal aspecto q u e presentó su plan, salir
sus recelos. de él c o n v i d a , pues no podían figurarse q u e
La b r i g a d a d e N a r v a e z , q u e s e mantuvo el gobierno ignorara lodo el proyecto, ó d e -
subordinada mientras s e pronunciaban otras jara al menos d e sospecharle. Asi q u e , l e s
por laConstilucion, fué la designada por los satisfizo el desenlace, si bien l e s i n c o m o d ó
jovellanislns para instrumento d e sus planes, la conducta q u e observaron a l g u n o s ó la
y p r e c e d i é n d o s e c o n gran sigilo s e e n l a b i a - mayor parle d e los q u e l e s comprometieron.
ron negociaciones con e l g e f e , q u e se d e c i -
d i ó á obrar para efectuar una reacción. Se
l e manifestó q u e tomaba parte en ella la REORGANIZA I.A HERA LA MILICIA NACIONAL.
reina G o b e r n a d o r a , q u e se encontraba sin
voluntad propia, y deseaba sacudir e l y u g o
q u e la impusieron en la Granja los soldados XLI.
d e la Guardia.
Hallábanse e n estos (ralos, c u a n d o Nar-
v a e z recibió la orden d e marchar á perse- La milicia n a c i o n a l , cuya historia está
guir á G ó m e z , y teniendo q u e pasar por unida á la d e la guerra y á la d e nueslra
cerca d e M a d r i d , s e dispuso entrara y s e revolución política, q u e era una d e las m a s
apoderase d e l o s ministros, (no faltando firmes columnas que sostenían el Irono d e
quien quisiera fusilarles), disolviese las cor- Isabel, q u e a b a n d o n a b a i s hogares y fami-
tes é hiciera la contrarevolucion. lia por correr á derramar su sangre c o m b a -
Preparado asi lodo, entra la brigada tiendo c o n los carlistas, q u e fué la única
Narvaez en e l Prado, se detiene y envia el guardadora y defensora d e muchos pueblos,
g e f e al q u e lo era d e estado mayor don A n - la milicia, en fin, q u e lan inmarcesibles l a u -
tonio R o s d e Oleno; á q u e viera á Cristina reles había conquistado é iba á conquistar
iara recibir sus ó r d e n e s , d i c i é n d o l e á S. M. aun e n Bilbao y otros punios, estaba á la
I a decisión en q u e v e n i a la brigada. Corre sazón lastimosamente d e s c u i d a d a , c u a n d o
á palacio el activo g e f e , y ve c o n sorpresa se puso á su frente al salvador d e Bilbao e n
q u e la Gobernadora se niega á recibirle. su primer sitio, al general don José Santos
Dudoso en el partido q u e lomaria, corre á de la Hera, nombrado inspector general d e
dar cuenta á N a r v a e z d e lo s u c e d i d o , y le la milicia nacional d e l reino, pues solo era
encuentra marchando hacia e l regio alcázar honorífico e l nombramiento d e Mina.
á la cabeza d e la Iropa. Le refiere el s u c e s o , D e fas cuarenta y n u e v e provincias e n
y contestando Narvaez c o n una interjección que s e d i v i d e la península, solo en veinte y
a e d e s p r e c i o , mandó hacer alio. cuatro existian cuerpos organizados d e m i -
En el ínterin, el gobierno, ignorando lo licia nacional, presentando un total e n s e -
q u e p a s a b a , corre á palacio al saber la i n - tiembre d e cienlo treinta y un batallones y
esperada enirada d e aquellas tropas, lo m a - diez e s c u a d r o n e s (1), hallándose e n cambio
nifiesta á la reina, y los deseos al mismo el considerable número d e d o s mil cuatro-
tiempo d e la b r i g a d a , espuestos por un ayu- cientas cuarenta y cuatro s e c c i o n e s d e i n -
dante, q u e pretendía lener el honor d e d e s - fanlería y trescientas diez y n u e v e d e c a b a -
filar por delante d e SS. MM. La Goberna- llería, dispersas y a i s l a d a s , sin instrucción
dora se niega á esta petición, d i c i e n d o q u e en mucha parte, sin e l mas pequeño punió
salieran d e Madrid por la puerta mas i n m e - de apoyo e n q u e poderse concentrar, caso
diata; mas los ministros, ó C a m b a , l a e s - i de tener q u e acudir á la defensa d e s u s h o -
pusieron que no negara aquel, favor á l o s ' g a r e s .
q u e tantas v e c e s se habían balido é iban á
batirse por ella; insislió Cristina en q u e (1) Véase el estado e n el documento n ú -
tendría q u e ponerse otro trage, y arreglado mero 3 6 .
ADMINISTRACIÓN CARLISTA. 323

En aquellos mismos dias la esperiencia designó un punto de reunión y defensa para


acreditó esta triste v e r d a d , demostrada lodos los milicianos del distrito. Asi, con
también antes en otros puntos, pues invadi- comandantes que los dirigiesen, y organiza-
da por Gómez la Andalucía, y á pesar del dos de una manera tan ventajosa, la milicia
buen espíritu público que en general a n i - nacional contribuyó poderosamente al buen
maba á sus habitantes, no teniendo cada éxito de la guerra.
sección de la milicia mas gefes que los a l - El activo inspector hizo en breve tiempo
caldes de cada, pueblo, iban parcialmente unservicioimporlante a l a causa liberal con
en muchos siendo víctimas estas secciones la reorganización de la fuerza ciudadana, y
de su desorganización misma, por no poder el gobierno se lo demostró asi en una real
presentar una resistencia imponente, que- orden que no podia ser mas lisonjera para La
dando espueslas á ser juguete del vencedor, Hera. Pero nada podia halagarle mas q u e
cayendo prisioneros los unos y no pudiendo los mismos estados de fuerza que p u b l i c a -
los otros lijarse en ningún sitio donde conte- mos en los números 38 y 39 del apéndice;
ner al enemigo. examínense, y ellos son las mejores pruebas
Tan lastimoso estado llamó la atención de lo que la milicia y el pais debieron al
del gobierno, y para dar un centro de inspector, sacrificado después á resentimien-
unión y de impulso se creó la inspección g e - tos personales que vengó un ministro en
neral y las sub-inspecciones de las provin- abril de 1837, relevando á La Hera del c a r -
cias, cuyas autoridades tuvieron que vencer go en que tan necesario se mostró. Asi lo
antes de llevar á cabo esta organización, in- manifestaron los subinspectores de toda Es-
finidad de obstáculos que se creian insupe- paña, en las comunicaciones con que se d e s -
rables. pidieron del gefe,á quien tanto debia la i n s -
La movilización y la quinta mandadas titución.
llevar á efecto al propio tiempo que se t r a -
taba de organizar y consolidar la milicia
ciudadana, dificultaron en muchos puntos ADMINISTRACIÓN CARLISTA.
que los ayuntamientos y las diputaciones
provinciales suministrasen oportunamente to-
dos los datos y noticias que se necesitaban. XLII.
Las incursiones de Gómez y otros caudillos,
y la guerra misma en que á la sazón se ha-
llaban muchas provincias, impedían también Si desordenada estaba la administración
verificar los alistamientos. liberal, no podia presentarse como modelo
A pesar de tantas dificultades, el g e n e -
la carlista, pues aunque entre estos no habia
ral La Hera supo vencerlas y dar á la mili- las sublevaciones que en el campo de sus
cia nacional en pocos meses una organiza- contrarios, no fué por falta de elementos,
ción compacta que la hizo respetable. En que sobraban, como se verá mas adelante,
lugar de esas pequeñas fracciones aisladas, sino porque preocupaba mas la guerra, por
formó de nuevo cuatrocientos cuarenta y que habia un poderoso enemigo común á
cinco batallones y ochenta y cuatro e s c u a -
quien interesaba antes que todo combatir,
drones, refundiendo en ellos lodas las p a r -
sí no para ganar terreno, para asegurar al
tidas sueltas; de forma que todas d e p e n d i e -
menos la posesión del que se ocupaba.
sen de un batallón ó escuadrón, que era La diferencia también del sistema políti-
siempre el mas próximo, protegiéndose asi co no hacia tan fáciles las sublevaciones, y
mutuamente en caso necesario. las hacia imposibles al pueblo la carencia
De este modo, en vez de los ciento trein-
de éste, porque todos los hombres que p o -
la y un batallones y diez escuadrones que dían manejar las armas, estaban en la guer-
existían cuando se encargó La llera de la r a . Mas si no eran ostensibles las s u b l e v a -
inspección general, quedaron organizados ciones, estaban en el ánimo de muchos y
en pocos meses quinientos setenta y seis b a -
existia esa guerra de camarillas, de intrigas,
tallones y cien escuadrones (1). que destruía reputaciones, derribaba gene-
rales y ministerios, y también asesinaba.
En cada provincia se formó una b r i g a -
da de milicia nacional á las órdenes de un Pero examinemos la administración ofi-
subinspector, y en cada partido judicial se cial haciendo de ella una pequeña reseña;
veamos como iban construyendo su- edificio
(1) Véase el estado documento número 37. administrativo, espongamos sus recurso»,
324 HISTORIA DE LA GUERRA CIVIL.

sus providencias, retratemos á los artífices migas: otra vez, el 9 de julio, en unión d e
de aquel engendro, y felices nosotros si su hermano el marqués de Villemur, t a m -
entregrados a nuestras propias fuerzas l o - bién oficial del regimiento de. Roban, a c u -
gramos en parte nuestro propósito do dar á chilló á un regimiento de dragones de caba-
conocer á los partidos liberal y carlista en llería francesa, haciéndole perder mas de
la guerra, en la administración y en la polí- doscientos hombres; salvó á la retaguardia,
tica. del ejército austríaco, y arrolló el mismo
dia á un batallón de granaderos que tenia
envuelto al regimiento franco de Odonell,
EL CONDE P E N N E DE VILLEMUR — S U S PRO- el cual sin esta circunstancia hubiese sido
prisionero. También se halló y tuvo una
VIDENCIAS ADMINISTRATIVAS.
parte muy activa en la batalla general de
Tas-Wangen, causando grave daño á los
franceses en su retirada sobre Saltzbak,
XLUI. después de la batalla de Wulzburg. A prin-
cipios del mes de setiembre del mismo año
hizo prisionero y se apoderó de un batallón
Nació el año de 1 7 6 1 , de noble y escla- enemigo á la salida de Anchaffembourg, sin
recida familia, que le proporcionó una edu- embargo que no contaba mas que con un
cación correspondiente á s u rango. escuadrón, á la cabeza del que se hallaba
Dedicado á la carrera militar, vino al cuando este suceso. En Kircberg combatió
servicio de España, entrando de cadete en admirablemente en la acción general dada
el regimiento de Flandes, infantería walona, para obligar al enemigo á que evacuase las
que ocupaba á Oran. En 1779 pasó con ciudades de Lunebourg y de Dielz, salvan-
real licencia al servicio de Francia, siendo do ademas en esta jornada á toda la artille-
al año nombrado cadete gentil-hombre del ría de campaña. Tan bizarros hechos, tanto
regimiento Dragones reales, en el que p e r - valor y pericia, supo premiar el emperador
maneció seis años, ganando el grado de a l - de Austria en ¡a campaña siguiente, que
férez en el regimiento de húsares de Ester - apreciando justamente el mérito y rango de
bazy. Su constante adhesion á los Borbones Villemur, le nombró su gentil-hombre de
le obligó á emigrar el año de 1 7 9 1 , reu- cámara.
niéndose á los principes en Coblenza. Cuan- Hechas en 1809 las paces entre la Fran-
do salió de Francia pertenecía ya á la clase cia y el Austria, el conde de Villemur, lue-
de teniente, y SS. AA. le confirieron el go que obtuvo permiso del emperador, vino
mismo año el nombramiento de gefe de los al servicio de España, y habiendo recibido
caballeros dragones de la Corona, con el el despacho de coronel de caballería, pasó
grado de teniente coronel. Durante los años al estado mayor del ejército de la izquierda
de 9 2 , 93 y 94 hizo su campaña el joven que operaba en Eslremadura, «batiéndose
militar á las órdenes del príncipe Conde, en el primer ataque á la cabeza de quinien-
el que le concedió la gracia de servir como tos hombres por espacio de doce horas,
voluntario en los húsares de Bocherny, que contríj tres mil franceses de infantería y
era una p a n e del ejército que guarnecía las seiscientos de caballería, sosteniendo con
orillas del Rhín, á las órdenes del conde rigor diez ó doce cargas que le dio el e n e -
Clerfait. En este tiempo se halló en el paso migo con la mayor decisión.» El valor y la
de Roez, en la batalla & Nervindo, en el serenidad que mostró en este ataque, le pro-
levantamiento del sitio de Maeslrich y en el porcionaron el empleo de brigadier de la
bloqueo de Conde. Concluida aquella c a m - caballería española. Hallóse Villemur en la
paña, el conde de Villctnur pasó al r e g i - gloriosa y encarnizada batalla de la A l b u e -
miento de Rohan, cuyo cuerpo quedó por ra, y la fortuna presentóle alli ocasión de
entonces al servicio de S. M. el emperador que mostrara sus dotes y pericia para la
de Austria: hallóse en la defensa de Gratz, guerra, y no fué en valde, porque habiendo
en la que peleó con valor y d e n u e d o . del logrado los lanceros polacos desordenar la
mismo modo que en la batalla de Mkenhír- división inglesa de Sluar, Villemur se d i s -
tren salvó en medio del mayor apuro un tinguió cargándola decididamente, y consi-
numeroso cuerpo de caballería que había guió después de tres cargas restablecer el
sido confiado á sus órdenes, atravesando orden. Nuevos servicios de señalado mérito
por el centro mismo de las columnas e n e - y ventajas debían proporcionarle nuevas
EL CONDE PENNB DE VILLEMUR. 325

recompensas, y obtuvo la promoción al em- consulta que el general en gefe hizo el 13,
pleo de mariscal de campo en 23 de junio relativa á que el número de esencíones del
de 1 8 1 1 , habiendo amenazado por aquel servicio personal se redujese á las mas
tiempo á Sevdla, ocupada por los franceses, indispensables, y teniendo présenle que e s -
y dislinguídose en la acción de Arroyo-Mo- tas hacían necesarias varias aclaraciones,
linos. El año 1813 contribuyó al glorioso resolvió, con el parecer de su asesor, que
resultado que tuvo la batalla de Vitoria, en solamenlese declarasen esentos del servicio,
virtud de la rapidez con que cargó al e n e - al hijo único de padre pobre sexagenario,
migo por uno de sus flancos. En 1816 fué que cuidara de su subsistencia, aun que tuvie-
ascendido á teniente general, y posterior- ra otros, si eran menores de catorce años, ó
mente Fernando VII le concedió los honores casados fuera de la casa paterna, ófinalmen-
de gentil-hombre de cámara. le, hermanas solteras; al hijo único de viu-
En 1823 fué denunciado como autor de da considerado en el caso anterior; al viudo
una conspiración realista, mas pudo librarse. con hijos menores de diez y seis años á quie-
A fines del mismo año fué nombrado nes mantuviera; al huérfano de padre y m a -
gobernador de la plaza de Barcelona, y dre que mantenía á sus hermanos menores
segundo cabo del principado de Cataluña, y de diez y seis años ó hermanas solteras, y
subinspector de voluntarios realistas de to- al mozo que leniab'enes propios y los m a n e -
das armas. jaba por sí mismo. En consecuencia, quería
Pasó á Navarra en febrero de 1834; le don Cárlos'que 1 ¡is juntas encargadas del ra-
nombró su presidente la junta gubernativa mo de esencíones, declarasen lascinco pro-
de Navarra, y don Carlos le envió el d e s - cedentes á todos los sugetosque tuviesen d e -
pacho decapitan general de Aragón, n o m - recho á ellas, aun cuando no hubiese en la
brándole ministro de laGuerra á su presen- provincia respectiva el competente número
tación en las Provincias, en las que se p r o - de reemplazos para las vacantes que resol-
puso organizar su corle, lasen por esta declaración, la que no era es-
tensiva á los que hal-ándose en las filas t o -
Beemplazado después por Erro, fué en
davía no hubiesen intentado eximirse, y que
mayo de 1836 condecorado con la gran
las. reclamaciones ya entabladas, se resol-
cruz de Carlos III, y recibió los honores del
viesen con arreglo a l a misma.
consejo de Estado y la presidencia de la
junta consultiva de la guerra. La otra de 2 8 , prevenía que los h e r o i -
Pasaba en junio á lomar posesión de su cos sacrificios que de todas clases hacían
capitanía general de Aragón; y esperando por la causa carlista los habitantes de las
en Estella una ocasión favorable para prose- Provincias, especialmente los que llevavan
guir su marcha, enfermó el 16 de agosto y en sí la constante manutención de las t r o -
falleció el 2 4 . pas; los abusos que se habían observado a l -
Desempeñando el ministerio de laGuer- gunas veces, y la indisputable necesidad
ra en el año que nos ocupa, vemosquees- de que se hiciera el suministro, no con la
pidió en 9 de enero en Oñate una real orden abundancia que marcaban las reales órde-
espresando que, al saber don Carlos que se nes, sino con lo que permilían los apuros
hallaban refugiados en Francia algunos vas- de los pueblos, eran objetos que habían l l a -
congados fugados de las filas liberales, y mado la consideración de don Carlos, y le
que deseaban regresar á sus hogares, con- hacían resolver por punto .general, que á
cedía indulto á todos los que en el término ninguna persona , por caracterizada que
de quince días se presentasen á cualquier fuese y se hallase en servicio, se diesen mas
autoridad y no fueran reos de otro delito que dos raciones de pan, carne y vino d e s -
que el haber servido al gobierno liberal, ya de la clase de subtenientes en adelante, e s -
fuesen peseteros, chapelgorris, flanqueado- tendiéndose este número á los operarios de
res, tiradores, etc. Hizo á oíros estensivo las maestranzas y talleres, que en sus c o n -
este indulto, haciendo entender á sus res tralos lo tuviesen establecido. Que á n i n -
pcctivos padres ó Interesados, que si no ha- guno que se hallase pasivo y por su cla-
cían cuanto estuviese de su parle para la se le correspondiesen dos raciones, no se
presentación de los desertores, sufrirían la le diese mas que una de pan y otra de c a r -
multa que se les señalara. ne, entrando en esta regla los pensionistas,
El 26 en el mismo punió dio dos reales retirados y demás sugelos con derecho á
órdenes en las que manifestaba que h a b i e n - dos: que se escepluasen únicamente en las
do tomado don Carlos en consideración la clases pasivas, reducidas á una ración, los
HISTORIA DE LA GUERRA CIVIL.

individuos que tenian familias, á quien se facultades señaladas á Jos inspectores g e n e -


les darian dos si les locasen por sus empleos rales, y de los abusos que se habían come-
ó calidad de pensiones; que la junta cuida- tido por aquellos gefes en el corlo tiempo
se con la mayor escrupulosidad que no falla- que había trascurrido desde que recibieron
se este suministro diario, y que si la carne la enunciada resolución, particularmente el
se conmutare en otro artículo, fuese en c a n - subinspector de caballería, colocando á la
tidad suficiente, y que solo se diese ración cabeza de los escuadrones de lanceros de
de vmo á los individuos del ejército, de los Navarra y Álava á los gefes que le p a r e c i e -
talleres, maestranza, y demás que prestaban ron, y separando de su empleo á un capitán
servicio activo, observándose para los d i s - del 2.° provisional, sin previa consulla; y
tritos donde no se recogiera cosecha de este como al ampliar las facultades de los s u b -
líquido, las reales ó r d e n e s d e l 4 denoviem- inspectores solo se quiso robustecer y forti-
bre y 12 de diciembre últimos. ficar la autoridad del general en gefe, como
El 30, con motivo de consultar un sub- sucediera si aquellos hubiesen obrado den-
inspector, si como tal estaba facultado para tro del circulo de sus atribuciones; para
admitir cadetes Cuyos nombramientos, según prevenir las fatales consecuencias que se
las reales ordenanzas, era privativo de los seguirían de semejantes abusos, y d e s e á n -
inspectores generales de las armas, previos dose dar al general en gefe una prueba mas
los requisitos necesarios, resolvió don C a r - de particular deferencia, se m a n d ó :
los, que tanto en el punto en cuestión como 1.° Que todas las solicitudes y p r o -
en todos los demás que abrazaban las im- puestas producidas en reclamación de p r e -
portantes funciones de aquellos gefes s u p e - mios á consecuencia de acción ó mérito de
riores, se reasumiesen por entonces en los guerra, verificadas las unas por los interesa-
subinspectores, por lo que locaba á los dos por los trámites que corresponde, y for-
cuerpos para que hubiesen sido nombrados. malizadas las otras por los comandantes
Parecidas resoluciones soban ocurrir con generales de división del ejército de opera-
frecuencia, pues á pesar de ser lodo cscep- ciones ó por los de reserva, subinspecto-
cional, trataba don Carlos de subordinar la res ú otras autoridades pertenecientes á
administración militar como si estuviese en aquel, se dirijan por conducto de V. E ,
tiempos normales. para que manifieste su dictamen.
. Desde Oñale también el 7 de febrero, á 2.° Colocados que sean en las filas, no
consecuencia de una instancia que una v i u - se removerá de ellas á ningún gefe ni oficial
da de un teniente del 5.° de Navarra soli- sin previa consulla á la superior autoridad
citaba la pensión correspondiente por haber de Y. E . , fuera de aquellos casos p e r e n t o -
muerto su marido el 9 de agosto de 1 8 3 4 , rios que por su naturaleza y gravedad no
por una sofocación de resullas de la acción admitan dilación; pero que. se comunicarán
de aquel dia, la concedió don Carlos, ente- luego á V. E. para su ulterior providencia,
rado del espediente, conformándose con el y que por su conducto y esta secretaría de
parecer de su asesor, y teniendo presente la mi cargo lleguen al soberano conocimiento
práctica observada por el rey Fernando, Ja de S. M
pensión de 2,S!lO rs. vn. anuales; declaran- 3." No se dará ingreso en los cuerpos
do por punto general con este motivo, y en á ningún individuo de las mencionadas
aclaración del art. 5.° del real decreto clases, sin que se presente antes á Y. E.
de 1 1 de febrero de 1 8 2 4 , hecho ostensivo para que le destine como considere mas
á las familias de las víctimas de la presente conveniente al real servicio, ó según se
campaña, que debían considerarse también determine por S. M.
en acción de guerra ó de resultas de ella, 4.° Quedan especulas sus atribuciones á
los tpie hubiesen fallecido ¡íor efecto de las los espresados subinspectores en lodos los
fatigas de la campaña, ó que cualquier acon- demás punios que siendo privativos de los
tecimiento de ella les hubiese ocasionado la inspectores generales en campaña, Jejos de
muerte, plenamente acredita ¡a. perturbar en lo mas mínimo la autoridad del
El 24 dirigió una circular desde Duran- general en gefe, tienden por el contrario á
go al general en gefe del e ércilo y demás ayudar su acción, mejorando en lo posible
autoridades del ramo de g u e n a , para que, el eslado de los cuerpos en su disciplina,
en vista de los inconvenienles que ofrecía instrucción y orden interior y económico,
la orden de 30 de enero último, que c o n - con la precisa obligación de elevar o p o r t u -
cedía á los subinspectores de las armas las namente a! conocimiento de Y. E. toda pro-
ÉL CONDE PENNE DE VILLEMUR. 327

•videncia ó disposición de que deba conocer cesos locales que no perteneciesen al ejér-
como general en gefe, para arreglar V. E. cito de operaciones, ó no hubiesen tenido
las suyas ulteriores; y por último, es la s o - parle los individuos del mismo, debiendo
berana voluntad dejar al arbitrio de V. E. el pertenecer á esle mismo ejército las fuerzas
fijar á estos gefes el punto de su residencia, que en las provincias tomasen á su cargo los
siguiendo ó no el cuartel general; y que generales destacados, por los sucesos que
esta real aclaración sirva de adicional á la hubiesen tenido lugar mientras estuvieron
enunciada real orden de 30 de enero úl- separadas del dominio del comandante g e -
timo etc. neral del distrito, reservándose clon Carlos
El 2 3 , á consecuencia de un espediente hacer las modificaciones ó ampliaciones n e -
formado al efecto, se previno que el general cesarias.
en gefe dispusiera, según le pareciese opor- El soldado en las Provincias Vasconga-
tuno, de todas las tropas de operaciones, das estaba bien mantenido para lo que el
reserva y partidas móviles: que los genera- pais permitió, de lo cual nada se le escasea-
les de división ó d e destacamento que pasa- ba, pues aun el vino que se importa de Cas-
sen á diversa provincia de la en que se h a - tilla constituía parte de la ración. Parecía
llase el general en gefe, mandaran ademas ya esto demasiado á algunas diputaciones,
de las tropas de su división, las que éste les y las de Guipúzcoa y la de la merindad de
designase en las provincias á que fuesen Durango, solicitaron se quitase la ración de
destinados: que el comandante general de vino á todas las clases, porque ni se cogía
la provincia tendría el mando de todas las cosecha de ese artículo en sus respectivos
fuerzas existentes en su dislrilo cuando no distritos, ni los pueblos podían ya sobrelle-
hubiese general destacado, y habiéndolo las var el pago de su importe, á lo cual r e s o l -
tendría de solo aquellas que éste no le h u - vió don Carlos desde Elorrio el 24 de m a r -
biese pedido: que el comandante general zo que en la referida provincia de G u i p ú z -
de la provincia sería independiente del g e - coa y en la de Vizcaya no se diera sumi-
neral en gefe y de los de división, aun nistro de vino, sino al soldado y demás m i -
cuando.estuviesen en su distrito, y el ejer- litares que estaban con las armas en las
cicio de las funciones respectivas seria el manos, y á los operarios de la maestranza
que. la ordenanza señalase para unos y otros: de artillería, adviniendo á las diputaciones
que siempre que hubiera que operar contra de ambas provincias que don Carlos miraría
el enemigo, daría el comandante general de el cumplimiento de esta resolución c o m o
provincia al general destacado los auxilios uno de los servicios mas loables y gratos á
que le pidiera silos tuviere ó pudiere p r o - su desvelo por el bien de sus beneméritos
porcionárselos: que no sucedería al general voluntarios y demás distinguidos sugetos
de división en ningún caso el comandante que componían su valientcejércilo, etc.
general de provincia, sino el gefe mas gra- Providencias de esta naturaleza e n t u -
duado de la división, en la forma que señala siasmaban al soldado, para quien la r a c i ó n
la ordenanza: que el general de división de vino es casi un artículo de primera n e -
daría noticia de sus movimientos al coman- cesidad, siéndolo mayor en aquel pais donde
dante general de provincia, y de su salida por lo mismo que escasea es mas apreciado,
del distrito, espresando si se llevaba ó no pues solo se consume el chacolí y la sidra,
las fuerzas que lomara en él, para que de bebidas que fallas de la fuerza del vino
este modo supiera el comandante general si no entusiasman lanío al soldado.
volvían ó no á su mando, y con todas ó con
Alender á éste era la primera y mas u r -
las que le quedaran ocurriera á la defensa
gente necesidad; mas no siempre se le hacia
y demás atenciones del distrito de su cargo:
justicia; no eran frecuentemente atendidas
que los hospitales, depósitos de prisioneros,
sus quejas, nacidas por lo común de la n e -
compañías de inválidos y demás estableci-
cesidad, porque el soldado español es sufri-
mientos permanentes, estarían á cargo del
do y sobrio.
respectivo comandante general de provin-
Al dia siguiente se pasó una circular al
cia; y de cuantos acontecimientos ocurriesen
general en gefe del ejército, á los c o m a n -
en ella conocería el comandante general en
dantes generales de provincias, subinspec-
primera instancia, y en el caso de haber
tores y directores de las armas, manifestán-
segundo correspondería esta al juzgado s u -
doles que en virtud de una instancia de la
perior; y por último, que la misma regla se
viuda de don Pedro Fortun, solicitando p a -
observaría en cuanto á lodos los demás s u -
ra su hijo Rafael, sargento segundo, el e n j -
328 HISTORIA DE LA GUERRA civil.

pleo de subteniente por los méritos que ale- Tales fueron las determinaciones a d o p -
gaba, y el que contrajo el citado su liijo tadas en el ramo de la guerra hasta la c r e a -
creando una compañía, desestimaba don ción del ministerio universal. • A

Carlos esta solicitud, asi por lo injusta é i n - Para organizar y despacharlos trabajos
fundada que era en sí misma, decia, pues que se aglomeraban en Gracia y Justicia,
por ella se pretendía ascender desde la cla- fué nombrado interinamente en 23 de f e -
se de sargento segundo á la de oficial, p a - brero don Miguel Ramón Modet, y al n o m -
sando por encima de la distinguida y bene- brarle, se le autorizó para que propusiera
mérita de sargentos primeros, cuanto por no los oficiales necesarios al establecimiento de
haberse hecho esta solicitud por el interesa- esla secretaría, y lo ejecutó, como si don
do por el conducto de sus gefes, como era Carlos mandara en toda la nación, «reca-
regular, á no ser la real orden de 16 de yendo los nombramientos, dice un escritor
noviembre último, en virtud de la cual no carlista (1), en personas sin nombre, sin ser-
debia darse lugar por haber espirado el tér- vicios, y conocidas por su ineptitud y cobar-
mino prefijado en ella para la admisión de día, alropellando de esta manera no solo las
esta clase de solicitudes; y para que en lo reglas de una economía prudente, sino t a m -
sucesivo no se distrajera inútilmente la bién las disposiciones de don Carlos relati-
atención de don Carlos, la del general en vas á la prelacion que debia darse á los pri-
gefe y otras autoridades, era su voluntad meros en reconocerle.»
quedasen sin curso las enunciadas solicitu- Arias Tejeiro, que después de haber j u -
des, asi por las razones manifestadas, c u a n - ! rado y servido á Isabel II, y tomado parte
to que lo contrario seria una infracción de ' en suscriciones patrióticas, también se p r e -
la- ordenanza y posteriores' reales órdenes, ¡ sentó en Durango cuando Modet, y de quien
y un abuso tan pernicioso como trascenden- | habremos de ocuparnos detenidamente mas
tal, que era preciso contener antes que l o - | adelante|, censuró la escandalosa empleo-
mara mas cuerpo, para evitar las fatales con- ; manía que presenciaba, y manifestó el deseo
secuencias que indispensablemente p r o d u - : de lomar un fusil. Pero fué á poco n o m b r a -
ciría.- I do co-ministro con Modet para ausiliarle «n
A consecuencia del espediente instruido [ el desempeño de sus funciones.
en la «ecretaría de la Guerra con motivo de Las circunstancias en que se veia la
la repugnancia que los generales de división causa carlista-eran terribles para quien ha-
y los gefes de brigada mostraban á evacuar bía de Cargar con la responsabilidad de
los informes que se les exigian por los co- ' dar á la administración una marcha siquiera
mandantes generales á que pertenecian los ! sostenedora, cuando por todas partes v a -
cuerpos de su respectivo mando, se dispuso , c u a b a .
por decreto autógrafo de 13 de abril, en Apuraba por entonces la escasez de c e -
Elorrio, de acuerdo con el asesor real, que reales, que amenazaba con un grave mal al
los referidos generales y brigadieres se p r e - reino de Navarra-y Provincias Vascongadas,
sentasen á evacuar directamente los infor- : la cual tenia por causa el consumo del ejér-
mes que los comandantes generales d é l a s • cito y de sus dependencias, las exacciones
provincias á que pertenecian las fuerzas, les í que ejecutaban los liberales y corla cosecha
pidiesen para contestar á las preguntas que ; del año anterior. Para remediar el daño se
se les hubiesen hecho por el gobierno, y lo i adoptó en 14 de marzo desde Durango,
mismo á los que les exigieran con igual o b - I firmando Modet, el decreto que concedía el
jeto los comandantes generales de los distri- ; libre tráfico en las Provincias, resolviendo
tos en que se hallaren, siempre que el asun- ! que todos los artículos de boca para el ejér-
to nu fuese relativo al orden, disciplina, | cito quedasen en franquicia perfecta de
movilización y dirección de operaciones s o - j adeudos, como si las mismas cuatro provin-
metidas al general en gefe, pues el esacto j cias no fuesen para el efecto mas que una,
cumplimiento de las reales órdenes por el i autorizando ala junta de Navarra y demás
gefe á quien don Carlos se servia dirigirlas, i diputaciones á que fijaran en sus respectivos
exigia una marcha espedita en todos los que | distritos el precio máximo á que ' d e b í a n
debían concurrir á llenarla voluntad sobe- ! venderse los cereales, que no escederia d e
rana, que iba identificada con las peculiares ; 60 reales la fanega de trigo, 40 la de maiz
atribuciones de las autoridades y gefes, y y 32 la de cebada.
en la constante y uniforme costumbre obser- i
v a d a en todos tiempos.
I (<) Don José María de Arizaga.
EL CONDE PENSE DE VÍLLEMUR. 32Ü

La administración de justicia seguía en último restablecer y mejorar la enseñanza


deplorable estado; se formaban espedientes, de la juventud, en medio del mismo ejér-
se pedian informes, y teniendo don Carlos cito, y á pesar de lasdificultadesqueofrecían
en consideración lo que en vista del de la circunstancias tan críticas, resolvió:
junta gubernativa de Navarra le espusiera Que en consideración de la escasez de
Model, decretó el l o del citado mes en doctores que habia en teología, se supliese
Elorrio, que ya que el reino de Navarra se su' falta para conferir grados menores ó m a -
veia privado de su antigua real corle, del yores, con licenciados teólogos, y á falta de
consejo real de cómptos, establecía por eslos, de cualquiera otra universidad a p r o -
entonces en Eslella, y en lo sucesivo en bada, se admitían como jueces los c a t e d r á -
el punto que fue-re mas accesible á los pue- ticos que fuesen bachilleres ó hubiesen con-
blos y ofreciera mayores ventajas, un tribu- cluido la misma carrera.
nal superior, compuesto de un decano con Que para cada cátedra de filosofía, l e -
su gobierno y dirección, otros cuatro minis- yes, cánones y teología, se nombrase por el
tros y un liscal, con voto en los negocios en claustro, si ya no lo hubiese hecho, un p r o -
que no fuese parle. Este tribunal adminis- fesor que durante el año académico-la re-
traría justicia en lo civil y criminal en se- gentara provisionalmente, sin que un solo
gunda y tercera instancia, y en primera en catedrático enseñase dos ó mas asignaturas
los pueblos en que por fuero y costumbre diversas mientras hubiese número suficiente
debia hacerlo la real corte, guardando en de graduados apios, destinando al efeclo
todo con la mayor escrupulosidad los fueros solo por este año y sin perjuicio de los e s -
y leyes del reino. Que limitadas sus atribu- tatutos de esa universidad á falla de los de
ciones á lo puramente judicial y contencio- Oñalc, los de oirás universidades.
so, la real junta gubernativa continuase Que provistas asi todas las cátedras se
dirigiendo durante la guerra como hasta la elevasen los nombres de todos los catedráti-
sazón, la parte administrativa, económica y cos, con espresíon de sus anteriores méritos
de hacienda, con todas las facultades que literarios.
le estaban confiadas; que los sueldos del .Que para incorporar en esa universidad
•decano, ministros y fiscal fuesen ios mismos los grados recibidos en oirás después del
que disfrutaban en el último reinado; pero fallecimiento deFernando"VII, precediera su
solo percibiesen la tercera parle según e s - revalidación, previa la justificación de los
taba prevenido por punió g e n e r a l , y que interesados, «en cuyo caso se les exigirían
ellos propusieran con carácter de provisio- los juramentos de defender el misterio de
nales los subalternos y dependientes n e - la inmaculada Concepción de María S a n t í -
cesarios. sima, de no sostener la impía doctrina del
Y no se limitaban ó tales providencias regicidio, ni el absurdo de la soberanía del
las que adoptaba don Carlos. Ya hemos pueblo, ó los demás principios anárquicos
dicho que trataba de organizar el pais que del filosofismo revolucionario; de no p e r t e -
ocupaba, como si estuviera en circunstan- necer ni haber pertenecido á sociedades s e -
cias normales; y para dar una nueva g a - cretas, y de lealtad y adhesión á la augusta
rantía á sus habitantes de lo seguro que se persona del rey nuestro señor y á sus sagra-
consideraba entre ellos, hasta abrió la u n i - dos derechos; se les recogerán é inutiliza"-
versidad de "uñate, para no privar á la j u - rán los títulos (pie bajo la usurpación hayan
ventud de la debida instrucción, y en 9 de obtenido, y se les espedirán otros nuevos.»
abril desde Elorrio, previa una consulta del Que eslas revalidaciones por la u n i v e r -
rector de la misma sobre varias dudas, ma sidad de Oñate surtieren para lo sucesivo
r

nifesló don Carlos, que mirando como uno los mismos efectos que si se hiciesen por
de sus mas principales cuidados dar la d e - las mismas universidades en que SQ r e c i b i e -
bida dirección á la enseñanza pública, y: ron los grados.
que se proponía diciar, eslerminada la usur- Que se abonasen los cursos ganados en
pación, decia, medidas tales, que evitando oirás universidades de 1 8 3 3 , previos los
abusos y eslravios .fomentasen las ciencias, competentes exámenes; los cursos de e n s e -
difundiesen las luces cual convenia á cada ñanza privada, estudiados desde 1830 con
clase, y formasen verdaderos sabios en vez doctor, licenciado ó bachiller en la facultad
de charlatanes impíos, deseando cnlrelanlo respectiva, ó con lector ó maestro de alguna
proteger por cuantos medios fuesen dables arden regular respecto á los de filosofía y
una universidad que habla sabido en el mes 1 teología; los cursos que no se hubiesen p o -
TOMO I I I , •ra
330 HISTORIA DE LA GUERRA CIVIL.

dido seguir por defender con las armas á celo, con mucha circunspección, prudencia
don Carlos, por haber sufrido arrestos ó con- y tino. Se reservaba señalar el sueldo y la
finamientos ó por cualquier impedimento, asignación de gastos, é ínterin se verificaba
hijo de la causa carlista, y los cursos de el nombramiento, la vigilancia del pueblo
filosofía y teología (estos sin examen), gana- en que residía ó en lo sucesivo residiere el
dos desde 1830 en seminarios conciliares ó cuartel real, quedaba en los términos p r o -
en cualquier colegio de regulares. Exigíase puestos á cargo de don José María Alvarez
para ser catedráticos, obtar á grados, o b t e - Arias.
ner revalidaciones, abonos, matricula e t c . ,
una lealtad acreditada de un modo i n e q u í - DON JUAN BAUTISTA KRRO.
voco, encargándose estrechamente al claus-
tro el mas activo celo y vigilancia en la
conservación de las sanas doctrinas religio- XL1V.
sas y políticas, y pureza de costumbres;
evitando que la corrupción del corazón per-
virtiera el espíritu. Don Juan Bautista Erro, que acaba de
En 12 se prohibió por decreto dar curso morir en Bayona (1), a la edód de óchenla
á solicitud alguna para obtener escribanías años, desterrado d e su patria, y tratando
numerarias y notarías reales, escepto en olvidar las amarguras políticas en las d u l c e s
Navarra, y se autorizó á los corregidores y tareas literarias-, comenzó á figurar como
alcaldes para suplir la falta que accidental- intendente en la M a n c h a , en la guerra do
mente pudiese ocurrir de escribanos en a l - la Independencia, en la que tomó una parte
gún juzgado, con los asignados á los distri- activa, á la cual y á sus conocimientos d e -
tos limítrofes ó mas inmediatos, asi como á bió ser nombrado presidente de una junta
los ayuntamientos para nombrar en igual insurreccional.
caso fieles de fechos. Fernando le hizo á su regreso intendente
Por otro decreto de la misma fecha, de Madrid, y á poco de Barcelona, teniendo
conformándose don Carlos con los principios en 1820 que refugiarse en Francia huyendo
do la esposicion que en 29 de marzo le ele- la persecución que sus ideas absolutistas
vó Modet, mandó que la vigilancia pública
superior se encargase á una persona cuyo (I) El 8 de febrero de este año de <I8S-í. Al
nombramiento se reservaba: que este encar- dar cuenta de su muerte un periódico de Bil-
gado quedaba ampliamente autorizado' para bao, anadia lo siguiente:
cuanto conviniese al objeto que se le confia- «Acabada la guerra se trasladó á Bayona,
ba, á c u \ o fin se pondría en comunicación y aunque hacia sus escursiones por diferentes
puntos del Mediodía de Erancia, tenia fija su
directa con las juntas, diputaciones, gefes residencia en aquella ciudad. En ella se ha
militares y demás autoridades de toda cíase, ocupado de importantes trabajos sobre la l e n -
entablaría correspondencias y relaciones que gua vascongada, y poseía los mas curiosos y
le proporcionasen noticias y avisos, y suma- raros manuscritos de este bellísimo idioma.
riaría y arrestaría, entregándolos reos álos Este sabio filólogo reunia casi todos los t r a b a -
jos inéditos de nuestro erudito paisano don
respectivos juzgados, sin mas dilación que
Pedro Pablo de Astarloa, y entre ellos los tan
la indispensable para las primeras diligen- esperados Discursos filosóficos sobre el origen
cias, dando parte de lodos los negocios de de la lengua vascongada, una gramática
g r a v e d a d , y proponiendo las nuevas m e d i - completa y algunos opúsculos muy notables.
das que en adelante conviniese adoptar. Es ademas autor del Mundo primitivo, del
Esta autorización se limitaría precisamente Alfabeto de la lengua primitiva de España y
de otros trabajos de esta clase.
á materias polílicas, á evitar atentados de «De desear seria que nuestras autoridades
lesa magostad, infidencia ó traición, sin hallaran trazas de adquirirse estos inestimables
mezclarse en los demás delitos ó crímenes, documentos, para que dándoles á la estampa
sobre los cuales quedaba espedita la acción se estudiara la rica, sonora y e l e g a n t e lengua
de las auloridades ordinarias. Sometía á su de Ohienarte, Larramendi, Astarloa y Moguel.
«Al propio tiempo que espiraba en Bayona
autoridad á todos sus vasallos, cualquiera
el personage que acaba de ocuparnos, fallecía
que fuese su gerarquía, clase y fuero, p r e - en Burdeos, en su palacio de Montferrand, una
vios los acuerdos necesarios; y manifestaba de las lumbreras del departamento do la Gi-
que el que mereciese la confianza de tan ronda, ligado por los vínculos políticos al m i -
delicado cargo, debería corresponder á ella, nistro señor Erro. Era el conde P e y r o n n e t ,
si bien con la mayor exactitud, actividad y antiguo ministro de Carlos X, y g u a r d a - s e l l o s
del r e y Luis XVIII.»
MINISTERIO UNIVERSAL. 331

concitó de los liberales. A su regreso en una división profunda; pero uno y olro son
1823 fué nombrado consejero de la regencia, la esperanza de la corle y de los partidos, el
minislro de Hacienda y consejero de E s - Mesías de la causa que cada uno sustenta-
tado. b a ; por esto se dio al liberal el voló de con-
Ya fuera porque no se quisiera mezclar fianza, y al carlista se le hizo minislro u n i -
en las intrigas que al rededor de la corte versal. ÍJno y otro partido se echaron en
pululaban, ó que se hiciera imposible en el brazos de su respectivo gefe, y estos p r o m e -
gobierno el hombre que se asoció á la faná- tieron á su vez, terminar la guerra en seis
tica reacción de 1 8 2 4 , es lo cierto que fué meses, Mendizabal; la entrada de don C a r -
desterrado á Valladolid en 1 8 í S , y condu- los en Madrid en el mismo plazo, Erro. C o -
cido á su destierro sin que se le hiciesen c o - losales ofertas que coincidían también con
nocer los motivos de un proceder tan vio- la estatura colosal de ambos. A la orilla del
lento y que tan inmerecido creia. En vano Manzanares y á la del Arga, renació el en-
dirigió continuas reclamaciones al gobierno, tusiasmo patrio; el corazón de todos se abrió
en vano pidió se le juzgase: el silencio era á la mas lisongera esperanza; nadie se acor-
la respuesta que obtenía. daba ya de lo sufrido.
Resignábase con su situación, y sin a n - Yá vimos como cumplió el uno; veremos
tecedentes de su parle, es llamado á la cor- como cumplía el olro.
le y se le manda ocupar de nuevo su plaza
de consejero de Estado; pero asi como no le
esplicaron los motivos de su destierro, l a m - MINISTERIO U N I V E R S A L . — P R O V I D E N C I A S A D -
poco supo los de su llamada. Esto le decidió MINISTRATIVAS DE E R R O .
á alejarse de los círculos cortesanos, y se
entregó al cumplimiento de sus deberes,
dedicando á sus estudios literarios las horas XLV.
que aquellos le dejaban libres.
No le salvó tal proceder, de un se-
gundo destierro, que sufrió en 1830, s i e n - En gacela estraordinaria manifestó don
do apresado y conducido á Sevilla, señalán- Carlos en Elorrio el 20 de abril, q- e c o n v i -
dosele luego por residencia á San Lucar niendo par-a la mas espedita y perfecta d i -
de Barrameda, donde permaneció hasta la rección de los diferentes ramos del Estado,
muerte de Fernando VII. poner su despacho al cargo de un solo mi-
Previendo las consecuencias de este s u - nislro, que auxiliado de los secrelarios r e s -
ceso, marchó á Gibrallar, donde no le r e c i - pectivos de cada ramo, cuidase de imprimir
bieron las autoridades inglesas, y se trasla- á todos una acción siempre uniforme y cons-
dó á Inglaterra fijando su residencia en Lon- tante, y atendiendo por otra parle que fuera
dres. Disgustado por las vicisitudes que su- de los negocios de Hacienda y Guerra eran
friera, decidió renunciar á la política y d e - de muy corta consideración las atenciones
dicarse á sus tareas favoritas; pero tres c a r - de las demás secretarías, creaba un solo mi-
tas que recibió de don Carlos, á quien con- nisterio, como lo había habido en otras é p o -
sideraba como rey legítimo, le hicieron con- cas, que abrazara todas las atribuciones de
siderar como un deber de honor y fidelidad las secretarias que á la sazón existían; y
correr á su lado. Deja á Londres, atraviesa atendiendo á los méritos y conocimientos d e
la Francia en medio de mil peligros, y llega su consejero de Estado don Juan Benito E r -
ó las Provincias Vascongadas en 1 8 3 6 , con ro, y á la confianza que tenia de. su celo y
el obispo de León. amor por su persona, le nombraba para ei
Don Juan Bautista Erro iba á d e s e m p e - desempeño de aquel cargo.
ñar entre los carlistas el mismo papel que Demostrando Erro su actividad c o m e n -
don Juan Alvarez y Mendizabal entre los li- zó en el mismo día sus providencias, inau-
berales. A ambos precedía la fama de sus guradas con la creación de un consejo g e -
conocimientos rentísticos, del prestigio con neral de negocios del reino, compuesto de
que contaban para proporcionar recursos en personas competentes en las diferentes c a r -
el eslrangero, donde habian vivido y tenían reras de la administración, y que reuniéndo-
buenas relaciones, y á ambos se les consi- se todos los dias no feriados en casa de su
deraba como los regeneradores de su c a u - presidente atendiera al despacho délos a s u n -
sa. Mendizabal halló los liberales en un tos que se le consultasen.Creóse ademas una
completo desorden, y Erro á los carlistas en junta provisional consultiva del ministerio
332 HISTORIA DE LA GUERRA CIVIL.

de la Guerra, y reservándose don Carlos el apoyo á la justicia de mis derechos, no se


restablecimiento definitivo de las secretarias ha pasado día alguno en que no haya recibi-
del despacho, dispuso continuasen bajo el do en estas fres provincias y reino deNavar-
concepto de provisionales, reduciéndose el ra, las pruebas mas positivas del amor que
personal de cada una de ellas á los trabajos profesáis á mi real persona y de la lealtad
que sus respectivas atribuciones producían de vuestros generosos corazones. Colocado
en aquellas circunstancias, ala rigorosa eco- entre vosotros, he sido testigo y justo apre-
nomía que exijian, y á la movilidad que de- ciador de vuestros sacrificios, y he sufrido
bían tener, siguiendo el cuartel real; p r e s - con vosotros muchas veces vuestras priva-
cribía también fuesen considerados sin mas ciones, fatigas y peligros. Nada habéis o m i -
clasificación ni otro sueldo que el designado tido para sostener mi causa, y habéis c u -
ala última plaza de las soyas respectivas, bierto de laureles vuestro nombre y mi co-
percibiendo únicamente la tercera parle, co- rona. Deseaba con ansia el día en que la paz
mo estaba prevenido por punto general; y general de mis amados pueblos, hiciese mas
deseando que desapareciese el abuso intro- plausible y diese mas oportunidad á la m a -
ducido hacia algún tiempo de obtener los nifestación de mi gratitud, y mas sensibles
oficiales de las secretarías, grados y e m - las pruebas que espero daros de mi paternal
pleos correspondientes á oirás carreras, sin solicitud por vuestro bienestar, que con el
perjuicio de las prerogalivas, ascensos y sa aprecio de tantos sacrificios habéis sabido
lirias de las suyas, lo prohibía para siempre. merecer; pero dilatada esta época masallá de
Se suprimió por decreto del 21 la asesoría mis deseos, no quiero guardar ya por mas
real creada en 4 de diciembre último, tiempo el silencio, para que aseguréis en
y por otro decreto se nombraba á don M i - mi palabra vuestra esperanza, y en mis e s -
guel Ramón Modet, ex-ministro de Gracia presiones la intención y seguridad de mis
y Justicia, ministro del consejo general de sentimientos. Deseo hacer vuestra felicidad;
negocios del reino, concediéndole los hono- asegurar vuestro bienestar; abrir nuevos
res y prerogativas de consejero de Estado. caminos á vuestra aplicación, y nuevas ocu-
paciones y recursos á la exuberancia de
Para dar Erro una prueba ostensible de
vuestra población. Asi que las circunstancia»
sus buenos deseos, y presentar como g a r a n -
permitan reunirás en corles y juntas g e n e -
tía un documento oficial que pudiera ser su
rales, será muy grato á mi real ánimo que
programa, présenlo á la firma de don Carlos
os ocupéis en meditar y proponerme todos
el manifiesto que trasladamosá continuación,
aquellos medios de fomentar vuestra i n d u s -
porque es sin duda uno de los documentos
tria y fabricación, y singularmente la de
mas importantes que por entonces vieron la
hierro, que dando ocupación á los brazos
luz en el campo carlista.
que no la tienen en la eslrechez del terreno,
El espíritu que reina en este notable e s -
os traiga las grandes utilidades de que es
crito, sus mismas palabras, las ofertas que
susceptible, apoyada en los alivios que estoy
hace, todo él parecía inaugurar una nueva
dispuesto á dispensaros. Sea ahora todo
época para la causa carlista, y renunciar al
vuestro anhelo, como lo es el mió, el poner
sistema de despótico misterio seguido hasta
término á esta guerra impía y devastadora.
entonces, y en el cual parecía desdeñarse
Esta gloriosa empresa pide lodawn sacrifi-
el hombre por quien tantas vidas se sacrifi-
cios. Estáis acostumbrados á llevar este peso
caban, de dirigir la palabra, siquiera fuese
sobre los hombros de vuestra lealtad y cons-
en un periódico, para demostrarlo que, agra-
tancia, nunca desmentidas, y las grandes
decía sus sacrificios y cómo pensaba recom-
empresas como ésla, jamás llegan á su t é r -
pensarlos. Ya les hablara otra vez, pero
mino y fenecimiento sin grandes pruebas y
nunca usando tan significativo laconismo,
sacrificios. Nada os pido que no hayáis hecho
tan conveniente lenguaje.
ya muchas veces; y asi como será para mi
Dice asi: corazón un deber tan grato como sagrado
el proleger y promover la religión santa de
EL REY nuestros padres, que (anta paz y dulzura
ha derramado siempre sobre estos piadosos
Al reino de Navarra y á las provincias de pueblos; asi como seré el apoyo y fiel_con-
Álava, Guipúzcoa y Vizcaya. servador de vuestros fueros y exenciones,
y el prolector especial de un país tan grato
«Desde que agradó á la divina Providen- á mi memoria; asi también debo yo esperar,
cia preparar en este país clásico el p r i m e r !
• MINISTERIO UNIVERSAL. 333

que unidos lodos como hasta aqni en un solo voluntarios y soldados que se empleaban en
interés, y redoblando si es posible todavía semejante servicio, mientras sus compañeros
la energía de vuestros corazones, continua- de armas sufrían fatigas y alcanzaban laure-
reis vuestros heroicos sacrificios, hasta dar les al frente del enemigo, solo se concediese
fin á la temeraria obstinación de nuestros asistentes en los batallones y fuerza organi-
enemigos, y coronar de. laureles el justo y zada, á sus gefes y oficíales propíos ó p e r -
sagrado triunfo de una lucha que tiene s o - tenecientes al ejército de operaciones y de
bre sí fija la especlacion y la admiración de reserva, y que los oficiales generales desde
toda la Europa. Dado en el real de Elorrio brigadier inclusive arriba que se hallaban
á 25 de abril de 1836,—Carlos.» sin destino, recibiesen únicamente para su
La publicación de esle documento causó asistencia á soldados desarmados y que no
un verdadero entusiasmo entre los carlistas. hubiesen recibido vestuario; pero de ningún
En Navarra se erigió un tablado para publi- modo y bajo protesto alguno se concediesen
carle, y hubo músicas, bailes, iluminación, á otras clases ni personas, cualesquiera que
y se cantó el Te Deum; y en la contestación fuese su categoría ó destino, debiendo in-
que dirigieron á don Carlos, le manifestaron gresar en sus cuerpos inmediatamente lodos
que aquel dia quedaba consignado en los los ipie oslaban fuera de ellos en aquel
fastos de su historia, y ocupaba aquella alo- concepto.
cución una de sus páginas mas preciosas, Para ayudar á Erro y en conformidad
reiterando ademas el juramento que hicieran con el decreto del 20, se nombró para s e -
en 1833 de «amor, fidelidad, constancia por cretario general del despacho de la Guerra
el rey, guerra eterna al filosofismo, conser- á don José de Morejon.
vación de sus fueros y unión con todos los Para el de Gracia y Justicia á don José
españoles, que á porlia sostienen con ella Arias Tejeiro.
una lucha que tiene sobre sí lija la especla- Para el de Estado á don Wenceslao de
cion y la admiración de l ú d a l a Europa.» Sierra.
El dia anterior al de la firma de la pre- Y para la Junta provisional consultiva
cedente alocución, se decretó que para que del ministerio de la Guerra, al conde de
la administración de justicia en las Provin- Villemur, del consejo d e E s l a d o , y teniente
cias Vascongadas quedase desde luego e s - general, presidente; y vocales, al teniente
pedila, resolvía que hasta el restablecimien- general conde de Casa-Eguia, sin que esto
to del consejo real de Castilla y cnancillería le sirviese de perjuicio para continuar en el
de Valladolid, el tribunal provisional de mando en gefe del ejército; á los tenientes
Navarra, creado por decreto de 15.de mar- generales don Vicente González Moreno, y
zo último, conociese y entendiese en los don Rafael Maroto, y los mariscales de cam-
pleitos y causas civiles y criminales, incoa- po don José Mazarrasa, don Luis Gastón y
dos en Guipúzcoa, Vizcaya y Álava, del don Francisco Vivanco, y para secretario á
mismo modo que debía hacerlo aquella don Antonio Serradilla.
cnancillería, y en los casos llamados de Consecuente al mismo decreto, creando
hermandad de Álava, como lo hacia el con- un consejo general de negocios del reino,
sejo, observándose cuanto prevenían las nombró para componerle al consejero de
leyes y fueros. Quería también nombrar Estado don José Aznarez, presidente, y p a -
juez mayor de Vizcaya, que durante las ra ministros á don Miguel Ramón Modet, á
actuales circunstancias formase parle del don Francisco Manzano y don Rafael Maro-
tribunal de Navarra, en la manera que de to, á don José Llamas Pardo, á don José Rey
ordinario debía formarla de la chancillería Alda, intendente de ejército, encargado i n -
de Valladolid, y con idénticas atribuciones terinamente de la secretaría del mismo con-
judiciales á las que en ella le correspondía, sejo, y á oíros individuos por las juntas de
autorizando á dicho tribunal provisional Navarra, Álava, Guipúzcoa y Vizcaya.
para designarle relator y demás subalternos El 4 de mayo se mandó exigir el j u r a -
indispensables. mento de banderas en los batallones desde
El 25 ordenó, en vista del fatal abuso sargento abajo inclusive, á lodos los i n d i v i -
que se observaba hacia algún tiempo en la duos que procedentes del ejército liberal
concesión á personas de todas clases y c a r - fuesen admitidos en el carlista, y estan-
reras, de asistentes, armados en la mayor do prohibido el loque de marcha estrangera
parte y aun vestidos, con notable baja de la y continuando el abuso en algunos cuerpos
fuerza del ejército, y mengua de los mismos del ejército, se repitió esta prohibición, y
35i HISTORIA DE LA GUERRA CIVIL.

que se limitaran á los puramente nacio- dencia para acelerar el término de la lucha,
nales. libertasen á las Provincias de la destrucción
El o se dispuso proceder inmediatamen- con que los enemigos de su santa religión y
te á la organización de cuadros de b a t a l l o - de sus legíiimos derechos quisieran hacerla
nes, empleando en ellos á losgefes y oficia- desaparecer, y satisfecho por otra parle de
les de infantería escedentes. la lealtad tan acreditada de sus habitantes,
El 8, noticioso don Carlos de que a l g u - cuyos intereses se proponia asegurar; abun-
nos oficiales del ejército no [ludieron solici- dando también las respectivas juntas y los
tar las recompensas á que se consideraban pueblos todos en los mismos principios,
con derecho, ni la satisfacción de sus a g r á - j mandaba un armamento general, con arreglo
vios, prorogó el término, para que se diese S á los fueros y costumbres del reino de N a -
curso á todas las solicitudes de agravio, j varra y provincias de Álava, Guipúzcoa y
bien fuese porque anles.no lo hubiera t e n i - j Vizcaya; bien por tercios ó por batallones y
do, ó bien porque se hubiese pasado á i n - | compañías de voluntarios realistas, para la
forme. Que los agraviados á quienes se p a - defensa de sus hogares y poblaciones, sin
só el término anterior sin presentar sus r e - perjuicio de lo prevenido para el reemplazo
clamaciones, lo hiciesen dentro del que del ejército durante aquellas circunstancias.
ahora se les señalaba, y que tanto al dar j El 26 se creó provisionalmente una
curso á dichas instancias se distinguiese en ' junta superior gubernativa de medicina y
relaciones diversas las que tenían por o b - j cirugía del ejército, con las atribuciones
jeto recibir grados y ascensos de las que <que por su instituto la c o r r e s p o n d a n , o b -
eran dirigirlas á obtener los reales despachos servando la mayor escrupulosidad en el
de los empleos en cuya posesión se hallaban examen, admisión y propuestas de los a s -
los interesados. • pirantes ¡i colocación en el ejército y hospi-
El 12 se mandó desde Villa-Real de tales, asi como en las reformas que exigiese
Zumarraga al general en gefe, que á la p o - el eslado de esle ramo; y atendiendo don
sible brevedad dispusiera del modo mas útil Carlos á los conoeimienlos y circunstancias
y conveniente a! servicio, de todos los e s - que concurrían en su médico de cámara
trangeros que procedentes de las filas l i b e - don Seralin Marlínez, en don Juan Bautista
rales se sometieron á don Carlos, y se ha- Larramendi, médico de familia, y en don
llaban pasivos en depósitos, y que en lo Teodoro Celos, cirujano mayor del ejército,
sucesivo dispusiera del mismo modo de los les nombró para componer la cilada junta
que se presentasen, y que todos los indivi- superior, debiendo instalarse inmediatamen-
duos procedentes de las filas liberales que te, y proponer un secretario facultativo y
se sometieran a don Carlos, los destinase un boticario mayor para su cuartel real.
según lo juzgara conveniente, remitiéndolos El mismo dia, habiendo llegado á cono-
antes al ordenador del ejercito, con su or- cimiento de don Carlos (pie á losmozoscom-
den escrita, para que sirviera de data á las prendidos en los últimos reemplazos, contra
oficinas de cuenta y razón, á fin de que los cuales resultaban algunas pruebas ó sos-
recibiera cada uno, sin necesidad de ir al pechas de adhesión al gobierno liberal, se les
cuartel real, la gratificación que le corres- habia esceptuado del servicio por un error,
pondía. mandó que al instante se reunieran y p u -
Por este tiempo empezó a circular la siesen á disposición del general en gefe t o -
noticia de que el ejército liberal preparaba dos los que se hallasen en aquel caso para
una invasión en el territorio carlista, para que los distribuyese en los batallones.
lo cual se dijo trabajaba Córdoba, d i s p o - También el mismo dia 2 6 , la solicitud
niendo un movimiento convergente desde de raciones por personas que no tcnian d e -
varios puntos al centro; y aunque no era recho á ellas cuando los pueblos no podian
cierto, porque solo se aprestaba Córdoba á atender á las subsistencias de la numerosa
ascender á las cumbres de Arlaban, á pisar clase pasiva que ya iba existiendo en las
las nieves de mayo y ver volar las águilas provincias, no procedente del ejército, obli-
á los pies de sus soldados, bastó el rumor gó á don Carlos á manifestar quienes habian
que lomó consistencia para que el 18 desde de gozar en lo sucesivo del auxilio de r a c i o -
Villafranca manifestara don Carlos, que bien nes ( 1 ) .
penetrado de la conveniencia de adoptar
medidas enérgicas que poniendo á su e j é r -
M ) Eran l a s simientes:
cito en estado de obrar con mas i n d e p e n -
1..» Toda la clase militar activa y pasiva.
MINISTERIO UNIVERSAL.

Utilera sin duda esla medida, mas no voluntarios de Madrid, y habiendo sobrantes
desmerecia de ella la que en el propio s i - y sin ejercicio bástanle número de criados
tio y dia se adopló para estinguir la nume- d é l a casa y persona de don Carlos, ordenó
rosa clase pasiva que abromaba los pueblos, que todos los que se hallasen cesantes y
previniéndose que para contraer títulos para quisieran emplearse en el servicio activo de
ser atendidos á ocuparlas vacantes que ocur- aquel batallón ó de otro que eligiesen, e n -
riesen en sus respectivas carreras, tomasen trarían en el goce del prest ó sueldo de la
las armas, y al efecto, se mandó proceder clase en que sirviesen, y merecerían su real
inmediatamente y por entonces á la organi- aprecio y consideración para las distincio-
zación de un batallón con solólos individuos nes á que se hicieran acreedores por sus
que se presentasen de las espresadas clases, nuevos servicios.
el cual se titularía PRIMER BATALLÓN DE V O - En el mismo punto d e Villafranca se e s -
LUNTARIOS DE MADBID, reservándose don pidió una orden el 19 de junio que no deja
Carlos señalar el servicio que debía prestar. de ser notable. Está dirigida al decano del
Para la organización de este batallón se s e - tribunal de Navarra que consultaba el modo
ñaló la villa de Azcoitia, á donde habían de de ejecutar las sentenciasen que se impusie-
acudir los que hubiesen d e alistarse, pre- ra pena capital ó d e azoles y vergüenza
sentándose al comandante interino el coro- pública, en atención á que no había verdu-
nel don Gabriel Laci. gos en el país, á lo cual resolvió don Carlos,
Para estimular el celo é interés d e los que ínterin no pudiera proporcionarlos, p a -
que pretendía se alistasen en el batallón de ra lo que debia practicar las posibles gestio-
nes, pero sin escitar de modo alguno á que
2 . Los empleados que se hallen en servi- se mancillase la reputación de familias h o n -
a

cio activo. radas, se sustituyese el suplicio en garrote,


5.
a
Las viudas, huérfanos y demás pensio- con fusilamien'o, que se ejecutaría por la
nistas, ínterin entrasen al percibo de sus h a -
beres, al respecto de una ración si no tuvieran espalda cuando el garrote debia ser vil; que
fimilia. y de dos si la tienen y proceden de g e - la vergüenza pública se sufriera esponiendo
fes ú oficiales, acreditando antes no tener otros al reo en la plaza principal, con argolla ó
medios de subsistir. sin ella por el tiempo que fijara la sentencia,
4 . Los espulsos de los pueblos ocupados y que si alguna vez fuese indispensable la
a

por el enemigo, ínterin lo estén, bailándose pena de azotes, sin que se juzgase bastante
con el marido, padre ó hijo en las filas del ejér-
cito real, y justificando si por su edad, sexo ú ia esposicion con argolla, que se reempla-
achaques" no pueden tomar las armas y se ven zase con la de palos. Todas estas penas ten-
sin recursos de subsistencia. drían los mismos efeclos legales que a q u e -
ti.a Los individuos comprendidos en las llas á que se sustituían.
cuatro clases anteriores, son los únicos á quie-
nes se suministrarán raciones, reservándose Casi al mismo tiempo ordenó correspon-
S. M. concederlas por gracia especial á alguno der á la junta provisional gubernativa, r e -
que por circunstancias y servicios particulares solver las dudas sobre atribuciones del pro-
se vea en la indispensable necesidad de reci- to-medicato general y cirujano mayor del
bir este auxilio.
ejército.
6.a Las solicitudes á raciones, y las justifi-
caciones que quedan provenidas, se harán Poco después se previno á todas las au-
precisamente ante las respectivas, juntas, Jas toridades civiles y militares, que conforme
cuales, si son infundadas lo fiarán entender á á la real orden d e 19 de diciembre de 1 7 9 9 ,
los interesados; pero si acreditan su derecho, en las causas criminales que se formasen
las darán el curso correspondiente por la secre-
taría del despacho de que dependan. contra eclesiásticos y produjesen desafuero,
7.a Quedan sin efecto ni valor alguno para interviniese un eclesiástico nombrado por la
el percibo de raciones, todos los pases y docu- autoridad eclesiástica respectiva, y conclui-
mentos concedidos hasta la fecha á las perso- da la causa se elevase á don Carlos antes
nas no comprendidas en la precedente clasifi- de sentenciarla, respecto á los eclesiásticos.
cación.
El 29 se apremió á las autoridades á
S. En lo sucesivo, únicamentelos secreta-
a

riosgeneralesde los respectivos despachos, el quienes compelía dar curso á las solicitudes
general en gefe del ejército, y los comandantes de viudedades y pensiones de militares; y
generales podrán espedir pases para residir ó el 1.° de julio dispuso que en lo sucesivo
viajar con el goce de raciones á los comprendi- se satisfaciese á los tenientes, subtenientes
dos en las clases ya espresadas; y con respecto
á los de activo servicio, sus gefesy autoridades y alféreces la mitad de su paga en lugar
naturales, por el tiempo que dure el viage ó del tercio que habian estado percibiendo.
comisión para que las autoricen.—Lo digo, etc. El 9 se prohibió á los comandantes d e
33Ü HÍSTORÍA DE LA GUERRA CIVIL

armas y Jemas auloridades que no fuesen el de Dios, que suponia justamente irritada,
general en gefe del ejército y comandantes ; El 14 de setiembre, desde Hernani,
generales de las provincias, dar pases ni queriendo don Carlos «fomentar la piedad
licencias á ningún individuo militar para en su ejército y reanimar su espíritu con la
separarse de su residencia. En el mismo dia 'confianza en la Santísima Virgen, que en
se mandó correr un velo sobre todos los el misterio de sus dolores era generalísima y
procedimientos obrados contra el marqués ' protectora de todas sus armas" resolvió que
de Valde-Espina, por los motivos que d í e - i Ja tercera Dominica de setiembre de lodos
ron lugar á ellos. 'los años se celebrase su festividad en las
El 17 se prescribió de real orden á las iglesias de España, con toda la pompa y
autoridades de lodos los ramos, para ¡pie solemnidad con que se celebra la Purísima
no se profiriesen palabras obscenas y b l a s - .Concepción, y del apóstol Santiago, e n c a r -
femas. í gando que los pueblos donde hubiese tropas
Deseando don Carlos dar un testimonio asistiesen en cuerpo las que estuviesen libres
1

de su aprecio á los cuerpos de realistas del de servicio.»


reino, mandó el 6 de, agosto que tanto los j El 25 se autorizó al tribunal superior do
gefes y oficiales y demás individuos exis- [Navarra y Provincias Vascongadas, para el
lentes en las provincias, como lodos los que ; recibimiento de abogados, bajo ciertas r e -
sé hallasen unidos á. sus tropas y los que no glas que debían observarse,
pudieron ni podian incorporarse á ellas por | El 29 se procuró desde Estella regular
permanecer en prisiones, encierros ó presi- la administración de justicia en este t r i b u -
dios, habiendo sido aprehendidos en el aclo nal, y evitar que mientras las circunstancias
de estar en marcha para unirse á las mismas, no permitiesen restablecer el real consejo
fuesen considerados ellos, sus viudas, huér- de Navarra y la Cnancillería de Yalladolid,
fanos ó familias como los restos del ejército se confundiesen los negocios contenciosos de
lo fueran en igualdad de, circunstancias, este reino y de las Provincias Vascongadas,
para todos los empleos, gracias, considera- sustanciándose indistintamente de un modo
ciones y pensiones concedidas por don Car-- vicioso é ilegal, que produciría con f r e -
los, sin perjuicio de la mayor consideración cuencia nulidad en los procedimientos, para
y ascenso á que fueren acreedores los gefes lo cual se diciaron varios artículos,
de dichos cuerpos que so presentaron ó se ; El 28 ordenó la concesión á lodos los
presentasen con el todo ó parle J e los suyos premiados con la pensión vitalicia de un
respectivos en cualquiera provincia; con la real diario, de una medalla de cobre que Ue-
. precisa circunstancia de haber permanecido várian pendiente de una cinta; que ter'mi-
y permanecer constantemente sirviendo con nada la guerra concederla treinta años de
las armas hasta terminada la guerra. A los servicio al que ostentase tres medallas, y al
presentados ó que se presentasen desde que mayor número treinta y cinco.
1." de enero de esle año, se les considera- i El í i de octubre se mandó desde D o -
ria únicamente en clase de milicias provin- rango abrir el nuevo curso en la universidad
cíales, pudiendo aspirar al carácter de ejér- de Oñale.
cito por premio de sus servicios y acciones'. En el mismo sitio se dispuso entre otras
de guerra. ! cosas, que ninguna persona que no p e r l e -
El 7 de agosto dispuso don Carlos en A z - nociese á la clase militar, pudiera usar a r -
!

peítia que á los pasados de la legión inglesa mas, divisas, bigotes ni otro distintivo de
que deseaban regresar á su pais, se les de- los que solo corresponden á aquella, y que
jase en libertad de realizarlo , proporcionan- se tuviera y juzgara como sospechoso al
dolespasaporte y la protección conveniente, que á eslo contraviniera.
El 25 mandó que en todas las iglesias i El 25, para evitar, dice la real orden,
de la monarquía que «dichosamente, decia, hechos escandalosos de que la moral pública
estén libres del yugo de la usurpación, se se resenlia, levantaba la prohibición de dar
hagan rogativas públicas y secretas, invo- licencias para contraer matrimonio, si bien
cando la poderosísima intercesión de la con la circunstancia de quedar privados de
Virgen Santísima nuestra madre, bajo cuya los beneficios del. Monte Pió militar los que
tutela y especial amparo con el título de los se casaren.
Dolores juro y pongo de nuevo mis armas El 1 1 de noviembre se acordó al fin
y la suerte de toda la monarquía.» Esta don Carlos de premiar á su salvador en la
providencia tenia por objeto aplacar la ira noche del 2 i al 25 de setiembre de 1834 .
FISONOMÍA DÉ LA CORTE CARLISTA.

Perdido se'bubiera visto don Carlos y presa había en toda la Península,-para tidquir
hubiera, sido, de Rodil, si Juan Bautista' por este medio el diploma.de buen Servido^
Esain,vecino -dé Larrainzar, no le hubiera de ella.
cogido en hombros y atravesara con él los . ; La idea de que bastaba una fuerza cual-
montes de.Igoa y - S a k l i a s , por lo cual .'sé le quiera que se presentase en: el interior d e l
conoció en el campó carlista con el apodo reino para levantar, provincias enieras el
•daVSuf.ro de don Garlos. Por este servicio pendón, de don-Carlos, era propalada por
tan señalado,,al que se anadian oíros, se le ge.fes sin colocación á-quienes, engañaba su
concedió nobleza para sí, sus' hijos -y d e s - buen deseo, y se mostraban bástanle osados
cendientes perpetuamente, |a pensión de suponiendo .un prestigio y relaciones de que
20 reales diarios para sí y sus hijos,, y. si carecian, como se evidenció. Hacíanles coro
teniaalgun varón, que fuese educado por loscorles'anós, que yá lo-creyeran, y en ello
cuenta d e l ' erario 'en un colegio militar, demostraban.su ignorancia, 'ó. lo que es nías
hasta que instruido saliera á sublenienteal probable, se propusieran a d u l a r / o s lo cierto
arma que eligiese.. Al mismo-tiempo sé c o n - que publicaban en todas' parles la impoten-
cedía á Esáin.y. á sus hijos .una medalla de cia del ejército contrario, el entusiasmo de
oro, con el busto'de don Carlos en el' a n - los pueblos en pro del carlismo, la d e b i l i -
verso, y én el reverso .las. armas que debían dad del gobierno de la reina, el • temor de
acordarse á su nobleza, que serian un g e - Cristina, que añadían preparaba ,su fuga,
roglílioo alusivo al hecho qué motiva-esta llevando su riqueza y sus bijas, y que el
gracia', cuyo distintivo'po'drian.llevar al partido liberal eslaba aterrorizado^ .no c o n -
pocho-pendiente de una cinta con. los colo- cluyéndose la guerra porque no se quería.
res, de. la bandera, española. Y por último,' Don Carlos, que prestaba sin duda mas
que .la jiinlá de Navarra señalase una prero- crédito á.eslos cortesanos que.á sus genera-
galiva compatible con. -sus leyes y fueros, les, les importunaba pidiéndoles victorias,
que:, distinguiera- pora, siempre ''el pueblo les imponía combates y demandaba e s p e d i -
de Larrainzar. . • ' . ' . ' ; ciones. Para burla envió Egufa la dé Bata-',
- La Compañía de Jesús fué, como no ñero, diciendo que iba á sitiar á Madrid.
podia. menos, atendida también por don Pero no eran solos los anteriores c l a m o -
Carlos, y accedió'á la solicitud del. padre res los que publicaba la opinión, pronuncia-
Manuel Gil, para que en tanto.qué se r e s t a - da también contra el ministro Cruz Mayor,
blecía el seminario de Yergara, se'abriera cuya separación hacia indispensable el d i s -
la enseñanza en la casa de Loyola. guslo general y la escasez.del erario. Acri-
El 1.° de diciembre .'decretó .'algunas minábanle injustamente la muerte de Zuma-
reglas para la próxima renovación de e m - ' lacárreguj, ocasionada- mas bien ,- decían,
picados •municipales; y algunos n o m b r a - , por los disgustos que le causara, que por él
mientos'y variaciones- de empleos y' otras resullado.de la h e r i d a : ¡á tal estremo c o n -
providencias terminaron la'.legislación "car- d ú c e l a pasión de partido!
lista, de este-año,.'de cuyas mas importantes • Don Carlos tenia la desgracia de no t e -
disposiciones acabamos de dar cuenta, para ner al frente de la administración pública
que pueda formarse.una idea de ía. marcha un hombre capaz de imprimirla esa,marcha
administrativa que se seguía. salvadora que requieren las circunstancias
críticas: Cruz Mayor y YíUemur estaban
.desconceptuados, y para reemplazarles se
llamo á Erro, á quien se confirió el ministe-
FISONOMÍA DE LA CÓllTE CABLISTA,
rio universal, y se le considero el regenera-
dor, el salvador de la causa carlista. Cruz
Mayor fué-enviado al eslrangero con una
XLYI. comisión, que á decir dé algunos le salvó de
sufrir los efectos de Ja animosidad que con-
tra' él había.
Grandes eran los vicios de que adolecía Erro vociferó contraías de millones,
la corle carlista, dónde como en todas se ofreció satisfacer las necesidades públicas,
formaba la.opinion pública, los planes mili- y lamentándose del eslado en que ío hallaba
tares y las fascinadoras ilusiones. Alli. lejos todo e n e l campó carlista, -es/fama qué'dijo
del peligro, llegaban nuevos partidarios á algunos:
ponderando el entusiasmo que por la' causa «¡Pobre rey, desgraciada causa, é iíife-
TOSIÓ I I I . 43
333

lices batallones y soldados, próximo todo á los hechos que denunciaba, y el lenguaje
perecer si yó no hubiese llegado! pero g r a - con que lo hacia (1).
cias á Dios lodo se remediará; se conocerá la Esto era audaz sin duda en aquella c o r -
abundancia, y desde este mes (abril), el ter- te que tan especial cerácter tenia, y de la
cio será pagado á lodas las clases.» cual otro escritor carlista (2) completa el
Asi se comunicó al ejército, que a d q u i - retrató que á grandes rasgos traza la Memo-
rió á poco la conviccionjde que era e n g a ñ a - ria militar y política del señor Arizaga.
do. También lo fué don Carlos por aquel Después de decir que se habia aumentado la
ministro, como dice un escrilor carlista ya corle prodigiosamente, y la servidumbre y
citado, añadiendo que montó su gobierno los empleados, añade estas lineas, que nos
con cabeza de gigante, que reposaba sobre ahorran bastantes y aun algunas pruebas de
cimientos débiles y falsos; que alimentó pa- lo que declaran. «Habia, dice, guardias de
siones desmedidas, desterró del riel rea honor de infantería y caballería para las p e r -
á sus primeros empleados, prohibiéndolesse sonas reales; guardias de corps para el e s -
presentasen sin licencia; se rodeó de perso- tandarte de la generalísima, Ja Virgen de
nas que la mayor parle acababan de llegar los D.dores; músicas, libreas, caballos, mi-
de Madrid y de otros puntos no dominados, nisterios, juntas, oficiales de "secretaría, las
'en una palabra, se formó- un partido de famosas bolsas del despacho, ídolo, de los
Í ombres codiciosos de los destinos públicos, pretendientes, besamanos, audiencias, e s -
trángeros que iban y volvían, intrigas, e n e -
que le prodigaban indefinibles alabanzas
adulaciones, mientras que los agraviados y mistades, vicios, lodo, todo secncontraba ya
perseguidos eran desatendidos en sus recia en el real de don Carlos; y como á cada
niaciones y recursos. (-Entretanto, añade, que corte la d i s l i n g u e u n gusto y una fisonomía
Erro adormecía los sentimientos de don Car- particular que la domina desde el mismo tro-
los con sus ilusorias promesas, Morejon era no, la corte carlista tuvo también un carác-
el azote de cuantos infelices de buena fé, ter propio y esclusivo. Don Carlos, religioso
antes que él habían servido honradamente le práctica .(3), asistía á lodos los oficios d i -
ÍUS puestos en el gobierno: abusando de la vinos; los cortesanos siguieron en tropel .el
condescendencia del príncipe, se mostraba mismo camino y poblaron los templos; don
audaz y osado, sin consideración á personas, Carlos gustaba de novenas,, de funciones de
servicios ni padecimientos, tratando á lodos iglesia; los palaciegos las fomentaron é h i -
con desden.y sobrecejo. Fácil es conocer la cieron de ellas la diversion c o n s t a n t e ' d e la
impresión que causaría tan demente con- corte; los ingenios se ocuparon en piadosas
ducta, de la que eran los primeros á esperi- composiciones, y altos empleados cantaron
mentar los efectos aquellos hombres mas gozos y leíanlas; don Carlos usaba de un
enérgicos, y mas resueltos defensores de ¡a lenguaje místico, y en la corte se habló co-
causa realista. Erro se apoderó de los fon- mo en un monasterio; don Carlos lo e s p e r a -
dos que Cruz Mayor tenia depositados para ba todo de la generalísima, y los cortesanos
ocurrir al pago de las contratas de paños en nada contaban para los triunfos con el
que habían entrado para vestir al ejército, arrojo del soldado, pues los creian seguros é
y lisonjeando al pais con la concesión y au- infalibles con la' protección divina y las v i r -
mento d e s ú s fueros, dobló las exigencias, tudes del rey; la hipocresía dominó, en. fin,
é impuso al clero subsidios cuanliosos y en público, y los desórdenes de todo género
forzados.» crecieron en la vida privada.

Añadamos á este c u a d r o , trazado por «El espíritu de intriga y disensión logró,


mano, amiga el colorido que entre, otras co también penetrar en el cuartel del ejército.
sas puede darle la rivalidad que exislia en- El conde de Eguía, de carácter fuerte, é i r -
tre los generales, las intrigas que se fragua- ritable en sus arrebatos, gritaba con furor,
ban, escogiendo unas veces por blanco al é insultaba con espresiones duras, y esto
general en gefe. otras á aquellos generales ofendía particularmente á los que sé h a l l a -
que ocupaban altos destinos ó merecían la ban en empleos no inferiores; y con ello
confianza de don Carlos. Algunas de estas consiguió, á pesar de ser hombre de buen
quejas eran fundadas por ser hijas de los he- fondo, crearse fuertes enemigos que se f u e -
chos ó del descontento público. Gómez d i r i -
gió entonces una esposicion á don Carlos
(4) V é a s e en el documento número 38.
contra el gefe del ejército que causó p r o -
(2) Don Manuel Lasala.
funda sensación en todos Jos círculos, pol- (3) Y de corazón, añadimos nosotros.
FISONOSÍIA BE LA CORTE CARLISTA.

ron reuniendo bajo el pretesto de estreñía que les impelía á sobreponerse y humillar,
adhesión carlista, de necesidad de elevar al favorecidos de tan eslraordinarias circuns-
poder militar á un gefé, hijo del levanta- tancias, á las clases y á los hombres-, á quie-
miento de las provincias, y en que figu- nes antes no hubieran osado mirar sino con
raran las reputaciones navarras de ambos respeto y consideración. Inventóse el tema,
cuarteles. El general García, comandante que después se hizo tan favorito, de d e s i g -
general de Navarra, y la junta del mismo nar como masones encubiertos á todos los
reino, deploraron la desgraciada suerte de que no eran de la última clase de la s o c i e -
su pais; que decían ser el gran sosten de la dad, ó no entraban en las filas de la f a c -
causa, y que suponían criminalmente a b a n - ción esterminadora, y no pocos hombres de
donado por Eguia. El general Gómez, u n i - buena fé lo creían sinceramente. Don Car-
do á otros gefes, dirigía reservadas- esposí- los, en tanto, siempre irresoluto y siempre
cíones al real, de que era portadorsu i n t r i - débil, titubeaba ; pero la separación de
gante capellán de estado mayor, y en ellas Eguia era ya inevitable, y solo la retarda-
se acusaba á Eguia por su conducta y o p e - ban los anuncios de una próxima batalla
raciones; se hablaba del disgusto de las tro-
ias, y se apoyaba el proyecto favorito de «Las esperanzas del ministerio univer-
Í as espediciones como absolutamente n e c e - sal se habían ya frustrado del modo mas
sario para fomentar el espíritu de otras p r o - completo; el ejército no había recibido el
vincias; proteger los pronunciamientos y ali- menor auxilio; la caballería, que necesitaba
viar también al pais vascongado de la pesa- á toda costa de aumento, permanecía sin
da carga que sufría. El famoso cura E c h e - reemplazo de ninguna especie; las esaccio-
varría, y el activo é intrigante oficial de la nes y cargas del pais, progresaban espanto-
secretaria de la Guerra, Sanz, con algunos samente, y el disgusto cundía en proporción
otros, eran el alma del partido, que ya em- de las ventajas que se habian prometido.
pezó á llamarse en el real el puro, el faccio- La única variación que á la creación del
so, por escelencia, y que fué el núcleo del ministerio universal se habia notado en el
partido eslremado que en tiempos posterio- real, habia sido la etiqueta introducida en
res, lleno de fuerza, llegó al poder, apoyado la comida de don Carlos y don Sebastian,
en las simpatías del corazón de don Carlos. cesando la servidumbre de sentarse á la
Pusiéronse entonces al frente de este parti- mesa, cuya distinción gozaba en un princi-
do algunas personas de talento y ambición, pio ( l ) ; y el primer acto del departamento de
conocedoras ya del carácter y sentimientos la guerra, fué una orden ridicula, prohibien-
de don Carlos, y que contaban con los indi- do la marcha francesa, y otra insultante é
viduos de la servidumbre eslerior, poseedo- indigna, por la que hombres recientemente
res del favor del príncipe, como eran un -tal adheridos á la causa de don Carlos, exigie-
Gelos, al que de desconocido barbero se le ron á soldados voluntarios y decididos, el
hizo cirujano; el llamado elMantero, y otros juramento de banderas que no existían.»
de este linage, á quienes se reunió un gran Dice después que perjudicó la publica-
número de gente oscura. La mayor parle ción de los decretos de calificaciones, reva-
eran hombres violentos por un impulso naci- lidaciones, remuneraciones, épocas y otros,
do en ellos mismos, que les conducía á m i - que se improvisaron intendentes de todas
rar con odio á toda persona decente, como las provincias, contadores, gobernadores,
á un obstáculo que siempre veían por delan- j u e c e s , consejeros, etc.; pero creemos h a -
te para sus elevaciones; otros, sin ningún la- ya en esto bastante exageración, porque
lento, pedían, y de buena fé creían posible, ios que tal se creían no tenían otro título en
la degollación de cuatro ó cinco millones de que fundar sus empleos que una oferta mas
liberales, y con este sencillo remedio una ó menos significativa del ministro ó de don
profunda paz para los realistas; otros tam- Carlos. Pero de todos modos se creia lo que
bién, sin haber salido jamás del rincón desús nos cuenta el autor de los párrafos que nos
pueblos, temblaban á la vista de (aillo a s - ocupan, se hablaba de ello, y crecía el
pirante á empleo, creyendo no había de h a - disgusto, especialmente en el ejército, que
ber suficientes para todos, y temiendo se los era el que sufría privaciones, el que so
arrebatasen aquellos á quienes llamaban los
«señoritos.» Asi, pues, por muchas y diver-
sas causas todos concurrían á un mismo o b - (1) Esto se ha desmentido por algunos qu»
jeto, habiendo en todos un instinto natural aseguran no se sentaban á la mesa dedon Car-
los mas que generales y algunos persomges
340

batia > el .quederramaba sú. sangre y se con- su ignorancia, en su obstinación, y en m e -


sideraba maltratado por que no le llamaban dio do las sugestiones del partido eslremn-
al reparto de estas gracias. Los hombres in- do. n a d a s e pudo conseguir; - y cuando.;no
teresados .criticaban, se entristecían, los tenia recursos, cuando su ejército pasaba
pensadores, .y se resfriaba el entusiasmo de meses y mas• meses sin r e c i b i r . e l . menor
todos. auxilio; cuando no tenia, la-protección d e s -
Y había en. verdad motivos poderosos cubierta e imponente d e p o t e n c i a a l g u n a en
para.tristes presentimientos', por la miseria E u r o p a , rehusó con rigor las'sumisiones
que cundía , por las esperanzas perdidas, ofrecidas > y exigió que la España enlera se
por los hechos en f i n q u e punían en. e v i d e n - arrojaseá sus'pies, y besase la cuchilla-con
cia á Erro y. á sus partidarios. qtie la amenazaba. En ,el real d e d o n C a r -
Para.verdades el.tiempo, y éste a c r e d i - los, se habló de los.sucesos de M a d r i d , ' p r e -
tó perfectamente el empirismo del ministro sentándolos como laobra de un ángel e s t e r -
universal, que llegó á tener abandonados minador'.bajado del cielo para corlar cabe-
•hasta los hospitales, sin trabajo los talleres zas masónicas. «Dios', y solo Dios; la g e n e -
de la g u e r r a , sin paga la tropa, y como ralísima, y solo la-generalísima» eran' los
una prueba del estado de los pueblos y de qué andaban en el asunto. Tal era'el v é r t i -
los recursos con que contaba el erario, d i - go que-de aquéllos hombres se apoderaba,
remos que.don Carlos tuvo que pedir al v i - que con necio é'impotente despego dieron á
cari o • de Oñate una cantidad prestada para entender , á quien mucho convenía satisfa-
atender al gasto de su casa. No le faltaba c e r , que don Carlos rey por derecho divino,
mas que vender como don Enrique su g a - no debía esplicáciones de su conducta' y
:

bán para comer; pero no rodeaban á don gobierno ni á propíos ni á eslraños, al m i s -


Carlos coilesanostan opulentos como al a n - mo tiempo que por medio de un decrélo pé-
tiguo-rey de Castilla. .- simamente redactado se niandaba hacer ro-
oEn agosto de .1836 luvieronlugarlosim- gativas públicas para desagravio del Santí-
porlanles sucesos de la Granja ; sucesos qtie simo Sacramento, y esterminío de ios infie-
alarmaron entonces á una gran parle del l e s , con funciones de,gracias á la g e n e r a l í -
partido de la reina; que desunieron á los sima la Virgen de los Dolores- Este fué el
liberales; qué formaron partidarios de don grande acto político que don Carlos creyó
Carlos de muchos de los q u e , s e llamaban digno délas circunstanciasen que'se hallaba,
vasallos realistas de Isabel; que hicieron la nación en. 1836. Desde entonces ya no
titubear á altas clases al.temor de nuevos y hubo una persona de alguna inteligencia
mas adelantados acaecimientos, y que t a m - qtie dejase de conocer al hombre por quien
bién influyeron en la política estrangera. tantos otros se sacrificaban; pero el calor dé
Todas las personas de razón de ambos cuar- •parjidoy el fuego del entusiasmo' existían'
teles creyeron que don Carlos y su ministe- a ú n e n l a s masas, y mas particularmente
rio se apresurarían á recoger las ventajas en elejército qué siempre al frente del ene-
de semejante situación: altas personas le migo se ocupaba solo de batirse.» '.
ofrecieron.su. adhesión ; influencias eslran- Este calor de partido y este, fuego de
geras desearon conocer sus ideas de gobier- entusiasmo iba á'tener su término. D e s g r a -
n o , presentadas'en E u r o p a - d e diversos y ciado el momente en que llegara. Don C a r -
esliemados modos; prudentes consejeros le los empezó á comprender ó ha hacer que
insinuaron ía favorable ocasión que se p r e - comprendió los apurosdesu situación, y p a -
sentaba de dirigirse con dignidad á los e s - ra conjurarla demandó consejo.,
pañoles á fin de manifestarles los trastornos
•que deberían seguirse del nuevo orden de
cosas, y los' intereses que iban á ser ame- PARTE MILITAR.
nazados, para recordar sus anuncios hechos
desde Portugal, y realizados ya entonces,
ESPARTERO DE GENERAL E N GEFB DEL E J É R -
relativos á q u e , cubierta con el velo de s u -
cesión , lo que se sostenía era una guerra de CITO DEL N O R T E . — O P E R A C I O N E S ' MILITARES.'
principios; y finalmente para mostrarles su
clemencia, su bondad y sus ¡deas templa- XLVII.
das hallándose dispuesto á abrazar á todos,
á olvidarlo' t o d o , y á. regirlos á todos dulce-
mente y con las mejoras posibles. Pero en El 16 de setiembre; fué nombrado E s -
parlero general en.gefe del ejército de o p e -
ESPARTERO DE GENERAL EN GEFÉ, ETG. 341

raciones del Norte, virey de Navarra y c a - dez, la buena fé y el entusiasmo con que
pitán general de, las Provincias Vasconga- h a d e , seguir conduciéndoos "al combale el
1

das, por haber sido relevado-del primero de general que tiene la gloria de mandaros?.
estos cargos el 'marqués.de Rodil.. Ni basta ni es suficiente, mientras- que" el
La reina,: el. gobierno, el ejército,. el orden y la mas rígida disciplina no a c o m -
pais, esperaban con ansia su alivio, pues ya p a ñ e n los demás títulos que. constituyen el
vimos cedió en la persecución de Gómez lionroso nombre y reputación que habéis.
por el mal estado d e . su salud;, y d e m o s -
;
adquirido. Sin disciplina, el valory la fuerl-
traban, todos este deseo de una manera e v i - za carece de acción,- y no -.podremos-jamás'
d e n t e , en'olicios;, en 'manifestaciones', ,en contar, con la victoria.'Con disciplina la ob-
artículos, porque aquella falla de grandes tendremos- siempre ,• y veréis, arrollados,
operaciones en el Norte era peligrosa para la destruidos-pronto los enemigos de nuestras
causa constitucional .' Al fin el 2o de setiem-
1
leyes fundamentales, e n q u e estriban la fe-,
bre tomó el marido de los ejércitos, como, licidad y ventura d é los españoles. " ; ' • - ' .
se le mandaba, y publicó al hacerlo,, en • , «Soldados: no dudo que vuestro respeto
Logroño, la siguiente: . y-ciega- obediencia á los'superiores llenará
todos mis -deseos. Espero que ninguno me
ÓUliKX" GENERAL.
pondrá en- el; sensible caso de tener que
emplear .el rigor para: corregir una falla tan
«Compañeros: Sin estar completamente trascendental.:' E l . que la,cometiera' seria
restablecido de. mi enfermedad tomo el .objeto de reprobación d é l a palfiá, y como
mando del ejército.-El encargo es superior mal soldado se vería destituido de mi e s t i -
á mis fuerzas; las circunstancias son críticas mación, y condenado infaliblemente a l a
y espinosas:, vosotros esperimenlais la' que pena que determinan las' ordenanzas milita-
mas me aflige , la falta de • recursos para res. Para.evitarlo cuento con el celo y p a -
cubrir las .atenciones Sin embargo, be d e - •Iriolísmo de-Ios generales, gefes, oficiales y
bido hacer tan.; costoso sacrificio,, porque demás-clases del ejército, en el concepto
S.-M. la reina-Gobernadora, la' madre, del de^ que-responderán con su persona' y. e m -
pueblo, la.protectora dé sus tropas, lia m a - pleos, si por,debilidad ó poca firmeza en el
.i]i,festado-este\deseó y voluntad. Empero al mandó permitiesen' él menor acto que pueda
decidirme, he contado sobre lodo con vues- relajar la disciplina. -
tro amor, constancia, sufrimiento y heroís- «Compañeros: seguid llenando vuestros
mo,-pues que sin vuestro afectó y sin las deberes, siendo modelos de subordinación,
virtudes que lanío os distinguen, nada me y sufrid resignados las'privaciones, seguros
seria posible emprender ni ejecutar. . d e q u e yo nú tendré un rhomenlo mío: lodos
«Soldadosy compañeros de fatigas: una serán vuestros para facilitaros recursos; para
nueva era" de g l o r i a s e nos'présenla. Mi administraros justicia, y para'• proporciona-:
decisión será igual á la: que siempre habéis ros nuevos, lqurelés.'"participando como
tenido. La constante persecución y completo siempre'- de vuestros trabajos y peligros,
estcrmiiiio de los facciosos llamará mi prin- hasta q u e , eslerminados los enemigos del
cipal cuidado: convencido de que la con-- reposo público, cuente la satisfacción de
templacíon para separarlos de su carrera ver afianzarlos los derechos de que es dignó
criminal ha engrosado las filas del príncipe el pueblo español, vuestro general—Espar-
rebelde, foriienlado su orgullo y producido tero.» - •
los horrores d e q u e .hemos sido 'victimas, no El mando de lalercera divisionqué-deja-
seré yo el que dé nuevo' p á b u l o p o r tal,
-
ba vacante Espartero se confirió. áAlaix ( 1 ) .
medió. Satisfaré vuestra ansiedad y'.la .de. Espartero tomaba llenó del mayor. a r -
la nación, que gime la pérdida de sus hijos dor y entusiasmo- e l m a n d o del ejército,; y
predilectos,, asesinados por esa turba de. aunque comprendía lo peligroso de su s i -
ambiciosos, finalices, egoístas, enemigos de tuación , y lo crítico de las circunstancias,
la libertad y del progreso de la patria que tenia fé y sentía en su corazón sobrados
destrozan. • ..',"'' .••'•.-'.' bríos, para que dejara de esperar Un éxito
«Pero soldados del ejército del Norte y glorioso. Pero tenia que hacer mucho: el
de reserva, ¿creéis qué bastará para, c o n s e - enemigo era temible, se iba haciendo p o d e - '
guir el triunfo, vuestra constancia, el s u - roso, y las comunicaciones que empezó á
frimiento-y el-valor-que .leñéis acreditado?
¿Os persuadiréis que es suficiente la h o n r a - (I) Real orden de \'i d e . s e t i e m b r e .
HISTORIA DE LA GUERRA CIVIL.

