You are on page 1of 36

FERTILIZACIÓN QUÍMICA DEL MAÍZ, SU

IMPACTO EN EL RENDIMIENTO Y EN LOS


COSTOS DE PRODUCCIÓN
BERTHA SOFÍA LARQUÉ SAAVEDRA
AGUSTÍN LIMÓN ORTEGA
MARTHA BLANCA GUADALUPE IRIZAR GARZA
MARGARITA DÍAZ VALASIS

ISBN: 978-607-37-0831-9

Instituto Nacional de Investigaciones Forestales


Agrícolas y Pecuarias
Centro de Investigación Regional Centro
Campo Experimental Valle de México
Coatlinchán, Texcoco, Estado de México

Folleto Técnico Núm. 2 Noviembre 2017


SECRETARÍA DE AGRICULTURA, GANADERÍA,
DESARROLLO RURAL, PESCA Y ALIMENTACIÓN

Lic. José Eduardo Calzada Rovirosa


Secretario

Lic. Jorge Armando Narváez Narváez


Subsecretario de Agricultura

M. en C. Ricardo Aguilar Castillo


Subsecretario de Alimentación y Competitividad

Lic. Mely Romero Celis


Subsecretario de Desarrollo Rural

Lic. Marcelo López Sánchez


Oficial Mayor

INSTITUTO NACIONAL DE INVESTIGACIONES


FORESTALES, AGRÍCOLAS Y PECUARIAS

Dr. Rafael Ambriz Cervantes


Encargado del Despacho de la Dirección General

Dr. Raúl Gerardo Obando Rodríguez


Coordinador de Investigación, Innovación y Vinculación

M. en C. Jorge Fajardo Guel


Coordinador de Planeación y Desarrollo

M. en C. Eduardo Francisco Berterame Barquín


Coordinador de Administración y Sistemas

CENTRO DE INVESTIGACIÓN REGIONAL


CENTRO

M. en C. Francisco Javier Manjarrez Juárez


Director Regional

M. en C. Marco Antonio Audelo Benítez


Director de Investigación

C.P. Arturo Flores Sánchez


Director de Administración

Dra. Patricia Rivas Valencia


Jefe del Campo Experimental Valle de México
Fertilización Química Del Maíz, Su
Impacto En El Rendimiento Y En Los
Costos De Producción

BERTHA SOFÍA LARQUÉ SAAVEDRA1


AGUSTÍN LIMÓN ORTEGA2
MARTHA BLANCA GUADALUPE IRIZAR GARZA 3
MARGARITA DÍAZ VALASIS4

Investigadores del Programa de 1 Economía, 2 Trigo, 3 Biofertilizantes y 4Fitopatología.

INSTITUTO NACIONAL DE INVESTIGACIONES FORESTALES,


AGRÍCOLAS Y PECUARIAS
CENTRO DE INVESTIGACIÓN REGIONAL CENTRO
CAMPO EXPERIMENTAL VALLE DE MÉXICO
Coatlinchán, Texcoco, Estado de México
Fertilización Química Del Maíz, Su
Impacto En El Rendimiento Y En Los
Costos De Producción

Instituto Nacional de Investigaciones Forestales,


Agrícolas y Pecuarias.
Progreso Núm. 5,
Barrio de Santa Catarina,
Delegación Coyoacán,
C. P. 04010, México D. F.
Tels.: (55) 3871 – 8700 y 01 (800) 088 2222

ISBN: 978-607-37-0831-9
Folleto Técnico Núm. 2
Hecho en México

No está permitida la reproducción total o parcial de esta publicación, ni la transmisión


de ninguna forma o por cualquier medio, ya sea electrónico, mecánico, por fotocopia, por
registro u otro método, sin el permiso previo y por escrito de la institución.
Índice

Página

Introducción 7

1. Factores que influyen en el rendimiento de


los cultivos 7
1.1.Clima 7
1.2. Suelo 8

2. Fertilizantes, abonos y biofertilizantes 12


2.1. ¿Qué es un fertilizante? 13
2.2. Tipos de fertilizantes químicos 13
2.3. ¿Cómo calcular los kilos de nutrientes
de fertilizantes químicos? 17
2.4. Abonos 18

3. Ventajas y desventajas de los abonos y


fertilizantes químicos 21
3.1. Biofertilizantes 21

4. Rendimientos y costos de producción 22

5. Recomendaciones 27

6. Conclusiones 31

7. Bibliografía 32
Introducción

El Campo Experimental Valle de México (CEVAMEX) del


Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias
(INIFAP), desarrolló un trabajo de transferencia en el Estado de México
para dar a conocer los beneficios del biofertilizante micorrizado.
Se contactó a varios productores agrícolas que siembran maíz en
superficies de temporal, con quienes se realizaron reuniones de
discusión, cursos y talleres-prácticos. Se les aplicaron cuestionarios y
se establecieron parcelas demostrativas. Se obtuvo información directa
de 55 productores pertenecientes a los Centro de Apoyo al Desarrollo
Rural (CADER) de Amecameca, Atlautla, Chalco y Juchitepec, en el
Estado de México. Estos productores aportaron datos de su manejo
agronómico y expresaron su interés sobre los temas de dosis de
fertilizantes químicos, biofertilizantes, abonos orgánicos y su relación
con la calidad del suelo y el rendimiento del cultivo.

Con la intención de contribuir a resolver esas inquietudes, este


folleto conjunta los resultados de algunas investigaciones realizadas
por el INIFAP y reúne información de trabajos realizados por otras
instituciones, para lograr cumplir con los objetivos de este folleto.
Objetivos: 1. Ofrecer información acerca de algunos de los factores
agronómicos y del medio ambiente que influyen en el rendimiento de
los cultivos. 2. Proporcionar información de la clasificación de los suelos
agrícolas y su relación con el rendimiento. 3. Señalar los beneficios del
uso de abonos orgánicos y de los biofertilizantes. 4. Mostrar la relación
entre las variables dosis de fertilización, rendimiento y costo financiero.

1. Factores que influyen en el rendimiento del maíz

Los factores que influyen en el rendimiento de cualquier cultivo


son numerosos, entre ellos hay una dependencia mutua y al cambiar
tan solo uno de ellos, los otros responden positiva o negativamente.
Algunos de estos factores son dados por la naturaleza, por lo que la
mano del hombre solo puede, en algunos casos, aminorar sus efectos
en las plantas. La fertilización química, el cuidado del suelo, el uso de
abonos, son algunas de las labores que el hombre puede realizar para
incidir en el rendimiento de los cultivos.

De acuerdo con los objetivos del presente trabajo, se discuten


a continuación algunos aspectos de clima, suelo y fertilización.

1.1. Clima

La actividad agrícola, como muchas otras, actualmente enfrenta


un problema que en los últimos tiempos se ha venido agravando; el
cambio climático. Éste influye en la temperatura y precipitaciones
pluviales, así como en la variabilidad de éstos (IPCC, 2007). En los

Fertilización química del maíz, su impacto en el rendimiento y en los costos de producción 7


últimos años se han vivido periodos prolongados de sequía seguidos
por lluvias torrenciales.

• Sequía. Es un fenómeno que consiste en la ausencia de lluvia


durante el desarrollo del cultivo y se presenta por un
periodo suficientemente largo que afecta el rendimiento de
los cultivos. Una de las alternativas de manejo agronómico
que permite reducir los efectos de sequía, se desarrolló en
los Estados Unidos de América (EUA) en los años 40’s.
Consiste en el levantamiento de bordos a lo largo del surco
para formar diques y de esta manera retener el agua de
lluvia, evitando que escurra a las partes más bajas. Además
de diques, también se le ha denominado como sistema de
pileteo, estribos, etc. El éxito de esta tecnología traducido
a rendimiento final en áreas de baja precipitación, depende
al menos, de un evento de lluvia de fuerte intensidad.
Afortunadamente algunos productores innovadores no solo
han rescatado esta tecnología, sino que también la han
aplicado a otros cultivos como el trigo.

