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Entre todas las fuerzas que mantienen los átomos unidos, las de mayor
fortaleza están representadas por el enlace covalente, en donde los átomos
implicados comparten sus electrones más externos para formar el enlace,
siendo muy dificil separar los átomos unidos por un enlace de este tipo. Uno de
los mejores ejemplos de fortaleza de dicho enlace es la estructura del
diamante, en la cual, cada átomo de carbono está unido a otros cuatro vecinos
(ver figuras de abajo).
Enlace no-covalente
El enlace no-covalente no es tan fuerte como el covalente, pero el efecto aditivo de
varios enlaces no-covalentes pueden llegar a estabilizar una molécula o un conjunto de
átomos. En contraste con los enlaces covalentes, los no-covalentes no comparten
electrones.
Enlace metálico
Enlace iónico
El denominado enlace
iónico está constituido
por fuerzas de
atracción, de carácter
electrostático y muy
potentes, entre iones
positivos y negativos.
El vínculo que genera
este tipo de enlace no
es direccional, lo que
significa que la
atracción electrónica
no favorece a un
átomo más que a otro.
Los sólidos iónicos Formación de un enlace iónico en el fluoruro sódico
pueden estar
compuestos por iones
simples, tal como se
observa en el NaF
(fluoruro sódico, figura
de la derecha), o por
iones poliatómicos, tal
como se observa en el
nitrato amónico,
NH4NO3, con iones
NH4+ y NO3- (ver figura
de abajo).
Interacciones
hidrofóbicas
La interacción
hidrofóbica describe
las fuerzas existentes
entre el agua y los
compuestos llamados
hidrófobos (moléculas
con muy baja
solubilidad en agua).
Los compuestos
hidrófobos son
moléculas no polares
que usualmente
contienen largas
cadenas carbonadas
que no interaccionan
con las moléculas de
agua. La mezcla entre
grasas y agua es un
buen ejemplo de esta
interacción particular
(el agua y las grasas
no se mezclan) . Un Esquema que, como ejemplo, muestra átomos
grupo de moléculas no y aminoácidos implicados en interacciones hidrófobicas
polares se aglutinan (arcos con pestañas)
entre sí para excluir el
agua. Al hacerlo así,
minimizan la superficie
que exponen frente al
disolvente polar.
Este tipo de
interacciones son
factores importantes
que impulsan el
plegamiento de las
proteínas, o la
inserción de las
proteínas de
membrana en el
entorno no polar de los
lípidos. Igualmente
contribuyen a la
estabilidad de las
asociaciones entre
proteínas y pequeñas
moléculas.
Enlace de hidrógeno
El enlace de hidrógeno
aparece cuando un átomo
de hidrógeno, unido
covalentemente a un
átomo electronegativo (p.
ej. O, N, S), es Ejemplo de moléculas orgánicas unidas por enlaces de
compartido con otro hidrógeno
átomo, también de
carácter electronegativo.
El enlace de hidrógeno
(también conocido como
puente de hidrógeno) se
describe frecuentemente
como una interacción
electrostática de tipo
dipolo-dipolo. Sin
embargo, también tiene
algunas características de
unión covalente: es
direccional y fuerte,
produce distancias
interatómicas más cortas En el agua líquida los enlaces de hidrógeno se están
que la suma de los radios formando y deshaciendo contínuamente
de van der Waals de los
átomos implicados, y por
lo general implica un
número limitado de
átomos implicados en la
interacción.
Los enlaces de hidrógeno
pueden ocurrir entre
moléculas
(intermoleculares) o entre
diferentes partes de una
misma molécula
(intramoleculares). Son
más fuertes que las
interacciones de van der
Waals, pero más débiles
que los enlaces
covalentes o iónicos. Este
tipo de enlaces puede
ocurrir entre moléculas
inorgánicas, tales como
agua líquida o sólida, y
en moléculas orgánicas.
Es muy frecuente en
macromoléculas como el
ADN y las proteínas.
En el agua sólida y
cristalina, es decir, en la
nieve, los enlaces de
hidrógeno son
permanentes y son los
mayores responsables de
la estructura de estos
cristales...