MARTES, 12 OCTUBRE 1993 OPINIÓN LA VANGUARDIA 17

HORACIO SAENZ GUERRERO

Vientos
Que la vida les suspenda... y corrientes
BALTASAR PORCEL

E
n un artículo que publiqué en estas pá-

ginas hace días sobre los niños asesinos
parece que cometí algunos errores. Así
me ha sido comunicado por carta y por
teléfono. Sólo ha habido un anónimo. Era insul-
tante, claro. Afirmaba que sólo un vejestorio ca-
rrazón como yo es capaz de cargarse a la juven-
tud con tanta malevolencia. En una sola cosa
puede tener razón - n o digo que la tenga-, en lo
de vejestorio, pero también los vejestorios tene-
mos derecho a la libertad de expresión.
En cuanto a los errores, dije en el artículo que,
antes de cumplir 16 años, un chico americano
ha visto en la televisión 33.000 asesinatos. La
corrección precisa que los datos más fiables co-
rresponden a mozos de hasta 18 años y que al lle-
gar a esa edad han visto en televisión 200.000
actos de violencia y 40.000 asesinatos. Agradez-
co el suministro de esos datos más fiables. Tam-
bién agradezco otros datos, asimismo norte-
americanos, aunque ignoro su fiabilidad: du-
rante las 18 horas de transmisión de diez
cadenas, se proyecta un promedio de 1.85Oagre-
siones y ataques violentos.
T vencer la ignorancia, desterrar los fanatismos,
¿A qué conclusiones sociológicas han llegado
los especialistas? Se me informa de varias. Una
de ellas indica que los niños pueden creer que la
violencia es la solución más efectiva para mu-
chas situaciones difíciles, con la ventaja de que,
según muestran las imágenes de la pequeña pan-
talla, sus autores, a puñetazos o a tiros, consi-
guen lo que quieren. ¿Se ha observado en los ni-
ños algún efecto de las sistemáticas violencias
televisivas? Sí: hacen a los niños más agresivos,
propenden a meterse en peleas y a interrumpir
los juegos de los demás. Las investigaciones han
sido científicamente impecables y algunas de
ellas han seguido a los sujetos en estudio hasta
llegar a la madurez. ¿Qué se ha descubierto?
Que los adultos que de niños han visto mucha
violencia son responsables, en muy significativa
proporción, de conductas iracundas y de malos
tratos a sus hijos.
Lo que en España se sabe de su niñez y de su
adolescencia teleadictas tiene poca vuelta de
hoja: entre los 5 y los 15 años se están ante la tele
un promedio de 20 horas semanales y en el
transcurso ven otro tremendo promedio, un
centenar de brutalidades diarias. Ciertos dibu-
jos animados me han sido definidos como "ma-
gisterios de la agresividad". Naturalmente, hay
chicos que ven poca televisión, aunque no me-
nos de entre una y dos horas diarias. Componen
un elemento de juicio desconsolador las cifras
demostrativas de que gran parte de los menores
de edad preferirían entretenerse de modo dife-
rente. Les gustaría jugar con otros o salir con
amigos, principalmente, pero no pueden, sobre
todo en las ciudades. Los padres están poco en
casa y cuando están se dedican a sus asuntos o
andan cansados y se apoltronan frente al televi-
sor. Casi siempre con copas en la mano. Sus hi-
jos, condenados a estar solos incluso cuando es-
tán acompañados, no tienen de quién recibir.lo
que antes se llamaba buena crianza. Es difícil
verse con los amigos porque frecuentemente vi-
ven lejos; y no es posible jugar en las calles.
El nocivo influjo televisivo se ejerce, así, en
exclusiva sobre los espíritus en desarrollo. Me
reprochan que esté seguro de que ese influjo es
nocivo y de que la televisión que nos hacen sea
lo que en-el artículo precedente subrayé, la tele-
visión-basura, espejo de un país-basura. Tam-
bién me echan en cara que pretenda cargar a la
televisión las culpas de todas las salvajadas y to-
das las necedades que hacen nuestros jóvenes,
comprendidos los crímenes. No lo pretendo, en
modo alguno, y no parece que nadie disponga de
pruebas indiscutibles. Algo se debe reconocer,
sin embargo, y corroboran esa creencia los resul-
tados de unos trabajos de la Asociación Españo-
la de Pediatría según los cuales existe relación
directa entre la violencia en televisión y las con-
ductas agresivas. Más aún: la televisión ha origi-
nado una nueva patología en los niños.
Como complemento de cuanto llevo dicho,
estaría justificado esbozar las circunstancias
que, no necesariamente vinculadas con la infra-
cultura de la imagen, crean un mundo juvenil de
muy preocupantes características. Agazapados
en su torno están, parcialmente aludidos en el
artículo de referencia, los culpables de que se
