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UNIVERSIDAD PEDAGOGICA EXPERIMENTAL LIBERTADOR

VICERRECTORADO ACADEMICO
EXTENSIÓN VALLE DE LA PASCUA
DIPLOMADO DE INVESTIGACION CIRMINALISTICA Y
CIENCIAS FORENCES

RELACIONES HUMANAS Y RESILIENCIA

FACILITADOR: PARTICIPANTES (Grupo Nº 2):


Abg. Ángel González Alonzo G., Astrid M. C.I.: V-26.717.321
Infante A., Yeici J. C.I.: V-19.269.084
Romero S., Yessuly M. C.I.: V-20.955.726
Zerpa, Moner José C.I.: V-09.919.357

VALLE DE LA PASCUA, DICIEMBRE 2018

1
ÍNDICE

Pág.
INTRODUCCION -------------------------------------------------------------------- 3

Características bio-psico-social de las relaciones humanas P.N.L., e


influencia emocional en las comunicaciones -------------------------------- 4

Resiliencia, factores que facilitan resiliencia internas ambientalistas


para fortalecer la realidad en la escuela -------------------------------------- 8

CONCLUSION ----------------------------------------------------------------------- 18
REFERENCIAS ELECTRONICAS -------------------------------------------- 17

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INTRODUCCIÓN

El acelerado ritmo del medio ambiente en que vivimos, exige a las


organizaciones sociales y a los individuos en general de hoy en día, una
preparación que permita enfrentarse con éxito a las diversas situaciones de
cambio que nos plantea el contexto social del mundo actual.
El reto de cambio exige al hombre y a la mujer actual respuestas
inmediatas y continuas, con diferentes experiencias en lo que se refiere a su
postura frente a la vida y el trabajo, así como, a la búsqueda de la
congruencia entre el pensar, sentir, actuar, y formas de expresión.
La comunicación es importante ya que gracias a ella, es posible
transmitir las experiencias de una generación a otra para que puedan ser
asimiladas y continuadas. No es posible el desarrollo humano individual si
permanecemos mental, social o físicamente aislados, además es
indispensable para lograr la necesita coordinación de esfuerzos a fin de
alcanzar, los objetivos perseguidos por una organización.
Es preciso recordar que cada persona es diferente y que esas
diferencias es el producto de diversas culturas y ambientes familiares, que
cada persona posee diferentes personalidades, habilidades,
gustos actitudes cuando se convive con otra.
Por consiguiente, en este trabajo se desarrollará puntos importantes
como características bio-psico-social de las relaciones humanas, y las
influencias en la comunicación, la resiliencia y los factores que inciden en
facilitar la resiliencia en la escuela. Conociendo que la resiliencia es la
capacidad que tiene cada persona de transformar relaciones interpersonales
deficientes, en relaciones interpersonales saludables. Ese cambio le
permitirá superar las adversidades que se le presenten.

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CARACTERISTICAS BIO-PSICO-SOCIAL DE LAS RELACIONES
HUMANAS PNL E INFLUENCIA EMOCIONAL EN LAS
COMUNICACIONES

Programación Neuro-linguistica
Concepto:
De acuerdo con Jaruffe y Pomares (2011), la Programación
Neurolingüística parte de los fundamentos del constructivismo, en los que se
define la realidad como una invención y no como un descubrimiento. Es un
constructo psíquico basado en el hecho de que el ser humano no opera
directamente sobre el mundo en que vive, sino que lo hace a través de
representaciones, modelos, mapas, entre otros, a partir de los cuales genera
y guía su conducta.
Estas representaciones, que también determinan cómo se percibirá el
mundo y qué elecciones se percibirán como posibles en él, difieren
necesariamente de la realidad a la cual representan; debido a que el ser
humano al comunicar su representación del mundo tiene ciertas limitaciones,
las cuales se derivan de diversas fuentes, tales como las condiciones
neurológicas del individuo, la situación social en que vive y sus
características personales (Jaruffe y Pomares, 2011).
La PNL asegura ocuparse de la influencia que tiene el lenguaje sobre
la denominada «programación mental» y demás funciones atribuidas a
nuestro sistema nervioso, como también sobre los «patrones lingüísticos»
que empleamos. Los sentidos como olfato, tacto, gusto, vista y oído nos dan
diversa información de otras personas; por lo tanto, una incorrecta utilización
de dichos lenguajes hace que la imagen que nos formamos sea imprecisa.
La utilización de estos sentidos es diversa en todas las personas.
Habrá personas que perciban mejor a través de su sentido de la vista, por lo
que buscan situaciones donde este sentido tenga mayor ventaja que los

