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Valoración
inmediata en la puerta de urgneicas: Triage. Signos, síntomas y
criterios de prioridad ante: parada cardiorrespiratoria, shock y
politraumatizado. Actuaciones en grandes catástrofes.
Urgencia y Emergencia. RAC. Triaje.
La atención en Urgencias requiere seguridad, rapidez y eficacia en el trato al paciente,
por parte de un equipo multidisciplinar. Esta actuación eficaz y eficiente va a redundar
en un mejor pronóstico del paciente y una rápida orientación a la resolución de su
problema.
Situaciones sin riesgo vital inmediato pero que pueden llegar a presentarlo en un
breve periodo de tiempo si no se diagnostican y se tratan de forma precoz.
Situaciones sin riesgo vital donde es importante un diagnóstico precoz desde el
punto de vista epidemiológico para evitar la diseminación de una enfermedad en
una colectividad.
Situaciones en las que la asistencia médica se limita a solventar problemas
sociales o deficiencias de los niveles asistenciales previos.
Incorpora discriminantes clave, que son factores que permiten determinar el nivel de
urgencia en pacientes que se presentan con una sintomatología parecida o que se pueden
catalogar dentro de una misma categoría sintomática
El proceso de triaje ha de ser realizado por personal con experiencia y juicio clínico, con
capacidad de tomar decisiones y gestionar situaciones difíciles. Tanto desde el punto de
1ª Fase: RECEPCIÓN
2ª Fase: ACOGIDA
3ª Fase: CLASIFICACION
TRIAJE EXTRAHOSPITALARIO
SISTEMA START.
Clasifica a la víctima en 4 grupos de colores. Se caracteriza por ser un método sencillo,
que precisa para su aplicación unos 30 segundos, aunque es el que emplean
prioritariamente los sanitarios puede ser aplicado por no sanitarios.
Los parámetros que valora son:
Marcha
Respiración
Estado mental (respuesta a órdenes sencillas)
Relleno capilar
Pulso radial (START modificado)
Tipos de shock
A. Shock Hipovolémico
B. Shock Cardiogénico
Se produce cuando el corazón no puede bombear con eficacia la sangre, por alteración
del ventrículo derecho, del izquierdo o de ambos a la vez. El IAM es la causa más
común de shock cardiogénico. Es posible que otros estados avanzados de shock
desencadenen un shock cardiogénico.
C. Shock Anafiláctico
Es un tipo de shock distributivo producido por una respuesta exagerada del sistema
inmunológico contra un antígeno frente al que el organismo ha sido sensibilizado. Se
trata de una forma sistémica grave de hipersensibilidad inmediata (reacción alérgica)
que se manifiesta como un cuadro dramático y potencialmente fatal. Cualquier sustancia
D. Shock Neurogénico
E. Shock Séptico
Manifestaciones
- Taquicardia, que tiene lugar por la activación del sistema nervioso simpático. En el
shock neurogénico, bradicardia.
- Taquipnea. En shock anafiláctico, estridor inspiratorio, ronquidos, disfagia, disnea,
sibilancias.
- Irritabilidad y ansiedad
- Piel pálida, fría y sudorosa.
-Hipotermia en shock hipovolémico.
-En el shock anafiláctico, prurito, eritema generalizado, urticaria y angioedema,
normalmente en la cara, en la cavidad oral y en la parte inferior de la faringe.
-En los shocks neurogénico y séptico, piel caliente, seca y rosada en primer momento.
- Cianosis
- Oliguria, proveniente de una perfusión renal reducida (<30ml/h)
- Sed extrema; la mucosa oral y la lengua aparecen secas.
- Dolor precordial (angina por la baja perfusión miocárdica).
1. Estado de consciencia
2. Permeabilidad de vía aérea y ventilación, FR y SATO2
3. Circulación:
-FC, pulso (calidad), temperatura.
-Estado de la piel: color, humedad, textura y turgencia:
-Primera fase: se reduce la circulación cutánea. La piel estará fría, pálida y húmeda
-Cuando existe una vasoconstricción mantenida, la piel adopta un tono cianótico, se
encuentra fría y moteada.
-Shock séptico: piel caliente, seca y rosada a causa de la vasodilatación inicial.
