La corrupción política, en términos generales, es el mal uso y abuso público
(gubernamental) del poder, para conseguir una ventaja ilegítima y un beneficio personal y privado, generalmente secreto y delicado, entendiéndose que este fenómeno no se limita a los funcionarios públicos.
También se define como el conjunto de actividades y actitudes mediante las
cuales una persona transgrede compromisos adquiridos consigo misma, utilizando los privilegios otorgados, con el objeto de obtener un beneficio ajeno al bien común.
Por lo general se apunta a los gobernantes o funcionarios elegidos o nombrados
popularmente, que se dedican a aprovechar los recursos del Estado para enriquecerse ilícitamente.