recibir el nuevo general en gefe, no eran con los dos de su guarnición, y atender á
lodo lo lisongeras que pocüa prometerse. El las inmediatas.
comandante general del cuerpo de ejército Esta escasez de fuerzas aumentaba lo
de reserva decia desde Sonedlo e l 2 7 , que crítico de la situación'de Espartero, no sien-
las noticias que habia podido adquirir, á do mejor la de los demás gefes, pues Peón
pesar de haber practicado todos los medios se .lamentaba de no tener ni aun ración para
posibles, no le daban un resultado cierto de los cuerpos de su mando. Espartero deseaba
las intenciones y fuerza del enemigo; pero que las divisiones de vanguardia y tercera,'
á la que daba mas ciedito era á la que que, como vimos, marcharon á Aragón y Va-
compuesta la facción, de siete batallones y lencia, volvieran al instante, y pedia tam-
dos escuadrones al mando de un tal Sauz, bién fondos de que carecía. Peón llegó á
habia marchado desde Entrambasmestas Reinosa el 27 y el 29 participaba sus m o -
á.Puenleriesgo, y ocupaban unas cuatro vimientos y llegada á Ilerrerucla, después
leguas sobre la carretera de Santander, de una marcha penosísima por lo escabroso
en cuya virtud para socorrer con sus de| camino y el paso del puerlo de P a m p o r -
fuerzas aquella plaza si fuese amenazada, quero que atravesaron en completa oscuri-
se ponía en marcha para Corconle acercán- dad por la densa niebla.que le cubría. Es-,
dose asi á Reinosa y á Santander, sin d e s - partero entró enVitoria adelantando sus fuer-
cuidar el camino que ocupaba actualmente*' zas, y alli supo.la aproximación de Villar-
hasta tener seguridad de que los carlistas lo real.
habían atravesado, en cuyo caso los p e r s e - Alcalá se proponía obligar á Castor •
guiría en la dirección que llevasen, obrando abandonase, los valles de Soba y Carranza,
activamente según-conviniese por las noti- para lo cual ofició al comandante general
cias que pudiese adquirir. de Santander .para moverse do concierto
Comunicaba esto á Esparleroel brigadier por aquella parte, mientras él lo verificaba
don Francisco de Paula Alcalá, luciéndole por los Tornos y Soba.
al mismo.liempo con referencia al c o m a n - Castañeda en lauto, obedeciendo las
dante militar del valle de Mena que soló órdenes de .Peón trataba de'hostilizar, por
habia ejecutado la espedicion á Castilla el retaguardia á la espedicion carlista: Castor
tercer batallón de la misma, el segundo con sus guerrillas insultaba a Santander-'
provisional y el seslo de Navarra , con dos por la parle de la ría, y estraia mozos de
escuadrones, habiendo abandonado el valle los pueblos que ocupaba. Al saberse esto
Villarreal, Cuevillas y otros, contramarcha!) se dispuso que la brigada al mando del c o -
do con dirección del valle de Ayala, e s c o p - ronel Minuisir que se hallaba en Medina,
lo Castor uue se dirigió á Carranza con un Pomar, T o r r e s , e t c . , se dirigiese á A g ü e -
batallón. Por si el objeto de esta contramar- ra y Villasante con sesenta caballos, m i e n -
cha de Villarreal era el de proteger la e s p e d i - tras San Fernando y' Toro que ocupaban á
cion y caer sobre Peñacerrada ú otro' punto Gayangos, Baranda y Quintana Aedo se
fortificado, resolvió Espartero volver desde dirigían á Espinosa y puntos convenientes á
Oña donde pernoctó, el 27 con tres batallo-
< lin de poderse ocupar los valles'de C a r r a n -
nes, única fuerza disponible, por haber re- za y Soba, sin desatender por esto el observar
forzado con cinco la izquierda de la línea, á Villarreal á quien suponía hacia Amurrio.
los cuales con otro de los que formaban el Lord John Hay y sir Lácy E v a n s , que
ejército de reserva quedaban á las órdenes acaba de. derramar su sangre en la guerra
de Alcalá cubriendo aquella parte, m i e n - de Oriente, manifestaban llenos de e n t u -
tras Peón se ocupaba de la persecución dé siasmo y esperanza, el primero desde S a n -
los carlistas espedicionarios.' tander y el segundo desde San Sebastian,
Espartero, á pesar de la poca fuerza de que les'enviaran tropas con loda urgencia
que podia disponer, marchó'el 2G con tres para cerrar la frontera: se creia bastaran
batallones hacia, las Encartaciones, o r d e - seis mil hombres; pero pronto, por que sino,
nando que oíros tres que se hallaban en la seria inútil mayor número: John Hay se
Puebla de Arganzon emprendiesen igual comprometió á pesar del mal liempo á llevar
movimiento. Hubiera llevado más fuerza si toda ía'tropa necesaria én muy pocos dias,
la tuviera; no podiendo quedar mas que tres v que si el mismo mal liempo y las c i r c u n s -
batallones cubriendo la linea desde Calahor- tancia lo hubieran permitido, Irun y otros
ra á Miranda, y otros tres con el liaron ds pueblos estarían en poder de la rema; que
Moer cu Vitoria para cuidar de su defensa 2 laba lista todo'la artillería en San S c b a s -
PRELIMINARES BEL SITIO DE BILBAO. 3i3

lian para empezar las operaciones, y se ana- conducir piezas de grueso calibre y carro .,
dia cpie si lo (¡ueria el gobierno, mandaría' de proyectiles' con aquel objeto.
cuándo fueran los refuerzos á E v a n s , cíenlo Espartero no podía' disponer mas que de
cincuenta buenos artilleros á Bilbao, para la diez'balallones, contando con los del ejérci-
defensa de lá ciudad, por que* inspiraban to de la izquierda, fuerza que consideraba
mucha confianza á los bilbaínos. insuficiente para levantar el sitio', por la del
Alcalá entretanto seproponiaen sus ope- enemigo y por la escabrosidad'del terreno.
raciones, ya que no podían ser tan eslre-' Esta situación la consideraba penosa, m a -
mas y ventajosas como quería, obligar á yormente por la absoluta falla de-caudales
Castor á-desocupar el país en que domi-. y de víveres para auxiliar las tropas,'cuyo
naba, y dejar libres a Santander .y su costa estado.era por sí solo bastante para inutili-
de. la presencia.de los carlistas. Asi lo zar cualquiera operación y para temer fu-
participaba al general en gefe, desde su nestos resultados. Por eslo, y por lener que
cuartel general de Villalazara, alas doce atender á-una línea tan estensa; que podía
d é l a noche del 30 de setiembre. ser forzada por su debilidad, sin arbitrio
En Santander y Sanloíia desembarcó para impedirlo desde su estremo, llamaba
una brigada procedente de San 'Sebastian la atención del ministro para que le enviara
compuesta de unas dos mil trescientas .inmediatamente la brigada de Narvaéz. Esto
plazas. no obstante, se dispuso á salir al amanecer
del 2o en dirección de Villarcayo, con los
tres batallones únicos de que disponía.
' SITUACIÓN DE ESPARTERO. Era llegado ya el tiempo de obrar, y
podia lisongearse.de que el ejército s e c u n -
daria sus disposicionas, .interpretaría sus
XLVIII. sentimientos y se identificaría con su valor.
Dos meses habían pasado en casi completa
inacción, pues solo se observaba á los c a r -
En la línea de San Sebastian lenian l u - listas, que inactivos también, se preparaban
gar á la vez las-operaciones que quedan sin embargo á emprender la operación mas
descritas en la página 78 de este tomo. colosal que hasta entonces intentaran: el
Espartero permanecía en Vitoria, o r g a - sitio- do Bilbao, d e esa pinza que había de
nizando el ejército y proporcionándose re- daríes gloria y recursos fuerza material y
cursos, al mismo tiempo que trataba de ar- •moral, importancia, en el interior, y crédito
reglar la'administración militar, convertir en eleslerior. Por esto su afán; por ésto
en un sistema de hechos positivos el tratado estimular el ardor de las tropas, presentán-
de Elliol,,y prepararse para emprenderla dolas como un hecho fácil lo. que habia de
campaña, con probabilidades-de é'x.ilo. "El costar lauta sangre; por esto también el alu-
ministro de la - Guerra le recomendaba á la cinamienlo de don Carlos, que daba por
vez que ,«no se empeñase en ninguna opera- seguro el triunfo, á pesar de lo imposible
ción mas que en la defensiva,-hasta que' él que se le presentaron algunos.
terminara con la espedicion de Gómez.¡. Pero nadie mas interesado que Erro en
•El 13 de octubre salió de Vitoria con tres ba- la conquista de Bilbao: veia ir decayendo
tallones y un escuadrón, en direccionáCubo, su crédito, perder su prestigio, devanecerse
para acudir adonde conviniese, habiendo de- las ilusiones que hiciera formar su empiris-
jado en aquella capital cincobalallonesy al- mo, hundirse, en fin, y su salvación estaba
gunos escuadrones, y cubierto el resto riela en Bilbao. -No es de estrañar que en su
línea del mejor uiodo posible. El 18 conti- naufragio lo arriesgara lodo por salvarse.
nuaba aun en Miranda, esperando noticias Mucho, pues, se arriesgaba; pero mucho
que asegurasen la ventaja del movimiento también iba á ganarse.
que había de emprender. El 21 conleslaba
desde Haro á la comunicación de Rodil del
14 desde Almodóvar, y le avisaba el 2.2' el 'PRELIMINARES DEL SITIO DE BILBAO.
proyecto formal de los carlistas de -sitiar á
Bilbao; noticia plenamente confirmada,"asi ' XLI.X. .'
como la.seguridad que dieron los ingenieros
de don Carlos de rendir la plaza, y la ma- Don Carlos se resolvió al fin á tratar
nifestación de algunos paisanos que vieron
formalmente sobre el sitio de B i l b a o , y al
3ìì HISTORIA DÉ I,A GUERRA CIVIL,

efecto convocó en Durango una junta de tros desfiladeros,, descender desde los m o n -
generales, á la que asistieron: don Carlos, tes, á. países-abiertos.y entrar en las llanuras
que la presidia; el infante don Sebastian; requiere la concurrencia ,de. las tres, armas,,
Erro; don Vicente González Moreno; Gasa—; pues seria preciso dejar la guerra partidaria
E g a i a ; Üranga;'La Torre; Villarreal; don ó'de puestos, para emprenderla en linea. En.
Joaquín Montenegro, director general de las llanuras iio se combate con las cabezas',
artillería; don Melchor Silvestre-, '-coman- dé las columnas sino.con.las columnas d e s -
dante general 'de ingenieros, y. Urbiztondo; plegadas; en las llanuras, y especialmente
que- comò'gefe interino de estado, mayor en ¡as-marchas,, los (láñeos están en el. a¡ré,
general hacia de.secretario.,Diferentes fue- y", su apoyo, generalmente hablando, ha de
ron los pareceres qué allí se emitieron. Erro resultar dé-I orden,total.de. marcha ó de . b a -
presentó'conio.indispensable la posesión de talla, y nada d e esto d e b e ejecutarse sin' la
j a plaza-de-Bilbao, sin l a que no hallaba concurrencia eficaz y ligada cLe infantería,
medios para continuar la g u e r r a ; ' q u e ella caballería y artillería. Hay ademas que a ñ a -
serviría de segura garantía paral contratar dir,: que tanto en las marchas q u . e ' s e cro>.
empréstitos, y daría el tríunfoá don Carlos; prendan cpmo en/los-órdenes dé batalla que
porque., consideraba que . desdé Bilbao á se establezcan.en .terrenos.abiertos, es cir-,
Madrid era.muy corta la distancia'. Otros eun'sla.nciá indispensable aclararse por f r e n - .
opinaron en contrario, no porqu'e descono- te y flancos, con patrullas, grandes guardias
ciesen -la importancia de sei" dueños de la- ó-avanzadas de •caballería mas ó menos n u -
plaza, sino porque creían "que no se contaba merosas, según. Ja distancia, número,.y d i s -
con elementos bastantes .para conquistarla posición de los enemigos; resultando .de lo-,
á viva 'fuerza. Otros opinaban porque se do lo .dicho, que habiendo carecido el.ejér-
estableciera el sitio; pero con solo él objeto cito de V. M. de los medios que se están
de'atraer á los alrededores do Bilbao, !á. Indicando-para pasar el Éb'ró y -trasladar el
aquellos .terrenos;escabrosos, á las.tropas teatro de'la guerra á'las provincias del c e n - ,
liberales para, batirlas con comodidad.. Su- 'tro, se ha huido de un escollo qué ocasio-
ponían, y con razón, que ñ.p se'abandonarja naría,fatales consecuencias,'fáciles de evitar
¡V la opulenta y liberal• villa de.Bilbao; y en permaneciendo en los países cerrados que
verdad q u é el objeto que estos se^proponiau actualmente ocupamos, hasta lograr ú i r a ü - ,
no era .'desacertado, porque podría escogerse: mentó proporcíonal-de caballería y ar.tilletja!
él terreno á placer,' y sino.se vencía al ejér- que, permita á V. M. avanzar- con.-alguna
cito liberal en "(a primera. acción-,, podría' probabilidad de suceso, ó bien esperando.,
encerrársele en. Bilbao ó impedirle la retira- que el gobierno de Madrid, precipitándose
da. El dictamen de^ Moreno' pareció ser él de. esceso en esceso y de.revolución én- r e -
predilecto. Apoyaba'el de Erro, y se decidió volución, haga por fin-'abrir los. ojos á la E u -
sitiar á Bilbao. Esfe. escrito,' in.édit.o,..creé- ropa, haciéndola conocer que su t r a n q u i l i -
mos, .hasta hoy,' es el-sigiiienle: . dad y seguridad solo tendrá garantías' cuan-
do V.' M. ocupe el trono de San Fernando.'
—Hasta ahora, señor, sólo, he hablado del
movimiento de este, ejército sobre .una:, pér - 1

VOTO. PARTICULAR..' D E L . -TENIENTE " G E N E R A L


pendicular que sobre el Ebro se prolonguo
•• ". DON Y I C E N T E GONZÁLEZ ' M O R E N O . '
hasta Madrid, pero si se trata de.ejecutarle
sobré cualquiera de los dos.flancos, desapa-
recen las.'dificultades de descender á países
•Señor.: el.pensamiento, de trasladar la abiertos ó llanos, porque por el flanco d e r e -
guerra al centro de la Península para a u - cho continúa.el paisqiiebradópor las Encar-
mentar por este medio el radio dé las ópera taciones y la cordillera qué Separa j a s p r o -
clones,, abrazar mayor Ostensión de país, au- vincias-,dé Burgos y Falencia de la ,de S a n -
mentando también los .recursos en hombre: tander, continuando, los móntespor Asturias
y dinero, y quizá acabar da un solo golpe y Galicia hasta Portugal, y por nuestra iz-
la guerra, apoderándose de la capital de la quierda se dilatan los montes y terrenos' fra-
monarquía, es casi tan anliguo como la mis- gosos "por todo cf Alto Aragón.y. Principado
:

ma, guerra que con tanta gloria sostie- de Cataluña, hasta- e l Rosellon ó el cabo d e
o. Vi. M.: pero la: dificultad de reunir los Creux'. Habi'e.nd.0' la diferencia notable de
:

ómnós con que llevarle á ejecución, es Jó que las tropas que V. M. .''.envíe á^Asturjas ;'ó
dquhasta la fecha ha impedido poner eñ i Galicia-pierden la comunicación c o n Y . M . ;
-ptquemlan útil empresa; abandonar nues-
VOTO PARTICULAR DE MORENO. 343

circunstancia que V. M. se dignará recor- pues de mi separación del mando, V. M.


dar le hice presente cuando tuve la honra de •. tendria actualmente un ejército con treinta
ser su gefe de estado mayor, por la quocons- j mil hombres disponibles á caballo sobre el
tantemenle me opuse á dicha espedicion, Ebro, dividida en dos la linca enemiga; se
que verificada posteriormente al mundo del hallaría V. M. posesionado de Frias, "y por
general Gómez comprobó mi teoría, porque consecuencia natural, de Medina de Pomar,
mi teoría, señor, estaba fundada en princi- Balmaseda y Bilbao; en una palabra, señor,
pios, y estos poquísimas veces faltan; no V. M. se encontraría sobre el Tajo, porque
milita el mismo obstáculo con el flanco i z - las operaciones militares no dependen de las
quierdo, respecto áque el alto Aragón y Ca- distancias sino de las predisposiciones ó es-
taluña están en línea con el reino de N a v a r - tado de los ejércitos beligerantes. P e -
ra y Provincias Vascongadas, constituyendo ro V. M. en el dia no tiene mas que veinte
una paralela al Pirineo, aunque interrumpi- y un mil infantes y quinientos ó seiscientos
da por los ríos Aragón, Cinca, y Segre. Sin caballos para batirse; y aunque yo no veo
embargo de que yo no estaba, porque no de- que la fuerza de los enemigos llegue, como
bía estar, por desmembrar de este ejército aseguró uno de los vocales de la junta, á
fuerza alguna hasta ponerle en estado de setenta mil hombres, pues en mi concepto
poder operar con él en grandes masas, al no pasa de cuarenta y cinco, la diferencia
cumplir con el mandato de V. M. q u e q u e - es notabilísima en concepto de enviar una
ría que absolutamente se disparase un d e s - gran parte del ejército de V. M. al interior
tacamento de cuatro ó seis batallones por de la Península. Iín una guerra ordinaria
derecha ó izquierda de nuestro frente, tuve no tendria yo dificultad en proponer á V. M.,
á la vista este antecedíante para proponer visto el eslremo apuro de la falla de subsis-
á V. M. el movimiento por el flanco izquier- tencias y de dinero, para adquirir las que de
do, y el éxito comprobó asimismo la venta- seguro hay, que dejando en estas cuatro
ja de este movimiento sobre el anterior, pues provincias cuatro columnas móviles, de dos
la espedicion á Cataluña fué y vino sin no- mil hombres cwla una, avanzare V. M. s o -
tables obstáculos, cuando la de Asturias y bre la capital á marchas rápidas con los tre-
Galicia no pudo, ni ha podido todavía incor- ce ó catorce mil infantes restamos, los qui-
porarse á V. M.—Estos documentos genera- nientos ó seiscientos caballos que para nada
les, señor, responden con anticipación al se necesitan en este país montuoso, yeinco ó
plan que V. M. se dignó proponer ayer n o - seis piezas de los calibres de ocho y cuatro,
che, 14 de! corriente, á la junta de genera- los cuatro obuses y dos carroñadas, porque
les á que fui llamado.—Sise hubiese seguido sé bien que los enemigos no harían mas que
mi principio, fundado en los principios de la pasearse por los desfiladeros á costa de m u -
guerra, de no haber separado de este ejér- cha sangre, y aun esto seria ventajosísimo
cito fuerza alguna; de haber operado cons- para la operación de V. M., porque cuantas
tantemente con ella reunidasobre la izquier- mas tropas empleasen aquellos en invadir
da del Ebro, habiendo impedido las fortifi- el pais, menor número de fuerzas enviarían
caciones que los enemigos construyeron en en seguimiento de V. M. , y a p o d e r a -
Peñacerrada y 'Previno, bloqueando mien- do V. M. de la capital y de las dos Casti-
tras tanto estrechamente á Vitoria, que ya lo llas en menos de cuatro días, podia V. M.
estaba por V. M., cuando V. M. se demilió ponerse en disposición de acabar la guerra.
del mando el 22 de octubre del año pasado, Pero tratamos, señor, de una civil, en la
atacando consecutivamente y después de la cual se hace á veces indispensable respetar
rendición de Vitoria á la Puebla, Miranda y hasta la ignorancia de la ciega multitud,
Puente-Larra, con la artillería que se h u - porque es la que concurre á sostener la guer-
biera tomado en Vitoria y los cinco cañones ra. ¿Cómo se convencerían, por ejemplo,
de grueso calibre que estaban ya habilita- los navarros y los vizcaínos de lo c o n v e -
dos ó acabándose de habilitar por mí de niente (pie seria (pie sus pueblos y caseríos
cureñas; si se hubiera hecho esto, repito, quedasen por algunos dias con alguna ma-
que era l o q u e debia hacerse en principios, yor esposicion á la rapacidad enemiga, por
en lugar de haber corrido á atacar sobre la que este daño transitorio aceleraría la c o n -
costa puntos que, como la esperiencia lo clusión de la guerra y el restablecimiento
acredita en el dia, en nada influyen sobre de la paz? ¿Cómo se convencerían los p u e -
la línea de operaciones, como lo hice r e p e - blos de una verdad que para conocerla, se
tidas veces présenle á V. M. antes y d c s - necesita conocer á fondo los elementos de la
TOMO n i . 4í
346 HISTORIA DE LA GUERRA CIVIL.

ciencia de la guerra, que quizás no son c o - mente como ahora sucedería, sino con cono-
nocidos en Europa sino de unas cuantas d o - cimiento de causas existentes. Y. M., señor,
cenas de militares?—En las guerras civiles, se dignará resolver lo que eslime ; pero
señor, nunca puede hacerse lo mejor, sino si V. M. escoge la agresión sobre Bilbao,
lo menos malo. En las guerras ordinarias, como principio de su plan de operaciones
cuando el gefe que manda un ejército se sucesivas, suplico á V. M. se pesen antes
pone en disposición de dar la orden á los muy detenidamente las ventajas y d e s v e n -
enemigos, resta la mas difícil,-que es darla tajas que podrá producir cualquiera de los
á los pueblos, porque lo primero depende dos métodos dcejecutarlo, porque en opinión
del compás, y lo segundo está todo en la mía, seria preferible el de un bombardeo,
parle moral, de mas difícil manejo que la situando las piezas á la izquierda de la ría
parle física.—Partiendo y o d e todas estas que las cubriría de cualquier acontecimien-
consideraciones, es decir: considerando las to imprevisto. Siendo también muy a t e n d i -
fuerzas del ejército de V. M . , las de los ble que el cuerpo que se situé á la derecha
enemigos, la calidad del terreno de la de- de la ría para cortar la comunicación de e s -
recha del Ebro, sobre nuestro frente, la la por mar queda librado á sus propias fuer-
preocupación délos pueblos, la necesidad de zas, y con ellas solas ha de contener c u a l -
agrandar el radio de operaciones para b u s - quiera salida de la plaza, ó el alaque de un
car recursos y la utilidad política de hacer cuerpo enemigo que venga por mar al socor-
una jaula (l) sobre la capital de la monarquía, ro de esla.—Real deDurango 15 deoctubre
y deseando conciliar los dos estreñios que de 1836.—Señor: A. L. R. V. de V. M . —
parecen inconciliables, de avanzar sobre el Vicente González Moreno.—Es copia.
cenlro con una reducida fuerza de las tres
armas comparativamente hablando á la que
ESTABLÉCESE EL SEGUNDO SITIO DE BILBAO.
presentaran los rebeldes, y que esta opera-
ción se ejecute en el menor tiempo posible, —PREPARATIVOS DE DEFENSA.
opiné que se diese principiorpor una a g r e -
sión sobre Bilbao ejecutada ya por medio de L.
un bombardeo ó proyectiles incendiarios,
que creo lo menos espueslo y de mas s e g u -
Acordado el establecimiento de sitio
ros resultados, ó ya por medio de un a t a -
contra la plaza de Bilbao, se aprestaron para
que en regla practicando brecha y hecho
él todos los elementos necesarios.
antes el debido reconocimiento. Dos objetos
Ea decisión de la junta no era aprobada
me propongo con la agresión sobre Bilbao:
por lodos, pues muchos criticaban el e m p e -
el uno es el de la toma de dicho pueblo, que
ño de acometer á esla villa, que costó la
aseguran encierra cantidad considerable de
vida á'Zumalacárregui, y el quererla poseer,
fusiles, de municiones de guerra y cuarenta
dándola asi una importancia estratégica que
y tañías piezas de artillería, y el otro el de
en realidad no tenia, porque la llave de su
obligar al general enemigo á que impulsado
ocupación, decían, era Portugalelc. Según
por los clamores de las sociedades revolu-
éslos, un simple bloqueo, bien entendido y
cionarias venga al socorro de la plaza, obli-
estrecho, era lo que aconsejaba la p r u -
gándole á combatir en terrenos cerrados sin
dencia. Se propalaba que eslesilio era una
concurrencia de artillería, que no podrá
empresa superior á la fuerza de los carlistas,
conducir, ni de caballería, cuya presencia
y (pie se había contado para él, mas que
en el campo de batalla lo servirá mas bien
con el inmenso tren de guerra necesario en
de embarazo que utilidad.—Tomado Bilbao,
tales sitios, con el valor personal y decisión
es consiguiente la toma de Balmaseda, M e -
de los soldados, á quienes iban á sacrificar.
dina de Pomar, Frías y Yillarcayo; y como
las operaciones ulteriores de Y. M . deberán Pero ya era larde para estas considera-
de tener por base las de los enemigos, quie- ciones. Los hermanos Montenegro, que d i -
nes ni aun ellos mismos sabrían lijar en el rigían con acierto el cuerpo de artillería,
dia cuales deberían de ser aquellas, tengo trasladaron con rapidez y entusiasmo el
por superfino el indicarlas, pues llegado el brillante material de sitio, ayudando con
caso, Y. M. podrá dictarlas, no hipotética- decisión paisanos y soldados á conducir
piezas y proyectiles, y á trabajar en cuanlo
se les mandaba. Asi en cinco dias, y como
(I) No se entiende en el original si dice
junta ó punta, ni se comprende el sentido de por encanto, se construyeron las balerías y
cualquiermodo, detodo este período tan oscuro. obras necesarias para el ataque, después de
ATACAN LOS CARLISTAS Si7

acampadas las tropas de la manera mas con- mano y sorpresas, por su ninguna fortifica-
veniente, como iremos viendo. ción, y el convento de la Encarnación,
El infante don Sebastian pasó también Para que cualquiera de los puntos ata-
al campamento, á fin de estar á la mira de cados pudiese recibir auxilio en caso de
lo que pudiera sobrevenir si la plaza se t o - necesidad, se formó una columna de cuatro
maba, é impedir todo desorden en ella y compañías de la guarnición y nacionales,
en el campo sitiador. Era ademas su deseo á las órdenes de su comandante Arana. Los
contribuir con sus consejos y persona, sin fuertes de San Mames, Burceña, el Desierto,
esquivar peligros, al objeto que todos se Capuchinos, Banderas y Luchana, aunque
proponían. débiles algunos, se creyó conveniente c o n -
Era á la sazón comandante general de servarlos por su fuerza moral; y ó pesar de
Vizcaya don Santos San Miguel, y el encar- lo que apremiaba el tiempo, no dejaron de •.
gado de la defensa d é l a capital, g u a r n e c i - adoptarse todas las providencias que r e -
da con los regimientos provinciales de querían tan críticas circunstancias, pues los
Composlela, Trujillo y Laredo, tres c o m p a - carlistas se preparaban á romper el fuego
ñías del de Cuenca, otras tres de Alcázar por diferentes puntos.
de San Juan, media do artillería, cazadores
de Isabel II y el batallón de la guardia n a -
cional: total cuatro mil trescientos hombres. ATACAN LOS CAULISTAS.
A poco de celebrada la junta de Duran-
go, ya se empezó á susurrar lo acordado
en ella, y el 22 se supo la aproximación de LI.
las fuerzas carlistas; mas se esperaba fuese
solo un amago, y esta esperanza se destruyó
al dia siguiente, al ver la artillería carlista Los sitiadores no se descuidaban en s u s s

al otro laclo del monte de Archanda, sobre trabajos, y ya el 2'} comenzaron á bajar
el camino de Bermeo. por el camino de Santo Domingo, p r e c i p i -
No quedando ya duda de la intención tándose sobre la avanzada liberal de Arla—
de los carlistas, que cada vez la iban e v i - gan, que tuvo que replegarse á !a inmediata
denciando, se preparó la defensa. La esca- iglesia de Regona; pero esta posición per-
sez de fuerzas con que se contaba, y la d i - dida vuelve á recuperarse por los cazadores
latación de un recinto muy cslenso y la de Isabel 15, que subieron hasta muy cerca:
mayor parte débil, presentaba grandes obs- de la casa de Matice-, sosteniendo un v i v o ,
táculos. La línea principal de alaquc que fuego contra los enemigos. Cesó antes de
se estendia de Este á Ueste era la única que anochecer, y la tropa se retiró á la plaza,
presentaba alguna fortificación , mas bien dejando quinientos hombres en la iglesia de
pasagera que permanente, por estar a d a p - Begoña.
tada á las circunstancias y no á las v e n i a - Al dia siguiente aparecen otra vez los
jas y localidad del terreno, presentando carlistas en la posición de Artagan. en la
ademas inconvenientes difíciles de e n - que habían construido aquella noche una
mendar. barricada, para dirigir sus fuegos de fusile-
Esta y otras consideraciones indujeron ría contra la iglesia de Begoña, á fin d e
á dividirla en tres líneas ó secciones, m a n - sostener los trabajos en que se ocupaban,
dando la estrema derecha el coronel A r e - consiguiendo colocar en batería un mortero
chavala, la del centro el de igual clase Oli- de catorce y dos obuses de á siete. El paseo
veras, y la de la izquierda Ozores, también llamado la Salve es interceptado por los
coronel, y del cuerpo mas querido en B i l - carlistas, que se posesionaron de los c a s e -
bao, el de Composlela, al que llamaban el ríos de esta parle del monte de Archanda.
segundo batallón de la milicia nacional. Los mismos puntos de la ria quedaron t a m -
Distribuyéronse al mismo tiempo las bién incomunicados con la plaza..
fuerzas respectivas para las defensas de los En este tiempo las fuerzas acantonadas
conventos de San Agustín y San Francisco, en Olaveaga al mando del marqués de Tor-
con su parle accesoria de Bilbao la Vieja y remejía, sehallaban comprometidas. E l m a r -
puerta de la Concepción, el barranco de qués parece que aseguró al comandante
Iturribide, casa de baños del Bosque, de general que conservaría á toda costa sus
las Ollerías y vado deAchuri, puntos suma- posiciones, si asi convenia para proteger las
mente débiles y muy propios para golpes de fuerzas útiles que se anunciaba debían
348 HISTORIA DE LA GUERRA CIVIL.

llegar de Portugalele; pero se le mandó r e - ciudadano y amante de la libertad vuestro


tirarse, y no pudiendo verificarlo por el comandante general, amigo y compañero de
camino real, obstruido por dos batallones armas—SanlosSan Miguel.»
carlistas, se le previno se embarcase en San En la otra decía á los soldados: «Los
Mames, y verificase su retirada por Alvia, enemigos, del reposo público los que infun-
protegiéndole una columna que salió de la den el terror y espanto en los pacíficos ha-
plaza y una mitad de granaderos que se bitantes defensores del trono de ISABEL I I
destacó de San Mames. Para ello tuvo que amantes de la LIBERTAD provocan vuestro
empeñarse una pequeña acción, que fué valor y alucinados con la esperanza del s a -
bizarra. queo y botin tienen el quimérico proyecto
En este dia dirigió San Miguel las s i - de atacar esta decidida y fortificada plaza.
guientes alocuciones: «Seria mengua para soldados españoles
que esos cobardes, sin mas títulos que el de
verdaderos ladrones salteadores de c a m i -
BILBAÍNOS.
nos, se aproximasen tan solo á su recinto; y
vosotros que con tanta justicia lleváis el tí-
«Los viles satélites de Ja esclavitud, tulo de valientes porque lo habéis merecido,
instrumento cieg deo un príncipe imbécil, no consentiréis impunemente se mancille
usurpador y tirano, intentan de nuevo p r o - vuestro honor.
vocar vuestro valor sin haber escarmentado «Soldados: la Nación os observa, os ob-
con la dura lección que les disteis hace serva toda la Europa como defensores de
diez y seis meses. una plaza cuya posesión por los enemigos
«¡Miserables! y á donde llevan su necio seria su mayor triunfo. La vida es d e s p r e -
orgullo disfrazando su impotencia con una ciable cuando se trata del honor militar:
empresa atrevida, apenas realizable para ledas las demás pasiones callan.
tropas aguerridas, disciplinadas y acostum- «Ocupáis una población cuyos habitan-
bradas á v e n c e r , cualidades que esos f a - tes tienen la mayor decisión y están d i s -
náticos jamas tuvieron, ni tienen circuns- puestos á sepultarse entre sus ruinas como
crito su valorsino al robo, la rapiña, y desola- lo han hecho conocer en el glorioso sitio del
ción, móvil que les arrastra á esta empresa año próximo pasado. Muchos de vosotros
saciando en esta heroica población su sed fuisteis sus compañeros en aquella lucha, y
de venganza y odio? Si en circunstancias unos y otros en la presente no desmentiréis
difíciles y tan distintas en aquel tiempo en la brillante conducta de los primeros en
contra vuestra fueron escarmentados ¿cómo aquella ocasión.
no lo serán ahora con los elementos r|ue t e - «Soldados: cuando tuve elhonor d e p o -
neis á vuestro favor? nerme á vuestra cabeza os ofrecí perecer
«Bilbaínos, constancia, orden y o b e - con vosotros en cuantas ocasiones se p r e -
diencia á las autoridades que os mandan sentasen, y mis ofertas ni son ni serán efí-
son las circunstancias precisas para conse- meras. La ocasión presente os lo hará co-
guir un triunfo tan seguro y merecer de nocer. Seguid mis pasos; no os separéis de
nuevo un título de gloria que tan d i g n a - mis órdenes, ni de la conducta que os m a r -
mente lleváis por vuestra heroicidad y bra- qué; y ella nos conducirá al templo de la
vura. gloria venciendo como debemos, ó dejando
«Las tropas que guarnecen esta plaza, no con nuestra muerte una honrosa herencia á
lo dudéis, están decididas á perecer con nuestros hijos, un título de verdaderos p a -
vosotros, y á no consentir que esos vánda- tricios con (pie nos saludarán nuestro d e s -
los del siglo XIX pisen las calles de esta cendientes, dejando una memoria eterna
hermosa población sin hacerlo antes sobre de valor y patriotismo.
sus cadáveres. «Soldados: valor y constancia: sea esta
«Mi decisión por la justa causa y mi i n - nuestra divisa, y ella nos conducirá a l
terés por vosotros á quienes miro con una triunfo como lo espera de vosotros vuestro
singular predilección en justa retribución comandante general y compañero de armas
del aprecio que os merezco, os son bien co- —Santos San Miguel.»
nocidos, y satisfechos de mis sentimientos, Estas alocuciones fueron en general
espero no dudéis un momento está d e c i d i - bien recibidas, porque se demostraba en
do á sacrificarse con sus valientes defenso- ellas ardiente entusiasmo, que era lo que
r a s cumpliendo coi} los deberes de militar, mas se necesitaba entonces, y en obsequio
ROMIiARDEO ELN LOS DÍAS 2S Y 20. №

á él se perdonaban algunas palabras incon­ Mientras esto sucedia por un lado, d e s ­


venientes. cubrían los carlistas otra balería de cinco
El ayuntamiento se constituyó en sesión piezas de á veinte y cuatro y de á ocho,
permanente, poniéndose de acuerdo con el cerca del cuartel, iglesia de San Agustín:
comandante general y la junta de arma­ sobre la Caba construían también otra b a ­
mento (1). tería para defender el paso de la ría por la
Para mantener vivo el entusiasmo se en­ parle de Olaveaga. Para impedir ó molestar
gañó a l a población con la noticia dada pol­ estos trabajos, hacia fuego un cañón de á
la autoridad militar de la completa derrota veinle y cuatro desde un estremo del pasco
y muerte de Gómez, lo cual se celebró con del arenal. Los fuegos de la plaza, aunque
repique de campanas y novillada. algo certeros, solo causaban daño en los
parapetos, pero no en las piezas.
La noche, dedicada al silencio y al r e ­
BOMBARDEO E N LOS DÍAS 25 Y 26. poso, eran interrumpidos por el fuego sobre
la población, en la que causaba destrozos
considerables, obligando á las mugeres, an­
LII. cianos y niños, únicas personas existentes en
lascasas, á guarecerse en los sótanosy bode­
gas, para no ser víctimas como lo fueron
La noche del 24 construyeron los c a r ­ otros.
listas algunos trabajos de sitio, y sin previo El 26 presentaron los siliadorcs dos
aviso, comenzaron al amanecer del 25 á nuevas baterías, que durante la noche cons­
arrojar bombas, granadas y carcasas con truyeron en Ulibarri, á espaldas del conven­
estraordinario furor sobre los edificios de la to de San Agustín y en los caseríos de
villa, en los que no causaron los males ó Zurmagan, con seis piezas de á treinta y
incendios que eran de esperar, pues las seis y veinle y cuatro, y dos obuscs, c o ­
carcasas, invención del francés á quien menzando con el dia un vivo fuego sobre
apellidaban Tutorras, y de quien ya nos las balerías de Mallona y del Diente y el
hemos ocupado al hablar del bombardeo de citado convento, que parecía ser desde un
San Sebastian, lenian mal confeccionados los principio el punto elegido para entrar en
nislos incendiarios. la plaza. Construyeron ademas olra batería
Las baterías de la plaza, que había en sobre la altura de la Casa­Mala, con d i r e c ­
i lienzo desde Mallona hasta la puerta del ción á la ría.
píenle levadizo de Regona y los fuertes del La magnitud y proximidad de las piezas
Jorro y Morrillo, dirigieron sus fuegos de causaba grandes estragos en las baterías de
cñon, obús y mortero contra Artagan, p a ­ la plaza, y tan certeros eran sus disparos,
deiendo algo la iglesia de Begoña, que se que alas seis horas se hallaban desmantela­
inlrponia entre unos y otros combatientes. dos y desmontados los cañones. Las g r a n a ­
das carlistas ocasionaban grandes estragos,
especialmente en el convento. Los fuegos
( ) Componían esta los señores don
JosÓBlas de Arana, don José María de cruzados de las piezas carlistas, apoyados
Uria Nafarrondo, don Tiburcio de R e c a ­ con los de la infantería, caían en la p o b l a ­
c o e c h a , don Tomás de Epalza, don José de ción, aumentaban sus ruinas y hacían hor­
Bustuia, don Antonio Cirilo de Vildósola, don roroso el cuadro que presentaba la villa. La
Santiao María de Ingunza, don José Panta­ situación se iba haciendo terrible, y se n e ­
leon d<Aguirre, don JlélquiadesEehavarri.don
GabrieMaría de Orbegozo, don Antonio de
cesitaba gran valor para hacerse superior á
Arana ,don José Antonio de ibarra y don ella; pero el valor no fallaba: tampoco el
Frauciso de Gaminde; entusiasmo: De uno y otro participaban el
Y la comisión permanente de guerra, gefc de la línea Ozores, el ayudante Díaz
don JostFlorencio Careaga, don Julián de Morales y el lenienle retirado de artillería
Goyarroli, don Francisco de Bringas, don
don Francisco J avier Ugarle, que ofreciendo
Juan Pal» de E g u í a , don José de B u s ­
turia , da Nemesio de Mac M a h o n , don sus servicios mandó una batería y cuatro
Mariano diGaminde, don Canuto de A c h ú t e ­ compañías del provincial de Laretío, que á
gui, don Mrtin Joaquín de Mendezana, don las órdenes del capitán Campo la defendían,
Teodoro detalle, don Miguel deOstolaza, don presentando su pecho, que á falla de mejor
Nemesio deGandásegui, don Melquíades de muro, lo era para proteger una precipitada
Echávarri, <m R ufino de Lamana y don Juan
obra de sacos de tierra, que aunque nq
Manuel de Atóla,
380 HISTORIA DE LA GUERRA CIVIL.

defendiasólidamenlc, evitaba en cierlo modo bien se formó una cortadura en la plazuela


los estragos causados á los liberales. Esto 1
de San Aguslin, por si penetraban por este
hacia aun mas crítica la situación del c o n - punto, y se emplazó en él una pieza de á
vento y de toda la línea, obligando á todos ocho.
á redoblar sus esfuerzos á la par del peligro. El bombardeo y cañoneo continuaba en
Los gefes de puestos respondieron de su se- tanto con furioso empeño, especialmente por
guridad, y alentándose unos á otros se, ins- parte de los carlistas, haciendo eslraordi-
piraron esa mutua confianza que alienta en narios daños en los fuertes y casas, y no p o -
el peligro. cas víctimas, sin que la llegada de la noche
Necesitábase sobre todo molestar á los interrumpiera tantos horrores. Favorecidos
carlistas y á ello contribuyó poderosamente por la oscuridad empezaron los sitiados las
asestando contra la batería d e ü l i b a r r i , una obras de reparación en las balerías de M a -
con una pieza de á veinte y cuatro y un llona y del Dienle.
obús de á siete, que se formóén la ribera en- Sabedores los carlistas del destrozo cau-
tre nacionales, y algunos artilleros: m a n - sado en la linea, en la que abrieron brecha,
dóla luego Ugarle, teniéndola satisfacción prepararon el asalto, que parece recomendó
de que hiciera daños al sitiador (1).. Tam- el brigadier Montenegro, si bien quiso fue-
se de día, pero se ejecutó por la noche ama-
gando al mismo tiempo por varias parles.
il,) La historia de esta importante batería La acometida fué impetuosa y los carlistas
es curiosa.
«Estando mareado por su posición, dice una
llegaron á alojarse sobre los parapetos; p e -
relac ¡onde este sitio, el ángulo saliente de la ro cargados con sin igual arrojo por las tro-
huerta del convento de la Concepción para es- pas de la linea desde el Circo á Mallona, y
tablecer una batotía que flanquease la del e n e - tomando las armas hasta los trabajadores,
migo, se presentó el teniente de la segunda i fueron arrojados sobre los fosos donde q u e -
compañía de nacionales, don Bonifacio d e V i l - ' da ron baslantes muertos y heridos, pagando
dósola, quien con el'mayor ardimiento suplicó
al señorcomandaute general permitiese armar algunos bien cara su muerte. La guardia
una batería en dicho punto. Obtuvo, en efecto, nacional contribuyó de consuno con la tropa
la mas completa autorización, pero luego se á tan glorioso resultado, distinguiéndose en
tocó con el inconveniente de que hallándose actos de heroísmo que costaron la vida e n -
alli el hospital de sangre, la humanidad r e s i s - tre otros al valiente Mendíburo, que al ver
tía el que se llevase á efecto semejante p e n s a -
el primero á los enemigos, csclamó:
miento. En este estado volvió Vildósola con
unos veinte y cuatro nacionales de la primera —Aquí los tenemos ya, amigos, viva Isa-
y segunda compañía al punto del Teatro en | bel II; llegó el momento deseado de mi ce-
donde antes se habían colocado á descubierto i razón; perezcamos lodos en defensa d e ¡
a
el cañón de á veinte y cuatro y obús de á s i c - j
te, piezas que no tenían en aquel momento ¡
libertad.
mas sirviente que el valiente sargento de arti- ' Al pronuuciar estas palabras se a b a l i -
Hería don José ISalbin. Preguntándole Vildósc- \ zó sable en mano al primer carlista ion
la en que consistía que las piezas no jugasen, quien tropieza y lo pasa de una esiocda;
¡

replicó, que por haberla abandonado todos i va á precipitarse sobre los demás, y una
después de habérsele malogrado dos hombres !
de una bala de cañón de á treinta y seis, y i
bala enemiga le da una muerte hoifosa.
q u e s e r í a una temeridad seguir haciendo fuego j Entonces se generaliza la acción, y el nido
sin formar antes la batería. Los momentosapu- ¡ de los fusilazos se confunden con los .víto-
raban; era la hora de las diez de la mañana, el ! res á la unión y á Isabel II. Al ejrépilo
enemigo apretaba, sin que ninguna do n ú e s - j acudieron masfuerzas de la plaza, y p frus-
tras baterías estuviese en j u e g o . Debían por j tró el asalto. Después de esto se paS la no-
consiguiente activarse los trabajos. Vildósola
anima á lodos con su ejemplo, se proporcio- che tranquila. Bilbao acababa de s e ' s a l v a -
nan cuantos materiales son necesarios: palas, I do en Mallona (1).
picas, s a q u e t a s d e lana; se arriman barricas,
tablones para la e s p h n a d a , sé desempedra Ja bajos por el coronel de Cuenca , m í q u é s de
parte mas inmediata á la batería, y con la tier- Torremejía que mandaba en toda est parte de
ra se llena una infinidad de sacos. En estas di- la Ribera hasta la plazuela de San 4 u s t i n , p o r
versas operaciones, v bajo el mas mortífero c! alférez de Alcázar de San .luan/don Anto-
fuego de cañón riel enemigo, comedio del e s - nio Rodríguez, en unión d e variofindividuos
trago que causaba la lluvia de proyectiles hue- d i las compañías de auxiliares, ulgarmente
cos que estallaban, no solo en el recinto del llamadas de ancianos.v
Teatro sino en lodo el paseo del Arenal, los n a - (i) Esle asalto ha sido éntrelos carlistas
cionales, que obedecían las órdenes de V i l d ó - objeto de grandes cuestiones .retendiendo
sola, fueron ayudado» en estos peligrosos tra- algunos que si al batallón d e a r ^ i n o s nuble--
DISIDENCIA ENTRE LOS CARLISTAS.

, Al mismo tiempo que se intentaba el nocimientos se elogiaban. Yillarreal no era


asalto por Mallona, se amagaron ataques, co- ya el gefe que muchos deseaban; porque
mo hemos insinuado, por otros puntos de la ni su hidalguía, ni su carácter le hacian á
línea, para llamar la atención de los sitia- propósito para ,atender á los que poco ins-
dos á partes opuestas. En las casas de Hipa truidos en achaques de guerra, formaban
hacia San Aguslin, se rompió un fuego algo su opinión por lo (¡oe á otros oían, sin re-
sostenido que no dejó de ser bien contesta- parar en la causa que motivaba la oposición
do hasta que se comprendió el objeto. que empezaron á hacer algunos á Yillarreal.
Desde media noche en adelante, se Pero prosigamos con los apuntes.
aprovechó la calma en que quedó todo para «El mismo conde en Durango añade,
reparar las obras destruidas. donde á la sazón eslaba con el cuartel real
deseaba se le encomendasela empresa, confia-
do en tpie seria coronado por la fortuna
DISIDENCIA ENTRE I.OS CARLISTAS. con este nuevo triunfo, y aun el general en
gefe Villarreal, que tenia por Eguia una
amistad de respelo y aféelo," incapaz en su
Lltl. natural carácter de alimentar emulación
envidiosa, contribuía á la idea; porque
ademas se veia en la precisión de atender
Entre los dalos que tenemos a l a vista eu persona hacia la parte de las Encarta-
sobre este sitio, hallamos en unos apuntes ciones, á donde ya empezaron á reunirse
que frustrado el asalto principiaron a l - fuerzas enemigas. Nosotros,, entonces, como
gunasmurmuraciones sugeridas por L . . . . y ahora, vimos que lodos olvidaban que en
por Y . . . . . . que se querían librar d é l a s las operaciones militares no h a y mas que
faltas que se les atribuían por el abuso un momento que aprovechar y que no vuel-
que hacían de la amistad y confianza ve á presentarse, y que era imposible se,
que les dispensaba el natural y bondadoso presentase ya otro, pasado el espanto que
carácter del general en gefe. Eos artilleros causó á la guarnición de Bilbao el brusco,
é ingenieros que con tanta inteligencia y denodado y valiente arrojo carlista en los
valor habían cumplido sus deberes y veían primeros dias de la embestida. Ademas, los
sus esfuerzos, manifestaron en sus semblan- proyectiles y municiones que sehabian g a s -
tes el sentimiento de ver inutilizados sus tado era imposible reponerlos. Las pérdidas
trabajos y la genio que habían perdido. To- de gefes y hombres, eran bastantes ya; y
entre ellas las de los brigadieres Coelho y
dos empezaron á designar para que c o n t i -
Montenegro, la muerte del bizarro capitán
nuasen en la dirección de los trabajos del
Larrochefoucaul, habían dejado'en la a r -
sitio, el conde de Casa-Eguia ( 1 ) cuyos co-
tillería vacíos que no era fácil llenar, y que
ran sesuido otros cuerpos, no le hubieran r e -
crecieron después con las heridas de los ofi-
chazado y cubiertola brecha. Los liberales cre-
ciales de la misma arma, Puente, Urrutia,
yeron con razón, que cargarían grandes fuer-
Eguia y de los oficiales Ibarra, y otros del
zas i las que quizás no podrían rechazar, se
cuerpo de ingenieros.
aprestaron a morir, á apurar las heces de la
copa de la amargura, como parece se dijo. «Sin embargo de aquellas circunstancias
Mandaba la operación el general Moreno, y y olvidándose que el objeto de la operación
diciéndole al dia siguiente uno de los gefes, que debia ser obligar á Espartero á que alacase
le parecía se habia perdido la ocasión, porque a nuestro ejército en posiciones á osle ven^
se apagaron los fuegos de Mallona por la maña-
na, contestó: lajosas, mas bien que el tomar la plaza, se
—Ya conocía yo que cuando se dio el asalto cometió el mismo error que en el primer
(las diez de la noche) era tarde; pero se empe- sitio ,no pensándose mas que en Bilbao y
ñaron los muchachos.... los recursos que en su posesión debía encon-
Estos muchachos que asi disponían de la trar el ejercito carlista.
sangre del soldado eran algunos gefes jóvenes.
(1) En contraposición á ésto copiaremos «Ya que nos hemos detenido en estas
algunas lineas de otros apuntes de conducto
respetable en que se nos dice que, «en aque- dias. Esta especie halagó mucho á los palacie-
lla época, el conde de Casa-Eguia estaba muy gos y le dieron el mando de . las. tropas que
resentido porque don Carlos le había quitado sitiaban la plaza, quedando Villarreal man-
el mando en gefe del ejército y manifestó eu- dando el ejército. Villarreal hizo dimisión, pe-
tre losojalateros que rodeaban á don Carlos ro no se le admitió, á pesar de las reiteradas
que él sé atrevía á tomar á Bilbao eu doce :
instancias que hizo para conseguirlo.»
HISTORIA DE LA GUERRA CIVIL.

indicacionesseanos permitido esponer nues- gracias para su causa, como lo es par'


tra limitada opinión, que no está quizá con- cualquiera la desunión. Y no solo por I a

forme con lo que generalmente se ha oido antítesis que exisla en dos gefes, sino p o r -
en uno y en otro campo en la importancia que los que á uno y olro rodean mantienen
que se dio siempre á las operaciones sobre vivo su antagonismo, y.les precipitan á es-
Bilbao. No tratándose de utilizar lo que se cisiones que no se atreverían á intentar por
encontrase dentro d é l a villa, porque esto sí solos.
corresponde á cuestiones de política, mas Por de pronto se dividió el mando del
bien que á las estratégicas, ¿su posición to- ejército, se rompió esa unidad que ejecuta
pográfica militarmente hablando, es v e n t a - pronto las resoluciones y les da la ventaja
josa? Nosotros no lo c r e e m o s , y sin duda del tiempo, que ayuda al triunfo. Mas no ne-
fueron también de nuestra opinión los e j é r - cesitamos ir presentando ahora unos i n c o n -
citos franceses, que en la guerra de la i n - venientes que han de evidenciarse.
dependencia no le dieron importancia a l g u -
na. La influencia política de su posición hu-
biera durado aun muy pocos días al bando I'KOSECUCION Y LEVANTAMIENTO O EL SITIO.
carlista, porque probablemente el gobierno
demandaría y el de Londres, tan interesa-
dos enelcomercio hubiesen empleado recur- L1V.
sos, gentes y material inmenso para r e c o n -
quistarlo, tanto mas fácil de ejecutar,
cuanto el trasporte podía hacerlo en los b u - El 27 continuó la artillería sitiadora
ques españoles, ingleses y franceses, que con- su fuego sin interrupción sobre los mismos
tinuamente cruzaban en aquellas aguas, y puntos, sin poder contestar las balerías de
en los que vimos con asombro, la infinidad Maltona y del Diente por no haberse c o n -
de proyectiles, armamentos y auxilios que cluido sus -reparos, interrumpidos por las
dieron á sus maniobras y trabajos de forti- ocurrencias de la noche. Eslo parecía a l e n -
ficación asi como á los socorros mutuos que lar mas el empeño de los carlistas, que es-
necesitaron por espacio de seis años. tendieron su fuego á la batería del Circo,
«Nombró S. M. al conde d e C a s a - E g u í a que cogida de revés, fué desmantelada é
comandante general del sitio, condescen- imposibilitada de ser servida, por os ar á
diendo al general deseo, y quedó Villarreal descubierto los artilleros y sus defensores.
al especial cuidado de observar las c o m u - San Agustín sufría también un fuego
nicaciones de Santander y Balmaseda, por destructor: los carlistas deseaban poseerle,
donde Espartero debia desembocar en s o - y lo procuraron con empeño; pero le d e -
corro de la plaza. Preciso nos es decir que fendían bien los de Trujillo En vano p e -
sin embargo de la inteligencia que habia garon fuego los sitiadores, favorecidos por
entre los generales carlistas, siendo uno el el vienlo N. O. que reinaba, á siete
objeto de las operaciones, no podia menos casas contiguas á la puerta de San Agustín,
de haber alguna falla, ya en los deseos, ya por ver si las llamas alcanzaban al cuartel
en la cooperación, ya en los pensamientos, de este convento, al que los disparos de los
y ya por consiguiente en las emulaciones. cañones colocados á medio tiro de fusil cau-
Los unos querían se tomase la plaza, d e s - saron grandes destrozos.
pués de haber ellos balido al enemigo e s t e - Los bilbaínos construyeron por la tarde
rior; los otros, por el contrario, deseaban en la Cendeja una nueva balería, que se t i -
coger aquel triunfo, para caer con sus c o m - tuló de Sangre, por su aproximación al re-
pañeros sobre aquel y esterminarlo: todos cinto, por estar bajo la enfilada de la fusi-
animados de nobles y grandes sentimientos, lería enemiga, por el callejón de San A g u s -
y estos fueron causa, no obstante, de riva- tín y el palacio de Quintana, y porque fué
lidades que dividieron moralmeute el ejér- alli herido un soldado de los del trabajo. Su
cito, como lo habia sido en su organización objeto, desesperado sin duda, era el de r e -
y atenciones, dando lugar á murmuraciones cibir á metralla á los carlistas en el caso de
que se desarrollaron con acritud, cuando que rompieran la puerta de San Agustin.
después fueron desgraciados los sucesos.» Era e\ único recurso que por esta parte
Esta marcada disidencia entre los c a r - quedaba.
listas, y cuando justamente necesitaban e s - En varios puntos se construyeron t a m -
tar mas unidos, fué un manantial de d e s - bién barricadas.
PROSECUCIÓN Y LEVANTAMIENTO BEL SITIO.

La noche, á pesar de la lluvia, se a p r o - y aunque tenia idea justa de lo que eran ca-
vechó en reparar en lo posible los destrozos, paces vueslrosípechos generosos, veo con o r -
y a l a mañana siguiente aparecieron en pie gullo y salisfaccion por los resol lados es aun
todas las balerías, jugando sobre las sitiado- mas grande de lo que me habia prometido.
ras. Estas se aumentaron con la construida Si, amados conciudadanos, vuestros hechos
al costado de la glorieta. de la casa de E s - en los cinco dias de tribulación y amargura
narrizaga, camino de Trauco, compuesta de han sido heroicos y difíciles de trasmitir á
dos piezas, una de á treinta y seis y otra de la posteridad con lanto encomio como mere-
á veinte y cuatro, y un obús de á siete, cen. Muchos males habéis sufrido; muchas
cuyos fuegos batían indistintamente los pérdidas de vuestros bienes y fortunas, p e -
fuertes de Mallona y del Teatro, que con- ro mayor es aun la gloria que tenéis de h a -
testaban con vigor. ber vencido, y el orgullo con que podéis
La población en tanto sufría grandes decir que nadie rivalizó con vosotros en d e -
daños: el teatro y los edificios contiguos cisión, desprendimiento y valor para p e r e -
parecian ser el blanco de los sitiadores. cer antes que sucumbir. Cuento como la
En tal situación se oyó á las tres y m e - época mas feliz de mi vida los últimos dias
dia un repique de campanas en la torre de en que os dirigí militarmente, y jamás se
San Agustín, que anunciaba la retirada de borrarán de mi memoria, quedando g r a b a -
la artillería sitiadora. El hecho no podia ser das en mi corazón las pruebas que me d i s -
mas plausible para los bilbaínos, que se teis de afecto á mi persona, de obediencia
entregaron al contento, y olvidando lo fa- á mis disposiciones, y de decisión para d e -
tigados que todos estaban, pidieron al c o - fender sin sucumbiría noble causa que nos
mandante general permitiese una salida agito. Os doy gracias por estos actos que
para apoderarse de los cañones: la verifican tanto lisonjean mis principios, y os las doy
las compañías de preferencia de Trujillo y en nombre de S. M. que no puede dejar sin
nacionales, á quienes no se permitió avanzar recompensa acciones tan dignas de corazo-
mas allá de la plaza de Quintana. Algunos nes virtuosos, A la benemérita guardia n a -
soldados llegaron á los cañones de la batería cional, nada podré decirla que nosea repetir
del Barrio; pero tuvieron que replegarse, Jo que constantemente manifesté acerca de
cargados por bastante infantería carlista, la alta idea que tengo de ella; sin embargo,
que originó álos liberales tres muertos y diez por estos últimos dias merece un elogio par-
y siete heridos. ticular; sus hechos de valor á una con la
•nicion han sido muy marcados, y las
También hubo en l a ' plaza dolorosas
dos compañías que en la noche del marles
pérdidas entre las que se contó la del p r i -
subieron á la línea en el momento del a s a l -
mer ayudante de nacionales don Eustaquio
to adquirieron un mérito muy distinguido
Allende Salazar, que al retirarse de una ba-
porque su presencia y ausilio contribuyó
tería lo malo una líala de fusil. Los carlistas
eficazmente á arrojar á los enemigos de los
las tuvieron igualmente irreparables.
punios de que ya se habían apoderado, evi-
Aunque no debian aun considerarse s e - tando quizá por este medio una irrupción
guros los bilbaínos, contaban ya con algún de los bárbaros dentro de la población, tal
fundamento que levantaban los carlistas el vez do fatales consecuencias.
sitio, vista la inutilidad de sus esfuerzos;
y lo creyera ó no asi San Miguel, no se ha- «A las patriotas corporaciones de arma-
llaba en el caso de alentar á nacionales y mento y defensa y ayuntamiento constitu-
soldados tan valientes, á tan heroico v e c i n - cional soy deudor por sus servicios y c o -
dario, y les dirigió la siguiente alocución operación. Nada ha faltado; cuanto se ha p e -
dido se presentaba mas pronto del término
BILBAÍNOS: prefijado y estos auxilios y recursos c o r o n a -
ron indudablemente la victoria que a c a b a -
«Cuando hace seis dias os anunció el mos de conseguir.
quimérico proyecto que nuestros implaca- «Bilbainos: si con una dura lección no
bles enemigos tenían de atacar esta pobla- escarmentaron nueslrosenemigosuna s e g u n -
ción, os prometí no pisarían sus hermosas da mas dura aun les precisará á ser mas
calles sin verificarlo antes sobre los cadáve- cuerdos y á consultar mas bien sus fuerzas
res de sus defensores. He cumplido mi p a - para empresas de esla clase que sus deseos;
labra, porque en ella contaba con la confian- sin embargo, por si sucediese, bueno será
za que me inspiraba vuestro valor y decisión que nos preparemos a la defensa, y eu v i s -
TOMO I I I . 45
3ÍH HISTORIA DE LA GUERRA CIVIL.

ta de la tenacidad con que-intentan apode- terminado;, pero si Bilbao se veia libre, la


rarse de esta plaza, cuya posesión es un comunicación de la ria, que era tan impor-
triunfo para su causa, el gobierno proveerá tante, no lo estaba aun (1).
á sus medios dando á la fortificación la re- Los carlistas manejaron bien la artillería
sistencia y ostensión debida para no dejar y demostraron poseer buenos gefes y s e r v i -
al acaso ó la casualídad ,1o que conviene ¡ dores en esta arma; sus tiros de rebote d e s -
conservar.
«Bilbaínos: valor y constancia; sea esta ìi ) Razón de las munic'ones de artillería
nuestra divisa, y con ella 'triunfáremos c o - é infantería consumidas en la plaza durante
mo basta aqui, conservando nuestra l i b e r - el sitio comprensivo desde el 24 al 28 de octu-
tad y el trono de Isabel II que tanto convie^ bre, ambos inclusive.
ne é'inleresa para nuestra felicidad y v e n -
BALAS RASAS.
tura.»
A las once de la'mañana del 29 se dio De á 36
descanso á la mitad de la línea, mandando á
los nacionales a sus casas y á la tropa á sos
cuarteles, con orden de volver á las tres y
De á 12 . . . . . . .
media d e j a tarde. En los batallones.carlis- D e a 8 . . . . . . .
tas se notó algún movimiento por
ocupándose en retirar su artillería. 4 842.
Continuaron las precauciones, y por si
á la baja mar meditaban algún proyecto por BOMBAS Y GRANADAS.
los sitios vadeables de la ría, se establecie- Bombas de 44 pulgadas -120.
ron las correspondientes barricadas con Granadas de á 7 " . -. 81 ti.
obuses y cañones para recibirlos á metra- Id. d e a 4 2/8 40.
Hazos. Id. de mano.de hierro . . . . 80.
Id. de vidrio.. 430. n a o .
La noche fué cruel por el temporal de
vientos, aguas y granizo.
METRALLA EN BOTES DE n0,7A DE LATA.
El 30'-ya se consideró levantado el sitio
y la gente circuló por lascallescontemplan- De á 36 40.
ao las ruinas; haciendo el cálculo de las De á 24 00.
pérdidas y reflexionando que á la vez que De á 46 8.
se proponían y se concederían recompensas De á 42 34.
De á 8 Í5.
á los militares q u e cumplieron con su d e - De á 6
20.
ber, ni se les indemnizaría lo perdido ni se De á 4 32. 209.
les protegería para ponerles á cubierto de
otra nueva embestida. Esto era, sin embar- MONICIONES DE INFANTERÍA.
go, lo único que pedian los valientes b i l -
baínos. Cartuchos'de fusil e s p a ñ o l . 4 2 , 6 0 0 . .
Id. ingleses 66,000. 408000.
El 31 continuáronlos carlistas sostenién- Pólvora de cañón . . . . . 490 quintales.
dose en los alrededores, aunque llevándose
toda la artillería por el camino de Rermeo, Los carlistas desdé sus cuatro baterías d e -
habiéndoseles inutilizado sus trabajos en nominadas:
Artagart, y cogídoles algunos proyectiles
1. Del Barrio . , . fCon 45 piezas de todos
que se dejaron. 4. De Esnarrizaga. • calibres y 4' de re -
• El primero de noviembre se continuóla •2 D e A r t a g a n . . . 1 . puesto.'. . . . . . .
vigilancia; el 2 pudo pasar Araoz desde
Portugalele con-el batallón provincial de arrojaron los proyectiles siguientes según la
Toro, y el 3 se hizo una salida para destruir mejor cuenta que pudo llevarse:
las balerías de sitio; y dejándose llevar de 4,730 h u e c o s .
su arrojo los soldados y nacionales queconiT 5,600 balas rasas de los calibres de ordenanza.
ponían eslas columnas, se'adelanlaron á pro-
vocar á los carlistas en observación, y p a r a - Los dispar os de bala rasa iban principal-
petados en el alto de Archanda, resultando mente dirigidos contra las baterías de Mallo-
-una escaramuza que ocasionó dos muertos na, Circo y Teatro. Sus bombas y granadas y
carcasas, al punto donde.consideraban tenían
•y veinte y ocho heridos á los liberales. sus depósitos de pólvora, á saber: la Cruz,
Este segundo sitio podia considerarse ya Ronda y Puente Colgante
PREPARATIVOS. 3S5

mororiaron la mayor parte de los morlones nó, dando por consecuencia v o l v e r á em-
de la línea de Mallona al Ciroo, desmonta- prenderle con doble empeño. Al efecto se
ron piezas.y apagaron fuegos. También los dijo al general en gefe d e l ejército en real
artilleros liberales, demostraron su pericia orden el 4 de. noviembre desde Durángo
• Lo que escedia á todo encomio fué la bi- que, empeñado,el honor de las armas de
zarría, el entusiasmo, el heroísmo dé los bil- don Carlos en que se prosiguieran las o p e -
baínos.. Enumerar los infinitos rasgos que raciones intentadas, y convencido de la u r -
tuvieron lugar, nos ocuparía muchas p á g i - gente necesidad de que tuvieran cumpli-
nas. Por desgracia se lamentaron sesenta y miento las que aprobó y resolvió, á m e n o s
nueve muertos y trescientos siete heridos,: que inesperados sucesos las hicieran dete-
contándose entre los primeros diez mugeres, ner ó variar, tenia á bien comisionar al te-
siete niños y tres ancianos. La -pérdida de niente general conde de Casa-Eguía'espe-
los carlistas no fué menor; escedió en mu- cialmente, para que con la fuerza de doce
cho, perdiendo gefes que lloraron por mu- batallones sitiara la plaza de Bilbao hasta
cho tiempo, y entre ellos algunos es Irán ge- rendirla, y que Yillarreal mas'esp.edilo, y
ros que impulsados por su ardiente amor al con menos atenciones, á la cabeza de la
absolutismo, corrieron á defender una causa fuerza restante disponible, cubriera dicha
que tenia ademas para ellos cierto aspecto operación y contuviera al enemigo si i n t e n -
romántico que les entusiasmaba. Peleaban tase impedirla por la izquierda de la ría,
lejos de su patria, y morían en suelo eslraño si desde Poilugalete, Balmaseda ú o t r o p u n -
;

aclamandounosprincipios que costaron tam- to inmediato tratase de oponerse; debiendo


bién Ja vida á sus padres. quedar ambos generales muy, de acuerdo
El segundo sitio de Bilbao demostró el sobre los medios que mas conviniesen en
gran poder que tenían los. carlistas; no triun- asunto de tanto interés. En su consecuencia,
faron, pero hicieron alarde de su fuerza. No se prevenía que s.e pusieran desde luego los
creían en verdad hallar tan heroica resisten- doce batallones,'con las municiones corres-
cia; mas les sirvió de estímulo á su empeño. pondientes, y las dos armas de artillería é
Suspendieron el sitio, no desistieron dé él. ingenieros.en;su totalidad, á disposición de
Eguia, el cual sin perder momento debería
t o m a r l a s disposiciones convenientes, para
el desempeño de su encargo, participando
TERCER SITIO DE BILBAO.
..todas las novedades áYilíareal. «S.M. t e r -
minaba diciendo la real orden, espera del
acreditado celo, .valor-.é indispensable ar-
SE CONFIERE AL CONDE DE C A S A - E G U I A LA
monía y buena inteligencia do V. E . y los
. - DIRECCIÓN DItL S I T I O . — PREPARATIVOS. . demás generales, el glorioso resultado de
una empresa tan interesante para el brillo
de las.armas reales, corrió, para e l triunfo
LV. de la noble causa que sostienen..))
.Al dia siguiente trasmitió Yillarreal des-
Ya dijimos las murmuraciones que sus- de Sódupe esta decisión á Egui,a con la s i -
citó el anterior.sitio, las intrigas que origi- guiente:

Relación de los batallones destinados al sitio con espresion de-los oficiales generales que
los mandan, y sus acantonamientos. •
Clases. Nombres. Batallones'. Acantonamientos. ' Núito

Coronel. 1/2
' Compañías.de aragoneses. ) ... .
I 4.° de Yizcava". . .
D. Manuel S a - \ 5.° de i d . . " . .= . .
Brigadier, > Bloqueo dé Bilbao. 4
rasa . i .' . . i 0 dé id . . . . .
0
.
'.' f Guias de Álava. . . . .

Total. , • 0 1/1
356 HISTORIA DE LA GUERRA CIVIL.

Clases. Nombres. Batallones. Acantonamientos. Nú ni.

Suma anterior 6 1/2


M a r i s c a l d e l D . José Antonio í 3 . ° <Ie provinciales. . . . ) , , . , „
campo. (' Goñi . i 3 . o de Navarra. . . . . . . . "Hes
M i r a l
. . . . 2

D. Carlos jPercz
Brigadier de las Vacas. . 1.° de Castilla Arela 1
1.° de Navarra I n r „
D, Juan Antonio l O . o d é i d L l 0 d l
° 2

Brigadier.
Zaraliegui. . . l . " provisional (
Oquendo
Compañía de argelinos . . (
Total. 12 1/2

NOTA. Los cuerpos se hallan municionados á cuarenta cartuchos por plaza las com-
pañías de preferencia, y treinta las del centro, con una piedra puesta y otra de reserva.
Hay disponibles en la casa fuerte de Bengochea diez y seis cargas, cuatro en Derio,
diez y seis en la brigada del brigadier Zaraliegui, y un depósito en San Antonio Yequio-
la de cuarenta cargas, y olro en Arela de cincuenta.
Cuartel general de Sodupe 5 de noviembre de 1 8 3 6 .

ANTONIO URBIZTONDO.
V . B<>. Villarreal.
o

Obediente Villarreal á cuanto se le pre- á causa d e hallar en deplorable estado la


vino, dispuso ademas que desde Guernica primer arma; resultando de la conferencia
se trasladasen á Munguía una carroñada de el enviar dos piezas de batir y Ires de cam-
á veinte y cuatro, dos de á diez y seis y un paña contra los fuertes de Banderas y Capu-
obús, con la dotación de trescientos tiros chinos, operación que consideraba la base
cada pieza, para batir el fuerte de las Ban- de los trabajos que debian completar las
deras, y que las compañías de zapadores obras de sitio, é-impedir la comunicación
que se hallaban en Urquiola que pasaran á por la ria.
Galdácano con los útiles que tuviesen y los Se fueron ejecutando estas determina-
sacos de tierra que existían en aquel fuerte. ciones, y en la madrugada del 7 marchó e l
En todos los pueblos donde había carlis- general de ingenieros de Munguía hacia
tas, en todas sus dependencias, se notaba el Sondica, para arreglar algunos trabajos y
movimiento precursor.de tan grande a c o n - darles impulso, y pasó luego con Olazcoaga
tecimiento: ya no se habla mas que del sitio; á reconocer el fuerte de Banderas y caminos
no se trabaja mas que para el sitio, que era que á él conducían. Dio cuenta de su comi-
á la vez objeto de las murmuraciones de sión al conde, se acordaron los trabajos y
unos y de las aprobaciones de otros. se conferenció con el brigadier Bengoechea
acerca de los medios necesarios para colo-
car un puente sobre la ria, y s,e lomaron las
disposiciones necesarias al efecto para cuan-
PRIMERAS OPERACIONES. — T O M A 0 E LOS F U E R -
do se pudiera emprender esta operacon (1).
TES DE BANDERAS , DE CAPUCHINOS V DE
En la mañana del 8 se dió.impulso á los
SAN MAMES. trabajos, se distribuyeron las brigadas y se
estableció el parque junto al molino d e
viento, inmediato á Banderas. Para atacar
LVI. este fuerte se proyectaron dos baterías, que
cruzaran sus fuegos en ángulo recto sobre
el punlo.alacado.
Encargado Eguía del mando del sitio,
(I) En este día se construyeron ciento s e -
se dirigió á las ocho de la mañana del b' á
senta faginas, ochenta cestones y trescientos
Galdácano, adoptó algunas providencias y piquetes: en el siguiente cuarenta de las p r i -
se trasladó á Guernica, donde conferenció m e r a s , sesenta y siete de los segundos y d o s -
con los generales de artillería é ingenieros, cientos de los últimos- •
PRIMERAS OPERACIONES. 337

Desde Durango se mandó pasara al cuar- los medios de sostenerle. En este dia hicie-
tel general de Eguíael intendente don Anto- ron sus fuertes treinta disparos.
nio García Díaz, en clase de gefe de la H a - Los carlistas seguían arrogantes, hasta
cienda, para que en el caso de tomarse la pla- tal punto, que no repararon en hacer fuego
za se hiciera cargo de todos los intereses y sobre una trincadura en la que ondeaba el
efectos que á ella perteneciesen, sin inter- pabellón francés, y en la cual iban algunos
vención de ninguna otra autoridad ó c o r p o - subditos de esta nación que huian los p e l i -
ración. gros del sitio.
Antes de que amaneciese el dia 9 se ha- Por la noche trazaron los sitiadores una
llaban concluidos los trabajos y colocadas balería contra San Mames, capaz de cuatro
las piezas contra Banderas. A las siete rom- piezas, y á pesar de la lluvia y oscuridad
pió el fuego la batería de la izquierda; al que dificultaban los trabajos, se concluyó y
instante siguió la de la derecha, y á los quedó pronta la artillería para obrar al ama-
nueve disparos se rindió la guarnición, h a - necer del dia siguiente.
biendo intentado fugarse alguna parle de A las siete de su mañana se rompió el
ella. Quedó toda prisionera de g u e r r a , y al fuego contra el edificio: no es contestado
ocupar los carlistas el fuerle, hallaron un al principio; creen los carlistas que había
cañón de bronce de á ocho, con regular sido abandonado, y al quererse cerciorar
dotación, ciento sesenta y tres fusiles, siete comienzan.desde el fuerte un fuego.de f u -
mil seiscientos cartuchos para ellos, bastan- silería bien sostenido, al que contestaron los
tes víveres y otros efectos. cañones carlistas, auxiliados por la infante-
El punto de Banderas interesaba á Bil- ría, baliendo el fuerle el 1.° de Vizcaya que
bao, por hallarse en él establecida ,1a comu- se hallaba á la izquierda de la ria, y lomada
nicación telegráfica con PorUigalete, asi á la fuerza la casa de Novia, que la guarni-
como las señales marítimas para conocimien- ción de San Mames ocupaba y tuvo que
to del comercio de Bilbao. Pero los que g o - abandonar.
bernaban esta plaza'no comprendieron sin • A las once y media de la mañana se ha-
duda la importante utilidad de este punto; llaba la brecha practicable y deseando los
se fortificó malamente, y mas de una vez se soldados dar él asallo, á él marcharon al l o -
oyeron clamores acerca de su abandono, que de calacuerda siele compañías arma
como lo manifiestan testigos presenciales. á discreción, pasando la ria y tomando el
«A mediados de octubre, dice uno, fuerte en unión del 1 . " de Castilla que t r e -
cuando con bastante calor se nos anunciaba pó el primero por el ángulo saliente de la
el próximo ataque d é l a facción, el comodo- batería que se les destruyó La acometida
ro inglés de la ria, el digno comandante del fué impetuosa, decidida, y no podia menos
Ringdove, Mr. .1. Lapidge, lleno del mejor de ser coronada con tan buen éxito. Los
celo á favor de la causa pública, se lamen- defensores del fuerle carecían de e s e . e n -
taba de lo mismo, asegurando (como h o m - tusiasmo que produce el ejemplo y la es-
bre cuya opinión en la materia merece algún peranza del triunfo. La pérdida de B a n d e -
respeto), (pie Banderas, según se hallaba ras y Capuchinos fué deprecedenlafuneslo,
fortificado, se rendiría á los dos ó tres d i s - y al verse aislados, y seguii creian, a b a n d o -
paros.» nados, no les quedaba otro recurso que
Perdido el mal llamado fuerte de B a n - entregarse ó morir. Prefirieron lo primero.
deras, los defensores del convento de Capu- La pérdida de San Mames fué deplora-
chinos, débilmente aspillerado y sin artille- ble, porque se apoderaron de ocho cañones,
ría, trataron, conforme á las instrucciones fusiles, municiones y víveresenabundancia,
que tenian, de replegarse á San Mames, á y porque su posesión hacia dueños álos carlis-
la opuesta orilla izquierda del rio; pero les tas de la navegación de la ria, y aseguraba
cortaron los carlistas y se rindieron, salván- la comunicación entre ambas orillas.
dose únicamente veinte y seis, que á costa En la defensa de San Mames cumplie-
de mil trabajos pudieron alcanzar aquel ron los soldados con bizarría: no pudieron
fuerte. En Capuchinos también se a p o d e r a - hacer mas.
ron los carlistas de armas, municiones y v í - Los carlistas celebraron su triunfo con
veres. repique de campanas, acallando los b i l b a í -
La [ilaza en tanto estaba apurada, p o r - nos con una granada y dos balas rasas el
que comprendía su peligroso estado; y aun- ruido que hacia la torre de la iglesia d e
que era grande su entusiasmo, np io eran Albia; esa iglesia que debieron haberconser»
•353 HISTORIA DE LA GUERRA CIVIL.

vuelo ,á todo trance; habiéndoles pesado conlestó que atendiendo á los deberes d e
harto el no hacerlo, pues desde esle punto su posición como militar y como hombre de
se causó gran daño á los sublevados, honor, era arriesgado para él cualquiera
Ya podia.considerarse desde hoy esta- propuesta que. hiciese á los. individuos que
blecido el sitio de Bilbao,'en cuya plaza se teniajisus órdenes en él caso presente, a ñ a -
. comenzó á redoblar la vigilancia y á apres- diendo que, «tan luego eomo,ponga,á cu-
larselodosá morir p o r s a h a r l a . bierto el honor mío y e l ' d e mi tropa, espero
De sus baterías se" hicieron én esle de V. E. se'servirá en aquel caso d i s p e n -
día ciento veinte disparos, y trescientos sarme su generosa protección, como aman-
veinte de las carlistas. ... . te de la humanidad; como igualmente á
lodos mis compañeros de armas' que guar-
necen este punió con las gracias, que .me
' RENDICIÓN P E B Ú R C E N A . — EL DESIERTO'. ofrece en.su apreciable; lo que creo no d e - ,
jará de hacer sin echar en olvido dichos
ofrecimientos, pues conozco bien á fondo
LVII. eslá.poseidodel derecho de gentes como.tipo
de lodos los generososcapitanes. Porullimo,
mi general, si Y. E. no quiere hostilizar ésto
El 11 dieron principio los cablistas- á la punto, tan luego como yo conozca que n a
eonslniceion.de un puente-balsa sobre, la. tengo ningún auxilio liaré una capitulación :

ría frente d e / S a n Mames, y construyeron honrosa, pues si olra • cosa hiciese hasta'-mi
una' balería avan'zada frente de Banderas lio el general Aymerich, que es de la m i s -
con objeto' de batir las trincaduras que se ha-. ma-opinión dé V. E, me desconocería'.por
liaban'en.e.l puente de. Luchana contra las su. sobrino, á m a s ' que estoy seguro que
que.se colocó el. canon de á ocho, que había Vi E. no acriminará jamás está, franca y
en Ba!ider;;.s. sincera .declaración y conducta.»
En'el ínterin sé. prosiguieron algunos • AT mismo .tiempo oficiaba al coronel del
Tratos para hacerse, dueños lo. carlistas del, cuerpo.(-1), manifestándole lo crítico de su
fuerte . d e Buree Da, á cuyo .comandante y, situación, y -preguntándole, cuantos dias
guarnición se le ofreció - garantir sus p e r s o - podria- l a r d a r - e n llegar con su-columna, y
nas y •.efectos;,'., dar colocación -en-'las fijas- si esto no era posible, si podria retirarse á
carlislás. al que la deseara, y a l - q u e no, P-.orlugalele, enviándole alguna trincadura,
pasaporte ó, l i c e n c i a p a r a su pais siempre para tpie con su .protección pudiera salvar
que.entregaran' el fuerte sin efusión de san- los cíenlo treinta hombres que componían
gre ( f ) . Su comandante donVicenle-Aymerich su destacamento. . •'•.•''»:.'
* .Consecuentes los carlistas en su empeño,
(I) Entré los papeles que tenemos á la vis- le prosiguieron el 1 2 , renovando á. las seis
ta sé halla el siguiente: . . . de la mañana los.esfueí'zos para realizar, el
Muy. reservado. , ' •ataque proyectado el día anterior, rompién-
•:
Éxcmo. Señor:
dose el fuég-o á-la una de,la tarde y hechos
'Acaba d e . presentarse mi paisano con r e -
cado verbal del géfe ó comandante del fuerte cuarenta disparos,,á Jos (pie 'contestaron,los
dé .Rurceña.y su guarnición, con la interesan- sitiados'' con seis únicamente,..pidieron
N

•te noticia, pe'ro.reservada, de q u e l e entregar á capitulación, y se les concedió salir con sus
a disposición do V . E . cotila tropa que le guar- mochilas la tropa'y. c o n s u s eqiiipages.y e s -
n e c e y efectos de guerra que' báy en dicho
padas, los oficiales. Cíenlo: treinta y cuatro
fuerte; con tal que V. E. se sirva presentarle,
garantías por escrito de seguridad personal prisioneros, dos. cañones con abundante ,'do-
para los.individuos del fuerte d e . b u r ó e ñ a . liioion••(%), doce mi! cuatrocientos .cuarenta
Por.-sér tan interesante .me apresuro á
comunicársele á V". E . conduciendo este p l i e - .(I) . E s t e oficióle.entregó, á los'co'rlistas.el
go el-mismo paisanoque interviene én l a ' c o - paisano "conductor. , • .,.-,,'
municación cómo, tercera persona,- acompaña- (2) ' Én el estado que t e n e m o s á la vista do
do del ayudante de este sés'tobatallón dé V i z - los efectos hallados en Burceña, h a y 'esta par-
caya. • . -. tida-': - ' '•••.-
• ';. Dios g u a r d e á V . E . muchos años.'Olabin- Cartuchos de á h V - , • ' • <»*•
ga y noviembre- 10 de '1836,—Excmo.señor Id. e i i s a l e r a d o s c o n b a l a ' d e - i d . . : . . . 2*
Martrn Béngóech'ea.-^Excmo. Señor conde fle td. id. cotí metralla:, . • ' . ' • • • • • • •-' -'¡'*
Casa-Eguia teniente . general de los reales Botes de metralla. . . ' : ' • • +Í*
ejércitos y en gefe del sitio de Bilbao.'—Gópis Tacos-de ÜlósUca..,..'• - . ' • . . • ' . •. • ' 3 0
<M o n g m a i . . ' • . ' • • ;

•Balas-de í d . v . . . , . ; • - - • . • > "m


v
PROSIGUEN LOS TRABAJOS DEL- SITIO. 2¡>&

carinchos,'.otras, municiones y no escaso


repuesto de víveres, fueron-el premio del
vencedor. . . -\ . 1'UÜSIGIJEN l.OS TRABAJOS DEL SITIÓ.—ATA-
El fuerle do Luchana también - fué ata- QUE. Á SAN AGUSTÍN. •' .
cado'con empeño, y la guarnición, protegí
da por los fuegos'de dos trincaduras que
cubrían los ríos de Galindo y As.ua, y el LV1IÍ.
fuerle anglo-hisp'ano del Desierto, se defen-
dió con bravura hasta la una del día, en qué
siendo ya temeraria la resistencia, i n u t i l i - .Para intentar el ataque á Portugalele,
zaron la, artillería, y salvando el resto de las se reconocieron el 13 sus fuertes y los cami-
municiones, se'replegó al Desierto, ir bordo nos por donde debía transitar la artillería
de las trincaduras'. en su cunlra, y los puntos á propósito para
Asi debieran: haber hecho todas las situar las balerías, encargando al brigadier
guarniciones dé aquellos.puntos avanzados Andechaga la reunión de materiales y lícr-,
que fueron cayendo én poder de los c a r l i s - ramientas. para su construcción,,}' á. Oloz-
tas; pero se les tuvo abandonadas, y se dio coaga la habilitación de los caminos, que
á los sitiados aumento de tropa y cañones, comenzó con los paisanos de las inmediacio-
que tanta falta hacían en la plaza. nes. Por la larde, y de resultas,de .una •
El Desierto era un punto interesante, que conferencia con Eguía, se suspendieron estos-
«se hallaba bajo la protección inmediata de trabajos contra Poítúgalete, hasta nueva or-
las fuerzas marítimas de S. M. B . en la ria, den, para emprenderlos contraía plaza.
y convencidos ios ingleses de antemano de El -14 efectuó Villarreal algunos movi-
que Eguía intentarla apoderarse de él y en mienlos, ocupando las formidables posicio-
seguida dé Portugalele, trataron de.sostener nes de Gaslrejaüa', sobre el rió CadaguaVy
y defender á todo, trance aquella deliciosa el infante don Sebastian llegó á Deusío, lodo
península. Es indecible, en efecto, l a , a c t i - lo cual-supieron los bilbaínos, -divisando
vidad sin igual que desplegaron los dos co- desde el fuerte avanzado de Miravilla cinco
mandantes,' Lapidge, del bergantín R i n g - vapores y un buque de guerra sobre el avra
dov-e, comodoro de la ria, y Mr. Le Hardy, de Portugalele, cuya noticia y'la d e q u e ,
del Sarraceno, tan celosos p o r e l mejor des- el general en gefe estaba inmediato á Bal--
empeño de la comisión que habían recibido, maseda, les hicieron concebir üsongeras
de su soberano, como amantes de la causa esperanzas, que se trocaron en sentimiento
de Isabel y de las glorias de la nación espa- al ver que los sitiadores iban á descubrir
ñola. Estos d.os hombres incansables, y ;í algunos de sus trabajos preparatorios-'Contra
quienes el pueblo bilbaíno es deudor de la plaza. ' '
muy importantes servicios, se empeñaron.en Éstos se-ejecutaron es'la noche en g r a n -
poner al Desierto cual olro.Gibrallar. A c s l c ,de escala",' y aunque los valientes soldados
íin desembarcó el Sarraceno.lodo su material de Trujillo, defensores de San "Agustín, les
de guerra, cañones, fusilería, municiones y molestaban -con incesante fuego-toda la n o -
víveres, tomando una actitud verdadera- che, iio se suspendieron por esto los t r a b a -
mente tan imponente, que esto: sólo desde jos, que costaron algunos muertos y heridos.
luego paralizaba-en. efecto los proyectos u l - En la plaza se sostuvo el fuego de fusil y
teriores que Eguía tuviese contra Porlugale- se hicieron, veinte disparos de'cañoii.
te, Pero sea que fuese éste ú otro el motivo, Las obras de'la noche se descubrieron en
ó ([de recelase,' en fin, que el ejército no la.ñvnfiana del 1 8 , viéndose por-la.parte del
lardaría en ir al socorro de la plaza, lo cier- paseo del campo de Volantín los que apoya-
to es que desde-este punto Gambió d e . r u m - ban su cabeza en la ria, y prolongándose por
bo, decidiéndose por aprovechar los m o - frente del paseo terminaban su izquierda.en
mentos que le quedasen, á fin de' dar una la casa de Garro. Por Alvia apareció una
embestida brusca sobre la plaza de Bilbao balería con.lres Ironcras enfilando al fren-
antes que pudiese ser auxiliada, entrando te de San Agustin, palacio de Quintana h a s -
ademas en sus cálculos disputar ele todas ta las Cujas, y por Urribarri, olra en el Cho-
maneras á las tropas liberales el- paso de las .ritoque (Mirador), de Esnarrizaga,
hermosas posiciones' que ••conservaban en
Para destruirlas, hicieron desde la p l a -
ambas orillas del Nervion, que fortificaba
za repelidos disparos de cañón y obús (302)
afanosamente.»
especialmente desde las Cujas, continuando
3(50 HÍáTORÍA Dti LA GUERRA C1VÍL.

el fuego de fusilería, sin cesar en toda la ces hasta el anochecer. «En una de ellas,
noche el de los defensores de San Agustin. añade, después de haberse apoderado del
El 1G continuaron los carlistas la cons- lambordemolido y puerla de la entrada, lo
trucción de efectos y conducción de los verificaron trayendo un cañón de á cuatro,
mismos á puntos inmediatos á los trabajos, que muy luego abandonaron, siendo en t o -
reparándose por la noche las baterías c o n s - das ocasiones rechazados con la intrepidez y
truidas en el dia anterior, construyéndose bravura que desplegaron cinco compañías
otra sobre el Tívoli para dos obuses y dos de Trujillo, dos de Toro y una de Compos-
morteros, y un emplazamiento ademas para tela, únicas que defendían aquel espantoso
un cañón inmediato á la Salve, y otro para edificio. La pérdida de los defensores de San
dos piezas en Albia, inmediato á la iglesia Agustin, tanto por el fuego enemigo como
de Abando. Todas estas balerías fueron a r - por los escombros que se desplomaron sobre
tilladas y municionadas durante la noche, nuestros soldados, iba haciéndose muy s e n -
quedando prontas para romper el fuego al sible al paso que considerable. Los enemigos,
amanecer, por lo cual recibieron una orden que á las cuatro de la tarde habían sido re-
dando las gracias á los que intervinieron en forzados y arengados por Eguía, repitieron
estas obras. los asaltos hasta la noche, que vino á poner
• Desde la plaza se contestó al nutrido término a t a n horrible contienda, retirándo-
fuego de fusilería carlista, y se les hicieron se al fin los facciosos tan escarmentados de
cuatrocientos veinte y cinco disparos d i r e c - su temerario arrojo como avergonzados de
tos y curvos. no celebrar su conquista aquella misma t a r -
Los sitiadores dieron por concluidos sus de dentro de los muros del edificio a t a -
principales trabajos en aquel dia. Por ellos cado.»
se vio que supieron aprovechar los d e s c u i - Los carlistas tuvieron bastante pérdida;
dos de los sitiados, y demostraron inteligen- en el parte se consignaron sesenta entre
cia. Tenian buenos ingenieros, y la g e n - muertos y heridos, contándose un oficial de
te del pais les secundó admirablemente. ingenieros muerto y otro herido.
Al amanecer del 17 rompieron el fuego El coronel Duran, quemandaba la fuerza
las baterías carlistas contra el convento de defensora de San Agustin, solicitó quedar
San Agustin y balerías inmediatas, por i m - solo con las compañías de su cuerpo (el de
portar aquel punto, cuya conquista.facilitaba Trujillo), y se accedió, demostrándole la
la embestida á la plaza. Contra la puerta del junta de armamento y defensa su gratitud
convento, el tambor de abajo y el ángulo, por medio de un alentó oficio (1).
jugaban constantemente tres piezas en la ba- Ademas de los daños causados en San
tería de Albia y cuatro en las de campo de Aguslin, fueron nolableslos delosedificios de
Volantín, secundando por la parte de ürribarri la calle de la Estufa, por estar próximos á la
las de Esnarrízaga y Celeminchu, vomitan- batería de las Cujas, conlra las que se diri-
do una pieza de treinla y seis un fuego des- gieron repelidos disparos, y á las casas, t e -
tructor contra la fachada del convenio, b ó - niéndose que demoler algunas.
veda de la sacristía y torreones de la iglesia,
siendo certeros los disparos del mortero y los
(I) Este y la contestación son los s i g u i e n -
obuses. tes:
A las once no solo eslaba abierta la b r e - «Comisión permanente de la junta de a r -
cha, sino acribillado el edificio. El asalto era m a m e n t o y defensa de Vizcaya.—Número 15.
—Admirada esta comisión d e la bravura de los
consiguiente, y se encargó al segundo c o - heroicos defensores d e San Agustin que al
mandante del 4 . de Vizcaya con seis c o m -
ü

mando de V. S. han hecho, en el dia de hoy para


pañías dé su batallón, sostenidas por cuatro siempre memorable en los fastos militares de
de granaderos y los argelinos; pero ya fuera España, tantos prodigios, ha dispuesto enviar
porque no estuviese bastante practicable la á V. S. p a n , vino y mil reales vellón á fin de
que s e sirva distribuirlos entre ellos conforme
brecha ó por la decisión de los sitiados, el mejor le parezca para que puedan refrescar en
asalto no tuvo éxito; el valor de los carlistas su nombre, y prepararse si fuese necesario á
se estrellaba ante la bizarría de los l i b e - combatir de nuevo con igual gloria y bizarría,
rales. recogiendo los l a u r e l e s ' i n m a r c e s i b l e s á que
se han hecho tan dignos. V. S. que á la vista
El diario carlista del sitio no da p o r m e - misma de la comisión ha sabido darles subli
nores de los asaltos, y aun los omite; en el mes ejemplos de impavidez y denuedo, reciba
liberal leemos que enmedio de la mas d e s - su parabién cordial, y no dude que la patria
compasada gritería se intentó repelidas v e - agradecida, premiará"como lo merecen las vir
PROSIGUEN LOS TRABAJOS DEL SITIO.

Sitiados y sitiadores emplearon la noche bao y el comisario regio de la provincia,


en reparar los destrozos sufridos en las de Vizcaya, tomada que sea la espresa-
baterias, protegiéndose estos trabajos con da plaza.
un sostenido fuego de fusilería. San Agustín,
merced á la multitud de sacos de tierra que Artículo l . ° El comisario regio de Viz-
en él se colocaron, podia continuar defen- caya se presentará desde luego en Bilbao.
diéndose. Los carlistas tuvieron que d e s a r - Art. i,.
0
Se adoptarán con tiempo las
tillar una batería por haber desmontado dos disposiciones mas convenientes para que de
piezas los fuegos de la plaza: otras dos la plaza de Bilbao no salga persona alguna
quedaron sin acción por falta de municio- que precisamente no esté comprendida en
nes; abandonaron una batería y alteraron la -la capitulación, si por esle medio se rinde,
colocación de las demás piezas. y de no, solamente los prisioneros, que sin
De la plaza se hicieron mil trescientos pérdida de tiempo deberán conducirse á sus
disparos, y los sitiadores ochocientos. respectivos depósitos. Pero en uno y en otro
En esle dia se acordó en Durango una caso, si entre los prisioneros ó capitulados se
instrucción, que se remitió á Eguía de real hallasen comprendidas personas a c a u d a l a -
orden y con el carácter de reservadísima das de la plaza, permanecerán detenidas en
para que tuviera puntual cumplimiento, lo- ella á disposición del comisario r e g i o , hasta
mada que fuese la plaza de Bilbao: era la que se realice la entrega de la contribución
siguiente: que les pueda caber.
Art. 3.° Los cónsules de las naciones
MINISTERIO UNIVERSAL.—Reservadísimo. que no reconozcan al rey nuestro señor, no
podrán tampoco ser reconocidos ni ejercer
— Secretaría- de estado y despacho de la
función alguna de sus respectivos ministe-
Guerra. rios, debiendo quedar en consecuencia r e -
ducidos á la clase de eslrangeros,particula-
Instrucción acordada por el rey nuestro res transeúntes, y á los cuales se les e s p e d i -
señor, que deberán observar exactamen- rán pasaportes si lo solicitan.
te, de acuerdo y con recíproco auxilio, Art. 4.° Inmediatamente se formará por
el comandante general del sitio de Bil- el comisario regio un ayuntamiento - p r o v i -
sional, para que acuda al gobierno y a d m i -
tudes guerreras de V. S., su infatigable activi- nistración del pueblo.
dad, su valor sin s e g u n d o . — D i o s guarde Art. 5.° No obstante la medida a n t e -
á V . S. muchos años. Bilbao 17 de noviembre rior, tomará el comisario regio desde luego
de 1836.—José Antonio de Ibarra.—Francisco
de Gnmimlc.— José Pantaleon de Aguirre.— las disposiciones necesarias para la forma -
Francisco de Ormaeche, s e c r e t a r i o . — S e ñ o r cion de un ayuntamiento para el servicio del
coronel don Juan Duran, comandante del fuer- año próximo. Y también el tribunal del
te inmortal de San Agustín.» consulado, constituyendo ambas corporacio-
Dur.-m , aunque ocupado en la recomposi- nes con personas notoriamente afectas á la
ción de brechas, envuelto entre el polvo, s a n - causa de S. M.
gre y escombros, improvisó la respuesta, que
escrita sobre el parche de un tambor, mani- Art. C. u
Que se hagan presos para reci-
fiesta la emoción que en aquellos momentos es- bir el condigno castigo, el oficial y soldados
perimentoba su inflamado corazón. que cubrían el puesto ' q u e hizo fuego al
«Regimiento provincial de Trujillo.—Punto oficial y parlamentario Sauz, é igualmente
de San Agustín.—La noble y patriótica Junta se pongan en prisión á lodos los hombres
de armamento y defensa de esta noble villa de
Bilbao me honra en este dia con mis subditos criminales.
de un modo estraordínario que nunca o l v i d a - Art. 7.° Se juzgarán y castigarán, s e -
ré ni dejaré de darle en nombre de todos las gún haya lugar, al autor del folíelo Ululado:
mas espresivas gracias. Bilbao e s el que m o r e - «Sitio y ataque de Bilbao;» al redactor ó
ce la inmortalidad, y nosotros con su ejemplo,
en nombre de la patria, lo defendemos entre redactores de los papeles públicos, y á los
sus ruinas hasta sepultarnos en ellas como asi autores de la infame procesión del retrato
lo hemos jurado.—Admitimos con entusiasmo del rey nuestro señor.
el obsequio que VV. S S . se han servido ha- Art. 8.° Hallándose en Bilbao con las
cornos, del.que repetimos nuestro agradeci-
miento. — Dios guarde á VV. S S . muchos
armas en la mano, habiéndose comprometido
años. San Agustín 47 de noviembre de 1 8 3 0 . — á no lomarlas, los capitulados de Eibar, v
El c o r o n e l , Juan Duran. , , — S e ñ o r e s de la quizás-de algunos oíros pueblos, serán p r e -
Jnnla de armamento y defensa de Bilbao.» I sos y juzgados brevemente.
TOMO 111.
362 IIÍSTOMA DE LA GUERRA CIVIL.

