You are on page 1of 4

BATALLA DE SALINAS.

Diego de Almagro reunió un grupo de hombres y partió para Chile en un


expedición entre 1533 y 1536.
La expedición fue un fracaso, pues Almagro no encontró las riquezas que esperaba, en su lugar
habían tribus mapuches, hambre y grandes extensiones de desierto que lo desanimaron y diezmaron
a su expedicionarios.
Almagro decidió regresar al Cusco para reclamar la posesión de esta ciudad, que sería motivo de
disputa con Francisco Pizarro. En junio de 1537 capturó a los hermanos de Francisco Pizarro y
ocupó la antigua capital de los incas.
Pizarro negoció la libertad de sus hermanos y Almagro decidió liberarlos.
Los hermanos de Pizarro no perdonaron la ofensa a Almagro, a quién despreciaban profundamente,
regresaron con un ejército y se enfrentaron en la batalla de Salinas el 6 de abril de 1538, donde
fueron derrotados los almagristas y Diego de Almagro fue capturado.
Hernando Pizarro deseaba vengarse de Almagro. Desde su llegada al Perú Hernando Pizarro había
marginado a Diego de Almagro y ambos eran grandes enemigos. El 8 de julio de 1538 fue ejecutado
usando el garrote, luego fue decapitado en la plaza del Cuzco. Sus restos fueron llevados a la iglesia
de la merced en el Cusco, donde fue enterrado. Esta ejecución avivó más el odio entre pizarristas y
almagristas y llevaría a Hernando Pizarro a España para ser juzgado por este y otros crímenes.
Encontrado culpable, fue condenado a 21 años de prisión en castillo de la Mota, donde se casó con
su sobrina Francisca Pizarro, hija del marqués y conquistador del Perú. En esta imagen vemos la
captura de Diego de Almagro, Ilustración: Grabado idealizado de la captura de Almagro realizado
por Theodore de Bry. (Juan José Pacheco Ibarra)

BATALLA DE JAQUIJAHUANA. El 9 de abril de 1548, en las pampas de Jaquijahuana a 25


kilómetros del Cusco se encontraron los ejércitos de Gonzalo Pizarro, líder de los encomenderos que
deseaba convertirse en el primer soberano del Perú y las fuerzas realistas dirigidas por Pedro de la
Gasca, pacificador enviado por la corona Española. Hubieron alguna escaramuzas, finalmente las
tropas de Gonzalo Pizarro lo abandonaron, La Gasca había prometido una amnistía para los
sublevados. No hubo lucha entre ellos. Ese día fueron capturados Gonzalo Pizarro, hermano de
Francisco Pizarro y su capitán Francisco de Carvajal, conocido como "El demonio de los Andes", en
ese lugar fueron decapitados. (Juan José Pacheco Ibarra) Foto: Grabado de las Décadas de Antonio
de Herrera y Tordesillas.
El 16 de setiembre de 1542 se peleó la batalla de Chupas entre los leales al Rey, comandados por
Cristóbal Vaca de Castro, contra los rebeldes, conducidos por Diego de Almagro el Mozo, quien fue
derrotado y posteriormente ajusticiado. Fue la batalla más sangrienta de las guerras civiles entre
conquistadores, habiendo sido muertos o malheridos más de la mitad de los participantes. En las colinas
que rodean la pampa estuvieron apostados numerosos indígenas, que hicieron fiesta durante la lucha y al
caer la noche, remataron a los heridos, saqueando los escombros en medio del regocijo general. Los
españoles se habían matado entre ellos.

En Chupas desapareció el bando almagrista, que venía en picada, puesto que no había hallado nada
interesante en Chile y se había enfrascado en un duelo a muerte con los Pizarro. Poco antes, en la
batalla de las Salinas, Hernando Pizarro había derrotado a Diego de Almagro el Viejo y lo había
ajusticiado. Como venganza, los almagristas asesinaron a Francisco Pizarro en junio de 1541;
proclamaron como gobernador a Almagro el Mozo y desataron una feroz represión contra los partidarios
del Marqués, quienes se habían hecho increíblemente ricos en breve tiempo.

Almagro el Mozo era mestizo, hijo de amerindia panameña y heredero legal de su padre, el socio de la
Conquista. Tenía apenas 20 años y al comienzo fue una figura menor dirigida por los viejos capitanes de
su padre. Pero, en el curso del año que le tocó actuar, culminó destacando y combatiendo con ardor y
eficiencia en Chupas, no obstante su derrota. Luego, huyó para intentar llegar al campamento de Manco
Inca, pero fue atrapado en el Cusco y condenado por traición. Fue el primer mestizo que gobernó el Perú
y habrían de pasar 300 años para encontrar otro caso.

Por su parte, Vaca de Castro era un juez enviado por el Rey a Sudamérica, dotado de amplios poderes
para enfrentar las guerras civiles entre españoles. Su bando fue creciendo y se le sumaron numerosos
conquistadores; la bandera del Rey era poderosa y la lealtad a España era superior a los odios entre las
facciones.

Ambos ejércitos se encontraron en Chupas, que es una pampa alta y verde, situada cerca de Huamanga.
Vaca de Castro tenía 700 hombres y su principal fuerza era una caballería numerosa y de calidad. Pero
Almagro el Mozo había reunido hasta 600 combatientes y disponía de artillería y arcabuceros. El jefe
artillero era el célebre Pedro de Candia, quien había participado en la captura de Atahualpa. Pero ocurrió
que, comenzada la batalla, los tiros iban muy elevados, sin hacer daño a las tropas leales al Rey, que
continuaban su marcha. Almagro se enfureció; personalmente asesinó a Candia y dirigió la artillería que
hizo mella entre sus enemigos.

You might also like