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demás. De acuerdo con esta variación, la PNL clasifica a las personas en
visuales, auditivas y kinestésicas.
Las personas visuales perciben mejor su entorno mediante el sentido
de la vista, se caracterizan por hablar más rápido de lo normal, su tono de
voz es alto, postura rígida, respiración superficial y rápida. Gustan de
actividades agradables a la vista: el cine, teatro, las artes, paisajes, etc.
Las personas auditivas perciben mejor su entorno mediante el sentido
del oído, se caracterizan por una postura distendida, posición de escucha
telefónica, respiración bastante amplia, voz bien timbrada, ritmo mediano,
palabras referidas a la audición (oye, escucha). Gustan de actividades
relacionadas con la escucha como: la música, contar historias, interactuar
con otras personas, etc. Finalmente están las personas consideradas
kinestésicas ya que perciben el mundo a través de los sentidos del tacto,
gusto y olfato. Se caracterizan por su postura muy distendida, movimientos
que miman las palabras, respiración profunda y amplia, voz grave, ritmo lento
con muchas pausas. Gustan de actividades físicas, así como del contacto
con otras personas.

Características bio-psico-social de las relaciones humanas e influencia


emocional en las comunicaciones
Una aglomeración numéricamente grande de individuos no es
suficiente para formar una masa. Para ello, debe existir un conjunto de
características psicológicas especiales que conformen a ese grupo de
individuos como una masa coherente, entre ellas: a) La orientación hacia una
dirección fija de las ideas y sentimientos de los individuos que componen una
masa, y b) La desaparición de su personalidad individual.
La masa siempre está dominada por consideraciones de las que no
tiene conciencia. La desaparición de la actividad cerebral y el predominio de
la actividad medular. La depreciación de la inteligencia y la completa
transformación de los sentimientos.

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Los sentimientos transformados pueden ser mejores o peores que los
de los individuos de los cuales la masa se compone. Una masa es tan
fácilmente heroica como criminal. En su sentido ordinario, la palabra "masa"
o "muchedumbre" significa una reunión de individuos de cualquier
nacionalidad, profesión o sexo, sean cuales fueren las causas que los han
juntado.
Desde el punto de vista psicológico, la expresión "masa" adquiere un
significado bastante diferente. Bajo ciertas circunstancias, y sólo bajo ellas,
una aglomeración de Los sentimientos y las ideas de todas las personas
aglomeradas adquieren la misma dirección y su personalidad consciente se
desvanece. Se forma una mente colectiva, sin duda transitoria, pero que
presenta características muy claramente definidas.
La aglomeración, de este modo, se ha convertido en lo que, a falta de
una expresión mejor, llamaré una masa organizada. Forma un único ser y
queda sujeta a la ley de la unidad mental de las masas. Es evidente que no
es por el simple hecho de estar accidentalmente el uno al lado del otro que
un cierto número de individuos adquiere el carácter de una masa organizada.
Mil individuos pueden constituir una masa desde el punto de vista
psicológico. A fin de adquirir las características especiales de una masa
como la señalada, es necesaria la influencia de ciertas causa
predisposicionantes cuya naturaleza deberemos determinar.
La conclusión a extraer de lo precedente es que la masa es siempre
intelectualmente inferior al individuo aislado pero que, desde el punto de vista
de los sentimientos y de las acciones que estos sentimientos provocan, la
masa puede, dependiendo de las circunstancias, ser mejor o peor que el
individuo. Todo depende de la sugestión a la cual la masa se halla expuesta.
Ejemplo de eventos que han resultado de la PNL en las relaciones humanas
referidas a las masas: a) Las convulsiones políticas (revoluciones
nacionalistas, procesos de unificación, revolución soviética, etc.) en las que
la participación multitudinaria del pueblo se presentaba como decisiva. b) Las