Art. El contador general del ejér- rigen en estas provincias, debiendo formarse
cito quedará encargado del juzgado de con- inventarios intervenidos de todos Jos bienes
trabandos, y reunirá en si las facultades ne- muebles é inmuebles que sean ó deban ser
cesarias para atender á los casos eslraordi- secuestrados; asi como d é l o s de los depósi-
narius que puedan ocurrir, principalmente tos y almacenes de géneros y efectos, cuyos
en la estracciim de géneros de ilícito c o - dueños no sean conocidos, ó se hallen pró-
mercio; no debiendo permitirse salgan de fugos ó ausenles, y pasar copias de ellos al
Bilbao géneros ni efectos de ninguna clase, gobierno.
hasla no estar satisfechas las contribuciones; Art. 10. Es la soberana voluntad de
y tener también présenle que existen en S. M. que desde luego se restablezcan t o -
dicha plaza depósitos pertenecientes á p r ó - das las comunidades religiosas que hayan
fugos y ausentes. sido deprimidas por los revolucionarios,
Art. 1 0 . Al contador general correspon- poniéndolas en posesión de sus edificios,
de hacerse cargo por inventarios de todas bienes y alhajas, donde quiera que existan,
las existencias de boca y guerra p e r t e n e - admitiéndolas las purificaciones que quisie-
cientes al ejército enemigo, como que deben ren intentar para acreditar los desperfectos
redundar en beneficio de las cuatro pro- que hayan esperimenlado las fincas, para
vincias. reclamarlos á su debido tiempo, de aquellos
Art. 1 1 . Todos los vecinos y moradores que los hubiesen causado.
de Bilbao, conocidos por desafectos á la Art. 17. El comisario regio dará parte
causa de S. M., satisfarán de consuno en diario de cuanto vaya obrando en cumpli-
el breve término que se les señale, la con- miento de esta instrucción, consultando las
tribución de 1'2.000,000 de reales de vellón dudas que le ocurran, y cualquiera dispo-
en metálico, sin admitirles prelesto ni escusa sición propia del conocimiento de S. M. y
alguna hasta que la realicen. de este ministerio.—Real de Durango 17
Art. 12. El comisario regio queda e n - de noviembre de 1836.—Erro.»
cargado de esta operación, de cuya distri- Copiado del original.
bución, hecha por los que tengan el debido
conocimiento y apreciadores de las fortunas
del pais, lomará razón el contador general, NUBVOS TRABAJOS B E SITIO. — TRANSITO T
y entrarán los cupos respectivos en la tesore- BATERÍA DE LA M U E R T E .
ría, con la intervención de aquel.
Art. 13. Asimismo contribuirán ademas
todos los vecinos y moradores de Bilbao en LIX.
general, sin ninguna distinción, con diez
mil capoles de paño, igual número de p a n -
talones, é igual de pares de zapatos para la A las penalidades consiguientes de uno
tropa, asi como con el correspondiente lien- y otro campo, se añadió lo terrible del tem-
zo para camisas para la misma y para ropa poral, tan lluvioso en aquel pais, e s c e d i e n -
de los hospitales. do á otros dias lo tempestuoso de aguas y
Art. 14. Obtenidos que sean en toda vientos del 18, en el cual jugaron poco los
su cslension los insultados de las anteriores cañones carlistas, que solo hicieron treinta
medidas, procederá el comisario regio á disparos, contestados por doscientos óchenla
purificar el pueblo, lanzando de España á y siete, que apagaron algunos fuegos, dis-
lodos aquellos que sean notoriamente cono- minuyéndose asi los de los sitiadores.
cidos por su exaltación, aversión á la santa El empeño de estos seguia contra San
causa de la religión y del rey nuestro señor Aguslin, cuyos intrépidos é infatigables de-
y adhesión á la de los enemigos, diseminan- fensores reponían las brechas presentándose
do á los menos peligrosos á los pueblos, con á cuerpo descubierto con los sacos al h o m -
prohibición de pasar á Bilbao^y bajo la mas bro, incluso el mismo Duran. Asi entusias-
estrecha vigilancia. Igualmente hará recoger maba á sus subordinados.
en convenios y lugares de corrección todas Una granada del Circo incendió la casa
aquellas mugcres decentes que por su c o r - de Esnarrizaga, que en vano intentaron apa-
rupción y desenfreno de costumbres hayan gar su fuego los carlistas: la voracidad de
escandalizado el pueblo. las llamas y el viento N. O. la consumió.
Art. l o . Se observarán desde la entrada El fuego de fusilería continuó nutrido,
en Bilbao las órdenes que sobre embargos principalmente sobre el punto atacado.
NUEVOS TRABAJOS DE SITIO. 363

El 19 siguió terrible el temporal de sible motivo se distribuyó una peseta á cada


agua y granizo, lo que impidió adelantar los soldado de la guarnición. A los nacionales
trabajos de sitio, que se proseguían con , doble ración de pan y vino, y por equiva-
empeño. Se hacian entre la ria y Azua, t e - j lente de carne, alimento que empezó á e s -
niendo su centro en Banderas, que estaba casear desde los primeros dias, un cuarterón
á cargo de Pérez de las Vacas, con instruc- de jamón.
ción de abrazar con las obras de línea los Queriendo la guardia nacional y cuerpos
puentes de Luchana y de Azua, que eran los de la benemérita guarnición de Bilbao m a -
flancos de ella. Al mayor general don José nifestar de un modo inequívoco su decisión
María Gordillo, se le encargó la parte de y patriotismo, y dar mayor celebridad á
línea que podía hacerse durante el dia , y la fiesta perpetuando el acendrado amor que
la apartada de las baterías que se había profesan á los mas deliciosos objetos de los
!

marcado desde la Salve, que formaba el 1 españoles,Isabel y libertad, sin reparar en


flanco derecho y pasaba por las casas de el diluvio de bombas y granadas que para
Arlazamina, Echevarri, Larrachea, A n d a - • las ocho de la mañana empezaron á lanzar
riscochea, Alzaga-preceptora, batería vieja los enemigos sobre la población, indicioaca-
:

de Morteros, que formaba el flanco izquier- ¡ so de la rabia que les causaban nuestros
do de la línea apartada, ó sea segunda línea. i trasportes de entusiasmo, entonces los v e r -
La inmediata, que debia proteger las b a t e - ¡ daderos hijos de la patria tuvieron la opor-
rías, se marcó desde las casas quemadas, tuna, peregrina y sublime idea de tremolar
frente de la Estufa, hasta el encuentro de en San Agustin una bandera n e g r a , emble-
los caminos de Urribarrí, cuya trinchera ma de la muerte, improvisando al mismo
servia de continuación á la construida d e - tiempo en la puerta y barricada de San
lante de la Estufa, en el campo de Volantín, Agustin una inscripción con estas lúgubres
quedando interceptados por la línea de c a - palabras: «TRÁNSITO A LA MUERTE.»
sas del referido campo, que cuadraba con Acto continuo apareció en la balería de las
el Tívoli. • Cujas una lápida sepulcral de fondo negro,
En tanto que estos y otros trabajos se en su centro una calavera sobre dos huesos
hacian en el campo sitiador, los sitiados cruzados, y en ahuilados caracteres blancos
ejecutaban también los suyos con decidido esta terrible leyenda: «BATERÍA DE LA
entusiasmo, con ese patriotismo que infunde MUERTE.» Dando á entender bastante á los
la convicción de una causa en la que e s p e - enemigos en estas demostraciones que si r e -
raban la regeneración del país, la felicidad solvían avanzar alli tenían su verdadero
pública y particular, aunque para conscg ir Nonplus ultra, el muro de bronce por d o n -
la primera sacrificaran sus fortunas y d e r r a - ¡ de no podrían transitar impunemente sin
maran su sangre y perdieran su vida. Los ¡ pasar primero sobre los ensangrentados c a -
biibainos se habian propuesto vencer ó m o - | dáveres de miles de leales, y es indudable
rir, y ni los temporales, ni los sufrimientos i que asi lo hubiesen hecho, porque tal ha
de toda especie, eran bastantes, no solo á sido la firme y decidida resolución de los
hacerlos cejar en su propósito, sino ni aun á defensores de Bilbao. A la verdad, ¿quién
entiviarsu decisión valiente, heroica. ¿Qué podría titubear en la elccion? ¿No es mil
mas? Ni aun á deponer su proverbial buen veces preferible la muerte, al vilipendio de
humor, como iremos viendo en la historia caer en sus carnívoras garras, para ser cruel-
de este inmortal sitio que puso tan alta la f a - mente asesinados, ó á la espantosa idea de
ma de los bilbaínos, de ese pueblo de h é - arrastrar una miserable y vergonzosa e x i s -
roes. tencia en los trabajos de las minas de esa
nueva Siberia que la innata piedad del r e -
Oigamos á un bilbaíno lo que se hizo y
ligioso don Carlos tiene destinada para los
se pensaba aquel día:
apreciadores de sus virtudes?
«La madrugada del 1 9 , la brillante mú-
sica del i . ° ligero subió a la balería del Cir- Por la tarde se decía que la facción r e -
co, y en celebridad de los dias de nuestra tiraba la artillería, á lo que dio lugar sin
augusta soberana, nos regaló con una h e r - duda la observación de que no existían las
mosa y prolongada diana. Con el silencio de piezas de las dos baterías contiguas á la ria,
la mañana, y á pesar de la copiosa lluvia, que en efecto, las retiraron por su mal osla-
el eco marcial resonaba por aquellos contor- do, en prueba de lo cual no volvieron a
nos acompañado de los mas fervorosos v i - jugar desde el segundo dia. No obstante, al
vas á S S . MM. y á la libertad. Con tan plau- anochecer volvieron á arrojar bombas al
364 IIISTORIA DE LA GUERRA CIVIL.

pueblo, causando bastante destrozo en el ca- El asalto se intentó y mas de una vez; y á
serío. La noche fué tempestuosa de aguas, pesar del ímpelu con que acometieron, fue-
truenos y rayos; uno de estos mató á un cen- ron rechazados con pérdida cuantas veces
tinela crí el Morro, fallando bien poco pa- se acercaron. Por último, á las dos y media
ra que alcanzase al depósito de pólvora.» de la tarde, aprovechándose de un lienzo
El 20 continuaron t o n lentitud los t r a - que en el ángulo eslerior había sido destrui-
bajos carlistas,luchando contra el temporal. do, se hizo el postrer esfuerzo con tal grite-
No hicieron ningún disparo; la plaza dos. ría y algazara que dio la señal de alarma en
El 21 concluyeron los sitiadores la b a - la plaza.
tería contra la ria, y colocaron dos piezas Al sentirse en ella esle ruido, se hizo
en el emplazamiento formado al efecto, s i r - correr la voz por algunos de que los carlis-
viendo de parapeto al muelle. Escaseaban tas eran dueños de San Agustín: cundió la
los operarios y eslo retrasaba sus trabajos. alarma; se adoptaron medios de defensa c r e -
En el cementerio de la iglesia de Aban- yendo el peligro inminente, y lo hubiera
do, construyeron también una batería pa- sido en efecto sin la obstinada resistencia
ra tres piezas con pipas y faginas, e n t e r - de los valientes de Trujillo, á los que a u x i -
rándola Ires píes. Por la noche se repararon lió una compañía de nacionales, estos c i u -
algunos trabajos. La plaza hizo noventa y dadanos dispuestos siempre á acudir al m a -
tres disparos. yor peligro.
La paralización de los fuegos de estos El fuego de artillería continuó hasta el
dias fué indemnizada en el 2 2 , que d e s e a n - anochecer, y la plaza hizo seiscientos ochen-
do los carlistas activar los ataques, rompieron ta y cuatro disparos y cuatrocientos cuaren-
el fuego á las once de la mañana las b a l e - ta y dos los sitiadores. La fusilería jugó
rías de Albia, de Campo de Volanlin y de hasta bien entrada la noche.
Urribarrí, dirigiendo lodos sus disparoscon- De resultas de una conferencia del g e -
tra el convento de San Agustín y comuni- n e r a r e n gefe carlista con los generales de ar-
caciones á la villa, arrojando la batería de tillería é ingenieros, se determinó la cons-
fuegos curvos compuesta de un mortero y trucción de una nueva batería en Albia para
dos obuses un proyectil de media en media dos piezas gruesas, otra para otras dos i g u a -
hora, porque escaseaban. El fuego era hor- les delante de la Estufa y componerla de Ur-
roroso, y la niebla tan densa con que se cubrió ribarrí.
el espacio y que permitía descubrir apenas El 23 continuaron los carlistas las obras
los objetos á distancia de una vara, aumentó de construcción, y vista la repugnancia de
el horror de aquel momento. Los sitiados le- los paisanos para acudir á los trabajos, p r o -
nían que asestar sus tiros á Jos fogonazos de puso el comisario regio de Vizcaya facilitar
los sitiadores; el fuego de canon era granea- las herramientas y cestos que se necesitaran,
do, acompañándole el de fusilería. Los de y dar una peseta de jornal á todo soldado
la batería sitiadora de Albia se apagaron que se presentara en los trabajos, libertando
á los primeros disparos; en cambio San asi á los paisanos de concurrir á ellos; pero
Agustín estaba destruido; y supuesta p r a c - á las siele de la noche aun no se había faci-
ticable la brecha reconocida por López y litado lo necesario.
Nebot, que manifestaron ser accesible aun De Bilbao se tiraron en este día c u a r e n -
que algo penosa, se mandó al coronel Noboa ta y siete cañonazos, y cincuenta y nueve
dispusiese sus tropas para el asalto. Avan- el '¿4, sin que contestaran los carlistas por
zaron dos guerrillas para que al paso que re- estar ocupados en nuevas obras y reparos.
conocían la brecha pudieran situarse en ella A las cuatro de la mañana del 25 r o m p i e -
y sostenidas apoderarse del convento; mas ron el fuego las balerías carlistas de Albia,
habiendo locado inmediatamente calacuerda campo de Volantín, Morteros y Urribarri,
el 5." batallón de Vizcaya, nombrado para encaminando p r i n c i p a l m e n t e sus fuegos
asaltar, se agolpó á la inmediación de la contra San Aguslin; pero les contestó
brecha y rompió el fuego; pero dice el d i a - con tal éxito la artillería de la plaza
rio carlista que por hacerse el fuego general que destruyó la balería del campo de V o -
se paralizó el movimiento y que la brecha no lanlin y desmontó una pieza de otra. El
estaba accesible. Esto, que ademas de ser destrozo ocasionado en el convento, y el
una conlrad ccion d é l o manifestado a n t e - eslado de la brecha, decidió un nuevo a s a l -
riormente, demuestra poco en favor de los to, al que se dispusieron los granaderos y
gefes directores del sitio, es una inesactitud. cazadores del 1." de Castilla y los cazado-
EL %1 DE NOVIEMBRE. 36S

res del 4.° y 3.° de Vizcaya, debiendo el convento de San Agustín ( t ) , que fué
marchar al loque de alto el fuego, a d e l a n - desde el principio del sitio el blanco de sus
tando guerrillas en dispersión para a p o d e - ataques. Muchos creyeron que trataban de
rarse de la brecha y atacar un tambor que dar fin á sus municiones para en seguida re-
se recelaba ocupase el enemigo. También tirar la artillería, porque se notó que la ma-
se nombraron otras fuerzas para proteger y yor parle de los disparos eran de metralla
sostener el analto da las referidas, y para la y granadas al edificio. Poco ralo después
reserva conveniente. Pero todas estas d i s - el enemigo cesó en sus fuegos
posiciones fueron inútiles; porque las tropas
demostraron tal timidez, que para salvar el «A la una poco mas ó menos, hora en
honor délas armas se mandó retroceder álos que los mas estaban despachando su frugal
pocos granaderos del 1.° de Castilla y comida, fué sigilosamente sorprendido el
cazadores del 4 . ° de Vizcaya que habían convento de San Agustín, penetrando el ene-
avanzado algunos pasos. migo por los lugares comunes que están al
En uno y otro campo se lamentaron piso principal, de donde enfilaban la entra-
pérdidas, habiendo hecho mil doscientos da de la puerta d é l a portería y claustros
veinte disparos los sitiados y trescientos bajos, facilitándoseles por este medio la in-
cuarenta los sitiadores. troducción á la sacristía, de esta á la iglesia,
El dia y noche del 20 le invinieron e s - y finalmente por el coro á la casa contigua
tos en reparar los destrozos de una balería conocida por la de Menchaca (2). Muy lue-
y en aprestarse para el ataque del siguiente, go se hicieron dueños de toda la parle alta
que prometía ser decidido. Los bilbaínos del edificio que les proporcionaba la o c a -
dispararon ciento selenla cañonazos para sión de molestar á placer toda la plazuela
impedir las obras, previendo que eran pre-
parativos para alguna nueva embestida.
(t) Y comunicaciones con la Cendeja. La
Por esto se pasó la noche con gran vigilan- batería de Urribarri contrarestaba los fuegos
cia, y se dispusieron á r e c h a z a r á los e n e - de Mallona.
migos con el mismo entusiasmo que hasta t'2) Este asalto fué encomendado á don P e -
entonces. dro N e g u e r u e l a , teniendo bajo sus ó r d e n e s
tres compañías do aragoneses, el batallón i.°
do Castilla,las compañías de preferencia de
los dos batallones de Luqui y dos batallones
vizcaínos. Los primeros que acudieron f u e -
EL 27 DE N O V I E M B R E . — S E APODERAN LOS CAR-
ron un cadete y siete soldados aragoneses que
LISTAS DE SAN AGUSTÍN seofrecieron voluntariamente, siguióuna c o m -
pañía aragonesa mandada por ei capitán Gra-
cia (que fué después gobernador de Cantavie-
ja) y un corto destacamento de zapadores
LX. mandado por el bizarro Bessieres, oficial de
ingenieros: luego la 2 . compañía del l . ° d e
a

Castilla, á continuación lasdos restantes arago-


nesas , y últimamente l a s c u a t r o d e preferencia
El 27 de noviembre fué terrible para de Luqui. El \ . ° de Castilla pasó por el foso del
los bilbaínos. Los sucesos de esje dia me- Regañón, asaltóla pared del patioy penetrópor
recen ser referidos con todos sus terribles la puerta. Los batallones vizcaínos quedaron
de reserva en los patios de las casas c o n -

Eormenores, espresados en la ya referida


istoria del sitio, añadiendo en notas lo que
en ella se omite por carecer de los d o c u -
tiguas. «La pérdida n u e s t r a , nos dice el
rnismo Negueruela, fué grande, y los de reser-
va no fueron los que menos sufrieron: so
mentos carlistas. dio cuartel á l o s que se rindieron. Después
de quedarse en nuestro poder, intentarou r e -
Dice asi:
conquistarlo; pero fueron rechazados y en s u
«Anunciado este dia como el de nuestra virtud lo incendiaron desde la plaza.Toda la
redención, distantes estábamos de creer que noche duró el fuego en el edificio, y el ataque
el estampido enemigo volviera á resonar en por ambas partes para ocupar la parte que el
nuestros oidos, pero cabalmente á esa m i s - fuego dejaba libre, y al fin todo el convento,
estinguido el fuego, quedó por nosotros á e s -
ma hora ( 1 ) rompieron el fuego d e s ú s cin- cepcion de una pequeña parte de la iglesia
co baterías dirigidas esclusivamente contra cortada con parapeto de sacos de arena. Al
segundo dia, esta parte fue también ocupa-
da por nuestras armas, y al cuarto entregué el
(1) A las siete de la mañana o y e r o n misa convento á los vizcainos que principiaron las
los carlistas, y á las diez rompieron el fuego minas por las casas inmediatas.» ,
las baterías dé Albia y campo de Volantín.
HISTORIA DE LA GUERRA CIVIL.

de enfrente y de consiguiente la segunda convento, difundió el espanto en la parte


línea que apoyando su izquierda en la casa inerme de los habitantes. La confusión y
palacio de Quintana, quedaba desde este gritos de alarma se multiplicaban lodos los
instante constituida en primera. El mismo instantes; pero los valientes armados se
regimiento provincial de Trujillo guarnecía avalanzaron hacia el lugar del peligro,
este desmoronado edificio, y de sus solda- marchando con paso firme, y una decisión y
dos mas de media compañía fué cogida pri- entusiasmo precursores del triunfo. El n u -
sionera , á muchos de los cuales vimos con- meroso pueblo, las esposas, hijas y ancianos
ducirlos en mangas de camisa por las huer- los bendicen al pasar, retirándose al interior
tas de atrás del convento. ¡Impíasuerte!. (1) de sus habitaciones, á rogar al Dios de
eterna justicia no abandonara en aquella
Notorio es el valor con que tribulación á su escogido pueblo, concedien-,
supieron defender esta perseguida línea, do la victoria á los defensores d é l a inocen-
testigo la preciosa sangre que los valientes cia. La Providencia divina oyó sus fervoro-
derramaron por sostener con honor ese fa- sas preces, ahuyentando el peligro que lan
tal edificio que ha costado al regimiento cercano estuvo.
hasta el día la enorme baja de Irescientos «En este estado, y á poco ralo de haber-
treinta y cuatro hombres!!! Pero fallóles en se dado la señal de alarma g e n e r a l , todos
aquel aciago instante la presencia de su bi- ocupaban sus puestos. Con la noticia de la
zarro coronel don Juan Duran... Este d i g - irrupción de los enemigos, salieron de su3
no militar, para elerno sentimiento suyo, no retenes la 5 . y 6 . de nacionales para
a a

menos que de el vecindario, se halló a c - reforzar á la 1 . , que estaba de servicio en


a

cidentalmente en el interior del pueblo sin la Cendeja, la de cazadores de Compostela


poder animar con su marcial presencia el y una de Toro. Conocida la pérdida acaba-
valor de sus soldados. Llegó por consi- da de esperimentar, pérdida en efecto bien
guiente larde para poder salvar esta i n t e r e - lamentable por habernos costado la sangre
sante línea. La confusión desde el principio, eslimable de nuestra bizarra juventud, t r a -
había ocupado ya el lugar del orden y la tóse de recuperar el edificio; pero era tarde
serenidad. Los que aun pudieron rehacerse y demasiado ardua la empresa, á no cargar
se defendieron no obstante con tesón, pero doble ó triple fuerza de la que se dirigió,
al enemigo habia penetrado demasiado, y mayormente cuando se ignoraba cuál fuese
fueron vanos sus esfuerzos... Cediéronle la de los invasores.
por fin un punto que tanlos sacrificios les «Internóse dar, sin embargo, la embestida
habia costado. con parte de la 1 . , 5 . (esta es una de las
a a

«Dueños ya los enemigos del objeto que que mas trabajó en este aciago dia), y 6 . de
a

tanto anhelaban, basiábales sin duda unos nacionales, colocándose á la cabeza de estos
minutos mas de audacia y entusiasmo, si de impávidos el brigadier don Miguel de Araoz;
entusiasmo, al menos noble, sean capaces pero si con tan atrevida empresa no se pudo
jamás los facciosos, para habernos dado ma- obtener todo el resultado propuesto, se con-
yor cuidado acometiendo con su primer siguió al menos impedir descendiese el e n e -
ímpetu la barricada que defendía el paso á migo á la parle baja del convento, que p a -
la Cendeja; pero los cobardes no ignoraban recía ser el único y principal objelo del
que éste era el Tránsito de la Muerte, y por momento, sosteniendo el tramo de la e s c a -
consiguiente el de su esterminio. Alli, en lera que conducía á la sacristía; pero el fue-
efecto, les esperaban tropa y nacionales, go que hacia desde los claustros altos era
resuellos á disputarles el terreno palmo á lan mortífero y horroroso, que por instantes
palmo, haciéndoles morder la tierra á m e - iba acabando con nueslros valientes. Fué
tralla y bayoneta antes que permitir su l i - preciso por lo tanto desistir del proyecto y
bre acceso al Arenal. retirarse. Este lemerario arrojo costo á los
«Con la velocidad del rayo se comuni- nacionales una enorme pérdida en muertos
có este infausto suceso por la población. La y heridos.
noticia de que los enemigos eran dueños del
«La casa palacio de Quintana, que desde
(4) S e g ú n el estado que formó Novoa en la mañana se hallaba ocupada con tropa de
Sondica el 6 de diciembre sufrieron los carlis- Trujillo, se reforzó con los restos del mismo
Ips, al tomar el convento de San Agustín, la
, aérd ida de veinte y dos muertos v ciento c i n - cuerpo que salieron del convento. El de las
cuenta y uno heridos. ' compañías de nacionales se habia colocado
EL r, DE NOVIEMBRE.

en la barricada de la primera línea de la que aunque mas antiguo se hallaba en co-


Cendeja, asi como en las casas de ésla las misión, como el mas á propósito para susti-
de Cómposlela y Toro. Finalmente, fué r e - tuir al comandante general, y habiendo
forzada la columna situada en las Cujas, que S. S. accedido gustoso á la indicación, dos
era la reserva sobre la que habían de reple- individuos del seno de la comisión volaron
garse las que estaban avanzadas, caso de al punto de Larrinaga, que le estaba enco-
que ios enemigos hubiesen tenido el arrojo mendado, para poner en su noticia que los
de cargarlos. deseos de la junta y la voluntad del c o -
«Poco después de lo de San Agustín, mandante general le destinaban otro mas
esto es, á cosa de las dos y media de la peligroso y difícil. Este nombramiento se
tarde, mas ó menos, otra nueva desgracia publicó en la orden general del siguiente
vino á aumentar la gravedad de nuestra s i - d i a á l o s cuerpos de la guarnición, quedando
tuación. El comandante general don Santos de comandante de la segunda línea el b r i -
San Miguel fué herido, aunque no de c o n - gadier don José Ramón de Ozores, á quien
sideración; un momento antes lo había sido la plaza es deudora de los mas importantes
de un chinazo su segundo el brigadier Arauz. servicios, por la eficacia con que ha d e s -
Sobre el infierno, que otro nombre no podía empeñado las diferentes operaciones confia-
darse al tránsito desde San Agustín á las das á su valor y patriotismo.
Cujas, fallábanos este aciago suceso para «Para las tres y media ya Arechavala su
que se aumentase la confusión, el espanto y había constituido en el lúgubre y sangriento
el horror de aquel tremendo momento ;—¡Los recinto ó plazuela de San Agustín. En el
dos comandantes generales heridos, son momento de haberse hecho cargo del lasti-
conducidos al hospital civil, dicen u n o s ! . . . moso estado en que se hallaban las cosas,
—Los caballos de frisa á loda prisa colocán- con la firmeza y serenidad que caracterizan
dose, á fin de contener al enemigo, esclaman á este valiente militar, una de las primeras
otros.—La mortandad es inmensa; no hay disposiciones que tomó fué la de incendiar
quien conduzca los heridos,—cuentan no los tres edificios ocupados por el enemigo.
pocos. ¡Cruel agonía!... Y en tal estado de Proporcionó jergones, paja suelta, alquitrán
crisis, nada eslraíio que la generalidad con- y cnanto combustible se halló mas ó mano.
siderase á la plaza en el mas inminente p e - Apenas hubo reunido eslos materiales, aren-
ligro. El mismo comandante general conocía gó á los cazadores salva-guardias, cazado-
sin duda todo el horror de nuestra posición, res de Cómposlela y nacionales, en términos
cuando en el tránsito para el hospital, al concisos: «Amigos, les dijo: la salvación de
separarse de los nacionales, les arengó poco este heroico pueblo consiste en quemar esos
mas ó menos del modo siguiente: «Señor edificios. ¿Quiénes son los que se animan á
comandante, nacionales: confio en vosotros, tan atrevida empresa?—Todos, todos, r e s -
y estoy seguro que no permitiréis que el pondieron á una voz estos valientes, infla-
enemigo viole este sagrado baluarte de la mados del mas puro patriotismo. M a r c h e -
libertad.» Estas palabras, pronunciadas con mos, pues, en busca de la muerte, pero
Ja mas dulce y tierna emoción, aumentaron sálvese Bilbao.... «¡Digna resolución por
el entusiasmo" en medio de circunstancias cierto de unos verdaderos hijos de la patria.
tan agravantes.
«Ni el horroroso fuego de cañón, bombas
«En tan afligidos momentos era necesario y granadas que en abundancia dirigían
poner remedio á nuestra acerba y dolorosa contra todo aquel frente las baterías e n e m i -
situación. Solo se trató de los medios de gas, ni el granizo de fusilería que á quema-
salvarnos. Los instantes volaban, Eran las ropa hacían los facciosos desde las ventanas
tres dadas de la tarde, y fué preciso pensar del convento, ni cuantos obstáculos se ofre-
en un sucesor que tomase á su cargo la d e - ciesen, nada, nada absolutamente bastó á
fensa. La comisión permanente de la junta conlener el ardimiento de estos esforzados
de armamento y defensa, en cuya homoge- campeones.
neidad de ideas y pensamientos fundó desde «Conducidos los cazadores s a l v a - g u a r -
un principio esta plaza sus mas bellas e s p e - dias por su intrépido comandante accidental
ranzas, no desmintió en este terrible m o - don Marcos Aras, y su digno ayudante don
mento los patrióticos sentimientos de que se Venancio de Valdivieso, cargados del com-
hallaban animados sus individuos. Reunida bustible necesario, sin desatender por eso al
en sesión destinada á eslc solo intento, s e - uso de las armas, se arrimaron al convento,
ñaló al brigadier don Miguel de Arechavala, poniéndole fuego por diferentes punios. En
3Ü8 HISTORIA M LA GUERRA CIVIL.

los mismos instantes el teniente primero de pensables trabajos que habia que hacer para
nacionales de la 6 . compañía, don Luciano
a
aumentar nuestras obras de defensa. Desde
de Celaya, se distinguió por uno de aquellos el mismo momento el incansable brigadier
hechos que demuestran á un mismo tiempo Arechavala no desperdició un solo instante.
sangre Cria, valor y patriotismo. Este a p r e - Mandó reforzar la cortadura de nuestra ya
ciable individuo, con un jergón bajo del primera línea que cogía desde la casa palacio
brazo y la tea encendida en la mano, se deQnintanahastala Cendeja. Huo adelantar
acercó á la casa de Menchaca para e n t r e - al frente de su pequeño foso dos líneas de
garla á las llamas, y apenas llegó al umbral caballos de frisa. Se engrosó la batería de
de la puerta, cuando se la abrieron los mis- esa misma primera línea destinada á recibir
mos facciosos. Lejos de inmutarse, asi que al enemigo á metralla por aquella parle que
los distinguió prorumpió con la mayor s e - mas lo requería, es decir, el costado que mi-
renidad en voces á sus compañeros, dicién- raba á la enemiga de Albia ; aumentó los
doles: «Granaderos, á ellos, que aqui están, trabajos á la entrada de la calle de la E s p e -
viva Isabel II.» No habia tales granadero» ranza que formaba parte del recinto de la
en aquel punto; sin embargo, los enemigos terrible batería de la Muerte, cuyos m e r l o -
lo creyeron, se aturdieron, y acobardados nes por la parte del muelle hizo que también
volvieron á cerrar la puerta sin disparar un adquiriesen mayor consislencia; se p r e p a r a -
tiro. Entonces nuestro imperturbable Celaya ron con agua ras. alquitrán y brea las casas
continuó la operación, consiguiendo poner de Cendeja para incendiarlas en el caso de
fuego aledilicio. perderse aquella línea. Finalmente mandó
«Esta atrevida operación y los ataques corlar una de ellas para mayor precaución,
precedentes dentro del convento é iglesia, y si la suerte hubiese dispuesto la quema de
de San Aguslin aumentaron el número de las demás, este tránsito hubiese presentado
nuestras víctimas de un modo prodigioso, como por encanto, nada menos que una es-
particularmente en los cazadores s a l v a - g u a r - carpada y alta muralla, por la calidad del
dias que se batieron á cuerpo descubierto en terreno contra el que están fabricadas las
la entrada de la portería y'en el interior de casas y se compone de peña viva ó cayuela
la iglesia con un valor que raya en temeri- dura, debiendo á esla circunstancia el ser
dad y que los hizo por tanlo dignos de la tan húmedos y lóbregos los edificios por su
gratitud pública. lOli! ¡cuerpos francos, parle posterior. El incendio continuó toda la
verdaderos é indispensables auxiliares del noche adquiriendo por ¡ H i é r v a l o s mayor i n -
ejército! bien merecéis que el gobierno eche cremento á favor del viento S. C\ pero no
una mirada atenta sobre la utilidad que á la se consiguió estenderle á todo el edificio,
causa pública reporta de vuestros importan- por haberse ocupado el enemigo en c o n t e -
tes y señalados servicios.'... La pérdida t o - nerle.
tal sufrida en este día sin inclusion de prisio- «Imponderable, al puso que bien opor-
neros, no baja de ciento cuarenta y seis fue- tunas para la plaza fueron la serenidad é i m -
ra de combale de todas armas, ascendiendo pavidez de Arechavala en los v e r d a d e r a -
la de los muertos á cincuenta y uno. Entre mente críticos instantes'en que se encargó
los heridos, lo fué morlalmente el gefe de de la defensa, no menos que el ahínco y a r -
plana mayor. don Miguel Socies, que m u - dimiento con que lodos, lodos á porfía s e -
rió días después, y el ayúdame de plana cundaron sus esfuerzos en aquella larde,
mayor don Fernando Goloner de g r a v e d a d ; perfeccionando los trabajos de la noche con
asi "como otros tres ayudantes de órdenes del un empeño, hijo solo de la resolución l o m a -
general. da de disputárselo lodo al enemigo. El v e -
«Apenas rayaba el crepúsculo de la t a r - cindario ha sido fiel testigo de cuanto se
de cuando ya los edificios ardian consumo desveló para impedir la irrupción, y si fuese
placer de todos los espectadores. En efec- preciso buscar nuevas pruebas del mérito
to, este espectáculo tan imponente como t e - que contrajo Arechavala en el (lia mas e s -
mible en oirás circunstancias, vino á ser pinoso que ha tenido Bilbao, ahí bis hallare-
el áncora de nuestra salvación, asi que la mos en esa lisonjera nota que mereció en
alegría que causó en los habitantes de la Junta de armamento y defensa (1).
Bilbao con nada es comparable. Mientras
ardia por lo menos era una barrera i n s u p e -
(I) «Junta de armamento v defensa de
rable para el enemigo, lo que nos daba l u - Vizcaya.—Número -190.—Ni seria consecuen-
gar á reparar aquella misma noche los indis- te ni agradecida esla Junta á los servicios que
ATAQUE Y ASALTO FRUSTRADO., ETC.

«Con el feliz suceso del incendio, aconte- go de fusilería por los puntos del convento
cimiento que no esperaban los enemigos, no que le permitían incomodarnos.
hubo por su parte tentativa ulterior aquella «Asi terminó este dia célebre, que hará
noche que se pasó con regular quietud. Úni- época en los fastos históricos de la invicta
camente continuó con bastante fuerza el fue- Bilbao, dia en que han resplandecido las
virtudes mas heroicas de un pueblo e n t u -
siasta consagrado á la causa de su tierna
V. S. prestó desde que en las circunstancias Isabel y la libertad, dia en que se ha dado
m a s apuradas, en las angustias mas amargas
al mundo un ejemplo de lo que pueden la
d e esta plaza se encargó de la comandancia
general de Vizcaya, hasta que se la entregó constancia y la lealtad, cuando el entusias-
al digno propietario de ella, si no le manifesta- mo y el honor mueven los resortes del c o r a -
se su gratitud y singular placer que la cabe en zón humano; día, en fin, en que una milicia
que las.esperanzas que fundó en la e n t e r e z a , ciudadana, que por premio á tantos sacrifi-
vigilancia y valor acreditado de V. S. hubiesen
quedado plenamente cumplidas.
cios solo aspira á la-inmortalidad, á la g r a -
«Eldia 27 de noviembre de este año de t e r - titud de sus conciudadanos y á la protección
rible y triste recordación para Bilbao, apodera- de un gobierno justo y benéfico, ha hecho
do el enemigo del convento de San Agustín, incuestionable aquella verdad de que no en
heridos los dos comandantes g e n e r a l e s y c o r - valde se llama á esa institución s a l v a - g u a r -
riendo en abundancia la preciosa sangre de dia de los pueblos y centinela del honor n a -
multitud de ilustres víctimas, entre el estampi-
do déla artillería, el estallido de las bombas y cional.»
la ruina de los edificios, se vio esta heroica p o -
blación y sus denodados defensores en un e s t a -
do demasiado crítico y peligroso.
ATAQUE T ASALTO FIIUSTIUDO AL FUERTE
«En medio de tal conflicto la comisión p e r -
manente de esta Junta, de acuerdo con el s e - DE LA CONCEPCIÓN.
ñor comandante general San Miguel, p ú s o l o s
ojos en V. S. como el mas á propósito para sus-
tituirle por la firmeza de su carácter y las LXI.
prendas militares que le adornan. Dos i n d i v i -
duos del seno de la precitada comisión d e s p r e -
ciando los riesgos, siu reparar en formalidades
de que no puede prescindir en circunstancias En la mañana del 28 continuó el fuego
c o m u n e s , volaron al puesto cuya defensa e s t a - contra la plaza, dirigiéndose mas especial-
ba encomendada al celo y conocimientos de mente á las baterías de Mallona, el Diente y
V. S., y pusieron en su noticia que los d e s e o s
la Muerte. Los sitiadores tenian á la vez quo
de la Junta y la voluntad del comandante g e -
neral le destinaban otro mas peligroso y difí- hacer frente á las fuerzas liberales que acu-
cil. Ellos, la junta de armamento, la guarnición, dían á levantar el sitio.
el pueblo entero de Bilbao s a b e n que su c o n - Se interrumpió el ftiego á las dos y m e -
fianza no quedó burlada. V. S. sin desalentarse dia, y en una ventana de San Agustin a p a -
por el lamentable estado de las cosas, ni por lo
arduo de la empresa, tomó el mando sin t i t u - reció una bandera blanca en señal de parla-
bear, y ordenó que inmediatamente se i n c e n - mento, lo cual escitó en los bilbaínos el
diasen la casa de Menchaca y el convento de clamor de rechazar la capitulación. «Nada
San Agustín, en que se habían alojado los de transacción, decian: morir ó vencer.»
rebeldes. Los nacionales, soldados, y c a z a d o - Solo en las baterías de Mallona cesó el c a -
res salva-guardias, obedecieron dóciles la voz
de V. S., y siguiendo su ejemplo con valor im- ñoneo, creyendo admitiría la plaza al p a r l a -
ponderable, lograron el objeto apetecido. Esta mentario, mas no habiendo recibido orden
medida enérgica y osada contribuyó á c o n t e - alguna el comandante de aquella línea,
ner la irrupción d é l o s e n e m i g o s y á libertará marqués de Torremegía, mandó continuasen
Bilbao de mil desastres. ¿Podria Ta Junta dejar
los disparos con mas vehemencia, si era po-
de dar á V. S. las gracias mas sinceras y c o r -
diales en su nombre y en nombre de la patria sible, y anadia blandiendo el acero: «Acaso
por la parte que le cupo en tan atrevida e m - sea alguna nueva trama del enemigo: mas
presa? Recíbalas, p u e s , V. S. como testimonio que nunca, fuego á ellos, compañeros y ami-
de nuestra profunda gratitud, como una débil gos míos, hasta que lo contrario ordene la
recompensa de los desvelos y fatigas que ha
empleado para impedir las desgracias que á
autoridad superior.»
esta villa amenazaban en aquel aeiago dia, Esta, en efecto, recibió la siguiente i n -
asi como también por el celo y acierto con que timación :
posteriormente se ha conducido V. S. durante «R. S. Al gefe de las tropas enemigas
su interino mando.—Dios guarde á Y. S. m u -
chos años, etc. en Bilbao. Del teniente general conde de
Casa-Eguía, comandante general del sitio.
TOMO m . 47
HISTORIA DE LA GUERRA CIVIL.

Una capitulación decorosa y á tiempo podrá A las diez de la mañana del 29 volvió
salvar ese pueblo y su guarnición de una el cañoneo contra la casa aspillerada, puer-
catástrofe. El incendio, el saqueo y los hor- ta y convento de la Concepción, sin que la
rores que son consiguientes á una plaza t o - artillería de la plaza pudiera jugar por nin-
mada á viva fuerza, sin que yo pueda c o n - guno de los costados contra la nueva b a t e -
tenerlo, son los males que preveo si v d . , que ría carlista que hacia tales disparos. D e s -
ha cumplido con su deber hasta ahora, e s - de Mallona, Miravílla y algunos otros
cediéndose, da v d . lugar á que continué punios se trató de impedir el estrago que
tomando la plaza á viva fuerza, según lo he hacia la artillería de Mena; pero todo era
verificado con San Agustin. Dios etc. Cuar- inútil. Los sitiadores abrieron brecha, e n -
tel general de Olaveaga 28 de noviembre viaron al asalto al 1.° provisional; pero
de 18Ü8.—El conde de Casa-Eguía, etc.» al asaltarla cerca que había delante de las
La contestación fué ordenar al p a r l a - casas, murió el comandante que dirigía el
mentario se retirase, porque la plaza iba á asalto y otros soldados, y se tocó retirada,
continuar el fuego; y antes de que ganara porque no parecía fácil vencer la muralla
la necesaria distancia, se dio mecha á los que presentaron los sitiados con sus pechos
cañones, resultando heridos el ayudante y y acero. Perdieron los carlistas bastante
corneta parlamentarios. gente y desistieron de su empeño.
Los carlistas no volvieron á proseguir el El telégrafo establecido en Miravílla
fuego suspendido, y avanzando la noche, la empezó á comunicarse con el de P o r t u g a l c -
emplearon en reparar los destrozos en las le: se avisó tener necesidad de auxilio y
obras de sitio y emprender otras nuevas. contestó: Continúe Bilbao defendiéndose;
Mil cien disparos hicieron los liberales, •pronto será socorrido.
y cuatrocientos los carlistas. Unos y otros emplearon la noche en r e -
El entusiasmo de los primeros continuaba parar los destrozos y efectuar nuevas obras,
demostrándose hasta en su buen humor (1). cuidando especialmente los sitiados, c o m -

(i) El nacional Zearrote compuso los si-


El anciano y el joven guerrero
guientes himnos, que puso en música su c o m -
Corre al puesto con paso gentil,
pañero Casales. Lo defectuoso de la rima
Y hasta el niño precoz el fusil
puede dispensarse en gracia de la verdad
En sus hombros se apresta á llevar.
la descripción.
Las matronas con eco sincero
I. Entre escombros, y sangre y horror,
A sus hijos, objetos de amor,
Cora. Les decían: morid ótriunfad.

Entre ruinas, valientes bilbaínos,


Vuestras sienes ceñis de laurel
Y en estruendo marcial solo se oye Las bellezas al bravo soldado
Libertad y que viva Isabel. Si facciosos sus balas le asestan.
Con sus débiles manos le aprestan
Hilas, vendas y amable piedad.
Ese príncipe monstruo que un dia Este sitio que al mundo ha asombrado
Quiso el hado naciera en España, Vuestra gracia y virtudes pregona,
Lanza rayos de cólera y saña, Y apiadados hoy Marte y Belona,
Quiere hacernos al fin sucumbir: Os admiran ¡Victoria cantad!
Ciudadanos: la gloria nos guia,
¥ á las armas amigos corramos,
Libertad para siempre juramos, II.
Libertad para siempre ó morir.
Coro.

Corramos al puesto,
Coged el fusil,
El canon, el obús y el mortero
llilbao no se rinde
Que sembrando cadáveres v a n ,
Al yugo servil.
Al que alienta mas nervio le dan,
Mas c o r a g e , mas justo valor:
Libeitad é Isabel el guerrero
En Mallona gritaba y do quiera,
Invictos soldados,
Y la brecha que abierta se viera
Valientes guerreros
La cerró con su pecho y honor.
Dignos compañeros
De nuestro sufrir.
MOVIMIENTOS DEL EJERCITO LIBERAL. 371

poner la brecha de la Concepción, cor- beralesdel edificio en el que abrieron a l -


tar el puente colgante y adoptar otras dispo- gunos boquetes.
siciones convenientes. Eguía al mismo tiempo subia al alto de
Los quiuientos disparos de los carlistas Banderas en observación del ejército del
fueron contestados con mil doscientos. Norte, efectuando algunos movimientos con
Atendida la escasez de municiones que el suyo.
iban esperimentando ya los sitiadores, se Los bilbaínos recibían á la vez por el
ordenó á los gefcs d e s ú s baterías cañonea- telégrafo la noticia siguiente: «El ejército
ran con lentitud, y cuando lo considerasen del Norte entre Algorta y Aspé alto-frente
de mucha utilidad, ó necesario para prote- de Portugalate, y se dirige por el E . áAzua,
ger la balería de brecha contra el fuerte de y mañana por Archanda á Bilbao.»
la Concepción. El coronel don Juan Antonio Berásle-
El 30 á las diez de la mañana se r o m - gui (Luqui) fué á ocupar el mando de la
pió el fuego y se fué sosteniendo basta el línea de las baterías marchando Noboa,
anochecer, sin conseguir desalojar á los l i - que lo ejercía, á Banderas. También se
dispuso comenzar los trabajos de mina en
Suframos el silio, San Aguslin y se encomendaron á don P e -
Suframos las penas; dro de Asplazo. En las balerías se hicieron
Las torpes cadenas!... algunas variaciones.
Primero morir. El fuego de fusilería continuó este
dia como los demás, sin interrupción, aun
por la noche; haciendo setecientos veinte
Alcemos la frente disparos de cañón la plaza y doscientos
Henchida de gloria, cuarenta la línea sitiadora.
Que un dia la historia En este mismo dia 30 supieron los c a r -
Nos mencionará; listas por las confidencias que tenían en la
Y entonces, soldados, plaza, el oslado de angustia en que se iban
La patria primero,
V aun el orbe entero poniendo y se les prevenía que de noche,
Nos admirará. podían ganar el punto de Larrinaga, sin
necesidad de puente, entrar por las casas de
la ronda al pueblo, porque de otro modo se
daría tiempo para ladefensa; y queel puen-
El niño, el anciano te estaba barrenado para cuando se per-
Se apresta al combale; diera la Concepción, ó fin de volarle é
Ni el hierre le abate
Ni le hace temblar. interceptar el paso de loscatiistas. Sabían
La sangre salpica, también las variaciones que esperimenlaban
Do quier se oye g e n t e las baterías, las piezas que las pouian, y
Que grita valiente todo cuanto podia interesar á los sitiadores
Morir ó triunfar. y estaba al alcance de la persona que lo
participaba, que aunque bien enterada a l -
gunas veces, se ocupa muchas de pormeno-
Los débiles muros res inútiles y de cuestiones ociosas, que sí
Al canon deshechos tenían interés de localidad .carecían del ne-
Reclaman los pechos: cesario para el gefe sitiador.
Corred, pues, venid:
Aqui ciudadanos
Quien libre se ostenta
Su pecho presenta
MOVIMIENTOS IIEL EJERCITO LIBERA!,
l'or muro en la lid.

LXI1.
Que venga C n i s m A ,
Que venga I S A B E L ,
Verá el cuadro fiel
De la lealtad. El "27 de octubre llegó Espartero á Vi-
Bilbao sangre y ruinas
Les dará en ofrendas
llarcnyo, ó interesándole aproximarse á
A tan caras prendas Bilbao se corrió á Villalázara, dominando
V á la libertad.
r
asi el valle de Mena, y prolongándose hasta
37i HISTORIA DE LA GUERRA CIVIL.

las inmediaciones de Balmaseda, se hallaba sentaba obstáculos insuperables, como veré"


en aptitud de evitar incursiones carlistas en mos.
Castilla, de ponerse sobre Bilbao en una El 1.° de noviembre supo Espartero que
sola marcha, levantar el sitió y obrar según los carlistas retiraron su artillería de Bilbao;
lo exigiesen las circunstancias. pero que subsistía la infantería sobre la p l a -
Castañeda con su brigada, que cubría za y sus inmediaciones; y hallándose en el
las avenidas de Soba y Carranza, se le in- Berron se disponía á marchar á Portugale-
corporó el 30, y el 31 esperaba al barón de te. No le fué posible este movimiento p r o -
Meer con dos batallones, disponiéndose á gresivo, y cambiando de dirección fué el 2
acudir al socorro de Bilbao con estas f u e r - á Sopuerta y el 3 se hallaba en Villasana,
zas; socorro que entonces consideraba mas desde donde se proponía marchar d e c i d a -
fácil de lo que vio después. mente sobre los carlistas para hacerles l e -
Al comuhicarEspartero estas operaciones vantar el bloqueo. Espartero, ya en el valle
al gobierno, pidiendo ademas instrucciones de Mena, supo con satisfacción no haberse
terminantes para obrar decididamente según emprendido la tan cacareada espedicion
se le ordenara, se le dieron de real or- carlista á Castilla, la cual podía impedir
denólas siguientes: (1) desde sus nuevas posiciones, asi como le era
1.° Que el socorro d é l a plaza de Bilbao fácil acudir á cualquiera otro punto n e c e -
debia ser la atención preferente, convinien- sario.
do hacer un esfuerzo para conseguir se le- Contaba para esto, mas c o n e l v a l o r y d e -
vantara el sitio, y restablecer la comunica- cisión délas tropas, que con los recursos in-
ción con Portugalete; para lo cual con- dispensables.
vendría dirigirse sobre Balmaseda con la Las tropas escaseaban, y si bien se a u -
fuerza conveniente, y siendo probable que mentaron con algunos cuantos batallones, no
los carlistas destacaran alguna para oponerse eran los que se necesitaban para hacer fren-
á esta marcha, los atacase y dirigiera sus mo- te á los enemigos y salvar á Bilbao. Crítica
vimientos sobre Bilbao. era en verdad la situación de este, pero no
2.° Que Lacy Evans pronunciara algún lo era menos la del general en gefe . Tenia
movimiento ofensivo sobre Hernani y aun que atender á la eslensa línea liberal que
Tolosa y mas allá, si posible fuera, para lla- desde el valle que ocupaba y atravesando
mar la atención de los enemigos que se h a - Álava y Navarra iba á terminar en el Piri-
llaban en Vizcaya, procurando apoderarse neo; tenia que defender la frontera francesa
de los almacenes, aprovechando dé este mo- y el paso del Ebro y que cuidar el tomar
do la ocasión de haber dejado aquellas po- posiciones que no le pusieran en peor situa-
cas fuerzas contra las líneas de San S e b a s - ción para emprender la ofensiva. Luchaba
tian. ademas Espartero con la carencia de r e c u r -
Y 3." Que las tropas que operaban en la sos pecuniarios, que en vano reclamaba del
línea del Arga se reuniesen y ejecutarán una gobierno, ájquien le faltaban entonces, y aun
incursión sobre Estella ú otros puntos de im- el crédito para proporcionarlos al ejército.
portancia para los carlistas, cuya invasión Este se hallaba descalzo, desnudo y
resultara provechosa por apoderarse de los hambriento ¿cómo guiarlo asi al combate?
almacenes que existiesen; pero que si fuese paralas marchas habia también un obstáculo
dable se prefiriese la operación amenazando casi insuperable; el invierno y el temporal,
á Tolosa sobre la que operaría vigorosa- horrible en frios, aguas y nieves; y el Ierre-
mente Evans. Asi se le participaba á éste y no de por sí quebrado, estaba lleno de cor-
á Irribarren para ganar tiempo, previnién- taduras y parapetos, á fin de evitar el paso
doles que se pusieran de acuerdo y aun pro- por los caminos y veredas, y se habian c o r -
cedieran á su ejecución, si Espartero no mo- tado también y volado los puentes.
dificaba este plan disponiendo otro. Al fin se enviaron á Espartero dos millo-
Creemos acertadas las operaciones que nes en letras; pero no podia hacerlas efecti-
se prescribían desde Madrid; pero no se vas, y tuvo que enviar á Logroño para p r o -
contaba desde aqui con los inconvenientes porcionarse trescientos mil reales. Y como
que para su ejecución habia que vencer, si esta situación no fuera bastante crítica, la
pues hasta la marcha de un cuerpo c u a l - empeoró la insubordinación de algunos
quiera á una ó dos leguas de distancia, pre- cuerpos, que careciendo de todo comenza-
ron á permitirse algunos desórdenes, á que
(4) En 34 de octubre procuró poner inmediato remedio el general
MOVIMIENTOS DEL EJERCITO LIBERAL. 373

en gefe, amante siempre de la disciplina triste suerte que le amenazaba. Aunque fue-
militar. En los hospitales faltaban también ra forzoso, le decia, reducir la línea e s t e -
camas y hasta los necesarios alimentos. rior de la plaza de San Sebastian, hallaba
El 7 continuaba en Villasana en obser- indispensable que destinara á Portugalete,
vación de los enemigos, que se hallaban en sin pérdida de momento, todas las tropas
Oquendo, Amurrio y sus inmediaciones, á que pudiera, dejando asegurada la ciudad;
tres y cuatro leguas distantes de su frente. que invitara para el trasporte á la marina
El 8 se trasladó á Villarcayo , y el 9 á real de S. M. B . , seguro de que Espartero
Sonedlo; y tratando de hacer frente á su s i - marchaba á Castro, y que si no podia forzar
tuación, y mostrarse mas poderoso que ella, los atrincheramientos de Somorrostro y las
avanzó con mas lentitud al valle de Losa. dificultades de su ria, pues los enemigos de-
No ignoraba Espartero los triunfos que iban molieron el puente de San Juan, tendría
obteniendo las fuerzas sitiadoras de Bilbao; reunidos todos los buques posibles para r e -
y en la precisión de acudir á su socorro se forzar á Evans con los batallones de Z a r a -
disponía á moverse en cuanto cediera algún goza y los víveres que prevenía mandasen
tanto el horroroso temporal que hacia, y lie— de Santander, á fin de que por tal medio
aran menestras de la provincia de S a n t a n - pudiera el inglés poner espedita la ria de
er, aun cuando no fuera mas que para r a - Bilbao, y obligando á abandonar las defen-
cionar por dos dias á los catorce batallones sas de oposición de Somorrostro, pudiera
que guiaba. Espartero concurrir á levantar el sitio, sin
La división de aquel ejército, que habia los graves compromisos é inciertos resultados
contado cinco mil infantes y ciento cincuenta que de otro modo se presentarían.
caballos al regresar de la persecución de Trasladóse luego Espartero desde V i -
Sanz, tenia que quedarse forzosamente á ves- llarcayo á Limpias, sin que hubiese mejora-
tirse y recuperar la especie de aniquilamiento do la situación del ejército, cada vez mas
en que volvía, efecto de las fatigas y pri- aflictiva, impidiendo la falta de medios la
vaciones que sufrió. El 12 llegó la 1 . bri-
a
ligereza y oportunidad de los movimientos.
gada, y seguia la 2 . ostentando la enorme
a
El temporal no cedía, y la marcha á
baja de mas de tres mil hombres, porque la Nestosa, Ramales y Rasines se ejecutó en
solo ascendia á dos mil infantes y cincuenta medio de terribles aguaceros, y aunque se
caballos, quedando el resto enfermos, c a n - propuso el 18 llegar á Castro-TJrdiales, á
sados, etc., en León, Oviedo y otros puntos. cuyo efecto se movieron las tropas al a m a -
Esta fuerza la destinaba Espartero para que necer, solo pudo llegar á Limpias, donde
á la vez de reponerse cubriera la izquierda hizo alto por haberse aumentado de tal mo-
de la línea. do el espantoso aguacero y huracán.
Para conseguir el anhelado objeto de Preveía Espartero al seguir adelante en
Espartero, que era la salvación de Bilbao, su propósito, que el primer combale seria
escribía desde Villarcayo el 13 á Lacy en Somorrostro, por la destrucción del
Evans, manifestándole los grandes obstácu- puente para impedir el paso á Portugalete,
los que se le presentaron, por los caminos y que si se vencía este obstáculo quedaban
en que desde su cuartel general de Vitoria otros mas difíciles, porque ocupado e!
podría haberlo hecho, y le obligaron á adop- puente de Caslrejana y dueños los carlistas
tar el paso por Balmas'eda á Somorrostro, y de Burceña, habría que apelar á todo el
aun en él se vio detenido por haber cortado esfuerzo y entusiasmo de las tropas para
los puentes: que para llegar á Sopuerta des- llegar hasta Bilbao.
de Balmaseda, que dista dos l e g u a s , tuvo Ardua era esta empresa, y el ejecutarla
que invertir todo el dia: que vista la insis- con el temporal que reinaba y el soldado
tencia de los carlistas en apoderarse de descalzo, no era lo que mas afligía á Espar-
Bilbao, impidiendo todo auxilio, y que aun tero, porque contaba con su constancia y
dejando entregadas á su suerte las g u a r n i - valor para contrastarlos elementos, peligros
ciones liberales del centro y derecha, solo y privaciones, sino el que dado caso que
contaba quince batallones para marchar consiguiera su objeto, ¿habría adelantado
sobre la plaza, teniendo que hacerlo por algo con levantar el sitio de Bilbao? Nada,
Laredo á Castro, esperaba que conocida que decia, y esto es lo que le apenaba; porque
le fuese á Evans su situación y la de la ni la estación, ni la fuerza, ni los recursos,
guerra, hallaría necesario el esfuerzo que le permitían poder tomar la ofensiva, p e n e -
so necesitaba para salvar á Bilbao de la trando en las provincias rebeldes. Atcncio-
.TU HISTORIA DE LA GUERRA CIVIL.

nes sobre la estensa linea le obligaban á puente de caballetes, y ordenando saliesen


volver hacia ella por el mismo camino, y á proteger el paso las tropas de Portugalete.
como los carlistas habían demostrado su te- Viéndose amenazados los carlistas por la
naz empeño en apoderarse de la villa, creía espalda y pronunciado el movimiento de
volviesen sobre ella, y el ejército tendría frente, cedieron el terreno, que sin duda
que emprender operaciones ruinosas. Pero habían pensado defender con ventaja, pol-
ya que había compromiso en salvará Bilbao, las obras que habían emprendido.
jan heroicamente defendida por sus mora- Establecióse el puente á poco tiempo de
dores, opinaba por el abandono de las l í - llegar á Somorroslro, y aunque de noche,
neas de San Sebastian, como lo insinuó á llegó Espartero el 2o á Portugalete con
L a c y , que ocupaban numerosas fuerzas, parle de las fuerzas, verificándolo el 26 las
cuando la hoy capital de Guipúzcoa podia restan les.
sostenerse con dos ó tres batallones.
El 20 llegó al fin el ejército á Caslro-
Urdiales (1), después de luchar con el d e - ACCIÓN DE CASTRE!ANA.
plorable estado de los caminos y el t e m p o -
ral: la tropa continuaba descalza. Verificada
una junta de generales y gefes superiores LXIII.
para acordar el embarque del ejército, p r e -
valeció la opinión afirmativa, por tenerse en
cuenta lo difícil de ir á Porlugalete por Antes de emprender operación alguna
tierra, d é l o cualse desistió aunque asi se ha- Espartero, preparó los medios de salir v i c -
bía proyectado. Comenzó el 22 el embarque; torioso, cual cumple al buen capitán, no
pero fuertemente agitada la mar en aquella desatendiendo la disciplina de sus tropas,
peligrosa cosía, impidió darse á la vela algo afectada por las privaciones que
hasta la mañana del 2 3 , que se fueron tras- sufría.
ladando algunos batallones á Porlugalete y Previendo Villarreal el movimiento que
a Sanlurce, y el 24 la caballería; pero al podria efecluar su contrario, y tomadas las
regresar en esle mismo dia los buques para posiciones marcadas en su línea desde la
embarcar las demás tropas, enfurecióse de playa de Burceña al puente de Costrejana,
nuevo la mar, agitando sus crespadas olas, cubriendo los vados de lbarza, Achandia,
impidió levar anclas, y tres dias estuvo el Suvilleta, Ibargoche, Puertoreco y los d e -
ejército dividido y en peligro, porque sepa- mas punios por Alonsolegui á Sodupe y
radas las tropas no podian auxiliarse mutua- Oquendo, dejó encargada la defensa del
mente, y se hallaban algunas espucstas á un puente de Caslrejana al brigadier don P r u -
golpe de mano d é l o s carlistas. dencio de Sopelana, con una columna de
Interesaba la pronta reunión del ejército preferencia de alaveses y dos compañías de
en Porlugalete, y resolvió el gefe encaminar guipuzcoanos; la del de Alonsotegui ó L a z -
el resto de la fuerza por Somorroslro, no cano; la del de la Cuadra á Piey, y la del
obstante la falla de calzado, llevando un de Burceña á Andechaga, que con el 7.° do

(I) Las tropas que iban llegando á Castro y constituían el nervio principal del ejército de
N o r l e , eran las siguientes:

Regimientos. Batallones.

Vanguardia. . . •S g a n ' F e r n a n d o . ' ' . '.i ! i'. ! I'"


/Zaragoza 2
Primera división, j Gerona l 14
2

(Estremadura 2 j
de la Guardia Real '
s

-Segunda d i v i s i ó n . ! Soria *\
ÍBorbon ' 2

Escuadrones.
ACCIÓN DE CASTREJANA. 375

Vizcaya rompió el fuego á la llegada de su listas sostienen el ataque de frente, mandan


gefe Villarreal. otras fuerzas al puente de Alonsoleguiy ame-
El 27 se propuso atravesar la ria del nazan muy de cerca el flanco descubierto
Galindo, sin desconocer los inconvenientes de la vanguardia y segunda división. Para
que sufría este movimiento., siendo tan p e - desgracia de esta, el oficiai que llevaba las
ligroso conseguir la victoria como crítica la órdenes prescribiendo su retirada, cao a t r a -
situación en que quedaría sin ella. Para v e - vesado de un balazo, y aquellas tropas, á
rificar el paso de la ria á las posiciones ene- pesar de comprender su situación, continúa
migas, habia que enlazar las dos márgenes empleando inútilmente su bravura, hasta
con barcas; le emprendió la división de que el sentimiento de su desgracia, el p r o -
vanguardia, ganó el rio, protegiéndola los pio instinto de conservación les hizo r e p l e -
fuegos de la primera y segunda división, garse sobre el batallón de San Fernando
sobre las alturas de Baracaldo; siguen los que formaba el núcleo de la reserva. Vigo
cazadores de la última el movimiento de la (don Froilan) protege el establecimiento de
vanguardia, y los carlistas se replegan, r e - otros con dos batallones de la G. I I . que se
pasando el Cadagua por el puente d e ' C a s - escalonaron en el cuerpo de la cordillera.
trejana. La segunda división atraviesa en Las márgenes del Cadagua no ofrecían s e -
tanto el Galindo, y la vanguardia, siempre guridad al ejército de la reina que acampó
a d e l a n t e , se apodera del convento de en la llanura de Baracaldo; donde incen-
Burceña. dió bastantes casas; y apenas el sol del
Espartero quedó asombrado del triunfo dia 28 alumbraba á aquellos temidos c a m -
conseguido por sus valientes tropas: trata de pos ensangrentados, se emprendió un mo-
aprovechar su entusiasmo, infundirles, si vimiento retrógrado hacia Porlugalele, con-
mas necesitaban, el que él mismo sentía, y teniéndose los nuevos ataques de ios e n e m i -
colocándose á la cabeza de la plana mayor gos, bien situados y orgullosos con su ante-
general, d e s ú s ayudantes y escolta, se pre- rior triunfo.
cipita sobre los carlistas, que dominaban la La acción referida en la que perdieron
eminencia de las Cruces, defendiéndose, los liberales unos trescientos hobres, t e -
protegidos por su artillería, colocada á la nia una importancia suma para las c a u -
izquierda del Cadagua, y les obliga á r e t i - sas liberal y carlista. Los defensores de.
rarse por lo vigoroso de su ataque. Los l i - esta adquirían nuevo brío al ver que tenían
berales dominan ya la orilla del Galindo y fuerzas bastantes para impedir que el ejér-
las eminentes posiciones del Cadagua. cito liberal levantara el sitio de Bilbao. Los
Los carlistas no habían puesto g r a n d e soldados de la reina comprendían que no
empeño en defender estos puntos: el que era fácil abrirse paso para la villa, objeto
les interesaba era el puente de Casfrejana. entonces de la preferencia de unos y otros
Allí se les veía ocupar una bonita serie de combatientes. Las dificultades de salvar á
posiciones mas ó menos culminantes que Bilbao se iban comprendiendo, asi como la
presentaban un variado, caprichoso y m a g - casi imposibilidad de vencer á, los carlistas
nífico anfiteatro: allí esperaban ellos á sus en el terreno que habían escogido. Ahora se
entusiastas adversarios. Avanzan estos con veia la razón de los que opinaron por H a -
el comandante general á la cabeza, esperan mar á él al ejército enemigo.
trasponer el puente; pero son recibidos con Espartero vio la crítica situación del que
un fuego tan nutrido, certero y constante m a n d a b a , vio las pérdidas que habían s u -
que forma ardíenleuna muralla imposible de frido , veia la miseria en que se hallaba,
salvar. En vano hacen valerosos asfuerzos los veia inaccesible el puente de Caslrejana,
libcrales;en vano se distingue con prodigios suponía lo serian igualmente todas las a v e -
de valor la columna de Castañeda; las pér- nidas que podían conducir á Bilbao, y
didas son grandes; las municiones empie- comprendió, quizá, que el auxiliarla ocasio-
zan á escasear, y la vacilación se difunde naría su ruina, Pero si esto comprendía su
por las filas; el diezmado batallón del Rey razón, su valor le aconsejaba no cejar en
es reemplazado por el de Borbon que m a r - tan ardua empresa; porque esto seria d e -
cha al centro del ataque no consiguiendo su mostrar la superioridad del enemigo, de-
marcial ardimiento restablecer el combate jar abandonada una población, cuyos h a b i -
en este éslremo de la línea. La retirada es tantes merecían tanto por su heroísmo y
precisa: cuanto mas se retarde os mayor comprometer, si no perder, la causa libera!.
la destrucción; porque á la vez que loscar- El caso era apuradísimo en estremo, era
!-6 HISTORIA BE LA GUERRA CIVIL.

desesperado, y para resolverle convocó una ¡


junta de generales y gefes superiores. J u s - Puntos sometidos á la deliberación de la
ta y acertada determinación que, á la vez junta.
que demostraba lo critico del estado del
general en gefe, salvaba eu parte su res- l . ° Si debian hacerse todos los esfuer^-
ponsabilidad la decisión del consejo, y dis- zos posibles para socorrer la plaza de B i l -
cutidas las dificultades y conveniencias de bao.
una operación, podía emprenderse con mas 2.° Situado el ejército en Portugalete,
confianza, y asegurarse mas el éxito. y vista la imposibilidad de realizar el s o -
corro de Bilbao por la parte de Burceña y
Castrejana, respecto ó que en solo el r e c o -
JUNTAS BEL 28 T 30 DE NOVIEMBRE EN nocimiento verificado sobre estos puntos, se

l'ORTUGALETE.
esperimentó una pérdida de mas de trescien-
tos hombres, ¿por dónde deberá verificarse
la marcha á aquella plaza y por qué m e -
LXIV. dios?
3.° ¿Con que elementos de los que son
necesarios para asegurar el resultado podia
El objeto d e la deliberación de la junta contarse?
reunida el 28 en Portugalete, era la posibili- 4.° Y en caso de que el ejército lograse
dad de socorrer á Bilbao. La importancia, penetrar en Bilbao, y en el concepto de que
la necesidad era evidente á lodos, que con- debe carecer de toda clase de víveres y
vinieron ser indispensable marchar en a u - municiones por el largo sitio que sufre, y
xilio de la heroica villa; y comprendiendo en el de que el general en gefe no cuenta
la imposibilidad de hacerlo por Burceña y | con ninguna clase de repuestos en P o r t u g a -
Castrejana, se acordó por Azua, salvando lete ni en ningún otro punto, sin embargo
asi el paso d e L u c h a n a , si el reconocimiento de haberlo asi manifestado al gobierno y
que debia practicarse poco antes de llegar [reclamado de todas parles, ¿ q u é deberá
á este sitio, robustecía las presunciones for- hacerse?
madas, y confirmaba las noticias recibidas.
Este acuerdo, que debia parecer defini- Resolución de la misma.
tivo, no lo era, sin embargo; hubo c o n t r a -
dicciones; se espuso la falta de conocimiento Convinieron afirmativamente y por una-
práctico del terreno para poder emitir con nimidad todos los individuos de la junta
criterio exacto la opinión acerca de la m a r - acerca de este punió.
cha que podría llevar el ejército, lo cual di-
Con respecto al segundo fué convenido
ferian en esta parte á las luces y conoci-
unánimemente se emprendiese el movimiento
mientos del general en gefe; pero Minuisir,
por Azua, evitando de este modo el paso de
desviándose un tanto de este dictamen, hizo
una estensa y razonada esposicion, por la mera brigada; don José Rendon, segundo gefe
que Espartero reunió de nuevo el 30 en su d e la plana mayor general; don Joaquín de
habitación, una junta de generales y gefes, P o n t e , comandante general de artillería; don
para que deliberasen, y aprobaron los s i - I Froilan Méndez de Vigo, gefe de la segunda
guientes estremos ( 1 ) : | brigada de la segunda división; don S e g u n d o
¡ Ulioarri, de la segunda de la primera; don Ma-
I nuel Bansía, de la primera de la segunda; y
(1) Comienza asi el acta de aquella junta: coroneles, don Quintín de Velasco, segundo
Ejército de operaciones de) Norte y de r e - ! comandante general de ingenieros; don Nicolás
s e r v a . — P . M. G. |Minuisir, gefe de la primera brigada de la
En la plaza de Portugalete, á las ocho de la ' primera división, y dou Santiago Otero, gefe
mañana del dia 50 de noviembre de 1836, se interino de la brigada de v a n g u a r d i a , cuya
reunieron en el alojamiento del Excmo. señor ' reunión se verificó por orden de S. E., á fin de
don Baldomero Espartero, general en gefe del tratar y resolver sobre la crítica situación e n
ejército del Norte, los Excmos. señores don que se encuentran, tanto la plaza d e Bilbao
Marcelino Oráa, gefe de la plana mayor g e n e - como el ejército, y operaciones que debian eje-
ral del mismo; barón de Carondelet, c o m a n - cutarse. D e s p u é s "de haber manifestado S. E. el
dante general de la división de caballería; b a - objeto de la r e u n i ó n , espuso á la deliberación
rón de Meer, de la segunda división de infan- d é l a junta los puntos siguientes, habiéndose
tería; y los señores mariscales de campo, don acordado por la misma las resoluciones que al
Rafael Cevallos Escalera, que lo es de la p r i - margen se espresan.
PROSIGUE EL SITIO DE BILBAO. 377

la ria de Lucharía; que llegados á Azua se


fijarían ros sitios por donde debería conti-
nuarse el movimiento, en vista de los dalos
PROSIGUE El, SITIO DE B I L B A O . — SITUACIÓN
que produjesen los reconocimientos que se
practicaran y noticias que se adquiriesen. DE SITIADORES Y SITIADOS.
En cuanto á medios, también se convino por
unanimidad que el soldado llevase consigo
tres raciones de víveres, ademas de las del LXV.
dia; ocho cargas de municiones por batallón
y cuatro piezas de artillería de montaña,
con la dotación correspondiente de m u n i -
ciones. La alarma producida á las dos de la ma-
Acerca de este tercer punió, fué de p a - drugada del 1.° de diciembre en el conven-
recer la junta, que no siendo posible contar to é inmediaciones de San Agustín, creyen-
con olra artillería que la de montaña, asi do los liberales que hacían por aquella parte
por la naturaleza del terreno como por la una embestida los sitiadores, y estos, que
falla de medios de trasporte, era preciso atacaban por allí los sitiados, solo produjo
renunciar al empleo de esla arma, y contar algunas pérdidas de unos y otros combatien-
únicamente con el esfuerzo de los quince tes, que sostuvieron toda la noche el fuego
batallones y los dos pequeños escuadrones de fusilería mas ó menos vivo algunos inter-
de que se compone esle cuerpo de o p e r a - valos.
ciones, para conseguir el lin que se a p e - A las cinco pasó el conde de Casa-Eguia
tecía. al alto de Banderas, y el general de inge-
La junta convino por unanimidad acerca nieros á recorrer la línea de sitio proponién-
del cuarlo punió, que con respecto á v í v e - dose estrechar mas el bloqueo. Al mismo
res, se repitieran los pedidos que se habían tiempo se trabajaba en San Agustín en abrir
hecho á Santander y al ordenador, mandán- una mina hasta el palacio de Quintana, pro-
doles al mismo tiempo hiciesen uso de la curando los defensores del punto sofocar con
fuerza armada en caso de ser necesario; en su gritería el ruido de los trabajos; tan próxi-
el concepto de que sin dichos víveres s u - mos estaban a l a plaza (1).
cumbiría Bilbao con su guarnición, y seria Amaneció lluvioso el dia, que le invir-
tal vez inevitable la pérdida del ejército que tieron los carlistas en preparativos y dispo-
se halla comprometido en esta operación. siciones, efectuándose algunos movimientos
Que se dé conocimiento desde luego al go- por la cordillera de A r c h a n d a , camino de
bierno de la crítica situación en que aquel Bermeo y por el de Azua, para hacer frente
se encuentra, para su resolución, y por ú l - al ejército libertador y.formar una línea for-
timo, que se deje para determinar en B i l - tificada que sirviera contra éste y se pudiera
bao sobre lo que haya de ejecutarse, en la desde ella observar á Bilbao.
suposición de faltar víveres y municiones en A los ciento sesenta y dos disparos que
aquel punto. hizo la plaza, no contestaron los carlistas.
Asimismo acordó la junta, que firmada Tampoco lo hicieron á los doscientos setenta
esla acta por todos los señores generales y del dia 2, en el que prosiguieron los sitiado-
gelés que asistieron á ella, se remitiese una res sus trabajos y los de mina, algo lentos
copia al gobierno para el debido conoci- por tener que taladrar los muros de San Agus-
miento de S. ¡VI , y para que asi conste lo tín. A la puerla de su iglesia se descubrió
firmiiron en dicho dia, mes y año.—Siguen una balería que fué algo destruida por la ar-
las firmas. tillería liberal.
Tales eran las operaciones que se d i s - La insistencia del ejército libertador lla-
ponían para levantar el sitio de Bilbao, y maba mas la atención de los carlistas que la
antes de ver cómo lo consiguieron, conti- plaza, é invirtieron el 3 en algunos movi-
nuaremos refiriéndole. mientos y escaramuzas, haciéndose siete dis-
paros de cañón por cada parle. Continuaban,
sin embargo, los trabajos de sitio y con e m -

(4) Y tanto que en los descanso? conversa-


ban sitiados y sitiadores, y se facilitaban mú-
tuamento laíumbro para fumar.
TOMO III.
48
HISTORIA DE LA GUERRA CIVIL,

peño los de la batería de la Salve y de la via, é impedia obrar con la celeridad y ma-
mina por San Agustín. yor perfección que se requería. A esto se d e -
Los bilbaínos, que oian fuego por la bía sin duda el que los soldados no quisieran
parle de Azua, creían llegada la hora de su trabajar, aun que les daban cuatro reales;
salvación, cuya creencia destruyó el telégra- el 11 se re'iró una tercera parte do ellos, fa-
fo anunciando que el ejército iba á ser r e - vorecidos porla oscuridad de la noche.
forzado con cinco mil hombres mas de la El fuego de fusilería se sostuvo lodo el
reserva, y que continuara defendiéndose la dia y la plaza hizo treinta y ocho disparos.
plaza, porque el socorro llegaría pronto. Terminados algunos de los importantes
Para impedir unas obras y destruir otras, trabajos de sitio, á la una del 12 rompieron
hizo Bilbao ochenta y siete disparos y el dia el fuego las cinco piezas de Albia y dos de
siguiente treinta y cuatro, sin que ocurriese Urribarri batiendo á Mallona, el Diente, la
ningún hecho notable en ambos campamen- Muerte y el Teatro, en lanío que otras dos
tos, si se esceplua las escaramuzas que habia dirigían sus tiros al palacio de Quintana.
casi de continuo entre los dos ejércitos en las Bilbao contestó con éxito y en breve d e s -
inmediaciones de Azua. truyeron las cañoneras de Urribarri y a p a -
El ejército libertador estaba ya prestan- garon sus fuegos. «Es menester no olvidar,
do muy importantes servicios á Bilbao, por dice el diario carlista del sitio, que en razón
que con su amago incesante entorpecía los de la falla de piezas, municiones y demás
ataques de sitio y anulaba en gran parle sus medios necesarios para el primero y segun-
medios. do período del ataque, suplimos por el arrojo
Prevaliéndose los sitiados de esta c i r - y valor las ventajas que en dichos períodos
cunstancia, y habiendo notado desde la m a - se adquieren sobre los enemigos, y por lo
drugada del 5 un fuego sostenido que tanlo pasamos al tercer período, esto es, á
creían aproximarse por instantes, considera- batir en brecha teniendo el enemigo enteros
ron llegada la oportunidad de hacer una sa- sus fuegos. Aun hay mas, pues las mismas
lida; la pidieron con entusiasmo, y se acor- fallas nos obligan á desentendemos del
dó la de una columna de cuatrocientos hom- fuego del contrario, y ocuparnos esclusiva-
bres para hacer una pequeña diversión sobre mente de la brecha, resultando que el e n e -
los carlistas situándose en Arlagan. Al verla migo apunta con toda serenidad y libertad
aquellos destacaron algunas fuerzas en su sobre nuestros valientes artilleros que su-
contra; se tirotearon, y notando los l i b e r a - frían sin contestar y solo atienden á rom-
les que habia cesado el fuego hacia la parte per el muro. Este nuevo ataque que la ne-
de Azua, tuvieron por inútil su objeto y cesidad dirige, obliga al ingeniero á c o n s -
se retiraron después de haber incendia- truir las baterías y demás obras con i n m i -
do algunas casas inmediatas á Begoña, lo nente riesgo y al infante á realizar los a s a l -
cual se impidió en lo sucesivo para con tos sufriendo los fuegos que debieran estar
oirás. Tuvieron dos muertos y cuarenta h e - apagados. Considerando el estado del e n e -
ridos entre nacionales y tropa, esperimenlan- migo, no debe causar admiración que las
do también alguna pérdida los carlistas, f o - balerías sufran eslraordinariamente y que
gueados por la artillería de la plaza, que los asaltos sean difíciles. No hay medio, ó
protegió la retirada de la columna liberal, é desistir de atacar plazas como Bilbao, mien-
hizo en eale dia ochenta y siete disparos, tras faltan recursos necesarios, ó esponerse
ciento diez y seis el siguiente y cincuenta y á sacrificios que solo los valientes pueden
ocho el 7, en cuyos dias prosiguieron los buscar.»
sitiadores sus reparos y obras nuevas. En lo Al oscurecer colocaron los carlistas el
mismo sé invirtieron el 8 y 9, en los cuales mortero detrás de San Agustín, y empezó á
se arrojaron desde la plaza ciento cuatro c a -
arrojar á la villa los quince proyectiles hue-
ñonazos, y el 10 comenzaron los carlistas á cos que constituían su dotación, distribu-
cerrar la ría por medio de una triple estaca- yéndolos de manera que durasen hasta la
da, con el fin de variar su curso. El tiempo nueva aurora.
seguia fatal entorpeciendo de este modo los Empeñada la continuación del sitio se
trabajos de sitio, de lo cual se congratulabansiguieron los reparos de las obras y se p r o -
los bilbaínos que hicieron en este dia doce yectaron oíros nuevos; pero la insistencia
disparos. del ejército de Espartero, hizo indispensa-
Certeros por lo general, originaban con- ble aplicar las piezis del silio á la defensa
siderables destrozos que aumentaba la l l u - de la línea contra las operaciones que sos-
PROSIGUE EL SITIO DE BILBAO. 379

pechaban intentaría aquel, y se dispuso obras. Por esta razón, en vez de ser moles-
1

su traslación. De todas maneras se a d e - : tada la plaza con fuegos curvos, lo era el


lantaba poco en las obras, porque desapare- campo sitiador. La falla de medios y t r a b a -
cían los soldados sin saberse su paradero, jadores entorpecía y retrasaba los trabajos:
haciéndose indispensable nombrar para el á lo mismo contribuía la estación y el tener
trabajo á los que estaban de servicio. Los que observar al ejército de Espartero. A.
trabajos de mina proseguían, aunque con al- eslas causas se añadían el recelo de la tropa
gunas vicisitudes. en los asaltos, si no se apagaban los fuegos,
Los carlistas hicieron en este dia ciento como sucedió en San Agustín.
óchenla disparos contestados con cuatrocien- Tales fueron las ideas que'se emitieron
tos cincuenta y ocho. en la conferencia, y ateniéndose el gefe de
La falta de operarios para las obras c a r - ingenieros al asunto principal de elia, m a -
listas, se notó como nunca el dia 13 y se nifiesta bajo su firma lo siguiente: «En la
calificó de escandaloso por los gefes; siendo construcción de las baterías nada se ha per-
esto caus i del poco adelanto de las obras. donado para hacerlas cual corresponde, h a -
Desde las baterías que se hallaban en buen biendo consultado ademas con los artilleros
estado se tiraron noventa y siete cañonazos acerca del estado de solidez y perfección
contestados por trescientos dos. Kl 14 d i s - antes de artillarlas. La equivocada narración
puso Eguía no hiciera fuego la línea y se de personas que no examinan como es d e -
taparan las troneras de cañón con doscien- bido las causas, y confunden eslas con los
tos sacos de tierra. De la plaza se hicieron efectos, ha motivado sin duda el que se
treinta y dos disparos. atribuya á la mala construcción de las b a -
Los reparos continuaron lentamente el lerías, lo (pie depende únicamente del o r -
1 5 , en cuya mañana conferenció Eguía con den adaptado para los ataques, por falta de
los generales de artillería ó ingenieros sobre medios para hacerlos según regla.
el estado del sitio, los medios, atenciones «Suprimidas por falla de recursos, c o -
esleriores, y eficaces deseos de don Carlos mo va dicho, las balerías de rebote, que a
porque se adelantaran los trabajos: t a m - larga distancia tienen por objeto apagar los
bién manifestó el conde haber llegado á no- fuegos del frente atacado, y pasando á colo-
ticia de don Carlos que la mala construc- car las de brecha, conservando el contrario
ción de las balerías causaba muchas d e s - culeros lodos sus fuegos, necesariamente
gracias. Conferencióse poco sobre el estado deben ser mortíferos con desproporción los
de las operaciones, porque lo quehahia d e - aclos de construcción y servicios de bate-
jado de hacerse y lo que en aquel momen- rías. Si á esto añadimos que las balerías de
to lenia ipie omitirse, dependía de la falla brecha quedan abandonadas y sin proleccion
de recursos, según el parecer de dichos ge- alguna, esto es, que por no tener el número
nerales, y asi se manifestó que las atencio- de piezas suficientes, ni la pólvora y . p r o -
nes que pedia la columna liberal, imposi- yectiles necesarios, están obligados. los arti-
bilitaba la marcha de los trabajos, mostra- lleros á dirigir sus fuegos contra el punto
ba al enemigo lo q u debia ejecutar para su que quiere batirse, desentendiéndose de
1

defensa, y estando reducida la operación las baterías enemigas que impunemente


del a l a i [ n o contra Bilbao á combalir sus obran contra nuestras piezas, no dejará de
pueslos lijos sobre un vasto y ventajoso conocerse (pie de una lid lan desigual, y
campo ipie facilitaba hacer contra ataques de un combate tan arrojado no puede e s -
y salir del sistema do defensa de plazas p a - perarse que el número de víctimas sea
ra conlrareslar las obras de sitio, necesaria- corlo.
mente debería sacar mucha ventaja si se «Otra razón que motiva la mayor pérdi-
sabia con anticipación la situación de las da, (pie injustamente se atribuya á la mala
balerías sitiadoras, por lo cual no conse- construcción de las balerías, es el no haber
guían los carlistas sorprenderles. aprovechado la sorpresa que causa al e n e -
El no tener un número de piezas com- migo verse balido en un punto cuando m e -
petente, ni los proyectiles necesarios, c a u - nos lo pensaba. Esta ventaja se ha perdido
saba la suspensión del fuego en momentos en porte por emplear dos noches en la cons-
críticos, y les obligaba á tolerar que el s i - trucción de una balería, á fin de darla la
tiado construyera nuevas baterías en pleno robuslez que deseaban los que debían ser-
dia, cuando hasta de noche debiera haber virlas; pues aun cuando lodos los autores
si do incomodado para evitar toda clase de consideran necesario dicho tiempo, me aire»
380 HISTORIA. DE LA GUERRA CÍVIL.

vo á asegurar que en el estado que nos baterías no tienen las fallas que se les a t r i -
hallamos, es muy perjudicial, porque se buye. Los accidentes motivados por haber
opone al sislema de sorpresa que debemos pasado ios proyectiles enemigos las balerías,
seguir para balir con el pequeño número de no prueban su falta de robustez; pues en
medios que están á nuestra disposición. Esta primer lugar, tirando el enemigo por d e -
reflexión está comprobada con la esperien- presión, coge una pequeña parte del p a r a -
cia de vanos ataques cuyo resultado favo- peto en lugar del grueso que tenia que
rable parece increíble; mas conlrayéndome atravesar si el fuego fuese rasante; y en s e -
al caso presente, llamaré la atención de gundo lugar, adelgazando los fuegos curvos
V. E. sobre el de San Mames, contra cuyo del contrario la masa cubriente, el p r o y e c -
fuerte se construyó muy próxima á él una til que yerra en el mismo punto es indispen-
balería de dos piezas de balir y dos de sable que la atraviese, ínterin no sea refor-
campaña; pero en una noche de agua y lan zada, operación que se ejecuta todas las
tenebrosa, que los operarios, en muchas noches »
ocasiones, estaban a-idos de una mano para Prolcgidos por la oscuridad de ella,
poder trabajar con la otra. Esta batería, cu- comenzaron los carlistas una mina por d e -
yas esplanadas no pudo nivelar la maes- bajo de-la calzada que conducía á la puer-
tranza por la oscuridad, empezó su fuego al ta de Uní barrí, para volar el palacio de
amanecer; pero con tal sorpresa del e n e m i - Quintana, en el caso de que las balerías no
g o , que se rnantmo éste mucho tiempo consiguieran hacer la brecha practicable.
oculto y cerrado para poder aumentar sus El dia fué de terrible temporal, y la pla-
fuegos contra ella; y no dudo que la citada za solo hizo cuarenta y seis disparos.
causa, unida al valor de los valientes oficia- La situación de los bilbaínos iba siendo
les que mandaban la batería de brecha ya demasiado crítica. Sabían que el e j é r c i -
contra el palacio d'e Quintana, que debió to libertador eslaba cerca, a l a vista puede
artillarse el dia 29 del pasado y que por decirse; pero no le veían avanzar y d i a r i a -
haberse subido las piezas á Santo Domingo mente oían el fuego de las luchas que se
para oponerlas á la columna no se colocaron empeñaban. Esto bastaba para apenarles,
hasta el 12, se ve tan acosada dolos fuegos porque leshaeia'comprender que se oponían
que ha dirigido nuevamente la plaza contra á su paso obstáculos que iban presentándo-
ella, que ha sido cuatro veces reformada sin se invencibles. Para aumentar su penuria,
haberse conseguido ventaja alguna, siendo empezaron á carecer el 13 de noticias p o -
asi que se halla en el mismo sitio en que se sitivas, pues las trasmitidas por el telégrafo
colocó antes con feliz éxito contra Mallona, no eran bástanles á satisfacerles: a u m e n -
y con la ventaja al presente de ocupar tada la ansiedad pública, se llegó hasla á
nuestras tropas á San Agus in, que causó desconfiar de ellas. El cuadro que presen-
notable daño á los que las sirvieron antes taba Bilbao, era fatal: asi se ha pintado:
por el fuego de fusil del referido fuerte. «El triste aspecto del parque, el de las
«No parecerá estraño que se esprese en principales piezas de artillería, algunas de
esta parte del diario que la construcción y clfis inutilizadas, el escesivo número de
reparaciones de la balería de brecha conlra víctimas (pie habían bajado al sepulcro, el
San Agustín ha costado al arma de ingenie- lastimoso y encumbrado estado de los h o s -
ros un oficial muerto, tres heridos y dos pitales que con dificultad podían propor-
contusos, y cinco trabajadores muertos y cionarse carne fresca para los enfermos y
veinte y tres heridos; y que en las de Urri- heridos, cuando la de galo entre las gentes
barrí ha tenido dicha arma un oficial h e r i - vino á ser un bocado regalado, llegando á
do, dos contusos y dos trabajadores muer- buscarlos á los precios de cuatro, cinco y
tos y siete heridos, cuya pérdida, unida á seis pesetas cada uno; la absoluta escasez
la de los demás trabajos, suma la de dos de víveres que llegó al punto de pagarse
oficiales muertos, cinco heridos y dos con- 1(50 reales un parole gallinas, 60 la d o c e -
tusos, y diez muertos y cuarenta y dos he- na de huevos y á este respecto los demás ar-
ridos de tropa, cuya pérdida no guarda com- tículos que la gente acomodada buscaba
paración con la de la artillería, si se escep para alimentarse de cosa limpia; lo crudo
tuan los quemados por descuidos, y se com- de la estación que hacia cada dia mas p e -
para la diferencia ele servicio. Esta despro- noso el servicio en una dilatadísima linea,
porción entre la pérdida de ambos cuerpos la miseria consiguiente á estas privaciones
prueba de un modo indispensable que las que por todas parles y mas particularmente
ULTIMOS DIAS DE FUEGO SOBRE BILBAO 381

en la clase indigente, descubría su hedion-


da cabeza; esa infinidad de madres, ó
mejor diré, espectros ambulantes, que con ÚLTIMOS DÍAS DE FUEGO SOBIIE B I L B A O . — P L A N
sus tiernas criaturas en los brazos buscaban
DE DON CARLOS DE R E S U L T A S DE LA LLEGADA
un bocado de pan recorriendo las calles con
desprecio de la muerte, que á cada.paso las Á LAS PROVIRCIASDE L A ESPEDICION DE GÓMEZ.
ofrecía el estrago de los proyectiles e n e m i -
g o s . . . ¡Desgraciadas! ¡imploraban el ampa- LXVI.
ro de la humanidad y aun no quedaba la
caridad satisfecha con dinero! Este metal El 16 y 17 continuaron los reparos y
apenas las proporcionaba el remedio á su obras nuevas en la línea sitiadora, desde la
necesidad. ¡Horrible, espantoso cuadro! Em- que no se hizo ningún disparo, recibiendo
pero mas admirable aun la constancia de treinta y ocho el primer día y seis el s e -
las gentes que no desmayaron en medio de g u n d o .
tanto conflicto.» Trasmitido por el telégrafo el estado crí-
Y en efecto, grande era su valor, colo- tico deBilbao, recibió esta contestación: «Bil-
sal su heroísmo. En medio de situación tan bao será libre y premiada su constancia.»
angustiosa ni aun pasaba por la mente de Otros parles ratificaron el anterior y "dieron
aquellos héroes la idea do transacción, ni mayores esperanzas de socorro.
aun balbuceaban sus labios estas palabras. líl 1 8 , después de algunos trabajos p r e -
Preferían antes la muerte, esclamando con liminares protegidos por la densidad de la
el poeta venusino: Dulce el decorum est niebla, se rompió el fuego á las once de la
pro patria more. Pero aunanles de llegar mañana con las baterías de Urribarri y Al-
á este terrible estremo venderían cara su bia y luego con la de brecha contra el pala-
vida. Nos abriremos paso por entre nuestros cio de Quintana. El sol, que ya brillaba, per-
enemigos, decían, y marcharemos á Vi- mitió descubrir las nuevas balerías de los
toria. carlistas que se proponían sorprender s i e m -
No ignoraban esta resolución desespera- pre con ellas á los sitiados. Estos contestaron
da los carlistas. En mas de una c o m u n i c a - con tan buen éxito que apagaron los fuegos
ción que de sus confidentes en la plaza te- de la última batería y destruyeron los m e l -
nemos á la vista, se lee: <da gente, se dice lones de la de á diez y seis, habiendo i n u -
que está bastante entusiasmada y no trata tilizado antes el canon de á treinta y seis.
cíe rendirse, sino que viendo que ya no Al anochecer terminó el cañoneo después de
pueden subsistir tratan de marcharse r o m - haber disparado trescientos veinte y cinco
piendo por donde puedan, aunque sea p e r - tiros los cañones liberales y doscientos t r e -
diendo mucha gente.» ce los carlistas.
En otra comunicación del mismo día se El telégrafo avisó á los bilbaínos que el
dice: «el martes fué San Miguel á Mallona -general en gefe pasó revista al ejército, el
y parece que les dijo á los soldados que no cual juró morir ó entrar en Bilbao, y que
teman hay traición, y si la juzgan hay en él, el dia siguiente emprendería la marcha. Esto
que le avisen; pero que si el general en les alentó de nuevo.
gefe no llegaba esta semana habría que l o - San Miguel volvió á encargarse del man-
mar determinación, y sise hacia era porque do de las armas ( 1 ) .
no habría recursos con que subsistir; de mo-
do que están muertos; y hace dosdias t u - ('\) «Orden general del 18 de diciembre
vieron junta y estuvo 0 . ( 1 ) porque él lo de 1856.—Restablecido en parle de mi herida
que con sentimiento, me ha separado de las fi-
ha dicho: ellos ya van tragando que son las, tengo de nuevo la satisfacción de encar-
perdidos; pero dicen que romperán para Vi- garme del mando de las valientes tropas que
toria: yo estaré á- la mira de lodo, y avisa- componen la sesta división del ejército y guar-
ré á V. al momento.» nición de la plaza, y el que interinamente des-
empeñó durante mi indisposición el señor bri-
La idea que aquí se manifiesta tenia el gadierdoo Miguel de Areohavala, cuyos servi-
gefe de la plaza, si asi era, solo él partici- cios me han sido muy gratos por la actividad,
paba de ella; no los bilbaínos. Su resolu- celo y suma inteligencia con que los desempe-
ción era irrevocable, era vizcaína. ñó; y no pudiendó desprenderme de sus a u x i -
lios y luces en las actuales circunstancias , cu-
biertos, como se hallan ya todos los puntos do
(I) Esto O. es sin duda O/.oros, porque á la l'nea, queda á mis inmediatas órdenes pa-
este se refiere enotros párrafos do la c a r t a .
383 HISTORIA DE LA GUERRA CIVIL.

El 19 no hicieron fuego los cañones skia- su soberana voluntad, que tan pronto como
dores, haciendo solo diez disparos los de la lo permitan los movimentos del enemigo se
plaza para interrumpir las obras de sitio. La celebre una junta de generales bajo la p r e -
atención de los carlistas la absorbía princi- sidencia de su augusto sobrino el serenísimo
palmente el ejército liberal. señor infante don Sebastian Gabriel, la cual,
Un nuevo cuidado se ofreció á Eguía con toda libertad é independencia de cuanto
con el regreso de Gómez á las Provincias, va espuesto, lome en consideración la crisis
queponia á todos los carlistas en una ines- en que nos hallamos, y acuerde lo que juz-
perada crisis que complicaba las operaciones gue mas conveniente para salir de ella con
tan inleresanles que entonces se practicaban la seguridad y defensa que piden la justa
y aumentaba la penuria del erario y la e s - causa y el honor de las armas reales. A la
casez de subsistencias dentro de los estre- junta concurrirán el general en gefe del
chos límites de aquel territorio. Siendo i n - ejército, el comandante general del sitio de
dispensable hacer frente á aquella situación Bilbao, el teniente general don Vicente Gon-
y evitar el aglomeramiento de fuerzas l i b e - zález Moreno, los mariscales de campo don
rales sobre las fronteras carlistas, se previno Joaquín Montenegro y don Simón Lalorre, y
el pronto relevo de las tropas del interior los brigadieres den Joaquín Elio y don A n -
por las que llegaban fatigadas, y reforzado tonio Urbizlomlo, haciendo de secretario el
de este modo el ejército carlista atacar al mas moderno, deseando S. M. que también
de Espartero hasta destruirle, manteniendo asista á la espresada junta el general Gómez,
entretanto en toda seguridad el sitio de Bil- si su presencia no es indispensable al frente
bao. de sus tropas.»
Tal fué la primera idea que ocurrió para El 20 concluyeron los carlistas la b a t e -
neutralizar el efecto que la retirada de G ó - ría de la Salve, y adelantaron en el camino
mez había hecho en el espíritu público, y que construían para pasar la artillería á la
para facilitar Ala vez la rendición de Bilbao, iglesia de San Agustín. En la mina que aqui
dejándoles espeditos para correr al instante se construía se varió nuevamente de direc-
con toda la caballería que se hallase en ción.
estado de obrar á caer sobre Irribarren, Las sospechas de la plaza sobre este
lograr su derrota, y quedar en disposición de trabajo subterráneo se confirmaron por un
poner en marcha una expedición fuerte qu« aviso telegráfico de Porlngalele. La fuerza
pasando á operar en otra provincia, dismi- avanzada en la casa de Quintana sintió
nuyera el peso que gravitaba sobre las V a s - luego los trabajos de zapa, y á las ocho y
congadas y dividiera Jas fuerzas liberales media de la noche se comenzó la contra-
Estas reflexiones concebidas por don mina trazándola en dos direcciones. A la
Carlos, fueron trasmitidas de real orden (1) madrugada del 21 se dio con el verdadero
y muy reservadamente, añadiendo que «era ramal, y la palanca enemiga fué empuña-
da por el sargento de nacionales Elizagarra-
le, que disparó varios pistoletazos contra
ra ser destinado como mejor convenga , ofre-
ciéndome al mismo tiempo como una prueba los carlistas. Se ahumó ia mina, huyeron
de su interés asociarse al comandante da in- los minadores carlistas, penetraron tras ellos
genieros para dar á los Irabijos de fortifica- unos cuantos nacionales de Eibar y llegaron
ción toda la actividad y solidez que exige la á la boca que hallaron cerrada con sacos de
defensa de la plaza, til señor •brigadier''don tierra en ademan de defenderla.
Miguel Araoz segundo comandante general de
la provincia, separado como yo por igual Este acontecimiento fué un triunfo de
causa, está en la actualidad desempeñan- importancia para los bilbaínos,que hicieron
do sus funciones como antes de recibir el 20 cuarenta y tros disparos de cañón y
su herida. El comandante del batallón déla mi- cuatro el 2 1 .
licia nacional, don Antonio de Arana, queda
de segundo de la linea de las Cujas que man- La correspondenciaconfideneial avisaba
da el señor brigadier don José Ramón deOzo- en este dia «que la gente estaba triste, pues
res. Se encarga á los señores gefes de los cuer- parecía que el general hizo presente al
pos pasen inmediatamente á mis manos, los ayuntamiento que tendría que salir con su
que no lo hubiesen hacho, las noticiasque ayer
se les han pedido de la menestra necesaria tropa en caso que hoy y mañana no rom-
para completar los dos ranchos. De o. D. S. C. piese la columna, y los del ayuntamiento le
G. El ayo lauto adicto do plana mavor, encar- dijeron que de ningún modo habían de s a -
gado,—Francisco de Paula MarteU lir, y que el otro dijo que tenia que o b e d e -
(!) Desde Durango á 19 do diciembre! ces' á au general, y que á mas de eso le
T E A T R O D E L A S O P E R A C I O N E S B E L E G E R C I T O D E L N O R T E
Ejecutadas jara salvar á Mbao en Noviembre y Bicieinke de 1836.
ESPLICACION DE LOS NÚMEROS DEL PLANO ADJUNTO,

í P u e n t e s que han servido para el paso 44 Casa tomada repelidas veces por ambas
del ejército e n diversas épocas , for- partes con mucha pérdida.
mados con quechemarines y barcos Ib y 46 Columnas de ataque conducidas
de cruz. respectivamente por los genorales
2 Puente de pontones para el paso de Espartero y Oráa que decidieron la
una brigada á la derecha del Galindo batalla.
el 2 3 de diciembre. 17 Torre de Luchana en la cual y sus in-
3 Baterías enemigas cuyo objeto está in- mediaciones , s e situó una brigada
dicado por la dirección de los fuegos. del ejército para proteger las o p e -
4 Parapetos de la contrabalacion enemi- raciones contra el p u e n t e .
ga que han influido e n las o p e r a c i o - 18 Piezas inglesas con igual objeto.
n e s del ejército. 19 Cadena con que los facciosos obstruían
;> Cuartel general del ejército desde el la ría.
dia 2 0 al 2 4 do diciembre. 20 Camino construido por los enemigos
6 Lugar en que so embarcaron las c o m - para facilitar sus comunicaciones.
pañías de cazadores el 2 4 . 24 Puentes de gabarras con el mismo fin.
7 Hospital de s a n g r e . 22 Doble estacada puesta por los f a c -
8 Parque do ingenieros. ciosos.
9 Baterías españolas. Bilbao 11 enero 1 8 3 7 .
10 Baterías inglesas.
14 Puente de Luchana corlado. V.° B.°
12 Lugar del desembarco en la acción
del 2 4 . M A R C E L I N O OIÍÁA.
4 3 Parage en que la acción fué mas Obsti-
nada y sangrienta. M A N U E L MONTE VERDE.
MOVIMIENTOS Y VÍCISITUDES DEL EJERCITÓ, ETC. 383

tenían engañado á é l , pues le dijeron que sin que por esto acabemos de ocuparnos de
habia víveres para muchos meses y que vé la invicla villa, á la que reservárnosla coro-
lo contrario: ayer á la tropa la dieron una na que supo conquistarse.
galleta á cada soldado, y están rabiados, pa- Y si en otros capítulos hemos tenido
rece, que el dichoso ayuntamiento estuvo palabras de censura para lo que forma el
acalorado; esto es dicho por un regidor del ídolo tradicional de los bilbaínos, tendremos
mismo ayuntamiento, pero me consta saber aplausos para su heroico proceder. Ni e n -
están apurados: la salida dicen, será c u a n - tonces ni á la sazón atendimos mas que á
do Espartero rompa f i o r acá; que sirva de los hechos, y á su v e r d a d .
gobierno.» En esta carta, cuya redacción
hemos dejado intacta, se hacían después
varias advertencias sobre el modo como ha- MOVIMIENTOS T VICISITUDES DEL EJERCITO
bían de hacer la puntería, sitios á donde DEL NORTE PARA SALVAR Á BILBAO.
debian dirigir los tiros, y otras de este g é -
nero, que debian agradecer en mucho los
sitiadores. LXVI1.
El aspecto del ejército libertador lla-
maba demasiada la atención de los gefes
carlistas del sitio, para que se pudieran ocu-
par de éste, limitándose en el cüa 22 á ha- Espartero se afirmaba cada vez mas en
cer algunos reconocimientos en las obras y su resolución de libertar á la heroica villa,
cubrir la línea para estrechar el bloqueo, á porque en ella estaba también la salvación
fin de hacer frente á una salida de los sitia- de su fama. Para conseguirlo resolvió prime-
dos. Eslos dispararon solo seis cañonazos ro acometer la difícil empresa de establecer
El estado de la plaza era de eslrema con quechemarines un puente en la vasta
ansiedad, esperando el ataque del ejército anchura de lbaizabal ó Nervion, que ambos
que el telégrafo les anunció para el día si- nombres tiene, con objeto de atacar por la
guiente, previniéndoles hicieran una opor- parte de Banderas. Los carlistas habían
tuna salida para proteger el movimiento. destruido los puentes, y su construcción, de
Nombróse en efecto la columna, pero aten- cualquier manera que fuese, era la primera
diendo al estado nebuloso de la atmósfera y necesidad.
creyéndose que la operación de Espartero, Construyóse, y el ejército pasó sin obs-
no podía tener por entonces mas objeto que táculos, dividiéndose luego en tres colum-
el de ganar alguna posición que preparase nas, cada una de las cuales emprendió d i -
el combate para el otro día, permaneció ferente movimiento, y aunque llegaron has-
impasible dejando asi de auxiliar al ejérci- la Lejona sin otra novedad (pie fuertes agua-
to que ya combatía. ceros, por caminos casi intransitables, y
Los carlistas haciéndole frente a b a n d o - venciendo algunos inconvenientes que opu-
naron los trabajos de sitio cuya línea conti- sieron los carlistas, encontró á estos preveni-
nuaron fortificándola; construyeron una ba- dos, con numerosas fuerzas en los estribos y
tería circular de posición á barbeta, para cordilleras, y con baterías, cuyos fuegos, ya
tres piezas, contra la ria de Azua; se forti- de frente'ya de flanco, molestaron á los ba-
ficó la orilla izquierda, se atrincheraron los tallones detenidos parla riadeLucliana, por
altos de Sondica y Lupia y se hicieron otros haberse destruido también el puente de
trabajos que no dieron porperdidoe! día 2 3 . Azua, lo que impidió convergieron las c o -
El 24 que amaneció lloviendo y n e v a n - lumnas en E r a n d i o , prosiguiendo desde
do en las alturas.continuaron las obras para aquí su derrotero. El puente de Azua e n l a -
oponerse al ejército libertador y para p r o - zaba el valle con el monte de Cabras y el
seguir el silio.de la plaza ;la cual hizo cuatro de Banderas.
disparos para impedirlo. Espartero consideró un arrojo temerario
Pero ya no era en Bilbao donde se j u - acometer el paso de la ria, teniéndose que
gaba la sucrle, por entonces, de las causas establecer el puente bajo los fuegos carlistas,
liberal y carlista. Alli se comenzó y conti- que brindaban al ejército con un fin d e s a s -
nuó la obra que iba á terminar en el alto de troso. Por eslo no se empeñó en ganar
Randeras. Los bilbaínos cumplieron con he- aquellas fortificadas eminencias.
roísmo, se escedieron á sí mismos: veremos Satisfacía al general en gefe el que
ahora como cumplió el ejército del Norte, atrayendo sobre sí la atención de su contra-
384 HISTORIA DE LA GUERRA CIVIL.

rio, Bilbao se veia entonces libre de ser taguardia; pero no con fuerza y energía
molestada con decisión, y para ocuparle suficientes para impedir que continuase en
siempre é ir consiguiendo su propósito, sacó buen orden el movimiento emprendido,
del Desierto la artillería necesaria para e s - apoderándose al fin de la cordillera que se
tablecer baterías que protegiesen la c o n s - estiende desde Arriaga al monte de Aspe.
trucción del puente en el lugar que se r e - Protegían esta operación los batallones de
conoció ventajoso para ganar las alturas, Soria y de Borbon, y la división de v a n -
dando asi tiempo a que llegase Alcalá, á guardia, cuyos tiradores empezaron un fue-
quien dejó en Villarcayo con cuatro b a t a - go muy vivo con los de los carlistas, en el
llones del cuerpo d é l a izquierda. momento de haber repasado toda la línea.
Las tres columnas que hemos visto m o - El 2.° batallón de Borbon, que cubría las
verse, pernoctaron, la primera en el barrio casas próximas al vado, verificó inmediata-
de Arria, la segunda en Erandio, y la b r i - mente después su movimiento de retirada;
gada de vanguardia, después de haber sos- pero marchando al apoyo del barrio de A r -
tenido un ligero choque con un batallón riaga, los carlistas que se habían apoderado
carlista que le disputaba el paso, durmió en sigilosamente de una de las puertas, se lan-
Sondica y caseríos inmediatos al Azua. zaron de improviso sobre los liberales y les
Espartero comunicaba el 2 desde L e j o - hicieron treinta y tres prisioneros. El coman-
na estas operaciones. El 3 y el 4 permane- dante Uribarrcna, al ver á-sus tiradores en-
cieron sus tropas en los mismos puntos, y vueltos entre un piquete de caballería c a r -
aunque una batería carlista colocada sobre lista, se lanzó solo sobre el enemigo y le
el cerro ¿V Banderas, protegida por las repelió, saliendo de este modo mas de cua-
fuerzas que' tronaban este mismo cerro y renta de sus soldados que se hallaban en-
el de Santo Domingo, en número de ocho vueltos (1).
batallones, hizo algunos disparos sobre las Al mismo tiempo que lenian lugar eslas
masas del ejército isabelino, no produjeron operaciones, efectuaban los de la plaza la
daño alguno por su lentitud y larga d i s - salida que dejamos descrita en la relación
tancia. del sitio, referente á este mismo día.
En tanto, los recios temporales inutiliza- Villarreal no descansaba un momento ni
ron el puente formado sobre la ria frente de desatendía á su temible adversario, c[iieesta-
Portugalele, y hubiera sido una temeridad ba resuelto á arrollarle para salva á Bilbao.
acometer la proyectada empresa de E s p a r - Las tropas liberales ocupaban las p a s i -
tero, cuando todas las probabilidades esta- ciones ye conocidas, y dos carlistas desde
ban de parte de los carlistas, y cuando una Erandio y caseríos inmediatos, al frente de
derrota, tal vez consiguiente por sus venta- la línea liberal, hacian algún fuego, no con
jas, habría sirio fatal á la causa de la reina, testado; pero á las tre; de la larde del
sin conseguir el objeto propuesto. Por esto día que nos ocupa, una guerrilla caiisla
resolvió formar el puente por la parte del protegida por un batallón en masa, atacó im-
Desierto, donde las mareas no eran tan vivas, petuosamente la derecha enemigo, cayó so-
y trasladar las tropas á la derecha. bre los puestos avanzados, y despreciando su
La permanencia de las tropas liberales fuego, ocasionó la retirada de los cazadores
en las posiciones que ocupaban era difícil y que los ocupaban. Este incidente era n e c e -
peligrosa, y conociéndolo asi su gefe, man- sario repararlo, y lo hizo la primera c o m p a -
dó repasasen velozmente la ria; pero esta ñía del segundo batallón de la Guardia real
operación y la de echar el puente de barcas, que contuvo denodada á la bayoneta c) í m -
presentaban bastantes dificultades á vista petu de sus contrarios, y les obligó á desis-
del enemigo, que podía descender veloz- tir de su intento. Un escuadrón del 3.° p r o -
mente de las altivas crestas que ocupaba, tegía esle movimiento, cargando á un b a t a -
y atacar con brios á las huestes constitucio- llón carlista que sostenía el ataque, y se re-
nales en un movimiento de retirada. La e s - tiró á Erandio.
periencia, sin embargo, vino á destruir Pérdidas sensibles costó esla acción,
parte de estas probabilidades. El puente de contándose seis oficiales y ciento trece indi—
barcas se echó en la larde del í , sin incon-
veniente, y á las siete de la mañana del 5
rompió la marcha la primera división, en (1) Tan heroica acción, admirada de todo
el ejército, impulsó á su gefe á conferirle en
dirección de Erandio, sostenida por Ulibarri. el mismo campo de batalla el empleo efectivo
Los carlistas cayeron entonces sobre la r e - de primer comandante de infantería.
MOVIMIENTOS Y VICISITUDES DEL EJERCITO, ETC. 385

viduos de Iropa liberal entre muertos, h e r i - del Desierto; pero aquel accidente hizo que
dos y prisioneros; perteneciendo á los p r i - el comandante general de la primera d i v i -
meros el lenienle coronel conde de Campo sión don Rafael Cevallos Escalera con la
Alanje, ayudante de la plana mayor general, parte de la misma, que aun quedaba sobre
que queriendo participar de la fortuna ó de la altura del Aspe, verificase su marcha por
la desgracia de la primera compañia de la el muelle hasta llegar álascasas de las A r e -
guardia, se unió á ella, y en el momento nas, trasladándose en barcosá Portugalele, y
que ofrecía un premio al granadero que pri- . pasando todo el ejército á sus antiguos acan-
mero llegase al enemigo, recibió un balazo tonamientos en la mañana del 8.
debajo del hombro derecho, que privó á la ; Los carlistas, que habían eslado o b s e r -
causa liberal de uno de sus valientes defen- vando estos movimientos, efectuaron tam-
sores. Espartero le. confirió sobre el mismo bién aliamos y lomaron las posiciones a n t i -
terreno en queso había distinguido, el e m - guas sil liándose Villarreal en Caslrejana
pleo de coronel de milicias ( 1 ) . I Eslas fueron las operaciones ejecutadas
Restablecida la linea quedó cubierta la ' en los ocho primeros días de diciembre para
venida del puente de Luchana por cuatro acudir al socorro de Bilbao; hallándose en
compañías del '2.° de Soria; limitándose tanto el ejército sin recursos por lo cual cla-
desde entonces los carlistas á arrojar varias maba incesantemente á S. M., que resolvió
granadas sóbrelos campamentos y casas de al lin el o tpic por el ministerio de Hacienda
las tropas liberales. se dieran las órdenes oportunas y enérgicas
En ios días (i y 7 permanecieron las para satisfacer la necesidad de,,'as tropas;
tropas en las posiciones que ocuparon el o, y al efecto se mandó por straordinario
continuando los carlistas oponiéndoseles, á aquel mismo dia se pusieran á disposi-
cuyo efecto, al amanecer del 7 reforzaron ción de Espartero en Portugalele un millón
con varias compañías algunos puntos de Ja doscientas mil raciones de los necesarios ar-
línea. tículos, y 1.200,000 reales.
A las cuatro de la tarde de este último Algo podia remediar esto, dado'' caso
dia se hallaba concluido el puente y comen- que llegara á tiempo, la triste situación del
zó á pasarlo la caballería y bagajes, y á las ejército; pero no le sacaba de ella.
dos horas los batallones de la primera briga- En tanto, se aumentaban sus peligros, y
da de la segunda división por el camino d i - el general en gefe se veía en grave compro-
recto, y los de la segunda con la v a n g u a r - miso. Era necesario avanzar, y se palpaba
dia por el de Aspe,cubriendo el mo\ ¡miento lo difícil, lo imposible de hacerlo. Las tro-
la primera división. Cada batallón se ponía pas liberales continuaban en sus cantones, é
en marcha media hora después del que le iban pasando dias sin operaciones notables.
precedia en formación, y todos ellos dejaron Los bilbaínos en lauto, se defendían y es-
una compañía en su campo para conservar peraban.
las hogueras, retirándose con las g u a n i i a S ' i El 12 avanzan al fin algunas fuerzas h á -
avanzadas y escuchas, que fueron lasúllimas' cia las posiciones carlistas í l e B u r c e ñ a . y ba-
que lo verificaron. Por estas disposiciones ! biéndose dejado acampada alguna tropa en
se consiguió que los carlistas, que rodeaban ¡ el monte, la atacó por la noche un batallón
á aquellas
aquellas tropas
tropas por
por todas
todas parle:
parles, casia tiro carlista. El 13 no se efectuó operación
de [listóla, no percibiesen tan arriesgada ilguna, y en la tarde del 14 se empeñó
operación, que podia dejar fuera de c o m b a - un tiroteo de guerrillas sin nolables con-
te algunos centenares de hombres del ejér- secuencia-. El 15 ordenó Espartero la tras-
cito liberal; y sin la contrariedad de. haber- lación del ejército á Raracaldo y el 16 se
se roto el puente, cuando aun no había p a - dispuso su paso por el puente sobre el río
sado la mayor parte de la tropa, quizá antes Galludo, y se retiró á Portugalele, diciendo
de la media noche lodo el ejército se hubie- en este dia al ministro de la Guerra que la
se encontrado establecido debajo del fuerte nueva lentaliva para salvar á Bilbao por la
parle de la derecha, no había producido nin-
(t) En susúltimasdisposiciones so advirtie- gún efecto por la imposibilidad de estable-
ron sus sentimientos generosos en favor de los cer el puente de Rurceña bajo los fuegos
soldados, consignando el producto de sus caba- carlistas, ora fuesen de sus inmediatos para-
llos para alivio de los heridos en las últimas petos, ora de las balerías que habían hecho.
acciones, y el de sus electos de lujo y bajilla
para el délas demás que hubiese en el ejér- Por Caslrejana eran tales las obras de fortifi-
cito. cación ejecutadas, que sobre ser el terreno
TOMO I I I . 49
386

un continuado desfiladero había que vencerr ofrezcan voluntariamente á ser los primero
una eminencia coronada de parapetos y b a - para la gloria del combale. Escilo también
terías, lo cual hacia imposible el paso y cier-• el patriotismo de los señores oficiales para
ta la derrota. Por estas causas y el t e m p o -• que dejen sus caballos á cargo de los solda-
ral espantoso de agua que reinaba, deciaL dos cansados, para que sus asistentes p a r l í -
Espartero , se determinó á replegar las; cipen de la misma gloria, y para que se
fuerzas á Portugalele avisando á Bilbao por• eviten los entorpecimientos que retardan las
el telégrafo que no desistía del empeño dei operaciones.
hacer levantar el sitio, y dando al ejércitoi Compañeros: el premio del valor os e s -
esta brillante alocución que constituyó la pera: yo seré pródigo en repartirle sobre el
campo de batalla, pues no perderá de vista
Ó111)EN GENERAL DEL DÍA. ninguna de vuestras heroicas acciones, vues-
lro general—Espartero.
Soldados: vuestra conservación páralos
gloriosos hechos que os esperan, me decidió Anles de esta arenga era tristísimo el
ayer á retroceder sobre este punto. El fuer- estado del ejército. La miseria que e s p e r i -
te temporal de agua, no teniendo techado menlaba, las pérdidas sufridas, los innume-
en que guareceros, aunque insuficiente para rables obstáculos que se le presentaban,
apagar vuestro ardimiento, habria inutiliza- pues hasta con el temporal tenia que luchar,
do las municiones con que debéis batir al eran causas bástanles para afectar su moral
enemigo. Aqui tenéis la causa del retroceso. y contribuir á su desaliento, el mayor
No: de ninguna manera, no, el abandonar mal que puede acometer á un ejército,
la grande obra de salvar á Bilbao. El he- porque no puede muchas veses tanto su
roísmo con que se han defendido sus fieles número como su confianza. Añádase á este
ciudadanos; la constancia y el valor de los cuadro la última retirada á Portugalele, que
compañeros vuestros que guarnecen aquella fué la segunda, y se comprenderá la s i t u a -
plaza, merece todos vuestros esfuerzos, y ción de la tropa, que consideraba imposible
nuestro sacrificio si es necesario para evitar-pasar á Bilbao, y veía que era ir á la mucrlc
les la opresión de la tiranía ¿Y qué seria el intentarlo. Y no era el soldado únicamen-
de nosotros si faltásemos á un deber tan te el ipie participaba de este mortal d e s -
sagrado? La maldición de todos los españo- aliento; también los gefes, que pesaban en
les caería sobre nuestras cabezas: la ignomi- la balanza de su razón los inconvenientes
nia y el baldón nos seguiría hasta el escon- de lamaña empresa.
dido seno donde fuésemos á ocultar nuestra Se reúnen en junta, se discute latamen-
vergüenza; y las naciones, el mundo entero, te la salvación de la villa, y prevalece la
diría con fundamento que el ejército del opinión negativa; no porque temieran los
Norte habia degenerado de su bravura, e n - gefes por ellos mismos,, porque á casi todos
tusiasmo y decisión. sobraba valor, sino por el ejército, de cuya
Soldados: no seré yo el instrumento del custodia respondían. Se apoyaban sin duda
oprobio: os ofrecí conduciros á la victoria en razones de gran fuerza, porque lo eran
cuando me encargué del mando, y pereceré el terreno en que habia de combatirse, la
antes que privaros del triunfo. Empero la línea fortificada y artillada que tenían que
empresa que vamos á acometer es ardua, y vencer, las probabilidades del triunfo, ya
solo el conocimiento de vueslro valor me queno la completa seguridad que los enemi-
decidió á acometerla. Cuento ya con mas gos tcnian, y en fin, cuantos argumentos de
recursos que el gobierno de la inmortal pesopodian aducirse para presagiar una der
Cristina manda para vosotros, y cuando rola al ejército liberal, lodos se adujeron, y
volváis á salir de los cantones, espero no se adujeron con verdad, porque existían.
tornareis á ellos sin que la guarnición de Pero hay circunstancias en que se debe
Bilbao haya estrechado en sus brazos á sus arriesgar el todo por el todo, y esta creemos
libertadores. era una de ellas.
Quiero, sin embargo, saber quiénes son ¿Importaba salvar á Bilbao? Nadie lo ha
los que están decididos á morir anles que <desconocido ni lo ha puesto en duda. No
retroceder; y mando que los gefes de ios Ilan solo merecían los bilbaínos que la nación
cuerpos, formando los suyos respectivos, Ihiciera el sacrificio de esponer un ejército
lean esta orden general y alisten en el acto ]por salvarles, sino que consiguiéndolo, se
á los oficiales é individuos de tropa que se <obtenía un triunfo poco menos que salvador.
OPERACIONES PRELIMINARES, ETC. 387

