You are on page 1of 10

Cronwell Jara

Author(s): GIOVANNA MINARDI and Cronwell Jara


Source: Hispamérica, Año 44, No. 131 (Agosto 2015), pp. 37-45
Published by: Saul Sosnowski
Stable URL: https://www.jstor.org/stable/43684454
Accessed: 13-01-2019 12:43 UTC

JSTOR is a not-for-profit service that helps scholars, researchers, and students discover, use, and build upon a wide
range of content in a trusted digital archive. We use information technology and tools to increase productivity and
facilitate new forms of scholarship. For more information about JSTOR, please contact support@jstor.org.

Your use of the JSTOR archive indicates your acceptance of the Terms & Conditions of Use, available at
https://about.jstor.org/terms

Saul Sosnowski is collaborating with JSTOR to digitize, preserve and extend access to
Hispamérica

This content downloaded from 190.236.217.188 on Sun, 13 Jan 2019 12:43:51 UTC
All use subject to https://about.jstor.org/terms
Entrevistes

Cronwell Jara

GIOVANNA MINARDI

Cronwell , ¿< cuándo empezaste a escribir?

Empecé de muy niño, a los 8 años, haciendo poemas, pero también pin-
tando y haciendo xilografías en madera de cedro y con tinturas de anilina.
Cronwell Jara (Piura, 1950) estudió literatura en la Universidad Nacional Mayor
de San Marcos y se licenció en 2001 con la tesis Propuesta metodológica para
la escritura de cuentos para niños. Manual y método. En 1979, fue galardo-
nado con el primer puesto en el concurso "José María Arguedas", promovido por
el Instituto Peruano- Japonés, con el cuento "Hueso duro". Ese mismo año, obtuvo
el primer puesto en el concurso de cuentos para TV, organizado por ENRAD-
PERU, con "El rey momo Lorenzo se venga", y se hizo acreedor a una mención
honrosa en el Premio Copé de Cuento, con "Quién mató a Herminio Rojas". De 1980 a
1983, trabajó en el departamento editorial del Instituto Nacional de Cultura. De 1983 a
1 985 escribió guiones para cine ("Asalto al trenmás alto del mundo", "Petizos", "Froylán
Alama"). En 1985 ganó el Primer Premio Copé de Cuento, con "La fuga de Agamenón
Castro".Desdel985,vienerecorriendoelPerúconsuTallerItinerantedeNarrativaBreve,
invitado por diversas universidades e instituciones culturales, y desde 1995 dicta el
Taller de Narrativa y Poesía de la Universidad "Federico Villareal" de Lima. Desde
el año 2002, dirige los talleres de cuentos en la Casa Museo José Carlos Mariátegui.
Entre otros, ha publicado los libros de cuentos Hueso duro (1980), Las huellas del
puma (1986), Las ranas embajadoras de la lluvia. Cuatro aproximaciones a la Isla
Taquile (en coedición con Cecilia Granadino, 1995), las novelas Montacerdos (1981)
y Patíbulo para un caballo (1989) y los poemarioa Colina de los helechos (1992) y
Manifiesto del ocio (2007). Varios de sus textos han sido traducidos a otros idiomas.

Giovanna Minardi (Palermo, Italia, 1958), es Profesora de Literatura Hispanoameri-


cana en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Palermo, donde se ha
doctorado con una tesis sobre la cuentística de Julio Ramón Ribeyro. Ha publicado
ensayos sobre el cuento y la minificción hispanoamericanos (Augusto Monterroso
e la minifinzione ispano-americana , 2007; Historia del cuento hispanoamericano ,
2003; La cuentística de Julio Ramón Ribeyro, 2002); antologías de narradoras mexi-
canas y peruanas del siglo XX y de minificciones (Breves, brevísimos. Antología de
la minificción peruana, 2006; Cuentos pigmeos. Antología de la minificción hispano-
americana, 2005; Cuentas. Narradoras peruanas del siglo XX, 2000; Las coreutas.
Antología de narradoras mexicanas del siglo XX, 1995); además de varios artículos
en revistas especializadas. Ha traducido al italiano textos de narradores mexicanos del
siglo XX, así como libros de Ribeyro y de Nellie Campobello.