nos vaya haciendo una juventud vacua, viciosa,
holgazana e irresponsable. Y decir eso no es
"cargarse a la juventud con malevolencia", es
consignar una realidad que tiene consecuencias
de pésima índole, una realidad que engloba par-
te de una generación en trance de perderse. Hay
otra mocedad, que me atrevo a llamar sana, que
me sirve de término de comparación.
A una juventud estudiantil de esa naturaleza
me dirigí no hace mucho en términos que ahora
creo apropiado reproducir muy resumidamen-
te. "Hay varias maneras de ser joven -dije- de la
misma forma que hay varias maneras de ser vie-
jo. Y vosotros, como cualesquiera otros con los
tejidos recién estrenados, podéis ser viejos. Lo
seréis si no sentís curiosidad por conocer bien
cuanto os rodea, de cerca o de lejos, los seres o
las cosas; si no experimentáis curiosidad por sa-
ber las razones y las causas de que unos y otros
son como son. Lo seréis si os falta coraje para
conquistar la generosidad. Seréis, en suma, vie-
jos si no os esforzáis por hacer menos injusto el
mundo o si no os importa que sea como es."
T •
Añadí que no hay nada malo en los jóvenes
que los mayores no hayan superado y que los jó-
venes no debieran perder jamás la oportunidad
de hacer felices a los demás, aunque a veces les
cueste no serlo ellos. Ensalcé los bienes de la lec-
tura, del estudio y, en suma, de los aprendizajes
indispensables para llegara ser persona, una de
cuyas más importantes facetas es la de ser ciuda-
dano, no sólo de la ciudad o del país, sino del
mundo, pero desde la solidaridad de un mundo
responsable gobernado por un verdadero orden
nuevo. Dije de este presunto orden nuevo que,
dígase lo que se diga, acoge como el orden viejo
las conveniencias políticas, los manejos de unos
y de otros, los odios de países, las matanzas de
pueblos. Todo ello se advierte en las cinco partes
del planeta, incluidos los cielos y las aguas. Se
mata, se esclaviza y se tortura.
Recordé entonces a aquel tan querido Josep
Maria Pi i Sunyer, quien tenía la buena costum-
bre de no suspender a sus alumnos de Derecho
Civil. Cuando algunos colegas se lo afeaban, res-
pondía: "Ya les suspenderá la vida".
Con los párrafos precedentes de cita propia
-ahora lo llaman "autocita"- he aspirado a de-
mostrar que nada me mueve contra los jóvenes.
Me entristece, eso sí, tanto como me indigna,
ver cuántas facilidades dan para que la vida les
suspenda:»
N
o resulta fácil adivinaren
qué pueden parar las re-
soluciones europeístas.
Es como el viaje de Co-
lón: se deseaba llegar a las Indias,
pero los cálculos matemáticos y geo-
gráficos eran equivocados, y al fin la
historia se saldó con el hallazgo de
un continente desconocido a través
de la declinación de unos vientos y
corrientes. Aquí pasará lo mismo:
las exigencias de la realidad se im-
pondrán sobre legislaciones univer-
salistas o coexistirán con ellas. Hay
ya quien sostiene que el tratado de
Maastricht resulta hoy obsoleto por
ser la última pieza de una maquina-
ria anterior a la caída del comunis-
mo. Lo ignoro. Europa tiene una tan
clara conciencia de la necesidad de
su.unión como de que el camino se
hará andando.
Ahora el Consejo de Europa, en
su reunión reglamentaria de jefes de
Estado y de Gobierno de los treinta
y dos países miembro, ha emitido
un comunicado muy exigente sobre
derechos humanos, sobre la libertad
del individuo, mientras el mismo
derecho es contemplado desde muy
lejos cuando se refiere a minorías
nacionales: se dice, por ejemplo,
que se les debe "permitir que desa-
rrollen su cultura", pero en sólo un
anexo del comunicado se indica que.
se establecerá un convenio marco:
¿Existe una contradicción entre tan-
ta protección personal y tan escasa
colectiva? Sin duda. Y en Cataluña
el tema suscita gestos dedesagrado y
escepticismo. Pero la tradición del
Consejo de Europa -que no se ins-
cribe directamente en la Comuni-
dad Europea, sino que circula en pa-
ralelo- ya va por ahí, es muy celoso
del uniformismo integracionista y,
por tanto, de los derechos generales
por encima de los que parcelan el
cuerpo social. Lo que tampoco está
mal: las tensiones abocan a la crea-
ción.
Pero Maastricht, que pretende
convertir la actual Comunidad en
una unión, preconiza otra cosa. O
complementa la realidad con otros
planes muy diferentes. Su artículo
128, pongo por caso, reza: "La Co-
munidad contribuirá al floreci-
miento de las culturas de los estados
miembro, dentro del respeto de su
diversidad nacional y regional, po-
niendo de relieve al mismo tiempo