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transformaciones económicas (configuración de las grandes urbes,
tecnificación, concentración de grandes industrias y entornos laborales, etc.)
sobre las que se desarrollarían las teorías de la alienación. c) Los nuevos
espectáculos y medios de comunicación (el cine, la prensa de gran tirada, las
exposiciones universales y las grandes ferias internacionales), que
prefiguraban un nuevo tipo de público en las sociedades urbanas.
Los primeros intelectuales que reflexionaron de forma específica sobre
la masa adoptan una postura crítica, caracterizada por lo que consideran un
cambio preocupante de las formas de vida social.
Así, por ejemplo, Durkheim reflexiona con preocupación a raíz del
clima social en torno al Affaire Dreyffus, constatando un cambio radical en la
conducta de los individuos hacia motivaciones irracionales, inmediatas y
atávicas.
Gustave Le Bon, preocupado por la experiencia de la Comuna de
París (1871), publica en 1895 Psicología de las masas, en el que plasma esa
concepción negativa de la masa caracterizada por la irracionalidad, el
esquematismo simplista, el dogmatismo, la intolerancia y la credulidad. Le
Bon, que acabaría sus días como admirador de Mussolini, identifica las
masas como muchedumbres de conducta homogénea, que responden
mecánicamente a la fascinación de los líderes y que actúan por impulsos, de
forma extrema y simplificada.
Gabriel Tarde es el primero en establecer una relación entre la masa y
los nuevos públicos, anticipando el papel central que los nuevos medios
(prensa, cine, radio) juegan en la homogeneización de las conductas de la
masa a través de la fascinación y la imitación. En La opinión y la masa,
publicado en 1901, Tarde sienta las bases de lo que será una tradición crítica
de los medios como herramientas de manipulación y control que llega hasta
nuestros días.
Desde la sociología y la filosofía políticas, también se observa a la vez
con desconfianza y con interés el fenómeno de la masa. Graham Wallas

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llama la atención en Human Nature in Politics (1908) sobre la creciente
importancia del factor emocional en las relaciones sociales, y
consecuentemente, anticipa la relevancia de los Prejuicios, los instintos y los
argumentos emotivos en la actividad política.
La preocupación por la masa desencadena, pues, una doble reacción:
una corriente elitista, vinculada a la concepción negativa de la masa y que en
sociología y política se preocupa por el papel de las clases dirigentes/cultas;
y una corriente revolucionaria, que asume una concepción positiva y
rupturista de la masa, tomando del marxismo la idea de masa como fuerza
social. En torno a esta segunda corriente no sólo emanarán los movimientos
de izquierdas de principios del siglo XX, sino también los fascismos y, en el
plano estético, las vanguardias.

RESILIENCIA. FACTORES QUE FACILITAN RESILIENCIA INTERNAS


AMBIENTALISTAS PARA FORTALECER LA REALIDAD EN LA
ESCUELA.

Resiliencia:
La resiliencia es la capacidad de los seres humanos (individual o
colectivamente) para adaptarse positivamente a situaciones adversas. Este
concepto ha experimentado cambios importantes desde la década de los 60.
En un principio, se interpretó como una condición innata, luego se enfocó en
los factores no sólo individuales, sino también familiares, comunitarios y,
actualmente, culturales.
Los investigadores del siglo XXI entienden la resiliencia como un
proceso comunitario y cultural, que responde a tres modelos que la explican:
un modelo «compensatorio», otro «de protección» y por último uno «de
desafío». Asimismo, la resiliencia es la capacidad de tener éxito de modo