• Heladas. Es una condición que existe cuando la temperatura


ambiental de la superficie cae por debajo de los ceros
grados. Existen al menos dos tipos de heladas, las blancas
y las negras, y pueden presentarse de manera indistinta.
Dependiendo de su intensidad, el efecto en las plantas
puede ser mortal.

Observaciones empíricas permiten afirmar que dependiendo


de la intensidad de este fenómeno, el efecto de heladas tempranas
puede reducirse si el desarrollo del maíz no ha excedido la etapa de
cinco o seis hojas. Estas observaciones es en parcelas contiguas; una
recientemente ‘movida’ (o aporcada) y otra sin mover, el resultado es que
ésta segunda es menos susceptible a ser dañada. Lamentablemente, el
aporque es una práctica generalizada que no puede excluirse con el fin
de prevenir los efectos de posibles heladas tempranas.

1.2. Suelo

Algunos investigadores apuntan que el suelo no debe


concebirse como un sustrato que puede mejorarse al añadirle
fertilizantes, sino como un recurso viviente y autorrenovador. El suelo es
la capa que cubre la superficie de la tierra. Para lograr que sea un suelo
de calidad, requiere estar en condiciones óptimas en términos físicos,
químicos, biológicos e hidrológicos. El suelo da soporte a las plantas
en forma de una capa permeable para las raíces y es una especie de
depósito para los nutrientes y el agua. Dependiendo de su composición,
los suelos tienen diferente capacidad para proveer nutrientes a los
cultivos.

8 Fertilización química del maíz, su impacto en el rendimiento y en los costos de producción


En los municipios de los CADER donde se aplicaron los
cuestionarios, se cuenta con suelos: leptosol y fluvisol en Chalco,
principalmente regosol en Juchitepec, regosol, leptosol y un poco de
fluvisol en Amecameca, leptosol y regosol en Atlautla (Escamilla et al.,
2008).

Los regosoles son suelos formados por material suelto,


con frecuencia son someros y pedregosos; se localizan en zonas
montañosas y lomeríos. El leptosol es de escasa profundidad (menor
de 30 cm), lo que los vuelve áridos. Los fluvisoles son de origen fluvial,
lacustre o marino (Escamilla et al., 2008).

De acuerdo con un estudio hecho por investigadores del


INIFAP, los suelos leptosol son de potencial bajo para la producción
de maíz. Regosol y fluvisol son de mediano potencial. Atlautla en la
parte occidente tiene suelos de mediano potencial, mientras que la
parte oriente la mayoría de su suelo es no apto para la siembra de
maíz. Amecameca tiene suelos no aptos al oriente, y suelos de
mediano potencial en la parte centro y occidente (fluvioles y regosoles).
Juchitepec tiene suelos no aptos en la parte nororiente y en el sureste,
centro y noreste suelos medianos (regosoles), Chalco tiene suelos
medianos al suroriente, los demás son suelos urbanos (Sotelo et al.,
2016).

• Salud y calidad suelo. Se dice que un suelo tiene buena


salud cuando cuenta con materia orgánica, con diversos
organismos y productos microbianos. Las definiciones más
recientes apuntan que un suelo tiene buena calidad cuando
cumple con múltiples funciones como sostenimiento de la
productividad de plantas y animales, manutención y mejora
de la calidad del aire y del agua; además de un manejo
agronómico adecuado. Los suelos tienen propiedades
físicas, químicas y biológicas, que tienen que ver con su
calidad.

Las propiedades físicas que pueden ser utilizadas como


indicadores de la calidad del suelo, son aquéllas que reflejan
la manera en que este recurso acepta, retiene y transmite
agua a las plantas; así como las limitaciones que se pueden
encontrar en el crecimiento de las raíces, la emergencia de
las plántulas, la infiltración o el movimiento del agua dentro
del perfil (Bautista et al., 2004).

Dentro de los aspectos físicos que limitan la producción


óptima de cultivos, está la superficialidad de los mismos
(suelos delgados), la cual se agrava con el sistema tradicional
de siembra que consiste en abrir un surco para depositar la
semilla en el fondo. Con esta práctica, las raíces disponen de

Fertilización química del maíz, su impacto en el rendimiento y en los costos de producción 9


un volumen limitado de suelo para el aporte de nutrientes y
almacenamiento de agua.

Como alternativa tecnológica se sugiere el cambio del


sistema de siembra, es decir la siembra en camas que ya
se aplica extensivamente a otros cultivos (trigo y cebada
principalmente) en regiones del Altiplano (Zumpango,
Estado de México y Nanacamilpa y Tlaxcala). Esta alternativa
consiste en sembrar sobre el lomo del surco, lo cual permite
explorar un mayor volumen de suelo, reduciendo efectos de
sequía o exceso de agua. Dado que esta tecnología tiene
implícita la exclusión del aporque, no sólo se pueden reducir
los efectos de sequías o excesos de agua, sino también de
heladas tempranas.

Los indicadores químicos se refieren a las condiciones que


afectan las relaciones suelo – planta. Algunos indicadores
son la disponibilidad de nutrimentos, el pH, la conductividad
eléctrica, la materia orgánica que define la fertilidad del
suelo; la estabilidad y erosión (Bautista et al., 2004).

El pH indica si el suelo es ácido, neutro o, básico o alcalino.


Se interpreta de la siguiente manera: se mide en una escala
que va de 0 a 14. Inferior a 7, es un suelo ácido, 7 es suelo
neutro y mayor a 7 es suelo básico o alcalino. En general, los
valores de pH son más altos en los meses fríos y húmedos
de invierno y menores durante los días calientes y secos del
verano. En suelos ácidos, entre más baja sea la calificación,
más alta es la acidez.

Un suelo ácido es pobre en calcio, magnesio, potasio.


Los microorganismos se reducen al igual que el fósforo
disponible. Un suelo básico o alcalino dependiendo del nivel,
puede disminuir la absorción de fósforo y de la mayor parte
de los micronutrientes (Espinoza et al., s.a). Un pH neutro es
un suelo adecuado para la mejor absorción de nutrientes y
desarrollo de las plantas, sin embargo, cada cultivo requiere
un pH determinado. Para el maíz el pH apropiado puede ser
de 6.5 (Espinoza et al. (s.a)).

Una de las mediciones que integra la calidad total del suelo


es el contenido de materia orgánica (MO) y de la cual
provienen, los nutrientes que mayormente consume la planta.
Una herramienta generalizada de diagnóstico de materia
orgánica es el color del suelo. Aquéllos que tienden a ser
obscuros cuando están relativamente húmedos, se pueden
presuponer como de buen contenido de materia orgánica,
mientras que los claros son típicamente más pobres.

10 Fertilización química del maíz, su impacto en el rendimiento y en los costos de producción


El contenido de materia orgánica en el suelo depende de
muchos factores incluyendo el clima; por ejemplo, si las
temperaturas promedio son históricamente altas, menor es
el contenido de materia orgánica y viceversa.

Dada la importancia de la materia orgánica, uno de los


objetivos de todo productor debe ser mejorar el suelo para
que éste mantenga al menos su nivel actual. La estrategia
comúnmente recomendada para lograrlo, consiste en la
incorporación al suelo de los residuos de cosecha. Es
conveniente que esta práctica se realice inmediatamente
después de la cosecha para dar tiempo a que se
descompongan y no interfieran físicamente en la siembra del
siguiente ciclo agrícola. Otra recomendación para mejorar el
suelo, es reducir las operaciones de preparación del terreno.