Cámaras agrarias el patrimonio cultural común",

retraso. Ahora el Parlament tiene
JOAQUIM D'ABADAL 1 GUITART
una nueva oportunidad de legislar,
de unas instituciones cuyos oríge-
nes enraizan en el siglo pasado.
locales por extinguir es otra cues-
tión cuyo tratamiento requiere jus-
adoptando "previa consulta al Co-
mité de las Regiones medidas de fo-
mento, con exclusión de toda armo-
nización de las disposiciones legales
y reglamentarias de los estados
miembro". Con un añadido básico:
en lo que atañe a la subsidiariedad,

S
e inicia estos días en el Par-
lament de Catalunya la dis-
cusión de un nuevo proyec-
to de ley de Cámaras Agra-
rias. En otras ocasiones se ha
ocupado el Parlament de las cáma-
ras agrarias. Recordemos el célebre
acuerdo sobre su disolución, en que
las cámaras agrarias fueron utiliza-
das como instrumento de trueque
por el Gobierno de CiU para apla-
car las ansias de Esquerra Republi-
cana y evitar un acoso que podía
haber resultado fatal para la coali-
ción.
Más tarde el conseller Miró en-
vió al Parlament una ley de Cáma-
ras que aun habiendo sido aproba-
pero con una ley estatal de bases A las instituciones en general no
por medio que establece obligato- se las puede etiquetar para siem-
ria la existencia de las cámaras pro- pre. Son susceptibles de evolución
vinciales. Queda para la Generali- y aun de cambios bruscos y repenti-
tat la facultad de decidir en materia nos. Más siendo democráticas. Por
de cámaras locales, comarcales o ello resulta poco convincente y sec-
de cualquier otro ámbito diferente tario pretender negar credibilidad
al provincial. a las instituciones, e incluso la exis-
El secreto de la disputa de las cá- tencia, por unas páginas concretas
maras agrarias no es otro que la lu- de su historia.
cha por el control de la organiza- El conseller Marimon, puntual
ción del sector agrario, minoritaria con la cita que se encontró en su
parcela electoral, pero importante agenda, ha preparado su proyecto
fuente de estabilidad por su disper- de ley de Cámaras, lo ha discutido
sión territorial y su implicación en -pero no consensuado- con las or-
la Administración local. ganizaciones agrarias que se presu-
T men representativas y, con urgen-
El talante de los agricultores, em- cia, lo ha enviado al Parlament.
ticia y tacto. La Federación de Coo-
perativas y Unió de Pagesos se han
lanzado a la caza del patrimonio en
beneficio propio. La organización
profesional Iacsi-Asaja recomien-
da la creación de fundaciones que
se hagan cargo del patrimonio local
y lo administren en beneficio de to-
dos los agricultores del municipio.
La última palabra la tiene el Depar-
tament d'Agricultura, que ha pro-
metido someterse a la voluntad de
los agricultores. Los funcionarios y
empleados son otras facetas que
hay que abordar.
• f'rc.\ii/e/ile-lúíitor:
Queda, por último, considerar la
situación de algunos millares de
elástica y aún controvertida balanza
que debe regular y armonizar lo ge-
neral y lo particular, Maastricht es-
pecifica, artículo 3 B, que sólo se
justifica la intervención comunita-
ria si resulta más efectiva que la na-
cional o local. ¿Se ha enterado de
todo esto la España centralista, la
derecha anticatalana que a la vez se
proclama europeísta?»
LA VANGUARDIA
JAVIER GODO. CONDE DE GODO
Director General: Amonio Pique

