You are on page 1of 3

La mujer se sube al tren del placer; reuniones de

tuppersex y sex shops feministas


Raquel Traba, Marisa Aranda y Sara Pérez fundaron Los Placeres de Lola, la única tienda
erótica en España de corte feminista.

Lun, 21/02/2011 - 17:21

Madrid.- La condición sexual


femenina ha pasado por diferentes
etapas en la historia de la humanidad:
desde su rol limitado a la procreación
en un entorno de represión moral, la
mujer se ha ido abriendo paso hasta
protagonizar la denominada revolución
sexual a partir de la década de los 60,
impulsada por factores como su
incorporación al mundo laboral o el
desarrollo de los métodos
anticonceptivos.

Sin embargo, los expertos coinciden en que los últimos logros en la ruptura de tabúes son
mucho más recientes y sobre todo, en que queda aún mucho por hacer para alcanzar la
plena igualdad en el terreno sexual.

Conscientes de la brecha que existía en la sociedad española en este terreno, Raquel Traba,
Marisa Aranda y Sara Pérez fundaron en 2005 Los Placeres de Lola, la única tienda
erótica en España de corte feminista. Tanto, que al principio no dejaban entrar a hombres.

"Al principio éramos más estrictas, pero ahora sí que pueden hacerlo, aunque siempre
acompañados de una mujer", cuenta Traba en entrevista con dpa. Sin embargo, no se
permite la entrada de un grupo de hombres, para no invadir un espacio en el que su
protagonista, la mujer, pueda sentirse intimidada. "Queríamos crear un espacio para trabajar
la sexualidad en el que la mujer se sintiera a salvo".

Las tiendas eróticas dedicadas a la mujer llevaban existiendo 40 años en Estados Unidos y
cerca de 20 en Reino Unido, pero eran desconocidas en España. Sin embargo, la psicóloga
Lorena Berdún y su famoso programa televisivo Dos Rombos, emitido entre 2004 y 2005,
abrieron mentes en el terreno de la sexualidad, considera Traba.

"En 2006 comenzaron a abrir tiendas eróticas en una progresión imparable, los proveedores
no entienden qué ha pasado en España, que ahora es uno de los principales países
consumidores de juguetes eróticos con enormes tasas de crecimiento".
Y es que en seis años, las tres españolas, que procedían de la militancia feminista, han sido
testigos de excepción de la evolución de la actitud sexual femenina, aunque son
conscientes de que la herencia de la estricta educación moral y religiosa es larga.

"Al principio sólo las mujeres más jóvenes y aperturistas de la militancia feminista se
atrevían a comprar juguetes sexuales, cuando ahora se hacen regalos hasta para compañeros
de residencia de ancianos". Y es que Traba asegura que no hay edad para la búsqueda del
placer. "Es una cuestión de actitud mental, ¡nuestra clienta más mayor tiene 83 años!".

Sin embargo, aparte de la edad, hay colectivos menos usuales entre la clientela del negocio.
Situado en el barrio madrileño de Lavapiés, conocido por la cantidad de inmigrantes que
allí habitan, las mujeres latinoamericanas, marroquíes o incluso gitanas han pasado por la
tienda, pero constituyen un público más minoritario, cuenta Traba.

"Sin embargo sólo el hecho de que pase alguna ya es un gran avance". Y en España, las
grandes ciudades no tienen nada que ver con el entorno rural, donde las mujeres que
compran siguen pensando más en el placer de los hombres, explica.

Y es que en este terreno son aún muchos los obstáculos. Por un lado, muchos hombres han
visto con reticencias la emancipación sexual femenina. "Una chica volvió incluso con un
vibrador decapitado por su pareja en un ataque de celos", cuenta Traba, porque sigue
vigente esa idea del juguete como reemplazo. Sin embargo, cada vez se crean más juguetes
para chicos con el objetivo de "recolocar" los roles sexuales.

Y al contrario de lo que se piensa, el público joven no es siempre el más rompedor. "Hay


una involución tremenda en algunos sectores, nuestros jóvenes se inician antes en el sexo
pero parece que peor". Por eso, hay que trabajar mucho la psicología y la educación.

De ahí que, a parte de todo tipo de juguetes sexuales, Los Placeres de Lola oferte
literatura sexual y cine porno realizado por mujeres. Entre los favoritos, un best seller que
lleva más de diez años en el mercado, "Tu sexo es tuyo", de Silvia de Béjar, y una directora,
la sueca Erika Lust.

El equipo, integrado por psicólogas y sexólogas, ofrece también numerosos talleres


educativos y lúdicos, desde literatura erótica hasta cursos de striptease, pasando por
talleres de bondage o sibari, artes basados en cuerdas para realizar inmovilizaciones
físicas como elemento erótico de sumisión y dominación con un alto complemento de
belleza y una práctica más frecuente en las relaciones homosexuales femeninas, sector en
el que el negocio está también especializado. Y es que Traba considera que "la salida del
armario" de la mujer ha sido y sigue siendo mucho más difícil que la masculina.

Una práctica que ayudó mucho a romper las reticencias fueron las reuniones tuppersex,
que consisten en la visita a domicilio de una distribuidora de productos eróticos en la que
ésta enseña, explica y asesora a un grupo de mujeres sobre su uso.
Una de las mayores empresas en España en el sector de estas reuniones es La Maleta Roja,
creada en 2006 por Dina Hornecke con el objetivo de acercar juguetes y cosmética eróticos
a la mujer en un entorno distinto al de los sex shops, "que muchas veces resultan
intimidatorios", cuenta una de las integrantes del equipo, María Verdú, en entrevista con
dpa.

Otro de los secretos del éxito: la posibilidad de preguntar y ver, tocar, oler e incluso probar
los productos rodeada de gente de confianza. El negocio ha tenido tanto éxito que ya son
400 las integrantes del equipo y cuatro los países donde trabaja: España, Portugal, Italia y
Uruguay.

Y no se necesita una ocasión especial para su celebración. "Nos llaman para despedidas de
soltera, cumpleaños o reuniones 'porque sí' para echar un rato a las parejas y reunirse con
las amigas en busca de nuevas ideas para enriquecer la vida sexual", explica Verdú.

Y es que la tecnología en el sector avanza a velocidad de vértigo. "Los productos mejoran


día a día, no solamente en el diseño, sino en sus prestaciones (...) Hay cosas tan simples
como una plumita para hacer cosquillas en el cuerpo de la pareja hasta aparatos tan
sofisticados como el 'Sasi', un masajeador masturbador de alta gama capaz de guardar
en su memoria los movimientos que más gustan.¡Eso a veces no lo hace ni el mejor
amante!", explica

Verdú, que se muestra sorprendida por la tecnología punta que se está aplicando a estos
juguetes del placer.

Sin embargo, cuenta, las mujeres siguen pensando mucho en "qué les gustará a ellos".
"Seguimos siendo muy generosas", explica.

Y entre los aspectos más interesantes, la reunión de mujeres de distintas generaciones


que intercambian sus experiencias. "Creo que antes esa confianza era impensable. Eso es
un gran síntoma de que algo está cambiando en la sociedad", cree Verdú, que apunta sin
embargo los numerosos tabúes que siguen existiendo en el terreno, desde el sexo anal hasta
la imagen de las películas pornográficas. "Un llamamiento a los directores de cine porno:
¡El clítoris existe!".

You might also like