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Las siglas TDA hacen referencia al siguiente concepto: Trastorno por déficit de atención. Se trata de
una patología que afecta preferentemente a los niños y que altera el proceso de aprendizaje y el
comportamiento social.
Este trastorno es más común en niños que en niñas (cuatro veces más en la población masculina) y
generalmente se detecta a partir de los siete años. Se pueden distinguir tres tipos de TDA
dependiendo de los síntomas prevalentes:
Por otra parte, según estudios recientes entre un 8 y un 10% de la población infantil tiene este
trastorno de la conducta.
Causas
El conocimiento de las funciones cerebrales ha permitido conocer de forma bastante precisa
algunos de las razones que explican el TDA o TDAH. Su fundamento neurobiológico se basa en una
alteración de la dopamina. La dopamina es un neurotransmisor que controla una parte de la
actividad cerebral y que interviene en la búsqueda del placer del individuo. Este neurotransmisor
está relacionado con las funciones motoras del organismo, con el sistema de recompensa y con el
control de las hormonas. En consecuencia, una alteración de los niveles de dopamina hace que el
individuo tenga un trastorno en su comportamiento.
Tratamiento
Cuando la TDA o TDAH se desconocía, los niños con déficit de atención e hiperactividad eran
considerados como niños inquietos o incluso con un retraso intelectual. Afortunadamente, el
conocimiento del cerebro humano ha permitido entender los mecanismos de esta patología y, al
mismo tiempo, de qué manera se puede tratar. Los especialistas recomiendan una combinación de
tratamientos psicosociales y farmacológicos. Los medicamentos para combatir el TDA actúan sobre
la química del cerebro y permiten reducir los niveles descontrolados de dopamina. Las terapias
psicológicas van en la línea de potenciar las conductas adecuadas mediante el refuerzo positivo (por
ejemplo, gratificando respuestas correctas), así como técnicas de autocontrol y orientadas a la
resolución de problemas.
... via Definicion ABC https://www.definicionabc.com/salud/tda.php
Niños que vienen en su mundo...despistados...que pierden cosas.... ¿significa que tienen TDA? No
todos los niños despistados o que les cuesta concentrarse tienen un trastorno atencional. Hay
muchos factores que pueden influir en esas dificultades para mantener la atención, (madurativos,
de desarrollo....) Te contamos qué es el TDA en niños y cuál es el tratamiento que se suele
llevar a cabo para mejorar su capacidad de atención.
El TDA es un tipo de TDA-H que cursa sin impulsividad o hiperactividad, en los manuales de
diagnóstico se denomina TDA-H tipo inatento, pero que nosotros aquí, para evitar confusiones,
nos referiremos como TDA.
El TDA es un trastorno de origen neurobiológico, en el que se presenta un déficit en la
estructura funcional de ciertas áreas o centros cerebrales relacionadas con la regulación de
diferentes procesos atencionales.
El niño con TDA tiene dificultades para seleccionar el foco relevante de atención, (no sabe a qué
tiene que atender) presenta lentitud en las tareas motrices y en las tareas cognitivas, se distrae
con facilidad, y todo esto puede dar lugar en edad escolar a dificultades en el aprendizaje, así
como puede repercutir en las áreas emocionales y personales del niño, (baja autoestima,
ansiedad, problemas de comportamiento...)
Síntomas del TDA en niños
Algunas características generales de los niños con TDA que se derivan de los criterios diagnósticos
y que además nos pueden servir como signos de alerta son:
- Dificultades en la focalización de la atención: Falla en prestar la debida atención a los
detalles, se distrae con facilidad por estímulos externos, por descuido cometen errores en
las tareas escolares, (no se fijan) no sigue las instrucciones y no termina las tareas escolares.
- Parece no escuchar cuando se le habla directamente (parece estar en su mundo)
- Tiene dificultad para organizar tareas y actividades, mala gestión del tiempo.
- Es desorganizado y descuidado y pierde cosas.
- Se le olvidan las cosas, hasta las más rutinarias, (se olvida la mochila o los libros en el colegio,
no apunta en la agenda, etc)
- Lentitud en tareas motrices y ejecución de tareas cognitivas.