Otros indicadores de la calidad del suelo que generalmente


pasan desapercibidos son los biológicos. Éstos integran
gran cantidad de factores que afectan la calidad del suelo,
como: la abundancia de micro y macroorganismos, incluidas
bacterias, hongos, diferentes tipos de gusanos (nematodos,
anélidos), lombrices, insectos, arácnidos, etc. En conjunto
cumplen con funciones como la respiración, dotar de
ergosterol que funciona como un antifúngico y ayudan a la
descomposición de los residuos vegetales, del nitrógeno y
carbono.

Los análisis de suelo, arrojan resultados sobre las


características físicas y químicas, que se relacionan con la
fertilidad del suelo y sus necesidades de fertilización con
base en nitrógeno y fósforo.

• Problemas del suelo. El suelo presenta problemas cuando está


erosionado o degradado. La erosión se entiende como la
pérdida de suelo. El viento y el agua son dos factores que
generan esta pérdida cuando los suelos no tienen vegetación,
o bien, cuando están muy sueltos. Este problema es de los
más graves. La degradación se relaciona con la pérdida de
sus características físicas y químicas que impiden cumplir
con su función. Este deterioro de sus características se
puede dar por diferentes causas, entre las que destacan:
prácticas agrícolas inadecuadas y acciones meteorológicas.
El cambio climático está influyendo, las altas temperaturas
afectan la materia orgánica e incluso han generado aridez.
Al haber poca humedad en los suelos, la disponibilidad y
transporte de nutrientes disminuye.

Fertilización química del maíz, su impacto en el rendimiento y en los costos de producción 11


De los diferentes tipos de suelo que se identifican en el Estado
de México, algunos son más susceptibles a la erosión, por lo
que su manejo adecuado y conservación, son necesarios.
Entre esos suelos se encuentran leptosol, luvisol y regosol
(Escamilla et al., 2008). Debido a ello, los municipios de
Chalco, Amecameca, Atlautla y Juchitepec, tiene suelos con
potencial para la erosión; de ellos, el municipio Juchitepec,
sobresale por su actividad productiva (Escamilla et al., 2008).

Se identifica que la agricultura con prácticas inadecuadas de


producción, como el riego excesivo, la quema de residuos
de cosecha, el exceso de labranza y la falta de prácticas
de conservación de suelo y agua, contribuye a la erosión
(Escamilla et al., 2008).

• Fertilidad del suelo. Es la capacidad de proveer a las plantas


los nutrientes en condiciones óptimas y balanceadas en el
momento requerido. El concepto incluye la integración de
características físicas, químicas y biológicas. La fertilidad
influye en la productividad de los suelos.

Los principales factores determinantes de la fertilidad del


suelo son: la materia orgánica, biomasa microbiana, la
textura, la estructura, la profundidad, el contenido de los
nutrientes, capacidad de adsorción, la reacción del suelo y
la ausencia de los elementos tóxicos (por ejemplo: aluminio
libre).

2. Fertilizantes, abonos y biofertilizantes

“Todos los suelos tienen alimentos para las plantas; sin


embargo, en muchas ocasiones son escasos o no pueden ser
absorbidos por las raíces. Por eso, es necesario aplicar abonos o
fertilizantes químicos”. Los suelos pueden ser naturalmente pobres en
nutrientes, o pueden llegar a ser deficientes debido a la extracción de
los nutrientes que hacen los cultivos a lo largo de los años, o cuando
se utilizan variedades de rendimientos altos, las cuales son más
demandantes en nutrientes que las variedades locales.

Los nutrientes que requieren las plantas durante su desarrollo


los toman del aire, agua y del suelo. Del aire toman carbono (C), del agua
toman hidrógeno (H) y oxígeno (O), y del suelo, nitrógeno (N), fósforo
(P), potasio (K), definidos como macronutrientres. Del suelo toman
también calcio (Ca), magnesio (Mg), azufre (S), hierro (Fe), manganeso
(Mn), zinc (Zn), cobre (Cu), boro (B), molibdeno (Mo) y cloro (Cl) que
son micronutrientres. Los macronutrientes se necesitan en cantidades
mayores que los micronutrientes. Los fertilizantes químicos ofrecen
macro y micronutrientres disponibles para que las plantas los absorban.

12 Fertilización química del maíz, su impacto en el rendimiento y en los costos de producción


2.1. ¿Qué es un fertilizante?

Cualquier material natural o industrializado que contenga al


menos, cinco por ciento de uno o más de los tres nutrientes primarios
(N, P, K). La mejor respuesta al uso de fertilizantes se obtiene si el
suelo tiene un nivel elevado de fertilidad. Los fertilizantes pueden ser:
orgánicos o químicos. Los fertilizantes orgánicos conocidos como
abonos, pueden ser de origen animal o vegetal, como el estiércol, la
lama de borrego, la gallinaza y el rastrojo, que se agregan al suelo
y ayudan a mejorar la humedad, la aireación y la retención del
mismo, adicionalmente se enriquece la composición natural de la
tierra. Particularmente para el caso del estiércol de animales, antes
de aplicarse al suelo, es importante que se deje secar para permitir
que el nitrógeno se fije provisionalmente en el suelo. Los fertilizantes
químicos son compuestos inorgánicos (de origen mineral) producidos
industrialmente a partir de rocas y derivados del petróleo, contienen
macro o micronutrientes. Para que sean aprovechados es necesario
que exista suficiente agua en el suelo, así se disuelven y pueden ser
absorbidos por las raíces de las plantas.

2.2. Tipos de fertilizantes químicos

Existen fertilizantes simples y compuestos. Los simples


contienen únicamente, uno de los tres elementos. Los nitrogenados:
Urea: 46-0-0 y sulfato de amonio: 20.5-0-0. Los fosfatados: superfosfato
de calcio simple: 0-20-0 y superfosfato de calcio triple: 0-46-0. Y los
potásicos: cloruro de potasio: 0-0-60 y sulfato de potasio: 0-0-50.

Los fertilizantes compuestos, más usados son: DAP: 18-46-0,


Triple 17: 17-17-17, nitrato de amonio: 33-03-00, MAP: 11-52-00,

Normalmente los métodos de fertilización se basan en “mezclas” de


diferentes fertilizantes. Los que se pueden combinar son:

• Sulfato de amonio con superfosfato simple.


• Urea con superfosfato triple.
• Nitrato de amonio con superfosfato simple o triple.

Para todas las fórmulas, se recomienda usar una tercera parte


del nitrógeno y todo el fósforo en la siembra, y el resto del nitrógeno a
los 60 días o a la segunda escarda, siempre y cuando haya humedad
en el suelo. Los fertilizantes con nitrógeno se disuelven muy fácilmente
en el agua y muchas veces la planta no alcanza a aprovecharlo todo;
por eso hay que ponerlo en dos partes. En cambio, el fósforo, cuando
es granular, tarda mucho en estar disponible para la planta, por lo que
se recomienda aplicarlo todo, al momento de la siembra.

Fertilización química del maíz, su impacto en el rendimiento y en los costos de producción 13


Una de las preguntas de los agricultores se relaciona con la
cantidad y tipo de fertilizante que se debe aplicar. Existen técnicas como
análisis de laboratorio o sensores ópticos calibrados para analizar el
suelo y responder a esa pregunta; si no hay posibilidades de acceder a
ellas, otra alternativa es estimar el rendimiento promedio de los últimos
cinco años, y con base en el promedio de nitrógeno aplicado y el que
absorbe el cultivo, se puede estimar la cantidad de fertilizante por usar.
La comparación visual permite identificar posibles problemas de
nutrición y su gravedad. A manera de guía, a continuación se describen
brevemente los síntomas de deficiencia de los elementos nitrógeno,
fósforo, potasio y azufre.

