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= 2,4 a ap > = ‘* = © INTRODUCCION A LOS METODOS - DE LA EXEGESIS BIBLICA et i we * Obra dirigida por - JOSEF SCHREINER + ye aad aie = : \\ 024415 il t BARCELONA _ EDITORIAL HERDER 1974 VIII Formas y géneros literarios en el Antiguo Testamento El AT expresa lo que tiene que decir de maneras muy diversas. El mensaje que expone y predica no fue vaciado de un molde uni- tario mantenido desde el comienzo hasta el fin. Los autores dispo- nian de muchas posibilidades de expresi6n, de muchas maneras de hablar, como Io demuestra un vistazo a la literatura del antiguo oriente; y las emplearon copiosamente. De aqui que, en los escritos veterotestamentarios se encuentre una abundancia de. formas y tipos literarios, que varian, no solo de libro en libro, sino también dentro de la misma obra. Esto no puede escapar a una simple lectura. Lo que ya comprueba el lector del AT y lo que siempre ha notado el exegeta!, comenz6 a tener verdadero peso en la ciencia wv > _ testamentaria con HERMANN GunkEL?, el fundador del métcuo de Ja historia de las formas. Desde entonces se trabaja en captar y _ describir los géneros del AT, conocer su estructura y rastrear su - «situacién vital» (Sitz im Leben); en escribir su historia — utili- zando para ello los textos del antiguo oriente— y hacer que sean _ fructiferos para la interpretacién. Este trabajo esté atin lejos de haber Iegado a su fin. Trataremos de mostrar en forma esquemé- - tica dénde se sittia actualmente y de qué cuestiones se ocupa. Nota preliminar: algunos conceptos y problemas fundamentales. S6lo raras veces designa el AT las formas de discurso en que estén redactadas algunas partes de sus escritos. Distingue, por 1. Véanse las indicaciones que se dan en la obra de K. Koen, Was ist Formgeschichte?, _ Neukirchen 71967, 165s. 2. CE W. Ktarr, Hermann Gunkel (FRLANT 100), Gottinga 1969. 253 Josef Schreiner ejemplo, rpillah (peticién) y chillah (cdntico de alabanza), conoce el masal (sentencia), hidah (enigma) y n‘um (ordculo); pero sdélo una comparacién cuidadosa nos puede decir en cada caso qué significan miSpatim, hugqét y térdét; dabar y, mas atn, d*barim, son tan frecuentes que poco se puede deducir con certeza acerca de su cardcter literario. No hay ningin concepto determinante en Jas obras que exponen la historia de Israel, y ni aun en los salmos se distinguen los cdnticos por su cardcter literario, De estos hechos surge la consecuencia de que, en caso de que la historia de las formas quiera evitar que los tipos literarios encontrados se queden sin nombre, ha de dar calificativos a los escritos veterotestamentarios, empleando para ello nombres venidos de fuera; por tanto, hay que contar con que no se aplicarén con precision a la realidad vetero- testamentaria y son quizds un recurso de emergencia. En la presen- tacién veterotestamentaria de la historia es donde mejor se echa de ver que el concepto histérico-literario y la manera de hablar israelita no coinciden plenamente. Esta dificultad patente indujo a recorrer nuevos caminos, bien contentandose con la designacién de dabar, en que se introducian diferencias segtin los distintos motivos?, o bien considerando como género la narracién y el relato, cuyas formas se imitan*. Frente a estos modos de proceder y a estas propuestas divergentes, se plan- tea la pregunta acerca de lo que es un género (Gattung). La ciencia literaria mas reciente discute con acaloramiento este concepto, y en parte hasta lo rechaza. En efecto, sus «caracteristicas no han sido elaboradas con precision; no raras veces se entrecruzan y, segtin parece, no hay ni siquiera un criterio suficiente que permita definir qué es propiamente un “género” en particular, oponiéndolo a mo- tivos de orden puramente material o a propiedades meramente estilistico-métricas u otras marcas particulares, en las que incluso textos de diferente género literario pueden coincidiry®. Sin em- 3. Asi, segtin parece, C.A. KELLER, Die Gefiihrdung der Ahnfrau, ZAW 66 (1954) 181- 191, 191, Menciona algunos motivos: motivos generales de experiencia, hist6ricos, religio- so-cilticos, motivos procedentes del campo del derecho y motivos’ humoristicos. 4. Cf. W. RIcuTER, Traditionsgeschichtliche Untersuchungen zum Richterbuch (BBB 18), Bonn 71966, 344-399. 5. KH. BeRnuaror, Die gattungsgeschichtliche Forschung am Alten Testament als exegetische Methode, Berlin s.a., 30. 254 Formas y géneros literarios en el AT _ bargo, parece que se va dibujando una linea de acuerdo, gracias sobre todo a A. JoLLEs®, con su descripcién mds o menos lograda de las formas literarias simples, y a W. Kayser’, que llega a de- terminados géheros partiendo de las actitudes fundamentales, «li- rica, épica, dramatica», y pasando en lo lirico por Jas actitudes (nombrar, apostrofar, hablar) y, en lo épico, por los elemen- tos estructurales (figura, espacio, tiempo) vinculados siempre a la forma. Seguin esto, habria que hallar y comprobar el género en Ja con- E juncién de actitud fundamental, postura, forma y elementos estruc- turales. Por tanto, dicho en conceptos tradicionales, para el AT _ Jas componentes determinantes dentro del género descriptivo-narra- tivo y del lirico (el dramatico no aparece como género, sino que se expresa lo dramético en los otros dos campos) serian la forma y «situacién vital» en la que se expresan la actitud y los elementos - estructurales. Si lo dicho es correcto, surgen dos problemas esponténea ¢ inme- - diatamente. La vida es polimorfa y jams se expresa solo de ma- era esquemitica, inmutable. De aqui resulta «que entre los géneros, tipos y formas habré diferencias, transiciones y elementos comunes... apenas sera posible establecer una separacin categ6rica y realmente precisa» §, _ Afiddase a esto que incluso dentro del género empleado apa- ‘recen desplazamientos del centro de interés, nuevos aspectos y "finalidades que hallan expresion en la forma, cambidndola o dan- le una nueva funcidn. En tales casos, que no son pocos, se te la tentacién de proponer un nombre nuevo diferenciador. -o hay un problema: jhasta donde se ha de llegar en el proceso ‘subdivisor? No seria mejor mantener el concepto genérico, con alguna determinaci6n adicional? El concepto de género exige cierta- “mente abarcar en él varios textos y no s6lo uno. Son, pues, fre- uentemente dificiles la delimitacién y distincién, y a menudo es imposible hacerlo con exactitud. 6. Einfache Formen, Tubinga 71958. 1. Das sprachliche Kunstwerk. Eine Einfiihrung in die Literaturwissenchajt, Bernal funich “1969, (con bibl.), of. especialmente p. 330-387: «el tejido del géneron. 8 H. Prano, Formgeschichte der Dichtkunst, Stuttgart 1968, 10s. 255

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