No diremos que se sepultara bajo las rumas íloxii nes, y demostrando asi nuestra i m -
de Bilbao la causa liberal, que ciudades, parcialidad ( I ) .
liombres y recursos le quedaban aun para
combatir; pero sí consignaremos que la
loma de la villa por los carlistas, equivalía á OPERACIONES PRELIMINARES DE LA BATALLA
muchas batallas ganadas, y obtenían con DE LUCHANA.
ella la importancia que ya hemos m a n i -
festado.
¿Y qué se diría de un ejército que ofi- LXYIII.
cialmente se le consideraba siempre v i c t o -
rioso, si veía desde su campamento la p é r -
dida de la bien defendida villa, y asistía á El establecimiento de algunos puentes
ella armas al hombro como si formara la era la primera necesidad, y el 17 se dispu-
columna de honor de los enemigos vencedo- so 'a formación de uno sobre buques, deba-
res? Verdad es que cuando todas las proba- jo de las canteras de Aspe hasta el Desierto,
bilidades estaban por la derrota, le pondría debiendo pasar por él el ejercito á la parte
ésta en bien desgraciada situación; pero oriental de la ria. El capitán de fragata don
apreciando en su justo valor la empresa, Francisco Armero, con algunos guardias
viendo que la atención de España, de marinas, empezó en la mareada de la nocho
la Europa entera, estaba fija en las -mar- á desamarrar y poner en franquía las em-
genes de la desembocadura del Ncrvion, barcaciones para conducirlas al sitio d e s i g -
el ejército liberal, por su honor, por el nado, y se comenzaron luego los demás Ira-
de España, debía entrar en Bilbao ó p e - bajos con decisión, aumentándola la llegada
recer en la demanda. }Iay ocasiones en que del teniente de navio don Guillermo Chacón,
se debe ir á buscar la muerte, y ésta era que arrostrando la violencia del temporal
una de ellas. Los defensores de las T e r m o - entró en Sanlurcc en una lancha, procedente
pilas sabían que iban á morir; pero con de Caslro-Urdiales, llevando á Espartero
gloria. ü,080 duros, y á poco el vapor británico
Asi lo comprendió Espartero, que s e p a - James Wast con dos mil pares de zapatos,
rándose del voto de la mayoría de la junta, medicinas y otros efectos, que por no poder
se [impuso salvar á Bilbao ó perecer, y en desembarcarlos en Porlugalete los dejó en
este senlido está escrita su alocución, en la Sanlurce, y levó anclas el 18 para S a n -
cual so revela el fuego de su entusiasmo, la tander.
valiente, la heroica decisión del gefe que, El 10 ya estaban construidas (res balsas
sin desconocer su apurada situación y la de para facilitar la traslación de la caballería y
sus tropas, se hace superior á lodo, y adopta artillería; pasó después la mayor parle de la
una de esas resoluciones que caracterizan á infantería, cuyo resto se embarcó junto á
los liombres, y les engrandece. Porlugalete al amanecer del 20, y tomó
Y no se nos califique de parciales porque tierra también al lado oriental de la ria,
hoy ocupe este hombre el poder, porque ni para no volver mas á retroceder.
nos ha hecho perder nuestra independencia, Desde entonces comenzaron á efectuarse
ni dejaríamos de censurarle, como lo h a r e - algunos movimientos para atraer á donde
mos cuando sea justo. Cumple al deber del convenia la atención del enemigo, cuyos
historiador encomiar los rasgos de heroísmo, ingenieros y zapadores comenzaron á c o n s -
y lo es el que nos ocupa, asi como nos cum- truir balerías y trincheras en la línea de
ple manifestar lo grande de la conducta de Banderas. También los liberales c o n s t r u y e -
Espartero, que sostuvo al ejército con su ron baterías y las obras de ataque precisas.
fortuna, arriesgándola, y la de su esposa. El 221a goleta Isabel II, anclada frente
Acciones de esta naturaleza deben presen- á la boca del Galindo y combinando sus
tarse como mode'ojy anhelamos, en verdad, fuegos con los del fuerte anglo-hispano y el
hallar en todos los actos de la vida de este buque cañonero San José, empezó á jugar su
hombre público, y de todos, liberales ó car- artillería contra la carlista, colocada á c u -
listas, los mismos rasgos que encomiar. bierto bajo el montG de Cabras, en las inme-
La salvación do Bilbao estaba decidida:
veremos su ejecución , (pie habiendo sido (1) Creemos poseer todos los documentos
juzgada de lanías maneras, la presentaremos necesarios, como se verá; pero si omitimos al-
documentada, ahorrándonos de algunas r c - guno, es por desconocerle.
388 HISTORIA DE LA GUERRA CIVIL.

diaciones del almacén de pólvora, y que ron los altos de Sondica y Lujua, forliíica-
contestaba con algnn acierto, pues rompió ron las casas de la derecha del rio, c o r l a -
una bala de á veinte y cuatro el palo trin- ron los puentes de Larrondo y Benlacusuri,
quete de la goleta, y otra causó bajas en inutilizaron los vados y construyeron p a r a -
algún buque. pelos en el camino que va á Erandio.
Hecho el puente, se aprovechó la noche Los cañones de unos y otros combatien-
para levantar dos baterías en las márgenes tes sonaron con repetición; y á la mitad del
del Azua, protegiendo los fuegos de una dia, s e reunieron algunas lanchas en las in-
la izquierda de la linea, y dominando la mediaciones de Casaventa para conducir
otra el rio. Esta empezó á jugar contra un las tropas que debían desembarcar entre el
batallón carlista que entraba á la sazón en pucnle de Luchana, el almacén de pólvora
Erandio, y la otra contestaba al fuego de y la Casa blanca. Para inutilizar la balería
los cañones enemigos. Hacia el puente de que situaron los carlistas bajo el monte de
Luchana se dirigieron al mismo lumpo algu- Cabras, y enfilaba el camino del puenle
nas piezas con la mayor celeridad. i ubicán- de Luchana y el paso de la ría, s e colocó
dolas en toda, la linea hasta la prolongación sobre la torre v i e j a de Luchana una balería
del último estribo del monte de Cabras. Dos de dos piezas que la atacara de flanco, y
bateríasespañolas y cinco inglesashabiaso- se reunieron los buques cañoneros Clotilde,
bre esta línea, con unas catorce piezas de tu. Veloz y San,losó, las trincaduras Infanta,
dos calibres, las cualesunieron sus disparos ¡sabel íl y Reina Gobernadora, y las l a n -
á los de las balerías de las márgenes del Azua chas Vizcaya y Constitución; y á la d i s t a n -
y á los colocados en el Desierto, que r o m - cia de medio tiro de cañón de la balería
pieron el fuego simultáneamente, e n t o r p e - enemiga, rompieron sobre ella un vivo
cido solo por la lluvia y nieve que caía, lo fuego, sostenido por las baterías del ejérci-
cual debilitaba la acción de los mistos, d i - to y las del fucile ang'o-hispano, consi-
ficultaba los alcances y punterías, y el esta- guiendo algunos favorables resultados.
do fangoso del terreno entorpecía las m a - Durante el dia 23 dice en la Memoria
niobras y detenía la actividad de los arti- histórica uno de los gefes de aquellas o p e -
lleros. Los mismos elementos se conjuraban raciones ( 1 ) , la atmósfera llovediza y fría
contra los carlistas; pero contaban con mas había entorpecido algo los trabajos del cam-
recursos sus contrarios , ó tuvieron mas pamento, pues no solo la lluvia era p e n e -
acierto. El fuego vivo y nutrido de las b a l e - tranle y casi continua, sino que transformada
rías de Luchana, ó el constante y certero de á veces en nieve é impelida por un aire
las del Desierto, causaba destrozos y daños glacial, daba de cara á los soldados, fasci-
considerables en las suyas. naba su vista y paralizaba la acción de la
Pero no se avanzaba sin e m b a r g o , y vida en las esireniidadcs. Los primeros ra-
aunque sufrían los defensores de don Car- yos del dia 2 í pasaban difícilmente al
los , no pasaban la línea sus enemigos, que través de los espesos nubarrones que amon-
se detenían ante aquella valla que parecía tonándose unos sobre otros amenazaban con
impenetrable; y para sostenerla unos, y para una nueva tempestad, y comoeslaera inmi-
arrollarla oíros, hicicivn alarde todos de nente y las tropas habían sufrido mucho en
esa bizarría que lanía sangre cosió. la noche y dia anlerior, se dispuso que a l -
La noche se invhlió en algunas obras gunos cuerpos so replegasen á los pueblos
de ataque y defensa, y en trasladar y colo- ó casas de retaguardia para secarse la ropa
car los cañones, empleándose en e-as faenas que tenían empapada; pe ro con orden de
gefes y soldados, que pasaban algunos m u - estar prontos á marcharal menoraviso.
chas noches en claro. «El gefe de la plana mayor general,
El 23 se arrojó sobre el Galindo, bajo la Oráa, que habia contribuido hasta aquí con
dirección de Wihle, un pucnle de pontones, su pericia á la elaboración de los planes de
por el que pasaron tres batallones del cuer- esla campaña difícil, y que habia desplega-
po de reserva que se hallaban en la izquier- do celo y firmeza en su ejecución, iba á t e -
da de la linea, cubriendo con sus alas las ner ahora cu ella una parle directa y m a s
altura» de Baracaldo. gloriosa; entre ocho y nueve de la mañana
Los carli.-las ademas de haber hecho subió Oraa á las balerías acompañado del
una balería circular de posición á b a r - \ comandante de Soria liribarrena, para man-
betas contra la rin de Azua, y puosla su i z - j
quiérela en estado de defensa, atrinchera- i (I) Oráa.
TOMA DE LUCHANA. 389

ciar romper el fuego lan luego como el liem- modo acometer á Luchana, ademas de la
po lo perruiliera. Hallaba e en osle punió necesidad exislia la urgencia, sin la que el
cuando á la una de la larde se le presenta- plan de ataque seria inoportuno. Se reúnen
ron el coronel VVilde, comisionado del go- unas veinte y ocho ó treinta lanchas y t r i n -
bierno británico en el cuartel general, y el caduras, loman á bordo las tropas que e s p e -
barón de Carondelel, quien le hizo presente raban á la orilla izquierda, marchan al am-
que hallándose el general en] gefe a c o - paro del muel o por no esponerse á los fue-
sado de una grave dolencia le coníiaba gos enemigos; y al mismo tiempo los botes
todas sus atribuciones para disponer el ata- (ieunos bergantines ingleses ( 1 ) remolcaban
que sobre el puente de Luchana y casa de la dos balsas con tropas y municiones, y dos
Pólvora. lanchas de maderage para habilitar el p u e n -
«Qráa aceptó sin vacilar esta misión e s - te de Luchana. Las trincaduras Infante y
pinosa y difícil; Irazó con mano esperta el Reina Gobernadora avanzaban por el canal,
plan (pie debia seguirse en el ataque, y á la llevando la vanguardia; seguían los demás
una y media remitió la minuta de este al ge- buques el derrotero que aquellos trazaban, y
neral en gefe, marcando en ella los punios el que permitían las circunstancias de cada
de embarque, desembarque y ataque. E s - uno, su fuerza, su movilidad y el furioso
partero aprobó el plan propuesto por Oráa temporal de agua y nieve que agitando las
en todas sus parles, y se espidieron las cor- olas entorpecía la navegación. En el centro
respondientes circulares' á los demás gefes de la doble columna y á bordo de la lancha
para que. hubiera el necesario enin-ierlo culos Vizcaya, iba el comandante general de ma-
diferentes puntos del difícil y atrevido ata- rina, y el capitán de fragata, Armero, en el
que que se iba á verificar.» bote del comandante, para remolcar y a t e n -
der á las lanchas que se inclinaban hacia el
canal.
TOMA DE LUCHANA.—BATALLA DEL 2 Í DE D I - Oráa habia adoptado entretanto algunas
CIEMBRE. disposiciones. Oigámosle, ó lo que es lo mis-
mo á sus .Memorias. «Dos guerrillas de los
batallones del Rey y San Fernando marcha-
LXIX. ron por la derecha tí el Azua con el objeto de
llamarla atención del enemigo que ocupaba
el parapeto de la izquierda, apoyando el es -
El "24 continuaban los carlistas los traba- Iremo de su línea en las inmediaciones; al-
jos para poner en buen oslado de defensa el ¡ gunos de eslos puntos debían lomarse para
pueblo de Azua y las dos orillas de su ría, í asegurar el paso,' favorecer las operaciones
á fin de oponeise á las operaciones del ojór- i emprendidas y habilitar el puente de Lu-
cilo contrario; habiendo construido con el j chana. Al mismo tiempo, una brigada d i r i -
mismo objeto algunos parapetos en la falda] gida por el coronel ala; oís, emprendió un
de Santo Domingo. Se mandó reconocer e l ] movimiento rápido y atrevido, y a t r a v e s a n -
puente de Azua y habilitarlo para evitar (les- ] do el Gálbulo por el puente de pontones, se
gracias ásu paso, y en la balería de posición, ] apoderó de la torre de Luchana, situada á
que se construyó el di • anlerior para la d e - ¡ la derecha del Ncrvion y de una casa de
fensa de las posiciones carlistas, se formaron ] campo que habia en la confluencia de este
dos espaldones y se dio salida á las aguas. ! rio y del Salccdon, desde cuya posición p o -
Consecuenle al plan que présenlo Oráa á ! dia dirigir sus fuegos de frente y espalda so-
Espartero y aprobó é.^le, se mandó á las dos i bre la casa de Pólvora; las masas de esta
de la tarderomperel fuego sobre el enemigo ] columna con media batería inglesa de á lomo,
que defendía valerosamente el fortín de L u - ! fueron remontando por los estribos de las
eliana, y c! puente del mismo nombre que] alturas que dominan ambas rias, y se c o l o -
se hallaba corlado en la longitud de mas d e ] caron al fin es las crestas de estas eminen-
cuarenta pies; pero si valiente y esforzada • cias.
era la acumetida, no lo era menos la d e f e n - | «Acercábase el momento del desembar-
sa.que impidió adelantar un paséalos libera- co, y entonces se rompió un fuego horroroso
les, ó impedía también el embarque de las
tropas, porque sus fuegos, como ya hemos
(1) El King,Doube,y Sarraceno, mandados
manifestado, dominaban la ría'. El e m b a r - por sus comandantes Mr, Lopidge y Mr, Li-
que era indispensable, y no se podia de otro sarsi.
390 HISTORIA DE LA GUERRA CIVIL.

y simultáneo por las baterías de tierra, la tro- ra la infantería sino para la artillería de car-
pa de infantería y la fuerza sutil que marcha-! ril estrecho, que pasó por él en efecto, á las
ba en los buques. Uno de estos, la lancha dos de la mañana.
cañonera Constitución, aprovechándose del "Reparado el ojo principal del puente de
fuego de sus pedreros y fusilería avanzó osa- Luchana, fueron llegando sucesivamente á
damente y vino á colocarse enfrente del la margen opuesta las fuerzas que constituían
muelle en que estaban situados los carlistas la segunda división, y avanzaron intrépida-
á medio tiro de pistola. mente hacia el enemigo, sin que fueran par-
«En estos instantes en que la atmósfera te suficiente á detener su marcha, ni la ira
estaba conmovida por centenares de proyec- de los desencadenados elementos, ni la l l e -
tiles que. la cruzaban en todas direcciones, gada de la noche, que se presentó lóbrega
cuando el eco aterrador de las balerías se y sombría, ni la atrevida y ruda topografía
quebraba en las alias cimas, y en las pro- de aquellos terrenos. Las ocho compañías do
fundas grietas de aquella naturaleza impo- cazadores y el batallón de Soria, que se
nente, una nieve, abundante vino á desgarrar habían lanzado primero al combalo, se v i e -
la espesa capa de humo que se estendja por ron detenidas en su marcha victoriosa por la
el horizonte y á cubrir como una inmensa muerte del comandante de Soria don Sebas-
sábana el convoy de los isabelinos que se tian de Uribarrena; sin embargo, permane-
adelantaba con rapidez y que llegó sin ser cieron en los puntos que este distinguido
descubierto por los enemigos, merced á esta oficial les había designado, y en ellos se
circunstancia, hasta las inmediaciones del hallaban todavía cuando el brigadier Vigo,
puenlede Luchana. Se redobló entonces des- que se embarcó con el primer pelotón de su
de las lanchas el fuego de metralla y fusile- regimiento, mandó lomar la primera posi-
ría, y al amparo de este sallaron á tierra las ción del monle de San Pablo á la compañía
tropas de la reina, ocupando losdislinlos pun- de granaderos de Soria, y dispuso al. propio
ios que se les habían designado; los carlis- tiempo que una guerrilla de veinte hombres
tas que les defendían huyeron despavoridos avanzara para esplorar el campo y proteger
sin empeñar el combale. En osla ocasión dio la formación de los batallones que lenian
-una prueba de singular intrepidez el capitán que atravesar un desfiladero abierto entre la
de fragata don Francisco Armero. Apenas laguna y el terreno pantanoso que forma el
salió del buque, cuando puniéndose á la ca- Azua.; esta guerrilla se adelantó con d e n u e -
beza de cinco cazadores del regimiento de do, y á los pocos pasos descubrió el primer
Zaragoza, corrió a la balería enemiga, se apo- parapeto carlista, protegido por una batería.
deró did cañón de á cuatro que allí lenian Entonces aquellos valerosos soldados, refor-
los carlista^, y á pesar de haber sido herido zados por el resto de la compañía, se. preci-
por una bala de fusil que le atravesó el mus- pitaron al grito de viva Isabel II sobre el
lo izquierdo, permaneció en aquel punto, y parapeto enemigo, apoderándose de él y de
ayudóal teniente déla Guardia Real, Andria- una pieza de á doce, y arrollando á los c a r -
ni, á formar y organizar las tropas que iban listas y persiguiéndolos -. in descanso lomaron
llegando. Las lanchas regresaron para c o n - una pequeña casa situad a al pié de la falda
ducir al primer batallón de Soria (pie for- de la segunda posición.
maba la reserva de los cazadores. El coman-
«Ilasta aqui la sorpresa había enervado
dante Lapidge, formó con las embarcaciones
los bríos de los carlistas y debilitado el curso
que habían servido de balsas, un puente de
de su primera defensa; pero vueltos en si,
.pontones inmediato al de Luchana, por don-
se arrojaron al combale con inaudita b r a v u -
de fucrou trasladándose las tropas á la m a r -
ra, decididos á recuperar las posiciones per-
gen de la ria. Los ingenieros españoles y a l -
didas y defender bizarramente las que t o -
gunos ingleses, dirigidos por el coronel don
davía conservaban: cuatro batallones carlis-
Quintín Velasco habían ya empezado á Ira-
tas que se hallaban en el monle de San
bajar en la reconstrucción del ojo principal
Pablo cargaron á los granaderos de Soria, y
del puente, y aunque verificaban esta o p e -
i les hubieran indudablemente envuelto, á
ración, primero, bajo un fuego muy vivo de
I pesar de su esperimenlado valor, sin la opor-
fu-ilería, y después, al alcance de la m e t r a -
¡ luna cooperación de tres compañías de la
lla que lanzaban las bulerías carlistas, l l e -
j Guardia Real, que lanzándose velozmente
váronla, sin embargo, adelante con singular
i al cnciienlro del enemigo, lograron, primero
constancia y denuedo; hora y media d e s -
| contenerle y después rechazarle, a p o d e r á u -
pués estaba el puente transitable no solo p a -
' dosc de dos casas inmediatas, que fueron
TOMA. DE LUCHAN A. 391

bien pronlo teatro de una sangrienta lucha; Desde el principio del sitio se hallaba
tres A eces se hicieron dueños de ellas los encargado por Villarreal de la línea de L u -
carlistas, y otras tantas fueron recuperadas chana el brigadier don Carlos Pérez de las
á la bayoneta por los valientes deja Guardia; Yacas, antiguo y entendido militar ( l ) , á
los palios estaban cubiertos de cadáveres, y cuya actividad c inteligencia se debieron las
en aquellos alrededores la sangre rojiza y fortificaciones de aquel interesante punto.
humeante aun de los combatientes, salpicaba Yeíale el soldado incansable y á todas horas
la blanca alfombra de nieve; mas por fin los sobre los parapetos, ofreciendo tal seguridad
carlistas desistieron de su tenaz empeño, y para la defensa, que se creían infructuosos
los isabelinos lograron mantenerse en estos cuantos ataques se pudiesen intentar en su
edificios, contra. Reducíase esla posición á los cerros
«La acción que hasta aqui habia sido de Cabras y de San Pablo, cuyas faldas lamo
parcial, se hizo bien pronlo general en toda la ria de Azua, hallándose sobre ésla el
Ja ostensión de la línea; pero su centro e s - puente de Luchan», el cual fué cortado,
taba siempre en el monte de San Pablo. construyéndose en una casa (la de la P ó l -
Aumentadas considerablemente las fuerzas vora), que habia á su frente, diversas a s p i -
carlistas, descendieron impetuosamente del lleras, y en varios puntos de los cerros a l -
cerro de Banderas, y se precipitaron sobre gunos parapetos, reductos y zig-zags, colo-
la segunda división, al propio tiempo que se cándose dos piezas de artillería, de-las que
combatía también con denuedo en el monte nos es ya conocida la dirección de sus fuegos.
de Cabras y en el arrecife; pero las tropas El 15 ó 16 de diciembre destinó Eguía
de la reina, atacadas de improviso con tanta á Pérez de las Vacas á la línea de Santo
violencia, perdieron un palmo de terreno, y Domingo, en reemplazo del general Sarasa,
los carlistas entonces redoblaron sus esfuer- encargándole estrechase el cerco por aquei
zos, agitaron con energía todas sus colum- punto; y en Luchana le reemplazó el coronel
nas, pretendiendo con un újtimo rasgo de don Mariano Noboa, natural de América, y
valor dar cima á la sangrienta pelea de aque- de quien se nos dice que «en vez de seguir
lla noche. El combale se hizo bien pronto las instrucciones que le dejó su antecesor, y
mortífero; unos y otros disparaban á quema- construir las nuevas fortificaciones que tenia
ropa: el suelo estaba cubierto de cadáveres, trazadas para contrarestar los fuegos de una
y los bramidos del huracán apagaban los batería que á la derecha de las posiciones
ayes de los heridos y moribundos. Era tal carlistas empezaba á construir el enemigo,
la inclemencia del cielo en aquella noche se dedicó esclusivamenle á proporcionarse
terrible, que una violenta andanada de agua las mayores comodidades en la quiula en
y de granizo, impelida por grandes t o r r e n - que se hallaba alojado...»
tes de aire, obligó á los combatientes á s u s - Asenlado este hecho, veamos ahora el
pender la lucha, corriendo á guarecerse en parle en que el mismo Noboa confiesa el
las peñas y casas inmediatas. Siguió el c h o - abandono de su puesto.
que recio y sangriento; los batallones del
Rey y 2.° de Gerona, que formaban parle «Excmo. señor.-
d é l a segunda división, ¡rabian lenido bajas «Con esta fecha digo al Excmo. señor
considerables, el general, barón de Moer, y general en gefe de este ejército, lo s i -
los gefes de brigada estaban heridos, y de guíente:
veinle y ocho oficiales del regimiento de la «Como encargado de la línea de Lucha-
Guardia Real que habían entrado en acción, na, tenia lomadas mis disposiciones para su
quedaron veinte y cuatro fuera de combale.» defensa, colocando al frente del puente á
Hasla aqui lo manifestado por autoridad los comandantes del 1.° provisional con seis
tan competente, respecto á las primeras ope- compañías, para defender su ria y lodo el
raciones del dia M; y en tanto que c o n t i - frente que ocupaban; en la casa fuerte do la
nuamos reseñando las sucesivas, presentare-
mos al lado del ataque la defensa: veremos (1) Después de haber defendido en Nueva
cómo se resistían los carlistas, para lo cual Kspaña la bandera de la metrópoli, regrosó á
comenzaremos publicando un notable d o c u - su patria, y f i r m e siempre en sus principios
mento inédito. Y como ahora no se traía monárquicos, sirvió en la Guardia Real de i n -
mas que do "hechos, dejamos para'después fanlería basta el año do 483á, e n que fué tras-
ladado al regimiento de San Fernando, y p i -
las reflexiones. Importa, sin embargo, c o n - diendo su retiro, corrió á presentarse en. las
signar un precedente de importancia. filas carlistas al comenzar la guerra C Í Y Ü .
39á HISTORIA DE LA GUERRA CIVIL.

Pólvora, al capitán de granaderos del 1.° treinta, pues tenia mucha gente desarmada;
provisional, don Carlos de la Porie-Despier- igual parle me dio el comandante del bata-
r e s , c o n la orden de defenderla á toda costa, llón de granaderos espedicionarios; poste-
colocando quince hombres en el mismo rior lo hizo el 2.° de Castilla y el brigadier
puente, pues ni cabian mas, ni lo creia opor- don José María Arroyo, el que dispuso s u -
tuno aglomerar mus gente en un punto tan biese el espresado 2 batallón, (pie verificó
0

estrecho; á c o s a de las cuatro de la tarde en seguida, y eslas fuerzas conluvieron al


dehdia 24 me mandó aviso dicho capitán enemigo, rechazándole, sin dejarlos adelan-
de granaderos do que se presentaban al tar, hasta que avanzaron por la parle de las
frente algunas lanchas cañoneras; le contes- Banderas. Las piezas de á veinte y cuatro y
té s e sostuviese á toda cosía, y que seria so- ocho fueron conservadas, sin que el enemi-
corrido; mas cuando en el momento iba yo go hubiese pisado por camino real, y la
á marchar hacia la casa fuerte con tres com- pieza de á ocho le di orden al oficial de
pañías de preferencia á su socorro, veo que artillería don F. Seurra para que se retirase,
el espresado capitán se retiraba con toda su haciéndolo responsable si se perdiese, y se
compañía por el camino de la ría, en p r e c i - retiró la pieza, enganchada en ínulas, con
pitada fuga (1), abandonando la casa forti- tiempo oportuno para poder llegar al alio
ficada y el pucnle, sin haber hecho la mas de Sanio Domingo á las doce de la noche ó
pequeña resistencia, ni siquiera disparar un anl"s, y las restantes piezas de á veinte y
tiro, dando lugar con esta conducta á que el cuatro y ocho las hice clavar con el sargen-
enemigo se apoderase del puente y hecho to de artillería, único gefe de dicha arma
un rápido desembarco; en cslos momentos que se hallaba en la balería. A las cinco de
críticos mandé al comandante don Alberto la mañana mandó el señor general Gómez
Bast c o n s u s compañías de preferencia, retirar las tropas con dirección al puente
quedándome yo con u n o s cuarenla hombres de barcas para el punió de Caslrejana; e n -
de la compañía de granaderos del G.° de tonces (1) fué cuando-abandonc el punto y
Vizcaya, á que con la fuerza que puse á su quedaron las piezas á discreción del e n e -
cargo sostuviese la altura donde se hallaba migo. Las seis compañías del 1.° provisio-
anteriormente colocado el cañón de á tres; nal, á las órdenes de sus gefes, se c o n d u -
e n efeclo, subió con las compañías de p r e - jeron con \alor, dando repetidas cargas
ferencia indicadas, y se encontraron con que al enemigo, después de haber acabado s u s
el enemigo se hallaba ya en la espresada cariuchos, y no satisfecho s u primer gefe,
altura, y se emprendió un vivo fuego, y fué el coronel don Juan María Manzano, dispuso
rechazado el enemigo por repelidas veces: que acto continuo [ t a s a s e s u segundo gefe
hasta las n u e \ e de la noche se sostuvo el con el citado batallón á municionarse, para
fuego con las citadas compañías, hasta que lo cual, y con la debida anticipación, pidió
á dicha hora s e me presentó el auxilio que el competente refuerzo al brigadier don Juan
pedí á V. E., verificándolo el comandante Antonio Zaraliegui, y viendo que éste se
del I!." batallón de la división del señor habia demorado toda la larde, no pudo
general Gómez, y preguntando la fuerza que menos en tan críticos momentos de colocar
traía al dicho comandante del 6.° de Casti- dos compañías del citado batallón en la ba-
lla, me dijo, u n o s trescientos hombres, pero tería de á ocho, que confié á s u celo, con
algunos sin armas; y sin mas municiones la orden espresa de que la conservasen á
que dos ó tres cariuchos por plaza, y le lodo liance, hasta lanío que el citado gefe
mandé dar un cajón de municiones, único presentase el refuerzo, que lo verificó acto
que me quedaba, y previne subiese á la continuo con tres compañías del 3.° de
altura ó reforzar á las compañías de prefe- Álava, (pie se las dio el brigadier Zaralie-
r e n c i a , y lo verificó, trabando en seguida el gui, á cuya cabeza tuvo la gloria de r e c h a -
fuego con el enemigo, que fué contenido zar dos veces al enemigo, apoderándose
sin adelantar nada, y en eslos momentos se por segunda vez de la pieza que por prime-
me présenlo el S.« batallón de Castilla, y su
gefe m e manifestó que aunque tenia unos
doscientos hombres, no podía disponer de (I) Entro las inesactitudes que contieno
este parle, resalla demasiado é.sla. Aquí se su-
pone abandonado el punió de Luchana á las
cinco de la mañana, y precisamente fué el
(1) De éste y otros particulares que abraza primer sitio donde se combatió por la tarde,
esta notable comunicación, ñus ocuparemos al quedando dueños de él los liberales, como se
discurrir sobre la batalla de esta noche. lia visto.
TOMA DE LÜCHANA. 393

ra habían perdido; las dos de preferencia de nado, y bajar con los otros dos al teatro de
Vizcaya, asi como la de cazadores del 1.° la batalla, atravesando el Galindo por el
provisional, cumplieron con su deber, como puente de pontones, y elNervion en lanchas.
las fuerzas de la división del general Gómez. Estas, y otras disposiciones que desde su
Todo lo c|ue pongo en el superior conoci- lecho adoptó Espartero, podían únicamente
miento d e V . E. para los unes que tenga á salvar á l a segunda división, diezmada, y
bien.—Lo que tengo el honor de trasladar sin gefes superiores que la guiasen, porque
á V. E. como general en gefe que ha sido el brigadier don Froilan Méndez Vigo, que
del silio de Bilbao, para su inteligencia y reemplazara al barón de Meer que se retiró
noticia.—Dios guarde á V. E. muchos años. herido, recibió tan fuertes contusiones que
Miraballes 2(5 de diciembre de 1 8 3 6 . — no pudo marchar á pie ni montar á caballo.
Exemo. señor.—Mariano N o b o a . — E x c e - Pero la pérdida de los gefes no desalentaba
lentísimo señor conde deCasa-Eguía.» al soldado, como suele suceder. Aquellas
Copia del original. tropas defendían sus posiciones con heroico
denuedo, ante el que se estrellaban como en
Obtenidos los primeros triunfos por los li- fuerte muro los bruscos ataques de las masas
berales, los goles carlistas hicieron inauditos carlistas. Al frente de esta segunda d i v i -
esfuerzos de valor para organizar sus pavo- sión, se habia puesto el coronel don A n -
rosas huestes y proseguir el combate. Avan- tonio Valderranca, comandante de la Guar-
zaba la noche: se hacia horrorosa la con- dia Real de infantería, y dio ejemplo con su
tienda, y Oráa, que habla elaborado y e s - valor, si de ejemplos necesitaban aquellos
tendido el plan de la acción y la dirigiera valientes.
hasta aqui, se retiró á comer á las once y Pero no salvaban tantos esfuerzos del
media d é l a noche, hora en que habia d i s - conflicto en que se hallaba el ejército, por ha-
minuido el fuego y solo se cruzaban a l g u - ber precipitado los sucesos déla batalla has-
nos disparos de guerrillas. Dejó bien asegu- ta el punto de traspasar los límites de! plan.
rado el paso del puente de Luchana y el Si le hubieran observado, las tropas, d e s -
arrecife, y corrió á dar cuenta al general pués del paso de Lucharía, debieron perma-
en gefe del curso de las operaciones y del necer en sus posiciones, difiriendo el c o m -
oslado de la acción. Pero al instante varió bate hasta el amanecer del 2 5 . En esta i n t e -
éste: los denodados esfuerzos de los carlis- ligencia habia mandado Espartero que los
tas, que trataban de g a n a r l o perdido, reno- cuerpos de la primera división se alojaran en
varon los horrores de tan cruenta lucha, y un pueblo inmediato á su residencia, espe-
el espacio se llenó del estruendo de la rando en él nuevas órdenes; pero al saber
pelea. los nuevos é inesperados sucesos, la crítica
Espartero, acometido fuertemente con su posición del ejército, y el ardor con que se
dolencia, permaneció en tanto en su cuartel renovó la pelea, fué cuando envió, como vi-
general establecido en el Desierto en el c a - mos, á Cevallos Escalera, con las tropas que
serío de Jado. Postrado en un miserable le acompañaban y le precedían.
jergón que le servia de lecho, luchaba con Oráa previendo el peligro que amagaba
los agudos dolores de su enfermedad, y con al ejército, siguió tomando las medidas opor-
la desesperación que debia causarle oír el tunas para mejorar su situación tan crítica;
ruido de una batalla en la que se estaba j u - pero la batalla se recrudecía á cada instante,
gando la suerte del ejército y la suya, y en y enmedio de aquel continuado fuego que
que se arriesgaban tantas vidas y tantos in- iluminaba el c a m p o , se menudeaban las
tereses, tari caro lodo para la patria. Aun en cargas á la bayoneta, mas mortíferas cuanto
tal estado, atendió cuanto pudo á sus d e - mas repetidas, porque se mezclaban ambos
beres, y ordenó al general Cevallos E s - combatientes y se veian por esto revueltos y
calera, envíase veloz al punto del c o m b a - hacinados los cadáveres de unos y otros.
te la primera brigada de su división, y él s i - Aquello era una carnicería espantosa.
guiese con la otra hasta llegar al mismo s i - La primera división verificaba en tanto
lio, comisionando al propio liempo á un ayu- el movimiento prescrito por Espartero, y
dante de campo, para que reuniese lanchas, marchaba por entre los montones de nieve
las hiciese pasar al Desierto, y marchase en que cubrían tal vez las fauces de un abismo,
seguida en busca de la brigada de Mayol á el paso de los desfiladeros ó la cabeza de las
la que habia de dar la orden de dejar solo rocas. Su llegada á la línea de ataque, iba á
un batallón en las posiciones que habia o c u - aumentar los horrores de éste y á no mejorar
TOMO m . 50
394 HISTORIA DE LA GUERRA CIVIL.

quizá la siluacion del ejército liberal, Oráa fu é para los liberales como para el israelita
pensó un momento en que todo podia p e r - el de las trompetas que sonaron ante los
derse, y voló al caserío de Jado, siguiéndo- muros de Jericó. Unas y otra destruyeron
le á poco el coronel Toledo, á decir al gene- el obstáculo que parecia invencible y facili-
ral en gefe lo empeñada que estaba la bata- taron la derrota de los enemigos.
lla en el monte de San Pablo y en el de Ca- Los cazadores de Estremauura.efectua-
bras. Le. esponen la situación del ejército, ron entonces un movimiento de ataque pro-
la resistencia de los carlistas, y los azares de gresivo y rápido, y aumentaron el desorden
una batalla tan tercamente empeñada, y asal- en las filas carlistas; y Espartero queriendo
tando sin duda al pensamiento de Espartero aprovechar esta oportunidad, y apreciando
las consecuencias de una derrota probable, el valor del tiempo, se puso al instante á la
domina la mente los dolores físicos, se lanza cabeza de una columna para guiarla al com-
de la cama, monta á caballo y á la cabeza bate: al marchar les dijo:
de la brigada Minuisir, corre al campo de «Compañeros: la noche de este dia está
batalla á las doce y media de la noche. destinada para cubrirnos de gloria y para dar
Marcha al arrecife'}' al puente de L u - á conoce á losenemigos y al mundo entero que
chana, sube al monte de San Pablo, y los somos dignos de empuñar estas armas qne la
valientes de la segunda división que estaban nación nos ha confiado. Habéis sufrido con
agotando hacia ocho horas su sangre y su la constancia mas laudable las privaciones y
denuedo, y (pie tenian los pies casi pegados trabajos que ofrecen dos meses de c a m p a -
al suelo por la acción viva y penetrante del mento en medio de la estación mas cruda
frió, olvidaron sus padecimientos, saludaron del año. La reina y la patria necesitan que
con entusiasmo la llegada del general en ge- esta noche hagamos el último esfuerzo. Los
fe, y se creyeron con mas bríos, porque t e - soldados valientes como vosotros no necesi-
nian mas confianza. Su gefe estaba con ellos tan mas que un solo cariucho: ese solo se
y compartía sus penalidades. disparará en caso necesario, y con las puntas
Pero no iba Espartero á alentarlos; era de vuestras bayonetas, tan acostumbradas á
demasiado lo que habían hecho; debían e c o - vencer, daremos fin á tan grandiosa empre-
nomizarse sus esfuerzos y su sangre, y dis- sa; batiremos á los enemigos de nuestra ido-
puso que la primera división que se o r g a n i - latrada reina, los arrollaremos, y tanto vos-
zaba en masa bajo los fuegos carlistas, y las otros como yo, que soy el primer soldado, el
tropas de Minuisir les relevase. Se trataba de primero delante de vosotros, los veremos ó
organizar el ataque con gente de refresco y morir ó abandonar el campo llenos de opro-
emprenderle con nuevos Lirios. Mas un suce- bio y de ignominia, corriendo precipitada-
so inesperado, lo trastornó todo de una m a - mente á ocultarla en sus encumbradas g u a -
nera favorable para la causa liberal. Parecía ridas. Marchemos, pues, al combate: m a r -
que la ayudaba la Providencia, ese poder chemos á concluir la obra, á recoger la c o -
que presentó á Santiago en Clavijo y al pas- rona de laurel que nos está preparada, y
tor en las Navas: aqui fué un corneta. marchemos, en fin á salvar y abrazar á nues-
tros hermanos, los valientes que con tanto
Al llegar los cuerpos de la primera divi-
denuedo han imitado nuestro ejemplo, d e -
sión donde estaba la columna que sostenía
fendiendo la causa nacional dentro de los
los batallones de la segunda, mandó el g e -
muros de la inmortal Bilbao.»
neral en gefe que se procediese en aquel
momento al relevo de los puestos avanzados, No necesitaban tanto aquellos soldados,
y en el instante de verificarse esta operación y aun es fama que les añadió otra alocución
hubo de mandar Oráa al corneta el toque de mas lacónica, pero mas espresiva,significán-
alto ú otro cualquiera, y tocó el de ataque, y doles lo que habían de hacer en las c a -
al oírlo los carlistas, abatidos sin duda por los zoletas.
rigores de aquella cruenta lucha, y asombra- Espartero marcha con resolución por la
dos de, tal audacia en los liberales, porque derecha, mientras Oráa, al frente del s e g u n -
era temeridad inaudita aquel ataque des- do batallón del Infante lo hacia por la i z -
pués de tanto luchar, empezaron á a b a n d o - quierda. Eran ya mas de las tres de la m a -
nar las zanjas y parapetos, retirándose con
celeridad (1). El sonido de aquella corneta cundo á atravesarle con la espada, pero al oír
victorear á la reina y á la libertad dosde las
eminencias, se detuvo asombrado dando a p e -
(1) Cuando Oráa supo la equivocación ó nas crédito á lo que oia, ya que la noche no
'ntento del corneta, parece ser que corrió ira- le permitía verlo con claridad.
TOMA DE LUCHANA. 395

ñaña cuando se emprendia tan atrevida ope- retirándose los carlistas por los puentes que
ración, á la que no hicieron frente los c a r - habían establecido en San Mames y Olavea-
listas. ga. A haber podido maniobrar entonces la
Pero presentemos con todos sus p o r m e - caballería, pocos hubieran ganado los p u e n -
nores la toma de Banderas; aquel empinado tes; pero ademas de lo fragoso del terreno,
monte que era el cuartel general de los c a r - estaba obstruido por los heridos y las tropas
listas. No sabia Espartero lo defendido que de la segunda división el camino que media-
pudieran tenerle, pero no dudaba que lo e s - ba entre el campo de batalla y el punte que
tarla fuertemente, porque comprendía su ocupaba la caballería liberal.
importancia. De todas maneras, quería hacer- Los cánticos de victoria saludaron al a l -
se dueño de aquella eminencia,. y para in- ba naciente. El ejército y Bilbao se habían
fundir confianza en el soldado, le manifestó salvado.
lo fácil de conseguirlo, y mandó salir al fren Desde las empinadas crestas en que
te quince hombres y un oficial á quienes dio acamparon las tropas se contemplaba el h o r -
el itinerario y las instrucciones que habían rible espectáculo que presentaba el teatro de
de seguir para llegar al fuerte de Banderas. la batalla. El campo era una alfombra de n i e -
No ignoraba Espartero que les enviaba á la ve; en algunos sitios sobresalían los brazos,
muerte; lo deploraba, pero en la guerra no las piernas ó la cabeza de los que estaban
se considera al soldado como hombre sino enterrados por la n e v a d a ; en otros e s t a -
como cosa. ban encima, y se veia hacinados á unos y
En tanto que marchaban con sigilo aque- otros contendientes. Mezclados entre tanto
llos valientes, Espartero, movia la columna cadáver, se veian multitud de efectos y
con el mayor silencio y á paso sostenido, es- prendas, que con los hospitales militares, los
perando oir el fuego que harían á los diez y parques de artillería y de ingenieros, gran
seis hombres que se acercaban á Banderas, cantidad de municiones, unas veinte y seis
para comprender la resistencia que se haría piezas de todos calibres con sus pertrechos y
en este punto. Al mismo tiempo la opaca y algunos tiros de bueyes, fueron el botín del
claridad de la luna velada por espesísimas vencedor, que hizo ademassobreciento trein-
nubes y la que reflejaba de la nieve que c u - ta prisioneros, inclusos varios gefes.
bría el suelo, le permitia descubrir una gran Los liberales no conquistaron tan p r e c i a -
masa de carlistas que comenzaba amoverse. da victoria sino á costa de mucha sangre, p u -
En Banderas no se oia fuego y la masa e n e - díendo calcularse en mil hombres los que
miga no se movia de frente. Su movimiento quedaron fuera de combate en esta jornada.
parecía ser de flanco, y podría ser de reti- Poco menos vino á ser la pérdida de los car-
rada ó para alguna combinación. De cual- listas (1).
quier modo que fuese vio Espartero llegado En el diario de operaciones del sitio de
el momento oportuno, y le supo aprovechar. Bilbao, redactado por el gefe carlista de in-
El silencio q u e h a b i a impuesto álos soldados genieros, se refieren de este modo las que
le rompió aclamando álsabel II y á la liber- acabamos de reseñar.
tad, y en medio de esta gritería y del fuerte «Los ejércitos han tenido en este día (el
sonar de los tambores y demás instrumentos 24) bastante fuego de guerrillas y de cañón,
bélicos, cargaron los liberales, lucharon c o - pero se ignora la pérdida de una y otra
mo héroes, y antes de despuntar la aurora parte espresándose únicamente en este d i a -
del nuevo dia, los pendones de la reina o n - rio la que se refiere á la línea y trabajos del
deaban en las cumbres que ocuparon hasta sitio de la plaza.
entonces los defensores de don Carlos, que «Se ha distribuido la gente que debe
se precipitaron en dirección de Azua, E r a n - continuar el trabajo marcado en los días a n -
dio y Derio. teriores, ocupándose en aquellos que por la
El fuerte do Banderas y la pieza que le proximidad á la plaza no pueden ejecu-
defendía quedaron en poder de los liberales. tarse de dia.
Espartero dejó allí algunos batallones en «Habiendo comenzado un vivo fuego de
masa, y acompañado de Oráa, el barón de fusilen la línea que forman los dos ejercí—
Carondelel y de sus ayudantes, y seguido de
las compañías de cazadores, llegó hasta el (-I) En todas las operaciones que p r e c e d i e -
caserío de Archanda. En tanto se a p o d e r a - ron á las del 24 de diciembre, se ba supuesto
que los liberales tuvieron de baja unos tres mil
ban algunas tropas del molino de viento y setecientos hombres, y los carlistas unos dos
de lus puntos mas culminantes de la línea, mil trescientos. De parte de estos últimos solo
396 HISTORIA Í!E LA GUERRA CIVIL.

los, se han lomado las disposiciones n e c e s a - ' objeto de pasar por los puentes al otro lado
rías para que los batallones que asedian de de la ría. Parte délos dispersos correspon-
cerca á la plaza, estén con la mayor v i g i - dientes al 2 . ° de Castilla con varios ofi-
lancia y se opongan con lodo vigor á c u a l - ciales del mismo batallón, una partida del
quiera salida que intente la guarnición. 2. ° de Guipúzcoa que se hallaba de s e r v i -
Continuando el fuego de la linea y h a b i e n - cio en aquel punto y una compañía del í . °
do llegado muchos dispersos á la ribera del de Vizcaya traída de San Mames han sido
Deuslo, corriendo la voz de que el enemigo destinadas á sostener la batería del muelle
habia pasado el puente de Luchana y apo- frenle de Luchana, encargando á un oficial
derádoso del canon d e a tres que defendia do ingenieros que situase dicha fuerza cual
mu y de cerca este paso,se han tomado las me- correspondía en el punto marcado; e m p e -
didas mas activas para contener este d e s o r - ro cuando se llegó al sitio, los que p e r t e n e -
den, lo que se ha conseguido en la mayor cían al 2 . ° de Castilla habían desaparecido.
parle quedando tranquilo el campo con la No obstante, este punió quedó asegurado
nolicia de haber sido rechazados los con- con la compañía de Vizcaya, partida de
trarios. Mas á las diez de la noche ha teni- Guipúzcoa y dos compañías de a r a g o -
do aviso el general de ingenieros de h a b e r - neses.
se abandonado la balería del muelle frenle « 2 3 . Desde el momento espresado (1)
al puente de Luchana y relirádose la t r o - no se ha cesado de reunir dispersos y p r o -
pa destinada á defender este punto h a b i e n - curar conducirlos al combate, habiendo sido
do clavado las tres piezas que componían hecho prisionero en Capuchinos el ayudante
la balería, quedando por tanto del todo d e s - del general de ingenieros, cuando con una
cubierta la espalda de la línea del sitio. I n - porción de dispersoscerca de las seis de la
mediatamente el general de ingenieros a u - mañanase dirigía á la posición del Molino
xiliado de su ayudante y oficiales del arma de viento para reforzar la Iropa que hubiese
ha tratado de reunir los dispersos, que de en ellay lomar las órdenes del general.
Banderas, Capuchinos y demás puntos de «ínterin se practicaban todas estas di-
la línea alia bajaban en dispersión con el ligencias se encargaba de media en media

tenemos á la vista los estados de los heridos guíente, no presentándose el de los muertos,
hasta el 8 de diciembre desde el dia en que porque nada tenían que ver con estos los hos-
empezó el sitio de Bilbao, y da el resultado si- pitales.

HERIDOS.

Oficiales. Tropa.
~——-—

Graves. Leves. Graves. Leves. Total.

D e s d e que empezó el sitio hasta q u e se retiró


2 3 -ib 73 123
Desde q u e s o volvió á colocar la artilleríahas-
12 23 141 257 433
En los varios ataques contra la columna e n e -
miga 3 2b 30 110 174

Total.. . . 17 51 222 440 73Ó

De los setecientos treinta heridos que figu- pa y cuatro á seis oficiales, los q u s unidos á
ran en este estado y que entraron en el h o s - los cuatro de estos últimos y treinta y ocho de
pital de sangre de Oiaveaga, fallecieron cuatro ios primeros, consistiría la pérdida efectiva en
oficiales y treinta y ocho soldados en ei primer ocho ó diez oficiales, y eu ciento cincuenta y
hospital , y algunos mas en los hospitales do tres ó ciento cincuenta y ocho soldados.
Munguia, Forna, Orozcoy Vergara, escepto unos Ademas de los heridos que entraban en los
sesenta que quedaron para trasladarlos á los hospitales ds sangre, babia otros que desde el
mismos hospitales cuando hubiese medios para sitio de la acción se iban á sus casas y á las de
ello. algunos parientes ó conocidos.
De los trasladados á los. hospitales calcula- H»(t) En esta descripción s e confunden los
b a el director facultativo don Bartolomé Obra- dias 24 y 25 por ser continuada la operación
dor, que habrían muerto ó podrían morir de que se refiere.
ciento quince á ciento veinte de la clase de tro-
TOMA DE LUCHANA. 397

hora á los gefesde la línea del silio que e s - diciembre de 1 8 3 6 . — Melchor de S i l -


tuviesen con la mayorvigilancia, á q u e c o n - vestre (1).»
teslaban en los términos espresados arriba, En tanto que en el puente de Luchana
añadiendo que los oficiales eslaban de o b - y en los montes de Cabras, Banderas y San
servación y escucha en las avenidas mas Pablo se disputaba la suerte de Bilbao, sus
inmediatas. habitantes, que oian aquel incesante fuego
«Siendo ya de dia, y viendo lo imposi- de cañón y fusilería, estaban en una a n s i e -
ble que era mantener el puesto, dueños los dad indescriptible, aumentándose á medida
enemigos de Banderas, Capuchinos y Mo- que avanzaba la noche y continuaba el pe-
lino de viento, y recelando que corriéndose lear sin ver el resultado, porque seguia c u -
por el muelle, por el puente de Luchana, bierta la línea de sitio y el fuego siempre se
y bajando por los caminos que de Capuchi- oia hacia un mismo punto. Esto era lo que
nos conducen á la ribera, cortasen la c o - mas les acongojaba; porque se decian, y
municación con la orilla izquierda, privan- con razón, si después de tanto pelear no
do á la tropa de r e t i r a d a , ha dispuesto venes Espartero, nuestra perdición es segu-
el general de ingenieros que se abra el p a - ra, y que no vence, lo evidencia el que no
so del puente hasta entonces cerrado á Ja ha traspasado la línea.
tropa para la orilla izquierda y ha tomado La noche se pasó en la mayor agitación
sus medidas para hacer la retirada protegido y desvelo.
de los batallones 4 . ° y 5 . de Vizcaya,
a
Amaneció al fin el 2 5 , cuyo dia espera-
que al mando del brigadier'Goiri, cubren ban lodos con ansia, y distinguieron varios
aquella parte de la línea. A este efecto ha fogonazos de fusilería desde el camino de
conferenciado el general de ingenieros con San Bartolomé á la bajada para Capuchinos;
el referido brigadier Goiri, y atendida la eslo es, hacia Bilbao; y como se distinguie-
orden que traia entonces un trompeta para ra á poco una masa de hombres formada en
que se retirasen estos batallones sobre columna cerrada sobre el fuerte de B a n d e -
Oquendo, se ha dispuesto que dos compa- ras, era de presumir que no podían ser mas
ñías pasen á San Mames para sostener el que tropas liberales. Asi lo creyeron algunos;
puente de barcassituadoásu inmediación, y pero entre los que no, se hallaba por d e s -
proteger los dispersos que iban llegando; gracia la autoridad, que perdió la ocasión
que se reúnan las compañías de preferen- mas propicia de aumentar considerablemen-
cia que habían pasado á la línea alta, y que te la derrota de los carlistas. Todo estaba
retirando los puestos que había sobre Bilbao ya perdido para estos, y mas de un batallón
se formen los batallones y marchen á r e t a - permaneció en San Aguslin hasta las ocho de
guardia de todos los dispersos por el monte la mañana, en cuya hora se marchó sin que
de San Roque á Arrigorriaga, pues que los nadie le molestara, cuando nada mas fácil
caminos directos á Oquendo, según los que haberle hecho á todo él prisionero. Por
prácticos estaban intransitables. Arbolancha á coger las posiciones del monle
«Los batallones 1.° y 3 . ° que cubrían Abril ó Santa María, hubiese otra salida
la parte de la línea de San Agustín y U r r i - oportuna cortado á la mayor parte de los
barri, han emprendido su retirada hacia B e - batallones carlistas que se vieron desfilar por
gofia, único punto por donde podían ve- aquel punto, en dirección de Galdácano. Y
rificarlo. tan grande, refieren que fué el aturdimiento
y sorpresa de algunos, que hasta la partida
«La guarnición de Bilbao ha observado
de lanceros que se veía formada sobre la
tranquila los movimientos de la línea i n m e -
heredad de la casa de Zamarripa, la lomaron
diata á sus fuertes, sin atreverse á hacer
por carlista. Era Lemerik, que con unos po-
salida alguna; por tanto esta parle del ejér-
cos caballos hizo él solo unos sesenta p r i -
cito no ha tenido pérdida en esle dia.
sioneros.
«El general de ingenieros ha dado en
Arrigorriaga la orden á las compañías de A la gloria que conquistaron en el sitio
zapadores del ejército y,reserva de Vizcaya, los bilbaínos, les falló añadir la de haber
como también á los demás oficiales y e m - contribuido á aumentar la de la batalla de
pleados del arma para que se reúnan en la tarde y noche del 2 4 , ya haciendo d u -
Galdácano, donde recibirán las órdenes rante ella una salida, ya efectuándola al
convenientes respecto á haber cesado la c o - amanecer del 2 5 .
misión especial del sitio de Bilbao en que
habían sido empleados.—Galdácano 26 de (•I) Copíalo del original inédito.
398 HISTORIA DE LA GUERRA CIVIL.

«Los rebeldes, poniendoenusotodos sus


medios y cuantos recursos les proporcionaba
ENTRADA DE ESPARTERO EN BILBAO. el pais de su dominación, deben haber que-
dado atónitos de vuestra resistencia. Ellos
han probado vuestro esfuerzo: la inutilidad
LXX. de los suyos, y convencidos de que cada
pecho de los defensores de Bilbao era un
fuerte muro-impenetrable á su osadía, ¿qué
Espartero, después de revistar el campo arbitrio, qué proyecto le restaba poner en
de batalla, corrió á Bilbao. acción? reduciros por el hambre á una c a -
Era el domingo 25 de diciembre, y la pitulación que creyeron alcanzar, oponiendo
festividad del Orbe cristiano parecia asociar- al ejército obstáculos á su vez invencibles
se á la de los heroicos habitantes de la v i - para que os diese el merecido socorro.
lla, que vieron su salvación. Las calles e s - «Pero el ejército, imitador de vuestras
taban cubiertas de nieve como los campos, virtudes, despreciando los peligros, hacién-
que se presentaban alfombrados de armiño, dose superior á todo, juró en vista de mi
como mas vistosa gala. Las campanas, esas orden general del 16, morir antes, s u c u m -
lenguas de metal que asi escitan el s e n t i - bir primero que renunciar á la obtenida
miento con su acompasado tañer como el gloria de salvaros y de estrechar en sus
júbilo con su vocinglero repique, comenza- brazos á la guarnición y al pueblo, digna y
ron á las nueve d é l a mañana á alborotar la merecedor por tantos títulos de los mayores
villa, anunciando la entrada de su s a l - sacrificios.
vador. «Sin embargo, su deseo y el mío no ha-
Este atravesaba á pie por la batería de bría podido verse satisfecho, sin la coopera-
la Muerte el paseo del Arenal, donde halló ción de los subditos de S. M. B. y de su
formada la milicia nacional. A la vista de celoso representante en este ejército, el b e -
las balerías medio destrozadas, de las casas nemérito coronel Wilde. Jus'.o es les t r i b u -
de la Cendeja ó las Cujas, destruidas por los temos el cordial homenage de gratitud y de
proyectiles enemigos, debió conmoverse y reconocimiento. Su voluntad decidida, sus
comprender la heroicidad de aquel pueblo: importantes auxilios, su trabajo material,
asi que al reparar en su milicia, se avalanzó sus acertadas y oportunas indicaciones, han
á ella, abrazó uno por uno á sus gefes, y influido de tal modo, que mi corazón se
pronunció con acento conmovido algunas goza en ofrecerles este pequeño, pero públi-
palabras, tributando á todos las gracias en co testimonio de agradecimiento, mientras
nombre de la-patria, por su denuedo, cons- que el gobierno de S. M. recompensa tan
tancia y valor, y mostrándose émulo, e n v i - señalados servicios.
dioso de la justa y merecida gloria que «A la vez, aguerridos defensores de Bil-
habian adquirido. bao, fieles habitantes y celosas autoridades
Deteniéndose después ante las a r r u i n a - de tan heroico pueblo, haré patentes los
das tapias de Bilbao, testigos elocuentes de vuestros con el mismo fin, y entretanto,
su gloria, monumentos de su grandeza, les recibid las gracias que con toda la efusión
saludó también Luego dirigió las siguientes de su corazón os da el general—Espartero.»
alocuciones:
La otra descriptiva es ésta.
El general en (¡efe del ejército del Norte á
la guarnición, milicia nacional y fieles «Soldados: cuanto pudiera decir en
habitantes de Bilbao. vuestro elogio lo dirá el mundo entero cuan-
do se divulgue la batalla que habéis g a n a -
«La heroica defensa de Bilbao formará do, las líneas que habéis vencido y el p u e -
época en los fastos de esta sangrienta lucha. blo que habéis libertado.
Las bizarras tropas de su guarnición, la «Mi corazón, enagenadode placer vien-
belicosa milicia nacional, los habitantes de do cumplidas mis esperanzas, fijas solo en
esta segunda Zaragoza, fieles á la mas justa el valor que os ha hecho inmortales, no
de las causas, vivirán eternamente en la permite desenvolver las ideas, ni encontrar
memoria de España libre, y las naciones palabras suficientes para describir el i n a u -
admirarán tanto valor, constancia y sufri- i dito triunfo que mi gratitud de-ea bosquejar.
miento. I «El memorable día 24 amaneció t e m -
ENTRADA DE ESPARNERO EN BILBAO. 390

pesluoso. El silbo del huracán, la copiosa cordillera de Banderas, apoderándose de la


nieve, el interpolado granizo, en vez de balería que habia causado laníos estragos,
amilanaros, aumentó vuestro ardimiento y y de las sucesivas posiciones hasta entrar
el ansia de volar por el laurel que ya os en Bilbao. Despreciemos algún cobarde
corona. En el campamento oí vuestras con- entre lanío héroe que no supo imitaros, y
versaciones, vuestro deseo de hacer la cuyo castigo me reservo, por exigirle la
Noche-Buena en la plaza de Bilbao. Con justicia.
soldados poseidos de tal espíritu, ¿qué e m - «Soldados: el orgullo de treinta batallo-
presa podia dudar acometer el general que nes ha sido hollado y abatido por vuestra
habia prometido conduciros á la victoria? bravura. Muchos prisioneros; veinle y cinco
Era preciso esperar la marea para que la piezas de artillería, la mayor parte de g r u e -
espedicion flotante salvase por la ria el so calibre; sus cuantiosas municiones, i n -
[mente cortado de Luchana. Llegó la hora menso parque, brigadas, almacenes, hospi-
de las cuatro de la larde; las compañías de tales, en fin, lodo fué presa de vuestro valor.
cazadores, mandadas por el bizarro coman- La heroica Bilbao, su guarnición belicosa y
dante Uribarrena, ejecutaron su embarque, sufrida, no creyó que los libertadores eran
las trincaduras de nuestra marina protegían los que al amanecer del 25 coronaban el a l -
el convoy, y las balerías inglesas y españo- to de Banderas y arrojaban de Olaveaga á
las, con las" fuerzas colocadas de antemano las hordas liberticidas.
en la torre de Luchana, favorecían el d e s - «Al dirigiros mi voz en Porlugalete, pro-
embarco. metí conduciros á la victoria; vosotros ofre-
«En aquel momento una nube de copio- cisteis prodigar vuestra sangre. He cumplido
sa nieve y densa niebla no permitía distin- y llenasteis la promesa. Resta dar las recom-
guir los objetos. Sin embargo, las tropas, pensas á los que han tenido mas ocasión de
entusiasmadas con el eco del cañón, con distinguirse, y estos premios los veréis en la
los toques de cornetas, hacían percibirse orden general de mañana.
con sus no interrumpidas aclamaciones de «Compañeros: grandes, de suma t r a s -
vivas A la reina y á la libertad. Sallar en cendencia son las ventajas conseguidas;
tierra, tomar la balería del camino, arrollar recibid mi gratitud, y preparaos á sacar t o -
al enemigo, trepar el monte de Cabras y do el fruto de la memorable batalla que h a -
lomar también su balería, fué obra de un béis conseguido después de lanía acción
cuarto de hora. Pero eslas compañías era marcial y de cuarenta dias de operacio-
fuerza insignificante para romper las fuertes nes penosas. Preparaos para los nuevos triun-
lineas enemigas. El puente de Luchana de- fos que os aguardan. Envanecido de c o n d u -
bía establecerse para facilitar el paso de las ciros á ellos, sabrá tributar el premio que
tropas. Los materiales dispuestos permitieron honra á los valientes, vuestro general—
á la actividad de nuestros ingenieros h a - Espartero.»
cerlo rápidamente con solidez; mas el e n e -
migo acudió á disputar las formidables a l - Razón tenia este para producirse con tal
turas. Lloremos, soldados, la pérdida de entusiasmo; la victoria que acababa de obte-
tanto valiente de la bizarra segunda d i v i - ner era grande, y el ejército se habia cu-
sión, que cumplió la promesa de morir a n - bierto de inmarcesible gloria. Y en efecto,
tes que retroceder. con tales soldados, como se dijo después,
«Era preciso reforzarla. El momento todo era posible.
después de tantas horas de mortífero fuego Espartero, el ejército, los bilbaínos, t o -
llegó á ser bien crítico: la presencia de dos estaban entusiasmados; era mucho lo
vuestro general en gefe debia ser necesaria. que habian sufrido, para que d e j a r a n , no
Yo volé al sitio del encarnizado combate, y de alegrarse, de enloquecer, por la manera
á la cabeza de los batallones de la brigada con que terminaron sus privaciones y pade-
del valiente coronel Mínuisir, dirigí la c a r - cimientos, por la claridad que ya a l u m b r a -
ga que habia de decidir la victoria. Ella me ba el sombrío horizonte que habian tenido á
fué presagiada desde que os hablé, y fui la vista, por el nuevo porvenir 'que dilataba
correspondido por vosotros con entusiasmo su corazón.
y prolongados vivas á la reina y á la l i b e r - El vecindario de Bilbao secundó a d m i -
tad. Encomiemos el mérito de osla columna, rablemente á sus defensores: á los que sim-
que sin disparar un tiro arrolló á la b a y o - patizaban con don Carlos se llevó á trabajar
neta las fuerzas rebeldes de la culminante en las baterías, pero eran pocos. El resto
400 HISTORIA DE LA GUERRA CIVIL.

proporcionó cuanto tenia al ayuntamiento, sonrisa, hijas sin duda del verdadero va-
que recibió en gran cantidad la mayor p a r - lor, entró en el café haciendo le sirvie-
te de los artículos necesarios (1). ran una copa de vino, y al bebería p r o -
Y lodos hacían falta, porque lodo llegó nunció e^las memorables palabras: Beba-
á escasear en aquel prolongado sitio en el i mos, pues; esta es la copa de agonía. En
que se dispararon seis mil quinienlosochen- | seguida sacó la e s p a d a , y blandiendola
ta proyectiles huecos, diez mil trescientas • esclamó: Ahora caminemos á la muerte;
setenta y ocho balas rasas, y se hicieron s e - á defender el puesto que la patria confia á
tecientos quince disparos de metralla (2). nuestra decisión: viva ISABEL I I , viva la li-
En la guarnición y milicia nacional de bertad.... y corrió al combale. Uno apagó
la plaza, se esperimentaron pérdidas sensi- una bomba haciendo aguas sobreella, y hom-
bles; doscientos cuarenla muertos, ochocien- bres, mugeres, ancianos y niños, se distin-
tos óchenla y siete,heridos y contusos, y no- guieron en rasgos'de valor, porque ocasión
venta y nueve prisioneros (3), sin contar tenían lodos en aquel terrible sitio.
los de los fuertes. También merecen alabanza los subditos
Los dallos sufridos en las propiedades, ingleses que dentro y fuera de la villa c o n -
se evaluaron próximamente en veinte y seis tribuyeron á su salvación, cabiendo á a l g u -
millones. nos la mayor parte de la gloria en algunos
En conclusión, tantas pérdidas y d e s - hechos. Como una muestra de gratitud con-
gracias no fueron bastantes, como vimos, á signaremos sus nombres ó los que nos son
doblegar la heroica altivez délos bilbaínos, mas conocidos, asi como lo hemos hecho de
que se esccdicron en rasgos.de valor. algunos que derramaban su sangre en las
En una de aquellas ocasiones en que el filas carlistas ( 1 ) .
comandante de la milicia, Arana, se e n c a -
minaba á la linea, vio correr gentes que pro- ENTUSIASMO POU LA SALVACIÓN OE BILBAO.
nunciaban la fatal voz de que los enemigos
habian penetrado en San Agustín, y sin ase-
LXXI.,
gurarse de si podria ser ó no cierta la n o -
ticia, con aquella calma y penetrante
La noticia de la salvación de Bilbao
causó en todos los liberales un júbilo ines-
( 4 ) " 300,000 Clavos de diferentes pulgadas.
160,000 Sacos de tierra.
plicable, anunciándose en Madrid el 1.° del
¿0,000 Tablones de pino de Francia. año en una gaceta eslraordinaria, que t r a s -
'16,000 Cestas ó espuertas. cribía un parle mal redactado, pálido, y en
5,500 Barricas y pipas vacias. el que en medio de su laconismo sobraban
3,200 Tablones de pino de Holanda y
Suecia.
3,000 Quintales carbón de piedra. (4) Lord John Hay, comodoro de las fuer-
500 Id. id. de madera. zas de S. M. B.
1,500 Id. fierro dulce. Mayor Colguhoun.
400 Id. flejes de fierro, Coronel Wylde de artillería.
420 Id. plomo para balas. Mrs. W. J. Lapidge comandante del Ring-
50 Id. filástiea. dove.
400 Sacas de lana. » J. P. Le Hardy, id. del Sarraceno.
400 Cueros al pelo. » E. L Harvey, teniente del Ringdove.
2 , 0 0 0 Hachas, p i c a s , palas, m a r t i - » H. N . Ellocombe, id. del Sarraceno.
llos, etc. » Samuel Stocks.
300 Sacospara cartuchos de cañón. » C. Hoblyn.
2,500 Tejas. > R. Rundle.
30 Perchas de pino. » I. Angelley.
200 Escobas. » » Vihers hermano del embajador
300 Baldes y barriles. de S. M. B. en Madrid. .
600 Cuartones y viguetas. » i) O'niel Ferguson.
500 Tornillos. » R. Stamlyz, cuartel m a e s t r e , g r a v e -
400 Colchones para hospitales. m e n t e herido.
120 Mantas. » Heyvvood, id. id.
800 Sábanas para hospitales. » J. Clark, cónsul de S. M. B . , en Bil-
76 Marmitas. bao, testigo de los tres sitios.
400 Sacos de tachuelas. » J. B a r r o w , comerciante.
Y recibió ademas otra porción de objetos. » Mr. T. White, de la casa del mismo
(50 Véase el estado núm. 39. Barrow.
(3) Véase documento núm. 40. * J. Bacon. . • .
E N T U S I A S M O POR LA S A L V À C I O ^ D E BILBAO. 401

palabras y faltaba descripción, ya- que la triunfo, y dejase ver el pendón radiante de
cuestión no fuera de ideas. Y pocas victo- la libertad, que se elevaba hondeando en los
rias se prestaban mejor á la g r a n d i l o c u e n - campos de Bilbao, y sirviéndole de trono los
cia como la que se anunciaba, y cual lo cadáveres de sus enemigos.
demostró don Joaquín María López en su «Este hecho de armas, señores, escede
magnífico discurso. El pintó con todo su á toda exageración: su mérito escede t a m -
verdadero colorido la grandiosa lucha del bién á loda recompensa. El gobierno las
24 de diciembre. . j concederá con munificencia; pero el mayor
En Madrid y en casi todas las pobla- premio para estos guerreros será siempre la
ciones se celebró esta victoria con l u m i n a - dulce satisfacción de haber salvado á sus
rias, músicas, bailes y espectáculos, siendo hermanos, de haber fijado la suerte de su
tal el gozo de algunas gentes que poblaban patria: esa aureola de gloria inmarcc-ible
!

un teatro de esta corle, que al leerse desde que orlará su frente y les acompañará hasla
el escenario la gacela estraordinaria, p r o - el sepulcro, sobre cuya lápida reposaiá para
rumpieron en aclamaciones, y se lanzaron á siempre la inmortalidad. Los españoles t r i -
la calle, considerando estrecho aquel recin- j butarán el homenage de su gratitud y de
to para las grandes emociones que e s p e r i - su admiración á los soldados de este ejérci-
mentaban. to y á los heroicos bilbaínos, y donde quiera
En el Congreso se antepuso este asunto que los vean los señalarán con respeto y con
á todos los demás que le ocupaban, y de tal entusiasmo, diciendo: aquí va un valiente.
manera se escitó el entusiasmo de los d i p u - «Este triunfo, señores, acaso no es mas
tados, que antes de saberse los pormenores que el preludio de otros que nos'aguardan.
del suceso, se declaró que «los defensores El gobierno no se dormirá en la vicloria.
de Bilbao, y el general y las tropas espa- Reunirá todos sus esfuerzos, todos sus r e -
ñolas é inglesas que habían hecho levantar cursos; penetrará con ellos en el corazón de
el sitio de aquella plaza, habían merecido la facción, procurará ocupar la corle del
bien de la patria.» Pretendiente y levantar en ella un trofeo
Leído el parte, y ocupándose de él las insigne á la justicia nacional y á la libertad
Corles, López, ministro de la Gobernación, de la patria, con una inscripción, que p a r e -
dijo con su fácil y arrebatadora elocuencia: cida á la que estampó el gobierno de una
«Las Cortes acaban de oir la relación nación vecina en una de sus ciudades, diga:
de lodo lo ocurrido; en ella lodo es admi- este pueblo fué el foco de la guerra que se
rable, todo es elevado, lodo es heroico. hizo á la libertad, y este pueblo ya no
«Con tales gefes y soldados, señores, existe.»
nada es imposible, nada dificil, se hace Aunque no. tan poético, no dejó de ser
cuanto se quiere, se manda al destino y se notable el discurso de don Francisco Lujan,
escala hasta el cielo, realizando la fábula de del que reproducimos estos dos párrafos.
los lilanes. Nuestro ejército no ha peleado «La tierra sea ligera á lodos los militares
solo con otro enemigo tenazmente empeña- que han perecido en aquellos lugares; dia
do en la operación y posesionado de posi- llegará en que la palria los premie; dia lie- -
ciones formidables en que el valor y la d e - gara en que sus descendienles bendigan
sesperación habían reunido todos sus r e - esta sangre que les dio la libertad y bienes-
cursos, no: ha peleado con la naturaleza, lar, y en que lodos podamos decir, que si
con el furor desencadenado de los elemen- gemimos trescientos años en el despotismo,
tos, y hasla de los elementos ha sabido hemos tenido corage y valor para romper
triunfar. Agolado por la tempestad, a b r u - las cadenas y decir: ya somos libres.
mado por la lluvia, por la nieve y por el «El sitio de Bilbao hará época en el co-
granizo, en medio de la noche mas e s p a n - razón de los españoles, pues al mismo tien;
tosa, se ha hecho superior á todos los o b s - po que tropas que se llaman d e s c e n d i e r o n
táculos, y no ha necesitado decir como de los vencedores de Marengo y Aust'
aquel célebre capitán de la antigüedad en esos soldados invencibles en Moscow j";Oli'osiy
el sitio de una ciudad acaso no mas famosa puntos importantes, al mismo l i e m » - " * s / , v

que Bilbao: Gran Dios, vuélvenos la luz y fueron vencidos en Conslanlina por lo!
pelea contra nosotros; no, nuestros s o l d a - mentos, los soldados españoles los v e í
dos saben vencer asi en la luz como en ron y triunfaron de sus enemigos; pero
medio de las tinieblas, y no necesitaban ¿cómo habia de ser otra cosa, si por las v e -
entonces la claridad para que iluminara su nas de los españoles corre la sangre de los
TOMO III. 51
402 HISTORIA BE LA GUERRA CIVIL.

Corteses, de los l'izarros y de los que gana-


ron los Andes, el Gaorellano, de los que
ganaron la victoria de San Quintín y de OBSERVACIONES SOBRE EL LEVANTAMIENTO
Pavía, y de los que han hecho hondear el DHL SITIO DE BILBAO.
pabellón de Castilla en las puertas del
Oriente? Señores, no podia ser otra cosa.»
El gobierno, intérprete en esta ocasión LXXII.
de la opinión pública liberal, aconsejó á la
reina el premio que merecían los defensores
y salvadores de Bilbao, y al decretarlo (1) La salvación de Bilbao terminó la c a m -
clió á la villa el título de invicta, á la m u - paña de este año, é inauguró dignamente el
nicipalidad el tratamiento de excelencia, mando en gefe del general Espartero.
concedió cruces é hizo á Espartero conde Mucho, en efecto, se había conseguido
de Luchana y vizconde de Banderas. si se atiende á la situación del ejército del
La milicia de Madrid unió sus aplausos Norte tres meses antes. Restablecido el gefe
á los de todos los liberales, y felicitó á sus de su enfermedad, se encuentra á aquel en
compañeros de la invicta villa, quienes una desmoralización corrosiva, y casi en el
contestaron con patriótica gratitud por m e - mismo desorden en que se hallaba el pais.
dio del dignísimo inspector del arma, el Marcha á Vitoria, y se le avisa que toda la
general La Hera. oficialidad de la Guardia había pedido sus
Otras corporaciones, ciudades y villas licencias absolutas. Les reúne, les manifiesta
de España y del estrangero, felicitaron su sentimiento porque no se las hubiesen
también á los bilbaínos, y en todas parles se dado, y les dice que no quería oficiales c o -
abrieron suscriciones para socorrer á las bardes, porque no seria otra cosa el que á
viudas, huérfanos y heridos. la vista del mayor peligro, cuando se iban
También se asociaron las Corles al e n - á emprender las mas arriesgadas operacio-
tusiasmo que en todos produjo un hecho nes, daba la espalda al enemigo. Esto hirió
que cuanto mas se conocía mas asombraba, el amor propio de aquellos militares, y como
escribiendo á Bilbao, á Espartero, á lord solo eran motivos políticos lo que les impul-
John Hay, las cartas que damos en él apén- saba á retirarse, no el temor, que le conocen
dice de "documentos (2). En fin, por algún poco los españoles, cedieron de su p r e t e n -
tiempo no se habló de otra cosa que de B i l - sión, y suplicaron al gefe que no pidiera las
bao, que cscitó el numen de los poetas y el licencias que habían antes solicitado.
genio de los músicos. Y entre todos los Vencida esta dificultad, aun quedaban
cantos ép'cos, himnos y canciones ninguna otras. Desde la revolución de la Granja, la
mas popular que la que comenzaba con estos deserción de los soldados era espantosa; las
versos: filas carlistas engrosaban con ellos d i a r i a -
mente; en vano Oráa, en el corlo tiempo de
En el dia y la noche mas cruda su mondo buscaba recursos por todas parles
que se ha visto en el siglo presente, para pagar á la tropa y contenerla; si satis-
nuestro ejército bravo y valiente facía la necesidad de un d i a , dejaba en
en la lid-demostró su valor. descubierto la del siguiente. A lodos pedia,
y en una ocasión, casi con lágrimas en los
Con la nieve, granizo y ventisca ojos, se presentó al ayunlamienlo de Vitoria,
y las balas que á un tiempo silvaban, manifestándole que se marcharía todo el
los sufridos guerreros luchaban ejército á la facción sino le daban dinero
con bravura y patriótico ardor. para pagarle. Y aquella municipalidad abru-
mada con lautas atenciones, con los enemi-
gos á las puertas, á p e s a r de abrigar dentro
cono.
un ejército, tuvo que empeñarse para s a -
tisfacer aquella apremiante necesidad que lo
Imitad, españoles valientes, era de todos los dias. Esta misma necesidad
el tesón de Espartero en la lid, existia con Espartero, que al llegar á la
y el valor del ejército libre, capital de Álava, la Intendencia militar so-
guerra, guerra, vencer ó morir.
lo lenia en caja dos mil y pico de reales.
¿Cómo podia inaugurar dignamente su man-
(11 Véase documento núm. 41. do el nuevo gefe? Clama al gobierno, le
(2) Véase núm. 42.
OBSERVACIONES SOBRE EL LEVANTAMIENTO, ETC. 403

pinta la deplorables situación del ejército, No es por hacer un cargo á los que opi-
insiste lodos los dias con repelidas comuni- naban por la negativa de salvar á Bilbao:
caciones, y esperando uno y otro, y otros, eran valientes y conocemos la buena inten-
sabe el sitio de Bilbao, se demanda su ayu- ción de ellos; pero habia otros, y no teme-
d a , y no puede mover al soldado porque mos el decirlo, que casi deseaban la pérdida
está descalzo y d e s n u d o , no puede e n t u - de la invicta villa, porque anhelaban un pre-
siasmarle porque está hambriento, no p u e - lesto para la cooperación cstrangera, e s p e -
de mandar porque le falta el prestigio del cialmente la francesa, con cuyo rey tenian
que estando llamado á satisfacer las necesi- planes que iremos conociendo. Oráa, fué uno
dades de un ejército no las satisface. de los que se opusieron á la insistencia de
Entonces escribe Espartero á su muger salvar á Bilbao; pero no por otro motivo que
diciéndole: «Empeña tu palabra, la mia, el de creer que se arriesgaba al ejército en
la de los amigos, hasia el piano, y enviame una empresa que, si no imposible, la consi-
en oro el dinero que puedas reunir.» Mil deraba sobrado difícil, y preveia Jas fatales
onzas de aquel metal le llevo al instante el consecuencias que atraería al país y á la cau-
correo portador, de la carta, atravesando sa liberal, la pérdida de aquel su sosten en
solo un pais en el que no fallaban enemigos. el teatro de la guerra. Mas si antes d e ! 2 í de
Esta cantidad pudo satisfacer las n e c e -
sidades del momento, dar subordinación á de real orden lo verifico, copia del plan d e
la tropa y prestigio a l a autoridad. campaña que la mencionada junta propone,
Libertar á Bilbao era la necesidad apre- quedando, como en uno de los artículos se
miante y á conseguirlo fué Espartero. La espresa, al juicio y conocí:" i en tos de V. E. s u s -
pender, alterar ó sustítuii , quello que cien con-
empresa no era fácil, estaba preñada de in- teniente con presencia de las circunstancias
mensas dificultades, y cuando se fueron que con tanla frecuencia varian en la guerra,
esperimentando, la mayor parte'de los g e - y mayormente cuando es del género "que la
nerales que acompañaban al gefe opinaron que actualmente sostenemos. La tercera divi-
por abandonarla; pero firme Espartero en sión de ese ejército puesta en comunicación
con V. E., según aviso oficial del 1 8 d e l c o r -
su propósito, y con esa tenaz constancia iente desde Oña, obrará según V, E. le h a y a
que tanto le ha distinguido siempre, y que prevenido. La de vanguardia y la mandada
conduce al hombre al objeto que se propo- ior el general Ribero se dirigen á marchas
n e , cuando es d i g n o , se propuso salvar á 'orzadas sobre Villarcayo,Balmaseda y puntos
que indican las adjuntas instrucciones. Su
B i l b a o , y adelante, dijo.
fuerza componen ocho mil infantes y cuatro-
Esta resolución era lógica, era c o n v e - cientos caballos próximamente, pues las bajas
niente, era necesaria. O Bilbao ó la muerte; naturales no permiten decir á V. E . desde e s -
no habia otra alternativa; ya lo liemos m a - te punto su número fijo y e x a c t o . Al dirigir a l
general que las manda, don Felipe Ribero, las
nifestado esponiendo las razones en que con- órdenes para los mencionados movimientos le
sideramos justificada nuestra opinión. Asi lo prevengo que se ciña á ellos ínterin Y. 15. no
comprendía también el gobierno (sin em ¡e prevenga otra cosa, en cuyo caso deberá
bargo de que no era en Madrid donde m e - observar estrictamente lnsórdenes de V. E. El
jor se conocía la g u e r r a ) , y asi lo participó cuerpo auxiliar portugués, que manda el v i z -
conde Das Antas ocupa á Patencia y con esta
á Espartero en diferentes ocasiones (1). fecha se le dice lo conveniente para que mar-
c h a n d o ! Medina de Pomar se ponga de acuer-
(1) En una de ellas aunque ya tarde le dijo do con V. E. Las desagradables ocurrencias
lo siguiente por la secretaría de la Guerra: que tuvieron lugar el 24 de noviembre último
«S. M. la reina Gobernadora se ha entera entre el general Alaix y brigadier Narvaez han
do de la comunicación, de V. E. lecha 16 del hecho nacer cierta pugna entre lasdivisiones de
actual en Porttigalete, y apoyando las dis- vanguardia y tercera, que hacemuy espue.slo
posiciones de V. 15., me ordena, le manifiesta su reunión, y porlo tanto, V. E. tendrá p r e s e n -
que con satisfacción v e por ellas brillar mas te circunstancia de tanta monta para disponer
mas la prudencia, pericia y talentos militares d e e l l a s . Con esta ocasión S. M. me ordena re-
de V. E., que pronto siempre á buscar al ene cuerde á V. E. las reales ordenes de 12 del
migo pesa, con la madurez y detención que la actual duplicada el \1 del mismo á íin d.e que
equidad de sangre y el bien de la patria e x i g e n , se Hevea electo con la mayor exactitud y rigi-
la importante cuestión de provocar una batalla dez cuanto en ellas se p r e v i e n e .
para levantar el sitio de Bilbao, sin aventurar
la derrota del ejército, cuyo resultado arras- «De rea! orden lo digoá V. E. para los li-
traría funestas consecuencias. S. M. despuésnes indicados.—Dios guarde á V. E . muchos
de haber oído á la junta consultiva de genera
años.—Madrid 22 de diciembre de 1 8 3 6 . — V e -
les y pareciéndole bien las proposiciones que
ra,—Señor general en gefa del ejército del
lia-emitido, quiere, que remite á V, E, como Norte.»
404 HISTORIA DE LA GUERRA CIVIL.

diciembre opinaba de eslc modo, ya vimos I da de la victoria , y secundándole los


en osle dia como se portó , ya presenciamos bravos que mandaba, vio cumplido su p r o -
lo'bien que ganó el entorchado de teniente pósito.
general. El choque' fué sangriento, mordieron
En la disposición de la batalla hubo muchos la tierra quedando sepultados en la
acierto, en su ejecución valor; y este resal- nieve; pero la nueva aurora del 25 alumbró
tó eslraordinariamente en el soldado, que, los pendones de Isabel sobre las cumbres de.
ya en lila ó aisladamente, peleaba con b r a - Banderas, las mas culminantes de aquel
vura, con heroísmo, y como acostumbra el grupo de montañas, aquellas cumbres a l a -
soldado español, hacia suya la causa que laya del Océano cuya vista alegra al n a v e -
sostenía, identificándose con ella, y obraba gante que surca la inmensa estension del
siempre con ese acierto, con esa decisión mar que desde ellas se distingue. Allí h e -
q u é d a l a convicción. No se veían apenas mos estado contemplando aquellas eminen-
soldados perdidos, porque iban estos en cias vestidas de un verdor perenne, y al
busca de un enemigo extraviado como ellos, recordar la cruenta lucha de que fueron tea-
y peleaban individualmente. Verdad es que tro, creíamos ver las apiñadas masas de
en esto no hacían mas que imitar á algunos españoles marchando silenciosas á chocarse
{Tefes Armero , Uríbarreua , J u r a d o , Meer, unos contra otros, embestirse, luchar y en-
Vigo y otros que sellaron con su sangre su rojecer la nieve que alfombraba el suelo
amor á la libertad, dieron bizarros ejemplos con la sangre de tanto valiente, de lanío
de heroísmo y los dieron lanzándose algunos español .¡Horrible escena que el cielo veló
solos á las balerías contrarias y abrazándose con las sombras de la noche y la luna con
á los cañones, quedando uno sin vida á su las nubes que la oscurecían! Pero esto hacia
lado y otro exánime por la sangre que aun mas tétrica aquella escena: la luz era
corría de su herida (1). incierta, opaca, macilenta y hacía mas l í v i -
El soldado tenia ademas un motivo p o - dos los semblantes de aquellos soldados
deroso que aguijoneaba su valor. Retroce- exánimes que llevaban doce horas de pelear.
diendo le esperaba la derrota, la muerte Ha haber reinado la oscuridad que otros han
quizá; y en Bilbao el triunfo, el fin de t a n - supuesto reinó durante la balalla, no hubiera
tas privaciones, la gloria, la felicidad. No presentado esta un aspecto tan imponente.
era dudosa la elección. Asi lo comprendían Dirigiendo nuestra vista desde la casa-tele-
todos y se peleó desesperadamente. Todos, grafo, nos parecía ver desde alli á Esparte-,
pues, contribuyeron á aquel triunfo: por esto ro, correr á la linea del combate, preguntar
el valor, la solicitud de casi lodos, de todos por el regimiento de la Guardia Real, y
digamos, porque fueron pocas las escep- contestarle una voz moribunda: aqui están
ciones los restos de la Guardia Real. Y contem-
plando tanto cadáver, desecha la d u d a de
Pero á pesar de tanto arrojo y de tantas
su menté, y obra resuelto. Los mortíferos
horas de pelear, no se podia vencer á los
fuegos enemigos no le detienen: avanza, lo
carlistas que se sostenían valientes en las
arrolla t o d o , triunfa, y ocupa la misma h a -
cumbres de San Pablo y de Banderas, y el
bitación que momentos antes tenia su e n e -
no trasponerlas era perder: la retirada sino
migo, que no pensó cederla tan pronto. Era
imposible, era peligrosa, porque antes de
mayor el número délos carlistas; casi doble.
que se reembarcaran, podían ser derrotados
desastrosamente si sobre ellos caían los car- Hemos recorrido aquél 'os monies; hemos
listas con el ímpetu que dá el arrojarse s o - visitado el puente de Luchana, hemos s u r -
bre un enemigo que huye. cado las aguas del Nervion y del Azua, y
En esta 'situación se avisó á Espartero, hemos procurado saber exactamente la h i s -
quien trasladándose desde la cama al cam- toria de los sucesos que tuvieron lugar en
po de batalla, se propone hacer el último aquellos campos.
esfuerzo para enseñorarse de bis eminencias Poreslo creemos que los carlistas, si bien
que eran ya el objeto del combale, la pren- cometieron errores en las diversas operacio-
nes del sitio, habiendo sido para algunos ca-
pital el emprenderlo, trabajaron con decidida
(1) Entre las pérdidas, fué sensible la del perseverancia; lanto mas admirable, cuanto
joven don Galo Espartero, sobrino de este
que no contaron con los elementos necesarios
general, que al ir á cumplimentar una orden,
•resbaló su caballo en un puente, y cayó al rio, para lograr su objeto. Porque en efecto, la
|o cual (e ocasionó la muerte al día siguiente. artillería, sobre ser poca, no era en su mayor
OBSERVACIONES SORRE EL LEVANTAMIENTO, ETC.

parteapropósilo para batir; asi que, era p r e - los gefes ocasionó escenas harto lamentables.
ciso colocarla tan próxima á la plaza, que El pasar los carlistas la ria de Azua á
desde esta fusilabaná los artilleros carlistas, dos leguas de Luchana y atacar decidida-
y con los disparos d e canon derruían las b a - mente á Espartero, no podia ser mas audaz
terías y dejaban en descubierto las piezas pero tampoco mas inconveniente, porque
cuando no apagaban sus fuegos. Eguia ves- siendo balidos los liberales nodian replegar-
tido de paisano con larga levita y sombrero se al amparo de los fuegos del Desierto y de
de hule, se hallaba constantemente en las ! los buques ingleses, sin que el ataque pro-
balerías desafiando el peligro (1) y g o z á n - S porcionase á los carlistas otro resultado que
dose no poras veces en llevar á él á oficia- derramar sangre inútilmente; y si eran d e r -
les que recelaba no eran tan valientes como rotados los agresores, calcúlese la dificul-
queria. tad que ofrecería el pasar en retirada un
En las operaciones militares, nada tan puente estrecho y convertido en un lodazai.
importante como la unidad de m a n d o , y e s - Era cometer el mismo error que Moreno en
ta no podia existir, mas diremos, no existia Mendigorria. Había otro inconveniente ade-
en el ejército sitiador. Encargado á Eguia mas; la posibilidad de que los liberales so
el sitio y á Villarreal el ejército protector, ha- aprovecharan de la ausencia de las fuerzas
ciendo una reconocida ofensa á éste se l a s - y tratasen de restablecer el puente de L u -
timaba su honor ó su delicadeza, ó ese amor chana.
propio que todos poseemos, y se empezaba La importancia de la defensa de este
sentando un precedente funesto para la bue- punto era incuestionable, no tan solo por su
na armonía que solo existia en las comunica- posición, sino porque ya era conocida la i n -
ciones oficiales. Difícilmente sacrifican los tención de los liberales de atacar por él. Y
hombres su opinión, por creer cada uno la no hay que decir la ignorasen los carlistas,
suya mas acertada; y si esto no fuera b a s - pues aun los que estaban algo distantes de
tante para que discordaran, se interponía el aquel puente lo veian palpablemente. A la
cuartel real desde donde se adoptaban m o - vista tenemos entre otras pruebas una carta
vimientos y se mandaban. ¡ Como si desde sin concluir, pero cuya letra es de don Joa-
Durango se pudieran dirigir las operaciones quín Elio, que dice asi:
del ejército! Pero se oia allí á la nube de i n - «Hoy 24.—Mi querido Antonio ( 1 ) : el
teligencias reguladoras d é l a g u e r r a , que mal tiempo me parece va á tenernos tran-
censuraban la bizarra conducta de las tro- quilos; sin embargo, si hay alguna n o v e -
pas y de sus gefes, porque no se apodera- dad de. cualquiera especie no deje vd. de
ban de una capital cuyo alojamiento tenían avisar; creo sea escusado prevenir á vd. se
repartido de antemano, y en la que pensa- encargue á la tropa que se halla á la derecha
ban disfrutar comodidades que cacareaban del primero provisional so ponga en comu-
haber abandonado. La misma rivalidad de nicación con Noboa Y CUIDEN MUCHO AQUELLA
I'AItTE, rOUQUE LLAMA LA ATENCIÓN L A T E -
NACIDAD 0 E L O S E N E M I G O S C O N T R A L U C H A N A . »
(!) Una mañana arrojaron los sitiados á la
ria un tonel que recogieron los carlistas, y Es evidente, pues, que la intención de
abierto á presencia del conde se encontró una tomar á Luchana era conocida: ahora bien;
figura á la que habían mutilado los dedos de las ¿no se debia defender este punto hasta m o -
manos, y llevaba un letrero que decia: Este os rir? ¿Cumplióse asi? Ya lo liemos visto. El
Eguia. El mayor insulto no le hubiera puesto
puente de Luchana era la base de las opera-
mas fuera do sí q u e semejante burla.— Ya lo
veréis, gritaba: os he de quemar y acabar en ciones del ejército liberal, el puente de. Lu-
ese recinto, pues avnquc manco aun tengo po- chana era eí paso para Bilbao; asi lo había
der y cabeza para haceros sucumbir. comprendido también Villarreal, y asi lo
Pero si esto demostraba intolerancia, c i t a - manifestó á Pérez de las Vacas al encargar-
remos otro hecho en contrario. le su defensa.
En una de las treguas q u e hubo entre los
combatientes bajó á la inmediación de la ria el Cuando le vieron los carlistas en poder
hoy general Pavia, entonces comandante, á ha- de sus contrarios, conocieron su perdición.
blar con su hermano don Julián Juan Pavía, En vano Zaraliegui trató de reparar la falta
que servía en las filas de don Carlos. El d e m o - de Noboa atacando con dos batallones á las
rarse la entrevista y el creeerse que reconocía
fuerzas enemigas que habían pasado el res-
el terreno que los carlistas ocupaban, hizo que
el brigadier Vacaste intimase se retirara sope-
ña de romper el fuego, prohibiendo que en lo (I) Croemos fundadamente ^ueera dirigida
sucesivo se permitiesen entrevistasen |a Ijnea. á don Antonio Urbiztopdo-
406' HISTORIA DE LA GUERRA CIVIL.

tabléenlo puente y apoderádose de los para- enemigo empezó á construir en Erandio?


pelos; las cargas á la bayoneta se sucedieron ¿ P o r q u é , en fin, se retiró la artillería de los
unas á otras; pero ya era tarde Aquel daño cerros de Cabras y San Pablo, bajándola á
no se pudo remediar, y la bravura de las la línea de la ría, y dejando asi la cortadura
tropas liberales completaron después la v i c - de Luchana y las posiciones mas importantes
toria (1). sin la debida defensa?
Las faltas de algunos carlistas fueron de- Podrá ser error ú obcecación; pero no
masiado notables, y no pudo menos de man- es creíble que militares de alguna esporien-
darse abrir una sumaria en averiguación de cia desconociesen hasta el punto que lo h i -
los culpables del desastre de Bilbao; pero cieron, que la posición mas importante del
con asombro de muchos, se vio recaer la sitio era la linea de Luchana, y que por lo
responsabilidad sobre La Porte, á quien No- mismo debía ponérsela á cubierto de los
boa acusa en su parle, y ya fuera para l i - ataques del enemigo, interesado en hacerse
brarle ó para que con su defensa no p u d i e - dueño de ella, como llave que era de Bilbao.
se comprometer á los que verdaderamente Por desgracia de los carlistas, algunos
eran los causantes de estas y otras desgra- gefes no quisieron persuadirse de que aquel
cias, se escitó el pundonor del acusado, y era el punto de ataque", y por lo tanto m i -
se le indujo á que pidiera seguir en su bata- raron con desden las indicaciones del gefe
llón concurriendo á los combates, para ver de la línea, y no hicieron que se levantasen
sin duda si por tal medio podia el plomo las fortificaciones que el caso requería, pues
enemigo librar á los culpablesdesu compro- los ingenieros no parecieron por los cerros
miso y quedar en sumaria.el espediente. Asi de Cabras y San Pablo hasta ocho ó diez
sucedió, y el desgraciado La Porte, pereció dias antes de la catástrofe; sin que ni aun
pocos meses después. entonces se contentasen con otra cosa que
Noboa, á quien se arrestó, fué puesto á decir tpiela fortificación establecida ya era
poco en libertad, y otros á quien la opinión superabundante, cuando en realidad debie-
acusaba, se pasearon tranquilos por el cuar- ron haberse construido desde Juego fuertes
tel real. reductos y haber trasportado á ellos la-ar-
Esto motivó grandes murmuraciones, y tillería qué atacaba la plaza, para de este
sobre estos sucesos son muy atendibles las modo rechazar á un enemigo que ya se sabia
siguientes observaciones que se nos han hallarse dispuesto al ataque.
hecho. También la falta de cautela que hubo al
A pesar de que puede decirse se redujo abrirse una mina por la parle del palacio de
á mero mandato la formación de causa, no Quintana, hizo que el enemigo descubriese
faltaban en verdad fundamentos y cargos el proyecto y le inutilizase por medio de una
que la sirviesen de base. ¿Por qué contra contramina. Llegaba á tal la publicidad de
las indicaciones de los hijos de Bilbao, que los sil¡adores en esta operación, que daban
sus recibos á los que vendían las velas n e -
conocian prácticamente los puntos v u l n e r a -
bles de la villa, se llevaban al asalto los ba-cesarias para alumbrar á los minadores, e s -
tallones contra fuertes en que estaba imprac- presando el objeto, y públicamente, se ha-
ticable la brecha, y desde cuya proximidad blaba en el campamento y á la vista do. la
lenian que retirarse con pérdida de otra nube de mugeres que lo rodeaba, de la a l -
ternativa y adelantos de los trabajos.
tanta gente como habia perecido al a t a c a r -
los? Asi sucedió ron el desgraciado c o m a n - Por otra parle, no lodos los puntos de la
dante Monleliu, que al frente de su batallón línea de sitio estaban tan estrechados que no
murió al acomeleruna empresadeesta clase. diesen logar á que en la villa enlra-eu y
¿Por qué se miró el punto de Luchana con el saliesen algunas personas, y o c a s i ó n hubo
abandono que se hizo, entregando su defen- en que los sitiados enseñaron á los sitiadores
sa en los mas críticos días á un hombre que por vía de mofa artículos de su propio cam-
no merecía la confianza del que le habia pamento.
precedido? ;.Por qué no se construyó en él Acaso el deseo de no herir susceptibili-
la fortificación que dejó trazada Pérez de dades baria que no se llevase á efecto la
las Vacas para destruir la batería que el formación de causa, y (pie las cosas...qneda-
sen en tal estado, haciendo fijar las miradas
sobre un pobre subalterno; pero esle p r o -
(1) El mismo Eguia, en el parte que dio ma-
nifestó al abandonó de Luciana,—yéase dpeu- ceder mas desorganiza un ejércíln iiuo
menfQnúrnero 43, )•> litio. ,
ESPARTERO EN BILBAO. ¿07