da no ha llegado a entrar en vigor. presarios en definitiva, no coinci- El nuevo proyecto de ley de Cá- hombres que durante cerca de Directores Generales Adjuntos:

quince años han venido rigiendo .laume Francas y Esteban Sillué

En esa ley no sólo no se disolvían
las cámaras existentes, sino que al
margen de las locales y provinciales
ya existentes se creaban las cáma-
ras comarcales y una cúpula catala-
na. Todas estas iniciativas condu-
jeron a que el traspaso de cámaras
agrarias haya sido de lo que más se
ha hecho esperar y haya llegado
hace pocos meses con injustificable
día demasiado con los postulados
del Partido Comunista, el cual
pretendía, por medio de la organi-
zación estatal que inspiraba, la
Coordinadora de Agricultores y
Ganaderos (COAG), capitalizar la
representación del sector agrario.
Ante esta disparidad sin posible
avenencia se iniciaron las presio-
nes y el acoso para la disolución de
las cámaras agrarias. El argumento
maras, aparte de condenar a las cá-
maras (más de ochocientas en Ca-
taluña) a su desaparición, consiste
en una simple trasposición de la ley
de Bases estatal y supone la renun-
cia por parte de la Generalitat a
ejercer con imaginación su capaci-
dad de autogobierno. La ley catala-
na consagra la discriminación de la
ley estatal que niega el derecho a ser
elegidos e incluso al voto a numero-
los destinos de las cámaras. Man-
dato que recogieron por un periodo
de cuatro años y que por mor de las
trifulcas de los políticos han tenido
que ejercer durante quince. Tam-
bién en este caso.se requiere tacto y
sensibilidad.
La cuestión de las cámaras agra-
rias conjuga intereses diversos y
puede levantar pasiones. Es preciso
Director de Míirketing: Ángel García La Lisa
Director Arca Económica: Miguel A. Burgos
Director de Publicidad: Roldan Martínez
Dtor. de Planifíc. y Control: Franccsc Tci\idó
Director de Distribución: Joan Pons
Director de Personal: José Ramón Mauri
Director de Compras: Jaunie Vilarrasa
Adjunto Dirección General: Dídac Soto
Proyectos Industriales: Nicolás Snlom
Delegaciones comerciales; Barcelona: Pelayo, 2X
(OHUOij. Tel. JOl-54-54. Fax: JIS-55-X7
Lincoln. 2V (OHOM). Tel. 4I5-V2-M.

JOAQUIM D'ABADAL I de mayor contundencia que esgri- sos y cualificados titulares de ex- actuar con serenidad y justicia y so- Fax: 415-28-45
Dch-xaáñn Madrid: Otfiíemh, 23 (2H006).
GUITART, presidente del Instituí mieron los apóstoles de la disolu- plotaciones agrarias. breponer a todo los intereses del Tel. Vi/411-01-0?, l'a.x: 91/562-16-24
Agrícola Cátala de Sant hidre (Asaja) ción era la condición "franquista" Los patrimonios de las cámaras sector agrario en su conjunto.»