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La política como vocación

La política como vocación (en alemán, Politik als Beruf) es un ensayo del economista y sociólogo
alemán Max Weber (1864-1920), el cual nació como la segunda de dos lecturas –la primera fue La
ciencia como vocación– que dio en Múnich a la "Libre Unión de los Estudiantes" de Baviera el 28 de
enero de 1919. Esto ocurrió cuando, en medio de la revolución alemana, Múnich era capital de la
breve República Soviética de Baviera. En su discurso, Weber se apoyó de notas escritas a mano, que
luego serían transcritas por un taquígrafo. El ensayo fue publicado como una versión extendida en
julio de 1919, traduciéndose al inglés sólo después de la Segunda Guerra Mundial. La política como
vocación es considerada actualmente como una obra clásica en sociología y ciencia política.
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r
Resumen[editar]
a
La definición clásica de Weber del Estado como una entidad la cual tiene un monopolio sobre el uso
del
l poder legítimo coercitivo en un territorio determinado se puede encontrar al principio de La política
como
a vocación. La política, en cambio, la define como la búsqueda del poder sobre el estado.
La definición de Weber es la siguiente: "El Estado se ha visto como un único otorgante del 'derecho'
nbde fuerza física. Por lo tanto, la 'política' en nuestro caso debería significar la búsqueda de una porción
aúde poder o para influenciar la división de poder ya sea entre estados, o entre grupos de personas que
vsel estado comprende."1 Siguiendo esta definición, Weber nota que hay tres principios justificando la
eqlegitimidad de dominación política del estado, y estos incluyen a la autoridad tradicional, autoridad
gucarismática, y autoridad legal.2
ae
Mucha
cd de la parte intermedia de La política como vocación consiste de las definiciones de Weber de
carisma
ia y sobre líderes, y el tipo de personas que son llamadas a la profesión de la política.3 Esto es
desarrollado
ó por descripciones históricas extensas de cómo la política moderna hizo emerger ejemplos
históricos.
n El énfasis es puesto sobre Gran Bretaña, Estados Unidos, y Alemania,4 aunque los
ejemplos de Francia, China, Roma, la antigua Grecia son también mencionados. En desarrollar estos
ejemplos, Weber demuestra su comprensión de investigación histórica comparativa. Para esto, Weber
describe la relación entre políticos, partidos políticos, y las burocracias que ellos crean. En esta
sección, el escrito de Weber en La política como vocación es similar a su escrito en otro de sus
famosos ensayos "Burocracia".
En la sección final,5 de La política como vocación, Weber regresa a la descripción del político. Su
punto principal es que el político necesita balancear una "ética de convicción moral", con una "ética de
responsabilidad". La ética de convicción moral se refiere a las creencias internas inquebrantables que
un político debe sostener. La ética de responsabilidad se refiere a la necesidad diaria de usar los
medios de la violencia de estado en una manera en la cual preserve la paz para un bien mayor. Como
Weber ha escrito, un político debe hacer compromisos entre las dos éticas.
Llevando a cabo esto, Weber puntualiza que "La política está hecha con la cabeza, no con otras
partes del cuerpo, ni con el alma".6 El político más efectivo es aquel que puede excitar las emociones
de la gente que lo sigue, mientras gobierna estrictamente con una razón dura y fría en la cabeza. Pero
esta es una tarea normal que los humanos no pueden hacer, porque son vanos.
Weber escribe que la vanidad crea problemas únicos para los políticos porque ellos de hecho
controlan las herramientas de violencia legítima.7 La vanidad común, según Weber, significa que los
políticos están tentados a tomar decisiones basados en ataduras emocionales con sus seguidores y
aduladores, y no en el razonamiento racional necesitado para gobernar justa y efectivamente. Weber
encuentra que esta es una característica común entre políticos. Como un resultado de ellos, Weber
afirma que el peligro de la política está enraizado en la relación de un político a los medios de
violencia que son intrínsecos para el estado, y los cuales serán malversados por cualquier político
vano. Esta es la razón de por qué Weber enfatiza que la práctica de la política es muy difícil, y no una
tarea para cualquiera que busca la salvación, para su alma eterna a través de la práctica de la paz y la
hermandad. En desarrollar estos puntos, Weber hace referencia a la doctrina de los dos
reinos de Martin Lutero, y a los Upanishads hindúes sagrados.
En las oraciones concluyentes del ensayo,8 Weber comenta sobre la Revolución Alemana de
1919 que justo estaba en camino cuando el escribía el ensayo. El autor tristemente predijo que la
excitación emocional del momento en 1919 sólo traerá "noches polares con una oscuridad y dureza
heladas, sin importar qué grupo tenga éxito en tomar el poder en el presente." Después de esto,
Weber culmina en una nota algo optimista, cuando escribe que "¡Sólo la persona que está segura de
no desesperar cuando el mundo, desde su punto de vista, es de mente simple y debilitado para
aceptar lo que sea que se tenga que ofrecer, y sólo la persona que sea capaz de decir '¡A pesar de
Todo!' tiene el llamado para la profesión de la política!"9

Tres terrenos para la gobernación legítima[editar]


Weber define a la política como una forma de "actividad independiente de liderazgo". En su ensayo, el
"estado" sirve como el marcador de posición para el análisis de organizaciones políticas. Los terrenos
de gobernación legítima de estas organizaciones políticas, según Weber, cae en tres categorías
mayores, o tipos:10
Autoridad tradicional
La autoridad del "pasado eterno", basado en el hábito. Weber define a la costumbre como
extensamente patriarcal, patrimonial, y tradicional en alcance.

Autoridad de carisma (regalo de gracia)


La autoridad de las "revelaciones, heroísmo, y otras cualidades de liderazgo de un individuo".
Asociada al "carisma" de los profetas, demagogos, y el voto popular.

Autoridad legal
Autoridad legal racional, legalidad basada en estatutos válidos los cuales son impuestos por
funcionarios públicos técnicamente capacitados. La autoridad legal asume una competencia racional y
obediencia condicionada tanto de los funcionarios públicos como de las personas del aparato judicial.

Las dos formas de Estado[editar]


Weber enfoca su análisis a las "organizaciones políticas", es decir, "Estados", e identifica dos formas
generales del Estados, que supuestamente comprenden todas las formas de estado al nivel 5 más
general:
1.El personal administrativo bajo el gobernador en estatus y poder tiene sus propios medios de
administración separado de aquellos del gobernador. Esto puede incluir varias formas de riqueza y
posesiones, así como los medios de producción y el control sobre la labor. Este personal
administrativo es esencialmente aristocrático, subdividido en distintos estados;
1.El personal administrativo es completa o parcialmente separado de las herramientas actuales de
administración, similar a la concepción de Marx de cómo el proletariado está separado de los medios
de producción. Este personal se vuelven en confidente sin los medios en una organización patriarcal
de deferencia y delegación.
Weber delinea dos diferentes ideas del "Estado" basado en la relación entre los administradores y su
acceso a los medios actuales de administración. La primera forma es el "patrimonialismo" y depende
en la personalidad del gobernador, así como en la lealtad de sus seguidores. En esta forma no hay el
énfasis sobre la capacidad técnica que sí ocurre en la segunda forma del Estado, la que a su vez es
considerada la forma moderna. En esta última, los administradores no poseen personalmente el
dinero, los edificios, y organizaciones que ellos dirigen. Las decisiones ejecutivas permanecen por lo
general con las figuras políticas, incluso aunque no tengan la habilidad técnica que los
administradores profesionales modernos sí poseen.

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