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PRINCIPIOS RECTORES DEL PROCESAMIENTO EN LA JURISDICCIÓN

ESPECIALIZADA PENAL DE LA ADOLESCENCIA.

PRINCIPIOS RECTORES.

Principios son aquellas directivas y orientaciones generales en que se funda cada

ordenamiento jurídico procesal y "...en la medida que extraen de su determinado contexto

normativo, expresan valoraciones de la respectiva comunidad, y deben interpretarse, por tanto,

en un sentido armónico con las necesidades propias del tiempo y del lugar en que han de

aplicarse... "

En el sistema penal del adolescente rigen principios que toman como base la

consideración del mismo como sujeto prevalente del derecho y la defensa de su interés como

asunto prioritario, por su condición de persona en proceso de desarrollo y por ende vulnerable.

La eficaz y oportuna protección de sus intereses, la rápida cristalización de sus derechos

exige limitar la intervención penal a su respecto, por medio de garantías sustantivas y

procesales, basadas en criterios informadores sustancialmente distintos a los imperantes en las

normas comunes. Este plus lo convierte en una jurisdicción especializada.

PRINCIPIOS DE INOCENCIA.

Se establece que se presumirá inocente al adolescente a quien se le impute la comisión

de un hecho mientras no se pruebe su culpabilidad conforme a la ley. La prueba de culpabilidad

es requisito esencial para la imposición de una sanción, esa carga corresponde al Estado

La Corte IDH ha señalado que este principio exige que una persona no pueda ser

condenada mientras no exista prueba plena de su responsabilidad penal. Si obra contra ella

prueba incompleta o insuficiente, no es procedente condenarla, sino absolverla.

En aplicación del principio de inocencia es que los adolescentes detenidos en espera de

juicio, deben estar separados de los declarados culpables.


PRINCIPIO DE INVIOLABILIDAD DE LA DEFENSA.

Principio de Inviolabilidad de la defensa Dentro del sistema penal acusatorio el principio

de inviolabilidad de la defensa es una garantía procesal fundamental. Es indispensable que al

menor de edad se le dote de asistencia letrada (un abogado defensor) en todos los actos

procesales, el cual debe darse desde el momento en que se inicia la investigación policial.

Correlativamente, se crea la obligación del Estado de proveerle de un defensor público

especializado cuando el menor infractor no tuviere o no pudiere pagar uno particular. Este

principio se encuentra plasmado en el artículo 40.2.b.i.ii de la Convención sobre los Derechos

del Niño, que expresamente indica lo siguiente: “Que será informado sin demora y directamente

o, cuando sea procedente, por intermedio de sus padres o sus representantes legales, de los

cargos que pesan contra él y que dispondrá de asistencia jurídica u otra asistencia apropiada en

la preparación y presentación de su defensa”.

PRINCIPIO DE LA JURISDICCIONALIDAD.

Ley Nº 1680 Artículo 51.- DE LA REVISIÓN DE LAS DECISIONES.

Las decisiones de la Consejería Municipal por los Derechos del Niño, Niña y

Adolescente (CODENI) referidas en el inciso

a) del artículo anterior, podrán ser revisadas por la autoridad judicial a pedido de los

padres, tutores o responsables del niño o adolescente.

b) El Juez de la Niñez y la Adolescencia de la jurisdicción que corresponda, podrá

revocar las decisiones de la Consejería Municipal por los Derechos del Niño, Niña y

Adolescente (CODENI), relativas al inciso

c) del artículo anterior.

PRINCIPIO DE CONTRADICCIÓN

Debe asegurarse que el adolescente pueda interrogar o hacer que se interrogue a testigos

de cargo y obtener la participación e interrogatorio de testigos en su favor en condiciones de

igualdad." (Art 40.2 b).


El adolescente no debe ser obligado a declarar. En otros términos, no debe ser compelido

a suministrar elementos de cargo.

DERECHO A NO SER OBJETO DE INJERENCIAS ARBITRARIAS.

Nadie será objeto de injerencias arbitrarias en su vida privada, ni su familia, ni cualquier

entidad, ni de ataques a su honra o su reputación. Toda persona tiene derecho a la protección

de la ley contra tales injerencias o ataques.

Asimismo, el artículo 17 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos,

adoptado por la Asamblea General de las Naciones Unidas, consagra, al respecto, lo siguiente:

1. Nadie será objeto de injerencias arbitrarias o ilegales en su vida privada, su familia,

su domicilio o su correspondencia, ni de ataques ilegales a su honra y reputación;

2. Toda persona tiene derecho a la protección de la ley contra esas injerencias o esos

ataques.

En el ámbito regional, el artículo 11 de la Convención Americana sobre Derechos

Humanos o Pacto de San José de Costa Rica, establece una norma de protección de la honra y

dignidad, al señalar:

1. Toda persona tiene derecho al respeto de su honra y al reconocimiento de su dignidad;

2. Nadie puede ser objeto de injerencias arbitrarias o abusivas en su vida privada, en la

de su familia, en su domicilio o en su correspondencia, ni de ataques ilegales a su honra o

reputación;

3. Toda persona tiene derecho a la protección de la ley contra esas injerencias o esos

ataques.

PRINCIPIO DE LEGALIDAD PROCESAL.