• Síntomas de deficiencia. Es importante aclarar, que la


identificación visual de falta de nutrientes es una estrategia
que sólo permite evaluar la severidad pero de ninguna
manera, la cantidad de fertilizante adicional que se requiere
para resolver la deficiencia.

• Nitrógeno (N). La deficiencia por N provoca un color verde


amarillento, con plantas de tallos delgados. Como el N es
un nutriente móvil en la planta, los síntomas empiezan en
las hojas más viejas y progresa hacia arriba si la deficiencia
persiste. Los síntomas en las hojas aparecen con un
amarillamiento en forma de V invertida, que se inicia en la
punta y progresa hacia la base. Esta condición es favorecida
cuando prevalecen las temperaturas bajas (como las del
ciclo 2011), periodos de sequía o excesos de agua de lluvia.
La siguiente figura ilustra los síntomas descritos.

Figura 1. Principales síntomas por deficiencia de nitrógeno en maíz.

• Fósforo (P). Los síntomas se hacen visibles en plantas jóvenes.


Este elemento se mueve fácilmente dentro de la planta. Las
plantas son verde obscuro. La punta y márgenes de las hojas

14 Fertilización química del maíz, su impacto en el rendimiento y en los costos de producción


más viejas toman un color morado. Las nuevas no presentan
los síntomas. Algunos híbridos de maíz presentan de
manera natural el color morado lo cual no se debe confundir
con alguna deficiencia. La deficiencia por este elemento
se agrava en suelos fríos. Los síntomas se presentan de
manera gráfica a continuación.

Figura 2. Principales síntomas por deficiencia de fósforo en maíz.

Es importante enfatizar que el fósforo que se aplica


en forma de fertilizante proviene de minas de roca fosfórica,
su disponibilidad es cada vez menor. Se estima que dentro
de unos 30 años, la producción de este fertilizante será
mucho menor.

En un estudio sobre fósforo realizado en los años 90


en el oriente del Estado de México, se indicó que sólo un
sitio, de los quince estudiados, respondió a la aplicación de
este nutriente. Este sitio se ubica en la zona de Coatepec
municipio de Ixtapaluca. En otro trabajo de investigación de
largo plazo con agricultura de conservación en el Campo
Experimental Valle de México, se ha observado que la
aplicación de fósforo puede excluirse por varios años sin que
se observe algún efecto sobre el rendimiento.

• Potasio (K). Las deficiencias de potasio aparecen en las hojas


más bajas con amarillamiento y necrosis en sus márgenes.
Los síntomas aparecen después de la sexta hoja. Dada
la movilidad de este elemento dentro de la planta y si la
deficiencia persiste, los síntomas progresan hacia arriba de
la planta. Algunos estudios recientes en el Estado de México
indican que la aplicación de este nutriente puede excluirse
del programa de fertilización dado el alto nivel de potasio
en el suelo. La siguiente figura corresponde a una planta
deficiente de potasio.

Fertilización química del maíz, su impacto en el rendimiento y en los costos de producción 15


Figura 3. Principales síntomas por deficiencia de potasio en maíz.

• Zinc (Zn). El síntoma por deficiencia de zinc, se presenta como


un amarillamiento generalizado, muy similar al de Nitrógeno.
El amarillamiento en hojas nuevas es mucho mayor que por
el de N dado que el Zinc no se mueve fácilmente dentro de
la planta. Puede presentarse una clorosis entre las venas
de las hojas. Las deficiencias se agravan en suelos ácidos,
pobres en materia orgánica y fríos. La siguiente imagen es
de una hoja de maíz con posible deficiencia por Zinc.

Figura 4. Principales síntomas por deficiencia de zinc en maíz.

16 Fertilización química del maíz, su impacto en el rendimiento y en los costos de producción


2.3. ¿Cómo calcular los kilos de nutrientes de fertilizantes
químicos?

Todos los fertilizantes tienen indicado en el bulto, la fórmula


del fertilizante. En el Cuadro 1, se presentan las fórmulas que se leen
de la siguiente manera: los dos primeros números hacen referencia a
la cantidad porcentual de nitrógeno. Los números ubicados en la parte
media se refieren a la cantidad porcentual de fósforo y los dos últimos
al porcentaje de potasio.

Cuadro 1. Composición de los fertilizantes químicos.

Fórmula
Fertilizante
N F P
Cloruro de potasio 00- 00- 60
DAP o superfosfato 18- 46- 00
Nitrato de amonio o fosfonitrato 33- 03- 00
Nitrato de potasio 00- 00- 06
Superfosfato de calcio triple 00- 46- 00
Superfosfato simple 00- 20- 00
Supertriple 17 17- 17- 17
Urea 46- 00- 00

La urea tiene la fórmula 46-00-00, por lo tanto el 46 por ciento


de la fórmula es de nitrógeno y cero de los otros macronutrientes.
El Supertriple 17 con su fórmula 17-17-17, indica que tiene 17% de
nitrógeno, fósforo y potasio. Puede leerse también de la siguiente
forma: para el caso de la urea (46-00-00), de 100 kilos de urea, 46 son
de nitrógeno. Si un bulto es de 50 kilos, entonces contiene 23 kilos de
nitrógeno.

Considerando como ejemplo una aplicación de urea de 200


kilos. Para saber cuánto nitrógeno se está aplicando, se multiplica 200
por 0.46 que es el porcentaje de N que contiene la fórmula. Esto da
como resultado, 92 kilos de nitrógeno. Por lo tanto, por cada 200 kilos
de urea, se aplican 92 kilos de nitrógeno. En el Cuadro 2, se apuntan
algunos ejemplos señalando las multiplicaciones que se deben hacer
para conocer los kilos de cada macronutriente según la cantidad de
bultos de fertilizantes comerciales aplicados.

Fertilización química del maíz, su impacto en el rendimiento y en los costos de producción 17


Cuadro 2. Procedimiento para conocer las cantidades (kg) de
macronutrientes que se aplican según los fertilizantes comerciales.

Fertilizante
Nitrógeno Fósforo Potasio
comercial
0.46 por el total
Urea (46-00-00) de kilos de urea No contiene fósforo No contiene potasio
aplicados
0.18 multiplicados
0.46 por total de Kilos
DAP (18-46-00) por el total de kilos No contiene potasio
aplicados
aplicados
Nitrato de amonio 0.33 por el total de 0.03 por el total de
No contiene potasio
(33-03-00) Kilos aplicados Kilos aplicados

Supertriple 17 0.17 por el total de 0.17 por el total de 0.17 por el total de
(17-17-17) Kilos aplicados Kilos aplicados Kilos aplicados

0.60 por el
Cloruro de potasio No contienen
No contiene fósforo total de kilos
(00-00-60) nitrógeno
aplicados

Nota: es importante que la multiplicación se haga con la cantidad de nitrógeno,


fósforo y potasio expresada en porcentaje, por eso los números son 0.46, 0.17,
0.03, etc.

Para calcular el número de bultos que se deben aplicar y


asegurar determinada cantidad de macronutrientes se hace una división.
Siguiendo con el caso de la urea, si la recomendación es aplicar 92 kilos
de nitrógeno, se debe dividir 92/0.46 (el denominador es el porcentaje
de N que contiene la fórmula). Esto da 200 kilos de urea y por lo tanto,
se deben aplicar cuatro bultos, ya que cada bulto pesa 50 kilos.

