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El factor ambiental: la vía y su entorno

La acción del conductor hay que situarla en un escenario real, soporte físico del sistema de tráfico;
éste no es otro que la vía y su entorno. Representa las exigencias a las que el conjunto conductor-
vehículo debe responder, está configurado por los aspectos o elementos ambientales “inalterables”: la
calzada o vía y el diseño de su entorno, y por otra parte por todo un conjunto de condiciones
circundantes de “naturaleza cambiante”.

Entre los elementos “estables” del sistema podríamos considerar los siguientes:

 La calzada o vía: incluyendo su planteamiento y construcción, trazado, pavimentación,


anchura, resistencia al deslizamiento, número de carriles, la pendiente, el peralte, así como su
explotación, mantenimiento y rehabilitación.

 El diseño del entorno de la vía: elementos y objetos que deben considerarse componentes de
la vía por su influencia en la conducción, incluyendo desde la localización de señales, bolardos,
barreras protectoras, la señalización y otros objetos del mobiliario urbano, hasta el problema
que plantea el diseño correcto de la señalización desde su aspecto perceptivo, tipos de letra,
tamaños, situación, visibilidad e iluminación de las mismas, etc.

El factor ambiental está integrado por las otras personas que comparten con nosotros el sistema, las
vías (urbanas, interurbanas, caminos, etc.) su estructura vial, las señales de tránsito. Aquí se incluyen
tanto las condiciones del medio ambiente, como los fenómenos naturales peligrosos. (Por ejemplo:
lluvia, neblina, viento, etc.)
Siempre recuerde la regla de oro en la conducción de vehículos: “El kilómetro más peligroso es el que
se tiene delante”.

Existe, por otra parte, todo un conjunto de elementos “cambiantes” que modulan e influyen en la
conducción de forma más imprevisible, intemporal o incidental como son:

 La climatología e incidencias u obstrucciones temporales: oscuridad, niebla, lluvia, nieve o


hielo, obras en la vía, cruce de animales, otros vehículos y peatones, atascos, retenciones, etc.

Las medidas de control de tráfico y la supervisión policial que incluye el control y gestión
temporal de las señales luminosas, pasos para peatones y rotondas, controles policiales de las
infracciones del conductor, cámaras de control de tráfico, etc.

Manejo Seguro
Manejar defensivamente es conducir evitando accidentes a pesar de las acciones incorrectas de los
demás y de las condiciones adversas. Es simplemente el enfoque positivo de la conducción, significa
mantener el control de su seguridad en sus propias manos, teniendo en cuenta todos los posibles
riesgos que se presentan al conducir y la forma de evitarlos; es plantear la seguridad como un valor
fundamental.
Aunque el manejo a la defensiva es una técnica de conducción conocida en todo el mundo, el actual
del tráfico de nuestras ciudades hace que más allá de la defensa, se apele a la prevención. Calles
colapsadas, tráfico insoportable, cambios de clima que van desde el calor más intenso hasta las lluvias
más inesperadas hacen que los recorridos se vuelvan más pesados, lentos y difíciles.
Cuando se quita el afán de defenderse (del tráfico, de los peatones, del motociclista, del ciclista, del
taxi, del bus, de la volqueta y demás) se pasa a tener un tipo de conducción diferente y mucho más
efectivo: la conducción preventiva.
La conducción preventiva se basa en una premisa fundamental “anticiparse a todo, esperar todo,
suponerlo todo”. El conductor preventivo “lee” lo que pasa en la vía y actúa en consecuencia.
Es así que un conductor preventivo analiza, piensa, toma decisiones concretas basadas en su
seguridad y en la de los demás agentes de la vía. Es un conductor prudente, tolerante, respetuoso de
las normas de tránsito, cortés y respetuoso con los demás y con un control casi absoluto de sus
emociones. Es una persona que hace de la conducción una experiencia agradable para sí mismo, que
está atento a todo lo que pasa a su alrededor, que evita distracciones que lo puedan poner en peligro,
que puede “interpretar” las próximas maniobras (riesgosas o no) de sus compañeros de vía.
La técnica para una conducción segura y preventiva se apoya en tres pilares: observar, anticipar y
dominar (nuestro espacio y nuestras emociones)

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