This content downloaded from 190.236.217.188 on Sun, 13 Jan 2019 12:43:51 UTC
All use subject to https://about.jstor.org/terms
38 CRONWELLJARA

Tenía una natural neces


hice un poema, creía, a
la poesía. Sentía que nad
decir las cosas que veía
de expresar mis insegur
mundo, de la naturaleza
bién tenía miedos: a la v
rodeaba y no tenía para
felices también, contrad
expresar en colores o co
callado y solía apartarm
fábulas o leer a Bécque
grandes héroes y de art
reventaba de emoción n
blanco o a los nuevos au

¿Cuáles eran?

¿Quiénes podrían ser


clásicos para niños, los
o de los hermanos Gri
noches , y más tarde, y
José María Eguren, José
clásicos peruanos. Eran
escritura y la pintura.

Solo hablas de padres li


formación literaria?

Claro que sí. Primero, m


son escritoras, ellas me
cuando me contaban c
terribles. Luego: Clarice
guerite Yourcenar, Ale
Gabriela Mistral, Safo, q
alterados, duele leerlas,
que hasta merodean el s

¿Decides de antemano s

Depende de la circuns
han salido sin que yo lo

This content downloaded from 190.236.217.188 on Sun, 13 Jan 2019 12:43:51 UTC
All use subject to https://about.jstor.org/terms
GIOVANNA MINARDI 39

dentro de mí y me "oblig
"Hueso duro" y varios otros
ger con vehemencia, locur
esto?, me decía, ¿por qué
moría. Y, hasta hoy, a veces
después lo incorporo a un
Ishaco, me volvió esta locu
donde cada poema es una loc

Oración
No me salves, Señor, de las pesadillas del error.
Ni de ser tu atila que arrasa lo que pisa.
Ni de los horrores del mundo.
Ni de los posibles cataclismos.
Ni me salves de ti, oh Señor poderosísimo.
Ni de tus vaticinios de drogo rencoroso.
Ni de los piojos del pobre que asalta caminos.
Ni de las impías tentaciones del diablo.
Ni de las lepras y sarnas con que jodiste a Job.

Sálvame, por favor, de mí mismo.

Y, por supuesto, muchos otros cuentos han surgido porque me preparé para
construirlos, investigando el tema, hilando el tejido de la trama, puliendo y
reflexionando y calibrando la viveza o bien la sugerencia de los diálogos,
sopesando la tensión dramática, calculando y equilibrando el suspenso, hasta
dar con un tono emocional, un tono poético, que es el valor más precioso de
toda obra literaria (poema, cuento, obra de teatro o novela).
La cosa es que, si escribo algo es porque debo sentir una urgente necesidad
de crear algo imposible de postergar. Como un acto de amor con la chica que
uno ama; algo desesperadamente endiablado, irresponsable de algún modo,
y que no se puede controlar. O estás con ella o nunca más la tendrás contigo.

¿Quiénes han sido tus maestros literarios?

Son incontables; de todo lo que he leído y me ha gustado, alguna locura


he aprendido, algún tic, algún truco, forma, modo de decir o técnica en la
construcción de un inicio de cuento o poema. Y en esto no me hago proble-
mas, para mí la buena literatura tiene de todas las artes o son en esencia una
sola cosa (arte) que se expresa en la forma que uno elija. Así, cuando escribo
cuentos, el sentimiento poético me ayuda pues sé que no hay buen cuento sin
poesía, sin trascendencia, lejos de lo cursi y acaramelado o melodramático.