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aceptable para la sociedad, a pesar de un estrés o de una adversidad que
implica normalmente un grave riesgo de resultados negativos.
Etimología: Resiliencia viene del término latín resilio, «volver atrás,
volver de un salto, resaltar, rebotar». El término se adaptó al uso
en psicología y otras ciencias sociales para referirse a las personas que a
pesar de sufrir situaciones estresantes no son afectadas psicológicamente
por ellas.
La palabra resiliencia designa la capacidad del acero para recuperar
su forma inicial a pesar de los golpes que pueda recibir y a pesar de los
esfuerzos que puedan hacerse para deformarlo. La palabra proviene del latín
resalire, "saltar y volver a saltar", "recomenzar".
Historia: El término resiliencia se ha utilizado de formas diversas.
Entre los psicólogos, Emmy Werner, en 1995 se refiere a tres usos generales
del término resiliencia: buen desarrollo a pesar de alto riesgo social;
mantención de las competencias pese al estrés continuo; y recuperación
después del trauma.
Emily Hunter, en 1999, conceptualiza la resiliencia como un continuo
entre dos polos: «resiliencia menos que óptima» y «resiliencia óptima». En el
caso de adolescentes sometidos a riesgo psicosocial que responden en
forma menos que óptima, este tipo de respuesta incluye «tácticas violentas
de supervivencia, comportamientos de alto riesgo y abandono social y
emocional», y que el pronóstico más probable es que sean adultos mal
adaptados.
Michael Rutter, entre 1999 y 2000, define resiliencia como la
resistencia relativa al riesgo psicosocial, sin necesariamente esperar un
resultado positivo, sino más bien enfocado en la forma o proceso en que la
persona enfrenta el riesgo. Rutter desarrolló sus estudios a partir de tres
áreas de investigación: el estudio de poblaciones de alto riesgo como la de
los hijos de padres con enfermedades mentales; los estudios sobre

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temperamento realizados en la década de los 60 y el estudio de las
diferencias a nivel individual para enfrentar las distintas situaciones de vida.
Suniya Luthar, entre el 2000 y el 2006, define resiliencia como una
adaptación positiva pese a la adversidad, enfatizando los dos elementos que
la constituyen: la adversidad significativa y la adaptación positiva, lo cual
lleva a la conclusión de que la resiliencia solo se mide indirectamente a
través de estos elementos. Esta idea es compartida por varios
investigadores.
El psiquiatra y psicoanalista Boris Cyrulnik divulgó este concepto que
extrajo de los escritos de John Bowlby. Es un término que se toma de la
resistencia de los materiales que se doblan sin romperse para recuperar la
situación o forma original. Por ejemplo un arco que se dobla para lanzar una
flecha, o los juncos bajo la fuerza del viento. Cuando un sujeto o grupo es
capaz de hacerlo, se dice que tiene una resiliencia adecuada y puede
sobreponerse a contratiempos o incluso resultar fortalecido por estos.
Actualmente, la resiliencia se aborda desde la psicología positiva, la cual se
centra en las capacidades, valores y atributos positivos de los seres
humanos, y no en sus debilidades y patologías, como lo hace la psicología
tradicional. El concepto de resiliencia se corresponde aproximadamente con
el término «entereza». Es superar algo y salir fortalecido y mejor que antes.
La resiliencia es la capacidad de afrontar la adversidad. Desde la
Neurociencia se considera que las personas más resilientes tienen mayor
equilibrio emocional frente a las situaciones de estrés, soportando mejor la
presión. Esto les permite una sensación de control frente a los
acontecimientos y mayor capacidad para afrontar retos (Instituto Español de
Resiliencia).
Esa capacidad de resistencia se prueba en situaciones de estrés,
como por ejemplo el debido a la pérdida inesperada de un ser querido, al
maltrato o abuso psíquico o físico, a prolongadas enfermedades temporales,