El principio de legalidad se expresa en su ámbito formal con el aforismo: nullum crimen,

nulla poena sine lege, procedente de Beccaria y Feuerbach, el cual supone que solo la ley previa

aprobada por la soberanía del Parlamento puede definir las conductas que se consideran

delictivas y establecer sus penas.


Esta doctrina implica para la mayoría de los autores contemporáneos, la prohibición de

la interpretación analógica, la proscripción de la creación de tipos penales por medio del

derecho consuetudinario y la inaplicación retroactiva de la ley penal. Pero esta retroactividad

reconoce una importante excepción que es el efecto retroactivo de la ley más benigna.

Para Luzón Peña, el principio de intervención legalizada o de legalidad sirve para evitar

el ejercicio arbitrario e ilimitado del poder punitivo estatal.

PRINCIPIO DE IMPUGNACIÓN.

“La palabra impugnación proviene del latín impugnare e impugnatio que significan

atacar y ataque, asaltar y asalto, combatir y combate”. Al respecto, y en un aspecto técnico

jurídico, Rivas explica que la impugnación distingue tres sentidos básicos para su distinción:

uno lato, otro estricto, y un tercero técnico-procesal.

En el primero de los casos, considera que impugnar es toda actividad que en el derecho,

se halla destinada a cuestionar una situación ya sea fáctica o jurídica.

En sentido estricto. La impugnación únicamente puede darse ante la presencia de un

acto o conducta de la autoridad judicial, pública o administrativa contra el que reacciona el

afectado. Así puede encuadrar su peticionar dentro del procedimiento respectivo y mediante la

utilización o empleo de los recursos que las leyes le otorguen.

PRINCIPIO DE ESPECIALIDAD.

El principio de especialidad que enmarca el proceso penal de la adolescencia, en razón

del reconocimiento de la niñez o adolescencia como la etapa de la vida en la que las personas

se encuentran en plena evolución intelectual, emocional y moral, sin haber culminado el

proceso integral de formación para la vida adulta, le confiere el otorgamiento de cuidados y

asistencias especiales.

La especialidad del proceso de menores es de indudable exigencia normativa de todo

orden.
Los Tratados de Derechos Humanos, incorporados a nuestra normativa constitucional,

así lo disponen cuando por ejemplo la Convención Internacional sobre los Derechos del Niño,

en el artículo 40., instaura que los Estados Partes tomarán todas las medidas apropiadas para

promover el establecimiento de leyes, procedimientos, autoridades o instituciones específicas

para los niños de quienes se aleguen que han infringido las leyes penales. En el mismo sentido

la Convención Americana de Derechos Humanos prescribe que cuando los menores puedan ser

procesados, deben ser separados de los adultos y llevados ante tribunales especializados (Art.

5.)

DERECHO A LA PROTECCIÓN DE LA INTIMIDAD.

Es oportuno recordar que el principio de publicidad del proceso establecido en la

Convención Americana de Derechos Humanos (Art. 8.,) tiene limitaciones especiales en el

régimen penal de la adolescencia, donde debe prevalecer la confidencialidad de los expedientes

y la prohibición de difundir cualquier información que permita identificar al adolescente

acusado de infringir leyes penales.

Al respecto la Convención Internacional sobre los Derechos del Niño establece: "Se

respetará plenamente su vida privada en todas las fases del procedimiento..." (Art. 40. 2b)

Se le debe garantizar, en todas las fases del procedimiento, respeto a su vida privada,

prohibiendo la difusión de cualquier información que permita identificarlo.

Los expedientes de las causas penales deben ser confidenciales, sin que exista

posibilidad de que accedan a ellos terceras personas.

PRINCIPIO DEL INTERÉS SUPERIOR DEL NIÑO

El artículo 3" de la Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos del Nino

enfatiza expresamente sobre el Principio del Interés Superior del Niño, que constituye a la vez

elemento rector en materia y decisivo de las situaciones planteadas en los Tribunales. Este

principio constituye una constante en varias disposiciones del referido instrumento

internacional.
Si bien no se encuentra definido el referido principio, el Juez de la Niñez y la

Adolescencia debe otorgar la adopción solo cuando la misma sea en beneficio del niño o

adolescente, según las circunstancias de cada caso (máxima singularidad), como el criterio

capaz de conjugar las necesidades del niño.

En materia de adopción el art. 21 de la referida Convención, dispone que los Estado

Partes reconocen o permiten el sistema de adopción, cuidaran de que el interés superior del niño

sea la consideración primordial.

Igualmente, el artículo 2" De la Ley 1.136197, "De Adopción", establece expresamente

que la adopción se otorga como medida de carácter excepcional de protección al niño y se

establece en función de su interés superior. Razón por la cual siempre que la adopción ofrezca

ventajas para el adoptado, cuidando especialmente de que el niño, la niña o adolescente,

encuentre padres adoptantes idóneos y que la adopción se realice en beneficio del adoptado,

podrá otorgarse la misma (la adopción).

El principio del interés superior del niño en nuestro país posee rango constitucional, de

conformidad a la norma del artículo 54, in fine, de la Constitución Nacional: "Los derechos del

niño, en caso de conflicto, tienen carácter prevalente ".

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