2.4. Abonos

Los abonos orgánicos mejoran las condiciones del suelo,


reducen su erosión, regulan su temperatura, mantienen la humedad y
lo vuelven más fértil, además son un alimento para los microorganismos
de los suelos. El abono orgánico crea las bases para que el fertilizante
de origen mineral, tenga buenos resultados relacionados con el
rendimiento. Cuando el abono se hace composta, tiene varias ventajas:
elimina enfermedades y semillas de hierbas adventicias que pueden
estar en los estiércoles. Estabiliza el nitrógeno, fósforo, potasio, calcio y
magnesio que pueden estar de forma móvil. Cuando los elementos están
estables, disminuye la posibilidad de contaminación. La estabilización
hace que se tenga una buena calidad de fertilizantes. Como tiene mucho
humus ayuda a mejorar la estructura del suelo, mejora el equilibrio entre
aire y agua, hay menor erosión, mejor drenaje, integra microorganismos
que son benéficos para la planta y el suelo, posee antibióticos naturales
para la planta. Hay ausencia de malos olores, ausencia de sustancia
fitotóxicas, control del nivel de humificación, estímulo de la actividad

18 Fertilización química del maíz, su impacto en el rendimiento y en los costos de producción


microbiana, estabilidad de las propiedades químicas. Además de que
no contamina, disminuye volumen y peso.

• Tipo de abonos

a) El Humus o tierra de hoja (es un abono natural). Puede usarse


el rastrojo de los cultivos anteriores o cascarilla de vainas de
frijol. Además de servir como fertilizante, conserva el suelo y
la humedad.

b) Estiércol animal. Es rico en nitrógeno y algunos en fósforo; es


mejor usarlo cuando ya está descompuesto, pero hay que
tener cuidado de no dejarlo expuesto al sol y a la lluvia porque
puede perder algunos de sus nutrientes, y por lo tanto, sus
propiedades como abono. Pueden usarse los estiércoles de
vaca, puercos, burros, conejos, gallinas, borregos y chivos.
Se recomienda que se dejen secar y después aplicarse. Los
estiércoles frescos aunque contienen nitrógeno, fósforo,
potasio y azufre, pueden quemar las plantas.

c) Abono verde. Consiste en sembrar plantas de crecimiento


rápido con el propósito de enriquecer el suelo. Las
leguminosas (frijol, haba y lentejas) como abono verde
son las mejores por su mayor aporte de nitrógeno. Los
cultivos leguminosos prefieren los suelos calcáreos, no
crecen satisfactoriamente en suelos ácidos. En condiciones
favorables, las leguminosos pueden llegar a captar en
promedio, hasta 20 kg N/ha (FAO et al., 2002).

d) Cenizas, huesos y basura orgánica. Con la intención de que


las cenizas ayuden al crecimiento de las plantas, todavía es
común entre los productores, quemar antes de sembrar; sin
embargo, esta práctica genera contaminación por lo que no
es recomendable.

e) Composta. Es el mejor de todos los abonos naturales porque


es la combinación de todos ellos: estiércol, rastrojo, cenizas,
desperdicio de frutas y verduras, etcétera.

La preparación de esta composta es sencilla de


preparar y la mejor manera de aprovechar el estiércol. En
un espacio se moja la superficie donde se hará la composta,
posteriormente se hace una cama con ramas de árbol o
arbustos. Encima de esta cama se pone materia verde como
pasto y yerbas o bien, desperdicio de frutas o verduras
frescas, en seguida, materia seca ya sean hojas, paja, o
bien, aserrín. Deben ponerse en la misma proporción, 50%
de material verde y fresco y 50% de materia seca. Encima

Fertilización química del maíz, su impacto en el rendimiento y en los costos de producción 19


se pone el estiércol seco o fresco (sin líquidos) seguido de
una capa de tierra. Se tapa con un plástico de color negro.
Se debe tener cuidado que el plástico no cubra todo la pila
que se preparó con este material para garantizar que entre
aire. Debe quedar aproximadamente a la mitad. Después
de un mes y medio se destapa y se voltea, al mes y medio
siguiente se vuelve a voltear y así sucesivamente durante
seis meses, tiempo en que debe estar lista la composta.

Cuadro 3. Tipo de compostas, características y requerimientos.

Requerimientos y tiempo
Estiércol Características
de compostaje
El proceso de compostaje
es muy lento, de 4 a 6
Porcino o vacas Este estiércol contiene poco carbón y meses y requiere muchos
de engorda mucha proteína. volteos y agregar mucha
fibra (paja, cascarilla de
frijol, etc.).
Este estiércol tiene muy buena estructura
Vacas lechera y Requiere de cuatro a seis
pero se mejora con la adición de fibra
novillas meses.
seca. Es rico en nitrógeno.

De muy buena estructura. Tiene buena


cantidad de nitrógeno. Como el estiércol
es redondo la aireación es buena.
El compostaje se logra a
Conejo (Es recomendable tener cuidado, si
los tres meses.
los conejos han sido sometidos algún
tratamiento con medicamentos ya que
puede ser perjudicial para el compostaje).

Tiene alta cantidad de fibra por lo que el


requerimiento de la misma es menor para
Burro hacer la cama. Tiene buena cantidad de Requiere de 3 a 4 meses
nitrógeno, aunque menor que el estiércol
de conejo. Éste es rico en magnesio.

En comparación a los anteriores, tiene un


Ovinos y alto contenido de fósforo y potasio. Tiene Se requiere de tres a
caprinos muy buena estructura siempre y cuando cuatro meses.
no se deje acumular mucho.
En comparación a los otros estiércoles
Requiere que se le den
mencionados, éste es el que contiene
varias vueltas para que
mayor cantidad de nitrógenos, por esta
Gallina se evapore el amoniaco.
razón, requiere agregar fibra seca por lo
El compostaje se logra de
menos una cuarta parte del volumen de
cuatro a seis meses.
estiércol.

Fuente: con base en Eneek, 2013.

20 Fertilización química del maíz, su impacto en el rendimiento y en los costos de producción


3. Ventajas y desventajas de los abonos y fertilizantes químicos

Cuadro 4. Ventajas y desventajas de los fertilizantes y abonos.


FERTILIZANTES
Ventajas Desventajas
No mejora la calidad del suelo y puede
Es abundante, se encuentra en las
dañarlo si se usa en grandes cantidades
tiendas
de manera continua.
Una mala aplicación o si se aplica de
Incrementa el rendimiento manera escasa, no tiene efecto. Si es
abundante, perjudica la planta.
Es fácil de aplicar Sus precios van a la alza
ABONOS
Ventajas Desventajas
Enriquece y mejora la calidad del Difícil de conseguir en grandes
suelo cantidades
Se logran buenos rendimientos Su manejo es más complicado
Sus precios son más estables de un No todos los abonos tienen los mismo
año a otro resultados
Fuente: Álvarez, 1998.

3.1. Biofertilizantes

Los biofertilizantes son conocidos también como bioinoculantes,


inoculantes microbianos o inoculantes del suelo; son productos que
contienen microorganismos vivos o latentes (hongos o bacterias, solos
o combinados) y que son agregados a los cultivos agrícolas para
estimular su crecimiento y productividad (Aguado, 2012). Los abonos
tienen organismos vivos que ayudan a mejorar la nutrición del suelo,
sin embargo en su composición, viven también organismos patógenos.
Los biofertilizantes se producen de manera controlada y libre de otros
organismos contaminantes, contienen únicamente microrganismos
benéficos para la nutrición de la planta. Los microorganismos poseen
gran diversidad de mecanismos para promover el crecimiento de las
plantas. Se reconocen cuatro grupos:

a. Microorganismos que incorporan nitrógeno al cultivo


(Rhizobium, Sinorhizobium, Mesorhizobium, Bradyrhizobium,
Azorhizobium y Allorhizobium).

b. Microorganismos que incrementan la absorción de nutrientes


y agua al cultivo como las micorrizas y bacterias como
Azospirillum spp. que incrementan la capacidad de absorción
de agua y nutrientes por las plantas.