This content downloaded from 190.236.217.188 on Sun, 13 Jan 2019 12:43:51 UTC
All use subject to https://about.jstor.org/terms
40 CRONWELLJARA

La poesía debe estar en


que oculte misterios tra
¿Quiénes entonces son
sileña; amo los poema
Campana, Cesare Paves
cuando releo a los poeta
mas con estos estilos),
mont; o me complazco
Martín Adán, César M
passant, Dostoïevski, y
lista sería inacabable; cie
Cortázar, García Márqu
mil más...

Ya que estoy traduciendo al italiano Montacerdos, ¿qué signicado quisiste


darle a este término en tu novela? He leído que con ese nombre se llama a la
gente que de la provincia baja a la capital...

'Montacerdos' es el nombre que invento para referirme a los niños que


usan a los cerdos cuando los cabalgan y juegan a las carreras. Yo fui un
montacerdos, te adelanto. Esta historia es biográfica pero sin mi presencia,
como que me hago invisible. Quiero que aparezcan mis amigos, los perso-
najes reales.
Llamo también 'Montacerdos' al barrio donde viví esta cosa que realmente
cuento; no invento nada. Montacerdos no es un relato inventado, fantástico,
es una historia real. De ahí que a muchos, creo, les jode mi presencia como
autor de barriada, criado en barriada. Apesto para algunos. No soy de Mira-
flores ni de San Isidro. Y si bien nací en Piura, me crié luego en este barrio
desde los cinco años. Nada es inventado, los personajes existieron realmente.

¿A qué se debe la presencia de tantos animales en Montacerdos?

En Montacerdos , en Faite y en Patíbulo para un caballo (mis posteriores


novelas), no hallo mucha diferencia entre el ser humano y los animales. No
podemos vivir sin ellos y ellos sin nosotros; somos hijos de la misma ener-
gía cósmica, unas microscópicas, insignificantes partículas en este planeta.
Entonces, ¿por qué olvidar a los animales y hacer creer que el hombre es
el ser superior? Respiramos, tenemos hambre, frío, necesidades comunes,
animal y hombre. Solo que el hombre es el imbécil que se autodestruye y
destruye el planeta por la codicia. Entonces, cómo no respetar y consagrar a
los animales y su entorno natural. Si el hombre fuese un poco más sencillo
y modesto como el mono, si no ambicionara y acumulara capitales de modo

This content downloaded from 190.236.217.188 on Sun, 13 Jan 2019 12:43:51 UTC
All use subject to https://about.jstor.org/terms
GIOVANNA MINARDI 41

irracional, criminal, se acerc


Sería más natural, amaría
braría más flores en su jard
menos valor al automóvil co
intencional, de retratar mi
ros pasos de niño en el corra
cerdos, gallos, polluelos, co
para un niño?

El cerdo amigo , la barria


viviendo aislada en los tech
me recuerdan a Julio Ramó
pensando en "Los gallinazos

No, definitivamente no sien


cuando en "Los gallinazos sin
juro que nunca lo sentí como
sí hubo un cuento escrito e
nombre no recuerdo que le
Larrú y que creí en un mo
cerdos. Mas luego me pregu
escrito en galaico portugués,
tituto Nacional de Cultura, c
según un borrador del mism
(sin saber portugués en esos
ya estaba escrito mi texto, p
de un mundo de chiqueros y
No te estoy mintiendo un
de Ribeyro. La lectura del te
posea dos reescrituras: la pri
nan las palabras (güeso, por
en Lluvia Editores; y la seg
es la versión última, que est
las reglas gramaticales. Y eso
Cuando escribí Montacerdos
día, y sentí mucha nostalgia
y amigas con quienes viví d
traron una linda casa en la
dades propias de una urbe
aventurero. Él era un buen t
(que luego se trasladó al ho
sueldo. No éramos pobres p

This content downloaded from 190.236.217.188 on Sun, 13 Jan 2019 12:43:51 UTC
All use subject to https://about.jstor.org/terms
42 CRONWELLJARA

