Professional Documents
Culture Documents
Cita al menos dos conflictos que crees que se producen, han producido o
pueden producirse en el sistema escolar del Estado Español (pueden ser
conflictos ideológicos, de clase, de mayorías-minorías, etc.) e indica, en
tu opinión: ¿qué reformas podrían realizarse en nuestro modelo escolar
para solucionar -o al menos suavizar- esos dos conflictos?
Uno de los conflictos que se están produciendo en España cada vez con
mayor frecuencia es el conflicto padres-escuela. Observamos cómo en los medios
de comunicación aparecen a menudo noticias de padres que han denunciado o
incluso agredido a un profesor porque éste ha suspendido a sus hijo o le ha
regañado en clase por su comportamiento. Mi propuesta para intentar solucionarlo
sería dictar leyes de protección al profesorado más estrictas, así los profesores se
sentirán más respaldados por la Ley.
El segundo conflicto que también es frecuente en España es el del propio alumno
con la libertad de acudir a la escuela. Si la escuela está al servicio del alumno se
supone que el alumno puede decidir si acude o no a ella. Esto suele ocurrir sobre
todo a partir de los niveles de educación secundaria. Aquí la solución es
complicada, ya que a un alumno de 14 o 15 años no se le puede obligar como a un
niño pequeño a que vaya al colegio. La única propuesta razonable es mantener una
conversación con el alumno que no acude al colegio intentando darle motivos que le
inciten o le motiven a ir a clase, nunca obligándole para que no se sienta
presionado.
Para realizar esta actividad he utilizado un interesante artículo titulado: En China, niños
entre 12 y 17 años fabrican juguetes en condiciones de esclavitud que aparece en el
siguiente link http://www.rel-uita.org/internacional/trabajo_esclavo.htm
Aquí se denuncia cómo jóvenes chinas de entre 12 y 17 años trabajan entre 14 y 18
horas, disponen de 15 minutos para comer y solamente cuatro horas para dormir
hacinadas en cuchitriles de la propia fábrica.
Trabajan sin levantar cabeza y sin poder hablar entre ellas y son registradas al final del
día para comprobar que no han robado nada. Se dedican a montar y empaquetar
muñecos de plástico por un sueldo de 90 euros al mes, del que los jefes descuentan
gastos de comida y alojamiento. Si las trabajadoras quebrantan las normas o no rinden
lo esperado se les penaliza reduciendo el sueldo o los 8 días de vacaciones que tienen al
año. En muchas ocasiones las trabajadoras sufren de problemas en la vista o de anemia,
ya que solo se les da de comer un plato de arroz al día.
Existen cientos de miles de factorías de mano de obra baratas repartidas por todo el país.
Medio centenar de empresas españolas subcontratan fábricas chinas de este tipo para
llevar sus productos a Occidente al mejor precio.
El panorama en China es un círculo vicioso, ya que las multinacionales europeas o
americanas no responden por las condiciones de sus fábricas en el Tercer mundo y a los
gobiernos locales les interesan las inversiones extranjeras y no se preocupan de los
medios usados para conseguirlo.
Como conclusión incluiré una cita textual del artículo que define perfectamente cuál es
la relación entre Primer y Tercer mundo en este caso:
“No existe un lugar mejor para ver hasta qué punto el pueblo chino está pagando con
sudor y con lágrimas que la ropa, los electrodomésticos o los juguetes que compran los
occidentales se vendan lo más barato posible. Así suena la matraca incesante de la ley
del made in China: montar, empaquetar, montar, empaquetar”.