Facultad de Humanidades

Instituto de Filosofía
Epistemología
Profesor Walter Díaz

Memocrítico

Nombre: Francisca Manquecoy

“Los juicios analíticos (afirmativos), son, pues, aquellos en que el enlace del sujeto con el
predicado se concibe por identidad; y aquéllos al contrario, cuyo enlace sin identidad, deben
llamarse juicios sintéticos”

Los juicios analíticos, también llamados explicativos, no amplían el conocimiento, ya

que no añaden al sujeto un predicado fuera de él, existe una relación de identidad, en donde
el predicado se piensa en el sujeto sin tener que salir de él. Por otro lado, los juicios sintéticos
también llamados juicios extensivos, añaden al sujeto un predicado que no era pensado en él,
ya no se ejerce el principio de identidad en donde hay una relación del objeto consigo mismo.

i A (principio de identidad) = {(x, y) ∈ A x A: x = y}

De la formula anterior, integrando los conceptos del enunciado de Kant quedaría de la

siguiente manera: el sujeto (x) y el predicado (y), pertenecen a la relación del objeto (o los
elementos del objeto) con el objeto mismo, en donde sujeto y predicado son equivalentes.

Por tanto, en el juicio analítico se representa el principio de contradicción, en donde el

sujeto y el predicado que son equivalentes no se pueden contradecir, por ello se dice también,
juicios analíticos afirmativos. Mientras que en los juicios sintéticos no hay contradicción entre
afirmar el sujeto y negar el predicado, ya que no se ejerce el principio de identidad.

El respaldo de los juicios sintéticos es el Espacio. El respaldo de los juicios analíticos

es el Tiempo (y mediatamente, también de los fenómenos externos que se respaldan en el
Espacio). El Espacio y el Tiempo no son conceptos, sino posibilidades de condiciones a priori
de la sensibilidad. Sin la sensibilidad del sujeto no existe ni el Espacio ni el Tiempo. Por medio
de estas posibilidades de condiciones a priori, son posibles los juicios sintéticos y analíticos.

Los juicios sintéticos son posibles mediante la relación entre sensibilidad y

entendimiento, de la cual se produce una síntesis que resulta en conocimiento, y como ya se
ha dicho, un juicio sintético implica la extensión del conocimiento sobre la percepción de la
representación del objeto mismo. A estos juicios se les caracteriza de ser a posteriori, es decir
posterior a la experiencia, pero no en el sentido consecuencial, sino que, para Kant, lo a
posteriori está basado en la experiencia, pero a su vez no implica (necesariamente) preceder
a la experiencia. Ejemplo de ello, las leyes de la física. En cambio, los juicios analíticos se les
caracteriza de ser a priori, es decir, que no están basados en la experiencia, pero ello no
implica que el conocimiento no pueda proceder de la experiencia.