Montacerdos solo quise


parte de mi niñez. Solo p
y compartí con mis ami
me dije, y lo hice con do
expresar "mi" verdad...,
sobre los basurales, cabalg
chatarras (alambres de co
como cosa de niño que bu
Nada que ver con cuent
sufrí en carne propia. Lo
fuera", turística. Los aut
lo han contado a ellos" o
mío, digo mi experienci
yo hubiese dicho toda la
experimenté, este Monta
"asqueroso y nauseabundo
de hacer un cuento de ha
una cosa sencilla para niñ

¿ Ves Montacerdos como

Para los críticos peruano


corto o cuento breve. Y n
nitivamente como relato
su estética. Además, Mon
para un caballo , donde lo
tanto gustó a Manuel Sc
James Higgins; y que hoy
fías y varias tesis. Y, lo ú
Faite, que para mí es una
de Montacerdos sin Yococ

¿ Ya salió Faite? ¿Podrías

No, aún no. La novela tr


persona por su sobrino. F
grosamente al borde del
clavecín invisible recuerd
Faite (de fighter , lucha
es el rey entre los faites,
y cerdos y cría conejos,
les poseen un nombre p

This content downloaded from 190.236.217.188 on Sun, 13 Jan 2019 12:43:51 UTC
All use subject to https://about.jstor.org/terms
GIOVANNA MINARDI 43

entienden" a su modo. De m
duelo permanente con la vi
una "ala de mosca", siempre
dirse en el abismo - , con el m
vaciarse las tripas.
Faite se vuelve filósofo de p
símil, trascendente, hace que
crea, a instancias del ingenuo
se vaya al abismo, por ejempl

Cronwell, algunos te consid


escritor andino?

Hay muchas formas de ser andino y es difícil no serlo; somos un país


andino por sangre, por tradición, por infamias, por tradiciones, por corajes,
por rabia, por resentimientos, por negación, por temperamento, por pica, por
inteligencia, etc. ¿Quién no es andino en este país? Porque si soy peruano
y latinoamericano, sobre ello primero soy andino, andino como peruano.
Arguedas lo fue, aunque fue blanco. Vallejo lo fue porque se entendía cholo;
como Ciro Alegría, Scorza, Ribeyro, fueron andinos no por vocación; fueron
andinos porque se sabían andinos y no podían evitar serlo. De modo que
quien ha nacido en este país y no se siente andino, ¿qué podría ser? ¿Un
ladino que repudia su origen porque en lo hondo de su ser se sabe andino pero
no se siente andino? Somos andinos, somos alguien, somos muchos, somos
multitudes, somos lenguas, dialectos, idiolectos, leyendas, tradiciones, fies-
tas, mitos donde nos reconocemos, narraciones donde oímos las voces de los
viejos abuelos.
Cuando dicen que lo andino y la narrativa andina han pasado de moda, yo
me río. ¿Cómo puede pasar de moda el Perú? ¿Cómo puedo sentir vergüenza
de ser peruano? ¿Tengo que avengonzarme porque trato temas peruanos y
me reconozco peruano? ¿Puede dejar de ser peruano un hombre que nació,
creció entre estas cordilleras? ¿Existe alguien capaz de olvidar todo lo que
corresponde a su idiosincrasia, memoria íntima y origen, a su memoria gené-
tica? No hay que avergonzarse de ser andinos, puedo sentir vergüenza de los
gobiernos corruptos que se han sucedido en el Perú. . .
Ser narrador andino no me hace ni buen ni mal escritor. Hay buena y mala
literatura andina, como hay buena y mala literatura citadina, provinciana o
cosmopolita. Soy un escritor andino como cosmopolita, citadino y provin-
ciano en Lima. Viven muchas culturas en mí y yo vivo, inconforme o no,
gracias a ellas. Pero ser andino tampoco me da superioridad sobre nadie,
ni creo poseer la última palabra. ¿Quién es dueño de la última chupada de
mango? Finalmente, lo que sí interesa es la buena literatura y de esta lo que