-Diuresis (cantidad, color, olor)
Pruebas diagnósticas
Tratamiento
Hipovolémico:
Cardiogénico:
Anafiláctico:
Neurogénico:
Séptico:
Medidas generales:
Parada Cardiorespiratoria
La parada cardiorespiratoria (PCR) es un problema de gran relevancia con una pobre
supervivencia. Se estima que en España se producen entre 24.000 y 50.000 casos al año
Cadena de supervivencia
Existe evidencia de que pueden disminuirse la mortalidad y las secuelas que origina la
PCR si se mejora la respuesta asistencial, acortando los retrasos en la respuesta
mediante la optimización de la “cadena de la supervivencia¨. La primera consideración
a tener en cuenta antes de realizar ninguna acción es la seguridad del reanimador,
siguiendo el algoritmo conocido como:
PAS: 1º PROTEGER, 2º ALERTAR, 3º SOCORRER.
Las intervenciones que contribuyen al resultado exitoso y que conforman la cadena son
(ilustración extraída de las guías de la ERC 2015):
1.Garantice la seguridad del personal: Asegúrese de que el medio que les rodea es
seguro. Póngase guantes tan pronto como sea posible. Pueden ser necesarias otras
medidas como protección ocular y mascarilla. El riesgo de infección es mucho más bajo
del percibido.
4. Compruebe circulación:
Fracturas
Heridas infectadas
Osteoporosis
7. Fármacos
Adrenalina: es el vasopresor de elección ante toda PCR: en la asistolia/DEM
inmediatamente tras identificar el ritmo asistolia/AESP y en los ritmos
desfibrilables, tras la tercera descarga.
• Presentación: ampollas de 1 mg en 1 ml (solución 1/1.000).
• Dosis: 1 mg (1 ampolla) cada 3-5 minutos.
Amiodarona: antiarrítmico clase III, de elección si persiste la FV/TVSP tras 3
descargas.
• Presentación: ampollas de 150 mg en 3 ml.
• Dosis: 300 mg (2 ampollas) en un bolo diluido en 20 ml de suero glucosado al 5%. Se
puede administrar una dosis extra de 150 mg si persiste la FV/TVSP. Tras la
reanimación, se debe considerar la perfusión de 600-900 mg (4-6 ampollas) en 250 ml
de suero glucosado al 5% a pasar en 24 horas.
Atropina: recomendada para la bradicardia sintomática.
• Presentación: ampollas de 1 mg en 10 ml.
• Dosis: 0,5 mg (1/2 ampolla) en dosis única, hasta un máximo de 3 mg.
Bicarbonato sódico: no se recomienda su uso de forma rutinaria. Debe
considerarse su administración en la hiperpotasemia grave, en la acidosis
metábolica grave (pH < 7,10) o en la intoxicación por antidepresivos tricíclicos.
• Presentación: 1 ampolla de 1M de 10 ml= 10 mEq. 1 vial de 1/6M de 250 ml= 41,5
mEq.
• Dosis: dosis inicial de 40-50 mEq en bolo.
Calcio: indicado en la hipocalcemia, hiperpotasemia o toxicidad por
betabloqueantes o bloqueantes del calcio.
• Presentación: 1 ampolla de 10 ml de cloruro cálcico (6,8 mmol Ca).
• Dosis: 1 ampolla de cloruro cálcico al 10% en bolo rápido. Se puede repetir la dosis a
los 10 minutos.
Lidocaína: antiarrítmico de clase Ib, se usa como alternativa a la amiodarona si
no se dispone de ésta. No se debe administrar si ya ha recibido amiodarona.
• Presentación: 1 ampolla de 100 mg en 5 ml.
Suspensión de la RCP
Si el niño con OVACE está inconsciente, se le debe colocar sobre una superficie plana
dura.
•Llamar o mandar a alguien para pedir ayuda, si todavía no se ha hecho, pero no
abandonar al niño.
•Se deben realizar los siguientes pasos:
Abrir la vía aérea. Abrir la boca y mirar si hay algún objeto. Si se ve, intentar
eliminarlo con una maniobra de barrido con un dedo. No intentar introducir el dedo a
ciegas o hacer intentos repetidos, porque se puede empujar el objeto más profundamente
en la faringe y causar daño.