Fertilización química del maíz, su impacto en el rendimiento y en los costos de producción 21


c. Microorganismos que incrementan la absorción de nutrientes
que se encuentran en el suelo en forma no asimilable. En
esta categoría se incluyen microorganismos que solubilizan
fósforo como Bacillus megaterium o Pseudomonas
fluorescens, bacterias oxidadoras de azufre que lo vuelven
disponible para las plantas. Y microorganismos como
algunas especies de los géneros Pseudomonas, Bacillus y
Flavobacterium que incrementan la disponibilidad de hierro
a las plantas.

d. Microorganismos contra agentes patógenos dadas sus


propiedades de biocontrol como Pseudomonas, Bacillus,
Serratia, Flavomonas, Curtobacterium y Trichoderma
(Aguado, 2012).

¿Cómo funcionan los biofertilizantes? Funcionan a través de una


relación estrecha entre organismos de diferente especie, en este caso,
de una planta y un hongo o bacteria. Tratándose de biofertilizantes,
esta relación es benéfica para ambos organismos. La interacción entre
las plantas y los microorganismos benéficos ocurren principalmente
en la porción del suelo en estrecho contacto con la raíz conocida
como rizósfera. Una característica de la rizósfera es que constituye
un ambiente favorable para los microorganismos, bacterias, hongos y
microfauna, en cantidades muy superiores al resto del suelo. Varios de
éstos microorganismos propician el crecimiento de las plantas.

4. Rendimientos y costos de producción

Los productores de maíz del oriente del Estado de México que


conformaron la muestra, se caracterizaron por tener recursos financieros
limitados, por no disponer de crédito y porque el 50% de ellos, rentan
maquinaria agrícola para realizar las actividades de preparación del
terreno.

La información obtenida de los cuestionarios, permitió conocer


que los costos financieros totales para la producción de maíz de temporal
en el oriente del Estado de México, fueron variables. Dos conceptos
son los que encarecen el proceso de producción: las actividades de
preparación del terreno y la compra de fertilizantes químicos.

Las actividades de preparación del terreno a diferencia de la


fertilización, varían poco de un productor a otro, realizan un barbecho y
dos o tres rastras.

De acuerdo a los costos promedio durante 2007, 2008 y 2009,


se observó que la compra de fertilizantes y actividades de preparación
del terreno sumaron más del 60% del costo total, como se aprecia en la
Figura 5.

22 Fertilización química del maíz, su impacto en el rendimiento y en los costos de producción


Actividades manuales
13.4%
Compra de semilla
4.9%
Fertilizante
Herbicidas
43%
Actividades mecnizadas
26.6%

12.1%

Figura 5. Conceptos que conforman el costo total (porcentajes).

El porcentaje actual puede variar por el precio de los insumos,


principalmente de los fertilizantes, ya que se importan y por lo tanto su
precio está sujeto al precio del peso frente al dólar.

El costo por la compra de fertilizantes durante 2008, varió


de $1,056.00 a $5,370.00 (pesos corrientes) considerando los cuatro
CADER.

La fertilización química que realizan tiene tres variantes en


cuanto al número de aplicaciones que hacen: la más frecuente es una
durante el ciclo y, con menor frecuencia, dos y hasta tres. Cuando es
una fertilización, se aplica fertilizante granular al momento de la siembra
o hasta el mes de sembrado. Cuando se fertiliza dos veces, una es a
la siembra y otra al mes de sembrado o en la primera escarda. Cuando
fertilizan tres veces, es únicamente en aquellos casos en que la planta
no responde. Normalmente se aplica de manera foliar y mezclada
con herbicidas, dos meses después de que se sembró o en la última
labor. Los métodos de aplicación son al voleo, mateado y foliar. La
aplicación puede ser con máquina, manual o mochila. La variación
fuerte se presenta principalmente, en las fórmulas, esto es, cantidades
y fertilizantes aplicados.

La información que se obtuvo correspondió a 2006, 2007 y


2008. Se analizó resaltando el comportamiento de los fertilizantes
aplicados y el rendimiento obtenido. Se emplearon gráficas de caja
para apreciar la dispersión de los macronutrientes aplicados y del
rendimiento obtenido.

Fertilización química del maíz, su impacto en el rendimiento y en los costos de producción 23


En el CADER Amecameca, el 87% de los productores
encuestados elaboraron sus fórmulas con más del 50% de nitrógeno,
por arriba de fósforo y potasio. El 13% aplicaron más fósforo que
nitrógeno y potasio. No hubo casos de productores que aplicaran potasio
por arriba de los otros. Las cantidades aplicadas (k/ha) de nitrógeno y
fósforo durante el periodo de estudio, tuvieron mayor dispersión que las
de potasio. Los rendimientos registraron dispersión pero menor que las
fórmulas de fertilización. Corrieron de 1 a 4.5 toneladas por hectárea.

En el CADER de Atlautla el nitrógeno fue el elemento químico


que más se aplicó, por arriba del 50% del total de los componentes
de la fórmula. El fósforo con un promedio de 23% y fue disminuyendo
del 2006 al 2008. El potasio se aplicó en menor cantidad. En todos
los años hubo datos atípicos y la desviación estándar fue alta. Este
comportamiento fue presentado principalmente en maíces híbridos.

Los rendimientos tuvieron mayor dispersión durante 2006 y


2007. En 2007, se registró mayor desviación estándar y datos de menor
rendimiento para el caso de los maíces híbridos. El rendimiento corrió
de 3.5 a 7 toneladas por hectárea.

Para el caso de maíces criollos también el nitrógeno se aplicó


por arriba del 50% seguido del fósforo y por último potasio. Hubo
dispersión principalmente en las aplicaciones de nitrógeno. Los datos
de rendimiento para estos maíces fue de 1 a 2.5 toneladas por hectárea,
la dispersión fue menor.

Para el caso del CADER de Chalco, el macronutriente que más


aplicaron fue nitrógeno, aunque a diferencia de los CADER anteriores,
el porcentaje de aplicación de nitrógeno sólo llegó hasta 50% (en los
dos anteriores, estuvo por arriba del 50%). La aplicación de fósforo
rebasó el 40%. Nuevamente el potasio fue el que menos se aplicó.

La aplicación de nitrógeno fue variable durante el periodo de


estudio. En cada uno de los años se registraron valores atípicos tanto
en cantidades altas como bajas. Durante 2006, la mayor dispersión se
dio con los valores debajo de la mediana. En 2007 y 2008, la dispersión
se dio más, en los valores arriba de la mediana. Esto sugiere que un
mismo productor, fertiliza con cantidades muy diferentes la misma
parcela, de un año a otro.

Para el caso de maíces híbridos, el rendimiento mostró


casos atípicos en los tres años. Hubo dispersión principalmente en los
datos de rendimiento arriba de la mediana que fue de 2 toneladas por

24 Fertilización química del maíz, su impacto en el rendimiento y en los costos de producción


hectárea. Se registraron rendimientos de 1.5 a 5 toneladas. Los maíces
criollos tuvieron datos menos dispersos, corrieron de 1 a 1.5 toneladas
por hectárea.

Para el caso del CADER de Juchitepec al igual que en los


demás, el nitrógeno fue el macronutriente principal, seguido del fósforo
y en menor cantidad se aplicó potasio. En este CADER se observó que
los datos de aplicación de los macronutrientes fueron marcadamente
diferentes en cada uno de los años estudiados (2006, 2007 y 2008). Los
valores de medias y medianas, fueron muy variados en cada año.

Los rendimientos para los maíces híbridos corrieron de 4.0 a


8.5 t/ha, la dispersión se presentó principalmente de la mediana que fue
de 5.0 hacia arriba. Los criollos tuvieron menor dispersión. Los datos
corrieron de 2 a 3 t/ha.