Los problemas de los niños con TDA se manifiestan tanto en la escuela como en la familia y afectan
a su rendimiento académico y personal y social.
¿Qué hacer si sospechamos que nuestro hijo tiene TDA?
Ante la más mínima sospecha de que nuestro hijo pueda tener una dificultad atencional es
necesario realizar una adecuada valoración diagnóstica tanto a nivel médico, (neurólogo/
neuropediatra) como psicopedagógico. Esta evaluación valoración es fundamental para
proporcionar al niño el tratamiento adecuado, tanto a nivel individual como educativo y escolar.
Pero también la debe recibir el asesoramiento necesario para establecer unas pautas
educativas adecuadas.
La valoración por parte del neurólogo es necesaria para descartar otros problemas que puedan
estar causando los síntomas y para en el caso de confirmar el diagnóstico proporcionar la
ayuda farmacológica necesaria si se considera oportuno.
La valoración psicopedagógica incluye pruebas de aptitudes y capacidades: inteligencia,
razonamiento, atención, memoria, funciones ejecutivas, lectura y escritura, cuestionarios para
padre, profesores y el propio niño para valorar tanto la conducta del niño como aspectos
emocionales y sociales.
Además debe recogerse información del entorno del niño, (familia y escuela), habilidades
sociales del niño, así como toda la información que sea posible sobre la historia del niño,
(embarazo, parto, desarrollo, alimentación etc...).
Con todos estos datos, y con los criterios para que establecen los diferente manuales para el
diagnóstico del TDA, se establecerá la existencia o no de TDA.
¿Cuál es el tratamiento en caso de TDA en niños?
El tratamiento en caso de TDA lo más adecuado es un tratamiento multidisciplinarque puede
incluir tratamiento farmacológico, pautado y supervisado por el neuropediatra o médico
especialista, intervención psicoeducativa y orientación a las familias.
Respecto a la escuela, los niños con TDA se incluyen dentro del grupo de alumnos Dificultades
Específicas de Aprendizaje por lo que es necesario poner en marcha una serie de actuaciones y
apoyos para que puedan alcanzar los objetivos educativos establecidos.
La intervención psicopedagógica incluye: entrenamiento en habilidades cognitivas, habilidades
sociales, de razonamiento, entrenamiento atencional, lectoescritura, así como orientación a
familias y educadores. Es importante también explicarle al niño qué le sucede, para rebajar sus
niveles de ansiedad y mejorar su autoconcepto y autoestima.
El trabajo conjunto Familia- Escuela- Especialista es fundamental para el éxito de la
intervención.
https://www.guiainfantil.com/articulos/salud/hiperactividad/tda-en-ninos-sintomas-y-
tratamiento/
El Trastorno por Déficit de la Atención denominado con la sigla TDA o ADT (en Inglés), es un
trastorno que se presenta en las personas desde los primeros años de vida y puede durar
incluso hasta la adultez. Se caracteriza por una dificultad o incapacidad para mantener la
atención voluntaria frente a determinadas actividades tanto en el ámbito académico, como
cotidiano. Por ende las relaciones sociales se ven afectadas por el hecho de que es muy difícil
para una persona de estas características seguir reglas o normas rígidas de comportamiento.
Habitualmente se asocia este déficit a una falta de autocontrol y sobretodo dificultades en la
toma de conciencia de los errores propios para la persona afectada.
Con relación a las causas hasta el día de hoy no hay claridad en el tema y son muy
variadas las teorías que tratan de explicarlas, sin duda lo que si es importante destacar
es que existen causas de orden genético, otras que se desarrollan en el periodo de
embarazo y otras generadas después del parto.
La sintomatología que caracteriza a este síndrome puede ser muy variada, uno de los
síntomas más comunes que se evidencian en el TDA dice relación con el alto nivel de
actividad motora que presentan algunas personas y que es conocido como
HIPERACTIVIDAD el que se entrelaza con otro síntoma frecuente la IMPULSIVIDAD
reflejada principalmente en la toma de decisiones, en la realización de varias
actividades, en juegos, deberes escolares, etc.