Respiraciones de rescate. Abrir la vía aérea utilizando la maniobra frente-mentón y dar
5 ventilaciones de rescate. Comprobar la eficacia de cada ventilación. Si una ventilación
no logra expandir el tórax, volver a colocar la cabeza antes de dar la siguiente
ventilación.
Compresiones torácicas y RCP. Dar 5 respiraciones de rescate y si después no hay
signos vitales (movimientos, tos, respiración espontánea) empezar a dar compresiones
torácicas sin realizar ninguna valoración más de la circulación.
• Asegurar una posición neutra de la cabeza. Dado que la cabeza de los lactantes
suele estar flexionada cuando están en posición supina, suele ser necesaria cierta
extensión (que puede facilitarse colocando una toalla/ paño enrollada debajo de
la parte superior de la espalda del niño) y elevar el mentón hacia arriba.
• Inspirar y cubrir con la boca del reanimador la boca y la nariz del lactante,
asegurándose de que consigue un buen sellado. Si no es posible cubrir la boca y
nariz del lactante, se puede intentar sellar sólo la boca o bien la nariz (en caso de
usar la nariz, se cerrarán los labios para evitar la fuga de aire).
• Insuflar de forma sostenida en la boca y/o nariz del lactante durante alrededor de
1 segundo, con una fuerza y volumen suficientes para producir una elevación
visible del tórax del lactante.
• Mantener la vía aérea abierta con la maniobra frente mentón, separar la boca de
la víctima y observar que su pecho desciende cuando sale el aire.
• Inspirar de nuevo y repetir la secuencia descrita, 5 veces.
Tanto en lactantes cómo en niños, si hay dificultad para conseguir una ventilación
efectiva, es posible que la vía aérea esté obstruida:
• Abrir la boca del niño y extraer cualquier causa visible de la obstrucción, pero
no hacer un "barrido" a ciegas con el dedo.
• Recolocar la cabeza. Asegurarse de que la extensión de la cabeza y la elevación
del mentón sean adecuadas sin que el cuello esté extendido en exceso.
• Si con la maniobra frente-mentón no se ha conseguido abrir la vía aérea, intentar
la maniobra de elevación de la mandíbula.
• Hacer hasta cincos intentos para conseguir insuflaciones efectivas y, si no se
consigue y no existen signos vitales, empezar a hacer compresiones torácicas.
•Para evitar comprimir sobre el abdomen superior, se debe localizar la apófisis xifoides
del esternón localizando el punto donde se unen en el centro, las costillas inferiores.
Colocar el talón de una mano sobre el esternón, aproximadamente un través de dedo por
encima de la apófisis xifoides.
•Elevar los dedos para asegurar que la presión no se aplica sobre las costillas del niño.
•Colocarse en la vertical del pecho de la víctima y, con el brazo extendido, comprimir el
esternón para deprimirlo al menos un tercio del diámetro anteroposterior del tórax o 5
cm
•En niños mayores y/o cuando los reanimadores no tienen suficiente fuerza, las
compresiones torácicas se realizan más fácilmente utilizando las dos manos, con los
dedos del reanimador entrelazados.
• El niño muestre signos de vida (empiece a despertarse, a moverse, a abrir los ojos y a
respirar normalmente).
• Lleguen otros profesionales sanitarios que puedan ayudar o tomar el control de la
reanimación de forma efectiva.
• El reanimador esté agotado.
Es esencial conseguir ayuda tan rápidamente como sea posible cuando un niño pierde la
consciencia.
La vía venosa central es el acceso vascular más seguro a largo plazo, pero no ofrece
ventajas durante la reanimación con respecto a la vía venosa periférica y la vía
intraósea. Al igual que en adultos, la vía traqueal no se recomienda para la
administración de fármacos.
Fármacos
ABCD:
-A‐ Asegurar vía aérea permeable y control cervical.
-B‐ Asegurar correcta ventilación y oxigenación.
-C‐ Asegurar control hemodinámico: tratamiento del shock y control de
hemorragias externas.
-D‐ Examen neurológico.