This content downloaded from 190.236.217.188 on Sun, 13 Jan 2019 12:43:51 UTC
All use subject to https://about.jstor.org/terms
44 CRONWELLJARA

me importa es su varied
samiento, la rabia artí
vengan. Por eso leo a Bo
a Patrick Süskind como
enriquece y eleva mi es
avergüenzo de mi abuel
se transformaba en bos

Cronwell, ¿por qué, pa

Hace poco le oí decir a


el odio, el rencor, lo m
lean. Y entonces me dije
cor, por resentimientos
a mí me impulsa el odio
Primero escribo por am
gusta. Luego escribo po
reina lo injusto, el atro
escribo con la intención
tando de retratar lo ru
ranzas, los rencores, mi
Quiero que mi literatu
veamos por dentro y po
hay un Perú, que es una
sierra y de la costa, con
minuto, de la que hay q
maldiciendo, amando, r
sionado, riendo o lloran
pesadillas que con ilus
tanta herida y con tanta
lados se mata.
Escribo porque me gusta recordar mi niñez, porque ahí tuve una abuela
que sin saber leer ni escribir, acariciándome, me contaba en su regazo cuentos
que entonces me parecían las cosas más bellas del mundo. Eran cuentos en
donde hablaban las serpientes, los zorros, imitando los cantos y expresiones
que hablaban los pájaros; hasta hoy creo que mi abuela fue la mujer más
sabia y buena que he conocido. Escribo porque viví en un barrio muy pobre,
con gente muy linda, así fuesen lo que fuesen; porque en ese barrio crecí, me
agarraron a golpes, casi siempre a traición, y porque después también aprendí
a defenderme; escribo porque mis grandes amigos de ese barrio se llaman
Pingüino, Anatolio, Mosquito, Silvério, Irene, Perico, Darío. Escribo porque
detesto la política sucia de este país; porque aquí ocurrió el caso Ucchuraqay

This content downloaded from 190.236.217.188 on Sun, 13 Jan 2019 12:43:51 UTC
All use subject to https://about.jstor.org/terms
GIOVANNA MINARDI 45

y porque nunca fue esclarec


distas; escribo porque nunca e
tos derramamientos de sang
prisión; escribo porque es in
capital donde me cruzo con ni
haciendo el amor con viejas
mis narices inhalando terokal
podrían tentar aquí en la tierr
de respeto y amor; escribo po
a diario mueren o los hallan m
droga, el alcohol y por la fr
porque sé que la vida es mág
chispas de magia y fantasía. Y
tes, inventar rompecabezas y
y poemas, juguetes ácidos o du
porque, después de todo, creo
ser más justos y más buenos.

¿ Ves algunas diferencia en


últimas obras?

Claro, hoy me descubro más reflexivo. He madurado, mi prosa fluye con


más calma, mejor elaborada, acaso más musical, rítmica y más desenvuelta o
desenfadada. No he perdido intensidad ni arrebato, y menos la locura poética
imprescindible. Aún levito y me transporto a desconocidos mundos cuando
escribo y estoy en vena. No necesito fumar, ni drogas, no necesito tóxico
alguno; solo vivir enamorado de la vida. Acaso un café y una mínima opor-
tunidad para empezar a elevarme mientras escribo, a punto de que me salgan
alas. Una muestra de que voy bien en mi escritura es Faite , mi nueva novela,
y la hilera de cuentos que acabo de hacer. Soy estúpidamente feliz cuando
veo que continúo con mis facultades y que todavía espero de mí aún cosas
mejores... mi secreto: no envidiar a nadie ni esperar ninguna consagración.
Me encanta vivir fuera del bullicio y el aplauso, lejos de aquellos que se auto-
celebran con autohomenajes, tan propio de los peruanos. Incluso estoy fuera
de antologías hechas por peruanos, como si yo no existiera, o les apestara. Me
río de ellos. . . Sospecho que hasta me tienen miedo, ¿por qué será?

This content downloaded from 190.236.217.188 on Sun, 13 Jan 2019 12:43:51 UTC
All use subject to https://about.jstor.org/terms

You might also like