En conclusión, la heroica resistencia de


los bilbaínos hizo necesaria la insistencia de
Espartero, y esta insistencia les salvó. Ella ESPARTERO EN BILBAO. — P E N U R I A DEL EJÉa-
bastó para su gloria: ella sirve para carado-., CITO.--DISPOSICIONES Y PROYECTOS.
rizar á un hombre.
A los que presentan como la causa de
la derrota de los carlistas el. que estos e s t u - LXXIH.
vieran celebrando la Noche-Buena, d e s c o -
nocen que aun con los que quedaron se
presentaron mayores fuerzas de las que Al emprender Espartero las operaciones
llevaban los liberales. para salvar á Bilbao lo participó al gobierno,
Hasta el din y la hora de la batalla sir- con algunas reflexiones que se desprenden
vió á su fama. Y es notable: en el momento de-la siguiente contestación, que r e p r o d u -
que se celebraba el aniversario de la Nativi- cimos íntegra y en el cuerpo de esta obra,
dad de Jesucristo, se destrozaban mas de por su importante utilidad y ser inédita.
veinte mil cristianos. Pero asi como la Nati- Omitimos ahora reflexiones sobre ella, p o r -
vidad fué el origen de la salvación del que ya nos hemos ocupado de algunos de
mundo, Luchana lo fué de Bilbao: tin suceso sus particulares, y lo iremos haciendo de
salvó á los cristianos, otro á los liberales. los resullados de los demás.
•En causa de Dios y la de la reina parecían
identificarse (1). Ministerio déla Guerra.—Excelentísimo
señor.
He dado cuenta á S. M. la reina G o -
(•I) No terminaremos con el sitio de Bilbao
bernadora de la comunic'acíon de V. E. fe-
sin consignar dos hechos significativos.
4." Interesando al ayuntamiento de Vitoria cha en Castro de Urdíales el 23 del mes
tener noticias de las vicisitudes del sitio de próximo pasado, en la que manifiesta las
Riltiao, y no proporcionándoselas la autoridad fundadas razones que le obligaron á condu-
militar, porque carecia de ellas, y las pocas cir embarcadas las tropas de su mando para
que se procuraba eran á peso dé. oro, halló
a g e n t e s q u e le llevaban dos partes diarios de-ule
poder llegar á Porlugalele y emprender des-
ei mismo Begoña, durante los dos últimos s i - pués la marcha con dirección á Bilbao, para
tios, y á su fin importó la cuenta total nos sin. protegerla y librarla del sitio y bloqueo con
O C H O C I E N T O S H U A I . E S . Esto con la gratificación que se halla amenazada por las fuerzas r e -
del último dia ñor .el feliz éxito, cuya noticia beldes: se ha enterado igualmente S. M. de
llevó el confidente rebozado en barro, como
llegaba todos los dias. las reflexiones que hace V. E. para el caso
en que dicha plaza fuese socorrida, sobre
"El 2.« es esta notable comunicación del
conde de Casa-Eguía, que le honra en alto si deberá ó no conservarse: y en conse-
grado. cuencia de lodo quiso oir S. M. d parecer
«Excmo. señor. De los 40,000 reales vellón de la junta auxiliar de Guerra, y habiendo
que en dos cantidades de á 5,000 reales puso evacuado ésta su informe, se ha servido
V. E. á mi disposición para los gastos estraor-
resolver:
dinarios que ocurriesen en el sitio, debo mani-
festar que de ellos, á mas de pagar anterior- 1.° Que Bilbao sea conservada á lodo
mente la gratificación marcada á muchos que (ranee, por interesarse en ello consideracio-
cogieron balas, di para el mismo efecto al di- nes de alia política y privar á los enemigos
rector general de artillería 2,500 reales, y el
resto, escepto 1,300 que s e hallan en mi poder
de remanente, se invirtieron á mas del gasto S. M. en tan pequeña cosa, entregaré á la mis-
manifestado, en gratificaciones para acelerar ma los 1,500 reales.
algunos trabajos, en muchos soldados á quienes, «Solo me resta en materia de intereses
se'les animaba dándoles un duro oportunamen- manifestar también á V. E, que ninguna otra
te, en propios á diferentes direcciones, á los cantidad ni cosa que lo valga ha entrado en mi
que traían prisioneros y á todoslos que condu- poder, pues que desde luego puse todo á cargo
cían partes, bien soa con aceleración, bien á del comisario de guerra del sitio, y del conta-
d e s h o r a d e la noche, según su importancia. dor general del ejército don Antonio García,
«Del remanente, si V. E. tuviese la bondad y aun mandé entregar á éste unas pequeñas
de inclinar el ánimo de S. M., podían satisfa- multas que impuse, que entre todas ellas im-
cérseme 779 que se me deben de gastos de s e - portarían 90 ducados.
cretaria del tiempo en que mandé en gefo el .íEs cuanto puedo poner en conocimiento
ejército, y en este caso entregaría los 521 á la de V. E. sobre el particular.—Dios guarde á
persona que V. E. se digne mandar; mas si no V. E. muchos años.—Durango 29 de diciembre
tiene á bien V. E. molestar la atención de de 1336.»
HISTORIA DE LA GUERRA CIVIL.

de los auxilios que con su posesión forzosa- 1836.—Vera.—Señor general en gefe del
mente obtendrían en gran número. ejército de operaciones del Norte.
2.° Que V. E . nombre una brigada de
ingenieros de los que se hallan a sus ó r d e - Respondiendo Espartero á su vez á esta
nes, para que precediendo los reconoci- comunicación, manifestaba que con la victo-
mientos oportunos proponga las fortificacio- ria obtenida creia ya vencidas las montañas
nes mas adecuadas y sólidas que regularicen de San Adrián, pues se habia propuesto fue-
y mejoren el sistema de defensa que deberá se Bilbao el punto d e p a r t i d a de las opera-
adoptarse. ciones ofensivas contra los enemigos del i n -
3.° Que en el proyecto que se adopte terior de las Provincias. Pero esto era impo-
debe comprenderse la ocupación de las cús- sible mientras careciese de ausilios, por lo
pides de las alturas desde las Banderas que rogaba á insistía diariamente tanto para
hasta el Morro. abastecer esta plaza exhausta como para soste-
4.° Que Durango, como punto de la ner al ejército, se enviaran víveres y r e c u r -
mayor importancia, sea fortificado con el sos en cuantía y con urgencia, para no m a -
mayor esmero y cuidado posible, tan luego lograr un tiempo oportuno.
como ese valiente ejercito pueda operar al El temporal seguia en tanto siendo ter-
otro lado de las montañas de San Adrián. rible, cual no se habia conocido en muchos
Al propio tiempo me manda S. M. diga años en aquella costa; media vara de nieve
á V. E., como de su real orden lo ejecuto, cubría el suelo, y se esperaba su estincion
que respecto á que la cooperación activa y para ocuparse las tropas en conducir á la vi-
eficaz de el general de Lacy E v a n s , que lla las piezas ganadas y destruir las obras
tan necesaria era para el logro del mas del sitio.
pronto auxilio de Bilbao, ha fallado á Dispuesto estaba Espartero al c u m p l i -
V. E . , obre según las circunstancias, no miento de la real orden anterior; pero para
perdiendo de vista cuánta seria la mala i n - la ejecución de las fortificaciones que se
fluencia de un resultado adverso, asi como prescribían, pedia fondos, y los pedia hasta
al contrario si dicha heroica plaza es socor- para atender á los hospitales donde se c a r e -
rida, pues que el enemigo perdiera su fuer- cía de lo mas preciso.
za moral, ya muy rebajada con la toma de Obtenido esto, entraba en su plan la
Canlavieja y las derrotas de Sanz en A s t u - ocupación de Orduña, á fin de que p r o l o n -
rias y del hasta aqui afortunado Gómez, tan gándose hasta Llodio, se diesen la mano las
gloriosamente batido por las tropas d e p e n - tropas que lo verificasen con las de su inme-
dientes de esc ejército de operaciones del diata dirección. Asi ocuparía el ejército una
Norte. Por lo lanío espera S. M. que línea que corlaría la de los carlistas priván-
V. E., penetrado de todo, sabrá con su acre- doles de lodo el terreno rico y feraz del va-
ditado valor, patriotismo y pericia adquirida lle de Avala, Sodupey Gordejuela, p o n i e n -
en los combales, sacar el fruto mas ventajoso do á cubierto el de Carranza y las Encarta-
de sus operaciones, y que tanto redunda, ciones, mientras que la tercera división,
como V. E . conoce, en ej sosten de la justa amagando desde Vitoria, donde podría h a -
causa que defendemos, y felicidad de nues- llarse, las lineas de Arlaban y Villarreal,
tra cara palria. Quiere también S. M. que ejecutase movimientos por Munguia que cu-
lo prevenido arriba sirva de gobierno, sin briesen lodo el valle de Cuarlango y O r c a -
perjuicio de lo que las circunstancias en que buzlaís, en disposición de penetrar hasta
se encuentren le dicten y su previsión Orozcoy contribuir al movimiento c o m b i n a -
y talentos militares le sugieran; porque do que decididamente emprendería por r e -
S. M. deposita su entera confianza en las taguardia de aquellas líneas.
luces y esperiencia de V. E . , cerciorada
Para realizar este proyecto, quería E s -
como está de su fidelidad y adhesión. Por
partero, que sin la menor dilación se o r d e -
último, pongo igualmente en el conocimien-
nara á Ribero, que mandaba la división de
to de y. E . , que con esta fecha se dan las
la Guardia Real y á Narvaez, que dirigía la
órdenes mas eficaces á fin de que el teniente
vanguardia del ejército del Norle, que mar-
general de Lacy Evans preste á V. E . cuan-
chasen rápidamente por el valle de Losa s o -
tos auxilios le sea posible facilitarle. De.real
bre Orduña, desde donde debian dar aviso
orden lo digo á V. E. para su inteligencia y
al general en gefe para sus ulteriores dispo-
fines convenientes.—Dios guarde á V. E.
siciones. Creia muy conveniente ademas de
muchos años.—Madrid 1." de diciembre de
esto, fuesen al mismo punto todas cuantas
DON SEBASTIAN GABRIEL, ETC. 409

tropas pudissen, y se procurase que las que animar á los pueblos, hacer que renacie-
fuerzas portuguesas con el vizconde de Das ra la moral en el ejército é inspirar á lodos
Antas ocupasen á Yillarcayo y á Medina de confianza, que es el principio salvador de
Pomar. una causa.
Ademas de tales proyectos, existia otro, Difícil era la elección y mas en aquellos
que fué origen de enemistades, y que ocupó momentos críticos en que él rumor de las
bastante á todos los gefes, al gobierno y al murmuraciones sonaba por todas p a r t e s , en
pais. Considerábale cada uno á su modo, y que se olvidaban servicios eminentes, en
aun teniendo ahora nosotros á la vista tantos que se desconfiaba de todos, y á todos se
antecedentes, dificultamos poder presental- les trataba con injusticia como si fuesen ene-
la cuestión sin incurrir en errores. Tan difí- migos.
cil nos parece, no tanto por lo que la misma Esta situación se remedió el 2!), en cuyo
cuestión era en sí, como porque está suje- dia accediendo don Carlos á los deseos que
ta á precedentes y consecuencias que no es repetidamente le manifestó su amado s o b r i -
fácil apreciar desde nuestro gabinete, aun no el infante don Sebastian Gabriel, de ser
oyendo á ambas partes, que lo eran Esparte- partícipe de las fatigas y de las glorías del
ro y Sarsíield. Nos apoyaremos, sin e m b a r - ejército, de «cuyo triunfo, decia, resultará
go, en los documentos y en los hechos, cual tal vez el reposo universal,» le conferia el
cumple á nuestro deber. Proyectóse y se em- mando en gefe del ejército,y nombraba por
pezó á disponer esta operación en el año su primer ayudante de campo á Yíllarreal.
que nos ocupa, pero no se ejecutó hasta bien Moreno fué elevado al destino de gefe de
entrado el siguiente, al cual nos remitimos, eslado mayor general, y Elio nombrado se-
terminando antes lodos los acontecimientos cretario militar decampaña de don Sebastian.
de 1836. El nombramiento del gefe de eslado ma-
yor fué mal recibido ; no asi los d e m á s : la
prevención era justa: los antecedentes m i l i -
DON SEBASTIAN CAHRIEL DE GENERAL EN GE- tares del derrotado en Mendigorría eran p é -
simos. Concedíanle algunos instrucción; pero
F E DK LOS CARLISTAS.
le negaban todos el acierto, y la fortuna sus
favores. Sin duda don Carlos tuvo presente
que, cuando se confia un mando á un prínci-
LXXIV. pe de familia que pudiera no dirigirle debi-
d a m e n t e , el mejor medio es hacer lo que en
Prusia con B l u c h e r ; rodearle de gefes de
El levantamiento del sitio de Bilbao y los .valor é.instrucción. Asi se ha hecho muchas
sucesos que le precedieron , produjeron en veces, y asi se hizo con el duque de Orleans
el campo carlista una sensación difícil de y Marsin , en la batalla d e T u r i n , con el
esplicar. Tndo era confusión, lodo asombro. duque de Borgoña y Yendome en la de On-
Los soldados corrían en desorden hacia el d e n a r d e , y con oíros. Pero ni en aquellos
cuartel general, é iban desbandados muchos, ni en estos tiempos justificaron mucho los
buscándose gefes, oficiales y soldados. Eguía resultados eslas medidas.
volvió áDurango, Yíllarreal dimitió D o m a n - Don Sebastian tomó el mando del e j é r -
do que le abrumaba, y admitió por fuerza; cito y el mismo dia publicó esta alocución
los gefes de los cuerpos facultativos trataron que redactó él mismo.
de recoger sus parques y útiles, y la infini-
dad de curiosos que habian ido á divertirse SOLDADOS.
ó á aprovecharse del sitio, se esparció por
las Provincias, infundiendo el (error yel es- El rey, mi muy caro y amado tio, nuestro
panto. señor, que solo piensa en vosotros acaba de
La causa carlista se vio en una de las confiarme el mando del ejército. Vuestro
situaciones mas terribles que atravesara; general no sabe juzgar las determinaciones
pero supo salir de ella de una manera b r i - de su soberano: sabrá, si, acreditar haber-
llante. seos dado un compañero que participará
La primera necesidad que habia que s a - gustoso á vuestro lado de los trabajos de
tisfacer era el nombramiento de un general una guerra tan dura, como gloriosa. He sido
en gefe que al prestigio de su nombre u n i e - testigo de vuestro valor, y vosotros lo vais á
ra la autoridad de sus méritos, porque habia ser, asi de mi desvelo por vuestro bienestar,
TOMO I I I .
410 HISTORIA DE LA GUERRA CIVIL.

como del empeño en terminar tina lucha, dre la princesa de la Beirn, le dio una
que hace ya vuestra gloria, y hará, no tar- educación mas propia de la clase media que
dando, la de vuestros hijos y de nuestra ama- de un príncipe nieto de Carlos III de E s p a -
da patria. Echad sobre ella una mirada y ña y de don Juan VI de Portugal. El rigor
ved como os contempla mostrándoos las l á - era compartido con la bondad y solicitud;
grimas que creyó poco há ver enjugadas, y y la índole blanda y apacible que ya d e -
que la conveniencia de hacer mas sólido su mostraba el tierno infante, recibía' las sabias
consuelo hizo desatender por un momento. lecciones y los sanos consejos como la cera
Entretanto gime oprimidapor el durísimo los caracteres que en ella estampa una m a -
yugo de esa facción atroz, que combinada no diestra.
de la usurpación y anarquía, devora las Las letras,las ciencias, l a s a r l e s , tuvie-
propiedades, se encarniza en las personas, ron en el joven don Sebastian un aventaja-
y hasta levanta su impío brazo y se atreve do discípulo , y un templo en su cuarto. E l
contra el Omnipotente. canónigo de Santiago de Galicia, don Sera-
Soldados: á vosotros está reservada la pío Serrano, fué su director de h u m a n i d a -
gloria de abrir la s i m a y hundirle en los des, ese profundo estudio que tanto enseña
abismos de donde saliera. Vosotros s a l v a s - al hombre; siendo ademas su maestro de
teis la Europa no ha mucho tiempo, y la matemáticas el laborioso y entendido Y a ' l e -
salvareis otra vez. Sois los escogidos para jo, cuyas obras forman el monumento p o -
conservar los tronos y asegurar el orden,- pular de su fama; de bellas letras, el sabio
haciendo ver al mundo lo que puede un pu- jesuíta Gomila á quienes eran tan familiares
ñado de cristianos valientes contra el es- nuestros clásicos; y de p i n t u r a , R i b e r a , el
fuerzo simultáneo de los malvados de todas tan'entendido restaurador como acreditado
las naciones, de la codicia de todos sus maestro, cuyos discípulos han sido, y son el
logreros y de la ambición vil, apoyada has- ornato de las arles españolas, como lo
ta con el sello respetable de los tratados. atestiguan las obras que podemos contem-
¡Jamás hubo guerreros á quienes cupiese plar todos los dias en los caprichos de Alen-
tan alta gloria! za y en la" techumbre del Congreso. Don
Confiad, p u e s , en la justicia de esta Pió Zea, cuyos hijos han enaltecido la e s -
•causa. ¡El Dios de los ejércitos es su pro- grima, le enseñó á manejar con destreza las
lector! Solo os resta no desmentir con vues- armas.
tra conducta militar y religiosa la nobilísi- Con tales mentores no podia menos de
ma misión, qtie tanto habéis honrado ya ser escelente discípulo, y lo fué.
-con vuestro sufrimiento, con vueslra c o n s - Pero no se limitó el infante á aumentar
tancia y con vuestros triunfos. Todavía un su instrucción con este abundoso caudal de
esfuerzo, y la victoria, amiga de los v a - conocimientos: asi como supo aprenderlos
lientes, coronará indudablemente vuestras demostró que sabia practicarlos, y el padre
sienes. Gomila le vio escribir con velocidad y cor-
•Cuartel general de Galdácano, 30 de rección , y admiró en sus escritos lo orien-
diciembre de 1836.—Elinfante don Sebas- tal de su imaginación y lo alemán de su
tian Gabriel. juicio: Vallejo le vio resolver difíciles p r o -
blemas; Ribera pintar buenos cuadros, y
No bien "se publicó esta alocución, c u a n - los litógrafos Blanco y López le vieron e j e -
do la conlestaron gefes, corporaciones y cutar magníficas litografías, que aun c i r c u -
cuantos comprendieron lo acertado del nom- lan rubricadas por el infante que se v a n a -
bramiento, felicitando á don Carlos y á su gloriaba de ser artista.
sobrino, y manifestando lo mucho que se Su biblioteca era regia, su gabinete de
p r o m e t i a n d e un mando que, por recaer en fisica fué el primero en España y su galería
tan elevada persona, no escilaria rivalida- de pinturas forma la riqueza del Museo N a -
des y murmuraciones, consolidaría la unión cional del ministerio de Fomento. En su cuar-
tan necesaria entonces entre los carlistas, to tenia ademas una magnifica imprenta que
y procurarla decididamente el triunfo de dirigía A g u a d o , cuyas impresiones sirven
ía causa que todos defendían, y en la que aun de modelo por su corrección y limpieza.
tan interesado estaba. Los idiomas que multiplican al hombre,
Don Sebastian Gabriel de Borbon, nació le eran también familiares, y gracias á ellos
en el Brasil el i de noviembre de 1 8 1 1 . aprendió el Telémaco en la lengua de Fene-
Huérfano en sus pueriles años, su m a - l o n ; la Divina Comedia en la del Dante; el
DON SEBASTIAN GABRIEL, ETC. 4H

Paraíso perdido en la de Millón; esludió á la familia, quebrantada antes con el ostra-


Tácito y al poeta Venusino en sus idiomas; cismo de don Carlos. Don Sebastian tomó
la Iliada en el de su ciego autor, y aunque en aquellos acontecimientos la parle que ya
cristiano no se desdeñó de conocer las obras espusimos en el tomo primero de esta obra,
arábigas, y gozar fama de regular orienta- donde también manifestamos su asistencia-á
lista, que le enseñó un árabe convertido á la jura de la princesa Isabel.
nuestra religión. Los principios liberales no podían menos
Su biblioteca servia diariamente de aca- de estar en armonía con aquel regio d e s -
demia: alli tenia su tertulia, á la que asis- cendiente de Carlos III. El que lauto p r a c -
tían Yallejo , Gomila , Tordcra y luego ticaba y protegía las artes y las letras, el
Martínez de la Rosa y otros. Convencido de que apreciaba en mas el nombre de artista
que nada enseña como el trato, gustaba que el de infante, no podia ser partidario
conversar con los hombres de valer, y oir de un sistema que ahogaba la libertad del
sus lecciones y seguir sus consejos. pensamiento y ponia límites al saber: como
En su vida privada no se distinguía si al hombre le fuera dado ponerlos á la i n -
menos: es religioso sin superstición ni fa- teligencia. Por esto cuando juró á Isabel no
natismo, noble sin orgullo y virtuoso sin lo baria con ánimo de ser perjuro: la hubiera
hipocresía. Su aspecto es grave y sombrío, defendido quizá aun en el campo de balada;
y previene contra él á primera vista; pero pero cuando vio en palacio escenas que
al tratarle se le vé dulce y afable, y se amenguaban la dignidad regia, cuando vio
comprenden los generosos sentimientos de que el favoritismo se erigía en soberano,
su corazón. Emulo por saber, su aspiración cuando vio lo que consideraciones de h i -
dominante, su ambición es adquirir renom- dalguía nos prohiben revelar, por lo mismo
bre y gloria. que hoy podemos hacerlo, prefirió la d e s -
Por esto su predilección á las arles; l l e - gracia á Ja humillación, y el infante don
gando á tal grado, que todos los que forma- Sebastian corrió á defender unos principios
ban su servidumbre eran artistas, no p a l a - tpie no eran los suyos, que rechazaba su
ciegos. Uno era maquinista, otro disecador, corazón.
otro dibujante, otro calígrafo, sin que falla- Si afecciones de familia le llamaban al
ran literatos, letrados y militares. Importá- campo carlista, sus sentimientos, ya que no
banle poco las opiniones políticas, pues se los lazos de parentesco que también le unen
le v i o admitir á su servicio á un caballista, con la reina, le atraían al liberal. Por esto
que por haber sido miliciano le despidió la era liberal don Sebastian en el campo c a r -
do Beira, su madre. En lo que tenia especial lista, y le llamaban masón los apostólicos y
cuidado era en no rodearse mas que de e s - le daban las calificaciones que iremos v i e n -
pañoles, siendo sus mas predilectos s e r v i - do, haciéndole una guerra innoble.
dores don Ignacio Urrutia y don Casimiro El pundonor alejó al infante de Madrid,
Roa, quien le acompañó durante la c a m - y en compañía de su esposa, la hermana
paña. del rey de las Dos Sicilias, partió á B a r c e -
Su sistema de vida era ejemplar: en lona, donde después de lo que medió con
tiempos de paz dormía unas seis horas; y en Llauder (1), marchó á Ñapóles, de aqui á
las artes y en las lelras, rara vez en la caza, Roma, y tratando entonces el gobierno libe-
ocupaba el día. Por la mañana, cuando e s - ral de atraerle, se atravesaron algunas c o n -
taba en Madrid, después del cumplimiento testaciones , que no produjeron r e c i t a d o
de los deberes religiosos, despachaba los alguno, pues hacia tiempo que se decidiera
negocios del Priorato de la orden de San el infante á sostener á su lio don Carlos, y
Juan de Jerusalen, y tomaba la paleta ó el asi lo manifestó al conde de Toreno, j u s t i -
compás, ó alguno de nuestros clásicos, á los ficando su proceder, que algunos llamaban
que tenia grande afición. La sátira y el epi- perjurio, «en el trastorno que observó en la
grama sobresalían en su estilo, y para la administración y gobierno del reino, todo
real familia publicaba en tiempo de F e r - en oposición con la voluntad del difunto rey,
nando dos periódicos, El Lugarto y La la del pueblo español, manifestada en todas
Mariposa, que circulaban por las reales las provincias de la monarquía, y MAS P A R -
cámaras y eran leidos con avidez. TICULARMENTE UN HECHO DE LA MAYOR TRAS-
Fe¡iz y tranquila se deslizaba asi la vida CENDENCIA DE QUE FUÉ SABEDOR INMEDIATA—
del simpático infante, cuando la muerte del
rey Fernando vino á interrumpir la paz de ' (1) Véase tomo I, página 200,
442 HISTORIA DE LA GUERRA CIVIL.

MENTE después de la muerte del m o n a r - que al soldado, al rico que al pobre. 1,1
ca, y que reservaba manifestar por e n - campamento no le hizo olvidar sus antiguas
tonces....» (1) jcostuinbres. El dia mismo de una marcha
Este hecho es al que hemos aludido a n - ó de una acción, visitaba las avanzadas y
teriormente; que si bien pertenecía á la vida las guardias á las once de la noche, volvia
privada de una elevada persona, interesaba á su alojamiento, d á b a l a orden para el dia
al pais por lo que afectaba á sus intereses, siguiente á su gefe de estado mayor, y hasta
á la moralidad y á las leyes que se i n - reconciliar el sueño, uno de los dos únicos
culcaban. servidores que componian su corte, le leia
El puesto de don Sebastian estaba ya las campañas de Julio César.
en las Provincias Vascongadas, en el teatro Tal es el ex-infante don Sebastian, s e -
de la guerra, y á él corrió, llegando el 2 gún le hemos comprendido, y del que h e -
de noviembre de 1835 á Echarri-Aranaz, mos tratado de dar una ligera idea, por
residencia á la sazón de don i,arlos, quien considerarle digno de ser bien conocido. En
se adelantó dos leguas á recibirle, y tornó el cuadro de la guerra civil se destaca la fi-
desde Alsasua, por no haber llegado su s o - gura de don Sebastian sobre la d e todos.
brino por el mal estado de los caminos, hasta Asi lo comprendieron los mismos carlistas,
las siele de la noche. cuando mas adelante trataron de qué guiara
Para don Carlos, para cuantos le rodea- él solo las tropas y se retirara don Carlos á
ban y para el pais vasco, la presencia del rezar al santuario de Loyola en Azpeitia. Pero
infame fué un acontecimiento que celebraron le fallaba de ambición lo que le sobraba de
con júbilo. Cuando le fueron conociendo le modestia, y se opuso decididamente á este
amaron. Solo un bando, una fracción le proyecto, al qne jamás asentida.
miró con prevención: el apostólico. Conoció Don Sebastian, tan español siempre, no
don Sebastian sus intrigas, sus miserias, y puede olvidar un momento en su ostracismo
le consideró la calamidad del partido carlis- á su amada patria adoptiva. Testigos fueron
ta. No se puso en pugna abierta con él; nuestros soldados cuando no ha mucho

Itero en cuantas ocasiones se le presentaban


es demostraba su disgusto (2). En su cuar-
tel gener d, si se esceptua Moreno, que fué
marcharon á Italia: ellos le vieron de c o n t i -
nuo entre sus filas, conversar con ellos de
España y derramar abundantes lágrimas.
impuesto por don Carlos, todos los demás Creemos que renunciaría gustoso sus h o n o -
que le rodeaban y participaban de su con- res, sus lítalos, lodo lo que constituye el
fianza y aun de su amistad, eran jóvenes de boato, ya que no la vanidad, por venir á
los mas ilustrados del campo carlista, y tan Madrid á ser artista.
enemigos de los apostólicos como los mismos
liberales. Identificados en senlimienlos el
gefe y sus ayudantes superiores, llevaban ORGANIZACIÓN Y ESTADO DEL ISJKttCITO
en pos de sí elentusiasmo, la animación y CARLISTA.
el contento. El infante se hacia ademas
querer por su conducta: accesible á todos,
escuchaba con la misma bondad al general LXXV.

(1) Véase esta comunicación y lasa que se Al frente don Sebastian del ejército, c o -
hace referencia en el núm. 44.
(2) En una de ellas, un oficial que no era locó su cuartel general en Zornoza, como
tan escrupuloso en el juego como eu la confe- el punto mas inmediato y á propósito para
sión, ganó un reloj, y al ver que en el guarda- contrarestar en aquellos momentos las i n -
polvo habia secretamente esmaltados un fraile tenciones de Espartero.
y una monja, se acusó de tenerlo, pidióle el
reloj el cura y le llevó al infante. Tomándole La organización del ejército después del
éste le dijo: desastre sufrido era una necesidad: dedicóse
• «Agradezco su celo por la moralidad del á ella y lo hizo con decisión, á fin de que
ejército; pero le encargo una cosa, y es que correspondiese á las nobles esperanzas que
estos asuntos se lleven al comandante del bata- se formaban del nuevo caudillo.
llón, no al general, que uo halla para esto otro El regreéo de las espediciones de Sanz,
castigo que éste: y cogiendo un cortaplumas
raspó un pequeñísimo trozo del esmalté y de- Gómez y Garcia habían conducido á las
volvió al cura el reloj para que lo hiciera d su Provincias Vascas, desde el interior de E s -
dueño,» paña, cinco á seis mil hombres de diferen-
ORGANIZACIÓN Y ESTADO DEL EJERCITO CARLISTA. 413

le origen, empleos, veslidos, usos y len- Gabarre: secretario militar del infante
guaje, que hacían entre sí un contraste sin- Elio.
gular. Solo tenían una misma religión y la
misma opinión política, circunstancias no Comandante de la escolta, Crespi.
suficientes á que pudiera creérseles en el
estado que se encontraban, como pertene- ESTADO MAYOR GENERAL.
cientes á cuerpos de un ejército europeo del
siglo XIX. Fué preciso organizar aquella Gefe.—El teniente general González M o -
gente. Una ligera idea de su estado adqui- reno.
rió el ilustrado don Carlos Vargas, enviado
como inteligente á Ochandiano á organizar /El brigadier Vargas, gefe del
á los aragoneses y valencianos. En este p e - / de Guipúzcoa.
queño pueblo, cubiertas sus calles con una I El coronel Cisneros, Id.¿del de
vara de nieve, habia tres mil hombres que \ Vizcaya.
hacia un mes no descansaban ni casi habian Ayudantes ' Id. Arjona, Id. del de
comido, y estaban llenos de andrajos y mise- generales. \ Navarra.
ria, estenuadosde fatiga, cadavéricos, y e r - ¡ Id. Albelda, Id. del de
tos de frió, de luengas barbas y macilento f Navarra.
aspecto. Y sin embargo, su entusiasmo no 1 Id. Cabanas, Id. del de
habia decaído, porque se les oia gritar, con * estado mayor general.
su corazón mas que con su boca: Viva el
rey, viva Carlos V. Estos desgraciados for- 1.°" AYUDANTES. 2. 0 s
Id. Id. ADICTOS.
maron á muy pocos dias después la brigada
aragonesa-valenciana, que mandó luego Lacy. . . . Lasala. . Vera.
Quilez, asi como Urbiztondo, comisionado Zabala . . . Fulgosio Vial.
para organizar los castellanos, siguió man- Vial Soriano. O'Donell.
dando á estos. Pavía Frigola . Bolivar.
Con estas fuerzas y las de Navarra y Benavides. . Forluni. Arce.
las provincias, quedó reorganizado el ejér- Gordillo . . Bessieres Lasala.
cito real definitivamente en esta forma: Roth . . Romero.
Toledo . . « Algarra.
Mozorosales, Segovia.
CAPITÁN GENERAL EN QEFE.

Ordenador, gefe de
El ex-infante don Sebastian Gabriel de la Hacienda mi-
Borbon. litar Labandero.
Interventor Beolas.
PRIMEROS ATÜI1ANTES DE CAMPO. Pagador Uriz.

Los generales Villarreal, conde deMadeyra, Teniente vicario g e - El obispo de Mondo-


Sanz y Cuevillas. Mas adelante lo fué neral Castrense'. ñedo.
también el príncipe Félix Linowsky. Ejerciendo en su au- Don Francisco Bruno
sencia la juris- Esteban, canóni-
SEGUNDOS AYUDANTES. dicción eclesiás- g o , dignidad de
tica, Osma.
Los coroneles Merry y Mortara.
Auditor general. . . Losada Pimenlel.
/ Por Navarra, Aldabe. Cirujano mayor. . . Obrador.
Ayudantesl Por Guipúzcoa, Ramery. Consultor Cardona.
de < Por Álava, Barona.'
órdenes. / Por Vizcaya Goiri. REAL CUERPO DE ARTILLERÍA.
I Por Castilla , Eguía y Pizarra.
Director general, don Joaquin de Mon-
GENERALES AGUI.'GADOs Á LA PLANA MAYOR. tenegro.
Comandante general, el brigadier don
Zabala,Merino, Pineyro, Lardizabal, García, Juan de Montenegro.
y los brigadieres marqués de Bóveda" y Un batallón mandado por el coronel
414 HISTORIA DE LA GUERRA CIVIL.

Trobo y.el comandante Navarro, compuesto Primer batallón. . . Fernandez.


de seis compañías, dos de ellas fijas en N a - 2.» Calafat.
varra y Guipúzcoa. 3.° Gispert.
El tren, compuesto de dos compañías de 4.° Alustiza.
Irenislas y una de zapadores, lo mandaba el S.° (chapelchurris). Ibero.
coronel Aizquibel. 6.» Oliden.
Una compañía de Maestranza, bajo la 7.° . AHamira.
dirección del teniente Montoya. 8.° Egaña.
Los coroneles Gil de la torre,- Urrulia,
yolrosgefes y oficiales, destinados alas Pro- DIVISIÓN DE VIZCAYA.
vincias y divisiones, asi como al colegio de
cadetes establecido en Oñate, y cuya c o m - Primer comandante general. . . Sarasa.
pañía mandaba el coronel Miyares. 2.» Id. . . Guergué.
Gefes de b r i g a d a .
.i?, ". '. 0 1

M i AL CUERPO DE INGENIEROS. 6
(Vcraslegui.
Primer batallón. . . Urrejola.
Comandante general, don Melchor de 2.o Olivares.
Silvestre. 3,o . . . . . . . . Ibarzabal.
Un batallón de corta fuerza y dos c o m - 4.° Arias.
pañías fijas en Guipúzcoa y Vizcaya. S.o Lángara.
Los comandantes Melero, Strauch, Ar- O. 0
Aguirre.
gamasilla, y otros oficiales con deslinos á las 7.° Carreras.
provincias, divisiones y compañías, ademas S.o Altolaguirre.'
de los que se.hallaban en la academia de
cadetes^ establecida en Mondragou. DIVISIÓN ALAVESA.

MVISIOÑ DE NAVARRA Comándame general. . . . Verástegui.


(Moreno.
Gefes de brigada . ^ ,
Primer comandante g e n e r a l . .García. E | g u e a

Segundo id Zaratiegui. Primer Batallón. . . Ugarle.


2.o Remon.
iTarragual.
3.o Basco.
Gefes de brigada . . Jllzarbe.
4.° Opacoa.
' Carmona.
5.° Calahorra.
Primer batallón. . . Oteyza. 6.o Ángulo.
2.° . . . Larrodé.
3.o (El Requeté). . Zufia. DIVISIÓN CÁNTABRA.
4.° (Prisionero de
guerra Sacanell. Comandante general. Andechaga (Castor).
5.° Echevarría.
6.° Carasa. Primer batallón. Oruña.
7.° Eraso. 2.o Bay on.
8." Riezu.
9.» Saiz. DIVISION CASTELLANA.
10 Solo.
11 Caballero. Ge fe organizador. Urbizlondo.
12 \ . . Hermosilla. Gefe de brigada . Perez de las Vacas.
Guias Oleiza.
Rey, I . de c a b a l l e -
0

DIVISIÓN DE GUIPÚZCOA. ría Nereguela.


Reina, 2.° Linares.
Primer comandante general. Guibelalde. Príncipe 3.° . . . . Caño.
2.° Id Iturriza. Princesa 4.° . . . . Manzano.
Granaderos ( c o m -
i Alzáa. puesto de los pasa-
(Jefesdg brigada . . ) Iturriaga. dos de la Guardia
Wbe, ¡ Rea}, Solana,
ORGANIZACIÓN Y ESTADO DEL EJERCITO CARLISTA. ilS

Coronel . . . . Segovia.
MUGADA ARAGONESA—VALENCIANA. i Teniente c o r o -
I nel Arróspide.
Gefe de brigada . . Quilez. Cuarto ¡Comandante del
regimien-v primerescua-
Infante don Juan 1.° to. 1 dron . . . . Barbadillo.
de A r a g ó n . . . . Bardabin. /Del 2.° . : . . Lujan.
Infante don Sebas- [Del 3 . o . . . . .
tian, 2.° Id . . . Fulgosio. I Del 4 . o . . . . Corlines.
Infante don Fernando
1.° de Valencia. . . Llorens. La caballería aragonesa, mandada por
Añon y Franco, que habia llegado con la
CABALLERÍA. espedícion de Gómez, se estaba organizando
en aquella época, y tuvo después entrada
Comandante general. El conde de Prado en diferentes escuadrones.
Secretario El coronel Reina. Ademas principiaba á organizarse un
Gefe de la plana ma- escuadrón en Guipúzcoa y un batallón de
yor Sanz. pasados argelinos, á las órdenes del coronel
Crayoremhel.
(Dclpan. Puede decirse que el ejército real cons-
Gefes de brigada.
(Real. taba en aquella fecha de treinta y dos mil
bayonetas y mil quinientas lanzas.
Coronel. . . . Dancausa. Habia también en cada provincia un
Teniente coro- balallon de inválidos, que se utilizaban en
nel Ortigosa. ordenanzas y otras comisiones.
Primer
Comandante Las divisiones de infantería se compu-
regimiento.
del primer Lucus (Ma- sieron siempre de batallones de una misma
Lameros de
escuadrón . nolin). provincia, y según la fuerza de aquellas,
Navarra.
Id. del "2.° . . Osma. cada dos ó tres de ellos formaban una b r i -
Id. del 3 . " . . Ubago. gada. La fuerza de cada batallón era de
\ l d . del 4.» . . Eyaralar. ochocientos á mil hombres, y por consecuen-
cia de las bajas y pérdidas de la guerra,
,Coronel. . . . Martínez. unas veces formaban mas ó menos; pero
Teniente coro- Galiano (pri— generalmente podían considerarse cada uno
nel sionero). de quinientos. Los batallones eran ligeros,
I n t e r i n o . . . . Lordar. organización que siempre han dado los e s -
[Comandante del pañoles á los cuerpos que forman en movi-
primerescua- mientos nacionales ó provincianos, y la mas
Segundo adecuada á las circunstancias que el terreno
dion llamado
Regimien- Álava. . . . Jarin. y las necesidades presentan en toda la p e -
to. jDel 2.° . . . Isari. nínsula. Cada batallón tenia un primero y
iDel 3.° . . . . Trassierra. segundo comandante, un ayudante y un
Del 4 . o de de- abanderado: ocho compañías con cinco ofi-
pósito, d e s - ciales, y de ellas dos de preferencia, que se
montado en llamaban de granaderos y carabineros, - c a -
Acedo. « zadores ó tiradores.
La caballería variaba sensiblemente en
I Coronel. . . . Cabanas. su organización, por la mayor ó menor e s -
I Teniente coro- lension de la guerra.
I n e l . . . . . Montagan. La creación, los trabajos, la historia en
Tercer j Comandante del fin, de los cuerpos de artillería é ingenieros,
primer escua- es notable, gracias á los generales y gefes
to. drón (Vizca- tan instruidos que estuvieron á su frente y
ya) Tejada. cump ieron tan bien, y á sus escelenles s u -

I
Del 2.° . . . . Vinuesa. bordinados. Las obras hechas por los arti-
Del 3.° y 4.° . en organiza- lleros carlistas en Oñale son el monumento
ción. de su gloria. En el Musco Militar de Madrid
HISTORIA DE LA GUERRA CIVIL.

hay algunos de los cañones y carruages que esto e P gobierno manifestaba á Espartero
usaban, fundidos, forjados y construidos por creer conveniente pusiera en movimiento
ellos, sin mas auxilios que la voluntad cons- cuantas tropas dependiesen de su autoridad,
tante y su decisión incansable. inclusas las del cuerpo de la derecha, y
En el equipo general de todo el ejército «que se dirigiera sin descanso sobre el ene-
carlista había una prenda que imprimió c a - migo hasta arrojarle del corazón de sus
rácter y lo distinguía; era la boina ó gorro guaridas,» donde le consideraba menos apio
vasco. Zumalacárregui lo adoptó «ncarnado para resistir que quince dias antes. Le ofre-
para su estado mayor, y después fué la d i - cía facilitarle recursos y medios de toda
visa general del partido político, y la única especie para mover el ejército; y le decia
prenda indispensable al que entraba á servir la comunicación á que nos referimos:
norsorteo, voluntariamente, ó presentado de «S. M. quiere que V. E., tomando la ofen-
las filas liberales. siva, concluya ia guerra con el mismo lino
Los generales, gefes y oficiales no lleva- y acierlo que hasta el día ha sabido s o s t e -
ban insignias de sus empleos: se conocian nerla. La posición de V. E. es ventajosa,
todos, y les conocian los pueblos y las t r o - sus tropas mejores en calidad que las del
pas personalmente, por la fama y el renom- enemigo, el número de éste inferior al de
bre d é l o s hechos; eran queridos del paisano nuestros soldados, y sobre todo, los recursos
y del soldado, á los que correspondían con personales de Y. E., muy superiores á los
toda la efusión de su agradecido corazón: de su adversario.» Se confiaba por esto en
por esto la obediencia y el respeto tenian el resultado, considerado indudable, y se
mayor fuerza que la que alcanzan las insig- ordenaba á Ribero y Narvaez para que con
nias. Algunos años después de la guerra se las divisiones de la Guardia Real y de van-
vio al ejército francés, al sardo y al prusia- guardia que respectivamente mandaban, se
no el mismo vestuario que usaban los c a r - dirigiesen por Villarcayo y Balmaseda á
listas; la canana, una levita y un gorro lige- reunírsele y ejecutar sus órdenes: la tercera
ro en la cabeza. La boina, sobre lodo, r e ú - división se la suponia reunida al ejército, y
ne cuantas circunstancias pueden desearse; al conde de Sarsfield, á quien se cometió la
cubre del sol, preserva del agua, abriga del dirección de las tropas del cuerpo de la
frió y de las intemperies, no necesita el sol- derecha, para que llamase la atención de los
dado quitársela en los campamentos, y su carlistas, y se le avisaba no desistiera de su
poco [íeso, volumen y coste da facilidad objeto, modificándole según lo exigiesen las
para su conducción y reemplazo. Su d u r a - circunstancias, ó lo que Espartero, con
ción es estraordinaria, asi como su fortale- quien se habia de poner de acuerdo, resol-
za: una cuchillada de esas que en las teorías viese. Al vizconde Das Antas se le ordenaba
de los libros se dan por la caballería, puede también que pasara á Medina de Pomar, y
asegurarse no penetra en una boina bien que entablase comunicación con el general
abatanada; y sobre estas ventajas tiene la en gefe.
de que el mismo soldado puede hacerla, El gobierno de Madrid habia trazado un
porque el mecanismo de su elavoracion es plan, ó mas bien le habia sometido á una
sencillo y entretenido. junta auxiliar de guerra, estimulado á ello
por el conde de Sarsfield, que fué el autor,
ó le propuso. El pensamiento era ponerse de
SITUACIÓN DEL EJÉRCITO LIBERAL B E L NORTE acuerdo todas las divisiones del ejército l i -
T PROYECTOS DE OPERACIONES. beral, y simultáneamente efectuar un m o -
vimiento convergente al centro del pais
vascongado, residencia de los carlistas,
LXXY1. para caer asi sobre su mismo corazón. Este
proyecto alucina á primera vista, y sin que
'le prejuzguemos desde l u e g o , le iremos
El ejército liberal se iba también o r g a - darido á conocer en sus mas notables condi-
nizando para proseguir la campaña, ó mas ciones, porque lo merece la importancia que
bien para emprenderla de nuevo, porque la se le dio, y con razón sin d u d a , cualquiera
crudeza del temporal no permitía, á juicio que sea el grado de su bondad, y porque es
del gefe, ejecutar las operaciones necesarias muy útil su conocimiento para el verdadero
para aprovechar los resultados que debia j de-la guerra.
seguir produciendo el anterior triunfo. Por I La citada junta manifestó al ministro, del
SITUACIÓN DEL EJERCITO LIBERAL DEL NORTE, ETC. 417

ramo en un informe poco esmerado, que por este plan abandonaran sus montañas,
para aprovecharse del desventajoso eslaclo teniéndoles ocupada la costa y la importan-
de los carlistas, después del levantamiento tísima base de la frontera de Francia, y
del sitio de Bilbao, aprovechándose del pri- maniobrando una fuerza considerable, a u -
mer desorden introducido entre ellos, por mentando asi su poder disminuido por la
la misma causa que tanto honor hacia á las demasiada estabilidad en la defensiva , no
tropas del ejército del Norte, se debia a l a - seria estraño intentasen descolgarse con va-
car á Durango con toda la artillería posible, rias espediciones á lo interior del reino;
s i , como se creía , estaba en regular estado para cuyo caso era de dictamen Ja junta no
de defensa, sin perjuicio de operar al m i s - se desatendiera la muy importante reunión
mo tiempo contra cualesquiera otros puntos, sobre Burgos de un ejército de observación;
cayendo sobre los almacenes, fábricas de asi como debia de prevenirse el reconoci-
armas, etc., asi como sobreOñate, cuya loma miento de los vados y cordilleras; señalar
era degranimportanciamoral. Bilbao, consi- los puntos de reunión y de defensa, para
derado por esta p a r l e , como base de las no comprometer las partidas pequeñas, y
subsistencias, apoyaría la posesión de Du- formarlas de guías escogidos por andarines,
rango, porque juntas formarían la base de para activar las comunicaciones en caso.de
las operaciones, á la parle occidental de invasión. Que cada capitán general formara
los montes de San Adrián, para cuyo fin las columnas posibles, para moverse hacia
se debian ocupar también los puntos mas donde los carlistas llamaran la atención, no
convenientes de la costa. Conviniendo t o - haciéndolo sin apoyo, ni en ataque aislado
mar una ofensiva absoluta, se opinaba por de frente, si no había un preciso é i m p o r -
la ocupación de poblaciones susceptibles de tante objeto, y gran probabilidad de buen
recursos, para dejar á los carlistas á la in- éxito, haciéndose ensayos de reunión y de
temperie, y por la obstrucción de comuni- pequeñas marchas para adiestrar á las t r o -
caciones para cortarlas subsistencias, a u x i - pas. Por vía también de ensayo, sin duda,
lios, e t c . Que en el caso de verificarse el se recomendaba que el ejército del centro
movimiento del conde de Sarsfield, debiera se moviera, aunque fuese en apariencia,
reunirse á este el general E v a n s , y manio- hacia las fronteras del pais vascongado, y se
brar en masa desde las inmediaciones de propalaran voces anunciando estas o p e r a -
Tolosa, cuyas fuerzas reunidas podrían ocu- ciones, para imponer quizá á los carlistas.
par á su tiempo la línea de la frontera de Para contribuir á este plan, que tanto p r e o -
Francia, tomando por base de operaciones cupaba en Madrid á los hombres de g u e r -
la plaza de San Sebastian, ó impedir asi ra, se adoptaban ademas otras disposiciones
la comunicación de los carlistas con el v e - no ya tan notables.
cino reino, que tan importante les era. Que
Para el gobierno, sin embargo, lo eran
para las operaciones del ejércilo del Norte,
todas; por esto su insistencia un dia y otro,
suponiéndole en contacto con las fuerzas de
enviando á Espartero larguísimos parles, en
Sarsfield, de E v a n s , de parte de la g u a r -
los que en medio de mucha hojarasca, se
nición de Bilbao y de las tres divisiones de
hacían declaraciones dignas de atención.
R i b e r o , Alaix y Narvaez, se había de t e -
ner presente la línea que iba desde el c a - Decía,' por ejemplo, en una de sus c o -
mino real de Guipúzcoa, por Segura, la Bu- municaciones, que veía con sentimiento que
r u n d a , etc., asi también como la otra c o - el sistema de ocupación establecido mucho
municación desde el mar á Tolosa , Lecum- antes de que Esparlero tomara el mando del
berri é Irurzun hasta la Burunda y P a m - ejército, redujo las operaciones á la guerra
plona. Que biplaza de San Sebastian punto de defensiva, de cuyo sistema no fué p o s i -
importante para servir de base á la línea ble separarse por las pocas fuerzas que que-
de la frontera no debia mantener ninguna daban disponibles, cubiertas las inmensas
línea anterior, que hubiese de servir como líneas que se sostenían. Por esto la iniciativa
campo atrincherado apoyado en ella, por que tomaron los carlistas, aumentadas sus
necesitar un ejército y ser dispendioso su fuerzas; por esto haber lomado la ofensiva,
sosten , pudiendo solo admitirse los campos y tomarla hasta el punto de poner sitio á una
atrincherados, para recibir un cuerpo de plaza como Bilbao, anle la cual sino presen-
tropas que no pudiera acogerse á una plaza, taron toda la artillería necesaria, lo hicieron
en un movimiento desgraciado. Gomo pu- de la suficiente para poner la villa en i n m i -
diera suceder que estrechados los carlistas nente peligro, y necesitarse todo el ejército
y mas de una mortífera batalla para l e v a n -
53
T01IO I I I .
HISTORIA DE LA GUERRA CIVIL.

tar el sitio. Pero ahora creia el gobierno que ayudar á los ingleses á ocupar el camino
era llegado el momento de abandonar una desde Tolosa á Irun.
vergonzosa defensiva, sustituyendo la i n i - Espartero en tanto esperaba mejorase el
ciativa mas pronunciada, hasta el estremo tiempo para emprender la campaña, comen-
de buscar al enemigo en su centro y obli- zando por la ocupación de Orduña, confia-
garle á que abandonara la línea de opera - da al general Ribero, conlando para ello
ciones que hacia tanto tiempo ocupaba. con la división de éste, la de Narvacz y
La ocupación de las líneas liberales d e - cuatrocientos caballos, auxiliando esta ope-
bía también cesar: el gobierno venia á d e - ración el barón de Das Antas. Al mismo
mostrar nuestro acierto al combatirlas. Y no tiempo que se prevenía esto á Ribero se
porque se necesitaran todas las tropas para hallaba éste en Burgos, anunciándola salida
el movimiento que se proyectaba, sino por- para Bribiesca de la división de vanguardia.
que sosteniéndolas era imposible la ofensi- Se desistió de la operación sobre Orduña,
va, era eternizar la guerra, agotar lodos los y por haber mas facilidad de reunir medios
re'cíirsos del pais y perder la causa liberal. de subsistencia en Yillarcayo, y de que se
Pero el mismo gabinete empezaba á ver- pudiese penetrar por Balmaseda con mai
se contrariado en sus planes; la división de facilidad, pues el valle de Losa y la peña
vanguardia, que tan importante era para de Orduña estarían intransitables por la
que el ejército del Norte emprendiera c u a l - mucha nieve; ordenó á Ribero marchase por
quiera clase de operaciones, no pudo ingre- Villarcayo y Balmaseda, á fin de caer por
sar en él por impedirlo poderosas razones Galdames ó Galdácano á Porlugalele, y
de política y conveniencia, diciendo el disponer luego de estas fuerzas y de las
ministro al mismo tiempo al general en.gefe, demás que pudiese, según los deseos del
que no podían ocultársele las causas que lo gobierno, tanto para aumenlar las de Lacy
motivaban, teniendo présenle la complica- Evans, como las de la derecha de la línea:
ción dé las circunstancias que habían tenido considerando, sin embargo, mas importante
en los últimos meses, por lo cual opinaba el auxilio al primero, porque servia para;
pasase |a división á reforzar á la legión i n - cortar la comunicación de los carlistas con
glesa ó el cuerpo de la derecha; pero luego Francia.
se mandó que pasase á San Sebaslian para
ADICIONES.

Las operaciones de Arlaban merecen movimiento, fué el replegarse los carlistas á


algunas aclaraciones, y las haremos. las alturas, donde reforzados obligó al g e -
El primero que concibió el proyecto de neral á llamar las demás fuerzas, como se ha
las lineas de que tan partidario se mostró dicho ya- y separándose de su primer p e n -
Córdoba, que las adoptó por suyas, fué el samiento de esperar al dia siguiente, empe-
general don Gerónimo Valdés, y ya en su ñó el ataque sin la-cooperación"de las tropas
tiempo se empezó á fortificar á Lerin y otros de Espartero y Evans.
puntos, como principio del sistema que pen-
saba seguir. No llegaron los carlistas á posesionarse
de Mendijur, como se dice en la página diez,
A la página 9, columna primera, l í - columna segunda, línea 2 4 .
nea 2 1 , añadiremos que el plan de Córdoba
era se acantonase el 16, Espartero en Villar- A la línea 47 de la misma columna,
real, Evans en los pueblos que están d e - manifestaremos que sabido ya que el ataque
trás de las alturas de las montañas que son debia ser para el siguiente dia, Córdoba lo
continuación de Arlaban, y él con las d i v i - empeñó aquella t a r d e , no acudiendo las
siones de Bernell, de R i b e r o y d e Cleonard, fuerzas sobre los flancos, como se ve por la
en Arroyabe, ylllibarri-Gamboa; al siguiente misma relación que se hace.
dia debieron ser atacadassimultáneamente las
posiciones, pero al llegar el general en gefe A la linea 3 de la columna primera de
á TJlibarri-Gamboa, opinó hacer un recono- la página 1 1 , espresaremos que las tropas
cimiento sobre las ventas de Arlaban con la que pasaron sobre las cumbres de Arlaban,
primera brigada de la división Ribero. Al fueron las quince compañías que" tenia R i b e -
practicarlo,encontrólas ventas ocupadas;las ro y con las que habia tomado las posicio-
guerrillas se empeñaron en un decidido tiro- nes, y un batallón francés que estaba situado
leo, y el brigadier Narvaez avanzó para apo- en ia falda de la derecha; las demás fuerzas
y a r l a s ; peleó también y cayó herido como no subieron.
dijimos, pero los enemigos fueron desaloja-
dos de la venta y se replegaron á las alturas A la línea 23 de la columna segunda,
de derecha é izquierda. El general en gefe hay que añadir que, las alturas que ocupaba
mandó avanzar la segunda brigada de la di- Ribero formaban la izquierda, y cuando Es-
visión Ribero y las otras dos divisiones. partero llegó recibió la orden de bajar á
donde estaba el general en gefe (que era el
Las fuerzas carlistas que en la antes c i - centro), como lo hizo.
tada página, columna segunda,línea 4 5 , se El fuego principió en la izquierda l i b e -
supone se vieron desde las venias, estaban ral con Ribero; á las dos de la mañana ape-
en ellas y fueron desalojados. nas llabia acabado de bajar Espartero.

A la página 1 0 , columna primera, línea Al párrafo que comienza en la línea cua-


10, advertiremos que l o q u e mascontuvo el renta y seis de la columna segunda/página
420 HISTORIA DE LA GUERRA CIVIL.

11, advertiremos que, si ocuparon los c a r - salian detrás de él; llamó sus batallones i n -
listas las posiciones de Ribero, los cuales des- mediatamente porque comprendió que d e -
de las diez de la mañana que las atacaron bían mandar fuerzas por las alturas que do-
fueron siempre destrozados, repitiendo sus minan la planicie de Osma, tanto para en-
ataques inlinitas veces en todo el dia y todas volver á Espartero y no dejarle subir, cuan-
con poco éxito, era porque cuando Ribero los to para acometerle á él; asi sucedió en efec-
rechazaba, las abandonaba hasta cierto pun- to, y ya tuvo que sostener un encuentro
to v de allí se replegaba á la altura, lo que fuerte para quitarles la altura principal de
se repelia frecuentemente; pero esto era por que se habían apoderado: conseguido esto,
que no tenia otra orden que la de conservar situó sus fuerzas convenientemente, y p r o -
la posición, y no podia avanzar decidida y tegió la subida de Espartero, impidiendo
aisladamente. que otras que se corrían por las faldas le
Ribero estuvo batiéndose desde las diez molestasen. Espartero sostuvo su retirada co-
de la mañana; habiaagotadosus provisiones, mo se dice en el reíalo, y subióá Osma; en-
y de las de reserva le quedaban ya muy tonces se generalizó la acción, hasta que las
[incas, y era grande la pérdida sufrida: e n - divisiones de Espartero y Ribero tomáronla
tonces mandó al oficial de estado mayor, iniciativa y arrollaron á los diez y nueve b a -
don Remigio Molió, para que pusiese todo tallones de Eguia; pero Espartero no pasó á
esto en conocimiento del general en ge fe, y donde estaba Ribero, el cual obró por sí. Es-
este le contestó mandándole municiones y partero tuvo en seis batallones y los húsares,
un solo batallón de cazadores d é l a Guardia un muerto y sesenta y tantos heridos; R i b e -
Provincial, con el que continuó rechazando ro tuvo diez y nueve de los primeros y dos
á los enemigos, hasta que al anochecer les cientos cincuenta de los segundos en cinco
dio una carga decisiva. batallones. Asi se vé lo falso de lo que dice
Eguia, Méndez Vigo no estuvo en esta b a -
Sobre la acción de Unza, inserta en la talla; había marchado á Valmaseda aquella
página 2 3 , se nos ha remitido lo siguiente. mañana, v
uOráa se presentó enMunguía con la or-
den del general en gefe para que Espartero Sobre el Encuentro en Miñano Mayor,
marchase á A murrio con los doce batallo- de que se habla en la página 3 3 , nos escribe
nes que se han dicho de su división y la de desde Alicante el señor don Camilo Moreno
Vigo, y los húsares, y dejase en Munguíalos (á quien presentamos en aquel suceso como
cinco de la división de Ribero, Espartero brigadier, siendo solo coronel), mostrándose
observó oportunamente que desdo esle pun- sentido porque calificamos de imprudente
to no podia la dicha división apoyarle, por el arrojo con que atacaron los carlistas á las
que los enemigos podían interponerse toman- fuerzas de don Leopoldo O'Donell, hoy m i -
do las alturas; por último, siendo él el r e s - nistro de la Guerra No aludimos á los g e -
ponsable de la operación, quiso que se lo fes; pero aunque asi fuera, el que lo era
dejase la libertad de situar la división de superior á ellos le calificó asi, y asi lo c o n -
vanguardia como creyese mejor, y conveni- siderará todo el que examine aquel desigual
do con Oráa, marchó con ios diez y siete ataque, que pudo haber costado la vida á
batallones, mandó á Ribero que siguiese á todos los que le ejecutaron, sin la oportuna
Ugarde, y que desde alli le escribiese á llegada de Villarreal ó de los recluías. Y
Amurrio, á donde llegó aquella noche. Ribe- que Villarreal mostró su enfado, ya repren-
ro escribió, y en contestación le dijo E s p a r - diendo ó haciendo observaciones con la vio-
tero que los enemigos se habían replegado á lencia de su natural carácter, lo sostenemos;
Orozco, y que al día siguiente mandaría la si bien no hablaría con el señor Moreno, si
división Vigo á B a l m a s a d a , y él iría á Or- no habia sido tan imprudentemente arrojado.
duña, desde donde se dirigiría á Unza. Ri- Asentado esto, consignaremos gustosos
bero creyó que era conveniente reuniría di- que no acompañó á Villarreal y á Sopelana
visión en Unza para esperar á Espartero, y en el reconocimiento que practicaron sobre
asi lo hizo, marchando él con un piquete de Miñano, por hallarse haciendo foguear á los
caballería, único que lenia, por las alturas, recluías del primer batallón de Álava entre
para observar la marcha de Espartero; al Urrunaga y Betolaza; que cuando concurrió
llegar á cierto punto vio que esle estaba en ó la acción ya estaba ésta empeñada; que
Orduña, y á poco rato que se ponía en m o - en cuanto se hizo cargo de las fuerzas con
vimiento; luego observó que los enemigos que contaba (dos compañías de cazadores
ADICIONES.

del 1.° y 4.° de Álava), comprendió que se uno á los partes de la Gaceta de M a d r i d ,
todo lo mas á que podia aspirar era á soste- | no hay razón para desechar los del Boletín
ner el fuego hasta que entrase la noche, y oficial de Oñale, y sí por uno ú otro nos
echando entonces pie á tierra mandó retirar guiáramos, habría tenido uno ú otro e n e m i -
su caballo y se puso á pasear detrás de la go mas pérdidas que hombres componían
línea de tiradores, sin dejar por esto de e s - ambos ejércitos; los movimieutos del que
tar espuesto, encontrándole en tal situación daba el parte eran acertadísimos, inte-
Villarreal cuando llegó alli recorriendo la ligentes; los ataques impetuosos, heroicos, y
línea, y en el momento en que les cargó un el enemigo, siempre cobarde, siempre h u -
escuadrón ligero, que hizo los prisioneros yendo, cuando no esterminado. Asi p r e t e n -
que mencionamos, y que si no copó á toda la den algunos sea la historia de la guerra
compañía, dice que fué debido al fuego que civil.
contra la caballería hicieron los reclutas por
disposición del segundo comandante del A lo que decimos en la página 5 9 , c o -
primer batallón, don Francisco Ugarle, quien lumna primera, línea 1 5 , debemos a ñ a -
sin orden de nadie los colocó en la cima de dir, que no recibió orden Espartero para
un cerro inmediato. perseguir á Gómez, sino que en cuánto supo
Esto en cuanto á la parte concerniente su salida se dirigió á perseguirlo.
al señor Moreno, que contribuye á d a r mayor
esclarecimiento al encuentro á que nos refe- La insubordinación de que se trata en la
rimos, en lo cual nos cabe una grande satis- página C l , columna primera, linea 3 , se l i -
facción, porque nuestro especial objeto es mitó á solo un batallón de Gerona, estando
presentar ¡os hechos con toda su verdad, sea acantonado fuera de la vista de Ribero; p e -
de quien quiera la gloria ó la ignominia de ro éste supo reprenderlo.
ellos.
Después do lo que dejamos manifestado
Ademas de lo que referimos en la nota en el segundo párrafo de la columna p r i m e -
de la página 44, podemos aíirmar lo s i - ra, página 6 3 , mandó Córdoba á Ribero á
guiente: tomar el mando de la izquierda.
Córdoba había dimitido el m a n d o , y
pesaroso sin duda de ello, trató de que la También debemos añadir á la línea 2 6 ,
oficialidad del ejército espusiera en su favor, columna primera, página 64 que, llega á
y temeroso de que Espartero no aprobara Reinosa, desde donde mandó al general Ri-
este proceder, le mandó llamar á Vitoria con bero para relevar á Espartero en el mando
premura, y marchó en tanto el coronel Alba de su división, á fin de que éste pasaseá to-
con la esposicion para que la firmaran los mar el del ejército, y confia el de la i z -
oficiales d é l a división de Espartero, dicién- quierda al general Peón.
doles que éste ya lo había hecho. Al saber
después un proceder tan poco franco, lo A lo que manifestamos en la página 7 8 ,
manifestó incomodado á Córdoba, presentó tratando de las operaciones de la linea de
su dimisión, y en la conferencia que tuvie- San Sebastian, aumentaremos el siguiente
ron le retó con acalorada resolución. No te- parte (pie nos ha sido remitido original,
nía enemistad Espartero con Córdoba; hu- no insertando el original también de Evans,
biera firmado gustoso la esposicion, aunque porque se limita á detallar lo que ya d e j a -
no la aprobaba, si se le hubiera dicho; pero mos narrado.
la superchería de que se valió la 'consideró
como una ofensa, que pretendía lavarla con «Exorno. Sr.
sangre. Córdoba le tranquilizó, y al tenderle
la mano la cogió Espartero y rasgó su d i - «En mi comunicación de ayer tuve
misión. el honor de participar á V. E. que este
cuerpo de ejército de la costa de Canta-
Las acciones de Arlaban han sido y s e - bria fué atacado por cl enemigo en la m a -
rán siempre objeto de reclamaciones. A los drugada del día primero en toda la línea
que se apoyan en los parles oficiales, les que ocupa, apoyando su ataque con dos pie-
contestaremos (pie en lo general nos m e r e - zas que con anterioridad tenia situadas en
cen escaso crédito, porque documentos de el alto de Oriamendi, á la izquierda d e l ü r u -
mas fó los contradicen, y porque de atener- mea, y cinco que colocó durante la noche
422 HISTORIA DE LA GUERRA CIVIL.

sobre su posición fortificada de Amezagaña servarlas, fueron tomadas á viva fuerza por
y puntos inmediatos, todas del calibre de tres compañías del primer batallón del s e -
treinta y dos al de doce. Aunque el ataque gundo ligero á las órdenes del comandante
fué simultáneo, se conoció bien pronto que don Julián Lacarta en unión con el batallón
su objeto era romper la línea por el centro derifflesde la legión británica.
para ponernos en incomunicación con el «Obligado el enemigo áencerrarseen sus
puerto de Pasages estrechándonos á las i n - multiplicados parapetos y reforzado el b r i -
mediaciones de esta plaza. gadier Yan-Halen por la compañía de g r a -
«En consecuencia , el ataque contra naderos del tercer batallón deZaragoza com-
nuestra derecha que mas bien fué un llama- puesta de soldados veteranos, lies compañías
miento de fuerzas, fué rechazado bien pron- de fusileros del último reemplazo y alguna
to por el coronel don Joaquín María Bel loso fuerza del regimiento de Jaén, pudo ya pen-
con los regimientos provinciales de Oviedo sar en el reposo del soldado, que sin haber
y Segovia, en unión con alguna tropa de la comido desde la larde anterior, hacia ya so-
legión auxiliar británica, y en concurrencia bre siete horas que se oslaba batiendo, colo-
con algunos nacionales de esta ciudad que cando las compañías de (plintos y la fuerza
quisieron tener parte en la acción. de Jaén, de reserva, y relevando las c o m -
«Rechazado el enemigo por esle lado, pañías que se batían con lasque se m a n t u -
deslinó parte de sus fuerzas á reforzar las que vieron de reserva. Para el efecto fué desti-
estaban empeñadas en el centro. Estas, antes nada la de granaderos de Zaragoza á r e e m -
de amanecer habían ocupado algunas casas plazar una de las que á las órdenes del c o -
entre los fuertes de Saraiegui y Alza, que mandante don Julián Barcaran se hallaban
tan solo las conservamos durante el dia, pero en conlaclo con la izquierda de la legión
cargados vigorosamente por algunas fuerzas británica, y las demás lo fueron por tropas
del segundo regimiento de infantería ligera, del propio regimiento segundo ligero. Desde
tuvieron que abandonarlas con precipitación esle momento no ofreció incidente de consi-
dejando dos prisioneros en su poder. Otras deración el fuego (pie continuó hasta haber
tres compañías del mismo cuerpo se dirigie- anochecido, sino que el nuestro de artillería
ron por la derecha á proteger las compañías so fué aumentando á proporción que se d i s -
inglesas que ocupaban los puntos mas avan- minuía la del enemigo, quien á consecuen-
zados y que se hallaban cargados por fuer- cia de una voladura debe haber tenido a l -
zas muy superiores protegidas por el fuego guna pérdida lanío en el material de la ar-
de su artillería. Esle ataque tuvo el mismo tillería como en el personal de la Iropa que
feliz resultado que el anterior, dirigido con- la guardaba, aunque no puedo decir á V. E.
tra las casas de la izquierda de Saraiegui. nada de positivo, porque sus parapetos p o -
Los voluntarios de Guipúzcoa desde el fuer- nían á cubierto de nuestra vista cuanto pasa-
te de Alza, lucieron al mismo tiempo una ba en su campo. Después de anochecido,
salida contra las fuerzas del enemigo que se S. E. el general comandante en gefe mandó
había acercado á tiro de pistola del fuerte á (pie las Iropas se retiraran á sus puntos y lo
cubierto de sus tiros, rechazándolos y o b l i - verificaron con orden y sin que el enemigo
gándolos á alejarse de él. se atreviera ó dejar sus parapetos.
«Continuaba avivándose el fuego de arti- «Remito á V. E. adjunta la relación de los
llería y fusilería á proporción que se situaba diez y nueve muerlos, ciento diez heridos y
la nuestra convenientemente y que se refor- veinle y seis contusos que lia tenido la fuer-
zaba la línea en los punios de verdadero za española de la división de mi mando. La
ataque, que fué dirigido contra el punió de del enemigo, según avisos contestes que se
conlaclo de la izquierda de las tropas do la lian recibido por relaciones hechas por los
legión británica y la derecha de los españo- que en consecuencia de la acción han pasa-
las, que á las órdenes del brigadier don An- do á Francia y las de oíros allegados suyos
tonio Van Halen, están encargadas de la que por objetos de comercio han estado en
parle de la línea que se estiende desde la Bayona, no baja de mil hombres lucra de
casa fuerte de Saraiegui al pueblo fortifica- combale, aunque hay quien la hace ascender
do de Alza. Frustrado el primer proyecto á mil quinienlos. Nada de eslraño es esta
del enemigo, era menester desalojarle t a m - diferencia, á pesar de las ventajas con que
bién de la colina de enfrente en que están han combalido los enemigos desde sus p a r a -
situados los caseríos de Argel, y á pesar de ¡ pelos por el fuego cruzado de artillería (pie
la obstinada defensa que hicieron para con- i lian sufrido durante muchas horas.
ADICIONES. 423

«El coronel don Joaquín María Beilosose que se hallaba de facción en la plaza y eslra-
manifiesta satisfecho del comportamiento de muros de ella por el orden que estableció en
lodos lus señores gefes, oficiales y tropa de la conducción de heridos y la pronta incor-
los regimientos provinciales de Oviedo y poración de los soldados á sus lilas asi como
Scgovia que estuvieron á sus órdenes, y la celeridad con que hacia ocurrir á las n e -
recomienda á lodos los heridos, haciendo cesidades de municiones y demás pertrechos
particular mención del comandante acciden- para que no carecieran de ellos los c o m b a -
tal del de Segovia don Jacoho Zuazo por la tientes.
bizarría con que defendió los puntos a v a n - «Dios guarde á V. E. muchos años. San
zados de, la derecha antes del amanecer; Sebastian, octubre 3 de 1S3C.
del capitán de granaderos don Luis Lemmi
por el arrojo con que cargó y rechazó á sus «Excmo. señor.
enemigos hasta las Cuatro chimeneas. Tam-
bién al teniente coronel del provincial de «GASPAR DE JAUREGlíI.
Oviedo, don Bernardo García Tuñon que
conservó con firmeza y constancia la parle «Excmo. señor general en gefe del ejér-
de la línea que se estiende desde el molino cito de operaciones del Norte »
del viento al convento de la Antigua, al ca-
pitán del mismo cuerpo don José Valdés Hospedo al desastre que sufrió H u m i l -
Meras, del teniente don Indalecio Requero de, consignado en la página 7 1 , capitulo
•y al ayudante don Antonio González del Va- XLVH, nos escribe don Joaquín de S a c a -
lle por su distinguida conduela en la acción. nell, gefe del 4.° batallón carlista de N a -
«Igualmente satisfechoc:l brigadier Van- varra, diciéndonos que «los gefes no a b a n -
líalen hace un elogio de las fuerzas españo- donaron al soldado, sino que después de
las (pie se batieron á sus órdenes y conside- rendidos estos buscaron la muerte ó la. sal-
rando á todos acreedores á la gratitud de vación, y que el general Iturralde no huyó,
S. M. y de la nación creí deber recomendar que lo que hizo fué marchar con su escolta
á lodos lus heridos en general y á los de las de lanceros á observar; pero sin ordenar
clases de tropa para la cruz de Isabel i!, de- nada, y que asi salió todo.»
biendo ser pensionada para los que resulten Esta manifestación nos debía ahorrar
inútiles. espiieaciones, pero las daremos. Anles y
«Yo por mi parte no puedo menos de re después de escrito el capítulo en cuestión,
comendar á V. E. se sirva apoyar y elevar hemos hallado contestes á cuantos hemos
á la consideración de S. M. el mérito que consultado, en que los soldados no pudieron
han contraído estas tropas en aquella jornada, estar peor dirigidos en aquel encuentro, y
manifestándome al mismo tiempo tan satis- tan asi se comprendió, que se formó causa
fecho del celo y pericia militar de estos dos por este suceso, y la reputación de Iturralde
gefes, como de la actividad y prontitud con y la de algunos otros quedó muy mal
que han comunicado mis órdenes los a y u - parada.
dantes de plana mayor el teniente coronel Es un hecho que iodos los gefes se s a l -
graduado don Ignacio Emparan encargado varon y que se salvó toda la caballería: los
interinamente del detall de la división, y el prisioneros fueron solo los desgraciados i n -
capitán de artillería don Casimiro Cañedo y fantes. Si algunos gefes les hicieron resistir-
mi ayudante de órdenes el teniente don se, ¿por qué les abandonaron cuando les
Francisco Zabala. veían perdidos? No culpamos por esto al del
«Tampoco debe ignorar V. E . ni la na- 4.° de Navarra; creemos fué el que mas
ción, el noble entusiasmo y serenidad con hizo, y sobre lodo obedecía á su gefe, que
que la milicia nacional de esla ciudad y le impuso obediencia cuando le pidió p e r -
otros pueblos que estaba franca de servi- miso para hacerse fuerte en el pueblo de
cio, ¡logó con lodo orden hasta el punto Carear. Pero ni su cuadro, ni sus cargas, ni
mas peligroso frente de las baterías ene- sus esfuerzos, evitaron una derrota, que la
migas cuando era mas vivo el fuego, h a s - opinión pública atribuyó á los gefes, y la
la que á insinuación de S. E . el general historia lo consigna asi, porque á ello la
comandante en gefe, pasó á reforzar la l í - inducen las declaraciones de testigos de
nea de la derecha donde permaneció hasta aquel desasiré, este hecho mismo y la e v i -
la noche. Fueron sumamente útiles los ser- dencia.
vicios de la parle de esla tropa ciudadana l Por lo demás, no hemos Iralado nunca
HISTORIA DE LA GUERRA CIVIL.

do manchar la hoja de servicios de ningún haber tomado la iniciativa en aquel infausto


antiguo militar. Quisiéramos no nombrar orden de cosas; pero la gravedad de ellas
personas, sino referir hechos; pero son inse- nos parece tal, que no sabemos abandonar
parables unas de otros, y por esto las nom- el asunto sin presentar algunas razones que
bramos. dejen lijar el juicio.
«Desde la primera asonada á que se
Uno de los ex-gefes carlistas en Catalu- atrevió el partido absolutista en 1 8 3 3 , f u e -
ña, hoy defensor de Isabel II y liberal de ron reprimidas sus tentativas de un modo
corazón, según le hemos oido espresarse, irregular, porque unas veces fueron fusila-
nos ha remitido algunos apuntes interesan- dos lodos los aprehendidos, otras se limitó
tes, de los cuales creemos oportuno publicar el rigor á la sola clase de los reputados por
los siguientes, como una adición á lo que gefes (1). Es verdad que según los bandos
ya dejamos referido sobre el principado (pie estaban en vigor se estendia á todas las
catalán. clases la pena capital; pero ésta era modifi-
cada continuamente según la humanidad del
«El 5 por la noche tuvieron lugar los gefe de columna en cuyas manos recaían los
tristes acontecimientos de Barcelona, y el 6 aprehendidos. Y lo propio aconteció en el
un destacamento de nacionales de Mataré y bando carlista, que por un común sentir
otros pueblos tuvo una acción con Zorrilla arreglaban su conducta á la de sus a d v e r -
en San Pedro de Torelló. Balidos por el gefe sarios; unos fusilaban, al paso que otros t e -
carlista, tuvieron bastantes muertos, q u e - nían en menos derramar una gota de sangre.
dando ademas prisioneros cuarenta v ocho Pero estas crueles al leí nativas quedaron
individuos, que fueron conducidos al pueblo horriblemente uniformadas después de las
de Alpens, en donde se encontraba Brujo, á ocurrencias de Barcelona del 3, desde cuya
la sazón comandante general interino. El 7 fecha nadie escapaba á la pena de muerte
llegó la noticia al campamento carlista de cuantos tenían la desgracia de caer en
del desastroso fin de sus compañeros, presos manos enemigas.
en Barcelona (que por cierto eran muy p o - «Se dirá que esto fué derivado de las
cos, aunque los asesinados fueron muchos), crueldades verificadas por los carlistas s i -
y un grito aterrador de venganza resonó en tiados en la Virgen del Hort; pero seis ó sie-
todas las filas. Coge presurosamente las a r - te fueron solamente los precipitados, todos
mas la soldadesca irritada, y en un instante oficiales, los cuales entonces no eran perdo-
centenares de hombres .ávidos de sangre se nados por unos n i por otros. La prisión del
agolpan á lacada de prevención, en donde coronel O'Donell fué la primera escepcion
se encontraban los prisioneros del dia a n l e - que no había esperimentado como los demás
rior. La guardia, fiel á s u consigna, defien- oficiales carlistas su fatal destino. Las cruel-
de valerosamente el puesto, ínterin daba dades que cometieron los sitiados del Hort
parle á los gefes de la ocurrencia, los cuales en algunos de los prisioneros que retenían,
llegaron con oportunidad; pero apenas saben fué injusta, bárbara, por mas que fuera una
qué responder á las apremiantes instancias amenaza hecha á Mina de cometerla si con-
de los amotinados. Los apaciguan, sin e m - tinuaba hostilizándoles, y sin embargo, á
bargo, momentáneamente, y asegurándoles cierto punto s e p a r a r o n , y aunque supieron
que se contestará con rigor á los escesos de lo acontecido en Barcelona y se vieron p e r -
los enemigos, lograron disolver el motin. didos, casi seguros de ser pasados á c u c h i -
Mas el furor que abrigaban los corazones llo, perdonaron prisioneros y enfermos, que
desarrollóse desde luego con mas fuerza, y luego pudo recoger Mina á su entrada; la
mientras que Zorrilla y Brujo y algunos otros depravación, pues, no era infinita: ademas
deliberaban una prudente resolución, solda- la conducta observada por la guarnición del
dos y oficiales precipítanse de nuevo á la Hort no debia ser considerada una medida
prevención, arrancan de ella á los infelices
prisioneros, y á pesar de sus lágrimas y de
sus doloridos ayes, arrástranlos fuera del (I) La primera gavilla cogida en febrero de
1834, que fué la de Bagarro Escola etc., com-
pueblo y les fusilan ó les matan á bayoneta-
poniendo treinta y un individuos, siete sola-
zos, ni mas ni menos que lo efectuado en mente fueron arcabuceados; la segunda, que
Barcelona dos dias antes. lo fué tres meses después cerca de San Barto-
lomé del Grau, compuesta de nueve jóvenes
"No pretendemos erigirnos en jueces de seducidos ó estraviados, todos sufrieron la ú l -
cual de los partidos fué mas culpable por tima pena.
ADICIONES.

general para conlrarestar sus efectos con un proyecto de fortificarse en la Virgen del
degüello general de lodos los prisioneros Hort fué cosa s u y a , y los medios de defen-
polilicos y civiles, porque es seguro que el sa y demás le pertenecieron esclusivamenle.
acto bárbaro de despenar los prisioneros no Ni podia ser otra cosa, porque allá donde
fué un acto prevenido por los gefes carlistas era posible que se encerrase un plan g r a n -
sino una barbaridad aislada, que le plugo d e , ¿susceptible de grandes resultados no
ejecutar al gobernador del Hort, Miralles. se vio mas que un pensamiento árido y p a -
«Después de la impericia de Guergué, sagero, lo cual se armoniza admirablemente
que en Cataluña y en loda España fué tan con el carácter de Trislany al paso que e s -
fatal, como se dice muy bien en el teslo de taría en discordancia con los conocimientos
la obra, para el partido carlista, causó acaso militares de Torres y con la esperiencia y
no menos funestos efeclos su impolítica: no madura reflexión de llrujó.
contento con haber nombrado á Brujo c o - «Porque ¿quién no vé una importancia
mandante general interino de las fuerzas que en la conservación del único punió de a p o -
militaban en el Principado, confirió igual yo que habian principiado á tomar los c a r -
autoridad al coronel Torres anles de a b a n - listas, siendo asi que era sitio inespugnable
donar Cataluña, sin desautorizar al primero. en razón de que el mismo flanco que tenia
De ahí un continuo altercado enlrc ambos, vulnerable era desde una sima lejana, en la
y una divergencia entre los demás gefes, cual no podia producir la artillería sino tar-
que acarrearon sin duda consecuencias muy díos y lentos efectos? Si el juramento de de-
fatales á unos y á otros colectivamente. Y fender el Hort hubiera sido efecto de un
eslo es obvio, porque fallando un centro de plan general, ó tan siquiera producto de
dirección falló la unidad en las operaciones, una imaginación medianamente organizada,
y en el interés de uno y otro de ambos gefes no debiera haberse mirado con tanta i n d i -
de no auxiliarse mutuamente, temerosos ferencia, confiando el buen éxito á la sola
cada uno de comunicar á su antagonista la escabrosidad del punto. Porque con solo ha-
gloria de un acontecimiento ventajoso, d e - berlo aprovisionado por cuatro ó seis meses,
jaron que se malograsen las mas favorables cosa difícil, pero no imposible en atención
coyunturas, de las cuales la del Hort fuese á su corta guarnición, y si se considera que
acaso la primera, como vamos á manifestar. luego se mantuvieron á sus inmediaciones
«La defensa que se hizo en el santuario doce ó catorce mil carlistas, el punto era
del Hort fué mas bien efecto de un antojo de salvado porque era inespugnable..Mina fra-
Trislany que de un plan premeditado del casando en su empresa perdía el crédito y
comandante general ó gefes convenidos, asi el prestigio, y su ejército la moral; la de
es que el aprovisionamiento y obras de for- los carlistas hubiera acrecido, y al abrigo
tificación, corrieronesclusivamente por cuen- de este punió podían echar los fundamentos
ta de aquel, quien facilitó asimismo de su de su organización, que no conocieron hasta
fuerza inmediata la gente que guarneció el 1 8 3 8 , y en lugar de aquellas masas infor-
fuerte. mes que continuaron siendo el juguete de
las columnas enemigas durante dos años,
"Trislany, que mientras estuvocon man-
podian haber presentado desde luego un
do fué un óbice constante para que se c i -
ejército numeroso y brillan Le, compuesto de
mentase el orden y organización en las filas
cuerpos disciplinados y escogidos.
del ejército carlista catalán , podia ser con-
siderado entonces como un tercer c o m a n - «Otra prueba mas de que la defensa de
dante general con mas atribuciones ( q u e se la Virgen del Hort fué un plan aislado, es
daba él mismo), que "Brujo, oficialmente au- el abandono en que se dejo á la guarnición
torizado y por Torres verbalmente, porque en y la ftia hostilidad que esperimenló el e j é r -
su cualidad de ex-canónigo no sabia con- cito sitiador, que bastante diminuto por
siderarse inferior á ninguno de los nombra- cierto no podia continuar el sitio, si lan solo
d o s , y viniendo de molde á su genio dísco- se Je hubiera bloqueado en sus líneas ó cam-
lo y nunca dispuesto á dejarse sujetar el pamentos ; operación fácil y sencilla en
altercado que existia con respecto de a q u e - atención á que no podia llegar allí ningún
llos, casi puede decirse que supo apropiarse convoy de provisiones sin una marcha de
aquel adagio de ínter dúos litigantes, por- cuatro ó seis leguas al través de un terreno
que efectivamente nadie mandaba en aque- desigual, despoblado y cubierto de bosques
lla fecha con mas desembarazo que é l , y i por todas parles. Era ademas la mitad del
creemos que en virtud de esta autoridad el invierno, y en un pais cuya fria temperatura
1

¥0310 III.
426 HISTORIA D E LA GUERRA CIVIL.

por su contigüidad á los Pirineos hacia casi ; guarnecidos con poco número de naciona-
insoportable la estancia, y parle de las [ro- | les, lo cual les hubiera indemnizado abun-
pas vivaqueaban á la intemperie. ¿Qué j dantemente de ¡a pérdida moral y material
hombre de algunos alcances, aunque no que esperímenlaran con la pérdida del fuer-
hubiera sido militar, "habría descuidado te del llorl. Mas nada de esto se hizo, por-
tantos medios de ofensa para distraer á Mina que los pueblos (pie tuvieron alguna sereni-
de su empresa aventurada y atrevida, a c e - dad rechazaron á balazos al lan célebre ca-
chándole continuamente y fatigándole con nónigo como mal militar, que se manifestó
variados ataques? Pues prescindiendo de la impotente para escalar muros débiles ó tabi-
acción que debiendo ser general el día 20 ques vacilantes.
quedó reducida á ataques varios é incohe- j «Su primer paso lo dirigió hacia Villa—
rentes, nada mas se internó para sostener I nueva de Sitges, población á la que tenia
el fuerte del ílorl, cuya caida era la infali- | particular predilección por la nombradla de
ble decadencia de los carlistas; solo Trisla- I su riqueza. Llegan los batallones á las inme-
ny, como mas interesado en el negocio por- diaciones de la villa, y luego, formados en
que le pertenecía el proyecto y la guarnición una línea ¡le circunvalación, se la intimó la
era parle de su fuerza, descolló con uno do rendición. No aseguraremos lo ipie a c o n t e -
sus (danés peculiares, de los cuales, una vez ció. Es indisputable que la población do
concebidos, hubiera sido impútenle para Villanueva ha sido eminentemente liberal;
hacerle desistir el raciocinio mas concienzu- pero cual diestros militares en sus apuros,
do, y creido en su buen resultado Jo puso parece que han jugado mejor la polínica que
en ejecución. El 'hecho era que debía l a n - las armas, pues corrió muy valedera la voz
zarse con una columna de cuatro ó cinco de (pie había» rechazado á Trislany con al-
mil hombres hacia la baja Cataluña, amena- gunas talegas, que era sin duda la mejor
zar los pueblos fortificados de mas importan- arma que se podía jugar contra dicho c a u -
cia, y hacer barbaridades en los que pudie- dillo, el que la tuviese. De todos modos es
se entrar, hasta que llamada la atención de notorio que no se inlenió el ataque, y T r i s -
Mina por esta razón, se alarmara por la lany no pareció que marchase lan descon-
suerte del pais, y abandonando su obra tento ¡lela visita que hizo á aquella marina.
comenzada, se destacase en seguimiento de Luego le locó el turno á Silgos, que no cre-
los carlistas. El plan tuvo efecto, mas no pro- yéndose bástanle fuertes lo habían abando-
dujo los resultados apetecidos, porque c o - nado los nacionales; lambien quedarían
nociendo Mina la importancia de la toma aquí huellas del gefe carlista, como igual—
del Horl, abandonó lo demás á su suerte, y menle de su tropa, que obró en la población
no desistió de su empresa. algo d¡screcionalm.cnte.
«El punió de partida del gefeespedicio- «Desde Sitges pasó la espedicion carlista
nario fué Fonollosa, desde donde salió con hacia el Arbós, pueblo fortificado también,
su batallón, después llamado de la Reina, el guarnecido por setenta á óchenla naciona-
de Pablo Degollal y el de Puigoriol, forman- les. La proximidad con la villa de Yillafran-
do juntos sobré mil ochocientos hombres. ca, en donde se enconlraba á la sazón una
Hacia San Quintín del Panados reuniéron- columna, fuerte de mil doscientos infantes
sele Sabater, Llars de Copons, Pixot, Mar- y cuarenta caballos, fué la causa de que los
co y algún otro, que reunidos en número nacionales trataran de defenderse confiando
de diez batallones hicieron subir la fuerza de en un pronto auxilio. Pero esla confianza
la columna de Trislany á cinco mil hombres los perdió, porque intimidada la columna á
próximamente. la vista del lan crecido número de enemi-
«Aun asi los carlistas podían hacer su gos, mantúvose quieta y presenció tranquila
negocio, si aprovechando el estacionamiento ¡íesde Villafranca el asalto é incendio del
de Mina no hubiesen despreciado los m o - Arbós .
mentos, porque si bien es verdad que p e r - «Fué sin duda una gravísima falla militar
dían un fuerte, centro de su organización, digna de lodo castigo, la apatía del gefe
con ciento cincuenta ó doscientos hombres de aquella columna, que amilanándose ó la
que lo guarnecían, lo perdían para r e c u p e - vista de una fuerza superior numérica, com-
rarlo al instante, como asi sucedió, porque puesta de paisanos sin organización, muchos
Mina lo abandonó, y entre lanío ellos podían sin armas y conducidos por hombres que ni
reunir hombres, armamento y dinero, lo- noción tenían de milicia, no solo abandonó
meado osadía para asaltar algunos pueblos I á su suerte los pueblos encomendados á su
ADICIONES. 427

cuslodia, si no .que perdió la mas bolla oca- subia de Ja parte de Solsona el coronel don
sión para dar un golpe decisivo á las faccio- Manuel Sebastian con su columna de mil
nes de Cataluña, mayormente si se considera trescientos á mil cuatrocientos hombres, y
que el terreno en que pudo atacar era un ocultando los unos á los otros las sinuosi-
plano unido y despejado, circunstancia fa- dades del terreno, encuéntranse impensada-
vorable y recomendable por sí sola, porque mente en las ventas de Cap del Plá, y los
podiendo maniobrar según todas las reglas carlistas, en su marcha de Occidente á L e -
del arte, su fuerza bajo este punto de vista vante, se vieron instanláneamenle atacarlos
debia ser considerada infinitamente superior por la columna liberal que marchando de S.
y el éxito' de un encuentro no podía ser á N., cayó en cabeza sobre el cenlro de
problemático ni un solo momento. Como aquellos: incomunícanos desde luego, y a r -
quiera, Tríslany atacó é incendió el pueblo rollándoles por uno y olro lado, ve dispersa
á la vista de su enemigo, porque á pesar del sin ningún esfuerzo aquella numerosa m u -
espacio de dos leguas que separa el Arbós chedumbre á la que causó una pérdida con-
de Yíllafranca, la igualdad del terreno no siderable de hombres, quitándoles ademas
permitía que se ocultase el menor accidente, todo el bagaje. Tríslany, á pesar de haber si-
y consumada su obra de destrucción, retiró- do abandonado desde luego por Sebastian,
se tranquilamente, sin que nadie se atrevie- no se, cuidó mas de reunir sus huestes para
se á interrumpirle en su marcha. presentarse en el combale á que se hallaba
«Todo esto ocurría á mediados del mes citado y en el que veía empeñados sus c o l e -
de enero. Observando elgefc carlista que su gas según las descargas que se oían hacia
marcha no había hecho variar en lo mas mí- el silió designado; después de este revés no
nimo los planes de Mina, quien por el con- pensó m a s e n levantar el silio.
trario continuaba estrechando á los encerra- «Entretanto Torres y Brujo se habian
dos en la Virgen del Ilorf, y por una mar- realmente empeñado en el ataque, al que
cha rápida de Sud al Norte de la provincia había dado principio ardes que Brujo por su
llegó á la alta Segarra sobre el 17 de enero, mayor proximidad á los campamentos e n e -
desde donde puesto á lo que parece en com- migos. La brigada liberal, pues, que o c u -
binación con Brujo y con Torres, dirigióse paba la parle del Norte defendiendo la ú n i -
hacia el punto sitiado, resuello según dijo él, ca batería que hostilizaba al Hort, vióse
á dar una acción decisiva acometida al despuntarla aurora del 20 co-
«El 19, Crujoaeampamloeon losbalallo- mo se dice en la Historia, con uno de esos
nes, guias del Ampurdan, Zorrilla, Mallorca, empujes viólenlos y atrevidos que soba e j e -
Caballería, Boquica, Dais y Al ti mi ras desde cutar Torres con su acostumbrada bravura.
la altura de Bu ra hasta la Coma, cubría San «Las avanzadas cejaron rápidamente, no
Lorenzo del Píleos, formando una línea an- sin haber esperimentado alguna pérdida, y
gular que comprendía todo el Nordeste. llegaron á apoyarse con la brigada, cuando
«Turres, con el resto del batallón de ésla, apenas habiendo tenido tiempo para
guias de Navarra, batallón de Orlen, Biom- desplegarse, se siente entre vacilante y con-
biola, el primero y segundo de Ros de E r o - fusa; la columna carlista hizo entonces alto.
Íes y primero y segundo de Borjes, ocupan- Sí bien la mayoría de los carlistas le atribuyó
do Cambril, Anden y Canalde, amenazó pol- ala mala conducta de Torres, siempre supo-
la parle del Norte, y Tríslany, viniendo de niéndolo celoso de una gloria que no quería
la parle de la Segarra debia cubrir lodo el dar á Brujo, no se puede asegurar cual fue-
ángulo de Sudoeste, dándose la mano por se el motivo de un alto inesperado cuando
su derecha con Brujo y por la izquierda con la cabeza de sus batallones llegaban briosos
Torres. Pero Tríslany, que en materia de á chocar con la brigada liberal, accidente
combinaciones, no dando gran importancia doblemente reparado cuando era notoria la
al tiempo, se cuidaba poco de los minutos y decisión de Torres siempre que ejecutaba
de los dias, para cubrir su puesto oportuna- una carga. Es muy posible que este e n t r e -
mente, en lugar de hallarse en él por la viese una resistencia que difícil de vencer,
noche del 19, como habían verificado en el le seria muy costosa, porcaya razón desistió
suyo los domas, desfiló deOliana en la m a - de su empeño; pero cuando había llegado
ñana del 21), que por su distancia de San hasta el enemigo, que no encontró en la m a -
Lorenzo, de cinco á seis leguas, apenas le yor disposición, cuando este manifeslósu v a -
permitía tomar parle en la acción hasta la cilación nadie supo creer oportuno un alto
caída debí larde, Mas dio la casualidad que tan inesperado, mayoriftente en el momento
428 HISTORIA DE LA GUERRA CIVIL.

en que iba á decidirse la vicloria. La o r g a - < tamente las escaleras de cuerda ó cuerdas
nización que habían principiado á recibir anudadas para la peligrosa descensión de
aquellos batallones, bajo la dirección del aquellos derrumbaderos que debía verifi-
mismo Torres, la confianza que lenian en él carse por la noche, y ademas se estudiaron
y e¡ ánimo con que se habían arrojado á la cuidadosamente los rodeos que tendrían que
carga, eran presagios muy funestos para la efectuarse para descartarse de los pueslos
reducida fuerza de dos mil hombres que h a - enemigos.
bían de conlrareslarla; muy al contrario, lo- «Cerrada la noche fué reunida toda la
do inclinaba á creer que no eran bastantes guarnición, escepto los individuos que so
para sostener el peso grave de siete batallo- encontraban de guardia, y presentándoles lo
nes que caían sobre ellos y que la victoria inminente del peligro, manifestóles Miraües
era evidente para la división carlista. Pero que no quedaba mas recurso para salvarlo
la acción quedó reducida por aquel costado que una aventurada fuga. Pero realmente
á este primitivo y único amago, resultando la fuga no era un peligro menos grave y mas
de ahí un mutuo tiroteo que terminó con la próximo por lo menos, por cuya razón varios
retirada, se puede decir voluntaria, de los pensaban en contra del proyecto; pero por
carlistas. fin todos se adhirieron. La operación, pues,
«Brujo, secundando los esfuerzos de Tor- fué ejecutada acto continuo; y mientras que
res, (ralo de generalizar la acción, e m p e - los primeros principiaron á descolgarse,
ñándola por su costado, aunque la distancia oíros fueron á avisar las guardias y á a l g u -
de las posiciones en que había acampado no nos heridos para que siguiesen la marcha si
le permitieron efectuarlo hasta que ya se iba se lo permitían sus fuerzas.
enfriando por la parte del Norte. Con todo, «Concíbese lo duradero de la operación
la refriega por este lado se trabó con v a l e n - ejecutada á la sombra de una noche oscu-
tía. El coronel don Juan Caballería con su rísima, gobernada de cualquier modo, á
brigada, que formaba el ala derecha de la pesar de esto después de un par de horas y
división carlista, alacó por la parte, de la con solos dos escaleras, lodos se hallaron ya
Coma, en cuyo punto se mostraba el bata- reunidos bajo el-enorme precipicio, y r o m -
llón de migueletes, al mando de Murcarols, pieron la marcha á tientas. Desde luego no
con otro batallón de línea en reserva, y Zor- encontraron embarazo; pero después de a l -
rilla alacó por la izquierda frente al grueso gún rato el pisoteo de tantos hombres an-
dal campamento liberal. El combale, que dando por enlre la maleza y los b a r r a n -
tomó por aqui alguna importancia, fué c o n - cos continuados alarmó á un centinela, que
tinuado hasta la entrada de la noche, en cu- dando la voz de alerta puso en guardia l o -
ya hora, después de haber sido constante- dos los demás puntos. La columna nocturna
mente rechazados los carlistas por la b i z a r - hizo alto en su mismo sitio, sin moverse
ría de las tropas liberales, la brigada de Ca- durante un gran ralo, después del cual rom-
ballería hizo plegar á su frente el batallón pieron cautelosamente el movimiento por
de Murcarols, cuyo gefe perdió su caballo, segunda vez.
y la fuerza de Zorrilla se abrió paso hasla «Casualmente desde el primer ruido h a -
comunicarse con la guarnición del fuerte, á bían sido colocadas escuchas, y á los pocos
la cual se invilo para que saliera Asi t e r - momentos de haber vuelto á andar, gritóse
minó la acción después de la cual se retira- de un puesto á otro: la guarnición se esca-
ron los carlistas á sus diversos acantona- pa. Enciéndense fuegos, tíranse cohetes, y
mientos para no acordarse mas de sus com- divisada la dirección de los fugitivos, de
pañeros que quedaban en peligro. todas partes acudieron tropas para reforzar
«El 21 amaneció en solemne calma, lo los puestos y atajarles el paso. Los heridos
cual observado por los sitiados que, sin duda fueron los que principiando á desmayar i n -
se persuadieron que habían de reproducirse Irodujeron la confusión en la fuerza carlista,
los ataques para conducirlos con mas igual- que luego se dividió en diversos trozos, y
dad, perdieron ánimo, y considerando lo re- estos desparramándose por el bosque confia-
ducidos que estaban locante á provisiones de ron su salvación á la espesura de él; lodos
boca, principiaron á pensar en evadirse. La I fueron acuchillados al salir el día. Pero el
noche del 23 fué la señalada para tan difí- grupo mas principal, en número de ciento y
!

cil operación. < laníos hombres, guiados por Cirera y Tillot,


_ «El 22 se aparentó una esperanza que, no no se acobardaron ante los obstáculos, y
1

exislia, y mientras lanío se preparaban ocul- Un pronto abriéndose paso á la bayoneta,


ADICIONES.

ora descolgándose como gamos, ora trepan- aquel revés, sujetóla su gefe, mientras duró
do como galos, salvaron la linea de circun- el invierno, á una instrucción continua, que
valación sin perder un solo hombre. Este si bien no pudo alcanzarla estensa en el
pelotón fué denominado desde entonces la reducido período de dos meses, durante los
compañía del Ilorl, que considerada la mas cuales aun no se podía prescindir de m a r -
valiente del ejército sostuvo constantemente char continuamente para evitar encuentros;
su honor, aunque muchas veces tuvieron es muy cierto que oficiales y soldados llega-
que reponerla. Miralles habia asimismo e s - ron á lomar una idea del mecanismo de las
capado con seis ú ocho voluntarios, que no maniobra?, bástanle para que la división
le abandonaron jamás; pero enloquecido por pudiera batirse con algún método; asi lo
su esposa, se acuerda aunque tarde que la prueban algunos combates en que lomó
habia abandonado injustamente á la v e n - parle en el verano inmediato.
ganza de sus enemigos, y resuelve volver «En los primeros dias del mes de abril,
en su busca. Todos intentaron quitarle del encontrándose Torres en Cambrils con loda
pensamiento idea tan descabellada; pero fué su división, recibió aviso de que cuatro
en vano; corrió á su destino á despecho de compañías de Saboya y dos del 1." ligero,
la razón, pues sorprendido á su paso por que desde la Seo de Urgel habia acompañado
uno de los diferentes grupos que estaban en hasta üliana el coronel Azpiroz, debian con-
movimiento, se le detiene para fusilarle á la tinuar su marcha hacia Lérida sin acompa-
mañana siguiente en San Lorenzo y a r r a s - ñamiento de otra fuerza. Sin perder m o -
trarle por las calles. mentos se puso en movimiento, y fué á e s -
«Como por entonces no habia mucho-; perarlas entre Pons y Oliana.
hombres pensadores en las filas carlistas, no «Desde Oliana hasta Pons el camino real
dio gran importancia la generalidad á la que va á desembocar en el llano de Urgel
pérdida del fuerte del Uort; sin embargo sigue planeando por la orilla del rio Segre,
de que justamente apreciada fué una p é r d i - que corre á su derecha, al paso que por la
da muy trascendental, porque de todos m o - izquierda es dominado siempre por una serie
dos desapareció aquel centro de acción que no interrumpida de montañas que terminan
comunicaba la vida á todo el ejército sobre el caserío del último pueblo; de modo
«Después d é o s l o , los carlistas catalanes que este camino debe considerarse un c o n -
continuaron divididos algún tiempo en c u a - tinuo desfiladero, peligroso para cualquiera
tro grandes grupos, ó llámense divisiones, tropa que no tenga la precaución de ir d e s -
con existencia independiente la una de la cubriendo y dominando oportunamente las
olra, y operando cada uno en un radio e s - cimas de la izquierda; y partiendo de este
pecial, y fueron: Brujo con las brigadas de principio, Torres fué á colocarse en el sitio
Zorrilla, Caballería y Gran, en la provincia mas proporcionado del tránsito para mejor
de Gerona; Torres con las de Ros de Eróles, poderse emboscar.
Borges y algunos batallones sueltos, en la «Este sitio se llama Pelolillo; aqui la
de Lérida; Trislany con los suyos inmedia- montaña mas cuajada de árboles y maleza
tos en la de Barcelona, y Masgoret en la de que en el reslo de la línea, hace un grande
Tarragona con los siete ú ocho batallones de recodo seguido por el camino y por el rio
aquella provincia. Pero no siendo todavía mismo, y es enteramente el punto mas apro-
bastante esta distribución de fuerzas para pósilo para-preparar una grande emboscada
eludirla constante persecución d é l a s tropas que no es fácil sea descubierta sin grandes
de la reina, rara vez se vio ninguna de precauciones.
aquellas divisiones (escoplo la de Lérida), «Una ó dos compañías á las órdenes del
que operase en conjunto, porque reducidas capitán Camas Cruas, se colocaron cubiertas
meramente ó la defensiva, no parecían peí- á la orilla opuesta del rio para disputar el
do quiera mas que batallones sueltos m a r - paso, casoqueel enemigo pensase en v a d e a r -
chando á la discreción de sus gefes, mas lo. Seis ú ocho compañías de preferencia
solícitos en esquivar encuentros que en tendidas en el suelo entre la maleza, o c u -
buscarlos. paron la salida del recodo á cien pies del
«La única fuerza que demostró una cons- camino para c a r g a r l a cabeza de la colum-
tante unidad fué la division de Lérida, á las n a , y lodos los batallones, invisibles asi
órdenes del coronel Torres. Reconcentrada mismo entre la maleza quedaron escalona-
en su círculo, después de la caída del Ilorl, dos por ascendentes posiciones en linca r e -
lejos de dar muestras de quedar abatida por trógrada y en la mejor disposición para en-
Í30 HISTORIA B E LA GUERRA CIVIL.