-E‐ Exposición del paciente (retirar toda la ropa para completar la evaluación y
evitar la hipotermia)
¹ ² ³
Todas estas maniobras dirigidas al control de la vía aérea se deben realizar con control
manual de la columna cervical que se presupondrá afectada en todo paciente
politraumatizado con lesión por encima de la clavícula.
Una vez finalizada la técnica de intubación, se procederá a la colocación del Collarín
rígido tipo Philadelpia.
Ventilación:
La permeabilidad de la vía aérea no asegura un intercambio gaseoso adecuado. Una
adecuada ventilación estará garantizada por una vía aérea permeable, un adecuado
control central de los movimientos respiratorios y una pared torácica íntegra. Lo
inmediato y más urgente es descartar la presencia de neumotórax a tensión. Buscaremos
desviación en la tráquea (neumotórax a tensión), enfisema subcutáneo (rotura de
tráquea).
Desnudar el tórax del paciente para visualizar los movimientos respiratorios que deben
ser simétricos en ambos hemitórax.
Comprobar la integridad de la pared torácica, profundidad y frecuencia de la
respiración. Comprobaremos que el gas entra con facilidad y el tórax se expande bien.
Todo paciente con frecuencia respiratoria >35 ó <10 r.p.m. presenta un trastorno
respiratorio severo, por lo que se deberá proceder a la intubación orotraqueal (IOT).
Toda disminución del nivel de consciencia, una vez descartada la obstrucción de
la vía aérea, debe ser achacada a un déficit de oxigenación cerebral. Se debe buscar la
causa en un trastorno de la ventilación, siendo estos enfermos candidatos a intubación
orotraqueal y ventilación mecánica.
Existe una serie de patologías que alteran la ventilación de forma aguda y requieren un
tratamiento específico y emergente:
Hemotórax masivo: suele producirse por lesiones en los grandes vasos o en las
arterias intercostales y es causa de shock hemorrágico e insuficiencia respiratoria
por compresión del pulmón.
Tratamiento inmediato: Reposición de volumen, oxigenoterapia y analgesia,
así como la colocación de drenaje torácico en el 4º-5º espacio intercostal anterior
a la línea medio axilar conectado a un sistema de aspiración.
Tratamiento definitivo: A veces es necesario realizar una angioembolización
y/o toracotomía.
Tórax inestable: el Volet Costal está causado por varias fracturas costales (al
menos 3 por lo general) contiguas a ambos lados del punto de impacto, por lo
que una parte de la pared torácica pierde su punto de apoyo y se produce un
movimiento paradójico de este segmento. El diagnóstico es clínico. Suele estar
acompañado de otras lesiones torácicas graves: neumotórax, hemotórax o
contusión pulmonar. La contusión pulmonar se produce por afectación directa
del parénquima pulmonar, el diagnóstico es radiológico y es una de las causas
más frecuentes de insuficiencia respiratoria en el traumatismo torácico.
Tratamiento inmediato: Oxigenoterapia, ventilación mecánica (si existe
insuficiencia respiratoria grave) y analgesia.
RESUCITACION HIPOTENSIVA
El alivio del dolor severo es parte importante del manejo del paciente traumatizado.
El objetivo principal de la analgesia en el paciente politraumatizado es aportar un nivel
óptimo de confort, así como disminuir las respuestas fisiológicas negativas del dolor.
Una analgesia efectiva normalmente requiere el uso de opiáceos intravenosos que
pueden dificultar la valoración. El uso de opiáceos intravenosos puede producir
depresión respiratoria y enmascarar los síntomas neurológicos. Por lo tanto, los
opiáceos y otros analgésicos potentes deben ser utilizados de forma comedida en el
Valoración neurológica:
Valoración pupilar:
Desvestir completamente al paciente para facilitar una exploración física completa, tras
lo cual es importante protegerlo para mantener la temperatura corporal. El esfuerzo por
prevenir la hipotermia debe considerarse tan importante como cualquier otro
componente de la valoración primaria.
Realizaremos:
-Monitorización de las constantes vitales.
-Monitorización cardiaca.
-Analítica completa (bioquímica, hemograma, coagulación y gasometría arterial con
lactato).
-Solicitud de pruebas cruzadas para transfusión.