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al abandono afectivo, al fracaso, a las catástrofes naturales y a las pobrezas
extremas.
Podría decirse que la resiliencia es la entereza más allá de la
resistencia. Es la capacidad de sobreponerse a un estímulo adverso.
Entonces se podría decir que la resiliencia es "un proceso dinámico
que tiene como resultado la adaptación positiva en contexto de gran
adversidad", por consiguiente veamos cada término que integra este
concepto como por ejemplo:
Adversidad: Hace referencia a que el individuo logre una adaptación
positiva a pesar de estar o haber pasado por una situación de adversidad
(vivir en la pobreza).
Adaptación positiva: Hace referencia a que el individuo llega alcanzar
expectativas sociales asociadas a una etapa de desarrollo y cuando en esta
etapa no ha tenido signos de desajustes.
Proceso dinámico: Hace referencia a la interacción dinámica entre
múltiples factores de riesgo y factores resilientes, los cuales pueden ser
familiares, bioquímicos, fisiológicos, cognitivos, afectivos, biográficos,
socioeconómicos, sociales y/o culturales.
Procesos resilientes: Gracias a la experiencia y aprendizaje de las
personas hemos podido ver y experimentar el cambio de la palabra
resiliencia a procesos resilientes. Esto es debido a que no es considerada
como capacidad sino como proceso que engloba multitud de factores.
Cuando una persona está pasando por una situación extrema o delicada,
influye familia, entorno, situación económica, amistades y, como no, la misma
persona. Es por esto que nunca hablamos de la capacidad de una persona
sino de una consecución de sucesos en el cual intervienen varias personas y
elementos para conseguir salir reforzado de esa situación y, por lo tanto,
aprender de ello. Esa persona ha llevado a cabo un proceso resiliente.

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Factores que facilitan resiliencia internas ambientalistas para
fortalecer la realidad en la escuela

Se denominan también Factores Protectores de la Resiliencia: Son las


condiciones o los entornos capaces de favorecer el desarrollo de individuos o
grupos y, en muchos casos, de reducir los efectos de circunstancias
desfavorables. Así por ejemplo, la familia extendida parece tener un efecto
protector para con los hijos de las adolescentes solteras.
En lo que concierne a los factores protectores, se puede distinguir
entre externos e internos.
Los externos se refieren a condiciones del medio que actúan
reduciendo la probabilidad de daños, por ejemplo: una familia extendida,
apoyo de un adulto significativo, o integración social y laboral.
Los internos se refieren a atributos de la propia persona: estima,
seguridad y confianza de sí mismo, facilidad para comunicarse, empatía.
Dentro de los puntos que fortalecen internamente el poder personal y de ahí
la resiliencia, se encuentra tener, durante el desarrollo infantil, trato estable
con al menos uno de los padres u otra figura significativa, además otros
factores que influyen son: 1.) Apoyo social desde dentro y fuera de la familia.
2.) Clima educativo emocionalmente positivo, abierto, orientador y regido por
normas. 3.) Modelos sociales que estimulen una conducta positiva. 4.)
Balance de responsabilidades sociales y exigencia de resultados. 5.)
Capacidades cognoscitivas. 6.) Rasgos conductuales que favorecen una
actitud eficaz. 7.) Actuación positiva frente al estrés. 8.) Insight hacia lo que
significa su propio crecimiento.
Los factores protectores: son las condiciones o los entornos capaces
de favorecer el desarrollo de personas o grupos y, en muchos casos, de
reducir los efectos de las circunstancias desfavorables. También en los
factores protectores externos: se refieren a condiciones del medio que
actúan reduciendo la probabilidad de daños: familia extensa, apoyo de un

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adulto significativo o integración laboral y social y por último en los actores
protectores internos: están referidos a atributos de la propia persona: auto
concepto, seguridad y confianza en sí misma, facilidad para comunicarse,
empatía.
Definen a las personas resilientes como las que a pesar de estar
insertas en una situación de adversidad, o verse expuestos a un
conglomerado de factores de riesgo, tienen la capacidad de utilizar aquellos
factores protectores para sobreponerse a la adversidad, crecer y
desarrollarse adecuadamente, llegando a madurar como personas
competentes, pese a los pronósticos desfavorables.
La resiliencia no debe considerarse como una capacidad estática,
puede variar a través del tiempo y las circunstancias. Es el resultado de una
armonía entre factores de riesgo, factores protectores y la personalidad del
ser humano. La persona puede “estar” más que “ser” resiliente. La naturaleza
de la resiliencia es eminentemente dinámica, así como el autoconcepto y
puede considerarse como la adaptación psicosocial positiva. Puntualizan que
la resiliencia es una técnica de intervención educativa, sobre la cual es
necesario desarrollar una reflexión pedagógica: la resiliencia permite una
nueva epistemología del desarrollo humano, enfatizando el potencial
humano. En esencia es una nueva mirada sobre viejos problemas del
hombre.
El riesgo siempre ha estado presente y, desde una Pedagogía
preventiva es necesario estudiar todos los factores protectores, que se les
pueden brindar a las personas para afrontar el riesgo y salir avantes de él.
Profundizan en el tema haciendo las siguientes precisiones: El estudio del
“riesgo” en la vida de los profesores y de los alumnos y la detección de una
infinidad de “factores de riesgo” han contribuido a crear una sensación de
desaliento respecto de los niños y jóvenes. Incluso se ha llegado a pensar
que los riesgos generalizados en la vida de los niños, (sin duda una realidad)
condenan inexorablemente a una creciente cantidad de jóvenes a desarrollar