En el total de los cuatro CADER, se pudo ver lo siguiente:


todos los productores aplican nitrógeno. En el 80% de los casos de la
muestra, los productores aplicaron nitrógeno en una cantidad superior al
fósforo y potasio. Hubo productores que no aplicaron fósforo y potasio.
Se registró mayor dispersión en las aplicaciones de nitrógeno que en la
de fósforo. Desafortunadamente la variación no se pudo analizar con la
prueba de medias de Tukey, sin embargo los datos desviación estándar
y la dispersión que mostraron las gráficas de caja, permiten tener una
primera conjetura: no hay una tendencia en las cantidades de nitrógeno
que aplican dado que mostró dispersión alta.

La preocupación principal de los productores es por aplicar


nitrógeno. La variación en la aplicación obedece principalmente al
comportamiento de los precios de los fertilizantes, según su opinión.
Ellos mostraron preferencia por aplicar urea, sin embargo dijeron que
aplicaron fosfonitrato (33-03-00) de 2006 a 2008 porque el precio de la
urea (46-00-00) estaba muy alto. Otro problema que enfrentan es que
el precio de los fertilizantes varía dependiendo de la localidad donde los
compren. Señalaron como los puntos principales: Cuijingo municipio de
Juchitepec, Zoyatzingo municipio de Amecameca, cabecera municipal
de Ozumba, Cuautla municipio de Morelos e Izucar de Matamoros
municipio de Puebla. En cada uno de los lugares mencionados, los
precios de los productos cambian. Cujingo es donde encuentran los
precios más altos. La inversión hecha por hectárea sólo en la compra
de fertilizantes varió de $1,290.00 a $5,370.00 en 2008 (precios
corrientes). Para el 2009 los precios de estos fertilizantes se invirtieron.
Con la intención de comprender la relación entre la decisión de fertilizar
con químicos y el capital del productor, se cita un estudio realizado en

Fertilización química del maíz, su impacto en el rendimiento y en los costos de producción 25


2011 sobre costos de producción de maíz con productores del municipio
de Texcoco Estado de México (Omaña, J. M. citado por Terrones-
Cordero, 2010), en donde se obtuvo como resultado, que el uso de
fertilizantes químicos guardaba una relación de sustitución con el costo
de la renta de la tierra. Esto es, si los productores rentan más tierras,
bajan el uso de fertilizantes. Y tiene una relación de complementariedad
con el crédito agrícola, si consiguen crédito, usan más fertilizantes.

En otro estudio realizado por investigadores del INIFAP en


2007 con 31 productores de maíz de Cuijingo municipio de Juchitepec
en el Estado de México, se identificaron tres niveles de rendimiento
que se clasificaron en: alto, 3.6 toneladas por hectáreas, medio
3 toneladas por hectárea y bajo 2.1 toneladas por hectáreas. Las
actividades de manejo agronómico que se relacionaron al rendimiento
fueron: cantidades aplicadas de nitrógeno, fósforo y potasio; cantidad
de semilla y realización o no de barbecho y rastras. Los resultados
indicaron tres grupos de productores diferenciados entre sí. El primer
grupo formado por la mayoría de ellos, es decir el 71%, aplicaron
nitrógeno como fertilizante principal; el segundo grupo con 19% de
los productores, usaron fósforo como fertilizante principal y el tercer
grupo con 10% que usaron potasio como fertilizante principal. Quienes
usaron nitrógeno como fertilizante principal, obtuvieron rendimientos
alto, medio y bajo. Quienes aplicaron fósforo y potasio como fertilizante
principal, no lograron rendimientos altos y se ubicaron únicamente en
los niveles medio y bajo de rendimiento.

Es conveniente mostrar el siguiente resultado en relación al


rendimiento obtenido con nitrógeno y fósforo como los macronutrientes
principales. Las dosis que se registraron de nitrógeno fueron: de 0 a
300 kg/ha y de fósforo de 0 a 230 kg/ha. Los productores que aplicaron
más nitrógeno y fósforo, dentro de los márgenes arriba apuntados,
obtuvieron menos rendimiento. Se concluyó que, a mayor cantidad de
estos dos macronutrientes, su eficiencia es menor, y por lo tanto, el
rendimiento es menor. Esto es, quienes aplicaron 300 kg/ha, obtuvieron
menos rendimiento. Situación contraria registraron el potasio y la
cantidad de semilla. La cantidad de potasio que aplicaron varió de 23 a
230 kg/ha y de semilla de 10 a 30 kg/ha. La interpretación fue que, en
los casos donde se aplicó más potasio y la densidad de semilla fue más
alta (dentro de los márgenes señalados), el rendimiento que se obtuvo
fue mayor.

26 Fertilización química del maíz, su impacto en el rendimiento y en los costos de producción


5. Recomendaciones

Los productores que tienen un presupuesto alto destinado


exclusivamente para la agricultura, normalmente buscan maximizar
sus ganancias; pero en el caso de productores que cuentan con un
presupuesto restringido y que trabajan en terrenos de temporal
como es el caso de los productores encuestados, se recomienda
que busquen minimizar el riesgo de su inversión. Para ello, se
pueden realizar actividades como recuperar la salud del suelo con la
aplicación de abonos orgánicos. Es mayor la probabilidad de que el
rendimiento sea mejor en un suelo sano y que por lo tanto, se requieran
menos fertilizantes químicos. Al momento de la siembra se pueden
aplicar biofertilizantes, con la ventaja de que disminuyen la dosis de
fertilizantes químicos, y si el temporal es bueno, se obtiene rendimientos
aceptables. Los biofertilizantes además funcionan como enraizador del
maíz, sobre todo del criollo, por lo que se disminuye el acame. Esta
ventaja evita la necesidad de cosechar con máquina si el productor
así lo desea. Se recomienda probar sistemas de siembra diferentes
al convencional, como la siembra en camas. Para estas dos últimas
opciones se recomienda ensayar diferentes fórmulas de fertilización
menos costosas y reconsiderar las labores de preparación del suelo.

En relación a la fertilización, se presentan dos mapas de


algunas localidades del oriente del Estado de México, que son el
resultado de una investigación realizada por personal del CEVAMEX-
INIFAP durante 2013 y 2014. De acuerdo a los resultados se sugiere la
fertilización según la cantidad de macronutrientes encontrados. Para la
elaboración de estos mapas, no se incluyó el valor de nitrógeno, dado
que su efecto depende mucho de las condiciones climáticas de cada
zona.

En la localidad de Coatepec Municipio de Ixtapaluca (cercana


al municipio de Chalco) quizá la característica identificada como la más
importante, es el bajo nivel de fósforo (menor a 15 partes por millón).
Aunque en el mapa no se índica, el empleo de fuentes foliares de fósforo
son factibles para reemplazar las fuentes granulares que generalmente
son más costosas y menos eficientes.

Fertilización química del maíz, su impacto en el rendimiento y en los costos de producción 27


Figura 6. Fuentes de fertilización recomendadas para las zonas indicadas
del Estado de México.

La zona de Juchitepec resultó muy interesante ya que a pesar


de los buenos niveles de fósforo (mayores a 15 partes por millón),
se recomienda su aplicación para la mayoría de ella, pues el pH es
generalmente ácido por lo que la disponibilidad de fósforo es muy
limitada.

28 Fertilización química del maíz, su impacto en el rendimiento y en los costos de producción


Figura 7. Fuentes de fertilización sugeridas para las zonas indicadas del
Estado de México.

Se anexan dos mapas del municipio de Tepetlaoxtoc, Estado


de México, que a pesar de no formar parte de los municipios en los
que se hizo el trabajo de transferencia de biofertilizantes, ofrecen
información de interés.