volver prontamente al enemigo si caia en el llevaba y marcha en aquella dirección cuan-


lazo. De este modo es fácil considerar el do un asistente que se había escapado con
éxito del suceso que alli tuvo lugar. el caballo de su amo, llega, reventado el
«Bajaba tranquilamente la tropa liberal animal, y le dá parle d é l a catástrofe dé
con solas algunas precauciones de rutina, aquellas compañías que él mismo había pre-
que suelen consistir en una débil guerrilla senciado en parle. Sin vacilar un momento
á corta distancia de la columna, cuando se lánzase veloz en ausilio de los que no creía
vé la cabeza de esta acometida de frente víctimas a u n , pero no había corrido la m i -
sin tiempo ni aun para reflexionar. C xle co- tad del camino y ya no se oyó mas ningún
mo es consiguiente, y se replega en desor- tiro. Apresura sin embargo su marcha y
den hacia su centro ; pero en esto desouél- llega por fin al sitio del combate, en donde
ganse por su flanco izquierdo dos ó mas los muchos cadáveres de los suyos p r e d í -
batallones formados en masa y la empujan cenle el fin de los demás. Cual león rabioso
hacia el corto espacio que mediaba hasta el á quien han quitado su cria, sigue jadeante,
rio. Un grupo de soldados revueltos se arro- la [lista del enemigo, y se compromete au-
ja atrevidamente á él sin tantear tan siquie- dazmenle en aquel terreno corlado de Ma-
ra el v a d o . llegaban á la orilla opuesta y d r o n a , sin considerar que él mismo podia
entonces les salen al encuentro las compa- caer víctima como lo había sido la otra co-
ñías prevenidas p a r á o s l e caso; no hubo lumna. Mas los carlistas tmícron miedo y
mas remedio que repasar el rio, en cuya divididos para no ser a'eau/ados otra vez
operación muchos fueron arrastrados por las cedieron el campo, respetando masque otra
aguas. cosa, la desesperada resolución del gefe li-
«Mientrastuvo lugar esla operación, que beral. Aqui cometió Torres una gran falla,
fué breve, las demás compañías se habian acababa do Iriiinfar, por cuya razón sus ba-
recobrado un lanío del pánico que infunde tallones naturalmente debian hallarse muy
loda sorpresa, habíanse formado y suponían animosos y á pesar de la inferioridad n u -
un fuego horroroso con los batallones c a r - mérica de la columna de Azpiroz, no se,
lisias que les acometían por lodos lados, pe- atrevió á esperarle, lo cual demostraba en
ro viendo que se hallan cortados por la otra alguna manera que habiéndole sido muy
parte del rio, perdieron ánimo muchos, y la coslosa la victoria ohlenida no se sentía con
mayor parle do la fuerza se rindió prisione- fuerzas para asegurar otra. Es cierto á p e -
ra. Dos compañías de Sahoya que encon- sar de lodo que Torres luvo inlencion do
trándose á retaguardia fueron las únicas que atacar, y que intentó hacerlo atrayendo
pudieron formarse compelenlemenle no des- al enemigo hacia punios doblemente p e l i -
mayan por eso; unidas como un solo h o m - grosos que los en que fueron balidas las
b r e , retroceden un corlo trecho, luego dan compañías de Sahoya, siendo ademas muy
cuarto de conversión, y enfilando a t i e v i - probable que atendido el vértigo que domi-
damenle la montaña, trepan por ella á pesar nó á Azpiroz lodo aqwd dia se hubiera d e -
de las múltiples acometidas, y después de jado arrastrará cualquier punto, pero Km
mucho trabajo logran por fin colocarse en de Eróles, (¡ue. no obstante de ser tenido
una de las cimas mas culminantes. Forman por un gefe inferior, su parecer era consi-
aqui su línea de batalla proporcionada á los derado en aquella división de muy gran
movimientos del enemigo y oponen durante [íeso, opinó diferentemente, alegando que
largo liempo una heroica resistencia á ios no era prudente esponerse á un resultado
continuados embates de los batallones reu- dudoso, que pudiera hacerles perder el mé-
nidos de Torres, c[ue inútilmente trataron de rilo de una victoria lau cúmplela
rompérsela diferenles veces. Por fin, una iNo estuvo mucho tiempo ociosa la divi-
lucha tan desigual no podia prolongarse; sión de Lérida después de este favorable
cayeron muertos ó heridos los mas de los suceso, que reanimó la moral de su gente,
oficiales, agoláronse las municiones y los proveyóla de armamento y produjo algunas
que sobrevivieron no tuvieron mas recurso alias de varios de los prisioneros que se
que entregarse. alistaron en los batallones.
«Azpiroz que todavía se encontraba en «Después que las previsiones del gober-
Peramola, tres leguas distante del sitio en nador de la Seo de TJrgel hicieron escollar
que se b a t í a n , alarmóse cuando le avisaron un plan de entrada en los fuciles de aquella
que se oia un fuego tan n u t r i d o ; forma ¡liaza, que relacionado con uno de. los ofi-
apresuradamente las seis compañías que ciales de la guarnición tiempo hacia, que
ADICIONES. -13!

lei'iia cnlre manos el brigadier Porredon, bra de inquietud uno do los pasos mas c s -
movióse la división hacia el país bajo de puestos de la provincia, y que una hora
Cataluña, combinada con algunos geí'es dé- mas larde era dominado en toda su ostensión
la división de Tarragona para coger de sor- por una fuerza de cinco á seis mil carlistas.
presa la columna liberal, que operaba en «El comandante general de la sétima
el distrito de Villai'ninca , mandada por el brigada, coronel Osorío, que se hallaba de
coronel don José Clemente. j asienlo en el citado pueblo del B r u c , con
«No carecia de interés el plan de las objeto de mantener espedíto el paso en loda
facciones que se fundaba ademas en la con- : aquella carretera hasta Cervera, había man-
veniencia de una pasagera oportunidad. Por ; dado salir un batallón de cazadores de
(¡ue la columna de Villafranca, si bien era ] Oporlo, ó para proteger el tránsito de la c o -
pequeña por su número no era menos t e m i - | Iumna de Villafranca ó por vía de precau-
ble por lo escogido de su fuerza y por la d e - ción que solía lomarse con mucha frecuen-
cisión y actividad del gefe (¡ue la mandaba, cia; los pobres ligeros pagaron la fiesta
quien tanto en el radio que comprendía el aquel día.
Panados como en toda la linea de la carre- «Los carlistas, como muy prácticos en el
tera desde Esparraguera á Cervera, no s a - pais, al mostrarse al pie de la montaña de
bia dar un momento de tregua á la facción Monserrat, siguieron en el grueso de su fuer-
rpie intentaba invadirla; de ahí el principal za por la carretera que va de Manresa á
motivo de sus enemigos para proyectar un Barcelona para atacar al enemigo de frente,
golpe sobre ella. Daba la casualidad que en si, como ellos presumían, lo encontraban, y
aquel entonces la columna haliia recogido mientras tanto, una fuerza do dos balellones
muchos puntos forlilicados del distrito, cam- marchó por la izquierda dando vueltas á la
biando armas malas que tenían los destaca- montaña de Monserrat, y bajó hacia Coll
mento-, con los fusiles que llevaba el bata- Beto para e n t r a r e n la acción por r e t a g u a r -
llón segundo de francos; de modo que e s - dia del enemigo, ó para sorprenderle y cor-
te, se puede decir que andaba casi d e s a r - larle si se hallase en retirada. Esta m a n i o -
mado durante algunos dias, y esta circuns- bra estratégica causó la perdición de tres ó
tancia no dejaron de tenerla en cuenta los cuatro compañías de cazadores de Oporlo.
carlistas para mejor asegurar su negocio. Porque encontrándose escalonadas desde el
«Clemente se a'ojaba en Igualada, y la Bruc á Casa Mesana, principiaron á reple-
división Torres cruzaba rápidamente'la S e - garse con todo orden cuando la principal
garía desde la parte de Pinos, viniendo á fuerza carlista vino asomando por aquí, y al
acamparse medio emboscado en los caseríos llegar á la vista del Bruc, que acababa de
de Caslellsl'nlÜd del Boig, en cuyo punto fortificarse entonces , creyéndose a s e g u -
se le reunieron los batallones de Pixot é l b a - rados en su retirada, rompieron un fuego
ñez (Liare de C o p o n s ) , procedentes de la terrible (¡ue contuvo durante algún tiempo la
d¡vi-ion del campo de Tarragona marcha de sus contrarios.
«Noticias confusas se difundieron por la «En esto, los batallones que dando la
mañana del 6 en Igualada de que las faccio- vuelta á Monserrat se habían lanzado á la
nes en gran número vagaban por a q u e - carrera desde que oyeron los primeros tiros,
llas inmediaciones; pero Clemente que era llegan á colocarse á retaguardia de los c a -
uno de aquellos gefes que nuné'a supo tener zadores de Oporlo, colocándose entre ellos y
miedo, ni tan siquiera se tomó la molestia de el fuerte del Bruc. Aquí principió la resis-
averiguar si había algo de verdadero en se- tencia mas desesperada que se viera acaso
mejantes versiones, sino que á la hora que en aquella guerra. Aquellas cualro compa-
le pareció desfiló camino de Esparraguera ñías que se iban retirando valerosamente
con objeto de acercarse á Barcelona, en por escalones, tan pronto como observaron
donde habían de ser cambiados los malos fu- que se hallan cortados, repliéganse en una
siles que llevaba el segundo batallón franco. sola masa, forman cuadro, y rechazan hasta
«La fortuna coronó por esta vez la reso- agolar el último cariucho, las múltiples
lución del gefe liberal que subió tranquila- cargas de caballería é.infantería, ensayadas
mente la peligrosa subida de Casa Mesana por aquella caterva carlista. Últimamente,
á donde pudieron colocarse los enemigos fallándoles el auxilio que les hizo batirse
con mucha anticipación, y sin alterar el pa- con tanta bravura, y agotados ya los medios
so regular ni por un instante descendió l e n - de defensa, cedieron á un último empuje,
tamente hacia el Bruc, atravesando sin som- quedando la mayor parte acuchillados sobre
№ HISTORIA DE LA GUERRA CIVIL.

el propio lerreno, testigo de su heroicidad. se habian propuesto, llegan á Yillamayor á


«En esta acción faltó poco para que m u ­ las dos de la madrugada, esto es, cuando
riera el mismo coronel Osorio, quien habien­ menos pensaban los carlistas en enemigos.
do salido á pie para practicar un reconoci­ El mayor silencio reinaba en la población,
miento, de repente se vio acometido por un entregada al descanso; ni la menor señal
pelotón de lanceros carlistas que del primer descubría que allí se albergara una fuerza
empuje llegaron hasta la misma puerta del militar. Como quiera, los gefes liberales,
fuerte del Bruc, y de paso dieron un lanza­ bien seguros de la permanencia de los e n e ­
zo al citado coronel. Pero como llevaba una migos, se preparan para dar el golpe.
zamarra y una gorrita de estar por casa, no «El batallón de Málaga se colocó en masa
le tomaron por persona de importancia, y le sobre una pequeña eminencia que domina la
abandonaron viéndole sin embargo defen­ población por la parte de Occidente, y el de
derse con heroísmo y separar las lanzas con francos, al mando de Rodríguez, dio la
su brazo ( 1 ) , pudiendo, merced al trage que vuelta y se propuso atacar por el lado de
llevaba, correrse por debajo del pueblo para Sudeste, para que caso que los carlistas, en
reunirse con los del fuerte entrando por el medio de su azoramiento, se retiraran de sus
eslremo opuesto del pueblo, decidido á ven­ fuegos, diesen en las bayonetas del batallón
garse de sus enemigos. de Málaga. Avanza sigilosamente una c o m ­
«Pero después de esto Torres simuló r e ­ pañía de preferencia, y se encuentra con
plegares hacia la montaña, y no hizo mas una guardia que ocupaba el estremo de la
que tomar espacio para arrojarse luego mas calle. Dos ó mas soldados se destacan de la
impetuosamente hacia un pais que hasta e n ­ compañía, y llegando cautelosamente sin
tonces había parecido invulnerable por par­ infundir recelos al centinela, le sorprenden
te de las fuerzas carlistas. Y en efecto, a n i ­ y le acuchillan antes que chistara, y a u x i ­
mado su gefe con el buen éxito de su última liados luego por toda la compañía penetran
empresa, y mas briosa todavía su tropa, que en el cuerpo de guardia, cuyos individuos
tras la victoria del Pelotillo acababa de al­ perecen antes que ninguno tuviese tiempo de
canzar otra en el Bruc, completa de a r m a ­ empuñar su fusil. La empresa principiaba
mento, numerosa y en estado regular de or­ favorablemente por parle do los liberales,
ganización, hubiera sido una falla tenerla en que alentados con su primera ventaja se
inacción; asi, pasados dos dias de descanso disponían á arrojarse sobre el reten, desde
por la parle de la Fonollosa, desemboca T o r ­ cuyo punto, que les hubiera hecho dueños
res hacia el llano de Bajes, aborda confiada­ del centro de la población, hubieran sin
mente los pueblos del Valles, y lo atraviesa duda logrado echar la confusión enlre los
de un estremo á otro, recogiendo abundan­ carlistas, lo cual podía ocasionarles un terri­
tes recursos en el pago de las contribuciones ble destrozo. Pero uno de los carlistas de la
que imponía á lodos los pueblos que se en­ guardia acuchillada deslizase herido y e n ­
contraban en la irradiación de su tránsito. sangrentado por enlre el tumulto de sus
«Afortunadamente encontráronse en Gra­ enemigos, y escapándose como una e x h a l a ­
nollers el batallón de francos, número siete, ción echa la alarma en el releo y en toda la
a! mando de. Rodríguez, y otro de Málaga, población. Al silencio uniforme de poco
al del comandante Brafon, cuando la d i v i ­ antes sucédese un sordo ruido, causado por
sión carlista hizo alto en Yillamayor, endon­ la agitación y pataleo de los soldados d e s ­
de decididos los gefes liberales á escarmen­ pertándose y tomando las armas, suenan
tar á sus enemigos que tan osadamente se luego clarines, veces de mando por todas
habían internado en aquel pais vedado, y partes, y en minutos la fuerza loda carlista
no pudiendo aventurar una acción en p l e ­ se hallaba dispuesta á defenderse.
no día á causa de la disparidad de fuerzas «Este incidente hizo variar el plan de
resuelven un ataque nocturno, creyendo Rodríguez, quien luego de haber deliberado
que favorecidos por la sorpresa podrían dar­ que ya era imposible continuar avanzando
les una lección severa. Marchan, pues, de de sorpresa en sorpresa, reúne el batallón y
Granollers entrada la noche y simulando por se arroja por las calles, pasando el pueblo
medio de una contramarcha el objeto que desdo el eslremo en que se encontraba hasta
el opuesto, en donde habia quedado el b a ­
tallón de Málaga. Un fuego horroroso rompió
(t) Este coronel e s el general don F r a n c i s ­
co Osono, capitán general actualmente de Ga­ desde cada ventana y desde las esquinas,
licia. en donde ya principiaban á reunirse pelólo­
ADICIONES. ¿33

nes de carlistas, mas nada detuvo á los libe- S. E. una hora de Olot, una columna carlista
rales, que arrollando cuanto encontraban de.mil doscientos infantes y cincuenta caba-
á su paso, atravesaron el pueblo hasta reu- llos, á las órdenes éstos de Garrofa y aque-
nirse con el otro batallón. Entonces a c o n t e - llos á las de Brujo, Zorrilla y Mallorca. Al
ció otro lance de los que suelen ocurrir en saber-el comandante de armas de Olot, don
los encuentros de noche; el batallón de Má- Juan Fábtegas, el alojamiento de sus e n e -
laga, que á consecuencia del terrible fuego migos, salió á las siete de la mañana si-
que se oia imaginóse que aquella masa que guiente con una partida de unos setecientos
se presentaba á su frente era una fuerza car- infantes y diez y siete caballos del catorce
lista, rechazada por los migueletes, rompe de línea, mandados por García, se empezó
sobre ella á descargas cerradas, causándoles á las nueve de la mañana un pequeño tiro-
mas daño que habían sufrido al pasar el teo de guerrillas, y los carlistas dejaron el
pueblo. Mas los migueletes se hallaban en. el pueblo sin resistir: se dirigen hacia San
caso de avanzar, y lo hicieron esforzada- Esteban de Bas las partidas de Brujo y Zor-
mente por entre la lluvia de balas que diez- rilla con la caballería, y Mallorca á los mon-
maba sus lilas; esta operación produjo todo tes de Marboleña y Murria, haciendo un
el mal resultado que se podía esperar de. ella, fuego insignificante. La mayor parle de los
pues el batallón de Málaga, creyéndose ata- liberales se quedaron en el pueblo, y los
j a d o por una fuerza enemiga, se desbandó restantes se tirotearon con los de Mallorca,
y echó á correr, y los migueletes hicieron durando esta acción hasta las dos de la t a r -
otro tanto por.igual razón. de, en que se avivó el fuego, haciéndose á
«En esto los carlistas se habian r e c o b r a - quema-ropa, cediendo al fin los liberales,
do de su pánico, y formados algunos b a t a - con alguna dispersión hasla reunirse con los
llones y la caballería, aprovechan la luz del demás. A. la vez que esto sucedía, retrocedió
primer crepúsculo para echarse sobre sus Brujo y Zorrilla con su caballería, la que
enemigos. Dirígense á ellos y ya no e n c u e n - habría topado con la liberal que salió del
tran á nadie. La oscuridad, que lardó algún pueblo formada sí no se hubiese adelantado
tanto en despejarse, salvó á la.columna l i - una partida carlista, que disparó una des-
beral de una completa catástrofe. Sin e m - carga tan de cerca que la desconcertó y
bargo, tan luego como pudo reconocerse, el dispersó; y contando con su regreso los l i -
campo, encontráronse muertos y heridos y berales y con algunos infantes que se foguea-
muchos efectos militares abandonados. Pol- ron, les sorprendieron los carlistas, les d e s -
las noticias de los últimos infórmanse del organizaron, y hubieran esperimenlado m u -
número de los liberales, échase toda la ca- cha mayor pérdida sin la detención de los
ballería carlista en su seguimiento, y toda- gínctes carlistas al herirles un individuo, en
vía acuchilla varios dispersos, recogiendo cuyo intervalo formaron el cuadro dos com-
aun muchos pertrechos. La restante columna pañías liberales, que sirvieron de apoyo á
no paró hasla encerrarse en Granollers.» otros, y se fueron resistiendo hasla cerca
de Olot.
Sobre el encuentro que referimos en el Los liberales tuvieron once muertos y
capítulo LX de la página 8 7 , se nos remite algunos mas heridos, de gravedad casi t o -
desde Olot por don P. C. esla adición: dos por serlo con pedazos de hierro. Los
«En la tarde del 31 de enero pernoctó carlistas un muerto y dos heridos. Dejaron
en el pueblo de las Presas, situado al pie de el pueblo después de la acción.
los montes Marbolcfia y Murria, distante al

TOMO I I I .
DOCUMENTOS.

Permítame V. E. que en favor de la i m -


portancia y gravedad del asunto, haga a l -
NUMERO i. gunas reflexiones preliminares para llegar
al término con mas instrucción, y que reco-
S e n t u n i c a c l o n d e l g e n e r a l C ó r d o b a a l miende aquellas á su mas seria meditación.
Cuando los agenles y diputados de los
G o b i e r n a .
valles N. E. al Arga en i'a montaña de Na-
varra, me espusieron que estaban prontos á
E x c m o . Sr.—He manifestado áV. E. que alzarse, les exhorté y alimenté sus felices
el tiempo ha paralizado, y por consiguiente disposiciones sin verificar no obstante su
retardado mucho la construcción de. traba- pronunciamiento hasta que yo diera la señal,
jos en la nueva línea. En ella están o c u p a - para no v e r s e , como otras v e c e s , ellos
dos todos los zapadores que tengo, y lo e s - abandonados y yo en grandes embarazos y
tarán por algún tiempo, aunque auxiliados conflictos: asi recuerdo que lo dije también
por las tropas. al gobierno. Pero otros consejos mas i m p a -
A la guarnición y protección de esta linea cientes, aunque tal vez menos e s p e r i m e n -
y de los valles é intereses que debe abrigar tados en esta guerra que los mios prevale-
es preciso destinar una fuerza por lo menos cieron , y se agitó por Francia y España el
de seis mil hombres, aunque la mitad q u e - espíritu público de aquellos habitantes, los
dando móvil, bien situada y dirigida, puede cuales dando el grito de libertad me hicie-
ligarse á las operaciones generales por su ron á mí esclavo de la n u e v a , distinta y sa-
izquierda con Pamplona, y al eslremo grada atención que se me creaba al estremo
opuesto con el Baztan. De la prosecución ú derecho de mi linea, prolongada repentina-
oportuno desarrollo del plan de campaña mente por esle hecho de nueve Lujuas mas,
que tengo espuesto , forma parte la ocupa- cuando no alcanzaban mis medios físicos á
ción de este último valle, y siendo progresi- c u b r i r l a q u e e n el orden defensivo guardaba
vamente posible el ligarla con una línea de ya este ejército con tanta pena y dificultad.
fuertes sobre el Bidasoa hasta Irun, o hasta Asi, p u e s , este acontecimientofeliz en su
su desembocadura en Fuenterrabia. Que este esencia, no me pareció á mí desgraciado y
plan es en mil conceptos ventajoso, no n e - peligroso por estemporúneo, pues en guerra
cesita demostraciones; basta considerar que como en política entiendo que lodo es rela-
cerrando, ó dificultando muchísimo su eje- tivo, y una misma cosa puede ser ventajosa
cución, las comunicaciones del enemigo con ó perjudicial, según su oportunidad, ó falta
Francia, que han sido el vehículo de su de ella. Concentrado yo entonces con el ma-
alimento, y forman todavíaahora mas la con- yor grueso del ejército en Álava , a m e n a -
dición de su vida, se logran también mil zando el corazón y corte de la rebelión, el
ventajas militares de que mí corresponden- primer efecto de aquel alzamiento fué para-
cia oficial y confidencial y mis conversacio- lizar completamente la acción ofensiva del
nes con V. E. han dado suficiente esplica- cuerpo de diez y seis batallones que tenia
cion. Resta ocuparnos de la posibilidad de sobre mi derecha en la Bibera, con jaque á
su ejecución y de los grandes medios ú Estella, de los cuales unos entraron en la
obstáculos que hay que emplear ó que ven- montaña levantada, y el resto tuvo que. e s -
cer para lograrla, sin lo cual lodo plan bue- calonarse en la misma dirección para soste-
no 0 malo es un concepto abstracto, ó una nerlos. Yo mismo tuve que renunciar á to-
«pujlira *iti cuerpo. da empresa en la parle opuesta, por la siax-,
436 HISTORIA Di; t A GUERRA CIVIL.

pío razón de que si el enemigo, (pie afortu- norancia pública, que tímido, dócil ó ciego
nadamente calculó mal ejilom-.essus intere- agente de su ruina, ya que las pasiones g e -
ses, volvía por el diámetro sobre mi derecha nerales no pueden someterse á lo que la
con su mayor grueso, nuestras tropas y va- inteligencia y la esperiencia diclan y a c o n -
lles quedaban comprometidos ó peidídos pol- sejan. Culpable y aun despreciable seria yo
la muy tardía asistencia con que podia l l e - á mis propios ojos si por contemporizarías
gar á su socorro yo, precisado á retrogradar consumase las calamidades de la patria.
seis ieguas hasta Miranda para correr luego Vuelvo á pedirá V. E. perdone una d i g r e -
por el grande arco ó círculo que forma el sión que hace, cuando menos, escusalile
curso del Ebro, y por caminos que práctica- los disgustos de mi alma, y las tan injustas
m e n t e nos acaban de demostrar que si no como ingratas y poco merecidas acusacio-
del lodo intransitables, son penibles y l e n - nes de que soy públicamente objeto hace
tísimos en la presente estación. tiempo, como lo es un médico del enfermo
Los rebeldes no supieron aprovechar irascible y poco docto que le acusa de la len-
tampoco el tiempo que duró mi marcha de titud de una cura grave y difícil, porque el
la izquierda á la derecha de nuestra línea, cielo que le envió la enfermedad está tierna-,
y recordará V. E . que le indiqué mis t e m o - siado alto para oir sus imprecaciones. A u n -
res cuando lo hacia, si bien un poco des- que yo reconozca mas qne nadie y haya
pués han logrado sorprender la vigilancia de r.spuesto desde el primer momento en que
nuestros gel'es en la izquierda, los que fal- .me vi precisado á aceptar este mando, que
los de buenas noticias acudieron larde al el médico -que so encargue de curar los
auxilio de dos puntos débiles qne si debieron males que hoy afligen al pais, debe poseer
sucumbir ante los grandes medios con que toda su confianza aun cuando tenga menos
han sido atacados, pudieron con mayor d e - crédito y ciencia.
fensa, dar tiempo á ser socorridos. Pero volviendo por fin á lomar el h i -
De todos modos mi situación se hizo em- lo de mi esposicíon, emprendí (decía á
barazosa y difícil, por las exigencias del V. E.) la ardua empresa de establecer una
mencionado suceso político, pues 110 era po- línea de doce á trece puntos fortificados, que
sible sustraerse á la dura alternativa de de- uniendo al bajo con el alto Arga hasta la fron-
jarlos siempre espuestos, ellos y las tropas, tera de Francia, y teniendo porcentro general
á los riesgos probables, por 110 decir inevi- ;i Pamplona, conquistase y domínase todo el
tables, de que llevo hecha mención, ó de pais al Este de ella, es decir, desde la des-
paralizarme con el grueso del ejército en embocadura del Ega hasta los Abluirles.
perpetuo centinela y protector de dichos He hablado ya de sus ventajas y utilidades-
valles. No se cual de los términos era peor; pero no será demás reproducirlas principa-
pero ambos eran muy malos. Para salir del les. 1 . ° Incomunicación militar entre las
apuro resolví anticipar la operación que t e - facciones de estas provincias con las del
nia meditada para cuando llegasen los r e - Noreste de la monarquía y las consecuen-
fuerzos que se preparan á este ejército, ope- cias que eslo encierra para la pacificación
ración que formaba parte del plan general general. 2 . ° Disminución de recursos de
de campaña, ó sistema de guerra con que, á lodo género para la rebelión, por la a d q u i -
mis cortos alcances, puede, no digo mejor, sición de este vasto, nuevo y para ellos
sino únicamente hacerse y conducirse está muy productivo territorio, lo que equivale
guerra; y aunque este sistema sea vivamen- á corlar su vida material mas que diez b a -
te censurado por peregrinos y aun por i n t e - tallas. 3 . ° Establecimientos de aduanas
ligentes del a r l e , que lo califican de lento y y comunicaciones con Francia, de cuyos
largo, siempre me quedará el derecho de efectos y resultados no haré mérito sino r e -
sostenerlo como único, y mientras militan, cordando la parte en que disminuyen el
sobradas razones para calificar todo otro de principal producto que ha alimentado el
funesto ¿ imposible. H e . a q u í la cuestión tesoro de don Carlos. 4. 0
Condición indis-
verdadera que habrá de examinarse siem- pensable que encierra esta linea para el e s -
pre, pero á cuyo examen confieso me p r e s - tablecimiento de nuestras armas en el valle
taré con mas confianza de, convencer á los del Razian, pues los dignos é ilustres g e n e -
demás que de ser convencido, ni stiíicienle rales que me han precedido, y aquellos q u e
docilidad para servir de instrumento á ideas hoy opinando por su ocupación ilustran al
contrarias, cuando estoy penetrado que de gobierno, me permitirán observarles aqui,
un ensayo condescendiente y ya hecho, pen- pasando alguna vez á crítico quien tantas es
de la suerte del país y del trono, el triunfo como a d o r objeto de sus censuras, que ocu-
de los dos principios rivales y la reptil ación par y no asegurar la con-ervacion de lo q u e
y responsabilidad del general que, al frente se ocupa, es reprobada y perniciosa máxima
de la empresa y de la censura nacional, ha en guerra contóla política, abrazar mas de
de responder a l a Europa y á la historia de lo que su alcanza tan espuesto como gastar
su conduela. Digo esto porque he elegido y mas caudal del que se posee. Seria eslo i n -
prefiero ser victima de la impaciencia é ig- currir en los errores y consecuencias de las-
DOCUMENTOS. 437

precedentes ocupaciones, las cuáles línea que guarda el ejército tiene su centro
dieron margen á que para asistir á socorrer en Miranda, y desde este punto al es tremo
alBazlan tuviese el ejército que emplear dicho hay 36 leguas. El camino militar prac-
todo su tiempo, fuerza y atención, para ticable al apoyo de los fuertes existentes
luego tener que abandonarlo, reconocida hasta la estreñía izquierda, va porOña, s e -
que fué por costosa y pesada carga la ocu- gún acaba de v e r s e , y por cierto que no es
pación, y cuando ya había producido gran - mas corto que el anterior.
des derrotas y desastres que espusieron ¿Cómo remediar estos inconvenientes
mucho la causa pública á un naufragio, oca- orgánicos é inherentes á la guerra q u e h a -
sionaron la pérdida, ó sitio de tantos punios cemos para disminuir las ventajas que en
fuertes á que no era humanamente posible ella tiene un enemigo , centralmente encas-
acudir al mismo tiempo. Deplorable é i r r e - tillado en una fortaleza inexpugnable, ines-
parable pérdida fué la de estos fuertes, pues pugnable aunque no la guarden sus armas,
ella altertí lodo el carácter de esta ya enton- pues que forma lodo el terreno en él com-
ces muy difícil guerra, que aquellos sirven prendido un páramo y desierto ingrato en :

de imprescindible apoyo á las operaciones. que el ejército no encuentra auxilios ni sub-


Sin ellos no hay almacenes para alimentar sistencia , ni las puede llevar para el núme-
a l a s tropas, ni hospitales en que dejar nues- ro de tropas con que es preciso marchar
tros enfermos y heridos, que no pueden por él? ¿Cómo? Aumentando las fuerzas y
abandonarse al enemigo; ni se puede r e p o - estrechando las lineas, pero es el caso, pri-
ner de municiones la cartuchera del sohla - mero, que estas fuerzas no han aumentado
do, ni hay abrigo alguno en el desierto de y sí disminuido; segundo, que para e s t r e -
casas que en todo el territorio dominado por char las línpas es.menester concluir bis nue-
los rebeldes ofrece este país al ejército.... vas sin abandonar las viejas y que las p r i -
en todo reducido á si solo. meras tienen todavía que ser m u c h a s , y de
Ahora bien, excelentísimo señor, á los lenta y difícil ejecución; t e r c e r o , como el
doce puntos indispensables en la nueva línea enemigo no se deja tranquilamente e n c e r r a r ' '
hay que consagrar, según llevo dicho, una por la paleta del albañil, ni los fuertes na-
fuerza pasiva y otra móvil que no puede cen allí donde se siembran, ni estos se pue-
absolutamente bajar de seis á siete mil hom- den hacer sin brazos y tiempo y bayonetas
bres. Simultáneamente á aquellas se están para guardar los trabajos contra todas las
construyendo oirás obras en los puntos de que el enemigo puede concentrar para d e s -
San Vicente de la Soiísíerra, Peñacerrada, truirlos, y como mientras esto se h a c e . n o
Treviño y varias venias con los objetos que se hace ni se puede hacer otra cosa, ni se
tengo anleríormenle espuestos.—La venta esta en otra p a r t e ; ó como el enemigo no
de Tamarilcs en el libro.—El Perdón y Cá- ha estipulado estarse quieto e n t r e t a n t o , ó
ceda en Navarra. Se acaban de construir se va este sobre la menor fuerza, ó ataca
tres sobre la línea del Zadorra.—Dos sobre puntos débiles no protegidos por la fuerza
el valle de Losa, lodo para los objetos y pol- que está cubriendo los nuevos trabajos; y
las razones que también tengo manifestadas. porque los ejércitos de Xerxes y G e n g i s -
Y cuando todas las tropas están en acción y Kan no bastarían á cubrir y proteger lodos
protegiendo estos trabajos, todos los brazos los puntos vulnerables, y mas cuando se trata
útiles empleados en ellos, todas las guarní de un enemigo que, repito, no los líene en
ciones en campaña y tan reducidas que sus ninguna parte, y sí se le puede, como á Aqui-
gefes piden de todas partes con clamores les encontrar un tendón vulnerable, no pue-
fuerza, fuerza y fuerza (y ojalá no pidieran de ser sino el hambre, y el hambre no se le
mas que fuerza), mi situación es (auto mas da sino por el camino que con muchos menos
apurada y difícil, cnanto que sin bastar con medios que los necesarios, y padeciendo nos-
lo que tengo á guardar lo que poseo es pre- otros de la misma enfermedad, se la be ido y
ciso y urgente ocupar el Baztan y formar voy procurando por este mi lento sistema que
otra linea de comunicación con él para em- me hace, culpable de apatía, molicie, c h a r l a -
prender desde.allí otra larga y dificilísima tanería, etc.
línea militar que es indispensable para lle- Sin entrar aqui á hacer un paralelo de la
gar ;i la desembocadura del Bidasoa.—Lle- guerra de hoy á loque era hace un año, pues
go precisamente aquí á la gran cuestión ge- ese trabajo exigiría dos volúmenes, recordaré
neral que me propongo someter á la ilustra- tan solo que el enemigo tenia entonces la
ción del gobierno. Multiplicado á tanto gra- mitad de la fuerza aclual; que ésta estaba
do el divisor de las atenciones ¿cómo ha dividida en todas las atenciones que para él
quedado el dividendo de, la fuerza que ha formaban veinte y tres puntos fortificados,
de cubrirlas y protegerlas, y la que ha de por los cuales era oirculable el interior del
o p e r a r e n campaña? Balmaseda y Merendi- país, puntos que fueron abandonados ó p e r -
llo anticipan la solución del problema. Ni didos, y cuya falla hace hoy imposible la c o -
las tropas, ni los hombres tienen la prero- municación fácil ó posible entonces. Que el
gativa de hallarse en estreñios distintos. La I ejército nuestro tenia ademas d e s ú s g u a r n í -
438 HISTORIA DE LA GUERRA CIVIL.

clones cincuenta y cinco batallones movibles cionesl ¿Y cuáles son estas? ¿Su objelo?¿Sus
en campaña, sin contar con los del ejército medios? ¿Sus resultados?—Las operaciones
de reserva.—Que la victoria, el tiempo y los son batallas inútiles y costosas, que luego
grandes auxilios y adquisiciones no habian critican, victorias y triunfo completo q u e
constituido como hoy á la rebelión en un ejér- menos desean los que paseando y delirando
cito hecho y formal, con las grandes s i m p a - lo piden á gritos, que aquellos que, murien-
lias, esperanzas y esfuerzos que hace en do, trabajando, sufriendo y llenos de criticas
Europa el partido ó principio cuyos intereses necias é improperios, ejercemos un mando
defiende.—Que le fallaba el grueso parque inejercible á gusto de esa tiránica y alucina-
de artillería que ha reunido, y no estaba sos- da opinión que recompensa con insidiosa los
tenido por la grande y justa confianza que que mueren é se sacrifican vanamente por
para su triunfo le ofrecen nuestras disensio- salvar á los agitadores. Ojalá no tengan estos
nes pasadas, agitaciones preseutes y las per- q u e deplorar el terrible efecto de sus i n g r a -
turbaciones que se divisan en el horizonte tos, injustos y escandalosos denuestos.
político de nuestro país.—La guerra enlonces Pero esla opinión dominante no puede
era puramente ofensiva de nuestra parte. satisfacerse, porque en su eslravío, no solo
Hoy no solo se exige esta condición, sino quiérelo malo sino que no sabe lo que quie-
que la misma fuerza que ha de hacerla, ha re, pues hoy crilica las batallas y repudia
de proveer á la parte defensiva en una línea los triunfos, y reconviene contra las fallas
tan eslensa y difícil como la que cubre el de sus resultados y mañana las exige y acon-
ejército; y cuando los rebeldes, desesperados seja; ayer recomienda la prudencia, y hoy
de poder progresar en su país, quieren e s - la temeridad y lo imposiblcCuaiido el gene-
tender y propagar la rebelión por espedicio- ral está en !a izquierda, lo reconviene por
nes á las oirás provincias descubiertas, aten- que no está á la derecha, ó vice-versa, y en-
ción para nuestras armas contradictoria, im- trelanlo una verdadera operación que con-
posible, pues que no pueden ocupar lodos quista una provincia, que asegura un terri-
ios punios de enirada, proleger lodos los torio, (pie disminuye la fuerza, recursos ó
vulnerables en este territorio, avanzar las influjo del enemigo, pasa desapercibido ó
lineas y operar en campaña al mismo tiempo; indiferente, á su vista. — En vano es hablar
y mientras no se logre demostrar que eslas de razón; ni la estación, ni el lerreno, ni la
atenciones no forman m a s q u e una misma, y subsistencia ni el calzado, ni.... nada liberta
que, siendo como son distintas y lejanas, se al general, ni á las tropas, ni al gobierno de
puede estar ú obrar sobre todas ellas al mis- esa turba de agitadores ó descontentos....
mo tiempo.—Por último, en la guerra a n t e - Así, pues, ve V. K. ó la urgente n e c e -
rior los cuerpos tenían sus cajas particulares sidad de aumentar los medios de ejecución y
llenas, y el Lisiado dinero abundante para protección, ó de someterse al alcance y e s -
cubrir todas susnecesidadescon puntualidad. fuerzo material, y a las buenas ó malas c o n -
Aquellas están hoy vacías; el material de las diciones de los que se poseen. 2.° La no me-
tropas destruido; las bajas no reemplazarlas, nos reconocida de dar á e s i a , como á todas
y el erario, si bien hace esfuerzos y sacrificios las empresas humanas el ágeme general de
prodigiosos para atendernos, eslos por l a u - todas ellas, que es el tiempo que relativa-
dables no dejarán de ser inferiores al objeto mente reclamen, su índole, sus necesidades
y grandes necesidades á que se destinan. Y y su situación. 3.° La de dar á la opinión é
las subsistencias que hace un año eran abun- impaciencia pública mejor y mas justa y
dantes, buenas y seguras, hoy son dificilísi- acertada dirección, porque su eslravío i r r a -
mas y raras en nuestras mismas líneas, com- cional y apasionado, aun en las clases ilus-
pletamente imposibles de.-de que las abando- tradas tratando de suicidarse se irrita con-
namos y no trasporlables (aun cuando las tra el que lo estorba; si bien entiendo en
tuviéramos) al pais enemigo, porque ni la muchos conceptos, (y lo afirmo con la con-
naturaleza del terreno, ni la grande escala ciencia de un buen ciudadano y con la reso-
numérica en que se obra ya sobre él, ni la lución de un honrado mi ¡lar) que el mejor y
escasez de los trasportes, ni la obstrucción y I único medio de tranquilizarla, es someter a
knlitud y peligro que de tener y llevar m u - otras manos la dirección de esla guerra y
chos resollaría en las marchas por desfilade- confiarla á quien tenga mejores títulos y po-
ros, barrancos y montanas de este pais no sición que yo para revestirse de toda aque-
las puede procurar; y es claro que á pesar de lla consideración, confianza y boga pública,
lo poco en que esliman los calculistas y pro- que ni mis antecedentes ni mi carácter ms
yectistas estos inconvenientes, es el mayor hacen propio aceptar, y menos á solicitar.
de todos, pues sin comer no se vive, sin vi- En las guerras civiles hay necesidades
vir no se combate ni se marcha... Mas ¡cuan- absolutas y exigencias propias que es p r e -
do acabaría yo de enumerar las razones que ciso atender, y el mando de la fuerza arm i -
se oponen á esa palabra vaga, insensata, da en persona de la época es la principal de.
indeterminada, que anda hoy en lodas las ellas, lauto mas urgente, hoy, cuanto que mi
bpcas y entra en Un pocas cabezas, opera- salud y mi vida sucumben, y cuanto las ¡n-
DOCUMENTOS. 4S9

trigas, criticase imputaciones de que con poca braremos; y creo que mas malos no pueden
justicia soy el blanco, han acabado de afectar ser, porque el espíritu público alentado con
m¡ ánimo, tal vez masque debieran, embar- el nuevo médico, y éste auxiliado por las etl-
gando mi razón, acabando con mi paciencia, caces medicinas que se preparan, ó cogerá
que nunca, fué mucha, y debilitando todas la corona que ¡no alcanzaron ni merecieron
mis facultades físicas y morales;'y tanto m e - mis celosos esfuerzos en menos ventajosa
nos peligrosa me parece también esta medi- situación, ó acabará por ilustrarse y revelar-
da, cuanto cualquiera que me reemplace en se á sí propio; que Ja entidad del achaque es
el mando, no podrá ya hoy sino seguir bajo superior á los medicameutos hasta ahora
la imperiosa ley que le revelará la necesi- aplicados, y,huscará otros mas eficaces y se-
dad, el camino que yo he trazado, por ser guros.—Es doloroso, pero la historia entera
lodo otro imposible.—Yo mismo, que no v i - nos enseña que los pueblos no se ilustran ni
ne por tercera vez al ejército sino para pa- desengañan sino con las leccionesque á pre-
par la deuda de un hombre de bien en las cios muy caros compran de la esperiencia, y
terribles circunstancias en que me llamó la mas cuando como ahora están afectadas de la
patria, ayudarécon mis consejos y esperiencia enfermedad nacional, todas las clases mas
á cualquiera que sea encargado de seguir ilustradas, que son la verdadera aristocracia,
construyendo el edificio en que he sido ^ar- de los gobiernos libres.
to feliz con colocar algunas piedras funda- Finalmente, excelentísimo señor, yo q u i -
mentales.—Lejosde mi la ideadehacerun mo- siera poseer las virtudes de un griego ó un
nopolio de la razón, y ojalá que todos los es- romano para ser indiferente ó impasible a n -
pañoles me igualasen en sacrificar al bien te las acusaciones y manejos de que soy ha-
de su patria sus afectos é intereses particu- ce tiempo víctima, y mas én los últimos días;
lares, pues es cierto que no se veria hoy pero lo confieso, me faltan aquellas, y cuan-
aquella tan desgraciada y amenazada de las do sé que he sacrificado al servicio de mi
grandes y peligrosas convulsiones que se ob- país tocio cuanto podía sacrificarle; cuando
servan en un horizonte cercano y cargado. en el estado mas deplorable de salud, á V. E.
Ruego al gobierno que al tomar en con- conocido, trabajo diez y ocho ó veinte horas
sideración todo loquesincera y fundado, aun- al dia, y no dejo las bridas del caballo sino
que desordenadamente, le llevo espueslo, no para tomar la pluma; cuando como es n o t o -
olvide que en la situación general del país, rio soy el primero en las fatigas y no el ú l -
la opinión pública es mas que nunca un po- timo en los peligros de la campaña, y r e -
d e r superior á todos los demás poderes; que nunciando á todo goce y descanso arrastro
la libertad deimprenta que le sirve de ó r g a - la existencia mas miserable que cupo á mor-
no, lo ejerce mas fuerte y mas absoluto en tal alguno, sin una hora de tregua, sin una
estos tiempos de revueltas y borrascas, y idea ni sentimiento que no sea para mi pa-
que cuando esla opinión, justa ó injnsla, tria, sin un afecto que no sea á la justicia...
acertarla ó errónea, condena ó escluye á un al verme acusado ó defendido de parcial,
servidor del Estado, de poco vale que le ab- de apatía, de molicie de charlatan, ó de oirás
suelva su conciencia, ni que le defiendan la cosas peores aunque menos directas, c e r c a -
razón y los hechos, ni que se obstine en sos- do de intrigas y de agentes que tienen en-
tenerle el gobierno, pues este mismo gobier- cargo de desconsiderarme en todas parles,
no solo se apoya en aquel poder eslraordina- hace que el tormento en que he vivido, ya
rio y supremo. Retardarle el triunfo es solo penosamente soportado, se convierta en un
exasperar su deseo y dar nacimiento á n u e - suplicio intolerable, rpie ni mi carácter, ni la
vos embarazos. Yo no puedo dar á Ja opinión justicia, ni el amor de mi reputación, ni los
lo que ¡a opinión reclama; impaciente, mal efectos profundos que ha producido en mi
insirui'ia y cumple amenté alucinada, es, salud, me permiten sobrellevar mas tiempo,
pues, menesterqueel general que se lo rehu- jrefiriendo mil veces ganar una honrada y
se ofrezca con sus antecedentes garantías íumilde existencia con mi trabajo, que no
conformes con las ideas dominantes, que figuraren el universo transigiendo con el
inspire mas confianza con su esperiencia, insulto, la calumnia, y asignándome la in-
con su saber, con el recuerdo en fin de ser- justicia y la ingratitud por recompensa.
vicios prestados en otra época, á los princi- Usen ó abusen cuanto quieran de tan sagra-
pios políticos que han triunfado en el dia, y do derecho los que se erigen en dueños de la
contra los cuales ye milité en distintas cir- época, pero no sirva yo jamás de ocasión á
cunstancias.—Y que no se esponga el g o - multiplicar los males y de'sgraciasde mi país,
bierno á naufragar, irritando con la resis- ni de pretesto á sus eslravios y obcecación.
tencia un deseo que la organización, ó para Para conseguirlo y mantenerme libre en Ja
hablar con la propiedad y la franqueza que libertad, como me jacto de haberlo sido por
acostumbro, la desorganización actual de la mi lenguaje y sentimientos en toda época,
sociedad española ha de coronar triunfando renuncio a este y á todos los mandos, y si
de lodos los obstáculos.—Si los resultados es preciso renunciaré también á mi patria.
fuesen buenos para la guerra, todos los cele- Ruego, pues, á V. E . que dé cuenla de
HISTORIA DE LA GUERRA CIVIL.

esta comunicación á S. M. para que de su l . " La guarnición, igualmente que lodos


gobierno obtenga la resolución pronta y efi- los urbanos serán prisioneros de guerra, y
caz que su mejor servicio, como mi situa- conducidos á uno de los depósitos de esta
ción física y los dereclios que tengo á d e - clase,
fender mi honra y reputación reclaman, al 2.° Los gefes y oficiales conservarán sus
tenor de lo que tan respetuosamente dejo á equipagos, y los soldados de la guarnición
V. E. manifestado, y en el concepto de que sus mochilas bajo la responsabilidad de los
la agravación de mis dolencias ha llegado á gefes, de no llevar mas prendas qué las de
punto con las fatigas y rigores de este cruel su pertenencia , permitiéndose á los p r i m e -
invierno, con los cuidados y disgustos de ros llevar hasta el deposilo los caballos que
este difícil y penoso puesto, que me es abso- no sean de marca, que se les recojerán en
lutamente imposible continuar egerciéndole, aquel punto, entregando en este los que la
y de que si tarda en venir el general que tengan, igualmente que sus espadas.
n o m b r e S . M. para reemplazarme, me veré 5 . ° El gobernador dispondrá que en el
dolorosa y probablemente precisado á dele- acto se haga la entrega por el inventario de
gar el mandoenquien corresponda por la su- lodos los efectos de guerra, vestimos y sub-
cesión general que señalan las reales o r d e - sistencias que existan en la plaza.
nanzas. Dios, etc.—Cuartel general do Liza- -1.
a
El pueblo será respetado, debiendo
zo, ¿6 de febrero de 1836.—Éxcentísimo s e - el ayuntamiento, bajo la responsabilidad
ñor.—Luis Fernandez de Córdoba.—Señor personal de sus individuos, formar una re-
secretario de Estado y del despacho de la lación de todos los urbanos y otra de las ur-
Guerra. banas, las cuales sufrirán mancomunada-
mente una mulla proporcionada á sus for-
tunas.
N031. 2.
S.° El ayuntamiento será también r e s -
ponsable de que ningún vecino ni habitante
Capitulación <lc Ficticia. oculte ni tenga efectos de ninguna clase que
no sean de su pertenencia, y procedan de
Don Antonio Sánchez, capitán del real los almacenes de la plaza, ó de cualquier
cuerpo de artillería, comisionado por el otra dependencia pública, quedando los in-
Excmo. señor conde de Casa-Eguía , g e n e - fractores sujetos á las penas que se dicten.
ral en ge'fe del ejército del rey N. S. don Y habiendo merecido la aprobación del
Carlos V y don Pedro Bahamonde, capitán referido Excmo. señor general en gefe y del
del regimiento provincial de Mondoñedo, gobernador citado, la firmamos en Plencia
nombrado por el gobernador de Plencia para a '25 de febrero de 1830, á la una de la tar-
la capitulación de la misma, hemos conve- de.—Amonio Sánchez—Pedro Bahamonde.
nido en los artículos siguientes: —Es copia.—Eguía.

_NUM. 5.

Estado de fuerza* carlistas.

Resumen del estado de fuerza que dan los comandantes generales de Navarra y Provin-
cias Vascongadas en el tiempo que mandó el ejército real el capitán general don Vi-
cente González Moreno.

FUERZA PRESENTE.

En Navarra y Provincias Vascongadas 22077 765 128 »


Mas en Vizcaya la fuerza del coronel Arroyo 400 »
Mas en Guipuzcua y Navarra los 4 ó 5 nuevos batallones. 2500 » » »
TOTALES 24977 765 128 ri

NOTA. N O se dá razón de la fuerza efectiva por no constar nías que la presente.


DOCUMENTOS. 441

Ö) O

Resumen general del primer eslado de fuerza que dio el Excmo. señor general, gefe del
ejército, conde de Casa-Eguía, del tiempo que mandó en gefe el ejército real.
FUERZA EFECTIVA. F U E R Z A DISPONIBLE.

o r¡ .- —o H
ÍB
Cuerpos de ejército. £ u O? a o
o o" cu
(/; » o"

Cuerpos de distinción. . . 23 143 1129 127 21 100 880 100


Ejército de operaciones. . 44 (¡74 13702 » 38 372 13'30á »
Ejercito de reserva 40 374 94Í0 37 328 7859 »
13 122 930 841 10 83 :
C56 624

Total 122 1313 27221 968 106 1285 2¿697 724

3.°

Resumen del último Estado de fuerzas que dio el Excmo. señor general, gefe del ejército,
conde de Casa-Eguía, en el tiempo que mandó en ¿efe el ejército real.
FUERZA EFECTIVA. FUETIZA D I S P O N I B L E .

o o i
1
CP '
o
o
o o
o? 1
CUERPOS D E E J E R C I T O .
tn l/J o
S" §í o -

Cuerpos de distinción. . . 19 •124 618 144 17 109 474 131


Ejercitó de operaciones . . 47 896 16879 » » 43 77'U 14.181 » )¡
Ejército de reserva. . . . . 38 676 13103 » » | 33 531 11070 » 1)
30 217 1270 954 28 •192 1107 890

Total •154 1913 31872 . 1093 121 1622 27032 1021

A los que vengan sin armas ni, caballos


KUH. í. se les gratificará con ¡00 reales.
A lodo sargento, cabo ó soldado que ha-
ciendo cabeza se pase con treinta á cuarenta
Al e j é r c i t o e n e m i g o , el g e n e r a l e n geíe hombres, le concederé el empleo de subte-
del ejército del rey nuestro señor niente. El que venga con cuarenta á sesenta
don Carlos V. será nombrado teniente. Al que conduzca y
présenle de sesenta á ochenta le ascenderé á
S o l d a d o s : mi antecesor en el mando, el capitán, distribuyéndose entre los ochenta
digno general conde de Casn-Eguía, secun- hombres los empleos de oficiales, sargentos
dando las miras paternales del rey nuestro y cabos correspondientes á una compañía.
señor, os invitó á tomar p a r t e e n su valiente AI que se pase con ¡a fuerza de cuatro c o m -
ejército para poner término a las calamida- pañías, que no bajen de ochenta plazas, le ;

des de la guerra y a los desórdenes con que nombraré teniente coronel, y concederé los
el gobierno usurpador devasta las provincias empleos del batallón en los términos Indica-
del interior. Siguiendo este camino tan aná- dos para una compañía
logo ¡i mi carácter, y ratificando las p r o m e - Ademas, todos los que se, presenten r e -
sas que os hizo en su alocución del 10 de cibirán la licencia absoluta concluida la cam-
junio, paña, y quedarán para siempre libres de
Cada sargento, cabo ó soldado que se quintas.
presente montado y completamente armado, Soldados: tiempo es ya de que conozcáis
recibirá el (lia dé su llegada á mi cuartel los tortuosos medios que empican vuestros,
general, 1,000 reales vellón. gefes. Observad los hechos y descubriréis la
Al que solo traiga caballo se le darán falacia de sus palabras. Tantas derrotas co-
700 reales. mo habéis sufrido, acreditan que el ánimo y
Al quesepresenleúnicamcnlecon armas, arrojo do estos voluntarios es invariable,,
200 reales. 1 siempre el mismo. Dig.inlo las últimas de los
TOJIO I I I . 36
442 HISTORIA DE LA GUERRA CIVIL.

valles de Losa y Mena: en ambas quedaron conservación del orden público, perdiendo
destrozadas las divisiones de Tollo y Salce- de vista q u e , soltados los diques del torren-
do. Ved los rápidos progresos de las tropas te de la rebelión , habían de ser los prime-
reales en Aragón y Valencia. Tan repetidas ros á quienes arrastrará la impetuosidad.
victorias de las armas del rey nuestra señor, Por tanto creo oportuno dirigirme ;1 V . , co-
atestiguan la visible protección que les d i s - mo lo verifico, al efecto de que en estos mo-
pensa el Dios de los ejércitos. Mirad la mar- mentos preciosos, en que se va consolidan-
cha triunfante de las espediciones de Astu- do la tranquilidad, emplee con eficacia las
rias y Castilla. El entusiasmo de los pueblos medidas que caben en el círculo de su j u -
en su transitóos marcan los sentimientos de risdicion para el logro de lan importante
vuestros padres y deudos. (Cuántas lágrimas objeto, prescribiendo desde luego la mas
de sentimiento derramarán al saber que exacta observancia á los reales decretos que
continuáis en las banderas de la usurpación! oportunamente y al intento se ha dignado
Soldados, aun podéis enjugarlas. Aun podéis espedir la excelsa reina Gobernadora.
salvaros de la ruina que amenaza á los r e - Con el de 20 de noviembre del año
volucionarios. Su imperio, el de la impiedad próximo pasado, después de haber recor-
y el desorden, no puede consolidarse. El dado S. M. el olvido criminal que manifies-
corazón de los españoles, católico y monár- tan algunos eclesiásticos de las máximas
quico por educación, costumbres y conven- civiles y canónicas, que prescriben la obe-
cimiento, jamás lo apoyará. Antes llegarla el diencia á las autoridades constituidas, y Ta
caso de convenirse el reino en un desierto. obligación de inculcarlas para mantener la
Soldados, salid de la abyección. Acabad de concordia entre los hijos de una misma pa-
decidiros. Es la primera vez que os hablo, y tria, preconiza la indisputable verdad de
será también la última. Todo tiene término. que las personas que ejerzan beneficios, cu-
La clemencia, el perdón y las recompensas ratos, capellanías, economatos ú otra e s p e -
os ofrezco cou una mano: la espada está en cie de prebenda eclesiástica, deben reunir
la otra. El que no la acepte no tendrá d e r e - á las cualidades civiles y canónicas, la de
cho á quejarse de la suerte que la guerra le una buena condunla política y firme a d h e -
depare. Soldados, evitadla. Imitad á tantos sion al gobierno legítimo de su augusta h i -
compañeros como diariamente vienen d e s - ja doña Isabel I I , de forma que no se pro-
engañados del error en que vivían. Como vea destino alguno de los referidos sin acre-
ellos podéis formar parle de las tropas de mi ditar previamente tan recomendables cir-
mando. Decidiros, y reunidos llevaremos la cunstancias, consignadas en actos positivos
paz á lodo el reino, la alegría á vuestras fa- que no admitan duda.
milias, y seréis participes de los premios que Me consta que en algunos pueblos de
el rey nuestro señor tiene reservados para este Principado se hallan desempeñando
los que defienden sus legítimos derechos. cúralos y otras prebendas eclesiásticas indi-
En mi cuartel general á de julio de 1856. viduos de esla clase, que durante los pasa-
dos trastornos, han puesto en resorte las
BRUNO DE Y I L L A R R E A L . cabalas y artificios de la mas pérfida suges-
tión para aumentar las filas de los rebeldes,
y dando á comprender, ya con espresiones
NUM, 5.
equívocas, ya con amañado silencio, la
identidad de sus designios con los de aque-
Circular ú los diocesanos del Vrluclna- llos , fomentando asi la discordia civil y de-
do de Cataluña. cidiendo á muchos que, permanecieran tran-
quilos en sus hogares, á que lomasen las
Capitanía general del ejército y P r i n c i - armas en ofensa de su reina y de su pa-
pado de Cataluña.—Deseoso de dar fin á la tria. El prestigio de tales eclesiásticos en
guerra civil, que devasta esla porción esco- sus feligresías no puede menos de ser un
gida del suelo español, me he propuesto no obstáculo, muy poderoso al sólido restable-
p e r d o n a r á medio ninguno de cuantos p u e - cimiento de la tranquilidad, pues sus a m o -
dan conducir este objeto, y he creído que nestaciones en favor del orden y del gobier-
uno de ellos es el de estimular á cuanlos no legítimo se mirarán como un engaño ó
puedan tener influencia en el pueblo á que solapado artificio por los que lo han defen-
seriamente traten de cooperar al puntual dido con las armas en la mano ó prestado
cumplimiento de las medidas que se dicta al servicios en favor del trono de Isabel I I ,
intento por mi autoridad , delegada espe- al paso que las familias que han sido vícti-
cialmente por S. M. la reina. mas de la sugestión de depravados consejos
Bien conocida es de lodos la que no po- del eclesiástico infidente, contemplarán en
cos individuos del clero han ejercido en el éste al autor de sus infortunios, y la sana
desarrollo de tantas calamidades, en vez de moralidad de los pueblos desapareciera por
emplear, como debieran, lodos los medios causa de tan imprescindible irritación de los
que les presta su sagrado ministerio para la ánimos.
DOCUMENTOS. 443

Para ocurrir á estos obstáculos y r e s t a -


ñar el fecundo manantial de tristes conse- PRIMERA.
cuencias á que dieran lugar, se hace i m -
prescindible la remoción de los curas párro- El que robase, malversase ó pegase fue-
cos y demás eclesiásticos, que en sus res- go á los trigos y demás frutos de los campos,
pectivas feligresías han eslraviado la opinión ó mieses recogidas ya en ellos, ya en las
por cualquier medio que s e a , reemplazán- eras, ó en otro parage, asi como á los g r a -
dolos con oíros que á su adiifud reúnan el nos custodiados en los graneros casas, b a r -
concepto de adhesión al memorado legítimo racas ó suertes de ios colonos, á sus cercas,
gobierno é instituciones vigentes, ó que plantíos, labrados y aperos de labor, é impi-
rijan en adelante, sobre cuyo punto no ha- diese la recaudación y aprovechamiento de
brá motivo que pueda eximir á vd. de la los frutos, por cualquier medio que sea, su -
mas severa responsabilidad, después que frirá irremisiblemente la pena de ser pasado
S. M. la reina Gobernadora, con sus reales por las armas, bastando para su comproba-
decretos del 6 de diciembre del año pasado ción, Jas pruebas privilegiadas, á saber, la
y VI de enero del corriente, ha tenido á declaración del robado ó perjudicado, siendo
bien mandar que se coloquen con toda pre- de buena fama, acompañado de otro tesligo,
ferencia en los curatos y beneficios curados adminiculo, ó indicio vehemente.
á los secularizados y exclaustrados, entre
quienes los hay de recomendable conducta, SEGUNDA.
y de cuyo desempeño pudieran esperar n o -
tables ventajas en la opinión política y m o - Los que compongan la banda ó gavilla
ralidad de los pueblos. por la cual, ó alguno de sus individos, se hu-
Decidido positivamente á restablecer la biesen perpetrado los escesos que espresa el
paz pública, y con ella la prosperidad del artículo anterior, se tendrán por cómplices
distrito de mi m a n d o , usaré de todas las en ellos, y sufrirán la pena de ser pasados
facultades que me están cometidas para con- por las armas, á menos que presentasen la
seguirlo, removiendo con mano fuerte los persona del autor ó autores del delito, en cu-
inconvenientes que se opongan á tan inte- yo caso se les tendrá en consideración esta
resante designio; y contando entre aquellos circunstancia para la competenteminoracion
la indicada remoción de los eclesiásticos des- de la pena.
afectos, espero que vd. disponga lo mas
conforme al intento, con respecto á los que TERCERA.
se hallen en la diócesis de su cargo; espe-
rando su franca y sincera cooperación, y Inmediatamente de haber tenido lugar
que me dará avisos consecuentes de haher- cualquiera de los referidos escesos, el a l c a l -
se llevado á efecto la medida que queda es- de del territorio en que hubiese sucedido,
presada. formará las oportunas, pero breves diligen-
Del recibo de esta circular se servirá cias, al efecto de acreditar el hecho-, y la ga-
vd. darme conocimiento.—Barcelona de villa ó partida de malvados que lo hubiese
febrero de 1856. cometido, pasándolas sin demora al goberna-
dor del partido, quien con igual brevedad
NÜM. 6. nielas remitirá, al efecto de circular las ó r -
denes convenientes á los gefes de la fuerza
publica, para que en cualquier punto del
Bando. Principado, donde sean aprehendidos los de-
lincuentes, esperimenten el indicado c a s -
Don Francisco Espozy Mina, llundain, Ar- tigo.
daiz y Alemán, teniente general do losrea-
les ejércitos y capitán general del ejército CUARTA.
y principado de Cataluña.
Si resultasen autores ó cómplices en los
Por distintos conductos ha llegado á mi mencionadosdelitos alguno ó algunos depen-
noticia que algunos cabecillas de esas bandas dientes, ó criados actuales de propietarios .ó
de asesinos que debaslan el pais, han hecho labradores, á la indemnización de los daños
amenazas de quemar las mieses de la próxi- causados, sin perjuicio del castigo personal
ma cosecha é impedir su aprovechamiento correspondiente, si se les justificare haber si-
por los medios de ferocidad que acostum- do cómplices ó instigadores.
bran. Y para que tan horrible esceso en n i n -
gún tiempo pueda quedar impune, y la p r o - QUINTA.
piedad con la segundad de las personas sean
debidamente respetadas, se observarán pun- Igual responsabilidad se exigirá también
tualmente y sin alteración alguna, las s i - á las justicias délos pueblos, silos prenota*
p p ' ü t e s disposiciones; dos escesqs hubiesen sido causados por per?
444 HISTORIA DE LA GUERRA CIVIL.

sonas de fija residencia en aquellos, ó por pe- de V. E. de 15 de setiembre, en solicitud


qneñas partidas de'foragidos, que divagando de real licencia por un año para restablecer
desde algún tiempo por las inmediaciones de su salud. Lo digo á V. E. de real Orden para
los mismos pueblos no hubiesen sitio perse- su inteligencia y cumplimiento.—Dios guar-
guidas en conformidad á mi circular de 24 de á V. (í. muchos años.—Real de Durango
de febrero último, á cuyo fin autorizo á di- 14 de noviembre de 1836.—Erro.—Señor
chas justicias para que se valgan del a u x i - don Rafael Maroto.
lio de la guardia nacional, quedando respon-
sables los gefes de esta, en el caso de no pres- 2.»
tarlo con la prontitud que se les reclame.
CONTESTACIÓN DE MAROTO.
SESTA,
28 de noviembre.
Los dueños de las casas de campo y ca- Por el papel de V. E. fecha 14 del cor-
sorios, da quienes se justifique haber presta- riente, me he enterado de la prevención q u e
do espontáneamente cooperación ó abrigo á por orden de S. M." se me hace para q u e
los referidos delincuentes, ó no haber dado permanezca en el eslrangero, ínterin S- M.
parle de albergarse por la fuerza en sus c a - resuelve lo conveniente en vista del r e s u l -
sas y propiedades inmediatas en ocasiones tado que presente el espediente que se i n s -
sucesiva-, ademas de las penas que haya lu- truye sobre la conducta que he observado
gar á imponérseles, según la gravedad del desde mi salida para Cataluña, y de los s u -
caso, quedan también sujetos al reintegro de cesos que me han obligado á dejar aquel
los daños y perjuicios que aquellos hubieren Principado; y aunque me hallo en el mayor
causado. compromiso, pues ni puedo permanecer en
Los gobernadores harán circular estas Francia sin esponerme a una prisión, ni
disposiciones, á todos los gefes de su depen- pasar á otro reino por falta de pasaporte que
dencia y justicias fie los pueblos de su disiri- me lo permita, me es satisfactorio cuando
to, para su mas exacto y puntual cumplimien- me presenta la ocasión de justificar y p u -
to; entregando un ejemplar á los fiscales de blicar mi comportamiento y cuantas vicisi-
los consejos de Guerra, y á sus vocales, pa- tudes y vejaciones he sufrido, no tan solo
ra que unos y otros las tengan presentes, en esta última época, sino también desde
asi para los electos oportunos á la i n s t r u c - que por haberme comprometido á defender
ción de las causas, como al tiempo de fa- los justos derechos del monarca, se me puso
llarlas. en una cárcel, que sufrí por ocho meses,
Dado en Barcelona á 21 de mayo de 1836. amenazarlo de morir por mano del verdugo,
ó por asesinos dentro del calabozo.
FRANCISCO ESPOZ T MINA. Ruego á V. E. muy particularmente se
sirva comunicarme con oportunidad la ú l t i -
P. » . í > . JE. s e ñ o r c a p i t á n general, ma soberana determinación por medio del
comisionado de S. M. en Burdeos, á quien
LAUREANO SANZ. haré saber mi paradero.
Yo entendí que para justificar mi c o n -
Mu: 7. ducta seria conveniente mi presentación,
porque sentenciar á un hombre sin darle
lugar á q u e responda, parece que es q u e -
;
' : . 1.° rerlo sacrificar; mas sea lo que fuere, ruego
á V. E. se maneje este acontecimiento con
OFICIO IJE ERRO A MAR OTO, la consideración que piden mi carácter y
circunstancias, pues satisfecho en el t e s t i -
Ministerio universal.—Secretaría de E s - monio de mi sana conciencia, y en que en
tado y del despacho de la G u e r r a . — E x c e - todo no he hecho otra cosa que servir al rey,
lentísimo señor. He dado cuenta al rey nues- cuandose compromete, ó tiene comprometido
tro señor del papel de V. E. de 28 del mes mi honor, se me pone eu el compromiso de
anterior, manifestándome entre otras cosas hacer patente cuanto he sufrido desde mi
que se pondrá en camino para esle cuartel dimisión, y por consecuencia en él se publi-
real, tan pronto como pueda, y S. M. se ha can acontecimientos de la mas alta t r a s -
servido resolver prevenga á V. E. perma- cendencia.
nezca en el eslrangero, hasta que en vista Cuando hice un particular servicio al rey
del resultado del espediente que se instruye sobre Bilbao, quehabria sucumbido en aquel
en averiguación de laconducla d e V . E.des- entonces, facilitando la marcha hasta Ma-
de que salió para Cataluña, y délos sucesos drid, después de haber balido la columna de
que le obligaron á abandonar aquella provin- Espartero y Ezpelela, se me injurió en el
cia, se digna determinar lo conveniente, te- parle, que se publicó dado por Moreno: nada
niendo ademas presente S. 51- la instancia quiero, convencido de mi oíala suerte, mas
DOCUMENTOS.

que mi tranquilidad, amenazado determinar Dios guarde á Y. E. muchos años.—Real


mi existencia en fuerza de pesadumbres; de Durango 9 de diciembre de 1836,—Erro.
pero no miraré con indiferencia que la c a - —Señor don Rafael Maroto.
lumnia vuelva á triunfaren mi daño.
Si el rey no neceslla mis servicios, está
bien; perdí los momentos de haberle podido NUM. 8.
ser muy útil, y conozco mi desgracia; tendré
paciencia; pero que no se me injurie, pues C o m i s i ó n r e g i a é i n t e n d e n c i a g e n e r a l
no he dado ni pienso dar para ello el menor del ejército y principado de Cataluña.
motivo.
Excmo. señor: Al tiempo q u e con el
5.° mayor sentimiento no m e e s desconocida la
desnudez del soldado, y la urgente necesidad
RESPUESTA PARTÍCULAK DE ERRO A LA A N - de ocurrir á su abrigo á la proximidad del
TERIOR. invierno, ni la falta de provisiones de boca y
de guerra, que según oficio de Y. E. fecha
Excmo. señor don Rafael Marolo.—Real de ayer, al llamar imperiosamente la a t e n -
de Durango 9 de diciembre de 1836.—Muy ción de Y. E.-han estimulado su celo por el
señor mió: He recibido la carta de V. E. de feliz éxilo de las armas, para ponerlo en la
28 último, relativa á la resolución de S. M. mia y escilar el que me anima en obsequio
prohibiéndole la entrada en España, hasta del mejor servicio del rey nuestro señor
que se sirva determinarla en vista del e s p e - hasta el estremo de aventurarse el de su
diente que se instruye sobre la conducta de justa causa, si consiguiente á mi actividad,
V. E. desde que salió para Cataluña hasta decisión y regias facultades, no facilito á la
que abandonó aquel mando; y puede Y. E. mayor brevedad, no tan solo lo q u e me tie-
estar seguro de que ni la purificación del ne indicado por otras do la misma fecha que.
rey, ni mi imparcialidad y esmero con que se sirve reproducir, sino también diez mil
procuro se administre justicia, podrán sufrir uniformes y doscientos mil cariuchos, por
la menor alteración, cualquiera que sea la de pronto, ¡procurando que en lo sucesivo no
intriga ó enemistad que V. E. supone, ó lle- falle este indispensable renglón, peculiar de
gue á existir; pero no puedo dejar de mani- mis atribuciones; no ha podido menos de
festar á V . E . . me ha sido muy sensible el sorprenderme eslraordmariamente una e x i -
que por un efecto de acaloramiento sin d u - gencia tan fuera de toda esperanza, cuanto
da haya mezclado en su olicio las amenazas estoy cierto de la intima convicción de
y espresiones que repite en la citada carta, V . E. respecto de la absoluta imposibilidad
pues no están conformes con el respeto y en lo humano, por la carencia de fondos y
subordinación que debemos al soberano. Por medios para realizarlo, como terminante
mi parte, ni estaba instruido de los negocios manifiesto en mi contestación al otro oficio
á que V . E. se refiere, anteriores á mi m i - de V . E. fecha de ayer, d e q u e hace mérito,
nisterio, y asi por lo q u e hace á los inciden- y que igualmente reproduzco por mi parte.
tes posteriores, no debe dudar los examinaré Cuando el rey nuestro señor se dignó
con la rectitud que acostumbro. Es de acoger con la benignidad que l e e s propia,
V. E. su S. S. Q. B. S. M.—Juan Bautista los voluntarios y sinceros ofrecimientos de
de Erro. mis servicios en éste Principado, y dispensár-
melos altos encargos y dislincionesquetanto
me honran, ademas de la de intendente g e -
neral y comisionado regio en el mismo, no
RESPUESTA OFICIAL. cupo en su soberana justificación esperar,
ni menos exigir de mi imposibles, cuales
Ministerio universal.—Secretaria de E s - son los que Y. E. reclama, apoyado en mis
lado y del despacho de la Guerra. E x c e l e n - atribuciones, únicamente espeditas en el
tísimo señor. He dado cuenta al rey nuestro caso de ocupación de la provincia ó de parle
señor del olicio de V . E. de 28del mes ante- de ella, suficiente á proporcionar tales auxi-
rior, por el cual se manifiesta resentido de lios, difíciles aun en aquel caso, cuanto
la soberana resolución de l í de dicho mes, menos en el que nos encontramos, y que
en la que manda S. M. resida V. E. fuera solo ha podido hacer dictará V . E. un esce-
del reino, ínterin tieneá bien determinaren so de celo, prescindiendo de lodas conside -
vista del espediente que se instruye sobre la raciones y circunstancias, sin poderse pro-
conducta de V . E. desde su salida para Cata- meter otra contestación que la q u e tengo el
luña hasta que abandonó aquel mando; y disgusto de darle; pero en exacta conformi-
S. M. no ha tenido por conveniente variar dad con mi conciencia, honor y sentimientos,
lo resuelto en la citada'fecha de 14 de n o - como asi lo elevaré al soberano conocimiento
viembre último, bodigo á V . E. de real or- de S. M., con la satisfacción propia d é l a
den para su inteligencia y cumplimiento.-*- tranquilidad interior que guia mis operación
U6 HISTORIA DE LA GUERRA CIVIL.

nes, asi como antes do ahora he tenido el


honor de poner en su soberana consideración
la verdadera situación del Principado y de las NUM. 9.
armas de S. M. en el mismo; asi que ni
V. E. ni yo podemos traspasar los limites del Partidas de Óbito.
poder; y en medio de las amarguras que
nos aquejan y de los inminentes riesgos que Don José Baranda y García, presbítero,
constantemente nos rodean, habremos llena- cura de la parroquial (leí Valderrobres, cer-
do nuestros deberes con los sacrificios de tifico: que en los cinco libros de la misma,
nuestras personas hasta el compromiso de en el tomo I X , folio 171, se hallan las dos
nuestra existencia: bajo de cuyo supuesto partidas siguientes: En27 de febrero de 1356,
espero la pronta y categórica contestación murió fusilada en esta villa en el huerto del
de V. E., dándose por satisfecho con esta tan Martinete, por una partida de don Ramón
ingenua como franca, para en otro caso, que Cabrera por mandato del mismo, Jacinta Foz
no espero, ponerme á cubierto de cuales- de. Beceile, de 49 años de. edad, muger de
quiera infausto porvenir, suspendiendo las Miguel Urquizo; recibió el sanio sacramento
funciones de mi destino de intendente, dando de la penitencia y otros auxilios espirituales
parle á S. M., sin perjuicio de hacer lodos que la administró el padre José Valles, m í -
los esfuerzos que sean dables para procurar nimo: hizo testamento del modo que pudo,
corresponder á su soberana confianza en la que recibió el mismo. En él dispone un huer-
instalación de la junta, á ser posible, tanto to á un hijo menor, Tomás Urquizu, y d o s -
mas interesante cnanto es la esclusiva y cientas libras jaquesas á su hija Antonia;
ampliamente autorizada por S. M. para la deja también iros treintonarios de misas
adquisición de fondos, no solo por donativos por su alma y por la de su hija; do; misas
ó empréstitos sin interés, si no con él, y fi- por una vez ni ;ill:>r de la Virgen del Rosa-
nalmente, para subvenir á todas las a t e n - rio, y otras dos al de la Purísima en sufragio
ciones, urgencias y necesidades del Estado. de ambas; y de lodo nombra en ejecutor y
Dios guarde á V- E muchos años.—AI- exhonerador de su conciencia á Mossen José
peus 3 de octubre de 1836.—Excmo. señor. Gil, beneficiado de Beceite. Al poco rato fué
—Pedro Alcántara Diaz de Labandero.— enterrada en el cementerio de esta villa.—
Excmo. señor capitán general de este ejérci- Mossen Ramón Escurpi, regente.
to y provincia. En 27 de febrero de 1836, murió fusilada
en esta villa, en el fuerte de Martinete, por
CONTESTACIÓN DE MAROTO. una partida de las tropas de don Ramón C a -
brera, por mandato del mismo, Francisca
Convencido estoy hasta la evidencia de Urquizu, soltera, de diez y ocho años de
que V. S. no puede por manera alguna pro- edad, natural de Beceite, hija de Miguel y
porcionarme los recursos que por mis dos Jacinta Foz, ya difunta; recibió el sacramen-
oficios anteriores le tengo pedido para el to de la penitencia y otros auxilios espiritua-
ejército, que V. S. mismo ha visto desnudo, les que le suministró el infrascripto. Al poco
sin alimentarse y sin municiones para d e - rato fué sepultada en el cementerio de esla
fenderse; mas como al separarme de Navar- villa.—Mossen Ramón Esearpí, regente.
ra para esle destino se me dijo seria a u x i - Y para que conste, doy el presente, que-
liado con armas y dinero, siendo asi que íirmo y sello con el de mi oficio, en Valderro-
toco las dificultades de hallar estos renglones bres á 27 de febrero de 1857.—José Baranda
ni otro alguno en esle Principado, por las y García.—Cura.
mismas consideraciones que V. S. marca, Está legalizada por los escribanos don
estoy en el ca^so de hacer conocer á la s u p e - Tomás Ruiz de Pe.ñarroya, y don Pedro Juan
rioridad mi verdadera situación y el resul- Alies, residente en Valderrobres.
tado que debe prometerse, siendo nulo todo
sacrificio, y por ello necesitaba de V. S. tan
categóricas contestaciones, que oportuna- NUIL 10.
mente haré pasar al soberano conocimiento
del rey nuestro señor, para los efeclos (pie E s p o s i c i a n d e l c o r o n e l F o n t l v e r o s A S . M.
convengan á la conservación del honor mi-
litar en tan desaslrosa guerra, que no puedo SEÑORA:
sostener sin los elementos indispensables.—
Dios guarde etc.—i de octubre. Sin convalecer de! intimo dolor que d e -
vora mi corazón por el asesinato de mi i n o -
cente esposa, en virtud de disposición del
cabecilla don Ramón Cabrera, y postrado en
cama, dedor.de saldré para el sepulcro, ele-
va reverentemente á los pies del trono esla
humilde representación, e| coronel coman.-
DOCUMENTOS. 446

danle retirado y de las armas de esta ciudad te instruido contra la madre de Cabrera?
de Gandía en el reino de Velencia don Ma- ¿Dónde están los cargos que se le han hecho?
nuel Fontivcros, esponiendo: que hallándo- ¿Quien tiene facultad de hollar nuestras sa-
se con igual destino en la villa de Chelva, en crosantas leyes? ¿Quien era el dueño de la v i -
el mes de setiembre último, fué sitiado por da de la madre de Cabrera? ¿dónde está la de
Cabrera, pero habiéndome burlado de sus que se castigue á una persona sin oírla? La
planes y esfuerzos para capturarme, iracun- madre de Cabrera ¿tiene la culpa de haber
do y furioso arrebató cruelmente á mi e s p o - concebido en su vientre un monstruo? ¿Qué
sa doña María Roqui que se hallaba escon- dirán las naciones cultas, y principalmente
dida en una casa y fué delatada por los v e - nuestras aliadas? Se horrorizarán, se escan-
cinos del pueblo, conduciéndola entre sus dalizaran al ver que hay generales en Espa-
hordas sufriendo una muerte civil hasta el 20 ña que matan mugeres inocentes por delitos
de febrero último que la fusiló. ¿Pero acaso, que otros cometen, teniendo en el campo
señora, se ha inmolado esla victima por el los enemigos con quien esgrimir la espada.
cabecilla Cabrera? No, señora, no. Mi ino- ¡Que horrorl \Qué ignominia para la nación
cente esposa ha sido asesinada por el despo- española, y que oprobio para los militares
tismo mas atroz en que hemos degenerado, españoles! La nación entera, señora, está en
de algunos hombres, que bajo la máscara de espectacion, y la nación se pierde si V. M.
buenos españoles, no quieren mas que la no pone remedio, castigando con mano fuer-
ruina del trono de Isabel II y la de los libera- te á los causantes de tantos desastres. Los
les honrados. Señora: á V. M. y á nosotros relevantes servicios pasados de los señores
nos engañan. El trono de vuestra escelsa general Mina y brigadier Nogueras, ni los
hija y los liberales estamos entre los fuegos eseeptua la ley de la pena si cometen algún
de dos facciones: es decir, que entre los car- delito, ni los santifican para no poderlos c o -
listas y oíros que socolor de amor al orden meter. Los subditos de V. M. se ven en el
quieren estender su dominio desde el Orien- día sin garantías; sus haciendas, sus vidas,
te al Occidente, como si las facciones fuesen y los objetos mas queridos, que son los h i -
de su patrimonio 6 propiedad, y cuando la jos, los ven espueslos por la arbitrariedad
ley no rije, cuando no ejerce con desembara- de. un general ó de otro cualquiera que r e ú -
zo sus funciones y cuando nn hay olra que na fuerzas y se le anloge. erigirse en d é s p o -
la del capricho y arbitrariedad, los gobiernos ta musulmán. En eslesuelo de bendición, en
se desploman y llegan á convertirse las po- otro tiempo, no se pisan en el día mas que
blaciones en montones de huesos y cadáve- espinas y abrojos, los españoles huyen de
res helados. Este, señora, es el caso en que los españoles, y los padres de los hijos y e s -
desgraciadamente nos encontramos. La peti- tos de equellos.
ción del señor Nogueras para que se fusilase El sobresalto que cada uno llene por la
á la madre de Cabrera, que se hallaba presa inseguridad de su existencia, hace que á
y la concesión del señor general Mina, re- la imaginación asustada se le présenle á c a -
ducirán su patria a cenizas, entregándola á da paso por cada novedad insignificante la
las llamas de una guerra nunca vista ni oída. triste idea de hallarse próximo el momento
Treinta víctimas han sido sacrificadas en de perderlo todo. Los papeles públicos, y
represalias de la madre de Cabrera,siendo la principalmente el Español del 1 y 7 del m i s -
primera mi inocente esposa. Han provocado ino, pintan nuestra actual desventura y el
una guerra que los mismos árabes s* han porvenir desgraciado si V. M.-con energía
abstenido de emprenderla. Nos hemos deja- no pone remedio á tantos desastres.
du atrás á los caribes, á los indios bravos; Por mi parte pido el castigo que merezcan
nuestra ilustración y progresos puede decir- por el asesinato a que ha dado lugar la peti-
se, por este hecho que han retrocedido hasta ción del señor brigadier Nogueras, y el
mas allá de aquellas naciones que aun care- cúmplase del señor general Mina. Estas
ciendo de. sentimientos de humanidad, les victimas, señora, cuya sangre aun humea
repugnará imitarnos, porque la misma natu- en esas sierras, claman venganza, y desde
raleza por si sola lo resiste. Los señores g e - el silencioso sepulcro en donde yacen,
neral Mina y brigadier Nogueras han empa- piden á sus esposos y familias, que no per-
ñado y echado tal borrón al brillo de sus an- donen á los causantes; y la imagen de mi ino-
liguas hazañas, desacreditando al partido l i - cente esposa, con el rostro ensangrentado,
beral, que nunca podrán lavar, y seria t r a s - me persigue noche y din esclamando á voz
cendental esta marcha al trono de vuestra en grito, ¡justicia! ¡justicia!
eseelsa hija si su gobierno lo tolerase. Por loque á V . M. rendidamente suplico
La madre de Cabrera fué fusilada ¿y por que así se verifique medíante la correspon-
qué delito? Por los escesos que comete su diente formación de causa, para que no q u e -
hijo, dice el señor brigadier Nogueras. Y dando impune tan atroz delito, ninguno se
¿dónde está la ley que señala que aquellos atreva á quebrantar nuestras sacrosantas le-
son trascendentales y que paguen justos por yes, asegurando de este modo el crédito de la
pecadores? ¿Dónde está el proceso legalmen- nación y del gobierno, la libertad y las vidas
448 HISTORIA DE LA GUERRA CIVIL.

de los que ahora las tienen pendientes de la 1836, debo decir á vd. que por la noche fué
arbitrariedad. Asi lo esperode la recta admi- cierto estuvieron en la iglesia; pero no p u -
nistración de justicia. Gandía 16 de marzo dieron arrastrar de ningún modo la imagen
de 1836.— Señora.—A. L. R. P. de V. M. de ningún santo, porque cerré yo en la s a -
—El coronel graduado de infantería, cristía lodas las imágenes portátiles que h a -
Fonlíveros. bía en la iglesia, y en su caso no pudieron
hacer sino alguna burla del Sanio Cristo que
está en el altar; pero nadie pudo verlo.
NUIL 11. Acerca del entierro, solo cantaron algu-
nas coplas por la calle, y no en la iglesia.
Dimisión de mina. Los soldados hicieron fuego hasta tanto
les duraron los cartuchos, y bajaron de la
Capitanía general del ejército y principa- hombría ala llanura, donde, fueron rendidos
do de Cataluña.—Estado mayor.—Sección por la caballería. Fueron fusilados después
central.—Exorno, señor: En el papel públi- de rendidos, y exhortados por el padre E s -
co El Español, he visto con sentimiento la corihuela, habiéndose confesado los oficiales.
esposicion que eleva á S. M. el coronel don Los vecinos que presenciaron el acto no
Manuel Fontiveros, á consecuencia de supo- vieron otra cosa a u e el fusilamiento.
ner fusilada en Torlosa, por vía de represa- Es cuanto puedo decir á vd. sobre el
lia, á la madre del rebelde cabecilla C a b r e - particular, y todo cuanto ocurrió á la letra,
ra, siendo asi que lo fué por ef-sclo de la ni otro podrá decir mas.
conspiración tramada en la mencionada pla- Soy de vd., etc.—Juan Gascón, cura
za, cuyo hilo me facilitó el gobierno de párroco.
S. M., remesándome la declaración prestada
en Soria por un pasado, que descubría en NUM. 15.
parte dicho asunto, y el mismo que condujo
también al suplicio al criado de confianza
del palacio episcopal y á otros, como tuve el indulto-
honor de participar á" V. E. para el debido Comandancia general del Bajo Aragón.
conocimiento de S. ¡VL; pero como estas cir- —Indulto.—Convencido de los sentimientos
cunstancias coincidieron con la petición del que animan á muchos individuos que se
brigadier Nogueras, produjo también esta hallan en las tilas del ejército usurpador, y
equivocación el que varios periódicos e s - que desean, desengañados, reconocerlos de-
trangeros mancillasen mi acrisolada repu- rechos legítimos de nuestro soberano el s e -
tación, suponiéndome capaz de abrigar en ñor don Carlos V., por medio de garantías
mi alma sentimientos mezquinos, y solo pro- que tranquilicen la incertidumbre en la
pios de una venganza que detesto: yo no última crisis de la actual lucha, que solo un
puedo mandar bajo tan contrarios auspicios, corto número de crimínales y asesinos p u e -
pues la ansiedad pública acriminará mi den con temeridad comprometerse á conti-
comportamiento si permanezco tranquilo y nuarla, siguiendo su sistema de terrorismo
silencioso después de semejantes inculpacio- é intriga, con el que han logrado mantener
nes; en este concepto ruego á V. E. impulse basta ahora aterrados con ruina y llanto de
el ánimo do S. M. para que se sirva a d m i - todos los españoles, y relardo de una paz y
tirme la renuncia del deslino que desempe- reconciliación que se aclama por la g e n e r a -
ño, pues en los sistemas representativos es lidad como verdadera precursora de la feli-
indispensable conservar el prestigio y la cidad á que anhelamos, con arreglo a i n s -
fuerza moral para poder ejecutarlo con trucciones de S. M. y facultades que me tie-
acierto. Dios guarde á V. E. muchos años. ne dispensadas, lie dispuesto lo siguiente:
—Cuartel general de Cervera 1.° de abril 1 . ° Concedo indulto á lodos los individuos
de 1856 —Excmo. señor.—Francisco Espoz que se hallan sirviendo en las tropas ó e m -
y Mina.—Excmo. señor secretario de Estado pleados del gobierno usurpador, con tal que
y del despacho de la Guerra. al solicitarlo entreguen el armamento y ves-
tuario, el que lo tenga, si le es posible al
NÜM. 12. presentarse. 2 . ° Se admitirán los oficiales
del ejército que gusten continuar sus servi-
cios en las filas de la legitimidad, y se h a -
Carta del señor cura d e Alcotas.
rán acreedores á gracias que S. M. tiene
Señor don.... ofrecidas por fuerza que presenten ú otros
méritos que contraigan al tiempo de su pro-
Aleólas 7 de junio de 1845. nunciamiento ó presentación. 3. A lardase
c

Muy señor uño: en atención á las p r e - de tropa dispensa el rey nuestro señor la
guntas que vd. me hace de los ciento c u a - mitad del tiempo que les falle para cumplir
renta y cinco fusilados en 17 de abril de su empeño en el servicio, y al que haga al-
DOCUMENTOS. 449

guno capaz de recompensa al separarse del La patria afligida


suerpo, se le remunerara con el premio á Oyó sus acentos,
que se haga digno. 4. ° Se tienen dispues- Y vio sus tormentos
tos ejemplares de indulto, y á los agraciados En gozo tornar.
que lo pretendan se les estenderá con mi
autorización, sirviéndoles de salvaguardia
contra lodo procedimiento, para lo cual se
espiden las órdenes mas severas á lodos los Su voz fué seguida,
gefes y comandantes de partidas. Bordón S Su voz fué escuchada,
de mayo de 1836.—Ramón Cabrera. Tuvimos en nada,
Soldados, morir; •
Y osados quisimos
NUM. 14. Romper la cadena;
Que de afrenta llena
Del bravo el vivir.
Himno do Riego, por don Eraristo San
Miguel.
Rómpanosla, amigos;
Soldados, la patria Que el vil que la lleva
Nos llama á la lid, Insano se atreva
Su frente á mostrar.
Juremos por ella Nosotros, ya libres,
Vencer ó morir. En hombres tornados:
Sabremos, soldados,
Su audacia humillar,

Serenos, alegres,
Valientes, osado?,
Cantemos, soldados, Al arma ya tocan,
El himno en la lid; Las armas tan solo
Y á nuestros acentos El crimen, el dolo,
El orbe os admire, Sabrán abatir.
Y en nosotros mire Que tiemble, que tiemble,
Los hijos del Cid. Que tiemble el malvado
Al ver al soldado
La lanza blandir.

Blandamos el hierro,
Que el tímido esclavo,.
Del libre, del bravo; La trompa guerrera
La faz no osa ver; Sus ecos da al viento;
Sus huestes, cual humo, De horrores sediento
Veréis disipadas, Ya muge el cañón;
Y á nuestras espaldas Ya Marte sañudo
Fugaces correr. La audacia provoca,
Y el genio se invoca
De nuestra nación.

¿El mundo vio nunca


Mas noble osadía?
¿Lució nunca un día Se muestran; volemos,
Mas grande en valor, Volemos, soldados;
Que aquel que inflamados ¿Los veis aterrados
Nos vimos del fuego Su frente-bajar?
Que escitara en Riego Volemos, que el libre
De patria el amor? Por siempre ha sabido
Del siervo vendido
La audacia humillar.

Honor al caudillo,
Honor al primero,
Que el patriota acero
Osó fulminar.
TOMO I I I . 57
480 HISTORIA DE LA GUERRA CIVIL.

veinte y tantos prisioneros mas de los m i s -


mos, á quien éste no les quitó la vida y l l e -
NUM. 15. vó á Canlavieja; y por este aclo, de cuatro
facciosos que las tropas de la reina iban á
Carta solire los fusilamientos de Al- fusilar en el mismo puesto, libraron á uno
ventosa. por ser de la facción del Peinado.
Es cu arito puedo decir á vd., y espero
Señor don conteste vd. á su seguro servidor.—J, S.

Muy señor mío: en contestación á la muy


grata de vd., debo decir, que en la mañana NUIL 16.
del 20 de octubre de 1850, se me presentó
Comunicación de don Miguel Orozco
don José Lorente, oficial de la facción que
mandaba don Benito Catalán (a) el Royo de descubriendo una conspiración mili-
Ñogneruelas, por ser yo síndico del ayunta • tar e n KIorclla.
miento y ejerciente la jurisdicción, y me dijo
que necesitaba los sacerdotes quo.hubiese en Capitanía general de los reinos de V a -
el pueblo para auxiliar á cierta familia que lencia y Murcia.—Batallón-1. ° de volunta-
traia. A este efecto nos encaminamos a casa rios de Valencia. Segunda compañía. —Me
del señor cura, y procurando éste desviarle apresuro á dar conocimiento á V. S. como
de su propósito diciéndole no tenia ánimo esla plaza debe ser entregada mañana á los
para tales actos, le contestó Lorente que le facciosos, sublevándose la i ropa de Lorca,
siguiese; y saliendo con don Santiago A p a - según me acaban de manifestar el capilan
ricio, también sacerdote, y yo, fuimos á la don Antonio Espin y el subteniente don
carretera y vimos una porción de prisione- Francisco Arguello, por lo que voy á r e l a -
ros que los subian hacia el alio de la cuesla, tar á Y. S.
y donde se toma el camino de Rnb;elos. Me Estando en la alameda do esla plaza pa-
hicieron subir allí un barril de aguardiente,, seando con don Joaquín Temprado y don
y después de haber bebido dijo el Catalán Fernando Marc, salia el capilan don Antonio
q u e fueran principiando á confesar para fu- Espin, don Joaquín Gabarda, el subteniente
silarlos; pero sin dar tiempo para la confe- don Luis Morata, el capitán ele artillería clon
sión, da orden para que les desnuden, y los Juan Maza de Lizana y oíros, y d e s p r e n -
prisioneros suplicaron al Catalán que no les diéndose el referido capilan don Antonio
quitase,la vida; pero desatendiendo toda sú- Espin, me dijo que tenia que hablar conmi-
plica, tanto de los prisioneros como del go de secreto, y habiéndome dicho le dijese
ayuntamiento, clero, y las personas princi- al capitán don Juan Maza de Lizana que se
pales del pueblo, mandó que se le subiese llevase á los demás, seguimos los dos a b a r -
una tabla, una azada y un pliego de papel; rados del brazo, y ya q u e s e habían separado
plantó la tabla en tierra en la carretera. H e - me dijo que hacia mucho tiempo que desea-
cho eslo, y al principiar afusilar, esforzamos ba ya hablarme, pues que siempre había
nuestras súplicas diciendo que pidiese dine- confiado que era amigo suyo, y asi que le
ro y no los quitase la vida, á que contestó: manifestase qué le parecía de estas cosas;
que si teníamos dinero para dar por los la- y como ya estaba comisionado por V. S. pa-
drones, que IUÍ'ÍJO lo daríamos, que alli solo ra que hiciese lodo lo posible para ver si se
se admitía el cambio y sustitución de uno podría descubrirla conspiración, le dije que
por uno de los prisioneros. Primeramente me parecía que estas cosas iban mal, y que
fusiló diez y nueve ó veinte, gritando los no me gustaba nada d é l o que. veía; pero
que iban á morir jViva Isabel II! Luego fu- que eslaba muy descontento é incomodado
sila otros tantos enmedio de la carretera en con los liberales, pues que los conocía á fon-
una heredad contigua. Los muertos fueron do por haber estado espatriado, y que pedia
setenta y siete, y solo se libró uno, que fué contar conmigo y con los voluntarios: e n -
el que abrió la iglesia del pueblo de Arcos, tonces se esplicó de esta suerte: que él siem-
donde les cogieron. Su gefe llevaba un hijo pre habia contado conmigo para lodo, á p e -
cadete, y al tiempo de morir dijo que le qui- sar de que lodos los demás desconfiaban de
tasen la vida á él mismo, mas no á su hijo mí y que se oponían á que se me comuni-
que no tenia tiempo para morir; y para ma- case cosa alguna: que él siempre manifestó
yor barbarie, fusilaron primero al hijo, l u e - que yo cedería a l o que él quisiese. En este
go al padre. Al tiempo de marcharse nos estado me dijo que respecto A que podia
pidieron siete mil reales, y me dejaron pena contar conmigo, que eslo se había de aca-
de la vida si les enterraba, para que les vie- bar, pues que el gobernador era un infame,
sen Jas columnas nacionales; pero yo, no que no trataba mas que de escapar; pero
pudiendo tolerar tal carnicería, que horrori- que para eso que no contase con él, pues
zaba, les enlerrójuntoala carretera. Al dia que loque esperaba era otra cosa; pues tam-
siguiente se presentó en éste, Peinado, con bién sabia habia oficiado á Grases manifes-
DOCUMENTOS. 451

tándole su opinión y de su tropa, como igual- modo siguiente: se presentarían mil quinien-
mente contra mí, y dejando á Y. S- me dijo tos facciosos, al mando de un coronel muy
que con que tropa de voluntarios podría yo buen sugeto, y que en esta y caslillo se le-
contar. Contestación mia: que todos los v o - vantaría el grito de viva Carlos V.; que nin-
luntarios estaban dispuestos á seguirme guno lo-podria impedir, y que nos quedaría-
cuando yo quisiera; á l o q u e me contestó mos los mismos de guarnición, y que quisie-
que cuantos tuviese francos de servicio, ra que el gobernador tomase su caballo y
pues que él su tropa ya la tenia dé dias pre- tomase la puerta, y también su señora; que
parada y que estaba corriente, y que su- ya me enseñaría las garantías que nos ofre-
puesto que yo estaba conforme, que mañana cían, y que yo podía hacer carrera; pero que
ó la tarde la tuviese dispuesta, y que n u e s - contase ya con el grado de capitán, sin lo
tra reunión seria en el mismo castillo y des- que vendría-después; y se concluyó la c o n -
de allí se baria la cosa; pero que no me des- versación con decirme, que supuesto que no
cuidase, que él siempre había contado c o n - podía bajar por la noche lo efectuase por la
migo, y que baria mí suerte, que me tenia mañana para enseñarme las garantías que
muy buen destino preparado, pues que él les ofrecían con datos palpables, y cómo d e -
no deseaba nada por ser ya capitán, y que bíamos hacer la combinación; pero que la
Francia habia reconocido á don Carlos V . ,
lo que quería se hiciese la cosa en orden,
con tal que éste reconociese, las deudas con-
que lodo estaba bien combinado, y que de
traídas en la guerra, y que ya habían en-
fuera vendrían otras fuerzas, porque esto trado sesenta mil franceses para proteger á
era barullo y desorden; que aquí ya no se Carlos V. y colocarlo.en su trono, y Murcia
acercaban columnas, y que ya veía el poco y otros reinos estaban ya por él, y en c a y e n -
caso que hacían de los oficios del goberna- do esta plaza, este pais se levantaría en ma-
dor. En seguida nos separamos y nos e n t r a - sa y caería lodo el r u n o , prometiéndonos
mos casi juntos en la plaza del Estudio, en felices resultados, y que yo no debia desear
donde se me volvieron á reunir él y Lizana, otra cosa que después de concluido esto ob-
y diciéndome me separase de Gabarda, me tener un buen destino.
dijo estas terminantes palabras: «Orozco,
estos señores han desconfiado de vd., y yo Todo lo que pongo en conocimiento de
siempre le he defendido.» Contestación de V. S. para que lome las medidas mas opor-
Lizana: «Eso no, no.» Seguimos el paseo, y tunas, para que no seamos victimas de esos
entonces me dijo: mañana será la cosa; á infames. Dios guarde á Y. S. muchos años.
cuyo tiempo llegó el fiscal y el teniente don —Mordía 18 de octubre de 1856.—El t e -
José Menendez, y seguimos pascando otra niente, ayudante interino, Miguel Orozco.—
vuella, y despidiéndome me contestó Espin: Señor gobernador militar y político de esta
hasta la noche. En seguida me vine, y al plaza.—Es copia.—Narvaez.
llegar al callejón que da frente al tambor de
la iglesia, me encontré con el subteniente
don Francisco Arguello, del mismo regi- Mi. 17.
miento, y diciéndome que sí su capitán me
había hablado ya, le contesté que sí, que C o m u n i c a c i ó n sotasre los prisioneros de
habla hablado tan alto que era imposible que Caniavleja.
no lo oyesen cuantos había en el paseo; en-
tonces me contestó que era un borracho, in- OFICIO D E L GOBERNADOR M I L I T A R D E CANTA-
decente, y que quien era el tu antera de toda V I E J A A L B R I G A D I E R DON A G U S T Í N NOGUERAS.
esta cosa y que había hecho entrar á todos
por datos palpables era él, pues hacía mucho Gobierno militar y político de la real p l a -
tiempo que estaba relacionado con los faccio- za de Cantavieja,—Estando establecido en
sos, y que ya hacia tiempo que se quería el convenio verificado por los generales de
marchar á la facción, mas que habiéndose ambos ejércitos con la mediaciou del lord
declarado un dia á su capitán, le encontró Elliot en Navarra, que los puntos de prisio-
con las mismas ideas y se pusieron á traba- neros sean sagrados y que de ninguna ma-
jar, y que él siempre había contado conmi- nera se hostilicen bajo ningún protesto; y
go, y que bajase á la noche para tratar del siendo el de esla plaza el señalado por las v i -
asunto; y habiéndole contestado que me era cisitudes y operaciones de las tropas de
imposible, me dijo que era muy urgente el aquellas provincias al mando del escelentí-
que bajase; pero que la plaza mañana ó p a - simo señor don Miguel Gómez, en prueba de
sado debia quedar por nuestra; que había loque, ha remitido aquí también un destaca-
enviado un emisario ayer 17, que fué á Vi- mento de su ejército bajo el cuidado del co-
llafranca y á la Iglesuela, volviendo por ronel don Isidro Díaz con todos sus heridos
Canlavieja, y que hoy a las nueve de la ma- y enfermos, debe ser respetado conforme es-
ñana había de llegar aquí con su contesta- tá estipulado en el referido convenio, y con-
ción, habiendo enviado hoy otro que debia tener cualquiera tentativa que pueda alterar
volver mañana; que la cosa so haria del la seguridad y tranquilidad del mismo. De lo
452 HISTORIA DE LA GUERRA CIVIL.

con Ira rio, y no respetando cual se debe este de Tuy, perteneciente á e s e depósito. De to-
tratado, quedarían los desgraciados que se dos modos, cualesquiera que sean las condi-
hallan en él sujetos á las resultas de la t e - ciones del referido cange, yo me comprome-
meraria transgresión que se cómela, con a r - to á observarlas religiosamente. De mí parle
reglo á las órdenes que tengo de mis supe- corre la traslación de los prisioneros al h o s -
riores, y vd. responsable de las desgracias pital perteneciente al general Gómez, que
consiguientes, con mucho mas motivo cuan- están en Cantavieja, á cualquier otro punto
do en la actualidad se eslá tratando por dis- no fortificado, donde estarán hasta que se
posición del gobierno de V. S. con el e s c e - verifique el proyectado cange, con la mayor
lentísimo señor capitán general don E v a r i s - seguridad bajo la responsabilidad y honor
to San Miguel, el cangear los mencionados de mi palabra, á que nunca he fallado.
prisioneros, á cuyo efecto deben pasar d e n - Dios guarde á Y. I?. muchosaños.—Cuar-
tro de dos ó tres dias al cuartel,, general de tel general de Ares 25 de octubre de 1836.—
dicho señor, el coronel prisionero don Atana- Evaristo San Miguel.—Señor don Magín Mi-
sio Aleson, y el capitán don Antonio Ibañez guel, gobernador de Cantavieja.
con las instrucciones del insinuado gobierno
á convenir sobre lo ya resuello del precitado OTRO OFICIO D K I . G E N E R A L S A N . M I G U E L A L
cange. Dios guarde á V. S. muchos años.— CORONEL C A U L I S T A DON ISIDRO D Í A Z .
Cmlavíeja 24 de octubre de 1836.—El g o -
bernador M. y P. Magín Miguel.—M. I. S. El brigadier don Agustín Nogueras ha
D. Agustín Nogueras. recibido de esa plaza el oficio que va adjun-
to, número 1. ° , al que he contestado con
O F r C I O D E L G E N E R A L S A N M I G U E L AL G O B E R - la copia número 2, Escuso hacer á V. S. c o -
NADOR DE C A N T A V l E J A . mentarios sobre el contenido dé uno y otro
documento. La guerra no está regularizada
He visto un oficio dirigido por vd. al s e - en el ejército de Aragón como en los del
ñor brigadier don Agustín Nogueras, fe- Norte. Las hostilidades que al abrigo de esa
tcha 24 del éorriente. El convenio verifica- plaza se ejercen en el Bajo Aragón y demás
do por los generales de ambos partidos del paisconvecino sonde lodos' reconocidas. Es
ejércitu del Norle bajo la mediación del lord probable que el gobierno de S. M. trate s e -
Elliot, no ha sido eslensivo á los de las d e - riamente del cange de los prisioneros. Será
mas provincias. Harto prueba que no ha re- para mí la mayor satisfacción concurrir en
gido, tanta sangre derramada, después de cuanto me sea posible á la realización de
pasado el calor de la batalla, el fusilamiento un proyecto tan favorable á los intereses de
de todos los oficiales, cogidos prisioneros en la humanidad, y en este sentido garantizo
la balaba de Bañon y Ejul, el de setenta in- á V. S. la traslación de los prisioneros q u e
dividuos perpetrados últimamente en Alven- se hallan á su cargo á cualquier punto, ba-
tosa y oirás atrocidades. Aun cuando dicho jo la responsabilidad del honor y la palabra
convenio quisiera aplicarse á las tropas de de un hombre tan bien conocido por no h a -
Aragón, son circunstancias precisas en él ber fallado á ella en su vida. Dios guardeetc.
que los depósitos sean puntos señalados y —Cuartel general en Ares, 25 de octubre
convenidos por ambas partes, ni que al de 1836.—Evaristo San Miguel.—Señor don
abrigo de su impunidad haya fábricas ni al- Isidro Diaz.
macenes. Ninguna de estas circunstancias P. D. Repilo á vd. q u e garantizóla tras-
reúne Cantavieja. La de hallarse en ese pun- lación de prisioneros á cualquier punto de
to un depósito de prisioneros hechos fuera Aragón no fortificado, lo mismo que el h o s -
de Aragón y por el general de un ejército pital que se halla en esta plaza, pertenecien
donde, está la guerra regularizada, no puede te á la tropa de Navarra, y que bajo mi pa -
dar garantías á la plaza contra cualquier g é - labra de honor respondo de la seguridad de
nero de hostilidades. Hay, pues, un d e r e - unos y otros hasta que se verifique el cange
cho de ejercerlas contra ella, sin incurrir en proyectado.—San Miguel.
transgresión de ley ni pació alguno; el que
se prevalezca de esla circunstancia para OTRO O F I C I O D E L B R I G A D I E R D O N NARCISO L Ó -
ejercer violencias contra prisioneros que e s - P E Z A L C O M A N D A N T E E N G E F E D E L A S T R O -
tán bajóla tutela del derecho público de las P A S M A S P R Ó X I M A S A CANTAVIEJA.
naciones echará un borrón indeleble sobre su
conducta, y será el solo responsable de t o - Depósito de prisioneros de Cantavieja.—
das las atrocidades á que en este sentido se El gobernador de este fuerte me dice en ofi-
propase. Es posible que el gobierno de S. M. cio de este dia lo siguiente:
la reina esté tratando del cange de los p r i - Según noticias que he recibido, al pare-,
sioneros, y que se haya dirigido á mí sobre cer indican que los enemigos se aproximan
este asunto: mas por hallarme en continuo á esta plaza; y.por si acaso sus miras se d i -
movimiento, no he recibido la comunicación rigiesen á hostilizarla, me parece seria muy
que detyó traerme el corpnel de! provincia} prudente en el caso de que sucediese, y COR
DOCUMENTOS. •453

arreglo á los tratados del lord Elliot, que chaca; concediendo su protección al oficial
sean respetados los puntos que ocupan los que le acompaña, sobre cuyo buen trato con-
prisioneros de guerra, como depósito en que fía todo este depósito Dios guarde á V. S.
se halla comprendido éste, con el objeto de muchos años.—Canlavieja 24 de octubre
cubrir mi responsabilidad en ¡os eventos de 1831!.—El brigadier Narciso López.—Se-
que pudiesen ocurrir si se violase por dicha ñor comandante en gefe de las tropas mas
tropa lo que dejo espresado. Creo de mi d e - inmediatas á este punto.
ber manifestarlo á V. S. para que se sirva,
con arreglo á los tratados que hay pendien-
tes para el cange de V. S. y demás prisione- OFICIO DEL GENERAL SAN MIGUEL A L BRIGA-
ros, que se sirva, por medio de un oficial *• M E R LÓPEZ.
que V. S. nombre, acompañado de otro de
esta plaza, oficiar al gefe que maride la i n - He recibido la comunicación de Y. S . ,
sinuada fuerza para que suspenda en el fecha 21 del actual, en la q u e h e leido la no-
caso dicho todo procedimiento hostil, q u e - ta que le dirige el gobernador de esa plaza
dando después en el cargo que el coronel cuya comunicación me ha sido entregada por
don Atanasio Aleson, acompañado del capi-
el capitán don Pirro Menchaca, y ademas,
tán don Antonio Ibañez de Lara, pasa al
otra del mismo gobernador entregada por el
cuarlel general d?l gefe superior con igual
objeto, diciéndome V. S. á la mayor b r e v e - oficial que le acompañaba. Conozco la d e s -
dad quien sea el oficial elegido y su d e t e r - agradable posición de Y. S., asi como el res-
minación sobre dichos particulares, en el to délos leales y desgraciados compañeros;
concepto de que esta misma tarde deben em- pero al mismo tiempo no debe Y. S. desco-
prender su marcha yendo con las garantías nocer lo difícil de la mía. Encargado de
competentes. purgar el país de los que hoy se llaman
nuestros enemigos, me veo en la precisión
E- impulsado de las circunstancias que de obrar en conformidad de los intereses de
me cercan y á V. S. serán conocidas, juzgo la nación y voto de los pueblos. Las comuni-
debo trasladarle el anterior oficio, nombran- caciones de que dirijo á Y- S. copias bajo
do para portador de él al capitán prisionero los números uno y dos, dirigidas por mi á
don Pirro Menchaca, teniente del real c u e r - ese punto, impondrán á Y. S. de mi parecer
po de artillería, haciéndole presente que si en el punto que abrazan. Estoy en la convic-
la anterior comunicación es fundada, me pa- ción de que la persona de Y. S.y lasde todos
rece que estando decretarlo por el gobierno sus compañeros no padecerán en lo mas míni-
nuestro cange y cometido al capitán general mo; pues que penetradas esas autoridades de
de Aragón, encuentro qué hostilizar este las razones que me asisten, no querrán m a n -
punto en momentos de negociaciones puede char su vida pública con un hecho cuyos r e -
acarrearnos desgracias, paralizando el que sultados podrían pesar sobre sus mismos i n -
vuelvan ó sus lilas estos leales. Recomiendo dividuos. Dios guarde á V. S.-muchosaños.
á V. S. este asunto y que tenga la bondad de —Cuartel general de Ares 25 do octubre do
dar su atención á las reflexiones que parti- 1856'.—Evaristo San Miguel.—Señor bri-
cularmente hará á Y. S. dicho teniente Men-
gadier don Narciso López. •
¿54 HISTORIA DE LA GUERRA CIVIL.
DOCUMENTOS. 45S

NÜM.
18.