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consecuencias negativas: deserción escolar, bajo aprovechamiento,
adicciones.
En base a esos estudios, se determinó que los estudiantes resilientes
encontraron a un docente favorito que se convierte en un modelo de rol
positivo para ellos; un maestro especial que ejerce una fuerte influencia en
sus vidas, brindándoles calidez, afecto, trato con tono humano, sobre todo
les enseña a comportarse compasivamente.
Innegablemente a los estudiantes resilientes les gusta la escuela y la
convierten en su “hogar fuera del hogar”, en un refugio de su ámbito familiar
disfuncional. Las escuelas con directivos y maestros resilientes son exitosas
y tienden a mantener estándares académicos elevados, a suministrar
retroinformación eficaz que ayuda a los estudiantes ofreciéndoles posiciones
de confianza y responsabilidad. Los educadores conscientes de su
responsabilidad en su gobierno de clase pueden fomentar la resiliencia en sí
mismos, en el aula y entre los estudiantes. Todos estos, constituyen factores
que facilitan la resiliencia para fortalecer la realidad en las escuelas.
La clave fundamental es que la escuela sea capaz de ofrecer los
reforzadores de los factores protectores en la vida de los estudiantes y de los
docentes. La responsabilidad del maestro es detectar a los estudiantes “en
riesgo” y ayudarles a construir su resiliencia.
En toda institución educativa el profesor tiene una función de guía,
mediador y facilitador de aprendizajes significativos. La resiliencia está en
relación directa con los ambientes de aprendizaje y cómo afectan a su
desarrollo. Si el profesor genera un ambiente de aprendizaje amable y
agradable con tono humano, logrará que los estudiantes estén motivados y
puedan ver en su quehacer diario una realización personal.
Un aspecto interesante que enlaza el tema de la resiliencia a la
escuela es la afirmación de que, después de la familia, la escuela es un
ambiente clave, fundamental para que los niños adquirieran las

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competencias necesarias para salir adelante gracias su capacidad para
sobreponerse a la adversidad.
A continuación, enumeramos algunos factores que creemos que
debemos fomentar en el proceso de construcción de la resiliencia en el aula.
Aunque se puede utilizar la hora destinada a la tutoría para realizar
actividades para mejorar la resiliencia, cualquier oportunidad es válida para
impulsar este proceso y esto se puede dar en cualquier asignatura:
* Siempre positivos. Tradicionalmente la educación se ha restringido
a detectar y remarcar los aspectos negativos del alumnado (el subrayado con
bolígrafo rojo que comentábamos antes) en detrimento de los positivos. Pues
bien, una educación orientada a mejorar la resiliencia tendría que optimizar
las fortalezas y virtudes del alumno que le permitan adoptar una actitud
positiva. Independientemente de los condicionamientos genéticos, se puede
aprender a ser más optimista e interpretar las dificultades como retos. De lo
contrario, las creencias negativas pueden condicionar el aprendizaje
adecuado.
* En la clase se ha de respirar seguridad. El profesor ha de generar
en el aula un clima emocional positivo y seguro que permita al alumno
sentirse respetado, apoyado y querido. La puerta abierta a la esperanza que
supone la plasticidad cerebral ha de generar siempre en el docente
expectativas positivas sobre sus alumnos (efecto Pigmaliónpositivo).
* Las relaciones siempre sanas. Hemos de fomentar las relaciones
entre compañeros en las que predominen la comunicación, el respeto, la
empatía y la cooperación, en detrimento de la competición. Cuando se da
importancia a estos aspectos socioemocionales, que por otra parte son
imprescindibles en la formación del ciudadano del mañana, y se fomenta el
trabajo colaborativo, es más sencillo resolver los conflictos que puedan surgir
y se facilita aprendizaje.
* El cambio es posible. Como la vida constituye un proceso de
transformación continuo, en el aula hemos de aceptar y suscitar un