Para la zona de Charcas en el municipio de Tepetlaoxtoc, se


determinó que la mayor parte de la superficie es de muy buena fertilidad.
En esta zona se puede excluir la aplicación de fósforo por un periodo de
varios años y sobre todo de potasio.

Fertilización química del maíz, su impacto en el rendimiento y en los costos de producción 29


Figura 8. Fuentes de fertilización recomendadas para la zona de
“Charcas”, Municipio de Tepetlaoxtoc.

El área de Montecillo municipio de Tepetlaoxtoc requiere


de fósforo y potasio. Se recomienda la fertilización con fósforo en
forma granular aunque diversos trabajos de investigación índican que
la aplicación foliar produce excelentes resultados. No obstante es
necesario comprobarse.

30 Fertilización química del maíz, su impacto en el rendimiento y en los costos de producción


Figura 9. Fuentes de fertilización recomendadas para la zona de
“Montecillos”, Mpio de Tepetlaoxtoc.

6. Conclusiones

Con base en el análisis de los resultados de las encuestas


aplicadas a los productores, se puede concluir que en la práctica,
existen varios criterios para optar por determinadas fórmulas de
fertilización, el principal de estos criterios es el conocimiento empírico
de los productores, que van ajustando según el precio de los
fertilizantes químicos. Cada fórmula tiene impactos diferenciados en el
rendimiento y en el costo de producción. Por este motivo, vale la pena
homogeneizar conocimientos teóricos entre los productores, para que
junto con sus experiencias (basadas en la observación, prueba y error),
puedan alcanzar sus metas, con soluciones más económicas. Para ello
es importante romper el dogma: a mayor fertilización química, mayor
rendimiento.

Fertilización química del maíz, su impacto en el rendimiento y en los costos de producción 31


7. Bibliografía

Aguado Santacruz, G. 2012. Introducción al uso y manejo de


los Biofertilizantes en la agricultura. INIFAP - SAGARPA.
Guanajuato. 295 p.

Álvarez Icaza, P. 1988. Fertilización. Cuaderno de trabajo No. 8. OEA-


CREFAL-SARH. [en línea] Disponible en: http://www.eneek.
org/descargas/dteknikoak/GU%C3%8DA%20COMPOST_
ENEEK_2013.PDF

Bautista C., A., Etchevers Barra, J., Castillo, R. F. del, Gutiérrez,


C. 2004. La calidad del suelo y sus indicadores. Ecosistemas
(España) [en línea] 2004, XIII (mayo-agosto): [Fecha de
consulta: 7 de julio de 2017] Disponible en:<http://www.redalyc.
org/articulo.oa?id=54013210> ISSN 1132-6344.

Escamilla Báez, F. P., Zavaleta Mondragón, G. y Quezada García,


J. C. 2008. Bases de Diagnóstico: Identificación de Zonas
Susceptibles a la erosión en el Estado de México. Secretaría del
Medio Ambiente. Gobierno del Estado de México. México. 40 pp.
En línea: http://sma.edomex.gob.mx/sites/sma.edomex.gob.mx/
files/files/sma_pdf_base_diag_ide_zon_sus.pdf

Espinoza, L., Slaton, N. y Mozaffari, M. (s.a.) Cómo Interpretar los


Resultados de los Análisis de Suelos. Agricultura y Recursos
Naturales. (E.U.A.). English version of this fact sheet: FSA2118.
[en línea]. Disponible en: https://www.uaex.edu/publications/
PDF/FSA-2118SP.pdf

ENEEK. 2013. Compostaje de estiércoles en agricultura ecológica.


[en línea] Disponible en: http://www.eneek.org/descargas/
dteknikoak/GU%C3%8DA%20COMPOST_ENEEK_2013.PDF

FAO y Asociación Internacional de la Industria de los Fertilizantes.


2002. Los fertilizantes y su uso. Una guía de bolsillo para los
oficiales de extensión. Cuarta edición. [en línea] Disponible en:
ftp://ftp.fao.org/agl/agll/docs/fertuso.pdf

IPCC (Panel Intergubernamental del Cambio Climático) 2007.


Cuarto Informe de evaluación. Cambio climático. [en línea].
Disponible en: http://www.ipcc.ch/publications_and_data/ar4/
wg2/en/ch1s1-2-1.html

32 Fertilización química del maíz, su impacto en el rendimiento y en los costos de producción


Larqué Saavedra, B.S., Limón Ortega, A., Portillo Vázquez, M.,
Salinas Ruiz, J., y Velázquez Xochimil, H. 2009. Propuesta
económica del manejo agronómico del maíz criollo en terrenos
de temporal. In: Preciado O., R. E., Coutiño E., B., Andrino
E., E., y Mensoza E., M. (comps.) III Reunión Nacional para
el Mejoramiento, Conservación y Uso de los Maíces Criollos.
Instituto Roque y SOMEFI. (México) (65).

Espinoza, L., Slaton, N. y Mozaffari, M. (s.a.) Cómo Interpretar los


Resultados de los Análisis de Suelos. Agricultura y Recursos
Naturales. (E.U.A.). English version of this fact sheet: FSA2118.
[en línea]. Disponible en: https://www.uaex.edu/publications/
PDF/FSA-2118SP.pdf

Pulleman, M., Hellin, J., Flores V., y López B, Walter. 2008. Calidad
del suelo y rentabilidad de la finca. En Suelos Vivos. Leisa. 24
(2). p 13-16.

Escamilla Báez, F. P., Zavaleta Mondragón, G. y Quezada García,


J. C. 2008. Bases de Diagnóstico: Identificación de Zonas
Susceptibles a la erosión en el Estado de México. Secretaría del
Medio Ambiente. Gobierno del Estado de México. México. 40 pp.
En línea: http://sma.edomex.gob.mx/sites/sma.edomex.gob.mx/
files/files/sma_pdf_base_diag_ide_zon_sus.pdf

Sotelo Ruiz, E. D., Cruz Bello, G. M., González Hernández, A. y


Moreno Sánchez, F. 2016. Determinación de la aptitud del
terreno para maíz mediante análisis espacial multicriterio en el
Estado de México. Rev. Mex. Cienc. Agric. (México) 2 (7): p 401-
412

Terrones-Cordero, A y Sánchez-Torres, Y. 2010. Demandas de insumo


de la producción agrícola en México 1975-2011. Universidad
y Ciencia.  (México). 26 (1)  En línea: http://www.scielo.org.mx/
scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0186-29792010000100006

Fertilización química del maíz, su impacto en el rendimiento y en los costos de producción 33


34 Fertilización química del maíz, su impacto en el rendimiento y en los costos de producción
Comité Editorial del CIR-Centro

Presidente
M.C. Francisco Javier Manjarrez Juárez

Secretario
Dr. Horacio Salvador Guzmán Maldonado

Revisión técnica
Dra. Alma Velia Ayala Garay
Dr. Álvaro Loza Peña
Dra. Lucila González Molina
Dr. Alfredo Tapia Naranjo
Dra. María Griselda Vázquez Carrillo

Edición
M.C. Diana Escobedo López

Fotografías
Dr. Agustín Limón Ortega

Esta publicación se terminó de realizar:


en Noviembre de 2017
En el Campo Experimental Valle de México
Carretera Los Reyes – Texcoco, km 13.5
Coatlinchán, Texcoco, Estado de México
CP 56250
Teléfono: 01 (800) 088 2222 Ext. 85312
Distribución Elecrónica (INTERNET)
www.gobiernofederal.gob.mx
www.sagarpa.gob.mx
www.inifap.gob.mx

Mayores informes
Campo experimental VALLE DE MÉxico
Carretera Los Reyes – Texcoco, km 13.5
Coatlinchán, Texcoco, Estado de México
CP 56250
Tel. 01 800 088 22 22

Correo electrónico:
larque.bertha@inifap.gob.mx

You might also like