E J E R C I T O R E A L
D E A R A G O N .

Estado que manifiesta el total de la fuerza que tenia dicho ejército en


escuadrones y divisiones, con noticia del armamento. diciembre de \ 8 3 6 , clasificación de la de batallones, regimientos,

PLANAS MAYOB
ARMAMENTO. TOTAL.
Con Sargen-
:¿ mando C o - « tos. Cabos. FUERZA
man- DE
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49 2 8 40 47 50!) »
»1784 »
\ . " BaUllon de Mora. . . . » 1 » 1 1 1 1 I 9 602 37 630 638 647
3 7 47 SI 734 » 2736 2334 373
2.° Regimiento de caballería, 827 69 391 896 » » 903
lanceros de Tortosa. . . . » 1 » 2 3 3 22
Il 6 6 » 24 32 311 338 » » 338 ni 72 402
VALENCIA.

1 . " Batallón 1 » 1 1 1 i 2 I 1 »10 40


1 8 35 3 8 42 49 (¡63 » 785 20 797 805 » 813
» 1 1 I i 1 I »
3 7 39 46 »
)) i)
1566
2.o 615 530 246 699 746 » V » » 753

ARAGÓN.
» » » 1 1 1 i I 7 33
4.° Batallón » i 1 1 i 1 H 6 31 2 7 40 44 549 577 99 636 669 » » » » 683
» 1 1 1 i 1 I 24 2 6 37 39 437 » 374 179 483 541 » 559 » (1769 1638 117
5."
» » 1 » 1 i 1 2 2 5 25 32 303 » 279 112 355 344 » » 396
(Baso del 6.° batallón. . . 2 » 10 12 97 101 » » 101 95 25 » 131
* ) I d . del 5 . " regimiento. .
TUMA.

» » 1 1 1 i 2 8 16 32
l Batallón del Cid. . . . .
6 r

»
2 ti 40 33 725 517 331 604 799 » » u 848 »
1 . " Regimiento de caballería, 1042 848 169
lauceros de id. » » » I » 1 i 1 4 12
4 » 11 12 152 148 » » » » •148 157 14 » 194
Compañía de artillería. . . . » » » » » • » » 4
» 1 5 5 48 » » 63 63 63 » » » 63 63

S
63
Fusileros de Valencia. . . . » » » s » i
I 1 » 5 6 43 » 60 » 60 60 » » 2 60 60 60
Total general 1 2 » 13 9 14 14 15 IO 3 12 93 152 86 359
81 36 64|405 45C 5829 587 5292 1188 5987 6334 587 559 111 2 7236 6509 659

* Estos dos cuerpos los formó don Juan Cabañero.


NOTA No se incluyen en este estado los 2,158 infantes de que constaban los tres prime
reino, que marcharon con la espedicion del mariscal de campo don Miguel Gómez, por ros batallones de Aragón, ni los 460 caballos del primer regimiento lanceros del mismo
OTRA Tenían los cuerpo? agregados á P. M . tres coroneles, cuatro comandantes, seis haber sido baja en el ejército de Aragón.
servicio justificaban y percibían los haberes en dicho» cuerpos. c a p i t a n e s , nueve tenientes y diez y siete subtenientes, que aunque destinados á otro
HISTORIA DE LA GUERRA CIVIL.

guardia nacional de Almadén, bien á la der-


rota de la facción, unidos á las fuerzas que
NUM. 19. la perseguiau, ó molestarla y detenerla en
su marcha, sacando partido de las fuertes
P a r t e oHclul de la d e f e n s a de Almadén. posiciones que nos ofrecía el pais, resolvimos
campar fuera del pueblo, salvando los c a u -
Gobierno y superintendencia de A l m a - dales y ganado mjilar que sirve para el mo-
den.—E. S.—Fuera defraudar á los bizarros vimiento de las máquinas.
defensores de Almadén de la recomendación En consecuencia de este acuerdo, y h a -
que por tantos títulos merecen, si cangeado biendo recibido avisos de que la facción h a -
hoy, y en el goce de mi ansiada libertad, bia salido de la villa de Pozoblanco, evacué
retardase un solo momento el dirigir á la de Almadén, haciendo llevar á lomo los
V. E. los detalles de un suceso tan honroso caudales, y acompañándome los empleados
cuanto desgraciado en su término. Yo ruego del establecimiento, con arreglo á real orden.
á Y. E., y espero se digne dar cuenta á A media legua de distancia acampé y tomé
S. M. de esta comunicación oficial, hacién- posición, dejando avanzadas y grandes
dola publicar en la Gaceta de esa corte, para guardias de infantería y caballería en las di-
que se desvanezcan por este medio las i n - recciones por donde pudiera presentarse el
exactitudes con que se ha descrito aquel enemigo. Asi permanecimos los días 15 y
acontecimiento en el periodo sensible de mi 16, regresando con noticia de que la facción
ausencia. Y aunque la notoriedad de los habia emprendido su marcha y movimiento
hechos sea su mayor y mas sólida garantía, sobre Fuencaliente.
me creo no obstante obligado á responder Mis diarias y activas comunicaciones
de la exactitud de los que relacione, bajo el con e l E x c m o . señor marqués de Rodil, m i -
peso y las consecuencias de mi mas e s t r e - nistro de la Guerra entonces, desde que fijó
cha responsabilidad,.porque solo asi corres- su cuartel general en Orgaz el 4 del citado
ponderé á lo que deboá mi buen nombre y á octubre, me pusieron en la honrosa obliga-
la reputación de tantos valientes ciudada- ción de darle cuenta, asi de mi conducta co-
nos, que ha intentado en vano mancillar la mo de la del brigadier Flinter, y de cuantas
injusticia. noticias adquiría de los movimientos de la
Noticioso por avisos del conductor de facción, habiéndolo hecho por lo tanto de la
caudales, que habia marchado á Córdoba en resolución de haber evacuado el Almadén,
desempeño de su declino, y de otros confi- por la imposibilidad de defenderle con buen
dentes y esploradores que envié en la propia éxito. En respuesta ó esta comunicación se
dirección, que la facción de Gomez habia sirvió ordenarme, y que asi lo previniese al
llegado á Villana, dirigiéndose á los Pedro- brigadier Flinter, que se defendiese á todo
ches para ocupar á Pozoblanco, y que su trance el Almadén, seguro de que vendría
fuerza, en número de siete á ocho mil in- en su socorro, resistiendo el ataque por el
fantes, mil doscientos caballos y dos piezas término de cuarenta y ocho horas. .
de artillería, no eran ya los restos de los ene- El desordenado retroceso que hizo G ó -
migos después de la gloriosa jornada de Y i - mez desde la Solana del Pino á la villa de
llarobledo, conceptué difícil y peligrosa la Pozoblanco, de donde habia salido, y que
defensa de Almadén, preparada solo para re- puede considerarse como una vergonzosa
sistir un ataque de las facciones de la M a n - dispersión á la vista de las guerrillas de
cha, ó de fuerzas menos importantes que las nuestros valientes, amenazó de* nuevo el
del rebelde Gomez. Esta consideración me Almadén, y para dar el debido y justo c u m -
movió á invitar al brigadier don J. Flinter, plimiento a la orden del señor ministro en
tan luego como se presentó en aquella villa el caso de ser atacado, dispuse la pronta con-
á la cabeza de los bizarros eslremeños, á que clusión de algunos reparos en las tapias, em-
practicásemos un reconocimiento de su i n - prendidos por el ayuntamiento, dividiendo,
menso recinto, del desventajoso terreno que de acuerdo con el brigadier Flinter, la d e -
le rodea y del estado y capacidad de los fensa del recinto en la siguiente forma: yo
fuertes de Cristina y la Enfermería. Este me hice cargo del fuerte de Cristina y de la
examen, el conocimiento de las fuerzas que parte de aquel comprendida desde la puerta
debían atacarnos y el peligro á que esponia- de las fábricas hasta la carnicería; el briga-
mos las ricas y productivas minas si el p u e - dier, de este punto á la misma puerta y del
blo era tomado á viva fuerza, nos hizo c o n - fuerte titulado la Enfermería, situando en la
venir en la imposibilidad de defenderle, y plaza, cenlro de la villa, al comandante de
en que ademas era imprudente arriesgar los tiradores movilizados de Estremadura, don
cuantiosos rendimientos que da á la nación J. Cojo. Las casas Academia y la de Superin-
u n a finca, única de su especie en el globo. tendencia se encargaron respectivamente al
Pero deseando concurrir con los mil doscien- comandante del batallón de la guardia nacio-
tos infantes y ciento ochenta caballos que nal deAlmaden, don V. Romero, don M. Her-
reuniamos entre la brigada estremeña y la nando, que lo era de la compañía de caballe-
DOCUMENTOS. 457

ría de la misma, y al de igual clase don incendiando algunas de las casas esleriores
S. Criado, del provincial de Córdoba, h a - lindantes con la misma , pero reforzado
ciéndose, algunas barricadas en los puntos aquel punto por Flores que hizo quemar '
oportunos, desde donde pudiera prolongarse dos que impedían la defensa de la Enferme-
la defensa cuando el enemigo ocupase el ría, retrocedieron los carlistas, y es induda-
pueblo. ble que si nos hubiera sido posible prolongar
Tal era la siluacion de Almadén en 22 el día, no hubieran conseguido pisar las
de octubre, cuando se recibieron partes de calles; mas llegó la noche, y á favor de su
la marcha de la facción sobre Santa Eufemia oscuridad lograron aproximar por todas
y Alamillo, que ratificó el brigadier Flinier parles sus fuertes columnas, sin que á n o -
á su regreso de un reconocimiento hasta sotros nos fuese dable debilitar un punto
Torre-Milano; y no dudando que vendría, para reforzar otro, siendo tantos atacados
aun cuando no"hubiese pedido raciones al á un mismo tiempo. El hospital de mineros
alcalde, nos dispusimos á la defensa, distri- situado estramuros, fué lomado, concluidas
buyendo por todo el recinto la totalidad de las municiones, y no pudiendo recibir otras
la fuerza, á escepcinn de pequeños piquetes por la incomunicación en que quedó. P e n e -
que quedaron en los fuertes y casas mencio- traron los sitiadores por los corrales de las
nadas, donde lodos debían replegarse, cuan- casas en'construcción, y dueños ya del pue-
do forzasen sus tapias los facciosos, y al t o - blo, hice locar la llamada convenida para
q u e d e llamada. El comandanledecaballería, que todos se replegasen á los puntos i n t e -
capitán de la de volunlariosde Eslreniadura, riores en que sedebia concentrarla defensa,
don A. Solar, recibió orden para evacuar Empezó el saqueo y el incendio, no habien-
aquella misma noche la villa con toda la do perdonado la más desenfrenada soldades-
fuerza á sus órdenes, previniéndole hiciese ca las fábricas de l a m i n a del castillo, que
-

un reconocimiento al amanecersobre el e n e - fuera de la población, no les ofrecía v e n t a -


migo, y que en el caso de ser cargado se r e - jas para el a t a q u e , ni incentivo de interés
tirase y diese aviso al marqués de Rodil á su insaciable rapiña.
para el pronto socorro de Almadén. Por ú l - Replegados en el fuerte de Cristina se-
timo, y no sin grandes esfuerzos y sacrifi- tecientos hombres próximamente, no siendo
cios de una población sin otros recursos que susceptible para su defensa de mas que de
la riqueza d e s ú s minas, puede reunir y dis- ciento cincuenta, me hubiera visto en la si-
tribuir entre los dos fuertes racionesde pan, tuación mas crítica, si el eslremado arrojo
locino y arroz, que escasamente podían ser del capitán de una de las compañías de se-
bastantes para mantenernos día y medio. guridad de Estremadura, don R. C a s t a ñ e -
Amaneció el día 2 5 , y entre seis y seis da no me hubiese ayudado á salir de tal
y media de su mañana, se presentaron los conflicto. Al frente de cuatrocientos hom-
enemigos. Nuestras grandes guardias y bres de dichas compañías y tiradores, hizo
avanzadas estcrioresse replegaron á la villa, un reconocimiento al interior de la pobla-
y los facciosos establecieron sus lineas de ti- ción y reforzó después las casas Academia y
radores en todo el recinto, apoyando con una Carballído. Desempeñada esta comisión con
fuerte columna el ataque de los mismos y con una serenidad poco c o m ú n , regresó C a s a -
los disparos (le dos piezas de montaña, que ñcda instruyéndose de la total ocupación de(
colocaron al abrigo de una tapia para batir pueblo por los enemigos. En estos momento g
la cerca de un huerto. nolamos la cobarde entrega de la casa S u -
El fuego se generalizó por todas parles, perintendencia por el capitán de provincia-
y no obstante ser la primera vez que nues- les de Córdoba, don Salvador Criado , que
tros tiradores de Estremadura y nacionales desde luego se incorporó en las filas enemi-
de Almadén veian el peligro, se sostenían gas con toda su compañía, mas á pesar de
con tal bizarría, que los enemigos no ade- este nuevo contratiempo, el fuego de los
lantaban un paso hacia el recinto, consi- fuertes, casas citadas, y barricadas, fué sos-
guiendo apagar el fuego de la artillería que tenido con empeño, sin que entibiasen el
retiraron vergonzosamente. El tiroteo siguió ardor de sus valientes defensores las r e p e -
con viveza hasta las 10 de la mañana , en lidas intimaciones que de palabra y por e s -
que empezó á notarse la escasez de m u n i - crito les hizo Gómez
c i o n e s , y la necesidad de economizarlas Durante esta noche de desolación, in-
hasta los" críticos momentos de un asalto. cendiadas muchas casas, y saqueadas todas,
En tan grande apuro dispuse la fabrica- tomaron posesión los contrarios de la parro-
ción de cartuchos. Nada es capaz de d e s - quia de i e s u s , y de lodos los tejados que
cribir el entusiasmo y actividad con que se reüeaban los fuertes y casas espresadas,
procedió á esta operación: todos los puestos presentándose al amanecer del 2 4 con v e n -
fueron atendidos oportunamente, y el vivo t a j a s que nuestra situación no permitía ya
fuego con que se sostenían los ataques del destruir. Esto no obstante continuó el fuego
enemigo, le impuso respeto. A las 4 de la por todas partes con el mismo v i g o r , hasta
tarde se dirigieron sobre la plaza de toros, 1 que flanqueado todo el recinto interior de
TOMO I I I .
458 HISTOMA DE LA GUERRA CIVIL.

la Enfermería, no era posible sostenerse en si dejase de recomendar á V. E. para que


las aspilleras sin arrostrar una muerte s e - se digne hacerlo á S. M. la reina Goberna-
gura. En tal situación., los gefes y oficiales dora, la distinguida que asi gefes como ofi-
que le defendían manifestaron al brigadier ciales y soldados observaron los días 23 y 2 í
Flinlcrla conslemanon de la tropa, y la ne- de octubre del año pasado en la esforzada
cesidad inmediata de lomar un partido , en defensa de Almadén haciéndose acreedores
cuya vista, si bien muy á su pesar, se v e - bajo todos conceptos, al aprecio de S. M. y
rificó la entrega del fuerle entre once y d o - á ¡a gratitud de sus conciudadanos. El b r i -
ce del dia, bajo las mas honrosas c o n d i - gadier Flinler, que en esla ocasión, como
ciones. en otras muchas, ha justificado cuan m e -
Como era de esperar, todas las fuerzas recedor es del distinguido concepto que go-
de. los rebeldes cargaron sobre el otro fuerte za, me recomendó el comportamiento distin-
y casas Academia y de Carballido, y loma- guido de (aquí las recomendaciones.)
das las casas inmediatas, quedó el primer Nuestra pérdida en los dos días, aunque
punto en descubierto por su comunicación muy sensible por la muerte del bizarro s u b -
del interior con el t e r c e r o , pero ádespecho teniente de movilizados, don Pedro Acedo
de lan critica situación continuó el fuerte Rico, y del esforzadocapilan don José Val-
su defensa basta las cuatro de la larde, en carcel y teniente don Vicente Arias, vil-
que convencido de la absoluta imposibilidad mente asesinados en venganza de sus e s -
de continuar sin temeridad la resistencia, y fuerzos, después do rendidos, fué muy i n -
viendo por olra parte amenazado de ser en- ferior á la de nuestros enemigos, que t u -
tregado á las llamas el cerco de San Teodo- vieron dos gefes de batallón , seis oficíales y
r o , y con él las máquinas de vapor para cíenlo cincuenta á doscientos hombres fuera
el desagüe, paralizando por muchos años, ó de combale.—Dios ele.—Logroño, 30 de
quizá para siempre, los pingües productos setiembre de 1837.—M. de la P. y A r a n g u -
que rinden á la nación las ricas minas de ren.—E. S. ministro interino de la G u e r r a .
cinabrio, me vi en la honrosa, aunque sen-
sible precisión de añadir al saqueo de mi
c a s a , y la destrucción de cuanto conlenia, NÜM. 20.
el terrible sacrificio de-mi libertad. En con-
secuencia entré en comunicación con Gó- Real orden relevando á Rodil, y su tras-
m e z , quien aprobó la capitulación que le lado á Ribero.
propuse (1), y que con .menosprecio del
derecho de la guerra no fué cumplida, á pe- Ministerio de la Guerra, negociado de
sar de mis continuas reclamaciones. campaña.—El escelentísimo señor ministro
Mas de quinientos prisioneros, restos interino de la Guerra, con fecha 6 del cor-
desventurados de los hechos en el fuerte de n e n i e , me comunica la real orden que sigue:
Córdoba, puestos al peligro de estos fuegos, Escelentísimo señor.—S. M. la reina Go-
y el vecindario todo de la villa laboriga de bernadora se ha servido resolver que i n m e -
Almadén, habrán hecho justicia á los v a - diatamente que V. E. reciba esla orden, e n -
lientes que defendieron por espacio de tregue el mando de esa d'vision al mariscal
treinta y cuatro horas un recinto , cuya e s - de campo don Felipe Ribero con lodas las
tension pasa de media legua, y formado de reales prevenciones que haya recibido, d e -
tapias sin argamasa y miserables bardas, biendo V. E. trasladarse á esla capital, y
contra fuerza sestupla, y yo no llenaría prevenir al mariscal de campo, don José
mis deberes ni fuera digno de haber estado Carralalá, verifique por su parle lo mismo,
á su cabeza en tan críticas circunstancias, dando cuenta por eslraordinario de quedar asi
cumplimentada la voluntad de S. M. De real
(1) Condiciones bajo l a s c u a l e s el s u p e r i n t e n d e n - orden lo digoá V. E. para su inleligencia y
te de l a s minas nacionales de A l m a d é n propone en- cumplimiento.—En su consecuencia, desde
tregar el fuerle en c u y o recinlo se halla.
•I.a La guarnición del fuerle saldrá con l a s armas, este momento, que son las seis de la m a ñ a -
q u e entregará á s u s a l i d a , y los oficiales c o n s e r v a - na, hago en la persona de V. S. la entrega
rán s u s espadas y todos los c q u i p a g e s de s u perte- formal de la división de la Guardia Real,
nencia, y las tropas s u s m o c h i l a s .
2." Siendo los e m p l e a d o s de lodas clases de A l - que V. S. conducirá desde hoy según le pa-
madén destinados al beneficio de s u s m i n a s , y perte- rezca mas conveniente para el bien del ser;
neciendo estas á la monarquía e s p a ñ o l a , no deberán vicio, no hallándose obligado desde ahora á
considerarse prisioneros de guerra, como no se c o n -
sideraron en la q u e s o s t u v o la nación contra el u s u r - realizar el movimiento que estaba dispuesto
pador N a p o l e ó n . — F u e r l e de Almadén 24 de octubre para hoy, si como gefe principal de la divi-
de 1836.—Manuel de la P u e n t e y Aranguren.—Me sión estimare variarlo según el plan de
conformo con las condiciones q u e a n t e c e d e n ; pero
con la circunstancia de q u e los q u e se pongan en li- campaña que desde luego queda en libertad
bertad por ser destinados al beneficio de las m i n a s de elegir. En cuanto á las reales prevencio-
de este pueblo, han de justificar q u e no tienen otra nes que cita esta orden de S- M., se declara
ocupación, y q u e no volverán bajo ningún prelcsto
á tomar las armas d u r a n t e la presente l u c h a . — M i - esplicitamente que no conteniendo inslruc-
guel Gómez. i ciones particulares, se han limitado á orde-
DOCUMENTOS. 459

narme que sin economizar fatiga alguna, se carecen de núcleo, se frustran los resultados,
persiguiese á la facción de Gómez con todo en perjuicio y daño de la nación; yo seré un
ahinco y brevedad. No obstante que V. S. subordinado cuando esto suceda, y no lo di-
por la publicidad con que he dictado todas go por eludir responsabilidades, de que veo
mis disposiciones y arreglado todos mis m o - gloria y provecho futuro ni que recayera en
vimientos, se halla al corriente del verdade- mí este mando por las distinciones con que
ro estado de esta división, asi como do sus hasta ahora me ha honrado el gobierno; pre-
relaciones de combinación con la del general ciso será que las divisiones estén mandadas
Alaix y la del brigadier Narvaez, debo m a - por gefes inferiores en graduación á la mia;
nifestarle que por mi parle no so lian comu- de lo contrario, me veré á veces en el esta-
nicado Ordenes á dichas divisiones después do que ahora, porque en caso que no con-
de las que les prevenía al general Alaix que vengamos con el señor general Ribero en la
por Agudo y Almadén amagase la izquierda dirección déla guerra, yo tendré que presen-
del enemigo, y aun su frente, para d e t e n e r - lar la real orden en que se manda prevalez-
le, manteniéndose en continua correspon- ca mi voto, y este momento es forzoso que
dencia con mi cuartel general, y á la del bri- sea duro para el señor mariscal de campo.
gadier Narvaez, para que trasladándose des- Ribero, que. es mi superior y para mí, que
de Toledo á Ciudad Real impidiese al ene- soy su subordinado. Aun dejando aparte e s -
migo Su fuga por Despeñaperros ó la sierra los inconvenientes, la ocasión de hacer uso
de Alcaraz y su internación en Aragón por de la real orden mencionada, como ha de ser
TJliel. Ruego á V. S. se sirva dirigir su voz a después de una. entrevista, puede (pie esta
la división de la Guardia Real escitándola á no se verifique porque lasoperaeiones nostxi-
mi nombre á que no desúdenla jamás el gen estar en distinlos punios, sopeña de me-
buen concepto que debe, y asegurándola noscabarla o diferirlas. Ruego á V. E. lije su
que en todas las vicisitudes "de mi vida p ú - atención sobre el parí:: alar, y resuelva lo
blica recordaré con satisfacción las pruebas que haya por conveniente. Dios guarde á
de adhesión y confianza que me ha manifes- V. E. m u e l a s años.—Osuna 22 de noviembre
tado mientras he tenido el honor de dirigirla. de t!¡3fi.—El comandante general, Ramón
Dios guarde á V. S. muchos años.—Cuartel María Narvaez.—Excmo. señor secretario
general de Fuente-Obejuna 15 de noviem- interino del despacho y d é l a Guerra, etc.
b r e de 1836—llodil.— Señor mariscal de
campo don Felipe Ribero.
M M . 22.

NÜFFL. 21 Traslado ú Narvaez de la real orden


relevando ú Alaix del mando.
Comunicación tic IVarvaez al ministro
«Je l a Cíuerra m a n i f e s t a n d o lanecesi- Ministerio de la Guerra.
«latl de un gefe superior. Con esta fecha digo al mariscal de c a m -
po don Isidro Alaix lo que sigue. «No c o n s -
Excmo. señor: ayer tuve el honor de tando aun en este ministerio el que V. E. ha-
manifestará V. E. la posición del enemigo ya entregado el mando de esa división, como
y de las tropas del gobierno; hoy antes de se previno con fecha de 6 del actual, es la
amanecer he recibido oficio del señor gene- voluntad de S. M. que al recibo de esta or-
ral Ribero, que entre otras cosas me dice den lo haga V. E. al gefe á quien por orde-
como la facción ha establecido su cuartel nanza le corresponda, si es que ya no se ha
general en Gaucin y enviado tres batallones verificado, y que se traslade V. E. á la c i u -
al campo deGibraltar. Esto en rni dictamen, dad de Avila, á esperar ulteriores órdenes.
prueba que intenta fijar la guerra en Anda- De orden de S. M. lo digo á V. E. para su
lucia y esporlar su tesoro á Inglaterra ú inteligencia y puntual cumplimiento.» De la
otro país. En este día pienso salir á Morón misma real orden lo traslado á V. S. para su
para ir á donde me índica que pase el gene- conocimiento, y que le sirva de gobierno que
ral Ribero, y de alli, sí el enemigo se m a n - con esta misma fecha se previene al gefe
tiene en la serranía, me ceñiré á su persecu- que debe encargarse del mando de la tercera
ción, puesjuzgo que si se emplea el tiempo división del ejército del Norte, que opere en
en planes él también lo empleará en organi- conformidad y dependencia de las Ordenes
zarse y sublevar el país. Creo de mi deber que V. S. le comunique.—Dios guarde i
manifestar á V. E. que se necesita un gefe V. S. muchos años.—Madrid 21 de nuvieni-
superior que tome el mando de lodas estas hre delí!56.—Camba.—Señor brigadier don
tropas sin interpretaciones de sus depen- Ramón María Narvaez.
dientes en las operaciones, y sin mas rela-
ción con ellos el gobierno, que las órdenes
que reciban por conducto de su general; de
otra suerte, Excmo. señor, las operaciones
460 HISTORIA DE LA GUERRA CIVIL.

para con ella; pero, señora, si el hecho que


voy á esponer á V . M. por mí quedara en si-
NUMERO 25. lencio, yo fuera tan criminal como los patri-
| c i d a s que lo han cometido. El 4 desfilé por
C.'i»r.uiticnr.loii d o R i b e r o »1 m i n i s t r o frente de V.M.; el 2o el rebelde Gómez esta-
de la Guerra. ba destrozado por mis soldados, pasando el
Guadalete el 29. Cuando iba á presentar los
División de la. Guardia Real.—Excelen- restos enemigos, todos sin escepcion, alados
tísimo señor.—Desdr- que me hice cargo del anle la ley severa de la libre nación españo-
mando de esta división no he tenido comu- la, la villana, cobarde y vil envidia de, mis
nicación alguna de V. E., y yo le he dado hechos, influyó en el ánimo de los soldados,
parles diarios de mis movimientos, que no sé cabos, sargentos y oficiales de la tercera di-
si habrán llegado á sus manos; en ellos le visión, y al frente del enemigo vencido por
daba conocimiento de los que verificaba la mí,que seles ponia en las manos, se me s u -
facción y de los que yo hacia con el fin de blevó en peso; los tambores batieron el re-
aproximarme á ella y batirla, y repetidas doble de alto, los soldados, anos se tendie-
veces le suplicaba me marcase la conducta ron, otros armaron contra mí sus bayone-
que dehia observar con respecto al general tas, los oficiales y sargentos los apoyaron en
Alaix y brigadier Narvaez, que mandando á el molin; liré mi espada, esforcé mi voz y
ambas tropas, que están de-tinadas como me hice obedecer al pronto; pero contenida
estas á la persecución de Gómez, creia que la vanguardia y la retaguardia, pedia á g r i -
una posición dudosa con respecto á mi era tos se presentara el general Alaix y que yo
perjudicial al servicio. Esta mañana misma muriera; poco me hubiera importado, seño-
he rogado á V. E. de que convencido del só- ra, en este momento el sacrificio de una vida
lido principio de que las operaciones deben que estimo en poco, si no mediara el motivo
ser dirigidas por una sola mano, sin lo cual que á continuación se verá. Me llegué al
no pueden tener el resultado que se apetece, señor brigadier don Diego León, coronel de
propusiese á S. M. un general, que m a n - húsares, y le dije me respondiera si contaba
dando todas las fuerzas diese unidad á los con su regimiento para apagar á viva fuerza
movimientos,' en la inteligencia de que yo, la insurrección; su señoría me dijo que podia
que no aspiro á otra cosa que á cumplir con contar con su persona, mas de la tropa me
mi deber, obedeceré gustoso á quien merezca habló en tono indeciso; á este tiempo se pre-
esta confianza, y hacer cuantos servicios es- sentó á mis ojos y los del soldado el señor
tén á mi alcance para auxiliarle con mis cor- general Alaix; creció por consiguiente el
tos tálenlos.—Dios guarde á V. E. muchos desmán, y llegándome á S. E. le hice cargos
años.—Ronda 21 de noviembre de 18X6.— severos, á los que me contestó con la inso-
Excmo. Señor.—Felipe Ribero.—Excelentí- lencia de la seguridad en que se hallaba;
simo señor secretario de Estado y del despa- continuó diciéndole me entregara alfrente de
cho de la Guerra. la tropa el mando de la división, conforme
le prevenía el gobierno, y se negó abierta-
mente á ello: dos horas, las consagradas á
NUM. 24. coronar mi triunfo, el triunfo mas deseado á
la nación, se perdieron en este desorden, y
Representación de Narvaez. en él se gritaba por soldados del ejército e s -
pañol, que preferían perder la causa ó que
Señora: Don Ramón María Narvaez, bri- yo mandara. Vi, señora, que en efecto el
gadier coronel del regimiento infantería de iriunfo del día, y probablemente la causa de
la Princesa, 4.° de linea, comandante g e n e - España, iban á desaparecer, parque la caba-
ral nombrado por V. M. délas divisiones de llería de mi división estaba impaciente por
vanguardia y tercera división del ejército del salirá mi defensa. El señor general Alaix se
Norte, condecorado con la cruz de tercera apoderó del mando sin resistencia mía; pero
clase de San Fernando y otras varias por ac- aun después de conseguido esto se probó de
ciones de guerra, vuestro mas del y apasio- asesinarme, y el teniente de la tercera c o m -
nado subdito, puesto á los pies del trono de pañía del segundo batallón de Almarrsa, don
Y. M. se dirige con la siguiente representa- Francisco Vázquez, en presencia de su g e -
ción: como franco militar he dicho en varias neral, que nada puso de su parle para s a l -
comunicaciones al gobierno consecuencias varme, arrebató un fusil á su compañía y me
venideras, que unas se han cumplido ya, y apuntó, incitando á los soldados al asesínalo;
otras que van á cumplirse: como decidido otros hombres, inferiores en graduación á éi
soldado de la libertad, he cargado sobre mis y de un corazón menos dañino, le frustraron
hombros el peso de empresas superiores á la acción, que intentó por dos veces, y que
otros al parecer, y con los hechos mas que se hubiera cumplido, si no en aquel momen-
con la pluma demostré á la nación que esiaba to por la noche, á no retirarme yo en busca
libre de su agobio y yo de mis compromisos de mi división de vanguardia, que conve-
DOCUMÉTÍTOS. 461

nienlemente habia situado en Antei|ucra, á al mismo , fueron suficientes para contener


ver si con ella podía contribuir á enmendar el unánime grito de «mande Alaix y vamos
los daños que habían recaido en las opera- al enemigo» para hacer marchar de otro
ciones. En fin, señora, mire el hecho del á!) modo á las masas, que se negaron á avan-
último con frialdad bastante para juzgarlo, zar hasta que el mismo brigadier Narvaez
y creo que en la historia militar del mundo se decidió á instar al general Alaix, para
no pueda presentarse un cuadro mas compli- que se pusiese á la cabeza de la división; y
cado y criminal: por lanío, señora, justicia por último continuase'por' ahora en el man-
pido, justicia enérgica y pronta, y la espero do de e s t a , en lo cual debió convenir sien-
de V. M.; mas si de lo contrario (como no do sus primeras palabras á las tropas: « t o -
espero) el castigo no cayera sobre la cabeza das vuestras glorias se han'perdido con es-
de los ctdpados, por ser de alta categoría ó te acto de indisciplina.» Pronto se conocie-
en mucho número, yo no abrigo mezquinas ron los efectos de tan prudente determi-
venganzas; pero tampoco querré señalarme nación por el estrago que aquella misma
con el uniforme del deshonor, ni confundir- noche se causó a l a facción , que ha-dejado
me con los asesinos de mi patria; suplico á horrorizada toda aquella comarca , y solo
V. M. me espida mi licencia absoluta, sin parece menor en el modesto parte del g e -
que me quede ningún fuero ni distinción neral. El brigadier León está ademas a u -
militar: asi lo espero alcanzar de V. M., se- torizado para añadir de palabra las circuns-
guro que España y Europa entera aplaudirá tancias que puedan inclinar él ánimo de
mi determinación.—Luja 1.° de diciembre de S. M. á creer que no liene defensores mas
1836.—Señora, á L. E. P. de V. M.—Ramón leales ni mas decididos por el orden, que el
María Narvaez. general Alaixy losgefesque firman.—Pur-
go de Osma, 15 de diciembre de 1856.—
El coronel accidental del regimiento infan-
KÜH. 25. tería de Almansa, Carlos Róselin.—Tenien-
te coronel mayor, comandante accidental
del Príncipe, Juan Francisco Alonso.—El
Representación a 18. IH. d e l o a g e f e s que
comandante del batallón de G u i a s , Bernar-
suscriben. do Senosiain.

Los gefes de cuerpo que suscriben al co-


municarnos la real orden de 11 del actual, NTJM. 26.
que previene al brigadier don Diego León
tome el mando de'esta división, procedien- Itinerario de la división espedlclonarla
do contra el mariscal de campo don Isidro al mando del mariscal de campo don
Alaix como criminal por haberse opuesto al Miguel Gómez.
cumplimiento de la voluntad de S, M. con
objeto de procurar por el mejor servicio de MES DE JTOIO.
la patria, confiamos al mismo brigadier el
encargo de hacer presente á la augusta rei- I-ECHAS. AÑO D E 1836. DISTANCIAS.
na Gobernadora , que no cabe en nuestra
acreditada lealtad el haber continuado bajo
Dias. Leg. Clos.
las órdenes de un general rebelde; que el
general Alaix nunca lo fué; cumplió la real 26 Amurrlo
orden de entregar el mando de la división Respaldiza \ »
al gefe á quien correspondía, y cuando no se Quejana . . . . . . . . . » 3
separó de la retaguardia de la misma hasta Marono. . . . . . . . . . » 3
poderlo verificar sin peligro de ser asesi- Salmànton . » 2
nado por los facciosos dispersos , fué prin- Pena del Haro » 3
cipalmente porque conociendo nosotros el Qtiincoccs . . . . . . . . . 1 2
decidido entusiasmo de la tropa por la per- Laslras de la Torre. . . . » 2
sona del general, y teniendo el enemigo Castrejana . . . . . . . . i .
casi á la vista, suplicamos á S. E. no com- Villo velili » 2
prometiese la salud de la causa pública y Villalasana I »
el honor de nuestras armas, dando lugar á 27 La Colina. . » 2
un movimiento de descontento de nuestras Tabliega. » 2
tropas en momento tan crítico. Habiéndose Revilla , ( accion contra
presentado el brigadier Narvaez con otra Tello » -2
real orden para hacerse cargo de la división, Tabliega ». 2
éste mismo fué testigo de que ni la conduc- 28 Larrivas . » 2
ta ejemplar del general Alaix, ni todos n u e s - Tabliega » 2
tros esfuerzos para contener una esplosion
del.fervor con que nuestros soldados aman' 11 1
462 HISTORIA DE LA GUERRA CIVIL.

Días. Leg. Clos. Días. Leg. Ctos.

Suma anterior H l Suma anterior. . . . . 73 1


28 Revilla » 2 Grado » 2
Quisicedo 3 i¡ 9 Descanso
19 San Marlin 1 2 10 Casas del Puente 1 3
Argúmedo 1 » Cornellana » l
Sonedlo » 2 Salas 2 »
Cilleruelo 1 » La Espina I 2
Erbosa. 1 1 11 Borras 4 »
Sania Gadea 1 » Montejurado 3 »
Los Riconclios (paso del 12 Lago 2 »
Rio Ebro 2 » Berducedo 2 »
Los Carabeos 1 » Sallme—puente sobre el
30 Venta de Hormiguera . . 1 » rio Navia i 2
Matarrepudio 1 Graiidas de Salime. . . . 1 »
Mataporquera » 2 13 Peñafuente 2 »
Concejo de las Quinlani- Fuenfria • • • , * .1
llasi I » Fuensagrada 1 »
Villa vega ì < 14 Padrón •» 2
Cillamayor 1 » Paradavella 1 3
San Juan de Lastra . . . 1 » ,
MES DE JULIO. Fonlacino » 2
Bolafio 2 1
1 Celada 1 » Castroverde » 1
La Herreruela 1 2 15 Solo de Torres » 2
San Marlin Peraperlú . . I » Villar de Castro » 2
San Salvador de Lebanza. "¿ » Glondas » 2
2 Vidrieros 2 » San Fix de Lugo 2 1
Triollo 2 » Rio Miño (se pasó por
Alba I » vado » 1
Camporrendo 1 » Tolda de Lugo » 1
Valverde de la Sierra . . 2 » 15 Santa María Alta.— En-
Siero. . . \ » cuentro de un convoy-. 1 »
Boca de Guergano . . . . i » 16 Foxa "• . 1 1
3 Pedrosa del Bey r 2 Esba 11
I
Escaro 1 1 Santa Gadea » 2
Lario » 2 Ramelvo » 2
Acebedo 1 » El Carragal.—Persecución
Maraña 1 » del convoy anterior . . 1 2
Taina 1 » Piedramayor I 2
4 Sobrefaz 2 2 Sobrado » 2
Bezanes 2 » 17 San Lorenzo de Carelia. . I »
Campo de Caso 2 » Boymorlo 1 »
Abastru 1 » Mota de San Bartolomé. . 1 »
Ta mes 1 » San Gregorio 1 »
Rioseco » 3 Santa María de Gonzar. . 1 »
5 Condado de Brana . . . . » 3 18 San Tirso 1 »
Miñuela. » 2 . Alavacolla » 2
Cilleruela » 2 San Marcos » 2
Pola de Viana 2 » Santiago 1 »
Pulver rera. 2 2 19 Descanso.
Sama de Langreo. . . . . » 2 20 Siqueiro • 2 »
Villa I » Santa María de Brifia. . , 2 »
Oviedo. 1 2 Cidadella 5 '»
0 Descanso (acción contra 21 Cruces .-• 1 "
Pardiñas en el puente Grijalva 1 8

de Barco Soto. Vilar de Parga 2 »


7 Id. Bamonde • • 1 "
8 Venta de Escampredo.. . 2 » 22 Santa María d é l a Torre.. 1 »
Peñaílor: (Puente sobre el Villalva "
1

rio Nalon I 2 Carballino _ _1


73 1 UU -2
DOCUMENTOS. 463

Dias. Les Ctos. Dias. Lcg. Ctos.

Suma anterior 140 2 Suma anterior 236 1


23 Mondoñedo . 2 » Riello. . . . . . . . . . . » 2
24 Vera del Rio 1 » La Velilla » 1
San Juan • » 1 Adrados. 1 »
Aguasnosa . 1 » Espinosa de la'Ribera. . » 2
Goyo » 3 Ferial . 3 »
Puente Nuevo » 1 San Andrés. . . . . . . » 2
Villadriz » 1 Trobajos » 1
San Andrés de Ligares. . 2 2 León > 2
2» Braña » 2 2 Descanso.
Concejo de la Tropa . . . » 2 3 Id.
Sanlalla de los Ojos . . . » 1 4 Puente del Castro. . . . » 1
Santa Olalla de los O r e - Valdelafuente » .2
jos . . » 3 Alengüeja. » 1
25 San Julián. » 2 Puente de Villarente. . . 1 1
Balinas 2 Escalada » 3
Nogueiras, •» 2 Casasola » 3
Villanior. . . . . i . . . » 2 Monasterio de Eslonza. . » 2
Pezos. . » 2 Cifuenies • 2
26 Grandas de Saliuié. . . . 1 » Gradefes < 1 »
Salime.—Puente sobre el 5 Villavieja » 2
rio Navia 1 » Herreros » 2
Berducedo 1 2 Llamas » 2
27 Pola de Alliende 5 » Almanza 1 2
T receda • • J8 Calaveras de Abajo. . . . 1 »
Jalón . » J Calaveras de Arriba. . • » 2
Prerna » 1 San Pedro de Cánzoles. • i »
Lotero » 1 Ermitadel Santísimo Cris-
Lome » 2 to del Amparo 1 »
Ampuero » * Guardo 1 »
Corias » «> 6 Descanso.
Cangas de Tineo. . . . . » 2 7 Ermita del Santísimo Cris-
28 Descanso. to de la Tinta » 1
29 Id. Velilla » 1
59 Limes. . . . . . . . . . ? 2 Besande 1 2
Ponleclella • ] Siero 1 »
Treman de Carballo. . . » 1 Boca de Guergano. . . . 1 »
Carballo. . . . . . . . » 1 Pedrosa del Rey. . . . . » 2
Cebea. • 1 2
8 Riaño. » 2
Ballao 8 1
La Puerta » 1
Braña de Abajo. . . . . » 1 Escaro.—Acción contra
Braña de Arriba » 2
Espartero » 2
Puerto de Lilariegos. . . 1 » Vega de Seria » 2
Cagüelles. . 1
» Santovenia 1 »
Villager » \ Oseja de Sejambre. . . . 1 »
San Miguel » * 9 Soto de Sejambre. . . . 1 »
Villabrino » .* Puerto de Beza. . . . . . » 5
51 Rio Oscuro • • 1 " Venta de Lango » 2
Villar de Santiago. . . . i i Amieva 1 »
Murias. 1
J 10 Collado de Amieva. . . . » 1
Seura » 1 San Román de Amieva. . » 1
Villanueva de Omaña. . » 2 Ros 1 »
Omañon. 8
* Rio de Obra » 2
Vega. . » 1
Tornin » 1
Santibañez. . » ¿
Caño » 3
Cangas de Onis » 2
AGOSTO. 11 Descanso.
•12 Id.
1 Isatecba. » J 13 Id.
14 Cañó. ' » 2
Pandorao 9
-
~236 1 271 2
m HISTORIA RE LA GUERRA C M L .

DUs. Leg. Clos. Dias. Leg. Clos

Suma anterior 271 2 Suma anterior. . . . . 305 2


" Toniin » 3 ! Frentista. 1 »
; Pueble de Obra. . . . . . > 1 Î0 Pina de Campos . . . . . 1 »
:
Postigo dé la Yega de . Amusco. 1 »
Sella » 2 Monzón. i »
Sames » 1 Fuentes de Valdepero. . i «
Carbes. » 1 Patencia 1 »
San Rórrian de Amieva. . » 1 21 Calabazanos 1 »
Venta de Lango 1 2 Venta de. Calabazanos. . » 3
Puerto de Beza * 2 Tariegos » i
Seto de Sejambre » 3 Be.rtavillo i 2
Oseja de Sejambre. . . . 1 » 22 Torrefonmellid.i...... ,2 »
15 Puerto de Panderruedas. 1 2 Pinar de Arriba. . . . . 1 3
Caldetnlôas. . . . . . . . » 3 Pinar de Abajo. . . . . . » .2
Soto Valdeon. . . . . . . » 1 Pesquera. . » 2
Posada y Prada » 1 Puente sobre el rio Duero.
Santa Marina » 3 Peñafiel. . . .' 1 »
Puerto de Remoña. . . . » 2 ,23 Rábanos: paso del rio Du-
Espinama 1 » ranlon. 1 2
16 LasSilces >< 2 Laguna. 1 2
Cosgaya. 1 » El Villar. '.' » 1
Barcena. » 2 Fuentidueña. . . . . . . » 3
Los Llanos » * El Valle deFuentidueña . » 2 .
Gamáleño » 2 Torrecilla 1 1
San Pelayo. . . . . . . . » 1 Puente sobre el rio Cega. 2 »
Baró y la" Frecha. . . . . » 1 Aguilafuenle '.' 1 2
Turiéno. » 2 Sanguillo • 1 2
Potos. » I Turégano. 1 2
17 Frama » 2 Muñove.ros. 1 2
Cabariezo » 1 25 Yaldecabas 1 1
Cabezón . » 1 Cubillo 1 »
Perrozo. . . . . . . . . . » 2 El Guijar 1 »
San Andrés » 2 La Vetilla 1 »
Lamedo » 1 La Malilla 1 ; »
Puerto de Cabezuela. . . 1 2 Castillo del Condado y
Piedrasluengas 1 » Condado. . . . . . . . .
¡
1 2
Camasobres , . » '2 Perorruhio. . . . . . . . » 2
Árenos : » » Fresneda :
. . >• 2
Venta de Orbaneja. . . . » » Lameda. » 1
San Salvador deLevanza. » 1 Castillejo » 3
18 Venta de San Bartolomé. > 2 26 Solo de Riaza » 2
Venta de Eseguio » 2 Riaza 1 2
Bañes. » 1 27 Villacorla. . . . . . . . . . 2 1
Cuesta de Santibañez. . . » 2 Madriguera » 2
Cervera de Riopisuerga. . 1 • Grado. 2 I
Perazancas. . 2 » Canlalojas '.. 1 »
Convento de Calatravas. . 1 » 28 Galvcz 1 »
; San Andrés de. Arroyo. . » 2 . Condemios de Arriba. . . » 3
Prádanos de la Ojeda. . . » 3 Condemios de Abajo . . . » I
19 Herrera de Riopisuerga. . 1 1 Abendiego . . . . . . . . 1 1
Molino de Batan, en el Iges . . . . . . . . . . . 1 »
canal de Castilla. . . . » 2 Miedos del Camino. . ' . . » 2
Ventosa. . . . . . . . . . » 2 Pedroches » 3
Molino de papel en el c a - Atienza. . . . . . . . . . 1 1
nal. 1 1 29 Rebollosa. . . . . . . ; . :
2 »
Naveros » 1 Venta del Ave María. . . »2
Abanades 1 :» Cidrueque . . . . . . • » 2
Osornillo. . í » I Puente del Rebolloso s o -
Lantadilla » 1 bre el rio H e n a r e s . . . » 1
Retruena. 1 » Jadraque 1 "

305 2 •422 1
DOCUMENTOS. 465

Días. Leg. Ctos. Días. Leg. Clos.

Suma anterior 422 1 Suma anterior. . . 482 2


30 Bujalaro » 3 1 »
Malillas. — Acción contra Casas de Moya » 3
López » 3 Puenle sobre el rio C a -
Ledanca 1 1 » 1
Venia del Puñal » 2 » 2
Briliuega ;- . 1 3 1 2
31 Malagüera '. . . » 1 16 Radiel. 1 2
Olmeda 1 3 Casas de Marimingues. . » 2
Cifuentes 2 » » 2
Camedondo 2 » Puente sobre el rio Jucar. 1
Saz del Corlio 2 2 3 »
Esplegares » 1 n Descanso.
18 2 2
MES DE SETIEMBRE. i 2
19 2 2
I Rioablanquejo « 3 3 »
Huerta de Hernando. . . » 1 20 Acción en los campos de
Puente de Tabuenca so- dicho pueblo contra
bre el rio Tajo » 2 Alaix.
Huerla de Pclayo . . . . • 2 6
Zaborejas 1 » 21 4 »
2 Puente de Paralejos sobre Fonllana 1
el rio Tajo 5 1 1 »
Paralejos » 3 22 Villamanrique 4
3 Barranco de los encarce- 2
lados » 1 Chiclana de Segura. . . 3
Altura de Torrezuela. . . » 1 25 Puente sobre el rio G u a -
Oreja 2 2 limar 1
Oribuela del Tremedal en » 3
Aragón 1 » Yillanueva del Arzobispo. 1 »
4 Bruncales 1 3 24 1 »
Abura de Navas d e B r o n - Venia del Cerro 1 2
cales » 3 1 2
Torres 2 1 Ubeda 1 »

Hoyuela 1 » 25 » 2
Casas de los Molinares. . 1 » » 2
Térrico te 1 » Descanso.
5 Toril 1 » 26 1 »
Caserío de Cañedos. . . . 1 » 27 1 2
Salvacaiiete 2 2 3 1
Alcalá de la Vega . . . . 1 2 4 »
6 Cubillo 1 » 28 Puenle sobre el rio Gua-
Caserío de Olmedilla. . . 1 3 dalquivir.
Laúdete 1 » 29 Santa Cecilia 2 »
Talavuelas 2 » 2 »
7 La Torre 3 » 3
Uliel 2 » 1 »
8 Descanso. 30 Puenle de Alcolea sobre
9 Id. el rio Guadalquivir. . 3
10 Id. Venta de Alcolea.
I I Marcha para Chelva, y á Monzón de la Tierra. . . 1 »
dos leguas de camino Córdoba.—Ataque y ocu-
contramarcha á Uliel. . 4 » pación de la ciudad. . 1
12 Descanso.
1") Reconocimiento de la for- OCTUBRE.
tificación de Requena
y regreso á Utiel. . . . 4 » 1 Rendición de los fuertes.
14 Descanso. 2 Descanso.
15 Casas del Renegado. . . 1 » 3 Id.

482 2
TOMO III.
466 HISTORIA DE LA GUERRA CIVIL.

Dias. Leg. Ctos.


MES DE NOVIEMBRE.
Suma anterior 555 1
4 Torre de Arias 3 » Dias. Leg. Otos
Santa Cruz 1 »
Castro del Rio 2 » Suma anterior C80 1
5 Baena 2 » 1 Descanso.
Derrota de la columna de 2 Marcha en dirección al
Málaga al mando de E s - Tajo y á una legua de
calante en las inmedia- camino contramarcha á
ciones del rio Alcau- Cáceres 2 »
clele 2 2 3 Torre de Orgaz 1 »
Vuelta á Baena 2 2 Torrequemada 3 »
6 Cabra 3 » Torremocha í »
Lueena 1 » 4 Arroyomolinos...... 3 »
7 Montilla. . . .- 5 » Almoarin \ »
8 Nueva Cartela 3 2 Miajadas . 3 »
Cabra 1 2 5 Villar de Rena 2 »
9 Priego 3 2 Rena 1 »
10 Descanso. Rio Guadiana.—Se c o n s -
11 Cabra —Derrota de una truyó puente para su
columna de caballería.. 3 3 paso 1 »
Montilla 5 » Villanuevala Serena. . . 1 »
12 Córdoba 6 » 6 La Aba 1 »
13 Descanso. La Guarda 3 »
14 Villalta 6 » Río Ortega » ti
15 Pozoblanco 5 » Quintana i »
16 La Conquista 3 » Zalamea la Serena . . . 2 »
17 Fuencalíente 3 » 7 Berlanga. 2 »
Las Navas 3 » Aíllones ¡> 2
18 La Solana del Pino. . . . 2 » Guadalcanal 4 »
Fuencaliente 3 » 8 Descanso
19 La Conquista 3 ^ 9 Alaniz 2 »
20 Torrecampo 4 » Constantina de la Sierra.. 4 »
21 Pedrocbes 3 » 10 Puebla de los Infantes. . 4 »
22 Pozoblanco 2 » Rio Guadalquivir. — S e
Torremilano 1 » pasó por la barca y
23 Santa Jimena 2 » puentes que se cons-
Alamillo 3 » truyeron 1 3
24 Almadén—Ataque y ocu- Palma del rio » 1
pación de Ja pobla- H Ecija—Pasando el p u e n -
ción 2 » te sobre el rio Genil. . 5 »
23 Rendición délos fuertes. 12 Descanso.
—A las seis de la tarde 13 Osuna 6 »
se rompió la marcha á 14 Marchena 5 »
Chillón » 2 15 Orbera 9 •
26 Ciruela 4 » 16 Ronda 4 »
Talarrubias 1 2 17 Descanso.
Rio Guadiana ; se pasó 18 Id.
por vado 1 2 19 Atájate 2 2
Navalvillar de Pela. . . . 2 » 20 Benagaliz 1 »
27 Guadalupe.—Derrota de Gaucin.—Bloqueo de su
una columna de n a c i o - castillo y acción con la
nales de Estremadura.. 7 » vanguardia de Ribero. 1 »
28 Cañamero. 1 » 21 Rio G u a d i a r o — S e pasó
Logrosan 4 » por p u e n t e s q u e se
29 Zorita 2 » construyeron 4 »
Conquista » 1 San Roque 2 »
Trujillo 3 » 22 Rio Guarranque. - S e pa-
30 Descanso. só por la barca y vado
31 Cifuentes r
> » del Loro
Cáceres . 2 » Rio Palmones.—Se hizo

76S i
DOCUMENTOS. 467

Dias. Leg. Ctos. Dias. Leg. Ctos.

Suma anterior. . . . 7CS Suma anterior 856 »


su paso por la barca, Villarrubio 1 2
puente de los Barrios y Uclés 1 »
vado de las Cigüeñas. . Alcázar del Rey 1 2
Algeciras 1 Huete 2 »
23 Los Barrios. —Puente s o - 7 Buendia 4 »
bre el rio Pabnones. . . 2 8 Puente sobre el rio G u a -
Venia del Castaño. . . . 3 diela » 2
24 Alcalá de los Gazules. . . 3 Poyos » 3
25 Rio de Majaceile.—Se pa- Sacedon 1 »
só por puentes que se Aunon I »
construyeron 4 Puente de Auñon sobre
Inmediaciones de Arcos el rio Tajo. > 2
de la Fron tera.—Acción Alóndiga 1 »
con Narvaez 1 Tendilla 1 »
Villamartin 4 Convento de padres Fran-
26 Monzón 5 ciscos de la Salceda. . 1 »
Osuna 5 Armunia.—Puente sobre
27 Estepa 1 el rio Jarama 1 »
Puente de Don Gonzalo Orche 2 2
sobre el rio Genil. . . 2 9 Torij.i 3 »
28 Los Zapateros 2 Rebollosa 1 »
Cabra 2 Hita 1 »
29 Baena 3 Espinosa.—Puente sobre
Alcaudete. — Aproxima- el rio Henares. . . . . I »
ción de los enemigos á Cogolludo 1 »
la una de la mañana 10 Arroyo de las Fraguas. . 3 2
del 30. 3 Condemios de Arriba. . . 2 2
30 M a n o s 3 11 Capisabalos 1 »
Jamilena 1 Cañicera. .• 2 »
Torrecampo 1 Cara cena 1 1
Menjibar 4 Carrascosa » 2
Rio Guadalquivir. — Se Fresno de Caracena. . . » 2
pasó por las barcas y 12 Vlllanueva 1 ».
vado » Puente sobre el Duero.
Bailen 2 Matanza 2 2
Osma 2 »
DICIEMBRE. Berzosa 2 »
Fuenlehermegil 1 »
1 Guarroman 2 13 Fuencalienie » 1
Carboneros 1 Hinojosa 2 »
La Carolina 1 Huerta del Rey 1 1
Las Navas. . . . . . . » 14 Silos 2 2
Santa Elena I Retuerta 2 2
2 Las Correderas. . . . . . i Cobarrubias. — P a s a n d o
Despeñaperros » por puente el rio Ar--
Venta de Cárdenas. . . . » lanzon » 3
Altnoradiel ó Visillo. . . 2 15 Membrilla 1 2
Santa Cruz de Múdela. . 2 Lara. ., . 1 »
Valdepeñas 2 Los dos Barrios. . . . . 2 »
3 La Solana. „ 4 Villamel 1 1
Argamasilla de Alba.— Villasur de Herreros. . . 2 2
Puente sobre el rio 16 Galarde 3 »
Guadiana. . . . . . . . . 4 San Juan de Ortega. . . 1 "2
Tomelloso 1 Fresno de Rodilla. . . . 1 2
4 La Mola del Cuervo. . . 6 Camporedondo 1 »
5 Los Inojosos 2 Rojas 1 i
Villamayor de Santiago. 2 Quintanilla Caborrojas. . » 2
Orcajo de Santiago. . . . 3 Morilla » 2
6 Torrubia del Campo. . . 1 Hermosilla » 1

836 ~93Q X
468 HISTORIA RE LA GUERRA CIVIL.

Días. I.eg. Ctos. someter á la augusta aprobación de V. M.


sobre la venta de esos bienes adquiridos ya
Suma anterior 930 1
para la nación, asi como en su resultado
17 Salas de Bureba 1 »
material ha de producir el beneficio de m i -
Castellanos. » 2
norar la fuerte suma de la deuda pública,
Terminon. . . . . . . . » 2
es menester que en su tendencia, en su ob-
Ta mayo . » 2
jeto, y aun en los medios por donde se aspi-
Puente de la Horadada
re á aquel resultado, se enlace, se encadene,
sobre el rio Ebro. . . . 1 1
se funda en la alta idea de crear una honro-
Mijangos—Puente sobre
sa familia de propietarios cuyos goces y c u -
el rio Nela.—Toma de
ya existencia se apoye principalmente en el
la caserna que lo d e -
triunfo completo de. nuestras actuales insti-
fendía. . 1 1
tuciones.
Cadiñanos. 1 »
A este pensamiento de intenso y d e s i n -
Estramiana » 2
teresado patriotismo, se contrae todo mi
18 Quintanilla » 2
proyecto: á él se dirigen todas mis combi-
San Pantaleon 1 2
naciones, y él campea y descuella en todas
San Llórenle. — P u e n t e
las medidas que me atrevo á proponer
sobre el rio Losa. . . . » 2
á V. M.
Quincoces » 2
La confianza de los pueblos suele ser
Peña de Ángulo. . . 1 »
muy quebradiza, y de cierto no se capta
Ángulo » 2
por entero cuando no ven franqueza y s i n -
19 Salmanton 1 »
ceridad en sus gobernantes. Para que la
Maraño » 2
suspicacia mas ingeniosa no alimente escrú-
Isoria 1 » pulos donde solo hay sanidad de intención,
Amurrío » 2 se comienza declarando que todos los bienes
Orduña 1 » están en venta; esto es, que ningún r e s p e -
to, ninguna influencia, ninguna pasión mez-
945 1 quina podrá impedir ni detener la de c u a l -
quiera finca conocida como propiedad nacio-
Segura 15 de mayo de 1839.—Es copia. nal. Hasta las que el gobierno ha de reser-
—P. delC. var para fines del servicio público, para ho-
menage de las arles, ó para gloria de las
NUM. 27. proezas de los españoles, no han de p e r m a -
necer cubiertas con el velo del misterio. Una
lista impresa de todas ellas anunciará a la
Preámbulo del decreto sobre la des-
nación cuales han sido las preferidas para
amortización eclesiástica. esos objetos de utilidad y de justoorgullo na-
cional.
ESPOSICION A S. M . L A REINA GOBERNADORA. Conceder un derecho sin acompañarle
de los medios para ser ejercitado, es casi
Señora: Vender la masa de bienes que una irrisión de aquellos á quienes se quiere
han venido á ser propiedad del Estado, es suponer favorecidos. En vano seria la d e -
tan solo cumplir una promesa solemne y dar claración que dejo indicada, si todo el que
una garantía positiva á la deuda nacional se propusiere comprar una ó mas d e t e r m i -
por medio de una amortización exactamente nadas fincas, hubiera de depender de la v o -
igual al producto de las rentas, es abrir una luntad del gefe de la provincia ó no poder
fuente de felicidad pública; vivificar una ri- lievar á ejecución su deseo hasta que les to-
queza muerta, desobstruir los canales de la case el turno ó la suerte de ser lasadas y
industria y de la circulación; apegar al pais anunciadas parala subasta. Universal y sin
por el amor natural y vehemente á todo lo traba alguna es la facultad que se confiere
propio; ensanchar la patria, crear nuevos y de pedir la tasación de cualquiera finca, y
fuertes vínculos que liguen á ella; es, en fin, terminante el deber impuesto á la autori-
identificar con ella el trono escelso de Isa- dad de disponer sin tardanza esta operación.
bel II, símbolo de orden y de la libertad. Para alejar de ella hasta el asomo de un ma-
No es, señora, ni una fría especulación nejo ó de una mira particular, se ha de c o -
mercantil, ni una mera operación de crédi- municar al público la solicitud déla tasación
to, por mas que este sea la palanca que y el v a l o r a que esla haya ascendido. Digno
mueve y equilibra en nuestros dias las es de consideración el que promuévela ven-
naciones de Europa; es un elemento de ani- la de una finca; y como una especie de r e -
mación, de vida y de ventura para la Espa- compensa se le otorga la facultad de hacer
ña. Es si puedo esplicarme asi, el comple- intervenir un perito do su elección en el ac-
mento de su resurrección política. to de la tasa; y no solo puede contar con
El decreto que \oy á tener la honra de que la heredad ó el editii io será suyo toda
DOCUMENTOS. 469

vez que en la subasta no traspase ningún cación con la corte no exija mas que a l g u -
-lidiador la línea del justo precio; sino que nas horas, se desvanece por la consideración
se le halaga con la seguridad de ser prefe- de la publicidad de las subastas, y por la
rido, si le acomoda, en igualdad de circuns- legalidad con que ha de consignarse en cada
tancias. espediente su verdadero resultado. Sí en
Este aliciente podrá contribuir á i m p u l - este método se columbra algún inconvenien-
sar y abreviar las ventas; pero en su esen- te, es el que puede traer consigo la n e c e -
cia no pasa de una ventaja accidental. sidad de que el lidiador de mas alta p r o -
El gran atractivo, el móvil poderoso que mesa no quede declarado desde luego por
incline, y aun arrastre a interesarse en ellas, adjudicatorio, teniendo que pasar algunos
ha de. nacer principalmente de los términos (lias en la incertidumbre de si podrá ó no
de las mismas ventas y del modo desahogado ser dueño de la finca de sus deseos. Pero
para el pago. Indispensable es que un re- este inconveniente, grande tal vez para el
glamento especial deslinde y determine t o - interés individual, degenera de muy peque-
dos los trámites que hayan de dar á estos ño en casi imperceptible, cuando se le com-
actos publicidad, rectitud y solemnidad. El para con el interés máximo del Estado, que
decreto de las corles de 3 de seliembre es sacar los mayores productos para amor-
de 1820, contiene reglas y precauciones pro- tizar lo mas que pueda en el capital de la
pias de la sabiduría de aquel cuerpo legisla- deuda pública. Y todavía para suavizar el
dor, y aunque serán muy pocas las que por poco ó mucho desabrimiento de este m e n -
el imperio de las circunstancias requieran guado inconveniente, que de seguro encon-
alguna variación, esta misma causa obliga á trará poca cabida en los pechos españoles,
añadir á aquellas algunas otras medidas de se limita á estrecho plazo el señalado para
importancia saludable. hacer la declaración de quien sea el com-
Una de ellas es la que previene que las prador.
subastas no se verifiquen tan solamente en Olra medida de incalculable trascenden-
la capital de la provincia donde se hallen r a - cia es la que se encamina á recomendar la
dicadas las fincas, sino que también se eje- división de las grandes propiedades, para
cuten en esta corle, celebrándose en uno y reducirlas á suertes que estén al alcance de
otro punto en un dia mismo. Si cuando una los ciudadanos honrados y laboriosos que
disposición demuestra por si que su espíritu forman la fuerza y las esperanzas de la p a -
es dar mayores facilidades para el. logro del tria. Sin esle sistema, y sin consagrar á su
fin propuesto, puede escusarse la esplica- ejecución la solicitud mas afanosa, quedaría
cion detenida de las razones que indujeran á defraudado lastimosamente el fin primordial
dictarla, todavía admite la presente una r e - de esas ventas, que, como ya he manifesta-
flexión que acabará de convencer de su do á V. M., es crear nuevos vínculos que
oportunidad. La capital del reino puede m i - aten al hombre con la patria y con sus i n s -
rarse como un centro de riqueza, de combi- tituciones. Por lo tanto, se deja al interés de
nación y también de especulaciones. los pueblos mismos el nombramiento de las
De donde se sigue que nada puede ser personas inteligentes que hayan de designar
tan conveniente como darla el estímulo y las divisiones que cómodamente puedan ha-
facilitarla la proporción de entrar en el ne- cerse en los grandes predios de sus juris-
gocio de las ventas, sin que sea preciso ins- dicciones. Para que pasiones mezquinas ó
tituir agentes , ni valerse, de intermediarios, ruines no atajen ni paralicen el grandioso
á quienes por muchas facultades que se les propósito que envuelve esla idea, se echa
confieran, siempre han de obrar con algu- mano del freno mas poderoso en el gobierno
na ligadura que solo puede romper el que representativo, que es la publicidad en los
juzga y decide por la estension de sus actos de todo género de administración. Las
medios. divisiones acordadas por los hombres inteli-
Suelen introducirse abusos en las conce- gentes de cada pueblo, se publicarán en el
siones y en los objetos mas plausibles. A. la mismo y en la capital de la provincia, á fin
previsión de la ley toca anteponerse á ellos, de que la connivencia de unos pocos, la
hasta ahuyentarlos. Ninguno puede temerse seducción de algunos, ó las miras torcidas
en esta duplicada subasta, cuando al dia in- de otros no neutralicen el beneficio de la
mediato á la celebración del remate se han división. La ley, considerando á sus agentes
de publicar en la corte y en la capital de la y ejecutores colocados en una esfera s u p e -
provincia el precio mas alto ofrecido en am- rior á las pasiones de las localidades y de
bos puntos por la finca, omitiéndose por las familias, reviste ahora al intendente de
entonces el nombre del lidiador. La sutileza la autoridad terrible de resolver sin otro r e -
mas esquisila no puede inventar un a r d í ) , curso, en cualquier reclamación que se s u s -
ni poner en planta un amaño para que en cite sobre estas divisiones, y al ejercer tan
dos actos simultáneos ejerza el uno influen- grave autoridad, no duda el gobierno que
cia sobre el otro. El óbice que quizá o c u r - estos mismos gefes no olvidaran que sí bien
riera respecto á las capitules, cuya comuni- ocupan ese lugar alto que les granjea tanta
Í70 HISTORIA DE LA GUERRA CIVIL.

confianza, su misma altura alrae sobre ellos entrado al beneficio de disfrutar de su inte-
las miradas públicas, y dan á cada ciudada- rés declarado, se escluyesen de ser moneda
no el derecho de examinar y censurar su corriente para el pago "de las fincas.
conducta. Destinado á la amortización de la deuda
Estas son, señora, las novedades ó a m - el producto general de eslas ventas, n i n g u -
pliaciones introducidas en el reglamento na conveniencia trae al Estado, y ningún
de 3 de setiembre de 1820. Réstame espo- desahogo se promete el gobierno del otro
ner á la soberana comprensión de V. M., el sistema de pago, que consiste en dinero efec-
sistema, también nuevo, que h a d e seguirse tivo. Prueba irrefragable de este concepto
en los pagos. es la disposición de que los rendimientos
Nada se habria hecho para alcanzar el metálicos se inviertan inensualmenle en la
pensamiento de multiplicar el número de los adquisición de efectos públicos para e s l i n -
propietarios españoles, si ya que los bienes guirlos y destruirlos en seguida. Si no o b s -
de que se trata han de ser aplicados á la es- tante, se ha admitido este medio, ó por con-
lincion d é l a deuda pública, no se ensancha- sideraciones á la clase de personas que por
ra hasta el mayor término posible la facili- su posición ó por sus hábitos no se hallan en
dad de satisfacer el precio de las compras, estado de entregarse al cálculo que en mas ó
combinándola de tal modo con la posibilidad menos grado debe suponerse necesario para
de las clases medias, y con las aficiones mas adquirir con tino los efectos públicos. La
comunes de los hombres, que de ella misma negociación de ellos, encerrada, por decirlo
salga el empuje que avive los deseos de ha- asi, en-las grandes poblaciones, podría p r e -
cerse propietarios. sentar estorbos y embarazos á los habitantes
A la elección de los licitadores se ofre- de los pueblos interiores; prescindiendo de
cen dos medios igualmente cómodos y hala- que casi forman la gran masa d é l a nación
güeños de verificar los pagos. Ambos d e s - aquellos donde todas las transacciones de la
cansan en la base de entregar una quinta vida civil no se juzgan, comparan ni esliman
parte del precio del remate á la solemniza- por otro regulador que el dinero efectivo. La
ción de la escritura que trasmita la propie- facultad de p a g a r e n esta especie, sin envol-
dad; pero según sea la especie de moneda ver ningún daño para la esencia del objeto,
que prefieran para el pago, asi disfrutarán que es vender, abre la puerta á combinacio-
de ocho ó de diez y seis años sucesivos para nes que se encuentran lanío mas al alcance
realizar las otras cuatro quintas partes; de de los hombres no acostumbrados al manejo
modo que en el un caso la entrega anual y especulación de los efectos públicos, cuan-
es á razón de diez, y en el otro caso de cin- to mas cieno es que por no iniciarse en sus
co por ciento, tomando por tipo el valor del fáciles misterios, habría no pocos que renun-
remate. ciaran contra su voluntad á hacerse compra-
La opción entre los dos medios es i r r e - dores de esos bienes.
vocable, y debe tener lugar en el acto de Sobre las ventajas, desahogo y comodi-
la adjudicación. Si se elije pagar en docu- dad del pago del precio de las lincas, seria
mentos de la deuda pública, estos se admi- superfino entrar en reflexiones. La simple
ten por todo su valor nominal, con la dis- enunciación de su término respectivo de
tinción precisa de que una tercera parte sea ocho y diez y seis años, c o n v e n c e de la dul-
en títulos de la deuda consolidada al 5 por zura de un sistema que sin duda carece de
100; otra tercera parle en títulos de la mis- ejemplar. ¿Cuál es el capitalista, el hacenda-
ma deuda al 4 por 100, y la restante en tí- do, el hombre económico, el labrador a p l i -
tulos de la deuda de nueva consolidación cado, el artesano, y hasta el jornalero con
al S por KiO. Y para satisfacer desde luego algunas esperanzas ó con la protección de
cualquiera observación que tendiese ó poner un ser benéfico, que no pueda sentirse in-
en duda la oportunidad de distinguir dos clinado á adquirir una propiedad donde em-
deudas de un interés igual, ó que tratase plee sus medios ó sus sudores, para, ó dilatar
de inquirir la razón de hacer diferencia e n - sus goces ó satisfacer sus necesidades d u -
tre la deuda ya consolidada y la que va á rante la vida, dejando después á su familia
consolidarse al 5 por 100, encontrando c o - los medios honestos de mantener una e x i s -
mo mas sencillo que se elevase á dos t e r c e - tencia útil á si propia y al Estado? O hay que
ras partes la cantidad pagadera en esla e s - suponer el imposible, de que entre nosotros
pecie, esplicaré á Y. M. que esta nueva faltan todas las ideas de la conveniencia,
consolidación no comienza á devengar inte- todos los sentimientos de bienestar y lodos
rés desde el momento que se presenten sus los deseos de mejora, para no preveer y es-
títulos actuales á ser convertidos en los perar el éxito mas cumplido y feliz de este
nuevos, sino desde la época, algo mas a t r a - sistema de pagos.
sada, que se señale para su devengacion. Los que deban ejecutarse en papel del
Esla circunstancia inevitable se trocaría en Estado con renta, nú pueden sujeiarse al
evidente desventaja de la nueva consolida- ! abono de ningún interés, por cuanto olios
ción, siempre que sus títulos, por no haber ' llevan uno en si mismos. No sucediendo asi
DOCUMENTOS.

en el dinero, se grava con el suavisimo r é - títulos. Pero esta amortización no se reserva


dito de 2 por 100 al año, sobre la suma que eselusivamente á la parte de deuda que ha
se quedare debiendo á la estincion sucesiva subido á la clase de consolidada. Si los pro-
de los diez y seis plazos concedidos al dine- ducios de las ventas en papel no pueden ni
ro; gravamen que en este lapso de tiempo deben tener mas destino que la estincion de
no escede de 17 por 100, partiendo del valor los mismos capitales que representen, y en
de las cuatro quintas parles. Por manera las especies en que consistan; los rendimien-
cpie no es en realidad mas que 1 1|16 por tos en dinero es necesario, es justo que so
100 al año sobre la lotalidad de la cantidad distribuyan, no solo entre lo ya consolidado,
no cubierta. sino también entre lo que estando liquidado
Cuando se brinda con tantas facilidades y reconocido no ha podido ser llamado t o d a -
y alicientes al comprador, menester es que vía á la consolidación; no obstante que la
ios intereses del Estado no queden espuestos circunstancia de no devengar rédito haga
á contingencias y quiebras. Para precaver- esta parle de deuda muy atendible y r e c o -
las, se declarará y constituirá en las e s c r i - mendable. Por eso se ha procurado conciliar
turas de venta la hipoteca de las lincas al todos los derechos, comparliendo e x a c t a -
jiago de los plazos; otorgándose con simul- menie entre los títulos consolidados, y los
taneidad á la formalizacion de estos docu- liquidados y reconocidos de la deuda sin i n -
mentos las obligaciones marcadas por el re- terés que aun no hayan sido presentados á
la consolidación todos los productos metáli-
glamento, y que han de servir de título para
cos de las ventas á dinero.
reclamar y exigir la entrega del importe del
respectivo plazo. Los herederos de los com- lió aquí, señora, rápidamente bosqueja-
pradores al adquirir el derecho de a p r o v e - dos el objeto y los fundamentos del decreto,
charse de los productos de las lincas, han de cuya minuta "someto á la augusla aproba-
contraer también la responsabilidad que to- ción de V. M. en uso del voto de confianza.
davía pueda pesar sobre ellas; y por un prin- —Madrid 19 de febrero de 18;t6.—Señora.
cipio tan justo, se les declara subrogados en —A L. R. P. de Y. M.—Juan Alvarez y Men-
todas las obligaciones aféelas á esla clase de dizabal.
cosas heredadas. Y últimamente, se lleva la
previsión hasta disponer que se proceda NUM. 28.
contra las fincas vendidas cuando enlre los
bienes de los compradores no se hallen otros
D i s c u r s o d e Sí. 9 1 . a l a b r i r l a legislatura
mas espedilos y disponibles con que cubrirse
del importe de los plazos no satisfechos á su de ** de marzo de 1836.
vencimiento y después de los requerimien-
tos prescritos para tales casos. I L U S T R E S PROCERES V SEÑORES P R O C U R A D O R E S .
En medio de tantas ideas benéficas, todas
en favor de los compradores, no se lia o m i - Con igual satisfacción que s i e m p r e , os
tido otra de gran consuelo para los que tal veo reunidos alrededor del trono de mi a u -
voz mirarán como un obstáculo en el acto gusla hija, dispuestos, según el principal
de la compra, ó en cualquier tiempo del objeto de vuestra convocación, á manifes-
ejercicio de su propiedad, la condición de no tarme el voto nacional sobre una de las ba-
verla libre de toda ligadura antes del término ses principales constitutivas del Estado.
de los ocho ó de los diez y seis años. De su Mi gobierno presentará inmediatamente
voluntad ha de pender tan solo que sus nue- á vuestras deliberaciones el proyecto de ley
vos bienes se vean exentos de toda respon- electoral, que espero examinéis con la m a -
sabilidad; y al facultarlos para que puedan durez que exige su importancia, y con la
cancelar como quieran el todo óalguna parte prontitud que prescribe la necesidad. Este
de las obligaciones de los plazos, se estimula es el camino legal de revisar nuestras i n s -
á los compradores á papel, ofreciéndoles el tituciones fundamentales, para afianzar de
abono de un 5 por 100 sobre las cantidades una vez todos los bienes á que por su leal-
cuyo pago anticiparen, y á los compradores t a d , sacrificios y constancia, esla nación
á dinero, dispensándoles del rédito de 2 por magnánima se hace cada vez mas acreedora.
100, y concediéndoles ademas el premio de Mas a u n q u e esta ley sea el objeto p r i n -
5 por 100. cipal y preferente de vuestras tareas, otros
En fin, concluye el decreto confirmando asimismo muy importantes se presentarán
la garantía solemne d e q u e lodos los produc- á vuestro examen. Entre ellos llamarán muy
tos de las ventas de los bienes nacionales se particularmente vuestra atención las nego-
invertirán religiosamente en la amortización ciaciones que se han entablado con los es-
de la d e u d a pública, destruyéndose los Ulu- tados de la América española. Tiempo es ya
les de los valores entregados en pago, y de que los dos pueblos que la naturaleza
anunciádose en la Gaceta, para que lo c o - hizo hermanos, sean para siempre amigos,
pien lodos los periódicos del reino, el i m - y que á los vínculos disuellos de subordina-
porte de estos valores y los números de estos ción y dependencia, sucedan otros mas (luí-
HISTORIA BÉ LA GUERRA CIVIL.

ees y duraderos de igualdad y de concordia, Objeto constante de mi solicitud es la


fundados en el provecho reciproco y común. guardia nacional como institución conser-
Suma satisfacción os causará, como á vadora de la libertad y del orden. Para a u -
mí, saher que los augustos monarcas unidos mentar su fuerza y mejorar su organización
á los intereses de Isabel II por el tratado de he mandado poner en planta el proyecto de
la cuádruple alianza, ofrecen cada día tes- ley , aprobado ya por el estamento de P r o -
timonios nuevos de su amistad constante y curadores en la legislatura anterior; y con
de -sus sinceros deseos por el triunfo de el fin de completar su a r m a m e n t o , hay ya
nuestra legítima c a u s a , y por la restaura- en almacenes un crecido número de fusiles
ción de la paz de la Península. La Francia y que se irán distribuyendo a proporción de
la Inglaterra nos prestan cuantos auxilios la necesidad y de la urgencia. Confio en
les pedimos, y toman las mas eficaces pro- que llevada á ía perfección posible la guar-
videncias para que ni por el mar ni por la dia nacional corresponda á los saludables fi-
frontera los reciban nuestros enemigos. En nes de su institución. Servicios eminentes
lin, la división de tropas portuguesas, que tiene hechos sin duda en esta última época,
en virtud del convenio de setiembre último pues la tranquilidad pública ha sido conser-
entró en Castilla, ya se está uniendo o l a s vada en todas partes, escepto algunos l i g e -
nuestras para cooperar con ellas contra el ros disturbios, tan pronto apagados como
enemigo común. encendidos. Mi gobierno ha tomado las me-
No han recibido tampoco alteración nin- didas que ha creído mas propias para que
guna las relaciones del gobierno de mi a u - no se r e p i t a n , y yo espero que me ayudéis
gusta hija , con otros gobiernos de Europa, con vuestra cooperación y consejos para ha-
con el emperador del Brasil, y con los E s - cerlas completamente eficaces.
tados-Unidos de América: todos se m a n t i e - Las cortes anteriores concedieron con
nen en el mismo pie de reciproca amistad toda franqueza el voto de confianza que les
y buena correspondencia conmigo. pidió mi gobierno. Este al pedirle, si bien
Ningún elogio, por magnificó que fuese, aspiraba á robustecerse en la opinión públi-
bastaría á ponderar debidamente el mérito ca con una tan manifiesta armonía entre los
contraído por nuestras tropas de mar y poderes del Estado, y á hacer asi mas llano
tierra. el arduo y espinoso encargo que tiene s o -
No menos dignas de encomio son las le- bre sí, contaba también con no tener que
giones francesa, inglesa y portuguesa que recurrir á esta grande confianza sino á la
unen sus esfuerzos á los nuestros d e r r a - vista, con el apoyo y bajo la inspiración de
mando su sangre: y que participando de las cortes. Faltóle de pronto tan poderoso
nuestras fatigas, como de nuestras glorias, arrimo, y hubo de resolverse á no hacer uso
dan nueva prueba de ser en causa común, de sus estraordinarias facultades sino con
comunes los sacrificios. Un invierno e s - la mayor circunspección y reserva. La pro-
Iraordinariamente crudo y sobremanera lar- mesa de mejorar la suerte de los acreedores
g o , no ha sido obstáculo insuperable á sus del Estado fué acogida del público con e n -
hazañas. Su fidelidad, su sufrimiento y su tusiasmo, y mi gobierno miró su c u m p l i -
actividad , se acrecentaban con las desco- miento como una de sus mas sagradas obli-
modidades y rigores de una estación tan gaciones. Tal ha sido el origen de los d e -
cruel; y multiplicándose á fuerza de mar- cretos espedidos desde mediados de febre-
chas continuas y penosas, donde quiera ro, hasta principios del mes actual: lodos se
que estaba el peligro , allí se hallaban, y á encaminan á esle importantísimo fin; y al-
donde quiera que el enemigo se dirigiese guno de ellos, á la ventaja de aumentar ga-
allí las encontraba preparadas á contenerle rantías á la deuda pública, añade la de sa-
y escarmentarle. Su heroico ejemplo ha des- tisfacer un voto nacional. No hay (luda en
pertado el fuego del valor y del deber en que los institutos religiosos han'hecho en
los valles de Navarra, que han levantado la otros tiempos grandes servicios á la iglesia
voz y alzado banderas por mi augusta h i - y al Estado; pero no hallándose ya en a r -
j a ; y los setenta mil hombres producidos monía con los progresos de la civilización,
por el último reemplazo, que vestidos, ar- ni con las necesidades del siglo, la voz de
mados y suficientemente instruidos van in- la opinión pedia que fuesen suprimidos, y
corporándose en las filas de nuestros vele- no era justo ni conveniente resistirla.
r a n o s , rivalizarán con ellos en gloria y en Ningún sacrificio cuesta á la nación,
virtud. De esperar es que sus esfuerzos ningún gravamen nuevo se le ha impuesto
reunidos acaben con la guerra civil: la na- á consecuencia del voto de confianza; y aun-
ción admirará conmigo los laureles que van que con dificultades y algún atraso, se ha
á recoger, laureles que serian todavía mas procurado hacer frente á los gastos públicos
agradables para mi si no hubiesen de bro- con los solos recursos que antes tenía á su
tar por entre la sangre de infelices, que disposición mi gobierno.
aunque rebeldes y desnaturalizados, siem- • Las reformas, mejoras y economías que
pre son hijos de España. conviene introducir en los diversos ramos
DOCUMENTOS.

de haciendo, siguen preparándose con la Al llamar vuestra atención á estos gran-


meditación y estudio detenido que son de des medios de ulilidad general, no es mi
absoluta necesidad en ellos, puesto que n i n - ánimo, ¡lustres proceres y señores procura-
gunos se resienten mas de mudanzas prou- dores, distraeros un momento del objeto á
tas ó inconsideradas. Mi gobierno, que no que lian sido convocadas estas y las cortes
trata de sustituir teorías arriesgadas a bene- anteriores. El debe ser sin duda.el primero,
ficios positivos, se ocupa en los arreglos i m - el principal, como el mas urgente y necesa-
portantes de este ramo para establecer un rio para completar nuestra reforma política.
sistema completo y hien trabado en todas Pero no he querido negarme al deseo de re-
sus partes. Entretanto, las realas públicas cordaros y proponeros la mejora que pueden
siguen las vicisitudes de las circunstancias recibir diferentes ramos de la administración
en que se halla el reino, y á medida que ellas pública, especialmente los de Guerra y H a -
nos devuelvan la paz, que no debe conside- cienda, que son los elementos de nuestra
rarse lejana, serán mas cuantiosos los p r o - existencia, y en que deben emplearse con
ducios, y menos penosa la recaudación. toda preferencia nuestro esmero y solicitud
Si los pueblos necesitan de la paz, no recíproca. Ya vuestra reunión es una ánco-
necesitan menos de la justicia: su recta ad- ra de seguridad para la felicidad de los p u e -
ministración depende ¡Je la acertada forma- blos, un apoyo robusto para mi gobierno,
ción de los códigos de que dimana; y tengo un presagio funesto para los enemigos del
en esta parte la satisfacción de anunciaros orden y de las leyes, y una señal de ruina
que el civil se halla sometido á su última para el bando de la rebelión. Para mí al
revisión, tpie el penal y el de procedimien- mismo tiempo es un manantial inagotable
tos criminales eslán ya terminados, y que de consuelos: Gobernadora de esta ínclita
el de comercio lo eslaria también, si no lo nación, mi amor hacia ella se acrecienta mas
dilatase la necesidad de caminar de acuerdo cada dia, mientras mas contemplo el amor
con el civil en todas las materias que le son que los españoles me tributan: Madre de
comunes. Isabel II, considero cifradas en vuestra ilus-
También me es muy lisongero deciros tración, virtudes y patriotismo, la seguridad
que las diputaciones provinciales y los ayun- v la gloria de su t r o n o . - Y O LA REINA
tamientos han correspondido dignamente á GOBERNADORA. — Está rubricado de la
las esperanzas que me prometí de la nueva real mano.
forma que se les ha dado por los últimos de-
cretos. Compuestos de los ciudadanos mas
distinguidos por su probidad, por sus luces NUM. 29.
y por su celo, han llenado del modo mas
laudable el objeto desu institución, y yo debo SBanlIlcsto de la reina Gobernadora á
darles este testimonio público de aprobación la nación española.
y de aplauso, no solo por su anhelo en p r o -
mover los intereses respectivos de su pais, Desde, que por la enfermedad de mi a u -
sino muy especialmente por el auxilio elicaz gusto esposo (Q. D. G.) empuñé interina-
que han prestado á mi gobierno para el gran- mente las riendas del gobierno, di pruebas
de y estraordinario aumento que última- de los sentimientos de mi corazón en favor
mente se ha dado al ejército. de esta nación magnánima, enjugando las
Una vasta empresa para concluir todos lágrimas de millares de familias, y a n u n -
los caminos empezados en el reino y para ciando, con el olvido de las pasadas d i s e n -
abrir otros nuevos, seria en cualquier tiem- siones políticas, una nueva era de reconci-
po el mas digno objeto de las meditaciones liación y de paz.
del gobierno por el movimiento y vigor que Muerto poco después mi augusto esposo,
comunicaría á todas las industrias. Pero en y encargada de la regencia del reino, no r e -
la actualidad debe considerarse como el ins- lardé un momento en ratificar mis benéficas
trumento mas poderoso para eslirpar en E s - mirase intenciones con muchos y saludables
paña hasta el último germen de la guerra decretos, hasta que para asentar sobre bases
civil. Mi gobierno por lo mismo no cesa de sólidas y verdaderas la felicidad de los e s -
ocuparse de los medios de llevarla á efecto; pañoles, restablecí solemnemente las anti-
y no está distante el dia en que destruidas guas leyes fundamentales de la monarquía,
por nuestras armas victoriosas las locas e s - en que están consignados justamente los
peranzas de los rebeldes, y restablecida la derechos del trono y los fueros y libertades
confianza de los capitalistas nacionales y es- de la nación, convocando las corles g e n e r a -
trangeros, este grandioso y benéfico proyec- les, que han sido en todas épocas el baluarte
to proporcione trabajo y subsistencia honesta mas firme de aquellos sagrados objetos.
y tranquila á tantos infelices, á quienes aho- En las circunstancias mas criticas, en
ra la miseria arrastra á alistarse en las b a n - medio de una guerra civil y de los estragos
deras déla usurpación y á hacer armas con- de una peste asoladora, abrí en persona las
tra su patria. puertas del santuario de las leyes; y desde
TOMO I I I . 60
HISTORIA RE LA tíÜÉRRA CIVIL.

aquel memorable día, incesante ha sido mi les del reino, tan interesados en el m a n t e -
anhelo, constantes mis afanes para presentar nimiento del orden; con el honrado pueblo,
á las cortes leyes encaminadas á la felicidad fiel siempre á sus monarcas; con todos los
de los pueblos, reformas útiles, mejoras s a - españoles, en tin, que aprecien lo que vale
ludables, habiendo llevado á tal punto mi este nombre, y que no quieran verlo deshon-
solicito anhelo en promover cuanto pueda rado á los ojos de las demás naciones.—YO
contribuir al bien y prosperidad déla nación, LA REINA GOBERNADORA.--En San Ilde-
que no vacilé en decretar que se llevase á fonso á i de agosto de 1836.
efecio el método mas amplio de elecciones
que jamas hahia conocido la nación, á fin
de que reunido uno y otro Eslamento, y de NUM. 50.
acuerdo con la corona, se revisasen las leyes
fundamentales del Eslado, y se hiciese aun E s j j o ü I c I o i » d e l a J u n t a d o H a l a g a Á l a
mas íntima é indisoluble la unión del trono reina Gobernadora.
y de los pueblos.
Mas cuando estos acaban de nombrar sus SEÑORA:
diputados para que manifiesten en las c o r -
tes las necesidades y los votos de la nación; Cuando los males llegan á su colmo,
cuando urge que ésla se entere cumplida- cuando los pueblos ven amenazadas, no solo
mente del uso que se haya hecho de sus r e - su libertad sino su existencia misma, no de-
cursos y sacrificios para suministrar leal- be estrañarse q u e fallándoles el sufrimiento
mente los que exigen las atenciones del E s - se arrojen ala arena en defensa de sus dere-
tado y la terminación de la guerra civil; chos, porque el sentimiento de la propia
cuando se cuenta ya por dias la instalación conservación, es el primero que la natura-
de las cortes revisoras, objetos de tantas leza ha depositado en los individuos y en las
esperanzas, una facción anárquica y desor- sociedades, y el principal móvil de todas sus
ganizadora intenta aprovecharse de las mis- acciones. Doloroso é inútil seria rocordar
mas calamidades de la patria para sobrepo- á V. M. los errores que condujeron á la n a -
nerse á la-voluntad de la nación, arrogarse ción á la terrible crisis de q u e la salvó un
los derechos que solo compelen á sus legíti- prodigio de la Providencia en setiembre del
mos representantes, y ultrajar a l a magestad aña próximo anterior. Exasperado, pero leal
real, pagando con la mas negra ingratitud á s u reina legítima, é idólatra de V. M., el
tantos y tan recientes beneficios. pueblo español depuso las armas al pie del
Como encargada por las leyes de su c u s - antiguo trono de sus reyes, y esperó tran-
todia y defensa; como reina Gobernadora quilo y confiado el cumplimiento de las so-
del reino y como tulora de mi augusta hija lemnes promesas que se le hicieron: prodigó
doña Isabel II, por cuyos legítimos derechos su sangre y sos-bienes para acabar de una
están derramando su sangre millares de va- vez con esa guerra civil, cáncer espantoso
lientes, sabré cumplir los deberes q u e me que nos devora, y ningún sacrificio le p a r e -
imponen á un tiempo la defensa de las p r e - ció demasiado con tal de lograr el noble y
rogalivas de la corona y la de los derechos grandioso objeto de asegurar la corona de
y bienestar de la nación; y tan pronta como Pelayo en las sienes de su inocente nieta, y
me he mostrado y mostraré siempre para de restablecer y consolidar las libertades ad-
atender á los verdaderos votos de la nación, quiridas á precio de. torrentes de sangre,
espresados por sus órganos legítimos, tan cuando abandonado de sus príncipes supo
firme y resuelta estoy á no consentir por reconquistar la independencia nacional, y
ningún término ni bajo ningún preleslo que levantar de nuevo el trono destruido por el
una minoría turbulenta, auxiliando de hecho poder invicto hasta entonces del hombre del
al partido rebelde, usurpe falsamente la voz destino.
déla nación, para someterla á su yugo y h u - ¿Y cuál ha sido, señora, la recompensa
millar á la magestad real. de esta conducta eminentemente fiel y p a -
Para llevar á cabo mi propósito, no m e - triótica? Dígnese V. M. oir sin repugnancia
nos importante á la verdadera libertad q u e el lenguaje franco y sincero á q u e obliga la
al decoro de la corona, cuento con el apoyo situación terrible á que nos han reducido
de la Divina Providencia, que nunca aban- los desaciertos, los errores, y aun quizá la
dona á los monarcas cuando defienden las intención dañada délos consejeros de la c o -
leyes y se desvelan por el bien de los pueblos; rona y de los mandatarios del poder. La
con la lealtad de una nación generosa, q u e verdad, por desgracia, lastima casi siempre
no puede aliarse nunca con la ingratitud y el oido de los príncipes; pero la verdad debe
la rebeldía; con el esforzado ejército, queestá llegar hasta ellos cuando de que la conozcan
sellando con su sangre la fidelidad á sus j u - depende la vida y la gloria de los pueblos. A
ramentos; con el influjo saludable délos mi- la adulación cortesana quede la miserable
nistros del santuario, de las clases mas e l e - costumbre de halagar á los monarcas con
vadas del Eslado; con los guardias naciona- suaves pero mentidas palabras. El patriotis-
DOCUMENTOS. 475

mo y la virtud dirán siempre lo que sienten provocaciones. No le alucinaron halagüeñas


y lo que alcanzan, dejando á un lado consi- ofertas, ni le aterraron impotentes amena-
deraciones que en casos como el presente zas, su buen juicio y el amor y el respeto
rayarían casi en criminales; y haciéndolo, que profesa á V. M. le contuvieron: sacrifi-
creerán, sin equivocarse, que ofrecen un cio noble y grandioso que no supieron apre-
tríbulo de lealtad y que cumplen religiosa- ciar los que cegados por la ambición ó por
mente los deberes de ciudadanos celosos y el ansia de sostener privilegios opresivos,
de fieles subditos. creyeron asegurado su triunfo y ahogada
No llenó, es verdad, las esperanzas que para siempre la voz poderosa de la opinión.
hizo concebir el ministerio Mendizabal. Qui- Pero al ver muy presto desvanecida la
zá no estuvo en falta suya realizarlas con la esperanza de conseguir aquel objeto; c u a n -
celeridad que lo exigía la causa pública. Ma- do en vez de las ventajas que se nos p r o m e -
niobras oscuras é impenetrables, obstáculos tían no se nos refieren mas que desasires;
que no le fué dado superar, pudieron entor- cuando los enemigos, rompiendo esas decan-
pecer su marcha y embarazarlo en sus o p e - tadas líneas, han atravesado sin obstáculo
raciones. Mas la confianza de la nación lo ni resistencia desde Álava basta Galicia,
rodeaba, porque la España entera estaba desde Navarra hasta el corazón de Castilla
convencida de su rectitud y de sus miras pa- la Vieja; observando que las facciones del
trióticas y desinteresadas. Con alevosa falsía Bajo Aragón ocupan y dominan el reino
paralizaban sus movimientos, y hacían i n ú t i - entero de Valencia, á escepcion de la c a -
les sus mejores ideas aquellos mismos que pital de algunos puntos fortificados; que
consiguieron salvarse del furor popular á la nuestras tropas, menos en Cataluña, pare-
sombra de aquel, para cuya ruina estaban cen simples espectadoras délos adelantos de
conjurados; mas llegó el momento en que el los rebeldes; y en fin, que la virgen Anda-
ministerio pudiera apoyarse en la inmensa lucía ha sido invadida \ manchado su suelo
mayoría de unas cortes, esprcsion verdadera con la sangre de sus hijos, mientras por la
de la voluntad nacional, y con tan poderoso parte de Murcia se muestran igualmente o r -
auxilio arrostró los inconvenientes que h a s - gullosos y feroces los sicarios del absolutis-
ta entonces detuvieron su carrera, lanzándo- mo; quién podrá estrafiar que los pueblos
se vigorosamente en el camino de las refor- busquen su salvación en sus propias fuerzas,
mas. No pudieron sufrirlo los interesados en sacudan el yugo de un gobierno que solo
impedirlas. Cerraron de todo puntólos oidos tiene poder para oprimirlos y no para defen-
á la voz de la razón, de la justicia y de la derlos, y que buscando su amparo en el c ó -
conveniencia general, y cubriéndose con el digo constitucional, monumento eterno de
nombre, siempre respetable, de V. M., ale- gloria para los españoles, se levanten en
jaron del mando á los que tenían la firme masa contra todos sus enemigos, sean c u a -
voluntad de emplearlo en defensa de la cau- les fueren sus denominaciones? Tal ha sido,
sa del pueblo. La España vio con mal repri- señora, el efecto que han producido en Má-
mida indignación,-los tortuosos manejos y laga las causas que rápidamente se han in-
las vergonzosas transaciones por cuyo medio dicado. Málaga, ratificando su juramento de
ocuparon las sillas ministeriales, hombres fidelidad á la reina, vuestra augusta hija,
cuyosgloriososantecedentes les habían a d - ha proclamado la Constitución política de la
quirido el aprecio y la consideración de to- monarquía española, sancionada y p r o m u l -
dos los buenos; pero al ver disuelta y ultra- gada por las corles generales y esli'íiordina-
jada la representación nacional; atacada la rias de Cádiz en 1812, sin perjuicio de que
inviolabilidad de ios procuradores del reino; la representación nacional pueda reformar-
despreciada la opinión pública, y separados la y modificarla, haciendo desaparecer en
de sus deslinos multitud de patriotas que ella aquellos lunares que ha demostrado la
los desempeñaban dignamente, para poner- esperiencia y de que nunca eslán exentas
los en manos /le los agentes de una facción aun las obras mas perfectas del e n t e n d i -
oligárquica, no hubo pecho que no se sintie- miento humano. Esta no es mas que la b a n -
ra conmovido, no hubo español amante de dera, bajo cuya sombra venerada han de
la libertad, que no estrechara sus armas reunirse lodos los buenos españoles. A su
mirando en ellas ei único recurso de salva- vista desaparecieron las ¡numerables y d i s -
ción que les quedaba. Pruebas irrefragables ciplinadas huestes del vencedor de la E u r o -
de ello fueron los movimientos simultáneos pa. A su vista desaparecerán también las
de Zaragoza y de Málaga, las alteraciones bandas de fanáticos que se proponen derro-
de Valencia, y otros muchos síntomas de car á un tiempo el trono legítimo y el altar
una general conmoción, calmados solo por el de la patria.
temor de destruir la unidad tan necesaria Al pronunciamiento varilicado en esta
para hacer frente á las hordas feroces del ciudad la noche del 2 5 , precedieron sucesos
Pretendiente. El inslínlo del pueblo le hizo tan imprevistos é ¡ncfloxionados como t r i s -
reprimirse á sí propio, y suspender los efec- tes y l.imonlables. La junta creada para r e s -
tos del enojo que debían causarle tan injusl; s ' lablecer el orden, bajo el sistema constitu-
476 HISTORIA DE LA GUERRA CIVIL.