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pensamiento crítico y creativo que permita visualizar nuevas posibilidades.
Las ideas novedosas y diferentes facilitan el progreso y abren un mundo
lleno de esperanza.
* Todos nos equivocamos. Cuando se asume con naturalidad que el
error forma parte del proceso de aprendizaje, aprendemos a tomar
decisiones con determinación. Se disfruta el proceso y no nos afecta
negativamente el no obtener un determinado resultado porque sabemos que
el análisis de la situación nos permitirá mejorar.
* Fomentemos la autonomía. El alumno ha de aprender a ser
autónomo y saber distanciarse de opiniones negativas que le puedan
perjudicar. Para ello es imprescindible su mejora en la autorregulación
emocional y, en concreto, es muy importante la técnica
del autorrebatimiento que permite, mediante el diálogo interno, analizar y
relativizar el sentimiento provocado por una emoción negativa
* Sonríe, por favor. Cuando somos capaces de relativizar las
situaciones con sentido del humor, mejora nuestro bienestar. Aunque es
difícil demostrar que el humor tiene beneficios terapéuticos, sí podemos
afirmar que mejora la resiliencia de las personas y ayuda a disfrutar más de
la vida (Forés y Grané, 2012). El docente que entra en el aula con una
sonrisa natural tendrá más posibilidades de generar un clima emocional
positivo y facilitar así el aprendizaje.

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CONCLUSIÓN

Gracias a la neurolingüística, somos capaces de comprender los


mecanismos y entender el funcionamiento de nuestra comunicación, tanto
oral como escrita. De allí la importancia de la programación neurolingüística
para prepararse cada vez más en los aprendizajes que retan cada día a la
sociedad.
Así mismo, la comunicación como base de las relaciones humanas,
permite una trazabilidad de la historia de cada individuo, organización,
cultura, entre otros. Es por ello, que las relaciones humanas a pesar de las
divergencias lógicas entre personas, hay un esfuerzo por lograr una
atmósfera de comprensión y sincero interés común. Es la forma como
tratamos y nos tratan, en donde factores influentes hacen vida positiva o
negativa en la relación.
La masa de individuos toma importancia como emocional en las
relaciones sociales, y consecuentemente, anticipa la relevancia de los
Prejuicios, los instintos y los argumentos emotivos en la actividad política,
social, cultural; desencadenando doble reacción: una corriente elitista y una
corriente revolucionaria.
De otro punto de vista, se puede decir que las condiciones o los
entornos capaces de favorecer el desarrollo de individuos o grupos y, en
muchos casos, de reducir los efectos de circunstancias desfavorables, son
denominados los factores protectores de la Resiliencia, que son internos y
externos. La Resiliencia no es una batuta mágica, sino que se concibe como
fuente de inspiración para nuevas esperanzas.

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REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS ELECTRÓNICAS

.- https://es.wikipedia.org/wiki/Resiliencia_(psicología)
.- https://definicion.de/resiliencia/
.- http://psiquiatria.facmed.unam.mx/docs/ism/unidad2.3.pdf
.- La resiliencia en la educación, la escuela y la vida, Guadalupe Noriega
Aguilar, Braulio Angulo Arjona, Giséle Angulo Noriega,
file:///C:/Users/User/Desktop/Dialnet-
LaResilienciaEnLaEducacionLaEscuelaYLaVida-6349252.pdf
.- https://escuelaconcerebro.wordpress.com/2013/10/20/la-resiliencia-en-la-
escuela-aprendiendo-a-vivir/

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