-Sondaje vesical (si no hay presencia de sangre en meato o hematoma escrotal).
-Colocación de sonda nasogástrica para descomprimir la cavidad gástrica (orogástrica si
existe traumatismo máxilofacial).
1) En todo paciente con ECG < 9 se debe aislar la vía aérea mediante intubación
orotraqueal como método de elección.
Optimizar al máximo la oxigenación-ventilación: la hipoxia y la hipercapnia
producen vasodilatación cerebral, con el consiguiente edema cerebral y aumento de la
presión intracraneal (PIC).
EVALUACIÓN SECUNDARIA
1. Historia clínica completa: alergias, medicación habitual, patología previa y eventos
relacionados con el trauma. Conocer el mecanismo del trauma es de vital importancia,
pues permite sospechar el tipo de lesión, por ejemplo: si el impacto ha sido frontal se
debe sospechar fractura de columna cervical.
2. Examen físico minucioso “de cabeza a pies”. Existe el riesgo de que alguna lesión
haya pasado desapercibida.
Cabeza y cara.
Tórax.
Abdomen y pelvis.
Músculo-esquelético.
Buscar heridas, deformidades, contusiones, etc. Palpar las extremidades buscando zonas
dolorosas, crepitación, movimiento anormal u otros signos que identifiquen fracturas
ocultas.
Es muy importante valorar los pulsos periféricos para descartar lesiones vasculares, así
como explorar alteraciones en la sensibilidad.
Se curarán las heridas y se inmovilizarán las fracturas, valorando los pulsos periféricos
antes y después de la inmovilización.
Las fracturas de columna dorso-lumbar y/o lesiones neurológicas deben sospecharse
sobre la base de los hallazgos físicos y los mecanismos de lesión. Ante la sospecha de
lesión medular se deberá empezar con el plan de actuación específico (esteroides a altas
dosis dentro de las 8 horas siguientes, metilprednisolona 30 mg/kg en bolo durante 15
minutos, y a los 45 minutos, perfusión a 5,4 mg/kg/h durante 23 horas).
Neurológico.
Dentro la evaluación secundaria debemos saber que existe una clasificación del paciente
politraumatizado que se realiza con la Triage Revised Trauma Score.
Tras una clasificación rápida primaria, se realizará una reevaluación de una manera un
poco más refinada siguiendo el “Triage Revised Trauma Score”, que basándose en 3
parámetros fisiológicos (frecuencia respiratoria, tensión sistólica y el test de la escala de
Glasgow) permite distribuir a gran cantidad de pacientes priorizando en 4 niveles en
poco tiempo.
1-10 prioridad 1
11 prioridad 2
12 prioridad 3
0 prioridad 4 (muerte)
RIESGO de CATÁSTROFE =
Hidro-climato-meteorológicos.
– Inundaciones, deslaves de barro
– Huracanes, tifones y ciclones.
– Olas de calor/frío
Geológicos
– Terremotos, Maremotos, Tsunamis, Erupciones volcánicas
Medioambientales
– Sequías, Desertificación, Hambruna.
Sanitarios
– Epidemias y pandemias. Cólera, dengue, ébola, paludismo, sarampión,
meningitis, fiebre amarilla, VIH-SIDA, tuberculosis.
2. Desastres antrópicos
• Tecnológicos
• Otros accidentes. Choques de trenes, etc.
• Conflictos violentos. Desde disturbios hasta guerras
Es una situación, causada por el hombre, en la que hay víctimas por efecto de la guerra,
los desplazamientos y las hambrunas, y dónde la guerra (en la mayoría de los casos una
guerra civil) se combina con un debilitamiento o colapso de las estructuras económicas
y estatales, a veces empeorando con una catástrofe de componente natural , y que exige
una respuesta internacional que supera las atribuciones del mandato o la capacidad de
cualquier organización y/o del programa de las Naciones Unidas existente en el país.
Algunos ejemplos son: Somalia, Darfur, Siria, Mali, Chad, República Centro Africana,
Afganistán, Chechenia…
ZONAS DE ACTUACIÓN
Planes Especiales
8. SEEUE:
http://www.enfermeriadeurgencias.com/documentos/fundamentos/RAC.pdf