cinnal, no intentará disculparlos en modo


alguno. Ella es la primera que deplora he- NUM. 51.
chos que han venido á manchar la mas n o -
ble de las causas, y la misión que ha recibi-
do del pueblo so dirigeá impedir á toda cos- Carta de Inaturlz al embajador en
ta que se repitan, al mismo tiempo que á E»aris.
defender la constitución jurada; deberes
que sabrán cumplir con inflexible entereza Esta comunicación se publicó en los pe-
sus individuos, aun á costa de derramar la riódicos de aquel tiempo; pero oslando t e r -
última gola de su sangre. giversado su texto, hemos procurado poseer
La junta de gobierne de Málaga, al ele- el original, que debíamos insertar en esle
var á conocimiento de V. M. los anteceden- lugar, é irá en el apéndice á la o b r a , pues
tes que han producido el alzamiento de e s - creemos recibirle en breve.
ta capital, espera que Y. M. se dignará con-
siderar el estado á que se halla reducida la
nación, y en consecuencia tendrá á bien NUM. 52.
adoptar como el mejor remedio para asegu-
rar la unión en toda la monarquía el de res- Exposición de las autoridades de Bar-
tablecer lá Constitución política de 1812, con
c e l o n a á S. M.
la cualidad de que las corles puedan refor-
marla y mejorarla desde el momento en que
se reúnan. Este, señora, será el término de CATALANES.
la revolución española, que mientras mas se
apresure, producirá menos escesos y d e s - Los grandes pueblos proporcionan su ac-
gracias. Hay en V. M. demasiado amor á los tilud á la grandeza de las ocasiones. Mos-
españoles para no abrazar esto partido d e s - traos graves, tranquilos, fuertes. Que ningún
de el momento en que su alta sabiduría se intruso venga á manchar con crímenes el
lo presente como el masa propósito para c i - camino de la gloria: un soldado de la patria
m e n t a r l a dicha de la nación , y poner fin á y de la libertad no puede consentir que se
los males que la abruman. Haciéndolo V. M. empatie su nureza: hagámonos dignos d é l a
recibirá el mejor premio á que pueden as- amistad de las naciones libres y principal-
pirar los principes sobre la tierra ; eterna- mente de los pueblos nuestros aliados, afian-
mente será V. M. objeto de la gratitud n a - zando nuestra libertad sin suscitarle anlipa-
cional por haber labrado la ventura del pue- tías. Pero si os aconsejo gravedad, también
blo magnánimo que la adora, sin que pura os claré ejemplos de firmeza; una muestra
conseguirlo le hayan parecido demasiados de ello hallareis en la esposicion que j u n t a -
ninguna clase de sacrificios. mente con las otras autoridades he dirigido
El cielo conserve la preciosa é interesan- al gobierno y es del tenor siguiente:
te vida de V. M. largos y felices años. Mála-
ga 28 de julio de 1836.—Juan Antonio E s - SEÑORA:
calante, comandante general, presidente.—
Felipe Sicilia, intendente.—Miguel Moreno, El general don Francisco Espoz y Mina
teniente coronel graduado del 7 . delinea.
c
á quien V. M. tiene confiado el mando del
—José Veamurguia, capitán del provincial ejército y Principado de Cataluña, fiel á sus
de Murcia.—Matías Azorriz, capitán del 1.» principios y ageno de mira alguna que no
de línea.—Francisco Muñoz , teniente del tienda á la consolidación del trono de v u e s -
provincial de Málaga.—Fernando Scheid- tra augusta hija y de la libertad de la pa -
nagel, comandante del batallón Franco de tria, y las demás autoridades del mismo
Granada.—Francisco Sancho, de las compa- Principado y presente ciudad, identificadas
ñías de artillería de línea.—Antonio Verde- en iguales principios, no obrarían conforme
jo, comandante accidental del primer bata- á sus sentimientos y deberes sino señalasen
llón d é l a guardia nacional.—Juan Serrano, francamente á V. M. el caos que amenaza
primer comandante del segundo de id.— sepultar aquellos preciosos objetos; ídolo de
Manuel Pérez, 2. ° comandante del tercero los españoles, que con admiración y aplau-
de id.—José María Cañavate, comandante so de la culta Europa los defienden con s a -
accidental de la brigada de artillería nacio- crificio de sus vidas y d e s ú s haciendas.
nal.—Nicolás Garrido, comandante de zapa- Malogrados tan heroicos esfuerzos, y
dores de id.—Antonio María Alvarez, co- perdidos los clamores de ¡numerables victi-
mandante de lanceros de id.—Juan Hernán- mas, entre los acentos de la adulación que
dez, accidental del escuadrón de cazadores.— rodea el escelso trono de vuestra augusta
GregorioCondom.—José Fariñas—José Gon- hija y le convirtieran en baluarte mas bien
zález Caballero.—Rafael Sobremonle.—Juan para sojuzgar que para proteger á ciudada-
María P é r e z — J u a n Ramón Ricard.—Fran- nos nunca desleales, sistemas viciosos, p a -
cisco Rebmil Sobrino.— Luis Corro Bresca. siones mezquinas, ó intereses incompatibles
DOCUMENTOS. 477

con la regeneración (le nuestra sociedad, la devastación que en tres años de guerra
llegaron hace un año á colocarla en el b o r - habían podido evitar!
de del mas espantoso abismo. Levantó e n - Tales han sido las funestas consecuen-
tonces su voz magestuosa, y removidos al cias de la apasionada imprevisión de los
impulso nacional de las sillas ministeriales consejeros á quienes V. M., sin apreciar
ilusos consejeros, la nave del Estado tomó hasta el punto que correspondía la voz de la
rumbo mas favorable bajo la dirección de nación legalmente pronunciada, confió las
pilotos, que supieron en breve concillarse la riendas del gobierno. La obstinación se ha
confianza de los pueblos, agrupándose otra prolongado; pero el sufrimiento de los p u e -
vez al derredor del trono de vuestra hija, blos se acabó también. La inmortal Z a r a g o -
centro común de todas las esperanzas y de za, Cádiz, Sevilla y otras muchas ciudades
todos los consuelos. de la monarquía, están dando una lección
Disipada la tormenta y bien demostrado sublime de patriotismo, que donde no se ha
que la fidelidad de los esjjañoles á Isabel II, manchado con crímenes en nada desmerece
ó dígase el principio vital de la monarquía, á la desgraciadamente perdida del año a n -
no habia padecido el menor desnivel, el car- terior.
lismo engreído con un falso prestigio de La España entera seguirá tan noble
nuesfra efímera división y alentado con la ejemplo, y Cataluña, pais clásico de heroísmo
inercia y degradante debilidad de los m a n - y libertad, siente todo el impulso de tan g e -
datarios del poder, cayó en desaliento de los neroso pronunciamiento: con los ciudadanos
que sostienen la rebeldía y la traición, y sus de todas clases simpatizan sus autoridades;
infames prosélitos volaron á esconderse en pero la prudencia y buen deseo del acierto
los bosques que siempre les sirvieron de les hacen todavía aguardar que Y. M., á
cuna y guarida. La nación recobrando vida quien hemos aclamado por madre, y de c u -
y confianza vio restaurarse el orden en t o - yos labios augustos oímos los primeros y
das sus provincias, el crédito del Estado mágicos acentos de libertad, de amnistía, y
mejoró en lo interior y eslerior, cien mi! en fin, de patria, sabrá conjurar con pron-
soldados engrosaron las filas del valiente titud la tormenta que han concitado los m a -
ejército, el mundo ilustrado aplaudió el vo- los consejeros de la corona, sometiéndolos á
to nacional, y fuimos luego respetados aun severo juicio de responsabilidad ante el c o n -
por los gobiernos que tienen menos simpa- greso nacional, reuniendo á los diputados
tía con la libertad y con la independencia nombrados para éste, de forma que la insta-
de España. lación de las corles se verifique, infalible-
Pero el genio del mal que circunda y mente el dia señalado, y confiando las r i e n -
corroe los tronos de los reyes para condu- das del gobierno á ciudadanos sin lacha, á
cirlos al precipicio y alli abandonarlos,osó patriotas decididos, á manos hábiles, que
emplear sus ponzoñosas armas para s u m i r - disipando con vigor esa atmósfera emponzo-
nos otra vez en el caos de que el mas puro ñada que oscurece al trono de la inocente
patriotismo nos habia salvado, y mengua es Isabel, lo rodeen de varones esclarecidos,
decirlo, hombres apóstatas de sus opiniones, que sin otro interés que el de la patria,
haciendo mal uso del crédito que merecie- muestren á V. M. los escollos, para que no
ran sus compatricios, soltaron el freno ó se estrelle otra vez én ellos ¡a nave del
rencorosas pasiones, y al solo impulso de Estado.
la ambición, que ni siquiera atinaron en El haber visto con dolor é indignación
ocullar, invadieron vuestro real palacio, y un proceder contrario de vuestro actual ga-
revestidos del predominio que les concedió binete, es el motivo que nos impele á espo-
V. M. franquearon la valla de nuevas pa ner á V. M. con toda la energía de españoles
s i o n e s , disolviendo las cortes legalmente amantes de la libertad y del trono de Isa-
constituidas, procuraron oscurecer el brillo bel II la situación crítica en que nos en-
de los mas relevantes servicios y r e p u t a - contramos, á fin de que dignándose V. M.
ciones, apagando el ardor patrio délos c i u - pesar en la balanza de la justicia el voto n a -
dadanos, reduciendo á inacción el valor del cional, separe (lo repetimos de propósito) de
ejército leal, y preconizando la intervención su lado estos funestos consejeros, y se fije
estrangera como único medio de salvación por las corles reunidas nuestra suerte futura,
para la patria, sin embargo de que entre sólida y patrióticamente.
sus hijos habia brazos robustos que a h u - El Principado de Cataluña, uniendo sus
yentaran para siempre la esclavitud, y no votos á I,ÍS de las demás provincias, fuerte
debió marchitarse la que ostentaban sus con la razón noloria que le asiste y c o n v e n -
laureles cogidos siempre con ventaja sobre cido de la importancia de su actual posición,
los pérfidos enemigos de la libertad. iCuán- ha querido dar la última prueba de su sen-
tos infortunios, señora, no sehanacumulado, satez y cordura con este paso; no lo desalien-
cuánta sangre liberal no ha sido ferozmente da V. M. le rogamos, por el interés de la
derramada por el vandalismo, cuántos p u e - España, de la augusta Isabel y de V. M. mis-
blos no hati esi)erimentado los horrores de ma; pidiéndole también que considere q u e
478 HISTORIA DE LA GUERRA CIVIL.

cuando los pueblos obran con tan madura que mepropuse.deconformidadáloque creia
deliberación, comprueban su convencimien- ser la opinión general entre vosotros. Asi lo
to y la fuerza con que cuentan en apoyo de he hecho hasta ahora, y asi hubiera continua-
la justicia que les protege. do, si una manifestación mas espresa y g e -
Del augusto labio de V. M. pende, seño- neral de vuestra parte no me hiciese al fin
ra, la decisión de estos ciudadanos y autori- patente todo el lleno de vuestros deseos.
dades; todo retardo en pronunciar un sí Declaradas á favor de la constitución
venturoso deja rotos los vínculos de s u m i - promulgada en Cátliz las provincias de A n -
sión á vuestro gabinete; Cataluña, á pesar dalucía; declaradas también las de Aragón,
de los males que la aquejan, imprescindibles comunicándose este gran movimiento con la
de la mas pérfida rebelión, nunca transigirá velocidad del rayo á Eslreniadura y Castilla,
con el despotismo ni con la vileza; hay en contenido á duras penas en la capital; mani-
su seno virtudes y recursos, y está á su festándose en rededor de mi la violencia que
frente quien á todo prefiere la salvación de se hacían los bravos militares del ejército en
a patria.—Barcelona 12 de agosto de 1836. haber de reprimir con la fuerza un anhelo del
—Señora.—A L. R. P. de V. ¡VI.—El capi- pueblo, con el que ellos también simpatiza-
tán general, Francisco Espoz y Mina.—El ban, me he convencido, por último, de cual
gobernador interino, Francisco de Paula es la voluntad nacional; y no queriendo ni
García de Luna.—Por la real audiencia de debiendo dar ocasión, á nuevos disturbios y
Barcelona, Joaquín Rey, regente.—Por la desastres, yo he jurado también y mandado
diputación provincial, Juan López de Ochoa, publicar y j u r a r e n todo el reino la Constitu-
presidente.—Pedro Mártir Coll —Rafael Ma- ción de 1812.
ría de Duran.—Por el cuerpo municipal, No ignoro, españoles, las objeciones que
Mariano Yetáis, primer teniente de alcalde, dentro y fuera de España se han hecho á
presidente.—Juan Vilarregut, regidor.— este código fariioso. Pero lejos de ostentarse
Rafael Nadal y Lacaba, síndico.—Por la como perfecto, él mismo lleva consigo la su-
junta de Comercio, José Plandolid, v i c e - posición y el modo de su reforma; pero no
presidente.—Jaime Tintó, vocal.—Por la hay hombre prudente, aun de aquellos que
comisión de fábricas, Domingo Serra, presi- en mas eslima le tienen, que no esté persua-
dente.—Gerónimo Juncadella, vocal.—Por dido de que la necesita; y las mismas pro-
los colegios y gremios, Narciso Ragull, v o - vincias que se han decidido por él le acla-
cal.—Jaime Carranca, vocal. man sujeto á las enmiendas que en él hagan
las cortes, que con este objeto se reúnan.
De esperar es que la prudencia y sabiduría
de los que en este momento convoco para
M M . 53. tan noble fin, completarán esta rectificación
tan indispensable como deseada. Y no cier-
Acta del Consejo de ministros. tamente, españoles, [tara aumentar unas
prerogalivas y dar consistencia á privilegios
odiosos, sino en ventaja del orden, de la
Este documento debemos recibirle con el ulilidad común, atendiendo debidamente á
del número 31. las exigencias del país, y guardando armonía
con los principios generales en que se fundan
las libertades europeas.
NUM. U. Asi vuelve á ser ley fundamental del Es-
tado la que en otro tiempo lo fué. ¿Quién
puede dudar ahora, ni quién tampoco eslra-
ñar que haya sido siempre el objeto de vues-
Manifiesto de la reina Gobernadora ala tra predilección y vuestro anhelo? La Cons-
nación española. titución política de 1812 es para vosotros,
españoles, un monumento de dignidad na -
cional y de independencia: vosotros la h i -
ESPAÑOLES: cisteis, vosotros la jurasteis; bajo sus auspi-
, cios vencisteis; y cuando las águilas de N a -
poleón huyeron despaveridas de este s a g r a -
El aspecto y carácter que al principio do territorio, dejaron esa constitución envi-
presentaban los últimos sucesos, pudieron diada presidiendo á los destinos de la m o -
persuadirme que solo eran movimientos ais- narquía. Ni el tiempo, ni la malignidad, ni
lados, nacidos de intereses y pasiones p a r - la política, podrán arrebatarla esta gloria, y
ticulares, ó producidos por efervescencias las oscilaciones crueles que habéis sufrido
efímeras y delicias. Mientras esta persuasión desde entonces, no han podido borrar este
duró, mi deber era mantener el orden esta- recuerdo magnífico, escrito en vuestros pe-
blecido, y seguir observando para el com - chos con caracteres do fuego. La obra que
pletode nuestras reformas políticas, el plan parecía aniquilada y deshecha, se levanta
DOCUMENTOS. №

de enlre sus ruinas; y á los ojos del mundo lizado al fin una reunión tan numerosa y
maravillado la constitución revive. | deseada.
Viva, pues, españoles, y viva para ser i Sois llamados, señores, á uno de los a c ­
un estandarte de victoria en él conflicto pre­ los mas solemnes y mas grandes á que pue­
sente, como ya lo fué su nacimiento en de ser convocado un congreso nacional: ve­
aquella época feliz. Manifestad á la Europa nís á revisar la Conslitucíon que la nación
que á pesar de vuestros odiosos detractores española se dio á sí misma, cuando hacia
amáis vuestra constitución y la sabéis defen­ tres siglos que no tenia n i n g u n a ; cuando
der. El éxito ciertamente no es dudoso; ella sostenía por su independencia una lucha de
dará una energía, no conocida antes, á muerte con el poder mas colosal del m u n ­
vuestros esfuerzos, y os hará conllevar con do. A tanto mérito correspondió igual gloria;
júbilo los sacrificios que vuestra nueva s i ­ y este albor de vuestra libertad fué visto en
tuación os prescribe. En vano nuestros ene­ muchas partes con envidia; saludado en
migos se habrán lisongeado, como ya lo han otras con aplauso; recibido en todas con be­
hecho otra vez, de que tal acontecimiento nevolencia.
iba á ser un elemento de disolución y de No menor lauro os espera á vosotros
discordia; el ímpetu redoblado con que ahora que vais á perfeccionar la obra entonces
cargáis sobre ellos, les hará ver, con daño comenzada; porque si aquella guerra de
suyo, que estos movimientos generosos no agresión era tan espantosa por la fuerza
tienen id pueden tener otro fin que su e s ­ militar y la sin igual capacidad del caudillo
terminio. que os la hacia, no es menos terrible en sus
Asi lo espero yo de la magnánima nación efectos, y es mucho mas: amarga en su ori­
que gobierno; ni es posible mayor confianza gen , esta guerra civil que tan cruelmente
que la que me inspiran su buen juicio y sus nos destroza. Pasiones irritadas que a p a c i ­
virtudes. No: el trono de mi augusta hija, g u a r , opiniones opuestas que r e u n i r , ' i n ­
lejos de perder por esta gran novedad un tereses contrarios que conciliar, enemigos
punto desu estabilidad y firmeza, ganará sin interiores que vencer, intrigas estrañas que
duda en solidez ío que gane en vuestro amor, desbaratar.... ¡Oh cuánto elemento de difi­
cuando se halle apoyado en esa constitución, cultad y desorden! ¡Cuántos obstáculos al
que asi como fué un arrojo ardiente y j u v e ­ grandioso t i n q u e aquí os r e ú n e , i n s u p e ­
nil hacia la libertad, lo fué también sin duda rables á cualesquiera otros pechos que no
de lealtad acendrada y sublime hacia el rey, fuesen españoles! Pero todo es de esperar,
miserablemente ala sazón cautivo. señores diputados, de vuestra constancia y
¡Oh españoles! Que esta ley política que sabiduría; y sin duda los generosos esfuer­
todos juramos ahora, sea de hoy en adelante zos de los que van á triunfar en esta s e ­
enlre nosotros u n a . p r e n d a de unión y de gunda prueba, serán seguidos en la poste­
concordia, la mas firme, la mas sagrada: ridad del mismo aplauso y renombre que
en la unión está vuestra fuerza, y en vues­ han seguido y seguirán á los que triunfa­
tra fuerza consiste la mía.—En palacio á ron en la primera.
22 de agosto de 1836.—María Cristina. No bien me convencí de que era v e r d a ­
dera voluntad nacional restablecer la Cons­
titución de la monarquía proclamada en
Cádiz, cuando me apresuré á jurarla y á
NDM. 35. mandar que fuese jurada y observada en
todo el reino como ley fundamental. Y
siendo también voluntad nacional que esta
D i s c u r s o p r o u u u c l u d o p o r S. SI. l a reina ley sea revisada y corregida para que r e s ­
Gobernudora en la apertura de las ponda mejor á los fines á que se ordenó,
c o r t e s g e n e r a l e s e l d i a (84 d e octubre
convoqué inmediatamente las cortes que
habían de deliberar sobre tan saludable r e ­
de 162«.
forma. Al mismo tiempo llamé cerca de m
porsona y compuse mi gobierno de s u g e ­
los de mi entera confianza, que ya bastan­
SEÑORES DIPUTADOS: temente conocidos, creí q u e podían i n s p i ­
rar también á la nación. Yo espero que en
la conducta gubernativa q u e han seguido,
Al ver alrededor del trono de mi augus­ no desmerezcan esta confianza; y si en al­
ta bija los dignos representantes que la n a ­ gunos de sus actos se han visto precisados ú
ción envia para defenderlo y consolidarlo, salir algún tanto de la esfera de sus facul­
y para atender muy principalmente á a s e ­ t a d e s , no dudo que atendida la irresistible
gurar para siempre el Estado sobre las ba­ necesidad de salvar por ellos el Estado,
ses de la libertad, del orden y de la justicia, hallen su justificación en la equidad y b e ­
no puedo menos de congratularme y de nevolencia de las cortes.
congratularos también, de que se baya r e a ­ Las potencias estrangeras que en uno y
480 HISTORIA DE LA GUERRA CIVIL.

otro hemisferio reconocen los indisputa- Arduo e s , por no decir imposible, aten-
bles derechos de mi augusta hija, conti- der debidamente en tiempos de agitación y
núan todas en sus anteriores relaciones de turbulencias como el actual, á los ramos
amistad y buena correspondencia conmigo. que constituyen la prosperidad pública y el
Entre ellas, especialmente los augustos alia- progreso de la civilización. Mi gobierno, sin
dos de la reina, signatarios del tratado de embargo, en cuanto lo permite el esladode
la cuádruple alianza, se manifiestan siem- las cosas, no deja de cuidar de su conser-
pre dispuestos á sostenerse; y con arreglo vación y posible adelantamiento; llevando
a él siguen prestándonos la cooperación constantemente por guia hacer conocer prác-
y ayuda que antes. A los cuantiosos a u x i - ticamente á los pueblos las ventajas del sis-
lios que ya debiamos á la generosidad de lema constitucional, para que con los n u e -
S. M. Británica, ha añadido después el de vos intereses que c r e a , todas las clases pro-
apoyar las operaciones de nuestro ejército ductivas se identifiquen con él. En medio
del Norte con la fuerza naval que tanta de estas atenciones sobresale el cuidado que
parte tuvo en la gloria adquirida al frente se merece la milicia nacional, fuerza protec-
de San Sebastian el 5 de mayo último; y tora de los derechos del ciudadano, baluar-
acaba de agregar ahora el de franquearnos te de la libertad y del orden. Esta situación
otros cien mil fusiles, que tan importantes ha recibido un notable aumenlo en su n ú -
nos son en nuestra situación actual. Debe- mero, y unas mejoras en su arreglo que la
mos igualmente á S. M. el rey de los fran- hacen capaz de llenar los útiles fines á que
ceses el refuerzo que , con un digno Gene- *c dirige. Si por falta de armas no ha p o -
r a l , se halla incorporado ya á la legion dido presentarse hasta ahora con el aspeelo
auxiliar argelina, si bien aquel gabinete ha respetable que corresponde, franqueadas
eslimado después no llevar adelante las dis- como ya eslán por el gobierno británico
posiciones para ampliar la copperacion pul- en la cantidad que he espresado, los bata-
parle de la Francia. Cada dia S. M. fidelísi- llones de la guardia nacional, temidos por
ma me da nuevos testimonios de su buena su complelo armamento, como lo son por su
voluntad, y actualmente se están practi- decisión heroica y por su patriotismo, s e -
cando con su gobierno gestiones, de que rán un muro inexpugnable de nuestras i n s -
me prometo un feliz resollado, para la u l - tituciones y de nuestra independencia.
terior y mas útil colocación de las fuerzas A pesar de los afanes y cuidados de que
auxiliares portuguesas. se ve rodeado el trono de mi augusta hija,
Las demás potencias de Europa, con no he desatendido los intereses de nuestras
quienes no estamos en ¡guales relaciones, no provincias de ultramar. La situación de
por eso dejan de manifestarse pacificas ha- aquellas provincias no permite ya el com-
cia España, aunque algunas han mandado pleto restablecimiento del artículo constitu-
retirarse á los encargados de sus legaciones cional, que la designación de los ministe-
en Madrid, por lo cual he expedido igual rios dedica uno solo al gobierno político de
orden á los nuestros en sus cortes respec- ellas; mas considerando necesario para la
tivas. Solo el gabinete de las Dos Sicilias prosperidad de aquellos fértiles p a i s e s , que
me h a d a d o motivos do justas quejas, que sus negocios gubernativos se dirigen por una
por su gravedad y por lo que debo á la d i g - sola mano y en un solo lugar, he tenido á
nidad de la nación y del trono de su reina, bien encargarlos al secretario del despacho
me han obligado, muy á pesar mió, á lla- re Marina, en unión con los negocios de co-
mar á mi encargado en Ñapóles, y mandar mercio por la estrecha analogía que todos
salir de España al agente de aquel gobierno. ellos lienen con la navegación mercante y
De este desagradable incidente informará la de guerra. El código mercantil que n e -
mas por estenso á las corles mi secretario cesita de alguna reforma se verá en breve
del Despacho de Estado; pero las medidas liempo revisado y asimilado a l a s institu-
adoptadas no envuelven por mi parte senti- ciones que nos rigen, y presentado á las
miento alguno de hostilidad, ni estorbarán cortes para su examen y aprobación.
q u e continúe sobre el pie anterior el comer- Las mismas dificultades que para otros
cio y la correspondencia enlre los dos países. objetos de interés público ofrece el estado
Mi gobierno os dará, á su debido liempo, penoso en que la nación se encuentra , se
conocimiento del progreso que han tenido, hallan para que la administración de justicia
y del estado en que se hallen las negocia- sea tan libre y desembarazada como debie-
ciones entabladas con algunos de los n u e - ra; no obstante, mi gobierno se ha esforzado
vos estados de la América española; y siem- á superarlas; y contando con la aprobación
pre deseoso de terminarlas, cual reclama el de las cortes, prepara los medios de organi-
interés de la madre patria y de aquellos zar este importantísimo ramo sobre los dos
paises , no tardará en pedir á las cortes la principios combinados de inamovilidad y es-
autorización necesaria para concluir los con- trecha responsabilidad en magistrados y
venios en que crea no haber dificultad i n - jueces. Ya el código civil se halla conclui-
superables. do; el penal y el de procedimientos crimi-
DOCUMENTOS.

nales.se presentarán oportunamente á las eos, y sobre lodo con la posibilidad de los
cortes, y están prontos á terminarse los aran- pueblos.
celes para todos los juzgados y tribunales La necesidad preferente, indispensable,
del reino. de dar un nuevo impulso á las operaciones
El estado de la hacienda pública, d e s - militares para terminar la guerra civil, ha
pués de tantos sucesos contrarios y funestos hecho precisas las resoluciones adoptadas
para que sus medios correspondan á sus para la nueva quintarte cincuenta mil hom-
cargas, se os espoudrá por el secretario del bres, y para la movilización de la milicia na-
despacho á quien este ramo corresponde, El cional, en los términos comprendidos en los
mismo os presentará también, con toda b r e - decretos á que se refieren. La combinación
vedad, el presupuesto de los gastos públi- de ambas medidas aumentará notablemente
cos y el plan de contribuciones que hayan las fuerzas activas, y apresurará el momen-
de cubrirlos, á cuya formación está dedica- to de que se restablezca en el Estado la paz
do con preferencia; y lo hará con todas las y el orden, bases esenciales de toda p r o s p e -
esplicaciones y datos necesarios a satisfacer' ridad, asi pública como de particulares.
la solicitud que en materia tan g r a v e e s tan Entretanto, asi el ejército como la arma-
propia de vuestro encargo. Del mismo modo da, han continuado sin cesar dando pruebas
someterá al examen y aprobación de las admirables-de su denuedo, de su sufrimien-
cortes los decretos espedidos en favor del to y de su firme decisión por la causa cíela
crédito nacional, indicando lo que parezca libertad y la del trono de mi augusta hija.
mas oportuno para restaurarle y estenderle. Impelido el ejército de su patriotismo, se aso-
Todos los intereses de la deuda españo- ció al pronunciamiento de las provincias en
la están pagados hasta ahora, sin mas e s - favor de la Constitución; pero no perdió de
cepcion que una, muy sensible sin duda pa- vista ni por un momento solo el (dijeto p r i n -
ra mi, y es el de no haberse podido reunir cipal de su destino; la persecución y d e s -
los medios de satisfacer el semestre perte- trucción de los rebeldes. Con la manifesta-
neciente á la deuda emitida en el estrangero, ción de la voluntad de nuestros soldados han
que vence en 1 . ° del próximo noviembre. coincidido sus victorias; huyen delante de
Tengo confianza en que mi gobierno v e n c e - ellos las bandas enemigas, que desgraciada-
rá los obstáculos que le han reducido á e s - mente han podido penetrar en lo interior del
te esiremo, á fin de que no se esperimente reino, sin hacerles frenle, sin fijar el pie,
sino una corta demora enlrcel vencimiento dando en la velocidad de su fuga mas fatiga
de la obligación y su pago; demora que será en alcanzarlas, que dificultad en vencerlas.
compensada con el abono de un interés pro- Males y estragos causan sin duda, por don-
porcionado durante el tiempo que se tarde de pasan como toda plaga pestilencial y fu-
en realizarle. nesta; pero también dejan sembrado en t o -
das partes el justo horror que nace de sus
Los apuros del tesoro público, agrava- desafueros, y llevan el triste escarmiento de
dos á un tiempo por las exijencias de la no encontrar parte alguna donde se alce y
guerra, y por no hallarse reunidas las cortes tremole con seguridad y confianza la bande-
obligaron á mi gobierno á tomar sobre sí la ra de su rebelión.
!>enosa, pero indispensable resolución de pe-
dir á la nación un suplemento de doscientos Tal es en suma, señores diputados, la si-
millones de. reales, reintegrables en cuatro tuación de las cosas públicas, de que os d a -
años con el producto de las rentas comunes, rán mas cumplido conocimiento mis secreta--
y con el interés de cinco por cíenlo en cada ríos del despacho en las diferentes memorias
uno. Las corles en su patriotismo reconoce- que os presentarán sobre los ramos que res-
rán las causas inevitables que obligaron á pectivamente administran. Vuestras decisio-
esta medida, la única tle salvación que se nes serán sin duda, conformes con la u r g e n -
ofrecía en tan congojosos momentos. cia y gravedad de las circunstancias; y en
Ya están ejecutadas varias reformas y las medidas fuertes y enérgicas que loméis,
ahorros en la administración, que se conti- eslá cifrada la confianza de terminar esta
nuarán con constancia y firmeza, porque sin lastimosa guerra civil, primer anhelo y n e -
buen orden y economía en los gastos, no cesidad primera del pueblo español, que lo-
hay bases positivas de prosperidad ni soli- do lo espera de vosotros.
dez para ningún sistema de hacienda. T a m - Al mismo tiempo procederéis á la refor-
bién se. continuará la organización general y ma de la constitución; y con mano tan dies-
definitiva del ramo, entorpecida hasta ahora tra como firme estableceréis las bases de la
por diferentes causas, de las cuales algunas nueva organización social. A esta empresa
no pueden ser removidas sino por las cortes. noble y magesluosa sois principalmente lla-
El objeto de estos trabajos no es otro que el mados. Yo, por tanto, nada propongo ni
de aprovechar de una vez lodos los recursos aconsejo como reina, nada pido como madre.
tpie tiene el reino, capaces de reparar las No es posible imaginar en la generosidad
pérdidas, de reponer el crédito y de nivelar española que sufra menoscabo ninguno la
las entradas del tesoro con los gastos públi- prerogaliva del trono constitucional por líi
TOillO I I I .
HISTORIA DE LA GUERRA CIVIL.

horfantlad y niñez de la reina inocente q u e ;] ga para su acción todo el desahogo y la fuer-


está llamada á ocuparle. La Europa os c o n - |i za que necesita, sin dar nunca recelos de
templa; ella verá que amaestrados por estos que oprima; y en que la administración de
veinte y cuatro años de combates, de infor- justicia, apoyada en una independencia ab-
tunios y de oscilaciones crueles, sabéis apro- soluta, no dé inquietudes á la inocencia, ni
vechar las lecciones de la esperiencia propia, impunidad á los delitos. Tales son, sin du-
y las del ejemplo ageno. Subidos á la altura da las miras con que vais á emprender esta
de vuestra misión sublime, sin duda os so- grande obra, digna de vuestra sabiduría y
brepondréis á todos los intereses parciales y de vuestra prudencia; revisada asi por ellas,
pequeños, á lodos los sistemas esclusivos. La y reformada la constitución española, se
nación y el mundo civilizado espera .de vos- granjeará mas respeto y simpatía entre los
otros uña ley fundamental en que la potestad estraños; mas amor, si es posible, y mas
legislativa delibere y resuelva sin precipita- estabilidad entre nosotros.
ción y sin pasiones; en que el gobierno len-
HISTORIA DE LA GUERRA CIVIL. DOCUMENTOS.

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NUM. 57.

INSPECCIÓN GENERAL DE LA MILICIA NACIONAL DEL REINO.

Estado que manifiesta la fuerza de la milicia nacional de todas armas que existe en el reino hoy dia de la lecha, c
espresion de los armados y desarmados.

FUERZA. ARMADOS. DESARMADOS.


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Guadalajara. . . . 10482
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Castilla la Nueva. Toledo 15222
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Cuenca 163 » 7790
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Santander, . . . , 1718 50 » » 8759
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(Pontevedra
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7 1 6 94
9 40 1 5 ' 543277 14052 4110 4791561918 149516 7105 3104 477 393762 6947(999
Madrid 23 de abril de 1837.

CAYETANO GAHUERO.
488 HISTORIA DE LA GUERRA CIVIL.

esponenle, don Carlos Vargas, estuvo todo


el dia sobre los puntos avanzados, por lo
NÜM. 38. que sufrió después reconvenciones en lugar
de gracias, sin reflexionar que la decisión y
SEÑOR: arrojo de dicho gefe, y el de su ayudante
don Pedro del Castillo, que le acompañaba,
El mariscal de campo de vuestros reale's fué el principal motivo de que los enemigos
ejércitos, don Miguel Gómez, comandante dejasen el Berron; cuya acción habria pro-
general de la tercera división de operaciones, ducido bien distintos y mas importantes r e -
postrado á L. R. P. de V. M. con el mas sultados, si la hubiese dirigido el inmortal
sumiso respeto espone: que si el amor que Zumalacárregui. Llegada la noche, fueron
siempre profesó á sus reyes y á su santa destinados los batallones á pueblos distantes
religión, le lanzó en todo tiempo de los pri- una hora de camino, aunque llovía estraor-
meros al campo de balaila, dispuesto á s a - dinariamente, y el soldado marchaba con el
crificar su vida en defensa de tan queridos barro á la rodilla por veredas intransitables,
objetos, no por eso ha renunciado á cuantos de modo que la mayor parte de la tropa q u e -
otros medios puedan conducir al éxito feliz dó descalza. Al dia siguiente se volvieron á
d é l a actual gloriosa lucha. Como militar, la ocupar los mismos puntos, y en todo él no
muerte solóle arrancará la espada de la ma- se hizo otra cosa que un fuego de g u e r r i -
no, mas como uno de sus leales vasallos, no llas en que se perdieron sobre cincuenta
ocultará a su rey por miedo, ni otra baja hombres, sin racionar á I a
L R
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pasión, los males que toca de cerca, y que con una galleta; y en vez de emprender la
pueden producir resultados los mas trascen- retirada en el mismo dia, no se verificó h a s -
dentales y sensibles. Franco; pero doble- ta entrada la noche y lloviendo hacia Arci-
mente sumiso, respetuoso y obediente, sea niega y Amurrio. Por este último se pasó á
cual fuese la soberana resolución de V. M., las nueve de la mañana siguiente con solo
con la que prolesla conformarse siempre, un poco de vino y aguardiente, y como la
espondrá, aunque con sentimiento, á la vista tropa solo tuvo un poco de descanso en t o -
de V. M. el poco lisongero cuadro que p r e - da la noche, sin poderse enjugar y marchan-
senta hoy su valiente ejército, fruto del c a - do por caminos intransitables, al cruzar por
rácter del general en gefe, y d e s ú s a t r o p e - Amurrio todo iba en el mayor desorden; de
lladas y nada metódicas resoluciones. modo ([iie si el referido Córdoba destaca
Nada, señor, es por desgracia tan público doscientos caballos con otros tantos infantes
y notorio á lodos como los vergonzosos é desde Munguia hasta Amurrio, distante solo
insultantes tratamientos con que en todas tres h o r a s / e l resultado habria sido el mas
ocasiones, y sin el motivo mas remolo ofende funesto; sin embargo, no pudo evitarse la
de continuo la delicadeza y noble, pundonor deserción de mas de sesenta hombros.
de los generales, gefes y oficiales todos. N a - Si en la jornada de Villalba no quedó la
die eslrañaria, ni seria licítala menor queja, artillería en poder del enemigo, fué por la
cuando á la falta siguiese la reprensión, y visible protección que Dios dispensa á la
aun el castigo, mas cuando se desconoce en- causa de V. M. Abarrancada, sin poderse
teramente aquella, y no hay un gefe que no sacar por medio alguno, y desamparada de
esceda en la batalla las esperanzas del ge- lo principal de nuestras fuerzas, que m a n -
neral mismo, volando á porfía á los puntos dadas por los gefes Arroyo, Castillo y. San lo-
de mas peligro, y proporcionando las victo- cuelos, caminaba aquella noche por veredas
rias por sus particulares disposiciones, y no intransitables, y en una verdadera disper-
por las del genera! en gefe, no es posible sión por no conocer los caminos, sin duda
que mire con indiferencia y sufra en silencio era perdida si Córdoba hubiese llegado la
insultos qae no ha merecido. Abusaría de- tarde del ataque, como debió y pudo hacer-
masiado el esponente de la bondad de V. M. lo; mas Dios le detuvo veinte y cuatro horas
si hubiese de referir muchos de los casos que que bastaron á salvar la artillería en h o m -
convencen la certeza del anterior aserto, mas bros de los incomparables voluntarios. ¡ Qué
no puede dispensarse de hacer á V. M. una tristes y desgraciadas consecuencias pudo
ligera reseña de algunas d é l a s últimas a c - producir aquella aciaga noche por tan ino-
ciones. En la de Berron, arrojados los pocos portunos y desacertados movimientos! La
enemigos de las.primeras posiciones, y s i - división castellana, compuesta en su mayor
tuados en otras con el todo de sus fuerzas, parte de prisioneros, era de temer que en
que consistía en ocho ó nueve batallones, fuerza de tanta incomodidad é inútiles. t r a :

se convirtió todo el fuego en el de guerrillas; bajos se hubiesen incorporado de nuevo á


y si hubo alguna movilidad fué particular- sus antiguas banderas; mas aunque se de-
mente por las arbitrarias , pero a c e r t a - sertaron algunos de esta clase y la de volun-
das disposiciones de los gefes do batallón, tarios, ha sufrido tanto padecimiento con la
sin recibir orden alguna del general. El gefe mas heroica resignación y mantenídoso fie-
de estado mayor de la división de! cargo del les á su rey legitimo.
DOCUMENTOS. 480

Finalmente, señor, siV. M. se digna en- de estado mayor don Carlos Vargas. Final-
terarse de lo ocurrido en las últimas accio- mente, como observase el esponente que el
nes de Arlaban, no podrá dejar de c o n v e n - enemigo se corria hacia Villa Real y Ochan-
cerse su real ánimo, de la verdad é impor- diano, y tuviese ala sazón ocupados losayu-
tancia de estas observaciones. El dia 1. ° dantes, dio pronto aviso al general en gefe,
se vieron altamente comprometidas las t r o - con el capellán de estado mayor de la divi-
pas mandadas por los bizarros caudillos Y i - sión; pero ni la importancia de la noticia, ni
llarreal y La Torre. Cuatro ó cinco horas el sagrado carácter de su conductor, le libró
estuvo detenido el general en gefe viendo el de los acostumbrados insultos; de modo, s e -
fuego, y si bien mandó al general Iturralde ñor, que no hay hombre que tenga un poco
que les reforzase con las columnas de c a z a - de rasgo de delicadeza, que quiera presen-
dores y granaderos, le dio orden después pa- tarse á este general. Al fin de la tarde del
ra que se detuviese; de modo que solo pudo mismo dia el esforzado general Villarreal
salvar á aquellas valientes tropas la s e r e n i - atacó con su división al enemigo por nuestra
dad y el valor de sus acreditados gefes. E n - izquierda, y el esponente ignora que recibie-
tretanto el general solo pensaba en ocupar se auxilio alguno. En el siguiente dia, y sin
las alturas y pasar después á Oñate, sin s a - que hubiese un motivo fundado para ello,
ber,según han informadoal esponente, don- molgaslóel general tres horas en desmontar
dé acantonarlas tropas. Después se corrie- la caballería mandada por San J u a n , y lo
ron los enemigos por su izquierda, y trepan- que es mas, con gestos y ademanes nada
do por los altos de Aranzazu, fueron á caer conformes con el decoro de un general en
sobre Castañares, y el esponente, que se gefe, afectó que quería dejar el mando del
hallaba con tres batallones castellanos sobre ejército, cuya poco decorosa escena habría
Arlaban, por obligarle estar en aquel punto motivado en otro caso la risa y el desprecio
espuesto á ser envuelto. A las tres de la tar- de cuantos le observaban; mas el interés
de recibió orden del general en gefe para que lodos tienen por el triunfo de la causa
que uno de dichos tres batallones marchase de V. M., en lugar de risibles demostracio-
a Oñate y el que espone quedase sostenien- nes, produjo un general descontento, l a m e n -
do aquel punto con los restantes. Obedeció tando la suerte de su rey y de su patria,
sin réplica, mas al llegar el general Guibe- confiada á un gefe que en aquel caso tenia
lalde á las alturas de Salinas con el batallón lodas las apariencias de un hombre deliran-
que se dirigía á Oñate, observó que los ene- te. En lodos los espresados dias después de
migos se hallaban ya sobre Castañares, y la terrible fatiga que sufría la tropa, pudien-
avisó al que espone, que acudiese si le p a - do ser acantonada al anochecer, han llegado
recía con los otros dos batallones para a t a - en las mas de ellas á las doce y aun han e s -
carlos. Sin perder un momento emprendió lado tres ó cuatro horas, lo que no podia
su marcha para aquel punto, y vislo por menos de desesperar al soldado, pues ni p a -
el enemigo el movimiento, acampó en las al ra condimentar la ración se le daba propor-
turas sobre Salinas, donde, y en los puntos ción ni tiempo.
indicados, quedó aquella noche el esponente Esta división castellana, que tanto se ha
con los tres halallunes, á escepciou de las distinguido ya en varías acciones, y que p e -
compañías de preferencia. A las siete de la lea en un país en que no cuenta con los a u -
mañana siguiente se rompió el fuego que xilios y protección de sus familias y diputa-
duró todo el dia, sin faltar el que espone ni ciones, parece aconsejaba la prudencia y la
un instante de los puntos mas avanzados; política que se la halagase de algún modo,
mas aunque se acercó luego con los demás mas por el contrario, solo esperimenla pri-
batallones el general en gefe, recibió con los vaciones y los mas duros-tratamientos, lo
insultos mas despreciativos á los ayudantes que sin duda causara su destrucción, c u a n -
que le enviaba el que espone, dando parte do debiera estar ya en el estado mas brillan-
délos movimientos de los enemigos, ó pi- te para que pudiese prestar otro dia y en
diendo fuerzas ó municiones. Tres veces se distinto pais los importantes servicios quo
le presentó con este objeto el gefe de estado promete su ya probada lealtad. Finalmente,
mayor de la tercera división, esperimentan- señor, el disgusto y descontento del ejército
do casi la misma suerte. Sin embargo, bastó es general y trascendental á los soldados de
aquel puñado de valientes para arrojar por todas estas provincias y reino de N a v a r r a .
primera vez de Salinas al enemigo, causán- Las gloriosas acciones de Balmaseda,
dole una pérdida estraordinaria, que habría Plencia y Lequeilio, se debieron á la b i z a r -
sido mucho mayor si el general hubiese ra artillería , y á los invencibles batallo-
oportunamente condescendido, siendo testi- nes que defienden la causa de V. ¡M., en
gos cuantos ocuparon los puntos avanzados cuyas memorables jornadas no tuvieron po-
de. los arriesgados trabajos de la plana y e s - ca parte los castellanos. No hay duda, señor,
tado mayor. Ocupado segunda vez Salinas que forman otros laníos dias de gloria para
por los rebeldes, fueron igualmente arroja- las armas de V. M., mas el esponente le su-
dos, entrando de los primeros el citado gefe plica con lodo rendimiento, que se digno
TOMO I I I . 62
490 HISTORIA DE LA GUERRA CIVIL.

observar lo que se ha perdido á pesar de es- y fieles vasallos. Vergara I . c


de junio
tas ventajas desde la muerte del incompa- de 18116.—Señor.—A. L. R. P. de V. M.
rable Zumalacárregui. La caballería se h a - —Miguel Gómez.
lla en estado de nulidad. El enemigo domi-
na casi toda la Navarra; ha armado sus v a -
lles, y establecido una línea de fortificación NUM. 39.
hacia la frontera. El círculo d é l a s o p e r a -
ciones de nuestro ejército se estrecha mas BOMBAS Y GRANADAS.
cada día, se dificultan las subsistencias, y
de momentos se hace mas embarazosa la s i - Bombas de 14 p u l g a d a s . . . . 250
tuación del ejército. En éste se- observa un Granadas de 7 id 5250
disgusto y descontento general, que puede Id. de 4 ' / id 5 230
acarrear alguna vez las mas fatales conse Id. de mano, de hierro. . . . 720
cuencias, que solo el amor q u e todos pro Id. de id , de vidrio 130 6580
fosan á V. M., ha podido evitar hasta ahora,
y en fin, si el enemigo logró en los campos BALAS RASAS.
de San Sebastian apoderarse de nuestras lí-
neas fortificadas, y si actualmente ha podi- De á 36 522
do avanzar hasta cerca de Irun, compróme 24 1970
tiendo la tranquilidad y reposo d é l a provin- 22 1H6
cia toda, y paralizando nuestra • comunica- 16 1700
ción con Francia; si, finalmente, el beuemé 12 1750
rito candido Sagastibelza se perdió en e 8 2036
campo d e batalla, todo se debe, señor, y es 6 754
el preciso resultado de la obstinada resisten- 4 530 10378
cia que opuso el general en gefe á prestar
á dicho desgraciado caudillo los auxilios y
refuerzos que le pidió tan rápidamente y con M E T R A L L A E N B O T E S D E H O J A D E L A T A , R A S I -
tanta instancia. M0S r S A Q U I L L O S .
El esponente no ha sufrido reconvención
ni reprensión por faltar á su deber; como á Dea 36. 40
los demás se le ha mandado del modo mas 24. 178
indecoroso é insultante, con escándalo del 48. 56
pueblo y del ejército, y asi, no un particular 16. 44
resentimiento que sabria sofocar en obse- 12. 84
quio de V. ¡VI., sino su acendrada lealtad, y 8. 75
el amor que profesa á su rey, es lo que le 6. 46
obliga á afligir en cierto modo su real á n i - 4. 182
mo con el oscuro cuadro que acaba de p r e - Obús d e a 7 40 713
sentar. El mal es el mayor y mas trascen- Total disparos de cañón. 17,673
dental que puede temerse, y para su r e m e -
dio no cree el esponente que puedan omi- MUNICIONES PARA INFANTERÍA.
tirse medios algunos. Solo la soberana auto-
ridad puede restablecer el Orden una vez Cartuchos de fusil e s p a -
que llegue á conocerse de q u e son ciertos ñol 200,0001 , .
los males. Para ello, señor, podrá d i g n a r - Id. id. inglés 246,0001''
S3 V. M. preguntar á los inspectores de am-
bas armas, al marqués de Bóveda, y otros PÓLVORA.
sugetos de juicio que le siguen, á los a c r e -
dilados generales Villarreal, Ilurralde, La De cañón 6401 „ „ . .r 0

Torre, el gefe de estado' mayor, general del De fusil 28 ( 6


16
-
8 u i n l

ejército, los de las divisiones, los gefes de


artillería, y cualesquiera oíros que m e r e z - Durante ambos silios se fundieron y
can vuestra soberana confianza. Animado, construyeron:
pues el espolíenle de los mejores deseos,
A V. M. rendidamente suplica se digne 1,200 balas de á 2 4 .
dirigir una benéfica mirada á éste, su v a - 200,000 id. de fusil, calibre inglés.
liente ejército, y previos cuantos informes lb'0,000 cartuchos de dichos.
sean\de su real agrado, dictar las medidas 15,000 id. de canon.
mas enérgicas á fin de que desaparezcan 11 cureñas de diferentes calibres y ma-
de una vez los males que amenazan, y p r o s - deras siendo dos de ellas de cao-
pere coinodebe la causa santa de la religion billa.
y de V. M. en crisis tan penosa, y dilate sus 1 afuste de morterete.¡
preciosos dias para la felicidad de sus reinos C parihuelas.
DOCUMENTOS.

11 teleras. 10,000 id. de centear bombas y granadas;


7o escobillones, atacadores y palancas. y se hicieron ademas otra p o r -
100 cuñas de punterías. ción de objetos.

NUM. 40.

EJERCITO DEL NORTE.—SESTA DIVISIÓN.

Estado de las pérdidas esperimentadas por la guarnición de Bilbao desde el 23 de octubre


al 25 de diciembre.

iHERIDOS. PRISIONEROS

Artillería 15 9 (18 11 83 94
Ingenieros 2 2 7 3 9 12
Regimiento de Trujillo 77 11 180 79 14 336 350
Id. Laredo 28 '2 76 2 2 106 108
Id. Cuenca 10 4 83 4 63 67
Id. 4. ° de infantería delinea. 8 ti 51 6 (¡2 68
Id. Toro 4 2 32 2 36 38
Id. Compostela 25 5 118 12 6 155 161
Id. Alcázar de San Juan. . . . 2 1 10 i 1 13 11
Cazadores de Vizcaya 22 3 82 3 104 107
Milicia nacional 33 13 139 19 172 191
Destacamentos de diferentes cuerpos. 5

12 228 58 821 98 71 1147 1218


ESTADO GENERAL

Cuatro generales ligeramente heridos. » 10


Pérdidas en los fuertes 28 796
768
2024

El número aproximado de desgracias en las mugeres, niños y ancianos i 00

Total de pérdidas de la guarnición y habitantes 2124

«Artículo 1 . ° Con toda la efusión de


mi amor maternal declaro, que han llenado
NUM. 41 completamente mis esperanzas y merecen
por igual toda mi gratitud el pueblo de Bil-
Real decreto. bao, su guarnición y milicia nacional, el g e -
neral en gefe clon Baldomero Espariero, el
«Queriendo premiar de un modo solemne ejército de su mando, la marina nacional, la
los padecimientos y virtudes, asi de los í n - auxiliar británica y todos los individuos, asi
clitos defensores de Bilbao, en el largo y españoles como ingleses, que de una manera
apretado sitio que por tercera vez acaba de tan heroica han defendido, libertado y coope-
sufrir, como de los valientes que con tanta rado á salvar aquella inmortal plaza, y cuyos
gloria han salvado aquella vida en las m e - brillantes esfuerzos han concurrido lodos á
morables jornadas del '24 y 25 de diciembre dar un día de gloria á la nación.
úllimo, y conformándome con el parecer de «Arl. 2 . ° La villa de Bilbao añadirá el
mi Consejo de minislros, he venido en d e - titulo de invicta á los que ya tiene de Muy
cretar á nombre de mi escelsa hija |a reina Noble y Muy Leal.
dofig Isabel | í , !p siguiente: ' «Ari, 3, ° Ej ayuntamiento dp la villa
HISTORIA DE LA GUERRA CIVIL.

de Bilbao tendrá en cuerpo el tratamiento que en particular se hayan hecho acreedo-


de Escekncia y cada uno de sus individuos res los individuos de su mando.
el de Señoría mientras sirviere su oficio. «Téndreislo entendido, y dispondréis su
«Arl.4. ° Concedoá lodos los batallones cumplimiento, comunicándolo á quien c o r -
de la guarnición de Bilbao y de su milicia responda.—Está rubricado por S. M.—Pa-
nacional el uso en la corbata de sus b a n d e - lacio 3 de enero de 1837.—A. D. José María
ras, de la insignia de la orden militar de San Calalrava, presidente del Consejo de m i -
Fernando. Igual gracia concedo á los c u e r - nistros.»
pos del ejército libertador, que hayan tenido Las cortes espidieron el siguiente
ocasión de distinguirse mas, según el juicio
del general en gefe. DECRETO.
«Art. 5 . ° Concedo una cruz de distin-
ción cuyo modelo y cinta aprobaré, que de- Los infrascritos diputados secretarios de
berán usar los defensores de Bilbao con la las cortes constituyentes de la nación espa-
leyenda ó lema, defendió a la invicta Bilbao ñola, convocadas por real decreto de 21 de
en su tercer sitio: 1856. agosto de 1836, certificamos: que en el dia
«Art. 6 ° La misma cruz aunque con de la fecha han espedido estas el decreto del
el lema salvo á Ililbao, concedo á los solda- tenor siguiente:
dos, oficiales y gefes del ejército libertador, Las cortes, usando de la facultad que
y á todos los individuos de la marina nacio- se las concede por la Constitución, han d e -
nal y aliada, militar y mercante, que han cretado:
contribuido gloriosa y eficazmente a levan- Primero. Los defensores de Bilbao en
tar el sitio. general, y las tropas de mar y tierra, tanto
«Art. 7. ° Vengo en conceder al general españolas como inglesas, que han hecho le-
don Bandolmero Espartero para él y sus vantar el silio de aquella plaza, han mereci-
descendientes por el orden regular la m e r - do bien de la nación española.
ced de título de Castilla con la denomina- Segundo. El presidente de las corles d i -
ción de conde de Luchana, libre de lanzas, rigirá una carta autógrafa al general en gefe
medias anatas y de cualquier otro pago. don Baldomero Espartero para darle un t e s -
«Art. 8. ° En las iglesias catedrales, ó timonio de gratitud nacional, y para q u e en
en las parroquias mas antiguas en los p u e - nombre de las cortes lo dé á todos los g e n e -
blos donde no las h a y a , de toda la monar- rales, gefes y oficiales y tropas, tanto del
quía, se celebrará el domingo próximo 5 de ejército como de la marina, que hayan con-
febrero unas solemnes exequias por los v a - tribuido á la defensa de Bilbao ó á hacer le-
lientes muertos en el sitio de Bilbao, y en vantar su silio; otra carta con igual objeto al
las operaciones para hacerle levantar. Las ilustre comodoro de las fuerzas de mar y
tropas del ejército que guarnezcan los p u e - tierra de S. M. B. en la costa de Cantabria,
blos, y la milicia nacional concurrirán á s o - por los servicios que las fuerzas de mar y
lemnizar estas exequias, haciéndose los ho- tierra que tiene á sus órdenes han prestado
nores que. la ordenanza militar señala para á nuestra causa, y otra igualmente al a y u n -
un capitán general de ejército. tamiento deBilbao para sus autoridades, mi-
«Art. 9 . ° Mi gobierno propondrá á las licia nacional y vecindario, q u e se leerá en
cortes: Primero, que se. reparen á costa de público todos los años el 25 de diciembre,
la nación todos los edificios de propiedad con toda solemnidad, formando en parada
particular que hayan sido destruidos por la la guarnición y milicia.
facción sitiadora de la invicta Bilbao. Segun- Tercero. El territorio que ocupaba el
do, que también á cosía de la nación, c u a n - convento de capuchinos de la Paciencia de
do su estado lo permita, se erija en el punto esta cór;e, se destina para plaza pública con
mas conveniente de la invicta Bilbao un la denominación de plaza de Bilbao, en c u -
monumento sencillo y magesluoso que r e - yo centro se erigirá un monumento elegante
cuerde á la posteridad su valor y patriotis- y sencillo para perpeluar la gloria de los d e -
mo en los sitios sostenidos contra la facción fensores y libertadores de aquel invicto pue-
fratricida. Tercero, q u e se conceda á bis viu- blo.
das y huérfanos de los defensores y liberta- Cuarto. Se autoriza al gobierno: prime-
dores de Bilbao las pensiones á que respec- ro, para que se reparen á o s t a de la nación
tivamente se les juzgue acreedores, debien- todos los edificios de los particulares leales
do este gasto formar un capitulo especial que hayan sido destruidos, tanto en l o s a l a -
del presupuesto general de los de la na- • ques como en la defensa de Bilbao durante
ción. I los tres sitios que he sufrido aquella invicta
«Art. 10. El gobernador de Bilbao, el villa y en todo el radio de su defensa, re-
general en gefe del ejército y el comandante servándose las corles hacer eslensivo este
de las fuerzas navales que le han auxiliado, acto do justicia á los demás pueblos de la
hic propondrán a la mayor brevedad, por los península q u e hayan sufrido semejanles
respecUyqs ministerios, los (jemas premios á pérdidas por su adhesión por la causa sania
DOCUMENTOS. 493

de ia libertad. Segundo, para que, también - Y desorden espresa de S. M. la reina


á costa de la nación, cuando su estado lo Gobernadora, lo traslado á V. E. para su
permita, se erija en el punto mas convenien- inteligencia y satisfacción de todos; ponien-
te de la invicta Bilbao, un monumento sen- do en su conocimiento que siendo la volun-
cillo y magestuoso que recuerde á la poste- tad d e S . M. la reina dar lodo el valor q u e
ridad su valor y patriotismo en los sitios sos- se merece á pruebas tan relevantes de apre-
tenidos contra la facción fratricida, s o m e - cio dadas por el augusto congreso nacional,
tiendo antes el proyecto á la aprobación de atendiendo á la alta dignidad y considera-
las cortes. Tercero, para que se concedan á ción de su presidente, asi como á la segu-
las viudas, huérfanos, padres y hermanos ridad con que deben ser conducidas las e s -
de los defensores y libertadores de Bilbao, presadas cartas autógrafas, se ha servido
las pensiones á que respectivamente se les mandar que el conductor lo sea mi a y u d a n -
juzgue acreedores, y álos militares inutili- te el teniente de infantería de cazadores
zados en la defensa ó en las operaciones del Reina Gobernadora, don Silverio Rodríguez
ejército para salvarle, las pensiones estraor- de Vera. Dios guarde á V . E. muchos años.
dinarias y suficientes á asegurar su bienes- Madrid 28 de enero de 1837.—Vera.—Se-
tar futuro. Palacio de las cortes 14 de enero ñor general en gefe del ejército de operacio-
de 1837.—Joaquín María Ferrer, presidente. nes del Norte.
—Julián de H u e h e , diputado secretario.
El preinserto decreto es copia del origi-
nal dirigido al gobierno de S. M. á que nos A LA VILLA DE BILBAO.
remitimos. Y para que conste, damos la pre-
sente sellada con el sello de las cortes cons-
tituyentes. Palacio de las cortes, Madrid \A El congreso nacional saluda á la invicta
de enero de 1837.—Julián de Hueive, dipu- Bilbao. No le basla haber declarado que
tado secretario.—Vicente Salva, diputado acaba de merecer bien de la patria, ni haber
secretario.—Juan Baeza, diputado secreta- decretado la indemnización de los que en
rio.—Tomás Fernandez Vallejo, diputado ella han perdido sus bienes, ni haber provis-
secretario. to á la subsistencia d é l a s viudas y huérfa-
nos d e s ú s valientes defensores... las corles
miran como un deber y se complacen en d i -
rigir su voz de gratitud y de admiración á
NUM. 12. ese pueblo heroico que por tres veces se ha
salvado délas garras de la facción. La e s -
carmentó en el primer sitio con pérdida de
Carias autógrafas su mas atrevido ó afortunado caudillo; la h i -
zo en breve abandonar el segundo; pero
ahora, los enemigos de la libertad, los que
Q U E E N C U M P L I M I E N T O D E L O A C O R D A D O P O R en España y fuera de ella trabajan para des-
L A S C O R T E S E N S E S I Ó N D E 2 D E E N E R O truirla, habían jurado la destrucción de Bil-
D E 1837 , H A D I R I G I D O S U P R E S I D E N T E k bao; sus fuerzas, sus recursos de todas es-
L A M U Y N O B L E , M U Y L E A L É I N V I C T A V I - pecies, sus estraordinarios esfuerzos, no te-
LLA D E B I L B A O , A L E X C M O . S E Ñ O R D O N nían otro objeto, era la condición de su
B A L D O M E R O E S P A R T E R O , Y A L M U Y H O N O - existencia y la señal de los triunfos que e s -
RABLE LORD JOHN H A Y . peraban. Dolíase la patria de ver en tanto
riesgo pueblo tan querido, temían por su
suerte todos los buenos españoles, y afligía
El presidenle de las corles dice á este el ánimo de los representantes de la nación
ministerio de mi interino cargo en papel la ¡dea no de que se rindiese, que conocido
de 20 del actual lo que sigue: su heroísmo, rayaba esto en imposible, sino
Tengo el honor de pasar á manos de d e q u e fuera destruido por sus bárbaros s i -
V. E. las cartas autógrafas que por acuerdo tiadores. Ni se rindió ni pudieron destruirlo.
d é l a s cortes dirigí al general en gefedel Bilbao se salvó. El congreso nacional se
ejército de operaciones del Norte y al ayun- congratula por tan glorioso triunfo, g r a n d e
tamiento de Bilbao, manifestando el alto é importante en sí, ñias grande todavía por
aprecio que hace la nación de los gloriosos los resultados que promete; y para perj)e-
hechos con qne se han distinguido tanto los tuar su memoria ha dispuesto entre las d e -
defensores como los libertadores de aquella mas resoluciones que comprende el decreto
invicta villa, y espero que V. E. se sirva cuya copia auténtica es adjunta, que se d i -
disponer que lleguen á su destino con toda i rija esta carta autógrafa para los efectos que
seguridad. Cada una de dichas cartas va en en el mismo se previenen.
:

una caja de plata, esta en otra de tafilete con • Cumpliéndolo yo por mi parle, me tengo
su llave, y ambas en otra de madera para por dichoso de que me quepa tan señalada
que no se estropeen en e| camino. jiopra, y realza mi satisfacción |a circun?-*
494 HISTORIA DB LA GUERRA CIVIL.

lancia de ser oriundo de ese paisy de haberle i


merecido algunas distinciones. | MILORD:
Palacio de las cortes 14 deenero de 1837. ¡
Las corles generales de la nación espa-
L. S. ñola veían con singular satisfacción la noble
Joaquin María de Ferrer. conducta d e V . E. en los servicios importan-
tes que los buques de la marina real inglesa
Presidente. y demás fuerzas ásus órdenes prestaban á la
causa nacional en cuantas ocasiones se ofre-
Muy noble, muy leal é invicta villa de cían. Y. E. ha hecho mas; las ha buscado
Bilbao. con empeño, y su celo y su valor han s a -
bido encontrarlas especialmente en el m e -
EXCMO. SEÑOR: morable sitio de Bilbao. España toda le e s -
taba reconocida, y considerándose obligada
Las tropas que han defendido á Bilbao, á hacer al m u n d o u n a pública manifestación
las que han hecho levantar su memorable do sus sentimientos, las cortes han espedido
sitio, y V. E . , que tan dignamente las ha con esta fecha el decreto cuya copia es a d -
mandado y las manda, han merecido bien junta. Recíbale Y. E. como un testimonio
de la patria. de gratitud y de aprecio á su persona, y á
Las cortes constituyentes lo han decla- las de los demás individuos que se hayan
rado asi por unanimidad, y han tomado las hallado á sus órdenes en victoria tan seña-
demás disposiciones que contiene el d e c r e - lada, que ha escilado á la vez la admirar
to, cuya copia auténtica es adjunta. Asi han cion y reconocimiento del congreso nacional.
creido cumplir con lo que la nación pedia Y cumpliendo por mi parle encargo tan
para sus hijos predilectos; pero se fallarían á agradable como el que las corles me han
si mismas si no dirigesen su voz al ejército encomendado, ruego á Y. E. se sirva a c e p -
que la ha proporcionado un día de gloria tan tar la distinguida consideración y respeto
señalado y que tan fecundo promete ser en con que tengo la honra de ser de V E. su
grandes resultados, V. E. es el único que mas atento seguro servidor Q. S. M. R.
puede juzgar con acierto del mérito que ca-
da uno ha contraído, y á V. E. toca dar á L. S.
todos las gracias en "nombre de la patria.
Las cortes autorizan á V. E. para ello, y se Joaquín María de Ferrer.
las dan á V. E. directamente por el valor
eslraordinario. por la pericia y por la sin Presidente
igual constancia que en esta ocasión mas
que en ninguna otra le han distinguido. Un Palacio de las corles 1 i de enero de 1837.
momento solo, la resolución de un instante
valen lanío como la vida entera del mas Muy honorable lord John Hay.
distinguido general. Cuando después de una
prolongada y sangrienta pelea habia la fuer-
za de los elementos reducido á la impoten- NUM. 4T>.
cia á unos y á otros combatientes, V. E. se
atrevió á pensar que se podía romper a q u e -
lla tregua que la naturaleza hacia necesaria. Comunicación de Eguia ni ministro «le
Lo pensó y lo hizo, Y. E. fué inspirado por la la Guerra.
patria, y los soldados españoles entendieron
esta inspiración. Bilbao se salvó. La memo- Excmo. señor:
ria de cuantos han contribuido á ello será
eterna. Después de levantado el sitio de Bilbao,
A los nobles y patrióticos sentimientos á consecuencia ile que el ejército que debía
del congreso nacional, tengo la honra de cubrirlo no conlrarestó las fuerzas e n e m i -
agregar la particular consideración, con gas, tuve por mas oportuno sin detenerme
que sov de V. E. atento v seguro servi- á dar por escrito el correspondiente parte
dor Q . S . M . B . de Y. E., pasase á verificarlo el gefe del e s -
tado mayor.
L. S. Ahora lo hago para manifestar á Y. E.
que en tal estado previno al general en gefe
Joaquín María de Ferrer. baria cesar mi comisión; espedí las ó r d e -
Presidente. nes posibles en aquellas circunstancia-!,
para los batallones del sitio, para acelerar
Palacio de las cortes 14 tle enero de 1837. su reunión, v efectivamente, con el m a -
yor orden y sin confusión alguna cala uno
Fjxotijo. señor don Baldmiierq fjsparipro, por e[ punto que anterjormepte estaba t]frs
DOCUMENTOS. 495

signado, se retiraron á otros puntos mas roñada de á 12. Pero siendo obligación del
distantes, sin perder de vista las avenidas director general de artillería decir la verdad
principales de la plaza. de estos pormenores, habrá dado á V. E. el
En semejante operación no han tenido correspondiente parle, tanto mas cuanto que
pérdida alguna los seis batallones, guias de él siguió la dirección de la artillería que se
Álava, .1° provincial y 1.°, 5 . , A.° y 5." de
a
haya podido salvar, la cual si se compara
Vizcaya, que se hallaban delante de la plaza, con la que hemos llevado al sitio, deducien-
y la que. hayan tenido los que obraban en do la que tomamos en los fuertes enemigos
concurrencia con las fuerzas del general en casi será la misma que vino sobre Bilbao,
gefe, este superior gcfe podrá designarla con pues V. E. no ignora que en Io> fuertes de
mas acierto: la cartuchería de fusil que se Banderas, San Mames y Burceña se cogie-
hallaba á mi cargo se ha salvado. La pólvo- ron 11 piezas de lodos calibres, entre ellas
ra del cañón que desde la iglesia de Deuslo el mismo cañón de á 24, que se clavó en la
había sido conducida á Capuchinos por evi- avenida del puente Luchana.
tar una desgracia, según las granadas que Por todo lo que, no obstante del parle
do cuando en cuando tiraba el enemigo en verbal que daría á V. E. el gefe de estado
aquella dirección, se salvó también con las mayor, brigadier don Joaquín Elio, me ha
caballerías y carros destinados para el t r a s - parecido conveniente dar de ello conocimien-
porte de la cartuchería de fusil de un punió to á V. E. para que se sirva elevarlo al
a otro; y respecto de la artillería, aunque en de S. M — Dios guarde á V. E. muchos años.
globo, manifestaré áV. E. que ha haber tenido —Durango 29 dediciembre de 1836.—Eguia.
mas celo, actividad, trabajo y tino, y mejor
comportamiento con sus carreteros el real
cuerpo de artillería, se hubiera salvado el NTJM. 44.
canon de bronce, inutilizado, de á 24 y los
dos de á 8 de batalla, pues y según lo (pie Comunicaciones sobre el regreso del in-
sé de ciencia propia lo que se ha puesto en
fante don Sebastian á Madrid.
seguro es el cañón de á 2 t que venia de
Bermeo, por haberse dado contraorden para
su salida; los dos cañones de 16 de Lequeilio Muy señor mió: de real orden paso á
que mandé retrocediesen desde el alto de manos ¡le V. S. el adjunto pliego cuyo r e c i -
Santo Domingo en el camino, el morlero bo se servirá mandarme, para que yo p u e -
por falla do bombas, un morterete y un obús da dar cuenta, como se me manda, de ha-
por falta de granadas, que se subieron al berlo verificado. Como asimismo tengo o r -
mismo alto, los dos cañones de á i cogidos den de S. M. de pasar personalmente á p o -
en Burceña, y aun creo los dos de batalla ner en conocimiento d e S . A. el serenísimo
del mismo calibre, según las órdenes que di señor infante don Sebastian sus reales reso-
con anticipación, como también una c a r r o - luciones, no dudo que V. S. tendrá la bon-
nada que se inutilizó en el sitio, algún c a - dad de indicarme el día y la hora en que
ñón de á 8 y últimamente el de á .'¡6, que S A. se dignará recibirme para el efecto.
los vi marchar por el camino real sin riesgo, Con este motivo aprovecho con gusto la oca-
y conceptuó que han podido perderse un ca- sión de ofrecerme á la disposición de V. S.
ñón d e a 6 situado en la Salve, una c a r r o - cuya vida ruego á Dios guarde muchos años.
nada de á 24 en la batería de la iglesia de. Palacio de España en Boma 14 de julio
Abando, que como únicas piezas sobre Bil- de 1835. B. S. M. de V. S. su atento segu-
bao para contener las trincaduras en c u a l - ro servidor—José Narciso Aparici.—Señor
quiera salida, las abandoné desde que las don Luis T o r d e r a , secretario de cámara
puse, al intento, el cañón de á 3 de la casa- de S. A. el señor infante don Sebastian.
fuerte que abandonaron laxamente sus de-
fensores, sobre el puente cortado de L u c h a -
na, el cañón de á 24 que se hallaba en aque-
lla avenida, y el de á 8 situado en la m o n - Muy señor mío: he recibido el pliego
taña para el mismo efecto, cuando sus tiros que con fecha 14 del actual se ha servido
debían de ser los mas mortíferos á haber V. S. incluirme; y habiendo al mismo tiem-
habido á su pie artilleros que le sirviesen, y po hecho presente al serenísimo señor infan-
por la misma razón de no haberlos no se te don Sebastian, mi augusto amo, que t e -
conlrarestó decididamente la columna e n e - nía V. S. orden de pasar personalmente á
miga, por la batería de tres piezas dos de á poner en conocimiento de S. A. las reales
á Í6 y una de á 24, que á tiro de metralla resoluciones d e S . M. la reina viuda de Es-
se hallaba en posición dominante para cual- paña, y deseaba que S. A. tuviese la bondad
quiera de los puntos donde intentase pasar de señalar el día y la hora en que se digna-
el enemigo, y lo mismo sucedería con la ba- se recibir á V. S. para el efecto; ha tenido á
lería que que hallaba hacia Azúa, compues- bien mandarme diga á V. S. que en el plie-
ta de un obús, un cañón de á 8 y una car- go adjunto, que se servirá V. S. dirigir al
496 HISTORIA DE LA GUERRA CIVIL.

señor conde de Toreno, contesta S. A. a las la del pueblo español manifestada en todas
comunicaciones que V. S. estuviese encar- las provincias de la monarquía, y mas par-
gado de hacerle, y que no puede, de consi- ticularmente un hecho de la mayor trascen-
guiente, ocuparse mas tiempo en este nego- dencia d e q u e fué sabedor S. A. inmediata-
cio. Con este motivo, aprovecho la ocasión mente después d é l a muerte del monarca, y
que se me presenta de ofrecerme á V. S., que reserva manifestar por ahora, llamaron
cuya vida ruego á Dios guarde muchos años. su atención para examinar detenidamente
Roma 16 de julio de 1835.—José Luis T o r - la materia. No necesitó mucho S. A. para
dera.—Señor don José Narciso Aparici. convencerse de que jurando á la hija pri-
mogénita del rey, como heredera á la coro-
na, hahia privado á su augusto tío, el señor
PRIMERA SECRETARIA DE ESTADO T DEL
don Carlos V de los derechos que le daba á
DESPACHO. ella una ley de agnación rigurosa, sanciona-
da en cortes y recopilada aun por el señor
La augusta reina Gobernadora ha tenido don Carlos IV á quien falsamente se supone
á bien poner término á la licencia para via- autor de la revocación de aquella. Los docu-
jar en Italia que concedió á ios serenísimos mentos que se publicaron de las cortes
señores infantes don Sebastian y su esposa, de 1789, en vez de desvanecer sus primeras
y en su consecuencia se ha servido resolver dudas, hicieron que pasasen estas á un con-
que S.S. A.A. regresen á España en el pla- vencimiento profundo de la ya espresada,
zo de treinta clias, contados desde la fecha pues entre otras cosas víó con indignación
en que reciba V. S. la presente comunica- y sorpresa que la pragmática de 1830 y el
ción, y persuadida S. M., como lo está, de cuaderno de cortes impreso, á pesar de ser
que S. A. no pondrá la menor dilación en trasunto de un original, presentaban una
el cumplimiento de esta soberana determina- variación esencial en el único punto en que
ción, pues semejanteconducta'será conforme mas se necesitaba una identidad escrupulo-
á los sentimientos de respeto y obediencia á sa, aumentándose lo criminal déla variación
la voluntad soberana, que siempre han dis- en el hecho de aparecer esta con nna letra
tinguido á los infantes de Castilla, y muy cursiva en aquella decretosa pragmática.
particularmente á S. A. De real orden lo A tales principios eran consiguientes resul-
digo á V. S. para que se sirva ponerlo en tados análogos, cuales han sido desquiciar
conocimiento de S. A. R. Dios guarde á la legislación española, variar esencialmen-
V. S. muchos años. Arajijuez 22 de junio te sus leyes fundamentales, abroquelarse la
de 1833.--El conde de Toreno, secretario usurpación con los rebeldes de todas épocas,
de cámara del serenísimo señor infante don perseguir la fidelidad nunca desmentida, lle-
Sebastian. nar el reino de confusión, de lágrimas y de
sangre, y prepararle un porvenir incierto;
pero indudablemente desgraciado mientras
SECRETARÍA DE CÁMARA DEL SERENÍSIMO S E -
no ciña la corona el que por la ley del reino
Ñ O R I N F A N T E DON S E B A S T I A N . apoyada en la conveniencia pública, y aun
en el derecho en cierto modo europeo, es
Escelentísímo señor: por mano de don llamado á ella. A este, que es el señor don
José Aparici, he recibido la comunicación Carlos V de Borbon, es á quien S. A. luego
que V. E. se sirve hacerme con fecha 22 de que libremente pudo hacerlo, prestó home-
junio último, para que la ponga en conoci- nage como á su rey y señor natural, sintien-
miento del serenísimo señor infante don Se- do muy en su corazón no haber tenido en
bastian, manifestando que S. M. la reina tiempo oportuno los conocimientos y (latos
viuda habia puesto término á la licencia que que posteriormente le obligaron á dar este
tenian para viajar en Italia S. A. y su a u - paso; paso que aunque á la vista de la usur-
gusta esposa, y que en consecuencia r e g r e - pación rebelde pueda parecer lijero é incon-
sasen S.S. A.A. en el plazo de treinta dias siguiente, no lo será á los ojos de Dios ni á
contados desde la fecha en que recibiese yo los de ningún español que por un momento
dicha comunicación. La he puesto en c o n o - recuerde que no están reñidos los deberes de
cimiento de S. A., y se ha servido mandar- caballero con los de cristiano, y que el j u -
me diga á Y. E. que guiado de su constante ramento no impone una carga que haya que
obediencia á las órdenes emanadas de la l e - soportarla toda la vida, aunque aparezca la
gitima soberanía, juró como heredera del injusticia del gravamen, pues, que la r e l i -
trono á la hija primogénita del señor don gión que da la fuerza á este acto, ofrece re-
Fernando VII (Q. S. G. H.), persuadido de cursos para privarle de ella, si es que no
que la alteración que se hacia en el orden desapareció por sí misma, espuesla la lije r e -
de suceder á la corona estaba legalmente za é inconsideración con que se perjudicó
fundada. El trastorno que S. A. observó en al verdadero acreedor al derecho. Estos
la administración y gobierno del reino, todo motivos que han obligado á obrar asi á S. A.
en oposición con la voluntad del difunto rev, le obligan de nuevo á no obedecer la orden
DOCUMENTOS. 497

emanada de la titulada reina Gobernadora, Llauder, á quien sin duda el haber atrope-
para su traslación á España en el término llado hace un año á un infante de España
perentorio de treinta dias, sobre cuya comu- sirvió de mérito para obtener nuevos pre-
nicación no juzga S. A. serle necesario h a - mios y mas estrechas confianzas del gobier-
cer reflexión alguna; pero no quiere omitir no. Tal es la contestación literal que S. A.
que para hacerla mas humillante é indeco- se ha servido dictarme y tengo el honor de
rosa solo faltó el que se la señalase también trasmitir á V. E. para el uso que estime con-
el rumbo con dirección á Barcelona, para veniente. Dios guarde á V. E. muchos años.
ser alli otra vez el objeto del desprecio, Roma 16 de julio de 1835.—José Luis Torde-
amenazas é insultos de su capitán general ra.—Excmo. señor conde deiToreno.

FIN DEL TOMO TERCERO.

TOMO I I I .
LIBRO VII.

PAGS. PAGS.

Situación de los ejércitos liberal y car- Varios encuentros en In derecha é iz-


lista. .5 quierda de la línea 48
Guetaria 6 Nuevos combates en la linea de San Se-
Inconvenientes para el socorro de San bastian 49
Sebastian 8 Observacioues sobre el mando de Eguía.
Plan de Córdoba sobre Arlaban Id. —Término del mismo. . Id.
Combates de Arlaban 9 Memoria sobre el mando de Eguía. . . . 33
Acciones del 47 11 Regreso de Córdoba al ejército.—Situa-
Consecuencias de las acciones de Ar- ción dé éste 54
laban 12 Don Bruno Villarreal. 56
Operaciones y planes posteriores. . . . 44 Sistema de Villarreal. . 88
Movimiento del cuartel general 16 Operaciones militares.—Sitia Villarreal
Sitio y toma de Balmaseda Id. á Peñacerrada.—Sufrimientos de la di-
Sitio y.capitulación de Mercadillo. . . . .17 visión que levantó el sitio.—Traición
Movimientos de Córdoba Id. de! cura de Dallo Id.
Manifiesto de don Carlos á ios españoles. 18 Acciou de la derecha de la línea liberal.
Sitio y toma de Plencia. 20 —Descontento del ejército.—Pasan el
Movimientos y disposiciones de Córdoba. 21 Ebro las fuerzas espedicionarias man-
Acción de Orduña 22 dadas por don Basilio 80
Operaciones éu el centro é izquierda de Operaciones sobre Fuenterrabía y la lí-
las líneas . 24 nea de San Sebastian. 61
Acción de Unza 25 Acción de Madianas y Carrasquedo.—
Movimientos de Eguia 27 Desastres en Oteiza 62
Operaciones varias , , Id. Ultimas operaciones militares del mando
Sitio y toma de Lequeitio 29 de Córdoba.—Su marcha á Francia. . 65
Penuria del ejército 32 Conferencias y parlamentos.—Don Ceci-
Encuentro én Miñano Mayor 33 lio Corpas 65
Movimientos de Córdoba.—Acción de Or- Sistema de Córdoba 67
rantia 34 Juicio critico del mando de Córdoba. . 09
Operaciones del ejército del Norte. . . . 36 Operadores militares en Guipúzcoa y
Ataca Lacy Evans el 5 de mayo la línea Navarra.—Punible descuido de Itur-
de San Sebastian.—Muerte de Sagas- ralde y rendición de mas de ochocien-
tibelza 37 tos carlistas 71
Preliminares de las acciones de Arlaban. 39 Encárgase Oráa del ejército del Norte.
Acciones de los puertos do Arlaban. . . 40 —Proyecto sobre Villarreal, frustrado
Consecuencias de las operaciones de Ar- por los carlistas. . . , 72
laban y observaciones sobre las mis- Deserción 73
mas 43 Esperanzas carlistas á consecuencia de
Deja Córdoba el mando del ejército á los sucesos do la Granja 74
Espartero.—Causa do su venida. . . . 44 Residencia de la corte 76
Córdoba ante el Consejo dé ministros y Operaciones en la línea de San Sebastian. 78
de gobierno presidido por la reina Go- Acción de Arroniz Id.
bernadora. 45 Concluye el mando interino de Oráa. . . 79
500 INDICE.

PAGS. PAGS.

Ultimas operaciones militares del año en dre de Cabrera 433


Navarra 80 Fusilamiento de la señora de Fontiveros
Hechos de Zurbano 81 y tres m u g e r e s espresadas 4 37
Cataluña 83 Vuelve Cabrera á campaña.—Se aumen-
Acción de San Lorenzo de Morunis, ó de ta el encarnizamiento de la guerra.—
la Bocaíoradada Id. Sorpresa de Liria 439
Providencias de Mina 86 Acción de Chiva 1-íl
Varios e n c u e n t r o s — A c c i ó n de Mas de Disposiciones y movimientos de Cabrera.
la Coma.—Penetra Torres en la Cer- —Quilez.—Defensa de San Mateo.—
daña.—Ataque de Ripoll 87 _ Otros hechos 141
Acciones de Bruch y de Casa Masana.— Situación de los gefes liberales.—Fot t i -
Otros sucesos , . . . . 89 lica Cabrera á C a n t a v i e j a . . . . . . . 142
Junta de Cataluña 90 Sorpresa de Alcotas y fusilamientos.—
Breve campaña de Mina , 91 Providencias de Cabrera 143
Esfuerzos de Mina.—Estado de fuerzas Desastre de Valdés en Bañon 144
carlistas • . Id. Correrías carlistas.—El Borriol.—Alcalá
Varios encuentros 93 de Cbisvert.—Torreblanca.—Conspi-
Circulares de Mina 94 ración en Morella.—Invade Cabrera
Operaciones militares.—Conspiración en la ribera de Valencia 145
Cardona 96 Ataques é incendio de Alcorisa, Montal-
Nombramiento de Maroto para gefe de van y S o n e j a , y otros hechos. . . . 146
Cataluña.—Su marcha ._ • • • Id. Aumento del ejército del c e n t r o . — C o r -
Situación de la guerra en Cataluña á la rería de Quilez hasta Albaida.—No-
llegada de Maroto 99 gueras 147
Entrada de Maroto en Cataluña.—Encár- Partidas de bloqueo 4 49
gase del mando 100 Medidas de Cabrera en Cantavieja.—
Primeros movimientos de Maroto.—Sitio Operaciones militares 450
y acción de Prats de Llusanés — S u s Situación del ejército del Centro.—Cesa
consecuencias 102 Montes un su mando. 151
Movimientos-de Maroto.—Muerte de O r - Don Evaristo San Miguel.—Su mando. . Id.
tafá.—Concluye el mando de Maroto Organización de nuevas fuerzas.—Sor-
y su entrada en Francia Id. presa de Buil en Alcublas . . . . . . 154
Observaciones sobre el mando de Maro- Encuentros varios. — Inhumanidad del
to en Cataluña.-.'. 103 presbítero don José Lorente Id.
Royo en Cataluña.—Sorpresas y encuen- Conspiración en Morella.—Movimientos
tro 104 de San Miguel 456
Muerte de Mina 106 Sitio y toma de Cantavieja 457
Primer sitio de Gandesa 107 Situación de los carlistas.—Incendio de
Operaciones de Iriarte 109 los fuertes de Becoito 158
Acción de Arnés y otros sucesos . . . . Id. Patriotismo de los nacionales.—Vidal. . 460
Acción entre Ulldecona y Amposta. . . 111 Ultimas operaciones militares del general
Se encarga Iriarte de la comandancia San Miguel como gefe del ejército dol
general de Tarragona 112 Centro. . • 4 61
Situación critica de los pueblos.—Abuso Situación d é l a guerra en el Oriente de
de autoridad. 113 España al terminar e l a ñ o 163
Aragón, Valencia y Murcia 145 Castilla la Nueva.—Partidarios 165
Desaliento en los carlistas.—Sorpresa en Varios encuentros.—Creación de las par-
Monroyo Id. tidas de tiradores Id.
Junta de gefes carlistas.—Acciones de Continúan lasoperaciones militares hasta
la Jana y de Toga. 146 la conc u~ion del añ 4 67
Proyecto de Cabrera sobre Peñíscola.— Horrores enCastilblancodeEstremadura. 468
Sorpresa en el puente de Alcance y Asturias y Galicia.—Situación de los
Torrecilla 417 carlistas 169
Fusilamiento de los alcaldes de Torreci- Operaciones militaras en Asturias y G a -
lla y Valdealgorfa.—Disculpas de C a - licia : 170
b r e r a . — N u e v o bando 448 Nuevos partidarios.—Espedicion de Sanz.
Conspiración de Tortosa. 421 —Su ataque á O v i e d o ' . . ' . . . . . . . 171
Fusilamiento de la madre de Cabrera.— Nuevo ataque y defensa de Oviedo . . 173
Antecedentes 422 Ultimas operaciones de S a n z . — S u regre-
Muerte de María Griñó, madre de C a - so á las provincias Vascongadas. . . . Id.
brera • 125 Prosiguen los encuentros de la< partidas. 474
Circular sobre el fusilamiento de la ma- Situación de Galicia . Id.
dre d e Cabrera 128 Escursion de Andechaga 175
Diversos juicios acerca del suceso a n - Espedicion deBatanero.—Batanero.—Su
' terior Id. salida á Castilla 476
Consecuencias del fusilamiento de la ma- Marcha de la espedicion—Encuentros. . 477
INDICE. 301

PAGS. TAGS.

Regreso déla espedicion. 179 llegada á Almadén Id.


Espedicion de Gómez.—Observaciones. Id. Movimientos de Alaix desde Córdoba has-
Fuerza de que se componía la espedi- ta la toma de Almadén 216
cion.—Su salida.—Disposiciones que Operaciones de Rodil . . 217
habian de observarse.—Su inobser- Sitio y rendición de Almadén 219
vancia . . . . 480 Resultados de la toma de Almadén . . . 224
Acción de Villasaote y Revilla.—Derrota Continúa. Gómez desde Almadén su mo-
de Tello 182 vimiento 231
Otra ventaja déla espedicion en Sonedlo. Id. Separación de Cabrera y Miralles . . . . 232
Espartero persiguiendo la espedicion . . jd. Acción del Rincón del Soto 235
Entra la espedicion en Oviedo.—Derrota Penetra Gómez en Andalucía Id.
de Pardiñas 184 MovimieutosdeRodil hasta su separación. 236
Sale Gómez de Oviedo Id. Consideraciones acerca de los movimien-
Siguen los movimientos de Espartero tos de Rodil en Estremadura . . . . . 238
desde Oviedo 185 Separacionde Rodil 240
Justas quejas de Espartero 186 Comisión que dio el gobierno á Carderò
Entrada y salida de Gómez en Santiago. 187 para el marqués de Rodil y otros gene-
Entra Espartero en Santiago.—Sus dis- rales.—Viage de Carderò 241
posiciones y movimientos 189 Presentación de Carderò á Rodil.—Sus
Movimientos de Gómez hasta León . . . 190 consecuencias 242
Movimientos de Espartero y otros gefes. 191 Nueva comisión á Carderò 243
Entradade Gómez en León Id. Quejas de Rodil respecto del gobierno . . 244
Sale Gómez de León.—Acción de Escaro. 192 Ribero al frente de la division de la
Movimientos de la espedicion de Gómez Guardia.—Su persecución á Gómez . . 247
y de la división de Espartero 193 Movi e.ientos de Ala x
;
249
Operaciones de Manso Id. Movimientos de Narvaez 250
Pasa Gómez á Castilla 194 Marcha de Gómez al Campo de San R o -
Movimientos de la división de Espartero. que, Algeciras y otr s puntos 251
—Su enfermedad.— Encárgase Alaix Movimientos de Ribero y demás gefes.. . 253
del mando Id. Narvaez hasta su encuentro con Gómez. : 255
Entra Gómez en Patencia.—Su salida y Operacionesde Espinosa.—Columna mó-
movimientos 195 vil de Sevilla 256
Movimientos de Alaix y disposiciones de Acción deMajaceite 257
Manso Id. Reunion de Ribero, Narvaez y Alaix.—
Derrota de López en Mantilla 196 Insurrección de Cabra 259
Movimientos y disposiciones de Manso. . 197 Origen, juicio y resultados de la insurrec-
Sigue Gómez por la Alcarria.—Se dirige ción de Cabra 263
á Aragón y retrocede hacia Cuenca.— Continúa en retirada la espedicion.—Jor-
Llega á Utiel, y se le reúnen Quilez, nada de Alcáudete 264
Miralles y Cabrera 198 Regreso de Gómez á las provincias. . . . 266
Defensa de Requena 199 Observaciones acerca de la espedicion. 268
Llega la espedicion á Albacete—Su derro- Proceso de Gómez Id.
ta en Villarrobledo 203 Espedicion do don Basilio Antonio Gar-
Movimientos de Rodil 205 cía.—Antecedentes 269
Sigue Gómez á Córdoba.—Su entrada Segunda espedicion de don Basilio.—Sus
en esta capital 206 primeros movimient; s 271
Sale de Córdoba Gómez.—Encuentro en Entra la espedicion en Soria.—Prosigue
Alcáudete 209 su marcha 272
Mov imientos de Alaix 219 Sorpresa y encuentro en Aranzo y en Ma-
Movimientos de Rodil.—Observaciones . 211 ranchon 273
Gómez ocupa nuevamente á Córdoba . . 215 Últimos movimientos de la espedicion.—
Evacúa Gómez á Córdoba.—Su marcha y Su re reso 274

LIBRO VIII.
Parte política 277 Nuevos desórdenes en Zaragoza y Valen-
Disposiciones administrativas de Mendi- cia 282
zabal Id. Modificación ministerial. — Declaración
Sucesosen Valencia.—Salida deCarratalá. 279 de Mcndizabal.—Caida del ministerio . Id.
Abusos de autoridad 280 Ministerio Istúriz 284
Elecciones Id. Polítici del ministerio ¡Id.
Conspiración c nstitucional 281 El míi islerio y los Estamentos. . . . . . 286
502 INDICE.

PASG. PAGS.

Situación, del partido liberal Convoca- Voto particular del t e n i e n t e general d o n


ción d e n u e v a s cortes 288 Yicento González Moreno 344
Insurrecciones wi Málaga , Granada y Establécese el segundo sitio d e B d b a o . —
Cartagena . . . Id. Preparativos de defensa 346
N u e v a s insurrecciones en Málaga.—Muer- Atacan los carlistas 347
te de Saint-Just y de Donadío 289 Bombardeo en las días 25 y 26 349
Insurrección en otros puntos 291 Disidencia entre los carlistas 351
Insurrección do San Miguel en Zaragoza. 292 Prosecución y levantamiento del sitio. . 352
Se adhiere Aragón y el ejército del C e n - Tercer sitio de Bilbao.—Se confiere al
tro á la insurrecion de Zaragoza. . . . 296 coude de Casa-Eguía la dirección del
Motin del 8 de agosto e n Madrid . . . . 297 sitio.—Preparativos 555
Manifiesto d é l a reina G o b e r n a d o r a . . . 298 Primeras operaciones. — Toma d e los
Insurrección en varias provincias . . . . 299 . fuertes de Banderas, de Capuchinos y
Insurrecciones en Barcelona Id. de San Mames 356
Insurrección de la Granja 301 Rendición de B u r c e ñ a — E l Desierto . . 358
Consejo de ministros á consecuencia de Prosiguen los trabajos del sitio.—Ataque
los anteriores sucesos . . 302 de San Agustin 359
Marcha el ministro de la Guerra al sitio. 303 N u e v o s trabajos de sitio.—Tránsito y ba-
Reunion en la cámara de la reina G o b e r - tería de la Muerte 36*1
nadora 304 El 27 de n o v i e m b r e . — S e apoderan los
Nombramiento de nuevo m i n i s t e r i o . — carlistas de San Agustin. 365
Exigencias d é l o s insurrectos Id. Ataque y asalto frustrado a! fuerte de la
Situación de la r ma Goberntdora y de Concéocion 369
los insurrectos 305 Movimientos del ejército liberal -371
Insurrección en Madrid.-—Llegada de Acción de Castrejána 374
Méndez Vigo . . 306 Juntas del 2S y 30 de noviembre en P o r -
Asesinato de 'Quesada 308 tugalete,. '.. . 376
Don José Alaría Calatrava • 309 Prosigue el sitio de B i l b a o — S i t u a c i ó n
Regreso de la corte á Madrid 310 de sitiadores y sitiados 377
El ministerio Calatrava . . , Id. Últimos días de fuego sobre Bilbao.—Plan
Política del ministerio Calatrava. . . . . 311 de don Carlos de resultas de la llegada
Providencias del.ministerio Id. á las provincias de la espedicion d e
Medidas administrativas . 313 Gómez • • • • 381
Apertura de las cortes 314 Movímientosy vicisitudes del ejército del
Situación política del país 315 Norte para salvar á Bilbao 383
Origen de la sociedad española de J o v e - Operaciones preliminares de la batalla
llanos 319 de Luchrna 387
Reglamento de la Sociedad española de Toma de Luchana—Batalla del 2 4 d e
Jovellanos 320 diciembre 389
Objeto de la entrada de Narvaez y su Entrada de Espartero en Bilbao Id-
brigada en Madrid . . . 321 Entusiasmo por la salvación" de Bilbao . 400
Reorganiza La Hora la milicia nacional. Observaciones sobre el levantamiento
—Aministraciou carlista 323 del sitio de Bilbao • 402
El conde P e n n e de Ville.mur.—Sus pro»- Espartero en Bilbao.—Penuria del ejerci-
videncias administrativas 324 to.—Disposiciones y proyectos 407
Don Juan Bautista Erro 330 Don Sebastian Gabriel de general en g e -
Ministerio uuiversal.—Providencias a d - fe de los carlistas 409
ministrativas de Erro 331 Organización y estado del ejército c a r -
Fisonomía de la corte carlista 337 lista 412
Parle, mililar.—Espartero de general en Situación del ejército liberal del Norte y
get'e del ejército del N o r t e . — O p e r a c i o - p r o y e c t o s de operaciones 416
nes militares 340
Situaciou de Espartero 343 ADICIONES . 419
Preliminares del sitio de Bilbao Id,

DOCUMENTOS.
Número 4. Comunicación del general ral en gefe del ejército del
Córdoba al gobierno . . . 435 rey nuestro señor don Car-
Número 2 . . Capitulación de Pleucia . . . 140 los V . . . . • 4*1
Número 3.. Estado de fuerzas carlistas . Id. Número 5. Circular á los diocesanos del
Numera 4. Al ejército enemigo., el g e n e - Principado de Cataluña. . 443
ÍNDICE. 503

PAGS. . PAGS.

Número 6. Bando 443 Múmsro 27. Preámbulo del decreto s o -


Número 7. Contestaciones de Erro y bre desamortización e c l e -
Maroto 444 siástica 468
Número 8. Comisión regia é intendencia Número 28. Discurso de S. M. al abrir
general del ejércitoy Prin- la legislatura de 22 de
cipodo de Cataluña. . . . 445 marzo de 1836 . . . . . . 471
Número 9. Partidas de Óbito -£40 Número 2 9 . Manifiesto de la reina G o -
Número 40. Esposicion del cornnel Fon- bernadora á la nación e s -
t i v e r o s á S. M Id. pañola 473
Número 4 1 . Dimisión de Mina 4 4 5 Número 3 0 . Esposicion de la Junta de
Número 12. Carta del señor cura de A l - Málaga á la reina G o b e r -
cotar Id. nadora 474
Número 4 3 . Indulto Id. Número 3 4 . Carta de Istúriz al embaja-
Número 44. Himno de R i e g o , por don dor en París. . . . . . . 476
Evaristo San Miguel. . . 449 Número 3 2 . Esposicion de las autorida-
Número 1 5 , Carta sobre los fusilamien- des de Barcelona á S . M. Id.
tos de Alventosa 450 Número 3 3 . Acta del Consejo de minis-
Número 46. Comunicación de don Mi- tros 478
guel Orozco, descubriendo Número 3 4 . Manifiesto de la reina G o -
unaconspiracion militar en bernadora á la nación e s -
Moreda Id. pañola Id.
Número 17. Comunicación sobre los pri- Número 35. Discurso pronunciado por
sioneros de Cantavieja. . 451 S. M. la reina Gobernado-
Número 1 8 . Fuerza del ejército real de ra en la apertura de las
Aragón 454 cortes generales el día 2 4
Número 19. Parte oficial de la defensa d e octubre de 1836. . . . 479
de Almadén 456 Número 36. Inspección general de la
Número 2 0 . Real orden relevando á R o - milicia nacional del reino
dil, y su traslado á Ribero. 458 en 4 836 484
Número 2 1 . Comunicación de Narvaez Número 37. Id. en 1837. 486
al ministro de la Guerra, Número 38 488
manifestando la necesidad Número 39 490
de un gefe superior . . . 459 Número 40. Estado de las pérdidas e s p e -
Número 2 2 . Traslado á" Narvaez d e la rimentadas por la g u a r n i -
real orden relevando á ción de Bilbao d e s d e el 23
Alaix del mando . . . . . Id. de octubre al 25 d e d i -
Número 2 3 . Comunicación de Ribero al ciembre 491
ministro de la Guerra. . . 460 Número 4 4 . Real decreto Id.
Número 2 4 . Representación de N a r v a e z . 460 Número 4 2 . Cartas autógrafas 493
Número 2 5 . Representación á S. M. de Número 4 3 . Comunicación de Eguía al
los gefes q u e suscriben. . 462 ministro de la Guerra . . 494
Número 2 0 . Itinerario d é l a división e s - Número 4 4 . Comunicaciones sobre el re-
pedicionaria al mando del g r e s o del infante don S e -
mariscal de campo don Mi- bastian á Madrid 495
guel Gómez 461
PLANTILLA
PARA LA COLOCACIÓN DE LAS LAMINAS DEL TOMO TERCERO.

Retrato del conde de Casa Eguía I

Plauos de Lequeitio, Grietará y Plencia 20

Teatro do las operaciones del ejército del Norte en mayo de 4 836 6!!

Retrato do Mina 106

Teatro de la guerra en la Mancha y Estremadura en 1836 168

Cuadro sinóptico de la sociedad Española de Jovellanos 320

Teatro de las operaciones del ejército del Norte , ejecutadas para salvar á Bilbao en

noviembre y diciembre de 4836 383

TOMO I I I . 64
Pág. Col. Lin. Dice. Debe decir.

9 4.» 2o radiante rediente


7 1.a 40 Salinas Salvatierra
10 4.» 35 dueño de la cumbre d u e ñ o de la altura de la derecha
Id. 4.a 53 A la derecha A la izquierda
id. 2. a
23 tornaron á posesionarse no se posesionaron
Id. 2.» 47 porque no atacó porque atacó
44 2.a 50 acudió Espartero. acudió Espartero de flanco.
12 2.a 3 Anzua Azua
!d. » 5 Marieta, Marieta
Id. 1) (J Burunda Barrundia
Id. 1) 24 Villarieal y pernoctó Villarreal pernocto
24 2. a
7 Villacaña Villasaña
25 4.a 42 con otros seis con cinco
40 1.a 30 Barm udia Barrundia
41 2. a
24 Auguta Auguta
45 2 a
La nota que va al fin del primer
párrafo, d e b e estar al fin de
la página s i g u i e n t e .
•54 2.a 4 á llegada á la llegada
72 4.a 3o Audovilla y Arteguda Andocilla y Sartajuria
78 2.a 35 unos cuatrocientos unos mil cuatrocientos
83 2. a
31 LA BOCA LA ROCA
472 4~.a 38 recomendaba ai recomendaba el
4 74 1.a 6 portugués, por portugués, y por
I7r> 2. a
20 marchó esta hacia marchó ésto hacia
178 í.a 8 Tan bien informados Tan bien uniformados
489 2.a 8 y aun vencer sino ser y aun v e n c e r , á no ser
277 2.a 7 necesitaba el pedia el
288 2. a
3Í inspirase la confianza inspirase confianza
291 1.a 33 la reina Gobernadora á la reina Gobernador»
294 4.a 2 concedida concebida
334 2. a
38 Juan Benito Juan Bautista
344 4.a (1)
347 1.a 5b de baños del Bosque, de Baños, del Bosque
Id. 2. a
57 fuerzas útiles fuerzas sutiles
349 2. a
38 dos das
35(> Nota. i San Antonio Vequio San Antonio de U r q u i o -
371 2. a
18 de Asplazo de Aspiazo
38o 2. a
47 por lo cual clc- porlo cual se c l a -
393 2. a
49 Valderranda, Valderrama

(I) Las primeras palabras de las últimas líneas,.trastornadas en la m á q u i n a , deben decir lo s i g u i e n t e

ne V. M .
medios con q n c
q u e hasta la fecha
planta tan útil

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