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EPSILON
Revista de la Sociedad Andaluza
de Educacion Matematica
THALES
a.
ISSN: 1431-9324
Afio 1970 -no 1k
43-47VIETA VERSUS ROOMEN
'A, GUSTAVO GONZALEZ GONZALEZ Faced de Quimica, Universe de Sella
‘Verdaderamente, lo que més placer
‘proporciona no es el saber, sino
1 estudiar; no la posesiOn, sino
la conquista; no el estar aqui
sino el llegar allé».
KARL FRIEDRICH GAUSS
El renacimiento europeo fue un periodo extremadamente brillante y renovador
para las Artes, Letras y Ciencias, etapa eminentemente eritioa donde se cuesto-
nnaron las bases floséficas que otrora sostuvieran el Medioevo. En tan esplendo-
rosa época vieron la luz obras tan notables y revolucionarias como: De Humani
Corporis Fabrica de Andreas Vesalius (1543), que demolié el anatomismo de Ga-
leno y se consttuy6 el primer tratado serio de Anatomia basado en la diseccién
humana; De Revolutionibus Orbium Coelestium de Nicolas Copétnico (1548), que
rompi6 con el sistema geocéntrico de Hiparco y Ptolomeo; Ars Magna sive de
Regulis Algebraicis de Girolamo Cardano (148), que fue sin duda el primer tata
do de algebra donde se expuso de manera ordenada y sistemdtica la resolucién
de las ecuaciones de tercer y cuarto grado; y como n9, Chrstianismi Restitutio
de Miguel Servato (1553) en la cual, aparte de toda protundidad teolégica, se des-
cribié por primera vez la circulaci6n pulmonar de la sangre.
Muchas de estas obras instaron a la controversia, yellas0 sus autores sufrieron
«el despecho y Ia reprobacién de los doctores de la Iglesia: A Vesalius, ala saz6n
‘médico de la Corte de Carlos V, le condené a muerte la Inquisicion espahola por
sus trabajos de anatomia en Italia, y, aunque la pena le fue conmutada por una
Peregrinacion a Jerusalem, el brazo inquisitorial se cobré su victima puesto que
a expereas de una enfermedad contraida en el transcurso del viaje, Vesalius dejé
este mundo. La obra de Copémico, publicada el afio mismo de la muerte de éste,
fue condenada como herética y prohibida en el decreto de la Congregacién del
Indice. A Miguel Serveto le condenaron, por sus escrites teol6gicos, tanto la Igle-
sia Romana como la Calvinista,y si bien la primera solo pudo quemero in efigie,
la segunda se encarg6 del ardiante suplicia in vivo del preclaro humanista espa-
iol... Por el contrario, la obra de Cardano, al no tratar temas que contraviniosen
las Escrituras 0 la moral establecida, goz6 del favor y prestigio de la clase mate-
matica y le lanzé y catapuit6 por encima de los mateméticos de su tiempo. De
todos modos, Cardano tampoco tuvo un final feliz. Hijo natural de un abogado
milanés, profesor en Milan, Pavia y Bolonia, two una existencia marcada par la
vitalidad y los excesos. Dedicado apasionadamente al estudio del esoterismo y
la Ciencia, fie! defensor de la Astrologia, cavd su propia tumba vaticinando su
muerte. Al legar el fatidico dia por! predicho y para no dejar a la astrologia en
ston 43‘ral lugar, no le quedé otro remedio que ayudar un poco a las estrellas sulcidan-
dose... Eran pues, tiempos felices para ol Arte de la Razén Inmaculada, el Algebra.
Los mateméticos italianos habian logrado resolver la ecuacién cuiica y la bicua~
dratica, estimulando con su éxito a no pocos algebristas a verse las caras con
fecuaciones de quinto grado y superiores (Hubieron de transcurrir mas de dos si
glos para que Paolo Ruffini y Nicolés Enrique Abel demostrasen la imposibilidad