* Frecuentemente está inquieto con las manos o los pies o no puede quedarse sentado
quieto.
* Frecuentemente se levanta de su lugar en clases.
* Frecuentemente está activo en situaciones en que es inapropiado.
* Frecuentemente tiene dificultad en hacer cosas en forma tranquila.
* Frecuentemente está como si "no se le acaban las pilas".
* Frecuentemente habla en forma excesiva.
* Frecuentemente responde antes de que la otra persona termine.
* Frecuentemente tiene dificultad en esperar su turno.
* Frecuentemente interrumpe.
Pero quizás el rasgo más relevante o más decidor de la existencia de un posible déficit
atencional es la falta de atención o INATENCIÓN que se ve reflejado en conductas como:
Según Nussbaum y Bigler (1990) citados por Silva, O y Fernández, E (1991) existen
patrones y conductas que caracterizan a este tipo de población infantil. Dentro de ellas
están:
1.- Pierden el rumbo de la tarea: mientras que el niño con TDA con hiperactividad pierde
la pista de lo que está haciendo en forma notoria, el niño sin hiperactividad lo hace
pasivamente y sin llamar la atención de sus profesores, ya que siempre pareciera estar
en otro mundo, con su mirada perdida, su tranquilidad les hace flotar por largos
períodos no captando la información contenida en la explicación del profesor.
2.- Presentan patrones de pensamiento indefinidos: Es muy difícil para ellos mantener
informaciones en forma lineal y secuenciada. Pierden detalles esenciales de la
información obtenida al recibirla y procesarla en forma desordenada. Los pasos de un
proceso (ciencias) que deben ser seguidos en cierto orden los mezclan revolviéndolos.
Lo que se ha aprendido no aparece en su pantalla mental cuando la necesita. Su
memoria es vaga, dispersa, esto les impide realizar un conjunto de actividades que
requiera una tarea.
3.- Cambios de primeras impresiones: Los niños con déficit atencional, cambian
rápidamente las primeras impresiones de las informaciones que reciben. Es por esto
que, pueden aparecer borrando y cambiando todo lo que realiza, ya que lo que ve y lo
que escucha no siempre es procesado junto.
6.- Auto observaciones orales: es característico en estos niños que cada vez que reciben
una instrucción la repitan en forma oral, de modo de fijar los detalles específicos de lo
que están escuchando.
La etiología del cuadro así como su diagnóstico es bastante compleja se estima que las
causas están determinadas en función de si son atribuidas a factores endógenos
básicamente genéticos, exógenos pre, peri y post natales, como elementos o factores
ambientales como la familia, el nivel sociocultural, la escuela, la contaminación, etc.
Silva, O. y otro en 1991, presentan un cuadro donde especifican algunas de las posibles
causas del Trastorno por Déficit de la Atención (TDA), con la finalidad de poder
dilucidar mejor los antecedentes:
Disfunción Cerebral
Lóbulo frontal
Solo un pequeño porcentaje con personas con SDA muestran este tipo de causas
Otros factores
Existen argumentos para apoyar estas posturas en la literatura actual a nivel mundial y
cada vez se hace más necesario continuar con los estudios que permitan ir dilucidando
las posibles y futuras causa del síndrome lo que irá descartando y a la vez especificando
los tratamientos e intervenciones que se llevarán a cabo en esta línea.
Desde hace “años las alternativas de tratamiento del TDA han estado confinadas al uso
de psicoestimulantes como el metilfenidato, la dextro-anfetamina y la pemolina entre
otros. Por sus favorables efectos en la reducción de los síntomas y manifestaciones de
TDA son los medicamentos de primera línea en su tratamiento” (VALDIVIESO, A. y
OTROS, 2000). “Estos fármacos mejoran la conducta entre un 70 y 90% de niños
mayores de 5 años” (BARKLEY, r. 1998), los que reciben este tratamiento no sólo son
menos impulsivos, inquietos y distraídos, interiorizan mejor las informaciones, se
relacionan mejor, establecen de mejor forma compromisos y por ende se autocontrolan
más eficientemente. Lo que conlleva que sean más aceptados y más queridos por sus
compañeros y reciben menos castigos, mejorando por ende su autoestima.
Valdivieso y otros, 2000 plantean que dentro de los estudios por ellos revisados se
estima que en los Estados Unidos de Norteamérica el consumo de metilfenidato
(conocido en Argentina como “RUBIFEN” ha aumentado 8 veces en la ultima década,
probablemente por sobre diagnóstico o abuso. Estos medicamentos desarrollan en
algunos menores efectos colaterales, que a juicio de muchos autores y sobretodo de los
detractores de este tipo de intervención, son los que en vez de ayudar a un
mejoramiento de los niveles atencionales del niño dentro de la sala de clases dificultan
aún más el proceso, como son taquicardia, nerviosismo, insomnio, disquinesias,
hiperactividad, tics, etc.
Existe una postura antagónica de tratamiento y manejo de niños con TDA, la cual
presenta alternativas que dejan por fuera el uso de fármacos y postula que solamente
se debiera intervenir en el ámbito del desarrollo de estrategias dentro de las
metodologías escolares, adecuación de los currículums académicos, además de apoyos
multidisciplinarios para el desarrollo de estrategias eficientes en el manejo de la
atención y de la conducta impulsiva o hiperactiva según sea el caso. Dentro de esta línea
de trabajo juegan un rol muy importante el psicólogo clínico y educacional, el
psicopedagogo, los profesores directos de niños y especialmente sus padres.
En la literatura actual sobre el tema aparece una postura más bien ecléctica en la cual
se conjugan las dos visiones antes presentadas, y se desarrollan estrategias de trabajo
en el cuadro involucrando a todos los agentes directos que intervienen en el proceso de
desarrollo del niño. Dentro de esta postura integracionista destaca el hecho de que para
poder llegar a una intervención medicamentosa es fundamental determinar las causas
reales del trastorno, porque en casos determinados de dificultades neuroquímicas en el
niño se hace necesario la utilización de fármacos para poder ayudarlo en el manejo de
la atención y de la conducta. Además los estudios acabados sobre los antecedentes
entregados por la familia van a ayudar considerablemente a determinar otros tantos
factores desencadenantes del cuadro.
Un elemento fundamental en el tratamiento del TDA, es el trabajo que se haga con los
padres y principalmente con los profesores, ya que son estos quienes deben resolver
diariamente los conflictos que el niño evidencia.
Los profesores por su parte, pasan a ser en este panorama quienes hacen de juez y parte,
ya que son ellos los que precozmente comienzan a descubrir las anomalías que presenta
el niño en la sala de clases, dentro de los primeros indicios que detectan los profesores
están el mal comportamiento, el bajo rendimiento escolar, la desmotivación por
aprender, la falta de compromiso en las tareas, desorganización de los materiales
personales de trabajo, en algunos niños hiperactividad constante y en otros una
hipoactividad que pareciera que fueran niños ausentes (son los muchas veces
denominados “estar en la luna”). Frente a esta diversidad de síntomas los profesores
comienzan inicialmente a alertar a los padres de la problemática que está ocurriendo
en los periodos de clases, al mismo tiempo que inician una serie de estrategias de
trabajo con ellos tratando de motivarlos y hacerlos partícipes del proceso de enseñanza
y aprendizaje.
Estas estrategias van estar determinadas por el nivel de conocimiento que el maestro
posee sobre estos temas y como sea su nivel de compromiso con sus alumnos, muchas
veces se inician trabajos dentro de la línea de la conversación y tratando de ganar la
confianza del niño, otras veces cuando esto ya no surte efecto se procede con las
amonestaciones y en este caso comienzan a intervenir otros estamentos del
establecimiento como son los vicedirectores y directores, según sea el calibre de los
problemas. Lo que conlleva que el real foco de conflicto no sea la falta de atención del
alumno, sino más bien sus problemas de conductas.
http://www.profesormolina.com.ar/padres/tda/quees_tda.htm